SUPLEMENTO CULTURAL
No. 58 - 9 DE JULIO DE 2012 - AÑO 2
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Georgina Santos. Instalación: Venas con memorias. Exposición Entre tramas y urdimbres.
Georgina Santos Hernández, nació el 28 de enero de 1988 en el Estado de México. Es egresada en Artes Plásticas y Visuales de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Bordando-nos es un proyecto beneficiado por el Programa de Apoyo a la Docencia, Investigación y Difusión de las Artes (PADID), impulsado por el CENART; en él, participaron seis señoras de la comunidad de Zóquite Pag. 6 y 7 durante varios meses; los resultados se exhibieron en la Exposición Entre tramas y urdimbres.
9 de julio de 2012 / año 2
La semana pasada, fue inaugurada en Alemania, una exposición en la que participan cinco zacatecanos. Citlali Córdova nos compartió la siguiente información: La muestra de los artistas Emilio Carrasco Gutiérrez, Eduardo Arvizu Oliván, Alicia Enciso de León, Claudia Córdova Rojas y Citlali Córdova Rojas, realizada en pasado 6 de julio del presente año en la Galería artLABOR ubicada en el corazón de la ciudad, Buttermelcherstr 5, Munich, Alemania; fue todo un éxito. La exposición titulada “Sin estereotipos: grabado mexicano contemporáneo”, da cuenta del trabajo de estos artistas realizado en los últimos meses. Sin estereotipos, define puntualmente este trabajo colectivo, que no se encuentra clasificado, tampoco se inserta en los recurridos discursos de la mexicanidad, sino que busca una mirada particular, y definitivamente subjetiva con la cual dar la cara al mundo, al arte y a la vida. En un esfuerzo curatorial de Alicia Enciso y la galerista Wendy Bell, se logra conjuntar una muestra interesante entre artistas consolidados y artistas emergentes, esta exposición es un pretexto para celebrar la reunión de un grupo de artistas que comparten lazos de solidaridad y amistad, y que sin embargo no se sitúan en un mismo punto geográfico; Sin estereotipos es al mismo tiempo una celebración de la globalidad, un feliz encuentro, y la eclosión de un lazo con el público alemán. Felicitamos a los cinco participantes y sobre todo a Alicia Enciso, quien radica en Alemania y realizó además los trabajos de gestión para que esta exposición pudiera llevarse a cabo. A propósito de exposiciones, la semana pasada tuve la oportunidad de visitar en el Distrito Federal varias de ellas en diferentes museos. Si usted tiene la oportunidad de ir en estas fechas vacacionales le recomiendo que vaya al MUNAL, en el que el pasado jueves fue inaugurada la exposición Surrealismo. Vasos Comunicantes, que reúne obra de los máximos representantes tanto europeos como latinoamericanos de la vanguardia surrealista. Esta exposición, de acuerdo a la información proporcionada en el museo, tiene como finalidad presentar algunos de los principales alcances del surrealismo en México; recurre al principio básico de vasos comunicantes según el cual esta vanguardia, gracias a su asimilación en el continente americano, fue la que permitió que artistas, tanto en América como en Europa, dialogaran en los mismos términos desde el punto de vista plástico y estético. La muestra cuenta con más de 100
piezas de pintura, escultura, fotografía, dibujos y grabados, así como algunas secuencias fílmicas que acompañan la narración museográfica; está dividida en tres núcleos temáticos: La revuelta creadora. Génesis del Surrealismo; El reinado del sueño: Del diván del artista; y El bello misterioso. Souvenir de México. En esta exposición, que permanecerá en exhibición hasta septiembre, encontrará usted obras de A. Giacometti, André Masson, Antonio Ruiz El Corcito, Carlos Mérida, Remedios Varo, Leonora Carrington, Kati Horna, César Moro, Frida Kahlo, Gunther Gerzo, Joan Miró, Luis Buñuel, María Izquierdo, Man Ray, Salvador Dalí, etc. Créame, es una delicia de exposición. Otra exposición muy recomendable es Amanecer, de Thorsten Brinkmann, en exhibición en el Museo Nacional de San Carlos. Brinkmann (Herne, Alemania, 1971), recibe formación académica en Bellas Artes en la Escuela de Hamburgo; su trabajo ha sido presentado en Alemania, Irlanda, Bélgica, Suiza, en los Países Bajos y USA. Amanecer es el resultado de la búsqueda y acopio de una diversidad de objetos, productos y bienes que tira como desperdicio la civilización, encontrados en las calles, en bazares, en la basura, en los mercados; en su trabajo se muestra la pasión por los muebles y objetos antiguos, telas, tapices, desechos cotidianos, chácharas y cachivaches que va utilizando para realizar una serie de instalaciones -objets trouvés, como les llama Marc Welmman- que conviven en las salas de exposiciones permanentes del museo con otras obras realizadas siglos atrás. Además de las instalaciones, el artista realiza una serie de fotografías en las que funge él mismo como modelo, ataviado con ropajes y máscaras diversas, con un colorido estridente y texturas que van de lo grotesco a lo sublime; el discurso museográfico y el trabajo curatorial son sensacionales: estas fotografías e instalaciones entran en diálogo con las piezas de la época Medieval, el Renacimiento y el Barroco, conversan, platican, cantan… Sin duda, la propuesta de Brinkmann establece un puente maravilloso entre el pasado y el presente. Vale mucho la pena visitar esta exposición y la de El rostro de la mujer en la historia del arte. Un recorrido del siglo XVI al siglo XXI, en el mismo museo, y de la que hablaremos con más detalle en el siguiente número. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Nemorosa locura por Gabriel Luévano Gurrola
La teología del diablo por Nelson Guzmán Robledo
Huérfanos a la caza de un resplandor que miente (de la paternidad como tragedia de la novelística contemporánea) Parte I por Manuel R. Montes
Gina Santos Entre tramas y urdimbres por Jánea Estrada Lazarín
Entre horas fortuitas y el tejido de una espera por Mariana Ríos Maldonado
¿Para qué leer? por Eduardo Campech Miranda Castillo de sal si puedes por Ester Cárdenas
De la Pluma a la lente Exposición en la Fototeca Zacatecas
Diario de Mateo por Mateo Estrada Gaviria Interés por Pilar Alba Compasión por J. Manuel Trujillo Diosdado
Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
3 4 5 6 7 8 9 11 12 Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
9 DE JULIO DE 2012
Nemorosa locura Por Gabriel Luévano Gurrola* Tiembla la fronda que empina Y hace ondular gracia propia, Tiembla la rama que copia Toda virtud femenina. Roberto Argüelles Bringas Jamás hubo locura en vano, de eso estoy seguro. Jamás hubo tampoco, doncella que no desvelara las noches de los incautos caballeros del día a día. De todos los rincones de la tierra y sin importar la cultura o procedencia regional, nunca falta para el loco, alguien a quien dedicarle sus congojas. Pero de entre infinito número de doncellas, una descuella por su talante universal, porque es inexistente, salvo en los imaginados ojos de su enamorado: su nombre es Dulcinea del Toboso. Está hecha con la materia más pura del devaneo, y con las mieles ocultas de la misericordia. Ella es la causa y consecuencia de la justicia, el inoportuno (y por eso la dulzura de su nombre) cauce donde se hunde la esperanza. No obstante, la amada del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha comparte crédito en la inmortal novela de Cervantes, con otras mujeres, también singulares y sugestivas, bellezas imaginadas por un titán incuestionable de las letras. Tanto Dulcinea en sus castillos campestres o bajo la apariencia hechizada de una aldeana, como Dorotea y Marcela, habitan un escenario rústico, imposible en estos tiempos para cualquiera de nosotros. Agobiados por las velocidades diacrónicas de lo cotidiano, las engañifas políticas (parece que muy de moda ya) y los colores grises de la ciudad, hemos ido perdiendo la imaginación y con ello, la posibilidad de construirnos Dulcineas en espera de ser rescatadas, Marcelas gallardas, moras convertidas, que den sentido a la locura. La ciudad, tan lejana de la claridad que el campo depara para las almas pacientes, aniquila con su eterno epitalamio de cementos y fierros, la vena amorosa de lo triste. En la ciudad se enmarañan los términos. No sabemos si la doncella que en el metro nos guiñó el ojo nos produce vergüenza, candidez, excitación o si al dejar el andén haciéndose la desentendida deja un reguero de frustración, satisfac-
ción o duda. En el campo, no obstante, el amor es amor y la tristeza, llanamente, tristeza. No hay de dos sopas, el barroco emocional citadino o la alba sencillez (que no simplicidad) de los grandes valles y los sabios árboles. Uno de los episodios que recuerdo con mayor cariño de la novela de Cervantes se gesta justo antes de que El Quijote y el buen Sancho se adentren a lo profundo de la sierra Morena, cuando una cuadrilla de pastores les cuenta una trágica historia de amor. El joven Grisóstomo ha muerto y la culpa recae en la hermosa Marcela, de quien no se sabe más y que aparece inesperadamente en el entierro. La irrupción de este personaje es fantástica: escondida tras la maleza del bosque, poco a poco apareciendo, tranquila, franqueada por los árboles, imagen de rama tenue y perturbadora, pero valiente, más que cualquier hombre, para dar cuenta de la verdad y deslindarse de la muerte del mancebo. Luego, desaparece, sin que persona alguna la siga, por orden de Don Quijote. No estoy seguro, pero éste es quizá, uno de mis personajes femeninos favoritos de siempre. Una imagen tan poderosa como las heroínas de Cervantes pueden volver loco a cualquiera, embriagar de vida, sólo hay que darse una oportunidad. Enmarcada, o protegida por el ambiente nemoroso de una sierra, la demencia campirana destila un licor dulce, distinto, aún puro. La locura de las zonas industrializadas es depresiva, gravosa, debido a que su capacidad imaginativa es casi nula. No creo que haya Dulcineas citadinas así porque sí, deben ser creadas, en la fiesta aburrida, en la fila del supermercado, y, válgame por lo que voy a decir, incluso en la misa del domingo. De igual forma los caballeros andantes, los cautivos libertados, pero eso sí, ni príncipes ni princesas desabridos (este artículo no puede ser tan rosa). La lectura nos da el inmune pase a terrenos oníricos, que nos liberan un poco del tedio del concreto y nos
Thorsten Brinkmann, Karl Schrank von Gaul, “Amanecer”. Museo Nacional de San Carlos.
permiten conocer otro mundo, el de la añoranza de la tierra, los bosques tupidos, los entuertos terminados, las aporreadas polvosas entre perros mansos, muñecos de trapo y carritos sin ruedas. Ahora bien, el tema de la ninfa enloquecedora no ha sido poco usado. Knut Hamsun, el premio nobel noruego, por ejemplo, y quien por cierto conoció enteramente la vida de aldea, somete a su general Glahn, protagonista de la novela Pan, a una trama cruel y conmovedora. Habitante solitario y taciturno de una profusa sierra, conoce a Eduarda, imagen extremada de la fémina cervantina. De inocencia disfrazada y malicioso proceder, arrastra a Glahn a zonas desconocidas, trepidantes, de su alma. La locura es inminente y moldea a
uno de esos personajes de los grandes libros. El ente de los ojos verdes de Bécquer es de igual modo ilustrativo y los ejemplos pueden seguir; algunos seguramente no los conocemos. En el campo, en las llanuras de la Mancha, como en la literatura, la soledad no se maquilla y la tristeza es un camino de salvación. La locura es humana en el que quiere llenarse los ojos de lejanía, ver el horizonte y sin miedo, porfiar en alcanzarla, caminar, vadear el río, hasta llegar al punto que una vez se vio como corola de la nostalgia y darse cuenta que hay una montaña aún más lejos, para entonces regresar a la casa con el interés de algún día descubrir ciertos secretos en el corazón de una sierra Morena. *grabiel_luevano@hotmail.com
LA GUALDRA NO. 58
La teología del diablo Por Nelson Guzmán Robledo En primer lugar existió el caos… Hesíodo (Teogonía, 116)
Eugene-Auguste-Francois , Dant y Virgil en el infierno
Si lo irracional tiene una forma cualquiera de existencia, entonces la razón no es sino un paréntesis en medio del caos, una burbuja que aísla a los humanos que aman el cautiverio de sus límites y adoran la regularidad de la
esfera que se cierne sobre ellos. Lo ilimitado es el principio del mal y de la perplejidad, infinitud amorfa cuya mera postulación reduce al bien y a la razón a los límites estrechos de la miopía humana.
William Blake afirmaba que mientras el mal es la energía, la única vida que nace del cuerpo, el bien es la circunferencia que la limita, la frontera de su anhelo a la expansión del goce hacia el que tiende siempre la energía. Aquél que contiene sus deseos lo hace por la debilidad con que ellos pugnan por abolir las cadenas que aman. Lo positivo es el mal y el goce, mientras que el bien es sólo la privación, la continencia de la energía. El bien debe procurar mantenerse siempre en los linderos de la identidad. Que las cosas sean lo contrario de sí mismas es el principio que desde sus orígenes la filosofía intentó destruir, afirmando que sólo lo idéntico subsiste, sea en el concepto, el discurso y el bien. Y puesto que la identidad no admite los contrarios, no puede permitir que el mundo sea una suma de oposiciones e incoherencias. Al hecho de que la religión y la filosofía pactaron con la identidad y el bien debemos dos principios de la teología cristiana: el monoteísmo y la doctrina de la inexistencia positiva del mal. Para el cristianismo y la teología platónica que lo precede, sólo puede haber un dios: la pluralidad de dioses que luchan y se oponen entre sí mostrarían un mundo regido bajo el imperio de lo no idéntico y de la lucha, es decir en el régimen del mal. Si tal lucha existe, —si dios combate al demonio— esa lucha misma proclama la victoria del demonio, pues el demonio es el combate mismo. Los errores de la teología se incrementan por ello cuando San Agustín concibió al mal sólo como privación del bien, como su mera ausencia. Afirmar que el mal carece de existencia positiva bien puede darle coherencia a las especulaciones necesarias de la existencia de un dios y de un mundo buenos. Lo cierto es que el mundo mismo insiste en mostrar los equívocos de tan edificante doctrina. Sólo basta mirar el trasfondo de la mirada humana para ver cómo en ella habita una sed insaciable de goce y sufrimiento; cómo la lascivia, el rencor, la sed de honores, el desprecio del otro, trazan las huellas que nuestros actos van dejando por el mundo que habitamos. Ni Blake, Schopenhauer o Nietzsche se equivocaban cuando decían que es el bien la privación del mal y el mal es lo único que existe. La postulación de una teología del diablo aventaja a las doctrinas angélicas en que la aceptación de su contrario la mantiene incólume. Si el mal existe, entonces el bien es sólo una de sus manifestaciones. El mal no necesita negar al bien, porque si éste existe, el mundo es más caótico e irregular que si sólo existiera
el mal. Rota la identidad misma del caos, el mal es algo que arrastra hacia la destrucción todo, incluso a sí mismo, como el suicida que se arroja de la silla para pender de una cuerda atada al techo. Así entonces, la teología del diablo concibe al bien como si fuera el mal vuelto contra sí mismo. Que esto sea una contradicción, incluso lo favorece. Por eso el mal siempre ha permitido la coexistencia del bien, pero no a la inversa. Si El matrimonio del cielo y del infierno es una reconciliación del bien y del mal, esa reconciliación sólo puede acontecer al interior de un universo maldito. El bien es celoso, como las virtudes que poseemos. Sólo nuestros vicios son solidarios unos de otros, mientras que nuestras virtudes siempre luchan entre sí. Todas las teogonías antiguas concebían un universo amorfo, un mundo cuyas leyes eran del todo ajenas al orden que vagamente impera en el mundo actual: la leyenda náhuatl de los soles concebía un universo que cambiaba sus leyes según la materia del Sol que iluminaba la era que regía; el Enuma Elish babilónico afirmaba que en el principio ningún dios había recibido nombre y sólos Apsu y Tiamat mezclaban sus aguas en un letargo sin forma; Hesíodo daba inicio a su Teogonía señalando al Caos como principio de todo y sólo del ulterior nacimiento de Eros llegaría la descendencia de los dioses. Nada más opuesto a estas cosmogonías que las palabras que dan inicio al evangelio de Juan: en el principio era la palabra (Juan 1:1), es decir, el logos, que también es pensamiento y reflejo del demiurgo. Lo que subyace a este célebre pasaje evangélico es la idea según la cual en el inicio no puedo haber caos, porque si así fuera el orden fundado por la palabra, la razón y el sentido, —el orden del bien— sería un mero accidente del caos, la ausencia del nombre y el mal. La cultura que sucedió a la teología cristiana es por ello la suma de los errores que las prerrogativas de una metafísica del bien imponen a nuestra concepción del mundo. El universo orquestado por el orden general de la razón tiene incluso impacto en nuestras nociones científicas, jurídicas y morales, que se ven limitadas por su incapacidad para simplemente mirar el mundo fuera de las fronteras del discurso y de su sentido endeble Por eso, el deber de una teología diabólica es mostrar que la razón es sólo el límite que imponemos, aquejados por nuestra debilidad y soberbia, arbitrariamente a un mundo que estamos muy lejos de comprender y al que en realidad no deberíamos siquiera atribuirle un nombre.
9 DE JUlIO DE 2012
Huérfanos a la caza de un resplandor que miente (de la paternidad como tragedia de la novelística contemporánea) Parte I Por Manuel R. Montes* No es una novela, hijo mío, ni acaba bien. No puede acabar lo que no empieza y no empieza porque no tengo nada qué decir. Tu padre no es escritor ni lo será nunca. Es un pobre hombre que tiene necesidad de escribir, como otro puede tenerla de beber. Sólo que éste lo hace y sacia la sed. Josefina Vicens, El libro vacío
¿La escritura o la crianza?: tal es mi cuestión. O para elucidar el dilema con fidelidad hamletiana, en descarnados infinitivos: ¿escribir o criar? Parafraseando a un fallido sacerdote de Jerez que se ordenó poeta, ambas derivaciones me asustan, porque son sus responsabilidades eternas. Me vuelco diariamente a la hechura de cierta prosa narrativa considerando que falto a los deberes paternos y que abrigo esperanzas banales en la perfección de una página literaria por no abrigarlas, como debiera, en la perfección de una tarea preescolar que amerita mi vigilancia, mi autoritarismo incapaz y mi compañía fantasmal e insuficiente. Me retiro a un claustro de silencio y de tensiones autistas, abismado en un laberinto de tramas irresueltas y me ocupo de corregir malabares con palabras y juego a que invento proezas retóricas y a que, hábil y preciso, implacable, me consagro, mientras Evan y Lisboa echan de menos, temporalmente, mi ausencia y esgrimen el control de una consola que los distrae y los maravilla, cuando lo que les hace falta quizá es el sostenimiento ininterrumpido en estas manos que, mientras no reprenden o acarician con azoro, mientras no verifican la temperatura en el pecho, en la frente o mientras no improvisan su ley o propinan un castigo, están agitando su soledad en el estanque de la tiniebla creativa y en otro cuarto de otra casa, o de la misma, o en una recámara de hotel, o en una biblioteca, o en una terminal de autobuses humeantes, o en una cantina infecta o donde sea que las convoque la necesidad, escriben. Me instiga una prisa instintiva, un remordimiento agridulce cuando encaro el monitor: termina de una
Friedrich von Amerling, In Traumen Versunken
vez, no te demores y ve con ellos; transporta, aunque no sepas a dónde o para qué, la carga; nadie te sabrá indicar la ruta, nadie te prevendrá con acierto de los peligros, pero ve. Y si les dedico a mis hijos lo que las revistas especializadas en adultos con almas disfuncionales denominan “tiempo de calidad”, entonces aquella línea, aquel adjetivo inasible, aquel capítulo sin remedio hincan en mi conciencia su resolución tardía y me apuran a evadirme, a finiquitar el fragmento inconcluso e incrementar con mi devaluada recolección de comas y paréntesis la dote que me aguarda, centuplicada, en las arcas de la grandeza. ¿La paternidad o la posteridad? ¿Y qué si al escribir en aislamiento absoluto, malográndome padre, posiblemente mis ficciones no
prosperan y resulta mi obra una concepción estéril, un presuntuoso desperdicio de horas? Un hombre que acumula párrafos, un hombre con descendientes y compromisos que ha encorvado su monumental sombra de padre frente al teclado, que se ha empequeñecido, duende atroz que hila oraciones y que por voluntad propia se confabula con las ideas que lo seducen y ridiculizan, es un hombre despreciable que por amarse demasiado a sí mismo y a su verborrea, da la espalda, como el protagonista de la obra beckettiana Eleutheria, el antihéroe Víctor Krap: especie de maniático que antes de la caída del telón prevarica de ser lo que le recrimina su parentela –un hermano, un sobrino, un individuo, alguien–, y se refugia en la quimera
del nihilismo, negando los impuestos de identidad que debe al mundo y a su familia y que se recuesta en una litera enmohecida, escudriñando el muro gris de la desidia sin que los atentos espectadores de su conducta le puedan ver, ya nunca más, el rostro. ¿Es que cuando escribo urdo pacientemente mi máscara, acostumbro a los que de mí dependen a cohabitar con una semipresencia paralítica, con un perfil despectivo y miope, a contraluz, que de un momento a otro ya no se volverá para mirarlos, llamado a sucumbir ante la tentación de satisfacer los delirios que le conferirán la plenitud y la gloria? En alguna instancia ensayística de La rosa, Robert Walser superpone la imagen del escritor a la del niño, le calcula una edad arbitraria de cuarenta y tantos y delinea lo que interpreto como un matiz emotivo con respecto a la tragedia del novelista que se perpetúa y cuya doble sustancia (labor estética y labor genealógica) constantemente lo atormenta: “Cierto es que el niño perdía muchísimo tiempo amando y sintiéndose íntimamente dispuesto a servir”. El hombre que se ha encorvado y que difumina, enrarece su grandeza tecleando abstraído, inapetente de afectos, es a fin de cuentas un infante que para dedicarse tiene que abandonar a los propios, a los de su sangre y apellido, a los que lo adoran como a un dios doméstico y a los que ama y sirve aunque consciente del riesgo que implica posponer para otra tarde, para otro viaje, para otro mes o temporada incluso, la continuación de una escena, el diálogo esclarecedor de un desenlace o las vueltas de tuerca que lo conducirían, satisfecho, al punto final. [Continuará]
* Nació en Zacatecas en 1981. Es escritor, editor y baterista. Autor de los libros de ficciones El inconcluso decaedro y otros relatos (IZC, 2003), Loquios (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2008) y Pentimenti. Cuentos en retrospectiva (Ediciones de Medianoche, 2012). Fue becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Zacatecas en el rubro Jóvenes Creadores (2002-2003). Compuso la Tetralogía de la heredad, que conforman las novelas Infinita sangre bajo nuestros túneles (Premio Juan Rulfo para Primera Novela 2007), Llanto de Lisboa (Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos 2009), En par de los levantes de la aurora e Instrumentos de naufragio. Terminó sus primeros estudios de literatura en la Universidad Autónoma de Zacatecas y es maestro en Literatura Mexicana por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Colabora regularmente en diversas publicaciones periódicas de México y el extranjero. Ha sido traducido al inglés por Toshiya Kamei. Junto al prosista Aguillón-Mata fundó la revista literaria La Cabeza del Moro (www.lacabezadelmoro.com). Obtuvo en 2011 la beca nacional FONCA Jóvenes Creadores para Novela y actualmente cursa el PHD en Lenguas Romances y Literaturas en la Universidad de Cincinnati, Ohio, Estados Unidos.
LA GUALDRA NO. 58
Por Jánea Estrada Lazarín
Foto: Ricardo Hernández
Georgina Santos Hernández, nació el 28 de enero de 1988 en el Estado de México. Es egresada en Artes Plásticas y Visuales de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Ha participado en diversos talleres y clínicas, como: Clínica del SITAC, impartida por el colectivo: Iconoclasistas de Argentina; Clínica Arte popular y prácticas contemporáneas impartido por Alberto Ruiz, Casa Vecina, Méx. D.F.; Taller Creativos, impartido por Sonia Félix Cherit, Museo Zacatecano, Zacatecas; Seminario de Investigación-Teoría Lésbica Latinoamericana, PUEG; UNAM; Taller permanente de Arte y Género, dirigido por Mónica Mayer; Taller de Arte Objeto impartido por Flor Bosco, sólo por mencionar algunos. Obtuvo en 2012 el Primer lugar con la instalación Adentros, en el concurso derivado de la exposición SujetX a cambio coordinado por la Casa de Engracia, Zacatecas, Zac. En 2011 fue beneficiaria del programa PADID 2010, CONACULTA, por el proyecto Bordando- nos y obtuvo el 1er. lugar en concurso de graffiti con la colectiva Las sucias en el primer encuentro de jóvenes de la Delegación Miguel Hidalgo. En el 2010 fue becaria en la categoría de jóvenes creadores del FOCAEM. Ha participado en diferentes performances, como: el colectivo La Pura Concha Autónoma coordinado por Lorena Wolffer, PUEG, UNAM (2010);
performance colectivo en homenaje a la artista Pola Weiss, dentro de la presentación: Cuerpo y Tiempo, Recordando a Pola Weiss a 20 años de su muerte, Museo de Arte Carrillo Gil; performance colectivo a Mireia Sallarès, Espacio de Pinto mi Raya. En el 2009, Acción colectiva, Homenaje a Mario Rangel Faz, Espacio alternativo de la ENPEG, “La Esmeralda”. Ha participado en la elaboración de murales colectivos, y realizado curaduría y museografía en dos exposiciones; asimismo ha sido tallerista del Museo Nacional de Culturas Populares. Ha participado en más de 20 exposiciones colectivas en Zacatecas, Estado de México, Oaxaca, Veracruz, Distrito Federal, Morelos, etc. Tiene dos exposiciones individuales: Bajo el rebozo, exhibición en el Museo de Arte Moderno, Toluca (2011), Centro Cultural Universitario “Casa de las Diligencias”, Toluca (2011) y Centro Regional de Cultura de Tenancingo, Edo. Méx. (2010). Recientemente inauguró la exposición Entre tramas y urdimbres, en Casa de Engracia, Zacatecas, Zac. (2012). Dentro de sus actividades profesionales en Zacatecas desde el 2011 colaboró con el Instituto de Desarrollo Artesanal de Zacatecas para implementar un proyecto de fomento artesanal a través del Banco Interamericano de Desarrollo. Impartió dos talleres en Casa
de Engracia, Zacatecas, Zac.: Arte feminista y creación de Anti-muñecas. Muchas son las actividades que Georgina ha realizado en Zacatecas; el proyecto en el que varias señoras participaron en Zóquite con esta artista se echó a andar y fueron varios meses de capacitación: ahora este grupo de señoras está produciendo y diseñando diferentes artículos textiles hechos de lana. Además de los talleres de capacitación, de este proyecto se desprendieron otros igual de interesantes: Gina hizo una recopilación de historias, leyendas, recetas de medicina tradicional y de cocina proporcionadas por las mujeres de la comunidad de Zóquite. Todo esto se imprimió en carteles que se distribuyen gratuitamente, gracias al apoyo del proyecto Bordando-nos beneficiado por el Programa de Apoyo a la Docencia, Investigación y Difusión de las Artes (PADID), impulsado por el CENART. Entre tramas y urdimbres se llama su exposición, en su inauguración en Casa de Engracia se exhibieron los trabajos de lana de las talleristas; en La Dulcería La Esperanza, una serie de cuatro instalaciones de Georgina Santos y la proyección de un video en el que se pueden escuchar las voces de las señoras que hablan de cómo viven ahora en su comunidad, ahí expresan sus preocupaciones, sus miedos, sus esperanzas… Entre tramas y urdimbres.
9 DE JUlIO DE 2012
Georgina Santos. Diálogos.
Georgina Santos. De nuevo la desidia.
Georgina Santos. Venas con memorias Georgina Santos. Reflejo de ausencia y espera.
Jánea Estrada: ¿Cómo surge el proyecto de Entre tramas y urdimbres? Georgina Santos: Mi intención ha sido trabajar en comunidades donde se haga arte textil, metí el proyecto al Programa de Apoyo a la Docencia, Investigación y Difusión de las Artes (PADID) y por azares del destino llegué a Zóquite a trabajar con este grupo de señoras. JE: ¿Por qué trabajar en Zacatecas? GS: La convocatoria así lo marcaba, estaban otras comunidades como San Agustín Etla en Oaxaca, Michoacán, Baja California… y Zacatecas, se dio la oportunidad de trabajar aquí, metí el proyecto y me dieron el apoyo para trabajar aquí en Zóquite. JE: ¿En qué consistió el proyecto? GS: El proyecto en Zóquite se planteó como un intercambio de conocimientos. Yo tengo formación académica como artista plástica y me he enfocado más al arte textil y a lo que de ahí se deriva; al arte contemporáneo hecho con textil. Yo les compartí a las participantes conceptos creativos, lo que se hace en otros lugares… y ellas me compartieron conocimientos técnicos que ya conocían: cómo tejer, teñir… La idea era unir experiencias para que las artesanas produjeran cosas diferentes, que tuvieran nuevas perspectiva en su trabajo tradicional.
JE: De este proyecto Bordando-nos, además se da el proyecto de imprimir los carteles… GS: Sí, en Bordando-nos participaron seis señoras de la comunidad, ellas me contaron las historias, las recetas de cocina, las anécdotas, los usos de las hierbas tradicionales… Los carteles se distribuyeron en la exposición Entre tramas y urdimbres y tenemos la intención de que esta misma se lleve al CENART para seguir difundiendo lo que aquí se hace y los resultados del proyecto. Los carteles se pueden obtener en el Museo de Zóquite también, son de distribución gratuita. Éste es un proyecto muy completo porque además de todo lo aprendido y aplicado en el área textil, incluye la difusión de esta riqueza cultural y tradicional de la región, que es muy vasta. Fíjate, cuando llegué a Zacatecas, me parecía que el panorama era muy árido en este sentido y la primer sorprendida fui yo porque me di cuenta de que el conocimiento, la información, las tradiciones ahí están. JE: ¿Trabajar en Zacatecas durante todo este tiempo qué experiencia te deja? GS: Una muy grata. Resultó mejor experiencia de lo que esperaba. Yo no tenía ni en mente lo que se iba a generar. No me esperaba que hubiera tanta riqueza cultural, y sin embargo ahí está: en los carteles puedes encontrar lo mismo las recetas de cómo
hacer huachales o asado de boda, que remedios como aquél que consiste en recoger excremento seco y blanco de un perro pequeño, tostarlo con canela, agregar plátano y chocolate de tablilla, mezclarlo y comerlo para curar las anginas, [ríe] dicen las señoras que es muy efectivo… JE: En Entre tramas y urdimbres hay cuatro instalaciones, pero hay una, la de hileras de chiles de árbol, de las cuales pendían datos estadísticos relacionados con mujeres, del que me gustaría que nos platicaras un poco más… GS: Las instalaciones surgen de mi experiencia de trabajo con estas seis mujeres, fui recabando información de lo que ellas me platicaban cuando trabajábamos; muchas de las pláticas tenían que ver con cuestiones cotidianas en las que la violencia está presente; en Zóquite además se produce mucho chile y las señoras además de participar en el taller cosechaban este producto; estas historias traducidas en objetos me hicieron plasmar todo esto en una instalación que pretende abrir los sentidos, el tacto, el olfato. El chile además ha sido utilizado para diferentes cosas, los aztecas lo utilizaban para castigar a las mujeres: las encerraban en un cuarto en el que quemaban chile… y las mujeres además, tradicionalmente lo utilizan en la cocina. Es un elemento muy ambiguo. Al final de las
hileras de chiles, en la instalación, hay estadísticas relacionadas con las mujeres, con la violencia que padecen a nivel nacional, estatal, en sus hogares, en las cárceles, en su comunidad… JE: ¿Tú crees que el arte pueda transformar la vida de las mujeres en las comunidades? GS: Sí, y no nada más a las mujeres… yo creo que cualquier experiencia sensible, llámese danza, música, artes plásticas, tiene el poder de transformar y de hacer click en un ser humano porque va más allá, a las emociones… entonces si las mujeres en este caso, están en contacto con esto, cambian, sus posibilidades de producción se multiplican, se enriquecen. En el taller les proyectaba imágenes de arte contemporáneo, por ejemplo, y las talleristas le encontraban sentido relacionándolas con su entorno de pobreza, de violencia, de vida… fue muy interesante. Georgina Santos seguirá trabajando con mujeres, próximamente se irá a una comunidad en Puebla a darle continuidad a su proyecto personal. Este verano, Gina estará impartiendo un curso de escultura en la Casa Municipal de Cultura, a partir de hoy, dirigido a niños y niñas mayores de seis años. Llévelos, seguro se divertirán y aprenderán mucho. Buena suerte, Gina.
LA GUALDRA NO. 58
Entre horas fortuitas y el tejido de una espera Por Mariana Ríos Maldonado La felicidad busca la luz, por eso juzgamos que el mundo es alegre; pero el dolor se esconde en la soledad, por eso juzgamos que el dolor no existe HERMAN MELVILLE, Bartleby el escribiente
Heraclio Castillo, autor de Las horas fortuitas.
Novela del secreto, drama interior; despertar de una ficción carente de café, porque no se quiere recordar –muy distinto a querer olvidar–, y también carente de sueño, pues soñar es internarse dentro de un terreno de sombras y posibilidades donde pudiesen habitar la presencia y las respuestas que durante diez años la vida real no ha sido capaz de proporcionar. Diez años en el abandono y otros siete llevados a cuestas entre paredes color lila, un cuerpo raquítico y el corazón fragmentado, hecho ceniza. En un día de octubre menos que ordinario, el lector es insertado en el mundo y en la conciencia de Andrés: es un día que resulta ser parecido a otros, pero que en realidad es el fin de muchos y el principio de no se sabe cuántos. “Hay que hacer algo”: ir de compras, cocer pollo, decir verdades incómodas, beber té, tejer, escuchar música; pensar: detesta pensar pero no puede evitarlo; pensar y pensar. Y sentir: sentir el peso de los recuerdos, de los besos, la curva de una espalda, 1 2 3
y el cosquilleo de preguntas que unos labios no se atreven siquiera a murmurar, porque “expresar en palabras su dolor sería como hacer realidad su mayor dolor”.1 El lector es testigo de ambos: de la serie de acontecimientos que llevaron a esta casualidad –¿o destino? Seguramente fue voluntad–, y de la narración íntima, de un torrente de sentimientos que aun a través de la prosa cuidada, de un vocabulario lúcido, evidencian –si es que no hacen más estético y por ello más terrible– un cataclismo cuyo origen fueron unos ojos. Como Bécquer en su Rima XIV: Te vi un punto, y flotando ante mis ojos la imagen de tus ojos se quedó como la mancha, oscura, orlada en fuego, que flota y ciega si se mira al sol […] Yo sé que hay fuegos fatuos, que en la noche llevan al caminante a perecer; yo me siento arrastrado por tus ojos; pero a donde me arrastran, no lo sé. 2
Fueron las huellas dejadas por esos ojos, esa mirada a través del
CASTILLO VELÁZQUEZ, Heraclio, Las horas fortuitas, Texere Editores, Zacatecas, 2011, p.75. BÉCQUER, Gustavo Adolfo, Rimas, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 20. Op. cit., p.48.
espejo y un “no me esperes” las que arrastraron a Andrés hacia una existencia que él mismo denomina como “estéril”, porque definitivamente hubo un “antes”, pero es el “después” lo que ya no se puede precisar. Únicamente tiene por certezas la cama vacía, el tedio y la máscara, la actuación con la cual convence al mundo que “está bien”, mentira piadosa cuya triste verdad es revelada ante el lector y que ni el mismo protagonista puede sostener mucho tiempo más. Es la historia de un ser que ya no se atreve a ser, un cuerpo destinado a morir que decidió quedarse en el cruce de caminos, porque también creyó que así sería feliz, y el dolor y la verdad negada serían evadibles. Y no, no fue así. Andrés recogió su corazón de Blancanieves ya masticado por las bestias, por alguna reina cruel, y encerró sus restos fríos por tantos recuerdos en una caja de cristal fabricada con palabras luminosas, en una química vacía de esperanza mas no de espera. No creo que ésta sea una historia común, no sé si esto le pase
a la gente todos los días, pero estoy segura que éste es “el dolor del mundo”, la interminable carrera de los segundos que se desgarran en el saber: en el saber que hay un paraíso perdido y nunca recobrado, siendo éste el ideal que habita en el interior de cada uno. Hasta el cierre de la novela se sabía que para Andrés no había mayores ambiciones que sobrevivir a esas horas fortuitas, y que un regreso no sería capaz de cambiar las cosas; pero Iván está ahí –¿y acaso éste no es el regreso por tanto tiempo anhelado?– y al fin el protagonista puede ya hablar abiertamente en el lenguaje de las cebollas. Entonces, cuando el lector se enfrenta a la última página de su historia, ya en blanco, cuando se ha terminado esa trama tejida por fragmentos de presente y pasado, los labios exhalan como humo preguntas sin saber jamás si el destinatario las podrá responder: ¿por fin querrá Andrés escribir? ¿Vivir? ¿Cómo? Si “ni el arte ni la vida suturan las heridas de amor”.3
9 DE JUlIO DE 2012
¿Para qué leer? Por Eduardo Campech Miranda Aprender a leer, a descifrar el código lingüístico, no es sinónimo de formarse como lector. Pedro Cerrillo C. y J. García Padrino
Muchas personas a menudo preguntan ¿cómo puedo iniciarme en el gusto por la lectura?, ¿cómo puedo hacer para que mis hijos, sobrinos, familiares, amigos, alumnos, lean? Creo que la respuesta a éstas y otras cuestiones se obtendrán a partir de la concepción del acto lector, es decir, de definir ¿qué es leer? Iniciemos pues con una serie de posturas frente a este acto. Hay quienes, por un paradigma que predominó en la escuela durante muchos años, que leer es sólo asignar un sonido a una grafía, vaya, decodificar. Hay también quienes ven en la lectura un mecanismo que pone en juego más habilidades de la mera decodificación, entienden que la lectura trastoca esferas no visibles, y en ocasiones intangibles:
Ejercer el poder de leer no implica solamente el acto de decodificar el significado de las letras impresas; tiene que ver con el deseo de descubrir y sorprenderse con el contenido de las páginas, con la significación afectiva que las historias encierran para el lector, con la búsqueda de respuestas a dudas propias, con actos fisiológicos como el desplazamiento visual, con la capacidad de atender y concentrarse en un material impreso, con la habilidad de evocar imágenes, con la comprensión del multisentido del lenguaje, con el interés por interpretar la realidad en la que se encuentra la persona y, muy en especial, con el deseo de querer leer. [ ARENZANA, Ana y Aureliano García (1995); 1; el subrayado es mío].
La lectura no es un acto natural, sino una práctica sociocultural
delineada en tiempo y espacio. Creer que no se lee, que no se acostumbra a leer por incapacidad para hacerlo o por pereza, es desconocer el cúmulo de procesos implícitos en la lectura y desconocer la conformación de la misma: Manejar las reglas básicas de
la escritura no es lo mismo que incorporar la lectura como conocimiento y práctica habitual. Son dos procesos cognitivos consecutivos; subordinado el segundo al primero, pero no irremediablemente su consecuencia. Se puede aprender a leer o descifrar rudimentariamente, pero nunca llegar a ser lector, puesto que para eso es necesaria además la mediación de una práctica cultural. (Plan de Lectura: “Docentes que dan a leer. Material de reflexión para desarrollo curricular en escuelas de nivel secundario”, p. 1).
El no entender esta situación es una de las explicaciones del por qué no es correlativo el número de profesionistas con el número de lectores en nuestro país. El sistema educativo mexicano toma como parámetro la alfabetización para cumplir con objetivos de formación de lectores. En otras palabras: la enseñanza de las matemáticas, desde los primeros conocimientos de las operaciones básicas, se apoya en ejemplos ilustrados, como las famosas manzanas. A medida que se van ascendiendo grados académicos, la explicación se apoya más en el pensamiento abstracto. Sin embargo, con la lectura, ese acompañamiento, esa mediación se deja en el momento en que el alumno se alfabetiza. Dejándolo solo.
Por Ester Cárdenas Leer es verdaderamente como si yo me hubiera perdido y de pronto alguien viniera a darme noticias de mí mismo. André Breton
Trainspotting Cada vez que recibo libros de Anagrama me siento verdaderamente complacida, sé que en su amplio catálogo algo habrá para mí y para cualesquiera. En 1993 se publicó en inglés una novela que impactó a los jóvenes noventeros: Trainspotting. Tres años después gracias a Anagrama se hizo la traducción al español y según leí, hace algunos ayeres, no fue nada fácil ya que el autor de la novela antes mencionada, Irvine Welsh es un rebelde escocés en toda la línea y la escribió en el dialecto local, bastante difícil de traducir. Welsh nació en 1958, abandonó la escuela a los dieciséis años y se dedicó a oficios varios: reparador de televisores, músico punk, agente inmobiliario, etcétera. Finalmente escribió uno de los libros más vendidos durante los últimos veinte años. Trainspotting se convirtió en un libro de culto, se adaptó al teatro y se llevó de inmediato a la pantalla, con igual éxito que el libro. La novela describe a cuatro jóvenes inseparables que frecuentan con asiduidad la seguridad social y son devotos absolutos de Sean Connery, James Bond y la heroína. Poco a poco vemos que cada uno, incluyendo a sus familias, relata
su propio Edimburgo, la sopa de zanahorias aderezada con papel sanitario (usado), un perro ahorcado, la muerte por sida, en fin, los problemas de una juventud rebelde, distinta, antiheroica, perdida, versión noventera de los hippies de la década de los sesenta. Si se da una vuelta por la Libro-Feria de Verano, ubicada en el Portal de Rosales seguramente podrá encontrar esta novela sarcástica, muchas veces brutal que se desarrolla en Edimburgo.
Salvador Dalí, Canibalismo Otoñal
LA GUALDRA NO. 57 La Cineteca Zacatecas está ubicada en calle Dr. Hierro #303, centro histórico de Zacatecas. La de las películas se realiza manera gratuita, con fineshistórico culturales educativos. Laproyección Cineteca Zacatecas está ubicada ende calle Dr. Hierro #303, centro deyZacatecas. La proyección de las películas se realiza de manera gratuita, con fines culturales y educativos.
JULIO 2012
32 FORO INTERNACIONAL DE CINE
JUEVES 12 Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y Ortega Plazuela Goitia. 19:00 horas VIERNES y SÁBADOS Leyendas de Zacatecas Frente a Catedral. 20:00 horas SÁBADO 14 Sábados en la Cultura Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza 18:00 horas JUEVES 12 Danza clásica “Primavera… Otra vez” Estudio de Artes Escénicas “Móvil In Móvil”. Dir. Artística: Cristina Bracamontes Euzárraga. Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” Entrada libre / 18:30 horas Temporada de Conciertos de la Orquesta Filarmónica de Zacatecas 29 de julio, Teatro Fernando Calderón MUSEOS MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ Visitas guiadas Grupos escolares Lunes, miércoles, jueves y viernes de 10:00 a 12:00 horas, previa cita 924 37 05 Visitas guiadas para familias. Domingos de 10:00 a 13:00 horas, previa cita 924 37 05, según disponibilidad entrada gratuita para los zacatecanos. MUSEO FRANCISCO GOITIA Exposición de fotografía Retratos del Mundo Obra de José Kuri Breña O. FOTOTECA DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRA “Diego y Frida. Una sonrisa a mitad del camino” Exposición colectiva Permanencia: 29 de julio
TALLERES Y CURSOS CENTRO CULTURAL CIUDADELA DEL ARTE Talleres de Verano de Sensibilización artística. Del 9 al 27 de julio De lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas. Costo: $400.00 (Incluye materiales y playera). Coordina: Depto. de Desarrollo Cultural Infantil del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” FOTOTECA DEL ESTADO DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRA Curso básico de fotografía digital Impartido por Sergio Mayorga y Carlos Segura. Del 09 al 13 de julio, de 10:00 a 13:00. Costo de recuperación: $ 500.00 (incluye papel de impresión y acceso a impresora). Cupo: 15 personas. Curso de fotografía digital intermedio Del 23 al 27 de julio, con duración de 15 Impartido por Sergio Mayorga y Carlos Segura, de 10:00 a 13:00. Costo de recuperación: $500.00 (incluye papel de impresión y acceso a impresora) Cupo: 15 personas. Heliograbado Impartido por Carlos Segura, Sergio Mayorga, Lidia Lozano y Carlos Basabe. Del 19 al 21 de julio, de 09:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas . Costo de recuperación: $ 2,000.00 (incluye papel, reactivos químicos y acceso a taller de impresión). Cupo: 6 personas VERANO EN LA ENCANTADA DOMINGO 8 Trova, 16:00 hrs. Acústica – Dir. Omar Márquez Música para niños Luis Delgadillo y los Keliguanes 17:00 hrs. DOMINGO 15 Teatro Familiar La Ciénega – Dir. Iván Guardado 16:00 hrs. Teatro de Calle “Funerales de un payaso” Cornisa 20 – Dir. Roberto Avendaño 17:00 hrs.
DOMINGO 22 Rock para niños “Negrito Café” Drackincolmillo – 16:00 hrs. Música para niños Chamacos - Dir. Sergio Durón 17:00 hrs. DOMINGO 29 Teatro familiar “Los tres pelos de oro del diablo”. Los Cosmicómicos – Dir. Sergio Salinas. 16:00 hrs. Danza Flamenca Tassarba – Dir. Gerardo Valle 17:00 hrs. PROGRAMA DE EXPOSICIONES 9ª. Convención Mundial del Chile “Concurso de Fotografía y Pintura” Palacio de Convenciones Permanencia: 05 de julio 2012 Espacio cuerpo, signo el pensamiento… Arnoldo Coen. Sala de Exposiciones Temporales I Código Roto Edurbe Esponda Sala de Exposiciones Temporales II Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” “Nació en la Ciudad de Zacatecas en 1912, hace 100 años: José Kuri Breña” Antiguo Templo de San Agustín. Permanencia: 02 de noviembre 2012 Inauguración de la Exposición de Pintura: “México y sus héroes” Mercado J. Jesús González Ortega Autor: Miguel Alejandro González 13 de julio 2012. 20:00 horas. Permanencia: 01 agosto 2012 Inauguración del Programa Nacional de Verano “Descubridores” Homenaje a José María Velasco Visitas Guiadas al Museo Zacatecano y Antiguo Templo de San Agustín 15 de julio 2012. 10:00 horas. Permanencia: 12 de agosto 2012
Viernes 13 de julio / 18:00 y 20:30 hrs. Play. Juegos de hoy Dir.Ruben Östlund. Pais:Suecia-Dinamarca-Finlandia, 2011. Duración: 118 min. Sábado 14 de julio / 17:00, 18:30 y 20:00 hrs. Pequeñas voces Dir. Jairo Carrillo y Óscar Andrade. País: Colombia, 2010. Duración: 110 min. Domingo 15 de julio / 17:00, 18:30 y 20:00 hrs. No es una película In film nist Dir: Jafar Panahi y Mojtaba Mirtahmasb. País: Irán, 2010. Duración: 75 min. Lunes 16 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. Alps: Los suplantadores Dir. Giórgos Lánthimos. País: Grecia, 2011. Duración: 93 min. Martes 17 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. Un mundo secreto Dir. Gabriel Mariño. País: México, 2011. Duración: 93 min. Miércoles 18 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. Un amor apasionado Angèle et Tony Dir. Alix Delaporte. País: Francia, 2010. Duración: 87 min. Jueves 19 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. ¿A dónde vamos ahora? W halla’ la wayn Dir. Nadine Labaki. País: Francia-Líbano-ItaliaEgipto, 2011. Duración: 110 min. Viernes 20 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. 32 Foro. LECCIÓN DE PINTURA Dir. Pablo Perelman España/ 2011/ 85 min. Sábado 21 de julio / 17:00 hrs. 19:00 Hrs. y 21:00 Hrs Amnistía Dir. Bujar Alimani. País: Albania-Grecia-Francia, 2011. Duración: 83 min. Domingo 22 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. Abrir puertas y ventanas Dir. Milagros Mumenthaler. País: Argentina-Suiza, 2011. Duración: 98 min. Lunes 23 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. Michael: Crónica de una obsesión Dir.Markus Schleinzer. País: Austria, 2011 Duración: 96 min. Martes 24 de julio / 18:00 y 20:30 hrs. Melancolía (Melancholia) Dir. Lars von Trier. País: Dinamarca-Suecia-Francia-Alemania, 2011. Duración: 130 min. Miércoles 25 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. De jueves a domingo Dir. Dominga Sotomayor. País: Chile-Países Bajos, 2012. Duración: 96 min. Jueves 26 de julio / 17:00, 19:00 y 21:00 hrs. Tabú Dir: Miguel Gomes. País: Portugal-Brasil-Alemania-Francia, 2012 Duración: 110 min. Domingo 29 de julio / 17:00, 18:30 y 20:00 hrs. Pájaro azul Blue Bird Dir: Gust Van den Berghe. País: Bélgica, 2011. Duración: 86 min. A partir del próximo lunes 2 de julio los bonos para las funciones. Los precios son: CINE BONO 17 ( para las 17 peliculas ) es de $340 pesos CINE BONO 10 (para 10 peliculas) es de $250 pesos BOLETO es de $30 pesos
9 DE JUlIO DE 2012
De la Pluma a la lente
Exposición en la Fototeca Zacatecas
BASES: •Podrán participar todos los poetas de habla española que residan en la república mexicana.
2º lugar. Categoría poema. Lamberto Fermín Peña. Ser perdido.
•Los participantes deberán enviar un libro de poemas inédito, con una extensión obligatoria mínima de setenta cuartillas, tema y forma libres. •La vigencia del certamen comenzará con la publicación de la presente convocatoria y concluirá el 26 de octubre del año en curso (los libros que por circunstancias especiales sean recibidos después, pero que ostenten sello postal de envío dentro del límite estipulado por la convocatoria, podrán participar). •Los participantes deberán remitir su libro a: Premio Nacional de Poesía «Ramón López Velarde» 2012 Coordinación de Extensión. Alameda 414. 98000 Zacatecas, Zacatecas [Teléfonos: (01–492) 92–297–17 y (01–492) 92–514–78] •Los participantes deberán enviar cuatro tantos del libro, escritos a máquina o en computadora, a doble espacio, en papel tamaño carta y por una sola cara. •Deberán suscribirse con seudónimo y, en sobre cerrado que ostente el mismo, adjuntar los siguientes datos, relativos a la identificación de su autor: a) nombre completo; b) domicilio, número telefónico y/o correo electrónico. •Concluido el plazo de recepción, el conjunto de los sobres así suscritos será depositado en la Notaría Pública número 30, cuyo titular abrirá el que, atendiendo al dictamen del Jurado Calificador, la instancia organizadora le indique, destruirá de inmediato el resto y dará fe de la legalidad del proceso. •El Jurado Calificador estará integrado por tres poetas y/o críticos de comprobada capacidad, autoridad y solvencia. •El Jurado Calificador emitirá su fallo el 26 de noviembre del año en curso y la instancia organizadora lo notificará al poeta triunfador en seguida, divulgándolo además por los diversos medios de comunicación tanto locales como nacionales. • El fallo del Jurado Calificador será inapelable. • Los gastos que ocasione el traslado del poeta triunfador, desde su lugar de residencia hasta la ciudad de Zacatecas, así como los de su estancia en ésta, serán cubiertos por la Institución. •El Premio será entregado en solemne acto a efectuarse en el foyer del Teatro «Fernando Calderón», el 7 de diciembre del año en curso, dentro de las actividades correspondientes al Festival Internacional de Poesía «Ramón López Velarde». •No se devolverá ningún libro. •No se aceptará ningún libro enviado a través del correo electrónico. •No podrán participar: a) poetas que hayan recibido este Premio; b) libros premiados o que se encuentren participando en certámenes similares. •La Universidad Autónoma de Zacatecas se reservará los derechos deΩedición del libro triunfador por un año. •Premio único e indivisible: $150,000.00 en efectivo y diploma. •Los casos no previstos en la presente convocatoria, y que no contradigan sus disposiciones, serán resueltos de común acuerdo por el Jurado Calificador y la instancia organizadora. Zacatecas, Zacatecas, a 15 de junio de 2012 http://www.uaz.edu.mx
1er. Lugar, categoría poema. Fernando Ramírez González. Piedra.
Poemas y cuentos de autores nacionales son traducidos en imágenes en la exposición fotográfica colectiva De la pluma a la lente, que se inauguró el pasado viernes 4 de julio en la Fototeca de Zacatecas. La exhibición se deriva del concurso de fotografía convocado a fines de 2011 por el Club Fotográfico de México, las revistas La Pluma del ganso, Cuartoscuro, y la Fototeca de Zacatecas. José Emilio Pacheco, Guadalupe Amor, Octavio Paz, Juan José Arreola y Salvador Elizondo, entre otros autores, son evocados en imágenes fotográficas que recrean, a sus modos, escenas, pasajes, situaciones y personajes imagi-
3er lugar. Categoría poema. Iram Ortega Sánchez. Proyección invertida.
nados o construidos a partir de lecturas personales de los concursantes. En las imágenes que integran la exposición los autores sugieren que no se trata de demostrar cuántas palabras dicen o tienen, sino explorar la capacidad de síntesis de la fotografía para visualizar la experiencia de la lectura. De la pluma a la lente, permanece en exhibición hasta el 12 de agosto, con horarios de visita de 09:00 a 17:00, lunes a viernes, y de 10:30 a 17:00, sábados y domingos, entrada gratuita. La fototeca de Zacatecas se ubica en calle Fernando Villalpando 406, Centro Histórico, Zacatecas, Zacatecas.
Interés No me interesan ya tus besos, tu cuerpo o las caricias que por momentos creí podrían hasta hacerme cambiar de nombre. No volveré a esperar con ansia que se dé un encuentro nocturno o uno fugaz e inesperado. No sentiré una vez más ese calor que encendía mi cara hasta llegar a las orejas cuando sentía la proximidad de tu cuerpo, haciendo
LA GUALDRA NO. 58 / 9 DE JUlIO de 2012
Por Pilar Alba
que ardiera de deseos y mi cabeza se llenara de fantasías. Me ha dejado de preocupar tu presencia. No esperaré tus llamadas o los mensajes que irrumpían el trabajo cotidiano. Borraré tu correo de mis contactos, te daré de baja de mis números frecuentes... ahora te conozco demasiado, no, no cogías como yo había pensado.
Compasión Por J. Manuel Trujillo Diosdado Salir de casa, caminar y mojarme con mis pasos, tocarlos con las plantas de los pies desnudos. He comenzado así mi día, he decidido seguir la vida que dicta mi propio andar. Vi en algún charco la huella de alguien y la convertí en mía, pude poseerla y sumergirme por completo en ella, abarcarla desde su profundidad hasta la superficie desde donde puedo ver la gente pasar mirándome como si fuera un loco, pobres diablos. Yo no decidí vivir así, a mi corta edad ya podría pensarse que soy un genio, este soliloquio puede ser inverosímil, pero en la oscuridad de mis ojos se esconde más que una vida dura y un porvenir aún incierto. Lo que expreso pude no existir siquiera, tal vez es la invención de alguien quien no soporta su propia vida y prefiere la de un ser totalmente ajeno a sí mismo. No tengo más que agradecerle como, al
mismo tiempo, decirle que me deje en paz; yo, saltando de charco en charco bajo la mirada de un sol y su lagaña, soy más feliz como no lo es quien intenta robar mi existencia por temor a los miles de ojos en la cabeza de un cíclope azul. Para un ladrón está la cárcel, para ése que quiere robarme la esencia de mi vida, quitarme de esta esquina y arrebatarme las moscas amontonadas en mis labios, para él sólo está la prisión del día a día, así ha de vivir hasta que alguien más lo libere girando su rostro con desprecio antes de dar una mirada compasiva, un remordimiento. Mientras tanto seguiré en mi charco, pasaré los días comiendo lo que no merezco llevarme a la boca porque no lo he ganado, puedo convertirme en el parásito de una gran urbe y agradeceré, sin embargo, esperando que Dios pague lo que siempre he debido.
Por Mateo Estrada Gaviria* Lunes. Comí con Rodolfo. Trajo tequila. Fuimos al cerro. Ahora me siento culpable. Tengo la sensación de oler a condón… Martes. El ambiente político se va enrareciendo. Los jóvenes son los más entusiastas en las plazas públicas. No todos son “132”. Miércoles. La primera luna de verano es, será, opacada. Son días de lluvia escuálida. Sigo leyendo poesía. Ahora estoy con Piedra franca (Arturo González Cosío, Pasó la FCE, 1989): Pasó la tempestad y el vértigo, quedan del amor murmullos, una suave pátina en las cosas -ninguna sigue intacta-; permaneces como reflejo que cayó a las raíces, donde el dolor anida. Cada tarde voy al Saint Germain. Voy a leer y beber tinto de botellas descorchadas casi exclusivamente para mí. Enrique (el dueño de la cafetería-frutería) se bebe la otra mitad. Lo hago para inducirme e ir a Las Quince. Ahí espero al güero-albañil. Cuando va solo me saluda. No hemos platicado. La evaporización de las ralas lluvias, han provocado alarma en los técnicos (limpiadores de vitrinas y libros) de la biblioteca del señor Castrillón.
Los gabinetes han estado cerrados desde hace sesenta años. Lo bueno es la actitud de don Antonio. Ordenó acelerar la mejora en las condiciones de las habitaciones, para no “matar o enfermar” los libros. Mientras hacen las instalaciones, reseñaré los libreros con obras del siglo XX. Ayer comí con él. Me platicó del fideicomiso para la biblioteca. Otro detalle: está molesto. En la revista Emeequis aparece una fotografía de López Obrador en un mitin realizado en la Bice. La casa de cantera roja, la única donde no colocaron mantas, es el telón sur del escenario. Hasta ahí no hay reproche. El problema está en la imagen del fotógrafo. Su ubicación (la azotea del edificio del Saint Germain) le permitió tomar el inescrutable interior del “palacio Castrillón”. Está “escandalizado” por la intromisión al espacio privado. Me encomendó otra tarea: conseguir la obra de José I. Armida. El nombre de ese “autor” es único dato proporcionado. El pago de esta labor será según el resultado. Proporcionará viáticos si voy a otra ciudad. Jueves. Iré a una reunión familiar con JC… mmestra@yahoo.com.mx
Thorsten Brinkmann. 1. Milkymaid (close up), 2009. 2. El Ern, 2011. 3. Son título, 2012. De la Exposición “Amanecer”. Museo Nacional de San Carlos. México D.F.