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Sobre la Mesa – Por Lili Anciola

Propósitos…

Por Lilí Anciola

e aburren los mismos propósitos de año nuevo de todos los años, ahora es el mejor tiempo para cambiarlos y, aunque no lo creas, no es tan difícil. Tenemos que buscar la combinación ideal que para mí, sin duda alguna, sería un juego entre la diversión, el aprendizaje y por supuesto el hacer plata. Indiscutiblemente el gran reto de todo esto es el cómo poner en marcha esta propuesta.

Estoy convencida de que los propósitos inician por uno mismo, y aquí es donde empieza la parte divertida, el atreverse o no a salir de nuestra zona de confort. Si esto lo compartimos con nuestro equipo de trabajo, comenzará verdaderamente el aprendizaje, y si combinamos estos dos, la plata nos llegará tarde o temprano.

Con sólo tomarnos el tiempo de pensar qué podemos hacer para mejorar, estamos dando el primer paso, el cual dicen, siempre es el más difícil. Vamos a pensar en voz alta y enlistar algunas ideas que pueden dar comienzo al cambio. Tomemos nota y que se tomen acciones para mejorar y no se queden sólo en ideas.

¿En qué fecha vamos a revisar nuestros procedimientos con un punto de vista crítico y, seguido a esto, cuándo vamos a abandonar las prácticas que no ofrecen ningún beneficio a nuestros clientes? ¿Qué nuevas ideas estamos dispuestos a intentar? (nos podemos referir a cualquier aspecto ya sea administrativo u operativo) Admiramos a alguien quien nos pueda compartir sus experiencias y nos sirva de aprendizaje, ¿Cuándo lo invitamos a nuestra empresa? ¿Qué método estamos utilizando para obtener retroalimentación tanto de nuestros clientes internos, como externos? ¿Nos estamos tomando el tiempo necesario para comprender realmente nuestra situación financiera? ¿Hace cuánto que no mejoramos todas las descripciones de puesto dentro de nuestro organigrama para que sean funcionales y provoquen un cambio positivo? ¿Cómo podemos mejorar nuestras habilidades para el manejo del personal? ¿Estamos abiertos a todos los cambios que se nos presentan constantemente? y lo más importante, ¿estamos dispuestos a caminar junto a ellos? ¿Qué estamos haciendo para ofrecer un mejor producto, un mejor servicio y, por supuesto, obtener un mayor ingreso? ¿Cómo se encuentran nuestras redes de contacto con la industria, así como con nuestros clientes? ¿Qué estamos haciendo para que nuestros clientes vuelvan a tener un evento con nosotros y nos recomienden? ¿A cuántos cursos de capacitación hemos asistido últimamente (y no solamente nosotros, sino todo nuestro equipo) o simplemente, qué estamos leyendo o estudiando para poder comprender al fascinante mundo de Turismo de Reuniones?

Para concluir esta lluvia de ideas, creo firmemente que dentro de nuestros propósitos siempre deberán de estar dos de la mano, el primero será que nuestros clientes se lleven una experiencia que los haga regresar o transmitir positivamente su vivencia y, la segunda, será que tanto nosotros como todo nuestro equipo podamos terminar cada día con más plata, con más conocimientos o, al menos, con un poco de diversión.

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