El tejedor en Berlin

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BERLIN Autores:

Alan Mills, Cristian Forte, Cristian Garzaro, Edmundo Bejarano, Elsye Suquilanda, Izaskun Gracia Quintana, Johanna Raabe, José Morales Saravia, Pablo Jofré, Julio Prieto, Léonce W. Lupette, Mónica Albizúrez Gil, Roberto Equisoain, Sonia Solarte Orejuela, Timo Berger

Antólogos:

Ernesto Estrella Cózar y Jorge J. Locane Fotografía: Juanje Sanz Epílogo: Susanne Klengel


Textos: Alan Mills, Cristian Forte, Cristian Garzaro, Edmundo Bejarano, Elsye Suquilanda, Izaskun Gracia Quintana, Johanna Raabe, JosĂŠ Morales Saravia, Pablo JofrĂŠ, Julio Prieto, LĂŠonce W. Lupette, MĂłnica AlbizĂşrez Gil, Roberto Equisoain, Sonia Solarte Orejuela, Timo Berger AntĂłlogos e introducciĂłn: Ernesto Estrella CĂłzar y Jorge J. Locane TraducciĂłn al alemĂĄn de la introducciĂłn: Elisabeth Rudolph EpĂ­logo: Susanne Klengel TraducciĂłn al alemĂĄn del epĂ­logo: Jorge J. Locane ImĂĄgenes de portada y fotografĂ­a: Juanje Sanz Imagen de la pĂĄgina 5: Edu Barbero y Javier Seco Imagen de la pĂĄgina 187: Edu Barbero Para esta ediciĂłn: La Ăšnica Puerta a la Izquierda 2015 ColecciĂłn: AntologĂ­as: El Tejedor en.../04 ISBN: 978-84-942987-6-9 DEPOSITO LEGAL: BI-450-2015 Imprime: ReprogrĂĄficas Malpe, S.A.

Apdo Correos 64. 48910 Sestao, Bizkaia. EspaĂąa htpp://www.launicapuertaalaizquierda.es info@launicapuertaalaizquierda.es

AntologĂ­as: El Tejedor en.../04


ÍNDICE Introducción por: Ernesto Estrella Cózar y Jorge J. Locane Para empezar: escuchar la caracola.................................. 7 Zu Beginn: Der Meeresschnecke lauschen....................... 18 Alan Mills.............................................................................. 31 Cristian Forte....................................................................... 41 Cristian Garzaro................................................................... 51 Edmundo Bejarano............................................................. 59 Elsye Suquilanda.................................................................. 67 Izaskun Gracia Quintana................................................... 77 Johanna Raabe..................................................................... 85

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José Morales Saravia.............................................................. 95 Pablo Jofré.............................................................................. 105 Julio Prieto............................................................................. 115 Léonce W. Lupette................................................................. 125 Mónica Albizúrez Gil........................................................... 135 Roberto Equisoain................................................................ 143 Sonia Solarte Orejuela.......................................................... 153 Timo Berger........................................................................... 163 Epílogo por: Susanne Klengel Berlin: wo das Ich immer ein Anderer ist........................ 171 Berlín: donde el yo siempre es otro................................... 177 Antólogos, fotografía e ilustración................................... 184

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Para empezar: escuchar la caracola Ernesto Estrella Cózar y Jorge J. Locane No ponga usted el pie sobre esa piedrecilla: quién sabe no es piedra y vaya usted a dar en el vacío. “Hallazgo de la vida”, César Vallejo I Berlín es una capital volátil, casi incrédula de sí misma. Pese a la densidad de su historia, y su papel icónico dentro de la reciente construcción/destrucción/reconstrucción de la identidad alemana y europea, Berlín, aun hoy día, más que una ciudad, es una incógnita. Incluso su imagen oficial, su tarjeta de visita para turistas e inversores, supone un híbrido casi imposible de pasado monumental y frescura posmoderna, pesadez y ligereza, lección de tinieblas y penumbra hedonista. Quizá es precisamente en los enclaves históricos que la ciudad mantiene como restoruina del pasado (el Muro, la Gedächtniskirche, el Anhalter Bahnhof, el Tempelhofer Feld) donde podemos adivinar la lógica de esa doble fidelidad (¿infidelidad?) hacia una identidad cerrada, pero al mismo tiempo hambrienta de reconstrucción y actualidad. Berlín mantiene su infame muro, entre otras razones, porque ese muro es la insignia de su identidad ambigua: un bloque cerrado –definido y decorado por fuera, oscuro por dentro– y un hueco de aire alrededor –en realidad también bastante definido y no tan transparente–. Durante el 2014 estalló una polémica ante la decisión del ayuntamiento de derruir una sección del Muro

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que se conoce como la East Side Gallery (museo/galería del grafiti, lugar de intenso peregrinaje turístico). La idea, claro, era erigir un lujoso edificio residencial a orillas del río Spree; y la oposición a la idea, una cuestión de preservación histórica. Bajo ese razonamiento, de todos modos, late un difícil equilibrio: el de la ciudad entre su pasado y un futuro cercano (aceleración de la Gentrifizierung) que modifica la vida de l@s berlineses, pero que también amenaza la efervescencia vital, sin completar, que hace a la ciudad atractiva para los foráneos. Berlín no acaba, Berlín es una ciudad sin acabar. No la ciudad que nunca duerme, sino la ciudad que no termina de despertarse, o, desde el otro lado, que recién comienza –siempre– a despertarse. Y que al hacerlo, se encuentra en la cama con un desconocido. En esta antología hemos querido tomarle el pulso exactamente a esta efervescencia vital de la que hablamos, al Berlín sin completar, en construcción, para trazar dentro de esa multiplicidad una serie de itinerarios poéticos, vitales, que se escriben en español. Nuestra intención aquí no es solo darle visibilidad a este grupo heterogéneo, sino también movilidad, y devolver a Berlín –desde el poema– algo que le pertenece: la huella presente de una identidad plural en español. Berlín –a no dudarlo– es hoy día una ciudad de inmigrantes: de esto da testimonio no solo la población de origen ruso o polaco, turco o vietnamita, sino también la que proviene de Bavaria o Baden-Württemberg. Dentro de este marco mayor, la huella hispanohablante comienza a ganar nitidez durante los años 70 con la llegada de latinoamericanos que huyen de la falacia dictatorial, o cuyos países de origen se encuentran en sintonía con el proyecto

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de la RDA. Con el tiempo, para algunos de ellos, Berlín va a adquirir estatus de morada e incluso lugar de pensamiento. La existencia del Instituto Iberoamericano (IAI) facilita, en ocasiones, la inserción por medio de una producción intelectual y artística –David Viñas, entre otros, pasó una temporada en la ciudad. De la investigación en el IAI brotó su Indios, ejército y frontera (1982)– que fortalece en la ciudad la presencia de las lenguas y culturas iberoamericanas al mismo tiempo que contribuye a modificar la fisonomía del propio IAI. Dicho papel persiste en la actualidad y se completa con la consolidación y diversificación de los departamentos de Romanística y Estudios Latinoamericanos de Berlín y su entorno (Humboldt-Universität, Freie Universität, Universität Potsdam). Y si dicha vertiente académica permite a investigadores y creadores adentrarse en la vida berlinesa, el despliegue de festivales internacionales –como la Latinale o el Zebra Film Poetry Festival– o el programa de becas de residencia del DAAD dan entrada al circuito berlinés a poetas y artistas que, en ocasiones, acaban por hacer de Berlín su morada permanente. Esto, claro, en lo que se refiere al tejido posibilitado por las instituciones culturales y académicas. Pero el Berlín en español, sobre todo recientemente y desde España, es también un producto de la necesidad social, consecuencia de una crisis económica que en breve tiempo ha transformado –para muchos europeos del sur– el paradigma del turista en otro mucho menos amable, el de la emigración forzada por cuestiones laborales. Que, en esa coyuntura, Berlín –ciudad pobre, y con el índice más alto de paro del país, un 13%– sea un destino privilegiado, responde de nuevo a su identidad híbrida, a su resistencia a presentarse como modelo de un

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modo de vida “alemán”. La vida diaria en Berlín es asequible y se asemeja bastante –sobre todo en sus barrios de moda: Neukölln, Kreuzberg– a lo que podríamos encontrar actualmente en el Lavapiés o el Malasaña de Madrid. Sin duda, dicha apertura multicultural no está desprovista de espinas para el que decide asentarse en Berlín y adentrarse en el funcionamiento de la ciudad, pero es precisamente entre estos berlineses de habla hispana –en nuestro caso, escritor@s, poetas, performers– que habitan la burocracia alemana igual que el aire de creación de la ciudad, que se configura nuestro mapa fragmentario de Berlín. Mapa poético, de invención lingüística y extra-lingüística, el de este Tejedor en… Berlín, pero, sobre todo, antropología de una ciudad que, a partir de estos itinerarios escritos, podemos repensar –en su sabor, en su color, en su modo de moverse– como archipiélago en formación del Berlín en español. II Est@s poetas escriben desde un lugar innombrado/ innombrable. Se trata de una zona demarcada lingüísticamente como el territorio de un otro en relación de tensión con el yo nacional hegemónico. Est@s poetas son herederos –por decisión o fatalidad– de esos procesos migratorios que vienen cambiando el perfil demográfico de Berlín desde la posguerra en adelante. Pronuncian su palabra poética, ya sea desde nacionalidades “extranjeras” o mismo de la alemana, en un registro apenas reconocido –apenas, incluso, tolerado– por el establishment cultural y político. Un establishment dominado por una conciencia germanohablante que –como suele ser la regla en todo el mundo– tiende a asignarle un carácter sospechoso a la

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diferencia, y ciertamente no sólo a la lingüística. Que tiende, pero no de manera homogénea, ya que, mientras que el turco –a pesar de su innegable presencia– suele aparecer estigmatizado como la lengua del otro por antonomasia, el inglés facilita la aceptación y el reconocimiento sociales. Pero lo cierto es que si algo distingue a la cultura berlinesa actual es su carácter coral y heterogéneo. Lenguas y repertorios culturales diversos se entrecruzan en la ciudad para dar lugar a producciones policromáticas altamente indiferentes a una norma estatal que insiste en proclamarse “alemana”. Que insiste en que los acentos cimarrones cedan y se “integren” a esa construcción de raigambre romántica que –si nos propusiéramos ser honestos– en su inflexión más concreta hace tiempo que ha comenzado a resquebrajarse. Y hablamos de Romanticismo –con Johann Gottfried Herder como principal faro y referente– porque habría que remontarse a aquel gesto cultural para revelar los cimientos de la ideología monolingüe que ha logrado propagarse por todo el mundo como “obvia”. Se trata de la premisa que supone que a una nación le corresponden un Estado y una lengua como continuidad natural. Pero esta suposición deviene exigencia y mecanismo de homogeneización. Promueve exclusiones o, en el mejor de los casos, jerarquías y derechos diferenciados. Y que no se olvide: a esta histórica complicidad entre lengua y poder político la literatura no ha dejado de contribuir generosamente hasta tiempos recientes. Cualquier manual escolar, por elemental que sea –o justamente por eso–, lo confirma: Italia tiene su italiano, y su Dante; Francia, su francés, y su Moliére; Alemania, su Hochdeutsch, y su Goethe. Lo que cuestionan l@s poetas de esta antología son, pues, las literaturas nacionales según

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las ha concebido la modernidad occidental. E imponen una pregunta incómoda porque, si efectivamente hay poesía escrita en español en Berlín, hay tanta, ¿no hay, acaso, una comunidad de habla consolidada? Esta es la realidad: en Berlín se hablan y codean, tal vez, no muchas menos lenguas como las que pueblan el mundo, de modo que, en tanto escenario privilegiado, bien se la podría concebir como sinécdoque del orbe. Y en esta realidad, una tendencia: la acentuada presencia del español como lengua ya no sólo de comunicación entre inmigrantes, sino también como vehículo de tráficos culturales. Como herramienta de representación de una conciencia arrinconada en las vacilaciones de la cultura monolingüe (todavía) dominante. La poesía de esta antología formula preguntas incómodas, revela órdenes evidentes, pero negados, y al mismo tiempo sugiere: la cultura “alemana”, particularmente en su formato berlinés, sería definitivamente más rica en formas y significados si se reconociera también en las expresiones gestadas a contrapelo. Insiste y reclama ajustar las ópticas: que se advierta que la cultura “alemana” emergente, la de hoy, se pronuncia (también) en español. III En uno de los mails que recibimos en el intenso intercambio que precedió a la concreción material de esta antología, alguien, después de ver la lista de poetas incluid@s, escribió: “en total panorama heterogéneo”. Esta evidente diversidad, entonces, –al margen de la lengua común– como principio rector. Porque si hay algo que caracteriza el corpus reunido en estas páginas son los contrastes entre poéticas y entre personas.

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Aquí no sólo conviven poetas provenientes de gran parte de América Latina –de Bolivia, Ecuador, El Salvador, Argentina, Perú, Guatemala, Chile y Colombia–, sino también de España, del País Vasco y mismo de Alemania. Poetas que crecieron en o adoptaron como propios contextos hispanohablantes, sí, pero también que llevan consigo huellas culturales y lingüísticas localizadas que matizan esa pertenencia abarcadora. Identidades asimismo dispersas si se las ilumina desde el género: mujeres, desde ya; hombres, naturalmente; pero también declinaciones “no normadas” o inclasificables. O desde un punto de vista generacional: la poeta más joven nació en 1989, el mayor, en 1954. Un vasto espectro, en breve, que condensa y da cuenta de las múltiples vertientes de las que se nutre la actual cultura berlinesa hispanohablante –y, por extensión, también la berlinesa a secas–. Un vasto espectro que aquí por supuesto queremos realzar como riqueza y no como defecto. Que, además y nuevamente, reenvía al interrogante que enhebra estás páginas: puesto que si no hay solo tant@s poetas, sino también tanta multiplicidad, ¿no es, acaso, la cultura hispanohablante ya lo suficientemente amplia como para que reciba mayor reconocimiento en el panorama cultural berlinés? Y su impacto en las poéticas. Porque quien busque en estas páginas factores formales comunes, seguramente los va a encontrar; pero quien prefiera detenerse en las variaciones de esa expresión poética, lo tendrá más fácil. Como en cualquier panorama que se precie de su heterogeneidad, aquí no hay capillas ni jerarquías: hay simplemente poesía, con sus ondulaciones, mesetas y acantilados. Con sus fugas y raigambres. Pero al fin: poesía. Sonetos neobarrocos que

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extreman las fórmulas escriturarias de un Lezama Lima o un Severo Sarduy. Lenguajes que se aproximan al balbuceo y que, así, como reclamaría Walter Benjamin, proponen una tábula rasa para captar la esencia de una lengua universal. Poemas objeto que no sólo desafían la identidad de la poesía, sino también la del libro como soporte. Escrituras mínimas, asombradas por las maravillas de lo cotidiano imperceptible y despreocupadas de toda solemnidad. Ecos de Walt Whitman, de las vanguardias y neovanguardias, tanto de las europeas como de las hispanoamericanas, rastros de Stéphane Mallarmé, de Vicente Huidobro, de Kurt Schwitters, de Oliverio Girondo, de César Vallejo o el dadaísmo. Poesía concreta, sonora, visual y también lírica. Poesía y su negativo: antipoesía. Experimental y clásica. Todos estos registros, reapropiados, transformados y actualizados, son perceptibles más o menos explícitamente en las páginas que siguen a este prólogo. Representan una decantación de décadas de experimentación con las formas expresivas y su encuentro creativo en un espacio de enlace: Berlín. Representan un nuevo encuentro de América con Europa a través de un medio estético y en un territorio que reclama haber desplazado a París como “meridiano de Greenwich literario”. Sugieren, asimismo, que la tradición y la innovación, ese balance de donde emergen las mejores soluciones, se hallan aquí a la orden del día. IV El Tejedor en... llega a Berlín después de un recorrido que se inicia en Madrid (2010), continúa en Nueva York (2012), y pretende seguir, en 2016-18, hacía Pekín y Moscú. En este periplo, la idea inicial fue recoger voces que en diferentes

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ciudades del mundo se expresan en y desde el español. Pero estas colecciones, y la idea original, están enmarcadas en un proyecto más amplio, proyecto de calado antropológico que parte de la noción de antología poética como herramienta para la exploración urbana y la intervención cultural. Es desde esa óptica que hemos tratado de continuar el trabajo de los anteriores antólogos de Madrid y Nueva York para añadir al mismo tiempo nuevos elementos, nuevos hilos, a esta sensible máquina de tejer que Juanje Sanz –editor y fotógrafo que ha creado e impulsa el proyecto– nos puso en las manos a inicios del 2014. Y es un producto de cuatro manos, pero también tramado por múltiples alientos, empujes y encuentros (con l@s poetas de la antología, con amigas y amigos, con colaboradores y traductores). Pero, sobre todo, es un producto que aquí presentamos en una de sus formas detenidas –papel, material, tinta–, y que, como Berlín, se encuentra en efervescencia, sin acabar, a la espera del lector, oyente o mirada que va a cruzar estos poemas. En el origen, fue la caminata. Y así es aquí también. En el origen de El Tejedor en…, y una vez que la/el poeta acepta la invitación a ser parte de la antología, el siguiente mail que le llega –de Juanje Sanz, firmado L.U.P.I.– es una propuesta para caminar por la ciudad, para mostrar un rincón, pared, itinerario o bar favorito, donde la/el poeta halla su clima familiar dentro de la ciudad. Juanje te busca donde tú lo cites, te sigue, te filma y te escucha, se hace casi transparente para recorrer tu itinerario, tu Berlín o tu Nueva York. Pero en ese encuentro, la/el poeta ya entiende que se acaba de meter en un tipo de antología muy diferente de lo habitual, hasta darse cuenta de que está tejiendo su presente, para que lo comprendamos, y no sólo recopilando su pasado

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reciente para que lo leamos. A poco que uno perciba el brillo afilado que hay detrás de ese acompañante casi silencioso, ya lo sabe. Con esa siembra de historias y caminatas se va completando la antología en su dimensión digital, mientras los antólogos continuamos nuestro trabajo de búsqueda de poemas, poetas, selección, edición, ordenación. Para lo que va más allá de las páginas de este libro, remitimos al lector de este Tejedor en… Berlín al lugar en que puede encontrar la voz e imagen de los protagonistas de esta antología: http://tejedordepalabrasen.blogspot.de/2014/01/el-tejedorenberlin_7.html. Así, en breve, El Tejedor en… Berlín refigura el mapa de la poesía en español que a día de hoy se escribe, inscribe y suena en los distintos barrios de la capital alemana. En tanto antólogos, no vacilamos en decir que estamos ante un libro que sienta precedente al trazarle contornos a una comunidad variada y hasta ahora fragmentaria, que, sin embargo, nutre activamente la vida de la ciudad. Una iniciativa, en cualquier caso, a todas luces celebrable; una, también, que hacía tiempo reclamaba la llegada de un gestor/ tejedor como Juanje Sanz. En este sentido, la aparición de este libro se nos revela como un episodio “natural”, pero hasta el momento pendiente, para poder tomarle el pulso justo al Berlín de mediados de los años 10 (del 2000). Y, claro está, devolvérselo multiplicado, sutil, con otro tejido, durante los años que vienen. En relación con otras metrópolis de ritmo frenético, como Nueva York o Shanghai, Berlín tiene en realidad – puede tener– un ritmo pausado. Berlín escucha, y es por ello que es esencial que se le acerque al oído la caracola de pasos, voces y versos en español que ha llegado a su ribera (a su Ufer). “Pobre, pero sexy” (arm aber sexy) era el eslogan ­— 16 —


que el exalcalde de Berlín Klaus Wowereit inventó para la ciudad a inicios de los 2000. La pobreza es algo más que un eslogan, y esto de sexy suena a rancio siglo XX. La ciudad de Berlín se despierta, debe despertarse de nuevo, para dejarse cruzar por este desconocido que la conoce, que ya está aquí desde hace tiempo, listo para desplegar sus itinerarios inesperados, flexibles, duros de realidad e invención. Y el muro, el famoso muro, el de los 9 millones de turistas al año, ya irá deshilándose, sus turistas desviándose hacia mejores experiencias. Nosotros seguimos tejiendo Berlín.

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Zu Beginn: Der Meeresschnecke lauschen Ernesto Estrella Cózar y Jorge J. Locane Setzen Sie nicht den Fuß auf dieses Steinchen: vielleicht ist es kein Stein, und dann werden Sie ins Leere treten. “Entdeckung des Lebens”, César Vallejo I Berlin ist eine unstete Hauptstadt, fast schon argwöhnisch gegenüber sich selbst. Trotz der Dichte ihrer Geschichte und ihrer symbolträchtigen Rolle bei der jüngsten Konstruktion/ Destruktion/Rekonstruktion deutscher und europäischer Identität, ist Berlin noch immer mehr ein Rätsel als eine Stadt. Selbst ihr offizielles Image, ihre Visitenkarte für Touristen und Investoren, lässt eine fast unmögliche Kreuzung erahnen von monumentaler Vergangenheit und postmoderner Frische, Schwerfälligkeit und Leichtigkeit, Vergangenheitsbewältigung und hedonistischem Zwielicht. Vielleicht ist es genau dort, bei den historischen Stätten, die die Stadt als Ruinenreste der Vergangenheit erhält (die Mauer, die Gedächtniskirche, der Anhalter Bahnhof, das Tempelhofer Feld), wo wir die Logik dieser doppelten Treue (Untreue?) finden, die sich in einer geschlossenen Identität erahnen lässt, welche aber gleichzeitig hungrig nach Rekonstruktion und Aktualität ist. Berlin erhält seine schändliche Mauer unter anderem deshalb, weil sie ein Symbol für seine zwiespältige Identität darstellt: Ein geschlossener Block – außen definiert und dekoriert, innen dunkel – und ein Luftloch drumherum – in Wirklichkeit auch ziemlich definiert und nicht besonders transparent. Im Laufe des Jahres 2014 entbrannte eine Diskussion über die Entscheidung

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der Stadtverwaltung, einen Teil der Mauer niederreißen zu lassen, der als East Side Gallery (Graffiti-Galerie und beliebter Ort touristischer Pilgerreisen) bekannt ist. Die Idee war natürlich, am Ufer der Spree ein luxuriöses Wohngebäude zu errichten; ihre Gegner hatten den Denkmalschutz im Sinn. Bei dieser Auseinandersetzung deutet sich jedenfalls ein schwieriges Gleichgewicht an: zwischen der Stadt und ihrer Vergangenheit und einer nahen Zukunft (Beschleunigung der Gentrifizierung), die das Leben der Berliner verändert, die aber auch das lebendige, unfertige Sprudeln bedroht, das die Stadt für Fremde attraktiv macht. Berlin hört nicht auf, Berlin ist eine unaufhörliche Stadt. Nicht die Stadt, die nie schläft, sondern die Stadt, die nicht aufhört aufzuwachen, oder, andersherum, die soeben beginnt, für immer aufzuwachen. Und die sich schließlich, wenn sie wach ist, neben einem Fremden im Bett befindet. In dieser Anthologie war es unsere Absicht, den Puls genau dieses lebendigen Sprudelns zu messen, von dem wir sprechen, dieses unvollendeten, sich im Bau befindenden Berlins, um in dieser Mannigfaltigkeit eine Reihe poetischer, lebendiger Wegstrecken nachzuzeichnen, die auf Spanisch geschrieben sind. Unsere Absicht hierbei ist es nicht nur, dieser heterogenen Gruppe Sichtbarkeit zu verleihen, sondern auch Beweglichkeit und Berlin – ausgehend vom Gedicht – etwas zurückzugeben, was ihm gehört: die gegenwärtige Spur einer mannigfaltigen Identität auf Spanisch. Berlin ist heute zweifellos eine Stadt der Immigranten: Davon zeugt nicht nur die russisch-, polnisch-, türkisch- oder vietnamesischstämmige Bevölkerung, sondern auch jene, die aus Bayern oder Baden-Württemberg stammt. Innerhalb dieses übergeordneten Rahmens beginnt die spanischsprachige Spur während der 70er Jahre an Schärfe zu gewinnen, und zwar mit der

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Anreise der Lateinamerikaner, die vor der Diktatur fliehen oder deren Heimatländer sich in Verbundenheit mit den Vorhaben der DDR befinden. Mit der Zeit wird für einige von ihnen Berlin zu einem Wohnsitz und sogar zu einem Denkort. Die Existenz des Iberoamerikanischen Instituts (IAI) erleichtert bisweilen die Eingliederung mittels einer intellektuellen und künstlerischen Produktion – unter anderen verbrachte der argentinische Schriftsteller David Viñas einige Zeit in der Stadt. Seiner Forschung im IAI entsprang Indios, ejército y frontera (1982) („Eingeborene, Armee und Grenze“), das einen Beitrag leistet zur Gegenwart der iberoamerikanischen Sprachen und Kulturen in der Stadt und gleichzeitig die Gestalt des IAI selbst veränderte. Diese Funktion dauert bis heute an und wird vervollständigt durch die Stärkung und die Vielfalt der Institute für Romanistik und Lateinamerikastudien in Berlin und Umgebung (HumboldtUniversität, Freie Universität, Universität Potsdam). Und wenn dieser akademische Aspekt es Forschern und Künstlern erlaubt, sich in das Berliner Leben einzubringen, in die Entwicklung internationaler Festivals wie etwa die Latinale oder das Zebra Film Poetry Festival, oder in Gast-Stipendienprogramme des DAAD, wird ihnen ein Eintritt in den Berliner Kreis von Dichtern und Künstlern gegeben, was bisweilen dazu führt, dass sie Berlin als festen Wohnsitz wählen. Soweit zu dem, was das durch die kulturellen und akademischen Institutionen ermöglichte Geflecht anbelangt. Doch das Berlin auf Spanisch ist, vor allem in letzter Zeit und von Spanien aus, ein Ergebnis sozialer Dringlichkeit, die Konsequenz einer finanziellen Krise, die in kürzester Zeit für viele Südeuropäer das Paradigma des Tourismus in ein anderes, weniger wünschenswertes verwandelt hat, jenes der erzwungenen Auswanderung aus Gründen der Arbeitslosigkeit.

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Dass unter diesen Umständen Berlin – eine arme Stadt und mit einer der höchsten Arbeitslosenquoten Deutschlands von etwa 13% – ein bevorzugtes Ziel sei, ist wiederum ein Indiz für ihre hybride Identität, für ihre Resistenz, sich als eine Modellstadt „deutschen“ Lebens zu präsentieren. Der Alltag in Berlin ist erschwinglich und vor allem in den Szenebezirken Neukölln und Kreuzberg erstaunlich vergleichbar mit dem, was wir momentan in Lavapiés oder Malasaña in Madrid vorfinden. Zweifelsohne ist diese multikulturelle Offenheit nicht frei von Schwierigkeiten für diejenigen, die sich entscheiden, sich in Berlin niederzulassen und sich in den Betrieb der Stadt einzufügen, doch genau diese Berliner mit spanischer Sprache – in unserem Fall SchriftstellerInnen, DichterInnen, PerformancekünstlerInnen – die sich in die deutsche Bürokratie so eingelebt haben wie in den schöpferischen Geist der Stadt, sind es, die unsere fragmenthafte Karte von Berlin verwandeln. Die poetische Stadtkarte, die sprachliche und außersprachliche Erfindungen zeigt, wie von diesem Weber in… Berlin, aber vor allem die Anthropologie einer Stadt, die wir, ausgehend von diesen geschriebenen Pfaden, neu denken können – durch ihren Geschmack, ihre Farbe, ihre Art sich zu bewegen – als Archipel in Form eines Berlins auf Spanisch. II Diese DichterInnen schreiben von einem unbenannten/ unbenennbaren Ort aus. Es handelt sich um eine sprachlich umgrenzte Zone als Territorium eines anderen im Spannungsverhältnis mit dem nationalen, hegemonischen Ich. Diese DichterInnen sind ErbInnen – aus eigener Entscheidung oder eigenem Verhängnis – dieser Migrationsprozesse, die seit der Nachkriegszeit das demografische Profil Berlins verändern. Sie artikulieren ihre poetischen Worte, sei es vom

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Standpunkt „ausländischer“ Nationalitäten oder der deutschen aus, in einem nahezu unbekannten und vom kulturellen und politischen Establishment sogar kaum tolerierten Bereich. Es ist ein Establishment, das von einem deutschsprachigen Bewusstsein dominiert wird, das – wie es gewöhnlich überall die Regel ist – dazu neigt, dem Andersartigen einen verdächtigen Charakter zuzusprechen und sich dabei nicht nur auf die sprachliche Andersartigkeit bezieht. Es neigt dazu, aber nicht auf homogene Art, denn während das Türkische, trotz seiner nicht zu leugnenden Präsenz, gewöhnlich stigmatisiert erscheint, als Sprache des Anderen schlechthin, vereinfacht das Englische die gesellschaftliche Akzeptanz und Anerkennung. Sicher ist allerdings: Wenn es etwas gibt, das die aktuelle Berliner Kultur kennzeichnet, so ist es ihr mehrstimmiger und heterogener Charakter. Verschiedene Sprachen und kulturelle Repertoires kreuzen sich in der Stadt, um vielfarbigen Kulturerzeugnissen einen Ort zu geben, welche einer staatlichen Norm mit völliger Gleichgültigkeit gegenüber stehen, die darauf besteht, sich „deutsch“ zu nennen. Die darauf besteht, dass die fremden Akzente nachgeben und sich in diese in der Romantik verwurzelte Konstruktion „integrieren“, die, wenn wir ehrlich sein wollen, seit ihrem konkreten Wendepunkt vor langer Zeit begonnen hat, zu bröckeln. Und wir sprechen hier von Romantizismus – mit Johann Gottfried Herder als hauptsächliche Leitfigur und Referenz – weil man sich auf die Höhe dieser kulturellen Geste begeben müsste, um die Fundamente der einsprachigen Ideologie aufzudecken, die es geschafft hat, sich allen als offensichtlich vorzustellen. Es handelt sich um die Prämisse, die davon ausgeht, dass als natürliche Folge jeder Nation ein Staat und eine Sprache zustehen. Doch diese Annahme wird zur Forderung und zum Mechanismus

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der Gleichmachung. Sie löst Ablehnungen aus oder, im besten Fall, Hierarchien und unterschiedliche Rechte. Und nicht zu vergessen: Die Literatur hat bis zur jüngsten Zeit nicht aufgehört, zu dieser historischen Komplizenschaft zwischen Sprache und politischer Macht beizutragen. Jedes Schulbuch, so grundlegend es auch sei, oder gerade ein solches, bestätigt es: Italien hat sein Italienisch und seinen Dante, Frankreich sein Französisch und seinen Molière, Deutschland sein Deutsch und seinen Goethe. Was die DichterInnen dieser Anthologie infrage stellen, sind die nationalen Literaturen, so wie die westliche Moderne sie auffasst. Und diese zwingen uns eine unangenehme Frage auf, denn wenn es tatsächlich so viel auf Spanisch geschriebene Poesie in Berlin gibt, gibt es dann möglicherweise eine konsolidierte Sprachgemeinschaft? Die Realität sieht so aus: In Berlin spricht und verkehrt man in wahrscheinlich nicht weniger Sprachen, als man auf der Welt zählen kann, sodass man sie in einem so privilegierten Szenario gut als Synekdoche der Welt auffassen kann. Und in dieser Realität, eine Tendenz: Die ausgeprägte Präsenz des Spanischen als Sprache, nicht mehr nur der Kommunikation der Immigranten, sondern auch als Vehikel kulturellen Verkehrs. Als Werkzeug der Repräsentation eines in der den Schwankungen der (noch) dominierenden einsprachigen Kultur vernachlässigten Bewusstseins. Die Poesie dieser Anthologie stellt unangenehme Fragen, enthüllt offensichtliche aber abgestrittene Rangfolgen und suggeriert gleichzeitig: Die „deutsche“ Kultur, vor allem in ihrem Berliner Format, wäre definitiv weitaus reicher an Formen und Bedeutungen, wenn sie sich auch in den außerhalb des Mainstreams hervorgebrachten Ausdrucksformen wiedererkennen würde. Sie fordert und besteht darauf, die Sichtweise anzupassen: Dass man darauf aufmerksam wird, dass sich die aufstrebende „deutsche“

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Kultur von heute (auch) auf Spanisch ausdrückt. III In einer der E-Mails, die wir im regen Austausch erhielten, welcher der Konkretisierung des Materials dieser Anthologie vorausging, schrieb jemand, nachdem sie die Liste der darin vorkommenden DichterInnen gesehen hatte: „insgesamt ein heterogener Rundblick“. Dieser offensichtliche Facettenreichtum sei also, am Rande der gemeinsamen Sprache, das Leitprinzip. Denn wenn es etwas gibt, das das auf diesen Seiten gesammelten Korpus charakterisiert, dann sind es die Kontraste zwischen Poesien und zwischen Personen. Hier kommen nicht nur DichterInnen aus großen Teilen Lateinamerikas – aus Bolivien, Ecuador, El Salvador, Argentinien, Peru, Guatemala, Chile und Kolumbien – zusammen, sondern auch aus Spanien, dem Baskenland und aus Deutschland selbst. Es sind Dichter, die zwar schon in spanischsprachigen Kontexten aufwuchsen oder sie als eigene aufnahmen, die aber kulturelle Spuren und lokale Sprachgebräuche an sich vorübergehen ließen, die nun diese verschiedenen Zugehörigkeiten nuancieren. Identitäten, die gleichermaßen zerstreut werden, wenn man sie aus Sicht der Geschlechter betrachtet: Frauen, selbstverständlich; Männer, natürlich; aber auch „nicht normierte“ oder nicht klassifizierbare Formen. Oder aus Sicht der Generationen: Die jüngste Dichterin wurde 1989 geboren, der älteste 1954. Ein umfassendes, prägnantes Spektrum, das komprimiert ist und auf die vielfältigen Aspekte aufmerksam macht, von denen sich die aktuelle spanischsprachige Kultur in Berlin – und, im weiteren Sinne, die Berliner Kultur an sich – nährt. Ein umfassendes Spektrum, das wir hier selbstverständlich als Bereicherung und nicht als Schwachstelle darstellen wollen, das das Rätsel, welches

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auf diesen Seiten mitschwingt, außerdem und neuerdings zurücksendet: Denn wenn es nicht nur so viele DichterInnen gibt, sondern solch eine Vielfalt – hat die spanischsprachige Kultur nicht vielleicht schon ausreichende Ausmaße angenommen, um eine größere Anerkennung in der Berliner Kulturlandschaft zu bekommen? Und ihre Auswirkung auf die Gedichte. Denn wer auf diesen Seiten gemeinsame formale Faktoren sucht, wird sie finden; wer es jedoch vorzieht, bei den verschiedenen Ausführungen dieser poetischen Ausdrucksweise zu verweilen, wird es leichter haben. Wie in jedwedem Panorama, das sich durch seine Heterogenität auszeichnet, gibt es hier keine Schichten oder Hierarchien: Es gibt einfach nur Poesie, in ihren Wellenformen, Hochebenen und Steilküsten. Mit ihren Ausflüchten und Verwurzelungen. Doch schließlich: Poesie. Neobarocke Sonette, die die Schreibformeln eines Lezama Lima oder eines Severo Sarduy auf die Spitze treiben. Sprachen, die sich dem Gestammel anähern und somit, wie Walter Benjamin sagen würde, eine tabula rasa vorschlagen würden, um die Essenz einer Universalsprache zu erfassen. Gedichtobjekte, die nicht nur die Identität der Poesie herausfordern, sondern auch die des Buches als deren Träger. Mini-Schriften, die über das nicht wahrnehmbare Alltägliche staunen und unbekümmert sind gegenüber jeglicher Förmlichkeit. Echos von Walt Whitman, der Avantgarde und Neo-Avantgarde, sowohl der europäischen als auch der lateinamerikanischen, Spuren Stéphane Mallarmés, Vicente Huidobros, Kurt Schwitters, Oliverio Girondos, César Vallejos oder des Dadaismus. Konkrete, Klang-, visuelle und auch lyrische Poesie. Poesie und ihr Gegenteil: Antipoesie. Experimentelle und klassische. All diese Formen, modern interpretiert, umgewandelt

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und aktualisiert, sind mehr oder weniger eindeutig in den auf diese Einleitung folgenden Seiten aufspürbar. Sie repräsentieren das Ergebnis jahrzehntelanger Experimente mit Ausdrucksformen und ihrem kreativen Zusammentreffen an einem Knotenpunkt: Berlin. Sie repräsentieren ein neues Zusammentreffen von Amerika und Europa mittels eines ästhetischen Mediums und auf einem Gebiet, das von sich selbst sagt, es habe Paris als „Greenwich-Meridian der Literatur“ ersetzt. Sie regen, ebenso wie die Tradition und die Innovation, dieses Gleichgewicht an, aus dem die besten Lösungen entspringen, sie befinden sich hier auf der Tagesordnung. IV Der Weber in... kommt nach Berlin auf einer Reiseroute, die 2010 in Madrid beginnt, 2012 über New York verlief und in den Jahren 2016-18 nach Moskau und Peking gelangen möchte. Die Grundidee auf dieser Rundreise war es, Stimmen verschiedener Städte der Welt aufzunehmen, die sich auf Spanisch und aus dem Spanischen ausdrücken. Doch diese Sammlungen sowie die ursprüngliche Idee werden von einem größeren Projekt eingerahmt, einem durch und durch anthropologischen Projekt, das vom Begriff der poetischen Anthologie als Werkzeug zur urbanen Entdeckung und kulturellen Intervention ausgeht. Aus ebendieser Sichtweise haben wir versucht die Arbeit der vorherigen Anthologen in Madrid und New York fortzuführen, um gleichzeitig neue Elemente, neue Stränge in diesen sensiblen Webstuhl einzufügen, den Juanje Sanz, Herausgeber und Fotograf, der dieses Projekt geschaffen und angestoßen hat, uns Anfang 2014 in die Hände gab. Es ist das Ergebnis einer Arbeit, die vier Händen entsprungen ist, das aber auch aus verschiedenen Kräften, Anstößen und Treffen (mit den DichterInnen der Anthologie, mit FreundInnen, mit MitarbeiterInnen und ÜbersetzerInnen) gesponnen wurde. Aber vor allem ist es ein Ergebnis, das wir ­— 26 —


hier in einer seiner gründlichen Formen – Papier, Material, Tinte – darlegen und das, wie Berlin, sprudelt, unvollständig, in der Hoffnung auf die LeserInnen, HörerInnen oder BetrachterInnen, die diesen Gedichten begegnen werden. Am Anfang war der Spaziergang. Und so ist es auch hier. Am Beginn von Der Weber in... und nachdem der/die DichterIn schließlich die Einladung angenommen hat, um Teil der Anthologie zu werden, bekommt er/sie – von Juanje Sanz, der mit L.U.P.I. unterschreibt – eine Mail mit dem Vorschlag, durch die Stadt zu laufen, um einen Lieblingswinkel, eine Mauer, eine Wegstrecke oder eine Lieblingsbar vorzustellen, in dem der/die DichterIn einen vertrauten Ort mitten in der Stadt findet. Juanje holt dich ab, wo du ihn hinrufst, er begleitet dich, er filmt dich und hört dir zu, er macht sich fast unsichtbar, während er deinen Weg durchläuft, dein Berlin oder dein New York. Aber schon bei diesem Treffen versteht der/die DichterIn, dass er/sie dabei ist, sich an einer Anthologie der besonderen Art zu beteiligen, dass er/sie sogar dabei ist, seine Gegenwart zu weben, um sie uns verständlich zu machen und dass er/sie nicht nur seine jüngste Vergangenheit zusammenstellt, um sie für uns lesbar zu machen. Kurz nachdem man den Glanz wahrgenommen hat, der von diesem fast lautlosen Begleiter ausgeht, ist man sich darüber gewiss. Mit dieser Aussaat von Geschichten und Spaziergängen vervollständigt sich die Anthologie in ihrer digitalen Dimension, während wir Anthologen unsere Arbeit fortführen und weiterhin Gedichte und DichterInnen suchen, auswählen, edieren und sortieren. Was das anbelangt, das über die Seiten dieses Buches hinausgeht, verweisen wir den/die LeserIn dieses Weber in… auf den Ort, an dem er/sie die Stimme und die Bilder der Protagonisten dieser Anthologie finden kann: http://tejedordepalabrasen. blogspot.de/2014/01/el-tejedor-enberlin_7.html. Somit stellt Der Weber in… Berlin eine Stadtkarte spanischsprachiger Poesie dar, die heutzutage in verschiedenen ­— 27 —


Vierteln der deutschen Hauptstadt geschrieben, geprägt und gehört wird. Was uns Anthologen betrifft, zögern wir nicht zu beteuern, dass wir vor uns ein Buch haben, das beispielhaft ist, indem es die Umrisse einer facettenreichen und bis heute fragmentarischen Gemeinschaft zeichnet, die das Leben der Stadt dennoch lebhaft nährt. Auf jeden Fall eine Initiative, die in jeder Hinsicht Anlass zum Feiern gibt; die vor einiger Zeit auch das Auftreten eines Herausgebers/Webers wie Juanje Sanz erforderte. In diesem Sinn erweist sich die Erscheinung des Buchs als ein „natürliches“ Ereignis, das in diesem Moment fällig wurde, um Berlin auf den Puls des zweiten Jahrzehnts des 21. Jahrhunderts zu fühlen, beziehungsweise ihn ihm selbstverständlich vielfach zu erwidern, vorsichtig, mit einem neuen Stoff, während der kommenden Jahre. Im Vergleich zu anderen Metropolen mit einem rasendem Rhythmus wie New York oder Shanghai hat Berlin in Wirklichkeit einen bedächtigen Rhythmus. Berlin hört zu, und daher ist es essenziell, dass man sich die Meeresschnecke der Schritte, Stimmen und Verse auf Spanisch ans Ohr führt, die ans Ufer gespült wurde. „Arm aber sexy“ war der Slogan, den der Ex-Bürgermeister Klaus Wowereit vor einigen Jahren für die Stadt erfand. Die Armut ist etwas mehr als nur ein Slogan und „sexy“ klingt nach einem altbackenen 20. Jahrhundert. Die Stadt Berlin erwacht neu, sollte neu erwachen, um sich mit diesem Unbekannten konfrontieren zu lassen, das sie schon kennt, das schon so lange hier und bereit ist, seine unverhofften, flexiblen, harten Wege der Realität und Erfindung zu entfalten. Und die Mauer, die berühmte Mauer mit den neun Millionen Touristen im Jahr, wird sich schon auftrennen, ihre Touristen sollen zu besseren Erlebnissen geleitet werden. Wir weben Berlin weiter. Aus dem Spanischen von Elisabeth Rudolph ­— 28 —


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ALAN MILLS

Guatemala, 1979. Una primera compilación de mis poemas, titulada Testamentofuturo, puede encontrarse online desde el año 2007. Mi libro Síncopes fue publicado también en 2007 (en México y Perú); y su traducción al francés (Syncopes), en 2010. Una nueva antología de mis poemas (incluyendo algunos inéditos) fue publicada el año 2013 en Ecuador, bajo el título Pasan poesía en la televisión apagada. Actualmente resido en Berlín, Alemania.


6:00 pm: me voy manchando, cualquiera diría esta noche no floreceré, toda calentura ingresa por un halo de luz desvanecida, tal música oscura y genética, mi situación presente no permite que me conmueva, iré sin freno hasta el fondo, cómo no voy a desear este desahogo si me enredo en la dislalia, quiero un habla, esta tensión es la única cosa que se suaviza en la medida del viaje, ay, lejanía, no vas a encauzar mi nervadura extraña, ciertos clavos dilúyense apenas, se sustancia el canje o nomadismo de cuerpos, ya no huyo de este pueblo sino de su momento, de siglos escarpados al crimen, incluyamos tartufos y niños comeniños, cuánto alcohol ha de acompañar este empozamiento, cuánta gracia perdida por escaramuzas consanguíneas, llegará el día en que nos volaremos la cabeza como fósforos malditos, fuego dándose a consumir toda súplica evanescente que no sea burla para el poderoso que entristece, ay, nuestro asunto va a ninguna parte, cientos de cuerpos alfombran la calle con marcas dentales entre las piernas, los patrones bañan en semen a las hijastras de sus criados, les suturan un caminito brillante de la vulva al ano, ay, hace unos días fue encontrado un feto caldeando larvas en la basura y están los que aseguran que aquél era el Redentor, que las moscas nacientes nuestro Espíritu Santo, sí, la página es blanca, negro el deseo, incendiemos este sillón, a darse una pira de libros, sí, qué tierra baldía ni qué ocho cuartos, cuál tu pequeña sinfonía del nuevo mundo, a la mierda los pastores que la pascua ya pasó, aquí se respira lubricidad con hambre, apenas veremos chispas mortecinas,

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quién hará algo estimable, algo para alivianar a los homicidas sobre las costas, ay, esto no sirve, ando viviendo de prestado y veo luces que antes encandilaron mi ensueño, sigo sin reconocer la voz adversa pues la recibo desde sus dislocaciones íntimas, llegados a este punto se podría resolver todo con un duelo magnífico, como antaño, y matarnos muy suavemente, a) con tus palabras

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Éste es el Primer Libro escrito desde el Futuro. Va a reventar como las olas adentro de tus sueños, No será el mar sino apenas la memoria De lo que ya no vendrá más. Y menciono las olas porque Estas Páginas Se mueven ahora entre tus manos, Son peces anunciando el final de una enfermedad Que jamás sufriste. El Futuro es parecido al mar pero con hojas, Toda nuestra materia corresponde al símbolo negro Que ahora toca tus dedos, Una letra besando a otra letra que besa a la otra, Hasta formar la idea de lo que va a venir. Nos da miedo, pero ha llegado el momento De leer este Libro Primero.

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Artesanía berlinesa

He aprendido a escribir poemas, Disuelvo millones de letras, Mientras canto sin sonido, Olas turbulentas de la página, A mis amigos les nacen ojos, Ahora los llamo Lectores, Ya me es imposible mirarlos, Antes bebíamos por las noches, Sus sombras eran mi sombra, Vivían al interior de mi mente, Pero nadie nos dijo que un libro Era una secuencia de tiempo, Apenas llenábamos las copas, Mientras se escuchaba el oleaje, Como el rumor de algo muriendo, La página se llenaba de colores,

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CRISTIAN FORTE

Buenos Aires, 1977 / Poeta / Durante 8 años formé parte del grupo de arte argentino Etcétera, un colectivo influenciado por el surrealismo. En 2007, junto a otros artistas, creamos el movimiento Internacional Errorista. En 2010 inicié el proyecto no-editorial Milena Berlin. Algunos de mis libros son Abr. (2010), Nublado (2012), Alfabeto Dactilar (2014 / Editorial L.U.P.I.).


Canción

los árboles y hay quienes verlos de pie

los presos prefieren verlos juntos verlos de pie

porque al parecer verlos juntos

no aterran tanto verlos juntos

los árboles y consiguen que

los presos el mundo llueva

llueva

y todos comen apenas unos y

de eso otros se reconocen

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f. vulg. f. V. Ud. vulg. f. m. fam. V. m. vulg. m. m. pers. V. t. us. t. p. us. V. vulg. n.

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CRISTIAN GARZARO

Guatemala, 1975. Ingreso a la escuela de Bellas Artes de la ciudad de Guatemala en 1995, ese mismo año abandono para estudiar Antropología en la Universidad de San Carlos, también en la misma ciudad. En el 2001 salgo definitivamente del país, trasladándome a Seattle WA, y después a Europa, donde resido desde el 2002. He vivido en Alemania, Holanda, Budapest, Londres, Lisboa y Barcelona. En el 2011 publico el libro objeto Alcohol con la editorial Milena Berlin y en el 2012, PIGS con el colectivo S.O.P.A. en Guatemala. En ese tiempo inicio el proyecto experimental de poesía y performance “Teatro sin Órganos”, con el que trabajo performances cortas en Viena, Berlín y Guatemala durante casi tres años. Actualmente llevo adelante el proyecto editorial Milena Olissipo, fundado en Lisboa en el 2013 y colaboro en la edición de la publicación de poesía experimental DIENTE. Vivo por largas temporadas en Berlín.


pig 3.14159265358979323846......... estallamos en un olvido como la cola del cometa que se estrella en tu inodoro vimos a la maleza con desdén de paraíso encontramos a las ratas comiéndose las uñas a las otras.

Paso doble Mastico las llamas de este banco de cemento abrasivo no poseo la honestidad de la carne no poseo un helicóptero para vigilar la ciudad no poseo un pene mecánico no poseo un vaso de vino vacío no poseo un astro en el recto solo poseo un móvil: 0049 6423516006

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PoemasdeW(2) somos hijos delos sismos por lo tanto esta ciudad nos ha hecho ancianos ancianos de cabellos de hierro conmiradade ave carroñera PoemasdeW(2.2) este cerdo me ha mostrado sus dientes con incrustaciones de obsidiana ojos absolutamente azules pezuñas de hielo piel de gallina

PoemasdeW(2.4) hay sólo una regla di que conoces a virgilio

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EDMUNDO BEJARANO

Tarija, Bolivia. Pasé mi infancia en el Mato Grosso y vivo desde hace más de diez años en Berlín, donde publiqué algunos libros de poemas, de forma independiente, junto con Timo Berger. Ahora me encuentro escribiendo X-berg Mon Amour. También soy conocido como cineasta. Dirigí: Eloísa Cartonera, Los titanes de Ring, La última Navidad de Julius, La vaca negra sobre fondo Rosa, Atolondrado y Los Lemmings contraatacan.

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Instante Inducido por el espanto me resumo a caminar con fiebre, bajo la lluvia. Ahora es cuando tengo la noción de la representación de mi actuación. Me siento un confabulado frustrado y mojado. Agua, fobia, tierra = terrible lodo. Tropiezo Nariz contra la baldosa Estoy creando una cloaca de sangre Lluvia, fiebre, sangre significados inducidos momento para morirse de la risa. Desde el lagrimatorio Estamos totalmente mareados y mojados Atravesados por embravecidos mares de llanto. Aun aquí encontramos un charco llorado de contracción donde los chicos juegan con barquitos de papel Allá otro donde flotan los sueños pinchados esto ya no es posible Ultimar la poesía fluvial acuática, aguada

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Sin torrentes, por favor desdramaticemos este húmedo sentimiento del adiós, paren este diluvio, que luego ya no se salva nadie. Mientras tanto el payaso colgado entre serpentinas sonríe sediento y turulato, es como un ángel suspendido en este carnaval.

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poema punto 0 cielo viento destino se encuentran el más y el menos el poema infalible con deseos e impulsos tan concreto como una piedra mi amigo el rave me mostro la máquina del vakuum que puede juntar a las tres fuerzas cósmicas yo vacío a mi mente sin dar cuenta del estado de las cosas me desprendo del contenido y salto al vacío

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ELSYE SUQUILANDA

Nací en Quito, Ecuador, 1979. Escribo desde los 6 años de edad y filmo desde los 14. Estudié cine y televisión en el Columbia College de Chicago y en el Instituto Cuest TV en Quito. Autora de cortometrajes, vídeo clips y documentales. Escribo poesía y literatura para niños, mi producción está publicada en libros, antologías y revistas. He expuesto mi trabajo en festivales latinoamericanos y europeos. Profesora de teatro, cine y danza contemporánea, vivo en Berlín desde el 2008. Canta-autora de la banda de punk Mi papá es comunista promotora de conciertos de bandas ecuatorianas de punk, ska, y metal en Alemania. Presento mi poesía surrealista como performance multilingue de humor excéntrico. Hago parte de Profanofilms en Ecuador y Kollektiv Dunckerstrasse en Berlín. Soy cocreadora del Chichoísmo.


Bus Catar no es lo mismo que ir a catar olores Ventana lado izquierdo, maleta militar al hombro, primer puesto, dice mi mamita para que en caso de choreo busial tenga chance a botarme por la ventana principal… noche ventilada, ni una cucaracha que mueva sus patas por los ventanales, ni mucho menos por donde dice… EXIT y HALE sentadita, ya preparada para ver las luces que adornan Carcelén, desde la parada de los CATAR, miles de perros flacos, se dan sus escapadas para ver si la fritadera tripera tiene algo que brindar, empieza el movimiento caballesco como un animal salvaje de las montañas que rodean el valle de Vilcabamba… Me abrazo de la maletita, me dispongo al disfrute de la brutalidad y la competencia

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criolla vehicular, ya pasamos las 5 canchas, los matorrales de los multifamiliares, de la curva, y a la derecha tenemos: la tienda de Don Sarna, la farmacia “No hay”, la Pizza con “S”, la licorería tipo cárcel del litoral, el bar la “Hueca”, a la izquierda, los manes que juegan básquet, con unos HMI grandotes, que el Moncayo se ha donado, las tripas humeantes y los que ríen mascando ese plástico – carnal. Seguimos… Por la subidita como la tía Charo o sea… A 1 por hora. y yo felizota, hecha lombriz de agua puerca, subida en el catar, subida en el catar, ya en la curva para elevarnos, pa la gran ciudad,

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un olor penetrante a: PACUZO (patas, culo, sobaco)… Con una mesita, ya la venta hoy, por hoy había terminado… y que se posa en mi primer asiento, ¡!Jesús en cruz!! No sabía si moverme o qué, el tipo que medio me roza abruptamente, por el movimiento de la bestia… con llantas, me dije a mi misma – Is time to pisarme – y cabrearme… Pero… Una sonrisa amable, me demostró lo contrario, me desvanecí en mi primer asiento, en mi primer asiento, ya, hasta el olfato se me había taponado... Mientras el bus iba hecho flecha por el estadio de Liga, no había frenazos desenfrenados Aún…

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Al llegar a la Avenida del Maestro, un frenazo, marcó mi bajada, esa catación fue lo que ni la sonrisa amable me detuvo… para hacer... Mi gran escapatoria.

“Bus Catar no es lo mismo...”: tomado de Cortina de circo popular, Profanofilms, 2010. ­— 70 —


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IZASKUN GRACIA QUINTANA

Bilbao, España, 1977. Soy licenciada en Filología Vasca, y pago el alquiler trabajando como diseñadora y traductora. Escribo artículos y crítica literaria para diversos medios, fui editora y cofundadora de la editorial de poesía Masmédula y he colaborado con varios artistas plásticos. Mis poemas han sido publicados en diversas revistas y antologías, y soy autora de los poemarios fuegos fatuos (accésit en el certamen poético Centro Juvenil Latina, 2003), eleak eta beleak (XVII Premio de Poesía Ernestina de Champourcín, 2007), saco de humos (XIX Premio de Poesía Villa de Aranda, 2010), y ártica/artikoa (Amargord, 2012), así como del relato Tanta (accésit en el XXVIII Concurso de Cuentos Gabriel Aresti, 2011). Vivo en Berlín desde 2011.


los miembros me pesaban tanto que volví abierta la tierra herida al arrastre de mis manos y escarabajos poblaron mi carne huyendo del horror me volví piedra batiente roca al silbido del viento domé la lluvia soliloquio de otras voces y otros nombres traduje a son de crujido [el llanto entre las grietas de mi paso escondí secretos que nadie nunca vendría [a quitarme y temblé como una sombra ajada de sentimientos el paso de otro [cadáver

Tomado de saco de humos (XIX Premio de Poesía Villa de Aranda, 2010). ­— 77 —


es lo innombrable dentro de lo que nos tiembla nos agita en la noche agotada de verso y al revés cuando el pasado se convierte en pasta de presente y el tiempo se retuerce puedo encontrarlo encogido crisálida entre las hojas y los asfixiados puedo saber de la inexistencia de lo que nos rodea y de su fin en una lluvia [de cristales sin ruido y para qué para tener hogar cuando todo acabe y dormir acaso en calma las angosturas

Tomado de ártica/artikoa.

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JOHANNA RAABE

San Salvador, El Salvador, 1989. Resido en Berlín desde 2009, donde estudio cine y animación. Soy miembro de la editorial Hochroth de Berlín. Publiqué Entre una y tres de la madrugada (San Salvador: Dirección de Publicaciones e Impresos, 2008) y formo parte de la colección 1000 millones, poesía en lengua española del siglo XXI (Editorial Municipal de Rosario, 2014).


El Banco Uno entra al lugar, y no sabe qué hacer. La luz es intimidante y hay aproximadamente cinco tipos diferentes de escritorios: en cubículo, con sillas, sin sillas, llenos, vacíos. Uno no sabe qué hacer y pone cara de idiota, hasta que se acerca el policía o alguna persona compasiva a preguntar y usted qué quiere. Uno se sienta y reconoce un par de labios delineados, un par de párpados azules. Uno ve que le sonríen y por estar viendo los dientes o las pestañas o los labios delineados, olvida qué vino a hacer y se pregunta cuántas sonrisas de dientes parejos habrá repartido ya la persona [ese día, o cuántas horas llevará sentada en esa silla que no parece tan cómoda. Uno se ve forzado a volver a la realidad, para escuchar sobre créditos y plazos y contraseñas con cuatro dígitos, que no se le vaya a olvidar. Uno ve a su alrededor y busca desesperadamente a alguien que entienda ese idioma de palabras sueltas e inconexas, y sólo encuentra a un par de personas planas

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que le sonríen desde la pared. Uno piensa qué más da, dice que sí, firma unos once papeles, la firma que cada vez parece más garabato y menos firma, y se levanta. Uno se vuelve a ubicar, localiza la puerta y sale al sol. Al fin, el mundo.

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Llaves con resentimiento

Encontré una caja llena de llaves y ya no recuerdo qué abrían. No sé si los cerrojos aún existen o si ahora serán llaves, sólo por ser.

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JOSE MORALES SARAVIA

Lima, Perú, 1954. Me gradué en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, vine a Alemania en 1981 y desde entonces vivo en este país; hice estudios de doctorado en Berlín y de postdoctorado en Eichstaett (Baviera). He trabajado en diversas universidades alemanas; en el 2005 tuve la beca Tinker de la Universidad de Madison (USA) por dos semestres. Desde 2008 soy Profesor en la Universidad de Würzburg. He publicado, fuera de libros académicos, seis libros de poesía, Vivo con mi familia en Berlín.


De Pencas II 2. ¿Prisa que se apremia en entramado nuevo? Recontritos bisos de la tarde, azul hilando escamas mientras mecen esperas: lo ausentan palmas hojas en horizonte; ignora arenas finas, venado, arce, cristal y sonoro río, haya, campo. ¿Qué escenarios, paisajes, lo resienten? Del otro lado en la ribera si afecto, el sentido ganado, ¿qué lo sucinta? Doradas faltan las máscaras del sol, el rostro de la luna así las mareas, las miradas del raptante de las olas, los cabellos que el cuadrúpedo desparce. Engibado milímetro de los pies. 3. Perdido el corso de los colores por escorzo, paso tras paso y peso sin piso con qué pozo. Los geranios y cucardas huidos sin renuevo. La ciudad no cruza aceras sobre ahítas mientes, el horizonte, tapiz ausente para el cielo. Tanto mármol sin variedades reconocidas, engañado por conservar la flor así tenue en nuevo balcón siquiera, ¿no quiera lucir?, desforzado sin río arroyo, forzado al gris,

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Fuentes Un cristal suelta los aljófares del surtiente empeño, se suma prístino, columbrado y transparente cuerpo, asomo es de plenitud en varios antojos y sus visiones, borbotante pupila de agua que trae luz mañanera. Es inicio que no sabe sino de su colmada presencia, se eleva a tal impulso y es impecable pez cristalino, ascenso de carpa atéjandose de purísimos abalorios. Altos labios húmedos rehumedece con lengua fresca y no es árbol sino por irrumpida y líquida arboladura, arbustos que se resuelven en esta expuesta flor de lis como laguna elevada hasta incansable ápice de chorro, como ascendente río que conoce lecho del aire supino —y las traslúcidas auras inauguran contundentes telones, las horas que no tienen sino diez dedos de cuentecilla, la libertad del primer respiro ancho, líbero y húmedo—, unas aguas reluciendo traje en una irrupción desnuda, sin cuencos continentes ni palmas contenidas alto brote, flores por doquier que orquídean epífitas y chispeantes, collares de nueces clamidando hasta la alta gargantilla, sotos de solidarios hatos salpicados de asaz cardumen, brinco desde el felino ímpetu a las cumbres pacidas, surtidor de estrellas jaspeándose hacia el firmamento. Chorro de bien torcida hebra agumena al alba en alza, y no cesan las gotas en hilado de recién tramada vela. Una voluntad que empina y llénase ancha los pulmones, albor que se muestra en pétalos de primer apalomado, vuelos que un cielo asta en la extensión de su planeo,

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consonantes alas que a tantas gotas se atinglan plumas y escalas haciéndose de peldaños que pisan ya maduros. La morosa fuente en dicha antes de extender sus brazos cuando se advienta el tiempo para abrazar horizontes.

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PABLO JOFRÉ

Santiago, Chile, 1974. Poeta. Publiqué Usted (Milena Berlin, 2013) y Abecedario (Siníndice, 2012; Salc, 2009 –con el seudónimo Jofre Rueca–). Junto al guitarrista Andi Meissner lidero el dúo de poesía musical Jofré Meissner Project –que en abril de 2014 estrenó su performance La edad ligera en el festival Crossroads de Nueva York (eL Paper Magazine/Local Project/Music Under the 7)–. En 2012, mi poema “La edad ligera” formó parte de la acción “Bombing of poems” (Casagrande/Southbank Center) sobre el Jubilee Garden de Londres, y en 2010 recibí por unanimidad el Premio Ciutat Sant Andreu de la Barca (Fòrum Cultural Gaspar de Preses) por “La danza de la existencia”.


Tiananmén 360° El militar vestido de niño, en su uniforme ingenuo, inmóvil sobre la pequeña tarima, congelado contra el viento. El niño bello como toda una dinastía sonríe como si en ese segundo escapara de aquella cárcel. La sonrisa me dice sácame de aquí. Lo haría sin dudarlo un segundo, si toda esta exhortación, este deseo, toda esta taquicardia compartida no fuese un diálogo escondido, tan escondido que sólo lo sabemos ahora que ya anocheció, que ya te cambiaron de guardia, que ya volviste al cuartel. Sólo ahora, que ya nos olvidamos de aquel segundo, infinito. El niño uniformado de la sonrisa, escolta el mausoleo de Mao, una caja de concreto; más allá la Tian’anmen: absoluta en su plenitud, en su poder de la nada. Nada existe aquí excepto policías vigilando manos a la espalda. Nada excepto la foto de Mao encuadrada y dos pantallas gigantescas con imágenes del poderío turístico de China; que recuerda al militar. El cambio de guardia agolpa a los curiosos para ver como se acercan los militares hasta casi besarse para decir algún protocolo o un te quiero o te espero en casa –un “no tardes”– mientras se arreglan mutuamente las camisas y la chaqueta, el cinturón. Hasta que aquel pequeño hace volar los panfletos y los militares histéricos se lanzan a los papelitos blancos mientras dos cazabombarderos perfectamente alineados cortan el murmullo. Nada más pasa en esta plaza. Sólo eso: proezas infantiles, amor militar, deseos de fuga y un país idealizado en imágenes. Banderas, muchas banderas rojas.

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YO, EL POETA, me zampo el mundo con las manos y bebo sus fluidos. Amo a los hombres y a las mujeres, y a sus ojos inocentes o sarcásticos, amo sus miedos y sus deseos también; sus ilusiones. Abrazo al árbol cada vez que puedo y me revuelco en el césped y en la tierra y en los lagos infinitos. Abrazo a los animales, los beso, les doy gracias, les pido perdón también; y a las plantas y a sus flores que me miran. Corro por las calles para alcanzar aquello que deseo, llamo a gritos al que está en peligro o al que quiero besar a mordiscos. Amo el amor y el sexo entre los cuerpos conocidos y entre los desconocidos. Soy paciente e impaciente; gozo bailando, bebiendo, durmiendo y amando entre mis sábanas o en las de aquel, ojos de miel. Busco incansable respuestas a todo y, a veces, cuando se me intoxica el alma: odio a fuego.

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JULIO PRIETO

Julio Prieto (Madrid, 1968). Me doctoré por la Universidad de Nueva York y trabajé como profesor en las universidades de McGill (Montreal) y Northwestern (Chicago). En 2006 recibí la beca Alexander von Humboldt y desde entonces vivo en Berlín. Actualmente trabajo como profesor de literatura en la Universidad de Potsdam. He publicado los libros de poesía: Sedemas (2006), Bilingües (2013) y De masa menos (2013), y varios ensayos sobre literatura española y latinoamericana, entre ellos los libros: Desencuadernados: vanguardias ex-céntricas en el Río de la Plata (2002), De la sombrología: seis comienzos en busca de Macedonio Fernández (2010) y La escritura errante: ilegibilidad y políticas del estilo en Latinoamérica (2015).


Un coup de dés…

de de da da de de de do de de du da de de da do de de do da da do de du da de da de do

di qué des dén

des echa dos

des lindes que des digo

des de dónde

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de rruido

de do nado

de caí do

cómo dé ya más

de pende

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IX

Supongamos que el suelo es una acrobacia polvorienta

ingeniada por un dios irrisorio: entonces la narración

avanza fácilmente en el córtex, en el corte, en el cor…

…azorado, acerado, aserrado va a su lado azor, azul a…

…ah, bueno: azulado revoloteo, la voz se encasquilla

descascarilla el personaje –pero, cómo?... así?

desolado… y sin zona? ese chisporroteo no me suena

caedizo en la grisalla… del desenlace?

del soniquete? …del hacia o sinfín de la visión?

así… o a ras de lo que hace, pero decídase!

supongamos que el cielo es un ensueño acromático

en el pergamino de un cantar de ciego

–bueno, va

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LÉONCE W. LUPETTE

Nací en Göttingen, donde crecí bilingüe y siempre tuve que moverme en y entre dos lenguas y dos mundos (el alemán y el francés). Luego viví en Paraguay, Túnez y Argentina. En mi trabajo con la literatura como escritor, traductor, editor y filólogo, siempre hubo un vínculo muy íntimo entre mi “propia” escritura, el acto de traducir y la práctica de escribir sobre textos. La literatura es un movimiento incesante entre las lenguas, entre los textos: no hay mejor forma de cuestionar la “propia” habla, el “propio” idioma que el enfrentamiento con otro. La literatura también es la forma de expresar y percibir todas las contradicciones y todos los sufrimientos que esto lleva consigo. Último libro: Tablettenzoo (Luxbooks, 2013), última traducción: John Berryman: 77 Dream Songs (Luxbooks, 2015). Página de autor: http://karawa.net/autoren/leoncew-lupette.


las viejas monjas chilenas son como el viejo borracho del bar de la esquina una vez la palabra prestada no la devuelven más cualquier pregunta deriva en un sermón de problemas existenciales baratos frases repetidas infinitamente en solitarias seudomeditaciones, campos de palabras desolados vastos tierra seca el intento de discutir desata la sed acumulada del ensimismado hambriento por hablar feliz por haber sido tocado inesperadamente por un pedazo de aquel mundo exterior que ya parece tan intangible mundo que hace mucho ya no responde a los intentos de tacto de ese tacto que en realidad tampoco desea ningún contratacto en fin son las conchas de dios

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Nu gehd nich um informacij-ma-majic informatió-ma ma-tio ma tía ma ljubav-ma-ría ma u teid tîd oer tid whenn so-solo do-doba stumpstundem noch bleive noch blei nor belief no beliew in-form in-formis in-formitas form da-dagsform vonner förmig-unförmigkeit her-tinken er-tinken te-rinken no piti po-piti sat sat di saat diese saat nimmer satt neuro-neumo-morán neumoran mo-morán morirá morirallá em-minuts di-minuta minutn mi-nuti pre-minu pre-kinu ke-kimo-te te-rapia keke-mo-terapia no-rapia harpiya trapiya zraenjem ke kemo me-kemo mememo mo-ría hemo-ría ra-gia la rage le soulage-soulagement saoulagement mit de-mohn me-momohn-un un plötzlich zak zak rak rak mehr zrak-zraka durch memo-die me-ta ta-tastn tasta-se me zakrea pan krea ki-kiero des-kanzo des-kancear re-krear creer en uma kraćenje kračun

para maría & lili

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MÓNICA ALBIZÚREZ GIL

Mónica Albizúrez Gil. Nací en la Ciudad de Guatemala en 1969. Me gradué de abogada en 1994 en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Trabajé como abogada en las áreas constitucional y administrativa. Obtuve una maestría en literatura en la Universidad Rafael Landívar en el 2011 y me doctoré en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Tulane (2006) con una tesis sobre modernidad e intelectuales en el siglo XIX, cuyo manuscrito está en proceso de edición. He enseñado español y literatura en la Universidad Libre de Berlín, en la Universidad de Hamburgo y en la BuceriusLawSchool. Publiqué el poemario Sola (2002) y en coedición con Alexandra Ortiz Wallner, Poéticas y políticas de género. Ensayos sobre imaginarios, literaturas y medios en Centroamérica (Edición Tranvía, 2013), además de diversos artículos en revistas científicas.


Frontera De pronto tu alemán impecable tus ojos azules tu piel blanca me recuerdan el peso real de toda frontera la mentira aquella del amor universal

Despedida Cuánto desearía la imagen clásica: el barco anunciando tu partida los pañuelos blancos agitándose y una lágrima derramada Cuánto deseo de adiós visible en esta estación anónima

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Camino

Del chocolate al concierto de Beethoven Del Bar de la esquina a Thayer Street nevando De mi ático tapizado de hojas y libros a nuestra primera sonrisa en los acantilados de Newport de mi escepticismo y mi atrevimiento a tu mundo racional de decisiones postergadas la vida esa vida como trayecto como improvisación como hermosura

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ROBERTO EQUISOAIN

Pamplona, España, 1973. Soy un poeta que no escribe. Crecí en un pueblecito católico rodeado de corderos, trigales y viñas. A los 13 años descubrí la literatura y me encerré en mi habitación. Entonces leí Una temporada en el infierno de Arthur Rimbaud y no pasó nada. A los 15 años releí Una temporada en el infierno y con esta influencia comencé a escribir. Con el paso del tiempo, poco a poco, fui dejando de escribir. Hoy apenas escribo y el plagio, el reciclaje, la tergiversación y la reescritura son mis técnicas preferidas. En el año 2010 salí de mi habitación y comencé a publicar. Belleza infinita, Produccionsescopeta, 1+1=11, Escrito a lápiz y Milena Berlin, entre otras editoriales, han publicado mis libros.


333 (Fragmento) Virgen de la Luz Virgen del Agua Virgen del Fuego Virgen del Aire Virgen del Sol Virgen de la Luna Virgen de la Nube Virgen de los Rayos Virgen de la Cumbres Virgen de las Nieves Virgen de la Montaña Virgen de la Peña Virgen de la Cueva Virgen de la Cueva Santa Virgen de las Lagunas Virgen de las Aguas Virgen de los Arroyos Virgen del Mar Virgen de la Isla Virgen del Volcán Virgen del Desierto Virgen de las Selvas Virgen del Campo Virgen del Valle Virgen de los Valles Virgen de los Llanos Virgen del Yermo Virgen del Juncal Virgen de las Fronteras Virgen de la Mina Virgen del Buen Puerto

Virgen del Huerto Virgen del Camino Virgen del Buen Camino Virgen de la Carretera Virgen de la Rotonda Virgen del Subterráneo Virgen de la Cuesta Virgen de las Callejas Virgen de la Alcantarilla Virgen de la Piscina Virgen de la Escalera Virgen del Balcón Virgen del Pilar Virgen de la Puerta Virgen de las Antorchas Virgen de las Candelas Virgen de la Bala Virgen de los Clavos Virgen del Cristal Virgen de los Alfileres Virgen de las Cadenas Virgen del Corpiño Virgen de la Correa Virgen de la Cinta Virgen del Cojín Virgen de la Cama Virgen de la Medalla Milagrosa Virgen del Trapo Virgen de la Servilleta Virgen de las Llaves Virgen de los Buenos Libros

333 es una recopilación de 333 nombres de la Virgen María ordenados por campos semánticos. 333, Milena Berlin, 2012. ­— 144 —


Martin Heidegger: Was ist Metaphysik?

Was ist Metaphysik? es una reinterpretación del libro ¿Qué es metafísica? del filósofo alemán Martin Heidegger. Surge de una lectura con público en la que lo que se escucha del texto es el ruido de arrugar cada página del libro original y hacer una bola de papel con ella. En la edición impresa cada bola ha sido fotografiada y colocada en su orden de página correspondiente. Foto: Roger Rossell. Martin Heidegger: Was ist Metaphysik?, Escrito a lápiz, 2014. ­— 146 —


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SONIA SOLARTE OREJUELA

Cali, Valle, Colombia, 1959. Vivo en Berlín, Alemania. Psicóloga, por la Universidad del Valle, Cali, 1984. Promotora Cultural en La Cumbre, Valle. Coordinadora del programa en S.U.S.I. . Creadora y coordinadora en la realización del 1° Encuentro Internacional de Talleres de Literatura y Escritura, Cofundadora de la Asociación de Mujeres Latinoamericanas Xochicuicatl, Berlín, Alemania. Miembro del Consejo de Mujeres de Berlín. Desde el 2005 trabajo como psicoterapeuta independiente. En el año 2009 fundo el Trío SolArte. Soy miembra de la Asociación de Escritores Alemanes, del PEN-Club Internacional de Austria y de la Asociación de Escritores de la Costa en Colombia. Poemas seleccionados de mi obra han sido publicados en revistas literarias, periódicos y antologías de diversos países.


Desprotección Una fuerza huracanada recorre los campos Nos sentimos igualitos como si el dolor hermanara los sellos de la sangre como si un temblor de tierra nos tirara a todos a la calle y abalanzara los unos sobre los otros con las manos vacías humillados e indefensos de alma y cuerpo

Voluntad Salimos a la calle a compartir la indignación y la rabia a escribir las consignas del despertar No vamos a quedarnos inermes viendo cavar las fosas comunes contemplando el brutal y cobarde asesinato de la esperanza

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Equilibrista

Acaba de ceder la tarde su azul al cuerpo de las sombras Una luz precisa el límite fugaz de tu sonrisa y se desprende un fruto del espejo la lágrima que en tus ojos vi brillar Mi corazón late sobre el pecho de tu mar

Vivo así, entre alucinaciones sin cuerpo con la intención fría y única de peces en el cielo de tus ojos Escribo sobre tu frente de piedra la historia de mi sol sin sed y crezco junto a tu bosque sobre tu piel en fuga

No busco a tientas entre cuadros del pasado retratos ahogados en lágrimas Eres navío ebrio de olas insomnes un equilibrista sobre la línea beduina río a favor de los arrebatos del agua

Yo, corteza de raíz profana antaño defendí la demencia y tiré los dados de mi suerte

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con prisa por infinitud abismal

Después ante paralelos insondables sentí crecer la indiferencia y posé mis pies en un laberinto cuadrado y sórdido de donde no quise escapar

Más tarde tuve sed de algún orden para el caos extremo de mi inquietud y apuré gota a gota el caudal de sudor en la fuente lírica de tus labios Mas tantas preguntas silencié que ni palabras acostumbradas a mis manos dieron nombre a mis calles sin jardines

Así fui un juguete en la ruleta absurda del destino una muñeca de trapo sin pasos un cordón umbilical añadido a la historia Todo este conjunto de circunstancias me ligaron a la muerte de forma más radical que al nuevo día y permití que capturaran a las bestias libres de mi imaginación hombres ansiosos por beber polvo

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Nutrí con memorias falaces el hambre de recuerdos Rescaté papeles rasgados y máscaras en grito de los escombros del pasado Sangrientas humaredas arreciaron la tempestad

Más anciana que mi nombre entretejí la noche y tu piel con los hilos en sombra del río de mis sueños sobre la cumbre ciega de sordas nostalgias refugiadas en el vientre de mi amor

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TIMO BERGER

Me llamo Timo Berger. Me enteré de que había caído el muro por la tele. De niño tuve dos certezas: primero, no es justo que un Estado encierre a su población; segundo, la RDA me parecía una especia de Austria socialista - nunca me imaginé que llegaríamos a una reunificación. Viví en el sur de Alemania, más ligado a Francia, a Suiza, en Leonberg y Tübingen hasta los 23 años. Después todo cambió, fui a estudiar a Buenos Aires en 1998 (donde aprendí el castellano), me quedé un año y después sentí que no podía volver a una ciudad pequeña - como en Alemania no tenemos una metrópolis como Londres o París, me resigné a mudarme a la flamante capital alemana, Berlín, llena de casas okupa, iniciativas culturales que duraban un cigarillo y espacios vacíos donde los sueños echaban raíces. Claro que hoy en día, con la gentrificacion, nos volvimos tan comunes como el resto del mundo, sólo el turismo aún se nutre de las utopías de ataño. Ah, por si acaso interesa, publiqué algunos libros de poesía y edité como antologador muestras de poesía alemana, centroamericana, de literatura joven brasilera y argentina, etc. Mi último libro de poesía que acaban de editar en Bahía Blanca, Provicia de Buenos Aires, se titula Microclimas (Vox, 2014).


decir decir por decir no van a decir nada pero andan diciendo que dicen que que ya han dicho ¿qué habrán dicho? ¿qué habrán querido decir cuando dicen que un dicho vale más que un decir?

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este niño este niño este niño este niño este niño ay este niño


(El poema que estuvo acá fue sacado a pedido expreso del autor)

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Berlin: wo das Ich immer ein Anderer ist Susanne Klengel Neugierig und interessiert lese und beobachte ich seit vielen Jahren, was aus lateinamerikanischer Feder über und in Berlin veröffentlicht wird. Mich fasziniert die sich wandelnde Wahrnehmung dieser Stadt, die nach dem Ende des Zweiten Weltkriegs lange Jahre Frontstadt des Kalten Krieges mit einem geteilten Bewusstsein war: die eine Hälfte sozialistische Hauptstadt, die andere irgendwie kapitalistische Verwaltungsstadt ohne wirtschaftliche Macht, aber mit symbolischem Einfluss in der westlichen Bundesrepublik. Beobachtungsposten auf beiden Seiten. Nach dem Mauerfall blieb die Andersheit ‒ trotz offizieller Einheitsdiskurse, wie die Rede von den „unsichtbaren Mauern“ immer wieder zeigte. Sie beginnt erst im Fortleben jüngerer Generationen zu verblassen. Neue und ungewohnte Räume des Stadtlebens sind entstanden, eine buntere, vielfältigere Gesellschaft mit ihren Konflikten und Reibungen, mit neuen Formen und Formaten des Zusammenlebens. Langsam trat die Stadt ins Rampenlicht der Internationalität, sie überwand nach und nach ihren mauerbedingten Provinzialismus, der sie zu jener Stadt gemacht hatte, die auf so bizarre Weise „anders“ war, im Westen wie im Osten. Wie viele war auch ich nach Westberlin gekommen, weil es ein ungewöhnlicher Ort in Deutschland zu sein schien. Ich entschied mich, hier lateinamerikanische Literatur zu studieren, die ihrerseits als ungewöhnlich und andersartig galt, ihre ferne literarisch-kulturelle Alterität

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machte sie attraktiv. In beiden Berliner Stadthälften waren auch viele Lateinamerikaner zu Hause, meist im Exil, später auch selbst gewählt, vor allem in Westberlin. Spanisch sprachen in Westberlin aber auch US-Soldaten aus Puerto Rico und auf der anderen Seite der Mauer die werktätigen Kubaner, die in der Produktion eingesetzt waren. Um die Inselstadt Westberlin rankten sich in den 80er Jahren Erzählungen, die neugierig machten: eine Stadt der Jugend und der Rentner fast ohne bürgerlichen Mittelstand, eine Stadt der alternativen Lebensformen und der jungen Kunst, der individuellen wie politischen Freiheit und Aktion, eine etwas schmuddelige, aber aufregende Hippie-, Punk-, New Wave- und migrantisch bunte Stadt unter dem geteilten Himmel, die langsam Paris den Rang abzulaufen schien ‒ „Mythos Berlin“ war ein geflügeltes Wort. Etwas später lancierte die Tourismuswerbung den Slogan „Berlin ist anders“. Unter lateinamerikanischen Literaten galt ein Aufenthalt in Westberlin, zu dem das Künstlerprogramm des DAAD einlud, spätestens seit der Veröffentlichung von Ignácio de Loyola Brandãos urbanen Erkundungen Westberlins als Geheimtipp. Begonnen hatte diese neue Sichtbarkeit Berlins in Lateinamerika aber mit dem Festival Horizonte im Jahre 1982, als die ganz Großen der lateinamerikanischen Literatur in der Mauerstadt auftraten und über ihre Literatur sprachen, wie zum Beispiel Juan Rulfo. Mit Juan Goytisolo, ebenfalls Gast des DAAD, fuhren wir damals im gläsernen Außenfahrstuhl am Anhalter Platz zum Rock-Café hinauf, um von dort, bei krachender Musik, einen Blick auf die Narben der Stadt zu werfen, die der Grenzraum mit seinen Mauern und „Spanischen Reitern“ in das Weichbild der

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Stadt eingekerbt hatte. „Es ist ein verworren traumhaftes Schauspiel, das auch ohne halluzinogene Drogen die großartig rätselhafte historische Unwirklichkeit, in der wir leben, zusammenfaßt“, schrieb Goytisolo später in einem Artikel für El País mit dem Titel „Berliner Chronik“, der auch in der Zeitschrift Freibeuter erschien. Das Lateinamerika-Interesse auf der anderen Seite der Mauer war verständlicherweise stark auf Kuba ausgerichtet, „país hermano“, und auch auf Chile, weniger jedoch auf das sandinistische Nicaragua. Aus Kuba kamen Arbeiter in die DDR, aus Chile viele Intellektuelle, Verfolgte des PinochetSystems. Es gab ein aktives akademisches Netzwerk, das sich wissenschaftlich mit der lateinamerikanischen Literatur befasste und diese auch publizistisch mit Nachdruck in die DDR vermittelte; Übersetzungen der Werke von Jorge Amado, Asturias, Neruda, Carpentier, Barnet, Rulfo, Fuentes, Peri Rossi, Rigoberta Menchú und anderen waren selbstverständlich, aber auch von Borges, dessen vierbändige Ausgabe Ausgewählter Werke in der späten DDR wegen großer Nachfrage als „Bückware“ unter dem Ladentisch verkauft wurde. In der DDR wurde viel gelesen und die lateinamerikanische Literatur war auch wegen ihres exotischen Reizes besonders gefragt. Fachleute schrieben Nachworte zu den Texten und Kontexten, Übersetzungen erschienen innerdeutsch wechselseitig in Lizenz. Aber auch das spanisch-sprachige Lateinamerika war im „Internationalen Buch“ am Alexanderplatz und in anderen Buchhandlungen präsent; dort fanden wir Studierende der Lateinamerikanistik aus Westberlin immer wieder Bücher und Texte aus Kuba. Über die lateinamerikanischen Lebensräume in der DDR kann man heute auch manches in

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der Belletristik nachlesen, etwa in dem in Chile umstrittenen Roman von Carlos Cerda. Der Mauerfall brachte all diese Konstellationen vollkommen durcheinander. „Sentirse extraño en su propia casa“, schrieb der spanische Politologe und Berliner Lateinamerika-Experte Ignacio Sotelo. Die Stadt wurde zur Baustelle, dann zur „Schaustelle“, wie man den Potsdamer Platz, ehemaliges Mauer- und Niemandsland, in den 1990er Jahren mit seiner Mammut-Baustelle touristisch attraktiv vermarktete. Doch vor allem wurde Berlin zur mentalen Baustelle: Es ging um das Schmieden und Neuschmieden von Identitäten, um den Abriss und das Neuziehen von Grenzen, um unsichtbare Mauern, die der mexikanischitalienische Autor Fabio Morábito, wie andere auch, noch Jahre nach der Wende spürte. Ost- und West-Identitäten, ein mühsames Zusammenkommen von Ostmoderne und Postmoderne bei zunehmender Internationalisierung. Das Niemandsland als leeres Zentrum Berlins: irreale Räume inmitten einer europäischen Großstadt am Ende des 20. Jahrhunderts. Ein Raum der Chimären, der Ausstellungen, Projekte, Märkte, der ephemeren Feste, der aber bald besetzt werden sollte. Genau dieser vergängliche Grenzraum, der sich real und imaginär gegen seine Vergänglichkeit sperrte, ist zur Quelle literarischer Inspiration geworden. Schauplatz von Thrillern, Suchgeschichten, Grenzüberschreitungen, „lost in transition“ zwischen hüben und drüben, zwischen Vergangenheit und Jetztzeit unter dem einen Himmel über Berlin. Nach der Wende schreiben sich zunehmend auch spanisch- und portugiesisch-sprachige Autorinnen und Autoren in diese realen und imaginären Räume Berlins ein, dessen urbane Identität schon immer ein Mosaik aus

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Vierteln und Kiezen war, vervielfältigt in der kulturellen Heterogenität ihrer Bewohner. Heute ist Berlin gelebte Alterität: meist pragmatisch gelassen, bisweilen gleichgültig, keinesfalls konfliktfrei, aber auch neugierig und zugewandt. Nicht überkandidelt, weil die Stadt zu arm ist. Diese „mittlere Gelassenheit“, mit der man offenkundig gut leben kann, wie die anhaltende Attraktivität Berlins belegt, ist geschichtlich bedingt. Sie ist Folge und Lehre aus dem nationalistischen Identitätswahn des Nationalsozialismus und der anschließenden Teilung der Stadt und ihrer Menschen. Dadurch war die Basis für eine stetige Differenzerfahrung gelegt worden, der man sich nicht entziehen konnte. Wie hätten sich diese Erfahrungen von Alterität, die der Stadt tief eingeschrieben waren, so plötzlich verflüchtigen können nach 1989? Ihre Andersheit hat sich allerdings relativiert, verzweigt, differenziert, internationalisiert und pluralisiert. Berlin ist ein weites Feld der Verschiedenheiten, die im Zusammenleben ständig neu ausgehandelt und ausbalanciert werden. Wie sollte diese Stadt nicht Ort sein für eine vielfältige Poesie, eine Poesie der Vielfalt, gerade auch von auf Spanisch schreibenden Autorinnen und Autoren, wie diese Anthologie eindrucksvoll zeigt? Berlin ist nicht notwendigerweise Thema und konkreter Gegenstand dieser Poesie, doch es schwingt als Ort der Genese mit, als Lebenserfahrung, als ästhetische Erfahrung, als geeigneter Knotenpunkt, wo das Ich immer auch ein Anderer ist. Berlin, im März 2015

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Berlín: donde el yo siempre es otro Susanne Klengel Curiosa e interesada leo y observo desde hace muchos años lo que se publica sobre Berlín escrito por plumas latinoamericanas. Me fascina la percepción siempre cambiante de esta ciudad, la cual desde el fin de la Segunda Guerra Mundial por muchos años se convirtió, con una conciencia dividida, en frente de la Guerra Fría: una mitad, capital socialista; la otra, de algún modo una ciudad bajo gestión capitalista sin poder económico, pero con influencia simbólica en Alemania occidental. Puestos de observación a ambos lados. Después de la Caída del Muro se mantuvo la otredad –esto, como siempre ha reclamado el postulado de “los muros invisibles”, a pesar de los discursos oficiales de la unificación–. La fractura recién comienza a desvanecerse en la experiencia vital de las generaciones más jóvenes. Fueron surgiendo nuevos e insólitos espacios de vida urbana, una sociedad más colorida, más diversa, con sus conflictos y fricciones, con nuevas formas y formatos de convivencia. De a poco la ciudad fue ubicándose en el foco de la internacionalidad, fue superando el provincianismo condicionado por un muro que de modo tan extravagante la había convertido en esa ciudad “diferente”, tanto en el oeste como en el este. Como muchos, yo también había llegado a Berlín occidental porque parecía ser un lugar fuera de lo común. Decidí estudiar aquí literatura latinoamericana, la cual por su parte también resultaba desacostumbrada y alternativa, su lejanía literaria y cultural le asignaba una atractiva alteridad.

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En ambas mitades de la ciudad muchos latinoamericanos también se encontraban en casa, la mayoría como exiliados –aunque más tarde por propia decisión– principalmente en Berlín occidental. En esta Berlín, sin embargo, también hablaban español los soldados norteamericanos de Puerto Rico; y del otro lado del Muro, los trabajadores cubanos que estaban empleados en la producción. Alrededor de la ciudad-isla Berlín occidental, en los años 80 se propagaron relatos que provocaban curiosidad: una ciudad de jóvenes y jubilados prácticamente sin sectores medios burgueses, una ciudad de las formas de vida alternativas y del arte joven, de la libertad y el accionar tanto individuales como políticos; aunque algo desprolija, bajo el cielo dividido tomaba forma una apasionante ciudad hippie, punk, new wave y con colorido migrante, que lentamente parecía querer desbancar a París: el “mito Berlín” era una palabra alada. Algo más tarde la promoción turística acuñó el eslogan “Berlín es diferente”. Para los escritores latinoamericanos, mientras tanto, una residencia en Berlín occidental por medio del programa para artistas del DAAD se convirtió, al menos desde la publicación de las exploraciones urbanas realizadas por Ignácio de Loyola Brandão, en un verdadero hallazgo. Pero esta visibilidad de Berlín en América Latina ya había comenzado con el Festival Horizonte en 1982 cuando las figuras más prominentes de la literatura latinoamericana, como Juan Rulfo, se encontraron en la ciudad amurallada para hablar sobre su escritura. Con Juan Goytisolo, uno de los invitados por el DAAD, subimos por aquella época en un ascensor externo vidriado al Rock-Café en Anhalter Platz para echarle desde allí, con estallidos musicales de fondo,

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una mirada a la cicatriz de la ciudad que, con sus muros y sus “caballos de Frisia”, grababa la zona de frontera en la silueta urbana. “Un espectáculo abigarrado y onírico que abrevia, sin necesidad de alucinógenos, la prodigiosa irrealidad histórica en que vivimos”, escribió más tarde Goytisolo en un artículo para El País con el título “Crónica berlinesa” que también fue publicado por la revista Freibeuter. El interés por América Latina al otro lado del muro estaba, comprensiblemente, en primer término dirigido a Cuba, “país hermano”; también a Chile, pero menos a la Nicaragua sandinista. De Cuba llegaban trabajadores a la RDA, de Chile, muchos intelectuales perseguidos por el régimen de Pinochet. Había una activa red académica que se ocupaba científicamente de la literatura latinoamericana, y la difundía con entusiasmo en la RDA. Traducciones de las obras de Jorge Amado, Asturias, Neruda, Carpentier, Barnet, Rulfo, Fuentes, Peri Rossi, Rigoberta Menchú y otros había desde ya, pero también de Borges, cuya edición en cuatro tomos de las Ausgewählte Werke (“Obras selectas”) se vendía en la RDA, debido a la gran demanda, por debajo de la mesa como un producto clandestino. En la RDA se leía mucho y la literatura latinoamericana era especialmente solicitada por su seductor exotismo. Estudiosos y especialistas escribían epílogos sobre los textos y los contextos, mediante licencias recíprocas las traducciones aparecían a ambos lados. Pero la literatura latinoamericana en español también estaba presente en Internationales Buch (“Libro internacional”), en Alexanderplatz, y en otras librerías; nosotros, los estudiantes de literatura latinoamericana de Berlín occidental, encontrábamos allí libros y textos de Cuba. Incluso hoy se pueden apreciar facetas de la vida latinoamericana en la

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RDA representadas en textos literarios, por ejemplo, en la novela de Carlos Cerda, muy controvertida en Chile. La Caída del Muro desarticuló todas estas constelaciones por completo. “Sentirse extraño en su propia casa”, escribió Ignacio Sotelo, politólogo y experto en América Latina, afincado en Berlín occidental. La ciudad se convirtió, entonces, en zona de obras, luego en “centro de exhibición”, como se comercializó turísticamente Potsdamer Platz –lo que había sido tierra de nadie atravesada por el Muro– durante los años 90 con su mastodóntica zona de obras. Sin embargo, Berlín devino ante todo una zona de obras mental: se trata de la fundición y refundición de identidades, del derribo y regeneración de fronteras, de esos muros invisibles que el escritor ítalomexicano Fabio Morábito, al igual que otros, percibía incluso años después de la Caída. Identidades del este y del oeste, un laborioso reencuentro de la modernidad en clave RDA y de la posmodernidad occidental en una creciente internacionalización. La tierra de nadie como centro vacío de Berlín: espacios irreales en medio de una metrópoli europea a fines del siglo XX. Espacio de quimeras, exposiciones, proyectos, mercados y de fiestas efímeras que, no obstante, pronto debe ser ocupado. Precisamente, este pasajero territorio de frontera, que real e imaginariamente se opone a su propia volatilidad, ha devenido fuente de inspiración literaria. Escenario de thrillers, historias de búsqueda, cruces de fronteras, “lost in transition” entre el aquí y el allá, entre el pasado y el presente bajo el cielo único de Berlín. Después de la Caída, progresivamente, se inscriben cada vez más escritor@s de lengua portuguesa y española en este territorio real e imaginario de Berlín, cuya identidad siempre ha sido un mosaico de barrios y Kieze

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reimpreso en la heterogeneidad cultural de sus habitantes. Hoy Berlín es alteridad vivida: con ánimo pragmáticamente reposado, por momentos indiferente, nunca libre de conflictos, pero también con curiosidad e interés. Despejada de excentricismos porque la ciudad es demasiado pobre. Esta “serenidad comedida de lo cotidiano”, con la que evidentemente se puede vivir bien, como lo prueba el sostenido atractivo de Berlín, está condicionada históricamente. Es consecuencia y enseñanza de la obsesión identitaria nacionalista del Nacionalsocialismo y la subsecuente división de la ciudad y su población. Ahí se establece la base para una permanente experiencia de la diferencia que no ha podido ser extirpada. ¿Cómo podrían haberse evaporado repentinamente después de 1989 estas experiencias de alteridad inscriptas en el sustrato profundo de la ciudad? Su otredad, no obstante, se ha relativizado, ramificado, reduplicado, internacionalizado y pluralizado. Berlín es un amplio campo de diferencias que son permanentemente renegociadas y equilibradas en el diario convivir. ¿Cómo podría esta ciudad no ser lugar para una poesía diversa, una poesía de la diversidad, incluso de escritor@s que escriben en español como lo muestra de manera ejemplar esta antología? Berlín no necesariamente es tema y objeto concreto de esta poesía, sin embargo, resuena como lugar de su génesis, como experiencia estética, como el adecuado punto de enlace donde el yo siempre es otro. Berlín, marzo de 2015 Del alemán por Jorge J. Locane

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Antologos de esta edición: Ernesto Estrella Cózar es poeta, investigador y músico. De origen granadino, vivió en Nueva York del 2000 al 2012, y actualmente reside en Berlín. Obtuvo su doctorado en el departamento de español y portugués de la Universidad de Columbia y del 2007 al 2011 fue profesor adjunto de Poesía contemporánea en la Universidad de Yale. En el 2014 apareció su libro de poesía Boca de prosas (ed. Olcades), que ya está siendo traducido al inglés y al alemán. Como músico, ha creado el “folklore experimental de voz” como herramienta para la exploración sonora de la voz en contextos musicales, poéticos, sociales y narrativos. Su trabajo se ha presentado en festivales internacionales en Alemania, Argentina, Austria, España, Estados Unidos, Finlandia, Letonia, Rusia y Uruguay. Es, asimismo, cofundador de la plataforma The Voice Observatory dedicada al estudio de fenómenos relacionados con la voz en su dimensión acústica, performativa, informativa y sociopolítica. Como investigador, es autor de dos monografías sobre crítica y teoría poética: Cansinos Assens y su contexto crítico (2005) y Espacio, poema en prosa de Juan Ramón Jiménez (2013). También en el 2013 apareció su traducción de El Diario de Henry David Thoreau. Jorge J. Locane nació en Buenos Aires donde se graduó de Licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Desde el 2008 reside en Berlín donde obtuvo un Máster en Estudios Latinoamericanos (FU Berlin). Actualmente, está en la fase final de su doctorado, en la FU Berlin. Su tesis se titula: “Miradas locales en tiempos globales. Intervenciones literarias sobre la ciudad latinoamericana”. Es coeditor de la

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revista bilingüe de literatura alba. lateinamerika lesen dedicada a la mediación cultural entre Alemania y América Latina. Trabaja como docente, investigador y asistente editorial en el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la FU Berlin. Algunas de sus publicaciones se pueden encontrar en revistas como Amerika de Francia o Estudios de Teoría Literaria de Argentina. En este momento trabaja en su poemario Poesía indestructible, a publicarse en abril del 2015 en la casa editorial LUPI del País Vasco. Participa regularmente de lecturas, coloquios y festivales poéticos en Europa y América Latina. Fotografía: Juanje Sanz nació en Barakaldo, España, 1967. Fotógrafo, editor y agente cultural. Ha realizado trabajos gráficos para diversos medios de prensa como free lance: Comunidad Escolar, Sol, El Mundo, El País. A partir del 1990 colabora como free lance para la agencia fotográfica Reuters. En 1998 abandona la vida de corresponsal para dedicarse a la fotografía publicitaria. En estos momentos trabaja para varias agencias. Ha realizado diversas exposiciones fotográficas y colectivas. Ha coordinado diferentes muestras de poesía experimental, coordina la Bienal de Poesía Experimental de Euskadi “ex!poesía” y ha participado en varias colecciones y antologías de fotografía y poesía visual. Coordina la editorial independiente “La Única Puerta a la Izquierda. LUPI”.

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La 1º edición se presentó en Berlín el 6 de abril 2015

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