SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 28 DE JULIO DE 2013
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Tim Weiner, ganador del Pulitzer, reconstruye la historia oscura, extorsiva y persecutoria del FBI.
Leila Guerriero revela la “cocina” de su último libro, Plano americano, y su reveladora pesquisa sobre Roberto Arlt.
5 a SECCION
ENTREVISTA A DIEGO PASZKOWSKI
“GENIAL”. Así calificó Paszkowski (arriba, a la derecha) la actuación de Ricardo Darín en la lograda versión cinematográfica de su novela. - Algunos escritores quedaron descontentos con la versión cinematográfica de sus libros. ¿Qué te parece la versión fílmica de tu novela Tesis sobre un homicidio? - No sé a vos, pero a mí la película me encantó, pienso que está muy bien filmada, que la actuación de (Ricardo) Darín es genial, la adaptación me parece muy buena. La novela tiene otras cosas que no tiene la película. La novela tiene la visión del joven y la del profesor, entonces se ven los dos lados de la historia y se sabe quién es el asesino desde la primera línea. Porque adaptar un libro es algo que no necesariamente hace el mismo escritor, sino que en este caso lo hizo Patricio Vega, que también había hecho el guión de Los Simuladores; y la dirección de Hernán Goldfrid también está muy cuidada y muy lograda. Es raro, yo hice una novela en el año 98, 99, con esa novela gané el premio de La Nación. Era una novela de culto, hecha para que la leyera poca gente, pero que la quisieran mucho. No esperaba el éxito masivo que se dio ahora con la película. Es una novela de calidad, no necesariamente para todo el mundo, hecha para poca gente. No es un producto industrial. Y, sin embargo, con este renacer de la misma novela, a partir de la película, mi novela llegó a un montón de gente, lo cual es genial. Para mí es lo mejor que me podría haber pasado y estoy muy agradecido. Ver a 300 personas, extras y gente, trabajando en una cosa que inventé yo, eso me parece muy loco y sorprendente. Y más porque un escritor está solo en su casa, con sus pensamientos y sus fantasmas, tratando de inventar algo, y eso no tiene necesariamente mucha relación con el gran mundo del cine. Lo mismo que el cine es un mundo ajeno. Conocer a Darín me parecía una cosa imposible. De hecho no sé si vieron una
“Tesis sobre un homicidio era una novela hecha para que la leyera poca gente”
escena donde estoy yo (el escritor) pidiéndole un autógrafo a Darín (el personaje). Fue bueno en ese momento porque pude relacionarme con otra gente. Yo, igual, estoy acostumbrado a estar relacionado con gente, porque mi verdadera vocación es la docencia. Doy clases en la Universidad de Buenos Aires hace muchos años, tengo un taller de escritura para jóvenes. Mis clases son muy divertidas y funcionan muy bien y están en la UBA desde hace muchos años. Ahí enseño a escribir. - ¿Se puede enseñar a escribir? - Yo creo que sí se puede. Si se puede enseñar neurocirugía, se puede enseñar a escribir. Si se puede enseñar piano, se puede enseñar literatura. La idea de que viene la mano de Dios que te va a tocar el cerebro es una tontería. La literatura es una técnica que se aprende. Lo que no se puede enseñar, probablemente sea lo más importante, para mí, que tiene un escritor, que no es su forma de escribir. Es su mirada. Lo que importa es cómo mira un escritor, qué
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Por Fabián Soberón
PARA LA GACETA - TUCUMÁN
El autor de la novela que inspiró la película homónima, protagonizada por Ricardo Darín, habla sobre el origen de su libro y acerca de las diferencias que tiene con la versión cinematográfica. También cuenta, a partir de su experiencia con sus talleres literarios, qué relación encuentra entre la escritura y la actuación.
mira en las cosas. La mirada es más importante que la forma de escribir. La forma de escribir de Roberto Arlt, por ejemplo. Él tiene una prosa de lo más horrible y desprolija, pero sus personajes son seres miserables y resentidos y esa prosa le hace muy bien a los personajes de Roberto Arlt. Entonces su forma de escribir bien es escribir formalmente mal. A veces se puede escribir mal y funciona. Lo que importa es qué historia vas a contar, qué tenés para decir y qué ves en las cosas. - ¿Por qué escribiste Tesis sobre un homicidio? - Antes de Tesis... escribí dos novelas que nunca publiqué y que nunca voy a publicar, que eran muy horribles, estaban muy mal escritas, eran un desastre. La segunda de esas novelas era muy barrial y contaba la historia de la señora de barrio hablando mal de la vecina, como si fuera Manuel Puig, pero mal. Estaba muy feo. No lo publiqué. Aprendí de (Adolfo) Bioy Casares que se arrepintió toda su vida de publicar las pri-
PERFIL Diego Paszkowski nació en Buenos Aires, en 1966. Trabajó como periodista en la agencia DyN y en los diarios Clarín, La Prensa y Sur. Ganó el Premio de novela La Nación 1998 con Tesis sobre un homicidio (Sudamericana). Sus otros dos libros publicados son
El otro Gómez (Sudamericana, 2001) y Alrededor de Lorena (Mondadori, 2006). Es docente de la Universidad de Buenos Aires, donde dicta talleres de escritura, y director de la colección Nuevas narrativas argentinas, de la editorial Sudamericana.
meras novelas. Aprendí de esa experiencia y no publiqué mis primeras novelas, me privé de eso. Tesis sobre un homicidio nació en reacción a esa segunda novela. Mi novela máxima salió del barrio de Recoleta. Me puse a caminar por la Facultad de Derecho. Me puse a pensar en un drama policial. Imaginé la historia de un chico que cometía un crimen perfecto para demostrarle a un profesor que podía hacerlo. Me puse a contar pasos y me obsesioné con eso. Me pagué con mis ahorros el viaje a Francia para contar los pasos de los puentes. Aún no sabía si iba a publicar esa novela. Y ni hablar de ganar el premio de La Nación. No tenía un historial, nunca había publicado nada. Lo único que hacía era trabajar como periodista (y me iba mal) y daba talleres literarios con los que me iba mejor. Entonces dije: “voy a apostar a esto, porque es lo que siento”. Me fui a contar pasos a París, volví y terminé la novela. La presenté en el concurso y tuve la suerte de ganar el premio de La Nación y fue todo muy grato después. Así que Tesis... nace como reacción a eso. Después vino mi segunda novela, El otro Gómez. Tiene una prosa más sencilla que la de Tesis..., porque es para todo el mundo. Y Alrededor de Lorena es una novela de amor y más prosa poética. Cada novela aporta algo distinto. Me parece que la diferencia entre economía y arte es que cuando uno piensa en economía piensa en un edificio, hace un edificio y luego construye otro, y tiene dos edificios. Cuando uno hace arte, hacés una novela y cuando querés empezar la segunda, ya no tenés nada. No te sirven ni el personaje, ni las circunstancias, ni nada. Es como empezar de nuevo, cada vez es un salto al vacío. No se va formulando como la economía. No es uno más uno, igual a dos. Continúa en la página 4...