Pesebre, Basílica de la Natividad , Belén
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Navidad
Espera gozosa 22
Año 05 Diciembre 2016
Distribución gratuita
Apoyo La Merced I
Familia
Ayudar a aprender para aprender a ayudar
Del nido vacío a ser abuelos.
Jóvenes I Campamento de Jóvenes: un árbol que crece en el encuentro
mucho más...
Parroquia Nuestra Señora de La Merced Dirección: Julián Navarro 3546, (1643) Beccar, Partido de San Isidro. Web: www.parroquialamerced.org Seguinos en: @lamercedsi
Capilla Cristo Redentor Dirección: Murature y Gob. Udaondo, Beccar
Horarios de misas Parroquia Ntra. Sra. de La Merced Lunes, martes, miércoles y viernes: 19:30 Jueves: 19:30, celebración con comunión Sábados: 20:00 Domingos: 11:30 y 20:00
Capilla Cristo Redentor Domingos: 10:00
Secretaría Parroquial Graciela Álvarez Iberlucea Horario: Lunes a viernes de 10 a 13 y de 17 a 20. Dirección: Julián Navarro 3546 (1643) Beccar, Partido de San Isidro Tel./Fax: 4512 8294 C.e.: secretaria@parroquialamerced.org E-grupo: lamerced-subscribe@yahoogroups.com
Donaciones
Empanadas, Tamales y Humitas
Se reciben: Lunes y martes de 9 a 11 en el Salón de Cáritas (J. Rodó 1895). Sábados y domingos después de cada misa, en la parroquia. Consultas: 4719 7956
Producción: Empanadas salteñas congeladas, traídas en avión para cocinar. 10 años en Zona Norte
Consultas: tel. 4747-3983 cel. 15-4948-0578
Dirección: Gerardo Semenzato Fotos: Pato Müller www.patriciamuller.com.ar Corrección: TRADUAR, www.traduar.com Claudia Calvosa y Silvana García Calabria Ilustraciones: freepik
SUMARIO 04 06
05
IENTO: ESTACIONAM osos ad id cu os am Se tos en dejando los au que los lugares en e. Los correspondpe n vecinos es trraos eso de noso
Editorial Apoyo La Merced I
07 08 09 10
Ayudar a aprender para aprender a ayudar
11
Pastoral Familiar
14 16 19 23 25 28 29 31
13
Cristo Redentor I Prefiero la fecundidad al éxito
Apoyo La Merced II Tiempo de dar gracias
Testimonios de un año en los Grupos de Matrimonios
Adoración
15
La adoración permanente en la mirada del adorador
18
Más nuestros que el pan casero
22
Para los más chicos
Espiritualidad I Juegos Adviento
24
Esperamos al Salvador
27
Peregrinar por la tierra de Jesús
Espiritualidad II Cristo Redentor II Bautismos
30
Parroquia Creer para poder ver
Familia
Te invitamos a queDel nos hagas llegar tusabuelos comentarios, nido vacío a ser sugerencias y opiniones sobre la revista.
34 38
33 37
Jóvenes I Campamento de Jóvenes: un árbol que crece en el encuentro
Jóvenes II Consagración a la Virgen
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La Merced / 03
Escribí a publicidad@parroquialamerced.org o llamá a Cecilia Moreira (15 6955 8006)
Editorial
Queridos amigos: El Año Santo de la Misericordia, propuesto por el papa Francisco en abril de 2015, e iniciado el 8 de diciembre del mismo año, llegó a su fin el 13 de noviembre en todas las diócesis del mundo, y el 20 de noviembre, durante la solemnidad de Cristo Rey, se cerró la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Que se haya cerrado la Puerta Santa ¿significa que la Misericordia de Dios ha quedado clausurada hasta nuevo aviso?
Procesión a la Puerta Santa
«Los rituales de fe que la iglesia celebra, poseen una eficacia que proviene de Dios mismo y de su amor».
04 / La Merced
«Él siempre tendrá abierta la puerta de su corazón para recibirnos, sobre todo cuando más lo necesitemos a causa de nuestras fragilidades y pecados». Es bueno recordar que los rituales de fe que la Iglesia celebra, en particular los sacramentos, poseen una eficacia que proviene de Dios mismo y de su amor. Además son fecundos por la fe de quienes los practicamos. Por un lado nos hacen llegar de manera parroco@parroquialamerced.org
sensible el amor infinito de Dios ya que es así como lo necesitamos y, por otro, esos rituales nos ayudan a crecer en la fe enseñándonos las cosas de Dios. El año de la Misericordia nos hizo más cercana y sensible la experiencia del amor y el perdón de Dios. Nos enseñó también que Dios siempre perdona, que nunca se cansa de perdonar y que, en todo caso, somos nosotros los que nos cansamos de pedir su perdón. Ojalá al concluir este Año Santo hayamos crecido en esta certeza de fe: Dios nos ama porque es nuestro Padre y no hay nada que pueda apartarnos de su amor. Somos nosotros quienes nos alejamos por indiferencia o pereza. Él siempre tendrá abierta la puerta de su corazón para recibirnos, sobre todo cuando más lo necesitemos a causa de nuestras fragilidades y pecados. Se cierra la Puerta Santa porque el rito ya dejó gravada en cada uno de nosotros la fe en Dios que siempre está abierto a recibirnos con su abrazo amoroso. La Puerta era un símbolo y ahora creemos con más fuerza en la realidad que está detrás: Dios es Misericordia. Les dejo un abrazo.
P. Carlos. Párroco
La Merced / 05
Apoyo La Merced I por por Tere Tere
"Lo que más nos gusto fue pintar con las verduras"
Ayud a a d p a a d a ayud
El proyecto Ayudar a Aprender- Aprender a Ayudar, que nació en marzo de 2013, cumplió su CUARTO año gracias al trabajo de los alumnos, los voluntarios y la comunidad que nos acompaña. Esta actividad busca despertar la solidaridad en los chicos, "Nos gustó plantar avivar esa inmensa capacidad que tienen de hacer algo por y regar durante todo el año" el otro y lograr que descubran que dar generosamente ES POSIBLE teniendo la voluntad de hacerlo. Para quienes no conocen aún este proyecto solidario, les contamos que desde hace cuatro años, María y Magda, voluntarias del apoyo, traen ideas para que los niños puedan compartir, con otros niños, el fruto del trabajo realizado con sus propias manos. A su vez, toda esta actividad creadora se plasma en fotografías que forman parte de un bellísimo almanaque. Así, logramos el doble cometido: que la Comunidad, adquiriendo nuestros almanaques, nos Ayude a comprar los libros y útiles para Aprender, y que los alumnos, con su trabajo, Aprendan a Ayudar a sus pares de alguna otra comunidad. 06 / La Merced
Este año, el gran desafío fue enseñarles a los chicos a hacer una HUERTA para luego compartir sus conocimientos y frutos con el Apoyo Talita Kum, de la comunidad de la Parroquia Purísima Concepción de Pacheco. Magda Guerrico, voluntaria encargada de la ejecución del proyecto y Luz Meyer, nuestra "huertóloga” favorita nos cuentan cómo se llevó a cabo este proceso. Magda, ¿cómo surge este año la idea de trabajar con huertas? Nos tentó mucho la posibilidad de enseñarles a los alumnos a producir vegetales, hierbas y
especias, y a conectarlos con la tierra y la alimentación saludable. Nos parecía una oportunidad única generarles la inquietud de sembrar, cosechar y llevar a su mesa sus propios alimentos. Salimos entonces a buscar una experta en el tema para que nos ayudara, y gracias a la generosidad de Luz Meyer Pellegrini, el proyecto se armó y empezamos a organizarnos. A pesar de las limitaciones de espacio que teníamos, la creatividad inagotable de Luz y sus conocimientos fueron clave para el éxito del proyecto. Durante los encuentros los chicos disfrutaron y se divirtieron mientras aprendían cómo se arma una huerta. ¿Que respuesta recibieron por parte de los chicos de nuestro Apoyo? Ellos se engancharon un montón. Esperaban los encuentros con entusiasmo y alegría. Les propusimos de todo: sembrar, regar, trasplantar y cosechar. También les enseñamos a reciclar botellas, cajones, corchos y tapitas en macetas, hicieron espantapájaros, regaderas, palitas y cartelitos para poder señalar las diferentes variedades. Realizaron arte con verduras y jugaron al gallito ciego, entre otras cosas. Luz cuenta que cuando finalmente llego el día de la cosecha se quedaron todos encantados. "Las caras de sorpresa y satisfacción de los chicos sacando los rabanitos de la tierra es indescriptible”. Y así, todos comprendimos esa magia que nos da la huerta....todo lo que sembramos vuelve no solo como alimento sino como aprendizaje de valores como la constancia y la paciencia. Aprendimos la relación causa efecto; cuando la regamos la planta crece, si no lo hacemos, se debilita o muere. Aprendimos que la naturaleza tiene su orden: primero la semilla, luego la planta, después la flor que se hace fruto y de él obtenemos nuevamente la semilla".
“Me pareció muy buena la experiencia de enseñarles a los chicos lo que habíamos aprendido".
“Enseñarles a otros chicos a plantar tomates, berenjenas, zanahorias”.
armar un cajón maceta y cómo plantar, fue muy emocionante. La semilla que sembramos realmente había dado sus frutos desde el primer día. Porque en la naturaleza no hay principio ni fin sino una continuidad que una vez que arranca no sabemos hasta donde nos puede llevar".
La experiencia de ver crecer la vida en abundancia fue tan maravillosa que nos desbordó el corazón a todos los que participamos en el proyecto.
"Fuimos a Talita Kum en micro; cuando llegamos y vimos el Apoyo nos pusimos muy nerviosos por conocerlos. Llevamos las verduras que cosechamos en el Apoyo. Todos nos estaban esperando ansiosos. Nos sentamos en ronda y ellos en el medio. Les explicamos cómo hacer una huerta. Después nos separamos en grupos y nos pusimos a armar una huerta. Regamos las plantas y por último nos despedimos y nos fuimos".
"Nosotros no sabíamos de huertas y aprendimos, y así pudimos enseñar para que los chicos de Talita Kum aprendan también".
"Nos gustó ayudar a unos y a otros"
¿Cómo vivieron la experiencia de compartir el trabajo con el Apoyo escolar Talita Kum? Fue una fiesta para todos, recuerda Magda. Nuestros alumnos compartieron lo aprendido con generosidad y compromiso. Los chicos de Talita Kum nos recibieron con mucha alegría y gratitud. Fue tan perfecta la visita que hasta el clima nos acompañó; llovía cuando la actividad era bajo techo y salía el sol cuando teníamos que sembrar en los cajones-maceta que les llevamos. Ver a los chicos, explica Luz, "enseñar a los otros cómo hacer para que una semilla germine, cómo La Merced / 07
Cristo Redentor I por Gerardo Semenzato
“Prefiero
la fecundidad al éxito” Se autodefine como ”una figura conocida y reconocible”. Hace casi treinta años que Omar participa activamente en la actividad pastoral de Cristo Redentor.
Una característica de los tiempos actuales de “afectos líquidos” es la falta de permanencia y de compromisos prolongados en el tiempo.
“Fui educado en el colegio Nuestra Señora de la Guardia, en Victoria.
Parecería que la misma velocidad de los cambios tecnológicos se proyecta también en la decisión de mantener y prolongar en el tiempo promesas y afectos.
Tiempo de curas que no dudaban en darte un sopapo corrector si habías cometido una falta. Con el tiempo aprendí que todo aquello que recibí fue una base importante para el resto de mi vida” dice con una mezcla de recuerdo, respeto y nostalgia.
La charla con Omar lleva su tiempo. De hablar pausado, parece que va meditando cada frase que le surge espontánea pero reflexiva.
“Cuando nos mudamos a este barrio, estábamos en medio del campo.
Le agrega a la experiencia de sus años (63) la capitalización de vivencias, recuerdos, aprendizajes y amistades. “Con los años aprendemos que la letra de los tangos te enseñan mucho de la vida” señala mientras la conversación toca diferentes tópicos. Es que Omar intenta relacionar y generar vínculos, no sólo entre las personas sino también con sus propias experiencias de vida. A lo largo de la conversación que mantuvimos, las palabras que más mencionó fueron agradecimiento y compromiso. Eso explica su permanencia en Cristo Redentor.
08 / La Merced
Aquí no había nada más que potreros. Mientras jugábamos al fútbol veíamos a esos católicos que se esforzaban en levantar una capilla en un barrio en donde faltaba de todo. No había gas, ni asfalto, ni agua, ni cloacas. Todos estábamos colgados de los cables de SEGBA” por eso Omar resalta y valora cada pequeño paso que se hizo por mejorar la capilla y agradece, una vez más, todas las reformas y obras que se están haciendo. “La gente a veces considera como una derecho adquirido todo lo que ahora hay. Pero eso antes no estaba, hubo que ir construyéndolo; Como también se construyó la comunidad”. Su agradecimiento incluye también a “tantas grandes y buenas personas” que conocí en
estos años. Desde el padre Manuel a Casaretto, de Miguel Ángel a Monseñor Ochoa, de Sergio al querido José Luis “Cote” Quijano. Omar se hizo “habitué” de la capilla cuando empezó a concurrir acompañando a su hijo para la catequesis de la primera comunión, época que coincidió con una de las tantas y recurrentes crisis económicas del país y que llevó a la quiebra a la pequeña empresa que había logrado levantar. Sin trabajo y desalentado encontró consuelo en la capilla y retornó a la religión que lo “había empachado” en su adolescencia escolar. “El templo es mi hogar, pero no soy el dueño de la casa, el dueño es el Señor que necesita el templo del espíritu de cada uno de nosotros para refugiarse, como nosotros encontramos refugio espiritual en la capilla”. En esos momentos de desazón prometió devolver con obras lo que recibió de consuelo. Promesa y compromiso que se prolonga en el tiempo por tanto cobijo, abrigo y afectos. Siempre con bajo perfil y sin títulos. Procurando evitar los estrellatos y las figuraciones. “Me preocupa más la fecundidad y la buena cosecha que el éxito y un eventual aplauso”. Las citas evangélicas son una constante en la conversación como también reflexiones que suenan como consejos: “Vale más un fuerte abrazo a la persona que infinidad de mensajitos por la pantallas del teléfono”.
Su preocupación actual es la mayor integración de la comunidad. “Cuando se presenta gente nueva con proyectos e intenciones, que son buenas, ocupan un espacio, se generan expectativas y muchas veces aparecen conflictos. Yo me propuse ser filtro y procuro pacificar… creo que es lo que haría el Espíritu Santo”.
“Vale más un fuerte abrazo a la persona que infinidad de mensajitos por la pantallas del teléfono”. “Como dice Francisco no tenemos que dejarnos llevar por los rumores ni el chusmerio. Hay que superar los desencuentros, los conflictos y las peleas. Porque los que más van a sufrir son los más pequeños y los ancianos, que ni siquiera pueden pedir ayuda” y remarca su reflexión con una cita del tango Los Mareados: ‘hoy entraste en mi pasado”. La charla con Omar puede prolongarse con la mención de recuerdos, personajes, anécdotas y reiterados agradecimientos. Su compromiso, permanencia y afecto por la capilla de Cristo Redentor lo hace tan conocido como reconocible. Bien le cabe la sentencia de San Juan de la Cruz “En el otoño de la vida nos juzgarán en el Amor”.
La Merced / 09
Pastoral Familiar
Apoyo La Merced II
Tiempo de d
por Equipo Apoyo La Merced
Graciа
Cada año nos preguntamos si será posible agradecer tantas bendiciones. Sentimos que es difícil poner en palabras cómo y cuánto valoramos todo lo recibido. Nos gustaría que cada integrante de la comunidad de La Merced pudiera, por un ratito, compartir lo que vivimos cada tarde en nuestro querido Apoyo. Útiles, materiales y todo lo necesario está a disposición de los chicos gracias a la colecta de útiles que cada Cuaresma nos regalan jóvenes entusiastas y adultos que no dudan en movilizarse en las campañas nacionales de Cáritas. Queremos agradecer al Colegio Pilgrims por sostenernos y acompañarnos desde hace tantos años. A las Madres Peregrinas que siempre nos acompañan, desde hace años, incansables y generosas, con la dulzura de Lucía que se acerca al Apoyo todos los meses y Martita que responde de inmediato a nuestro pedido de retirar papeles y cartones, siempre sonriendo y tan predispuesta. A los padres, maestros, alumnos, exalumnos, trabajadores y autoridades del Southern Cross que nos reciben cada año con tanta alegría y cariño para festejar los cumpleaños, con la mirada atenta de Charo, puesta en cada detalle. Queremos agradecer también la visita mensual de Tessy con la provisión de leche para los chicos del Apoyo La Merced y también para los de Cristo Redentor, que ella nos trae personalmente. A los chicos les encanta ayudarla a bajar la donación y recibir a Tessie con un fuerte aplauso. A la confitería Delizias que no deja de 10 / La Merced
sorprendernos y que además de meriendas de lujo dos veces por semana, nos entrega hasta tortas de cumpleaños cuando se enteran de un festejo. Un gracias gigante para Magda y Luchi por llevar adelante nuestro querido proyecto Aprender a Ayudar - Ayudar a Aprender, que este año con la huerta nos enseñó tanto a nosotros como al Apoyo Talita Kum de la parroquia Purísima Concepción de Pacheco. Gracias Camino al Corazón por regalarnos encuentros tan cálidos, repletos de fe y esperanza. Agradecemos también la visita de Paula al secundario, con su Taller de Líderes, que tanto entusiasmó a los chicos; a Temaiken que cada año nos regala un paseo inolvidable; a Cascos Verdes y a la Fundación Rugby sin fronteras que nos enseñaron a sentir al prójimo más cerca aún, con sus visitas. Agradecemos a Griselda que nos regala todos los artículos de limpieza y tocador. Gracias a SACS (Send a child to school) que desde hace dos años nos donan los guardapolvos y los sets de útiles para que los chicos comiencen el año con sus listas de materiales completas. Y por último y especialmente a todos los voluntarios, que cada vez son más, por su tiempo, por sus ganas, por toda la energía que desparraman cada tarde. Por la alegría y el compromiso infinito, ¡Gracias... gracias... gracias!
por dĞƐƟŵŽŶŝŽƐ
Testimonios
de un año en los Grupos de matrimonios
“S
e debe impulsar la formación de grupos matrimoniales que faciliten el diálogo y la comunicación de experiencias, con sus propios medios de formación continuada, y que desempeñen la misión de acogida y acompañamiento a los matrimonios que se acercan a la parroquia…” (Concejo de la Pastoral Familiar) En noviembre, con un encuentro en la Parroquia, culminamos un nuevo año de trabajar juntos en la construcción de nuestra vida compartida. En los grupos hay una enorme variedad de realidades que difieren en edad, años de matrimonio, tiempo de participar en los encuentros, necesidades, búsquedas y expectativas. En algunos de ellos, los matrimonios nos comparten su experiencia tanto como matrimonio como integrantes de un grupo. Formamos parte de uno de los primeros grupos de matrimonios, ya hace tanto tiempo que no nos acordamos cuando comenzamos. Y seguimos caminando junto a los mismos integrantes desde entonces, aunque también este año se sumaron dos matrimonios más. ¿Qué decir de estos años vividos y compartidos? Todo lo que se nos ocurre es bueno, positivo, incomparable…y todos los demás adjetivos que se les ocurra y que puedan imaginar y que denoten el “amor” entre todos nosotros. Hoy pensábamos mientras estábamos en misa, que el camino que emprendimos como grupo era más importante de lo que suponíamos. Nos hemos enriquecidos por la diversidad del grupo, ya que nosotros estamos en la etapa de ser abuelos, mientras que otros están teniendo hijos, y otros tienen hijos en la etapa de la adolescencia. Estas diferencias no hicieron más que profundizar el afecto y la responsabilidad entre nosotros y sobre todo prevaleció la sinceridad y la apertura de corazón. A los 36 años de casados todavía pensamos que tenemos que seguir mejorando, conociéndonos, creciendo en el amor del bueno, el amor que Jesús nos mostró. La Merced es nuestra segunda casa, nuestra familia extensa, nuestro lugar de pertenencia, y como una “madre” nos hace tener los mismos sentimientos de su hijo Jesús… y los lazos que nos unen son realmente como hermanos en la fe. Gracias al P. Checo por su gran carisma en la pastoral familiar y gracias a La Merced por estos encuentros que nos regalas cada mes. Marcela y Carlos de Ocampo
La Merced / 11
E
ste fue nuestro primer año en los grupos de matrimonios de la Parroquia. Sentimos que fue una oportunidad. De tomarnos tiempo, de encontrarnos, nosotros y con otros en un espacio donde poder reflexionar sobre temas que, de otro modo, quedan relegados por lo cotidiano. Este primer año nos dio la posibilidad de encontrar esos tiempos, nuevos. Para salir de los nuestros, los de siempre, y acogernos y confortarnos en nuevas presencias, palabras y experiencias. De compartir y compartirse, también como parte activa de la comunión parroquial. Como otra forma de eucaristía. El encuadre y el seguimiento del equipo de la Pastoral Familiar y sobre todo las Guías del Padre Checo fueron el eje que mantuvo cada encuentro y todo el año con un marco y un horizonte claro. Comenzamos el año con la expectativa de por lo menos sembrar, lo terminamos con una buena cosecha que nos alienta a seguir en el próximo e invitar a otros a sumarse. La oportunidad está… solo hay que tomarla. Corina y Gabriel Novick
I
nicié este año, sintiéndome un poco huérfano, dado que del grupo anterior solamente quedamos dos matrimonios los Lopez y nosotros, así que la expectativa acerca de la primera reunión fue una mezcla de darse a lo nuevo y escepticismo por si íbamos a tener la química suficiente con los otros matrimonios para integrarnos. Todo se realiza en un camino de permanente crecimiento. Esta forma tan particular de amor que es el matrimonio, está llamada a una constante maduración, porque hay que aplicarle siempre aquello que santo Tomás de Aquino decía de la caridad: «La caridad, en razón de su naturaleza, no tiene límite de aumento, ya que es una participación de la infinita caridad, que es el Espíritu Santo [...] Tampoco por parte del sujeto se le puede prefijar un límite, porque al crecer la caridad, sobrecrece también la capacidad para un aumento superior»[135]. Amoris Laetitia La pertenencia es algo que toda persona necesita para crecer bien y madurar. Lo mismo le pasa al matrimonio. Debe crecer y madurar en todos los aspectos, pero no puede hacerlo en soledad, aisladamente. Muchos pensaran que hay otras situaciones en las que un matrimonio puede interactuar con otros, pares o no, entre amigos, familiares, compañeros de trabajo. Y es cierto que se puede interactuar y compartir. Pero la diferencia está en que en este grupo de matrimonios que nos regaló la parroquia, hablamos con Jesús, de Jesús, y crecemos para Jesús. Marcela y Carlos de Ocampo Me siento muy acompañado espiritualmente por las otras parejas. Agradezco la franqueza de todos al presentar sus problemas interpareja y aprecio que los mismos siempre vienen acompañados de una autocrítica irónica que me ayuda a presentar los míos. Jockel Steinhardt
12 / La Merced
L
as expectativas al inscribirse difieren tal vez en las circunstancias, pero todos buscamos el crecimiento de la pareja y la familia en el amor. Con el testimonio, y también con la palabra, las familias hablan de Jesús a los demás, transmiten la fe, despiertan el deseo de Dios, y muestran la belleza del Evangelio y del estilo de vida que nos propone Amoris Laetitia Comenzamos anotándonos luego de la charla de inicio de Checo, con muchas expectativas. Siempre fuimos muy predispuestos a estos grupos de matrimonios. Cuando nos enteramos de que el grupo era numeroso y que sólo conocíamos a los Steinhardt Lackner, nos hizo pensar mucho y debo decir que nos asustamos un poco. En la primera reunión sentimos que íbamos a formar un lindo grupo. Luego nos propuso Pato incorporar un nuevo matrimonio (los Tanaka) y estuvimos de acuerdo. En la segunda reunión el grupo ya estaba conformado. Increíble pero cada reunión mensual nos íbamos conociendo y cada vez nos sentíamos más a gusto. Realmente tuvimos un crecimiento enorme durante este año. Las reuniones no tenían horario y cada vez duraban más tiempo porque todas las charlas y comentarios eran muy motivadores para el grupo y nos sentíamos muy bien. Realmente tuvimos un crecimiento enorme durante este año. Marile y Horacio López
N
os anotamos a mitad de año, en un momento que vimos que nuestra relación necesitaba renovarse, reencontrarnos. Terminamos el año muy contentos con los frutos que estos encuentros generaron en nuestra relación. Fue un tiempo para parar, detenernos y mirar al otro y así aceptarlo, comprenderlo y ver que podemos mejorar para hacernos felices. Los temas fueron muy bien desarrollados y aplicables a nuestra realidad en la vida familiar. En el grupo, desde el inicio nos sentimos tan cómodos que hizo que cada uno a su tiempo y con su personalidad se abriera para poder trabajar juntos y así ayudarnos. María Celia y José Tanaka
La Merced / 13
AdoraciĂłn
La ad aci p m te la m ada d ad ad
por Equipo de AdoraciĂłn Permanente
Jesucristo ÂŤes el Camino, el Camino de la oraciĂłn, el Camino hacia el Padre, el Ăşnico puente establecido sobre el abismo que separa el misterio insondable de Dios, de las bĂşsquedas del hombreÂť ÂŤSiendo centro de la vida litĂşrgica, Âżno es tambiĂŠn, la eucaristĂa, en el silencio de una adoraciĂłn mĂĄs Ăntima, alimento de nuestra contemplaciĂłn del SeĂąor?Âť ÂŤNuestra mirada se dirigirĂĄ entonces con preferencia hacia JesĂşs, a partir de la presencia eucarĂstica y de la meditaciĂłn del EvangelioÂť RenĂŠ Voillaume Nuestra Parroquia de La Merced estĂĄ transitando los primeros 12 aĂąos de AdoraciĂłn Permanente. En mi caso, puedo testimoniar que esa visita semanal de una hora me ha ayudado mucho en mi vida espiritual y personal, pero principalmente “en conocer mĂĄs y mejor a JesĂşsâ€?.
Un JesĂşs que me marca el camino, que me perdona cuando lo traiciono, el que no disfruta de mis errores o desvĂos, sino que los deja de lado de manera fugaz y misericordiosa, y sĂłlo busca que siga caminando en esta vida, con todas las dificultades que tiene, siempre a mi lado.
Un JesĂşs que nos invita a que compartamos su amor, a que en el silencio de mi corazĂłn pueda darle el lugar que realmente se merece y le pertenece.
Estos encuentros son “una caricia al corazĂłnâ€?, “una visita al mejor amigoâ€?, que tambiĂŠn comparto muchas veces con mi mujer, asĂ que disfrutamos de ese momento tan especial en el que JesĂşs abre su corazĂłn para cada uno de nosotros, y en el que le sobra espacio para todos los que quieran acompaĂąarlo.
Un JesĂşs presente en el tiempo, que sigue plenamente vigente, y con quiĂŠn me comunico de una manera diferente, mucho mĂĄs simple y cordial, sin tantos formalismos. El JesĂşs amigo, el que me escucha, el que no me abandona, el que me espera todas las semanas a la misma hora para compartir todo su corazĂłn.
Espero con esperanza, que todos los que integran esta Comunidad de La Merced se acerquen a esta experiencia vivencial, y encuentren en la AdoraciĂłn Permanente “el lugarâ€? para ser mejores personas. Miguel MartĂn y Herrera
14 / La Merced
Como cristianos, como bautizados, hemos sido llamados a un diĂĄlogo de amor con Dios, que alimente nuestra espiritualidad y nos sostenga en el camino de una autĂŠntica caridad expresada en el servicio del hermano. El espacio para esta bĂşsqueda de diĂĄlogo en el dĂa a dĂa del hombre de hoy encuentra a menudo situaciones aparentemente adversas. La AdoraciĂłn EucarĂstica nos pone ante la realidad de la presencia de Cristo en estado de ofrenda de sĂ y nuestra fe en su presencia puede transformar esa oraciĂłn, ese diĂĄlogo, en el corazĂłn de nuestra vida.
Durante el verano la AdoraciĂłn permanente continĂşa. Necesitamos adoradores que cubran los espacios de los que adoran durante el aĂąo y estarĂĄn de vacaciones. Los invitamos a tomar un turno temporario, si no son adoradores habituales para hacer esta experiencia, y si son adoradores permanentes para intensificar en este tiempo su diĂĄlogo con el SeĂąor. La AdoraciĂłn Permanente se sostiene gracias a la participaciĂłn de la comunidad que cada dĂa, a cada hora, ora junto al Sagrario. Equipo de AdoraciĂłn Permanente
Todos estamos invitados a adorar. Todos podemos adorar. Puedes tomar un turno permanente o temporario enviando un mail a: adoracionpermanente@parroquialamerced.org o dejando tus datos en el buzĂłn, junto a la entrada de la capilla. La Merced / 15
Espiritualidad I por Gerardo Semenzato
Sin embargo, y también como magnífico paralelo de sus vidas, obtuvieron antes de morir el reconocimiento no solamente de quienes los conocieron personalmente, sino también el de sus compatriotas contemporáneos anoticiados de sus obras. Por supuesto, en ambos casos sus vidas y acciones los trascendieron. Tanto el Cura Brochero como Mamá Antula fueron afectados y sufrieron las consecuencias, en sus respectivos tiempos históricos, de luchas y antagonismos irresueltos que venían de antes y de lejos.
José Gabriel del Rosario Brochero y María Antonia de Paz y Figueroa
“Más nuestros que el pan casero” El estudio histórico fundado en fuentes inobjetables verificadas científicamente y las anécdotas que enriquecen, desde la tradición oral y apelando a diversas fuentes, nos permiten trazarnos un perfil -rico y vivencialde aquellas personalidades que trascienden su tiempo y dejan huellas que permanecen a lo largo de los años.
a cabo obras materiales que los visibilizan para las generaciones que los suceden. Tal es el caso de nuestro primer santo, el Cura Brochero y de la Beata Mama Antula.
Incluso en muchos casos sus acciones y legados se valorizan con el transcurso del tiempo adquiriendo tintes proféticos y visionarios.
Ambos nacieron en nuestra patria (en Córdoba, Brochero y en Santiago del Estero, Mamá Antula); se educaron en instituciones católicas tradicionalmente arraigadas en sus provincias, ejerciendo su ministerio y labor, a lo largo de extensas regiones del territorio nacional.
Personalidades que se anticipan al espíritu de su tiempo histórico y cultural (el Zeitgest del idioma alemán) y que incansablemente son perseverantes en concretar sus ideas llevando
Ambos debieron trabajar tesoneramente y con inalterable perseverancia superando no sólo las dificultades geográficas sino también la incomprensión de muchos de sus contemporáneos.
16 / La Merced
Brochero debió ejercer su tarea apostólica sacerdotal teniendo como telón de fondo las sangrientas revueltas, batallas y luchas de las guerras civiles que padeció la Argentina hasta que pudo trabajosamente constituirse como nación. Con visiones ideológicas y culturales fuertemente enfrentadas. El liberalismo portuario, progresista, ilustrado, en muchos casos anticlerical y ateo, representado por las fuerzas militares de la rica Buenos Aires revolucionaria, mirando y anhelando el progreso del mundo europeo, combatía- sin tregua- contra una visión más tradicionalista, provincial, con costumbres de fuerte impronta católica y nacional, liderada por caudillos populares y representativos, armados en montoneras y milicias, defendiendo una visión mucho más cerrada y conservadora. Enfrentamientos que todavía al día de hoy es posible encontrar como sustrato de diversas discusiones políticas y culturales.
nía, y que se había originado en el esplendor de la denominada Edad Media. “Es imposible interpretar y evaluar la intervención política de los católicos y de los liberales sin hacer referencia al clima, al ambiente reinante y a los hombres que orientaban la época. Los sucesos nunca se dan como fenómenos aislados de su medio” Néstor Tomás Auza, Católicos y liberales en la generación de la década de los ochenta.
Mamá Antula, a partir de la expulsión de la Orden Jesuítica, ordenada por la corona española bajo la influencia de las nuevas ideas de la ilustración, fue muchas veces objeto de burlas, desconsideración y agresiones.
El santo cura Brochero y la beata Mamá Antula, con sus inextinguibles llamas misioneras, apoyándose en oraciones y acciones concretas superaron las dificultades materiales, los antagonismos ideológicos y las incomprensiones culturales. Fueron factor de unidad nacional iluminando con el Evangelio el orden temporal de sus respectivos tiempos históricos. Establecieron vínculos y eliminaron grietas.
En Europa comenzaba a ganar espacio cultural y poder político nuevas ideas que con el iluminismo y la ilustración filosófica pretendían combatir el viejo orden, que todavía se mante-
Promovieron integralmente personas, ayudaron a compatriotas de carne y hueso en su crecimiento espiritual y moral, construyeron a su modo la Patria. La Merced / 17
José Gabriel del Rosario “cura” Brochero Nació el 16 de marzo de 1840. Tuvo 10 hermanos, sus padres trabajaban y explotaban una pequeña propiedad rural en la serranía cordobesa. En 1866 se ordenó sacerdote en la catedral de la ciudad de Córdoba.
acceso, ubicado al oeste de las Sierras Grandes de más de 2.000 metros de altura. Una zona desprovista de caminos y con escasa o nula comunicación con el resto del territorio provincial.
Su primer destino como sacerdote fue en la misma catedral y en el seminario mayor donde fue designando Director de estudios. Se licenció y obtuvo un doctorado en Teología y Filosofía.
Hizo un excepcional trabajo de promoción humana y concibió y dirigió innumerables obras de todo tipo: reparación y construcción de iglesias, casas de retiros, seminarios, caminos, puentes, diques, acueductos, tramos de ferrocarril, salas de primeros auxilios, comedores, escuelas, etc.
En noviembre de 1869 el obispo lo nombró párroco del curato de San Alberto, en Traslasierra, un extenso territorio de difícil
Murió leproso y ciego en la Villa del Tránsito (hoy Villa Cura Brochero) el 26 de enero de 1914, a los 74 años de edad.
Juegos
Encontrá los diez faroles ocultos en el pesebre.
P a l más chic
María Antonia de Paz y Figueroa “Mamá Antula” Nació en 1730 en Santiago del Estero. Su familia pertenecía a la aristocracia norteña. Durante sus infancia, juntos con sus numerosos hermanos, recibió una educación acorde a la acaudalada posición de la familia. La cercanía e influencia de la orden de los jesuitas ayudó a su crecimiento espiritual y a una formación intelectual privilegiada a lo que no tenían acceso- en aquella épocamuchas mujeres. Colaboraba, siempre como laica, con la orden jesuítica en la organización de cursos de formación y fundamentalmente retiros espirituales. Con la expulsión de los jesuitas de los territorios americanos de la corona española ordenada en 1767 por el rey Carlos III, su vida tuvo un cambio profundo y radical. Al quedar sin ningún apoyo oficial y legal de la orden decidió mantener encendida la impronta de la espiritualidad ignaciana asumiendo -por 18 / La Merced
su cuenta y riesgo- la organización y el dictado de los ejercicios espirituales. Recorrió a pie gran parte del territorio provincial, desde Santiago del Estero a Salta, Tucumán, La Rioja y Catamarca; luego bajó a Córdoba y finalmente llegó caminado a Buenos Aires en donde continuó hasta su muerte con su infatigable labor. Fundó varias casas de ejercicios espirituales y organizó una comunidad de mujeres para atenderlas.
Aprendé 6 trabalenguas divertidos para navidad.
En Buenos Aires logró la autorización del obispo local y del Virrey para comprar un terreno en las afueras de la ciudad, donde erigió la enorme casa de ejercicios espirituales que actualmente sigue en píe y funcionando (al 1200 de la avenida Independencia).
3.
Melchor castañas comió, Melchor castañas cenó, y de tanto comer castañas se encastañó.
4.
Papá Noel compró pocas copas pocas copas compró Papá Noel.
Mamá Antula murió el 7 de marzo de 1799.
1.
Chiqui chiqui chi chiqui chiqui chú chiqui chiquitito es el niño Jesús.
5.
Rápido corren los renos recorriendo los terrenos.
Se calcula que más de 20.000 personas participaron de los ejercicios espirituales por ella organizados a lo largo de su vida.
2.
Tres Reyes Magos me traen regalos todos los años, mientras tragué tres riquísimos helados.
6.
Turrones comí, turrones cené, y de tanto comer turrones, me enturroneceré. La Merced / 19
Encontrá las 7 diferencias.
1.
Nunca me quito la ropa, pero me pongo un disfraz sobre mi vestido verde al llegar la Navidad.
2.
Se prepara en Navidad con animales y personas, ríos y puentes, pastores y ovejas, y también, una gran estrella.
3.
Una vieja con un diente Que llama a toda la gente
Ayudá a los Reyes Magos a encontrar el camino hasta el pesebre.
5 adivinanzas para pensar.
4.
Si lo recibes o lo das, ¡Qué alegría sentirás!
5.
De noche llegan sin ser invitadas, de día se pierden, pero no están extraviadas.
Respuestas: 1. El pino / 2. El pesebre / 3. La campana / 4. Un regalo / 5. Las estrellas. 20 / La Merced
La Merced / 21
Adviento
¿Cuál sendero llega a Papá Noel?
Esp am
por P. Carlos. Párroco
S vad
Una vez más nos toca vivir el tiempo de Adviento que nos prepara para la celebración de la Navidad. ¿Cómo prepararnos para celebrar el nacimiento de nuestro Salvador? ¿Qué podemos hacer para que ese nacimiento provoque algo en nosotros? Fijémonos qué hace una familia para preparase a un nuevo nacimiento. En primer lugar tienen una reacción afectiva: se alegran, celebran y dan gracias por el nuevo hijo que viene. En segundo lugar dan una respuesta efectiva: preparan el lugar donde vivirá el bebé, su ropa y sus juegos. Hay que pintar la habitación, comprar o conseguir muebles, hacer arreglos. En tercer lugar, hay un seguimiento médico del embarazo, visitas al obstetra, ecografías y cuidados especiales. Y a través de estas reacciones y acciones los
padres y, eventualmente los hermanos, van haciendo algo más profundo: abrir el propio corazón para acoger al nuevo hijo en sí mismos, incorporándolo a la propia vida personal y familiar. “Viene mi hijo o mi hermano en camino. Quiero que sepa que lo recibo en mi vida. Su nacimiento me afecta, me enriquece y me compromete”. Santa María y san José vivieron estas disposiciones hacia el niño Jesús, adaptadas a aquella época. Tratándose de una espera tan única y especial, la vivieron también en la fe, abriéndose a los designios de Dios sobre ellos dos, sobre Israel -su pueblo-, y sobre la humanidad. Ellos dos nos enseñan a nosotros a disponernos de manera afectiva, efectiva y creyente al nacimiento de nuestro Redentor.
Encontrá las siguientes palabras:
JESUS / MARIA / JOSÉ MELCHOR / GASPAR / BALTASAR AMOR / PASTORES / ÁNGELES BELÉN / ALEGRÍA / ESTRELLA 22 / La Merced
La Merced / 23
Espiritualidad II “Afectivamenteâ€? los invito a alegrarse, dar gracias y celebrar tanto amor de Dios por los hombres que quiso nacer entre nosotros. Ser un Dios cercano, amigo, hermano. Que nuestro corazĂłn no permanezca frĂo e indiferente. “SeĂąor te doy gracias por haberte hecho hombre por mĂ y por todos. Te doy gracias por santa MarĂa que lo concibiĂł por medio del EspĂritu Santo y lo dio a luz con intenso amor. Te doy gracias por san JosĂŠ que los cuidĂł tanto a los dos. AyĂşdanos a no sentirnos solos, a sabernos siempre acompaĂąados por vos, el Dios con nosotrosâ€?. Si el nacimiento de JesĂşs no pasa por nuestros afectos y nuestro corazĂłn, nada nuevo nos ocurrirĂĄ. Demos gracias, alegrĂŠmonos, celebremos que Dios nos ama y se hizo niĂąo como nosotros y por nosotros. En segundo lugar, serĂĄn necesarias “acciones efectivasâ€? para vivir la Navidad. Me refiero a dedicar un rato a la oraciĂłn durante nuestra jornada, meditando la Palabra de Dios de cada dĂa del Adviento. Eso nos ayudarĂĄ a unirnos al SeĂąor espiritualmente. TambiĂŠn debemos reconocerlo hecho hombre en nuestro prĂłjimo: proponernos un gesto solidario y de ayuda Ăştil a alguien: cuidar a un enfermo, visitar a un preso, ayudar a un niĂąo necesitado, armar un caja navideĂąa para una familia carenciada. O simplemente ofrecer a Dios el trabajo de cada dĂa para mantener a la familia y darles lo mejor. De este modo nos daremos cuenta de que el “Dios con nosotrosâ€? posee un rostro humano
y personal desde el cual nos llama a cuidarlo o asistirlo. “SeĂąor, ÂżcuĂĄndo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ÂżCuĂĄndo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ÂżCuĂĄndo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". Y el SeĂąor les responderĂĄ: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el mĂĄs pequeĂąo de mis hermanos, lo hicieron conmigo" (Mateo 25,37-40). Finalmente, la llegada de JesĂşs nos pide vivir un Adviento interior y creyente, es decir, disponernos a que Dios nazca en cada uno de nosotros. Abrirnos mĂĄs a ĂŠl en nuestra vida. Que el SeĂąor nos consuele en nuestras angustias, nos fortalezca en nuestros cansancios, nos corrija en nuestros desvĂos y nos llene de su presencia con la comuniĂłn. Pedirle que nazca en mĂ. Decirle que queremos que sea nuestro huĂŠsped. Vivir afectivamente, efectivamente e interiormente el Adviento es posible. SĂłlo asĂ haremos lugar al NiĂąo que viene a nuestra vida para salvarla. Les deseo un Adviento vivo y una santa Navidad. Quiero ayudarlos a vivir este tiempo intensamente y pido a Dios que nos regale poder hacerlo y asĂ experimentar su salvaciĂłn.
P egr porpor Majala y Alfredo Montes de Oca
39 aĂąos de casados, 3 hijos casados y 5 nietas.
p la ti a de J Ăşs A principios de este aĂąo del Jubileo de la Misericordia se anunciĂł en La Merced una peregrinaciĂłn a Tierra Santa y Roma. Nos entusiasmĂł el viaje y decidimos que habĂa llegado el momento para conocer la tierra de JesĂşs, tantas veces leĂda desde el Catecismo, estudiada‌ en definitiva, anhelada. Tierra sagrada de Judea, desiertos y montes, olivos, lagos y rĂos, polvo que se levanta de las huellas de Cristo. Mirar lo que Él mirĂł, pisar lo que Él pisĂł, tierra elegida prometida por el Padre. Nadie puede calificar con una Misa en el rĂo JordĂĄn
sola palabra semejante experiencia. Para todos fue un viaje “transformadorâ€?. TransformĂł nuestra fe en algo mĂĄs vivo aĂşn, la ubicĂł en el tiempo y en el espacio de JesĂşs, en esos lugares santos que recorrimos descalzos, descalzas nuestras almas, reverenciando y sintiĂŠndonos amados frente al gran misterio de la EncarnaciĂłn del Verbo, su Vida, y por Ăşltimo, su Muerte y ResurrecciĂłn. Nos recibiĂł en Tel Aviv, quien serĂa nuestro guĂa, el franciscano Fray Sergio Olmedo, miembro de la custodia de los Lugares RenovaciĂłn del bautismo
BasĂlica de la AnunciaciĂłn
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Seguimos al Monte Nebo, y pudimos ver desde su cima, tal como lo hizo Moisés, la tierra prometida.
Gruta de la Natividad
Santos, gran conocedor de la historia y la geografía del lugar. Hubo experiencias fuertes y fundantes, como la renovación de las promesas bautismales, recibiendo de Checo un nuevo bautismo en el rio Jordán, que significó para todos un momento de profundo gozo. Caná de Galilea, el lugar donde Jesús hizo su primer milagro, fue testigo de la renovación de los votos matrimoniales de las parejas del grupo y para aquellos “solos y solas”, el compromiso de fidelidad a la alianza con Dios. La celebración diaria de la Eucaristía colaboró a profundizar el vínculo que iba creciendo en el grupo. Entre esos dos lugares visitamos Nazareth. El impacto visual del lugar donde María recibe el anuncio del embarazo quedará en nuestra memoria para siempre. Esa pequeña habitación cavada en la piedra estaba ante nosotros cuando, unidos y conmocionados, nos sentamos a adorar junto a “esa joven niña” que dando su SÍ, cambiará su vida y la de todos nosotros. Aquí comenzó TODO, fue lo que sentimos. Nuestras almas se comunicaban en susurros. Hubo necesidad de orar, de meditar el SILENCIO. Este Adviento será para todos nosotros memorable en más de un sentido.
26 / La Merced
Estrella de la Natividad
Seguimos al Monte Tabor; todavía resuena en nuestros oídos el: “que bien estamos aquí” de Pedro, al contemplar la Transfiguración. Y de allí al mar de Galilea, navegando esas aguas donde Jesús les decía a los apóstoles “no teman”, ¡cómo sentíamos que nos lo decía a nosotros mismos!, la iglesia del Primado de Pedro, sobre las ruinas de la casa donde el Señor vivió gran parte de su vida pública y tantos lugares más de esa porción tan chica en geografía y tan grande en milagros, ¡Galilea! Otra Adoración que obró como “levadura” en el grupo, que se realizó una noche en la ladera del Monte de las Bienaventuranzas. De allí partimos a Jordania. Por sus desiertos caminaron Abraham, Jacob y Elías. Allí hicimos un alto en nuestra peregrinación para conocer las ruinas romanas de Jerash, tan bien conservadas… y Petra, la ciudad rosa y el antiguo reino nabateo con su magnífico tesoro tallado en la montaña. Las misas en el hotel de Petra, inolvidables e íntimas, nos hacían percibir la consolidación de la comunidad.
Y así, pasando por Jericó, llegamos a Belén. Nuestra visita al pesebre, en la basílica de la Natividad, fue otro momento fuerte de nuestro peregrinar. Allí el padre Checo celebró misa a las 6 de la mañana. En ese pequeño recinto donde apenas caben tres personas (pero fue suficientemente grande para cobijar el AMOR de la humanidad) sentimos la fuerza de ese nacimiento que nos impulsa a darle nueva vida a nuestra vida. Ahí comprendimos que el Niño Jesús vino y sigue viniendo a nuestros corazones en la humildad y la simpleza de ese pesebre que es nuestra propia existencia. Por un momento, en esa lejana Belén, nos retiramos del espacio terrenal. Hubo verdadera PAZ. Y ya con el corazón ardiendo entramos a la ciudad de nuestra última etapa de Tierra Santa. Los 40 peregrinos cantábamos a viva voz: “Están pisando nuestros pies, tus umbrales JERUSALEM”. Ciudad de la gloria y del sufrimiento, vivimos cuatro días intensos, padeciendo con Él en la Basílica de la Agonía y en el huerto de los Olivos, sintiendo el llanto de Pedro en el Galicanto, recorriendo con emoción el Cenáculo en la cima del Monte Sión para culminar en el Santo Sepulcro, en la ciudad vieja, que visitamos varias veces con un fervor contagioso, haciendo el vía crucis por la vía dolorosa, tomando real dimensión del gran sacrificio del Crucificado en nuestra piel, anticipando la alegría de la Resurrección en nuestro corazón. Basíllica de la Anunciación
Todo lo vivido fue intensamente celebrado, meditado y reflexionado con la ayuda invalorable de Checo, conductor espiritual de la peregrinación. Factor determinante en la armonía del grupo y en la eficiencia de la organización fue Paz Novelli, nuestra querida guía y acompañante, a la que siempre asociaremos al recuerdo imborrable de este viaje. Nos despedimos de Jerusalén con cierta nostalgia mezclada con la alegría de haber conocido la tierra de Jesús, leída, estudiada… en definitiva, anhelada. Roma, la eterna, nos esperaba. Ciudad caótica, bella, luminosa, nos hizo volver a la realidad de nuestro mundo occidental. La audiencia con nuestro papa Francisco, orgullosos de ver en el sitial de Pedro a un compatriota, la visita a “scavi vaticani”, la misa celebrada en la Basílica de San Pedro y el recorrido por las tumbas de los Papas tuvo su momento cúlmine en la procesión atravesando la Puerta de la Misericordia. El último día lo dedicamos a visitar la patria de San Francisco. Todo Asís es un canto de alegría y alabanza a la Creación. La tumba del santo, la belleza serena y digna de Santa Clara, las reliquias de ambos conservadas con tanta ternura hicieron del día un evento maravilloso. Volvimos a la Argentina agradecidos por todo lo vivido, y como los primeros apóstoles sentimos la profunda necesidad de compartirlo con nuestros hermanos.
Pesebre, Belén
Continuamos hacia Wadi Rum (desierto de Rum). Allí hicimos una experiencia de soledad y silencio, que culminó con la Santa Misa celebrada en un verdadero oasis en el medio del desierto. La Merced / 27
Cristo Redentor II
Baut m por
El primer sĂĄbado de diciembre en la Capilla Cristo Redentor compartimos la alegrĂa del bautismo de cuatro niĂąos que se estĂĄn preparando para tomar la primera comuniĂłn en abril de 2017. Aprovechando la visita de la Virgen de San NicolĂĄs y junto a las familias de los chicos celebramos misa en el jardĂn de la capilla.
Parroquia por Gerardo Semenzato
La diversidad y el encuentro II
“Creer para poder verâ€? Cuando JesĂşs decide visitar el hogar de Zaqueo mĂĄs que la hospitalidad de una casa busca la hospitalidad del corazĂłn. Inspirados en esa enseĂąanza evangĂŠlica se realizaron los encuentros (los sĂĄbados 19 y 26 de noviembre) en las parroquias PurĂsima ConcepciĂłn de Pacheco y en La Merced. Ambas comunidades, exponiendo con total franqueza nuestras similitudes, diferencias, logros y fracasos realizamos dos encuentros sumamente fructĂferos y fraternos. Las diferencias no sĂłlo se manifestaron en los dĂas, una esplendida tarde primaveral en el extenso parque de PurĂsima y una lluviosa tarde, casi otoĂąal, en los salones de La Merced, sino que se expresaron en las mĂşltiples y diferentes tareas que se realizan en ambas parroquias atendiendo especĂficamente realidades, problemĂĄticas y urgencias claramente diferenciadas. Sin embargo y quizĂĄs lo mĂĄs importante fue la casi total coincidencia en las mismas preocupaciones: cĂłmo misionar con mayor fervor y perseverancia llevando el mensaje evangĂŠlico a los pobladores de ambos barrios y a la enorme cantidad de gente que pasa cada dĂa por las zonas.
28 / La Merced
Encuentro en Ntra. Sra. de la Merced La Merced / 29
Familia La presencia y las obras misioneras, sociales y educativas que tienen lugar en ambas parroquias las han convertido en luminosos puntos de referencia comunitarios. Luego de las misas concelebradas por ambos párrocos, las comidas compartidas con que culminaron ambos encuentros, lo animado de las conversaciones, las alegres risas, los variados comentarios que completaban lo expuesto en los grupos y los intercambios de números telefónicos fueron indicadores claros de lo fructífero y enriquecedor de ambas reuniones.
por Cecilia y Daniel Vázquez Ger
Del nido vacío a ser abuelos. Pensando en voz alta
El retoño de olivo y la esbelta palmera, que se intercambiaron como regalos, quedaran como testigos vivientes de la incipiente amistad de ambas comunidades.
Cuando me encontré con Checo hace unos días, creo haberle expresado con mucha alegría todo lo que estamos viviendo a raíz del nacimiento de nuestro primer nieto. Debo haber sido muy efusiva, ya que nos llegó una propuesta de escribir algo sobre lo que estábamos viviendo como matrimonio. Tal vez podamos llamar a este tiempo “del nido vacío a ser abuelos”. El 9 de Octubre recibimos a Francisco, nuestro primer nieto. Durante 8 meses esperamos ese momento a la distancia pues nuestro hijo y nuera viven en el exterior. Nos acompañaron diversas sensaciones y sentimientos que intentaremos compartir en estos párrafos.
Encuentro en Purísima Concepción 30 / La Merced
Cuando vi por primera vez la panza ya crecida de mi nuera y las manos de mi hijo que la abrazaba, advertí con un gozo especial lo que significa poner la piedra fundamental de una familia: el hombre dejará a su madre y a su padre, y se unirá a una mujer, y serán un sólo cuerpo. El hombre que abraza el
vientre de su mujer, uniéndose a su concavidad desde fuera, abrazando a ese hijo por nacer. En ese momento volvimos a entender el significado del mandato divino para la descendencia. Ellos empezaron a construir su nido cuando se dieron el SÍ, y entonces todo se ordenó en esa dirección: mirándose el uno al otro y mirando juntos a ese hijo por nacer. Me sentía espectadora; estaba allí presente y sin embargo a mucha distancia. Los miraba con un corazón desbordante de asombro como si hubiera descubierto algo nuevo, demasiado grande y verdadero. ¿Acaso no sabía de qué se trataba todo esto? Fuimos protagonistas de esta escena en la propia vida. ¿Qué era lo nuevo? Descubrir lo nuevo fue confirmar la intuición intelectual y vivencial que llevamos dentro pero de un modo diferente. Porque lo nuevo La Merced / 31
nuevo espacio empezó a delinearse, desconocido, sin formas claras, y con una música nueva. Los hijos están de un modo diferente, esperando de nosotros una experiencia de padres nuevos capaces de aprobar y admirar lo nuevo, aquellos en quienes ellos mismos se van convirtiendo. Y nuestro corazón de padres advierte que una nueva etapa se abre si somos capaces de transformarnos y de evolucionar del nido que contiene, a un referente que acompaña y escucha, que contempla respetuosamente los procesos que ahora les toca a ellos vivir. He aquí la gran palabra para este tiempo: entrega. Creí que esto sería un paso, un momento. Aprendí que esto es un proceso, que vuelve a repetirse nuevamente, como si la repetición de la experiencia de soltar a los hijos pasara a ser el eje vivencial mayor en el tiempo que llega. Ni blanco ni negro, nuevamente los grises del aprendizaje lento es la propuesta.
es la continuidad de la vida, no la repetición. Es una vida única que nace y es la vida que continúa a través de esa cadena infinita que es la humanidad. Hoy nos tocaba a nosotros ser protagonistas de este proceso; una vez dimos vida y hoy esa vida da vida. Como dijo mi esposo cuando lo recibió: ¡es mi descendiente! Es la experiencia de la continuidad. Tenemos tres hijos, dos viven en el exterior “por ahora”, y una en casa aún. ¿Cómo está nuestro nido? Tal vez algunos lo vean medio vacío. Sabemos que se habla mucho del “nido vacío” como ese momento en el que los hijos se van y volvemos a mirarnos a los ojos los dos, como esposos, más que como padres, ahora solos, con mucho por hablar o con poco que decir, o con múltiples experiencias diferentes según sea la pareja que formemos cada uno. Nos hace algo de ruido esta idea del nido vacío. Tal vez dentro de unos años, pensemos diferente. Buscamos en nuestra familia el nido, cierro los ojos, siento que hace mucho… no está. Al abrirlos, encuentro una paloma reina, día y noche allí, en el nido, y a él trayendo pajitas para atender la necesidad de su incipiente hogar. 32 / La Merced
Fuimos nido en un tiempo de nuestra vida familiar cuando ellos pasaban mucho tiempo a nuestro lado, cuando la demanda era alta y la oferta incondicional. Sin embargo, a medida que iban creciendo, que iban transitando nuevas experiencias de autonomía, a medida que los habilitamos a abrir la puerta y ellos advertían que ella quedaba abierta, el nido se fue transformando en un espacio abierto del que ellos podían salir y volver a entrar. Empezamos a asociar la casa como esa playa que siempre está, y a todos los miembros de la familia, como el oleaje que iba y venía, llenando de gozo la casa como la espuma blanca sobre la arena, y de tranquilidad como cuando el agua se retira… y la playa sabe que la espuma volverá jocosa a devolverle el movimiento risueño en su próxima visita. El nido se empezó a vaciar lentamente, cuando como padres los habilitamos a volar; y cuando eso ocurrió, lejos del vacío, un
Desde que nació nuestro nieto tuvimos una fuerte experiencia unitiva, en nosotros y para toda la familia. La alegría de que alguien tan pequeño podía tener un poder tan grande sin saberlo: reordenar afectos, purificar amores, definir roles, crear geografías, preservar espacios, convertir cronogramas, proponer a cada uno un lugar único en la gran familia, pero por sobre todo, anunciar con ímpetu y autoridad la hegemonía de la nueva familia de tres: mamá, papá y bebé. Ellos son el núcleo central de su propia vida. Y nosotros, padre y madre, ahora abuelos, colaboradores incansables, acompañantes fieles, espectadores respetuosos y muchas veces silenciosos de ese milagro que ocurre cuando dos se hacen tres. Hoy la intuición es que ser abuelos es una nueva invitación a continuar el mandato divino a ser colaboradores, pero no protagonistas. Una mayor conciencia y aceptación de ver crecer a nuestros hijos, responsable y libremente. No porque controlamos sino porque soltamos, no porque dirigimos sino
porque los dejamos dirigir, no porque tenemos las respuestas, sino porque acompañamos sus búsquedas. Ser abuelos es un tiempo para profundizar el que ellos crezcan mientras nosotros “nos dejamos disminuir”. No es desaparecer de la escena, es reconocerlos en el papel protagónico. Una nueva vida que llega a una familia es otra oportunidad de asumir quiénes somos de verdad y cuánto más profundo podemos ir en nuestra experiencia de ser uno mismo. ¿Por qué? Porque contemplar la vida que vuelve a nuestros brazos en un nieto es como mirarnos nuevamente y advertir el largo camino recorrido, y con inmensa alegría, el que aún falta por recorrer. Todo lo hicimos por nuestros hijos y hoy lo volvemos a hacer por ellos, mirando a nuestros nietos. Nos toca ser voz viva de su historia, sus orígenes, tradiciones y creencias. Pero hoy como abuelos y ya no como padres, tenemos la posibilidad de entregar una historia desde heridas sanadas y sabiduría internalizada. Habrá que encontrarnos con nuestras debilidades, heridas, pobrezas y sentimientos nuevos, y decidir capitalizar la propia existencia desde lo más auténtico que seamos. Entonces, ¿el nido vacío o la casa llena de nuevos desafíos para el corazón? Elegimos lo segundo. Renovar nuestros vínculos. Un nieto crea un nuevo vínculo que ordenará todos los demás, nos hará nacer a lo nuevo si dejamos morir lo que ya no va. Se trata de animarnos a ir por donde no conocemos para ser quien aún nos falta ser. Damos gracias a Dios por la oportunidad de ser abuelos. La aventura de vivir sigue. El padre Checo nos regaló hace unos días una frase de San Juan de la Cruz que ilumina la experiencia de crecer:
“Para venir a lo que no sabes has de ir por donde no sabes... Para venir a lo que no eres has de ir por donde no eres”. La Merced / 33
JĂłvenes I
Campam to de JĂłv : ĂĄrb que e cu o Mateo GarcĂa Villanueva Coordinador general de PePe Parecen lejanos las anĂŠcdotas de esa pequeĂąa comunidad de jĂłvenes. AnĂŠcdotas transmitidas por los mĂĄs grandes, algunos de ellos que se siguen paseando por la parroquia y otros que ya no lo hacen. Esas anĂŠcdotas en las que realmente todos se conocĂan entre todos y se vivĂa un encuentro mĂĄs cercano y personal con cada uno. Sin embargo, creo que ese legado no se ha perdido del todo, y el deseo de encontrarnos entre los jĂłvenes, para hablar del corazĂłn y poder ver y vivir a Dios presente en el otro ÂĄestĂĄ vivo. El campamento que realizamos todos los aĂąos es prueba de ello. Es un fin de semana en el que todas las ĂĄreas de la pastoral de jĂłvenes se reĂşnen para compartir juntos. Claro estĂĄ que cada uno vive sus momentos separados de las otras actividades, pero el pasearte por el gran predio que nos recibe ya desde hace tres aĂąos y poder cruzarte con gente de otra rama es increĂble. Es darse cuenta de que cada uno es una hoja de su rama y que a la vez somos todos parte de un mismo ĂĄrbol, somos de la Merced. Es cierto que ya los nĂşmeros no permiten que conozcamos a cada uno por el nombre y sepamos que hace de su vida. Ya con casi 350 jĂłvenes en la parroquia, lo de pequeĂąo grupo es algo pasado. Pero el reconocer que formamos 34 / La Merced
parte de algo mĂĄs que ConfirmaciĂłn, o PePe, o Grupo de Vida, o CHECES, es abrirse al otro, al que estĂĄ y a saber que al igual que yo, decide caminar por este camino, en esta parroquia. Nos unen esas ganas de sentirnos parte de un proyecto mayor que el de mi actividad, el proyecto de ver a Dios en los otros. Dos jĂłvenes, de aquellos que vivieron lo que hoy son anĂŠcdotas, vinieron a darnos una charla a PePe. Estaban impresionados con la cantidad actual de actividades que ellos coordinaron o a las que asistĂan un tiempo atrĂĄs. Ya con tonos de grandes nos decĂan que en sus ĂŠpocas eran 10 o 20 en PePe y hoy son casi 110. Ni hablar de lo que creciĂł ConfirmaciĂłn. Pero me llama mĂĄs la atenciĂłn pensar que se han armado nuevas actividades que en su ĂŠpoca no existĂan;. que hoy exista CHECES y los Grupos de Vida, AcciĂłn y ConsagraciĂłn a MarĂa. Nuevas ramas que van creciĂŠndole a este ĂĄrbol que se plantĂł con mucho cariĂąo hace unos aĂąos y que se lo ve crecer cada dĂa mĂĄs. Quisimos que cada ĂĄrea que participĂł en este campamento cuente cĂłmo viviĂł este gran fin de semana y cĂłmo vio reflejada esta gran comunidad en este encuentro tan lindo. Que compartirlo en esta revista tambiĂŠn sea motivo de alegrĂa para toda la comunidad.
JoaquĂn Palazzo Coordinador del Grupo de Apoyo Este aĂąo nos tocĂł vivir el campamento desde otro lado. Fue algo Ăşnico estar al servicio de todos los chicos, desde hacer pizzas hasta juntar cartones. Ayudar, estar al servicio, es mucho mĂĄs que la acciĂłn fĂsica. Es dejar todo para darle una mano a quien lo necesite y desde el momento en que llegamos, el grupo de apoyo supo que ese era nuestro objetivo. AdemĂĄs nos tocĂł un grupo muy heterogĂŠneo, conformado por jĂłvenes de distintas edades y grupos. Muchos de los que conformaron al “Grupo de Apoyoâ€? pertenecen a “Grupo de Vidaâ€? (un nuevo espacio que nos da la parroquia para seguir perseverando y caminando en la fe) y tambiĂŠn gente que habĂa pertenecido a algĂşn grupo y ya no lo hace. En lo personal , como miembro del grupo de vida, es muy gratificante que nos den la oportunidad de ayudar en estas actividades. TambiĂŠn el campamento nos sirviĂł para ver que se puede seguir despuĂŠs de terminar PePe o de coordinar algĂşn grupo, y hasta se sumaron muchos de los que no pertenecĂan a ninguna actividad. Simplemente fue una experiencia Ăşnica el estar ayudando desde otro lugar con un grupo humano tan lindo y, como es de esperar, terminamos recibiendo mucho mĂĄs de lo que dimos.
ÂŤcada uno es una hoja de su rama y que a la vez somos todos parte de un mismo ĂĄrbol, somos de la MercedÂť
Agostina Casasco Coordinadora general de ConfirmaciĂłn Los chicos de confirmaciĂłn arrancaron este aĂąo llenos de emociĂłn y entusiasmo. Se pudo ver en cada encuentro cĂłmo se iban formando los grupos con ayuda de sus coordinadores. Durante el 22 y 23 de octubre los 180 chicos, en compaĂąĂa de sus 45 coordinadores y un grupo de apoyo, tuvieron su campamento. Vivieron un fin de semana en el que tomaron mayor confianza con su grupo, salieron al encuentro con otros jĂłvenes de la comunidad de La Merced y conocieron mĂĄs a JesĂşs a travĂŠs del otro. Se viviĂł un fin de semana lleno de risas, emociĂłn, dialogo y escucha. Estamos muy contentos con este nuevo aĂąo de confirmaciĂłn y sabemos que ÂĄesto reciĂŠn empieza! La Merced / 35
Brenda Tasin Haciendo alusión al nombre de esta revista, les queremos presentar al promotor oficial de la alegría: CHECES. Siempre que alguien me pregunta: ¿Qué es CHECES?, se me hace muy difícil de explicar, ya que es más de un grupo de personas que se juntan a charlar o compartir un momento en la semana. Es un sentimiento, un sentimiento de diversión, alegría, seguridad, en mi opinión es como una familia. Es un lugar donde conoces personas que después vas a considerar como un amigo o donde conoces a tus amigos de una forma totalmente distinta que lo único que hace es fortalecer el vínculo. Camila Wuhler Coordinadora general de PePe Los chicos de PePe (postconfirmación) participaron de este campamento en comunidad, saliendo al encuentro con ellos mismos y con el otro, donde pudieron encontrar a un Jesús vivo, que se transmitió en sonrisas, charlas, en silencio y oración. El campamento fue un momento clave para fomentar la unión en los grupos y para que pudieran conocerse, aún más. Este encuentro, no fue solo de PePe, sino que también fue compartido con Confirmación y con un increíble grupo de apoyo que entregó un fin de semana para estar completamente al servicio de todos. Para muchos de los chicos de PePe compartir este fin de semana con Confirmación generó mucha nostalgia por lo vivido un año atrás, pero felices de seguir creciendo y madurando en el camino de su Fe. 36 / La Merced
CHECES apunta a que uno se conozca, a que responda la pregunta ¿Quien soy yo?, que se empiece a cuestionar, a reflexionar distintos aspectos de la vida, de uno mismo. También ayuda con un gran empujón en la etapa de confirmación, ya que uno sabe como expresarse y reflexionar con un grupo de personas que al principio son desconocidos. Este lugar es como dije al principio una familia y como tal yo creo q nadie que no haya venido no lo recuerda con un sonrisa y lo guarda en un lugar de su corazón.
Estos amigos son personas que no tenes la preocupación de que digas algo que esté mal o te molesten por eso que dijiste, sino que los integrantes de checes se caracterizan por ser incluyentes, de aceptar a los otros por sus diferencias y quererlos más por ello. Ellos hacen CHECES. Y por ello se renueva todos los encuentros, todas las camadas. Cada camada es distinta, se identifica con distintos recuerdos, encuentros, compañeros, coordinadores. Esta actividad arrancó hace 6 años y medio con 7 coordinadores y 6 chicos el primer encuentro y hoy en dia somos 4 coordinadores y 34 chicos. Lo cual los 4 coordinadores fuimos parte de checes como coordinados, después hicimos confirmación, PEPE y volvimos a donde empezamos pero desde una nueves perspectiva. Eso nos dio el don de poder tener empatía con nuestros coordinados, ya que es verdad que estuvimos en su lugar. La Merced / 37
Jóvenes II por Jerónimo Herrán
Consagración a la Virgen
Una iniciativa, quizás al principio, muy optimista y a largo plazo. Este espacio surgía de las ganas y la inquietud de un grupo de jóvenes que quería conocer más acerca de María, nuestra Madre del Cielo. Este camino hacia la Consagración a María es para jóvenes ya confirmados, que buscan seguir creciendo y alimentando su fe cristiana que alguna vez tan felices los hizo, y que tanto los llenó. El consagrarse es dejarse llevar sin condiciones, sabiendo que NUESTRA Madre conoce el mejor camino, y que podemos dormir tranquilos en sus brazos, como Jesús también lo hizo. El consagrarse es entregarle la vida de uno mismo a alguien que conoce a Dios encarnado, a alguien que sufrió tanto, y es tan humana, que nos acompaña en el sufrimiento. Es entregarle nuestra vida al mejor ejemplo de santidad y devoción a Dios en nuestra religión. Este camino de Consagración tuvo como principal objetivo (además de la Consagración), conocer a María. Aprender de ella, aprender a hablar con ella. Aprender a ser cada día más como ella. Por eso, creímos que era muy importante preparar nuestro corazón para entregárselo, dejando que ella se lo entregara a Jesús, su hijo, “en bandeja de oro”. Quizás, en nuestro día a día, se nos hace difícil desviar la mirada de Jesús, de Dios y del Espíritu Santo. Quizás, a veces, nos olvidamos de que tenemos una Madre en el Cielo que nos cuida, que nos protege, como lo hizo con Jesús, porque somos sus hijos, porque Jesús nos entregó a una Madre, a SU Madre. ¡Y qué madre! Alguien que nunca se olvida de nosotros, aunque nosotros nos olvidemos de ella, alguien que nos cuida, 38 / La Merced
y que quiere lo mejor para nosotros. Una Madre que habita en el Cielo, pero que al mismo tiempo habita en y entre nosotros. Una madre que a pesar de que fue ascendida por Dios, fue íntegramente humana: sufrió, lloró, amó, fue madre. Una madre que al ser así, está muy a nuestro alcance; y nosotros, conociéndola y aprendiendo de ella, queremos acercarnos y seguir su ejemplo, tratando de imitarla, aunque a veces se nos haga muy difícil. Sabemos que todo lo que le pedimos a María, ella se lo pide a Jesús. Y todo lo que viene de su Madre es dado, así como Jesús hizo su primer milagro en las Bodas de Canaá. María es una pieza fundamental dentro de nuestra creencia. Sin ella no existiría ningún Mesías, ningún Salvador del Pueblo de Dios. Esto fue lo que nos alentó a querer conocerla más en profundidad, explorando y descubriendo personalidades y actitudes que ella tuvo a lo largo de su vida, y que sigue teniendo, cuidándonos desde el Cielo, como Nuestra Madre. Por ejemplo, tuvimos un encuentro donde nos hablaron de su VOCACIÓN RELIGIOSA, de su ESPÍRITU MISIONERO, de su MATERNIDAD, de su INTERCESIÓN entre NOSOTROS Y JESÚS; y finalmente, el Padre Checo nos habló de Nuestra Señora de La Merced, patrona y guía de nuestra Parroquia. Queremos invitar el año que viene a otros chicos que quieran consagrarse y entregar su Vida a María, nuestra Madre del Cielo, porque creemos que siempre es importante nutrir nuestro corazón con experiencias de amor, y que a través de ella podemos crecer personalmente y como personas de fe.
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