Chávez, el líder que retomó la lucha anticolonial
Bajo la eterna amenaza del golpismo desde que Hugo Chávez Frías llegó al poder, en febrero de 1999, su legado sigue vigente. Apenas salió de la cárcel, en 1994, dos años después de su alzamiento contra el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez, Stella Calloni le hizo la primera de varias entrevistas, incluida una el mismo día que enfrentaba el golpe de Estado de abril de 2002 y que se extendieron hasta unos meses antes de su muerte hace una década. Calloni reconstruye un perfil del mítico comandante a partir de esos encuentros, que se publicaron en estas páginas
STELLA CALLONICONFIESO QUE LA muerte del comandante Hugo Chávez Frías el 5 de marzo de 2013 me paralizó. Intentaba escribir en esos días y resultaba muy difícil la concentración.
do te impulsas en un paracaídas, viene del padre de la patria Simón Bolívar y la que necesito para andar viene de ese pueblo que creyó en mis palabras, en esas mujeres de los barrios pobres que nos enviaban comida cuando estábamos presos.
Viajé en los primeros días de julio desde Buenos Aires a Caracas, enviada por La Jornada para un reportaje sobre la grave crisis que atravesaba ese país.
La rebelión
zolano y al final dijo aquella frase de su retirada por ahora.
Domingo 5 de marzo de 2023
Recuerdo una de sus últimas apariciones durante la campaña para las elecciones presidenciales de 2012 y me resultan inolvidables: bajo una lluvia intensa, allí a la intemperie, no sólo de la naturaleza, sino de su propio cuerpo, respondiendo a la voluntad increíble de un hombre indudablemente debilitado físicamente que se aferraba a la vida, porque sabía que su país estaba bajo el esquema de un eterno golpismo y que faltaba mucho trecho en el camino para consolidar la revolución, lo vimos sonriendo y cantando.
La historia de un encuentro
suya, hasta los que requerían una construcción política que lo llevó a transgredir todo lo establecido, yendo tan lejos como alcanzaran sus pasos y más aún.
“Hay una historia que fue escondida durante siglos al pueblo venezolano para que no recordara el pasado de resistencia y lucha que tenemos. La fuerza que me impulsa, como cuan-
Desafío a un imperio en decadencia
Poco se habla en estos tiempos
Ahí estaba el amor que yo encontraría en las calles desde que salí de prisión hace tres meses, (marzo de 1994). Es ese padre el que me da la fuerza histórica y es ese pueblo que salvará a Venezuela, que liberará a Venezuela”.
Esa fue la respuesta del ex teniente coronel Hugo Chávez Frías a una pregunta que le hice durante una larga entrevista después de la primera conferencia con la prensa extranjera a la que citó el militar luego de salir de prisión en marzo de 1994.
Chávez encabezó un alzamiento militar y cívico contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez pero, por contratiempos en las guarniciones que se habían comprometido, fracasó. Se hizo responsable entonces del golpe y en breve discurso al ser detenido manifestó sus razones a sus compañeros y al pueblo vene-
Pero el manifiesto evidenciaba que no se trataba de una típica asonada militar para instalar las dictaduras que asolaron a América siempre subordinadas a Estados Unidos, la sede imperial de la cual aún dependemos.
▲ En enero de 2012, Chávez encabezó una marcha para celebrar la democracia en Venezuela. Foto Ap
DIEZ AÑOS SIN EL COMANDANTE
ca Latina es aún más difícil, como entender, sin dogmatismos, sus propuestas para un socialismo del siglo XXI, que nada más y nada menos partía de la exigencia extraordinaria de rastrear hasta los mínimos detalles del pasado de nuestro continente, escarbar a fondo en los nichos ocultos de identidades perdidas o agazapadas, y llamar a renaceres, imposibles de entender para el academicismo duro o encerrado
El presidente de entonces, Rafael Caldera, había dispuesto la liberación de los detenidos por el alzamiento cívico-militar, que Chávez comandó en febrero de 1992, dos años después de la primera rebelión popular que se produjo en la región contra las medidas neoliberales que intentó imponer el ex presidente Carlos Andrés Pérez. La represión del Caracazofue feroz y dejó un millar de muertos.
la independencia y en sus objetivos, confiscados por el incipiente capitalismo que estaba cimentando el camino hacia el imperio, que hasta hoy sigue manejando los hilos de nuestra dependencia?
Hugo Chávez Frías sabía desde mucho antes de qué se trataba el enemigo a enfrentar. Investigando aquella figura dialécticamente incomparable del Árbol de las tres raíces podemos advertir cómo fue
Su natural inteligencia apresuró asombrosamente los caminos de la dialéctica. ¿Quién más hubiera ascendido a un gobierno, como él hizo en febrero de 1999 –después de ganar en las elecciones presidenciales de fines de 1998– rompiendo con el decadente bipartidismo y las falsas “democracias” en ese país para instalar de inmediato un proceso Constituyente, para lo cual no dudó un momento en que se hiciera con la participación del pueblo?
Ese mismo pueblo siempre relegado por los gobernantes del “puntofijismo” para los cuales era un lejano convidado de barro, ni siquiera de piedra.
que daba frescura a sus palabras y a la forma en que podía comunicarse con el pueblo abiertamente, sin intermediarios.
Recuperar el pasado de lucha y resistencia de América, desde la “conquista” española en adelante, era para él uno de los pasos más importantes con un objetivo definido: la emancipación e independencia definitiva. Esto marcaría el carácter emancipatorio del proceso de inte-
Este hecho único fue entendido por Chávez como prioritario, porque con las viejas constituciones y las leyes de la Cuarta República, ningún cambio profundo podía hacerse en Venezuela.
Basta con leer la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela para entender la visión política de alguien como Chávez, que nunca fue inventado por nadie. Fue una construcción popular auténtica, capaz de rescatar de las cenizas el bolivarismo en su esencia de lucha anticolonial e independentista para convertirlo en el pensamiento contrahegemónico en tiempos del retorno colonial por diversas vías, en el contexto de la brutal expansión global con que el Imperio entró al siglo XXI.
Difícil explicar a Chávez e innecesario, pero todo lo que llevó adelante lo hizo con una sorprendente audacia revolucionaria, fruto de una encarnadura dialéctica que lo hacía partir rápidamente desde la cruda realidad hacia la solución de los problemas, desde los más pequeños, y casi imperceptibles para otra mirada que no fuera la
dad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el Mercado Común del Sur (Mercosur), están trazados con un criterio emancipatorio que hace la diferencia con lo que es la Unión Europea, tan debilitada hoy. Por eso Venezuela resulta una nación estratégica para la unidad en estas circunstancias.
Las democracias que sucedieron a las dictaduras, al genocidio del siglo XX y dentro del mismo esquema
Con las viejas constituciones era imposible hacer cambios profundos
Todavía falta mucho para la liberación, reconoció
CONTROLAN OPOSITORES 34 MIL MDD BLOQUEADOS A VENEZUELA
Un país sometido a más de 900 sanciones
SOMETIDA A MÁS de 900 sanciones, con bienes congelados por 34 mil millones de dólares y pérdidas de ingresos que superan los 230 mil millones de dólares, la República Bolivariana de Venezuela mantiene su batalla por preservar la revolución que impulsó el comandante Hugo Chávez y que décadas de asedio de Estados Unidos y sus aliados no han logrado derrotar.
Aquejado por un cáncer detectado dos años antes, Chávez dice a su pueblo en diciembre de 2012 que su “opinión firme, plena como la Luna llena”, es que Nicolás Maduro sea elegido en comicios en caso de que “se presentara alguna circunstancia sobrevenida que a mí me inhabilite para continuar al frente de la presidencia”.
Maduro asumió interinamente el cargo tras la muerte de su mentor y triunfó abrumadoramente en elecciones celebradas en abril de ese año.
Tras acusar, sin pruebas, que la contienda electoral de 2018 en la que Nicolás Maduro logró un nuevo mandato fue fraudulenta, la oposición designó al líder de la Asamblea
Nacional, Juan Guaidó, como “presidente legítimo” en enero siguiente, nombramiento sin valor constitucional, pero que fue reconocido de inmediato por Estados Unidos y unas 50 naciones.
Tres meses después, tras fracasar movilizaciones que incluyeron el intento de ingresar por la fuerza “ayuda humanitaria” provista por Washington y una gira por naciones latinoamericanas gobernadas entonces por la derecha, Guaidó, junto con un reducido grupo de militares, no logró derrocar a Maduro.
El apoyo internacional estuvo
acompañado de un incremento de sanciones. Más aún, Guaidó tomó el control de los activos bloqueados en el extranjero por las medidas punitivas contra la república bolivariana, y nombró “juntas administradoras” para la estatal petrolera PDVSA, su filial estadunidense Citgo y el Banco Central, paralelas al gobierno constitucional.
Puso la mirada en las reservas de oro. Gobierno y oposición se enfrentan desde 2019 en una saga judicial por el acceso a 31 toneladas de oro, valoradas en más de 900 millones de dólares, custodiadas en las bóvedas del Banco de Inglaterra desde hace años.
La justicia británica falló en julio pasado que las reservas deben ser entregadas a los opositores; no obstante, el gobierno bolivariano expuso que pretendía vender parte de esos recursos para financiar la emergencia del coronavirus y reforzar el sistema de salud deteriorado por años de crisis económica.
El respaldo foráneo a Guaidó se diluyó. Si bien la administración de Joe Biden mantenía la línea de su antecesor Donald Trump de reconocer al “gobierno interino”, envió delegados a reunirse con Maduro en medio de la crisis desatada por las sanciones aplicadas contra Rusia tras su invasión a Ucrania, mientras gobiernos de América Latina, como Argentina, Brasil y Colombia, viraron hacia la izquierda.
El gobierno de Maduro y la oposición, que retomaron recientemente negociaciones formales en México, firmaron en diciembre pasado un primer acuerdo para liberar unos 3 mil millones de dólares bloqueados
a fin de poder usarlos en proyectos sociales.
Washington flexibilizó su asedio. Chrevon fue autorizada a retomar sus actividades en las cuatro empresas conjuntas que tiene con PDVSA, aunque el Departamento del Tesoro aclaró que la estatal venezolana no debe recibir ingresos por las ventas de la compañía estadunidense.
Para noviembre pasado, Venezuela producía 693 mil barriles de petróleo por día (bpd), según cifras de la Organización de Países Exportadores del Petróleo.
Sus reservas petroleras, las mayores del mundo, ascienden a 270 mil 703 millones de barriles de crudo, de las cuales 2 millones corresponden a gas húmedo, 76 millones a crudo condensado, mil 609 millones a crudo liviano, mil 202 millones a crudo mediano, 8 mil 299 millones a pesado y 259 mil 515 millones a extrapesado, de acuerdo con PDVSA.
En enero pasado y ante su incapacidad para asumir las riendas del
Chávez, el líder que retomó la lucha anticolonial...
planeados en Washington. Sus propuestas eran revolucionarias al declarar que los militares se negaban a ser usados para reprimir al pueblo y su programa advertía contra las falsificaciones democráticas, la corrupción reinante, la necesidad de la participación popular y recuperación soberana. Manifiesto cuidadosamente ocultado por los medios masivos de comunicación.
Para Hugo Chávez Frías las ideas de Bolívar, con marcada influencia de la Revolución Francesa, debían ser parte de una verdadera y patriótica tradición militar, que nada tenía que ver con las “contrainsurgencias” que impuso la dependencia de los ejércitos latinoamericanos del Pentágono estadunidense y que llevaron –en obediencia a doctrinas de
seguridad imperiales– a imponer dictaduras en todo el continente en defensa de intereses ajenos, en sujeción colonial.
Para Chávez, la resurrección del pueblo venezolano en el llamado Caracazo recogió de las cenizas las luchas de resistencia tan bien ocultadas en las historias oficiales de nuestros países.
Allí estaba la verdad de Venezuela, en ese pueblo sometido a la marginación y la exclusión.
Después de un periodo de incertidumbre ideológica generada por la caída del muro de Berlín y la Unión Soviética, era casi imposible imaginar que debajo de estos fuegos que parecían un relumbrón circunstancial incubaran las bases de un nuevo socialismo sólo 10 años después.
A partir de la recuperación del Estado venezolano y el nuevo pro-
ceso constituyente se producirían cambios en lo interno y en las nuevas relaciones políticas, económicas y sociales.
Un gobierno surgido del voto popular comenzaría a producir transformaciones revolucionarias amparadas por una nueva Constitución aprobada masivamente por el pueblo, imponiendo una legalidad a estas medidas en el marco del sistema capitalista imperante. ¿Cómo producir transformaciones en esas circunstancias sin que estallara la respuesta del poder económico e imperial del que dependía cada uno de nuestros países? Y si se producía la emergencia de ese poder resquebrajado, pero potente, ¿cómo soportar la embestida?
Chávez lo entendió rápidamente, dando pasos precisos, gigantes, tanto a lo interno como a lo exter-
poder, la oposición decidió eliminar la figura del “gobierno interino” encabezado por Guaidó. “No estamos claudicando. Estamos siendo realistas”, dijo entonces el ex diputado Tomás Guanipa. Los integrantes de la Asamblea Nacional elegida en 2015, cuyo mandato ya caducó, decidieron en cambio mantenerse y nombrar una comisión que definirá el destino de los 34 mil millones de dólares de Venezuela bloqueados.
La presión se mantiene, incluso desde foros de la Organización de Naciones Unidas. Caracas cuestionó en estos días la imparcialidad de la Corte Penal Internacional, cuya fiscalía, “con probados vínculos con organizaciones no gubernamentales”, investiga al gobierno de Maduro por presuntos crímenes de lesa humanidad.
Precisamente ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Venezuela acusó que “ha sido blanco de 927 medidas coercitivas unilaterales
no, cuando aún no habían llegado en esos principios del desafío los gobiernos hermanos, que acompañarían si dudar esa brecha abierta con luces independentistas “en el nombre del padre Bolívar”.
En 2002, el empuje de su pueblo logró que por primera vez en América Latina y el mundo un golpe de Estado inspirado por Estados Unidos, como se comprobó fehacientemente, fuera derrotado precisamente por ese pueblo y sectores patrióticos y constitucionalistas del ejército. La del 13 de abril de ese año fue una jornada de enorme heroísmo popular.
Venezuela comenzó a existir internacionalmente, se latinoamericanizó rápidamente, como no había sucedido bajo ningún presidente anterior.
Enfrentó Chávez la temprana injerencia de Estados Unidos no sólo en su país, sino en el continente. Su fuerza fue avasalladora en esto y pronto el fuego se extendería a medida que llegaban Luiz Inácio Lula
▲ Chávez, flanqueado por el titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello (izquierda), y su vicepresidente y sucesor, Nicolás Maduro,en Caracas el 8 de diciembre de 2012. Foto Afp
y otras disposiciones criminales e ilegales, directas e indirectas”, que han impedido que la nación perciba 232 mil millones de dólares. Sus ingresos petroleros anuales, que alcanzaban 56 mil millones anuales, cayeron a 700 millones de dólares, lo que en palabras de Maduro es “una hecatombe financiera pública”. Venezuela enfrenta la embestida de “países hegemónicos” que utilizan las medidas coercitivas unilaterales como “armas políticas y económicas” contra países y contra todo aquel que no comparta sus “intenciones expansionistas”, afirmó esta semana el canciller Yván Gil. Con información de Ap, Afp, Reuters, Sputnik y Xinhua
da Silva en Brasil (2002), Néstor Kirchner en Argentina (2003), Tabaré Vázquez en Uruguay (2004), Evo Morales en Bolivia (2005), gobernantes surgidos, en todos los casos, de las luchas populares contra el neoliberalismo de los años 90. Nada sería lo mismo y comenzaba un periodo único en América Latina. El escenario regional cambió asombrosamente.
En 2012, ya enfermo, visitó Buenos Aires por última vez, ocasión en que Chávez me expuso: “Stella, de lo que te dije en 1994 era lo que te dije que le iba a cumplir al pueblo venezolano. Lo he hecho, lo he hecho en todos los aspectos, aunque aún falta mucho para la liberación. Pero yo sé que, más tarde o más temprano, en el siglo 21, podremos formar la Gran Patria Grande que soñaron todos nuestros héroes. Sólo con creatividad, sobre la marcha, hay que ir creando, porque esto no está escrito en ninguna parte. Eso es un abrazo de mí para vos”.
Con 270 mil 703 millones de barriles de crudo, tiene las mayores reservas del mundo