SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 22 DE SEPTIEMBRE DE 2013
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Rechazar un empleo y aceptar la invitación a una fiesta cambiaron para siempre la vida de Máxima Zorreguieta.
En las clases que dio durante 1980 en Berkeley, Cortázar disfrutaba de hablar sobre su literatura con los alumnos.
5 a SECCION
El mismo nombre, la misma pasión PERIODICOCORREO.COM.MX
ELESPECTADOR.COM
Juan Villoro y Juan Cruz Ruiz son dos de las mayores plumas de habla hispana. Tienen sus vidas divididas y cruzadas por la literatura y el periodismo. Los unen, además, aficiones como el fútbol. En este número hablan CONFESIÓN. La selección sincera de un autor apela a la memoria, asume el mexicano.
de sus últimos libros y de amores compartidos.
UNA CRUENTA ADVERTENCIA. “La felicidad se desvanece”, desmitifica el español.
ENTREVISTA A JUAN VILLORO
ENTREVISTA A JUAN CRUZ RUIZ
“Puedo ser un principiante”
“El tiempo es miedo”
Acaba de publicar Espejo
retrovisor, una antología que incluye sus cuentos y crónicas más representativos, y que presenta textos inéditos. En esta entrevista asegura que le hubiera gustado ser médico y que sólo puede decir que una obra suya funciona cuando se sorprende como si la hubiera escrito otro ◆
Por Dolores Caviglia
PARA LA GACETA - BUENOS AIRES La primera vez que Juan redactó un cuento tenía cuatro años; sin embargo, no habla mucho sobre ello porque sabe que no tenía la conciencia necesaria como para llamarlo así. Por eso, cuando le preguntan cuál fue su primer texto, recuerda aquel que escribió a los 13, cuando se dirigía a su clase de guitarra y vio cómo un edificio ardía en llamas; el fuego, la reacción de la gente, los héroes repentinos y la sensación de peligro lo cautivaron. Entonces, escribió un reportaje sin saber muy bien lo que hacía y lo publicó en La tropa loca, el periódico que hacían en su escuela con un mimeógrafo. Más de 40 años después de ese incendio, y tras estudiar sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana, Villoro se consagró como ensayista, columnista, cuentista, cronista, guionista, dramaturgo, profesor y narrador. Entre sus novelas, se destacan El testigo (por la que ganó el Premio Herralde 2004) y Arrecife. Entre sus cuentos, La alcoba dormida, La casa pierde y Los culpables. Entre sus ensayos, Efectos personales, Roberto Bolaño: la escritura como tauromaquia y La máquina desnuda. Entre sus crónicas, Palmeras de la brisa rápida: Un viaje a Yucatán, Dios es redondo, ensayos y crónicas sobre fútbol y 8.8: Mie-
do en el espejo, crónica del terremoto de Chile de 2010. Además, Juan es fanático del Barcelona y de Borges, vive entre España y México, escribió canciones para el grupo Café Tacuba, se define como una persona fisgona, curiosa y entrometida, y considera que los mexicanos tienen rencores largos y recuerdos cortos. - Este año publicaste Espejo retrovisor, que reúne los textos más significativos de tu carrera. ¿Cómo fue el proceso de selección? ¿Los publicaste tal cual lo habías hecho con anterioridad o modificaste algunas cuestiones con la relectura? - Hice la única selección que puede ser sincera desde la perspectiva de un autor: apelé a las fidelidades de la memoria. Recordé los textos que me acompañaban con más fuerza y elegí esos. Obviamente tomé en cuenta que vinieran de distintos libros y que algunos fueran inéditos, para hacer variada y atractiva la selección, pero no busqué calificarlos por logros o calidad. Salvo algún detalle menor, los incluí tal cual. Coloco los cuentos del más reciente al primero, como una especie de “viaje a la semilla” y ordeno las crónicas por temas. - ¿El título lo elegiste vos? ¿Qué buscabas transmitir con él? - Proviene de uno de los cuentos. Un espejo retrovisor te permite ver hacia atrás. Es lo que hice al elaborar la selección. - ¿Qué te sucede cuando leés textos tuyos antiguos? - Es una experiencia rara. Recuerdo las circunstancias en que los escribí; recupero el momento en que iba a escribir una frase “genial” en determinado párrafo pero llegó mi madre con una de sus urgencias y todo cobró otro rumbo. Continúa en la página 4...
PERFIL
Juan Villoro nació en México DF, en 1956. Fue director del suplemento Jornada semanal en el diario Jornada y profesor en las universidades de Yale, Princeton y Pompeu Fabra. Entre otros premios, ganó el Herralde de novela. Es autor de 40 libros y columnista de los diarios Reforma y El Mercurio.
Acaba de publicar Especies en
Extinción, libro en el que vuelven a desfilar personalidades de la cultura con las que convivió íntimamente. Aquí nos cuenta cómo se gestó la segunda parte de Egos Revueltos y habla de sus miedos, sus alegrías y sus obsesiones ◆
Por Alejandro Duchini
PARA LA GACETA - BUENOS AIRES Conocí al español Juan Cruz Ruíz en el invierno de 2008. Fue a través de un libro que tenía un título de por sí atractivo: Muchas veces me pediste que te contara esos años. Lo devoré y de ahí hubo apenas un paso para llegar a otro, Ojalá octubre, un genial relato de recuerdos y sentimientos sobre su padre, con todo lo que eso significa. Supe entonces que era de esos periodistas que llevan la profesión en la sangre. Fue jefe de Cultura del diario El País y director de la editorial Alfaguara. Poco después, en 2010, tuve la suerte de entrevistarlo en Buenos Aires, en un cálido mediodía primaveral, de esos que invitan a la distensión. Y distendidos, no más, pasamos más de una hora charlando de libros y periodismo. Temas que lo apasionan y que se vuelven más apasionantes cuando es él quien los refiere. Ahí acababa de publicar Egos revueltos, un libro basado en sus experiencias junto a escritores como Guillermo Cabrera Infante, Arturo Pérez Reverte, Paul Bowles, Camilo José Cela y Mario Vargas Llosa. Tres años después se editó Especies en extinción (Tusquets), la segunda y última parte de ese trabajo. En estas más de 400 recomendables páginas refleja aquellos oficios que lo movilizan. También están las personalidades de distintas temáticas que por algún motivo lo han marcado. Figuran desde José Saramago y Ernesto Sabato a Roberto Bolaño, Joaquín Sabina y hasta Jorge Valdano.
Tres años después, les contaba, Juan Cruz y yo volvimos a hablar de esos mismos temas y de otros. Pero con el aliciente de que hay otro libro en el medio y que él, protagonista de esta charla, al fin de cuentas, tiene nuevas cosas para decir. Algunas de ellas ya las escribió; otras, las dirá en la siguiente entrevista. - Cuenta que Especies en extinción es un libro que habla del final de una época. Otra vez vuelve a mencionar la “melancolía”. ¿Qué lugar ocupa esa palabra en su vida y cómo la combina con ese final al que refiere? - Melancolía no es nostalgia; me parece que es más noble, más grande, tiene que ver con el alma de las cosas y no con las cosas. Y lo que sucede con los oficios que yo he desarrollado es que están perdiendo el alma, aunque el alma del todo nunca se pierde. El alma siempre resucita. - ¿Qué diferencias hay en usted entre aquel de Egos revueltos y este de Especies en extinción? - Creo que en el libro anterior me fijé más en lo que decía la gente. En este me fijo en cómo es la gente, cómo vive los oficios de editor, escritor, periodista…; es un libro menos circunstancial, más entero, más abundante en confesiones propias y menos en sucesos que les pasaron a otras personas. - ¿Qué le ha quedado afuera de Egos Revueltos y de Especies en extinción? - Muchas cosas, seguramente. En el anterior, más profundidad. En este, más anécdotas. Probablemente por eso se complementan, en mi opinión. - Refiere en Especies en extinción que “uno jamás vuelve a donde ha sido verdaderamente feliz”. ¿A dónde no volvería usted? - Es que la felicidad se desvanece. Continúa en la página 3...
PERFIL
Juan Cruz Ruiz nació en 1948, en Tenerife, España. Es licenciado en Periodismo e Historia. Es uno de los fundadores del diario El País, en el que actualmente es adjunto a la dirección y columnista. Fue editor de Alfaguara y es profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. Publicó más de 20 libros y ha obtenido distintos premios por su obra.