SUPLEMENTO CULTURAL
No. 100 - 13 DE MAYO DE 2013 - AÑO 2
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Autor: Juan Carlos Villegas. Técnica: tinta/papel. Medidas: 25 x 22 cm. 2013.
La comunidad gualdreña está de fiesta: este lunes llegamos a la edición número 100. Muy agradecidos estamos con todos nuestros colaboradores que semana con semana hacen posible que este proyecto editorial continúe, y muy especialmente con usted, estimado lector. [En páginas centrales, una entrevista con Avelina Lésper]
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13 DE MAYO DE 2013 / AÑO 2
Y los primeros cien números llegaron, casi sorpresivamente, porque cuando me di cuenta estábamos ya haciendo el número que marca la primera centena de este suplemento cultural gualdreño. Ante este acontecimiento, lo primero que tengo que decir es gracias. Gracias a los más de cien colaboradores que han participado durante casi dos años en la construcción de esta Gualdra querida, porque sí: son más de cien y los recordamos a todos y a todas, y les agradecemos día con día –más de cien veces- el favor de compartir con nosotros sus textos y sus imágenes para que esta viga madre siga sosteniendo este espacio cultural al que dedicamos parte de nuestra vida de manera gozosa. Esta Gualdra sostiene un proyecto editorial en el que tenemos como objetivo acercar distintas manifestaciones culturales y artísticas a todos nuestros lectores. Durante 100 semanas hemos tratado de que el contenido de estas doce páginas sea de su agrado, propicie el conocimiento y disfrute de temas, imágenes y datos relacionados con la literatura, el cine, la filosofía, las artes visuales, tradiciones, promoción de lectura, lenguaje, historia, antropología, gestión cultural, teatro, música, etc. Ustedes, nuestros lectores, cada vez son más en cantidad, pero también son más participativos y propositivos; frecuentemente recibimos sus comentarios y hemos tratado de seguir sus recomendaciones y atender a sus peticiones, siempre con el fin de que este espacio crezca en calidad. A todos ustedes, queridos lectores, muchas gracias por permitirnos entrar a sus hogares todos los lunes. Elegimos los lunes para que La Gualdra saliera –y no los domingos como es usual que los suplementos culturales aparezcan en medios impresosporque son éstos precisamente los días en que los periódicos se leen más. Así, desde hace cien lunes estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para que este espacio de comunicación y divulgación cultural cuente con más seguidores y para que cada semana más personas se involucren en su construcción, con la certeza de que La Gualdra es un proyecto en el que la calidad, el respeto y la libertad de expresión se privilegian.
En La Gualdra tenemos la libertad absoluta de incluir en su contenido lo que nosotros consideramos pertinente. En este sentido, he de agradecer muy especialmente al director La Jornada Zacatecas, Raymundo Cárdenas Vargas, por el apoyo brindado durante todo este tiempo; y también a todo el equipo de sistemas y de producción, que trabaja el doble durante las noches en que esto se imprime. Sandra Andrade –la diseñadora gualdreña- y yo hemos trabajado durante cien fines de semana y he de decir también que tal vez sin su ayuda, llegar a 100 números no hubiera sido posible. Eso de “hemos trabajado” es un decir nada más, porque en realidad hacemos algo que disfrutamos enormemente, y además aprendemos cada semana más de lo imaginado. Es cierto: hacemos lo que nos gusta y eso nos hace felices. En este número 100, la portada es autoría de Juan Carlos Villegas, quien además es el autor de las imágenes del logotipo en portada y de los iconos de páginas interiores: los perros, el cuervo, el castillo, la cucaracha, el búho y la niña de teatro. Muy agradecida estoy con él y con los amigos que en esta ocasión nos mandaron imágenes para ilustrar este número especial: Víctor Ramírez, Alejandra Celis Almanza, Omar Lemus y Alfonso López Monreal –gracias a él pudimos además contactar a Avelina Lésper para realizar la entrevista que podrá usted leer en páginas centrales-. Nos sentimos muy afortunados de tener en esta edición especial a Gabriel Luévano Gurrola, Nelson Guzmán Robledo, Sergio Espinosa Proa, Eduardo Campech Miranda, Marco Antonio Flores Zavala, Andrea Sampedro, Alberto Huerta, Perla Schwartz, Roberto Galaviz, Pilar Alba, Edgar Khonde, y a Carlos Belmonte y Lluna Llecha –quienes a partir de este miércoles 15 estarán mandándonos información diariamente desde Francia: no se pierda las ediciones especiales diarias de La Gualdra en el Festival de Cannes-. Así pues, éste es el número 100 gualdreño, que disfrute su lectura. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
El cielo encima de la noche por Gabriel Luévano Gurrola
100 objetos para representar el mundo por Nelson Guzmán Robledo
Del arte y sus dones [En la centena de La Gualdra] por Sergio Espinosa Proa
Avelina Lésper El arte es una zona de debate por Jánea Estrada Lazarín
Algunas notas visibles por Marco Antonio Flores Zavala Cien por Eduardo Campech Miranda
Desayuno en tiffany’s, mon ku. por Lluna Llecha y Carlos Belmonte Castillo de sal si puedes por Andrea Sampedro
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Para la Gualdra 100 por Perla Schwartz Como la piel que muda la serpiente por Alberto Huerta El cómplice, el perseguidor. Arte y poética en Julio Cortázar por Brisia Leticia Luna Reyes / UAZ Las cien palabras por Edgar Khonde Mariquita por Pilar Alba Álbum mínimo de 100 besos por Roberto Galaviz
Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
11 12 Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
13 de mayo DE 2013
El cielo Por Gabriel Luévano Gurrola encima de la noche más o menos lo mismo. Volteó hacia arriba. Una luna color marfil quemado lo saludaba en silencio. Entonces se acordó de Neruda y que asimismo fue residente en la tierra. Ya tenía algo que decir sobre el personaje que le interesaba para su colaboración. Escribió, repitió en voz alta como epígrafe: “Hay un país extenso en el cielo con las supersticiosas alfombras del arco-iris y con vegetaciones vesperales: hacia allí me dirijo, no sin cierta fatiga...”. Antes que cronista y monarca, Alfonso X, llamado el Sabio, es recordado por astrólogo. Pero antes de llegar a eso, decidió, primero los datos biográficos: Nacido el 27 de noviembre de 1221, muerto el 4 de octubre de 1284 de “dolor de ánimo”, fue hijo del Rey Fernando III, el Santo, y de Beatriz de Suabia, princesa de Alemania. Sus reinos: Castilla, Toledo, León, Galicia, Sevilla, Córdova, Murcia, Jaén y Algarbe. Se casó con Doña Violeta de Aragón, hija de Jaime el Conquistador, quien lo abandonó bajo pretexto del incumplimiento de las reglas de sucesión a favor de sus nietos; durante sus prolongados viajes, el hijo de Alfonso, Fernando, se encargaba del gobierno. Murió éste y el poder recayó en Sancho, el segundo hijo. Esto provocó las desavenencias familiares. En 1252 hereda sus reinos, y en ellos, según se sabe, las luchas contra los moros pasarán a un segundo plano. Al contrario, el Rey Sabio se hizo de un séquito de pensadores que lo auxiliaron en las decisiones políticas y las traducciones del árabe que se llevaron a cabo durante su gobierno. Entre las principales virtudes que revistió cabe señalar la tenacidad (peleó el trono de Alemania durante dieciocho años), la sencillez y sobre todo, la sinceridad, percibida en las cantigas, por e emplo, donde confiesa sus defectos, entre los cuales se hallaba la ausencia de mando...
Descansó un momento. Evitó mirar a la ventana encendida por temor a encontrarse de nuevo con la mirada inquisitiva y reprobatoria de Rebeca; se apagó. Las obras, por fin, siguió enumerando: Las cantigas en las que siguiendo la tradición de Berceo, es un compendio de milagros o leyendas marianas. Obra polémica donde la madre del creador es descrita, en ocasiones como demasiado humana, o por medio de una sensibilidad poética insólita. Alfonso compara, por ejemplo, la virginidad de María con un cristal atravesado por la luz solar, sin quebrarse. Algunos estudiosos sostienen que la métrica y
Omar Lemus, Te esperé con tus pijamas, acuarela,tinta/papel, 30 x 25 cm., taller La Nochería, Fresnillo, Zac.
música de las composiciones son de origen árabe. Para el monarca y sus súbditos, el regazo de la virgen es un refugio de los males (pestes, locura, desorden) que habitan el mundo. La idea del locus amoenus está presente...
Siguió el lapidario, la crónica general, los libros de astronomía. Había llegado a lo que más entusiasmaba su imaginación: El más famoso de estos últimos sea quizá, Las tablas alfonsinas. Basado en las teorías de Tolomeo y AlZarqali describe la posición de las estrellas y constelaciones, entre ellas, la Osa Mayor, la Menor, la Mujer sentada en una silla. También explica cómo adelantarse a los eclipses de sol y luna, alaba la sabiduría de Dios en el acomodo del cielo y sobre todo, nos invita a imaginar para prever.
¿La mujer sentada en una silla? En cuanto a los astros, cada quien ve lo que quiere, mas la imagen le parecía una tomadura de pelo. Buscó y requisó en las estrellas una evidencia que le permitiera aceptar que su artículo y todos los escritos anteriormente, sufriendo los amagos desquiciantes de quien seguramente ya dormía, valían aunque sea un cúmulo de sinceridad. Detuvo su pensamiento con premura: ¿acaso se estaría convirtiendo en lo que tantas veces el mundo le había dicho que fuera, un pedazo de carne, una nulidad en el cerebro, un sin memoria, un sistemático número que engrosara las listas de los verdugos de la imaginación? Supuso entonces que el primer cielo, aquél que logramos otear desde la conduerma visible de los deseos y que tibiamente espacia las estrellas en las pestañas, era finito. Poseía límites, por ejemplo, el día, el fuego, la luz eléctrica, la estratósfera, la ceguera, la cursilería.
Literatura
“No existen las profundidades”: de tanto mirar el cielo había llegado a esa conclusión. Para él, la experiencia de lo profundo se podía fingir al meter los dedos en un saco de pedrerías. Tras el burdo remedo de tela, áspera, venía el solaz de los dedos entre la molicie; una prístina caricia de la tersura. Se llegaba en esos casos, y con la mano, a un simulacro de la profundidad de la tierra: el lapidario, recopilación de las piedras y sus bondades, ya descritas por Aristóteles y el sabio Abolays. Ejemplos: la piedra coral, regida por Tauro, cuyo molimiento cura a los que escupen sangre y no pueden orinar; la piedra del sueño, ligada a Géminis, utilizada para dormir a los insomnes y anestesiar a los pacientes de los cirujanos; el cristal, la esmeralda, etcétera. Todo junto, en un saco grosero. A veces, como la mano, metía la cabeza en el sayo que era su cuerpo y veía latir su corazón. También ahí, entre las costillas, los espacios de gangrena espiritual y la sonrisa otrora comprensiva de Rebeca, creía en la profundidad. Sin embargo la sensación duraba poco. Ahora se daba cuenta, al buscar acomodado en el escritorio la inspiración para su siguiente artículo (destinado al suplemento que alcanzaba los cien números y que versaría en el que es considerado el padre de la prosa castellana, Alfonso X), que Rebeca lo contemplaba. Percibió la mueca de disgusto como un cataplasma adherido al rostro, a guisa de molusco. Cuando la conoció, Rebeca era una muchacha alegre que no escatimaba las alabanzas al amor despreocupado y sencillo, aún en las sombras intermitentes de la pobreza económica por la que pasó el noviazgo. No iban al cine, sino que se contentaban con sentarse en una banca de algún parque feliz y ella lo veía sin decir palabra escribir los primeros esbozos de una novela frustrada. Había rechazado los helados y las palomitas para que consiguiera los libros necesarios para su estudio. Ahora ella lo veía distinto, y él imaginaba el reproche íntimo por no haber elegido cursar una licenciatura lucrativa: relaciones internacionales, administración o cosas así. No contaban con una casa grande era cierto, ni con un carro, ni los invitaban a fiestas, pero les quedaba el cielo y eso no parecía motivo suficiente para perdonarlo. Salió al patio. Sentado en la tierra no tenía tiempo que perder. Quiso comenzar: sobre las rodillas el block en limpio, la pluma inmóvil, la mente
No. Existía un segundo cielo, una segunda noche superior a la que coronaba la frágil tierra. En ese universo, habitaría la mujer que se sentaba en una silla para recordarnos que vemos lo que queremos, y queremos lo que nos hace olvidar. Alberti creyó que el tiempo era una calle infinita. Igualmente, la segunda noche, infinita, guardaría secretos vedados a los ojos de los simples. De sopetón, se daba cuenta de que disfrutaba escribir las mismas líneas de la faz de Rebeca en sus cuadernos, para destrozarle el mostrenco hermetismo. Disfrutaba escribir los artículos del suplemento como si fuera un taumaturgo, o más bien, un amanuense de la corte de Alfonso el Sabio. Muy probablemente el peor, aherrojado en su simplicidad a ocho siglos de distancia extraviada. Pero parte del séquito al final. El soberano se le presentaba como un ser sensible que soportó los comentarios que lo tenían por inútil, poco viril, por dedicarse al conocimiento, por pulir aquel castellano aparecido en una glosa. La Gualdra sería entonces un logro, heredero de la ensoñada y posible (muy posible) tentativa alfonsina de volver a la cultura el motor primero de nuestras vidas. La Gualdra era cien estrellas cintilantes, era cien maravilladas bilis de planetas, era cien futuros lejanamente próximos, era cien mujeres encima del cielo, el cielo encima de la noche... Con esta frase terminó: “encima de la noche”. Cerró la libreta, sintió el dorso gastado, entró a la casa, paladeó el aire tibio, vio la cama, se deslizó sin hacer ruido, no cenó, Rebeca dormía (ahí su espalda), se arrebujó entre las cobijas, acarició un respaldo de un mueble junto y se quedó dormido.
LA GUALDRA NO. 100
100 objetos para representar el mundo
Literatura
Por Nelson Guzmán Robledo
Gustave Doré, Rosa Mística (Detalle)
Cuando la Nasa envió las sondas Voyager al espacio, tenía una misión específica y otra accidental. La primera era fotografiar y enviar información sobre el sistema solar exterior; la azarosa, consistía en proveer a las sondas con información de nuestro planeta y nuestra especie por si acaso vida inteligente llegara a encontrarlas una vez que éstas abandonaran el cinturón de Kuiper. Esto inspiró al cineasta inglés Peter Greenaway (autor de filmes de culto como The Baby of Macon, The Pillow Book, Prosper books, etc.) a realizar una instalación con la proyección de 100 objetos que representaran al mundo humano. La lista tiene un sentido y un discurso, que más vale no explicar aquí, y a la que remito al lector interesado en explorarla (en internet es factible). Por mi parte, prefiero ofrecer en este espacio la lista que he elaborado por ocio y entretenimiento, que sin duda está inspirada en la del célebre cineasta y que de cierta forma le rinde homenaje. La lista no es arbitraria, aunque desde luego no todas las asociaciones que pueda despertar han sido previstas. Éstas serán obra del lector, a quien por ello agradezco el enriquecerlas.
1. El color negro. 2. El océano golpeando la playa. 3. La fauna abisal. 4. Un incendio forestal nocturno desde la distancia. 5. El Tao. 6. La rosa mística de Dante dibujada por Gustave Doré. 7. La luna menguante en el alba. 8. El Sol. 9. La piedra blanca de Aramara. 10. Huellas de manos humanas. 11. Una hoguera. 12. El Enuma Elish. 13. Un escorpión. 14. Las nubes cirros. 15. Un manantial. 16. Un eclipse. 17. El esqueleto de Lucy. 18. El Aleph. 19. El yin y el yang. 20. Una secuoya 21. El coito. 22. Un caracol. 23. Un reloj de arena. 24. Tablillas en cuneiforme. 25. Un diente de León. 26. Un reptil. 27. La diosa Kali. 28. El códice Borgia. 29. Un Faro de las costas de Bretaña. 30. Un trirreme. 31. Saturno. El perfil de un venado 33. Las pinturas del pozo de Lascaux. 34. Una amanita muscaria. 35. Una espiga de trigo.
36. El santuario de Eleusis. 37. El ejército de terracota de King. El ár ol de las efirot 39. La estrella Antares. 40. El Corán impreso en caracteres arábigos. 41. Fuego de San Telmo. 42. Un tigre. 43. El Plenilunio. 44. El autorretrato azul de Vincent van Gogh. 45. Un viñedo. 46. Un Ibis. 47. Un molino de viento. 48. Un cuervo. 49. La cruz. 50. Un cuervo sobre la cruz. 51. El osario de Sedlec. 52. Cumulonimbos. 53. Un arpa. 54. El caballo del ajedrez. 55. Un gramófono. 56. La constelación de Orión. 57. Una mano escribiendo. 58. Una bicicleta. 59. La luna menguante después de medianoche. 60. Un dodo. 61. Una gota de leche diluyéndose en el café. 62. Una orgía. 63. Una imprenta. 64. El cráneo de Newton. 65. La guillotina. 66. Una locomotora. 67. La momia de Ramses II. 68. Una escafandra.
69. Un daguerrotipo. 70. La fotografía del Leng-tché. 71. Un infectado de viruela. 72. El presunto retrato de Lautremont. 73. Electrocouting an Elephant de Tomás Alva Edison. 74. El 13 de mayo de 1913. 75. La fuente de Marcel Duchamp. 76. Un estadio de futbol lleno. 77. Moscas. 78. Una plataforma petrolera. 79. El cachalote. 80. Un álbum de retratos post-mortem. 81. Un caleidoscopio. 82. Una aurora boreal. 83. Una bombilla eléctrica. 84. Dos espejos de frente. 85. El cráneo de Yorik. 86. La máquina conque T. S. Eliot escribió The Waste Land. El e anence álico oto rafiado por Alex Grey. El final de una partida de Go 89. El Empire State. 90. Asterión. 91. Estalactitas. 92. Una anguila. 93. Las fosas de Katyn. 94. Un ordenador portátil. 95. El Enola Gay. 96. Ruido estático en una pantalla de T.V. 97. Una crisálida. 98. El océano golpeando la playa. 100.
13 de mayo DE 2013
Del arte y sus dones [En la centena de La Gualdra] Por Sergio Espinosa Proa
Arte y filosofía
Definitivamente: lo que da el arte es noticia de la belleza. Pero “noticia” es palabra escurridiza por lo demasiado evidente. Los artistas no son reporteros que recaben y redacten información del reino de la belleza para disfrute de lectores expertos o inexpertos. No hay, en primer lugar, un reino de la belleza. No se llega allí para volver con un baúl de fotografías, mapas, souvenirs, historias, ejemplos, baratijas, muestras y memorias. La belleza no es un reino, ni siquiera un país. Con énfasis: no es un lugar. No conforma un mundo. Esto es, al menos, lo que pienso, pero ¿cómo puedo asegurarlo? ¿Es necesario? Si lo fuese, tendría que comenzar ofreciendo definiciones. Y éstas, ¿qué son? Jaulas para pájaros. Portaobjetos. Trampas para roedores. Cajas de herramientas, en el mejor de los casos. ¿Y si la belleza remite a todo aquello que una definición no encuentra el poder de contener? Bella es, para empezar, la posibilidad de que algo así tenga derecho a la existencia. Que algo no exista en virtud de ser necesario: allí comienza el presagio de la belleza. Una respuesta posible a la pregunta final (o inicial) de la metafísica —¿por qué hay algo, y no mejor nada?— sería: porque su juego es bello. El juego del ser y de la nada, del algo que es —en su etimología— lo otro dentro de lo mismo. Aliquid. Esto está invadido por no nada más esto. Ya es algo. Sea, pero, ¿bello? Es la respuesta de Yahvé a Job: tú me pides coherencia ética, yo te respondo desde el horizonte (estético, artístico) de un Creador. ¿Ha sido “ético” crear el mundo tal como ha sido creado? Pretenderlo sería tanto como exigir que todo cuanto existe exista para usufructo de una sola de sus figuras: a saber, el hombre. Crear el mundo con el fin de rendir justicia a una sola de sus creaturas habría sido posible, pero ¡vaya espanto de mundo! Así que el arte rinde noticia de la belleza, que sin ser una parte o una zona o la totalidad del mundo nimba todas las cosas —todas, incluidas las terribles o decididamente feas— de un halo especial, de un aura, de una gracia. No significa esto que la belleza sea un añadido del
Fotografía: Víctor Ramírez
hombre a ciertas cosas, ni que en sí mismas existan ciertas cosas bellas, objetivamente bellas. Es justamente el anuncio de que hay algo más —o algo menos— que sujetos y objetos, algo que no está sujeto del todo, que aún no se suelda al objeto, que permanece libre, flotante, irresuelto, expuesto y destronado. Y lo mismo habría que decir respecto del objeto: la belleza nimba el inasible antes de sedimentar en objeto, en utensilio, en servicio doméstico, en fijeza, en franca disponibilidad. Bello es que, una vez conformado, el objeto se inconforme. Bello es que un sujeto, antes de sujetarse, vuelva los ojos a la ausencia de mundo. ¿Cómo sería tal inversión posible? La ausencia de mundo es la muerte, pero la muerte anterior y no posterior a la existencia. La muerte, podríamos remarcar, interior a la existencia. El surrealismo no se equivocó en este punto: la belleza desborda —y lo desborda por fuerza— el campo de la conciencia, o, mejor, de lo concebible. Como los marcos de muchas pinturas, son más bellos que aquello que enmarcan. El concepto es un contenedor, pero la belleza está en el fracaso de todos los conceptos, en el derramamiento y la desbandada de todos los objetos.
Puede ser, pero ¿qué estatuto ontológico le corresponde a esta anterioridad interior de la muerte? ¿Es que ella existe como existe el cielo, el mar, los astros y los colores de la tierra? ¿Qué significa que la muerte invada a los existentes sin ser propiamente nada y que, encima, les otorgue ésa su gracia desolada? Significa, me parece, que no tenían obligación de ser. Pero ¡he aquí que son! Fugazmente, pletóricamente. No serían lo uno sin lo otro. La belleza se presiente cada vez que un sujeto siente que no tenía necesidad alguna de ser y, como contraparte, cada vez que un objeto retrocede hasta el grado cero de su objetividad. Y, en este punto, en cambio, da la impresión de que el surrealismo erró el tiro. Su deseo no era retornar a la noche, como muy nítidamente percibió Ferdinand Alquié en su Filosofía del surrealismo, sino forzar a que “las fuerzas de la noche se manifiesten durante el día”. Quizás, pero ¿de qué modo reconocerlas? ¿Son, por ventura, fuerzas? ¿No designan, por el contrario, el abandono y —cuanto más— el recargarse de las fuerzas? No las fuerzas de la noche, sino el anochecer, el decaer, el interrumpirse de las fuerzas. Su final. Potencia de la impotencia, presencia del no poder más.
¿No es esto una imagen posible de la belleza? E lucevan le stelle… Si el arte da noticia de la belleza —la gracia, la gratuidad, la fragilidad indemne de todas las cosas— es porque no hay otro modo de lograrlo. No nos da una “imagen” de la belleza; nos da un presagio, un pequeño temblor, una como incomodidad, un ínfimo aunque perdurable trastorno. ¿De dónde procede? De la incapacidad de poseer la belleza. Que la fuerza no lo pueda todo: he ahí el secreto. El arte nos da noticia de la belleza, pero ni la belleza es siempre lo que de ella se esperaría —la belleza es insólita, terrible, inapropiable— ni el dar noticia consiste propiamente en proporcionar alguna información fiable y verificable. ¿Servirá de algo, además de darnos a entender que no todo sirve para algo? ¿Da algo más que la sensación de que absolutamente todo cuanto existe es un regalo en la medida en que no tiene ninguna necesidad de existir? La belleza no está en ninguna parte —y se encuentra en todas— porque procede de la súbita, momentánea retirada del mundo, sus exigencias y sus ilusiones, sus sacrificios y sus recompensas. ¿Arte? Exceso que desiste.
LA GUALDRA NO. 100
Arte y crítica
Avelina Lésper El arte es una zona de debate Por Jánea Estrada Lazarín* Platicamos con Avelina Lésper en Zacatecas, a propósito de su visita para entrevistar a Alfonso López Monreal, uno de los dos zacatecanos seleccionados –el otro es Manuel Felguérez- en el proyecto encabezado por esta crítica de arte “El Milenio visto por el arte”, en el que participarán 34 pintores de todo el país. Compartir el pan y la sal con esta mujer inteligente y polémica fue toda una experiencia: primero, porque conversar con seres inteligentes y lúcidos es un privilegio; segundo, porque hoy por hoy, Avelina ha puesto el dedo en la llaga al hablar con franqueza sobre lo que desde su punto de vista es el arte y lo que no lo es –o lo que ella llama arte falso-. De sumo interés resulta para todos quienes de alguna manera estamos involucrados o en la creación o en la divulgación del arte y la cultura, conocer que existen opiniones bien fundamentadas, mordaces en ocasiones, pero francas. Es lógico, además, entender que aquéllos quienes se autonombran artistas contemporáneos no concuerden con sus opiniones, porque los confronta con una realidad que puede ser dolorosa: el arte es arte y punto. Lo cierto es que en Zacatecas adolecemos de autocrítica y de crítica en sí –en el país entero, dirán algunos-, y actualmente tenemos un panorama espeluznante: todo aquel que “cuelgue” una obra, que haga una instalación –así sea un cúmulo de cachivaches sin sentido-, que participe en un performance, o realice un video –aprovechando las tecnologías a la mano: celular, Ipad, Iphone, etc.- se “gradúa” como artista. En este contexto, comenzamos a comentar con Avelina que en Zacatecas no hay una escuela formal de Artes Plásticas, pese a la proliferación de jóvenes interesados en hacer una carrera profesional en esta área… Foto: Alfonso López Monreal
Avelina Lésper: Eso sucede porque para el Estado, nunca ha sido una prioridad la cultura y mucho menos el arte. En el saco de cultura meten de todo, hasta cosas aberrantes como “la cultura del narco”… pero el arte ni siquiera lo consideran como algo indispensable. Jánea Estrada: Por eso en Zacatecas la gente que quiere estudiar artes plásticas se va a otros lados, o se queda aquí y es “muy fácil” que una vez que ha decidido ser artista, éste pueda exponer en prácticamente cualquier lado. AL: ¡Uy! Una de las cosas que más pronto mutila a un artista es la exposición rápida. Alguien que expone de inmediato comete un gravísimo error
en su carrera; porque entonces el artista asume que su obra está ya acabada, que ya encontró un lenguaje y un estilo como para estar exponiendo. El arte debe meditarse mucho y cuando no se hace, se exponen errores y se va construyendo una carrera sobre los mismos errores, éstos se vuelven vicios y al rato no hay manera de que los saques de ahí. Diez años o veinte puedes cometer el mismo error. Es terrible.
ni hay atajos. El arte si algo requiere es tiempo, por eso es un problema el mercado del arte ahorita, porque exige que las obras se entreguen al vapor; ningún artista puede estar entregando 40 obras al año… ni pensarlo. Esa prisa por satisfacer el mercado, por lanzarse como “valor joven”, esa prisa por “tengo que hacerlo ahorita porque si no ya no seré joven”, es absurda. La juventud no es un valor en el arte.
JE: Súmale a eso la contribución de la mercadotecnia a la “construcción” de artistas, ahí está el caso de los Young British Artist… AL: [Ríe] Sí, pero cuando se tienen 23 o 24 años, o se acaba de salir de la carrera empieza apenas el proceso de aprendizaje y en el arte no hay prisas
JE: ¿Qué tipo de valores persigue el arte? AL: El arte tiene valores estéticos, de lenguaje, de calidad, de técnica… No es como un concurso musical para aficionados, ni como ser actor de telenovela… Y pretender que la juventud es un valor es la causa de que existan “artistas instantáneos”; creer que
el taller o la escuela te vuelve artista es un error, porque ahí se dan bases elementales para que puedas ser un profesional del arte en un momento determinado. Mucho después. JE: Pero ahora los curadores y los galeristas también influyen mucho en esta especie de prisa… AL: Claro, pero entonces el creador empieza a tratar de cubrir las expectativas impuestas “voy a hacer esto porque es lo que les gusta en tal museo para que me expongan”, o “voy a hacer esto para que se venda”, y dejan de lado la construcción de su propio lenguaje, y se olvidan de que lo más importante es saber composición. Puede tomar una vida saber composición, ya después preocúpate por el tema y el lenguaje…
13 de mayo DE 2013
JE: Lo mismo pasa con los artistas en las bienales o en los concursos para obtener becas… AL: ¡Ah, no… olvídate! Un artista malo al que además le dan una beca en el FONCA es un artista castrado como artista, mutilado de por vida. Lo peor es que se la creen. Recientemente en la Zona MACO estaban tres becarios del FONCA, era de risa loca lo que hacían, era como el rincón del Kindergarten: uno llevaba -literal- un microbio en una caja, ahí estaba, aburridísimo con su microbio; otro hizo un rompecabezas, imprimía imágenes digitales y la gente armaba el suyo; y la otra hizo dizque una imprenta móvil que era nada. Ya están becados, en Zona MACO y la gente está ahí viendo sus obras y dicen ellos: “Están interactuando con el trabajo”, y yo les digo: No, espérate, están interactuando con un rompecabezas, esto no es trabajo ni es nada y muchísimo menos es arte. A estos chavos ya les hicieron un daño enorme, están becados, en un evento internacional, y hacen naderías. JE: Los artistas contemporáneos dicen que su prioridad ya no es causar placer estético, sino propiciar una experiencia de conocimiento… AL: Cuando dijeron eso volvieron al arte estúpido, casualmente… El proceso estético es un proceso intelectual. Llegar a la belleza no es casualidad ni es un asunto gratuito. Es un proceso intelectual larguísimo y estamos hablando de cientos de años de evolución y civilización para llegar al concepto de belleza y para poder crear belleza; ésta como tal es conocimiento puro. Que digan ahora que una obra genera reflexión y que tiene un mensaje, no la vuelve obra de arte; porque mensajes hay en todos lados: en la televisión, en un volante, en un periódico. Recuerdo la obra de otra chica de la zona MACO que tenía unas cubetas con agua, con
las que representaba un mapa del D.F., y su obra pretendía que tomáramos conciencia de que somos una ciudad lacustre a la que le falta agua… Yo le dije ¿Tú crees que esto cambie la condición de cubeta con agua? Porque entonces quiere decir que el arte lo hacen las palabras y no los hechos; ella me hizo una explicación larguísima, pero su cubeta con agua sin explicación seguía siendo una cubeta… El arte es un hecho concreto, que no requiere explicaciones, es un proceso individual en el que se enfrentan el espectador y la obra. Si necesita una cédula esa cosa no funciona como arte. Y el hecho de que tenga una buena intención y un buen mensaje no va a transformar una cubeta en otra cosa: es una cubeta. JE: Bueno, pero también se dice que en el arte contemporáneo lo que más importa es el proceso… AL: Y volvemos a lo mismo, casualmente cuando el arte dejó de tener proceso resultó importante éste. ¿Ahorita un ready made puede ser una obra de arte? Porque en Zona Maco también había unos zapatos con unas cadenitas dentro y eso costaba 5 mil euros… ¿en eso es importante el proceso? Es mentira. Ve por ejemplo el proceso de las obras de Alfonso, es larguísimo: hace bocetos en placas de aluminio, les pone encausto, utiliza serigrafía… es sólo un boceto, porque lo importante para el artista, para Alfonso, es el resultado; a la hora que está la obra terminada lo que hizo con el boceto, el trabajo que le invirtió, resulta irrelevante si no obtuvo el resultado esperado. El arte son resultados, la obra al final es eso nada más: lo que lograste concluir. Como público me interesa conocer qué hay detrás de una obra, pero cuando la tengo en frente lo único que importa es esa primera impresión. Ya la historia que hay detrás la averiguarás o no, pero ese primer encuentro es lo fundamental. JE: Te pregunto todo esto porque a mí, como espectadora, me interesa entender qué es lo que sucede con el arte contemporáneo… AL: De verdad no hay nada qué entender: son simplezas sobrevaloradas. No hay nada qué entender en una pegatina en el piso o en la pared, en una jerga mojada en el piso… son simplezas, elementales, carentes de inteligencia. Que no nos pidan que entendamos algo que ni el mismo autor entiende.
seriamente. Porque tú no le puedes decir a una persona que tira su ropa sucia en la sala de un museo si eso está bien hecho o no; no le puedes decir a Teresa Margolles que sus fotocopias encuadernadas están bien o mal hechas… los así llamados artistas contemporáneos rompen parámetros de calidad, obviamente, para poder meter cualquier cosa, lo folclórico y lo kitsch…
JE: Se vuelve una situación muy interesante porque en muchos años, por primera vez tú te atreves a decir: “No, esto no es arte, y atrévanse ustedes también a afirmarlo”. Porque en esta época si en una exposición decimos “No es arte o es arte falso” puedes ser catalogado como ignorante… AL: Claro, es como todo en este país, si tú tocas intereses te vuelves un peligro, y aquí estamos hablando de dinero. Esto pervirtió el mercado del arte; éste es fundamental. Los procesos de creación artísticas son complicados y las obras tienen sus propios parámetros de venta, esto es indispensable: no es lo mismo vender algo producido en serie que vender un producto único. Una pintura es única, requiere de un proceso largo para terminarla, requiere materiales, etc. Luego llegan estas personas y dicen un mingitorio de Duchamp puede costar lo mismo o más que una pintura, el mercado se pervierte. De un día para otro hubo muchísimo producto. Se rompe la balanza, ahora meten a los artistas a los museos para que veas cómo éstos hacen una obra todos los días… Como Wilfredo Prieto que una de sus “obras de todos los días” fue orinarse en la sala del museo…
JE: ¿Todo es folclórico y kitsch? AL: Pues tú nada más ve lo que hace Betsabé Romero, es folclórico y kitsch; lo de Margolles es lo más folclórico, porque en México hasta el narco es folclor, suena horrendo, pero así es: su música, su parafernalia, su arquitectura… es kitsch, y que ella lo retome es kitsch y folclórico entonces, absolutamente regionalista, por eso su obra se ve como eso, como algo folclórico nada más, como una película de los hermanos Almada…pero ellos por lo menos son auténticos, no se creen Pasolini, ni son pretenciosos. Quiero aclarar, lo folclórico no es malo cuando se le sitúa como tal en su justa dimensión.
JE: ¿Entonces, Avelina, todo lo que se hace en el arte contemporáneo es malo? AL: Mira, lo que pasa es que el arte contemporáneo es un estilo indefinido, se enojan mucho porque yo le llamo “Estilo VIP” (Video, Instalación y Performace). Es además un estilo colonizador, que se gestó en Inglaterra y en Estados Unidos y se vino a imponer al resto del mundo, ellos imponen porque son los reyes del mercado y esto es un asunto de dinero. Además es un estilo muy concreto, si tú haces un video con imágenes en movimiento, con un guión interesante, muy bien hecho, eso no es arte contemporáneo: tiene que ser una toma fija con una señora barriendo durante media hora, por decir algo, para que lo sea… esto es un ejemplo de lo absurdo que puede ser este estilo. Entonces sí, si lo que se hace cae en este estilo, definitivamente es malo. Ahora, que hayan usurpado el término contemporáneo es otra cosa, porque la pintura que se hace ahora es contemporánea, pues lo contemporáneo un asunto de tiempo. La diferencia son los rangos de calidad entre lo que hacen los llamados “artistas contemporáneos” con los que actualmente están haciendo pintura o gráfica
Arte y crítica
JE: Bueno, eso es cuando hay una capacitación previa, cuando se va a la escuela, o cuando de manera autodidacta dedican tiempo a su formación, pero muchos artistas ahora al parecer, no requieren eso… exponen y ya. AL: Una exposición no te vuelve artista. Así como publicar un libro no te vuelve escritor, alguien puede estar financiando sus propios libros cada año e incluso hasta se ganan premios siendo malos escritores…
JE: De acuerdo… ¿eres consciente de que este tipo de afirmaciones te han convertido en una mujer muy controvertida? AL: Sí, en Zona MACO me andaban sacando, un galerista me dijo “Si ya hiciste tu nota ya salte de aquí”… [ríe] ¿No te encanta? ¿Pues qué no es el “arte de la reflexión”? Contestatario y no sé qué, pero no hay libertad de opinión…
JE: ¿Es verdad que tú consideras que sólo la pintura es arte verdadero y que además sólo lo figurativo es bueno? AL: No, es un falso mito. Yo hablo bien también de pintura actual, no sólo lo del pasado es bueno; y hablo de abstraccionismo… Ahora, la crítica no es para complacer a la gente, si quieres hacer crítica tienes que atreverte a decir cosas. Y mucha gente hace “crítica” complaciente para quedar bien. A mí no me interesa eso, es que hacer crítica no es un concurso de popularidad. Se ha hecho mucho daño al arte, al artista, a los museos y a la sociedad misma por no decir las cosas como son. Si ellos –los contemporáneos- no tienen escrúpulos para mentir, defraudar y pedir miles de euros por un montón de tapetes para limpiarse los pies, menos voy a tener escrúpulos yo para decir categóricamente que eso no es arte.
Avelina empieza a publicar en el año 2008, y de acuerdo a sus palabras, no tiene miedo de decir y hacer lo que hace: hablar con claridad sobre lo que ve y cómo concibe el panorama del arte. Es una mujer feliz, disciplinada, vegetariana, hace dos horas diarias de yoga, trabaja todos los días; es incansable, aguerrida, y no le causa molestia lo que los demás opinen sobre su trabajo, pues, como bien dice: “El arte es una zona de debate, no es para conciencias sumisas y parte de un punto de rebelión: modificar la realidad. Durante muchos años se volvió un lugar de somnolencia, ya no había debate, todo estaba asimilado, nadie se atrevía a decir lo que pensaba. Sucedió un fenómeno muy raro, la filosofía se quedó pasmada ante el avance científico y los filósofos se dedicaron a darle sentido a las cajas de Orozco…”. Hacía alta una Avelina ue nos pusiera a re e ionar
* En el 100 de La Gualdra
LA GUALDRA NO. 100
Algunas notas visibles
Por Marco Antonio Flores Zavala
Promoción de la lectura
La genealogía de La Gualdra puede remontarse a múltiples acontecimientos, como la bicentenaria libertad de expresión, concedida en Cádiz, y cuya efeméride tuvo un número temático en el suplemento. Allí escribieron dos estudiosos del tema: Mariana Terán y Eduardo Jacobo. Los genes primarios pueden situarse en la emergencia de los primeros impresos hechos en Zacatecas, en el invierno de 1823-1824. De la máquina primero emergieron grabados, no grafías. En La Gualdra se ha mostrado, equilibradamente, la imagen y la palabra. Están las colaboraciones de Abraham Orozco e Ivanko Moses. El referente de la especialidad cultural puede tenerse en El Pasatiempo (1829). Esta publicación es-
tuvo dedicada neoclásicamente para instruid y deleitar. El método propuesto fue la lectura. Se hizo siguiendo recomendaciones proporcionadas en el libro del francés Nicolás Jamin (siglo XVIII). La fusilería a Jamin la ha estudiado mi dilecta amiga, Alba Citlali Córdova. Ella es asidua comentarista del suplemento en Facebook. Además, La Gualdra contiene una columna que trata los hechos de la lectura; las entregas son de Eduardo Campech, un reconocido libropesia (el término es de Quevedo, no de Manguel). Las variadas formas de consumo dan cuenta de una publicación adaptada a los nuevos modos de adquirir los periódicos. Si antes, años ha, se requería de mecenazgos (suscripciones con pago adelantado) o
de la racional compra de periódicos científicos y artísticos. Ahora La Gualdra tiene publicidad, hay interesados adquirentes del impreso y la encontramos en las canastillas para leer de las microesferas snob (el término no es peyorativo, compréndase en su origen burgués: s/nob: sine nobiliarium), como La Acrópolis, el estar baks, enlapunta delcielo, el sampatricio, labodeguilla y las bibliotecas públicas. Aunque inserta en La Jornada edición Zacatecas, La Gualdra circula profusamente en la Internet. Allí se multiplica, porque se comparte o se lee en una página que no es nuestra. Sé que Omayra López, la investigadora más seria de la devoción religiosa en Plateros, sugiere La Gualdra a sus alumnos de la Universidad de Ciudad Juárez. Ya conozco a los estudiantes
de letras de Aguascalientes que la recomiendan. Ellos son parte de quienes hacen la distribución en la red. La Gualdra es un volumen donde se proyecta el nivel de cosmopolitismo intelectual que permea en el espacio público regional. Es un medio donde se sostienen diferentes tradiciones textuales, como los relatos literarios, el ensayo, el artículo periodístico, la entrevista, la reseña cinematográfica, la enseñanza lingüística, las intimidades de un localio, la opinión culta, la poesía, la fotografía y la reproducción de grabados y obra plástica. Si bien La Gualdra no es el corazón de la cultura en Zacatecas, sí contiene parte del cerebro y del adn que perfilan la libre actividad cultural de la región.
otros conceptos). Cien veces, o más, vi a los Teletubbies en la primera infancia de mi hijo. Cien pasos ya es película y no sólo una medida de longitud. Cien años de revolución olvidada, aún con sus Cien días que conmovieron al mundo. Cien orgasmos diarios tiene una mujer británica. Cien días el primer pretexto gubernamental para hacernos creer que las cosas cambiaron. Cien, cien, cien. Cien mentiras
(aunque hay más) que valen la pena nos dice aquel poeta, el cual también aconseja, que si queremos vivir cien años, no vivamos como él. Ahora, al pasar de los años, el cien vuelve a ser un reto: cien abdominales, cien lagartijas, cien sentadillas, cien asuntos que atender, cien páginas de lectura semanal como mínimo, cien pesos que deben alcanzar como si fueran quinientos.
Cien
Por Eduardo Campech Miranda
El número cien me parece, después del siete, un número enigmático, emblemático. De alguna manera recuerda a los castigos escolares: Escribe cien veces en tu cuaderno, “debo cumplir con la tarea”. A partir de ahí Cien fue siempre algo inmenso, inconmensurable. No sé si porque no tenía bien afianzada la noción de cantidad o porque al momento de dormir contaba borregos y quedaba atrapado en los brazos de Morfeo mucho antes de llegar a cincuenta. Cien también era la imagen de Carranza en tono morado. Imagen que sumaba cinco veces la de Morelos azulada. Con el paso del tiempo el cien iba cambiando de dimensión. Cien metros ya no eran tantos (ni tampoco los cien pesos, y eso que aún no le quitaban los tres ceros a nuestra moneda). Eran cien horas las que Calamaro pasaba bajo la lluvia y mucho amor el que sentía para aguantar tal suplicio. Cien años de soledad era mi destino con los libros. Cien sonetos de amor el plagio de Mario Jiménez y de un servidor. Cien veces cien las voluntades de aquel septiembre negro. Cien veces, decía mi madre, me decían que ordenara mi habitación, mismas cien que me preguntaba ¿en qué momento las contó? Cien también es el límite de las fatalidades y el parámetro para los
tontos que las aguantan. Si Chabela Vargas se tomó todo el tequila, entonces es de suponer que había más de cien litros. Rubén Fuentes pensaría en la amada cien años, claro, si los llegaba a vivir. Con cien latigazos se castigó a una joven abusada sexualmente en las Islas Maldivas. Duncan Dhu se pregunta a dónde irán cien gaviotas. La compañía telefónica nos ofrece cien minutos “gratis” a celulares (aunque esa gratuidad venga incluida en
13 de mayo DE 2013
Cine Desayuno en tiffany’s, mon ku Por Lluna Llecha y Carlos Belmonte
Los 100 del cine En agosto de 1896 se exhibían las primeras películas traídas por los enviados de los hermanos Lumière a México. El aparato tendría tanto éxito que el presidente Porfirio Díaz se daría cuenta inmediatamente de su potencial dentro de su proyecto de progreso y lo incluiría en las herramientas de difusión haciéndose filmar: paseando en Chapultepec, montando a caballo y de gira. A 100 años de estas primeras vistas cinematográficas, Arturo Ripstein filma Profundo Carmesí y Rafael Montero Cilantro y Perejil. Para entonces ambos dominan las técnicas cinematográficas y el arte de la crítica política velada y explícita. Para conmemorar el Centenario de Independencia de México Porfirio Díaz quiso registrar el desfile conmemorativo que se convertiría en el documental El desfile histórico del centenario. No se tiene certeza de su existen-
cia íntegra pero se piensa que es un documental exhibido en 10 partes en octubre de 1922. En enero de 1925 en la plaza de toros El Toreo se filmó la pelea de box entre el sonorense Antonio de Fuentes y el estadounidense Homer Smith -con victoria para el mexicano-. La vista poco nos importaría de no ser porque es la película número 100 de la “industria” –en pañales si se quieremexicana del cine desde que éste empezó a considerarse como un negocio de particulares. Según una encuesta aplicada a especialistas del cine y la cultura mexicana por la revista Somos, en julio de 1994, con el objetivo de seleccionar a las 100 mejores películas del cine mexicano, el primer lugar lo ocupó ¡Vámonos con Pancho Villa! (1936) de Fernando de Fuentes. Es quizás el filme más desmitificador de la figura de Villa y más crítico de la Revolución, es para el cine lo que
Los de abajo de Mariano Azuela para la literatura. El quelite es el largometraje de ficción número 100 que habla o toca el asunto de la Revolución Mexicana. Dirigido en 1969 por Jorge Pons es una historia, como era la moda, que ubica una crítica social o una comedia de vodevil en la época revolucionaria para aprovechar el mito folclórico que ya el cine de la época de oro con Emilio el Indio Fernández y Fernando de Fuentes habían elaborado. Si las cuentas no nos han fallado, ni a nosotros ni a los trabajos de María Luis Amador, Jorge Ayala Blanco con su Cartelera cinematográfica, ni al Centro de Investigación Cinematográfica de la UNAM, ni a Federico Dávalos Orozco y Esperanza Vázquez con su Filmografía general del cine mexicano, éstos son unos cienes interesantes y curiosos a recordar en el número 100 gualdreño. A ver qué nos da el 200.
Por Andrea Sampedro Hace cien segundos, usted lector, probablemente empezó a leer esta página, o esta Gualdra, hace cien minutos yo me estaba pintando las uñas. Hace cien horas estaba en la escuela. Hace cien días fue tres de febrero, domingo, gloomy, como todos los domingos. Hace cien meses era el año dos mil cuatro, Madrid explotaba, Facebook se fundaba, Ray Charles moría, junto con el Padrino, una gran chef, el Superman más recordado y la escritora que le dijo buenos días a la tristeza. Hace cien años, mil novecientos trece, Israel no era un Estado, Charles Chaplin empezaba a trabajar con los estudios Keystone (donde hizo sus primeras películas), se terminó de construir la Grand Central Station en Nueva York, se publicó Por el camino de Swann de Marcel Proust y se estrenó en París La consagración de la primavera de Ígor Stravinski. Hace cien meses, pero cuatro años antes, se acabó el mundo, nueve años después también; el nueve se parece al seis, pero al revés. Seis más cuatro es igual a diez. Diez por diez da como resultado un cien, así que probablemente el mundo vuelva a acabarse, pronto. Hace tres años y dos meses, exactamente, se murió mi perro, por lo tanto, tengo tres años y dos meses durante veinticuatro horas, que son mil cuatrocientos cuarenta minutos, que son ochenta y seis mil cuatrocientos segundos cada día, extrañándolo. Por cierto, el tres es un número primo, la suma de éstos, hasta el veintitrés es igual a cien. Dentro de cien días será dieciocho de agosto, domingo, gloomy, como todos los domingos. En cien años, será el año dos mil cientos trece, usted lector, probablemente ya no existirá en esta dimensión, yo tampoco. Sin embargo habrá alguien recordando el tiempo perdido, y a la mujer que enseñaba a cocinar en la televisión, alguien verá Superman o El Padrino, escuchará a Stravinski y leerá, de seguro, un poema de Paul Éluard para despedir y saludar infinitamente a la tristeza. En cien años, quizá, el estado ya no exista y no habrá hambre, ni guerra; Corre, conejo ya no tendrá que decir que Israel es fascista, el señor habrá visto veinticinco mundiales de futbol más; no habrá trata de personas, el matrimonio será para todos, nadie vivirá sin un hogar y una educación digna. En cien años, tal vez, todo haya cambiado. Hoy, La Gualdra cumple cien números, y seguramente cumplirá muchos más. Mientras, usted lector, termina de leer “Castillo de sal si puedes”. Ahora.
LA GUALDRA NO. 100
age n da cult ur al MIÉRCOLES 15, 22 y 29 Todos al Centro Histórico Miércoles de Danzón Plazuela Miguel Auza 18:00 horas Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas
SÁBADOS 18 y 25 Sábados en la Cultura Danza, teatro música Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza 19:00 horas
JUEVES 16, 23 y 30 Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y Ortega Casa Municipal de Cultura de Zacatecas. Entrada libre / 19:00 horas
MARTES 28 Bellas Artes a todas partes Lectura en voz alta: “Leo… luego existo. CARLOS BRACHO - Actor Leyendo “Vida y obras de tres pilares de la literatura “Tres Ases Literarios”: Ramón López Velarde, José Vasconcelos y Amado Nervo Patio Principal del Centro Cultural Ciudadela del Arte Entrada libre / 19:00 horas
VIERNES y SÁBADOS Leyendas de Zacatecas Frente a Catedral / 20:00 horas DOMINGOS 19 y 26 Tradicional Concierto Orquesta Típica de Zacatecas. Dir. Florentino Raygoza Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Entrada libre / 18:00 horas SÁBADO 18 Lectura en atril Más lectura, un mundo mejor Jardín Juárez 17:00 – 18:30 horas Coordinan: Colegio del Centro, Casa Municipal de Cultura de Zacatecas y el Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”
MUNICIPIOS JEREZ MIÉRCOLES 29 Bellas Artes a todas partes Lectura en voz alta: “Leo… luego existo. CARLOS BRACHO - Actor Leyendo “Vida y obras de tres pilares de la literatura” Tres Ases Literarios: Ramón López Velarde, José Vasconcelos y Amado Nervo Museo Interactivo “Ramón López Velarde” Entrada libre / 20:00 horas
MAYO 2013
MUSEOS Y GALERÍAS ANTIGUO TEMPLO DE SAN AGUSTÍN Mathias Goeritz en Zacatecas Permanencia: 30 de junio Admisión: $30.00 MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ Abstracción Trece Colectiva de artistas de Baja California Norte Sala Temporal I Permanencia: 30 de junio Pasado Meridiano Obra de Teresa Velázquez Sala Temporal II Permanencia: 30 de junio MUSEO FRANCISCO GOITIA Reminiscencias Obra de Karla de Lara Permanencia: 30 de junio MUSEO ZACATECANO Variacosa Gráfica, ilustración y diseño Obra de José Esteban Martínez + Quetzal León Permanencia: 31 de julio CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE ZACATECAS Escultura Fragmentos Obra de Javier Marín Permanencia: 21 de junio
TALLERES Y CURSOS INSTITUTO ZACATECANO DE CULTURA “RAMÓN LÓPEZ VELARDE” Talleres de Danza Cuota de recuperación $250.00 mensuales De septiembre 2012 a Junio 2013 De 16:00 a 21:00 horas Salón del Danza del IZC Clásica / Mtra. Blanca Alatorre Contemporánea / Mtro. Mauro Chairez Flamenco / Mtra. Ángeles Valle Jazz / Mtra. Susana Alemán Cota (Teatro “Ramón López Velarde”)
Talleres de Literatura Ensayo y Crítica Literaria Mtro. Sigifredo Esquivel Marín Sábados de 17:00 a 20:00 horas Cuota de recuperación: $ 100.00 mensuales Taller de Ensayo Imparte Sigifredo Esquivel Marín Sábados de 17:00 a 20:00 horas Cuota de recuperación $100.00 mensuales Taller de Poesía Imparte Javier Acosta Escareño Sábados de 11:00 14:00 horas Cuota de recuperación $100.00 mensuales
MUSEO DE ARTE ABSTRACTO “MANUEL FELGUÉREZ” Taller Práctico de Actuación Mtro. Ramiro Sipoti De 17:00 a 20:00 horas Los jueves y viernes Del 6 de septiembre a 30 de noviembre Cuota de recuperación: $150.00 mensuales CENTRO CULTURAL CIUDADELA DEL ARTE Música Taller de Trompeta y Guitarra Mtro. Antonio Ramírez Zacarías De 8:00 a 10:00 horas Cuota de recuperación: $100.00 mensuales
PROGRAMA MAYO 2013 CINETECA ZACATECAS La Cineteca Zacatecas está ubicada en calle Dr. Hierro #303, centro histórico de Zacatecas. La proyección de las películas se realiza de manera gratuita, con fines culturales y educativos. Miércoles 15, 18:00 Hrs. Francia/ 1936/ 92 min. Dir. Jean Renoir LOS BAJOS FONDOS
Jueves 16, 20:00 Hrs. LA VERGÜENZA Dir. Ingmar Bergman Suecia/ 1968/ 99 min.
Sábado 18, 20:00 Hrs. GRITOS Y SUSURROS Dir. Ingmar Bergman Suecia/ 1972/ 91 min.
Miércoles 15, 20:00 Hrs. LA HORA DEL LOBO Dir. Ingmar Bergman Suecia/ 1967/ 88 min.
Viernes 17, 18:00 Hrs. ALAMAR Dir. Pedro González Rubio México/ 2009/ 73 min.
Domingo 19, 12:00 Hrs. CORTOMETRAJES PARA NIÑOS
Jueves 16, 18:00 Hrs. Inauguración del ciclo y brindis al final de la función TRECE PUEBLOS, EN DEFENSA DEL AIRE, EL AGUA Y LA TIERRA Dir. Francesco Taboada México/ 2009/ 63 min.
Viernes 17, 20:00 Hrs. PASIÓN Dir. Ingmar Bergman Suecia/ 1969/ 100 min. Sábado 18, 18:00 Hrs. SANTO EN EL TESORO DE DRÁCULA Dir. René Cardona México/ 1969/ 81 min.
Domingo 19, 18:00 Hrs. SECRETOS DE UN MATRIMONIO Dir. Ingmar Bergman Suecia/ 1973/ 168 min.
6 DE MAYO DE 2013
Para la Gualdra 100 Por Perla Schwartz* 100 opciones de saber un poco más de pensadores y creadores… C, si lo expresamos en números romanos, a modo de un calidoscopio, esperemos que en un futuro próximo podamos escribir de La Gualdra número 200, un remanso dentro de las turbulencias cotidianas.
* Poeta y crítica. Actual Coordinadora de Difusión Cultural de la Universidad Obrera de México.
El cómplice, el perseguidor. Arte y poética en Julio Cortázar
Como la piel que muda la serpiente Por Alberto Huerta “No hay salida cuando se despiertan los miedos” Vilma Fuentes
Por Brisia Leticia Luna Reyes / UAZ El cómplice, el perseguidor. Arte y poética en Julio Cortázar, libro de Omar Espinosa Cisneros, se presentó el pasado martes en la sala de Videoconferencias de la Unidad académica de Psicología de la UAZ. El autor, egresado del Posgrado en Filosofía e Historia de las Ideas de la UAZ, explicó durante la presentación que este libro es resultado de tres años de trabajo que culminaron con la elaboración de su tesis de maestría y que posteriormente fue adaptado como libro. Comentó a los asistentes que mientras realizaba sus estudios de filosofía en la Universidad del Claustro de Sor Juana se llenó de lecturas, en particular las de Julio Cortázar, del cual reconoce haber recibido influencias, sobre todo la mitología y la filosofía. El libro fue comentado por los maestros Javier Acosta Escareño, Sigifredo Esquivel Marín y Pascual Iván García Castañón. El primero de ellos -asesor del texto- comentó que los inicios del trabajo estuvieron relacionados con el pensamiento zurdo, “reuniendo los caminos que vienen y van de Cortázar”. Sigifredo Esquivel, por su parte, planteó dos cuestiones: en principio habló de la creatividad y el rigor expuestos en la obra de Omar Espinosa, que cumple con los elementos necesarios para lograr una crítica literaria; luego habló sobre la psicología, pues el libro permite hacer un acercamiento que ayuda a conocer las entrañas de la realidad. Pascual García Castañón expresó finalmente que la filosofía es una pasión y señaló que al vincularla con la poesía del escritor argentino, Omar Espinosa hizo un trabajo muy bien fundamentado.
Río de palabras
Y escuchamos en el afamado tango “Qué cien años no es nada, que febril la mirada…”. Cien números de La Gualdra, un centenar de oportunidades para regocijarnos con el arte y la cultura; cien visitas a los lugares más privilegiados del espíritu humano. Cincuenta más cincuenta, motivos para la reflexión… para ir hacia la aventura del conocimiento.
A Nacho, porque esta historia le pertenece más a él que a mí
Esa sofocante calurosa madrugada, a él lo abandonó la serena tranquilidad de echarse a dormir ocho horas de corrido cuando despertó sobresaltado con el cuerpo empapado de sudor frío. Esa noche había soñado con una mujer calva que con una navaja española le rajaba el vientre de lado a lado mientras esbozaban sus labios una enorme sonrisa. Sus grandes ojos negros tenían el mismo brillo que los de un político después de haber obtenido el acta de mayoría absoluta para ocupar un escaño en el senado. Sintió que lo ahogaba un enorme borbotón de sangre mezclada con jugos gástricos pugnado por salir en torrente por su boca… Ella estaba completamente desnuda. De las axilas y el sexo crece un espeso vello crespo y negrísimo. Su ropa se encontraba sobre una silla… Sobre la duela del piso hecho un garabato azul turquesa: una pañoleta de seda con la que cubría la calvicie.
En el momento de despertar en su vientre estaba germinando a una velocidad impresionante la semilla del miedo. De golpe y porrazo perdió el apetito. Desde entonces no salió de su apartamento. Se pasaba el día y la noche sentado en el sofá frente al televisor, bebiendo ron a pico de botella, fumando cigarro tras cigarro. El cenicero rebosante de colillas y ceniza. Quince días después se le encontró en el interior de su dormitorio con los dedos de sus manos aferrados a los bordes del colchón y sus ojos bien abiertos. No se encontró ningún vestigio de violencia en su cuerpo ni en toda la casa. Las cerraduras no habían sido forzadas. A un lado de la cama, sobre sus pantuflas, como la piel que muda la serpiente: una pañoleta de seda azul turquesa con flores blancas estampadas. En la sala continuaba el televisor encendido.
Presentación del libro:
El cómplice, el perseguidor Arte y poética en Julio Cortázar por Omar Espinosa Cisneros
Comentan Javier Acosta Escareño, Sigifredo Esquivel Marín y Pascual Iván García Castañon
LA GUALDRA 100 / 13 DE MAYO DE 2013
Las cien palabras Por Edgar Khonde
Río de palabras
También hubo un diluvio lingüístico. Un ángel que no figura en ninguna de las historias se conjuró en su contra. Era inminente que los habitantes de Babel, omnipotentes hablantes de una única lengua, tomaran el control del cielo y de la tierra. Yahveh decidió ponerle fin a la empresa. El ángel buscó entonces a Morris Swadesh y le ordenó guardar de la tormenta fonética términos que fueran comunes en todas las lenguas y que después volvieran a dar origen al mundo. Swadesh artífice y poeta desoyó la orden, pero escribió un romance: La lista de Swadesh.
Foto: Alejandra Celis Almanza, Más vale pájaro en mano, que ciento volando...
Mariquita Álbum mínimo de 100 besos Por Pilar Alba Mira nomás, Mariquita, quién iba a pensar que llegarías a los cien años, un siglo, el centenario, toda una vida. Yo pensé que ya ni te acordarías de cuando eras niña, de tus desplantes de adolescente o de cuando eras jovencita y, según tú, robabas los suspiros de los hombres. Pero sí te acuerdas, tienes recuerdos más vívidos de aquellos tiempos que de lo que hiciste ayer, antier o el mes pasado… Es más ni siquiera te acuerdas si tienes hijos o nietos. El otro día me dijo Lola, toda llorosa, que habías pensado que ella era tu mamá… le dijiste: mamá. A ella que es la más pequeña de tus hijas, no fue el hecho de que no reconocieras tu maternidad sobre ella, sino el hecho de insinuar que fuera más vieja que tú, imagínate, lloraba de coraje. Ay, Mariquita, en qué líos nos metes con tus puntadas, dice que ella ya no, que se niega, ya no vendrá a cuidarte, que a ver cómo te las arreglas o cómo nos las arreglamos nosotros. Pensé conseguirte una enfermera, pero a la última la corriste diciéndole que le tirarías miles de maldiciones si no te dejaba comerte unas galletas y no sacaba la botella de refresco negro que escondes debajo de la alacena; ay no, yo con ella no puedo; dijo agarrando sus cosas, llevándose todo en su maleta rosa con adornos de dibujos animados, bastante aniñada que era la enfermerita ésa. ¿Qué le costaba darte un gustito?, verdad, Mariquita, ni modo de decir que te va a evitar la muerte, los cien años que tanto te pesan, conservarte la vida; si lo que tú estás buscando precisamente es deshacerte de ella.
[Leerse mientras se escucha: Éramos adolescentes/ Comisario Pantera]
Por Roberto Galaviz He besado cien bocas -incluso tal vez unas setenta y tres másimagino mientras escribo, cuántas de esas bocas, dejarán una sonrisa justo aquí cuando lean que digo su nombre sin decirlo tal vez las dueñas de esos labios apenas se dan cuenta que no sólo me dieron un beso sino la parte de un poema que estaría incompleto sin ellas besé una boca que al instante supe que me dejaría viviendo en las ruinas de su recuerdo por siempre otra, que fue como una canción, -hermosa en tiempo y silenciobesé bocas en italiano, francés, alemán, español, tailandés argentino, serbio, anglosajón -besos con subtítulos que nunca leí para no entendery otros tantos que nunca supe. Hubo besos en aviones, yates, armarios, piscinas y autos a gran velocidad -sin embargo, lentosbesé una boca a la que construí un castillo y que estoy seguro, el día que muera, llevaré puesto ese beso, escurriéndose en mi cuerpo besé bocas de doctoras que pusieron lidocaína en el corazón para no sentir del todo, para adormecer sus miedos besé bailarinas de ballet que fueron cisnes en un lago encantado amores platónicos que al besarlos extinguieron la magia y el deseo besé una pelirroja que encendía mis ojos, mis manos hubo besos con maestras de los que aprendí poco aunque algunos más con otras que las que des/aprehender ha sido el aprendizaje que más aprecio
besé artistas que no eran capaces de crear el caos, ni la belleza y entendí que no tienen idea alguna de lo que es el arte besé una enfermera que me enfermó por meses besé desconocidas a propósito y conocidas por casualidad besé desvistiendo (y pocas veces ayudando a vestirse) -a todas ustedes, les dejo aquí una disculpabesé para despedirme cuando algunas pensaban quedarse y alguna vez también besé para fugarme mientras me quedaba hubo besos que pagué en dólares, otros en palabras algunos besos los hice al ruido hexagonal del silencio besé para demostrarle al océano que hay pequeñas cosas incluso más infinitas para probar la sal de la dulzura de una mujer en la playa hubo besos de whisky, vodka, mezcal, ginebra, oporto, brandy, cognac y de simple agua -al final todos se * an por eva hay besos que duelen en la sangre y en el tiempo: de reacción lenta moviéndose en las venas labios que hacen efecto mucho después de ser besados -que son tan peligrososbesé unos labios que sin duda seguiría besando si no es porque ya no existen besé cien bocas y ahora que lo recuerdo fueron tal vez ciento quince más sin embargo, seguiré buscando también la tuya el no haberla encontrado, sólo es el primer paso del proceso de la estrategia, del guión que desde siempre está escrito ¿comprendes?