Las noches de lupi Bilbao

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ª4ª 1ª LECTURA 2ª LECTURA 3ª LECTURA 4ª LECTURA


Publicado por: L.U.P.I. (La Única Puerta a la Izquierda). PRIMERA EDICIÓN ABRIL 2014. De los textos: Alberto Arzua Arrugaeta, Ángela Serna Rodriguez, Asier Triguero Lorente, Blanca Sarasua Muñoz, Elisabeth Candina Laka, Ernesto Noriega Valles, Fernanda Núñez Menéndez, Fernando Marcos Sevilla, Idoia Carramiñana Miranda, Inmaculada Díez González, Javier Bermúdez Valencia, Javier Ignacio Arnaiz Gómez, José Ignacio Dermit Campos, José Juan M. Ferreiro, José Manuel Vicente García, Josefa Agüera Sánchez, Katy Parra Carrillo, Luis Oroz Rodriguez, Manoli López Álvarez, María José Mielgo Busturia, Santiago Liberal Expósito, Victorina Blanco Otero. Derechos exclusivos de esta edición: A. Cultural La Única Puerta a la Izquierda. Colección Antologías/Las noches de lupi/02. Asistente de edición: Julián Borao y Javier Arnaiz. (Noches Poéticas). Diseño: Zoográficoenlinea.blosgspot.com Fotografías de interior: Iñigo Escalante y Javier Triguero. Del prologo: Julián Borao y Javier Arnaiz.

ISBN: 978-84-938010-7-6 DEPOSITO LEGAL: BI-388-2014 Impresión y encuadernación: Reprográficas Malpe, S.A.

Apdo. Correos 64. 48910 Sestao, Bizkaia. España. info@launicapuertaalaizquierda.es http://launicapuertaalaizquierda.blogspot.com.es

Colección Antologías/Las noches de lupi/02


1ª LECTURA

VELADA DUBLINERS 27-2-2013 Javier Arnaiz Ella La siesta Quisiera ser libre Veinticinco segundos pepa Agüera Guindola Hoy soy yo Piedras Don francisco Katy Parra Las rosas en noviembre La intemperie de los pájaros Sin testigos Una noche inconfesable Si no tienes tiempo para huir, Invéntate una excusa y corre Santiago Liberal Hoy descubro al hombre Me he dado cuenta No morirán los versos Titina Blanco Cordeles Escáner Misterios

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2ª LECTURA

VELADA LA DRAGA 16 -3-2013 José Juan M. Ferreiro Contra los vidrios Un corazón de sombra Como en otro mundo diario

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íN di ce


PaBLO MüLLER & JAVIER BERMUDEZ & La noche en que marchaban Los soldados jóvenes de mostar S/t S/t Luis Oroz Los dueños de la voz Señales Inmortal Insectos Manuel Vicente Cajón La calle Asombroso acontecimiento Las marranas manualidades De un solterito cochino Matemáticamentecierto Alberto Arzua Arrugaeta Si el viento Cambio de Era

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3ª LECTURA

VELADA ZAKA 15-05- 2013 Asier Triguero Lorente Cita en diciembre Es tarde por la tarde La chica de la tienda de al lado María José Mielgo Busturia En Reflexión Por Sinfonía

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José Ignacio Dermit Insectos Subiendo lentamente al cielo El cortejo de dionisos La frontera Fernando Marcos Sevilla Puedo tener pensamientos ultrapositivos Te respiro, amor Temo un día despertarme clavo, inmóvil, ¿Les has preguntado a las plantas Si les gusta mojarse? Ernesto Noriega La vereda de aire A veces Epifanía en lisboa Sin noticias del amor

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4ª LECTURA

VELADA HOTEL ABANDO 2-02-2014 Idoia Carramiñana Aborreciere, sin presente Es todo una invención Manoli López Reconociendo Ya no seré aquella El folio Inmacula Diéz Gónzalez Hay veces No sé Nace y muere la voz En penumbra

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Elisabeth Candina Dean moriarty & sal paradise Esta luz La forma del silencio ¿Luz? Carmen López Roca A luix Popurrí dramático Y salgo a la calle Blanca Sarasua Puntualizando Atando cabos Decisión Leyendo “la peste” Ángela Serna ¿Desde dónde hablar? Habitaciones junto al mar El grito

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PRó Lo Go Hace unos días, tuvimos que aclararle a un amigo que la II Antología de Las Noches de LUPI no era la antología que un poeta llamado Lupi organiza por las noches sino una antología de poetas que participan en unas veladas de poesía que la editorial LUPI publica. ¿Editorial LUPI?, nos dijo, ¿y qué es eso de editorial LUPI? La única puerta a la izquierda, respondimos, con lo cual se quedó más confuso todavía… ¿La única? ¿Por qué no la última? Hace ahora más o menos dos años, un atardecer, el metro nos llevó a Portugalete, y escuchamos poemas al fondo de un local, entre las mesas de un espacio al final del bar Txispintxo. Y nos unimos a ese espacio de versos en el que nos cedieron un lugar para recitar. Participamos entusiasmados, nos encanta que la poesía salga a la calle, a los bares, a los lugares donde se reúne la gente. Preferimos la poesía en torno a unas cervezas a la que se desarrolla en lugares oficiales o entre poetas que se relacionan en círculos cerrados llenos de protocolo. No quiere decir esto que desdeñemos ese tipo de encuentros sino más bien que creemos que en ellos no se consigue difundir la poesía sino simplemente ceñirla a territorios abonados que no necesitan mayor impulso que el que convocan por inercia. La poesía ha de salir, expresarse públicamente, crear espacios inesperados donde la sorpresa dé paso a la magia instantánea. ­11


Durante ese año, 2012, se realizaron cuatro veladas en el mismo bar y, en diciembre, se presentó la I Antología de la Noches de LUPI en el teatro de Barakaldo. Las antologías de las Noches de LUPI, iniciadas con esa primera recopilación, no pretenden ser antologías al uso, en las que se recogen poemas de diferentes autores con diversos criterios de agrupación, sino que pretenden ser algo vivo, es decir, antologías de poetas que se reúnen a lo largo de un año, previa convocatoria, en bares de una ciudad, para recitar públicamente sus escritos. Son, por ello, poemas que parten de unos encuentros, de unas vivencias, de una experiencia previa y que, posteriormente, se agrupan en una edición. Era tiempo de continuar lo ya comenzado. Para la siguiente antología, el editor Juanje Sanz, nos propuso a Noches Poéticas (nuestro espacio poético que recorre también bares, cafés teatro, hoteles, etc.,) organizar en Bilbao, en el marco de nuestras veladas, un apartado dedicado a Las Noches de LUPI, en el que diversos poetas recitaran sus poemas. De esas veladas saldrían los/las poetas seleccionados para formar parte de la II antología. Habría que explicar que las Noches Poéticas se crearon con el ánimo de que los poetas no fuéramos islas perdidas en un mar homogéneo. Habíamos pensado reunir la diversa distribución de voces aisladas en un conglomerado de archipiélagos que se interrelacionaran entre sí. No solamente recitar sino agrupar, difundir, intercambiar, divertirnos y realizar una labor socio-cultural en el tiempo de ocio de todos, no en el de quienes escriben y acuden a recitales sino también en el de quienes nunca lo han hecho. El paso estaba dado, solo esperar, solamente avanzar… En aquel momento, cuando surgieron las Noches de LUPI, comenzó a fraguarse una de las colaboraciones para ir superando el aislamiento de individualidades y de diferentes colectivos. Así, durante el año 2013 y parte de 2014, organizamos varias recitaciones de las Noches de LUPI dentro de las Noches Poéticas de Bilbao, en diferentes locales: Pub Dubliner’s, Café Teatro La Draga, Bar Zaka y Hotel Abando. Han sido seleccionados 22 poetas, 11 hombres

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y 11 mujeres, la mayor parte de ellos de Bilbao aunque también han participado algunos autores que han venido de fuera y que ya habían participado en otras ocasiones en nuestras veladas. Se pidió que todos los poemas fueran inéditos. Dentro de los 22 autores seleccionados, se incluye un cantautor, José Ignacio Dermit (Bilillo). La música, tan íntimamente unida a la poesía, también forma parte de las veladas poéticas, no solo como acompañamiento a las recitaciones sino también como protagonista a través de cantautores, intérpretes o bandas en las que cabe cualquier estilo. Noche en la villa, caminamos buscándole el sentido a las palabras y atravesamos una encrucijada, tras una larga velada de poemas, de música, de cervezas, de micros, de altavoces que acercan el sonido, tras una agotadora conclusión de proyectos, de actividad, de miradas que crean afinidades mágicas cuando todo es posible si se sueña que es cierto… Noche en Bilbao, Noches Poéticas tratando de abrir puertas. Y hay una puerta más, justo a la izquierda, la única posible, la única puerta a la izquierda después de recorrer los callejones húmedos de lluvia y soledades… Desde el año 2010 Noches Poéticas lleva realizando un recorrido público tratando de que las personas se contagien de nuestra pasión por la poesía, tratando de que las personas se percaten de que la poesía forma parte de nuestras vidas y de que incluso puede llegar a ser una manera de expresar lo inexpresable, de expresar las emociones, de plasmar la estética de la vida y las experiencias, los sentimientos, la denuncia, las ilusiones, el amor, el desamor, la esperanza, la desesperanza, la alegría, la tristeza…, y de que todo ello pueda ser expresado mediante la palabra de las formas más diversas y todas ellas admisibles. No solamente tratamos de que sea una realidad personal sino de que, además, sea compartida y se pierda el miedo a hacerlo públicamente mediante la propia voz que recita ante un público, generalmente abierto a todo lo que significa arte y comunicación. Porque la poesía es, además, de una experiencia íntima y solitaria, básicamente, arte; o quizás para que deje de ser un espacio

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restringido, tanto a nivel personal como colectivo, pretendemos que se difunda lo máximo posible en lugares donde las personas disfrutan de su ocio, es decir, que se socialice disfrutando. No sabemos si la poesía es un arma, lo que sí sabemos es que es un instrumento de comunicación y que, como tal, ha de ser popularmente compartido. ¿Qué podemos añadir?, ¿quiénes son esos poetas que se acercan a los bares a recitar? Lo cierto es que muchos de ellos eran auténticamente anónimos. ¿Y qué queremos decir con esto? Simplemente, que se habían reservado exclusivamente el espacio solitario que provoca la creación y que, gracias a la posibilidad que ofrecen nuestros encuentros, han podido abrirse a los demás, dar a conocer sus escritos, es decir, erigirse en protagonistas de nuestros eventos. A Noches Poéticas, como organizadores de estas veladas, nos ilusiona especialmente ver como muchos de sus participantes, gracias a la propuesta de la editorial LUPI, pueden ver publicados sus poemas en una antología. Consideramos que es un impulso necesario tanto para los autores seleccionados como para la poesía en Bilbao y lo sentimos como una compensación a todo el esfuerzo realizado a lo largo de estos últimos años.

Julián Borao y Javier Arnaiz

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1ª LECTURA

VELADA DUBLINER’S


JAVIER ARNAIZ


JAVIER ARNAIZ Ella

Para Mar鱈a Guiomar

Ella ordena juguetes como un dios que domina el universo. Los amontona en grupos de enanos con gigantes, en los que nunca falta una princesa. La hilera de mu単ecas, la fila de mu単ecos... cada uno con sus dones plenos de diferencias en el mundo infantil de los iguales.

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PEPA AGÜERA


PEPA AGÜERA Guindola Descóseme el silencio de la boca. Arráncame a bocados el silencio que usurpa el trono de mis labios. Desvéndame la sombra de los ojos. Desarraiga con garfios de miradas de la náutica esfera la negra arboladura. Orádame el brocal de los oídos. Inmérgeme tu voz hasta la hondura más honda e insondable. Desduérmeme la piel con tus lentos delirios dactilares. Ara, profana, decapita el hastío y siembra besos sobre la piel segada y humeante. Desárdeme en tus aguas éstas salinas de mi amargo abandono. Abárcame en la rada de tus brazos. Ánclame en tu misterio. Socávame, si puedes, tan absolutamente que no quede memoria de estos huesos en el prólogo de mi carne futura.

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KATY PARRA


Katy Parra Las rosas en noviembre (En recuerdo a mi padre que quiso ser azul, como las rosas) A la orilla mortal de tu silencio percibo la luz mustia de las fotografías, historias que acabaron sin palabras, sin un maldito abrazo con el que malvivir en tu memoria. Ha llegado noviembre otra vez a mis párpados sin ti, y otra vez hace frío como cuando anunciaron tu partida... pero esta vez los trenes no disponen de luces ni estación. Tu corazón, preso en mi dormitorio, voltea las persianas del invierno y busca, indefendible, el azul calcinado de otros mundos, la breve eternidad que da la rosa.

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SANTIAGO LIBERAL


Santiago Liberal Hoy descubro al hombre Hoy descubro al hombre. Sobre sus hombros, la cabeza altiva dispuesta a llevar el pensamiento a la zona oscura de la ingrata vida. Dos ojos que se clavan como balas asesinas, sin ninguna claridad. La boca con labios que expulsan lanzas destrozando al semejante. Los brazos son palancas que terminan en manos con dedos sin conciencia, dispuestos a llenar de sangre los huecos que dejan el vacío de otros hombres. En el bajo torso, piernas con longitud suficiente para dirigir a los que andan, pies capaces de patear sin sentimiento la piel de otros que huyen. En el pecho ¡el corazón! que domina sin recato esa máquina perfecta de “amor-odio”, indiferencia.

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TITINA BLANCO


Titina Blanco Cordeles Siento un cordel mal amarrado, anudado, deshilachado entre orejas y alma. Me siento sin techo y sé que mi techo es el cielo; me siento perdida y sé que perdida es cuando me encuentro. Sonido ancestral en cáscara de mandarina, mondas por el aire a los cipreses, ave del paraíso correteando entre las avispas despistadas en zumbidos espirales. Esto se alza, sube hasta perderse de vista; cintas que se desdoblan en un vaivén de sendas ondulan el espacio del cuerpo curtido como el cuero de las ovejas secas al verano inclemente; ahuyenta las nubes de polvo, sonajeros de chapitas. Aquí estás cubierta, embalsamada de raíces profundas y perfumadas abriendo ventanas de cordeles desatados con soplos constantes, sentada en el bajareque del presente.

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2ª 2ª LECTURA

VELADA LA DRAGA


JOSÉ JUAN M. FERREIRO


JosÉ JUAN M. FERREIRO Contra los vidrios Contra los vidrios la seda de tus labios sacramentales, tu lengua traducida a mariposas. Tu esplendor es el semen que fertiliza el aire, un coágulo ebrio del asombro, el ascua de los vidrios proyectando un hechizo sin murmullos, o más bien sin sentir el brillo del olfato. Contra los vidrios he llegado al desollamiento encaramado al éxtasis de tus muslos imberbes con apenas la seda del dulce romavali. Contra los vidrios la codicia abandonada al precipicio donde se escombran todas las tristezas y el rencor del sentido defraudado. Contra los vidrios carnea el bronce de tus nalgas temblorosas. Contra los vidrios te estoy leyendo el alma.

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PaBLO M端LLER & JAVIER BERMUDEZ &


PaBLO MüLLER & JAVIER BERMUDEZ & La Noche en que marchaban los soldados jóvenes de Mostar «Las llegadas en soledad, de noche, a ciudades desconocidas…» Albert Camus De noche al llegar en soledad, Mostar es una ciudad desconocida, en junio el ruido del cansado motor del Land Rover inmaculado, blanco, conversa despacio con los pardos autobuses viejos que salen de la ciudad hacia el norte. De noche, los jovencísimos soldados altos, en pie, sacan los rostros por las ventanillas sucias y gritan a la luna y a las nubes, asustados, que no tienen miedo a morir, que el miedo es amar poco — tiempo. En el viaje de los autobuses sucios con los soldados jovencísimos hacia las montañas donde el enemigo diario dispara la cobardía y la infamia les será dada solamente esa noche acribillada de pájaros para narrarse la vida y amanecer callados.

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LUIS OROZ


LUIS OROZ Los dueños de la voz De tanto suponer se han extendido las verdades a medias, el espacio que habitan las canciones se ha llenado de cuerpos que tal vez tienen corazón de música. -Sígueme con los ojos, la tierra prometida nos espera detrás de las palabras. No importa en qué secreto se rindieron los dueños de la voz, en qué parte del viento se derrumban las sílabas cuando construyen pájaros que vuelan del amor al infinito, quién está junto a ti cuando te quedas completamente solo, cómo expide la luz un pasaporte o en qué curva del día se pararon las arenas del tiempo. Lo cierto es que el pasado se desliza bajo los altavoces, igual que de la pena se descuelga la araña venenosa de la soledad. Ha parado la música, y supongo que Rick Astley es Dios mientras separo el mar entre los labios,

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para que cruces tĂş, perseguida y Hebrea, arrastrando el coral de mi cerveza.

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MANUEL VICENTE CAJÓN


MANUEL VICENTE CAJÓN La calle Has de saber, amigo del alma, que mucho he visto y aprendido caminando por el zoológico de mi parque: LA GRAN VÍA DE LA TIERRA HABITADA. Yo he estudiado la vida, mi amigo del alma, corriendo despavorido por la plaza de mi pueblo, callejeando por las avenidas de mi ciudad, pasando por callejones oscuros, cruzando pasadizos prohibidos: llegando a explanadas de asfalto, con mucho horizonte, llenas de humanidad. La calle, la calle me pone cuando me toca, y se me pone el alma muy grande por tanto acontecer: encuentros fortuitos, sonrisas sugerentes, saludos desanimados, gestos insinuantes, actitudes insolentes... Miedo, morbo, sorpresa, compasión... Unos ojos grandísimos, una cara lavada: una belleza descomunal; el digno, la cursi, el pobre sin techo, el rico con descapotable, el pijo, la pija, el loco de atar... Todos, a pie de calle, muy frescachones ellos, pimpantes y empinaos... ¡Ah!, y algunos de rodillas, y otros de mirada muy fija -como sin vista- en silla de ruedas. A todos los veo, con todos me comparo, y sólo quiero parecerme al mejor: AL QUE NUNCA MANCHA LA CALLE. ¡Cuánto Gran Bilbao, amigo del alma!, ¡cuánto mundo...! ¡¡¡Y CUÁNTO, CUÁNTO COLORÍN!!!

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ALBERTO ARZUA ARRUGAETA


ALBERTO ARZUA ARRUGAETA Si el viento Si el viento se lleva mis cosas Y rompe mi paraguas Me quedaré quieto y me mojaré ¿Hay algo más que hacer? De momento, no En el verde pistacho de mi alma ¿Quién ha llegado primero? ¿Mi enamoramiento o mi miedo? ¿Dónde estaba el juez? ¿Quién ha roto la cinta? ¿El cuerpo de ella, sucinto O su mirada fiera, de almacén? ¿Quién ha sido el osado Que ha profanado mi huerto Con flores y aledaños? ¡Qué osadía! ¡Abrir el almario de la patria mía! He pensado mucho en aquel momento Cuando viniste a mí Ponche He pensado mucho en todos los momentos De lucha y de sagrario En todos los elementos que nos hicieron santos

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He llorado sin llorar He abierto los cajones Y los he cerrado He mirado al mar… sin verlo, qué tontería Tus brazos me aprisionaban El cuello No sé si fue por carta No sé si fue por miedo O por teléfono Tenemos que dejar de vernos Es demasiado doloroso

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3ª 3ª LECTURA

VELADA ZAKA


ASIER TRIGUERO LORENTE


ASIER TRIGUERO LORENTE Cita en diciembre Estoy nervioso porque no nos vemos desde mediados de septiembre y pienso a rachas que no voy a dar la talla. Sopla viento sur y el frío de días pasados parece haberse retirado, ahora en diciembre, para dejarnos un día despejado en el que reencontrarnos. Voy a buscarte a casa, vives en un bajo algo oscuro y pequeño pero nunca te he oído quejarte, salvo cuando paso mucho tiempo sin quedar contigo. A veces te oigo en sueños echarme la bronca a través de imágenes traicioneras en las que me despierto entre gritos y sudores justo cuando te tengo entre mis brazos y acaricio tu cuerpo. Te sientas a mi lado en el coche, llevas un vestido blanco, ajustado, con una cremallera al costado —a la que miro impaciente a rachas mientras conduzco hacia nuestro sitio— y que deseo más que nunca abrir, para ver tu morena piel asomando, como si fuese el mismísimo Moisés separando las aguas. Charlamos durante el viaje, pongo la música que te gusta y tú me regalas los oídos recordándome aquella vez en verano en que nos pasamos cuatro horas juntos en el agua sin importarnos la gente que hubiera alrededor. Sí, lo sé, de escándalo público, pero créeme, guapa, aquel que nos gritó era porque su chica no le daba lo suyo, ya sabes, porque no tenía con ella el feeling que tú y yo tenemos. Llegamos al parking de nuestro hotel, el más grande del mundo, gratis e inmenso. Te abro la puerta y te ayudo a salir con cuidado. Dos habituales de ese hotel pasan por nuestro lado y nos saludan. Aunque es puente y víspera de festivo, parece que el buen tiempo ha invitado a los amantes a darse un paseo por la zona y lanzarse a una de sus enormes habitaciones por unas horas. Sí, ya me acuerdo de aquel día en Francia, guapa, siempre nos ha gustado el exhibicionismo, nunca nos ha importado hacer el amor follando delante de otros, y nos crecemos cuando el número de clientes del hotel es numeroso, sobre todo cuando lo hacemos tan bien y estamos tan compenetrados. ­87


Mientras rememoramos éste y otros grandes recuerdos y suena Sweet Little Sixteen de los altavoces del coche, te cojo en brazos. Había olvidado que eras más alta que yo, aunque eso nunca fue un impedimento entre los dos. Una ráfaga de aire cálido acompañada del griposo sol de un mediodía de diciembre acaricia nuestros cuerpos mientras te bajo la cremallera del blanco vestido y observo como tu tersa piel morena asoma por el costado pidiendo a gritos que la acaricie, que la embadurne de cera. Te tranquilizo, los dos estamos muy ansiosos y me consuela comprobar que casi lo estás tú más que yo. De mientras, la cremallera sigue y sigue bajando… no puedo seguir haciéndolo lentamente y cuando llega al tope lanzo tu vestido hacia el interior del coche y te apoyo contra el suelo desnuda, mientras me quito la ropa ante los coches que pasan y los transeúntes que pasean a los perros. Hay unos largos y sensuales preliminares a los ojos de todos en los que cubro todo tu cuerpo de “cera para el sexo lo mejor para tu palo”, sin dejar un solo centímetro de tu piel sin embadurnar. Echas la cabeza hacia atrás cuando bajo la mano y cierras los ojos a un sol que nos observa con envidia. Llegado el momento, voy hacia el coche, saco la goma, la de invierno, y me enfundo en ella sintiendo cómo aprieta, cómo me protege de tu salvaje actitud y de tus ansias de que te monte. Ya estamos, baby, tú y yo, solos de nuevo y a la vista de todos, preparados para hacer lo que más nos gusta, lo que mejor se nos da. Te cojo en brazos, como en las películas, y bajo contigo los ciento cincuenta y seis escalones que nos separan de nuestra enorme y querida suite, el océano, que se extiende hasta el horizonte, ofreciéndonos esa libertad de la que tanto dependemos los dos. Dedicado a ella, a mi tabla de surf

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MARÍA JOSÉ MIELGO BUSTURIA


MARÍA JOSÉ MIELGO BUSTURIA En esta lenta agonía previsible, mas no por ello menos dolorosa, donde el silencio incomoda y el grito se hace sordo, nada es entendible desde la lógica. Miro a mi alrededor: me visten retazos de sueños que hicieron las horas, los días, los meses, los años. Se solapan los recuerdos, me traiciona la memoria. Mis labios que no te besan beberán en otras bocas. Sé que se abrirán al viento y gritarán en silencio: ¡No quiero vivir muerta en vida! ¡Una vida muerta vivir no quiero!

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JOSÉ IGNACIO DERMIT


JOSÉ IGNACIO DERMIT Insectos Como insectos chocando una vez y otra vez contra el terco cristal, que tratan de entrar en la luz imposible que brilla en el Más Allá. Como polluelos picando en la cáscara dura de la realidad, que intentan salir a otro mundo invisible borrachos de oscuridad. Insensatos a pie que no saben leer lo que exige el guion buscamos nuestra alma huida, nuestra fiel herida sin promesas de redención. Lluvia tierna, bésanos la piel. Viento idiota, sácanos de aquí. Lanzallamas de fe han dejado flotar una niebla infeliz, que no nos deja ver el mar, que nos impide amar la cara sucia de la verdad. Catapultas de estrés han dejado caer su mensaje viril: vivimos en un mundo gris, descortés, cruel, aguantadlo y sobrevivid. Lluvia tierna, bésanos la piel. Viento idiota, sácanos de aquí.

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Obcecados veleros en costas extrañas sin usar el timón, surcando ensenadas sagradas, paisajes obtusos, poemas sin conclusión Lluvia tierna, bésanos la piel. Viento idiota, sácanos de aquí.

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FERNANDO MARCOS SEVILLA


FERNANDO MARCOS SEVILLA Puedo tener pensamientos ultrapositivos a condición de que se quiten de en medio todas las señales de tráfico y, sobre todo, los semáforos. Puedo superar cualquier vuelo tirándome de un pino americano para alzar el vuelo y charlar amistosamente con las aves. Puedo, también, dedicarme a otra cosa y hacer lo mío con un cascanueces. Puedo hacerme amigo de las ranas, de los canguros y de los correcaminos. Puedo, tal vez, saltarme las reglas y construir pajaritas de papel con barras de acero. Puedo cruzar a nado unas natillas de chocolate y secarme con una toalla fabricada con plumas de pato. Estoy totalmente seguro de que puedo prepararme un bocadillo de ancas de serpiente cortando el pan con la uña de mi undécimo dedo del pie. Pero, eso sí, perdonar la injusticia me resulta francamente imposible.

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ERNESTO NORIEGA


ERNESTO NORIEGA La vereda de aire Eres un cara más en los escaparates de la mañana, la vereda de aire que va haciendo un ritmo constante al andar. Eres el principio de un camino que no va a ninguna parte. Y saludas otras caras conocidas, ríes con sus risas y lloras su dolor. Te unes y cruzas tu camino con otros pasos, te preparas una y otra vez para la fraternidad, pero la fraternidad se retrasa, no llega porque la fraternidad es cosa de pobres. Y las cosas de los pobres ya se sabe, siempre se retrasan. Las cosas de los pobres no se esperan porque no vienen del futuro. Los pobres están condenados al presente. Los pobres, no pueden asomarse al pasado, sus míseras casas carecen de amplios balcones abiertos a la Historia. Tan sólo eres una vereda

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abierta en el aire de un mundo terrible, donde algunos deshumanizan a muchos para banalizar su muerte.

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4ª 4ª LECTURA

VELADA HOTEL ABANDO


IDOIA CARRAMIÑANA


IDOIA CARRAMIÑANA Aborreciere, sin presente Aborrezco la conjugación de tu verbo, la malformación del intelecto, distorsiona emoción con razonamiento. No veo causa del deseo, es todo para mí un sexo inverso, un mundo paralelo pero al que yo no pertenezco. Olvida todo lo que te recuerde a mí, yo metafóricamente he muerto. Incluso anafóricamente, muero y vuelvo a morir cada vez que nos vemos... Olvido. Sentencia. Dolor. No me arrepiento, ¿o sí? Ya no lo entiendo. Es quizás resultado proporcional al daño hecho: soledad en la multitud, solitude, a ella me aferro como perro viejo que aúlla a la noche, sin saber que ni ella existe y que su aullido es incorrecto. Aborrezco todo lo que lleva mi nombre, todo lo que di estaba caducado. Podrida manzana de un cesto, de ahí me caí, soy sólo eso:

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alguien a quien aborrezco... Por eso me alejo, me alejo... y desaparezco... Que nadie pregunte. Entre tú y yo, yo ya he muerto. Es pura casualidad que creas verme en el metro. Yo ya he muerto. Me golpeo y es verdad, no lo siento, pues he muerto. Mis terminaciones nerviosas no contestan. Es funesto. En medio de un lago helado, me siento. Espero y veo pasar el invierno, a cada segundo, a cada momento. Y nunca llega la primavera. Para mí, no hay florecimiento. Únicamente repito el mismo esquema, las endechas de los pastores, las elegías, las plañideras... Alguien al menos que llore, a pesar de la artificialidad que eso supone, cuando yo haya muerto.

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MANOLI LÓPEZ


MANOLI LÓPEZ Reconociendo Conocerte a ti implica, quizás tener que conocerme a mí misma aún más... No sé si quiero o prefiero mantener en silencio los fantasmas que recorren mi pecho a cada madrugada preocupados por ti. Ni siquiera ellos piensan en mí, me he reducido a un montón a una esquina llena de miseria, de olvido de carne trémula, como candela incandescente emula los tornados de tu piel que llenaban de besos mis oídos, mis mejillas mis rincones más oscuros los espacios abiertos al miedo y la laguna vacía de amor.

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INMACULADA DÍEZ GONZÁLEZ


INMACULADA DÍEZ GONZÁLEZ Hay veces Hay palabras, que antes de nacer van al silencio que las cubre de musgo y de presagios y habitan para siempre en el vacío. Hay miradas, que hablan de dolor y sortilegios de renuncia, de abismos y de miedo de huracanes uniendo su destino. Hay manos, que a veces se entrelazan sin tocarse que se pierden uniendo las distancias que se encuentran en un tiempo sin tiempo. Hay bocas, que en otras vidas ya se conocieron que se mueren de frío y de deseo porque aún se recuerdan y se buscan. Hay almas, que alguna vez llegaron a fundirse y que se reconocen en su vuelo aunque ya no compartan horizonte. Hay noches, en que la luna sale y las acuna y se exploran despacio, suavemente gozosas del milagro de encontrarse. Hay veces,

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que sobran las palabras y las manos que bastan dos miradas y la luna y el silencioso anhelo de alcanzarse.

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ELISABETH CANDINA


ELISABETH CANDINA Dean moriarty & sal paradise Esta manía mía de ver personajes en las personas me lleva a compararte con Moriarty Caminamos con los ojos cerrados el juego es ese y tú te caes primero tropiezas con un montón de arena. Yo he tropezado mucho antes con esta manía mía de ver personajes en las personas.

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CARMEN LÓPEZ ROCA


CARMEN LÓPEZ ROCA A luix Me despojo voluntariamente del amor prosaico, me enfurezco contra las leyes no escritas. Siento odio a lo convencional, y al mismo tiempo repugnancia y escrúpulo hacía al amor libertario de postal, que tan siquiera reflexiona sobre la libertad. Me sumerjo en tus ojos. Aprendo minuciosamente las dimensiones de tus manos, de tus pies, de tu boca. Me deslizo suavemente por el sonido de tus palabras. Aprovecho los silencios que nos curan, y hasta saboreo el espanto que me produce embarcarme en tus círculos concéntricos. Me reconozco hechizada, por tu resplandor indescriptible, que no conoce de discursos, que no conoce de palabras. Y ahora vivo tu ausencia, limpia y sana. Y cuándo me despisto vienes a mis sueños, dónde puedo oírte, tocarte, dónde puedo escuchar sonidos de tu boca, en los que poco importa el gran peso de la palabra.

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BLANCA SARASÚA


BLANCA SARASÚA Puntualizando Patético encontrarse en la sala de espera. ¿Si se abriese la puerta y dijeran tu nombre? Tu nombre nada menos, lo que llevas por dentro, tu abstracción. Eso que se revuelve en tu oculta carpeta. Deberían pensarlo. En un nombre se encierra una existencia susceptible al equívoco. Una curva que busca. Un error. Una idea en su nido. Lo que no comprendemos y vuela sin licencia. Deberían pensarlo.

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ÁNGELA SERNA


ÁNGELA SERNA ¿Desde dónde hablar? Es inútil ocultarse tras la piel de un poema, calzarse la incertidumbre de alguien que siendo tú es otra a la vez. ¿Cómo decir que esa que no eres tú -porque no lo eres- también eres tú? ¿Cómo conjugar ficción y realidad para que mentira y verdad, sueño y deseo, -sueño y sueño- coincidan? ¿Cómo decir para que otra piel, otra boca, otra mente, otras manos encuentren en un verso el rincón deseado? ¿Cómo pasar del poema a la vibración del cuerpo? ¿Al suspiro contenido? ¿Al grito varado en el silencio? ¿Cómo? ¿Cómo hablar cuando toda tú entras y sales del verso sin saber si el poema te acoge o te expulsa? ¿Cómo hablar?

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¿Cómo decir que escribes porque no puedes conciliar tanta contradicción, tanto desencanto, tanto amor encadenado, tanto tiempo prisionero en un bolsillo? ¿Cómo decir sí o no sin sentir un pellizco en el alma? ¿Cómo conciliar los CONTRARIOS sin un poso de culpa? ¿Desde dónde hablar?

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Este libro se empezo a confeccionar en burro... Entre margen izquierda y Bilbao Se termin贸 el cuarto mes de 2014 mientras una incesante lluvia ca铆a sobre nuestra y siempre r铆a del Nervi贸n.


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