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A UNA HORA DEL CENTRO, AL OESTE DE RÍO DE JANEIRO, PLAYAS DESIERTAS, MANGLARES, LOS JARDINES DE BURLE MARX Y EL CONFORT DE UN RELAIS FRANCÉS, HACEN DE BARRA DE GUARATIBA UN DESTINO IDEAL PARA RELAJARSE Y DISFRUTAR EN PAREJA.
A la vera de
Marambaia
La restinga de Marambaia es un santuario ecológico con 42 kilómetros de playas desiertas. Propiedad de la Marina brasileña, tiene acceso restringido, solo la visitan escuelas, familias de militares y equipos de filmación de telenovelas, y por eso su vegetación sigue intacta. Las aguas mansas de la Bahía de Sepetiba, que a esa altura empiezan a entreverarse con el océano, bajan con la marea y revelan bancos de arena repletos de gaviotas en las mañanas y de pescadores y surfistas durante el día. En la playa de Marambaia, varios niños corren, entran al agua, se juntan en ruedas y disfrutan de las actividades de una colonia de vacaciones que organiza alguna escuela. Los escolares tienen el privilegio de poder atravesar el puente que separa la aldea de Barra de Guaratiba con la restinga. Y los huéspedes de hotel Le Relais de Marambaia, que abrió en mayo de 2009, el de poder contemplarla desde la cama de la habitación. Alexandra Baillet es francesa y tiene los ojos tan azules como el mar que se desliza silencioso por debajo del deck. Estudió hotelería en su tierra natal y cuando su tío -que se había enamorado de Barra de Guaratiba- le propuso regentear un hotel boutique en Brasil, no lo pensó dos veces. Son apenas cinco suites, muy espaciosas, algunas con jacuzzi y ofurô, y todas con un balcón precioso que incita a pedir el desayuno -con una variedad enorme de ingredientes a elección- en la habitación. El número reducido de cuartos garantiza un ambiente siempre sosegado, ideal para disfrutar de a dos. La piscina -con hidro- es el corazón del hotel y la rodea un ingenioso deck con reposeras coloridas, construido sobre el agua, dando la sensación de estar en medio del mar. La cocina es otro punto a favor, Le Bateau -el barco, en fran-
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Vista de la infinita restinga de Marambaia con marea baja. A la derecha, Feijoada de frutos do mar en Le Bateau; una suite del Relais de Marambaia. Colección de "Bastón del Emperador", en el Sítio Burle Marx.
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La aldea de Barra de Guaratiba vista desde el mar. Derecha: Disfrutando del atardecer sobre el Atlántico, sin salir del hotel. Abajo, izq: Capilla del Siglo XVII, dentro del Sítio Burle Marx. Abajo derecha: La sesión de masajes es de una hora y puede ser en la suite o el deck del Relais.
cés- es el nombre del restaurante del Relais, que abre al público los fines de semana y tiene una carta que mixtura lo mejor de la gastronomía brasileña con recetas francesas. Imperdible la feijoada de frutos de mar: porotos blancos con mariscos, crispy de couve -col- crocante, arroz y farofa -harina- de panceta. Como entrada, rabas a la plancha, con tomate seco, ajo y perejil, y de postre, un créme brûlée para homenajear a la anfitriona Alexandra, que está al cuidado de esa asignatura y ya fue premiada por su buena mano con los dulces. La Bahía de Sepetiba está repleta de manglares, por eso la zona es la meca de los mariscos, vendidos por los propios pescadores y cocinados en los cientos de restaurantes que bordean la ruta Burle Marx. Los paseos de barco que salen del Relais recorren los manglares a través de los canales y también visitan las playas desiertas que están al otro lado, en mar abierto, como la Praia do Perigoso, Meio, Funda e Inferno, a las que solo se llega por agua o caminando por senderos. Mucho más cerca, en plena aldea, está la Praia Grande, atiborrada de gente que viene de los cuatro cantos del estado de Río. Como tantos otros lugares, Barra de Guaratiba ya no es la de antes. En los años 70 era apenas una aldea de pescadores y un refugio para quien prefería evitar la agitación de los lugares de veraneo. El artista plástico y paisajista Roberto Burle Marx fue uno de los que buscó tal tranquilidad. Compró una antigua estancia y allí se instaló hasta sus últimos días, en 1994. El sitio -que aun en vida donó al gobierno federal- tiene 365 mil metros cuadrados y más de 3.500 especies de plantas organizadas por colecciones. Las visitas guiadas recorren los jardines, el caserón -con sus objetos personales intactos, obras de arte propias y ajenas- y su atelier, y cuentan detalles de la vida de este genio que dejó un legado precioso para toda la humanidad.
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Los paseos de barco por los manglares salen del muelle privado del hotel. Abajo, relax sobre el deck que parece flotar en el agua. Sala de lectura del Relais.
Le Relais de Marambaia Estrada Roberto Burle Marx 9346 Barra de Guaratiba - Río de Janeiro Tel.: (0055-21) 2394-2544 contact@lerelaisdemarambaia.com.br www.lerelaisdemarambaia.com.br Sítio Burle Marx Estrada Roberto Burle Marx 2019 Barra de Guaratiba - Río de Janeiro Tel.: (0055-21) 2410-1412 sitioburlemarx.blogspot.com ContraseÑas 27