Creadores 2020: Programa de residencias artísticas

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AB E L JARAM I LLO GAR CIA_FE R NÁN D E Z ANTON IO R. MONTE S I NOS D E LIA B OYAN O J OR G E I S LA VI R G I N IA LÓPE Z-AN I D O







AB E L JARAM I LLO GAR CIA_FE R NÁN D E Z ANTON IO R. MONTE S I NOS D E LIA B OYAN O J OR G E I S LA VI R G I N IA LÓPE Z-AN I D O

La Térmica – Málaga 27.11.2020 – 28.02.2021



Relatos de un futuro sin tiempo

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La actual edición del programa Creadores de La Térmica puede, sin duda, definirse como especialmente reveladora de la actitud con la que toda una generación de jóvenes autores se viene relacionando con nuestro presente: la lúcida desconfianza rige las miradas que proyectan Abel Jaramillo, Virginia LópezAnido, Delia Boyano, Antonio R. Montesinos, Jorge Isla y Garcia-Fernández sobre las expectativas que un régimen civilizatorio profundamente falsario nos ofrece. Sus seis proyectos —significativamente interdisciplinares— que podemos disfrutar en esta exposición constituyen desengañados relatos de excavación de nuestro tiempo, de navegación entre los engaños sistémicos que nos producen como seres anhelantes de unos ideales de

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libertad y felicidad cada vez más lejanos de la dura pragmática cotidiana que habitamos. Nos brindan, pues, seis penetrantes ejercicios de reconocimiento de nuestros tiempos, exploraciones que se detienen en lo habitualmente sobrevolado u olvidado, indagando en cómo se están constituyendo las ruinas del presente para reconocer en los territorios físicos, sociales, económicos o políticos los indicios de la poco esperanzadora metamorfosis existencial que define la identidad de prosumer contemporáneo. En efecto, todos estos artistas son deambuladores nada inocentes y mucho menos desorientados: salen de caza a por los síntomas de nuestra patológica desidentificación cotidiana, y nos la traen de vuelta sublimada en las piezas de una exposición que está llamada a reactivarnos como protagonistas de nuestra relación con los relatos impuestos del mundo. Aspiran, sin complejos, a volvernos más sujetos que objetos al menos por un momento, el de la intensidad —y calidad— del tiempo que nos regalan sus obras, cuya potencia política habita en la inteligencia de unas incisivas poéticas que asaltan la realidad como su campo de batalla. Recorrer esta exposición es, por tanto,

adentrarse en una sucesión de llamadas de atención a lo que venimos siendo sin pararnos a pensarlo. Somos sin parar, en una velocidad continua y en cada una de las secciones de nuestra esquizofrenia anestesiada. Y nos dotamos, como podemos ver, de numerosos medios para evitar la detención, para que no nos duela la carrera sin fin. Sin fin y sin horizonte. No hay pausas para los esclavos, y las esperanzas son parte del negocio que nos emplea full-time: trabajadores del tiempo que, hasta cuando «se permiten el lujo» de vivir el reclamo del placer del cuerpo o del asueto mental, deben recurrir a pagar los efímeros sucedáneos de un pasado en el que ocio y trabajo estaban bien diferenciados, y la relación que estableciera cualquiera con su medio era tan directa como corporal. Quizás por eso, Garcia-Fernández nos plantean con su proyecto Ploic_ploic_ploic_ploic_ploic la paradoja del querer vivir como cierto un relato en el que las ruinas son recreadas cual pastiche de un fragmento de la Historia, alguno que daba lugar al recreo gratuito de experimentarnos como parte de la naturaleza. Quizás por eso, han hecho del agua un objeto de estudio en sus aplicaciones terapéuticas a

nivel socio-antropológico, y señalan el de los balnearios como su campo de trabajo, mirando a su pasado y a su presente revelador de lo que ya nunca serán. Quizás por eso, esas figuras del «buen vivir» aparecen con su obra como monumentos a la ilusión que nos mantiene siempre en marcha, ésa que nos oculta que nuestro relax también —sobre todo— genera jugosos capitales mientras pensamos que estamos de vacaciones, cuando en realidad son momentáneas estancias «en boxes» de unos coches de carreras que se creen paseantes en chanclas. Pero la máquina no puede parar, y debe estar engrasada: cuidémonos de resbalar con los restos de carburante -una copa derramada de gin-tonic- junto al descalzamiento de una cliente ausente… Sí, la de las chanclas… Que probablemente sea quien ha recogido en idílica caminata playera un puñado de «piezas de recambio mental», conchas doradas en la capucha de un albornoz, souvenirs de una calma tan falsa como su tan kitsch coloración imposible. Restos del ocio, síntomas del negocio con nuestras vidas, oímos voces del silencio del relato encubridor, mientras seguimos mirando girar promesas de ídolos a los pies de los fragmentos de muros de


mosaico, o junto a una cenefa voladora de olas de toallas duras y rígidas que nunca podrán acariciarnos… Las evocadoras figuras de Garcia-Fernández se articulan para traernos lo artificial del paraíso que nos ofrecen las «industrias del ocio», en ese tiempo continuo de producción que, aparentemente detenido en un lapso de relajación, sigue funcionando bajo la forma de la supuesta desocupación del cliente. Y esa condición de tensión entre apariencia y realidad, entre velocidad acumulada y su desbocamiento, queda subrayada en esta exposición al establecer en el otro extremo de la sala la carrera sin fin de Virginia López-Anido, un vídeo que devora su propio tiempo, que no puede devolvernos la mirada porque su aceleración continua excluye cualquier posibilidad de contemplación en el sentido moderno del término. Una pieza audiovisual como ésta establece sus propias reglas de juego, y aquí las experimentamos tan paradójicas como efectivas. En efecto, López-Anido ha llevado su investigación, con Paseo de la Misericordia, por derroteros que cruzan la atención a lo espontáneo, al encuentro con un territorio urbano que reconoce de modo aproximadamente animal, con

la fascinación por la potencia reveladora de las formas en sí mismas. De hecho, la observación del pretendidamente escueto despliegue de imágenes que se nos brinda en un estante aledaño a la proyección del vídeo, viene a demorarnos en esa cosicidad cotidiana con la que a cada instante nos cruzamos sin ver. López-Anido, sin embargo, la ha mirado mucho, casi la ha olido como hace un perro que recorre su territorio, en una prospectiva abierta y sin dogma, registrando la fuerza de su presencia fugaz, de la transitoriedad implícita en el placer del hallazgo de valor puramente estético, allí donde involuntariamente la ciudad se manifiesta impredecible y, desde luego, aleatoria en las matemáticas de su geometría variable. La estricta materialidad de las cosas ha regido el modo de relación de una extraña con Málaga, en un ejercicio discursivo que, por otro lado, da cuenta de la enorme eficacia que el estar en sitio ajeno tiene para una artista como ella. Y precisamente en esas maneras radica la inteligencia discursiva de una obra que nos descubre la condición faunística de los acelerados y siempre multitemporalizados habitantes del ámbito urbano: claro que no nos devuelve la mirada, sino nuestro reflejo

como seres que no se rigen tanto por la razón cuanto por lo que nos permiten los propios espacios y los ritmos radicales que nos constituyen en ellos. Recopilador de signos —de nuevo de nuestros tiempos—, este proyecto de López-Anido ha sido situado en sala contiguo al de otro recolector, Jorge Isla, quien también busca, colecciona y resignifica restos del mundo para elevarlos a alegorías de la cosificación radical del sujeto contemporáneo. Para esta exposición, Isla ha montado dos obras, Panorama y Billions of Bitcoins, en una sola instalación, lo cual dispara las implicaciones de ambas en la inesperada sinergia. Así, para la primera de ellas este autor también ha pateado la ciudad, arrancando un buen número de anuncios de créditos inmediatos de sus fachadas. Y, si no es nada inocente este gesto reactivo de extirparlos del paisaje urbano, tampoco lo es que la obra consista en un simple enlazado entre ellos para formar una especie de gran sábana de estafas y abusos de usura legalizada que ocupa toda una pared y cae por el suelo a los pies del visitante, recibiéndolo así en su entrada a la exposición: bienvenidos al infierno, esclavos. Mas una esclavitud que, con la pantalla que ha superpuesto a estos

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carteles, nos lleva a la sistémica seducción del éxito inmediato: el triunfo de la especulación desbocada en la creación de una moneda independiente de cualquier estado o banco central. Así, este vídeo nos adentra en un túnel infinito en el que caen, una tras otra, cascadas de bitcoins, la criptomoneda basada en la incesante subasta de valor que tan bien habla de unos tiempos líquidos que, desprendiéndose de la garantía de las instituciones, priman el principio de incertidumbre como destino inevitable… Es posible que por eso oigamos el continuo fluctuar de las olas de un mar de inseguridad. El contraste, pues, entre ambas obras -entre ambos extremos de la misma condición civilizatoria que habitamos- crea un choque fáctico con el que Isla deja abierta a los destinatarios, de nuevo, la lectura de su situación respecto a los falsos paraísos de la economía-ficción. De hecho, como indicaba al abrir estas líneas, parece significativa la querencia de estos autores por el establecimiento de contrarrelatos respecto a los modelos «posibles» de vivir en sociedad, esos que, por un lado, nos cuentan una versión única de qué somos, y, por otro, niegan planos fundamentales de posibilidades de diferencia que son tan reales como evidentes y cotidianos. Y si Isla los plantea, insisto, recolectando y montando, resulta bien interesante cómo Delia Boyano se trae la estrategia a un ámbito, precisamente, narratológico. Pues la persistente banda sonora marina de los bitcoins de Isla es, con The Pirate Project de Boyano, exquisito y duro relato, en efecto, de piratas, cuya figura histórica actualiza, en sus propias palabras, como el «ladrón del tesoro», que «vive desplazado con respecto al tiempo, el espacio o la identidad: el desempleado, el inadaptado, el inmigrante, el rechazado». Sus dos obras seleccionadas para esta exposición comparten título revelador: La máquina recitadora II. Parar un segundo

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y seguir… El océano de incertidumbres aparece en ellas cual artilugio para ser activado performáticamente —ámbito muy caro a la artista—, recuperando la antigua tradición oral del picture-reciter o del story-singer. Extraños, hipnóticos, curiosísimos muebles de imágenes bordadas con primor aparecen en la zona central del espacio expositivo cual elegantes máquinas discursivas para evocar la vieja usanza que ligaba relatos e imágenes, para plantear la latencia de unas narraciones que han de ser contadas por el otro gran desplazado de nuestro ámbito, la propia artista ambulante (viajera por necesidad, sin puerto fijo ni futuro cierto). La fuerte carga política que anima este proyecto reclama y sublima la palabra en curso, los mundos creados por una comunicación directa, presencial, humana, cercana: la de quien habla en público para que otros escuchen la historia en un aquí y un ahora colectivos. Los corros que genera este mobiliario una vez puesto en funcionamiento nos recuerdan cómo la progresiva virtualización digital de las relaciones sociales nos viene hurtando, con nuestra más dócil complacencia, un plano básico de nuestra cultura: la retórica del verbo, la inteligencia de la palabra que articula pensamiento complejo, la puesta en común de lo que nos ocurre, el debate pausado con el otro… Y Boyano ha tenido la lucidez poética de plantar antes nosotros el momento previo, el de antes de la activación, verdadera promesa alegórica de redención social, en una sutil sugerencia de lo que podríamos llegar a ser si recuperásemos nuestra dignidad como sujetos. Estas dos máquinas recitadoras enmarcan en la exposición otro artilugio de contrarrelato de primer orden, un particular escenario que funciona como monumento a un fracaso, tabú actual donde los haya. Abel Jaramillo nos presenta, así, su brillante y demoledor No Hamlet, que toma el clásico de Shakespeare para recuperar la

alabada y olvidada versión en vídeo que le dedicase Celestino Coronado en 1976. Esta película, en la que Coronado desdobla en dos gemelos al príncipe danés, así como en el fantasma paterno, es evocada por Jaramillo mediante un montaje interdisciplinar donde objetos —estupenda la lorquiana navaja fúnebre que nos recuerda cómo «hiere su perfil», el del muerto—, telón, fotografía, fotogramas, audio —que constituye una pieza en sí misma: Outro ([No] Hamlet)—, textos, noticias de prensa, etc. articulan una poderosa alegoría de las cadenas culturales que producen las obras de arte, de lo efímero y circunstancial de su excelencia, de la relevancia de las lecturas sucesivas que dan vida a cada discurso específico. Jaramillo habla de «repetir un relato ya contado a través de un relato olvidado, un eco que resuena y nos devuelve una imagen fantasmagórica», porque este proyecto es un hogar de espectros, de sueños y derrotas, de arte y tragedia vital en el que el trabajo no ocurre tanto con la propia estructura argumental cuanto con el palimpsesto de referencias que ha recolectado, en la obsesiva e incisiva investigación que le ha permitido generar este revelador universo coral de tiempos, autores, obras y destinos. Así, por ejemplo, la organización misma de la instalación -entre escenario y puesto- filtra el sentido del destino de las cintas de film, guiones, apuntes y documentos de Coronado, perdidos a su muerte, como nos recuerda Jaramillo, por mercadillos londinenses que los abocaran a su dispersión y a su volatilización histórica. Cuando explica su proyecto, Jaramillo entiende la memoria como remix: «una selección de momentos, de hits, de lo que permanece en el tiempo o de lo que un día se mantuvo y ahora es recuperado de una manera nueva, con un nuevo sonido». Lo cual resulta significativo, otra vez, en relación a los modos de trabajo de investigación que nos encontramos no sólo en

el caso de este autor, sino en el tono de fondo de toda esta exhibición. De hecho, las anteriores palabras de Jaramillo sobre su proyecto podrían aplicarse perfectamente al de Antonio R. Montesinos, Hijos del Relax, pues tanto con la memoria de los lugares como con la sucesión de sus relatos, a los que suma el suyo propio, juega este artista, literalmente, del lugar. Montesinos se ha criado en la Costa del Sol y hace de ese territorio de guiris, hoteles, urbanizaciones y vida de playa ámbito tanto de búsqueda plástica como de autorreconocimiento identitario, y para ello se sirve, como decía, de una concatenación de referencias y narraciones al respecto. Ésta comienza tanto por el ya mítico volumen de 1987 de Juan Antonio Ramírez, Diego Santos y Carlos Canal, El estilo del Relax, que dedicaban a tipificar la muy particular arquitectura y modos de diseño producidos a lo largo de la carretera N-340 entre 1953 y 1965, como por su ampliación de 2010 a cargo de Maite Méndez, Pedro Marín e Iñaki Pérez de la Fuente, El relax expandido, de nuevo fotografiado por Carlos Canal. La tan específica identidad arquitectónica y urbanística registrada en estos libros devenía de la conversión de esta franja costera en destino turístico internacional que, en pleno franquismo, supuso un oasis de libertades sin par en el resto del país (al turista una sonrisa). Mas esa conceptualización teórica y documental de los modos plásticos y muy diferenciales de nuestra costa era heredera, a su vez, del célebre Learning from Las Vegas, surgido a raíz del viaje que en 1968 hicieran los arquitectos Venturi, Scott Brown e Izenour, junto a un grupo de sus estudiantes, a la tan peculiar ciudad del estado de Nevada. Y a todo ello adiciona ahora Montesinos su Hijos del Relax, en la forma de una espectacular instalación de pared que, a base de fotografías que ha tomado en su recorrido por edificaciones de toda


Emular la condición de clase por 45 minutos con una copa de cava barato (detalle), de Garcia_Fernández

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La máquina recitadora II: Parar un segundo y seguir (Cap. 2) (detalle), de Delia Boyano



página anterior arriba:

No Hamlet y Outro ([No] Hamlet), de Abel Jaramillo abajo:

Paseo de la Misericordia. Paseos (detalles), de Virginia López-Anido

Hijos del relax, de Antonio R. Montesinos

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Detalle de las obras de Antonio R. Montesinos, Delia Boyano, Abel Jaramillo y Garcia_Fernández

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esta zona marítima, y de piezas escultóricas que remedan algunos de sus detalles arquitectónicos, conforman un archivo subjetivo vigorosamente plástico, poético y reivindicativo de una identidad que se va perdiendo día a día a manos de los actuales modelos extractivos de turismo masivo que arrasan con tan significativo patrimonio físico y social. Un relato, pues, el que nos ofrece Montesinos, que aporta a la exposición otro estrato más de contranarrativas, recolecciones y diagnosis de un grave presente —que Mark Fisher ya definiese como pasto de la «ontología empresarial». De ahí que esta pieza venga a «abrazar» espacialmente el resto de obras de la exposición, abriendo lateralmente el lugar a su paseo

mediante una mise-en-scène general que pretende articular, desde los muy diferentes lenguajes que despliega cada obra, una musicalidad de nuestro tiempo dada por sus coincidencias de intereses y tonalidades críticas colectivas. Este montaje, pues, ha sido orquestado en el espacio como una sinfonía de relaciones temporales y discursivas, y ello determina la aparición y lectura de cada obra. Quizás, los autores no pensaron exactamente esto, pero también quizás tuvieran razón al ser tan generosos con quien suscribe para dejarle componer con sus instrumentos. Toda puesta en escena depende tanto de sus piezas como de su espacio, y aquí he intentado hacer con-

fluir los intereses y los lenguajes de cada cual con las determinaciones de ésta su condición colectiva, de manera que, en vez de aislarse, se retroactiven en el flujo de la perversidad eufónica de nuestra tan extraña contemporaneidad, que nuestros artistas revelan con la agudeza y arrojo que diferencia cada una de sus poéticas. Por eso me gusta pensar esta exposición como una gran pieza de diferenciales de tiempos. Los suyos y los nuestros. Carlos Miranda Comisario de la exposición





Abel Jaramillo Garcia_Fernández Antonio R. Montesinos Delia Boyano Jorge Isla Virginia López-Anido



ABEL JARAMILLO No Hamlet Outro ([No] Hamlet)

En todos los países la muerte es un fin. Llega y se corren las cortinas. En España, no. En España se levantan. Muchas gentes viven allí entre muros hasta el día en que mueren y los sacan al sol. Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo: hiere su perfil como el filo de una navaja barbera. Federico García Lorca, Juego y teoría del duende

La instalación toma como punto de partida la película de 1976, Hamlet. Se trata de la película más recordada e influyente del director Celestino Coronado (Puebla de Sancho Pérez, 1944-Londres, 2014), cineasta que mantuvo estrechas vinculaciones con la música y el tea-


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tro en sus producciones. Desde su llegada a Londres en 1967, Coronado estuvo implicado en la escena underground londinense junto a nombres que pasarían a la historia como David Bowie o Lindsay Kemp. Su película Hamlet fue una producción con escaso presupuesto realizada como práctica final de sus estudios de cine en el Royal College de Londres. En esta adaptación del clásico de Shakespeare, rodada en vídeo y transferida a 16mm, desarrolla una versión psicoanalítica en la que el personaje de Hamlet está duplicado, existen dos Hamlets interpretados por dos hermanos gemelos. Tras su muerte en 2014, gran parte de su producción permanece perdida u olvidada. Cintas de vídeo, rollos de películas, apuntes, guiones o fotografías de su autoría parecen haber desaparecido, esparcidas en algún rastrillo londinense. Entre algunos de sus proyectos no desarrollados estaba la idea de una película sobre un personaje que le obsesionó durante varios años: Starless. «La sin estrella» —como se refería a menudo a este personaje—, era una especie de alter ego fantasmagórico: un director de cine que no había tenido éxito y que había optado por suicidarse. La trama se iniciaba con la imagen de Starless colgando de una viga del techo y se narraban los motivos por los que había decidido suicidarse. De esta forma, el proyecto plantea una revisión de la idea de Hamlet que parte tanto de la versión realizada por Celestino Coronado, como de otras interpretaciones en torno a la obra. La muerte, la imagen del fantasma y la construcción de relatos se abordan en la pieza a través de una práctica híbrida entre el sonido experimental y la instalación. Imaginar un Hamlet sin Hamlet, contar una historia sin cuerpo, una imagen ausente que narra una experiencia sobre los límites de un cine desbordado. Repetir un relato ya contado a través de un relato olvidado. Un eco que resuena y nos devuelve una imagen espectral. La memoria es un remix. O una playlist. Una selección de momentos, de hits, de lo que permanece en el tiempo o de lo que un día se mantuvo y ahora es recuperado de una nueva manera, con un nuevo sonido. Remixear. Volver a contar la historia generando variaciones, proponer nuevos diálogos que no entierren los relatos, sino que los expandan. Dejar fluir la narración en una deriva texto-imagen-sonido-objeto. Hacer hablar a las historias: que el relato lo cuente el fantasma. Repetir Hamlet: un Hamlet, dos Hamlets, todos los Hamlets, ningún Hamlet. Abel Jaramillo. Graduado en Bellas Artes por la UCLM y la UL (Portugal) y Máster en Arte Contemporáneo, Tecnológico y Performativo por la UPV/EHU. Su trabajo se ha mostrado de manera individual en diferentes espacios como el Centro Federico García Lorca (Granada), Galería Estrany -de la Mota (Barcelona), Galería Fran Reus (Mallorca) o Hypercorps (Bruselas). Ha realizado residencias en Las Cigarreras (Alicante), Hangar (Lisboa), L’Estruch (Sabadell), Ruber Contemporanea (Palermo) o Fundación BilbaoArte (Bilbao) y ha sido beneficiario de premios y becas como Ayudas Injuve, Premio Fundación Banco Sabadell AES20 o FACBA 2020.


Abel Jaramillo. No Hamlet y Outro ([No] Hamlet). Exposición La Térmica Creadores 2020


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Abel Jaramillo No Hamlet. (detalle) Exposición La Térmica Creadores 2020

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Abel Jaramillo. No Hamlet. Outro ([No] Hamlet) (detalle). Exposición La Térmica Creadores 2020



Abel Jaramillo. No Hamlet (detalle). Exposición La Térmica Creadores 2020


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Abel Jaramillo No Hamlet (detalle). Exposición La Térmica Creadores 2020

Abel Jaramillo. No Hamlet (detalle). Exposición La Térmica Creadores 2020





GARCIA_FERNÁNDEZ Emular la condición de clase por 45 minutos con una copa de cava barato Cuando me echas de menos y quieres recordarme te duchas con jabón de aroma spa Rizo, greca, sudor

El trabajo que hemos desarrollado durante la residencia en la Térmica y que presentamos, es una instalación compuesta por varias piezas escultóricas y una sonora que parten de una investigación historiográfica entre los espacios de ocio vinculados con el agua destinados a terapias de relajación de la psique y el cuerpo cansado, productivo y reproductivo, haciendo una investigación de su evolución hasta la contemporaneidad.


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Iniciamos este proyecto interesados en los procesos de subjetividad sobre el cuerpo cansado y la burocratización del estrés. Esto nos llevó a generar una analogía entre los espacios destinados a la relajación del cuerpo fatigado desde sus inicios, partiendo en este caso de las termas romanas hasta la actualidad, la evolución del diseño de los instrumentos de auto masaje a escala escultórica, el uso del color, olor o la ornamentación. Los espacios como las termas romanas, balnearios y spa nos sirven de hilo conductor como manera de relajar el cuerpo trabajador como una cura momentánea y placentera con objetivos de rendimiento. El agua nos sirve como canal de curación que hace de hilo conductor entre estos cuerpos en el pasado, presente y futuro. La instalación está compuesta por varias piezas, una de ellas es una performance sonora donde la narrativa genera una ficción donde se plantea la gestión del estrés así como las relaciones mentales y afectivas con el cuerpo cansado planteando una cuestión de clases a la hora de cuidar el cuerpo. Las protagonistas es el agua representada por la diosa Higía romana contemporánea con sus atributos, un albornoz blanco, unas botas de piel de serpiente falsa y una copa de balón. Plantea un relato donde expone un retrato de las paradojas y contradicciones de la sociedad contemporánea tratando conceptos como el falso positivismo, maneras de escapismo como las adicciones, la productividad en el tiempo garantizado, el cambio de las sociedad disciplinada a la sociedad de rendimiento o la resiliencia aplicada al ámbito laboral. Todas la piezas están dispuestas por el espacio a modo de escenografía, parten del lenguaje estético que hemos encontrado en las visitas realizadas a diferentes centros de conservación y yacimientos arqueológicos así como en centros de documentación, en la provincia de Málaga. A partir de ahí hemos imaginado cómo serían las ruinas de un futuro, narrando un porvenir donde los lugares de relajación, los SPA, se muestran como las ruinas de la civilización contemporánea. Garcia_Fernández son Begonya Garcia (1983, Barcelona) y Alfonso Fernández (1983, Sevilla). Licenciados en BBAA por la UB desde 2012. En 2013 estudian el Posgrado Educación y Cultura en la UdG. En 2014/15 cursan el Máster de Investigación y Creación en la UCM. Han mostrado su trabajo en el Centro Cultural de España en Panamá, Arte Lateral , Galería Marta Cervera, Museo Nacional Reina Sofía, Galería Fran Reus, Es Baluard, Da2, Can Felipa, La Laboral, C arte C, Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, Sala Amadís, Sala d’Art Jove, Fundació Antoni Tàpies, Centre d’Arts Santa Mònica, Sala Trama (México), entre otros. Han obtenido premios y becas resaltando, Ayudas a la creación del Ayuntamiento de Madrid, Premio ArteLateral-OpenStudio, Ayudas a la creación contemporánea de la CAM, Premio Hybrid Fest Ambar, Beca Les Clíniques Es Baluard, Can Felipa, Premio XXVI Circuitos, Premio Hamaca-Museo Reina Sofía, Beca Intransit, Premio Creación Injuve, Sala d’Art Jove, Premio Vad-Metrópolis RTVE, entre otros. Han sido seleccionados en numerosos certámenes como Premio Obra Abierta, EAC 2018, Open Studio, La Situación, Premio Arte Joven UCM, entre otros. Han sido residentes el Museo Thyssen, Espacio Oculto, Arte y desarrollo, Fabra i Coats y Nau Estruch. Han impartido workshops en el MNCARS, Museo Thyssen, el CC de España en Panamá, Art Madrid o Injuve entre otros.


Garcia_Fernández  Emular la condición de clase por 45 minutos con una copa de cava barato, Cuando me echas de menos y quieres recordarme te duchas con jabón de aroma spa y Rizo, greca, sudor. Exposición La Térmica Creadores 2020


Garcia_Fernández Cuando me echas de menos y quieres recordarme te duchas con jabón de aroma spa Exposición La Térmica Creadores 2020


Garcia_Fernández Emular la condición de clase por 45 minutos con una copa de cava barato Exposición La Térmica Creadores 2020


Garcia_Fernández Emular la condición de clase por 45 minutos con una copa de cava barato Rizo, greca, sudor Exposición La Térmica Creadores 2020


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Garcia_Fernández Rizo, greca, sudor Exposición La Térmica Creadores 2020

Garcia_Fernández Cuando me echas de menos y quieres recordarme te duchas con jabón de aroma spa Exposición La Térmica Creadores 2020





ANTONIO R. MONTESINOS Hijos del relax

En esta muestra se presenta la primera fase de Hijos del Relax, un proyecto que analiza, a través de su arquitectura, la profunda trasformación urbanística que ha sufrido la Costa del Sol. Trasformación que ha afectado, no solo a su territorio y a sus estructuras socio-económicas, si no también a la identidad de sus habitantes. La implantación de la industria turística en la costa de Málaga comenzó en la segunda mitad de la dictadura, generando una gran cantidad de empleo y atrayendo a la población del interior. Este es el caso de mi familia, que emigró


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desde Ronda a Fuengirola durante los años 70. Mi vida se ha desarrollado, por tanto, en un contexto repleto de hoteles, chiringuitos y urbanizaciones. Aspectos que considero a un mismo nivel identitario que otros elementos folclóricos más tradicionales. El «boom turístico» propició además la introducción de una serie de estilos arquitectónicos ligados al Movimiento Moderno. Estos llegaron tarde y en forma de aluvión, adoptándose a la vez estilos como el racionalismo, el brutalismo, el surrealismo o el organicismo, así como los primeros atisbos de posmodernidad. Este conglomerado de estilos se denominó años después como «estilo del relax», término que utilizó el artista Diego Santos para denominar una serie de edificios, muebles y objetos decorativos relacionados con la industria turística. Esta selección sirvió a Santos, con la ayuda del fotógrafo Carlos Canal y el historiador Juan Antonio Ramírez, para dar forma al libro-catálogo y a la exposición El estilo del relax (N-430. Málaga, h. 1953-1965), que tuvo lugar en el Colegio de Arquitectos de Málaga el año 1987. Para su publicación Santos, Ramírez y Canal recorrieron la N-340 desde Málaga a Estepona, de forma similar a como Robert Venturi, Steven Izenour y Denis Scott Brown lo hicieron por el strip de las Vegas en 1968, recorrido del cual surgió el libro Aprendiendo de Las Vegas (1972) Con el paso del tiempo Estilo del Relax se ha convertido en uno de los primeros intentos de valorar la arquitectura del ocio en Málaga. Este libro fue después ampliado con El relax expandido: arquitectura turística de la Costa del Sol (2010), coordinado por Tecla Lumbreras, donde también participa Pedro Marín e Iñaki Pérez de la Fuente y en donde Maite Méndez Baiges relevó a Juan Antonio Ramírez. El proyecto parte de un posicionamiento autobiográfico para recorrer de nuevo, casi cuarenta años después, la N-340 desde Málaga a Estepona, tomando el testigo de Santos, Ramírez y Canal. El objetivo final es enfrentarme a esta profunda trasformación territorial que ha marcado mi propia identidad, analizando su influencia y reivindicando este estilo bastardo como parte de nuestro patrimonio colectivo. El proceso de trabajo se ha basado en la documentación de la mayoría de los edificios catalogados en El estilo del Relax y en El relax expandido, generando un archivo en proceso, amateur e inconcluso. Esta es la razón por la que se ha optado por un sistema de sujeción basado en imanes. Estos imitan las plantas y los detalles arquitectónicos de los edificios documentados, siguiendo una estética similar a las planchas fresadas que también se muestran. Estos imanes son además una forma de apelar al souvenir y una estrategia para mostrar un archivo visual que cambiará y se ampliará en un futuro.

Antonio R. Montesinos Montaje de la obra Hijos del relax Exposición La Térmica Creadores 2020

Antonio R. Montesinos es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y Máster en Artes Digitales por la la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona). Ha presentado su obra en espacios como La Centrale électrique (Bruselas), Centro EX-TERESA (México), Naturkundemuseum (Berlin), Städtische Galerie (Bremen), La Casa Encendida (Madrid), Matadero (Madrid), CAAC (Sevilla), Centro José Guerrero (Granada), Centro de Arte Santa Mónica (Barcelona), EACC (Castellón) o MUA (Alicante). Ha participado en ferias como ARCO (Madrid), Estampa (Madrid) o The Manchester Contemporary (Manchester). En la actualidad su trabajo está representado por la galería Isabel Hurley. páginas derecha y doble siguiente

Antonio R. Montesinos Hijos del relax Exposición La Térmica Creadores 2020




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Antonio R. Montesinos Hijos del relax (detalles) Exposición La Térmica Creadores 2020

Antonio R. Montesinos Hijos del relax (detalles) Exposición La Térmica Creadores 2020






D E L I A B OYA N O La máquina recitadora II: Parar un segundo y seguir (Cap. 2)

La piratería es una práctica de bandolerismo marítimo tan antigua como la navegación misma, pero cuya edad de oro comienza en siglo xvii, es decir, los inicios de la era global. The Pirate Project parte de la noción histórica y mítica de la figura del “pirata” para introducirla en el presente. Esta actualización de una práctica histórica me permite establecer relaciones entre dos tiempos cronológicos distintos, así como reflexionar acerca de los objetivos y localización de la piratería en la actualidad. Mientras en el pasado estos bandoleros marítimos navegaban durante meses en busca de prosperidad y dejaban atrás Europa para encontrar aventuras en el nuevo continente; ahora, el ciudadano desplazado que


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vive con trabajos precarios, sueldos de miseria, y sufre la violencia institucional, se convierte en el nuevo pirata, el ladrón del tesoro, clara muestra de las vulnerabilidades de la sociedad contemporánea. Vive desplazado con respecto al tiempo, el espacio o la identidad: el desempleado, el inadaptado, el inmigrante, el rechazado. Dentro del marco conceptual de The Pirate Project, se desarrolla La máquina recitadora 2: para un segundo y seguir que, como su nombre indica, es la segunda máquina gestada a partir del mismo concepto de artilugio para recitar. Cantastoria, canta historia, picture reciter o story- singer son solo algunos de los nombres que definen la figura del artista callejero que contaba una historia por medio del gesto y la imagen. Esta forma teatral, estrechamente ligada a la tradición oral y al folclore, utilizaba la pintura, la estampación o el dibujo sobre distintos soportes para relatar batallas, milagros, leyendas de héroes lejanos, noticias o crímenes. En esta máquina contemporánea, las telas bordadas se inspiran en distintos grabados de diarios de navegación de piratas históricos, pero conectan directamente con el ahora, tratan de establecer vínculos entre la figura alegórica del pirata como símbolo romántico del aventurero marginado con el individuo que se ha mudado fuera del sistema y no tiene intención de volver. Narrativa latente, partitura abierta para infinitas coreografías e interpretaciones. Las dos piezas se conciben como cajas de madera que encapsulan el tiempo en un elemento estático, pero dentro de las cuales habita una performance por activar: tensión impaciente ante la llegada del artista ambulante que ha de seguir las ambiguas instrucciones escritas. Las piezas existen a medio camino entre lo matérico y artesanal —entendida esta labor como la alternativa a la banalidad del producto de masas que plantea Richard Sennet—, y el pálpito de que en cualquier momento la acción va a comenzar. «Parar un segundo y seguir», leemos en la tipografía negra de las tapas, detenerse a tomar consciencia de nuestro contexto pero no dejarnos paralizar nunca por el miedo. La «estética migratoria» de un mundo donde «el propio movimiento es un signo no sólo de la situación del individuo sino también de la impotencia, donde no queda otra opción sino moverse» (Durrant y Lord, 2007: 11). Delia Boyano (Málaga, 1994) es graduada en Bellas Artes (2016) por la Universidad de Málaga, y tiene un Máster en Performance Design and Practice en Central Saint Martins College of Arts and Design (Londres, 2018). En su curriculum destacan sus dos exposiciones individuales, La corona de la Reina (Sala de exposiciones de la facultad de Bellas Artes de Málaga, 2017) y The Cucumber Sandwich Club (Galería JM, Málaga, 2017). Además, ha sido seleccionada para participar en ciclos de performance como JMenvivo (Galería JM, Málaga, 2019), así como en diferentes exposiciones grupales: Between Monochrome and Kitsch (Centro cultural MVA, Málaga, 2019), Cómo se Cuentan las cosas (Sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Málaga, 2017), A minute Ago (Zabludowictz Collection, Londres, 2018). También ha podido disfrutar de residencias como La Térmica Creadores 2020 y de becas de investigación como la beca de Artista Residente de posgrado UMA 2019-2020. Entre otras residencias europeas destacamos la residencia para artes escénicas en el Rabbithole Theatre (Atenas, 2017). En 2019 recibió el tercer premio en el Certamen Málaga Crea de Artes visuales.


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Delia Boyano  La máquina recitadora II: Parar un segundo y seguir (Cap. 2) (detalle) Exposición La Térmica Creadores 2020


Delia Boyano  La máquina recitadora II: Parar un segundo y seguir (Cap. 2) (detalle) Exposición La Térmica Creadores 2020


Delia Boyano  La máquina recitadora II: Parar un segundo y seguir (Cap. 2) (detalle) Exposición La Térmica Creadores 2020


Delia Boyano  La máquina recitadora II: Parar un segundo y seguir (Cap. 2) (detalle) Exposición La Térmica Creadores 2020


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Delia Boyano  La máquina recitadora II: Parar un segundo y seguir (Cap. 2) (detalle) Exposición La Térmica Creadores 2020

Delia Boyano  La máquina recitadora II: Parar un segundo y seguir (Cap. 2) (detalle) Exposición La Térmica Creadores 2020





JORGE ISL A Panorama Billions of Bitcoins

Panorama (impresión sobre PVC) y Billions of Bitcoins (vídeo HD) se definen como una instalación desarrollada durante el diseño de la exposición La Térmica Creadores 2020, compuesta por una estructura de carteles recuperados de la urbe durante el único mes de residencia que me encontré en La Térmica, y una pieza de video en loop desarrollada durante los meses de confinamiento que toma como punto de partida la revaluación que adquiría el Bitcoin como un valor seguro, debido a las inversiones que realizaban las grandes empresas e instituciones frente a la caída de ingresos que tenía la población en general, y la devaluación del precio del dinero físico por la mayor impresión, la falta de confianza en la economía local o en su estabilidad.


Mediante su formalización, ambos proyectos funcionan de forma autónoma; no obstante, debido a los condicionantes expositivos, se han trabajado en conjunto de forma instalativa ya que, conceptualmente, ambos presentan una relación recíproca basada en una serie de relaciones de poder, económicas y sociales: los préstamos de dinero fraudulentos y un tipo de moneda virtual. A través de la obra se proponen dos formas de hacer: una deriva por la periferia de Málaga apropiándome de una serie de cárteles de créditos fraudulentos, y una pieza de vídeo de construcción CGI. Éstas, debido a su disposición, entran en tensión debido a su naturaleza plástica, aunque, en lo que respecta a su fisicidad, proponen un tipo de photocall o falsa ficción donde ese capital simbólico desaparece de la vertical del paño expositivo, fundiéndose en el plano horizontal sobre el cual se sustenta y tambalea el ser humano. Una obra, o una declaración de intenciones, que funciona como un estado de la cuestión o una fotografía fija del estado actual de una sociedad. Un símbolo que explora las complejidades económicas actuales: ¿Cómo determinamos el precio de los bienes? ¿Cómo mantenemos a los clientes? ¿Cómo aumentamos el rendimiento y creamos valor? ¿Cómo ganamos un máximo en poco tiempo con riesgos mínimos?, etcétera. Preguntas a las intentamos dar respuestas, señalando de forma inconsciente el atractivo del dinero y su poder como modelo integrador o desintegrador, y cómo éste posee una fuerza y violencia que es exclusivo por naturaleza.

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Jorge Isla, Huesca, 1992. Actualmente reside en Bilbao. Graduado en Comunicación Audiovisual por la Universidad San Jorge de Zaragoza y Máster de Producción Artística en la Universidad Politécnica de Valencia. Ha recibido la becas VEGAP 2015, V Encontro de Artistas Novos (2015), la residencia en el College d’Espagne à Paris gracias al MECD (2017), Bilbaoarte (2018), el Premio Javier Rosón de la Fundación Ankaria a mejor libro de artista (2019), el 1º Premio de la Muestra de Arte Joven de la Rioja (2019), el premio de adquisición de obra de la Sala Brocense (2019), La Térmica (2020) y Ayudas para la investigación, creación y producción artística del MECD (2020). Su obra ha sido expuesta de forma individual en La Rambleta (Valencia, 2020), Galeria Presente (Porto, 2020), Museo de Historia Natural de Valencia (2018), Photoespaña (2017), en Kir Royal Gallery (2017), en la XV Bienal de Fotografía de Córdoba (Córdoba, 2017), en la Galeria Antonia Puyó (Zaragoza, 2017) y CentroCentro Cibeles (Madrid, 2016). Ha participado en exposiciones colectivas en el CDAN (Huesca), Art Marbella (Málaga), Photo London Art Fair (Londres), Unseen Art Fair (Amsterdam), JustMad (Madrid), Estampa Art Fair (Madrid), Art Lima (Lima), Museo Centro del Carmen de Valencia, Galería Kir Royal (Madrid), Galería A del Arte (Zaragoza), MuVIM (Valencia), Loop Festival (Barcelona, 2016), etc. Finalmente, como gestor, forma parte del equipo editorial de Graffiti Removals, el archivo de imágenes participativo de graffitis borrados más grande del mundo.


Jorge Isla  Panorama y Billions of Bitcoins. Exposición La Térmica Creadores 2020


Jorge Isla  Panorama (detalle). Exposición La Térmica Creadores 2020


Jorge Isla  Panorama y Billions of Bitcoins. Exposición La Térmica Creadores 2020


Jorge Isla  Montaje de las obras Panorama y Billions of Bitcoins. Exposición La Térmica Creadores 2020


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Jorge Isla  Panorama y Billions of Bitcoins (detalle). Exposición La Térmica Creadores 2020

Jorge Isla  Panorama y Billions of Bitcoins. Exposición La Térmica Creadores 2020





VIRGINIA L Ó P E Z- A N I D O Paseo de la Misericordia Paseos

Walkers are ‘practitioners of the city,’ for the city is made to be walked. A city is a language, a repository of possibilities, and walking is the act of speaking that language, of selecting from those possibilities. Just as language limits what can be said, architecture limits where one can walk, but the walker invents other ways to go. (Los caminantes son ‘practicantes de la ciudad’, porque la ciudad está hecha para caminar. Una ciudad es un idioma, un depósito de posibilidades, y caminar es el acto de hablar ese idioma, de seleccionar entre esas posibilidades. Así como el lenguaje limita lo que se puede decir, la arquitectura limita el lugar donde se puede caminar, pero el caminante inventa otras formas de hacerlo.) Rebecca Solnit


If it is a human thing to do to put something you want, because it’s useful, edible, or beautiful, into a bag, or a basket, or a bit of rolled bark or leaf, or a net woven of your own hair, or what have you, and then take it home with you, home being another, larger kind of pouch or bag, a container for people, and then later on you take it out and eat it or share it or store it up for winter in a solider container or put it in the medicine bundle or the shrine or the museum, the holy place, the area that contains what is sacred, and then next day you probably do much the same again-if to do that is human, if that’s what it takes, then I am a human being after all. Fully, freely, gladly, for the first time. (Si es algo humano poner algo que desea, porque es útil, comestible o hermoso, en una bolsa, o en una canasta, o un trozo de corteza u hoja enrollada, o una red tejida con su propio cabello, o qué tienes, y luego llévalo a casa contigo, siendo el hogar otro tipo de bolsa o bolsa más grande, un recipiente para las personas, y luego lo sacas y lo comes o lo compartes o lo guardas para el invierno en un contenedor de soldados o ponerlo en el paquete de medicinas o en el santuario o en el museo, el lugar sagrado, el área que contiene lo sagrado, y al día siguiente probablemente hagas lo mismo otra vez, si hacerlo es humano, si eso es lo que se necesita, después de todo soy un ser humano. Totalmente, libremente, con alegría, por primera vez.) Urusula K. LeGuin You pile up associations the way you pile up bricks. Memory itself is a form of architecture.

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(Usted acumula asociaciones de la misma manera que apila ladrillos. La memoria en sí misma es una forma de arquitectura.) Louis Bourgeois

Paseo de la misericordia empezó como una investigación que pone en relación formas abstractas y las estructuras texturizadas. La intención del proyecto fue a buscar recursos tangibles que nos relacionen en un espacio físico o imaginativo. A través de este trabajo busqué cómo de-construir, re-imaginar y cuestionar lo percibido con la intención de traducir, trasladar y articular los momentos singulares. Sin querer resolver el sujeto de una forma; el proyecto estudia las relaciones que existen allí. En Málaga, utilicé el espacio urbano como un laberinto para explorar y de-construir un ecosistema de materias crudas y arquitectónicas. Al experimentar con el espacio y las formas, mi proceso se convirtió en una animación de notas fotográficas y escultóricas. Seguí moviéndome por los espacios presentes para redefinir los momentos de curiosidad. Al final del proyecto mi proceso toma forma en un vídeo, en un encuentro solitaria. Virginia López-Anido se graduó de Studio Art en el prestigioso Bard College de Estados Unidos. Su trayectoria artística orbita en torno al collage, la escultura, el mixed media y el arte textil (fiber art). En base a su formación académica, su producción toma elementos del post-minimalismo, el expresionismo abstracto y el art brut, tendencias que agrupa siempre bajo el denominador común del femenismo, el cuerpo y la identidad de género. Fue premiada con el Bard College Studio Arts Award en 2015 y recibió también la beca Fund for Visual Learning, destinada a financiar su proyecto de tesis.


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Virginia López-Anido  Fotograma de Paseo de la Misericordia. Exposición La Térmica Creadores 2020


Virginia López-Anido  Paseos. Exposición La Térmica Creadores 2020



Virginia López-Anido  Paseos. Exposición La Térmica Creadores 2020

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Virginia López-Anido  Fotograma de Paseo de la Misericordia. Exposición La Térmica Creadores 2020

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diputación de málaga presidente

J. Francisco Salado Escaño vicepresidenta iv, diputada delegada innovación social y despoblamiento

Natacha Rivas Campos director de la térmica

Salomón Castiel

La Térmica Diputación de Málaga Av. de los Guindos, 48.  29004 Málaga t. 952 069 100 | f. 952 239 780 www.latermicamalaga.com


catálogo

exposición

derechos exclusivos de esta edición

producción

La Térmica / Diputación de Málaga

Centro Cultural La Térmica / Diputación de Málaga

distribución

comisariado

Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga

Carlos Miranda Mas

fotografías originales

coordinación de la exposición

La Térmica / Jorge Isla

Martín Moniche Ferrer Centro Cultural La Térmica / Diputación de Málaga

artistas

Abel Jaramillo Garcia_Fernández Antonio R. Montesinos Delia Boyano Jorge Isla Virginia López-Anido

diseño gráfico

textos

montaje

Carlos Miranda Mas Antonio R. Montesinos Delia Boyano Jorge Isla Abel Jaramillo Virginia López-Anido García_Fernández

Artemontaje y los autores

Miguel Gómez Peña Centro Cultural La Térmica vinilos

Mora Digital

coordinación comunicación

Antonio Rodríguez Centro Cultural La Térmica

diseño y maquetación

Miguel Gómez Centro Cultural La Térmica imprime

Imagraf isbn

978-84-17457-38-9 dl  MA 186-2021

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotografía sin permiso previo del editor. El editor quiere agradecer la autorización recibida para reproducir los textos e imágenes protegidas de esta publicación y manifiesta haberse puesto en contacto con los propietarios de los derechos de los textos e imágenes protegidas.

latermicamalaga      @latermicamlg      @latermica hashtag #creadores2020 www.latermicamalaga.com



El catálogo LA TÉRMICA CREADORES 2020 se terminó de imprimir en Málaga, en los talleres Imagraf el 24 de febrero de 2021





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