SUPLEMENTO CULTURAL
No. 138 - 3 DE MARZO DE 2014 - AÑO 3
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Israel Terrón Holtzeimer (Veracruz, 1982) es uno de esos escritores que eligieron ser músicos y las bondades divinas lo llevaron a la literatura. Vocalista de un grupo de rock, compositor de canciones, fotógrafo profesional, durante cinco meses escribió una novela sobre qué pasaría si, como cada cien años en México, nos levantáramos en armas contra las disfuncionalidades del Estado, el resultado fue ganar el Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras/Border of Words 2012 y su publicación en Tierra Adentro. [En páginas centrales, una entrevista con él realizada por Joel Flores]
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LA GUALDRA NO. 138 / 3 DE MARZO DE 2014 / AÑO 3
El viernes pasado, gracias a la invitación de Ester Cárdenas, tuve la oportunidad de comentar en la librería Andrea, el libro Yaquis, historia de una guerra popular y de un genocidio en México, la más reciente publicación de Paco Ignacio Taibo II. Desde que yo me acuerdo, los libros de texto de historia sólo dan la información oficial de lo que las autoridades consideran necesario que los niños sepan sobre su país. Sabía que el autor, como ha solido hacer en otras de sus publicaciones desmitificaría la historia de los yaquis, pero, en realidad, debo confesar que no me imaginé a qué grado. Digamos que al finalizar el libro, además del impacto que tuvo en mí enterarme de tanta tropelía –muy bien documentada- cometida en contra de esta comunidad indígena, quedó en mí una profunda indignación por los hechos ahí narrados; fue irremediable establecer una serie de similitudes con otra comunidad zacatecana: me refiero a Salaverna, en el municipio de Mazapil. La más larga lucha registrada en la historia de México (de 1867 a 1909) se lleva a cabo en la sierra del Bacatete, a espaldas del Río Yaqui y al oriente de Guaymas. El problema: la propiedad de las tierras. Un día, a gobierno estatal se le ocurrió que el territorio cercano al río, donde están establecidos los ocho pueblos, debería de ser confiscado a los que ahí habitaban para llevar a esa zona la “modernidad y el progreso”. Imagine usted que está un día en su casa y llegan las autoridades estatales a avisarle que tiene que salir de ahí porque el territorio en el que está asentada su vivienda, donde está enterrado su ombligo, el de sus tatarabuelos, el de sus abuelos, sus padres y sus hijos, es propiedad de la nación. Que a partir de ese momento deberá abandonar su casa, su tierra, sus recuerdos y resignarse a vivir en un nuevo pedazo de tierra –infértil- que el gobierno, “benevolentemente”, le asignará para permitirle vivir ahí… Eso fue lo que les dijeron a los yaquis a finales del siglo XIX y lo que les dicen ahora a las 15 familias que aún permanecen en Salaverna, esperando que de un momento a otro los desalojen por la fuerza, o que sus casas se derrumben debido a las exploraciones hechas por la minera propiedad de Carlos Slim. La población yaqui llegó a tener cerca de 30 mil habitantes, y después de ese genocidio quedaron sólo 7 mil. Tiene razón Taibo II al afirmar que el gobierno hizo todo lo posible por no dar importancia a un hecho como éste, y cito una frase de Abbondanza mencionada en el libro: “la historia oficial logró su cometido de borrar de la memoria de los mexicanos los atroces sucesos cometidos”. Sí, y no, porque Paco Ignacio Taibo II se da a la tarea de investigar exhaustivamente, a partir del 2011, qué fue lo que en realidad ocurrió en esta zona. Me llama la atención y lo agradezco como lectora, la confrontación que hace el autor constantemente entre lo investigado por él y lo que han investigado otras personas interesadas –por distintos motivos- en el tema. Te-
niendo, como coloquialmente se dice, los pelos de la burra en la mano, distingue de manera precisa las tergiversaciones que de esta historia han hecho autores como Aguilar Camín a quien se refiere como alguien “tan cerca habitualmente del poder y tan lejos del pueblo llano”. A lo largo de las 275 páginas de este libro, encontramos una serie de versiones oficiales versus las versiones reales; otro ejemplo de esto son los documentos encontrados por Taibo II de los informes del ejército y la coincidencia de ellos con la información manejada en ciertos diarios nacionales, en contra de la información que manejaban al mismo tiempo periódicos como el New York Times o el Arizona Weekly Citizen. Desde entonces se daba una información oficial y manipulada en beneficio de ciertos sectores por parte de una prensa al servicio de los gobernantes en turno. Y vemos, con tristeza que en la actualidad sigue pasando lo mismo, como si más de 100 años no hubieran pasado. Un ejemplo, en 1886, los ocho pueblos yaquis había sido ocupados por los militares, tras una serie de batallas los yaquis deciden replegarse –pues mientras ellos se defendían con arcos, flechas y armas sencillas, los militares al mando del general Ángel Martínez alias El Machetero, llevaban cañones para exterminarlos-. “Un periódico [nacional] definió así el momento: ´Este era el inicio de un gran trabajo humanitario: la incorporación [de los yaquis] a la masa común de los ciudadanos de la República´. [pero] No todo era júbilo en los registros de la prensa nacional y extranjera, el Arizona Weekly Citizen, […] reportaba que el general Martínez era ´un monstruo sangriento que indiscriminadamente disparaba sobre cualquier yaqui que cayera en sus manos´ y atribuía la raíz del conflicto a que el gobernador de Sonora intentaba robarles sus tierras a los yaquis” (p. 81). Aquí dos versiones del mismo acontecimiento visto desde la perspectiva de intereses diferentes. Cualquier parecido con la realidad, seguramente es mera coincidencia. Este mismo angelito, el general Martínez, fue quien ordenó, contraviniendo a lo dispuesto por Porfirio Díaz, que fueran enviadas cien familias yaquis en buques de guerra hasta Colima, “en cuyas playas perecieron al saltar a tierra” (p. 90). Datos como éste encontrará usted en este libro que de principio a fin es emocionante, impecablemente bien escrito, y que seguramente no podrá dejar de leer una vez que se encuentre en sus manos. Yo también creo que los mexicanos del siglo XXI no podemos vivir sin nuestros fantasmas, y creo firmemente que el pueblo mexicano organizado y en resistencia puede detener las tropelías que se están haciendo en contra de nuestro país.
De Santa María y otras latitudes: aproximaciones a Onetti El demonio de la libertad (II) por Gabriel Luévano Gurrola
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La carta por Pilar Alba El picaporte por Simitrio Quezada
Para mitómanos amateurs El cine de Miguel Cane por Mauricio Flores
Soy novelista y aprendí a escribir leyendo [entrevista a Israel Terrón Holtzeimer] por Joel Flores
Diario de Mateo por Mateo Estrada Gaviria Leer es un placer por Eduardo Campech Miranda
Desayuno en Tiffany’s, mon ku por Carlos Belmonte Grey Escribir con el pasado por Adso Eduardo Gutiérrez Espinoza
El templo de las musas por Violeta Tavizón
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Cuando nadie por Alberto Huerta Laura me sueña por Edgar Khonde
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Primer poema de un padre a su hija por Roberto Galaviz
Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
3 de marzo DE 2014
De Santa María y otras latitudes: aproximaciones a Onetti El demonio de la libertad (II) Por Gabriel Luévano Gurrola
Ese viaje mental fue, es, el principio de lo mejor que le ha pasado a la sociedad humana, pero también, sin duda, de muchas de sus tragedias, porque abandonarse a los sortilegios de la imaginación empujados por nuestros deseos no sólo nos descubre lo que hay de altruista, generoso y solidario en el corazón humano, también esos demonios, apetitos destructores, de feroz irracionalidad, que suelen anidar también entreverados con nuestros sueños más benignos.1
Ahora bien, habiendo mencionado a Milton, quizá el escritor tenga, además de los atributos del Dios
Literatura
Para crear un mundo es imprescindible mentir, y para hacerlo bien se requiere de una libertad que, no obstante la desfondada pasión que produce, dista de ser íntegra. Parecido al dios de John Milton (poco menos que abarcador), o aún al Jehová que se deja tentar por el demonio en las Sagradas Escrituras dejando al aire las fisuras de su poder, el escritor es tan omnipotente como lo permita el cautiverio a la misma nada embrollada (cielo, agua, tierra: barro de donde vino el hombre bíblico) que lo ahoga y obliga a confeccionar de lo que sabe y ve a diario y lo que lo entusiasma o abisma, destruye. Ésa es la condena a la que se refería Rulfo. Incluso un muy amigo suyo, Augusto Monterroso, le da la razón al decir que en la juventud se piensa que todo en la literatura es imaginación, cuando en realidad el grueso de las anécdotas que ensanchan los libros se viven antes que se inventan. Y dado que la felicidad en la vida es intermitente... (El uruguayo le responde, en ese sui géneris y revelador documental Jamás leí a Onetti, a una periodista con quien tuvo una relación de noviazgo de juventud, cuando ésta le pide que le cuente una historia: “Ya la conté tantas veces, estoy podrido. Mi mejor amigo es Onetti, pero en literatura ¡me tiene harto ya!”) Ésa es la idea de Vargas Llosa, ser libre para mentir la realidad de la que no podemos sustraernos del todo, cautivarse, cautivar a otros; cosa que Onetti hacía con maestría. La realidad mentirosa de sus personajes es una pared con puerta en donde chocan, una y otra vez como ciegos, dándose de cara en los ladrillos, ignorando a sabiendas la salida. De nuevo sobre la ficción dice el peruano:
Nicolai Abraham Abildgaard, Pesadilla, 1781.
semi tiránico, los de Luzbel, esperanzado en determinar su propio orbe. El demonio del Paraíso perdido que llora sobre el árbol del edén y que es consciente de la desgracia y la destrucción que una realidad de satrapía destina a las criaturas bellas y primarias del universo, es un ser sedicioso y atormentado que, al igual que Díaz Grey, es el títere de la creación que en un momento dado da un salto cualitativo, sin red, que le permite sobresalir de la mayoría. La libertad, en todo caso, recae en accionar sin tener a nadie midiéndole a uno las palabras, prevaricando y azotando la paciencia con intención de cooptar la ficción desde el origen. En este tenor traigo a cuenta una cita de William Faulkner, quizá el maestro más importante que tuvo Onetti en su aprendizaje literario, que pertenece a La paga de los soldados y forma parte de los pensamientos de la señora Powers, casi al final de esta novela iniciática: “Es mejor ser libre, limpia y llanamente, sin meterse la idea en la cabeza y en el subconsciente. Sentirse consciente de algo crea una comparación, un lazo con la antítesis”. En los habitantes de Santa María flota, como una bruma casi prenatal, la pugna entre libertad y consciencia del fracaso, misma que arranca a Junta Larsen de su anodino
trabajo en el periódico El liberal para lanzarlo a una empresa que nunca disfruta y menos se cumple de acuerdo a sus oscuros deseos: vivir de la mujer y desquiciar el aburrimiento de su ciudad. Prácticamente todos los proyectos de los demás personajes se frustran y nos hacen pensar que la vida es un sueño sin llegar a realizarse, muchas veces porque los mismos durmientes la sabotean desde dentro. Cuando alguien se atreve a ser libre sin cavilar en las consecuencias, casi tontamente, la mejor recompensa que obtiene es el final de la pesadilla del sinsentido. La extraña chica de Un sueño realizado encarna la libertad de la señora Powers (luego Mahon): en ella la saciedad es la muerte, la última inconsciencia. La lucidez encarna un desafío: soportar la degradación circundante que se niega a ser explicada. Saber en demasía es una maldición. En este sentido no es tan arbitraria la relación que establezco entre el escritor y el demonio de Milton. El Cratilo, diálogo de Platón, es una disquisición, de la mano de Sócrates, sobre las propiedades del lenguaje y el origen de las palabras, en donde se relaciona la naturaleza de las cosas con su nombre. “Demonio” viene de “daemos on”, que significa, “el que sabe”. Teniendo en mente este rastreo de la palabra, pien-
so en Larsen o el doctor Díaz Grey, ejemplos de sus conciudadanos, como demonios que descubren la sordidez que los rodea. Los personajes de Onetti saben de la poca valía de su sociedad y la decadencia de sus valores. Son capaces por eso de sentir y practicar la condena de contar, hacerse de un terreno donde se rediman, aunque éste sea otro infierno. Así pues, estos entes de ficción, que el autor inficionó de su manía de creador, no obstante la libertad de la que nos habla Vargas Llosa, no dan pie con bola para encontrar una salida que filtre su furor. Al contrario, usan la libertad para escaldar el tedio hasta tronarlo y sentir como al que le aprieta la bota hasta que se le rompe. En primer lugar vedan la pureza (por llamarle de algún modo) de su poder imaginativo al considerar y prever su inminente caída, como si fueran arquitectos que, a sabiendas de que los cimientos del edificio que están armando no son sólidos, siguen construyendo piso sobre piso, esperando, apostando entre ellos cuándo se desplomará, sepultándolos. En segundo lugar, la valoración negativa que hacen de sus vecinos, pletórica de rencor y envidia, los acerca a los aspectos que precisamente se encargan de deplorar. Al atacar al otro escupen al cielo y en ocasiones parecen gozar en ello.
1 Vargas Llosa, El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti, Alfaguara, 2008, México, p.26.
LA GUALDRA NO. 138
La carta
Río de palabras
Por Pilar Alba
Sentado junto a la mesa mi padre escribe una carta. Inicia la misiva dirigiéndola: “A Quien Corresponda”; así sin más, con la apertura que esta fórmula de redacción proporciona. Siempre ha tenido una caligrafía hermosa, y qué decir de la ortografía; fue educado en otro tiempo, por otras gentes. En una época en la que no había tanta prisa y se podía practicar toda una tarde planas y planas con una sola letra o repitiendo mil veces una palabra hasta lograr registrarla en la memoria y no volver a cometer un error al escribirla… pero, no quiero desviarme del asunto. Mi padre inicia su carta con una declaración contundente, que de tan dulce y casi infantil logra estremecerme: “Si siempre me he portado bien, ¿por qué me hacen eso?”. Al finalizar la frase se detiene conteniendo un par de lágrimas porque en su tiempo también le enseñaron que los hombres no lloran y deben ser fuertes. Por eso sólo suspira, respira hondo y profundo para retomar las fuerzas: “Desde niño me gustó prestar servicio, iba cada semana y ayudaba en lo que podía: tocando las campanas, deteniendo la patena, acompañando al oficiante, cargando las velas o el incensario… sí, desde niño fui un hombre de fe”. Pone el punto y toma entre sus manos el cristo que le regalaron cuando falleció mi hermano, el más pequeño, y que desde entonces lleva colgado al cuello como señal de que como el Santo Job,
ante la desgracia en esos momentos no perdió la esperanza y también exclamó convencido: Dios me lo dio, Dios me lo quitó, alabado sea. Y la tristeza de su pérdida la transformó en un acto de amor dedicándose aún más en sus horas de descanso al servicio de la iglesia. Retoma ahora su escrito apuntando: “Mi objetivo siempre fue vivir como buen cristiano y sentí que la vida me daba un premio cuando luego de quedarme sin trabajo me invitaron a trabajar en la iglesia, en la notaría de la principal sucursal de Dios en Zacatecas, la mismísima Catedral”. De pronto su rosto parece llenarse de alegría en un segundo se vuelve a tornar sombrío, triste. Y pienso en las Catedrales de Severino Salazar, en la grandilocuencia de esos majestuosos edificios construidos para honra de Dios y para minimizar el espíritu del hombre. “Años de trabajo, en eso se puede resumir: jornadas que se extendían más del horario pactado, dejando a un lado a mi familia, las diversiones y el goce de la vida sencilla; mi preocupación constante porque cerraran bien la cuentas… nunca tomé ni un solo centavo, eso me enseñó mi padre cuando le dije que quería ser contador privado. Saliendo tarde, llevando trabajo a la casa para que a otro día no hubiera pendientes, hasta el último momento siempre estuve ahí al pie del cañón sin importar mi salud, la falta de descanso”. Vuelve a respirar, pero ahora el suspiro
no es de tristeza es de aliento, ése que se necesita para terminar lo que ya se ha empezado: “Por eso me hiere tanto lo que hicieron, me duele el desprecio, la falta de modos… hay miles de mejores maneras y más humanas, ya no digo cristianas, de decirle a un hombre que ya no es necesario su trabajo. Hoy entiendo que tal vez estuve equivocado todo este tiempo y que las cosas de Dios no deben mez-
El picaporte Por Simitrio Quezada Sinónimos consecutivos
La popular canción titulada La carta número tres, hecha famosa hace unas décadas, comienza con un claro ejemplo de sinónimos consecutivos: Lo que guardo y conservo con cariño es un libro que, de niño, me dio mi profesor. En efecto, “guardo” y “conservo” son lo mismo. Siempre que escucho esos versos no evito pensar en los locutores y algunos vocalistas de grupos musicales que abusan de este vicio del lenguaje: enumerar sinónimos como si cada palabra fuera algo distinto. Si no me cree, analice lo siguiente: Espero que estén felices y contentos. Ojalá que se encuentren gozando y disfrutando. Estos proyectos seguirán avanzando y caminando. Esto es, simple y llanamente, mentira. El presidente municipal tuvo una actitud clara y manifiesta. Lo que defendemos y propugnamos es la autonomía universitaria. Precisamos métodos un poco diferentes y variados. ¿Encuentra usted esa absurda consecución de palabras sinónimas? En muchos de los casos ni siquiera alcanza este fenómeno a calzar como figura retórica enfática o pleonasmo. * Envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com
Mordecai Ardon, Letras
clarse con las de los hombres”. Mi padre agrega fecha, lugar y su firma. Dobla la hoja, la mete en un sobre y sale a buscar en dónde entregar su carta. Yo no lo veo salir, no lo vi escribir la carta, tal vez nunca vaya a hacerlo… Porque en la realidad tengo ahora un padre triste, diferente; porque más allá de la infamia, sé que lo que más le duele es la fe que se le ha quebrantado.
3 de marzo DE 2014
Para mitómanos amateurs El cine de Miguel Cane Por Mauricio Flores *
Sería arrancando los ochentas, a sus siete años, cuando Miguel Cane se introdujo por primera ocasión en una sala cinematográfica. ¿El rumbo?: cuál más sino el de la añeja colonia Condesa. Un palacete donde se proyectaban películas que ya entonces se consideraban “de antaño”. ¿Ahora?: ahora el desaparecido cine funciona como una librería muy posmoderna. Aquellos filmes, memorables, en blanco y negro, estelarizados por grandes artistas, siguen aún vigentes; mientras que muchos mantenemos la esperanza de que vuelvan a existir sitios como el Bella Época, para poder gozar de “programas dobles de cintas clásicas”. Será difícil, cosas del neoliberalismo, que en la realidad de nuestros días quepan espacios como los evocados. Menos en un tiempo en que la industria del cine concentra o descentraliza sus diversos procesos, poniendo siempre la mirada en la recuperación de los montos económicos invertidos. ¿Qué beneficio monetario puede tener ahora, frente a la costumbre del cine en casa y de las películas “bajadas” de internet, volver a los clásicos de la manera más clásica? Pregunta que atormenta a los cinéfilos, incluido Cane. Sea la aparición en librerías de Pequeño Diccionario de Cinema para Mitómanos Amateurs una oportunidad para desterrar pesimismos. Para festejar esta maravillosa experiencia, entre lumínica y alquímica, que nos revive el propio autor en este especie de “altar portátil de la más variada idolatría cinéfila”, y bellamente ilustrado por Ana Bustelo y con introducción de Daniel Krauze. No es la primera ocasión que Cane plasma en un libro sus pasiones por el cine. Antes lo hizo en Íntimos extraños (2006), una colección de en-
trevistas publicadas previamente en los medios periodísticos. Mucho tiene de gozo cinéfilo este nuevo catálogo de Cane. El proveniente de un conocimiento enciclopédico sobre lo mejor de la cinematografía planetaria, y el generado en el lector que recorre cada una de las letras del abecedario. A, b, c, d… Así de sencillo y asombroso. Donde en la primera está el redescubrimiento de Allen, Woody (“la quintaesencia del neoyorquino neurasténico con plétora de fobias”) y en la última Zinnemann, Fred (el célebre director de origen austriaco ganador de cuatro premios de la Academia que hiciera debutar en Julia a Meryl Streep). De acuerdo a Krauze, Cane se presenta ahora dueño de una prosa de “urdimbre intertextual”. ¡Y en un diccionario! Lo que cualquiera pensaría como tarea de la academia y la crítica especializada; sólo posible desde el rigor del periodismo, no exento de códigos y órdenes, y que al nutrirse de las pasiones de su ejecutante se torna en resultados tan panorámicos como puntuales: polivalentes, apunta Krauze (autor de libros como Cuervos, Fiebre, Fallas de origen). Que el extenso listado cinéfilo de Cane (unos 250 nombres, además subrayados en cada una de las entradas) contenga la palabra mitómano nada tiene que ver con sus connotaciones negativas. Sí con “alguien que siente adoración o fervorosa devoción por los personajes famosos, las películas memorables y los elementos que las componen: una frase, una localización, una presencia, un objeto de intriga, o bien, deseo”. En este gran diccionario veremos a Judy Garland, Gene Kelly, Coppola, De Palma, Marcello, Buñuel, Almodóvar, Mia Farrow, Rita Macedo, De Niro, Liza Minnelli y hasta La Pantera Rosa. También, memorables, los “cinco besos robados que nos hicieron sonrojar en la butaca” y las “cinco muertes memorables que nos arrancaron lágrimas”, incluida la confesión de cuando a Cane, su madre, “devota” de Hitchcock y los musicales a color, lo sacó en brazos del cine la primera vez que vio Bambi, “tratando de consolar mi angustiado (¡y mortificante!) llanto”.
¿Por qué llora la princesa? Su Alteza Serenísima Princesa Grace de Mónaco, Marquesa de Baux, Duquesa de Valentinos, Condesa de Cardalez, Baronesa de Saint-Lö, III veces Dama. Neé Grace Patricia Kelly (1929-1982)
Estrellas
Miguel Cane, excéntrico a tiempo completo, practicante del dandismo y la mitomanía amateur, en tiempos reputado “party boy”, ofrece una lectura imprescindible para aquéllos que son devotos del séptimo arte y saben que todos estamos hechos de estrellas.
Miguel Cane, Pequeño Diccionario de Cinema para Mitómanos Amateurs, Prólogo de Daniel Krauze, con hermosas ilustraciones de Ana Bustelo, Impedimenta, Madrid, 2013, 372 pp. * mauflos@gmail.com
Libros
No es que pertenezca a la tercera edad, eufemismo en boga desde hace años, pero el caso es que Miguel Cane (Ciudad de México, 1974) es de los que (como yo, tampoco de esa tasa, creo) se estrenaron en la maravilla del cine cuando las funciones eran dobles. Y hasta triples. Lustros después, ha plasmado en Pequeño Diccionario de Cinema para Mitómanos Amateurs su devoción por esa experiencia.
LA GUALDRA NO. 138
Literatura
Soy novelista y aprendí a escribir leyendo
[entrevista a Israel Terrón Holtzeimer] Por Joel Flores* Desde que empecé las entrevistas a narradores de Centro Occidente, Distrito Federal y periferia, nacidos todos en la década de los ochenta, me preocupa saber si en verdad se conocen y están leyendo entre sí, como para crear un diálogo generacional entre sus afinidades y sus obras, así como qué están escribiendo, qué editoriales los están publicando y, sobre todo, qué géneros los ocupan y cómo los definen. En esta ocasión entrevistamos a Israel Terrón Holtzeimer (Veracruz, 1982), y dos preguntas se integraron a nuestra ruta: ¿cómo se están formando los escritores?, y ¿los premios en realidad están acercando su obra a los lectores? Con Juan Gómez Bárcena hablamos un poco de ello, pero entre la literatura mexicana joven y la española hay un Océano Atlántico que nos divide y un país. De los escritores y su formación se sabe mucho y poco: que aprenden en talleres, maestría en creación literaria o gracias a becas o residencias artísticas; que son autodidactas y no están interesados en escuelas o talleres. Lo que es una verdad es que detrás de todo escritor hay una formación, una teoría, y eso basta para que hayan nacido en la historia de la literatura latinoamericana obras como Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño; o El aleph, de Jorge Luis Borges. La formación y preocupaciones de cada escritor se reflejan en sus obras, así como el entorno en el que escribe: ciudad, círculos de amistad y lectores. Israel Terrón Holtzeimer es uno de esos escritores que eligieron ser músicos y las bondades divinas lo llevaron a la literatura. Vocalista de un grupo de rock, compositor de canciones, fotógrafo profesional, durante cinco meses escribió una novela sobre qué pasaría si, como cada cien años en México, nos levantáramos en armas contra las disfuncionalidades del Estado, el resultado fue ganar el Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras/Border of Words 2012 y su publicación en Tierra Adentro. La formación de Israel es meramente innata e intuitiva, incluso algo influida por un par de autores disímiles que él mismo nos los nombra más adelante. Con Artemisa café crea un grupo terrorista (Los Leopardos), dirigido por una líder fantasmal (Artemisa), de la que muchos saben apenas rumores, pero no dudan que podría cambiar el rumbo de México y erradi-
escribir leyendo. El problema de esto es que también soy muy mal lector, y han sido pocos los autores que me acompañaron en este proceso. Como referentes te puedo citar a Rulfo, Del Paso, Joyce, Wilde, Kafka, Burroughs. Y te debo confesar que no estaba entre mis primeros planes ser escritor. Comencé a escribir ya tarde, alrededor de los 25 años.
car, como una heroína inmaculada, las corruptelas habituales que vivimos a diario. Con una prosa seca, de contrapunto, pero que sugiere, sus personajes se mueven en un Distrito Federal caótico y gris, y una Ciudad Juárez que se cuece en la violencia pero busca renacer. Se trata de dos cándidos ángeles caídos (Diana y Federico), que mientras exploran una relación ambigua e invadida de secretos, intentan descubrir quién en verdad es Artemisa y sus seguidores. Aunque en el intento ambos se den cuenta que uno representa la podrida justicia mexicana y la otra la esperanza atrofiada de los ciudadanos.
Joel Flores: Me gustaría comenzar con unas preguntas de rigor. Pues me interesa saber cómo se están formando los escritores jóvenes nacidos en los ochenta, si en talleres literarios, diplomados, universidades con máster en escritura creativa o gracias a las becas artísticas patrocinadas por el Estado. ¿A qué edad comenzaste a escribir, por qué y qué escritores han estado a tu lado? Danos tu historia con la literatura. Israel Terrón Holtzeimer: Sabes que mi formación literaria es muy pobre, por no decir inexistente. Nunca tomé talleres, mucho menos becas referentes a la creación literaria. “Aprendí” a
JF: ¿Qué te llevó a decidirte por la escritura? ITH: Desde la adolescencia siempre escribí canciones. Muchas veces me imaginaba historias más complejas. Ya venía pensando en varios personajes que solía dibujar cuando estaba en la preparatoria. Pero no fue hasta que entré a la universidad y varias personas comenzaron a notar que era bueno escribiendo: que hacía buenos ensayos, buenos trabajos finales. Uno de esos días sólo me senté y comencé a escribir. Soy algo simple para hacer las cosas. JF: Veo tu trayectoria como escritor y relativamente eres novel. Y como noveles, muchos debutan con un libro de cuento. ¿Por qué escribir novela y no lo otro? ¿Qué significado tiene para ti, como género literario, la novela que has escrito y qué autores crees que te han formado? ITH: Bueno, desde el comienzo he mantenido que sólo soy novelista. No escribo cuentos, ensayos, crónicas o poemas. Nada que no sea novela. Me han ofrecido publicar en revistas
3 de marzo DE 2014 publicaciones únicamente digitales. Pero los tiempos cambian, sé que ha habido novelas muy exitosas en esos formatos. En este momento no me sentiría satisfecho publicando en electrónico. Más adelante no sé, tal vez.
JF: Artemisa café es una novela caótica, que en primera instancia sugiere una suerte de historias fragmentarias interconectadas sólo por Diana (el ángel heroinómano), Federico (el federal enamorado), Los Leopardos (grupo anarquista contra el Estado) y Artemisa (la líder). ¿Cómo nace tu novela y cuánto tiempo tardaste en escribirla? ¿Por qué esa estructura, buscaste alguna semejanza con la realidad que nos tocó vivir? ITH: Es demasiado complejo encontrar la semilla de una novela. Tienes una lluvia de ideas. Comienzas a seguir un hilo en la historia y cuando te das cuenta ya tienes todo el estambre enredado. El primer borrador lo escribí en unos cinco meses. De ahí fui cambiando muchas cosas, puliendo el texto y cerrando cabos. La estructura no la pensé mucho, creo por eso es tan compleja. Ya que muchas escenas la escribí como las fui pensando. En verdad fueron pocas las que llegué a cambiar de lugar esperando darle mejor fluidez a la trama. Y respecto a la semejanza con la realidad, creo tampoco fue a propósito. Soy adicto a las noticias y usé muchas de éstas para contextualizar la obra. Pero no lo hice como reclamo social, sólo para aterrizarla un poco. JF: Hablemos del tema, muchos podrían ubicar tu novela en el narcorrealismo, incluso el realismo sucio, por cómo enuncia cierto imaginario público. ¿Por qué hablar de Juárez, la violencia, un grupo anarquista liderado por una mujer en contra del gobierno? ITH: Se menciona el narcotráfico, pero realmente no es el tema de la novela. Por mucho no es el tema. La obra aborda el terrorismo, algo que en México no es tan común todavía. Hablo de Juárez porque conozco Juárez, desde adentro, no como muchos textos que hay sobre la ciudad de escritores que vienen, se hospedan tres días y creen que ya pueden opinar sobre las problemáticas sociales. Con todo y esto tampoco quise hacer de Ciudad Juárez protagonista, creo que la ciudad ya no necesita que se hable mal de ella. Por eso todo lo llevé al D. F. Ciudad que también conozco. Creo que la idea de un grupo anarquista, de una revolución, me surgió de todos estos movimientos que quisieron estallar durante las elecciones del 2006, y de esos rumores que anunciaban que para el 2010 nos levantaríamos en armas como cada 100 años.
JF: Hay una pregunta que suelo hacer a otros entrevistados y quiero compartirla contigo. Me interesa mucho si los escritores contemporáneos se están leyendo entre sí y las razones. ¿Sueles leer a escritores de tu generación, vamos, aquéllos que nacieron en la década de los ochenta? ITH: Sí, sí. De hecho, desde que gané el premio he leído a muchos contemporáneos que he conocido, y hemos intercambiado novelas. De un año para acá es todo lo que he leído. Y sigo leyendo. Siempre será interesante saber qué escriben los autores que han sufrido los mismos procesos temporales, las mismas crisis económicas y sociales. Al final de cuentas son la competencia, quieres ver qué tan malo o bueno eres, y usas como referencia a los escritores de tu generación.
JF: ¿Existe algún grupo anarquista en el que te hayas basado para crear a Los Leopardos en tu novela? ITH: Fíjate que leí mucho sobre ETA, sobre Sendero Luminoso. En México sobre la Liga Comunista 23 de Septiembre, el EPR y hasta el EZLN. Pero la naturaleza de Los Leopardos es muy surrealista. No creo que haya muchas bases para compararlo con un grupo real de terrorismo. JF: Cambiando de tema, se sabe que Artemisa café fue publicada tras haber ganado el Premio Binacional Frontera de Palabras-Border of Words, ¿escribiste la novela pensando en ganar algún premio literario?, ¿cómo ha impactado en tu vida esta distinción?, ¿tu obra está llegando a más lectores y críticos? ITH: No, para nada. La novela la escribí pensando en que se publicara de una forma mucho más comercial. Al ver que no conseguía hacerlo fue que opté por enviarla al Premio Border of Words. El impacto ha sido interesante. Yo no tenía conocimiento de lo que era el mundo literario. Realmente no estaba involucrado. El premio me puso en el mapa underground. He viajado y conocido a personas muy gratas. Poco a poco comienzan a aparecer lectores, algunos me han buscado por Facebook, de otros me he enterado por frases que publican de la novela en Twitter o fotos del libro que aparecen en Instagram. Las críticas han sido buenas, muy buenas de hecho, muy entusiastas. La portada llama la atención. Tener el cintillo de novela premiada y, sobre todo, lo económica
que se consigue, hace que la gente la adquiera con cierta facilidad. Aunque la distribución sea muy limitada. JF: Cambiemos la rutina de la entrevista. Uno de tus personajes intenta conocer al otro a través de la música que escucha. Te haré un par de menciones de grupos y solistas y tú me contestas lo que se te venga a la mente: Pink Floyd: Genios. Baby Shambles: No son The Libertines, pero pasan. Queen: Mercury es el divo del rock. Nirvana: Mis héroes de los 90´s. Pearl Jam: TEN, su disco TEN es muy bueno. Sigur Rós: El video de los niños jugando en nieve negra me inspira mucho. Lou Reed: Artista infravalorado, adelantado a su tiempo. UNKLE: Los conozco muy poco. JF: Hablemos de formatos y el salto que ha dado el libro al e-book en cuanto a nuestro terreno. ¿Has pensado en publicar alguna de tus obras en formato electrónico y promocionarla a través de las redes sociales?, ¿crees que tendrías más lectores? ITH: Creo muy poco en el Internet para el ámbito literario. La gente en línea no lee, o lee muy poco. O tal vez soy muy conservador. Como publicidad por supuesto que funciona y te das a conocer. Pero si esa publicidad no viene con el libro impreso, sirve de muy poco. La gente que disfruta leer lo quiere seguir haciendo en papel. Realmente no ha pasado por mi cabeza publicar en Amazon o lugares de
JF: ¿A qué autores has leído y recomiendas leer? ITH: ¿De esta turbulenta generación? Uff, sí que han sido varios. Recuerdo a Pérez Cruz, a López Corral, Armando Salgado, Parra Aguilar, al mismísimo Joel Flores. Me ha tocado leer a David Shook, a Rodríguez Liceaga, Ingrid Valencia, Sara Uribe, Vanesa Téllez. Han sido varios, todos alrededor de los treinta. De seguro estoy dejando a más de uno sin mencionar. Y ¿sabes?, me considero una persona muy cerrada como para recomendar. Todos son buenos en lo que hacen, y hay público para cada uno de ellos. JF: Por último, ¿en qué proyecto te encuentras trabajando?, ¿es otra novela?, ¿buscarías publicarla en una editorial comercial? ITH: Estoy trabajando en varios proyectos, todos novelas. El que tengo más avanzado es un manuscrito sobre pilotos de la Segunda Guerra Mundial, sólo que algo pasa y la guerra no termina, entonces se narra la situación de un mundo desdibujado en el supuesto año 1999, una sociedad enferma donde la política de los gobiernos es gestionar el declive, lo que ellos consideran el final de la civilización conocida. Es una obra muy ambiciosa de cuatro tomos. Y sí, buscaría a una editorial comercial que fuera capaz de ver el enorme proyecto que es, incluso como franquicia. Pero bueno, tengo que prepararla muy bien para venderla lo mejor posible. * Zacatecas, 1984. Ha residido en la Ciudad de México y España. Autor de los libros de relato El amor nos dio cocodrilos (Editorial Vozed) y Rojo semidesierto (Premio Internacional de Literatura Sor Juan Inés de la Cruz 2012). Seleccionado internacional en 2008 por la Fundación Antonio Gala para escribir durante nueve meses un proyecto literario en el Convento de Corpus Christi de Córdoba, España. Actualmente vive en Tijuana, donde termina la patria y comienzan los sueños.
Literatura
o colectivos, así como columnas de opinión en foros. La verdad no me gustaría tener textos míos regados por toda la red o revistas. Sólo quiero que existan mis novelas. Pues Artemisa Café, como género literario, puede significar algo distinto. No creo que sea algo novedoso, sólo es algo que comúnmente no se escribe en México. Las referencias actuales, la narración frenética, los escenarios apocalípticos… realmente muy alejado del estilo latinoamericano.
LA GUALDRA NO. 138
Por Mateo Estrada Gaviria
Diario de Mateo
Apuntes de 2009 [Cuaderno Limited, tamaño book, 100 hojas, papel de 90 gramos, de rayas. Elaborado en Chile, por Urman] Sábado, agosto 15 de 2009: En el festival de la diversidad, Julia [Robles] volvió a presentar Aún Medea… aún. Ella muy bien, como siempre. La complementaron un actor guapo y Sara Ortiz. Medea la estrenó en la semana cultural. Entonces la reseñé y ponderé la actuación de X. La coreografía y el hermoso cuerpo de X me recuerdan La edad de bronce [A. Rodin, Museo Soumaya, Ciudad de México]. No he terminado el texto para Sergio Loo [Sus brazos labios en mi boca rodando] Noviembre 11: Bertolt Brecht escribió: Gracias a Dios, todo pasa rápido. También el amor, la pena incluso. ¿Dónde están las lágrimas de anoche? ¿Dónde la nieve del año pasado? Estas líneas me provocan preguntar: cuántos actos de ruptura hay en mi vida. Qué es “entonces”, qué es “ahora”. ¿Soy personaje? ¿En qué escenario? R. llamó para saludar. No lo he visto. Para compensar su ausencia, salgo con S. Hoy rondé con él. Pese al impacto del lugar, la música, la plática, no hay nada… Escuché en La zona [Dir. Rodrigo Plá, México, 2007] “¿Por qué vivimos detrás de un muro?” Noviembre 16 de 2009: Miré Lan Yu [Dir. Stanley Kwan, Hong Kong, 2001]. La encontré en la Internet, en un sitio gay de Perú. La historia me parece común… Lo que más me gustó es la naturalidad de los actores y los escenarios que cuentan los muros donde nos desenvolvemos. Viernes, casi todo el día estuve con S. El miércoles comí con él. El sábado salimos. El domingo estuvo toda la tarde en la casa. Su cuerpo me recuerda el de Ray. S. es ajeno al uso de instrumentos básicos de la casa… Ve televisión. El fútbol lo mira con devoción masculina. Después de que se fue, S. mandó un mensaje: “Grax por todo”.
Promoción de la lectura
Leer es un placer Por Eduardo Campech Miranda
Durante muchos años se ha enarbolado la consigna de que leer es un placer. Supongo que esa frase salió de alguna mente diestra en mercadotecnia. También supongo que surgió del esfuerzo por despojar de las connotaciones desagradables que se generaron en espacios escolares, y aún en los hogares, donde la lectura y el libro eran concebidos, y aplicados, como herramientas medievales de tortura. Esa estrategia, la derivada de la frase inicial, propició que, en efecto, se incrementara un poco el número de personas que leen. Pero también trajo como consecuencia la repetición constante de la frase hasta la saciedad. Y las malas interpretaciones, desvirtuando con ello el propio acto lector. En nuestra sociedad, consumista y occidentalizada en su peor versión, la noción de placer se asocia a situaciones de cierta facilidad: el placer de dormir, de descansar, de soñar, de comer. Desde luego que hay placeres que requieren de más esfuerzo: de viajar, de disfrutar placeres costosos, etc., ¿dónde se inscribe el placer de la lectura?, ¿en
imaginar, en estar cómodo, en alejarse del mundo, en disfrutar la trama de una historia, el lenguaje de un poema, en ser identificado como lector? Sin duda en cada una de las acciones enumeradas encontraremos placer según nuestros propósitos de lectura. No obstante, hay uno que es intrínseco a todos ellos: el placer de comprender lo que me dicen. Realizando una analogía pueril, pensemos en un chiste. Ésos que contamos, compartimos y gozamos por primera vez están libres de doble sentido. Conforme crecemos le agregamos albur, malicia, humor negro. Si alguien llega a una edad en que se supone ya es “apto” para escuchar y no entiende la broma, el juego de palabras, el doble sentido, el chiste es despojado de su esencia y sentido. Con lo anterior no intento decir que una lectura no debe ser explicada. Por el contrario, que el lector debe llegar a buscar apoyos, de cualquier índole, para profundizar en la comprensión y salvar la frontera de lo mero literal. Un ejercicio nada sencillo y muchas veces doloroso, por la manera como fue conducido, alejado del placer fácil, inmediato.
Los solitarios, Edvard Munch, 1906. Museum Folkwang Essen.
¿Tiene derecho el lector a experimentar ese placer? Sí. ¿Tiene derecho el lector-mediador a conformarse con ese nivel de comprensión y gozo? No. ¿Por qué? Sencillamente porque de él depende la forma como se formen nuevos lectores. Como este caso hay varios, muchos. Por eso es común encontrarse a promotores, mediadores, fundamentalistas de la lectura, etc., que en virtud de sus lecturas y la manera de expresarse demuestran que la lectura per se no produce al hombre culto que las campañas de formación de lectores nos quieren vender. Quizá porque se conciba a la lectura como un acto solitario, quizá por la ermitaña actitud que asumimos algunos lectores, quizá, llanamente, por instalarse en un zona de confort (apoyándose en los derechos del lector, particularmente en el “Derecho a leer lo que sea”), los lectores aludidos no se acercan a otros lectores, a otros soportes que les clarifiquen ideas, conceptos, escenarios que aparecen en los libros. Quizá, bajo la protección del derecho citado, dejan de ejercer uno más amplio: el derecho a conocer.
3 de marzo DE 2014
Desayuno en tiffany’s, mon ku Por Carlos Belmonte Grey
Hoje eu quero voltar Sozinho
Cine
En ocasiones un simple gesto puede llenar de alegría la escena de un filme y redondear la trama de toda una película. Por ejemplo, tomarse y caminar de la mano a la salida de la escuela ante la mirada de envidiosos y extrañados de la pareja amorosa, puede arrancar la sonrisa del espectador en las salas de cine. Al menos eso sentimos en la exhibición de la cinta Hoje Eu Quero Voltar Sozinho (The way he looks, en su traducción al inglés) del director y escritor brasileño Daniel Ribeiro. La cinta interpretada por Fabio Audi (Gabriel), Ghilherme Lob (Leonardo) y Tess Amorim (Giovana) fue presentada en la Berlinale 2014 y ganó el Teddy Award como la mejor Película Queer y el premio Fipresci a la Mejor Película de la Categoría Panorama del Festival de Cine de Berlín. “Es la historia de un chico ciego que descubre el amor y el deseo sin tener referencias visuales del cuerpo, sino por el simple nacimiento de la complicidad con otra persona, sin importar que sea también otro chico”, comentó el director Ribeiro en la última exhibición de su cinta el día de clausura del festival berlinés. La historia está contextualizada por un medio económico de alta clase media, y aunque esto podría ser una crítica a la cinta porque la homosexualidad se presenta en un entorno que de alguna manera suele tener
Fabio Audi, Ghilherme Lob, Daniel Ribeiro y Tess Amorim
menos prejuicios por las preferencias sexuales, Ribeiro comentó que su elección fue deliberada. Se trataba de filmar una historia de amor, homosexual, estudiantil, y si la hubiera colocado en un medio social más pobre se hubiera visto obligado a afrontar otros problemas propios del medio, de lo contrario hubiera sido una ficción desanclada de la sociedad. Ribeiro dijo haber descubierto su homosexualidad en ese contexto clasemediero y nunca haber sufrido de agresiones, sino que su vida estudiantil se fue presentando de manera
muy natural, de ahí que su historia no sea un simple cuento de hadas. Los jóvenes y pequeños –de estatura, no deben pasar del 1.65 m.actores comentaron cuáles fueron los momentos más duros de filmar: Para Audi, quien tiene el papel del galán Gabriel, fue explicar en qué consiste un eclipse; para Amorim, quien tiene el rol de amiga incondicional de Leonardo, el ciego, y enamorada del guapo Gabriel, fue la escena en el baño por lo pequeño del sitio y agobiante del equipo; y finalmente, para Lob, con el personaje principal del ciego, fue ser un ciego, mantener los
ojos abiertos pero perdidos a pesar de los rayos del sol. En fin, para retomar las palabras de Michel Ciment, presidente del jurado Fipresci, la cinta ha merecido críticas favorables “Por su acercamiento cómico, comprometido y simple del descubrimiento del amor, sin preocuparse por las preferencias sexuales”. A comentar que la película está basada en el cortometraje Eu não quero voltar sozinho (I don’t want to go back alone, 2010) que se puede encontrar fácilmente en internet y es una probadita del largometraje.
Escribir con el pasado Por Adso Eduardo Gutiérrez Espinoza* ¿Es la literatura un viaje hacia Allá? ¿Lo que he leído se ha vuelto hacia horizontes que se (des) dibujan y crean montañas perdidas en las verticales? La literatura siempre es un viaje hacia nuestra condición humana, algunas veces resaltada con la crueldad o la frialdad de un frigorífico. Tiempo atrás, Uriel Martínez me encomendó la tarea de comentar “El autobús que me dejó” (Revista Replicante, 2013), lo cual hice y ahora presento el siguiente comentario más en forma. Tal vez sea inoportuno e incluso prejuicioso señalar que el título me recordaba a La vida nueva (Pamuk, 2002), debido a que el Premio
Nobel de Literatura plantea el viaje de un hombre por Turquía, con sus constantes paradas en pueblos olvidados, empleando viejos y destartalados autobuses. Al leer el cuento, recuerdo mis viajes por el interior de la República Mexicana cuando era estudiante de licenciatura. Lo tormentoso que es estar por horas en un autobús, los filmes tan ordinarios y fútiles, insignificantes para mí y probablemente para el conductor, y, por otro lado, las pinturas campiranas del México contemporáneo, decoradas con militares. La propuesta de “El autobús que me dejó” es, en realidad, retratar la vida actual de las zonas rurales. Sin embargo, tal cuadro tiene un rumor que co-
linda con el humor, sí, un humor que se construye sutilmente, llamando a clientes frecuentes o amigos del personaje narrador. Humor que va creciendo como la escarcha o la espuma del champán, hasta borrar los estereotipos del militar. Otro acierto de este cuento es el lenguaje, que intenta reproducir, como lo ha hecho siempre la escritura, la oralidad. Ante esta escritura, el
lector se enfrenta a un pasado que puede insertarse en los cánones de una literatura mexicana de la centuria pasada, no por ser despectivo, pero con un toque de lo contemporáneo. Es decir, “El autobús que me dejó” se inserta entre el pasado —por el lenguaje, principalmente, y los cuadros— y el presente —retratando a los militares. Un cuento, por supuesto, postmoderno.
* (Zacatecas, México, 1988). Licenciado en Letras, por la Universidad Autónoma de Zacatecas. Fue finalista en el III Edición del Concurso Internacional de Minicuentos “El Dinosaurio” (La Habana, Cuba), convocado por el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso y el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Sanctis Spíritus; obtuvo una mención honorífica en el V Premio Universitario de Narrativa “Elena Poniatowska”, (Aguascalientes, México), convocado por la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Su obra se ha publicado en La Soldadera, el ya desaparecido suplemento cultural del periódico El Sol de Zacatecas, en el suplemento La Gualdra; también, ha participado en varias antologías de AlTaller, taller-seminario de Creación Literaria, convocado por la Universidad Autónoma de Guanajuato y auspiciado por el sello editorial Letras Versales.
LA GUALDRA NO. 138
AGENDA CULTURAL MARZO 2014
La Cineteca Zacatecas está ubicada en calle Dr. Hierro #303, centro histórico de Zacatecas. La proyección de las películas se realiza de manera gratuita, con fines culturales y educativos Excepto estrenos.
PROGRAMA MARZO 2014 Miércoles 5, 18:00 Hrs. Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y personas 3ª edad $20.00 LA VIDA DE ADELE Dir. Abdellatif Kechiche Francia / 2013/ 179 min. Jueves 6, 18:00 Hrs. Entrada libre FARAÓN Dir. Jerzy Kawalerowicz Polonia / 1966/ 182 min. Viernes 7, 17:00 Hrs. y 20:00 Hrs. Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y personas 3ª edad $20.00 LA VIDA DE ADELE Dir. Abdellatif Kechiche Francia / 2013/ 179 min. Sábado 8, 18:00 Hrs. Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y personas 3ª edad $20.00 LA VIDA DE ADELE Dir. Abdellatif Kechiche Francia / 2013/ 179 min. Domingo 9, 12:00 Hrs. Entrada libre MIS VECINOS LOS YAMADA Dir. Isao Takahata Japón / 1999/ 104 min.
VIERNES y SÁBADOS, 20:00 horas Leyendas de Zacatecas Frente a Catedral
Miércoles 12, 20:00 Hrs. Entrada libre LA CUCARACHA Dir. Ismael Rodríguez México / 1959/ 97 min.
SÁBADOS, 18:00 horas Danza, Música y Teatro Sábados en la Cultura Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza
Jueves 13, 18:00 Hrs. Entrada libre EL AMO DE LA CASA (Honrarás a tu esposa) Dir. Carl Theodor Dreyer Dinamarca/ 1925/ 107 min.
SÁBADOS, 20:00 horas Restauración Virtual del Antiguo Templo de San Agustín
Jueves 13, 20:00 Hrs. Entrada libre EL PRISIONERO 13 Dir. Fernando de Fuentes México / 1973/ 73 min. Viernes 14, 18:00 Hrs. Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y personas 3ª edad $20.00 LA VIDA DE ADELE Dir. Abdellatif Kechiche. Francia / 2013/ 179 min. Sábado 15, 18:00 Hrs. Entrada libre EL COMPADRE MENDOZA Dir. Fernando de Fuentes México / 1934/ 85 min.
Sábado 15, 19:30 Hrs. Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y personas 3ª edad Domingo 9, 18:00 Hrs. $20.00 Entrada libre LA VIDA DE ADELE PARÍS, TE AMO Dir. Abdellatif Kechiche Dir. Olivier Assayas, Frédéric Auburtin, Gérard Francia / 2013/ 179 min. Depardieu, Gurinder Chadha, Sylvain Chomet, Joel Coen, Ethan Coen, Isabel Coixet, Wes Domingo 16, 12:00 Hrs. Craven, Alfonso Cuarón, Christopher Doyle, Entrada libre Richard LaGravenese, Vincenzo Natali, LA GRAN AVENTURA DE PEE WEE Alexander Payne, Bruno Podalydès, Walter SaDir. Tim Burton lles, Daniela Thomas, Oliver Schmitz, Nobuhiro EUA / 1985/ 90 min. Suwa, Tom Tykwer, Gus Van Sant Francia / 2006/ 119 min. Domingo 16, 18:00 Hrs. Entrada libre Martes 11, 19:00 Hrs. Ambulante Presenta Entrada libre LA PIEDRA AUSENTE Muestra de Beneficiarios PECDAZ 2012-2013 Dir. Jesse Lerner, Sandra Rozental México / 2012/ 80 min. Miércoles 12, 18:00 Hrs. Entrada libre GRAVITY Dir. Alfonso Cuarón EUA / 2013/ 90 min.
DOMINGOS, 18:00 horas Tradicional Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Entrada libre Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas MIÉRCOLES 5, 12, 19 y 26 18:00 horas Miércoles de Danzón Plazuela Miguel Auza Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas JUEVES 6, 13, 20 y 27 19:00 horas Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y Ortega Plazuela Goitia JUEVES 6 y VIERNES 7 19:00 horas Teatro de calle Moby Dick Grupo MoMo Dir. Claudia Solisandrade Plaza Bicentenario
VIERNES 7, 14, 21 y 28 18:00 horas Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Mercado “J. Jesús González Ortega” SÁBADO 8, 18:30 Trova Acústica III Dir. Omar Márquez Mercado “J. Jesús González Ortega” SÁBADO 8, 19:00 horas Crescendo Temporada de Conciertos Proposición 4-40 Cuarteto de Saxofones Dir. Ernesto Treto Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” Admisión $80.00 DOMINGO 9, 13:00 horas Música barroca Orquesta Barroca Mexicana Dir. Miguel Lawrence Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” Entrada Libre MUNICIPIOS JEREZ DE GARCÍA SALINAS LUNES 3 19:00 horas Danza Contemporánea Letanía de Amor Univerdanza – Colima Dir. Alejandro Vera Ávalos Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Centro Occidente Teatro Hinojosa MARTES 11, 12:00 horas Bellas Artes a todas partes Lectura en voz alta “Leo… luego existo” ISELA VEGA, actriz invitada Leyendo fragmentos de la Novela “El Paraíso que Fuimos” de Rosa Beltrán Teatro Hinojosa
GUADALUPE DOMINGO 9, 16:00 horas Música barroca Orquesta Barroca Mexicana Dir. Miguel Lawrence Convento de Guadalupe Entrada Libre MUSEOS Y GALERÍAS MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ Gustavo Pérez obra reciente Sala de Exposiciones Temporales I Permanencia: 17 de marzo Mecanismos de luz y pequeñas ficciones Obra reciente de Alfonso López Monreal Sala de Exposiciones Temporales II Permanencia: 17 de marzo MUSEO FRANCISCO GOITIA Ruta Gaudí Obra de Rito Sampedro Permanencia: 6 de abril MUSEO ZACATECANO Arte Textil Despierto, despierto Patricia Dunn Permanencia: 16 de marzo FOTOTECA ZACATECAS PEDRO VALTIERRA PINHOLE 3 Antonio Galindo, Flaviano Chávez y Jorge Camarillo Permanencia: 23 de marzo
Formación Artística en el Extranjero (Literatura) Master de Especialización en Filología Hispánica, Dina Carolina Esquivel Marín
DANZA Y MÚSICA Miércoles 5 de marzo, 18:00 horas Auditorio del Museo Manuel Felguérez Creadores con Trayectoria (Danza – Ballet) TUTÚ-FLASH MOB Intervenciones a espacios de Zacatecas, Georgina Dinorah Ávila Dueñas Formación Artística en México (Música – Guitarra) Mente, Cuerpo y Alma, Gabriel de Jesús Jiménez López Desarrollo Artístico Individual (Música –Piano) “Toma de Zacatecas, su Educación y Cultura” El estudio de las Bellas Artes con enfatización en la música, como una profesión, Lucía Gabriela Trejo Vázquez LECTURA EN VOZ ALTA Jueves 6 de marzo, 18:00 horas Jardín Hidalgo Jerez, Zacatecas Jóvenes Creadores (Literatura – Novela) “Columpios que oscilan bajo el agua”, Atenea Cruz Jóvenes Creadores (Literatura – Poesía) #Mujeres bajo tierra, Verónica González Arredondo
DANZA CON LECTURA EN VOZ ALTA Viernes 07 de marzo, 19:00 horas Teatro Ramón López Velarde Formación Artística en México (Danza Contemporánea) Puntos Cardinales-habitando las miradas del movimiento contemporáneo, Maribel Medina Méndez Jóvenes Creadores (Literatura – Novela) “A dónde corren las niñas”, Alma Rosa Fernández Aguirre Jóvenes Creadores (Literatura – Novela) “La Humedad de tus palabras”, Citlalli Luna Quintana Jóvenes Creadores (Literatura – Poesía) “De cuerpo presente”, Raúl García Rodríguez TEATRO Rinconada de la Purificación, Fresnillo, Zacatecas Viernes 07 de marzo, 17:00 horas Jóvenes Creadores (Puesta en escena) La nave “Teatro en la calle”, Juan Francisco Orozco Ortega TEATRO Teatro Ramón López Velarde Sábado 08 de marzo, 19:00 horas Jóvenes Creadores (Puesta en escena) “Teatroteca”, Ángel Alberto Martínez Soto
3 DE marzo DE 2014
El templo de las musas Por Violeta Tavizón*
Entre los puentes de París y los callejones de Zacatecas
Arte
brocha ya que eran el medio para dejar en un pedazo de tela los sentimientos más profundos. A Nava se le debe el que haya preparado en su taller a muchos artistas jóvenes tales como Ignacio Vera Ponce, Mónica Romo, Juan Carlos Villegas o Plinio Ávila, quienes se nutrieron de las enseñanzas de este pintor. Sirvan estas líneas, como muchas otras que gente que reconoce y conoció a Alejandro Nava escribirán sobre él, para hacerle un homenaje al artista que además de dejar una profunda huella en la historia del arte contemporáneo zacatecano, también ayudó a muchos jóvenes a encontrar su camino en el complejo pero maravilloso mundo del arte. *Curadora
Con el pie del otro lado. Alejandro Nava. Escultura realizada entre 2011 y 2012. Del catálogo de arte Ironías de la soledad
Hace dieciocho años me encontraba en una disyuntiva vocacional, como estudiante de distintas ramas del arte buscaba mi propia identidad, estudiando con los grandes artistas que hoy tenemos en Zacatecas y que en ese entonces construían los cimientos de sus exitosas carreras. Uno de aquellos invaluables maestros fue Alejandro Nava, con quien al igual que muchos jóvenes y adultos que pasamos por el taller Julio Ruelas, sembró en nosotros de forma consciente o inconsciente la semilla del arte. Alejandro Nava nació el 10 de agosto de 1956 y comenzó su carrera a los 18 años cuando ingresó como estudiante al Instituto de Bellas Artes de Zacatecas. En 1975, estudió dibujo, pintura y grabado en el Instituto Potosino de Bellas Artes y desde entonces estuvo trabajando incansablemente como artista plástico. La década de 1970 significó para Nava, sus años de formación, ya que por ese entonces estudió también grabado en el Museo José Guadalupe Posada en la ciudad de Aguascalientes. En 1977
obtuvo una beca por parte del Estado de Zacatecas para estudiar en el Taller Siqueiros en Cuernavaca, Morelos. Fue coordinador del Taller Julio Ruelas en Zacatecas de 1987 a 2008 en donde formó a varias generaciones de grabadores y artistas plásticos, estatales y nacionales. En 1997 fue seleccionado para formar parte del Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Dedicó su vida a la pintura, la escultura y la gráfica, el taller era para él un laboratorio en el que podía experimentar con materiales diferentes. En el catálogo del artista titulado Ironías de la Soledad, editado por el Gobierno del Estado de Zacatecas e Irma Valerio Galerías, la curadora del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México –Graciela Kasep Ibáñezinsertó el estilo plástico de Alejandro Nava dentro de la corriente de la pintura metafísica; esto es: “una nueva forma de concebir la composición y la configuración de las formas en la obra pictórica […] donde cada figura representa la fragmentación de un todo, la obra de arte metafísi-
co aparentemente serena, da la impresión de que algo nuevo va a ocurrir en esa misma serenidad”. Así como en su obra plástica podemos vislumbrar su paso a veces constante, en otros momentos más ocasional, entre lo abstracto y lo figurativo; así también por muchos años su vida estuvo dividida entre Zacatecas y París, ciudad que lo atrapó, en la que hacía estancias de varios meses y donde encontró variadas fuentes de inspiración tan emblemáticas e icónicas como los famosos puentes que cruzan el río Sena. Regresando al lado anecdótico de este artículo, recuerdo con mucho cariño la paciencia que el maestro Nava tuvo con sus alumnos para enseñarles la técnica del grabado, explicar los tipos de ácidos que se utilizaban para el atacado de las placas de cobre, la preparación del papel, el uso de la brea, la forma correcta para utilizar las piedras para hacer litografía, las pinceladas rápidas y decididas al pintar sobre los lienzos, la pasión que se debía tener al utilizar el pincel o la
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LA GUALDRA NO. 138 / 3 DE marzo DE 2014
Cuando nadie
Laura me sueña
Por Alberto Huerta
Por Edgar Khonde
Río de palabras
“Quiero decir que estás muerto cuando nadie se preocupa por ti, cuando nadie te ve, cuando nadie te lleva en la memoria. Ahí sí que estás muerto”. Rosa Montero La vio bajar la banqueta. La calle estaba desierta. Ni un alma. Sólo ella, la vieja. Miró el reloj. 2:00 p.m. La vieja dio uno… dos… tres… Encendió el motor… Ronroneó… cuatro pasos… Arrancó… El motor rugió. Encendió las luces que iluminaron a la vieja. Ésta se detuvo encandilada. Volvió el rostro. En unos instantes el auto devoró la distancia que los separaba. Paralizada la vieja, con los ojos redondos de espanto, el grito congelado en la garganta, el chorro caliente de orines resbalando por sus piernas chuecas. Escuchó el impacto. Seco. La imagen fugaz de la vieja volando por los aires, y luego el golpe seco sobre el adoquín. Giró la cabeza sin disminuir la velocidad. Luego, a unos metros adelante, frenó. Atrás, en medio de la calle, el cuerpo de la vieja, hecho nudo, inmóvil. Sólo el chal de estambre gris, agitándose con el viento. Con el impacto perdió un zapato. La media de popotillo tenía un agujero por donde
salía el dedo gordo. Se puso en marcha de nuevo, despacito, a vuelta de rueda, en la esquina dobló, y sin aumentar la velocidad encendió la radio. Música orquestal. Ray Conniff. Con el Zippo encendió un cigarrillo. Dio largas fumadas. Volvió a dar vuelta en la esquina. Siguió fumando. Sin prisas. Disfrutando el acto de fumar. Poco a poco fue aumentando la velocidad. Volvió a dar vuelta en la esquina. Ahí estaba la vieja. Tumbada. Se detuvo. Iluminándola. Sobre el adoquín. Acurrucada sobre un costado. En sus labios brillaba la brasa del cigarrillo. Arrancó. El auto dio dos tumbos. Enfiló en línea recta hasta llegar a la avenida. Suspiró. En sus labios se dibujó una leve, muy leve sonrisa. Dio una última fumada. Arrojó la colilla que describió una parábola y fue a estrellarse en el pavimento en medio de una lluvia de chispas. Era una calurosa noche de mayo.
Laura se sueña dentro de un sueño donde baila música electrónica. En la fiesta luce un vestido rojo, zapatillas de media altura y tiene un peinado donde sus caireles bajan sobre sus hombros desnudos. En el sueño intervengo impertinente el círculo que la rodea, charla acerca de sus sueños con sus amigos; la tomo de la mano y la llevo fuera de la sala. Afuera del salón le explico que le estoy salvando la vida. Laura replica, pero no acepto ni sus reproches ni su insistencia de volver a la pista. Dos días después Laura sufre un accidente. En el accidente es arrojada por un auto en el momento de cruzar una calle. Se levanta instin-
tivamente, confundida da un paso hacia adelante y se detiene, se congela al segundo paso. Piensa en mí, piensa en el sueño, en el sueño donde le digo ‘te estoy salvando la vida’. No da el segundo paso. Un sujeto la jala por detrás y la vuelve a la acera. (Otro automóvil pasa veloz delante de Laura, en el mismo segundo en el que cae sobre la acera. Luego se desmaya. Una ambulancia la lleva al hospital. Recobra la conciencia al tercer día. Es dada de alta al cuarto. El quinto día toma el teléfono y me marca. Me cuenta el sueño donde le digo ‘te estoy salvando la vida’. Después me cuenta su accidente y finalmente me dice: sí, me salvaste la vida.)
Primer poema de un padre a su hija Por Roberto Galaviz Éste debe ser un poema que no haga ruido, un poema blanco; debe ser un poema para que descansen tus primeros sueños debe ser así para que un día lo leas y creas que lo soñaste debe ser como una canción de cuna como un primer tesoro como un país extraño a dónde acudir cuando el mundo te sea hostil porque alguien tiene que decírtelo y quiero decírtelo yo, niña hermosa: este mundo es maravilloso, hermoso, increíble es una fantasía, -pero no todos los díaspara esos días hay que tener un lugar a dónde ir ese lugar puede ser una palabra, un recuerdo, una canción, un abrazo, una mirada ahí estaremos a salvo siempre al nacer, apenas segundos después puse en ti un primer beso, un primer beso que te acompañará a donde vayas a donde vayamos un primer beso que para mí, hija mía será ese país extraño a donde acudiré ferviente cada vez que el mundo me sea hostil
Lucian Freud, Padre e hija
ahí estaré a salvo para siempre.