Y la musa dijo…

Inconmensurable

Tiempo mío, ¡oh, tiempo como te mido! ¿Por el número de tantos fracasos o por aciertos? ¿Qué le pregunte a Cupido? ¿Será en lo inconmensurable por abrazos?

¿Pudiera ser tasado por las ausencias cuando el amor mío se va de viaje?

Mientras me quedo en la playa sin audiencia vagando por las tardes, por los parajes.

¿Será idóneo contabilizar instantes liados con hebras de intensos sueños? a sabiendas de que nada será como antes en que ambos fuésemos los dueños.

Tú atabas triunfos, yo le ligaba moños a los éxitos exquisitos de la vida, esa firme unidad en nuestros otoños madurando dichas sin la fe mentida Tiempos divididos por las estaciones mientras tú y yo unidos equitativa mente saturados de gracia y emociones fue tiempo feliz desglosando vida siempre.

Se tornará en inventario lo vivido, las metas evaluadas ya cumplidas, en todo ello hubo un plan urdido con las compensaciones consabidas.

Tiempo guardado queda cual reserva para la otra existencia deparada, tiempo por recorrer allá en la nada para renacer cual lo hace la hierba.

En una nueva existencia, en otro avatar para comenzar de nuevo, otra vez a amar asombrados por encontrarnos nuevamente, para amarnos quizá, junto a la amplia mar a su tiempo, tiempo tan benevolente que nunca acabará el tiempo en verdad.

Emilio Santana Arreola Tecámac, Estado de México