Revista oficial del abonado de Las Ventas Nº 43. NOVIEMBRE de 2024 38
38. Entrevista FRANCISCO
30. Reportaje: CASTILLEJO DE HUEBRA
47. Históricas
30
Edita
Departamento de Comunicación PLAZA 1
Colaboran en este número
José Miguel Arruego
Lucas Pérez
Ilustración de portada
Juan Iranzo
Fotografías
Alfredo Arévalo
GCB Comunicación Digital
Botán
Diseño y maquetación
Juan Iranzo
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El pasado mes de septiembre esta ganadería se alzó con el premio al toro más bravo de la Corrida Concurso celebrada en Las Ventas. Un galardón especialmente relevante si tomamos en cuenta su procedencia, puro Murube. Cuando sus iguales destacan en la lidia a caballo, la vacada que representa María José Majeroni ha conseguido lo que hace unos años parecía imposible, cotizar en los festejos a pie. Y, además, que sus toros se distingan por la categoría de sus embestidas.
Desde el campo charro, siguiendo la tradición que le marcaron sus progenitores, y del mismo modo que ella tratará de hacer en el futuro con sus descendientes, María José Majeroni Sánchez Cobaleda habla del toro premiado en Madrid, al tiempo que reivindica su encaste y reflexiona sobre esa filosofía ganadera heredada junto a sus hermanas y que ahora comparte con su marido, Fernando de Patrocinio.
Lo primero de todo, ¿por qué elegisteis a “Junero” para la Corrida Concurso?
Era uno de los que más nos gustaban y, cuando nos dijeron que lleváramos un toro a Madrid para la concurso, a Junero, número 5, fue de los primeros que escogimos. Teníamos otros dos más, pero nos inclinamos por éste por reata, por hechuras y porque no era tan pesador como el otro que habíamos llevado. Esperábamos que fuera un toro con clase, que es una de las características que tiene la ganadería, y que tuviese repetición, recorrido, entrega y, sobre todo en Madrid, necesitábamos un toro que transmitiese mucho.
¿Qué fue lo que más os gustó?
Precisamente eso, que transmitiera. Que fuera un toro que después de tres puyazos y en un ruedo tan amplio como el de Madrid, llegase al público. La verdad es que Rafael de Julia lo toreó muy bien, es un torero que está en un momento para disfrutarlo, y cuando cogió la izquierda bajándole la mano, porque a nuestra ganadería cuanto más le bajas la mano, cuanto más les exiges, mejor responden, ahí la plaza rugió.
Más allá del premio, ¿se cumplieron las expectativas que teníais del animal?
Una de las cosas con la que más emocionados estamos es precisamente que en un concurso de distintos encastes sea premiado el encaste Murube - Félix Cameno, o como nosotros decimos ya, el de Castillejo de Huebra. Que a lo mejor las expectativas de la gente no pensarían en Castillejo, pero después de tantos años de trabajo de mis padres y ahora en nuestras manos, nos hemos llevado una alegría grande.
Este éxito viene a corroborar también una temporada que no ha sido nada mala…
Ha sido una temporada muy bonita, y la hemos disfrutado mucho. Empezamos en la final del bolsín de Ciudad Rodrigo, que nos dieron el premio a la mejor ganadería, y la hemos acabado con el premio de la concurso de ganaderías de Madrid. Además, nos han dado la vuelta al ruedo a cinco toros. Hemos lidiado tres novilladas, dos han sido festivales, y por ejemplo a la de Lora del
Río le cortaron dos rabos y fueron ovacionados todos los animales en el arrastre. La del festival de La Flecha también salió muy bien. Luego hemos lidiado en citas importantes, como la Copa Chenel, Gamarde, Torrejón, donde estuvo Fernando Adrián extraordinario, igual que Emilio de Justo y Talavante en Utiel… En Almería, de los seis toros cuatro fueron ovacionados en el arrastre; en Bayona a cinco también los ovacionaron, donde si Juan de Castilla no llega a pinchar le habría cortado las dos orejas a un hermano del de Madrid. Ha habido toros buenos, con clase, con humillación y transmisión en las siete corridas que hemos lidiado. La camada nos ha dejado muy satisfechos, pero, sobre todo, lógicamente, nos quedamos con el triunfo de Las Ventas. Porque habremos lidiado toros quizá con más clase, con más entrega o con
más humillación, pero con la exigencia que tiene la plaza de Madrid para el toro, y que nos hayan dado el premio a nosotros… ha sido muy importante.
EL RETO DE LIDIAR “MURUBES” A PIE
Quizá las embestidas de “Junero” hayan servido también para que los más conspicuos o desinformados constaten que este encaste, además de un icono en la lidia a caballo, es muy válido y posee muchas virtudes para el toreo a pie.
Efectivamente. Creo que también hay un poquito de ignorancia o de clichés preestablecidos en el tema de los encastes. Y en realidad, casi todo lo que se está lidiando procede directa o indirectamente de sangre Murube. Es decir, la gran mayoría de las ganaderías que están en boga
tienen, ascendiendo, esta sangre. Por eso, yo más que hablar de encastes hablaría de ganaderías, y del momento de cada ganadería. Porque una ganadería ha podido ser muy buena hace cuarenta años y ahora quizá no esté en su mejor momento. Depende muchas veces de las manos y de la selección.
Los rejoneadores, y en especial Hermoso de Mendoza, fueron los primeros en devolver los “murubes” a las ferias…
En realidad la gente piensa que Murube es un encaste minoritario, aunque no lo es. Todos los que estamos más cercanos a este encaste valoramos sus características físicas y de comportamiento, que sí vieron en el mundo del toreo a caballo: ese tranquito más, ese galope especial… Llegó un momento en que los rejoneadores coparon el mercado. No-
sotros, desde hace diez años que por desgracia fallece mi padre y cogemos las riendas de la ganadería en nuestras manos, tomamos la decisión de volver a la lidia a pie.
¿Os fue difícil dar ese paso?
Fácil no fue. Porque en casa, y casi sin darnos cuenta, nos encontramos lidiando a caballo casi todo. Fue una decisión complicada, sobre todo porque, aunque fuera en ese mercado, estábamos lidiando en ferias, y de repente, tomar esta decisión fue arriesgado. El mundo del rejoneo y el mundo del toreo a pie son completamente distintos. No es que se den la espalda, pero casi…
¿Por dónde empezasteis la “reconquista”?
Teníamos que crear confianza entre los toreros de a pie, concienciarlos de que esta ganadería estaba
en un momento ideal, para que la gente pudiera disfrutar con su lidia. Tuvimos que crear esa confianza. ¿Cómo lo logramos? Pues tratando que la gente lo fuera conociendo más, lidiando muchas novilladas, abriendo más el abanico de toreros que venían a tentar… Una serie de cosas… Y los primeros que se fueron convenciendo fueron los profesionales, de manera que dimos el paso a que ya la gente lo pudiera ver en público. Ha sido o está siendo, mejor dicho, una tarea muy bonita, porque es un reto, pero vas viendo ya resultados. Ya la gente conoce Castillejo, ya los toreros lo piden y ahora mismo vivimos un momento muy bonito, porque siempre tienes la expectativa de querer superarte, pero estás viendo resultados.
¿Qué diferencia consideráis vosotros que distingue a vuestros toros de otros animales de esta estirpe?
Lo primero es la diferenciación del origen. Unos vienen de Carlos Urquijo y otros venimos de Antonio Urquijo, que luego pasa a Félix Cameno, y es la parte que llega a manos de mis padres hará ya casi cuarenta años. Entonces ya originariamente tenía otra conformación de pitones, que en este tiempo tratamos de conseguir que sean un poquito más arregazados, que tengan más seriedad, que entren en la muleta, es decir, no nos gustan los toros paleños.
¿Y en cuanto al comportamiento?
Tienen más alegría, bravura, entrega… pero eso ya depende como decía antes de la selección personal de cada ganadero. Porque yo siempre he sido de la opinión que todos los ganaderos queremos un toro bravo, pero hay dos cosas: una, que lo logres, y otra que concepto tenemos cada uno de toro bravo, porque cada uno tenemos nuestra propia idea de bravura.
¿Cuál es vuestro ideal de bravura?
No sé si lo lograremos algún día. Prefiero que se mantenga como ideal y querer alcanzarlo, pero para mí un toro bravo es un toro con entrega, que quiera coger la muleta, no tanto la movilidad sin querer coger los engaños. Que tenga humillación, que tenga recorrido, que
repita, que tenga clase y, sobre todo, que transmita. Porque esto es un espectáculo para el público, y eso no lo tenemos que olvidar nunca. El público se tiene que divertir y tiene que considerar que lo que está viendo en la plaza él no es capaz de hacerlo. Es decir, no puede ser un toro bobalicón, pero tampoco puede ser un animal excesivamente agresivo, porque se tiene que adaptar a todo tipo de toreo. Aquí hay tres pilares: el públi-
co, el toro y el torero. Y tenemos que tener una muy buena unión entre los tres, que sea un buen engranaje y que todos salgamos contentos de una buena corrida de toros.
CUATRO GANADERÍAS, CUATRO ENCASTES
Además de absorber su cultura ganadera, ¿qué es en lo que más os han influido vuestros padres?
Mi padre y mi madre han sido ganaderos. Los dos. Mi madre vivió la época gloriosa de los Sánchez Cobaleda en los años sesenta, con todos los toreros que estaban arriba del escalafón pidiendo sus toros. Y más tarde, otra época buena también en los festejos de rejones. Se casó con mi padre, que procede igualmente de familia ganadera, Agustínez- Sepúlveda, y también primo de tío Alipio Pérez Tabernero. Es decir, han sido, las dos, familias muy ganaderas. En aquella época cada ganadero tenía su idiosincrasia y consideraba la ganadería casi como parte de la familia. No es como hoy, que hay más intercambio de sementales o de lotes de vacas entre compañeros. En aquella época no.
¿Y cómo era eso de llevar cuatro ganaderías de cuatro encastes diferentes?
En un principio tenían una visión ganadera sólo de lo de Sánchez Cobaleda, pero cuando muere tío Manolo, en el año 85, y habiendo cuatro hierros en casa, mis padres decidieron que lo mejor era diversificar los encastes, como es normal, porque sería absurdo tener tantos hierros con la misma procedencia. Y es entonces cuando deciden dejar el hierro de tío Manolo bajo el nombre de Sánchez Cobaleda (con todo lo de Vega - Villar). Para el hierro de Castillejo de Huebra compran Murube-Urquijo (vía Félix Cameno), y al hierro de Terrubias lo abastecen con ganado de Santa Coloma - Buendía (vía Martínez Elizondo). En el de José Manuel Sánchez, que en un principio era Atanasio, mi padre lo juntó con Murube y creó otra línea propia (que hoy en día ya sólo es puro Castillejo). Mi padre tenía una cabeza excepcional para saber seleccionar, porque lógicamente todos los ganaderos tienen una idea de bravura, pero también tienes que adaptarte un poco a la conformación física, al comportamiento de cada rama, su ascendencia… y mi padre tuvo una clarividencia grande en saber seleccionar estos cuatro encastes y dejarlos todos funcionando, cada uno con sus variedades tanto físicas como genéticas y de comportamiento. Sin embargo, él no es que fuera el mejor vendedor del mundo. A él lo que le gustaba era la selección, que el toro embistiera, y logró que
los cuatro hierros estuvieran en un buen momento de embestidas, no así de venta.
Era mejor ganadero que comercial...
Desde luego. Pero de él sí que hemos heredado la sabiduría. Él por desgracia se quedó sin su padre a los trece años y tuvo que aprender a hacer de todo. Y esos mismos conocimientos nos los fue transmitiendo a nosotros. Date cuenta que yo prácticamente he ido a los tentaderos desde que nací, como ahora mis hijos, o sea que hemos sentido las ganaderías casi como si fueran algo de la familia. Es intrínseco a nosotros. Y lo que sí hemos heredado es la seriedad. Si quedas con alguien en guardarle la corrida, se la guardas. Somos una familia muy seria y en la selección de las vacas o sementales exigimos esa misma seriedad. Las vacas tienen que acudir tres o cuatro veces al caballo, y si son sementales, al menos seis. Y luego tienen que embestir con importancia. La seriedad en los toros yo la equiparo a la entrega: "Quiero ir al caballo…, quiero coger la muleta…, quiero embestir". No es que vaya y venga y simplemente tenga movilidad. La
dureza de la embestida está en la entrega humillada.
¿Y la selección? ¿Era igual en cada ganadería o dependía del tipo de toro?
La exigencia en el caballo tiene que ser única. Si un toro o una becerra no es buena al caballo, esa ya se desecha. Luego es verdad que cada procedencia tiene sus peculiaridades en la embestida, pero todo el mundo sabe, cuando ve un animal bravo, si es bravo o no lo es. Por ejemplo, lo de Santa Coloma puede humillar menos, o decían antes que Murube no humilla, pero Castillejo humilla muchísimo. Lo buscamos porque es una de las características que más transmite al público. La humillación es entrega. Quiero decir que hay características que son normales en cada uno de los encastes, pero luego vas procurando mejorarlos.
Cuando llega el momento de quedaros con un encaste, ¿apostáis por Murube o es una decisión obligada por motivos sanitarios o comerciales?
No, no, no. Nosotros en realidad no decidimos quedarnos con un
encaste. Habríamos seguido con los cuatro, pero el tema sanitario se llevó por delante al bastión ganadero de toda la vida (Los “patasblancas” de Sánchez Cobaleda), que date cuenta llevaba en casa desde el año 24. Era la niña bonita, y el resto de las ganaderías estaban un poco "tapadas", por detrás. Llega un momento en que te matan hasta 80 animales en un sólo saneamiento. Fue muy doloroso, porque hay que matar la vaca madre de sementales, te cierra familias, y aquello fue tremendo. Para nosotros un trauma. De hecho, no se ha acabado de superar. Es un tema que casi prefieres no tocar. Nos quedamos sin todo lo que pastaba en la finca Castillejo de Huebra, que era todo lo de Cobaleda, todo lo de Terrubias, y la gran mayoría de lo que tenía mi padre a su nombre. No se podía meter ningún animal. Te van matando, te van matando, te van matando y al final sostener aquello era inviable. Llegó un momento en que se decidió que no podíamos seguir así: no podíamos sacar al ruedo un animal que tú no hubieras seleccionado por bravura, sino los veterinarios por sanidad. Y después de una época que fue escrita con letras de oro en La Tauromaquia, no podías consentir que se ensuciara ese nombre. Entonces se decidió quitar todo lo que había en la finca. Se hizo un vacío sanitario, se metieron unas vacas limusinas y se cerró ese ciclo. ¿Qué es lo que te quedaba? Pues lo que pastaba en la otra finca, en Agustínez, es decir, toda la ganadería de Castillejo y una punta de vacas de José Manuel Sanchez, que es con lo que hemos seguido durante estos años. Porque cuando uno nace ganadero, se muere ganadero.
LOS NUEVOS “PATASBLANCAS” DE SÁNCHEZ COBALEDA O EL REGRESO DEL AVE FÉNIX
Y aunque desde entonces todas nuestras ilusiones y todos nuestros esfuerzos se volcaron en ese momento en Castillejo de Huebra hay una cosa que traigo entre manos con mucha ilusión pero con mucha dificultad. Es lo que yo llamo “la resurrección o el Ave Fénix de los Sánchez Cobaleda”. Todo comienza cuando la peña VAC nos regala un toro que aún estaba marcado con el hierro de Sánchez Cobaleda. Es el único que
quedaba de lo antiguo, que queda, porque todavía vive, tiene el número 16 y se llama Batanezón. Aquella peña nos devolvió el toro a casa. Y claro, ¿cómo lo tienes en los cercados sin echárselo a las vacas? Por eso hemos estado buscando hembras de esta misma ascendencia y genética, también hemos estado buscando un poco los orígenes, vacas de Veragua con toros de Santa Coloma de procedencia ibarreña, y estamos haciendo nuestras alquimias. Es algo de momento muy pequeño, porque ya te he dicho que somos especialmente respetuosos y románticos, y ahora mismo sólo estamos lidiando erales porque yo personalmente no puedo consentir que salga al ruedo un toro sin saber exactamente lo que tengo entre manos. Y para eso necesitas tener muchos conocimientos y años de demostrar que de añojo embisten, de erales embisten, y si es así pues pasamos al siguiente nivel, en este caso utreros… Quiero decir que para sacar al ruedo un toro con el hierro de Sánchez Cobaleda tenemos que tener una mínima seguridad, dentro de lo que es la seguridad en el mundo del toro, pero una mínima seguridad de que va a salir bien.
Como salmantinos que sois, ¿compartís la teoría sostenida por algunos de que existe una decadencia en el campo charro con respecto a los años 50, 60, 70, incluso los 80… donde aparte de vuestros toros pastaban los “atanasios”, los “lisardos”, los “alipios”, los “rabosos”, los “galaches”, los “apés”…?
Yo creo que no hay nada de cierto en esto. Yo lo que te diría es que siempre ha habido ganaderos que han destacado. Tanto en Andalucía como en Salamanca. Hablando del siglo XVIII por ejemplo, que surgen las ganaderías en Andalucía, también surgieron en Salamanca. De hecho, ya a mediados del s. XVIII, toros de nuestros antepasados de Terrubias ya iban a Madrid. Simplemente se trata del momento en que están las ganaderías. Yo creo que hubo un momento en el que los ganaderos de Salamanca tenían su propia personalidad y como tal sus toros se lidiaban en las plazas más importantes, pero ahora mismo yo creo que también hay muy buenos ganaderos en Salamanca, muy buenos aficionados. Además el ga-
nadero de aquí nunca se ha puesto medallas. Siempre "se ha vendido" menos que el andaluz. Ha sido más exigente con lo propio que con lo ajeno. Pero ahora mismo te diría que tenemos un buen momento en la ganadería salmantina. Y creo que hay también muy buenas generaciones que vienen por detrás arreando con ilusión y con ganas de seguir siendo ganaderos.
¿Qué previsiones tenéis para el año próximo?
Más o menos tendremos otras siete corridas de toros y dos o tres novilladas. También dependerá de cómo se vaya desarrollando el año, porque nosotros no vendemos todas
las corridas desde un principio, y cuando tú has dado tu palabra y un empresario te ha comprado una corrida para septiembre, tiene que tener su corrida en septiembre. Entonces se van haciendo las cosas poco a poco. Iremos a plazas de primera y a plazas de segunda. Los veedores ya se están empezando a mover y creo que nos espera también otra temporada bonita. La que hemos disfrutado este año nos ha dejado muy satisfechos, pero ya tienes que pasar página y pensar en la temporada del año que viene, que seguro nos van a seguir exigiendo y debemos de estar a la altura, tanto para el público como para el torero. Y sobre todo, para nosotros mismos.
Entrevista al cantante Francisco “Ante desgracias como la de Valencia, el toreo siempre sale al rescate”
Por LUCAS PÉREZ ESTÉVEZ
Pasó de vivir uno de los días más emocionantes de su vida, cantando el himno de Valencia en el ruedo de la plaza de toros el día de la despedida de Enrique Ponce, a sufrir el drama muy de cerca, con la terrible DANA que ha arrasado su tierra y se ha llevado por delante más de 200 vidas y ha destrozado la casa y los negocios de miles de personas que tienen ahora que empezar de cero. Francisco González Sarría, Francisco en los escenarios, atiende a Plaza1 emocionado, roto de dolor por la reciente desgracia, tendiendo la mano a ofrecer cualquier ayuda y consciente de que ésta también llegará, como está llegando, desde el mundo del toro, que nunca falla cuando de solidaridad se trata.
Solemos empezar estas entrevistas hablando de toros pero lo prioritario, lo humano, obliga a hacerlo por lo sucedido en Valencia: ¿Cómo se encuentra?
“Hay un hermanamiento entre el toreo y la música, la conexión cultural es innegable”
Seguimos muy consternados y dolidos con lo que ha pasado y con lo que sigue pasando. Es muy duro, de verdad. Son 850.000 personas afectadas, son muchísimas, y se necesita mucha ayuda. Nos preocupamos de lo que está pasando ahora, estos primeros días después de la DANA, pero a mí y a la mayoría de los que ya conocemos el sistema lo que nos preocupa es qué será de estas personas afectadas cuando la gente se haya olvidado de ellos.
Seguro que conoce a alguien cercano afectado y que ha visto el
sufrimiento muy de cerca. ¿Qué es lo que más le ha impactado de todo?
Todos tenemos amigos y conocidos en los distintos pueblos afectados. Tengo familia, sobrinos, que han tenido muchos problemas. El propio David, mi representante, estuvo tres días incomunicado y lo pasamos muy mal hasta que por fin dio señales.
En estas circunstancias, todo queda en un segundo plano. ¿Se siente frustración o impotencia en estos casos?
Un poco sí. Estas cosas son fuerzas de la naturaleza, los que tenemos unos años ya sabemos cómo actúa la gota fría y siempre ha traído muchos problemas. Tras la de 1957, en el 82 hubo una grandísima, y ahora ésta…
Y volverá a suceder, desde luego. Se siente impotencia porque estamos en el 2024 y con la tecnología con la que contamos pues se podía haber avisado mucho antes, haber alertado a la población con horas de antelación.
Mucho se ha hablado de la gestión de esta tragedia, ¿le gustaría decir algo al respecto?
Lo que se ha hablado de todo esto me importa realmente un comino. Que se echen las culpas unos a otros me importa poco. La culpa no va a ser de nadie, ya nos conocemos. Lo que me importa es que siga llegando ayuda. Eso es lo verdaderamente importante. Yo tardé en ir a ayudar varios días porque no quise que nadie pensase que iba a hacerme la foto. Son momentos muy sensibles
y la gente está muy dolida porque lo han perdido todo. Y muchos van a tener muy difícil volver a restablecer su vida porque han perdido hasta sus negocios.
Por buscar un poco de luz, es en la música, a la que usted se dedica, en la que en tragedias como éstas, los ciudadanos buscan respiro en forma de himnos. Si en la pandemia fue el famoso ‘Resistiré’, en esta DANA el himno de Valencia ha surgido de forma espontánea en las tareas de rescate entre los vecinos. ¿Qué bonito, no?
Es precioso y yo me emocioné mucho cuando ví esas imágenes. Yo de lo que más orgulloso me siento como valenciano y como ciudadano es de la respuesta de la gente joven, del pueblo, sin organización, sin que nadie les haya dicho nada, movidos sólo por el corazón, por el sentimiento hacia tu gran familia. Nosotros los artistas estamos abiertos a cualquier cosa, estamos organizando eventos, contando con compañeros y viendo la forma de poder ayudar, de hacer conciertos benéficos para la gente que lo necesite y viendo muy bien dónde va ese dinero porque en estas ocasiones lamentablemente también hay mucha gente que se aprovecha.
Por empezar a enlazar la entrevista con la tauromaquia, como era de esperar, el mundo del toro también ha reaccionado de forma solidaria. Hemos visto toreros como Nek Romero, como Aaron Palacio, como García Pulido, que se han echado a la calle a ayudar entre el barro. También se han puesto en marcha la organización de varios festivales (cuando se hizo esta entrevista se acababa de anunciar uno el día 1 de diciembre en Vistalegre y que Espacios Nautalia 360 y José María Manzanares organizarán otro en Valencia, aún sin fecha-. El toreo nunca falla en estos casos ¿verdad?
Siempre está ahí. Ante tragedias como la de Valencia, el toreo también siempre sale al rescate. Yo conozco muy bien a compañeros del toro y estoy seguro de que son los primeros que han ofrecido su ayuda y estoy seguro también de que se van a hacer muchos más festivales, como debe de ser.
Valencia está siendo golpeada
de forma muy cruel últimamente. Todos tenemos aún en la cabeza las terribles imágenes del edificio de El Campanar ardiendo en el mes de febrero. Un suceso que le afectó especialmente.
Sí, fue terrible también. Y también ayudé en lo que pude.
Tras aquella tragedia usted apareció en directo con Vicente Ruiz ‘El Soro’ en televisión solidarizando con sus paisanos.
Claro que sí, como dos valencianos aparecimos unidos frente a aquella tragedia tan grande también. Tengo una relación amable con El Soro.
Otra leyenda valenciana es Enrique Ponce, que vivió la tragedia de la DANA desde Perú, en Lima, donde dedicó el triunfo a las víctimas y donde dijo que pese a la distancia su cabeza sólo estaba con sus paisanos. Es una gran persona, siempre he tenido una gran relación con Enrique Ponce. Lo he seguido desde que era novillero y no me cabía la menor duda de dónde iba a llegar.
Usted tuvo el honor de cantar el himno de Valencia en su reciente despedida, en el ruedo del Coso de la calle de Xátiva. ¿Qué sintió?
Mucha emoción. Fue algo improvisado. A Enrique me lo encontré un par de días antes de la corrida en el Palau de la Generalitat, donde había sido recibido por el presidente Carlos Mazón. Hacía tiempo que no lo veía y nos fundimos en un gran abrazo. Y en ese momento la idea partió del presidente Mazón, que me dijo: ‘¿A que no te atreves a cantar el himno en la corrida de la despedida de Enrique?’. Yo le dije: ‘Pues claro que sí me atrevo’. Faltaría más, y más para una figura como Enrique Ponce, que es el torero más grande del siglo, sin lugar a dudas. Pasará a la historia porque reúne todo: elegancia, estética, valor...
Usted está acostumbrado a llenar escenarios y a actuar en público, pero ¿hacerlo en una plaza de toros es algo especial?
Es especial, pero a mí sinceramente una plaza de toros no me gusta para los artistas. Yo creo que a un artista hay que verlo en un auditorio o en un teatro. En las plazas de
toros se juegan la vida los toreros y es donde se celebra la gran fiesta nacional, aunque a muchos les pese la palabra nacional. Yo me siento muy orgulloso de ser español y de tener nuestras raíces y nuestras costumbres, aunque respeto muchísimo a quien no le guste.
Hábleme de su afición por los toros, ¿de dónde le viene?
Yo nací en Alcoy pero me he criado en Vall de Uxó, que es uno de los pueblos donde hay más fiestas de toros y vaquillas en la calle. Crecí con eso y claro que me gustan. Además, la parte de la familia de mi padre eran todos de Jaén y les gustaban muchísimo. Mi padre soñaba con que un hijo suyo fuese torero. Me gustaba de pequeño pero, gracias a Dios, me tiró mucho más la música y tiré por ahí. En la música también hay cornadas, pero no son lo mismo.
¿Cómo definiría usted la figura del torero, alguien que en pleno siglo XXI hace que perdure el rito de ver a una persona jugándose la vida en un ruedo frente al toro?
Son personas a las que admiro muchísimo. Mira, yo desde que tenía 6 años quería ser artista, cogía un palito y cantaba como si fuera un micrófono. Con los toreros pasa lo mismo, cuando les ves de pequeño coger un trapito para torear… Para eso hay que nacer.
“Fue muy emocionante cantar el himno de Valencia en la despedida de Ponce; es el torero más grande del siglo”
Además de a Enrique Ponce, ¿a qué otros toreros ha admirado? Yo me acuerdo de pequeño que en casa gustaba mucho Diego Puerta, Paco Camino, El Viti, Dominguín. Mi padre era un gran admirador de esas grandes figuras que han sido un espejo para muchísimos chavales igual que los de hace 20 años son un espejo para los que hoy empiezan.
¿Y al revés, sabe de algún torero
que le haya mostrado la admiración por su música?
Sí, muchísimos, una gran mayoría de ellos. Ten en cuenta que a los toreros les gusta lo bueno… Cantantes hay muchos pero buenos somos sólo unos cuantos.
Cuando está de gira, ‘de plaza en plaza’, de ruta por carretera, en los camerinos, requerido por los fans, ovacionado tras su actuación… ¿Se siente (salvando las distancias) un poco torero?
Bueno en primer lugar me siento músico y tengo los pies en el suelo. Me siento persona, que es lo más importante, y sigo poniéndome nervioso y preocupado antes de salir a un escenario por querer hacerlo cada día mejor. En eso sí nos parecemos. Llevo 42 años en los escenarios y me sigue pasando eso. El día que no me pase creo que habré perdido la ilusión.
Hablando de salir al escenario, por delante le viene la gira ‘Únicos’, junto a Tamara, ¿un mano a mano de lujo, no?
Sí. Hemos tenido que aplazar la primera fecha puesto que era en Requena y se ha inundado el teatro con este desastre. Empezaremos por teatros y luego en verano estaremos en muchos sitios más. Nuestras voces se mezclan muy bien y estamos muy contentos, ilusionados y con muchas ganas.
Su presencia en el ruedo de Valencia cantando el himno es otro ejemplo que evidencia los valores y la conexión del toreo con el arte. ¿Cómo definiría el toreo desde el punto de vista de nexo inseparable de la Cultura?
La conexión es innegable. Y es que el toreo se ha reflejado en los mejores artistas de la historia. En los pintores, en los escritores, en los escultores, en los músicos. El toreo forma parte de la historia de nuestro país, es un pilar importantísimo de la Cultura de España, de nuestras raíces, de nuestras costumbres. Forma parte de nuestra vida.
Cree que hay hermanamiento entre el mundo del toro y el de la música?
Sí, por supuesto, la música siempre ha ido y siempre irá unida
al toreo. Cuando la faena empieza a cuajar lo primero que se pide es música. No existe una fiesta sin música.
Y sin embargo el ministro encargado de defender el toreo como Cultura es el mismo que quiere prohibir los toros… ¿Contradictorio no?
Bueno, pues tiene un problema. Es como si alguien que está al frente del Ministerio de Cultura está en contra de la música y quiere eliminarla. Respeto que no le gusten pero cuando uno gobierna de lo que sea tiene que hacerlo para todos y respetar a todo el mundo por encima de sus gustos.
¿Cree que no hay respeto hacia el aficionado taurino desde el otro lado?
A mi no me gusta el fútbol pero no voy delante de un estadio a manifestarme ni pido que eliminen el fútbol. ¿O es que en el fútbol no hay agresividad? Claro que la hay. Claro
que tienen derecho de manifestarse y opinar lo que quieran, pero no a lanzar objetos como a mí me han tirado. Hemos tenido que contenernos ante esta gente o gentuza. Manifestarse sí, pero de eso a hacer chiringuitos y a querer eliminarlo… Es que son muchísimas las personas que viven del toro.
Precisamente uno de los argumentos de los antitaurinos siempre ha sido que el toreo cada vez interesa menos. Bien pues este año, en Las Ventas, se ha batido el récord de abonados y los asistentes han subido hasta casi un millón. ¿Cree que el toreo goza hoy en día de buena salud?
Yo creo que sí, creo que goza de buena salud pese a que muchos profesionales, sobre todo ganaderos, lo han pasado muy mal estos últimos años. Aquí en Valencia también ha subido mucho la asistencia a la plaza, se nota que hay interés por los
toros. Yo creo que sobre todo en las plazas de primera se ha producido un ‘boom’. Y he de decir que en el mundo del espectáculo ha pasado algo parecido. Nosotros lo hemos pasado fatal tras la pandemia pero ahora vemos que la gente tiene cada vez más ganas de acudir al teatro, a escuchar música... Además, se nota que hay una renovación generacional, que hay gente joven, pero es normal: como se dice en el mundo taurino, los trastos se van pasando de padres a hijos. Y, como he dicho antes, es que lo bueno le gusta a todo el mundo.
Hablando de argumentos, ¿qué cree que nos falta en el mundo del toro para llegar a más gente?
Hay muchos aficionados, pero la mayoría de los que van a los toros, el gran público, no tiene ni idea. Creo que haría falta un programa en televisión que explicara bien la lidia, en qué consiste una corrida de toros, la cría del animal, por qué existe el toro bravo, cómo es la preparación de un torero, su disciplina... Eso sería importantísimo. Yo no entiendo de fútbol, pero si me lo explicasen bien, a lo mejor me interesaría. Hace falta formación e información para la gente joven.
La de la DANA no ha sido la última tragedia reciente que ha tenido que sufrir Francisco en Valencia. El pasado 22 de febrero, un gran edificio en el barrio de El Campanar salió ardiendo, quedando totalmente destruido y dejando 10 víctimas mortales. Tras lo ocurrido, Francisco y Vicente Ruiz ‘El Soro’ no dudaron en mostrar su apoyo a los afectados en directo, en un programa especial en Antena 3. De nuevo, música y toreo, juntos y solidarios ante las tragedias.
Plaza 1 y todo el equipo humano de LasVentas se une al dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos tras la devastación que ha provocado la Dana en Valencia, Castilla La Mancha y Andalucía.
30 de septiembre de 1989. Curro Vázquez a hombros en la segunda corrida de la Feria de Otoño.
Históricas
4 de septiembre de 1958. Los jugadores del Real Madrid Puskas y Gento no quisieron perderse la actuación de Curro Romero.
Antoñete, Paco Camino y El Viti, en la corrida de Beneficencia de 1966.
Querer ducharte c n agua fría.
A veces la felicidad se mide en hectáreas.
EL LUJO DE VIVIR EN UNA FINCA, EL LUJO LO DEFINES TÚ.