Gualdra 127

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SUPLEMENTO CULTURAL

No. 127 - 2 DE DICIEMBRE DE 2013 - AÑO 3

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Fotografía: Gabriela Flores

Jaime Mesa, nació en Puebla en 1977, es escritor y editor; ha publicado dos libros: Rabia (2008) y Los Predilectos (2013), ambos en Alfaguara. Su primer libro fue considerado como uno de los mejores del año en que se editó; su segundo prácticamente acaba de salir y pinta para ser igual de exitoso que el primero. [Una entrevista con Jaime Mesa en páginas centrales]


LA GUALDRA NO. 127 / 2 DE DICIEMBRE DE 2013 / AÑO 3

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El pasado fin de semana, se inauguraron, como ya habíamos anticipado, dos exposiciones individuales del artista zacatecano Juan Carlos Villegas en la ciudad de Besancon, en Francia. La primera de ellas, Imaginario / Imaginaire, es una serie de 12 personajes hechos con tinta y limón oxidado sobre papel amate, acompañados cada uno por un cuento diferente hecho por 12 escritores de tres nacionalidades, se inauguró el jueves; la segunda, integrada por una serie de 17 grabados en diferentes técnicas, se abrió al público el viernes. permanecerán en exhibición hasta el día 23 de diciembre. De estos eventos hay varias cosas que deseo compartirles; la primera, y quizá la más importante sea la hospitalidad de los asistentes, quienes llegaron muy puntuales y se mostrararon muy emocionados, hasta conmovidos, sobre todo por el discurso visual y literario de la primera exposición. La gente de esta comunidad está muy interesada en lo que pasa en nuestro país y hacía lo posible por comunicarse con nosotros, por comentar la obra, los cuentos, y la relación que tienen estas historias imaginarias con lo que escuchan en las noticias y leen en la prensa sobre México y la situación social por la que atraviesa. Lo enriquecedor fue que ellos, los que veían la obra, creaban su propia historia, sus propias textos y los compartían; ésa fue la segunda cosa que más me sorprendió, que no veían las imágenes como objetos inanimados, sino que les daban vida... El imaginario se despertó y alimentó con sus historias a lo que ya llevábamos desde aquí. De eso precisamente se trataba. A la segunda exposición llegó otro tipo de público, igualmente interesado en los procesos creativos de Villegas, conformado por más artistas que en la primera y por más gente que hablaba español. Ésa es la tercera cosa a destacar: hay una comunidad hispanoparlante muy grande, integrada principalmente por españoles que trabajan y estudian en la Universidad local, y por gente que ha estudiado nuestro idioma. Todo esto influyó para que nos sintiéramos en casa, pues además, a las exposiciones llegaron varios mexicanos que se enteraron que un mexicano estaba en la ciudad exponiendo su trabajo y llegaron para conocer y apoyar a su paisano. Hablaré sólo de algunos de ellos porque son con quienes más tuvimos oportunidad de convivir, la primera es María Carrillo, del D.F., quien trabaja en la universidad como profesora impartiendo clases sobre historia latinoamericana. Cándido Mendoza es un poblano que llegó a esta ciudad a finales de la década de los 70 como profesor de español, se casó aquí, decidió quedarse y se dedica a la fotografía. Antonio es otro poblano muy joven que estudia actualmente un

doctorado en física, después de haber realizados dos maestrías en óptica y que tiene la firme convicción de regresar a México en cuanto termine sus estudios “No por nostalgia, sino por contribuir a que México salga adelante, de mi país he recibido mucho y puedo ser más útil allá”, me dijo cuando le pregunté si se quedaba. El otro mexicano, de Zacatecas para ser precisos, es Carlos Belmonte, nuestro amigo y colaborador gualdreño, quien vive en Europa desde hace 5 años y que es quien nos ayudó a organizar todos estos proyectos; Carlos está por terminar su tesis de doctorado y con todo el trabajo que tiene, nos ha ayudado a que nuestra estancia en Europa sea inolvidable. A él y a todos los amigos españoles y franceses que nos han acompañado en este proyecto, les damos las gracias. Besancon es una ciudad muy hermosa, tiene edificaciones portentosas con influencia romana, española y francesa. La catedral de San Juan, en el antiguo Barrio de los Canónigos, refleja las diferentes épocas de su construcción: desde el siglo XII al s. XIX. En ella se encuentra una colección excepcional de pinturas religiosas de la época Medieval, del Renacimiento y del Barroco; dos órganos antiguos, uno de Joseph Callinet (1823) y el otro de Riepp (1756). Su altar principal data del siglo XI, fue esculpido en forma de rosa, decorado con un monograma de Cristo y una inscripción latina que dice “Este signo, da al pueblo el reino de los cielos”; al centro una cruz; abajo, el sacrificio del cordero; todo esto enmarcado en un círculo como signo de la perfección; dentro las primeras letras de la palabra Cristo en griego: la x y la p; el Alfa y el Omega, la primera y la última letra del alfabeto griego que hacen alusión a la frase cristiana “Yo soy el inicio y el final”. Éste es sólo uno de los ejemplos, porque el centro de Besancón, que puede ser recorrido a pie, tiene una infinidad de atractivos, como La Ciudadela, una costrucción medieval que alberga dos museos y un zoológico, y que tiene desde su espacio, una de las mejores vistas de esta ciudad amurallada, Patrimonio Cultural de la Humanidad, en la que nació en célebre escritor Víctor Hugo, autor entre otras muchas obras, de Los Miserables. Del museo de Víctor Hugo le hablaré la siguiente semana, porque creo vale la pena compartir con ustedes la visión que tienen los franceses de un museo de autor; el respeto que tienen por sus artistas y de la importancia que le dan a la promoción de su cultura. Por lo pronto, disfrute su lectura. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Samperio: heredero de la mejor tradición cuentística mexicana por Mauricio Flores

Fragmentaciones, III Visitante por Gabriel Luévano Gurrola

Jaime Mesa Entre Rabia y Los Predilectos por Jánea Estrada Lazarín

Diario de Mateo por Mateo Estrada Gaviria El soundtrack de los libros por Eduardo Campech Miranda

Desayuno en Tiffany’s, Mon Ku por Carlos Belmonte Grey Castillo de sal si puedes por Ester Cárdenas

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Las palabras por Alberto Huerta León enamorado de Cartuna por Edgar Khonde Poema para dejar atrás un camino por Roberto Galaviz

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El Picaporte por Simitrio Quezada Cempasúchil por Jorge Koqo García Mi padre por Pilar Alba Nube apenas naranja por Guillermo Samperio

Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Androide Trinidad / Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

12 Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


2 DE DICIEMBRE DE 2013

Samperio:

heredero de la mejor tradición cuentística mexicana

Libros

Por Mauricio Flores * Ya nadie lo duda: Guillermo Samperio (Ciudad de México, 1948) es el mejor heredero de la tradición cuentística mexicana: la construida a lo largo de los años por Juan José Arreola, Francisco Tario e Inés Arredondo. Lo atestigua su más reciente libro, Historia de un vestido negro, donde este mago del género nos convida suculentas y breves historias. Compruébelo el lector.

Coincidencia del destino: del literario. El otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a la canadiense Alice Munro es, acordamos todos, un merecido reconocimiento al cuento. Género cultivado por grandes escritores de todas las regiones, y que en tiempos como el actual, de menores ocasiones para la lectura, cobra fuerza no sólo en las versiones tradicionales sino en los nuevos formatos de la comunicación digital… Coincidencia porque alternativo al premio, comenzó a circular en las librerías de nuestro país Historia de un vestido negro, un nuevo libro de Samperio que da cuenta de la grandeza de sus hechuras literarias en este rudo género, ahora condensado aún más a partir del también llamado micro-relato. ¿En cuánto tiempo leemos una novela? ¿En cuánto un cuento? Desde hace varios años, en el medio circula la broma acerca de cierta novela mexicana, la cual, al menos por su extensión, mereció de una jugosa beca para su escritura… ¡y también para su lectura! Esto ante la efectividad (pongamos por caso) del gran relato monterrosiano: “Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí”. Medio centenar de caracteres que desdeñan tranquilamente los ciento cuarenta del moderno Twitter. Ahora, en los nuevos relatos de Samperio, todos inéditos, la brevedad acompaña el potencial imaginativo inaugurado hace casi cuatro décadas con el libro Miedo ambiente. Se trata de sesenta y cuatro ficciones que refrendan los universos del autor, siempre atisbando a la mujer, los sueños, las bestias, la gran ciudad. Vuelos líricos Al presentar esta nueva obra, Hernán Lara Zavala sostiene que encontramos quizás el fundamento buscado por todo escritor: el estilo. Que en Samperio “oscila entre lo culto, lo seudocientífico y lo metafísico”. El resultado, “una prosa que puede alcanzar altos vuelos líricos en donde (Samperio) se permite todo: desde imágenes sublimes y delicadas con algunos giros coloquiales, hasta lo burlón, lo vulgar

y lo chusco para llegar, en ocasiones, hasta lo francamente obsceno”. Sin fecha de escritura, los cuentos de Historia… se dividen en tres apartados. Curiosamente, el primero sin título, a diferencia de los siguientes “Dos catedrales” y “Nada más ángeles”, a su vez relatos ahí incluidos. En el primer bloque Samperio inserta “La copa de aceitunas”, límpida ficción que ofrece una amorosa viñeta del umbrío planeta de la torería, plausible de ser incluido en ulteriores antologías literarias acerca del tópico, y en las que pocos escritores mexicanos han sido considerados. Llaman también la atención las dedicatorias incluidas. Un aspecto personal de todo autor, es cierto, pero que en ocasiones resultan guiños y hasta resueltas confesiones. “A mi padre, Pablo Samperio” (todo el libro), “A Silvia Molina” (“De Holanda a las Galias”), “A Nabor” (“El Guitarra”), “A Felipe Garrido” (“Los gobelinos”), “A Víctor Sandoval” (“La patrulla modelo 1950”), “A la memoria de Guillermo Rousset Banda” (“Pipa, pipeta o puro”), “A titití y a la varonuna” (“Ella casi bella”). Samperio, ¡maestro de la literatura mexicana!, bienvenido otro más de tus grandes libros. El que (muchos) pondremos al lado de los ya mencionados de (Arreola, Tario, Arredondo); pero también de Monterroso, Cortázar, Hernández, Walsh y Borges.

Ser y tiempo Cuando tendría unos veintidós años, leía como desesperado: en los camiones, en las azoteas, sobre los cables de luz, en el piso cuatro de un edificio que no era el mío, vestido en shorts, encuerado o caminando. Una vez de lectura caminada, dentro de la unidad habitacional donde vivía (léase Chinguero de edificios), iba por un camino leyendo, creo, El Extranjero, como ya me sabía la vía, aunque tuviera curvas entre los

Guillermo Samperio, Historia de un vestido negro, FCE, México, 2013, 228 pp. *mauflos@gmail.com

edificios, yo seguía leyendo caminando; de pronto, sin darme cuenta, se hizo de noche de súbito. Entonces, me di cuenta de que me había caído dentro de una coladera abierta y que, gracias mi ángel o diablo de la guarda, caí de pie y todavía con el libro en mis manos en forma de lectura; fue más difícil salir de ahí que entender Ser y tiempo de mi compadre alemán. Guillermo Samperio, en Historia de un vestido negro.


LA GUALDRA NO. 127

Fragmentaciones, III Visitante

Literatura

Por Gabriel Luévano Gurrola Desde el instante en que vio, a través de la ventana, a aquel joven alto y guapo recargado en las escaleras, Lorena supo que vendrían meses difíciles. Lo comprobó cuando llegó Martina y, exagerando un grito de reconocimiento, abrazó al forastero. La clase que llevaba era Literatura Moderna Europea y el autor que trataban era especialmente difícil, pero algo la hizo perder el mínimo de atención que guardaba. Afuera Martina y el muchacho seguían abrazados. Lorena pudo ver cómo su novia, con la mano derecha, zafada mañosamente de los brazos que la apretaban, acariciaba por lo bajo el bulto que se le notaba a él por debajo del pantalón. ¡Solecito mañanero, alúmbrate en mi carne! El grito de guerra, mientras se juntaran al menos dos del cuarteto conocido como Los Alejandros, resonaba para advertir (adormilar con veneno a sus pocos detractores) la estampida de improperios, puyas y chuscadas sin mayor malicia que se avecinaba. El grito, vuelto sordina, antecedía a la intranquilidad. No obstante, nadie hubiera podido decir que su presencia incomodara más que divertía. Y todos, tras admirar la gallardía de sus rostros y la soltura de flojeras y afectuosidades (que ésas sí, prodigaban honestamente con quien se toparan) se sentían hervir de ilusiones o nostalgias; derrotadas al vilo, o en trance de hacerlo, al ver alejarse a los muchachos. (El jefe indiscutible era Alejandro Zúñiga, hijo de un viejo comerciante viudo, rico en sus tiempos, de economía pasable tras la pérdida de su esposa y el descuido de sus negocios. Era de estatura notable, apiñonado, musculoso, y pertenecía desde niño al club cinegético y de natación de la ciudad, a la que iba a competir de vez en cuando. Los hermanos Blanco eran dos adolescentes morenos, cuyos padres, dos ancianos silenciosos, los dejaban a la buena de Dios. Casi siempre se les veía con Alejandro, adulándolo y montándose en su espalda, ya que eran muy bajitos. El último era Moisés, un jovencito callado y flacucho, de tez blanquecina y voz apenas audible. Al igual que el del líder su padre era viudo, pero pobre y alcohólico. Golpeaba a Moisés con frecuencia y le espetaba las amenazas que quería hacer pasar por consejos: “¡Date cuenta cómo es el mundo, resígnate a ser un perro al igual que yo, y nunca sigas los malos ejemplos de tu madre, una vil perdida..!”)

¡Solecito mañanero, alúmbrate en mi carne!, tal exclamación no dejaba de producir extrañeza. Puede que hayan querido rendir homenaje a la vitalidad creciente que acompaña al astro desde el amanecer y que necesitaba de la luz para comprobar la juventud hermosa, despierta también. Si es así, la impudicia del que todo lo puede (o así lo cree) refulgía en ese homenaje al sol. Sin embargo decían “alúmbrate”. En este caso, la impudicia del mensaje excedía todos los límites- espaciales, científicos y dirían algunos, morales. La estrella de su morenez, limpia y fragante, de su fisonomía y pericia opacaba a la otra, y sentenciaba una relación simbiótica, o mejor, ventajosa para ellos: el sol quedaba supeditado a la sensualidad humana. Necesitaba de esos cuerpos para funcionar y hacer continua la vida del hombre, resumida en la desnudez de Los Alejandros: humanidad regocijada, y más en secreto, cuando se iban a bañar al río. “Te presento a Álex”, fue el saludo con que la recibió, “Un viejo conocido de mi rancho”. Lorena sintió que le temblaban las piernas. Reponiéndose esbozó una sonrisa y apretó la mano enorme que le extendieron. A continuación, Martina improvisó un monólogo artificial y forzado sobre orígenes humildes e infancias idílicas, cortándolo con una apesadumbrada petición: “No sé cómo decirte. Espero que no te enojes. Quiero ir al cine con Álex, llevarlo a conocer mejor la ciudad. No creo que pueda verte el fin de semana. O qué tal si vienes con nosotros. Sí, mi amor, podemos ir los tres”. Llevaban tres años de ser pareja, soportando los desdenes, las miradas de las personas que les hacían saber que no eran bienvenidas, ni lo serían, en su sociedad, nunca. Lorena quiso dar una cátedra de confianza en su novia y al responder supo que emprendería algo parecido a Gregorio Samsa, el personaje de ese autor angustioso que tenía que exponer una transformación: “No te preocupes, seguro tienen mucho que contarse sobre su infancia. Mejor los dejo solos, no hay problema, tengo mucha tarea y así le aventajo”. Lorena le dio un largo beso con franco agradecimiento. El pueblo entero sabía el día y la hora exactos (los sábados a las ocho, sin excepción) en que se avasallaban la zona oriente. Los viejos se alejaban por displicente comodidad, los

labradores los insultaban procaces pero con camaradería si en ese momento llevaban a las reses a beber y las muchachas, sólo alguna se atrevía a espiarlos. La mayoría no volvía nunca porque en el fondo se sentían derrotadas: el granito de la familia al centro del cachete, la ceja atormentadora coronando la frente, falta o exceso de carnes, timidez, desarrrollo precoz, lo que fuera, se magnificaba en torno a la medida (perfecta según se la adjudicaran a los cuerpos deseados) de los cuatro contra un par de ojos ocultos entre los árboles. Extasiadas o confundidas el rubor las congelaba.

Bajaban de manera estruendosa arrojando las prendas en cualquier sitio y se zambullían en el agua. Ahí Alejandro (Alex sólo para los camaradas) llevaba a cabo sus grandes gestas. Libre de ropa se daba rienda suelta: maromas, clavados desde las peñas, brincos, imitaciones bestiales, suertes de fuerza... Las risotadas del líder y los festejantes llegaban como un eco a las casas próximas, abiertas a su regreso, naranjas con chile de regalo, carne o gordas de horno para los rechinantes de limpios. También entonces Álex llevaba la delantera, aunque en ese caso la compartía con Moisés. Am-


2 DE DICIEMBRE DE 2013 bos comían presos de una avidez pasmosa y hasta demoníaca. El líder engullía así para recompensar las largas jornadas deportivas. A Moisés, en cambio, cuando le preguntaban si comía en su casa, éste, triste, movía la cabeza en signo negativo. Decía sencillamente: “No hay”.

Martina se arrodillaba y la nimia faldita apenas podía ocultar las nalgas amplias que asomaban según los tumultuosos movimientos con que pretendía retar al muchacho, como si fuera una vulgar bailarina. Todo en esa Martina le parecía hermoso hasta el extremo: la blusa ciñendo la pequeña cintura, los dientes limpios, la falda coronando el tesoro

las tareas propias de su sexo, gastaban las horas en el mero acto de contemplar. Debido a que había pocos habitantes, los trabajos domésticos no eran lo que pudiéramos (más las feministas) llamar esclavizantes. A las cinco de la tarde las viejas, magras u obesas, ya se encontraban apelotonadas en sus sillas de mimbre, esperando la noche, la mañana, o bien,

En pleno baño, siempre disimulando por supuesto, los ojos recaían en la entrepierna lustrosa de Álex: el movimiento amplio y saludable del miembro. “De qué manera decirle que me hubiera gustado estar en el lugar de mi novia. Arrodillada, desnuda. Yo sí lo hubiera hecho feliz aunque me ahogara. Cómo decirle que lo quiero una noche nada más y que no diga una palabra. Que me penetre sin miramientos, vuelto un animal inconsciente y ya... una y otra vez esa noche, toda, violentamente. Que me taladre, me abra si quiere a la mitad y tire mi cuerpo despedazado en una carretera y diga ´aquí la hallé, no les miento, esta mojigata murió asesinada por un obús nazi, un toro enloquecido, una araña, un tren, pero como una santa sin sentir hambre en su cuerpo porque a ella no le gustan los hombres...´. Cómo decirle que tengo llave de la casa de Martina sin que ella lo sepa y que los espié, que lo quiero... ¡Carajo, cómo le digo!”.

Rene Magritte. Invención colectiva. 1934.

Detrás de la pared, Lorena sufría. Finalmente se aventuró a asomar la cabeza. Miró atónita las piernas desnudas de su novia, libres de las medias negras con que las había visto enfundadas en la escuela. Se imaginó escenas dolorosas donde Martina, sonriente y tímida, se enrollaba poco a poco la muelle tela de debajo de la falda, haciéndola rollito hasta las rodillas y los pies; la imaginó quitándose las medias y arrojarlas por la ventana del autobús que ese día iría vacío: testigo del cuerpo (la mitad inferior) flagrante y deseoso palpitando bajo la mirada del usurpador roba parejas.

descubierto y en peligro de ser azotado por un cuerpo potente. Álex se acercaba a Martina desabrochándose el pantalón cuando ésta, sin poder controlar la farsa, se echó a llorar: “No puedo, Alejandro. Es que Lorena... No puedo hacerle esto, en verdad la quiero”. Álex la veía con el estupor de su primera derrota. Lorena tuvo que salir de la casa inmediatamente. La vida de las muchachas en el villorrio estaba condenada a la inutilidad; práctica, cabe decirlo. Relegadas de

la gracia y la muerte. Las jovencitas, pues, contaban con los días íntegros para imaginar y prepararse a la molicie del matrimonio. Una de ellas bajó a chapotear, según dijo, una mañana de sábado. La figurita, apenas torneada, cruzó la luz polvosa del sendero que llevaba al río. Nadie malició nada porque las calles estaban vacías. Antes de llegar hubo de adormecer los ojos y tiritar de nervios, llevando la mano derecha a su oído, a guisa de embudo. Escuchó: ahí estaban ya. Tuvo suerte de no toparse con ellos en el camino. Las caras madrugadas e inquisitivas

A los diecisiete años los jóvenes del pueblo con buena suerte (o mala, quién sabe) tienen que abandonar la casa paterna e ir a la ciudad para hacerse de una carrera. Nadie entendía qué era Letras Universales, donde se había matriculado Martina; pero todos alabaron la decisión de Álex: medicina, de ahí, al ejército. Un médico castrense parecía englobar de la mejor manera las cualidades que a un paso de la adultez, rebosaban, o más bien, explotaban en el preferido de la gente. Los otros miembros de la cuadrilla no pudieron estudiar. Debían ayudar a sus padres en el campo. El día que puso fin a sus correrías juveniles, cuando Álex se hubo despedido con abrazos y golpes de mentira y abordó el camión, sintieron caer un telón oscuro sobre sus cabezas. Sentados a una orilla del camino, mantuvieron la vista fija durante mucho tiempo, incluso después de que se perdiera el traste oxidado, a lo lejos, llevando dentro lo único que los hacía invencibles. Y creyeron que ya no eran interesantes.

Literatura

le hubieran restado fuerzas y tendría que esperar la semana entrante. Guiada por los gritos, se fue adentrando más a oriente, perdida y gustosa en los temblores y el color verde pálido de las yerbas y las hojas colgantes que le servían de murallas. Los vio, pero únicamente a tres. En eso, un sonido como de animal triscando la hizo voltear. Álex la contemplaba desnudo, chorreando de agua, con un balón que seguramente se les había volado entre los pastizales. Ella tuvo que hacer un gran esfuerzo para bajar la vista, apreciar el cuerpo y sonreír, con pena.


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Jaime Mesa Entre Rabia y Los Predilectos

Libros

Por Jánea Estrada Lazarín Jaime Mesa, nació en Puebla en 1977, es escritor y editor; ha publicado dos libros: Rabia (2008) y Los Predilectos (2013), ambos en Alfaguara. Su primer libro fue considerado como uno de los mejores del año en que se editó; su segundo prácticamente acaba de salir y pinta para ser igual de exitoso que el primero. Actualmente trabaja en el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Puebla como coordinador de ediciones. Recientemente estuvo en Zacatecas para presentar los primeros tres títulos de la colección Poéticas Contemporáneas y su libro más reciente; y aprovechamos la oportunidad para platicar con él.

Jánea Estrada: Eres muy joven y tienes ya dos libros publicados en una editorial muy importante… Jaime Mesa: Sí, con Rabia y haciendo un balance de todo lo que le pasó durante el 2008 que tuvo buena reseñas y buenas lecturas… después de 5 años de que salió, la gente sigue comprándola, leyéndola, me siguen mandando mails en contra del personaje principal, Foster, un tipo misógino… Y apenas Starbucks la seleccionó para sus tarjetitas de aplicación y regaló 50,000 descargas gratuitas en todas las cafeterías del país y se agotaron en un mes; fue fabuloso, esas cosas me dan mucha satisfacción, lo que ha pasado en estos 5 ó 6 años, tomando en cuenta que las novedades duran 6 meses. JE: ¿Y a qué se lo atribuyes tú? Sobre todo considerando que el personaje principal es un misógino hasta cierto punto odiable, despreciable, tanto, que puede llegar a ser hasta simpático… JM: Sí, Foster engaña, utiliza máscaras por internet para engañar a hombres y mujeres, a su esposa… yo cuando lo saqué temía que las periodistas o las lectoras se me fueran encima; pero contrario a eso lo quisieron mucho, por este asunto de lo que dices, de tan malo querían salvarlo porque cayó bien. Creo que lo que ha permitido que la novela siga, es que yo creo mucho en la novela de personaje, mis grandes maestros son los novelistas rusos del siglo XIX, y lo que hice fue construir un personaje no basándome en una persona real sino haciendo una especie de holograma con pedazos de muchas personas, por eso mucha gente me dice “Oye, yo conozco a Foster”, o “Foster es mi amigo o pudo serlo”, creo que por eso toqué muchas sensibilidades diferentes, y que por eso Rabia sigue leyéndose. JE: El carácter intertextual además está en toda la novela, en ella puedes

encontrar varias referencias de muchas lecturas… JM: Yo no creo en un escritor que no lea, incluso Roland Barthes propone que la novela es un trabajo tan pesado por el tiempo que le dedicas, que la única manera de mantener ese sufrimiento placentero de alguna forma, es la capacidad de admiración que tienes hacia los grandes maestros. Yo leo a uno de ellos y digo, quiero hacer esto, cueste lo que cueste. La única cualidad que te mantiene sentado en una silla es que seas un gran lector. Yo soy fan de la lectura norteamericana; Rabia ocurre en Chicago, y tiene referencias muy directas con dos autores norteamericanos: David Foster Wallace –de ahí el nombre de Foster- y Don DeLillo –Don es el nombre de otro de los personajes de la novela-. Uno de los capítulos ocurre durante un partido de béisbol y hay ciertas escenas que reproduzco de los libros de ellos, establezco paralelismos a manera de homenaje que en Los Predilectos ya no son tan visibles, están más hilvanados en la trama. JE: Además de los libros, ¿de qué otra cosa eres fan? JM: Soy fan y adicto a muchas cosas, entre ellas el béisbol, mi equipo son los Cachorros de Chicago, creo mucho en este juego porque está alejado de la neurosis que tiene el fut, por ejemplo; no tiene tiempo establecido, es casi un juego eterno, y lo mismo sucede con la novela: uno pasa mucho tiempo escribiéndola. No sé si tenga que ver con mi vocación obsesiva y neurótica que yo necesito mucho de algo… de mucho tiempo de escritura y de mucho tiempo de béisbol; me gusta que se vayan a extra innings, me da este sentido de eternidad a la que van todos mis gustos. De ahí en fuera soy fan de las series de televisión: Los Soprano, creo que están en la cúspide; The Wire y Six feet under; la primera habla de la

Fotografía: Gabriela Flores

familia y el poder, la segunda del mal y la tercera de la belleza; son como el triángulo perfecto. Tengo además una obsesión heredada de los novelistas norteamericanos quienes creen en la alta y baja cultura; creen por ejemplo que hablar de una hamburguesa no es banal sino que eso está cercano incluso al alma humana; porque sí somos la Capilla Sixtina, pero también somos la historia de las servilletas… me interesa hablar de esas cosas en apariencia superficiales. Paul Valéry decía que no podía uno ir más abajo, que si uno lo intentaba iba a fracasar porque no hay un “más abajo”, y que habría que buscar lo superficial y no banal. Por eso me gusta la cotidianidad de las cosas, me interesa saber qué hacía Kurt

Cobain yendo a comprar un suéter… esos pequeños detalles me interesan muchísimo. JE: Que es de lo que hablas en tu nueva novela… A cinco años de Rabia, todo un jonrón, Los Predilectos lleva dos meses de haber salido y pinta para ser otro éxito… ¿De qué trata? JM: Básicamente trata de jóvenes que a muy temprana edad consiguen todo lo que la sociedad de consumo y cultural les exige en un momento determinado. Es una novela que ocurre a mediados de la década de los noventa. Trato de responder qué hacen los jóvenes que llegan muy temprano a la cima de todo y qué pasa con los cuarenta años que les quedan de vida. Por


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JE: Eso es muy importante, ¿por qué se lo tiene que tomar con calma un creador? Me refiero a la prisa por publicar… JM: Yo creo que sobre todo porque el arte en el creador es un proceso lento, porque son asuntos existenciales que se resuelven no con meterte seis meses al estudio; sino con bajar de alguna forma la defensa y que los temas empiecen a trabajar con la vida diaria para que resulten. Yo no me siento a escribir una sola línea hasta que ya tengo contada en mi cabeza toda la historia…

Libros

JE: Alma, es el alma de los libros, entonces… JM: Sí, tenerla a ella es una mina de oro, es un gran privilegio que sea mi crítica pero también un gran castigo… [ríe] Tengo ahorita un miedo terrible, ella es muy cariñosa y su manera de decir que no funciona es con un “Mmmmm, está bien…”, cuando me dice eso es que no sirve. De las últimas, las dos primeras las descartó; la última no se la he querido dar todavía… tengo mucho miedo de enfrentarme al “Mmmmm…”. Voy a acabar primero la nueva que ya está en proceso y luego se la doy, total, no hay prisa…

JE: Y ¿le tienes miedo a morir? JM: Sí, por supuesto. Antes no, pero ejemplo, un grupo de rock que con su primer disco gana Grammy´s, tiene todos los premios, el dinero, la fama… y ¿qué queda? ¿Hacer otro disco y tener el mismo éxito? ¿O dejar de hacer cosas? Si es así ¿qué hacer los siguientes cuarenta años? Todo esto en el entendido de que la estratificación del deseo es infinita… el ser humano cumple un deseo y luego quiere otra cosa, y otra más… en cuanto a aspiraciones y deseos siempre hay algo más por alcanzar en el amor, en las cosas materiales, en la creación; y aquí ejemplifico eso con los jóvenes. Tenemos tanto miedo a morir que seleccionamos como sociedad a los jóvenes porque tiene esta apariencia de que van a vivir por siempre… Este asunto de ser vegetariano, de hacer yoga, de entrar a clínicas de desintoxicación, hacernos cirugías plásticas, dietas, hacer ejercicio, tomar vitaminas, incluso consumir literatura o películas en las que hay una veneración a los autores jóvenes porque se piensa que ellos tienen la verdad. La concepción de que la juventud es la respuesta a no morir genera mucha presión a los jóvenes… porque tienen que producir y “ser” demasiado aprisa. JE: Bueno, tú mismo estás pasando por eso, tienes apenas 36 años… JM: De alguna forma sí, me traté de preparar. Yo empecé a trabajar en un taller con Daniel Sada, que dio en Puebla. De él aprendí a no ser soberbio… el haber publicado en una de las mejores editoriales del país no necesariamente te hace el mejor. Escribí dos novelas con él y las deseché; la tercera fue Rabia, que después de mandarla a 6 editoriales Alfaguara la aceptó. Los Predilectos fue una respuesta a no volverme loco con una publicación…

yo vinculo mucho el arte y la vida de un creador. Al firmar el contrato de Rabia, inmediatamente me puse a escribir la siguiente: Los Predilectos. En ésta quise hablar del vacío del siglo XX, quise contar una historia basada en obsesiones de adolescentes, a mi gusto, pensando que fuera una novela que yo pudiera leer tranquilamente en la tarde sin complicaciones; lo que hice fue jalar estereotipos que había seguido yo durante mi juventud: grupos de rock que veía en MTV o VH1, o documentales de lo que hacían los famosos en situaciones cotidianas, y luego los metí en la historia y los dejé que avanzaran, eso fue durante ocho meses, luego la dejé un poco porque vino la avalancha de lo de Rabia. Fue hasta 2010 que me metí nuevamente al estudio a terminarla. La escribí con menos presión que la primera pero con mucha curiosidad de saber qué era lo que iba a pasar. JE: Pero tú sabías que esta segunda novela iba a ser diferente, porque ya tenías el antecedente de una primera muy exitosa. JM: Claro, con la primera novela nadie espera nada de ti, en la segunda sí... así pasa. Pensando en todo esto escribí Los Predilectos… JE: ¿Pero no te genera un poco de estrés el pensar cómo reaccionará el público con ésta? JM: Ya no. Primero porque es una novela nueva y vieja a la vez. No pienso como un producto que me costó mucho trabajo en muy poco tiempo. La empecé hace cinco años y eso me da cierta distancia para pensar que si a alguien no le gusta, bueno, ni hablar… yo quedé satisfecho.

JE: Ahora, me da la impresión, por tu temperamento, que no manejas un solo proyecto a la vez, imagino que tendrás por lo menos tres novelas en proceso… JM: [ríe] Sí, desde Rabia a Los Predilectos escribí cuatro novelas: una con la beca del FONCA –un bodrio de 400 páginas que creo que no funciona-; y otras tres que ahí están esperando ver qué pasa. JE: ¿Quién es tu crítico? ¿Quién te ayuda a determinar que algo no funciona? JM: Descubrí que mi gran censor, mi crítico principal… es mi mujer. Ella es guionista, muy pragmática, no se anda con florituras del ser y la nada. Yo termino algo, se lo muestro y si ella dice que está bien le sigo, si no, no… [ríe].

desde hace seis meses que nació Dante, mi hijo, sí. En ese momento entendí. Es ambivalente, he descubierto mi miedo a la muerte a partir de Dante, pero también sé que mi mujer es muy generosa… yo la amo porque es totalmente independiente de mí, eso me la certeza de que si yo muero no va a pasar nada. Tengo miedo pero no es algo que me paralice. La amo porque me aguanta todas mis obsesiones, además, vivir con un escritor no debe ser nada fácil. Seguimos hablando de las obsesiones, de las neurosis, de libros; salí de ahí y me fui a comprar Los Predilectos; es una muy buena novela, apreciable lector, muy recomendable, como la vida misma. Gracias, Jaime, por esta excelente charla.


LA GUALDRA NO. 127

Por Mateo Estrada Gaviria

Diario de Mateo

La estancia [junio-julio de 2007]: M. 27. Bien. Conocí a D y Fer, los hijos de Leganés. No viviré con ellos. Buscaré piso. Mi hermanito aceptó. Una vez a la semana cenaré con ellos. La esposa es simpática. J. 28. Bien. Recorro la ciudad. Ya conseguí casa. Fui a la uni. Son braileiros: NO. V. 29. Horas aciagas. Olvidé el pasaporte. Estuve rondando a lo loco. S. 30. Leo Babelia. Casa y cerveza. [Descubre Atapuerca vía lectura. Se emocionó con la nota de un diente datado en 1,2 millones de años. Fue hipotéticamente de un joven próximo a los 25 años. “Atapuerca replantea la prehistoria europea”. Recorta la hoja con la pintura de Patinir: El paso de la laguna Estigia] D. 1. Leo EP. Miro TV. Reseño el libro de Granja [Josefina Granja Castro Formaciones conceptuales en educación. México, Departamento de Investigaciones Educativas-CINVESTAV y Universidad Iberoamericana, 283 pp.]. M. me pagarán mil quinientos pesos por el texto. L. 2. Voy conociendo la ciudad. Camino como habitante. Sigo con Granja. M. 3. Me instalo en la nueva casa. Son tres brasileños, uno estudia un doctorado en economía. El otro está precioso. La tercera es novia del precioso. Sigo con Granja. M. 4. Efecto del viaje: no me puedo levantar. Camino sin ton ni son. Compré dos libretas de dibujo. Sigo con Granja. Recortaré las notas que me gusten y las pondré en las libretas. Compré EP. El periódico tiene imágenes en color. Recorté la nota del diente y Patinir. Lo de hoy es la venta de una pintura atribuida a Velázquez: Las tribulaciones de Santa Rufina. La obra será subastada por Sotheby’s, en Londres. Otro texto es sobre un encuentro donde se discute sobre la teoría de Cuerdas. J. 5. Bien. Camino y leo. Sigo con Granja. Conocí a un mexicano en el comedor Fray Luis. Escuché su “ahorita” y me dije: “éste es…” V. 6. Conozco la catedral. Allí está la tumba del Cid. Entré a una boda. S. 7. Hasta tarde en la cama. No siento la soledad. Estoy en paz. No he mirado pornografía. Leeré Babelia. En la columna animada “Cosas que te pasan si estás vivo” de Liniers, el personaje declama: “Los sueños febriles, por lo menos, son interesantes”. D. 8. Tv, leo, leo, tv. Al lado del edificio está una panadería “artesanal”. Me haré cliente. Hoy comeré donde Leganés… Hablé con Elena, la miraré al final del viaje.

Promoción de la lectura El soundtrack de los libros Por Eduardo Campech Miranda Seguramente más de una ocasión ha experimentado el placer de leer escuchando música. El confort a flor de piel. Pero, ¿cuántas ocasiones ha leído teniendo, como música de fondo, las piezas aludidas en los textos? He aquí algunas opciones para que haga de su lectura una cinta cinematográfica con todo y soundtrack. Diablo Guardián En el blog Felipe y con tenis encontramos una entrada con el título “Playlist Diablo Guardián (Soundtrack)”, en él encontramos varios videos de las melodías, preferentemente de Iggy Pop, que aparecen en

la novela de Xavier Velasco. Leer las andanzas de Violetta por New York y Las Vegas y escuchar estas canciones, integran una velocidad a la lectura, no al acto lector, sino a los acontecimientos. Música incidental para la vertiginosa vida de la protagonista. La entrada tiene un enlace de descarga a la lista de canciones, desafortunadamente ya no está disponible, no obstante, puede ser una buena guía para hacerse de las canciones antes de la lectura y escucharlas al desentrañar al Diablo Guardián. Rayuela En alguna colaboración anterior co-

menté que hice uso de la red social Youtube, entre otras herramientas y sitios de la web, para poder entender un poco más el texto. Una de las joyas que encontré fue la lista de reproducción de Jazzuela, un álbum que en el año 2000 acompañó la edición del libro Jazzuela. El jazz en la novela de Julio Cortázar, publicado por el sello editorial Satélite. Para los neófitos y villamelones, como el que esto escribe, en ese género musical, es una gran ayuda contar con esta lista de reproducción. Más lo será tener el libro. Lea Rayuela y cuando Cortázar mencione un tema de jazz, haga una pausa, reproduzca el tema, y continúe leyendo. La experiencia es otra. Las batallas en el desierto Este título de José Emilio Pacheco tiene el vínculo musical desde la primera página: “Estaban de moda Sin ti, La rondalla, La burrita, La múcura, Amorcito Corazón. Volvía a sonar en todas partes un antiguo bolero puertorriqueño: Por alto esté el cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo, no habrá una barrera en el mundo que mi amor profundo no rompa por ti”. Claro, ese viejo bolero no es otro que “Obsesión”, de Pedro Flores, e interpretado por Daniel Santos. Las otras canciones nos llevarán a voces como Los Panchos, Javier Solís, Benny More, y desde luego, Pedro Infante. Hay infinidad de obras literarias que son susceptibles de ser acompañadas por música: El lobo estepario con La flauta mágica de Mozart, por poner un ejemplo más. Pero también hay otras que aunque no citen explícitamente a alguna melodía, hacen un acompañamiento excelente. Pruebe leer la parte correspondiente al Infierno, de la Divina Comedia, con un disco de Lacrimosa, y si puede que sea a las seis de la tarde o cuando el crepúsculo aparece, la sensación será única. Por último, quisiera preguntarle, ¿cuál es su soundtrack literario favorito?

Diego Velázquez. Las tribulaciones de Santa Rufina.


2 DE DICIEMBRE DE 2013

Cine

Por Ester Cárdenas

Desayuno en tiffany’s, mon ku

Por Carlos Belmonte Grey

Cantinfleando a lo francés en 9 mois ferme Escuchar y ver a los espectadores de una sala de cine, medio llena, carcajearse gracias a unos gags más o menos típicos de las comedias norteamericanas son de esas cosas que renuevan el gusto por asistir al cine de diferentes países. Algunos de los gags de la cinta 9 mois ferme dirigida por Albert Dupontel nos pueden parecer muy familiares y poco cómicos, por ejemplo: Que en un campo de golf el galán trate de conquistar a la galana mostrándole cómo golpear la bola, pero la torpe doncella no le atina y su swing se va hasta dar contra la frente del príncipe. O, que un abogado defensor cantinflee durante su argumento frente al juez ante la mirada atónita del acusado. Interpretada por la actriz Sandrine Kiberlain en el papel de amargada jueza del Palacio de Justicia parisino y por el propio Alberto Dupontel como el tarado y medio tonto acusado que tiene un encuentro sexual fortuito con la jueza, son los elementos que dan color a una fresca comedia francesa de humor negro. Acusado por ser un asaltante de casas que en su última fechoría se comió los ojos y amputó las extremidades de su víctima la misma noche del año nuevo en que se encontró en la calle con la jueza, ebria y cachonda, Dupontel ofrece al espectador una simpática crítica contra la manipulación de los medios masivos y la nueva cotidianidad computarizada.

El plano secuencia que abre la película con largo travelling desde el hall del Palacio de Justicia, subiendo por las escaleras centrales, pasando por los despachos, saliendo por sus ventanas y entrando a uno de los cubículos de una empleada; este mismo efecto de plano secuencia pero con efectos especiales lo va a repetir en su recorrido del exterior del vientre de la jueza hasta el interior del feto que crece dentro de ella. Estos efectos funcionan como alegoría para unos de los temas que más han ocupado las cintas de Dupontel, la creación de la familia y la sociabilidad. La trama y el desenlace son predecibles desde la secuencia inicial, sin embargo, el manejo irónico de las situaciones le dan un pequeño toque singular y chocante ante el espectador. Así entre chorrotones de sangre, viscosidades orgánicas, mímicas sexuales, diálogos cantinfleados y accidentes azarosos, 9 mois ferme se ha convertido en una cinta polémica entre un público francés conservador que reclamaba la preservación de la buena e intachable moral que los servidores públicos deben observar ante el pueblo que gobiernan, es decir, el burdo bandido no se puede mezclar personalmente con la élite de la justicia francesa. Supongo que la cinta no debe tardar en aparecer en los sitios de internet porque difícilmente encontrará exhibidor mexicano.

El tiempo es como un bicho que anda y anda. Julio Cortázar

Festival Internacional de Poesía Ramón López Velarde Una vez más el milagro de la poesía recorrerá los recovecos de las sinuosas y estrechas calles de la ciudad y le dará significado a todos esos hermosos edificios novohispanos y del Porfiriato. El cuatro de diciembre, una vez más, contra viento y marea y a pesar de la falta de apoyo institucional, la Universidad Autónoma de Zacatecas abrirá sus puertas a los treinta poetas invitados para dar inicio al XXXI Festival Internacional de Poesía Ramón López Velarde; quince poetas extranjeros (Bélgica, Puerto Rico, Venezuela, España, Costa Rica, Brasil, Colombia, etcétera) y quince poetas de diferentes partes de la república y del Estado. Este festival otorga dos premios, uno de ellos es al ganador del Concurso de Poesía Ramón López Velarde y el otro es para homenajear la obra de un poeta nacional o extranjero; recordemos que este premio lo han recibido poetas de la talla de Jorge Boccanera, Juan Gelman, Ernesto Cardenal y Coral Bracho, entre otros. Serán cuatro intensos días en que los poetas convivirán con los zacatecanos, ofrecerán recitales en diversos recintos universitarios, conferencias, conciertos de blues, todo en un ambiente fruido, desenfadado y lúdico. Este año se va a homenajear al poeta mexicano Oscar Oliva, quien pertenece al grupo de cinco poetas “La Espiga Amotinada” y que entre otros recibió el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes por su libro Estado de sitio. El viernes seis de diciembre a las siete treinta de la noche el poeta homenajeado, en compañía de todos los poetas invitados y las autoridades universitarias inaugurará la Feria del Libros que organiza La Asociación de Libreros de Zacatecas y enseguida en el Teatro Fernando Calderón el rector de la UAZ entregará ambos premios. Es increíble la generosidad de la UAZ que pese a todas sus carencias mantiene a flote con tanta dignidad este festival; y hablando de generosidad, no puedo dejar de mencionar la mezquindad de las autoridades de la actual Presidencia Municipal de Zacatecas quienes este año retiraron el apoyo al festival, que consistía en una comida para los poetas invitados, con esta actitud displicente y de desprecio hacia la cultura viva y real pronto Zacatecas dejará de pertenecer a las ciudades Patrimonio de la Humanidad, al tiempo, y no soy sibila. Finalmente todo concluye con la cena- baile que organiza Dosfilos Editores y su director, el poeta José de Jesús Sampedro, sin cuya tenacidad, este festival no sería lo que es. Así que alegrémonos, la fiesta de la poesía está por iniciar.


LA GUALDRA NO. 127

La proyección de las películas se realiza de manera gratuita con fines culturales y educativos. Excepto HELI y 55 Muestra Internacional de Cine.

PROGRAMA NOVIEMBRE/DICIEMBRE 2013 Miércoles 4, 18:00 Hrs. 1.- SEQUÍA Dir. Miguel Ángel Sánchez Macías México / 2009/ 5 min Jaqueline roba agua para sobrevivir en un mundo que agotó los recursos naturales. Una mirada a un futuro cercano. 2.- CAUDAL (WATERSHED) Dir. Mark Decena Estados Unidos / 2012/ 60 min. “El whisky es para beber, el agua es para luchar”, dice Jeff Ehlert, guía de pesca con mosca artificial del parque nacional Rocky Mountain, recordando un dicho muy conocido a lo largo de la cuenca del río Colorado. Mientras el más estancado y desviado río del mundo lucha para mantener a 30 millones de personas en el oeste de los Estados Unidos y México, el acuerdo de paz conocido como el Pacto del Río Colorado está llegando a su límite. Miércoles 4 20:00 y 22:00 Hrs. HELI Dir. Amat Escalante México / 2013/ 105 min. Estela, una niña de 12 años, se acaba de enamorar perdidamente de un joven cadete que se quiere escapar con ella y casarse. Al intentar cumplir este sueño, su familia tendrá que vivir la violencia que azota la región. Jueves 5, 18:00 Hrs. 1.- SEGUNDA MANO Dir. Isaac King Canadá / 2011/ 8 min. El término “segunda mano” se refiere a la manilla de un reloj; también describe artículos re-utilizados. ¿Prefieres ahorrar tiempo? ¿O guardar cosas? Esta película examina el desequilibrio y los residuos generados por estas obsesiones modernas. 2.- EL CAMINO NO TOMADO Dir. Christina Hemauer/ Roman Keller Suiza / 2010/ 66 min. Un documental que trata la historia de los paneles solares que el ex-presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter había instalado en el techo de la Casa Blanca en una campaña visionaria en 1979. Su sucesor, Ronald Reagan, había retirado los paneles -acompañando esto de un alejamiento radical del programa de energía de Carter. Los paneles solares, altamente simbólicos, fueron en última instancia guardados en un almacén y olvidados. Jueves 5, 20:00 Hrs. 1.- ANTES… PERO DESPUÉS Federación de Alianzas Francesas Francia / 1994/ 5 min. 2.- LAS CANCIONES DE AMOR Federación de Alianzas Francesas Francia / 2006/ 95 min. Viernes 6, 18:00 Hrs. GIMME THE POWER Dir. Olallo Rubio México / 2012/ 101 min. Documental de Molotov que enmarcara la propia historia de la banda junto con sus percepciones de México, el rock une sus sonidos para expresarse contra un sistema político del que nadie se salva, un México que pide a gritos cambiar y la banda quiere ser parte de la garganta de un pueblo. Viernes 6, 20:00 Hrs. INAUGURACIÓN DE EXPOSICIÓN IMÁGENES DE ROCK, de Fernando Aceves Exposición individual de más de 30 fotogra-

fías. Destaca la labor documental de Fernando Aceves al haber trabajado de manera directa para artistas como Los Rolling Stones, David Bowie, Paul McCartney, Molotov, Café Tacvba, entre otros. Exposición propiedad de la Universidad Politécnica de Zacatecas. Lugar: Vestíbulo de la Cineteca Zacatecas. Permanencia al 26 de enero de 2014 Sábado 7, 18:00 Hrs. AMBULANTE más allá Paquete de cortometrajes. GÉNERO Y JUSTICIA 1. SANJUANA Dir. Victor Rejón Cruz 28 min. 2. KOLTAVANEJ Dir. Concepción Suárez Aguilar 19 min. 3. NO QUIERO DECIR ADIÓS, Dir. Ana Isabel Ramírez Guadarrama 29 min. 4. SI VOS Y YO, NOSOTRAS / TRAMAS Y TRASCENDENCIAS Dir. Flor de María Álvarez Medrano

13 min. Sábado 7, 20:00 Hrs. 1.- EL ÁRBOL Y LA FLOR Dir. Tomoko Oguchi EUA / 2010/ 5 min. 2.- COMPRAR, TIRAR, COMPRAR Dir. Cosima Dannoritzer España-Francia / 2010/ 75 min. Domingo 8, 12:00 Hrs. SIEMPRE A TU LADO Lasse Hallström EUA / 2009/ 93 min. Parker Wilson, un profesor universitario que da clases de música, recoge un día a un perro de origen japonés y raza Akita, al que encuentra abandonado en una estación. Como nadie lo reclama, se lo lleva a su casa. Parker va descubriendo entonces los entrañables lazos que pueden unir a una persona y a un animal. Remake de la película japonesa “Hachiko monogatari” (1987) dirigida por Seijirô Kôyama y basada en la historia real de un perro tan fiel a su dueño que iba todos los días a esperarlo a la estación. Actualmente, en esa estación, existe una estatua de bronce erigida en su honor.

Domingo 8, 18:00 Hrs. LA 4ª REVOLUCIÓN, AUTONOMÍA ENERGÉTICA Dir. Carl-A. Fechner Alemania / 2010/ 83 min. A través de las historias de sus protagonistas, el film describe la posibilidad de lograr energías 100% renovables en los próximos 30 años. Así, un grupo conformado por un prominente activista ambiental, ganadores del premio Nobel, innovadores empresarios y políticos demuestra las oportunidades que la revolución energética proporcionará en cuanto al desarrollo económico sostenible y a la equidad social y económica. Domingo 8, 19:30 Hrs. SHINE A LIGHT Dir. Martin Scorsese EUA / 2008/ 122 min. Documental sobre los Rolling Stones. Un acercamiento riguroso, deslumbrante, divertido y profundamente humano al pasado y al presente de los cuatro miembros de la banda.


2 DE DICIEMBRE DE 2013

León enamorado Poema para dejar de Cartuna atrás un camino Por Edgar Khonde trado. Cartuna tal vez decepcionada se marcha. El león viene hasta mi puerta y la toca con un bronco rugido, salgo y le digo no señor aquí no habitan gatos y usted caballero gato viejo feroz tiene que enfrentar que no puede acercarse a la gata porque le faltan arrestos. El león se agacha y baja por las escaleras, murmurando y quejándose de su ausencia de brío. Como el león, entonces deposito una carta en el buzón de mi vecina. En la carta le narro mi admiración hacia sus rulos y su boca y sus caminar y su manera de bajar las escaleras y su humedad corpórea matinal. Como el león tampoco veo después mi coraje ni mi arrojo para lanzarme hacia su puerta y decirle, soy yo quien ha dejado esa carta, soy yo quien en esos versos te ama. A cierta hora de la mañana vuelvo a escuchar los rugidos.

Las palabras Por Alberto Huerta

La tarde transcurre con la morosidad de una oruga. Declina sofocada por el calorón y la ropa recién lavada se orea oronda en los tendederos, y el lápiz bicolor da vuelta y vuelta entre mis dedos, girando, buscando las palabras precisas… palabras… bla bla bla. No dicen nada las palabras, mientras avanza la tarde.

El picaporte Por Simitrio Quezada ¿“En dirección a” o “con dirección a”?

Me preguntan algunos lectores sobre la confusión entre las expresiones preposicionales “en dirección a” y “con dirección a”. La primera es correcta, aunque ociosamente elaborada; la otra, sabrá Dios quién la inventó y difundió. “En dirección a” inicia con una preposición que expresa un sentido. “Con”, sin embargo, denota la existencia de un instrumento o un apoyo. Por ello la correcta es la defición del sentido. En ese contexto, “Vicente va en dirección al banco” es una perífrasis de algo tan sencillo como “Vicente va al banco”. * Envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com

I Sucede siempre, me cuesta decir que volveré aunque bien sé que partir es lo único cierto.

V Me enternece mi rostro hablando con las ruinas del viento me hieren las esquinas y sus luces acabadas

II Detengo la intuición de mi muerte para arriesgar una despedida , no quiero cerrar los ojos.

me ha parecido grosera la sonrisa de la calle mientras me alejo.

III Tengo la música de un regreso en mis dos piernas; acordes disonantes son mis pasos, absurda sinfonía -qué absurda sinfonía con las noches de estas calles-. IV Partir es lo único cierto.

VI No me quejo de mis pasos aunque cada uno envejece sin remedio eso es, lamento la tragedia de favorecer mi propio desencuentro. VII Sucede siempre, me cuesta decir que volveré porque no seré yo jamás, el mismo que vuelva -aunque vuelva-.

Río de palabras

Descubro que todas las mañanas un león deja un diente de león frente a la puerta de la casa de mi vecina. Después de media hora sale una gata que se llama Cartuna y sopla el diente de león que se convierte en una ola de esporas. A las diez sale mi vecina con el cabello húmedo, su cabello es una cadena de sortijas que le cae por los hombros y su boca es tan roja como las nochebuenas. A las once regresa el león a ronronearle a Cartuna, ignoraba que los leones ronronearan y que pudieran enamorar gatas. Apenas sale Cartuna el león se esconde. Cartuna viene hasta mi puerta a restregar su afelpado cuerpo mientras con maullidos leves le habla a mi gato inexistente. Entonces imito los maullidos de un felino macho y le respondo. Cartuna propone un par de azoteas, yo me resisto, le digo que mi amo me tiene cautivo y casi seguro que me ha cas-

Por Roberto Galaviz


LA GUALDRA NO. 127 / 2 DE DICIEMBRE DE 2013

Río de palabras

Cempasúchil Por Jorge Koqo García* Recuerdo la última vez que la vi. ¿Lo hueles? No sólo se huele, sino que también se siente. Le toqué las manos por última vez un octubre por la mañana, el clima era más bien húmedo, toda la noche había llovido, yo tenía miedo por los rayos pero ya me había dicho que estaba grande para eso de orinarme en la cama y tenerle miedo a los truenos. Me acuerdo que tomé la taza de atole de guayaba y le di un sorbo. Me gustaba cómo sabía frío. Recuerdo también que mi mamá tenía muchas macetas, había unas flores amarillentas atrás de la casa que olían más fuerte que cualquier otra maceta en el patio. Caminé hacia la estufa y subí el escalón de madera que años atrás había hecho mi abuelito para su casa y alcanzar las cosas en su cocina. Prendí la estufa con algunos de los palitos que quedaban de los cerillos, abría la puerta del patio y me arrimaba al bóiler, prendía uno de los palitos y corría a la estufa llena de hollín y cochambre debido al poco cuidado en la casa. Al salir a prender el palito en el bóiler ese olor me acariciaba las narices, esas florecitas amarillas que había obtenido mi mamá en una rifa de plantas afuera de la parroquia después de la misa de doce y media. Prendí la estufa y calenté el atole de guayaba para mi ma. Abrí la puerta de su cuarto, despacito, me gustaba traer para ella el desayuno y llevarle algunas florecitas que me robaba de una maceta. Entré en el cuarto y ella estaba así, quieta. El jarro se cae, abro los ojos y las flores amarillas que llevé para ella, sudan su olor para mí y la escena. Me acerco, ¿Mamá? ¿Mamacita?... usted no, no me deje. Me quedé toda la tarde sentando al lado de su cama agarrándole las manitas frías. No pude llorar. Cempasúchil, años después supe que la florecita se llamaba así.

Saturnino Herrán. La ofrenda, 1913.

* Cuentista y músico. Nació el 20 de julio de 1990 en Zacatecas, donde actualmente radica. Estudiante de la Licenciatura en Letras en la UAZ.

Nube apenas naranja Por Guillermo Samperio Lo que me ocurre, antes de irme a la cama, en esta mi noche, es que acaba de caerme una ángela en los brazos, quien dormía en una nube apenas naranja. Giró a su derecha y se salió del borde nuboso, se desplomó sin poderlo evitar; ahora la tengo aquí, semidormida. Esboza una media risita mientras y yo le doy sólo un medio beso suave, un casi no-beso. Soy Diana, para ti, dijo. Dije: Soy Guillermo para ti. Estamos iguales. Pero, ahora, lo inconcluso la hace buscar, de mis labios, la otra parte del beso, la cual consigue, un casi sí. A partir de allí nos metemos en la nube abrazados. Fuimos advir-

tiendo, mientras nuestro amor se expandía, que la nube cobraba un tono naranja casi explosivo. Allí, en medio del celestial encuentro y luego de la explosión, la nube se había vuelto violeta oscura; como nuestros labios mórbidos. No sé cuántos años llevo con ella, pero sus clases para ser ángel cada vez las entiendo menos. Pero a ella le sigue interesando hacer estallar nubes con luminiscencias diversas. La que más usa es cuando la nocturnidad nos cubre y miro las maneras en que su cuerpo se contorsiona en la oscuridad. Sobre mi cuerpo es una danza deleitable de brillos.

Mi padre Por Pilar Alba Hace veinte años se fue mi padre y hoy nos llega una carta donde dice que ya murió. Encontraron su cadáver descompuesto en el departamento donde vivió los últimos años. No, no había necesidad de ir a reconocerlo, lo calcinaron y sus cenizas fueron arrojadas en un parque. Hace quince años se fue mi padre y hoy sé que era él quien llamó por teléfono, será el instinto que le llaman, porque primero quise colgar creyendo que era un pervertido, pero algo me detuvo. Sé que era él y no le dije nada, para qué reclamarle o decirle que mi madre había muerto en esa eterna espera que no le permitiera reencontrarse con la vida. Hace diez años se fue mi padre, y hoy en la casa se me salió decir su nombre, mi madre no dijo nada, nunca más ha tocado el tema, pero yo sé que lo espera, cada mañana se viste, se maquilla; termina sus faenas y se sienta junto a

la ventana hasta que llega la noche para al día siguiente hacer lo mismo. Hace cinco años se fue mi padre y hoy pensé verlo afuera de mi escuela, era un hombre alto y hasta pensé que tendríamos un parecido, no sé, en el porte, en la forma de mirar, de pararnos. Agarré valor y pasé por enfrente para ver si me decía algo, para realizar la escena que tantas veces he tenido en sueños. Pero nada. A mi mamá no se lo dije, sé que se agarraría llorando. Ayer se fue mi padre y hoy por la mañana estuve junto a la puerta esperando todo el día para que regresara. Mi mamá no se levantó de la cama, estuvo llorando toda la noche, cuando me asomé a su cuarto tenía la cara roja, los ojos hinchados llenos de lágrimas, no sé para qué hace tanto drama. Yo lo vi, se despidió de mí con su mano, me dijo que ahorita regresaba.


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