La Trastienda Infinita nº11

Page 1


STAFF

La Trastienda Infinita

Aunque en La Trastienda Infinita estemos bastante locos, no podemos hacernos responsables de las opiniones de cada colaborador, pues son suyas, y sólo suyas, y nos encanta que así sea.

Dirección y Edición: ● Fran Leal y Mary Cruz Diseño E IMAGEN:

Fotografía e Ilustración:

● Manu Márquez

● Alberto Martín ● Amuso ● Ana Brown ● Carla Georginha ● Carlos G. Castellano ● Daniel Arroyo ● David Sánchez G. ● ‘El Morales’ ● Eloisse Louisse ● Esperanza Freshneda ● Fran Leal ● Francisco Iglesias Periáñez ● gebece ● J. Alberto Puertas ● Jairo Jiménez ● Mary Cruz ● Olga Serrano ● Rocío Montoya ● Sheila Arnela

MAQUETACIÓN: ● Fran Leal DISEÑO DE Portada: ● ​Carlos G. Castellano COLORISTA DE Portada: ● ​Mary Cruz

creativecommons.org/ licenses/by-nc-nd/4.0

Redacción: ● Alba Freire ● Álvaro Durán ● Amuso ● bsr_flr ● Cristina Fernández ● Daniel Arroyo ● Daniel Yebra ● David Sánchez G. ● Dionisio Domínguez Blanco ● ‘El Morales’ ● Elescritorsinletas ● Eloisse Louisse ● Fran Leal ● Francisco Iglesias Periáñez ● Jaime Tovar Iglesias ● Javi Morrison ● Jordi Banquells ● José Luis Barquilla ● Mary Cruz ● Miguelo Guardiola ● Noemí López Ejeda ● Pablo Lavilla ● Verácida ● Víctor Barahona ● Xisca M. Esteva

GOTAS DE HUMOR de JAIRO JIMÉNEZ 2


editorial

SUMARIO Impresiones............................................................................4 En carne viva..........................................................................6 El barril de tinta.....................................................................8 El origen............................................................................... 12 Columnata y Jacinta........................................................... 14 Ruta de carretera............................................................... 16 Oveja pensante................................................................... 18 La biblioteca ....................................................................... 20 Mucha mierda..................................................................... 22 Seriefilia................................................................................ 24 Play Spectrum One............................................................ 26 Con-ciencia ........................................................................ 28 ¿Qué se cuece?................................................................... 32 El Delorean.......................................................................... 36 Satori no sedai.................................................................... 38 Alma de Sefarad.................................................................. 40 Pintatetu............................................................................... 42 Espía en la cocina............................................................... 44 Zona Infinita........................................................................ 46 -Eloisse Louisse, Javi Morrison, M. Guardiola, Verácida, Dionisio Domínguez Blanco, elescritorsinletras y Pablo Lavilla Zona Ilustrada..................................................................... 58 -Ilustraciones de Rocío Montoya, Mary Cruz, Carla Georginha, Daniel Arroyo, Sheila Arnela, Ana Brown, gebece, Olga Serrano y Francisco Iglesias Periáñez

SEGUNDO ANIVERSARIO. UN BALANCE INMEJORABLE

S

in darnos cuenta, volvemos a encontrarnos inmersos en diciembre -con las navidades a la vuelta de la esquina-; un mes muy especial, pues fue cuando vio la luz por primera vez esta publicación allá por 2015. Dos años después, con 11 números en la red y con un público más que asentado en el entorno de las 1.000 visitas fijas por número, no podemos sino felicitarnos por todo lo conseguido con ganas, ilusión y, aunque parezca casi imposible, sin acto de presencia del Dios dinero. Gracias, de todo corazón, a todos aquellos que, de un modo u otro, habéis contribuido para que este proyecto haya logrado alcanzar los dos años de edad.

La viñeta de Mary Cruz

3


IMPRESIONES

LA DELGADA LÍNEA Por Fran Leal

Amanohashidate está considerado uno de los tres paisajes más bellos de Japón, al norte de la prefectura de Kyoto. Fotografía de ‘El Morales’

4


IMPRESIONES

A

l frente, la tormenta. Algunos la temen por su poder destructor e impredecible. Y, obviamente, sería más que razonable tomar como una locura ir hacia ella, cuando no hay necesidad -que dicen muchos...-. Lo cierto es que, si nos limitamos a lo que la estampa nos transmite, no tendría mucho sentido cruzar esa delgada línea que separa el bien del mal. No obstante, como ocurre con tantas otras cosas en esta maravillosa existencia nuestra, las cosas puede que no sean exactamente lo que parecen ser. Dicen que después de la tormenta llega la calma, y es que, quizás, detrás de esas montañas totalmente cubiertas de malos pronósticos se encuentre un lugar mucho más apacible. Ni el bien, ni el mal, sino el más allá...

Es cierto que no siempre va uno a arriesgar todo lo que tiene por descubrir qué hay detrás; nada asegura el éxito y el conservadurismo imperante hace mella en el espíritu del común de los mortales. Pero quizás nuestro alocado observador esté cargando una mochila demasiado pesada. Quizás, y sólo quizás, aquello que no sale en la fotografía, detrás justo de lo que se muestra, se halle un paraje desolador, destructor y enfermizo. Quizás, y sólo quizás, ese entorno cómodo y seguro -a ojos de quienes sólo se fijan en la imagen y carecen de la capacidad para escuchar- sea una jungla devoradora de almas dominada por seres caducos y envenenados. Quizás, y sólo quizás, el hartazgo y el desaliento se postulen como maestros del atrevimiento. Quizás, y sólo quizás, haya llegado el momento de tomar decisiones. Y acojona...

5


EN CARNE VIVA

PRINCIPIO DE INEVITABILIDAD Por David Sรกnchez G.

6


EN CARNE VIVA

E

ra un domingo aburrido, de esos raros precisamente porque no ocurre nada inusual que te alivie del tedio de la cotidianidad. Apuraba un último trago de cerveza en el bar de costumbre, antes de almorzar, cuando para asombro de los que allí estábamos entró una chica. A nadie sorprende que una mujer entre en un bar, pero en el bar de Lucas es toda una sorpresa; en primer lugar, porque salvo la mujer del dueño, hacía años que una presencia femenina no ponía los pies en aquel tugurio que aún conserva la esencia de las tascas de otras épocas, frecuentado habitualmente por marineros -antes y después de su faena-, amigos del alcohol, tipos solitarios con pocas ganas de hablar y un servidor. Y en segundo lugar, porque lo desconcertante e inaudito del asunto era que la chica iba vestida de novia. Ni por un segundo pensé que el chófer que la llevaba a la iglesia se había perdido y habían parado para preguntar por las indicaciones necesarias para llegar a ella. Su cara, que era un poema, lo decía todo. Advertí que llevaba el rímel corrido y el maquillaje estaba distribuido a parches en su cara, una confesión tácita de que había llorado y sudado a raudales, hasta el punto que más que una novia parecía una virgen ofrecida en sacrificio y recién sacada de entre las llamas. Su aspecto distaba años luz de la imagen atávica que ofrecen las novias, siempre iluminadas con ese fulgor en la cara y ese brillo especial en los ojos, radiantes, con cientos de detalles minuciosamente elegidos y cuidados, pero a pesar de esa imagen visiblemente deteriorada por las desconocidas circunstancias sobrevenidas, iba considerablemente guapa, con un traje que realzaba las formas y los accidentes de su geografía femenina, unas gastadas botas negras de esas que usan los moteros, que le aportaban un toque de rebeldía y que, presupuse, no eran los zapatos originariamente dispuestos para la ceremonia nupcial.

La chica se sentó en uno de los taburetes del final de la barra, y en el silencio sepulcral que su presencia había provocado, pidió un café y se quedó completamente inmóvil, abstraída, mirando la máquina de café, con la peor compañía posible, su propio pensamiento intentando, una y otra vez, asumir y equilibrar interiormente su descalabrada estabilidad emocional.

de la responsabilidad, había roto las reglas acordadas con ella, transformando una ceremonia nupcial en un funeral de expectativas, dejando a una mujer reducida a millones de fragmentos microscópicos y un libro de familia incompleto.

Me vino a la cabeza el principio de inevitabilidad, que viene a decir algo tan obvio, a priori, como que de cualquier Al cabo de unos minutos, el bar acto, aleatorio o no, debe desprenderse recuperó la normalidad, pero yo no una consecuencia de todas las posibles podía dejar de mirar aquella estampa, que puedan derivarse de dicho acto. como si intentara calcular las variables Por un momento, pensé que había infinitas que posibilitaban que aquella salido mal parada en el reparto de las chica estuviera allí, las razones posibles probabilidades, que de una amplia que la habían llevado a esa situación, gama de opciones intermedias, su suerqué hecho o hechos podían determinar te y esta perra vida se habían excedido, que se diera una situación tan improdeparándole uno de los más crueles bable. finales de entre las miles de variables y alternativas posibles que podían haber Su cara reflejaba desesperanza, de- ocurrido con respecto a su enlace. rrota y dolor. A través de sus absortos ojos casi se podían ver todos los demoCon mano trémula sacó un euro de nios que atormentaban y doblegaban un pequeño monedero rosa, pagó el su pensamiento. Sus hombros estaban café y se fue. No pude evitar seguirla absolutamente rígidos, como si sopor- con la mirada hasta que llegó a un petaran de golpe todas las tristezas, todos queño Mini rojo, con la bandera inglesa los errores y toda la soledad de su vida. pintada en el techo; se montó y se perdió de mi vista para siempre cuando A pesar de que, en principio, el giró a la derecha al final de la calle. Sepensamiento recurrente en un descara- guí pensando en ella de camino a casa, do exceso de confianza y presunción, y a dónde iría, cómo acabaría aquella hisclaramente influido por esas mediocres toria, y me la imagine conduciendo sin comedias americanas, podría llevar a la un destino concreto, por autopistas que creencia de que la chica, en un desaire, no llevan a ninguna parte, asomándose no se había presentado a su cita nupcial a los acantilados, a los abismos de su mientras algún novio esperaba con cara propio pensamiento donde se mezclan de pez hasta confirmar la vergüenza de lo que debió ser y lo que nunca fue, ser plantado en el altar ante sus seres enfrentándose y arrojando al vacío más queridos, y deseando sin ningún de la memoria todos los recuerdos resultado que la tierra lo tragase o se aciagos que hacen ahora de su mundo convirtiera en una gárgola en ese pre- un espacio estrecho, hasta que pasados ciso momento, me pareció ciertamente de largo el miedo y el duelo resuelva la lo contrario, que justo en uno de los deuda que el destino ha contraído con momentos más importantes y decisivos ella, con días brillantes como el sol, de su vida, un lobo con piel de cordero, de vino y rosas, de nuevos finales más un sicario emocional con poco sentido dulces, más libres, más felices. 7


El barril de tinta

DISTRITO NUEVE Por Jaime Tovar Iglesias Fotografías: Pixabay

C

aminaba por la avenida Unter den linden, en alemán; “bajo los tilos”. Iba despacio, terminando el cigarrillo que aguantaba las últimas caladas y el viento afilado de Brandeburgo. Era de noche en Berlín. El clima en Sajonia, en cambio, era algo más leve, pero aquella visita a la capital, a casi dos horas de Dresde, la temperatura disminuía y se notaban más los rugidos del general invierno. El consejo directivo y editorial de la revista Flumine, para la que yo colaboraba en Madrid, había aprovechado mi viaje a Alemania donde marché a buscar suerte y trabajar por un tiempo para traer algo novedoso. 8

Probé abandonando un país que se regocijaba en la playa, el sol y las verbenas de las plazas de los pueblecitos. Yo siempre fui adoptado en los pueblos de mis amigos, ya que el verano para los que somos de ciudad era interminablemente tedioso. El día antes de salir de Madrid, Pablo y yo llegábamos del de nuestro amigo Tomás, un remoto municipio de la Siberia extremeña, donde la fiestas de agosto mezclaban el terrorífico Despacito y la España Cañí, desde el botellón nocturno, los churros, hasta las tapas del día siguiente en los bares donde nadie nos dejaba pagar. Fueron días de piscina, resaca, comilonas sin fin y las noches compartiendo la cama de invitados

donde un retrato de la Virgen y un Corazón de Jesús observaban cómo roncábamos. Pero eso acabó al día siguiente, cuando monté en el avión rumbo a un choque cultural que no deseaba, pero quizás necesitaba. Fue duro al principio. Sobre todo los primeros días, cuando no encontraba ni un solo momento de mínima inspiración para escribir, ni el escaso tiempo que me brindaban los ratos libres. Volvía del restaurante a casa, tomaba de nuevo la bicicleta por Säfherstraße, pasando por Bahnhof Mitte y cuzar el puente del río Elba hasta la zona de Neustadt, para hacer tres horas extras en el bar de Claudia. Allí se abría la puerta del oxígeno que necesitaba para romper con el frío y


El barril de tinta

donde trabajaba para llevar la ropa a los lugares de refugiados.

mezclarme con la dulzura de aquellos cubanos que me trataban como al hermano benjamín, y Claudia era como una madre: “Ábrele la puerta a la pereza y en tu casa se meterá la pobreza”, solía decirnos. Los días pasaban sin que cupiese el aburrimiento. Trabajaba en la pizzería Garibaldi de Domenico, un napolitano que me invitaba a fiestas privadas donde el glamour y la vestimenta ofrecían una pose distinta a la que yo no estaba acostumbrado. Lavar platos y preparar las ensaladas era mi tarea, mientras aprendía el italiano a la fuerza por el devenir de las conversaciones diarias. La bicicleta era mi vehículo común. Atravesaba

la ciudad de día y de noche, luchando contra la llovizna y el frío punzante de aquellos meses, y al terminar el trabajo me acercaba a casa de Günter. Aquel piso era un museo. Guarbaba todo tipo de cuadros, tazas de la RDA, máquinas de escribir, tocadiscos de los años sesenta y un retrato de Erick Hoenecker, del que se mofaba mientras levantaba la cerveza y decía “salud cabrrón, vete a tomarr porr cula”. Günter era un hombre sencillo y austero. A duras penas hablaba español y nunca había salido de Sajonia, salvo cuando vino a España aquellas navidades. Muchas tardes iba con él y le ayudaba en la lavandería

La tarde en la que le acompañé a Hidenau llovía y el cielo seguía gris, sin niguna esperanza de que cambiase. Al entrar en el recinto se acercó un agente de la Polizei que nos dejó pasar con la furgoneta. Yo iba de copiloto. Era el campo de refugiados más grande de la región. Casi diez mil personas vivían allí en los distintos distritos del lugar. Nosotros íbamos al nueve. Distrito Nueve. El desarrollo de aquel país estaba muy lejos de lo que se respiraba en ese sitio. Las mujeres cuidaban a los niños en las entradas de la zona de lavandería. Entre ellas conversaban. Los pequeños correteaban por doquier, con una inocencia que camuflaba la tragedia en la que vivían. Aquellas personas no estaban allí en Alemania como yo, que tenía billete de vuelta; esas personas probablemente nunca volviesen a sus países. Yo tenía un trabajo y podía moverme por donde quisiera, ellos no podían salir de allí. Toda suerte de ellos era poca para mí. Me bajaba de la furgoneta y les repartíamos la ropa, a los niños les entregábamos chocolatinas y juguetes del almacén, y recogíamos la ropa sucia para devolverla a la lavandería. Fue una experiencia bonita, pero triste. Todos los miércoles que tenía libre le pedí que me dejase acompañarle allí, al Distrito Nueve. De camino en la furgoneta, Günter me contaba detalles de la ciudad, que había sido reconstruida casi por completo tras el bombardeo de los aliados en 1945, dos meses antes de finalizar la Guerra y que los planes de reconstrución fueron impulsados por el Gobierno de la RDA, con la ayuda de la Cuba de Castro llevando oleadas de cubanos a trabajar. 9


El barril de tinta

También me enseñó la casa en la que vivía Putin cuando residía en Dresde como miembro de la Contrainteligencia de la KGB. Y curiosidades de la Stasi, y las persecuciones a los ciudadanos que él recordaba de niño. La ciudad era gris, pero interesante. Cada fachada, cada calle, con aparente previsibilidad, me daba una pista de cómo sería aquella misma calle más de treinta años atrás en la parte oriental del muro, la gran desconocida. El muro cayó, pero la mentalidad quedó. La miseria del comunismo marcó la forma y el cartácter de aquellas personas del lado apagado del muro. Todos los días que entrábamos en el Distrito Nueve miraba desde la ventanilla del coche con asombro la forma en la que vivían, las caras de desesperanza y el clima que se cernía sobre ellos. Miraba con cara de desorientación emocional mientras me disponía a ayudar en todo lo posible. La avenidas eran interminables y con un relieve de edificios perfectamente alineados con una arquitectura sobria pero llamativa, la niebla, la nieve y los ecos de la vísperas navideñas hacían de la ciudad un lugar interesante con una mirada hacia el pasado. Me imaginaba aquellas calles en la II Guerra Mundial destrozadas como último bastión de ataque de la estrategia aliada a las ciudades entre el Elba y el Oder, sin reservas militares, sin necesidad de liberación, únicamente para demostrar a los rusos que la aviación de Churchill fue el último comodín de la guerra para acorralar al Eje, como se ratificó en Yalta. Algunas noches, me quedaba trabajando alguna hora de más en la cocina del restaurante, y me tocaba sacar la basura al patio interior a grados bajo cero con el delantal de hule y los guantes. Siempre escucha10

ba risas y música extraña con una mezcla entre árabe y acento del este en el local de al lado. Allí se reunían varios cabezas de serpiente de la vida libertina y de menesteres oscuros, camuflando los negocios clandestinos en andamiajes de restaurantes y pizzerías que servían como tapaderas; italianos, alemanes, checos, búlgaros... se sentaban a jugar al póker al sonido de la música de Europa del Este, que tanto odiaba Domenico: “Andiamo Iacomo, non essere curioso”, me decía en voz baja cuando me asomaba a observar por la ranura de la puerta. Algo sospechaba, pero nada más lejos de una intuición remota alimentada por la necesidad de ficción de que aquello pudiese ser algo clandestino hasta el día en que me pillaron husmeando. Aquella noche, al vaciar el contenedor en el patio hice demasiado ruido al resbalarse la tapadera por el frío y el dolor de mi mano.

Salió un tipo con bigote, moreno, repeinado y con unos tirantes que tapaba con la gabardina gris, acompañado de un germano robusto que se acercaba amenazante. -Was machst du hier? -me gritó preguntándome que qué hacia allí. -Entschuldigung, ich spreche kein deutsch -respondí asustado, defendiendo que no hablaba alemán. - No eres alemán… -observó casi con alivio. - Non, io sono di Italia -mentí, intentando salvaguardar mi identidad. - Dove? Quale parte? -De Cefalú, nella Sicilia, sto lavorando qui nella Osteria Garibaldi. -Va bene, ancora vattene da qui! -me ordenó.


El barril de tinta

El hercúleo acompañante se agachó a acercarme los guantes del suelo que llevaba en el bolsillo para dármelos con ademán desafiante. -Grazie -respondí confuso. -Prego. Entré en la cocina de la Osteria sin comentarle nada a Domenico. Continué fregando y al terminar marché a casa con la bicicleta. Cada día que volvía al restaurante miraba desde la cocina al patio, donde entraban y salían de aquella trastienda misteriosa. Pudiera ser tráfico de drogas, escape de influencias, comercio de armas y extorsión. Las pizzerías y los bares de la zona tenían unas tuberías comunes donde se mezclaban la línea mezquina y violenta de los negocios familiares. Otras se decicaban a dádivas y donaciones de empresas constructoras que usaban a testaferros sin experiencia en el sector,

utilizando empresas fantasmas -según catalogaba la prensa indiciariamente y se rumoreaba-, pero todo era normal en la ciudad. Entraban y salían todas las noches, se acercaban, se besaban en la cara y algunos se santiguaban. Muchos me saludaban cuando salía a fumar “Ciao Iacomo, ci vediamo domani a la sera”. Sin comerlo ni beberlo, estaba detrás de un telón opaco donde se fraguaban historias que parecían sacadas de la obra maestra de Coppola. Yo no sabía nada. No conocía aquello, pero mis ansias de ficción alimentaban aquella realidad complementando con lo que decía la prensa y las investigaciones de la brigada criminal de la Polizei, que traducía malamente en el traductor de Google. Domenico siempre me decía: “ Iacomo, non ti fiduciare, sono un pezzo di merda”, cuando saludaba a alguno.

Recogimos como cada miércoles la ropa sucia del campo de refugiados y marchamos a la lavandería. Al llegar la noche escribía. Escribía hasta la madrugada intentando recabar algo para Flumine. La estancia se agotaba y decidí sacar un billete a Günter para que viniese conmigo a España a pasar las navidades. Él no tenía familia, y los amigos habían muerto casi todos, casi todos menos Bohr. La noche antes de regresar en vísperas de Navidad a España lo recogí de la puerta del hospital donde venía de visitarle. Estaba destrozado. Le aterraba la idea de que aquella cirrosis se pudiese llevar a su amigo de la infancia y último que allí le quedaba. Al llegar a España, el cansacio y la desorientación me abrieron los ojos del aviso de haber llegado a casa, Günter dormía a mi lado.

El último día que entré en el Distrito Nueve hablé con Günter.

Estaba amaneciendo y el sol de diciembre entretenía mi vista observando por la ventana una entrada muy parecida a la de Distrito Nueve. Las siluetas que divisé me recordaban a los guardias y a las señoras que hablaban entre ellas en el campo de refugiados, con la diferencia que estaba en España, el sol de invierno me daba la bienvenida. Y ya en el taxi, de camino a Nuevos Ministerios, la voz matinal de Carlos Herrera informaba de una trama desarticulada en varias ciudades del Este de Alemania como Chemnitz, Leipzig y Dresden por la Interpol, la Polizei y los servicios secretos alemanes y checos. Mientras el taxista subía el volumen de la radio a petición mía, el periodista daba detalles sin que yo prestase en absoluto atención; únicamente se me venía a la cabeza aquella frase que me decían al verme fumando el cigarrillo en el patio: “Ciao Iacomo, ci vediamo domani a la sera”. 11


EL ORIGEN

“Busquen algo especial en cada individuo” Anomalisa. Duke Johnson y Charlie Kaufman (2015) Por Mary Cruz Todos somos algo. Todos valemos algo. Todos tenemos algo. Todos buscamos algo. Todos soñamos con algo. Nuestro algo es ser infinitos. ¿Cuál es el tuyo?

12



COLUMNATA Y JACINTA

14


COLUMNATA Y JACINTA

y perdió la cabeza Por Fran Leal

N

unca hubiera imaginado que algo como la naturaleza, aquella que tan poco le importaba, le haría perder la cabeza para siempre. Un paseo medido de 15 minutos le bastó para percatarse de los cambios experimentados por los frondosos árboles con la llegada de las primeras lluvias del otoño, en un paraje tan lejano como Japón. Las hojas, de una variedad cromática nunca antes vista por nuestro amigo, emulaban a los semáforos que inundan las avenidas de las grandes ciudades. Rojo, amarillo, verde... Desde entonces, cada mañana visitaba su parque favorito para analizar cómo el tráfico aviar es regulado por los propios árboles, mas no paraba de pensar: “¿qué sonido tendrán asignado para facilitar el vuelo de los gorriones ciegos? Sonidos de pájaros seguro que no; sería un sinsentido...”. Obviamente, le ingresaron en un sanatorio mental, donde comparte sus diatribas cada día con Borja, el gorrión que todas las mañanas visita su ventana, una vez el árbol de enfrente se pone en verde. ¡Cómo están las cabezas, oiga!

*

Fotografía del espectacular Kokoen Garden, ubicado en la ciudad de Himeji, en la prefectura de Hyōgo (Japón). 15


RUTA DE CARRETERA

AJOBLANCO Por Daniel Yebra

C

órdoba, Málaga, Jaén, Ciudad Real… son pedazos de tierra donde, durante más meses de los soportables, aprieta un calor sofocante que invita a la siesta y a la huerta. Por mucho tiempo y para la mayoría de sus gentes, la pobreza fue, además, una forma de entender la vida. Herencia de las temperaturas y la miseria son platos como el salmorejo, el gazpacho, la crema fría de pepino y el más desconocido de esta familia: el ajoblanco. Pan, aceite, vinagre, agua y ajo. Y, en los días de más fortuna, uvas de moscatel, tropezones energéticos y refrescantes que aparecían en el fondo del cuenco. Todo ello como base de una receta que madres analfabetas transmitieron a hijas analfabetas durante décadas. Hasta que quienes sí tuvieron la oportunidad de aprender a escribir, ya más holgados económicamente, incluyeron las almendras como ingrediente indispensable. Hoy, esta sopa, que surgió sin más pretensión que paliar el vacío en los estómagos de criaturas de ojos vidriosos, se descubre todavía más desvirtuada en las cartas de los restaurantes más sofisticados, con melón y hasta gambas. Cómo iban a imaginar aquellos que inspiraron las Nanas de la cebolla que las almendras, y muchos otros frutos o mariscos, podían completar el sabor de aquel castigo blanco que se les repetía durante todo el día en la boca, sino en alguna ocasión especial, a la que jamás serían invitados.

16


RUTA DE CARRETERA

Foto ajos: Creative CommonsLoboStudioHamburg Foto pan: Creative Commons-StockSnap

17


OVEJA PENSANTE

EL RESPETO HACIA LOS DEMÁS

EMPIEZA POR UNO MISMO Por Alba Freire

P

arece una premisa muy sencilla y conocida por todos, pero lo cierto es que a lo largo de mi experiencia vital, he conocido a muy pocas personas, por no decir ninguna, que cumplieran con esta idea, después de llenarse la boca hablando de respeto.

el hecho de que participáramos en tal bacanal carnívora, cuando los animales estaban para “cuidarlos y quererlos” en vez de infringirles sufrimiento. Debió de pensarse, antes de acudir, que íbamos a comer verduras y que aquello era un auditorio para que diera su discurso.

En este caso, me gustaría hablar del colectivo de los veganos, una opción tan respetable como cualquier otra, pero no siempre tan respetuosa como dice ser.

Al mismo tiempo en el que hacía caso omiso de sus mascotas que recla-

Porque sí, mucho hablar del respeto a los animales, algo por otro lado muy positivo de su parte, pero nada de respetar a los que no comparten sus ideas; habrá excepciones, como en todos los casos, pero la mayoría de ellos, tienen la tendencia a dirigirse hacia sus congéneres con un halo de superioridad moral, en muchas ocasiones fácilmente desmontable. No creo que me resulte fácil de olvidar un discurso que me tocó escuchar hace no mucho tiempo de una vegana en una barbacoa, a la que acudió de forma voluntaria, conociendo obviamente a lo que se exponía desde un primer momento, que no dudó en reprochar en un momento dado, desde el supuesto “máximo respeto”, 18

Pixabay

maban repetidamente su atención y a las que horas antes, delante de mis narices, les había dado de comer jamón. ¡Viva la coherencia! Lo que no quieres para ti, sí que lo aceptas para los que están a tu cargo, un gran ejercicio de responsabilidad. Pero con la excusa -porque no es más que eso, una excusa-, de que no era más que una excepción. Estaban


OVEJA PENSANTE

los ingredientes servidos para un intenso debate, que no se quedó más que en un monólogo, en el que el resto escuchaba por educación, mostrando los carnívoros más ejercicio de ella que los veganos, si se me permite la expresión. Pues para su información, los demás también podíamos haber rebatido el hecho de que nosotros también nos encontrábamos ante una excepción, y que sin declararnos nada, nuestro consumo animal puede no ser tan distante de sus “excepciones”, pero para hablar hay que saber, y si encima hacerlo es gratis, agrava -en ocasiones como estael ridículo. Además de la innegable ignorancia que supone, porque ¿de verdad piensan que podemos evitar el maltrato animal dejando de alimentarnos con ellos? Todos sabemos que desgraciadamente tiene múltiples vertientes,

muchas de las cuáles ni siquiera son consideradas en nuestra sociedad como tal, y desde luego que defiendo un trato digno a todos los seres vivos, independientemente de que acaben convirtiéndose en sustento para las personas. Todos sabemos que los mayores maltratadores de animales lo hacen por placer, algo que nada tiene que ver con el consumo, y que no se erradicará con esas medidas. Por eso defiendo que esa no es la solución absoluta del problema de los malos tratos hacia los animales, que pasa, para empezar, por el respeto a todas y cada una de las formas de vida, cosa que me parece improbable llevar a cabo, teniendo en cuenta las dificultades que presentan grandes sectores de la población para respetar a nadie, y ni que decir tiene a ellos mismos. Porque la mejor manera de respetarse a uno mismo, no creo que pase por contradecirse constantemente con argumentos traídos a conveniencia, que consiguen, al final de todo, desvirtuar las causas por las que luchan, que nadie duda de la nobleza que puedan suponer, pero que encuentran en sus defensores a sus peores aliados por su falta de implicación completa; pues implicarse en algo no consiste en dar charlas constantes como si los demás estuvieran faltos de inteligencia o conocimiento, sino que consiste en actuar en base a eso que se dice y hacerlo siempre, y eso señoras y señores, seamos sinceros, no es tarea fácil y bien lo están demostrando. ¿Cómo podemos pedir respeto entonces por nada y hacia nada? Como dice el refranero popular, el mejor predicador es Fray ejemplo y de eso andamos muy faltos, pero sería la mejor manera de cimentar una base

sólida para acabar con el sufrimiento de todos, el animal incluido, y que supondría el fin de los maltratos de los que tantas veces son víctimas y que no siempre tienen como finalidad nuestra nutrición, sino el disfrute de algunos que roza el sadismo. Por eso defiendo que es un elemento indispensable, con el que se puede conseguir todo, y es el vital para lograr el entendimiento en cualquier ámbito; sin embargo, a veces parece que se trata de lo más difícil de lograr, para lo cual ejemplos de sobra tenemos que lo atestiguan, hace que fracasen tantas iniciativas de la vida diaria. Cierto es que se trata de un concepto demasiado amplio como para enfrentarlo, y en este caso es más fácil dejar de comer animales y pedir a los demás que dejen de hacerlo, en vez de pedir cárcel para los maltratadores, cosa que resultaría mucho más efectiva puesto que no van a desaparecer porque unos pocos tomen como habituales ciertas prácticas -aunque más difícil de comprobar y de enfrentar-; todos queremos cambiar lo que no nos parece justo, pero desde la comodidad, y así deberíamos saber que no se consigue nada que merezca la pena. Por cierto, y a colación de la anécdota real que me ha servido como ejemplo para ilustrar esta situación, me gustaría apuntar el hecho de que ignorar a cualquier ser vivo, de forma continuada e injustificada como dio la impresión de ser lo habitual a lo largo de la velada, es una forma de maltrato, que los indignos carnívoros no cometimos hacia sus mascotas, pero sí la predicadora desde su superioridad moral mal disimulada, dicho queda. 19


La bibliotecA

LA ERA DIGITAL Por Xisca M. Esteva

Pixabay 20


La biblioteca

S

in miedo a equivocarnos, podemos afirmar que formamos parte de la era digital. Ya no concebimos la vida sin acceso a Internet o sin nuestro teléfono inteligente de última generación. Esa evolución también ha llegado a la lectura. El cambio que han sufrido los libros desde su aparición hasta la actualidad ha sido, cuando menos, sorprendente.

siglo II a. C.-, se descubrió que de los residuos de paja de arroz, seda y algodón se obtenía una pasta que, al secarse, se convertiría en el soporte ideal para la escritura; el papel. Los árabes lo copiaron de los chinos y lo introdujeron en Europa. Rápidamente se popularizó y la trabajosa escritura manual, con el tiempo, se mecanizó gracias a la imprenta.

Las primeras manifestaciones escritas se remontan a las inscripciones en piedra -aunque estas hayan sido consideradas como protoescritura, ya que no se usaba un sistema lingüístico, sino que consistía en el uso de símbolos-. La piedra, además, fue el método predilecto de los griegos y romanos. En ella, grababan inscripciones funerarias o las famosas maldiciones latinas llamadas Tabulae Defixiorum. En la India, en cambio, preferían escribir sobre láminas de cobre y los mayas y aztecas se decantaron por el uso de huesos de grandes animales como las ballenas.

A partir de ahí, y hasta llegar a la actualidad, tanto la escritura como el papel han sufrido numerosos cambios y han evolucionado de tal manera que uno de los soportes que goza de más popularidad hoy en día es el digital. El papel, obviamente, sigue vigente y el eterno debate entre defensores de un suporte u otro posiblemente nunca va a tener fin. Siempre va a haber lectores que prefieran el papel a los libros digitales y viceversa. De momento, parecen coexistir a la perfección y vivir en el mercado editorial en bastante armonía.

Más adelante, se pasó al uso de otro tipo de soportes tales como tablas de madera y las tablas de madera recubiertas de cera o las tablillas de arcilla utilizadas en Sumeria (Oriente Medio). En el antiguo Egipto, el papiro fue una auténtica revolución. Este se obtenía a partir de una planta que crecía a orillas del río Nilo. Desde que Alejandro Magno, allá en el siglo IV a.C. popularizó su uso, se convirtió en el principal soporte para la escritura. Más tarde, el papiro dio paso al pergamino, hecho a partir de pieles de oveja y otros animales; era menos delicado y más fácil de conservar. Después, en China - hacia el

Lo curioso es el camino tan largo y angosto que ha tenido que recorrer la escritura a lo largo de los tiempos y las civilizaciones para, por fin, encontrar su cauce perfecto. El medio a través del cual los distintos conocimientos y las obras literarias de grandes autores de todas las épocas han llegado a nosotros, hasta nuestras manos. Uno de esos medios es el papel, que ha conseguido sobrevivir y mantenerse como soporte principal a lo largo de muchos siglos. El otro, es el soporte que parece conquistar cada vez más adeptos, el más moderno, el último en inventarse hasta el momento; el libro electrónico (e-book).

Los lectores que defienden el soporte electrónico basan sus argumentos en la comodidad que supone. Entre sus principales virtudes destacan el espacio -en él caben cientos de títulos, mientras que en papel, los diferentes ejemplares llenan estanterías-; otra de las ventajas del libro digital sobre el analógico es la facilidad de su transporte y lectura. Un libro digital cabe en cualquier sitio y apenas pesa; los dispositivos actuales son tan ligeros que a menudo olvidamos que lo llevamos en el bolso o en la mochila. Sin olvidar el aspecto económico, un libro en formato digital tiene un coste mucho menor que un libro en papel. Los amantes de la lectura en papel, en cambio, rehúsan perder el encanto que supone para ellos el soporte tradicional. Muchos de los defensores de este tipo de lectura apelan a las emociones que provocan la cercanía con el ejemplar que están leyendo; el poder tocar la portada, girar las páginas, hacer anotaciones, subrayar pasajes, hojear y aspirar el aroma del papel tan característico de un libro o poder tener el ejemplar firmado por su autor. Sin duda, estos argumentos son mucho más sentimentales que prácticos. Sea como fuere, no podemos negar que vivimos en la era digital. Nuestra realidad es la de los ordenadores, los teléfonos inteligentes, Internet… No podemos vivir sin la tecnología, que forma parte inevitable de nuestro día a día. Todos los aspectos de la vida cotidiana cuentan ya con su ayuda. ¿Cómo íbamos a pretender entonces que la era digital no irrumpiera también en el mundo de la lectura? 21


MUCHA MIERDA

REÍR EN TIEMPOS REVUELTOS

22

Por Víctor Barahona


MUCHA MIERDA

L

a dama duende, del genial Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), emblema del Siglo de Oro español, es un texto que fue representado por primera vez allá por 1629. Este montaje, ahora dirigido por Helena Pimenta, directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, adopta, sin embargo, una estética propia del Romanticismo del siglo XIX. Las capas que bautizan al género -de capa y espada- se cambian por los bastones y los bombines, y la comedia de enredos se convierte en un efectivo vodevil. Próximas fechas Madrid. Teatro de la Comedia. Hasta el 10 de diciembre / Pamplona. Baluarte. 2-3 de marzo de 2018 / Logroño. Teatro Bretón. 9-10 de marzo de 2018 / Vitoria. Teatro Principal. 14-15 de marzo de 2018 / Valladolid. Teatro Calderón. 6-8 de abril de 2018 / Murcia. Teatro Romea. 20-22 de abril de 2018 / Valencia. Teatro Principal. 26-29 de abril de 2018 / Córdoba. Gran Teatro. 4-5 de mayo de 2018 / Sevilla. Teatro Lope de Vega. 9-12 de mayo de 2018

Aunque, en su día, La dama duende fue todo un éxito teatral, al cuestionar desde el humor las supersticiones y las convenciones sociales, su lectura desde la perspectiva de nuestro siglo puede resultar menos interesante que otras comedias de la época. Es por eso, quizás, que Pimenta explota los resortes cómicos del texto sin más pretensión que entretener al público. Y lo consigue gracias a su ritmo perfectamente orquestado. Porque la comedia es eso, ritmo. Y esta obra se compone de un conjunto de gags bien colocados que consiguen arrancar las risas del respetable, porque se han sucedido en el momento adecuado, ni un segundo antes, ni un segundo después. La versión ágil que firma Álvaro Tato, habitual colaborador de Pimenta, es sin duda una base sólida para este engranaje notable. La trama principal sitúa a Doña Ángela encerrada por sus hermanos tras una alacena. La joven viuda busca conquistar a Don Manuel, invitado de la familia y hospedado en una estancia contigua. Para ello, trazará un ingenioso engaño que le permita comunicarse con él de manera aparentemente misteriosa y mágica. Esta historia se complementa con una trama secundaria que se centra en la atracción de Don Juan, al que podríamos llamar antigalán, por Doña Beatriz, algo así como unos Romeo y Julieta patrios que hacen de la torpeza y la ingenuidad su bandera. El elenco, que -como siempre sucede en la Nacional- demuestra su

exquisito buen hacer con el verso patrio, construye una gran complicidad con el público, principalmente en esos habituales apartes del teatro clásico. Da gusto escuchar -y contemplar- a una inmensa Marta Poveda -en la piel de Ángela- que, como ya hiciera en otros montajes de la compañía, vuelve a destacar sobre el resto del reparto por su genuino carisma. También a Rafa Castejón (Manuel), Álvaro de Juan (Cosme), Joaquín Notario (Juan) y, en definitiva, todo el elenco. La combinación de la escenografía naturalista de las dos estancias principales en las que se sucede la obra contrastan con el minimalismo propio del jardín, dos propuestas bien diferenciadas que, sin embargo, no acaban de casar muy bien. ¿De verdad es necesario indicar a los espectadores, con un letrero, que los personajes están en un jardín? La cuarta pared se rompe en numerosas ocasiones, de forma bien acertada en algunos momentos, pero sin mucha medida en otros. Los momentos dancísticos, que pretenden aportar cierto lirismo y apelan a lo fantástico de la trama, son quizás otros elementos del montaje que pueden descuadrar. Aunque para gustos, colores… La risa baila sin timidez en las butacas durante los 105 minutos que dura la representación. Y eso es sin duda todo un logro que no se debe olvidar. ¡Cuán necesario es reír en los tiempos que corren! ¡Larga vida a la Nacional!

EQUIPO ARTÍSTICO: Álvaro Luna (Video Escena), Jesús Esperanza (Maestro de armas),Vicente Fuentes (Asesor de verso), Nuria Castejón (Coreografía), Ignacio García (Selección y adaptación musical), Gabriela Salaverri (Vestuario), Juan Gómez-Cornejo (Iluminación), Esmeralda Díaz (Escenografía), Álvaro Tato (Versión), Helena Pimenta (Dirección), Compañía Nacional de Teatro Clásico (Producción).

Fotografía: J. Alberto Puertas

REPARTO: Rafa Castejón, Álvaro de Juan, Marta Poveda, David Boceta, Paco Rojas, Joaquín Notario, Nuria Gallardo, Cecilia Solaguren, Rosa Zaragoza.

23


SERIEfilia

EL PODER ESTÁ CLARAMENTE EN EL NORTE Por Jordi Banquells

V

ivimos tiempos norteños, tiempos de héroes de espada y escudo que con valentía se enfrentan a sus enemigos con furia inusitada, alguno es conocido como Rey en el norte. Game of Thrones dará paso a su temporada final el año que viene, después de habernos maravillado en ésta últi-

‘Vikings’ ha cautivado a la audiencia por, entre otras joyas, su fotografía. LTI

24

ma como venía ya haciendo en las anteriores. Pero no todo lo que se refiere al norte necesariamente tiene que ver con esta joya de HBO. Y es que de las tierras frías y duras también llega… Lo mejor. Vikings. Canadá e Irlanda son coproductoras de

esta serie que narra la historia de Ragnar Lodbrok (Travis Fimmel) y su ascenso en la sociedad vikinga hasta convertirse en rey. Historia, violencia y mucha crudeza son algunos de los elementos que conforman esta producción que ya va por su quinta temporada y que engancha nada más poner-


se. Es una obra de arte con una fotografía estupenda que muestra tanto esos parajes tan característicos de los países nórdicos como espectaculares batallas y asedios, y un guión sólido que nos mostrará cómo un pueblo llegó a someter al norte de Europa en el siglo VIII. Si lo que os va es las series históricas, esta es una que no os podéis perder. Michael Hirst es su creador y, aparte del mencionado Travis Fimmel, cuenta entre sus filas con la increíble Katheryn Winnick en el papel de Laguertha, la viva imagen de una valquiria, y Clive Standen haciendo de Rollo, hermano de Ragnar y supuestamente el hombre del cual descendieron muchos hombres que hoy pueblan este mundo. Capítulos de 45 minutos de duración con una buena intro. Imprescindible. 90% Recomendable. (Visto en: Netflix, Fox, TNT y online). Nota : 9 Y no salimos del norte, ya que TV3 estrenó no hace mucho una serie que ha cosechado bastante éxito, pero que cometió el grave error de solo adquirir los derechos de la primera temporada y no hacerse también con la segunda, dejando así a muchos espectadores con las ganas y viéndose obligados a recurrir a la via online, y eso de dejarnos con las ganas es… Lo peor. The Last Kingdom. Serie británica ambientada en Gran Bretaña y basada en las novelas The Saxon Stories, escritas por Bernard Cornwell. Está centrada en las diferencias mantenidas entre los daneses y los ingleses, y focaliza esta situación en el personaje de Uhtred (Alexander Dreymon), inglés de nacimiento, pero criado por un Jarl

El humor también está presente en ‘The Last Kingdom’, que cuenta con dos temporadas. LTI

Muy Buena. 70% Recomendable. (Visto en: TV3, Netflix, Fox y online). Nota: 7,5

pantallas, Star Trek: Discovery, que narra las aventuras de la tripulación del USS Discovery, la nave predecesora del archiconocido USS Enterprise y que con nuevos personajes nos mostrarán los orígenes de los contactos con otras razas, como los Klingon, o el descubrimiento de nuevas civilizaciones. Como ya os habréis imaginado todas estas aventuras transcurren años antes de lo acontecido en la serie original de Star Trek.

La que va a caer. Y cambiamos el gélido temporal del norte para adentrarnos en otro tipo de frío, el espacial, y es que una de las series más míticas de la historia llega a las

Y es que cuando mirar al futuro no es demasiado apetecible, lo mejor es echar un vistazo al pasado para ver cómo hemos llegado a donde estamos.

danés. Pese a ser una serie de marcado carácter histórico, combina con mucha habilidad el drama con frescos toques de humor que hacen de esta producción una buena pieza para los amantes de este género. Cuenta con dos temporadas de ocho capítulos cada una, que duran una hora, un gozo.

25


PLAY SPECTRUM ONE

STAR WARS: BATTL Por Daniel Arroyo

E

l pasado mes de noviembre salió a la venta la segunda parte del shooter por excelencia de la famosa saga de Star Wars: Star Wars: Battlefront II. Esta nueva entrega se ve bastante diferente a la anterior, ya que Electronic Arts ha escuchado las quejas de los fans referidas a su anterior entrega hasta tal punto de que Battlefront parece una versión beta de Battlefront II.

todas las sagas hasta ahora, desde el episodio I-II-III, reviviendo las batallas entre el ejército clon republicano y los droides separatistas, pasando por los episodios IV-V-VI, recreando las ya míticas guerras entre imperiales y rebeldes, para terminar con la última saga, enfrentándose los soldados de la Primera Orden contra los de la Resistencia. Esta parte se actualizará este mes de diciembre con el estreno del episodio VIII: Los Últimos Jedi.

En esta ocasión, contaremos con los héroes, soldados y vehículos de

Sobre los modos de juego que tiene, cabe destacar el modo campaña,

26

que para mi parecer, ha sido perfecto. La campaña cuenta la historia de una oficial imperial llamada Iden Versio, líder del Escuadrón Inferno, y narra lo que ocurrió desde la caída de la segunda Estrella de la Muerte al final del episodio VI. Tampoco quiero rebelar demasiados detalles sobre la historia, ya que, si algo me ha sorprendido bastante de esta campaña, es que tiene mucha información reveladora de la historia principal de las películas y que nunca antes habíamos visto, así que podéis estar tranquilos que no habrá ningún spoiler.


PLAY SPECTRUM ONE

Disponible para PS4, Xbox One y PC. LTI

que hay mucha más cooperación en equipo para ganar la batalla. A mí, personalmente, es el modo que más me gusta. 3-Héroes y Villanos. Como en la anterior saga, en este modo solo jugaremos con los héroes y villanos de cada facción, pero la diferencia es que ya no son rondas de eliminar a todos los jugadores enemigos, sino de conseguir eliminar al enemigo que esté marcado como objetivo, para así sumar puntos. 4-Ataque. Este modo consta de dos equipos de ocho jugadores que competirán por una serie de objetivos; es parecido a Asalto Galáctico, pero en mapas mucho más pequeños.

LEFRONT II En el modo multijugador también han mejorado muchas cosas, de momento contamos con cinco modos diferentes:

un vehículo grande… Una vez hecha esta fase, se pasará a la siguiente avanzando en el mapa. Los equipos son de 20 jugadores.

1-Asalto Galáctico. Éste sería el modo de juego más completo del juego, ya que podemos utilizar tanto héroes como todos los tipos de soldados, vehículos, etc. En este caso, dependiendo del mapa y del bando en el que estés, tendrás que ir completando las diferentes fases que se nos muestran, ya sea defender un puesto de mando, tomarlo, destruir

2-Asalto de Cazas Estelares. En mi opinión, este modo de juego es el que han mejorado considerablemente. En este caso, y a diferencia de la primera entrega -que sólo era derribar cazas enemigos-, hay que completar también ciertas misiones como en Asalto Galáctico. Esto le da otra motivación al jugador que le guste pilotar cazas estelares, ya

5-Estallido. En un juego del tipo shooter no podía faltar su modo de juego basado en conseguir el mayor número de muertes rivales para ganar la batalla. Son combates rápidos de 20 jugadores. En general, a mí me ha gustado bastante la mejora que han hecho para este videojuego. El único problema de momento es el sistema que han utilizado para subir el nivel y el rango de los personajes con los que cuentas, ya que lo han hecho con un sistema de cartas las cuales te salen en paquetes que puedes comprar con los puntos que consigas jugando o con el famoso y polémico sistema de micropagos. Esto ha hecho que muchos jugadores hayan reclamado a EA, y por lo que se ve, parece que EA se va a echar para atrás con este sistema; veremos cómo evoluciona esto en un futuro, a pesar de que los DLCs que saquen vayan a ser todos gratuitos. 27


¿Y PARA QUÉ EL INTERNET DE LAS COSAS? Por bsr_flr


Con-ciencia

H

oy que todo es Smart y que se tiende a que permanentemente estemos conectados, comienzan a escucharse ya, demasiado alto como para ignorarlo, muchas voces que nos hablan del Internet de las cosas (IoT) y de cómo no sólo estaremos conectados entre nosotros, sino también con los entre 1.000 y 5.000 objetos comunes con los que toda persona se relaciona en el mundo en el que vivimos. Y es que el IoT no es ni más ni menos que eso, interconectar digitalmente objetos cotidianos con Internet para que hablen tanto entre ellos como con nosotros con el fin de realizar un procesamiento inteligente de datos. A día de hoy se están probando varias formas para que los objetos se conecten mediante hardware específico a Internet y, aunque se está avanzando mucho, todavía quedan por resolver algunos problemas, como por ejemplo la necesidad de procesadores más pequeños y de menor consumo,

Imágenes: pixabay

29


Con-ciencia

ciertas mejoras en los sensores que recogerán la información y nuevos protocolos de comunicación a corta distancia. Estos objetos conectados no serán tan listos como los teléfonos móviles, pero tampoco lo necesitarán, simplemente nos mandarán datos. Y todo esto para responder a la eterna pregunta: ¿y para qué? ¿En qué mejorará esto nuestra vida cotidiana? Pues no seré yo quien se postule sobre si esto se llama evolución o es simplemente más tecnología innecesaria. A modo de ejemplo, podemos comenzar por preguntarnos si queremos o necesitamos un frigorífico que nos diga la fecha de caducidad de los alimentos, o que tenga un inventario de todo lo que hay dentro y vaya generando una orden de compra para cuando nosotros creamos conveniente solicitarla. O si queremos un inodoro que analice nuestra orina y nos informe de cómo estamos de salud, o incluso si el cepillo de dientes nos alerta de que tenemos caries y va concertando él solo una cita con el dentista. Todo esto, aparte de poder decirle a tu horno que has salido del trabajo antes y que se ponga en marcha o hablar con tu coche para pedirle que venga a recogerte, y cuando te deje en casa que vaya él solo a buscar aparcamiento. Y es que hacia este punto se encamina el futuro. Es cierto que esta tecnología se está afianzando primero, y con bastante rapidez por los beneficios que conlleva, en el sector privado como la industria y la producción en masa, en los controles de infraestructura urbana y en controles ambientales de calidad del aire, 30


Con-ciencia

resumiendo en Industria 4.0 y en Smart Cities, pero aún le queda para entrar en el sector de los hogares y la vida de las personas. Aunque como todo en la evolución presenta sus inconvenientes, propios también de una tecnología todavía en pañales, pero supongo que nadie querrá ver cómo es hackeado ya que su cafetera va soltando contraseñas y demás datos sensibles mientras te avisa al móvil de que necesita más café, o cómo la cámara monitor para bebés convierte tu casa en Gran Hermano por la red. Todo esto debido a que todavía el 50 por ciento de las comunicaciones en este aspecto no van encriptadas. No quería acabar el artículo sin nombrar a las grandes empresas que están detrás de todo esto, guiándonos hacia el futuro. Algunas de las más importantes, y que más dinero están gastando en desarrollar esto, son HP, Kaspersky, colaborando con la seguridad, BroadCom, una de las mayores empresas de fabricación de circuitos integrados o Cisco, el gigante de las telecomunicaciones. Como veis, ninguno nació ayer… En definitiva, es cierto que esto mejorará muchas cosas, sobre todo y más importante, donde lo está haciendo, en el mundo industrial. Cuando llegue a nuestras casas causará previsibles problemas de dependencia de Internet. También está quién dice que nos hará más vagos, ya que sabemos que todo lo hacen las máquinas, y, para terminar, el eterno problema de la intimidad, que no será tan íntima como queremos. Aunque esto todavía son solo suposiciones; hasta que no lo tengamos delante no sabremos nada… Solo nos queda especular y soñar hasta que llegue. 31


¿Qué se cuece?

Microbiota, el otro órgano vital que no te enseñaron en el ‘cole’ Por Noemí López Ejeda

Se estima que nuestro cuerpo carga con 1 kilo de células no humanas. Son todos esos microorganismos que viven con nosotros de forma permanente, y realizan tantas funciones, que no podríamos vivir sin ellos 32

E

stos pequeños integrantes del mundo bacteriano y nosotros, mantenemos una relación que se conoce con el nombre de simbiosis, en la que ambas partes obtenemos un beneficio mutuo y no podríamos vivir la una sin la otra. Tenemos simbiontes en distintas partes de orga-


¿Qué se cuece?

compuestos que, de otra manera, acabarían intactos en el retrete. La otra gran función de la microbiota intestinal tiene que ver con la inmunidad. La boca es el principal punto de entrada de patógenos a nuestro organismo, y tanto es así, que sólo en el tracto digestivo se alberga el 70 por ciento de todas nuestras células inmunes. Según esto, la existencia de muchas bacterias buenas unidas a las paredes del intestino, evita la unión de las bacterias malas por simple competencia por el espacio. Pero, ¿cómo llega nuestro sistema inmune a diferenciar entre buenos y malos? Hasta hace relativamente poco, se pensaba que los bebés nacían estériles y que adquirían su primera microbiota al pasar por la vagina de la madre durante el parto -por eso ahora no se lava a los recién nacidos hasta pasadas 24 horas desde el alumbramiento-. Esto se debe a que algunos estudios han mostrado que los bebés que nacen por cesárea tienen una microbiota más parecida a la del quirófano y el personal sanitario, que a la de la propia madre. Pixabay

nismo como la piel, la cavidad oral, las vías respiratorias o la vagina, pero la más famosa es, sin duda, la conocida como flora intestinal. Las células de nuestro intestino sólo son capaces de digerir tres tipos de hidratos de carbono: el almidón, la sacarosa y la lactosa -y

esta última no en todas las personas, como les pasa a los intolerantes-. Así, el principal cometido de esta microbiota es degradar los hidratos más complejos que conforman los alimentos vegetales como, por ejemplo, la celulosa o la pectina. Esto permite que podamos aprovechar la energía de estos

Pero no es cierto que nazcamos libres de bacterias. Las investigaciones más recientes revelan una realidad distinta y fascinante. Existen unas células inmunitarias en el intestino de la madre que son capaces de detectar si los microorganismos cercanos son patógenos o simbiontes. Si son patógenos, se activarán para atacarlos y evitar la infección pero, si son parte de la microbiota, son capaces de adherirse a ellos y transportarlos por la sangre hasta el líquido amnió33


¿Qué se cuece?

tico, donde el feto los ingiere y los incorpora a su intestino ya antes de nacer. Éste es un mecanismo evolutivo que permite a las madres educar el sistema inmune de los fetos para que puedan enfrentarse a un mundo lleno de patógenos sin atacar a las bacterias que les van a resultar beneficiosas.

34

Pero ahí no acaba la cosa. Esta protección sigue mucho después del nacimiento por medio de la lactancia, ya que también se transportan bacterias desde el intestino al pecho de la madre. Cabe reseñar, además, que la leche materna está cargada de hidratos de carbono complejos que, como se mencio-

naba arriba, nunca podrían ser digeridos por las células del bebé. Es decir, que la leche materna no sólo está diseñada para alimentar al recién nacido, sino también a todas sus bacterias intestinales. Esto nos da idea de la larga trayectoria evolutiva común que hemos compartido con estos seres microscópicos.


¿Qué se cuece?

Sin embargo, hemos empezado a darle la importancia que se merece a la microbiota porque su alteración, llamada disbiosis, se asocia con diversas enfermedades. Gracias a los anuncios de yogures, nos queda claro que los Lactobacillus ayudan a mejorar el tránsito intestinal. Pero más allá del estreñimiento,

la disbiosis se asocia directamente con otros trastornos inflamatorios, algunos relativos al propio intestino como son el colon irritable, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. También a otras inflamaciones sistémicas como la artritis, la fibromialgia o la obesidad. Pero… ¿qué es antes, el huevo o la gallina?

No está claro si las patologías determinan la disbiosis o si la relación es al revés. En cualquier caso, está demostrado que dietas ricas en fibra y bajas en grasas saturadas fomentan una microbiota equilibrada, esto es, una alimentación basada en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Pero, lo que resulta más impactante de este micromundo interior es su asociación con la salud mental. Muchas de estas bacterias intestinales tienen la capacidad de secretar neurotransmisores que ejercen un efecto directo sobre nuestro sistema nervioso. Es lo que se conoce como el eje cerebro-intestino. La mejor forma de entenderlo es pensar en la sensación de “mariposas en el estómago” cuando vamos a ver a alguien especial, o cómo se nos suelta la tripa en momentos de mucho estrés o nervios. Basándose en esta relación, algunos científicos han empezado a estudiar la relación de la microbiota con patologías neurológicas. Hasta la fecha, está bastante documentado que la mejora de la dieta y la administración de probióticos -microorganismos vivos como suplemento alimenticio-, ayudan a controlar los síntomas del autismo y la depresión y, actualmente, ya se investigan sus posibles efectos sobre otras enfermedades como el Alzheimer o la demencia.

Pixabay

Por último, y aunque pueda parecer una obviedad, cabe llamar la atención sobre el uso indiscriminado de antibióticos ya que, no sólo matamos a los patógenos, sino que también estamos extirpando parte de este órgano intestinal tan importante para nuestra salud física y mental. 35


EL DELOREAN

PAVOR AL SILENCIO Por José Luis Barquilla

L

a Gran Guerra (1914-1918) nos trae imágenes de trincheras, de alambre de espino, de gas, de barro y, claro está, de muerte. Esta guerra que empezó por un suceso que pasó casi desapercibido para la mayoría de la población europea, en una pequeña región de lo que era el Imperio Austrohúngaro, inició una serie de acontecimientos que, favorecidos por los nacionalismos imperantes en Europa, acabó en la mayor guerra que hasta ese momento hubiera visto el mundo. Se luchó en el mar, en el aire, en la tierra e incluso bajo ella, con un resultado final de casi 10 millones de muertos. La mayor parte de estos muertos fueron en el frente occidental, en Francia y Bélgica, donde la guerra se caracterizó por una guerra estática, de trincheras, cuya longitud se estima en 40.000 kilómetros con un trazado que iba desde el Canal de la Mancha hasta la frontera de Suiza. Con estas características cualquier avance militar suponía la pérdida de miles de vidas humanas. Las masacres se fueron sucediendo y empujaron a ambos bandos a innovar buscando la manera 36

de causar más bajas al enemigo sin exponer a sus propios soldados. Así aparecieron nuevas armas, las bombas de gas mostaza, los lanzallamas, el tanque…; y también aparecieron nuevas técnicas, el uso masivo de la aviación, el uso de la radio en las comunicaciones y el empleo de grandes minas terrestres, entre otras. Estos avances tecnológicos ofrecían nuevas y terribles formas de hallar la muerte. Podías acabar quemado vivo por el alcance de un lanzallamas. También podías morir en uno de los icónicos aeroplanos de esta contienda como los que tripulaba el Barón Rojo, que por supuesto no disponían de paracaídas y si te alcanzaban estaba claro el desenlace. Tampoco ser gaseado con gas en una trinchera es que fuera una muerte dulce... Pero uno de los lugares más angustiosos en los que pudieras hallar la muerte era en uno de los túneles excavados para colocar una de las grandes minas terrestres. El plan era muy sencillo, se excavaba un pequeño túnel hasta llegar a las trincheras contrarias, se colocaban toneladas de explosivos debajo, se volvía a cerrar el túnel

para que la onda expansiva no afectara a las trincheras propias y que la detonación librase toda su energía contra el objetivo y, llegado el momento preciso, se detonaba haciendo volar por los aires a todos los enemigos que hubiera en ese sector; además de abrir una brecha en el frente por donde se pudiera lanzar un ataque que permitiera avanzar en terreno enemigo. Algunas de estas explosiones se llegaron a escuchar en Londres, al otro lado del Canal de la Mancha. El tunelador trabajaba en un ambiente muy claustrofóbico,


húmedo y frío; los túneles eran muy angostos, con gran riesgo de derrumbe y, por si fuera poco, este lugar tan profundo no te libraba del enemigo, pues en algunas ocasiones se dio el caso de que túneles con objetivos opuestos se encontrasen a mitad del camino o que el túnel interceptara un refugio, una trinchera o algún almacén enemigo con lo que, bajo tierra, se encontraban soldados de ambos bandos en un minúsculo habitáculo comenzando una batalla en la oscuridad de la profundidad a golpes, con bayonetas, con los picos o con cualquier cosa que

permitiese matar al contrario, y en muchas ocasiones acaban con los dos bandos enterrados juntos por un desprendimiento. Para evitar este tipo de minas subterráneas se inventaron unas contraminas que estallaban y provocaban derrumbes en los túneles de los atacantes. Estas contraminas eran activadas por los defensores al oír el más mínimo ruido sospechoso. Para esta labor de vigilancia de las profundidades usaban geófonos, cornetillas pegadas a las paredes y cualquier medio que pudiera descubrir la construcción de un túnel.

Ni que decir tiene que el excavador debía ser sumamente cuidadoso si no quería acabar sepultado. Cuando se acercaba a las trincheras se llegaban a escuchar a los soldados enemigos, se les escuchaba hablar, reír y seguir con su vida diaria; por ese motivo, cuando se callaban el tunelador sentía pavor, podía haber sido descubierto y acabar sepultado por una contramina. Así, por si fueran pocos los miedos en el campo de batalla, también tenías que tener miedo al silencio. *Foto: Placa en memoria de los soldados de la Primera Guerra Mundial. Pixabay

37


SATORI NO SEDAI Vistas del torii antes de ascender al Monte Misen. Esperanza Freshneda

MIYAJIMA Y MT. MISEN Por ‘El Morales’

E

n esta edición seguiremos haciendo turismo por Japón y me gustaría mostraros una experiencia tan bonita como armoniosa que tuvimos en nuestro viaje al país del sol naciente. Se trata de la visita a la isla de Miyajima, que se encuentra a una media hora en ferry de la ciudad de Hiroshima, y a la posterior subida al Mt. Misen.

Llegando a la isla, una de las primeras cosas que se puede observar desde el ferry es el gigantesco torii flotante, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996. Un torii es un arco tradicional japonés generalmente de madera y pintado en tonalidades rojizas que representa una puerta que separa lo mundano de lo sagrado.

Miyajima es la más destacada en un conjunto de islas pequeñitas gracias a la presencia del Monte Misen, de unos más de 500 metros de altitud, y que en su día -hace más de 1.000 años- fue considerada como isla sagrada y, por ello, los humanos no podían poner un pie en ella.

Al salir de la estación tenemos una gran plaza en la que pudimos observar multitud de ciervos salvajes rondando por el pueblo como cualquier habitante más. Son igual de adorables y pacíficos, como de pesados buscando comida, a pesar de estar bien surtidos por los cuidadores locales. Si lleváis algún objeto que

38


SATORI NO SEDAI sobresalga de los bolsillos o mochilas puede ser que os lo arrebaten, ¡lo digo por experiencia! El pueblo es pequeñito y su zona residencial limitada, pero tiene una calle comercial surtida de tiendas de souvenirs y restaurantes. De estos últimos, hay que destacar una de las especialidades en Hiroshima a un precio muy bajo si lo comparamos por ejemplo con España: las ostras. Su principal atracción es el santuario de Itsukushima, ubicado sobre el agua y con unas vistas realmente hermosas. Todo muy ceremonial y turístico; aunque parezca incompatible, aquí, en Japón, es posible. Una vez acabada la visita al santuario y dejando atrás una zona residencial, llegamos al inicio de la subida al Monte Misen, donde se nos darían tres caminos a elegir, dificultad fácil, media o difícil -como si de un videojuego se tratase-. El camino fácil disponía de un funicular para hacer la subida y al comienzo se hallaba el parque de Momijidani. Fue una pena ir en invierno porque, según dicen, en otoño el sitio es espectacular. Nosotros tomamos el camino medio, cuya subida estaba compuesta íntegramente por escaleras y tenía avisos en varios tramos de serpientes venenosas; menos mal que no fuimos por el camino difícil, ¡lo mismo en vez de serpientes habría dragones! Cada alto en el camino era un remanso de naturaleza y paz, que hacía olvidar los millones de peldaños que llevabas subidos. Antes de llegar al final de la ruta, pudimos observar la Llama Espiritual o Reikado, la cual se dice que lleva encendida 1.200 años y con la que se prendió la Llama de la Paz del Memorial Park de Hiroshima. En el final de ruta, podemos observar las incontables islitas alrededor de Miyajima desde el mirador, un paisaje precioso. Pensaréis que ya estaba todo visto y nada podría sorprendernos, pero después de un tortuoso camino de vuelta -con calambres en los gemelos de tanta escalera- pudimos observar que el inmenso torii flotante sumergido en el agua ¡ahora era alcanzable a pie! Descubrimos que a media tarde la marea baja en Miyajima, lo que nos dio la oportunidad de ver de cerca tan inmensa obra de arte. Ahora sí que acaba nuestra visita, ¡hasta la próxima!

Un ‘simpático’ ciervo por las calles. El Morales

Espectaculares vistas desde el Monte Misen. El Morales

Cuando la marea baja, el torii es accesible a pie. Esperanza Freshneda

39


ALMA DE SEFARAD

EL GRIAL-ENTREMESES Por Álvaro Durán

Foto: Pixabay

E

l plato usado por Jesucristo en la última cena, entregado tras su resurrección a José de Arimatea para que lo lleve, bajo su orden, a la isla de Britania, ha marcado la historia del Cristianismo, se ha convertido en la ensoñación de los historiadores y en objeto de deseo para los buscadores de tesoros. Pero, ¿qué es el Grial? La relación entre el Grial, el cáliz y José de Arimatea tiene su origen en la obra de Robert de Boron, Joseph D´Arimathie, publicada en el siglo XII -aunque el primer autor en mencionar el Grial es Chrétien de Troyes en su narración Perceval, en 1181-. Posteriormente, y a raíz de su obra, surgirían miles de variantes sobre el destino del supuesto objeto sagrado. Siguiendo la tradición de Boron, autores posteriores narran cómo José de Arimatea usaría aquel recipiente para recoger la sangre que emanaba de la herida del costillar de Jesús. Más tarde transportaría el Grial hasta Britania, donde lo dejaría bajo la custodia de una dinastía de guardianes legendarios y daría lugar a una de las búsquedas más conocidas del Santo Grial: La búsqueda de los caballeros de la mesa redonda, del Rey Arturo. La palabra Grial sería una adaptación del término latino “gradalis” que implica la idea de un plato, o bandeja, que es llevada a la mesa en diferentes momentos de una comida. Esta traducción rompería la idea de que el Grial fuera 40

una copa, construida por un carpintero, por lo que desacreditaría a todas las copas que hoy en día pululan por más de 200 iglesias de todo el mundo y aseguran ser el verdadero Grial. Incluso acabaría con las posteriores transliteraciones que suponen que la palabra hace mención a la “Sang réal”, sangre real, dando a entender su referencia a la descendencia de Cristo a lo largo de los siglos -como se popularizó en el best seller de Dan Brown El Código Da Vinci-. Sin embargo, nosotros nos centraremos en la versión de la copa, más unificada y absorbida en España. Nos adentraremos en un viaje apasionante que comienza en este mismo artículo, y acabará en un par de artículos más donde intentaremos escudriñar los misterios que esconde el Santo Grial y su relación directa con España. Recabando información, y analizando cada versión de las diferentes historias. Viajaremos a múltiples puntos del país a través de las letras y de mano de investigaciones de reconocidos arqueólogos e historiadores. Con el objeto de entender, si cabe, un poco más ese objeto tan codiciado por la cristiandad y que obtuvo su protagonismo -según las escrituras- en aquella última cena, donde se reunieron por última vez Jesús y sus apósteles. Nos encontramos, pues, en el entremés de toda esta historia. Espero que sea de su gusto. ¿Cómo llegaría el Santo Grial a España? El cáliz de Doña Urraca. Recordemos que Jesús or-


ALMA DE SEFARAD

denó a José de Arimatea llevar el Grial a Britania, esto pasaría si nos ceñimos a la narración medievalista de Robert de Boron. Pero otras investigaciones, como la de Gustavo Turienzo Veiga -doctor en filología árabe y licenciado en Historia-, que tras examinar dos manuscritos escritos en árabe en la Universidad de Al-Azhar (Cairo), expone que el famoso cáliz llegaría a España por una donación del emir de la taifa de Denia, Ali ibn Muyahid ad-Danii, al Rey Fernando I el Magno en 1054, para fortalecer la amistad entre ambos. Investigación que queda plasmada en Los reyes del Grial. En plena expedición de entrega del Grial se narra cómo uno de sus hombres habría desprendido con una gumía un trozo de la copa. Dicha esquirla habría sido enviada a Saladino y habría sido utilizada para curar a su hija poniéndole el trozo de piedra sobre el cuerpo. Entra en escena la infanta Doña Urraca, hija de Fernando I, la mujer más poderosa de mediados del siglo XI. Ésta mandaría el sagrado cáliz a los orfebres para ser restaurado y rematado con piedras preciosas, lo que despertaría la curiosidad de los maestros del gremio por su petición de restaurar un objeto que a simple vista parecía no tener ningún tipo de valor. Posteriormente sería llevada a la basílica de San Isidoro de León, donde según cuentan las investigaciones ha estado protegida hasta nuestros días. Incluso se cuenta que

Fernando II habría desviado a propósito parte del camino de Santiago para que los peregrinos visitaran la sagrada copa en su viaje hacia la espiritualidad. Las pinturas del Panteón de San Isidoro, conocidas como La Capilla Sixtina del Románico tienen como centro una escena de la última cena que “siempre ha sido un misterio para los historiadores” por contener una serie de elementos “raros”. Sobre la mesa ilustrada solo hay platos y bandejas, no aparece ninguna representación de cáliz alguno frente a Cristo. Sin embargo, los apóstoles sí portan un cáliz en sus manos. San Marcio, personaje que extrañamente es representado en pinturas de la última cena, ofrece un cáliz a Cristo. Esa misma copa aparece representada con una pequeña esquirla, como la que le faltaba al cáliz de Doña Urraca y llegó a manos de Saladino. A día de hoy hay multitud de detractores de esta teoría sobre el verdadero Santo Grial. Mientras que otros muchos historiadores, como Margarita Torres y José Miguel Ortega del Río, aseguran que es el verdadero cáliz de Cristo y se encuentra en la basílica de San Isidoro de León. Primera parada de nuestro particular viaje en busca del Grial en España. 41


PINTATETU

conejito de terror Con frases de la película ‘Donnie Darko’ de Richard Kelly, 2001

Por Amuso

1

1 - La destrucción es una forma de creación. 2 - Eres raro. - Lo siento. - No. Fue un cumplido. 3 - ¿Tú puedes hacer eso? - Yo puedo hacer lo que yo quiera. Y tú también puedes.

42

2

4 - ¿Y si pudieras volver atrás en el tiempo, no quitarías todas esas horas de dolor y tristeza, y las cambiarías por... por algo mejor? 5 -¿Qué se siente al tener un hijo loco? - Es maravilloso. 6 - ¿Por qué usas ese estúpido disfraz de conejo? - ¿Por qué usas ese estúpido disfraz de hombre?


PINTAtetu

3

4

5

6

43


ESPÍA EN LA COCINA

Cristina Fernández Más recetas en espiaenlacocina.com

Salchichas frescas con chalotas, manzanas y salsa de Oporto INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS • • • • • • • •

12 salchichas de cerdo frescas 4 manzanas 8 chalotas 50 mls de vino Oporto 200 mls de agua 1 cucharadita de Maizena 1 cucharada de agua fría 1/4 de canela molida

E

n una cazuela baja o tartera ponemos a calentar a fuego medio alto el aceite de oliva, echamos las salchichas y las doramos por ambos lados durante 5 minutos. Una vez listas, las retiramos de la cazuela y las reservamos en un plato. Bajamos un poco el fuego y en esa misma cazuela incorporamos las chalotas peladas y enteras. Las cocinamos en ese aceite durante 5 ó 6 minutos a fuego medio hasta que estén ligeramente doradas y queden tiernas. Es muy importante ir raspando el fondo de la cazuela con una espátula de madera. Esos restos aportan mucho sabor al plato.

44

• • • • • •

1/4 cucharadita de pimienta negra molida 1/2 cucharadita de azúcar moreno 1/2 cucharadita de sal 2 ó 3 ramitas de tomillo 2 dientes de ajo 3 cucharadas de aceite de oliva

Agregamos ahora la manzana pelada, descorazonada y cortada en gajos junto con el ajo picado, la sal, el azúcar, la canela, la pimienta y las ramitas de tomillo. Removemos suavemente y cocinamos a fuego medio durante 10 minutos hasta que la manzana quede tierna. Después, vertemos el vino Oporto y dejamos que hierva la salsa durante 3 minutos para que se evapore el alcohol. Añadimos a la cazuela el agua y la maizena disuelta en la cucharada de agua fría y removemos con la espátula hasta ver que la salsa va espesando. Incorporamos las salchichas, bajamos un poco el fuego y cocinamos todo con la tapa puesta durante 10 minutos. Servimos y degustamos.


ESPÍA EN LA COCINA

Foto: Alberto Martín

45


ZONA INFINITA



PARA DESLIZARSE Todo va bien, y sin embargo: el deseo. Angustia y nostalgia. Suena lejos. Suena muy lejos. Suena tan lejos que se aproxima de nuevo. Y ahí esperando tan lejos, se presenta. Todo nuevo y tan viejo. Deseo. Lugar, fecha y compañía son desconocidas. Calidez, ternura, dureza, adhesión. Aliento y sudor. Esto que hacemos tan fácil, tan difícil... vivir. ¿Llueve o no? Des-eo-aho-garme, para dar espacio a este hueco. Deseo compartir la falta y escurrirme en la ausencia. Deslizarse y ahondar. Algo gris vuelve. Algo gris se va. Imposible esperar, inviable proceder. Perseguir cansa. Que vengan y nos sigan. Quienes sean. Que se atrevan. Que superen sus miedos. Que vengan tal como somos. Que nos partan. Que nos hiele su ternura y nos funda el pecho. Que nos respalden cuando nos soltamos, que nos impidan cuando nos pasamos. ¿En qué invertimos el tiempo? Eeeh… ¿y el sentir? Es casi nada, aunque sea mucho, pero es cristalino. Entrando al vértigo. Ofrenda y riesgo. Somos conforme al tiempo. A ratitos bien. A ratitos mal. Pasa lo que pasa. Sucede lo que sucede. Llegamos donde llegamos. Con la herramienta frágil, para abrir una grieta en el tiempo. Más corto es el camino, más intenso. Deseo de ser necesarix, de no ser prescindible ni imprescindible. ¿Dónde nos quedamos? Hablábamos de principios y finales. De ser, de lo imposible. Y aquí un rato ya siendo. ¿Cuánto llevamos aquí? ¿En cuántos lugares? ¿Con cuántos seres? ¿Cuántos cruces, cuántos encuentros? ¿Cuántos? ¿Por qué contar? Preguntas. Sin respuesta. Obtienes respuesta. Se reformula la pregunta. Cuenta ahora. /// Ayer hablábamos del fracaso. Error. Risa. Estamos labrando la piedra con una herramienta muy delicada. La fuerza de lxs presxs. Me asombran los significados que puede alojar una frase. Cuenta ahora. /// Lenguaje y presente. Nos reunimos en los límites, en los umbrales más recónditos. Todo está en la franja, en la grieta, en el pliegue, en el corte. Buscamos habitar el límite.

Eloisse Louisse

b Eloisse Louisse

algovivo@gmail.com



30 AÑOS NO SON SUFICIENTES Nos conocimos en una de esas noches cualquiera, una de tantas que salía con amigos. Te conocí, sin explicación, sin importancia. Hasta que el destino volvió a cruzarnos, allí fue cuando empezó la magia. Comenzamos a vernos, a sentir esa pasión que no podíamos explicar. Poco a poco, pasábamos los días, los meses, los años… Nos conocíamos cada día, haciendo planes juntos. No fue fácil, en muchas ocasiones me planteé tirar la toalla. En tantas otras, temí que fueses tú quien se rindiese. Por suerte no nos pudo la rutina, esa que todos vivimos. Años después, peleábamos por estar juntos, con nuestro hijo, con nuestro amor. Pasaron los años, juntos, amándonos unos días más que otros. Discutimos, como todos, pero siempre con una reconciliación mejor que la anterior. Tantas veces recordé aquello de “hasta que la muerte nos separe” y hoy, 30 años después, puedo entender lo que significa. Hemos luchado juntos, hemos decidido amarnos, incluso, en los malos momentos. Cuanto peor lo pasábamos, más fuerte era nuestra convicción, nuestro respeto. Cada vez que dudábamos, terminábamos convencidos de que el otro era el amor de nuestra vida y así, así han pasado 30 años, amándonos, hasta que la muerte nos separe. Hoy, echo la vista atrás y no puedo creer que lleve 30 años amándote y no sean suficientes para mí. Necesito otros 30, o quizás 50, no lo sé, porque contigo nunca tengo suficiente. Si 30 años no han sido suficientes, pude entender que moriré amándote, tal y como prometí. Te amo, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo; te amo, por 30 años y por otros 30 te amaría si la vida me lo permitiese, hasta que la muerte nos separe y siga amándote en la distancia. Porque 30 años amándote, no son suficientes…

Javi Morrison a @rinconmorrison b El rincón de Morrison ç´ñx rinconmorrison

50


INDECISIÓN Le era sencillo imaginarse despellejando a alguien. Hacer una pequeña muesca con un cuchillo en alguno de los pliegues de su piel, poner dos dedos en forma de pinza, pellizcar la arista consecuencia del corte y tirar como si fuera un abrefácil. Quizás hiciera falta demasiada fuerza y conocimientos de anatomía. Queda descartado. Era mucho más fácil quemar a alguien. Empapar de gasolina o alcohol su ropa, su pelo, su cara, encender una cerilla y tirársela. Es complicado tirar una cerilla a algo sin que se apague, eso sólo pasa en las películas. Bueno, pues enrollar un trozo de tela a un palo a modo de antorcha, prenderla y usar la improvisada cerilla gigante para pegarle fuego al hereje. El humo llamaría mucho la atención y la gasolina tiene un precio que sí que es un asesinato. Queda descartado. Lo que más cómodo le resultaba era reducir a pulpa a alguien. Golpearlo contra el suelo, contra los bordillos, darle con un martillo, pisotearlo, tirar de sus miembros hasta que todos los tendones se partieran, romper sus dedos uno a uno o todos de golpe, su frente, sus articulaciones, pinchar sus ojos con las uñas largas de final de semana… Muchas horas hasta que eso de verdad sea un amasijo de mierda, mucho esfuerzo y además un montón de cosas que limpiar luego. Queda descartado. Un clásico, la bañera de ácido. Trocear el cuerpo para disolverlo mejor; bueno, qué coño, ya que tienes una bañera lo metes entero. Sumergir el cuerpo en ese líquido que a primera vista es agua y ver cómo se va quemando, deshaciéndose hasta quedar convertido en una especie de gelatina grasienta. Pero eso lleva días, ni idea de dónde se compran esas cantidades de ácido ni el precio que tiene y además los vapores que eso suelte seguro que son tóxicos. Queda descartado. Pasaron horas, horas en las que se devanaba los sesos buscando la mejor manera de que fuera imposible identificar un cuerpo una vez sesgada la vida que lo habita. Se le ocurrieron mil posibilidades, pero todas entrañaban alguna dificultad demasiado grande, alguna molestia importante o se le iban de precio. Pasaron días, días en los que seguía sin encontrar el método definitivo y aquello ya empezaba a oler. Podía verlo allí, en la silla todavía, con un rictus de profundo hastío, como queriendo dar a entender que todo este proceso era más tedioso para él que para él. En cualquier caso, tenía que encontrar una solución ya. Pasaron semanas, semanas en los que no durmió, no comió, no bebió, semanas en las que únicamente pensó en cómo deshacerse de un cadáver sin que fuera posible reconocerlo después. Parecía un chiste el hecho de que le hubiera dedicado tanto tiempo a este asunto y aún no hubiera conseguido resolverlo, aunque fuera mal. Así que al final, cuando la policía entró en la nave industrial, se encontró dos cuerpos: uno momificado, atado en una silla, con cara de cansancio y marcas de estrangulamiento y otro bastante más fresco, con evidentes signos de malnutrición, deshidratación y privación del sueño. Pero nadie se percató de que lo que de verdad le había matado era la indecisión.

M. Guardiola a @Mikimiguelo

http://lajaimademiguelo.blogspot.com.es/

b Miguelo Guardiola Martínez

mguardiolacc@gmail.com

51


PUTA ALADA Solía caminar por la vida metida en una especie de nebulosa. Encerrada en su mundo de cristal, como si se tratara de una reina, sólo que su reino no era de este mundo. Solía soñar con los ojos despiertos, ser muy creativa y tener fe en los demás. No se trataba de ninguna devota, ni mucho menos de una hija del señor… Hacía mucho tiempo que entendió que si había un Dios que rigiera la vida, la dejó de lado hace demasiado tiempo. Se sentía exiliada, pero para ella no era especial. Intentaba adaptarse al mundo que le rodeaba, pero a su manera. Ese era el precio que siempre pagaba. La manera. El mundo no estaba preparado para alguien que vivía con sus propias normas. Fue juzgada y sentenciada, fue marcada de por vida. Era una puta, no estándar, pero sí a tiempo completo. La llamaban puta porque solía saber lo que quería, no se le caían los anillos. La llamaban puta por los éxitos que conseguía, le decían puta por su inteligencia. Era puta por lograr objetivos; lo seguía siendo cuando besaba a un chico que le parecía besable, aun dejándole clara sus intenciones. Se lo volvían a repetir cuando estaba confusa, cuando no entendía sus sentimientos. Era una puta a tiempo completo, pero al menos no rendía cuentas a ningún proxeneta. No dejaba de serlo cuando abrazaba a sus amigos estando con alguien; proseguía cuando su corazón le gritaba y ella lo silenciaba. Cuando se miraba al espejo, se sentía ¿maldita? Algo así porque marchitaba las cosas que de verdad merecían la pena en su vida. Apartaba todo lo bueno porque se sentía indigna de ello; la puta había asumido su condición de indecente en este mundo porque en su mundo nunca había existido la posibilidad de compartirlo con nadie. Jamás. Alada, sí, lo era. Era mágica, a veces consciente, muchísima veces inconsciente del encanto de su presencia. Experta tramoyista, era capaz de sanar la ponzoña más letal, porque no sabía hacer otra cosa. Solía esforzarse en resaltar sus defectos, dejando a un lado sus virtudes y, sobretodo, ocultando su preciosa sonrisa. Poderosa y brillante, le daba tanto tiempo a brillar que sólo la dejaba salir cuando se le escapaba de verdad. Tenía suerte, pese a todos los desalmados y desalmadas que se paraban en su camino. Quizás más que suerte, era encanto, aunque ella creyese que estuviese hechizada. Esta sería la autobiografía que escribiría ella sobre sí misma sí hubiera decidido tirar la toalla. Su ópera prima a modo de despedida con ese toque melancólico pero dulce… Ligeramente ácido, aferrarse a la oscuridad y perderse en ella. Iluminando a la vez que se apagaba. Esa era ella, la puta alada. Pero no quién es, no quién va a ser. Porque quien se ha perdonado a sí misma, ha perdonado su pasado. Encerrado y sin dolor. La refugiada se ha convertido en conquistadora, puta y alada. No tienen que temer, ¿o sí?

Verácida

https://catarsisneuronal.wordpress.com/

vlopmu@outlook.com


CAJÓN DE PALABRAS Amo ese “tonto” que sale de tu boca y por el que te sonrojas cada vez que la luna queda muerta cada madrugada cuando te ve pasear por las oscuras callejuelas de tu ciudad. Escondes tu belleza intentando convencerme de lo fea que eres y cada vez que lo dices muere un poeta en algún rincón del mundo, y una estrella cae del cielo ensimismada buscando a otra hermana.

Estuvo bien, pero sabes que todo a tu lado es mejorable, que me pude dejar llevar menos, que tú debiste acercarte un poco más para poder rozarte sin mirar. Deberíamos haber vivido todo aquello que pudimos sin miedos, como tú me decías aquello de: “vivir menos y sentir más, porque el que vive sin sentir no sabe lo que es el amor verdadero, pero tampoco el miedo”.

Dionisio Domínguez Blanco a @Dioni_1994 b Dioni Domínguez Blanco dionidominguezblanco1994@gmail.com

53


la haka El día de la final amanece

quince rosas de acero los esperan.

neozelandeses

Y bajo la camisa negra

El desafío está servido.

morenos, blancos, mestizos

quince corazones repican.

Atrás han quedado

compendio de razas

Un mar de gentes

muchos quinces de valientes

que surcando los mares

los contempla

de todo el mundo venidos.

en su isla han crecido.

mientras el estadio enmudece.

Sólo dos podían

Son semidioses

Va a comenzar la danza de la guerra.

sólo dos lo han conseguido

en piel y músculos esculpidos.

El escenario para ello

sólo dos han llegado

Brillaron sus miradas

un valle verde

al día por todos anhelado.

cuando escucharon sus himnos.

en forma de rectángulo

De un lado

Deslumbraron sus pieles

llamado Wembley.

los locales

cuando el rugido

De frente

ingleses

del público los recibió

bien plantados

duros, prácticos, eficientes.

a la hora señalada.

todos vestidos de blanco

De otro los visitantes

Volaron sus mentes

54


con el recuerdo del camino recorrido

Por All Black

antes que nada

Infancia, adolescencia,

se les conoce sobre el orbe.

y por encima de todo

entrenamiento, sacrificio,

Y ahora silencio…

el pergamino

recompensa.

que empiezan

sobre el que se traza

Quince camisas negras

los quince titanes

la inmortal épica.

que hinchan de orgullo

la danza guerrera

Ka mate! Ka mate!

al pecho una pluma blanca

el inmortal baile

Ka ora! Ka ora!

que a toda una nación representa.

que deja en suspenso

Ka mate! Ka mate!

Héroes descendientes

los corazones

Ka ora! Ka ora!

de otros héroes

de quienes lo contemplan.

Tenei te tangata puhuruhuru

que con el oval

La Haka neozelandesa

Nana tiki mai

han reinado

cultura maorí

Whakawhiti te ra

por generaciones

que le cuenta a la historia

A upane! Ka upane!

de negros uniformes.

que el deporte es,

A upane kaupane whiti te

Elescritorsinletras

elescritorsinletras.wordpress.com

elescritorerrante01@gmail.com

r elescritorsinletras

55


TRILOGÍA DE LA CACA Hay una grieta en el techo que me observa. La veo tumbada en el rincón, al otro lado de la pieza, como unos labios de alabastro. Enciendo un cigarro de estraperlo y trato de ahuyentarla con el humo como trazando un círculo de sal en el que no pueda agarrarme. Desde que me quedé cojo de una mano, hace un mes o así, me suelo descubrir distrayéndome con la alquimia del samsara o con un metrónomo, y no consigo concentrarme en la historia. Quiero decir que no sé qué quiero contar; y tampoco se me ocurre siquiera cómo empezar. Supongo que podría decir que todo comenzó una mañana en la que me dolía un punto del cráneo y no podía evitar pulsarme con el dedo para hacerme más daño. Apretaba un poco, torcía el gesto y el dolor se aliviaba en cuanto liberaba la presión; pero volvía a pulsar una y otra y otra vez, preguntándome por qué demonios me dolería tanto el coco. Al cabo de unas horas ya me había encontrado nuevos focos de dolor por todo el cuerpo. Por entre las costillas brotaron pequeños síndromes, crecióme una glándula junto al omóplato y en las plantas de los pies sendos traumas encallecidos; y no dejaba de apretar todo aquello con el dedo como practicando una sinfonía de dolencias, y me regocijaba en el malestar porque así palpaba mis vacíos. Así pasé prácticamente toda la tarde hasta que me dio por preguntarme por qué no me dolería también la muela y probé a pulsarla para descubrir que, lo que en realidad me dolía, después de todo, era el dedo. * * * Me até la uña en cabestrillo y me acerqué a la tasca para charlar con Policarpo el fructífero bajo las torres del momento. De camino miré a los viejos mirando los escaparates de los gimnasios donde muñecos hinchables vibraban con los electrodos aplicados en sus culos y sudaban sus sobacos, el polen me hizo estornudar y los ojos se me enrojecieron; y para cuando conseguí llegar al Diapasón, los mocos me colgaban de la barbilla y sorbía como un tapir rozando el vómito. —No quiero esta noche la botella blanca -balbucí al entrar-, dadme la botella negra de la ceguera-. Poli descorchó un litro del desasosiego y colmó dos vasos sobre la barra. A mi lado dormitaba un anciano llamado O’Mbl que además tenía la barba sucia de vino, y en la única mesa dos carcamales se repartían las fichas del dominó con palillos entre los dientes. -Si vieras a mi sobrino -decía uno de ellos-, el muy inútil… El otro día vino a casa mi hermana a traerme la comida, ya sabes, y me cuenta que su hijo, Marco, siempre va con la paranoia de que se ha cagado encima, o que no se ha limpiado bien el culo y lleva todo lleno de mierda. El tío viaja en el metro con la angustia de que la gente puede oler la peste y que saben que es él el que la lleva encima. Y siempre va pálido por ahí y con el viejo sudor frío por la espalda. -¡Qué me dices! -dice el otro. -Te lo digo. Y resulta que hacía tiempo que había olvidado ese asunto y solía ir más relajado cuando, la otra noche, sentado esperando el bus, sintió cómo una gota de meado serpenteaba por su uretra y se asomaba por el orificio. Se encogió de súbito, así, apretando los muslos, preguntándose de dónde carajo habría salido aquella gota, si no tenía ganas de mear. Miró alrededor, buscando sin éxito algo que le distrajera y le hiciera olvidar el dorado torrente que amenazaba con empapar su dignidad, ahogándole en la más profunda de las vergüenzas: Mearse encima. -Estás hecho todo un poeta. -Son estos tragos, que me divierten. En fin, llega el autobús, Marco se sube, y enseguida percibe las miradas clavándosele por los costados; vuelven los sudores, se pone a temblar. Lanza furtivos vistazos a las perneras de sus pantalones para cerciorarse de que no hay un charco bajo sus pies. No lo hay, y respira. Pero enseguida vuelve a mirar de reojo y palpa disimuladamente su pene intentando averiguar qué le está pasando. -¿Y qué le pasó al final? 56


-A eso voy; el muy mamarracho se empieza a marear y se baja en la siguiente parada. Está como a tres cuartos de hora de su casa y a esas horas ya no tiene cómo regresar más que a pie. De repente, le da una punzada en el estómago que le llega hasta el ojete y salpica su calzoncillo con la pasta caliente y húmeda y se echa a llorar ahí mismo. -Joder, sólo faltaba que le lloviera. -También llovía. Y se había tumbado en un charco de meados. -¡Vaya nochecita! -Si yo te contara… * * * Apuré el vaso y pedí a Poli que lo rellenara mientras yo cambiaba el agua a la aceituna; la historia me había estimulado el esfínter y tenía que abrir la veda. Zozobraba intentando mear dentro y, con la mirada estrábica, perdida en el chorro que yo mismo había creado, me quedé pensando en Marco, reducido a un despojo de caca, sudor y lágrimas y solo en medio de una ciudad ciega y sorda que nada más que apunta con el dedo que nos duele, y vi que el rollo de cartón ya no tenía papel, y pensé que jamás volvería a salir de casa sin uno. Tiré de la cadena de la que colgaba una etiqueta con la inscripción “fin del mundo” y me acerqué al lavabo un instante, aunque no me lavé las manos antes de salir. Cuando volví a ocupar el taburete junto a la barra, descubrí que había llegado otro parroquiano al Diapasón, un tipo calvo, que por cierto se llamaba Ruskin, y que bebía cerveza mientras contaba en voz alta cómo le había dejado su mujer. -Estaba yo, tranquilamente en mi sofá, viendo el combate, cuando viene Gloria, mi mujer, y me suelta: Ruskin -así me llamo-, he visto una rata en el cuarto de baño. Esperé a que terminara el asalto mientras bebía mi cerveza; ya sabéis cuánto me gusta a mí beber cerveza mientras veo cosas, y cuando terminó, me levanté y cogí la escopeta para matar al bicho con la culata. Pues bien, entro en el baño, y descubro que la rata está agazapada sobre la taza, meando dentro del váter, y que justo después trepa hasta la cisterna y tira de ella. Imaginaos cómo nos quedamos Gloria y yo, Ruskin. Llamamos a la tele y hasta nos hicieron un videoreportaje y todo, y luego empezaron a llamarnos para dar espectáculos en grandes teatros; incluso llegamos a vender los derechos de imagen de la rata para una telenovela de tres temporadas con película como colofón. Después llegaron las revistas de cotilleos y los paparazzi, no sé si recordaréis aquella dichosa rata. -Pues… no -dijimos todos a coro. -Total, pues que esa rata se ha ido con mi mujer. ¿Y sabéis qué me dijo ella? ¡Que era porque el jodido roedor al menos no dejaba la tapa del váter levantada! ¡Já! -Eso es justo lo que suele pasar cuando uno descuida alguno de esos arbustos -musitó O’Mbl, para asombro de todos, tras despertarse con uno de sus ronquidos. -¿Qué quieres decir con eso? -Que deberías haber aplastado aquella rata cuando se trataba sólo de una simple rata.

Pablo Lavilla

joroschofanzine.noblogs.org 57

http://nubesytripas.com

p.lavilha@gmail.com



ZONA ILUSTRADA


Autor: RocĂ­o Montoya TĂ­tulo de la obra: The universe cries www.rociomontoya.com 60



Autor: Mary Cruz Título de la obra: Sirena marycruzlp@gmail.com / @MarySkunk / Mary Cruz 62



Autor: Carla Georginha TĂ­tulo de la obra: Amor fulminante carlageorginha8691@gmail.com / carlajd.photodesign 64



Autor: Daniel Arroyo Título de la obra: Sinécdoque danarroyo.dp@gmail.com 66



Autor: Sheila Arnela TĂ­tulo de la obra: Forever Leia sheilarnelatelier.com / @sheilaarnela 68



Autor: Ana Brown TĂ­tulo de la obra: Rust Cohle, True Detective anabrown / ana_.brown / anabrownart.wixsite.com/anabrown 70



Autor: gebece TĂ­tulo de la obra: Eclipse www.gebecedesign.blogspot.com / @gebece.studio 72



Autor: Olga Serrano TĂ­tulo de la obra: Retrato de jĂłvenes sirios (Tessalonika, Grecia) olgaforever.blogspot.com / elcantocosmico.blogspot.com 74



Autor: Francisco Iglesias Periáñez Título de la obra: Cthulhu franilustracion.blogspot.com.es/ 76




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.