Primera Plana

pri me ra pla na

Seis años después

Cuando los alumnos de este año de 2º de Bachillerato entraron a nuestro IES, CJR todavía no estaba ahí. Tampoco estaban siquiera Las Crónicas del Joaquín Rodrigo, la primera versión de este mensual. Tuvieron que pasar tres años (dos cursos) para que los que ahora se van del instituto coincidieran por fin con el nacimiento, en marzo de 2019 (estando ellos en 3º de ESO), de este periódico. Y muchos de los que recibieron su banda de graduación han pasado, ya fuese delante o detrás de las cámaras, por nuestro periódico del centro.

Esto significa que CJR no ha conocido un mundo sin estos alumnos, que es como cuando se dice que las nuevas generaciones no han vivido un mundo sin redes o sin Internet. Nos gusta pensar que las páginas de nuestro magazine han ido recabando cada poco tiempo en chicas imparables , en hermanas para hermanos, en inventos imposibles, paraderos desconocidos en forma de homenaje al pop español o en otros más cercanos pero no por ellos menos estimulantes. Efectivamente, todas estas referencias un tanto obscuras para el lector no avezado se refieren a títulos y reportajes centrales de CJR que han tenido por protagonistas a algunos de estos alumnos.

Alumnos a los que un año más decidimos dedicar la portada del número de mayo. No nos gusta repetirnos, salvo en esto. Hasta el momento, todos los penúltimos números de CJR han ido dedicados a los alumnos del último curso, los que se van, los que dicen adiós a nuestro centro tras (casi) toda una vida a nuestro lado. Creemos que así lo merecen (aunque, si en algún momento decidiéramos cambiar no sería porque hemos cambiado de opinión en este parecer).

Seis años después para ellos. Tres para nosotros. Lo que está claro es que tanto ellos como nosotros hemos ido creciendo juntos, paralelos, retroalimentándonos de alguna manera. Y lo seguimos haciendo, aunque a partir de ahora lo vayamos a hacer cada uno siguiendo su camino.

Hasta que volvamos a encontrarnos (que será pronto), os deseamos lo mejor.