24-11-2013 LA GACETA LITERARIA

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SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE DE 2013

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Como en el fútbol, las historias de los personajes de Eduardo Sacheri se mueven entre los goles y las derrotas.

Miguel Velárdez repasa las creaciones literarias y las obras periodísticas que fueron inspiradas por la esférica pasión.

5 a SECCION

Deportes y letras

De la Ilíada a libros de Eduardo Galeano, Nick Hornby o Haruki Murakami, podemos encontrar una larga serie de pasajes de obras (y volúmenes enteros) en los que se mezclan literatura y deportes. En los últimos años, en la Argentina se han multiplicado los títulos en los que se plasma ese vínculo. ¿Qué antecedentes tiene esa relación? ¿Qué textos son imperdibles?

Causas y antecedentes de un fenómeno ◆

Cuando la pasión se hace libro ◆

os primeros amigos que tuve en la universidad, con los que trabé amistad sin mayores problemas, eran hinchas de tal o cual equipo; examinar con aire de estudioso las páginas deportivas de un periódico durante el almuerzo de un primer día de trabajo todavía despierta hoy una reacción de simpatía. Y sí, sí que estoy al tanto de la otra cara de este maravilloso recurso del que disponemos los hombres: terminamos por ser unos reprimidos, fracasamos en nuestras relaciones con las mujeres, nuestra conversación es trivial, aburrida; somos incapaces de expresar nuestras necesidades emocionales, no conseguimos relacionarnos como debiéramos ni siquiera con nuestros hijos, morimos sumidos en la soledad y en la tristeza”. El texto lo escribió Nick Hornby, autor de libros tan hermosos como éste que citamos: Fiebre en las gradas (editorial Anagrama). En sus páginas refiere a lo que significa el fútbol –precisamente el Arsenal inglés- en su vida. Cuenta que lleva el tema a su analista o que recuerda la fecha de casamiento de un amigo por un partido del equipo de sus amores. El de Hornby es un gran ejemplo de la pasión que genera el deporte en escritores. Pasión que muchos llevan a la literatura. Lo hizo también el japonés Haruki Murakami, autor de varios best sellers en los últimos años. “La vida es esencialmente injusta. De eso no cabe la menor duda. Pero creo que incluso de las situaciones injustas es posible extraer lo que de justicia haya en ellas. Puede ser que eso cueste tiempo y esfuerzo. Y puede que ese tiempo y esfuerzo sean en vano”, reflexiona en De qué hablo cuando hablo de correr (editorial Tusquets). Murakami se dedica desde hace años al maratón. Mientras entrena no hace más que pensar. Este libro es fruto de esos pensamientos. En él cuenta cómo aguanta los dolores, describe las ampollas que le salen en los pies y explica en qué cosas piensa

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Por Walter Vargas

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES a relación entre libros y deportes goza de su cresta de la ola, en géneros variopintos y con el fútbol, desde luego, como buque insignia. Pensemos que en 2013 cumple diez años el primer sello editorial argentino plenamente dedicado a textos relativos a los deportes: Ediciones Al Arco reúne en su catálogo 71 títulos que lejos están de agotar una oferta que crece de forma sistemática desde la última década del siglo XX. A decir del periodista Alejandro Apo, un pionero en difundir cuentos de fútbol en programas de radio en general y en su célebre Todo con afecto en particular, cuando empezó, allá por 1995, recorría ávidamente bibliotecas y librerías de viejos en pos de tesoros escasos e infrecuentes. Todo parecía resumirse en los clásicos de Roberto Fontanarrosa, Juan Sasturain, y Osvaldo Soriano, algunas contribuciones de Rodolfo Braceli o de ignotas antologías, el polémico Fútbol y masas, de Juan José Sebreli, y no mucho más. Hoy, en cambio, cada año llegan a sus manos decenas de textos vinculados con los deportes, sea de la Argentina, sea de otros países de Latinoamérica, novelas, cuentos, biografías, anecdotarios, estadísticas, ensayos periodísticos, sociológicos, antropológicos y ni hablar de estudios de psicología aplicada al deporte. En España, por caso, las ciencias aplicadas al deporte son metódicas y fecundas, aunque la producción editorial alcanza su máxima expresión en torno al fútbol y en el seno del fútbol mismo a los clubes Barcelona y Real Madrid. El presunto versus entre Pep Guardiola y José Mourinho, dos de los extrenadores más reputados y cotizados de estos tiempos, demandó la insospechada cifra de 15 libros.

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El presunto versus entre Pep Guardiola y José Mourinho, dos de los entrenadores más reputados y cotizados de estos tiempos, demandó la insospechada cifra de 15 libros. Sí, son 15 los textos que sea por el camino que fuere aluden al contrapunto ajedrecístico del catalán y el portugués. Ahora, si los deportes no han nacido hace 10 años, ni 15, ni 20, ¿a guisa de qué un desarrollo que grosso modo data de ese lapso? Las causas son múltiples o por lo menos resisten el asedio de la tentación reduccionista. Es probable que la babel mediática, capaz de multiplicar hasta límites insospechados la divulgación de las gestas deportivas propiamente dichas, así como sus temas periféricos e incluso sus detalles más irrelevantes, haya consumado una suerte de deportivización de la agenda pública. Los pilares disponían ya de vigorosa consistencia. El deporte, cóctel de guerra sublimada, juego, culto al héroe moderno, suspensión de la realidad cotidiana y transmisor de islotes de identidad, o en todo caso de un plus de sostén identitario, creció de forma exponencial como relato de una seducción siempre potente y siempre renovada. Y eso en tiempos de profundas crisis de otros relatos. De relatos, digámoslo, más fundantes para la marcha de la sociedad pero al tiempo de sesgo más antipático. Así concebidos, los deportes se agigantaron en su destino de nutricio refugio simbólico, propiciaron el movimiento de monstruosas sumas de dinero y al tiempo, cómo no, autorizaron a la intelectualidad y a sus satélites a decir esto y aquello de lo que todo el mundo se siente interesado. De lo que todo el mundo piensa y habla.

Genealogía Con todo, el vínculo entre literatura y deportes o letras y deportes ofrece una rica genealogía. En el libro XXIII de la Ilíada, por ejemplo, Homero se constituye en un adelantado en el género de la crónica pugilística. Describe una pelea entre Epeo y Euríalo, incluida en los juegos celebrados en ocasión de los funerales de Patroclo. Continúa en la página 2...

Por Alejandro Duchini

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

“Como todos los uruguayos, quise ser jugador de fútbol. Yo jugaba muy bien, era una maravilla, pero sólo de noche, mientras dormía”, ironiza Eduardo Galeano en El fútbol a sol y sombra.

CAMINO DE RESISTENCIA * POR EDUARDO SACHERI Creo que la farandulización del fútbol nos provoca, a los viejos futboleros, una profunda desazón. Tal vez la literatura futbolera es un camino de resistencia (prefiero pensarlo en esos términos, más que en términos de nostalgia), frente a lo peor de ese proceso. Poner matices donde el discurso maniqueo y simplista nacido en los medios masivos tiende a borrarlos. *Fragmento de entrevista publicada en este suplemento en enero de este año.

para soportar largos recorridos, altísimas temperaturas y a un cuerpo (el suyo) que le pide parar. El periodista estadounidense Bill Buford se metió a principios de los 80 en el mundo hoolingan. Se hizo amigo de barras de equipos ingleses que no dudaban en arrancarle (literalmente) un ojo a un policía, destrozar bares y revolear puños a hinchas rivales. Aquella experiencia, que lo llevó incluso a quedar detenido en medio de un desbande internacional, la volcó en Entre los vándalos (Anagrama), un libro tan inhallable como magnífico. Futbolero al extremo, Eduardo Galeano es autor de un clásico: El fútbol a sol y sombra (editorial Siglo XXI). Se ha reeditado muchísimas veces. Después de cada Mundial el autor agrega el capítulo correspondiente. “Como todos los uruguayos, quise ser jugador de fútbol. Yo jugaba muy bien, era una maravilla, pero sólo de noche, mientras dormía”, ironiza en el prólogo. En sus páginas homenajea no sólo a ese deporte, sino a su espectro social. Imperdible. Tanto como Díganme Ringo (editorial Planeta), la biografía sobre Oscar Natalio Bonavena que escribió a principio de los 90 el periodista Ezequiel Fernández Moores. “Lo elegí porque formaba parte de mi infancia, de la memoria popular de los argentinos y porque me permitía entrar al boxeo desde otro lugar. Yo antes era mucho más crítico hacia el boxeo. Entrar por el lado del boxeador me hizo conocer de modo más profundo la parte humana, me dio una visión mucho más amplia del boxeo”, le cuenta el autor a La Gaceta al recordar ese trabajo difícil de encontrar. En medio del apogeo del Barcelona de Guardiola, 15 escritores contaron qué incidencia tuvo ese club en sus vidas. El libro se llama Cuando nunca perdíamos (editorial Alfaguara). Son textos brillantes, con un interesante dejo de melancolía. Entre otros escriben Ramón Besa, Juan Cruz Ruiz, Juan Gabriel Vázquez, Enrique Vila-Matas y Juan Villoro. No se lo pierdan. El fútbol argentino ha despertado pasiones en los últimos años. Continúa en la página 4...


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LITERARIA DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE DE 2013

LANZAMIENTOS / LA GACETA LITERARIA / LOS MAS LEIDOS / LA GACETA LITERARIA / LANZAMIENTOS / LA GACETA LITERARIA

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o v e d a d e s

Vidas con éxitos y fracasos como suceden en el fútbol

FONTANARROSA Y EL FÚTBOL Roberto Fontanarrosa

antología de cuentos del autor de La pregunta de sus ojos

$ 89

PLANETA (120 PÁGINAS)

En esta colección de humor gráfico, el lector se encontrará con el genial estilo del Negro Fontanarrosa, que además de escritor era hincha de Rosario Central, al servicio de algunos temas inevitables a la hora de reír: los políticos, los médicos, el sexo, la inseguridad...

FOTO DE EDUARDO LONGONI (ARCHIVO)

CUENTOS LA VIDA QUE PENSAMOS EDUARDO SACHERI (Alfaguara – Buenos Aires)

LA ARGENTINA QUE DUELE Luis Alberto Romero - Alejandro Katz

$ 250

TUCUMÁN ES ASÍ Mario Kostzer (Editor responsable) LA FERIA DEL LIBRO (196 PÁGINAS)

Kostzer propone una obra que muestra la provincia desde diversos aspectos: lo turístico, las grandes industrias, el potencial económico y lo que representa, la cultura, las tradiciones -la tucumanidad-, la artesanía, la ciencia y las nuevas actividades.

MAL COMIDOS María Soledad Barruti

$ 149

PLANETA (464 PÁGINAS)

Mientras la Argentina se promociona como góndola del mundo, el avance de la soja que parece cubrirlo todo es apenas el fenómeno más visible y polémico de una transformación que está cambiando el país y la comida, el modo en que se la produce y su efecto sobre nosotros.

LA REINA DE CORAZONES Susana Viau

$ 145

SUDAMERICANA (256 PÁGINAS)

Las columnas de la periodistas que le arruinó los domingos a CFK es el subtítulo de esta selección póstuma de los artículos de Viau publicados en el diario Clarín, en los que ella supo concentrar su carrera, su militancia política y su talento periodístico.

FORMAS DOMINANTES José Fernández Vega

$ 120

TAURUS (144 PÁGINAS)

Danto, Belting, De Duve, Vattimo y Zizek son grandes exponentes del pensamiento contemporáneo, que fueron entrevistados por Fernández Vega durante este siglo. Fruto de ello, este libro aborda asuntos centrales para la estética y para la relación que del arte con la política.

LA PSICOLOGÍA DE LA INTELIGENCIA Jean Piaget

$ 120

SIGLO XXI EDITORES (224 PÁGINAS)

En estas lecciones, Piaget se propone definir qué cosa es la inteligencia, y demostrar hasta qué punto se trata de una construcción, de una evolución desde mecanismos sensorio-motrices elementales y espontáneos hasta una compleja organización de razonamientos elaborados.

USTASHAS Ignacio Montes de Oca

$ 129

SUDAMERICANA (320 PÁGINAS)

Según el autor, la fuga de criminales nazis y fascistas tras la II Guerra Mundial fue avalada y ejecutada por Perón a pedido del Vaticano, para salvar a los ustashas, huestes ultracatólicas que en Croacia asesinaron a casi un millón de personas entre 1941 y 1945.

EL DESIERTO Y SU SEMILLA Jorge Baron Biza

$ 110

ETERNA CADENCIA (222 PÁGINAS)

Baron Biza publicó en 1998 El desierto y su semilla, libro en el que narra cómo fue minuciosamente reconstruido el rostro de su madre al tiempo que, en estructura paralela, trata de reconstruir la desgraciada historia de la desfigurada Argentina del siglo XX.

HABLEMOS DE POLÍTICA Julio Bárbaro

$ 119

SUDAMERICANA (208 PÁGINAS)

“No hay debates: hay palabras vacías que me hacen sentir que vivimos en un Gran Hermano como testigos pasmados de la degradación sin límite de políticos y periodistas”. Este es el punto de partida de Julio Bárbaro: la refutación de la “vuelta de la política”.

ISABEL Abel Novillo

SIN DATOS

EDITORIAL DE LA UNT (226 PÁGINAS)

“Por los años de la década de 1883-1993 -prologa el autor-, los habitantes del entonces modesto caserío de Cafayate, en las primeras estribaciones de la Cordillera de los Andes, se desarrollaban con enorme vocación de convertir lo más pronto posible esa localidad de Salta en una ciudad”.

PÁJAROS DEL FUEGO Mirta E. Sema

SIN DATOS

EDICIONES DEL PARQUE (118 PÁGINAS)

“La voz de los poemas de Sema transcurren desde lo íntimo hasta la más elevada fibra de los vuelos”, dice Ernesto Rojas. “Poesía femenina que va construyendo sin ataduras los lugares de la belleza, los espacios de una ciudad casi sin nombre y ‘sin precipicios ni conciencia’, a pesar de la bruma de los castillos”.

o hace falta ser un fanático del fútbol; tampoco hay que conocer el reglamento del juego, ni los códigos, las cábalas o la jerga de los hinchas. Los textos de Eduardo Sacheri construyen historias de vidas cotidianas con éxitos y fracasos como suceden en el fútbol. El autor asienta sus textos en ese popular deporte para fijar los escenarios en los que se mueven sus personajes. Como le ocurre a cualquier ser humano, los protagonistas de sus cuentos quedan envueltos en pequeños triunfos, grandes hazañas, enormes tropiezos, pero vuelven a levantarse para enfrentar una vez más el desafío de seguir en la recta de la vida como el delantero frente al arco rival. El mayor logro del escritor, nacido en el Gran Buenos Aires, es que sus relatos -como en el fútbolexhiben a las personas sin máscaras. Así como un futbolista festeja su gol y un hincha es capaz de gritar desaforado, el fútbol los exhibe tal y como son en sus propios mundos íntimos. La narrativa de Sacheri se caracteriza por mostrar escenas. El relato adquiere el ritmo de una sucesión de escenas encadenadas como en el formato cinematográfico. La vida que pensamos es una antología que incluye los clásicos cuentos con los que Sacheri alcanzó la consagración en la literatura argentina. Fueron los textos previos a la construcción de su afamada novela La pregunta de sus ojos, que después llevó al cine el director Juan José Campanella y con la que ganó nada menos que el Oscar a la Mejor Película Extranjera durante 2009, con el título El secreto de sus ojos. Este libro incluye un texto valioso entre los mejores relatos deportivos. Me van a tener que disculpar contagia la emoción en cada palabra que utiliza el autor para describir los goles de Diego Maradona a los ingleses en el Mundial de México 86. En 2011, Sacheri escribió este personalísimo homenaje a su ídolo del fútbol con motivo de cumplirse los 25 años de aquel épico triunfo con la llamada “mano de Dios” y, a continuación, el mejor

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TRIBUTO. En Me van a tener que disculpar, Sacheri homenajea a Maradona, a 25 años del triunfo con la “mano de Dios”. excusa perfecta para sumar otros ingredientes que introducen al lector en el intrínseco mundo de los sentimientos de un hincha que puede hacer cualquier cosa en la vida, menos cambiar de equipo de fútbol. Una recopilación de los mejores cuentos y otros nuevos relatos de un autor que hace gala de su pasión por el fútbol y de su amor incondicional por la camiseta de In-

gol en la historia de todos los mundiales.

Volver a levantarse Son historias de pasión por un club, por una camiseta, en las que se entrelazan el amor, la muerte, la traición, la angustia. Esos elementos son las principales características que envuelven a los personajes en la estructura de los relatos de Sacheri. El fútbol es una

dependiente. Tanto es su fervor por el club que, aún a sabiendas del camino al fracaso por el que descendía de categoría, mientras se imprimía su obra, Eduardo Sacheri dedicó el libro al Rojo de Avellaneda. Quizás era una forma más de volver a levantarse, como sus personajes. © LA GACETA

MIGUEL VELÁRDEZ ◆

Causas y antecedentes de un fenómeno ... Viene de la página I. También Virgilio gustó de reponer feroces riñas que prefiguraron el boxeo tal y como lo conocemos hoy, y tal como se deduce de Torito, conmovedor monólogo que Julio Cortázar puso en la boca, o en el pensamiento, de Justo Suárez, el Torito de Mataderos, acaso el primer ídolo en la historia del deporte argentino. En materia de fútbol, la referencia probablemente más antigua corresponda a Rey Lear, de Shakespeare (exclama Kent: ¡ni que te echen la

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zancadilla mal jugador de fútbol!), aunque también, por cierto, abrevaron en el deporte de la pelota número 5 egregios autores como Antonio Machado, León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Camilo José Cela, Henry de Montherlat, Vladimir Nabokov, Mario Benedetti, Manuel Mujica Láinez, César Fernández Moreno, Baldomero Fernández Moreno, Enrique González Tuñón, Rubem Fonseca y Augusto Roa Bastos, entre otros. A quienes todavía ven de reojo a la literatura deportiva y desean atreverse a la incursión

a n k i n g TUCUMAN

FICCION

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Y LAS MONTAÑAS HABLARON Khaled Hosseini LOS AÑOS DE PEREGRINACIÓN DEL CHICO SIN COLOR

Haruki Murakami BAJO LA MISMA ESTRELLA John Green EL ESTAFADOR John Grisham EL HÉROE DISCRETO Mario Vargas Llosa

NO FICCION

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TODO LO QUE SÉ Marcelo Polino PERIODISTAS EN EL BARRO Edi Zunino FRANCISCO. VIDA Y REVOLUCIÓN Elisabetta Piqué BIOGRAFÍA HUMANA Laura Gutman MAL COMIDOS María Soledad Barruti

fundacional, el autor de estas líneas recomienda especialmente dos joyas: Del Boxeo, exquisito ensayo de Joyce Carol Oates; y Estrela Solitária (de Ruy Castro), que amén de ser la definitiva biografía novelada del crack brasileño Garrincha, es a la vez una cruda y bella semblanza del gran amor de su vida, la cantante Elsa Soares. © LA GACETA Walter Vargas – Periodista deportivo, psicólogo social, escritor.

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a n k i n g ARGENTINA

FICCION

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LOS AÑOS DE PEREGRINACIÓN DEL CHICO SIN COLOR

Haruki Murakami Y LAS MONTAÑAS HABLARON Khaled Hosseini CINCUENTA SOMBRAS DE GREY E. L. James BAJO LA MISMA ESTRELLA John Green EL HÉROE DISCRETO Mario Vargas Llosa

FUENTE: REVISTA ADN

¿Qué ocurre con la Argentina actual? ¿Por qué, pese a los recientes años de crecimiento económico, gran parte de la sociedad vive en la pobreza, la educación es de baja calidad, el Estado incumple funciones básicas? Los autores intentan desentrañarlo con un diálogo intenso.

LIBRERIAS EL ATENEO, EL GRIEGO Y LA FERIA DEL LIBRO

$ 97

KATZ EDITORES (203 PÁGINAS)

NO FICCION

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TODO LO QUE SÉ Marcelo Polino RECEN POR ÉL Marcelo Larraquy PERIODISTAS EN EL BARRO Edi Zunino MAL COMIDOS María Soledad Barruti GUÍA PARA UN PERRO FELIZ César Millán


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LITERARIA DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE DE 2013

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CRITICAS DE LIBROS / LA GACETA LITERARIA / CRITICAS DE LIBROS / LA GACETA LITERARIA / CRITICAS DE LIBROS /

DEPORTES Y LETRAS Dirigentes, decencia y wines, libro recientemente publicado por

Sudamericana, reúne artículos del

Las tres cosas que le faltan al fútbol ◆

Por Diego Jemio

mítico Dante Panzeri. El periodista que sabía encontrar las mejores palabras para describir el fútbol, el hombre que decía lo

PARA LA GACETA - TUCUMÁN

que casi nadie se atrevía.

encionar a Dante Panzeri da prestigio y se lo usa para legitimar cualquier análisis. El título de uno de sus libros, Fútbol, dinámica de lo impensado, es citado como un aforismo por periodistas deportivos que casi no lo leyeron. En 40 años de trabajo, el rosarino escribió en El Gráfico, El Día, Satiricón, Chaupinela y La Opinión, entre otros medios. Además, tuvo columnas en programas de radio y televisión. Se calculan unas 15.000 colaboraciones, de las que sólo se conoce una ínfima parte, además del libro citado y de Burguesía y gansterismo en el deporte. En Dante Panzeri. Dirigentes, decencia y wines, el compilador Matías Bauso hizo un excelente trabajo de archivo, selección y análisis de artículos representativos del estilo y de los temas que más le preocupaban al periodista. Están las reflexiones más serenas y los artículos más urgentes, escritos luego de algún partido. El título también es otro hallazgo. Alguna vez, Panzeri dijo: “Al fútbol de hoy le faltan tres cosas: dirigentes, decencia y wines”. En las más de 500 páginas del libro, aparecen la gran lucidez y el dogmatismo de este periodista deportivo que odiaba el boxeo y entrevistar a los atletas (”su lenguaje es el del cuerpo y no el de las palabras”, decía). Sus visiones del fútbol, la aversión por el resultadismo de Zuveldía, la carencia de wines, la mentira del fútbol moderno y hasta un apartado de críticas de espectáculos son algunos de los puntos más salientes de un libro imprescindible para cualquier estudiante de periodismo.

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Un cabrón valiente “Panzeri era un cabrón. Tenía un carácter complicado. Era, también, testarudo, implacable, rígido, algo dogmático, obsesivo y difícil de llevar”, lo define Bauso. Este periodista que duraba poco en sus trabajos era también un tipo valiente. Uno de los capítulos está dedicado al Mundial 78, con una selección de artículos -algunos inéditos- en los que advierte sobre el despropósito de organizarlo. Decía que el país tenía otras necesidades, que Argentina no iba a ser mejor luego del torneo y que el poder iba a aprovechar burda y demagógicamente el torneo. “Todos los orígenes doméstico-infantiles de nuestros acostumbramientos a vivir afanándonos a nosotros mismos determinan que queramos hacer el Mundial 78, aún a sabiendas de que nos va a ir muy mal, especialmente si lo ganamos. Porque lo vamos a ganar al estilo del Martín Fierro y el Viejo Vizcacha. El pueblo sabe que el mundial le costará sangre que le está faltando para regar sus venas”, escribió en 1975, cuando todos festejaban la designación. A 35 años de aquel Mundial, el tema sigue vigente. ¿Acaso no se está discutiendo lo mismo hoy en un Brasil convulsionado por las protestas? Con un estilo barroco y una escritura agresiva e impiadosa, la obra de Panzeri va más allá del análisis del deporte con una gran riqueza conceptual. Fue un gran cronista de su época, un llanero solitario que denunciaba los chanchullos, un tipo que criticaba a un campeón porque era mediocre, un escéptico visceral. Un tipo digno. Lo que no es poca cosa en los tiempos -y en el periodismo- que corren. © LA GACETA

DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER HARUKI MURAKAMI (Tusquets - Buenos Aires)

El escritor y traductor japonés (autor de Tokio Blues y Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, entre otras) arranca su relato contando qué es para él “correr en serio”, una rutina que practica desde hace un cuarto de siglo, cuando decidió vender el club de jazz que tenía y cambiar su forma de vida. “Correr ha vuelto a ser uno de los pilares de mi vida cotidiana. Y corro bastante en serio. Me refiero a correr 60 kilómetros a la semana. O sea, diez kilómetros al día durante seis días a la semana”, escribe. Su pasión por el deporte va aún más lejos. Es un consumado fondista, participa en un maratón por año y formó parte de varios triatlones. Su logro máximo fue completar un ultramaratón de 100 kilómetros. Ese mismo método, ese rigor harto famoso en los japoneses, también es aplicado en su tarea de escritor. Y en esas analogías

Por Alejandro Duchini

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES ero la señora Sarli, en su actual etapa de estrella sexy con el físico desproporcionado, puede compararse a un futbolista gordo. Y siendo que está en un negocio, eso es anticomercial”, escribió Dante Panzeri. Corría 1976 y la revista Satiricón le había encargado notas de espectáculos. Era todo una novedad. Ex director de El Gráfico, de donde se fue tras negarse a publicar una propaganda sobre el entonces ministro de Economía Álvaro Alsogaray, se lo identificaba desde siempre con el deporte. Pero no. Era periodista. Este último concepto lo reafirma Matías Bauso, compilador del libro Dante Panzeri. Dirigentes, decencia y wines, que reúne una importante cantidad de artículos de quien falleciera el 14 de abril de 1978, meses antes de que se disputara el Mundial Argentina 78, de cuya organización había sido opositor acérrimo. Bauso juntó un metro de fotocopias con notas de Panzeri, leyó más de 5.000, eligió 400, bajó a 200 y entregó 100 para la publicación. El libro no deja de ser una joyita del periodismo argentino, más allá de la divisoria de aguas que causa Panzeri. Es que hay quienes sostienen que escribía con errores ortográficos, que no era claro y que fue demasiado “inflado”, sobre todo por las generaciones siguientes. En cambio otros lo destacan como “el” periodista, le elogian su capacidad crítica y ética, y afirman que fue quien cambió la forma de comentar el deporte en nuestro país. Lo irrefutable es que, a 35 años de su muerte, no pasa inadvertido y su figura roza lo mítico.

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Más allá de la pelota En esta compilación hay un altísimo porcentaje de deportes. Notas sobre Ingmar Bergman, Woodstock o la mencionada de Isabel Sarli son apenas muestras de que se animó a transitar otros caminos. La crónica de un viaje junto a Juan Manuel Fangio, quien conduce por las rutas italianas mientras hacen la entrevista, es uno de los mejores textos que se encuentran. Lo mismo podría decirse de una nota titulada “En fútbol todo es posible. Firmado: Pelé”. O la magnífica “Lo que no se dice sobre el Mundial 78”: “No se debiera realizar en Argentina por las mismas razones que un tipo que no tiene guita para ponerle nafta a un Ford T no debe comprarse un Torino. Si lo hace, es porque alguien está robando”, comienza, contundente, su análisis sobre el tema. En sus notas de fútbol expresaba cada tanto una reflexión que iba más allá de la pelota: “La vida y lo que sabemos, es un gran conjunto de cosas que ignoramos”, podía escribir. Y explicaba también por qué aceptaba trabajar en revistas como Así, de Héctor Ricardo García, el también dueño de Crónica. Entonces justificó que le dejaban escribir lo que quisiera, “cosa que ni en El Gráfico llegué a disfrutar totalmente, pese a ser algo así como su director”. Leer estos textos de Panzeri no es sólo viajar hacia otros tiempos de nuestro deporte, sino entender por qué hay gente que, a pesar de las controversias, todavía da mucho de qué hablar. © LA GACETA

Dos pasiones de un autor japonés que nunca caminó CRÓNICA

Una joyita del periodismo argentino

La redonda pasión, según un inspirado uruguayo RANDOMHOUSE.COM.UR

entre el correr y el escribir -presentes en buena parte del textoestán los mayores aciertos, los guiños literarios de un libro que, a priori, podría no interesar a aquellos que están alejados de la temática. Así, Murakami dice que deja de escribir en el preciso momento en el que siente que podría seguir escribiendo, así como abandona un día de entrenamiento cuando tiene resto para unos kilómetros más. Y también asegura que escribir novelas largas es básicamente una labor física. Para ese tipo de tareas, cree el japonés, se necesita resistencia y concentración, que sólo puede lograr con un entrenamiento físico. En el que quizá sea su libro más autobiográfico, Murakami -conocido por su poca afición a las entrevistas y cierto hermetismo- abre las puertas de su vida, de sus sueños y de sus miedos, a partir de los relatos como corredor. Para el final de esta carrera sin sentido que es la vida, el escritor propone un epitafio: “Haruki Murakami. 194920**. Escritor (y corredor). Al menos no caminó nunca”. © LA GACETA

DIEGO JEMIO ◆

REFLEXIONES EL FÚTBOL (A SOL Y SOMBRA) EDUARDO GALEANO (Siglo XXI - Buenos Aires)

EPITAFIO. Murakami quiere que lo evoquen como escritor y corredor.

Cuando el fútbol profesional estaba en sus albores (siglo XX, década del 30) Uruguay ya era una potencia futbolera: campeón olímpico y campeón mundial. Y hoy, cuando el fútbol profesional ha llegado a siderales niveles de expansión (social, cultural, económica, etcétera), Uruguay pisó fuerte en Sudáfrica y despabiló a legos, necios y despistados de por lo menos cuatro continentes. ¿Cómo se explica que de un país de 3,5 millones de habitantes salgan tantos y tan buenos jugadores? Exportador por antonomasia, es capaz de suministrarle delanteros al Atlético Madrid, al Ajax, al Palermo; mediocampistas al Porto, al Benfica, al Mónaco; defensores a la Juventus, al Fenerbahce; y hasta un estupendo arquero a Lazio. “Ni sabía que existía ese país”, dijo, sin ponerse colorado, uno de los más destacados periodistas deportivos holandeses

en vísperas del partido que los naranjas y los celestes jugaron en Ciudad del Cabo. Eduardo Galeano (más uruguayo que el mate amargo en la rambla de Montevideo) no pudo ni quiso resistir la tentación de aportar lo suyo, de honrar al cautivador juego de la pelota número 5, y allá por 1995 publicó El fútbol (a sol y sombra), una compilación de ensayos breves que tal vez no tengan el rigor de Las venas abiertas de América Latina o de Memoria del fuego, pero sí conservan una mirada aguda, un corpus ideológico definido, una prosa certera y una resuelta búsqueda de una narrativa poética, o de una poética de la narrativa, o en todo caso de un modo de narrar que sin renunciar a eventuales asperezas sea capaz de labrar su propia estética. Que de allí, justamente, emanan las devociones futboleras de Galeano: de la vocación de enaltecer la belleza. En este caso, la de un deporte que, según juzga, ha ido perdiendo esplendor conforme avanzaron la tecnocracia profesional, la apología de la velocidad y de la fuerza y, en última instancia, la voracidad lucrativa. Dice Galeano, en Confesión del autor, que a la larga ha terminado

por asumir la identidad de un mendigo del buen fútbol, que va por el mundo sombrero en mano, suplicando, en cada estadio, “una linda jugadita, por amor de Dios”. El fútbol (a sol y sombra) es un entretenida sucesión de evocaciones, reflexiones, semblanzas y tomas de posición, cada cual con valor en sí mismo y a tono con el conjunto, que recorre la genealogía del juego, sus hitos, sus cultores más destacados, personajes laterales, episodios trascendentes, o curiosos, o en todo caso dignos de mención, sin que falten, desde luego, los mundiales de fútbol. En este indicador específico Galeano tiene la pertinencia y el buen gusto de zanjar una deuda contraída por el mero transcurso de los años. Como la versión original fue editada en 1995, esta reedición contante, sonante, flamante y crocante ofrece las pinceladas que le merecieron el Mundial de Francia (1998), el de Corea-Japón (2002) y el de Alemania (2006). Se sobreentiende que el portentoso Mundial que consumó su amado Uruguay le inspirará nuevos tacos y sombreros. © LA GACETA

WALTER VARGAS ◆


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LITERARIA DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE DE 2013

DEPORTES Y LETRAS

PELOTAS, GUANTESYARTE Le decían “El Gordo”. Era un hombre portentoso, fumador incorregible, devoto de los gatos y por demás fanático de San Lorenzo. En su infancia soñó con jugar en la primera división. El fútbol era el eje en su vida preadolescente. Nunca pudo cumplir aquel sueño, pero usó su talento literario para acercarse al mundo de la pelota. ◆

Por Miguel Velárdez

PARA LA GACETA - TUCUMÁN

svaldo Soriano construyó uno de los relatos más elegantes que se hayan escrito sobre el fútbol. En una de sus mejores gambetas, “El Gordo” dibujó con palabras un texto supremo que se publicó como Carta de Osvaldo Soriano a Eduardo Galeano. Ese modesto título no logró opacar las pinceladas con las que describió, de la manera más bella posible, a un futbolista dentro de un supermercado, donde antes hubo un estadio de fútbol, y que -en apenas unos segundos- recordó un gol que hizo en el mismo sitio donde ahora está de pie y a su alrededor sólo hay góndolas, estantes y cajeras.

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Un amigo de Soriano fue Roberto Fontanarrosa que también sumó sus quilates al romance entre fútbol y literatura. “El Negro”, como le decían sus amigos en Rosario, fue autor de 19 de diciembre de 1971, considerado el mejor cuento sobre fútbol. Se trata de una final del campeonato nacional entre Rosario Central y Newell’s Old Boys, que se jugó ese día en una cancha neutral (River Plate), y que sirvió de escenario para los movimientos de los personajes de ficción creados por Fontanarrosa. El secuestro de un hincha envuelve de tensión al relato desde la primera -y contundente- línea hasta el final. No sólo la literatura se alimentó del fútbol; también lo hizo el periodismo na-

No sólo la literatura se alimentó del fútbol; también lo hizo el periodismo narrativo de alta calidad. rrativo de alta calidad. El polaco Ryszard Kapuscinski fue autor de La guerra del fútbol, considerada una de las mejores crónicas sobre un conflicto bélico que estalló en un partido de eliminatorias entre Honduras y El Salvador, en vísperas del Mundial de México de 1970. Se trata de un reportaje extraordinario sobre los cinco días de enfrentamientos en la frontera entre ambos países.

Falso divorcio Otro deporte que supo germinar a tex-

tos excepcionales fue, desde siempre, el boxeo. En este campo aparecen grandes exponentes como el norteamericano Gay Talese con reportajes memorables sobre Muhammad Alí, Joe Louis y Floyd Patterson. Más contemporáneo todavía emerge el colombiano Alberto Salcedo Ramos con El Oro y la Oscuridad, la vida gloriosa y trágica de Kid Pambelé. El maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano acerca la crónica a la mejor literatura al exhibir que el boxeo es un drama, como el teatro, como en la vida, donde los héroes también pierden. Alguna vez, Jorge Luis Borges marcó una fuerte división entre el deporte y las

letras. El divorcio quedó patente como si una cosa no pudiera estar ligada a la otra. El fútbol es popular -dijo Borges-, porque la estupidez es popular. Sin embargo, el tiempo se ocupó de aflorar a estos autores: desde Soriano y Fontanarrosa, pasando por Kapuscinski y Talese, hasta llegar a Salcedo Ramos, quienes nos legaron grandes obras literarias para tratar de entender que el deporte, sea cual fuere, es una forma de arte. © LA GACETA Miguel Velárdez – Periodista de LA GACETA, profesor de Redacción Periodística II en la Unsta.

SELECCIONES * POR JUAN VILLORO Distingo entre la Argentina de Maradona y el Brasil de Pelé. El Brasil de los 70 es un verosímil campeón aún sin Pelé. Era un equipo balanceado. Pierre Paolo Pasolini distinguía entre el Fútbol de prosa y el de poesía. Este último era el caso del Brasil del 70: ahí rimaban todos sus jugadores. La Argentina del 86, en cambio, es un equipo que tuvo al mayor líder de la historia de las canchas: él podía transfigurar a un equipo entero. México, en cambio, tiene a la selección del país sin figuras porque es una sociedad que desconfía del que se destaca. Allá es una responsabilidad más incómoda anotar el penal que fallarlo. Acertar desentona, mientras que fracasar se asemeja a lo que se ha sido siempre. Hugo Sánchez nunca fue un líder querido: su éxito era una afrentosa forma de ser distinto. * Fragmento de un texto publicado originalmente en estas páginas en 2010.

Cuando la pasión se hace libro ... Viene de la página I. Andrés Burgo hizo escritura su dolor por el descenso millonario y se largó con el muy recomendable Ser de River (editorial Sudamericana). El también periodista Pablo Lafourcade escribió Ningunos Santos (editorial Corregidor), sobre el vaciamiento económico de San Lorenzo, que en las últimas temporadas estuvo a punto de perder la categoría. “Mi club y la escritura son dos aspectos centrales en mi vida. Hacía un tiempo que tenía la idea de hacer algo para combinarlos. Sin embar-

go, el impulso llegó cuando sentí que San Lorenzo podía descender, a mediados de 2012. Después de un 0 a 0 contra Independiente quedó en descenso directo y a modo de catarsis me lancé a la escritura esa misma noche, en cuanto llegué de la cancha”, recuerda Lafourcade. “Quería que los responsables del desastre institucional y deportivo no queden impunes. Plasmar en papel esa historia que llevó al club a tener un pasivo de 180 millones de pesos y a estar a 35 minutos de perder la categoría, era una cuenta pendiente”, agrega. Alejandro Wall expresó su amor

por Racing con su Academia Carajo!. Historiador, Claudio Keblaitis puso dinero de su bolsillo para publicar tres trabajos enormes sobre parte de la historia de su Independiente. La serie se llama Alma Roja y llega hasta 1940. Hay en preparación dos tomos más para alcanzar la actualidad. Periodista y escritor, Martín Caparrós se dio el gusto con Boca: Boquita es un libro en el recorre no sólo su pasión por el equipo, sino que jugadores, técnicos e hinchas anónimos cuentan en qué consiste asumirse como bosteros. “En esos recreos descubrí que uno se hacía de

un equipo: no es poca cosa, hacerse. Y que, ya hecho, uno no era hincha de un equipo: uno era de un equipo. No es poca cosa, ser”, reflexiona en esas páginas. En nuestro país, los cuentos futboleros suman tres exponentes ya clásicos: Roberto Fontanarrosa, Osvaldo Soriano y Eduardo Sacheri. Sin embargo, los relatos de fútbol, el análisis y las entrevistas se juntan magistralmente en De fútbol somos (Sudamericana), de Rodolfo Braceli. Se trata de una encendida y efectiva defensa de la pasión futbolera. Si lo consigue, no dude en leerlo. En la vereda de

enfrente se encuentra La era del fútbol (Sudamericana), una acérrima crítica a esa actividad escrita por Juan José Sebreli. Hasta tal punto que describe al mundo del fútbol como “un muestrario de odio, violencia y destructividad”. El deporte es parte fundamental de la vida de muchos. Algunos tienen el privilegio de escribirlo, de contarlo. Otros, de leerlo. © LA GACETA Alejandro Duchini – Periodista. Colaborador de las revistas Nueva y Caras y caretas.


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