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La Piel en Invierno - Michele Dewar
El verano ya queda atrás, los días se vuelven mas cortos, las temperaturas bajan y el aire se vuelve más seco y frío.
Esta transición trae consigo efectos sobre nuestra piel, al mismo tiempo que necesitamos recuperarlo tras haberla expuesto a excesos de sol, sudor, calor y sal.
Con el frío llega el momento de nutrir y regenerar la piel, adaptarla a las nuevas temperaturas, y evitar una piel áspera, reseca y opaca.
Con el cambio de estación en otoño e invierno, la piel reduce la secreción de sebo y transpiración. Esto afecta el nivel de hidratación y propicia a cursar con resequedad, lo que afecta a la barrera de protección natural de la piel frente a los agentes externos y empezamos a sentir como la piel nos pica y se irrita.
Ante tal situación, es de vital importancia cuidar nuestra piel.
1. Favoreciendo la hidratación con abundante crema hidratante y bebiendo suficiente agua.
2. Exfoliando la piel para dar un nuevo comienzo (posterior a un verano de sol, arena, alberca y mar) eliminando células muertas para lucir piel radiante.
3. Mantener una dieta equilibrada, pues la buena nutrición protege la piel contra daños causados por frío. No olvides los alimentos que aporten azufre para reparar tejidos y dar elasticidad (huevo, ajo), así como antioxidantes para reducir radicales libres (té verde, vitamina C y vitamina D3).
4. Limpieza facial dos veces al día para eliminar exceso de grasa, protector solar, maquillaje e impurezas. Lo más recomendable es usar jabón (neutro) sin alergénicos.
5. Siempre usar bloqueador solar.
Todo lo anterior es indispensable para lucir una piel sana, hidratada y radiante.
Es también el momento ideal para acercarte a expertos de la piel para tratamientos para despigmentar la piel, blanqueamientos y rejuvenecedores faciales (como plasma rico en plaquetas, células madre y fibroblastos).
Acércate a nosotros para ayudarte.