La derecha radical en Europa: en los parlamentos, en las calles y en las redes sociales Roger Suso
«Ningún gobierno lucha en contra del fascismo para destruirlo. Cuando la burguesía ve que el poder se les escapa de sus manos, alzan el fascismo para mantener sus privilegios.» Buenaventura Durruti «El único que sabe realmente algo del Reichstag soy yo, ¡porque yo le prendí fuego!» Hermann Göring a Franz Halder «Sin la gente normal, el nazismo no habría existido.» Nir Baram
Llenan salas y pisan calles. Tuitean y seducen. Condicionan a los que gobiernan. Y pueden matar. Elección tras elección van cosechando éxitos electorales. El Parlamento de Estrasburgo se encuentra en su punto de mira. Hoy la derecha radical —o ultraderecha— es la mayor amenaza a las diferentes sociedades de Europa. Y hay que hablar de ella. ¿Por qué? Porque ignorarla no sirve de nada. Avanza igual. La nebulosa de etiquetas y adjetivos que la califican es amplia. Que si populistas, eurófobos, ultranacionalistas, anti-inmigración, fascistas o neonazis. Hoy detrás de discursos maquillados se esconden apologetas del autoritarismo y racistas que apelan al centro de unas sociedades empantanadas en la crisis. En medio de un calendario marcado por las urnas, la sopa de letras de partidos y alianzas de la derecha radical es la epidemia resultante del abandono de la clase obrera por parte de la socialdemocracia, de los efectos del neoliberalismo y de las continuidades fascistas. La xenofobia se extiende de nuevo. La derecha radical agita a unos ciudadanos contra otros. El populismo recorre Europa. El huevo de la serpiente vuelve a eclosionar. La intolerancia y la etnización de las cuestiones sociales en un contexto de pérdida de soberanía estatal da frutos. Y es que en las elecciones de 2014, la ultraderecha puede conseguir más mandatos que en 2009. El Hofburg fue durante siglos el Palacio Imperial de Viena. La residencia en la capital austríaca de la dinastía de Habsburgo. Un edificio barroco majestuoso. Sus salas están decoradas con mármoles preciosos, vasos de porcelana
149
de Sèvres y adornos de oro y plata. Sus jardines conforman la Heldenplatz, la Plaza de los Héroes, un lugar coronado por las estatuas de los jefes militares Eugenio de Saboya y el archiduque Carlos de Austria-Teschen. Allí, Adolf Hitler anunció en 1938 la anexión de Austria al Tercer Reich alemán. En la sala grande de ceremonias, de techos altos y lámparas colgantes, se celebra desde 1952 el llamado Baile de las Corporaciones, un acto en el que participan hombres y mujeres procedentes de unas asociaciones estudiantiles de larga tradición en los países germanoparlantes —Alemania, Austria y Suiza—, llamadas Studentenverbindung. En ellas se reúne un grupo amplio y variado de colectivos y fraternidades de estudiantes —o antiguos estudiantes activos durante su época universitaria— que se dedican a promover actividades, tertulias, deportes, catas de cervezas, bailes y actividades tradicionales. Una de las características más visibles de estas fraternidades es la cinta que visten sus miembros desde el hombro derecho hasta la cadera izquierda, con el escudo de armas de la fraternidad, un signo de admiración (!), un couleur y una gorra con los colores de la cinta, a veces con visera negra de marinero. Cada Studentenverbindung, también llamadas corporaciones, tiene sus propios colores. Estas fraternidades estudiantiles destacan por sus tics conservadores, patriotas, cristianos e incluso fascistoides y abiertamente racistas. Algunas, incluso sólo aceptan a hombres alemanes blancos que hayan realizado el servicio militar. Otra característica identificativa de las fraternidades es la práctica del mensur, un combate de esgrima con un sable o un florete afilado. Los participantes pueden resultar heridos. Durante la primera mitad del siglo XX, las cicatrices en la cara resultantes del mensur eran consideradas como una señal de honor, de valentía y hasta de excelencia en el ámbito académico. Hoy todavía se ven. Estos bailes de ultraderechistas en el Hofburg vienés figuran en la lista de bienes culturales de Austria y, desde el año 2012, en el catálogo del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad elaborado por la UNESCO. El Baile de las Corporaciones (WKR en sus siglas alemanas), rebautizado desde 2013 Baile de las Academias, reúne anualmente a unos 3.000 participantes, vestidos con la parafernalia de la fraternidad, con frac o hasta con uniformes militares viejos, bailando vals, polonesas y danzas en grupo. El acto se organiza siempre el último fin de semana de enero. Lo organiza, ahora ya oficialmente desde la edición de 2012, la formación ultraderechista Partido Liberal de Austria (FPÖ) liderada por Heinz-Christian Strache. Durante los últimos años, el baile se ha convertido en el punto de encuentro prioritario de los partidos identitarios y de derecha radical europeos. Y especialmente, de las élites pos-nazis. Un acto de glamour, en el que estas élites hacen networking, forjan alianzas y ligan apoyos logísticos. En la edición de 2014, con las elecciones europeas en el horizonte, el acto ha sido un gran aquelarre identi-
150
tario con la celebración avanzada de los resultados electorales del FPÖ y del nuevo partido populista de derechas teutón Alternativa por Alemania (AfD). Un brindis de pangermanismo reaccionario. En las últimas convocatorias han participado, con Strache como anfitrión, y invitados VIP como: Marine Le Pen, líder del Frente Nacional (FN) francés; Bruno Gollnisch, también del FN francés; Matthias Faust, miembro de la formación neonazi Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD); Markus Beisicht, líder de Pro Colonia, la facción local de Pro Alemania, un partido nacional-chovinista y anti-inmigración formado por antiguos neonazis del NPD; Kent Ekeroth, del partido ultra Demócratas Suecos (SD); Filip Dewinter, el líder en la sombra de la formación flamenca Vlaams Belang (VB)289 y Philip Claeys, eurodiputado por el mismo partido; Aleksandr Dugin, ideólogo del nacionalbolchevismo ruso —del que se distanció para abrazar el neo-euroasianismo—; representantes de la Liga Norte (LN) italiana, del neerlandés Partido por la Libertad (PVV), del partido anti-romaní, anti-turco e islamófobo de Bulgaria liderado por Volen Siderov, Ataka290; y el millonario ultraderechista sueco-alemán Patrik Brinkmann, exmilitante de un partido neonazi alemán, empresario minero con la compañía Wiking Mineral y uno de los principales mecenas económicos de la extrema derecha europea a través de su fundación ubicada en la población sueca de Jönköping, Kontinent Europa Stiftung. Brinkmann, junto a su esposa Svetlana, es uno de los responsables de la sustitución del antisemitismo tradicional por la actual islamofobia en muchas formaciones ultraderechistas. En el año 2010, los dirigentes de Plataforma por Cataluña (PxC) Josep Anglada y Enrique Ravello (ex-CEDADE, ex-Movimiento Social Republicano —hoy ex-PxC— y padre de frases como: «los inmigrantes son un gran problema; es una cuestión de raza»291) fueron invitados al Baile por Harald Vilimsky, secretario general del FPÖ.
289 El Vlaams Belang (Interés Flamenco) es un partido político belga fundado en 2004, heredero del Vlaams Blok, acusado y condenado por promover el racismo, la xenofobia y la homofobia des de 1978. El Vlaams Belang se define como republicano, independentista flamenco y de derechas. Tiene su bastión principal en Amberes, ciudad en la cual, en las elecciones de 2006, en coalición con VLOTT de Hugo Coveliers, obtuvo un 33,51% de los votos. En las últimas elecciones al parlamento federal Vlaams Belang logró el 7,76% de los sufragios, más de medio millón de votos y 12 de los 150 escaños. Su líder es Gerolf Annemans y en Parlamento flamenco es la segunda fuerza política. Por lo que respeta a la ultraderecha valona, el Frente Nacional de Patrick Cocriamont perdió en las últimas elecciones regionales toda representación parlamentaria. 290 Ataka es un partido búlgaro fundado por el antiguo seguidor del ex-rey y ex-primer ministro Simeón II de Bulgaria, Volen Siderov el año 2005. Tiene relaciones con la Iglesia Ortodoxa Búlgara y desde el año 2005 es la cuarta fuerza política del país con una media de 8% de los apoyos. En el año 2011 participó de manera activa en los disturbios de Katunitsa contra la población romaní. 291 Bertran Cazorla, «Enric Ravello, responsable internacional de PxC: els immigrants “són un gran problema; és una qüestió de raça”», Directa, 30/04/2013.
151
A las puertas del Hofburg, miles de personas, entre 6.000 y 10.000, se han concentrado en los últimos años para protestar por la celebración de este acto. Las manifestaciones están convocadas, independientemente, por grupos antifascistas, por diferentes partidos políticos (como el comunista, el verde o el socialdemócrata), por sindicatos y por grupos luteranos y judíos. En la concentración de rechazo participan también colectivos antifascistas llegados en autobús de Austria, Alemania, Suiza y Eslovaquia. En la edición de 2013, varios accesos al Hofburg fueron bloqueados por los manifestantes y algunos asistentes al baile fueron manchados con pintura de colores. Centenares de policías se encargaron de permitir el paso a los asistentes. Con este precedente y con el antecedente de la «zona de peligro» implantada en enero de 2014 en Hamburgo, que supuso un toque de queda encubierto en tres barrios de la ciudad durante nueve días y unas competencias especiales para la policía para parar, identificar y detener arbitrariamente a cualquier persona que «desafiara» la «zona de peligro», la policía vienesa, a petición expresa del FPÖ, decidió cortar el tráfico y sellar un amplia área del Distrito 1 de Viena —nombre como se conoce el centro histórico de la ciudad— y adoptar un reglamento que dictaminó durante 13 horas que cualquier persona que estuviese en el espacio público del Distrito 1 podía ser identificada y tenía que ir con la cara descubierta. Bajo gélidas temperaturas invernales, la policía se otorgó a sí misma la potestad de retirar bufandas o cualquier otro utensilio de invierno, al vecindario y a los manifestantes, bajo el pretexto de que esto servía para ocultar la identidad y provocar disturbios. Una medida que aparte de anular derechos básicos como el de manifestación, reunión y libertad, criminalizaba la protesta antifascista e impedía a los manifestantes concertarse cerca del Hofburg. Quién incumplió las medidas policiales se expuso a una multa de 500 euros o a dos semanas de prisión a régimen abierto. El 2012, cuando la velada coincidió con la conmemoración del Día de la Memoria del Holocausto, el 27 de enero, Strache llegó a comparar, frivolizando, las manifestaciones en contra del baile con la persecución de los judíos por los nazis. La derecha radical tiene tres campos de acción. El primero es el parlamentario: participar en el juego de la democracia. El segundo es el extraparlamentario: la calle, las iniciativas ciudadanas, el ocio y hasta la clandestinidad y el terrorismo. Y el tercero es Internet y las redes sociales292. Aunque en muchas 292 Más allá de estar presentes en todas las plataformas existentes, en octubre de 2013, por ejemplo, la policía detuvo a un miembro de Falange en Alicante llamado D.V.G., por los ataques informáticos DDos sufridos por los medios: Directa, Diagonal, InfoLibre, Periodismo Humano y Kaos en la Red, así como las páginas web alojadas en los servidores de Nodo50, reivindicados en nombre del Comando Cibernético Fascista del Imperio Español. Para generar los ataques, se valió de redes botnet, conjuntos de ordenadores comprometidos y diseminados a nivel mundial que se controlan remotamente desde cualquier
152
ocasiones estos campos parezcan campos independientes, en la realidad son interdependientes y se retroalimentan fundiéndose en un mismo objetivo: la creación de un nuevo orden político-social. El término populismo, más allá de ser aceptado como vocablo que denigra a los partidos políticos, ya sean de izquierdas o de derechas, es un concepto complejo. El populismo de derechas se posiciona «más allá de la derecha y los liberales». Abarca posicionamientos de la llamada «tercera vía» (en su defensa por una gestión de lo político de una forma técnica —tecnócrata— dentro del marco de la lógica del mercado) a la vez que se nutre de un nacionalismo y se expresa con lógicas camaleónicas y transversales. Una realidad ambigua, multiforme y rediseñada. Un populismo que, con la crisis financiera de la UE como núcleo, busca culpables. «Los de arriba»: «los políticos de Bruselas, los bancos especuladores»; «los de abajo»: «los extranjeros, los sur-europeos, los vagos». Grupos que son tanto «exteriores» («los alemanes, los extranjeros») como «interiores» («la izquierda, los inmigrantes, el islam»). Ahora aplauden al unísono la decisión del pueblo suizo, votada en referéndum, de poner coto a la inmigración comunitaria. Así, el populismo de derechas observado en los partidos europeos, viejos y nuevos, es un estilo discursivo que unifica simbólicamente posiciones muy diferentes y fragmentadas en una simplificación del espacio político. Un discurso tóxico anti-política y anti-burocracia que contradictoriamente pide menos Estado y más policía y seguridad. Un discurso de élites que se otorgan a sí mismas la representación de la voluntad popular y que es capaz que competir por el poder político en las distintas sociedades. El populismo de derechas consigue así el objetivo de llevar al centro político y social de la sociedad temáticas y discursos que tienen sus orígenes en el extremo, en la ultraderecha. Una nueva modalidad de xenofobia que sustituye el concepto de raza de la ecuación nacionalsocialista o fascista por cultura y/o identidad. Que culpa a la UE de ser un «régimen despótico de lo políticamente correcto», que «destruye las identidades nacionales» de los veintiocho miembros y que «no hace nada para frenar la avalancha de inmigrantes» ni tampoco «la islamización». Bajo el escudo de «realistas» y «políticamente incorrectos», la derecha radical esconde su racismo. Se trata de una nueva forma para decir que la democracia no funciona, que las elecciones son en realidad plebiscitos y de glorificar al pueblo. Los partidos de esta índole no son los clásicos partidos legatarios de los partidos fascistas de antes de 1945, sino, variaciones, mutaciones y nuevas creaciones, una palingénesis fascista en sociedades post-industriales con un ideario próximo al proteccionismo y/o al neoliberalismo. Cierto es, también, punto del planeta. Estos ataques afectaron el normal funcionamiento de los medios, impedido en algún caso la publicación de contenidos y acarrearon graves perjuicios económicos y de imagen, además de la privación del ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la información de los ciudadanos.
153
que los partidos neofascistas y neonazis más tradicionalistas han adaptado su discurso a la modernidad y a la coyuntura política. Si bien no usan ya las mismas palabras que usaron Adolf Hitler o Benito Mussolini y son hábiles con las técnicas de camuflaje de la apología del nazismo., El fin es el mismo: luchar por el poder, controlarlo y recibir fondos públicos. En auge y multiplicando su presencia en el ciberespacio, hay que precisar quiénes son, qué hacen y qué quieren realmente. Lo intentaremos en este capítulo. Tienen muchas cosas en común como eso de estar presentes y activos en las redes sociales, agitándolas para movilizar en la calle, pero no son un conjunto homogéneo de partidos. Algunos tienen ya presencia en el Parlamento Europeo, otros solo en parlamentos regionales o hasta nacionales, y varios se presentarán a las elecciones europeas por primera vez. Actualmente existen cuatro alianzas de partidos ultraderechistas en Europa. Tres reconocidas por las instituciones y una no. Un reglamento de la UE de 2004 sobre financiación de partidos políticos europeos293 se ha convertido en el mecanismo usado por los partidos extremistas para crear alianzas y fundaciones para recibir fondos públicos. No deja de ser curioso que estos partidos propaguen y agiten el odio contra las gentes y la UE y a la vez necesiten de ella para financiarse. Un partido político a escala europea puede presentar anualmente una solicitud de financiación al Parlamento Europeo (en adelante, PE). A los efectos del reglamento, por «alianza política» se entiende una asociación de ciudadanos que persigue objetivos políticos y que está establecido y reconocido de conformidad con el ordenamiento jurídico de al menos un Estado miembro. Para ser considerado como «partido político a escala europea», un partido debe tener personalidad jurídica en el Estado miembro donde esté localizada su sede y estar representado en al menos la cuarta parte de los Estados miembro, contar con parlamentarios europeos (o nacionales, regionales, o de otras estructuras territoriales) o haber obtenido (también en al menos la cuarta parte de los Estados miembro) al menos el 3% de los votos emitidos en cada uno de dichos Estados en las últimas elecciones europeas. Además, tiene que haber participado en las elecciones al PE o haber manifestado su intención de hacerlo y respetar, en su programa y en sus actividades, los principios básicos de la Unión Europea, a saber: libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, así como el Estado de Derecho. No obstante, ninguna auditoría vela por el uso de las partidas económicas concedidas a estos partidos tan «democráticos» de derecha radical. 293 Reglamento (CE) nº 2004/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 4/11/2003, relativo al estatuto y la financiación de los partidos políticos a escala europea.
154
La Alianza Europea de Movimientos Nacionales (AEMN) fue la primera plataforma surgida. Fue fundada en Budapest el año 2009 por el partido húngaro Jobbik; el Partido Nacional Británico (BNP); el Movimiento Social Llama Tricolor (MS-FT) y Bruno Gollnisch, del FN, a título personal. A AEMN se unió también el unionista belga y francófono Frente Nacional, la formación sueca Demócratas Nacionales (ND), el Partido Nacional Democrático del ex-Ataka Dimitar Stoyanov, el Partido Nacional Renovador (PNR) de Portugal que lidera José Pinto Coelho, el Movimiento Social Republicano (MSR) español y el partido ucraniano Svoboda, de Oleh Tyahnybok. Svoboda, uno de los principales actores ultras junto a Sector Derecho (Pravyi Sektor) —un grupo neonazi liderado por Dmytro Yarosh que considera a Svoboda demasiado liberal y conformista294 — contó con el respaldo de Arseniy Yatsenyuk y Vitali Klitschko (con la UE y Estados Unidos detrás) durante las protestas de Euromaidan para actuar como ariete y hacer caer el gobierno de Víktor Yanukóvich y formar parte del nuevo gobierno. Svoboda fue expulsado a principios de 2013 de la AEMN debido a una campaña que protagonizó en la región de Rutenia subcarpática, al oeste del país, contra la minoría húngara (hecho que provocó un enfrentamiento con Jobbik). Esta alianza paneuropea ultra tiene asociados también a personajes como Dailis Alfonsas Barakauskas (ministro del Interior de Lituania, del partido Orden y Justicia, TT, en coalición con el partido socialdemócrata del primer ministro Algirdas Butkevičius), Bartosz Kownacki (de Ley y Justicia, PiS, el partido polaco que lidera el exprimer ministro Jarosław Kaczyński) y Christian Verougstraete (de la flamenca Vlaams Belang). La AENM fue reconocida por el Parlamento Europeo en 2012 y recibió de él 289.266 euros en donaciones. «Si los comunistas reciben dinero, nosotros también», soltó Gollnisch en su día, en los pasillos de Estrasburgo. La Alianza Europea por la Libertad (AEL), fue el segundo partido político ultraderechista a escala europea en emerger. Lo hizo en 2010 en Birkirkara, la ciudad más poblada de Malta, y en 2011 fue reconocido por el PE. Sus integrantes no son partidos sino miembros de éstos. La AEL fue impulsada por Andreas Mölzer y Franz Obermayr, eurodiputados del FPÖ austriaco; Philip Claeys, eurodiputado del VB belga; Kent Ekeroth del SD sueco, Godfrey Bloom, eurodiputado del Partido de la Independencia del Reino Unido 294 Pravyi Sektor, así como Amanecer Dorado, Blocco Studentesco, el Movimiento Identitario alemán de Götz Kubitschek, Juventud Nórdica, Nationalistische Studentenvereniging (NVS!) de Flandes, el Partido de los Daneses, Acción Europea del suizo Bernhard Schaub, el Partido de los Suecos, el Partido Nacional Británico y el Partido Obrero por la Justicia Social checo, fueron invitados por las juventudes del NPD a participar en un congreso europeo en Kirchheim en marzo de 2014. Aun así, la delegación ucraniana no obtuvo el visado y no participó. Sören Oltersdorf miembro de Alternativa por Alemania (AfD) por Dresden, participó en el servicio de orden durante el encuentro.
155
(UKIP); la exmiembro del Partido Laborista maltés Sharon Ellul-Bonici y la líder del FN y aspirante a presidenta de Francia Marine Le Pen. Como partido recibió en 2011 una subvención del PE de 372.753 euros y en 2012 de 360.455, además de 243.811 para su fundación homónima. El tercer partido paneuropeo es el Movimiento por una Europa de Libertades y Democracia (MELD). Fundado en París obtuvo, en 2011, 621.482 euros y la fundación a él adscrita, 412.361 euros. Detrás de esta formación de nombre tan neutral hay doce partidos de distintos Estados miembro: el Frente Nacional por la Salvación de Bulgaria (una formación fundada en Burgas por Valeri Simeonov y escindidos de Ataka); el Partido Popular Danés (DF) de Kristian Thulesen Dahl; Verdaderos Finlandeses; el Movimiento por Francia (un partido conservador e islamófobo que lidera el aristócrata y exmiembro de Unión para la Democracia Francesa, UDF, Philippe de Villiers y que concentra su actividad en contra de la Directiva Bolkestein sobre los servicios económicos en el mercado interno); el Reagrupamiento Popular Ortodoxo (LAOS) griego; la Liga Norte italiana; el partido pro-vida y conservador Io amo l’Italia (ALI) que lidera el eurodiputado y experiodista de origen egipcio convertido al cristianismo Magdi Allam; el partido lituano TT; el partido neerlandés Articulo 50 (una formación liderada por Daniël van der Stoep, expulsado del PVV después de ocasionar un accidente de tráfico bajo los efectos del alcohol); Polonia Solidaria (una escisión nacionalcatólica del PiS liderada por Zbigniew Ziobro); y el Partido Nacional Eslovaco (SNS) que encabeza hoy Andrej Danko. El Frente Nacional Europeo (FNE), la internacional más abiertamente fascista de los partidos europeos, es una alianza que promueve la colaboración mutua entre varias formaciones para participar en las elecciones de Estrasburgo y poder optar a alguna subvención pública. Aun así, el PE no la reconoce como partido a escala europea. El FNE intenta agrupar a partidos tercerposicionistas, neofascistas y neonazis y está impulsado por Roberto Fiore, líder de la formación neofascista italiana Fuerza Nueva. El grupo fue oficializado el 20 de noviembre de 2004, aniversario de la muerte de Franco, en Madrid, y sus integrantes son: Fuerza Nueva; el NPD alemán de Udo Pastörs; el partido neonazi griego Amanecer Dorado (XA) de Nikolaos Michaloliakos; el partido rumano Nueva Derecha de Tudor Ionescu; el partido falangista polaco Renacimiento Nacional de Polonia (NOP) de Adam Gmurczyk; y la facción de La Falange española que lidera Manuel Andrino. Por su parte, Svoboda salió en 2009 del FNE para ingresar en AEMN y en la actualidad, vuelve a coquetear con el grupo de Fiore. La idea de que las crisis económicas conllevan al aumento del apoyo a los partidos ultraderechistas suele apoyarse sobre lo sucedido con la República
156
de Weimar y el ascenso de Hitler tras el crack del 29. Y esa perspectiva ha vuelto a llenar páginas de periódicos después de dos rescates económicos y la llegada de Amanecer Dorado a las instituciones griegas. ¿Por qué se produce hoy esta tendencia al alza del voto ultraderechista? Para Xavier Casals, historiador, se explica a través del posicionamiento de la derecha radical contra los rescates bancarios y los rescates de los países del Sur; contra el euro visto como «el instrumento de élites de la UE para descapitalizar a países ricos lastrados por las desbarajustadas economías del Mediterráneo»; contra la inmigración comunitaria (Schengen) y no comunitaria; a favor de las identidades y tradiciones nacionales; y en contra de Turquía y el islam295. Para Jean-Yves Camus, politólogo del Instituto de Relaciones Internacionales y Estrategias (IRIS), los mecanismos que explican la «actualización del fascismo» son la apropiación de los nuevos medios de comunicación y el dominio de la imagen televisada, la marginalización del antisemitismo para reemplazarlo por la islamofobia como prejuicio dominante, y la revisión de varios conceptos de la izquierda post-68, como el derecho a la diferencia o la defensa de los derechos de las minorías, haciéndolo desde una óptica anti-igualitaria y etnodiferencialista296, como reflejan por ejemplo etiquetas como «católicos franceses» o lemas como «Queremos trabajo, no matrimonio homosexual» o «Stop racismo anti-blanco». Según Camus existe una derecha radical que abraza postulados del strasserismo —la corriente obrerista y izquierdista del nazismo defendida por los hermandos Gregor y Otto Strasser— y del fascismo de acción social, anticapitalista y comunitario, y se organiza, en algunos casos clandestinamente, como los grupos de camaradería libre neonazis y los nacionalistas autónomos de Alemania, y existe otra diferente que opta para desarrollar una «identidad de civilización europea» en contraposición y confrontación frontal con la inmigración y el islam297. Es importante tener en cuenta que incluso si la ultraderecha obtiene 34, 50 o 90 mandatos, esto no significa que automáticamente se cree un grupo parlamentario de derecha radical en el próximo PE. A pesar de que Le Pen y Wilders acordaron en noviembre de 2013 en La Haya unirse en campaña electoral y en el próximo PE para «desmoronar a la Unión Soviética europea, frenar la integración europea, combatir la inmigración y librarse de esa hidra llamada Bruselas», una alianza a la que se sumó días después la Liga Norte, la historia ha demostrado que la ultraderecha está desunida. La invitación a 295 Xavier Casals, «La derecha populista contra Europa en cinco carteles y un vídeo», eldiario.es, 25/01/2014. 296 Jean-Yves Camus, «L’extreme-droite en Europe en 2012», en Salvador Aguilar, Anuari del Conflicte Social 2012, Universitat de Barcelona, Barcelona, 2013. 297 Ibídem.
157
la alianza entre el FN y el PVV también se extendió a UKIP, al FPÖ, al VB, al DF y a PS. No hubo respuesta. En cambio, en abril de 2014, las juventudes del FPÖ, de Demócratas Suecos, del FN y de VB crearon la Young European Alliance for Hope (Alianza Europea Joven por la Esperanza), abreviada Yeah. Para arropar a sus candidatos en su viaje a Estrasburgo. El manifiesto de Yeah dice que «Europa pertenece a los europeos, que hay que endurecer los controles fronterizos, detener la inmigración, y terminar con los experimentos multiculturales». Para formar un grupo propio en el PE se necesitan 25 eurodiputados de, al menos, siete países, y durante la legislatura 2009-2014, la derecha radical ha estado repartida en dos grupos políticos: los No Inscritos, y Europa de la Libertad y la Democracia (EFD). El grupo EFD, que ha reunido al mayor número de extremistas, fue el grupo político con menos cohesión dentro del PE, es decir, el grupo en el que sus integrantes votaron menos veces juntos298. La ultraderecha rara vez trabaja junta de manera efectiva dentro de las instituciones europeas y los partidos políticos a escala europea antes mencionados, no se mantienen unidos ni en Estrasburgo ni en Bruselas. Según un estudio de Marley Morris, investigador en el think tank británico Counterpoint, los eurodiputados ultras apenas participan en la actividad parlamentaria, más allá de protagonizar algunas exaltadas intervenciones públicas. Su labor legislativa es testimonial y casi siempre dedican más tiempo y recursos a publicitarse y a captar la atención de los medios que a lograr cambios reales en la legislación299. Cabe tener en cuenta, la inestabilidad asociada a la heterogeneidad ideológica de cualquier posible grupo parlamentario en el que se mezclen por ejemplo eurodiputados post-nazis suecos con neofascistas húngaros, o populistas austriacos con neonazis griegos. Por regla general, las alianzas entre la derecha radical son siempre informales y circunstanciales ya que es el nacionalismo el que dicta las relaciones entre ellas. Tampoco hay que descartar que la alianza electoral entre FN y PVV se rompa dados los posicionamientos de sus partidos, uno de tradición antisemita y el otro, islamófobo empedernido. Hoy uno de los escollos para la unión transnacional de la ultraderecha es su posicionamiento respecto al Estado de Israel. El otro gran pilar de la ultraderecha es su capacidad para aglutinar y movilizar a los sectores más radicales y su predisposición a perpetrar actos violentos. Una predisposición que puntualmente se traduce en acciones callejeras que atraen atención mediática y condicionan, así, la agenda política y el posicionamiento de los otros partidos ultraderechistas de mayor incidencia, 298 «Cohesion of (trans-national) political groups in the European Parliament», VoteWatch Europe. http://www.votewatch.eu/en/political-group-cohesion.html 299 Marley Morris, «Conflicted Politicians: The populist radical right in the European Parliament», Counterpoint, Londres, 25/06/2013.
158
a la vez que sirven para atraer nuevos militantes a sus filas y a su causa. Otras veces, las acciones de algunos grupúsculos, a veces armados, se han traducido en violencia y asesinatos. La radicalización de una capa pequeña de ciudadanos no sucede porque sí; proviene de algún hecho socio-político. «Cuando el centro burgués del país», como ha pasado muchas veces, «empieza a decir y propagar que el barco está lleno; que los extranjeros echan a perder al país, entonces hay gente que piensa que hay que tomar medidas» sostiene Mehmet G. Daimagüler, abogado de las familias de dos víctimas mortales de la NSU, economista, filósofo y exmiembro del Partido Democrático Liberal (FDP) alemán300. De esta forma, sostiene Daimagüler, los ultras «se dicen: los del centro político ven el problema, como nosotros, pero son demasiado brevas para actuar; por lo tanto lo tenemos que hacer nosotros». Del antiguo germen neonazi y ultranacionalista, han aparecido, en toda Europa, experiencias anti-antifascistas donde, detrás de ofertas de ocio, música, deportes y defensa de la patria y la naturaleza, se esconde tanto una ideología neofascista, xenófoba y reaccionaria como personas que trabajan en red para establecer una sociedad totalitaria. En paralelo, el auge de estos grupos se ha traducido en la presencia de representantes neonazis en instituciones y en el acercamiento entre los grupos extraparlamentarios, clandestinos y violentos y los partidos ultraderechistas que participan a las elecciones. La ultraderecha avanza también extraparlamentariamente y va trazando lazos de cooperación internacional. Lo fueron en su día las convocatorias en honor a Rudolf Heß o Francisco Franco, donde acudían representantes de toda Europa. Lo son hoy los conciertos de RAC (Rock Against Communism), rock y hardcore racista, que sirven para desvirtualizar a activistas, para fortalecer los contactos y autofinanciarse; y las marchas fúnebres en Dresden y Magdeburgo en recordatorio a los bombardeos aliados o en el municipio sueco de Salem, al lado de Estocolmo, en honor a Daniel Wretström (un militante de Blood & Honour301 y músico de RAC asesinado el 2000 por un grupo de suecos de ascendencia inmigrante, que antes lo habían reconocido como agresor de unas inmigrantes, y que tiene, para el movimiento neonazi, el status de nuevo Horst Wessel302). 300 Bertran Cazorla y Roger Suso, «Cal un debat sobre el racisme institucional», Directa, 9/01/2013. 301 Blood & Honour (Sangre y Honor) es una red internacional de organizaciones neonazis fundada el 1987 en el Reino Unido, alrededor de Ian Stuart Donaldson, de promoción del RAC. Blood & Honour, que fue el eslogan de las Juventudes Hitlerianas (Blut und Ehre), engloba el movimiento neonazi y skinhead nacionalsocialista más militante. Sus rasgos característicos fueron toda la parafernalia de las botas de combate, cazadoras bomber, cruces celtas y esvásticas. Blood & Honour está prohibida en Alemania, desde el año 2000, España, desde 2011 y Rusia, desde 2012. 302 Horst Wessel fue miembro de las SA y el autor de la letra del himno del partido nazi alemán Die Fahne hoch (La bandera en alto), una canción que se convirtió en el co-himno del Tercer Reich. El
159
Austria: bailando con lobos Desata pasiones allá donde va. Es un líder carismático rodeado de spin doctors que se inspiran en las campañas electorales estadounidenses. Tiene toda la maquinaria del partido a su servicio. Es Heinz-Christian Strache, conocido entre sus feligreses como H.C., el líder del Partido Liberal de Austria (FPÖ). Este partido representa la tercera fuerza política de Austria, un país gobernado por una gran coalición entre el Partido Socialdemócrata (SPÖ) del actual canciller Werner Faymann y el conservador y democristiano Partido Popular (ÖVP) liderado por Michael Spindelegger, después de que en 2013 estas dos formaciones sufrieran sus peores resultados electorales desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Muy cerca de la ÖVP, y con casi un 21,4 % de los votos totales, se situó el FPÖ, que aumentó un 4% sus votos respecto las elecciones anteriores, de 2008. Eran los terceros comicios consecutivos en que la formación xenófoba FPÖ aumentaba su número de votos. La campaña electoral del FPÖ estuvo marcada por eslóganes chovinistas, xenófobos e islamófobos, enfatizando el orgullo de ser austriaco, el rechazo a la inmigración y la tolerancia cero a la discrepancia. Hoy el FPÖ sigue incrementando su popularidad en Austria tanto en la clase trabajadora, tradicionalmente votante socialdemócrata, como entre las clases acomodadas, votantes del ÖVP. Pero, ¿de dónde viene este partido? Fundado en 1956, el partido estuvo conectado a la Asociación de Independientes (VdU), una organización paraguas que en 1949 aglutinó a los viejos nazis austriacos, a los nacionalistas germánicos que abogaban por la unión entre Austria y Alemania y a jóvenes nacional-liberales austrofascistas. El VdU cambió en ese año sus estatutos y se transformó en el Partido de Independientes (WdU) para presentarse como un contrapeso entre socialdemócratas y democristianos en las elecciones generales, las segundas después de la guerra. Obtuvo un 11,7% de los votos y 16 escaños. Aun así, en 1953, el WdU perdió el respaldo popular por culpa de conflictos internos y personales. Lo que llevó a la desintegración del partido. En 1956 un nuevo esfuerzo para juntar a la derecha radical del país se tradujo en la creación del FPÖ. Su primer líder fue Anton Reinthaller, un antiguo comandante de las SS, diputado en el Reichtag de Berlín por el partido nazi hasta el final de la guerra y secretario de Estado de agricultura en el gabinete de Arthur Seyß-Inquart, el último antes de la anexión (Anschluss) de Austria por Alemania. Durante 1950 y 1953 Reinthal1930 Wessel, después de una disputa por los pagos del alquiler, fue asesinado por el militante comunista y miembro del Rotfrontkämpferbund Albrecht Höhler en Berlín. El ministro de Propaganda Joseph Goebbels elevó a Wessel a mártir del nacionalsocialismo.
160