Presentando nuestra nota de tapa debería haber un texto lleno de oraciones rellenas con los datos de las investigaciones, pero las novedades del caso han sido víctimas de otra desaparición forzada: nadie sabe nada de nada. Sobre la vigilia de la familia, que se volvió la vanguardia de nuestros Lucianos en la lucha cotidiana por los Derechos Humanos, ningún funcionario nos supo decir qué carajo se supone que debiéramos escribir.