'Marisol: el resplandor de un mito', fotografías de César Lucas

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CÉSAR LUCAS fotografías

MARISOL

El resplandor de un mito





MARISOL

El resplandor de un mito CÉSAR LUCAS Fotografías



MARISOL

El resplandor de un mito

CÉSAR LUCAS Fotografías

La Térmica – Málaga 30.04.2015 – 23.07.2015 Sala 017



PRÓLOGO

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ace poco más de siete años fui a visitar a César Lucas en su despacho de la revista Viajar del grupo Zeta en la que aún trabajaba. El fotoperiodismo ha sido su arte y su vida. Cuando miramos sus fotos para seleccionarlas y le digo: «esta tiene un magnetismo y una serenidad que me sobrecogen, es buenísima», él me dice que no se considera artista, sino fotógrafo de encargo. Sea como fuere que se quiera autodenominar, César Lucas ha retratado a un sinfín de personalidades famosas, y entre ellas a Marisol. Precisamente por retratarla tantas veces se convirtió casi en su fotógrafo fetiche y colaboraron en numerosas ocasiones, tantas que tiene una gran colección de retratos que pensé había que recoger en una exposición por dos motivos: por homenajearle a él como el artista que supo captar su alma en el momento de hacer cada foto, y a ella, que supo entregar ese alma con generosidad en cada una de esas fotos, y porque es una gran actriz, toda una iconografía del cine español, a la que creo que hay que darle las gracias por habernos deleitado con su talento. Detrás de cada una de estas fotografías está la memoria de César, el cómo las hizo y el cuándo de un relato apasionante y apasionado. Me quiero olvidar de la tecnología que ciertamente ha revolucionado el oficio del fotógrafo con la era digital y centrarme en la auténtica importancia del retrato, de esa cercanía entre el fotógrafo y su modelo, de ese filtro de humanidad por parte de ambos. Con toda su experiencia, César Lucas sigue poniéndose nervioso cuando piensa que va a enseñar su obra, un pedacito de su obra que le emociona. Dice que no quiere ser el protagonista, dice que la protagonista es ELLA, la Pepa. César Lucas habla de ella desde el respeto y el cariño, el mismo que entregó al disparar su cámara, y yo ahora os invito a que seáis un poco voyeurs y disfrutéis de este maravilloso testimonio: sus fotografías, su filosofía de vida. Sylvie Imbert Comisaria de la exposición

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MUCHO MÁS QUE UNAS FOTOS

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álaga. La ya olvidada actriz camina arrastrando la vida con la mirada perdida en el asfalto. César Lucas se cruza con ella y le basta una fracción de segundo para recordarla en todo su esplendor, como si una invisible cámara se hubiera puesto ante sus ojos devolviéndole en plenitud a esa mujer que hoy nadie parece reconocer. Duda unos instantes, la llama con un susurro y añade como temiendo que ni el recuerdo se haya salvado del aparente desastre: «Soy César Lucas»... Y ahí las imágenes de mi archivo, que no es fotográfico sino sentimental, se confunden entre lágrimas, un abrazo infinito y el temblor de una voz que me dice casi ahogándose «es el hombre que más guapa me ha sacado nunca...». Roma. Acabamos de aterrizar en Fiumicino buscando las negritas de un reportaje sobre atracadores internacionales. Mientras nos dirigimos a las puertas de salida, César, tal cual si sobrevolara la barahúnda del aeropuerto, ha visto que allá a lo lejos hay más tumulto del normal y que el motivo no es otro que el rodaje de una película. «No puede ser». «¿Qué?». Unos segundos más tarde, y mientras el equipo de rodaje espera, fotógrafo y actriz principal se olvidan del resto del mundo mientras se ponen al corriente de sus vidas después de tanto tiempo sin verse. Madrid. La famosa cantante sigue las instrucciones de César. Está desnuda. En un determinado momento le pregunta si tiene hijos. «Sí». «¿Y saben que hoy hacías este reportaje?». «Sí». «Pues seguro que te envidian». A lo que él, según me cuentan, responde con ese hablar pausado que tiene y que a veces dice más con los gestos que con las palabras, que sus hijos no le envidian sino que le admiran, y ahora, señorita, póngase así, muy bien, el hombro izquierdo un poco atrás... ¡fantástico! A los pocos meses de nacer Interviú yo conocí a César Lucas en una cena de la redacción en Madrid. Para mí, aspirante no ya a trabajar en lo mío sino sencillamente a tener

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un trabajo, el momento era importante. Sin embargo, lo que conté al llegar a casa fue que había estado con César Lucas, y esa admiración hacia el hombre que encendió la mecha del despegue fulgurante de Interviú, con sus inolvidables fotos de Pepa Flores, se ha mantenido siempre. Por su trabajo y por él. Porque resulta difícil, y para mí imposible, que detrás de un gran profesional no haya una mejor persona. Porque si todos somos necesarios pero nadie es imprescindible, tratándose del medio en el que he publicado durante treinta años creo que no me equivoco si digo que nada hubiera sido lo mismo sin César Lucas. Porque con su «oficio de mirar» ha plasmado algunas de las imágenes más relevantes de las últimas décadas. Porque los años no han podido con su trabajo mientras que el de todos los que compartimos con él afanes y pasiones ha ido languideciendo camino del olvido. Porque César Lucas es el nombre que figura al pie de las fotos de Marisol, pero es mucho más que eso: tanto, como el notario fiel de una gran parte de nuestra historia reciente. 10

Pepe Calabuig Periodista


UN VIAJE POR LA ESENCIA DE MARISOL

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ntre las luces afrodisíacas de los sueños, Marisol permanece eterna cumpliendo la eucaristía mística de los que conocen las verdaderas razones. Su belleza inmarcesible, distante y cercana a la vez, se enseñorea en el sueño romántico de los que permanecen clavados en las retinas de una sociedad que vive contemplando a unos referentes que no siempre llegan por el camino de la coherencia. Marisol o Pepa, que son parte del juego lírico de un triunfo no elegido, rescatan la esencia de lo que para muchos supone ser una estrella en toda la dimensión de su significado. Una personalidad única que bebe en las raíces de lo popular, pero que mantiene un discreto idilio con los placeres de una élite intelectual y artística que la colocan en un puesto de privilegio que nadie ha podido ocupar desde su irrupción en la cultura cinematográfica y musical en su más tierna infancia. Sin duda, César Lucas, uno de los fotógrafos de referencia del pasado siglo, es quien mejor ha conseguido mostrar el alma de Marisol a través de unas fotografías que tratan de viajar al magnetismo de un icono cinematográfico que se convierte, en cada una de sus instantáneas, en la proyección del deseo de la mayoría, de lo que significa estar al otro lado del espejo. Con esta exposición podemos disfrutar de un impactante recorrido por los perfiles de una diva atemporal que transita por los sueños literarios de un fotógrafo que consigue transformar cada imagen en la mejor metáfora de la existencia. La evolución cronológica de estas fotografías nos manifiesta el sofisticado sentido que tiene su autor al plasmar la realidad en el trapecio de sus propias inquietudes. César Lucas pide permiso para asomarse al verdadero balcón de los paisajes de la protagonista, que cede un lugar de privilegio para que la perspectiva y los matices de su personalidad puedan ser plasmados sin concesiones a lo superfluo. Así transitaremos, gracias a este pasaporte de excepción, por los estados de ánimo de Pepa que se reflejan a través de las miradas en las que se puede llegar al profundo latir de un ser humano que siempre

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ha estado en una incansable búsqueda, solamente equiparable a las heroínas de la historia que peleaban por avanzar en el camino de una existencia que casi nunca era grata. La actitud camaleónica de una Marisol que puede transformarse en cuantas mujeres desee, muestra el animal interpretativo que lleva dentro. Más allá de las palabras de Orson Welles o Bertolucci, que la calificaron como un verdadero fenómeno cinematográfico, la actriz es capaz de dar otra vuelta de tuerca a lo que debe significar la presencia ante la cámara de una verdadera diva de la imagen. Su actitud rebelde y mística se funde con el deseo de saltarse todas las barreras de una sociedad claustrofóbica que no permite la respiración natural. Y eso es, precisamente, otra de las cosas que César consigue, encabalgarse en la cima de una naturalidad irreverente en el mejor concepto de la belleza del sentimiento. Una profunda nostalgia recorre nuestro interior al contemplar la historia en imágenes de aquella niña prodigio que conquistó al mundo entero demostrando que, además de ser una estrella, sabía ser un verdadero referente social. Los arabescos de la fortuna la colocaron en un ojo del huracán engañoso por el que jamás se dejó seducir y al que siempre mantuvo alejado de las habitaciones más íntimas. César Lucas, como un prestidigitador de las circunstancias, se sitúa con su objetivo audaz en un punto que demuestra que la coherencia nunca deja de ser la verdadera carta de presentación. Así, de puntillas, y sin temor al precipicio consigue las luces de una metáfora que, quizás ahora, con la perspectiva temporal, tenga más sentido que nunca. Los perfiles y las dimensiones de la naturaleza más salvaje de Marisol conviven en el huracán de una inocencia que nos seduce a cada instante, consiguiendo por fin, en el titubeo de nuestras retinas el verdadero valor de lo social. La suma de todos los contenidos visuales obtiene como resultado un verdadero guión de cine que contiene todos los posibles arcos interpretativos que se manifiestan con sentido dinámico del austero conocimiento. Ahora, con esta exposición y en primera línea debemos abandonarnos a la seducción que ambos artistas producen en nuestras emociones más auténticas. La superficie del océano convulso de nuestros miedos


encontrará la posibilidad de descifrar algunos enigmas que habíamos olvidado por la imposibilidad. De la mano de los dos, y por la simbiosis que en su momento mantuvieron al establecer un maravilloso pacto con la vida en imágenes, Pepa Flores y César Lucas nos abren las puertas de la luz que tiene que existir frente a la puesta en escena que supone inmortalizar un momento que cobra su mayor trascendencia. El fenómeno de la belleza consigue en cada una de las fotografías traspasar la frontera de lo que podríamos considerar la realidad tangible. Un delirio imaginativo enaltece las secuencias de unos momentos en los que somos conscientes de la posibilidad de lo eterno si contamos con los cristales adecuados. Las luces y sombras se perfilan en cada mirada, en cada gesto, en cada actitud de la Marisol más onírica y sin miedo a las circunstancias. Las leyendas medievales de las damas y de los caballeros cobran su mejor dimensión en este binomio inseparable entre la actriz y el fotógrafo que se olvidan de su relación profesional para abandonarse a la reflexión de la auténtica existencia. No solamente debemos conformarnos con la mirada fugaz de la costumbre, con la huida ante las verdaderas razones, con el monótono letargo que nos provoca el hastío feroz de una vida que nos consume la bahía de lo perdido. Podemos, gracias a ellos, permitirnos un paseo por los verdaderos placeres que supone el posicionamiento ante la vida sin temor a la batalla. El pentagrama de los impulsos también está presente en cada fotografía que cobra una plástica inusual en el terreno de la creación. Como si fuese un pintor retratista César alcanza una dimensión casi mágica en cada planteamiento que nos presenta. Es la hora de escuchar cada mensaje y detenernos en los oráculos. La chica del Molino Rojo juega a la ruleta de la fortuna convirtiéndose en el mejor talismán que podemos encontrar ante el abismo. Tampoco la música permanece alejada de estos valiosos documentos fotográficos que como una sinfonía cambian los ritmos al ser transportados. La clave está en la posibilidad de posicionarse en medio de los estados de ánimo más convulsos de la estrella. Sin duda, podemos percibir que Marisol y

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Pepa han crecido con César Lucas ante la parábola de los deseos de la muchedumbre que manifestaba ansiosa sus ganas de poseerla, de una u otra forma. La diva y el fotógrafo han descifrado el sortilegio permitiendo que el público pueda disfrutar de su esencia sin fagocitarla. El sentimiento de las raíces profundas de lo folclórico convive con la naturaleza de los perfiles cosmopolitas en un terreno tratado desde la complacencia autocrítica. Solamente un profundo conocimiento de la materia hace posible este juego de lenguajes alejado de la actitud simplista de otros profesionales. Estamos ante unas fotografías que muestran con soltura el movimiento de una mujer que en un momento determinado escogió alejarse de su vida pública y de los clamores del mayor éxito para disfrutar de la sencillez de lo cotidiano, respirando la profundidad de su mar malagueño que supo imprimir carácter a cada uno de sus requiebros. Pepa siempre quiso ser libre y ese legado universal supo transmitirlo en cada uno de sus trabajos aunque ella no lo supiese. No importa el paso de los años, el abandono de las costumbres, la caída de la lluvia sobre unos rostros que nunca permitieron ser marionetas en la hoguera de las vanidades. Cada mañana se convierte en la posibilidad de volver a sentir los deseos, de disfrutar de todos los segundos de la existencia como si fuesen los últimos sin temor a las represalias. Solamente podemos sentirnos privilegiados al contemplar la evolución de Pepa, de princesa a testigo, de erigirse en una eterna Mariana Pineda que siempre estará dispuesta a sacrificarse en favor de unos ideales que traen consecuencias. Respiremos profundo y disfrutemos de la contemplación de los valores que existen detrás de cada una de las fotografías. José Aguilar Biógrafo de Pepa Flores


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Fin de la adolescencia 1964 [40 × 40 cm]


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Serie de cuatro fotos tomadas en el puerto y las playas de Cádiz durante el rodaje del programa musical «360º en torno a Marisol», dirigido por Valerio Lazarof y estrenado en TVE en 1972. La primera (arriba) fue elegida portada de El País Semanal del 18 de julio de 1999 [75 × 110 cm] páginas 19 y 20 [75 × 50 cm] página 21 [75 × 110 cm]


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La serenidad de la belleza [85 Ă— 125 cm]



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Encuentro de la mirada [75 × 50 cm]

Fotografía utilizada para una portada de Grandes Éxitos de Marisol  [75 × 50 cm]


Fotografía elegida para la portada del single Ven, ven / Mi Propia Ley 1973  [75 × 50 cm]


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En memoria de un recorrido de dos meses por el País del Sol Naciente 1966 [60 × 60 cm]



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Juegos de niña [60 × 60 cm]



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Marisol en su única experiencia teatral, con José M.ª Rodero. Fotografías tomadas durante los ensayos de la obra Quédate a desayunar dirigida por Jaime Azpilicueta y estrenada en Madrid en el Teatro Marquina el 30 de noviembre de 1973 < [30 × 45 cm] > [75 × 50 cm]


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Todo un símbolo de libertad Fotografía realizada en 1970 y publicada como portada de Interviú el 2 de septiembre de 1976 [75 × 51 cm]



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Princesa con sombrero [60 Ă— 116 cm]



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< Vestida de Cleopatra para el número musical Carola de día, Carola de noche 1969 [60 × 49 cm]

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Vestida de novia para las pruebas de la película Las cuatro bodas de Marisol estrenada en agosto de 1967 [50 × 61 cm]


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< Vestida de japonesa 1966 [60 × 49 cm]

> Puerto de Cádiz 1972 [75 × 50 cm]


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Regreso de Carnaval, playa de Brasil, febrero de 1972. Portada de Sรกbado Grรกfico [75 ร 101 cm]




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En la costa malagueña, tierra de sus raíces [60 × 89 cm]


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Divertimiento en el estudio [60 Ă— 60 cm]



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Fotografía portada de LP 1973 [75 × 50 cm]


Seducciรณn cubierta [75 ร 50 cm]


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Serie de fotografías de moda para una revista italiana, sin publicar páginas 48, 50 y 51 [75 × 50 cm] páginas 49 [100 × 67 cm]




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Exotismo velado y transparencias [75 Ă— 50 cm]


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Dulzura entre flores 1973 [75 × 50 cm]


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Baile en cancรกn [75 ร 50 cm]




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Marisol ya no es una niĂąa [50 Ă— 75 cm]


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Brillo de una mirada 1967 [40 Ă— 40 cm]



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Fotografía para la discográfica Zafiro Tu nombre me sabe a hierba [40 × 40 cm]



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Portada del single Quédate a desayunar Canción compuesta por Camilo Sesto 1973 [40 × 40 cm]



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Portada de LP Grandes Éxitos [40 × 40 cm]




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Entrada en la juventud 1965 [40 Ă— 40 cm]



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< Calendario de Fotogramas 1972 [40 × 40 cm] > Un rayo de luz, una vez más [75 × 50 cm]


Última sesión de fotografías de César Lucas con Marisol Madrid, abril 1974 [75 × 50 cm]


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Ilusiรณn por la maternidad 1971 [75 ร 50 cm]


Estética estática [75 × 50 cm]


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Tengo el corazรณn contento [75 ร 50 cm]


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Expresando lo sofisticado [75 Ă— 50 cm]




Montaje de fotografĂ­as durante una sesiĂłn de fotos, Madrid


© César Lucas Abreu

Retrato de César Lucas César Lucas inició su carrera en 1957 en la agencia Europa Press y ha trabajado en numerosos medios de prensa gráfica como ABC, Fotogramas, Hola, Paris Match, Le Figaro, Marie Claire, Oggi, Stern, Bild an Sontag, Life, Harper’s Bazaar, National Enquirer, El País, Time, Corriere de la Sera, Interviú, y Viajar entre otros. Es titular de los prestigiosos Premio Fotógrafo del Año del Club Internacional de Prensa, en 2006 y Premio Alfonso Sánchez García de Periodismo Gráfico, en 2008.


Testimonio único de una década de colaboración entre dos artistas [75 × 53 cm]


Diputación de Málaga presidente

Elías Bendodo diputado de cultura y deportes

Juan Jesús Bernal director de la térmica

Salomón Castiel

La Térmica Diputación de Málaga Av. de los Guindos, 48. 29004 Málaga t. 952 069 100 | f. 952 239 780 www.latermicamalaga.com


catálogo

exposición

derechos exclusivos de esta edición

producción

La Térmica / Diputación de Málaga © Autores respectivos

La Térmica comisariado

fotografías

y dirección de montaje

César Lucas

Sylvie Imbert

textos

diseño gráfico

Sylvie Imbert Pepe Calabuig José Antonio Aguilar

coordinación de la exposición

Miguel Gómez

Yolanda Guadamuro

diseño y maquetación

Miguel Gómez coordinación editorial

impresión de las fotografías

David Dicente – Auth’ Spirit Laboratorio Castro Prieto

Sylvie Imbert soportes fotográficos imprime

Movol Color

Imagraf impresores vinilos

Mora Digital vídeo

Richard García Vázquez Sylvie Imbert transporte

Crisóstomo Transportes montaje

Artemontaje seguro

Aon Seguros

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotografía sin permiso previo del editor. El editor quiere agradecer la autorización recibida para reproducir los textos e imágenes protegidas de esta publicación y manifiesta haberse puesto en contacto con los propietarios de los derechos de los textos e imágenes protegidas.

latermicamalaga      @latermicamlg      @latermica hashtag #expoMarisol www.latermicamalaga.com

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El catálogo MARISOL El resplandor de un mito fotografías de César Lucas se terminó de imprimir en Málaga, en los talleres Imagraf Impresores, el 30 de abril de 2015





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