Prólogo
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omos CocaColaenLucha es una autobiografía colectiva. Relato oral que narra en primera persona cómo 236 trabajadores y trabajadoras y sindicalistas de la fábrica de Coca-Cola en Fuenlabrada vencieron al gigante. Desde un yo soy Carmen, yo soy Antonio, yo soy Juan Carlos, podremos leer situados en una línea de tiempo de dos años exactos —entre enero de 2014 y enero de 2016— el día a día de unos y unas trabajadoras y sus familias que no aceptaron un ERE ilegal, que el Tribunal Supremo calificó de nulo, y que les ha devuelto a sus puestos de trabajo. Mucho frío, varios meses sin salarios ni prestaciones, el descubrimiento de una unión insoslayable entre compañerxs de trabajo que antes apenas tenían un trato cordial... y que en esta lucha se han convertido en los y las espartanas. Obrerxs y sus seres queridxs que se han merecido a un sindicato y un sindicato que se ha merecido una victoria que como obrerxs tendrán que seguir sosteniendo. No ha sido una victoria sin derrotas, ha sido sin embargo una victoria sin pasos atrás ni pasos en falso. Pura verdad y coraje frente a la desfachatez y el desprecio de quienes les habían empleado durante más de cuarenta años y que les cierran la fábrica sin previo aviso el día que firmaban uno de los mejores convenios de la alimentación de Madrid. El comité de empresa de Comisiones Obreras, dice huelga, dice «ni un paso atrás», dice a por el puesto de trabajo. Y lo han reconquistado. Desmontado el Campamento de la Dignidad y readmitidxs en los puestos de trabajo, en 2016 la lucha sin embargo continua dado que CCIP (Coca-Cola Iberian Partners) no cumple la ley, ni ha reabierto la planta de Fuenlabrada como
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un «centro logístico», sino más bien como un «almacén fantasma». Aunque, y eso es lo que hace necesaria la lucha obrera, lxs obrerxs tenemos que construir el mundo que queremos. No se lo pagamos a nadie a precio de saldo, para que lo haga por nosotrxs. ¡Somos obrerxs!
¿Cómo lo hemos escrito?
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En principio fuimos tres personas que queríamos leer y escribir con quienes consideramos nuestra «clase». Para ello pusimos en juego lo que teníamos: Alfonso, una editorial, La Oveja Roja; Eddy, un compromiso militante e intelectual desde la FIM (Fundación de Investigaciones Marxistas) con colectivos de trabajadorxs en lucha y Eva, una apuesta de producción cultural, la sinautoría, practicada por diez años en Cine sin Autor que llevar a la escritura. Nos acercamos al Campamento de la Dignidad, a las puertas de la fábrica de Fuenlabrada y ya el primer día, el 4 de marzo de 2015, en respuesta a la pregunta, ¿qué historia contaríamos si pudiéramos escribir un libro?, ¿cuál es nuestra historia, partiendo de la de cada persona?, nos pasaron dos largas horas, escuchándonos, llorando y riendo. Ocho personas de las allí congregadas contaron su historia. Y todos los testimonios fueron grabados en audio, con el propósito de ser luego transcritos y devueltos para su valoración. Este momento fundante comenzó este libro. Los testimonios en primera persona de esas ocho personas daban cuenta de la lucha obrera y sindical que sostenían contra CCIP (Coca-ColaIberian Partners) por el cierre de su planta de embotellado de Fuenlabrada. Tras esta, pasaron trece asambleas más, de escucha mutua, de registro, que tuvieron lugar entre marzo y noviembre de 2015, cuando comienza a desactivarse el Campamento de la Dignidad. Desde la segunda sesión comenzamos a hacer circular los testimonios. Juan Carlos lo marcó en el
orizonte, nos movía el deseo de que no nos pasara como a h Sintel. Queríamos «un museo de nuestra lucha». Dar cuenta. De todo. Y para eso, nuevas personas se iban haciendo presentes en siguientes convocatorias para dejar su testimonio. Nos dimos cuenta: estábamos escribiendo un libro. Transcritos los testimonios sumaban ya muchas páginas, que nos hacían bien, no solo a quienes las escribíamos sino también a quienes las leían. Para hacernos cargo de la obra que estábamos construyendo, personas constantes de esa asamblea, todas parte de CocaColaenLucha junto a Eva y Alfonso pasamos a llamarnos «comité de redacción». Comenzamos, también, a pensar cómo hacer público todo eso, nos surgió la idea de una línea de tiempo, ordenar los relatos siguiendo una línea cronológica. Frente al «museo transmedia» que también valoramos, para colgar en la red todo lo que la gente había ido guardando de fotos y videos, junto a esos testimonios, nos fue ganando la idea de un libro. Un libro es eterno, es un arma no obsolescente. Así pues, finalmente, fuimos sumando todos los relatos en un texto largo que hacemos circular. Las primeras reacciones a nuestros textos, nos conmueven y nos hacen creer en la obra que tenemos entre las manos. Sabemos que estamos consiguiendo «contarnos». Nuestros escritos producen un efecto ya. Y eso incrementa el desafío, hemos logrado congregar la verdad de cada quien, componiendo «nuestras historias» en lucha. De hecho, nos pusimos a prueba en las Fiestas del PCE de 2015. La eficacia no solo de nuestros textos escritos, sino también de estos mismos leídos a viva voz, no dejaba dudas. Desde esa seguridad las asambleas posteriores al verano (alrededor de siete) lo son para determinar la estrategia narrativa de configuración del libro. Decidimos: no dejar lagunas significativas en la narración de los dos años de lucha, generando nuevos testimonios de hitos de la lucha, algunos grabados directamente en el WhatsApp y fragmentar los t estimonios y ensamblarlos en la línea de tiempo. Un c ompañero se ofrece
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a montarlo, el mismo que redacta una cronología informativa para fijar objetivamente hechos aclaratorios. También en el otoño de 2015, tras el consenso de que los testimonios de ciertas figuras del Comité Sindical no funcionan, decidimos darles más lugar y espacio y pactamos una asamblea de preguntas del Comité de Redacción a sus sindicalistas. La transcribimos también. Creemos igualmente que el libro debe incorporar una entrevista a Enrique Lillo y pedir un anexo que identifique a responsables concretos del despropósito empresarial y encargamos a Luis Martín Cabrera escribir sobre Sol Daurella (aunque este apartado irá en anexos del libro). Finalmente, en diciembre, por las listas de WhatsApp también comienzan a llegar textos escritos de otras personas que prefieren escribir para hacerse presentes en el libro, generando una gran detonación alrededor de la frase «lo que no perdono...». Y ya con casi el libro editado, varixs integrantes del comité cuentan las condiciones del trabajo reconquistado en enero del 2016, momento en que Coca-Cola persiste en su patético esfuerzo de doblegarnos y humillarnos y continúa sin cumplir con nuestros derechos, ni con la democracia.
¿Quiénes somos? Este libro lo firmamos CocaColaenLucha. Las redes sociales consintieron para nuestro colectivo de trabajadorxs una voz colectiva en Twitter. ¿Podíamos esas personas escribir un libro? Podíamos ocupar la narrativa, la escritura publicada. Escribir una novela-testimonio. Una autobiografía colectiva, la fuimos llamando. Pues sí, podemos y este libro es la prueba. Dos años y casi un centenar de voces que dan cuenta de que #Cocacolanocumple. Y para CocaColaenLucha permitirlo no es una opción. Hemos realizado la apuesta de la «sinautoría», porque hemos cambiado el contrato social que la gente establece con la cultura. La cultura esta vez no nos la han hecho, sino que
hemos hecho de la cultura un arma para realizarnos. Para izarnos a lo real. Para poder ser. Para consentirnos. Creemos que hemos generado un método para ofrecer a otras luchas: una apuesta de «sinautoría» y materialismo editorial que ha permitido que desde una toma de decisiones horizontal y asamblearia, hayamos logrado dar a los saberes de escritura y edición la misma validez que a cualquier otro saber. Así, trabajadores y trabajadoras industriales nos hemos hecho cargo, con nuestras propias palabras, de nuestra propia representación. Y para ello no solo hemos realizado tareas de escritura, sino que nos lanzamos a un verkami para editar el libro, delegando en La Oveja Roja la gestión de sus recursos económicos, pero siendo decidida su adjudicación por parte del Comité de Redacción de CocaColaenLucha donde Eddy, Alfonso y Eva se integran como iguales. Decidimos que la campaña de microfinanciación de Verkami pague algunas tareas de edición e impresión y deje unos fondos para presentaciones del libro que amplifiquen el eco social de la lucha. Porque de lo que se trata es de escribir un libro en el que lo que importa no es cómo «se» escriben los libros, sino quiénes tienen derecho a escribirlos y cómo debemos escribirlos para que nos permitan ser. Necesitamos además ocupar los libros porque este conflicto obrero fundamental ha sido silenciado y malversado por medios de comunicación y parcialmente desatendido por productores culturales. Alentamos pues una cultura como aliento de revolución. Libros, pues, como armas, para que unos «obrerillos de mierda», como dice Raúl, nos hagan saber que la clase obrera existe. Sirva este libro, pues, para advertir que la literatura del siglo XXI la ocuparemos también los y las obreras de forma colectiva, generando obra fecunda, germinadora. Obras que, como esta, compartirán su hacer con otras luchas, para que puedan también decir: «Somos».
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