La gualdra 118

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SUPLEMENTO CULTURAL

No. 118 - 30 DE SEPTIEMBRE DE 2013 - AÑO 3

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

“En la serie Álbum Blanco, se ha ido conformando mi visión como pintora en la que trabajo en comunión e interdependencia la abstracción y la naturaleza; la abstracción semi geométrica va surgiendo de manera misteriosa desde mis imágenes mentales y lo que conforma mi memoria”. Ana Míriam Peláez [En páginas centrales, foto-galería de Álbum Blanco, en exhibición actualmente en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en Zacatecas]


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LA GUALDRA NO. 118 / 30 DE SEPTIEMBRE DE 2013 / AÑO 3

“La literatura posee un valor semántico o de significado, y un valor formal o de expresiones lingüísticas. El común denominador de ambos valores está en la intención. La intención semántica se refiere al suceder ficticio; la intención formal se refiere a la expresión estética. Sólo hay literatura cuando ambas intenciones se juntan”.

El próximo miércoles 2 de octubre, en la ciudad capital de Zacatecas, se inaugurará formalmente el II Foro Iberoamericano de la Lengua Española, dedicado en esta ocasión a don Alfonso Reyes, por eso compartimos con ustedes algunos datos biográficos de este gran personaje de las letras. Alfonso Reyes nació en Monterrey, N. L. el 17 de mayo de 1889. Fue en la Facultad de Derecho de México, donde obtuvo el título de abogado en el año de 1913. Fue fundador del Ateneo de la Juventud. En 1912 fue nombrado Secretario de la Escuela Nacional de Altos Estudios, en la que profesó la cátedra de Historia de la Lengua y Literatura Españolas, y en 1913 fue designado segundo secretario de la Legación de México en Francia. Exiliado en España (1914-1924). Publicó numerosos ensayos sobre la poesía del Siglo de Oro español y fue uno de los primeros estudiosos de la obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Fue un prolífico escritor, entre sus obras más destacadas, podemos mencionar los siguientes ensayos: “Cartones de Madrid” (1917), en 1919 realizó la prosificación del poema del Mío Cid, “Visión de Anáhuac” (1917), “El suicida” (1917), “El cazador” (1921), “Cuestiones gongorinas” (1927), “Simpatías y diferencias” (ensayos, 1921-1926), “Homilía por la cultura” (1938), “Capítulos de literatura española” (1939 y 1945) y “Letras de la Nueva España” (1948). Entre sus libros, podemos mencionar también: La antigua retórica y Última Tule (1942), El deslinde (1944), La crítica en la Edad Ateniense (1945), Junta de sombras (1949), Tentativas y Orientaciones (1944), Norte y Sur (1945), La X en la frente y Marginalia (1952). Realiza, la traducción de La Iliada, de Homero, en 1951. Discurso por Virgilio (1931) e Ifigenia cruel (1924), son dos obras imprescindibles para todos aquéllos que estudien y amen la literatura.

Tiempos brutales por Gabriel Luévano Gurrola

Alfonso Reyes

Fue maestro de literatura y además, ocupó diversos cargos en el servicio diplomático; en abril de 1939 fue presidente de la Casa de España en México, lo que posteriormente sería El Colegio de México. Fue miembro de número de la Academia Mexicana y catedrático fundador del Colegio Nacional. En 1945 obtuvo el Premio Nacional de Literatura en México. Falleció en el año de 1959. Para empezar bien la semana, le dejamos una muestra de la poesía de Alfonso Reyes, que será homenajeado en este Foro II Foro Iberoamericano de la Lengua Española: La señal funesta I Si te dicen que voy envejeciendo porque me da fatiga la lectura o me cansa la pluma, o tengo hartura de las filosofías que no entiendo; si otro juzga que cobro el dividendo del tesoro invertido, y asegura que vivo de mi propia sinecura y sólo de mis hábitos dependo, cítalos a la nueva primavera que ha de traer retoños, de manera que a los frutos de ayer pongan olvido; pero si sabes que cerré los ojos al desafío de unos labios rojos, entonces puedes darme por perdido. II Sin olvidar un punto la paciencia y la resignación del hortelano, a cada hora doy la diligencia que pide mi comercio cotidiano. Como nunca sentí la diferencia de lo que pierdo ni de lo que gano, siembro sin flojedad ni vehemencia en el surco trazado por mi mano. Mientras llega la hora señalada, el brote guardo, cuido del injerto, el tallo alzo de la flor amada, arranco la cizaña de mi huerto, y cuando suelte el puño del azada sin preguntarlo me daréis por muerto.

Ángel Zárraga, poeta-pintor por Maritere Espinosa

No me había dado cuenta por Fernando Cuervo Basta soñar por María Brunereau

El álbum blanco de Ana Míriam Peláez

Diario de Mateo por Mateo Estrada Gaviria Libros de superación personal9 por Eduardo Campech Miranda

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Desayuno en tiffany’s, mon ku por Carlos Belmonte Grey The fall of Arthur: unas cuantas líneas al respecto por Adso Eduardo Gutiérrez Espinoza

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El Picaporte por Simitrio Quezada Castillo de sal si puedes por Ester Cárdenas II Foro Iberoamericano de la Lengua y Festival Internacional de Narración Oral en Zacatecas por Perla Schwartz

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Pájaros en la cabeza por Pilar Alba Sueño que una mujer escribe por Edgar Khonde

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Aleteo por Alberto Huerta

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Poema de una historia invisible por Roberto Galaviz

Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Tiempos brutales Por Gabriel Luévano Gurrola Aurora Ciudad Juárez 1995

Literatura

Moscas bravas: no en el cadáver, sino en los circundantes, los que veían el bulto, como si fueran un puente entre el pudor y el banquete que se darían si el peritaje desapareciera y les dejara libre a su amiga. Moscas que probablemente esperaran una lágrima o un amago de lloro para lanzarse y devorar con ganas el pan cerdo de cada día. Tenía unos diez minutos de estar parada en el mismo sitio, a unos metros del ser cubierto ya para entonces, separado del tiempo de la vida por tiras de plástico amarillo. Le mandaron llamar al periódico. Su patrón, refunfuñando, aceptó el permiso y ella había corrido, buscando un taxi para enterarse del solo accidente que esperaba y que resultó, lo vería más tarde, una página completa en el otro semanario, el de la competencia. Este amanecer parecía distinto, pensó Alejandra. Como si imitara al primer amanecer que bañó de luz a los calamares derrotados en la arena de los primeros siglos de la realidad. Sólo que aquí no había mar, sino una costra amparada por terrales, alocados a cada rato. Mientras salía el sol, el nimbo creciente de su fuerza hacía saltar pedazos de cielo, virutas luminosas que cercadas por la oscuridad cobraban un color indefinido, naciente, dando la bienvenida a la nueva mañana que siempre es el inicio del mundo: la consciencia macerada que nos dice que vencimos al hambre, a los demonios y sus trinchetes de sueño. Efectivamente, lo que ahora veía Alejandra distaba mucho de ofrecer el candor adormecido (y adormecedor) del agua que empozó a los nacientes enigmas oceánicos. No había mar, sólo desierto, pero sí podía columbrar los calamares. Se le acercaban uno por uno, embutidos en batas puede que asfixiantes, portando tapabocas, libretas donde anotaban el examen del crimen y cuando estaban a punto de tocarla se desviaban al bulto en la arena. Sólo uno le dirigió unas cuantas preguntas: que si conocía a la muerta y, con ello, al homicida que parecía ser su pareja, un tal Rogelio, prófugo, indefectiblemente impune. “¿Cuánto tenía sin ver a la occisa?”, fue la última pregunta que le endilgó. Este calamar era un señor bajo, de traje gris y lentes negros, su voz tenía el timbre que únicamente los desiertos forman, como pústulas arenosas, en la garganta. Alejandra encogió los hombros. “Algunos meses”, mintió. Supuso que mentirle al oficial y además mentirse a sí misma, negando en el fondo las extendidas, casi improbables citas que tuvo con Aurora desde hacía cinco años, tras la noche de aquel bar donde vieron transidas por el estupor, bailar desnuda a una mujer de pelo largo y

rojo, con un lunar cerca del pubis, le traería el aplomo que necesitaba. Desde ese momento su confianza se había congelado. Sabía que Aurora desconoció siempre el lugar que propuso Rogelio, al cual las llevó. “Es parecido a las carpas, allá en tu provincia. Músicos, cantantes, algún gracioso y nada más”, le dijo. Un breve viento rugidor le frenó los pensamientos. El calamaroficial se había ido, aunque el otro, el que sí parecía derrotado a la orilla de un mar, después de haber sido mecido noches enteras en aguas tranquilas, todavía se hallaba ahí, medio envuelto en una cobija terminada en barbas (parecidas a tentáculos). Quizá existía un mar, al menos un lago, cerca de su ciudad falseada en topografías mañosas y ellos estaban demasiado lejos para ver la línea del agua levantándose cuando uno llega atraído por el sabor a sal. No resultaban extrañas (quizá inmorales, sabiendo que las formas piden desgañitarse frente a un cadáver), las comparaciones con moluscos. Tal vez por eso resultara también coincidencia el nombre del bar, entre lúbrico y marino: La Camarona. Era propiedad de unos nayaritas emigrados, abría diario y presentaba los fines de semana un espectáculo conversado por lo bajo, en susurros y guiños, sonrisas complacidas de inocencia animal. Ambas añoraban, Alejandra por haberlo vivido muchos años mediante, la muerta por oírlo demasiado en boca de su amiga, el espectáculo de la carpas itinerantes (la variedad le denominaban), que alegraba por instantes el hartazgo de los pobladores jaliscienses, sobre todo en las comunidades. Alejandra gustaba más de las cantantes que de los cómicos. Estos últimos poseían la agilidad del saltimbanqui, el contorsionismo de los vientos, la lengua bufa. Pero ella intuía que era pura ficción. Con sus parodias políticas y los diálogos interminables acabados siempre en desgracias chuscas, rompían el turrón en la cara de la gente; los preparaban para el velo que entonces colocarían frente a sus ojos y que proponía sedas o cortinas, algodón y olvido. Reían y olvidaban. Luego venían los magos, los poetas, los danzarines y finalmente, el número esperado. Llegaban, subían a la tarima las cantantes: señoras endomingadas cerca de los absurdos que se iban quitando con movimientos quedos y acompasados a la música, los abrigos o las gabardinas hasta quedar despampanantes en vestidos de noche, luminosos gracias a las pocas luces destrozadas en el techo de la carpa. Alejandra recordaba con cariño: mujeres que enamoraban a cuanto tuviera ojos y un oído respetable; quienes dejaban caer no sólo el velo sino un telón completo en las cabezas de los seres agolpados en las escasas sillas,

Lucian Freud, Niña desnuda riéndose, 1963

la mayoría en el suelo, astrosos y ya no tristes. De ahí que confiara, creyendo que Rogelio les depararía una noche nostálgica y digna. De ahí la sorpresa, la decepción y el susto al ver que la pelirroja no cantaba, pero sí se deshacía de los abrigos, y el vestido y la ropa interior. Pudo ver la consternación de Aurora, trasluciendo otro escarnio, una igual vergüenza que la obligaba a buscar un punto en qué concentrarse, para con ello evitar el ondular moroso de las caderas, los muslos brillantes y torneados, amplios, los pechos libres coronados a veces por el pelo rojizo. Buscaba además, huir de la mirada maligna de Rogelio, urgidora, pronta a decir el deseo íntimo pero evidente: apoderarse de la mejor amiga, la única de su linda Aurora, tan sumisa y buena mujer la pobre. La pelirroja seguía bailando y se acercaba. Alejandra, sin voltear la cabeza, sintió un calor en ascenso, el inminente contacto de la respiración de la bailarina a unos centímetros de ella. Vio así el lunar pequeño, junto al pubis. Al levantar la vista se encontró con la sonrisa amplia, unos ojos muy grandes y hermosos, medio desolados, la cabellera larga, los pechos entregados a su hipotética mano, aprobando la caricia. Parecía entregarse total-

mente a la cliente tímida que no pudo evitar la lágrima que corrió solitaria en la mejilla. La mujer se contrarió un segundo, dejó de bailar y tomándole el mentón limpió con un dedo el agua salina y le besó la nariz. Tuvo que salir de La Camarona en seguida. Sólo entonces, punzada por el recuerdo, Alejandra recobró el que importaba, de Aurora adelante, envuelta y con el estupor callado de cinco años sin hablarle más de lo necesario. Quiso llorar, derramarse, y no pudo. Las moscas se habían aquietado y flotaban como luceros inmundos en el aire. Se dijo que debía volver al periódico cuanto antes, escribir la historia, la de esa mañana para su publicación y júbilo del jefe. Quizá deseando terminar la jornada lo antes posible, llegar a su casa y abrir el diario de pasta gruesa, escribir una segunda historia, más larga y profunda que reviviera la forma de una Aurora íntegra e inmolada, que le perpetuara la metáfora más fuerte nacida de la contemplación del cuerpo, ya no calamar, sino tronco detenido, como los que vio con Vita en un Chapala abandonado, cuando un niño le regaló una flor y ella veía los pedazos de madera flotar, dando vueltas en su vértice, en el agua que parece que tenemos todos en el cuerpo.


LA GUALDRA NO. 118

Ángel Zárraga, poeta-pintor

Artes

Por Maritere Espinosa* En 1913 tres personalidades coincidirán en la ciudad de París: Diego Rivera, Ángel Zárraga y Alfonso Reyes. A cien años de dicho encuentro podemos hoy leer algunos de los testimonios que estos personajes del arte y la cultura escribieron años más tarde. Diego Rivera –acompañado de Angelina Beloff, su esposa entonces- y Ángel Zárraga, ambos enviados a Europa para continuar sus estudios de arte, con una beca del gobierno porfirista, introducen a Reyes por las calles de Montmartre, Montparnasse del Barrio Latino, donde se encuentran talleres y galerías; el público aplaude en ese momento a Stravinski en la presentación de su obra “La Consagración de la Primavera”. La influencia de Picasso en los jóvenes artistas se encuentra en boga, igual que la del poeta y crítico Guillaume Apollinaire, quien colabora para varias revistas desde las que teoriza acerca de las nuevas tendencias del arte en la época, el fauvismo y el cubismo. Así el regiomontano Reyes se entusiasma con los Calligrammes del poeta, pero no del joven arte del futurismo y cubismo. Según deja al descubierto su correspondencia a Henríquez Ureña el 30 de septiembre de 1913 a quien escribe: “¡El notición!... ¡Escándalo! Diego Rivera está haciendo futurismo. Y me aseguran que Zárraga también. ¡Quienquiera que seas, Dios de la estética... haz... que no se hayan equivocado estos dos serios talentos!”.1 En su recorrido en la Ciudad Luz, Reyes conoce, gracias a Zárraga, la Galería de Berthe Weill, entonces un referente en el mundo de los artistas; ahí se exhibían los dibujos Zárraga y del propio Rivera, acuarelas de Matisse o piezas de Van Dongen.

Mademoiselle Weill le inspiró decir: “Tal dueña es un andrógino anarquista con aspecto de insecto y ojos saltones de habitante de Marte; jorobada, de estatura nauseabundamente insignificante [...]”. Así destilaba tinta la escritura de Reyes. Don Alfonso escribió tiempo después de Zárraga, considerando su poesía y pintura como un todo, el siguiente elocuente testimonio: “Ser antes que hacer, ¡quién pintara como él pinta! ¡Quién escribiera como él escribe! ¡O quién escribiera como él pinta y pintara como él escribe!”.2 Otro mexicano que se encuentra con el pintor Zárraga es Juan José Tablada, según se lee en su nota “Salón de Otoño, Ángel Zárraga”, una colaboración para Revistas de Revistas del 10 de octubre de 1911, en la que escribe Tablada: “Yo no sé si los buenos ciudadanos de México sean en estos momentos sensibles a otra cosa que no sean las hazañas de Zapata y los vivas y mueras a nuestra triste política… sólo sé que para mí ha significado algo muy grato, muy reconfortante, presenciar el triunfo en medio de la urbe de este artista que es nuestro, que es mexicano, pero que será más mexicano y más nuestro el día que México se preocupe de reivindicar para su gloria, la gloria única y verdadera de sus artistas y de sus sabios”. Tablada, quien además lo visita en su taller del Bulevard Arago, refiere también que “Zárraga fue un poeta que escribía versos antes de ser poeta”, tal impresión le causa el pintor-poeta duranguense. Los cuadros que exhibe Zárraga en el Salón, no son otros que Exvoto (de San Sebastián) y El Don (La Dádiva), piezas extraordinarias que tuvieron las mejores críticas parisinas. Zárraga en su estancia parisina tiene una fructífera

producción, destacando en el arte del retrato. Con estilo cubista, muy en boga en la época, logra retratos de August Renoir, Eugene D´Ors, Juan Ramón Jiménez, entre otros muchos. Mucho antes que en México, el pintor hace una vida y una carrera artística en Europa, donde radica por espacio de 37 años. Realiza óleos y murales, con clara influencia costumbrista, pero también de academia mexicana y europea. Zarpó a Europa contando apenas con 18 años, pero ya siendo portador de una carta suscrita por el poeta Amado Nervo, dirigida a su amigo Rubén Darío, entonces Cónsul de Nicaragua en París, recomendándole al joven mexicano. Testimonio documental de este vínculo es el manuscrito del poeta Luis Andrés Zúñiga, titulada “Al pintor Ángel Zárraga”, con correcciones del propio Darío que resguarda la Biblioteca Complutense, un fragmento de la misma hoy transcribimos: “Hazme un cuadro, pintor, donde se vea la fresca luz/ de un delicioso idilio, y parezca muy digno, por la idea/ de la lira de Tehócrito [“h” tachada por Darío] ó Virgilio. Que realicen milagros tu paleta/ tu fuerte numen y tu sabia mano/ y mis vivos deseos interpreta. Haz un cielo suntuoso de verano/, un bosque tropical, una llanura, y allá perdido en el confín lejano, que ostente una montaña en verdura.

Entre verdes rosales campesinos y en el centro risueño del paisaje/ que derrame sus aguas cristalinas á la sombra insegura del boscaje un altivo torrente que serpeando se acerca á una alquería, mientras lánguido el sol, muy lentamente, se va hundiendo en la incierta lejanía”. Darío, líder innegable del Modernismo, pone en contacto al pintor con amigos escritores, poetas y artistas de Francia y España. Al convertirse en director de la Revista Mundial -la más prestigiosa revista hispanoamericana de artes de la época-, en su número 7 del mes de noviembre de 1911, publica la colaboración de Ulrico Brendel sobre “El Salón de Otoño” de París de ese mismo año, cuya portada (p. 38 de la revista) se reproduce una de las pinturas que Zárraga exhibió en El Salón: Exvoto (de San Sebastián). Septiembre es un mes que marca la partida del artista Ángel Zárraga y Argüelles quien falleció el 22 en su casa de Cuernavaca, Morelos; tenía entonces setenta años. En 1917 inició la escritura de “Oda a la Virgen de Guadalupe”, que acabaría en 1936. Señala Pável Granados que este poema es la primera obra vanguardista de la literatura mexicana. Y que la importancia de su pintura ha hecho que la crítica no se haya detenido suficientemente en su poesía, que será necesario tratar en otra colaboración.

* Curadora e investigadora. 1 Reyes, Alfonso. Correspondencia Alfonso Reyes-Pedro Henríquez Ureña, Edición a cargo de José Luis Martínez, México: FCE, 1986, p. 158. 2 Citado por Carlos Tünnermann en La Prensa, “Ángel Zárraga: protegido de Darío”, Nicaragua, 2009.


30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

No me había dado cuenta Por Fernando Cuervo

visión hasta que me quedé dormido y Gricel tuvo que apagarlo cuando se fue en la mañana. A la semana siguiente descubrí que mi famoso lunar había evolucionado y cubría ya toda la punta de mi dedo. Me sorprendió no haberme dado cuenta antes. Mi rutina me provocaba un leve mareo desde que Gricel ya no compraba cervezas. Intenté salir un par de ocasiones para reencontrarme con viejas amistades pero me enteré que ya todos habían dejado el suburbio. Tampoco me había percatado de ello. Gricel ya no hablaba de otra cosa que no fueran regaños y quejas de su trabajo. Sinceramente creí que exageraba. Lo que necesitábamos era tiempo de calidad, juntos, pero su maldito trabajo no le permitía un momento para respirar. Al finalizar el mes, un día de ésos en que un malestar te despierta en medio de la madrugada, me levanté con un punzante dolor. Fui al baño, encendí la luz y lo primero que noté cuando me vi en el espejo fue el sudor de mi rostro. Me senté en la taza, arremangué la parte derecha del pantalón y me quité el calcetín. Más de la mitad de mi pie estaba morado, con tintes verdosos. Parecía hinchado y al tocarlo me ardía. Maldije. Cómo era posible aquello. Estúpida silla. —Gricel…despierta—, la moví lentamente. —¿Qué quieres? Déjame descansar—, me contestó con los ojos cerrados. —Es mi pie, tienes que mirarlo, es urgente—, el tono de voz que

salía de mi boca era el dictamen de mi desesperación. — ¿Tu pie? ¿Qué tiene?.. Tengo que descansar, recuerda que mañana…—, encendió la lámpara de la cabecera y yo le señalé mi pie. — ¡Qué te pasó…! Tienes que ir con un doct…—, justo cuando iba a terminar la frase se quedó callada.

Nos quedamos en silencio varios minutos. Ella tenía los ojos irritados, estaba toda desaliñada, hace tiempo que no la recordaba así, hace mucho que no la veía así y tan de cerca. Yo no dejaba de mirar mi pie. Me preguntaba qué podía hacer, ya no teníamos dinero. Ya no recordaba cuándo fue que Gricel dejó de comprar cervezas.

Basta soñar Por María Brunereau*

Esta mañana me desperté con la convicción de haber soñado algo, pero entre más me esforzaba por recordar el sueño, más se cancelaba en mi memoria, resultado final... una gran frustración. ¿A quién no le ha sucedido algo similar? Coincidirán conmigo cuando digo que es muy fácil olvidar los propios sueños; entre más soñamos, más olvidamos el verdadero significado que éstos tienen en nuestra vida. Por otro lado, el ambiente externo no ayuda porque nunca falta la “sabia” opinión de las personas “normales” que nos hacen ver lo absurdo de nuestro sueño porque “nadie puede vivir en una utopía” o “eso es cosa de niños”… si a esas opiniones le agregamos el costo de la vida, obviamente nos despertamos de volada corriendo el riesgo de olvidar lo que estábamos soñando. Los artistas no me dejarán mentir cuando afirmo que elegimos

alcanzar uno de los sueños más difíciles. Realizarnos en el campo artístico es una ardua tarea que no necesariamente está ligada con el talento, al menos no al 100%; son otros elementos como la dedicación, la perseverancia y la acción los que aumentan nuestras posibilidades de éxito. La única fórmula que conozco para realizar los propios sueños es reconocer que éstos no son reales, que existen sólo para nosotros y que no son otra cosa que una simple fuente de inspiración, lo más importante es aceptar que no podemos vivir de ellos; tarde o temprano, nos llega a todos la necesidad de afrontar nuestra responsabilidad ante nosotros mismos y ante el grupo social al que pertenecemos, no podemos pretender actuar de manera aislada si deseamos cumplir nuestros objetivos de manera exitosa. Un artista que desee alcanzar sus ideales deberá cultivarse constan-

Salvador Dalí, Sueños de madrugada, 1923

temente, plantearse objetivos claros y alcanzables acerca del impacto que desea tener a través de su trabajo, deberá desarrollar una estrategia clara con una metodología de acción adecuada a sus necesidades, como lo hace cualquier otro profesionista en otros ramos. Un artista deberá cuestionarse constantemente acerca de su propuesta, estar

dispuesto a cambiar de idea si es necesario, abrirse al diálogo e intercambio de ideas con otros artistas, y aceptar las críticas que se le harán a su trabajo, ya que éstas le darán la posibilidad de replantearse y enriquecerse. La clave está en dejar de soñar para poder darle vida a la pasión propia… * Artista plástica. Cerete, Bérgamo, Italia.

Río de palabras

Ese día me levanté por el silencio atroz que parecía zumbar en casa. Gricel no estaba, al parecer se había ido temprano a trabajar. Ella iba todos los días excepto los jueves, era su día preferido. En fin, yo apenas me había levantado, eran las once y el sol brillaba intenso. Preparé el desayuno y comí como cerdo. Abrí una cerveza y andaba con ella en la mano por toda la casa. Me dejé la pijama y las sandalias. No quería acostumbrarme a mi desempleo, pero meter números en una computadora no era lo mío. No. Por eso abandoné mi búsqueda en los anuncios del periódico y dejé mi futuro laboral en manos del azaroso destino. Gricel fruncía los labios cuando me veía recostado en el sillón, pero sólo se enojaba en serio cuando al llegar me encontraba bebiendo. Cuando la cerveza estaba muriendo en mi garganta, justo al colocar la botella en la mesa del comedor, me asesté tremendo golpe en el pie derecho con el tubo metálico de la silla. Grité y aventé la botella. Golpeaba con el puño en la mesa. Maldita silla. Observé cuidadosamente mi pie, y me incliné para soplar en dirección al dedo más pequeño. Se le hizo un lunar morado, oscuro. Pasé todo el día tirado en el sillón con el pie en alto. Justo al acabarse las cervezas llegó Gricel. Sólo atiné a sonreír cuando me lanzó su carraspeo. Estaba cansadísima, aún así le conté la increíble historia de la creación del punto negruzco en mi dedo. Me recomendó que no lo tocara, y se fue a dormir. Yo seguí viendo la tele-


LA GUALDRA NO. 118

Artes visuales

El álbum blanco de Ana Míriam Peláez* En la serie Álbum Blanco, se ha ido conformando mi visión como pintora en la que trabajo en comunión e interdependencia la abstracción y la naturaleza; la abstracción semi geométrica va surgiendo de manera misteriosa desde mis imágenes mentales y lo que conforma mi memoria; de la muerte de los que se han ido, de las percepciones de los momentos cotidianos, entretejidas con el mundo de las formas naturales. Esto da aliento a una aspiración más profunda: lo espiritual. En esta serie, la monocromía -como parte de la austeridad, de la espiritualidad, de lo contemplativo y meditativo- es el eje de mi pintura, parto del color blanco y gamas de color muy reducidas. En el campo de la composición utilizo la proporción áurea, que aplico de forma no rigurosa y explícita: le doy mi propia interpretación cuidando no se salga de sus límites. En conjunción con todos estos elementos se encuentra un “personaje”: el círculo como símbolo del mundo espiritual, de la forma perfecta, de formas orgánicas, en donde todo fluye sin obstrucciones. El formato pequeño y la integración del marco permiten que la pieza se convierta en un objeto íntimo, que juega entre la bidimensionalidad y la tridimensionalidad; el contraste visual entre el marco antiguo y la contemporaneidad de la pintura, dan como resultado la pintura-objeto. Ana Míriam Peláez

El corazón de Camila

La poesía del círculo

Los juegos de coco

Muerte en blanco

*Ana Míriam Peláez (Ciudad de México, D.F. 1966). Cursó la Licenciatura y la Maestría en Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM (1985-89 y 1996-98), con reconocimiento y mención honorífica respectivamente. Ha participado en más de treinta exposiciones colectivas en México y Estados Unidos. Tiene cerca de veinte exposiciones individuales desde 1990, la más reciente de ellas en septiembre de 2013: Álbum Blanco, en exhibición actualmente en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en Zacatecas. Su obra se ha distinguido en destacados concursos de arte, como la Mención Honorífica en el VII Salón Nacional de Artes Plásticas-Sección Bienal Estampa (1989) o el Tercer Lugar en el Tercer Concurso Universitario de Artes Plásticas de la UNAM, (1990), entre otros. El FONCA ha reconocido su trabajo en cuatro ocasiones, a través de las Becas del Programa de Jóvenes Creadores (1992-1993 y 1999-2000), y dentro del Programa de Coinversiones. Desde 1990 combina su trabajo pictórico con la docencia y desde hace 13 años imparte distintos talleres dentro del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México. Su obra puede encontrarse en colecciones públicas como privadas, destacando la del Museo de Baie-Sainte Paul, en Canadá o el Acervo Artístico del Tecnológico de Monterrey en la Ciudad de México. Actualmente es beneficiada con el Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA.


30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Red de formas iluminadas

Un postre llamado pureza

Presencias intemporales

Tiempo

Vida y muerte de C

Artes visuales

Los sue単os


LA GUALDRA NO. 118

Por Mateo Estrada Gaviria

Diario de Mateo

Ayer fui al cine. Miré La leyenda de las ballenas (1). La historia puede ser un drama cualquiera: en una aldea de maoríes (Nueva Zelanda) se debe transmitir el mando. Éste es exclusivo para los hombres. Y éstos son preparados desde la adolescencia. El jefe religioso procura encontrar. Pero no. La única que es apta es una niña. Es la nieta del custodio de la leyenda y de la transmisión de la autoridad. La chiquilla se afana y logra mostrar que es ella la receptora del mando en la comunidad. Se mira el liderazgo tradicional; el desprecio por “el otro”, que es la mujer; y, las leyendas que dan identidad y cohesión a un pueblo. La entrada al cine costó 40 pesos. Aquí no existe el asiento designado, ni el guía. Se puede ingresar con palomitas y refresco. El sábado [5 de junio] estuve en Aguascalientes. Fuimos al teatro: En medio de ninguna parte {la soledad. Deseé al actor principal… Al salir bebí, hasta perderme. Quise coincidir con C., me duele su derrota. Ahora leo Cris Cris Cri Cri [Alejandro García, México, Lectorum, 2004]. Sábado, agosto 21. Pese al horóscopo de ayer (lo leí en El Sol, al comprar unas tortas para comer), que pide prudencia ante el día alegre y promisorio, no puedo negar que ayer todo me pintó bien. Incluso prometí exclamar: “Hay caras que se agradecen”. Ayer me levanté de madrugada (7am), acomodé y ordené los días por venir. Desayuno en Vips: enchiladas con arrachera. 70 pesos. Lo hice porque espero cobrar mi primera pensión. Leí Letras libres [n. 68, agosto de 2004]. Tres artículos me atraparon: uno sobre José Luis Martínez, otro acerca de Bashevis Singer y el tercero sobre Agustín Yáñez. Mientras ojeé, bebí café. Luego al banco. Precisamente allí estaba, está el rostro que me deleitó. Cuando lo vi, deseé que él atendiera mi trámite. Así ocurrió. No mira a los ojos. Todo lo hace con diligencia y precisión. La computadora no volverá a dar atención de calidad. Sólo ocurrirá la eficacia. La bendita libertad estuvo cuando me deseó un “buen día”. Con mi dinero compré a David Leavitt. Lo comencé a leer en el autobús, en mi camión favorito y con la música que él entiende…

Promoción de la lectura Libros de superación personal Por Eduardo Campech Miranda Concluyendo la lectura del libro La Vaca de Camilo Cruz, vino a mi mente la reflexión del por qué ese tipo de texto tiene tanta demanda y aceptación entre la población. Aclaro que no soy partidario de ese tipo de obras, pero que he leído algunas de ellas por diversas circunstancias. El título referido como –por citar sólo dos- ¿Quién se ha llevado mi queso?, o La búsqueda, explotan comercialmente alguna carencia emocional. Estos libros narran historias endebles, frágiles, anticipadas y predecibles, y en ocasiones están mal escritos. Pero no que exigen mayor esfuerzo intelectual por parte del lector. La razón es simple: su propósito es ofrecer un aprendizaje práctico para la vida (como si ésta fuera un pastel que todos podemos hornear del mismo modo y con el mismo sazón). El lector de este tipo de textos es un lector que no ha encontrado una motivación de vida, que se encuentra en un momento de crisis (de cualquier índole), que es más cercano a las telenovelas que a las novelas, a los versos forzados de Arjona que al propio José Alfredo, a la televisión que a los diarios. El lector de este tipo de textos, muchas veces no ha sido auxiliado para leer otros libros. También es cierto que en función de lo anterior hay un menosprecio (o desprecio) casi generalizado de los lectores de literatura hacia los lectores anteriores y sus preferencias lectoras (por muy cantinflesca y redundante que parezca esta última frase, así es). Las sentencias lapidarias de “eso no es literatura” resuenan

(1) La leyenda de las ballenas. Dir. Niki Caro, 2003, Nueva Zelanda. Adaptación de la novela de Witi Ihimaera. Edvard Munch, Los solitarios, 1935

en la cabeza del incipiente lector. En efecto, eso no lo es. Pero es el material que tenían para leer. El primer contacto placentero con la letra impresa, el primer eco a sus problemas (si leyera poesía, por ejemplo, el eco se multiplicaría). Los libros de superación personal no son “para jodidos”. Jodidos estamos todos, pero la manera como enfrentamos a nuestros demonios cambia y está condicionada por nuestras lecturas (del mundo y de textos), por el carácter que nos identifica, por las expectativas que nos planteamos. Los libros de superación personal son un gran negocio, quien los escribe nos muestra que ganó celebridad, fama y dinero a partir de explotar una breve historia y llenarla de “enseñanzas”, de “mensajes”, de vender cuentas de vidrio para hacer gafas rosas. Hay adultos que comparten y recomiendan estas lecturas a los niños y adolescentes. ¡Vaya manera de asumir responsabilidades!, ¿no sería más efectivo, creíble y contundente hacerles sentir en carne propia que son valiosos, autónomos y todas las virtudes que les dirá cualquiera de los autores del género abordado? Y aquí volvemos a los propósitos: que el libro (ese extraño objeto al que se le confieren tantas y tan positivas virtudes, tantas, que asusta a los lectores) asuma el papel educativo de los hijos, pero no cualquier libro, no. No es lo mismo leer Los Miserables que El monje que vendió su Ferrari. El libro que lean, debe complementar los estereotipos televisivos.


30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Desayuno en tiffany’s, mon ku Por Carlos Belmonte Grey ¿Qué pasaría si en todo un pueblo las mujeres se declararan en huelga de sexo? ¿Acaso los esposos y novios las golpearían para obligarlas a retomar sus “deberes de mujer”? ¿Y los niños, se verían afectados colateralmente por el carácter irritable de sus padres a causa de la falta de sexo? ¿O peor aún, si la huelga se alargara durante varios meses y la tasa de natalidad descendiera, provocaría una laguna generacional y por tanto, un posible déficit de mano de obra? Lo único que piden las mujeres es que los hombres les ayuden a acarrear el agua a la casa desde el pozo localizado en lo alto de la montaña. Así que otra pregunta se impone, ¿cómo haría la comunidad para cubrir las necesidades del vital líquido? Ésta es la historia que el rumano Radu Mihaileanu, quien dirige en la cinta La source des femmes -La fuente de las mujeres- basada en una historia real sucedida en un pequeño poblado de Turquía en el año 2001, cuando la huelga de amor organizada por las mujeres decantó en una serie de actos violentos de los hombres obligando al gobierno a intervenir y dar solución favorable a la petición de las huelguistas. Mihaileanu consiguió rodearse de un reparto femenino multiestelar: Leïla Bekhti (Paris, je t’aime, 2006),

Hafsia Herzi (La graine et le mulet, 2007), Hiam Abbass (Munich, 2005) y Sabrina Ouazani (Le passé, 2013). Las mujeres, entonces, se declaran en huelga sexual y de mimos porque están hartas de ser las encargadas de todas las tareas caseras mientras que los hombres se ocupan de la agricultura y de tomar el té en los cafés del pueblo musulmán. Ellas son conscientes que su acción militante va a irritar y a provocar el odio de la población, pero están decididas a conseguir el cambio de costumbres de su comunidad, a pesar de saber que las habitudes son prácticas más enraizadas en la gente que la imposición artificial de reglas jurídicas. Pero la cinta no es un recital de declamas huelguistas adoctrinantes, sino que la inserción de secuencias musicales inspiradas en bailes y músicas turcas ejecutados en los escenarios naturales de donde son originarios le otorga una especie de ambiente onírico. Un detalle del filme es el horizonte de perspectiva de las mujeres basado en las telenovelas mexicanas de Televisa que son las únicas que llegan al pueblo, y funcionan para alimentar cuatro esperanzas: 1. El amor principesco de novela. 2. La vida aburguesada de las mujeres de telenovela que se pasan el día hablando por el celular. 3. La intensidad atronadora de los orgasmos. 4. Y

Cine

En huelga de sexo

la vida como un cuento de hadas según sucede en la novela “Esmeralda”. El hecho de situar una historia de militancia social con el sexo como factor de presión dentro de un contexto rígidamente religioso concede al filme

una cualidad que le hizo merecedor de una nominación a la Palma de Oro durante el Festival de Cannes 2011. No estaría mal promover su visualización para comprender la importancia de las manifestaciones en el cotidiano.

The fall of Arthur: unas cuantas líneas al respecto Por Adso Eduardo Gutiérrez Espinoza lkien: The fall of Arthur. Este poema es previo a la creación-escritura del mundo de El señor de los anillos y, por lo tanto, se acerca a los libros de caballería, específicamente el ciclo artúrico. Inspirándose en Geoffrey de Monmouth y Thomas Malory. En el prólogo a este libro, Christopher Tolkien cree que su padre comenzó la redacción de este poema en 1930 y lo abandonó en 1937, debido a la corrección y la futura publicación de El Hobbit, no-

vela que ha sido popularizada por la versión cinematográfica de Peter Jackson. La característica de este poema póstumo es, sin duda, interesante: el autor escribe en inglés moderno y emplea los versos aliterativos, estilo popular en la temprana Edad Media, el mismo estilo empleado para obras clásicas medievales: Beowulf y Sir Gawain y el caballero verde; la versión incompleta de The fall of Arthur —si bien

el título puede recordarnos a El otoño del patriarca o al mito de la caída de Ícaro— contiene cuatro cantos en los cuales nos narra el enfrentamiento entre bretones, encabezados por Arturo, y sajones. Lo maravilloso de esta edición son los exquisitos análisis posteriores al poema: se analiza el papel de The fall of Arthur dentro de la tradición artúrica, la relación del poema con El Silmarillion y la evolución del poema.

Libros

Alguna vez leí, en palabras de Christopher Tolkien, que su padre había dejado unos cuantos trabajos incompletos, debido principalmente a su vida académica o su pérdida de interés para continuar la escritura de dichos trabajos. Harper Collins, una de las editoriales más importantes en lengua inglesa, publicó en el 2013 una versión crítica, de manera póstuma, un poema inacabado de J.R.R. To-


LA GUALDRA NO. 118 IX F est ival Int e rnaci onal de Narraci ón Oral & II Foro Ibe roam e ricano de l a L engua Español a de l 2 7 de septi embre al 5 de o ctubre PROGRAMA OCTUBRE 2013, CINETECA ZACATECAS. La Cineteca Zacatecas está ubicada en calle Dr. Hierro #303, centro histórico de Zacatecas. La proyección de las películas se realiza de manera gratuita, con fines culturales y educativos. Excepto HELI, EL TICUZ Y 17 TOUR DE CINE FRANCÉS.

PROGRAMA OCTUBRE 2013, CINETECA ZACATECAS Miércoles 2 17:00 Hrs. Entrada libre Película invitada EL GRAN CALAVERA Dir. Luis Buñuel México/ 1949/ 90 min. Miércoles 2 18:30 Hrs. Entrada libre Película invitada NOSOTROS LOS NOBLES Dir. Gary Alazraki México/ 2013/ 90 min. Miércoles 2 20:00 Hrs. Entrada libre Ciclo Alejandro Jodorowsky. LA CORBATA Francia/ 1957/ 35 min. Dir. Alejandro Jodorowsky Miércoles 2 20:40 Hrs. Entrada libre Ciclo Alejandro Jodorowsky. FANDO Y LIS Dir. Alejandro Jodorowsky México/1968/ 96 min. Jueves 3 18:00 Hrs. Entrada libre Ciclo en coordinación con el IFE LAS SUFRAGISTAS Dir. Ana Cruz México/ 2012/ 77 min. Jueves 3 20:00 Hrs. Entrada libre Ciclo Alejandro Jodorowsky. FANDO Y LIS Dir. Alejandro Jodorowsky México/1968/96 min. Viernes 4 18:00 Hrs. Entrada libre LA REVOLUCIÓN DE LOS ALCATRACES Dir. Luciana Kaplan México/ 2012/ 97 min. Viernes 4 20:00 Hrs. Entrada libre Ciclo Alejandro Jodorowsky. EL TOPO Dir. Alejandro Jodorowsky México/ 1970/ 125 min. Sábado 5 18:00 Hrs. Entrada libre Ciclo de Cine Tibetano LO QUE QUEDA DE NOSOTROS Dir. Francois Prévost y Hugo Latulippe Canadá/ 2004/ 76 min Sábado 5 20:00 Hrs. Entrada libre Ciclo en coordinación con el IFE GERTRUDIS BOCANEGRA Dir. Ernesto Medina México/ 1992/ 98 min. Domingo 6 12:00 Hrs. Entrada libre Matiné LA PRINCESITA Dir. Alfonso Cuarón EUA/ 1995/ 97 min. Domingo 6 18:00 Hrs. Entrada libre Ciclo Alejandro Jodorowsky. EL TOPO Dir. Alejandro Jodorowsky México/ 1970/ 125 min.

LUNES 30 DE SEPTIEMBRE 10:00 Hrs. Historias de alto vuelo Selene de la Cruz, Distrito Federal Teloneros: Victoria Gullón, España Claudia Bravo, Distrito Federal Olga Regina Rodríguez, Zacatecas Teatro Fernando Calderón 10:00 Hrs. Calaverita de azúcar Carlos Alejandro Domínguez, Guanajuato Teloneros: Niré Collazo, Uruguay Mario Ángeles, Hidalgo Lourdes Rodríguez, Zacatecas Teatro del Seguro Social 10:00 Hrs. Colectiva Colecciones de palabras, mariposas y lágrimas Ana García-Castellanos, España Lucas Nápoles, Cuba César Rincón, Zacatecas Presidencia Municipal de Zacatecas 10:00 Hrs. Colectiva Entre el diablo de Jericó, madame la Morte y el Reino Nuevo de León Jericó, Colombia Marta Singh, Argentina - Canadá Juan Jaime Gutiérrez, Nuevo León María Eugenia Márquez, Zacatecas INEGI, Delegación Zacatecas 12:00 Hrs. Colectiva Un Edipo sin complejos Quico Cadaval, España Ricardo Cazacuentos, Coahuila Olga Regina Rodríguez, Zacatecas Extensión a Universidades / UNID, Sede Zacatecas 19:30 Hrs. Las mil y una noches Espectáculo Unipersonal María Fernanda Gutiérrez, Argentina Teatro Fernando Calderón 20:30 Hrs. De los andares nacen los cantares Espectáculo Unipersonal Victoria Gullón, España Teatro Fernando Calderón MARTES 1º DE OCTUBRE 10:00 Hrs. Puros cuentos salidos Erón Vargas, Durango Teloneros: Quico Cadaval, España Olga Regina Rodríguez, Zacatecas Víctor Hugo Lozano, Zacatecas Teatro Fernando Calderón 10:00 Hrs. Colectiva Cric crac, los sones y las canciones Clara Haddad, Brasil - Portugal Mario Ángeles, Hidalgo Jericó, Colombia Ricardo Cazacuentos, Coahuila Claudia Bravo, Distrito Federal Extensión a Municipios / Patio Presidencia Municipal de Guadalupe 10:00 Hrs. Colectiva Y Dios creó el mundo, a los huicholes y a los españoles Ana García-Castellano, España Florillina Cuentacuentos, Nayarit Carlos Alejandro Domínguez, Guanajuato María Eugenia Márquez, Zacatecas Extensión a Universidades 12:00 Hrs. Colectiva Cuentos de otros reinos y naciones Jericó, Colombia Norma Torres, Distrito Federal Olga Regina Rodríguez, Zacatecas César Rincón, Zacatecas Extensión a Universidades 19:30 Hrs. Carnaval a puro cuento Espectáculo Unipersonal Niré Collazo, Uruguay Teatro Fernando Calderón 20:30 Hrs. Personajes del Nuevo Reino de León Espectáculo Unipersonal Juan Jaime Gutiérrez, Nuevo León. Teatro Fernando Calderón MIÉRCOLES 2 DE OCTUBRE 10:00 Hrs. El rey que no sabía reír Espectáculo Unipersonal Ricardo Cazacuentos, Coahuila Teloneros: Clara Haddad, Brasil - Portugal Víctor Hugo Lozano, Zacatecas María Eugenia Márquez, Zacatecas Teatro Fernando Calderón 10:00 Hrs. Colectiva Cuentos de fantasmas y otros mundos Marta Singh, Argentina - Canadá Niré Collazo, Uruguay Quico Cadaval, España Erón Vargas, Durango Carlos Alejandro Domínguez, Guanajuato Extensión a Universidades / UTEZ Zacatecas 10:00 Hrs. Colectiva Doña Cuca la cuchara y otros personajes Jericó, Colombia María Fernanda Gutiérrez, Argentina Juan Jaime Gutiérrez, Nuevo León Julia Eugenia Robles, Zacatecas Olga Regina Rodríguez, Zacatecas Extensión a Universidades

17:30 Hrs. Inauguración de la exposición fotográfica “Rostros de la Literatura”, de Carlos Bracho Vestíbulo del Teatro Fernando Calderón 18:00 Hrs. Inauguración II FORO IBEROAMERICANO DE LA LENGUA ESPAÑOLA a ALFONSO REYES Autoridades, invitados especiales y participantes Teatro Fernando Calderón 19:30 Hrs. Conferencia magistral Alfonso Reyes en la Literatura Dra. Minerva Margarita Villarreal, Directora de la Capilla Alfonsina, Monterrey, N. L. y Dra. Alicia Reyes, Directora de la Capilla Alfonsina, México. D.F. Teatro Fernando Calderón 21:00 Hrs. Juego teatral en un acto El Quijote Carlos Bracho, México Teatro Fernando Calderón JUEVES 3 DE OCTUBRE 10:00 Hrs. Patitas blancas, patitas negras Mario Ángeles, Hidalgo Teloneros: Víctor Lozano, Zacatecas Lourdes Rodríguez, Zacatecas Teatro del Seguro Social 10:00 Hrs. Colectiva Princesas en castillos y en bibliotecas Ana García-Castellano, España Clara Haddad, Brasil - Portugal Jericó, Colombia Olga Regina Rodríguez, Zacatecas Extensión Dependencias 10:00 Hrs. Colectiva Cantares y contares de los fantasmas familiares Victoria Gullón, España Quico Cadaval, España Ricardo Cazacuentos, Coahuila Norma Torres, Distrito Federal María Eugenia Márquez, Zacatecas Extensión Universidades 10:00 Hrs. Mesa redonda REPÚBLICAS DE LETRAS; LA HISTORIA EN LETRAS. “Autores del norte, del centro y del sur de América”, Mtro. Elmer Mendoza, México “Zacatecas a fines del Siglo XVIII: nuevas aportaciones sobre La portentosa vida de la muerte de fray Joaquín Bolaños”, Dr. José Carlos Rovira, España “Historia y ficción; hibridaciones; aciertos señalados”, Mtro. José Javier Villarreal, México “Las letras en territorio zacatecano”, Dr. Alejandro García, México “La palabra en el desarrollo del pensamiento abstracto”, Dr. Sergio Espinosa Proa, México Modera: Sonia Viramontes, Zacatecas, México Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez 12:00 Hrs. Mesa redonda LIBRO, LECTURA Y SOCIEDAD. “Fomento de la lectura y bibliotecas públicas”, Mtra. Beatriz Palacios González, México “Las bibliotecas virtuales y la Biblioteca Cervantes”, Dr. José Carlos Rovira, España “La Biblioteca del Palacio Real de Madrid: antecedentes y evolución de un modelo como Biblioteca Pública”, Dr. Javier Morales Vallejo, España “La Lectura en Tiempos Mercuriales”. Mtra. Perla Schwartz, México Modera: Gonzalo Lizardo, Zacatecas, México Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez 18:00 Hrs. Mesa redonda PALABRA HABLADA, ESTRUCTURAS EMOCIONALES Y SUPERVIVENCIA DE LAZOS SOCIALES “Voces y sonidos que mantienen la memoria”, Mtro. Bodhan Ulasin, Eslovaquia “De la narración escrita a la oral: la gramática de la fantasía”, Mtra. Ana García-Castellanos; España “Construcción de imaginarios sociales a partir de la Palabra”, Mtro. Germán Jaramillo, Colombia “Dinamismo de la lengua hablada”, Francisco Cadaval, España Modera: Dra. Matilde Hernández, Zacatecas, México Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez 18:00 Hrs. El motociclista enamorado y otros cuentos Lucas Nápoles, Cuba Selene de la Cruz, Distrito Federal Erón Vargas, Durango Bernardo Govea, Guanajuato Florillina Cuentacuentos, Nayarit César Rincón, Zacatecas Extensión a Municipios / Teúl de González Ortega 20:00 Hrs. Callejoneada de Leyendas “Vámonos pa’ Zacatecas” María Eugenia Márquez, Zacatecas Plaza 450 Vámonos pa’ Zacatecas Ana García - Castellanos, España Alcaicería de Gómez (Calle del Seminario) El Seminarista de los ojos Negros Jericó, Colombia Callejón 4 de Julio El indio triste Niré Collazo, Uruguay Callejón Cuatro de Julio Las tres Cruces Quico Cadaval, España Museo Pedro Coronel Espantos

Olga Regina Rodríguez, Zacatecas Callejón del Cornejo Leyenda del Cornejo Juan Jaime Gutiérrez, Nuevo León Callejón del Estudiante Perfume de gardenias desde la tumba Carlos Alejandro Domínguez Plaza Miguel Auza El árbol del amor Victoria Gullón, España Plaza Miguel Auza Leyenda de la Fuente de la Plaza Goitia María Fernanda Gutiérrez y Marta Singh, ArgentinaCanadá Jardín Juárez 2 Leyendas de Jobito Inicia: en Plaza 450 VIERNES 4 DE OCTUBRE 10:00 Hrs. Colectiva Cuentos desopilantes Jericó, Colombia Quico Cadaval, España Ana García - Castellanos, España Ricardo Cazacuentos, Coahuila Olga Regina Rodríguez, Zacatecas Teatro Calderón 10:00 Hrs. Cuentos astutos para niños sin susto Espectáculo Unipersonal Norma Torres, Distrito Federal Teloneros: Juan Jaime Gutiérrez, Nuevo León Julia Eugenia Robles, Zacatecas María Eugenia Márquez, Zacatecas Teatro del Seguro Social 10:00 Hrs. Colectiva Promesas de renacuajos y mariquitas Mario Ángeles, Hidalgo Víctor Hugo Lozano, Zacatecas Niré Collazo, Uruguay Clara Haddad, Brasil - Portugal Extensión Centros Educativos / Instituto Educativo de Zacatecas 11:00 Hrs. Mesa Redonda RETOS Y FRONTERAS DEL IDIOMA ESPAÑOL ANTE EL INGLÉS; IMBRICACIONES “Una poeta chicana: soñar y escribir en español”, Elsa Leticia García Argüelles, México “Pensar en otro idioma: posesionarse del propio”, Marta Singh, Argentina - Canadá “Tierra de nadie y de todos; influencia de la cultura chicana”, Georgia Aralú González Pérez, México Modera: Alfonso Campuzano, Zacatecas, México Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez 12:00 Hrs. Colectiva Cuentos al viento entre mar e isla Lucas Nápoles, Cuba Selene de la Cruz, Distrito Federal Erón Vargas, Durango Bernardo Govea, Guanajuato Florillina Cuentacuentos, Nayarit César Rincón, Zacatecas Extensión a Municipios / Tlaltenango de Sánchez Román 18:30 Hrs. Conversatorio DERROTA O ENRIQUECIMIENTO DE LA LENGUA ESPAÑOLA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Beatriz Pagés, Directora de la Revista Siempre, México René Avilés Fabila, Premio Nacional de Periodismo, México Teatro Fernando Calderón 20:00 Hrs. Ceremonia de Clausura II FORO IBEROAMERICANO DE LA LENGUA ESPAÑOLA a ALFONSO REYES Teatro Fernando Calderón 21:30 Hrs. Función para adolescentes y adultos Retórico y erótico Niré Collazo, Uruguay Quico Cadaval, España Lucas Nápoles, Cuba Marta Singh, Argentina - Canadá Clara Haddad, Brasil - Portugal Selene de la Cruz, Distrito Federal Olga Regina Rodríguez, Zacatecas Centro Cultural Ciudadela del Arte / Cupo Limitado SÁBADO 5 DE OCTUBRE 18:00 Hrs. Espectáculo Unipersonal Los Cuentos de Rodari Bernardo Govea, Guanajuato Teatro Fernando Calderón 18:30 Hrs. Espectáculo Unipersonal Que Comience el Wemilere Lucas Nápoles, Cuba Teatro Fernando Calderón 19:30 Hrs. Espectáculo Unipersonal El Inventor de cuentos Ana García Castellano, España Teatro Fernando Calderón 20:30 Hrs. Clausura General IX FESTIVAL INTERNACIONAL DE NARRACIÓN ORAL ZACATECAS 2013 Teatro Fernando Calderón Nota: Entrada libre a todas las actividades


30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Por Simitrio Quezada

El picaporte

El público “en general”, la sociedad “en general”

Ahora que en el estado de Zacatecas comienzan otros gobiernos municipales, analizo cómo los errores en la redacción siguen siendo los mismos. Diré que “transtrieniales”, que permanecen a pesar del paso de trienios. No estaría mal que los nuevos encargados de las áreas de comunicación social se detuvieran un momento para reconsiderar expresiones como “público en general”, “sociedad en general”, “comunidad en general”. La pregunta obligada es: ¿puede hablarse de un “público en particular”? Ya lo saben: público, sociedad, comunidad y sustantivos colectivos afines son eso: colectivos. Se refieren a una generalidad. Sin embargo leo circulares salidas de oficinas públicas que comienzan con ese terrible: “Al público en general”. “Se invita a la sociedad en general”. Más terrible queda una expresión del tipo “A todos los profesores en general”, “A todos los médicos en general”, “Se les recuerda a los trabajadores en general”. Odio tener que teclear que los citados son “errores en general”. * Envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com

II Foro Iberoamericano de la Lengua y Festival Internacional de Narración Oral en Zacatecas Por Perla Schwartz Plazas, plazuelas, calles y callejones fueron y son escenarios coloridos del Noveno Festival Internacional de Narración Oral, el cual inició el pasado 27 de septiembre para finalizar el próximo 5 de octubre. Ésta es una actividad previa al II Foro Iberoamericano de la Lengua, mismo que será inaugurado la noche del 2 de octubre en el Teatro Fernando Calderón; esta segunda actividad es coordinada por el Arquitecto Héctor Ávila Ovalle, subdirector de enseñanza del Instituto Cultural Zacatecano de Cultura. Este año el Foro será dedicado a ese gran humanista que fue el regiomontano Alfonso Reyes, “una especie de Aristóteles del siglo XX”; en dicha mesa participarán la nieta del maestro Reyes Alicia Reyes, directora de

la cada vez más efervescente Capilla Alfonsina de la Ciudad de México; así como la poeta Minerva Margarita Villarreal, filial de la misma en Monterrey. Para el II Foro Iberoamericano han sido invitados varios especialistas de España y Portugal, así como de catedráticos zacatecanos; las actividades que se pueden consultar en la página web del Instituto de Cultura Zacatecano, se llevarán a cabo en el mencionado Teatro Calderón, así como en el Museo Manuel Felguérez, que este 2013 cumple 15 años de haber sido fundado. El Foro promete ser un evento cultural relevante, para la reflexión en torno a la lengua, pero sobre todo en la pertinencia de acrecentar el fomento a la lectura.

Francisco Sánchez forever II Por Ester Cárdenas “Voces agoreras anuncian, en este ya adelantado principio de milenio, el inminente fenecimiento de los libros y del cine. Algunos incluso lo celebran. Por perturbador que pueda parecer esta amenazante posibilidad, pienso que no hay que tomarlo por lo trágico. Como Doris Day cantaba en una película de Hitchcock, lo que serait, serait…”. Francisco Sánchez

En mi artículo anterior les conté, cómo descubrí la escritura de Francisco Sánchez, su importancia para mi formación, su trabajo como guionista y la sorpresa que me llevé cuando en el 2004 un poco antes de que iniciara el Festival Cultural Zacatecas, Sampedro llegó a la casa con el libro Siglo Buñuel de Francisco y me dijo que yo moderaría la mesa en que se presentaría el libro. Me sorprendí y me inquieté, de inmediato inicié la lectura del libro, una verdadera delicia. La fecha finalmente llegó y ese día por la mañana en el teatro del IMSS se presentaría El gavilán de la sierra, cinta de Juan Antonio de la Riva, con quien Francisco había escrito el guión de esa pequeña joya de la cinematografía mexicana que es Pueblo de madera y con la cual entre otros premios recibieron el Coral a la mejor película y guión cinematográfico en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana en 1990. Bien, en compañía de mi gran amigo Héctor Ávila esperaba entrar al teatro del IMSS cuando alguien del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, nos anunció que la cinta programada no se proyectaría, ya que el director, Juan Antonio de la Riva, no había llegado (tiempo después tuve el gusto de conocer a Juan Antonio y nos contó que se había cansado de llamar a las personas que lo habían invitado para preguntar dónde debía recoger su boleto de avión y jamás se habían dignado contestarle el teléfono, por lo que había colegido que la invitación se había cancelado) y además dieron la explicación de que había utilizado el boleto para trasladarse a Durango. La verdad es que durante el período en que José Esteban Martínez estuvo al frente del Instituto ocurrieron cosas bastante bizarras (también en los subsiguientes periodos) pero eso ya lo contaré en otra ocasión, lo cierto es que la grosería de que fue objeto Juan Antonio y el pretexto (mentirilla) que se dio no tiene parangón. Una vez que me enteré que Juan Antonio no estaría en la presentación de Siglo Buñuel, me entró la neura que sólo desapareció cuando Sampedro me presentó a Francisco y Ana (su bella y maravillosa esposa); conversando sobre la situación, Francisco decidió que yo lo presentara y Sam moderara la mesa, la verdad yo no estaba preparada para hacer una presentación digna de Francisco, hice lo mejor que pude, él, al igual que en sus escritos estuvo brillante y ése fue el principio de una hermosa amistad. (Continuará)

*Amor al cine. Juan Pablos Editor / Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, 2009.


LA GUALDRA NO. 118 / 30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Pájaros en la cabeza

Río de palabras

Por Pilar Alba “Pájaros en la cabeza”, así dice mi madre que tengo. Cada vez que vamos por la calle y me suelto de su mano para ver el agua de la fuente o recoger hojas y florecitas del suelo. También me lo dice cuando me quedo así como ahorita nada más viendo el cielo contando las nubes o de noche las estrellas; viendo pasar aviones, helicópteros azules que con su ruido a veces me dan miedo. Yo no digo nada, a mí me gusta tener pájaros en la cabeza, me gusta que sus trinos me lleguen al cerebro para no oírla cuando llora cada vez que termina con un novio o para no sentirme solo cuando me deja para irse a las fiestas, porque ella tiene derecho, como cualquiera, de divertirse. Entonces cierra la puerta con llave

para que no me salga y me dice que debo quedarme callado, sin hacer ruido para que los vecinos no se de cuenta que sólo yo estoy en la casa. Así lo hago y es cuando más se vuelan los pájaros moviendo sus alas, cante y cante, lo bueno que sólo están en mi cabeza si no la gente se asustaría con tanto alboroto. Lo que no me gusta es cuando le dice a los otros: “es que esta criatura tiene pájaros en la cabeza, y ah, cómo le revolotean y le revolotean”; luego sigue el consejo de la gente y no me deja ver la tele, me quita los libros; me hace ir con el doctor para que vea y le diga lo que hay en unos dibujitos: un loro verde, una golondrina parda, una paloma blanca, un canario amarillo, un ruiseñor negro.

Sueño que una mujer escribe Por Edgar Khonde Alicia, te envío esta carta contándote un sueño al que he titulado Sueño que una mujer escribe: Sueño a una mujer que escribe que hay un hombre ciego escribiendo sobre la casualidad y la coincidencia. La casualidad es la pesadilla de lo real, escribe el ciego. En este enunciado el ciego intuye la carencia de voluntad y además la existencia de la escritora. La mujer se ve revelada, cosa que no tenía prevista, ¿cómo?, se pregunta. En el desarrollo de su novela el ciego es un escritor de cuentos y poemas; un escritor argentino que vive en Ginebra. En cada paso que da esta mujer se siente vigilada e imaginada por el ciego. Llega al punto en que cree que está siendo descrita en uno de los cuentos del cuentista, el cuento: “La espada y la dama”, de manufactura fantástica, termina con un enfrentamiento entre la dama y un coleccionista de espadas. Nerviosa envía la novela a su editor, con el título de El escritor de la brújula. El editor reenvía el libro a dos lectores, uno de ellos sugiere una corrección profunda, el editor acepta. Al cuento “La espada y la dama” le es agregado un final que desenlaza en un asesinato. En la trama de la novela la mujer cita fragmentos de los poemas que escribe el ciego; dos de los poemas los cita completos, uno de ellos lleva por título “Las causas”, el otro no tiene título. Cuatro días después de haber enviado la novela, la mujer entra en

una tienda de antigüedades en donde conoce a Darío, el dependiente, quien le va mostrando objetos hasta finalmente manifestarle sesgadamente su filia por las espadas. Asustada se percata de que la situación se asemeja al cuento que escribe el ciego. En un acto que luego describiría como “involuntario” ante el ministerio público, le clava un puñal a Darío; en su alegato declarará que Darío intentó atacarla. Sin embargo el fiscal entregará los videos del circuito cerrado de la tienda donde se nota de forma clara cómo la mujer atacó a Darío por la espalda. En la cárcel la mujer recibirá las pruebas de la novela que ahora se llama, a sugerencia del editor, Sueño con el diablo. [Como ya te imaginarás, el puñal que enterró a Darío, es el mismo puñal que Luis Melián Lafinur le regaló al padre de Borges, y que Evaristo Carriego tuvo entre sus manos, ese puñal que soñaba con tigres]. Luego cuando desperté y escribí la palabra “tigre”, entendí algo sobre el sueño; lo que todavía no descifro es por qué decidí contarte este sueño.

Aleteo

Por Alberto Huerta

Veleidosa, la Monarca, voluptuosa aleteó pero, en esta ocasión, en ningún rincón del mundo, por muy escondido y recóndito, no ocurrió absolutamente nada.

Elogio a mi nombre [Leerse mientras se escucha: El corrido de Roberto/ Juan Cirerol]

Por Roberto Galaviz Mi nombre es marca registrada desde ayer; si escuchas con atención, tiene una sonoridad que podrás notar de inmediato tienes que comprender (incluso reconocer) que no todos tienen un nombre que suene como un platillo a mitad de concierto sinfónico, no todos saben usar esas letras para completar objetivos no todos tienen en la espalda un tatuaje de una pelea de mujeres en lodo -en la que por supuesto,gana siempre quien yo quiera que gane es la ley, es el resquicio de justicia que todavía chorrea este mundo, es a lo que llamo: tener un nombre y saber para qué sirve saber que un nombre es más que la tinta de veintisiete años regada por aquí y por allá

mi nombre es la pólvora que si es necesario, explota; no obstante sé cuándo mojar esa pólvora y quemar las naves es necesario hacerme entonces el desarmado e inventarme una herida (todos nos hemos inventado heridas, es un vicio muy antiguo) es la forma de saber que luchar es inútil cuando un nombre es más que una bala, que una mirada mi nombre Roberto Galaviz ® es marca registrada es como un músculo que si no se usa, se atrofia se adelgaza y nadie aquí quiere eso nadie sería una tragedia.

PS. En el cuento de “La dama y la espada” (el editor habría también decidido cambiar el orden de los sustantivos) el lector que corrigió la novela puso como final el asesinato de la dama en un asalto donde era atravesada por la misma espada que había dado muerte a su bisabuelo en una batalla en Churubusco contra los franceses. * @edgarkhonde

Max Ernst, Las aves, también pájaros, pescado-serpientes y el espantapájaros, 1921


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