Moscas tres de Luis Miguel Madrid

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MOSCAS TRES

Luis Miguel Madrid

Poesía/06


Apdo Correos 64. 48910 Sestao, Bizkaia. EspaĂąa. http://launicapuertaalaizquierda.blogspot.com.es/ info@launicapuertaalaizquierda.es


: Para Eva e Isidra, mis morenas de mirada hermosa



Pròlogo Moscas Tres. Moscas tres es un libro de poesía, para el que conozca la trayectoria de Luis Miguel Madrid, sorprendente, porque rompe con el tono y el estilo de su poética anterior. Entre sus obras poéticas, recordemos la Rua das Janelas verdes, con el que ganó el Premio Internacional Arcipreste de Hita, La caja italiana, Bomarzo, María de los demonios o El cine de las sábanas blancas. Ya toda esta producción poética nada tenía que ver con la teatral, porque no olvidemos que este madrileño ha escrito, además de relatos, cuentos o crítica, obras teatrales como Coño, El día que me hice caca o Dulce desazón. En todas ellas predomina el humor, la socarronería, el divertimento no exento de una crítica punzante a veces, y la frivolidad. El tono cotidiano, ligado a los diálogos jugosos, la parodia, la mezcla de lo absurdo y lo cómico son características propias del teatro de Luis Miguel, muy cercano al del cubano Virgilio Piñera, pongo por caso. En cuanto a su poética, al que se inicie en la lectura de este artista urbano y alternativo, bien madrileño en el sentido literal del topónimo, le aconsejo empezar por la antología personal María de los Demonios, una recopilación poética, preparada por el propio autor, que da una buena idea del estilo de Luis Miguel. Su poesía, al menos hasta Moscas tres, en muchas ocasiones, es una toma de conciencia de su trayectoria vital, de sus cambios, sus fracasos, renuncias, o frustraciones. Es una poesía íntima, seria, pero no por ello difícil, sino accesible. El amor es uno de los temas predominantes, el amor como recuerdo, sí, pero también el presente, 7


ligado al tiempo y al autoconocimiento, y, siempre, subsumido a la naturaleza: la tarde, el mar, el pájaro o la lluvia. Es una poesía introspectiva, en la que el autor se autorretrata, como en “La casa torcida”: “No fueron las aguas subterráneas, un temblor/ladeando los terrenos, un mal trabajo o la arrogancia./La caseta era torcida como yo,/se hicieron sus paredes a imagen de mi espalda/para que mi mundo sin voz ni sitio/encontrara en alguna estancia/el placer de resbalar” (Bomarzo). En El cine de las sábanas blancas, se ve a sí mismo como un zombi, un ángel caído, un cuerpo leve o ausente, un extraterrestre o un fantasma errante: “Me aparecí a mí mismo en mi propia casa/y me asusté./ Por lo imprevisto, sería. Me puse blanco,/ me asusté, como un lobo que se encuentra con un lobo/en la puerta del salón.” (“El lobo asustado”). El título Moscas tres proviene de un dicho que el autor recuerda que solía decir su padre y que aparece en las primeras páginas, a modo de dedicatoria: “Al final, nos pillará el toro y quedaremos moscas tres”. Es por lo tanto este libro un tributo a su padre y al mismo tiempo a la poesía coloquial, al chascarrillo, al decir fácil y pronto, a la sabiduría popular ligada a la experiencia vital más que al conocimiento intelectual. No es de extrañar tal homenaje al chascarrillo porque la poesía de Luis Miguel siempre ha tendido a la accesibilidad, sea cual sea la profundidad de su contenido. Pero como un verdadero artista, Luis Miguel va más allá y trastoca todos estos dichos populares, los modifica, los deconstruye y, o, los adapta a su vida personal, a sus recuerdos. Zalín de Luis, en la semblanza que realizó de nuestro autor en el libro María de los Demonios, ya señalaba cómo el padre de


L. M. (así se refiere a Luis Miguel) se dedicó a múltiples, pequeños y variados negocios, siempre solo, sin socios, y ayudado por su hijo. Zalín cuenta cómo L. M. recibió de su padre un sabio consejo en forma de refrán: “No mandes a quien mandó ni sirvas a quien sirvió”, y que tal sentencia se convirtió en razón de vida para el hijo, pues Luis Miguel decidió dedicarse a sus propios negocios: gestión administrativa, teatro, espectáculo, hostelería, edición en internet. Con Moscas tres podemos extender tal influencia a su mundo creativo. El amor por lo diminuto, por lo insignificante, el convencimiento de que lo pequeño contiene el universo entero es la filosofía de la que parte el autor, al modo de las Odas elementales, de Neruda, sí, unido este pensamiento a la utilización del chiste como forma irónica de ver el mundo y de verse a sí mismo, al modo de la antipoesía parriana. Moscas tres se divide en cuatro secciones: “Galgos”, “Ñapas”, “Chascarrillos” y “Moscas Tres”. “Galgos” incluye poemas como “El impostor”, “El intruso”(muy vallejiano, por cierto), “La belle noiseuse”, “El suicida ocasional”, “Los inquietos”, “El rey de la filmo”, “El optimista”, “Quién sabe qué”, “7UP”, “Las putas están cansadas”, “Sigfrid”,”Marlen Dietrich”, “Salum”, “El masoquista dulce”, o algunos poemas sueltos. Esta parte es la más heteróclita e impersonal del poemario, la más satírica y nihilista: “Por San Dios te juro que no hay más cera que la que mancha,/Ni más santos que los que posan,/Ni más putas que las que no quieren cobrar./ La vida es eso, un combinado de alcohol barato, buenas intenciones,/Unas gotas de angostura, soledad frapé, un refresco más bien ingenuo/ Y una rodajita de limón./” 9


“Ñapas”, con poemas titulados “El Ñapa”, “El intelectual”, “El chapuzas”, “El operario marchito”, “Ventana”, “El cártel de Lavapiés”, “El del gas”, o “El poeta”, por ejemplo, hace mención a distintos oficios como el de fontanero, el de albañil, el de soldador, el de operario, el de gestor o el de electricista, o a las herramientas que estos utilizan como el destornillador, el soplete, los azulejos o el serrucho, ligados al trabajo con la lengua o la palabra, al desamor, o a las traiciones. En los primeros poemas que componen los “Chascarrillos”: “Todo”, “Cuando”, “Se”, “Me” “A,” “Pasé”, “El” o “Por” (títulos que son la primera palabra con la que comienza el texto), el autor hace un repaso (en futuro también) de su vida, desde la adolescencia hasta llegar a los cincuenta: “Por/fin he llegado a los cincuenta/ Y eso ya no me lo quita nadie. Tengo un montón de años,/ No estoy calvo del todo./Respiro, soy un fiera, un hacha. Un león./Y todavía me quedan seis ideas,/Más de ochenta chascarrillos/ Y una broma por gastar./Es un secreto./” Continúa con otros aforismos en los que analiza su persona y la forma de vivir en el mundo, pasando sin hacer ruido, en el anonimato, sin mirar ni siquiera de reojo, sin darse importancia o más bien quitándosela, pero con conciencia de ello, como si esa forma de estar en el mundo fuera la que le deparara la mayor felicidad: “Poco/ entiendo de política, no sé de filosofía./ No uso los estudios, no comprendo el/fútbol./ No soy nadie y a mi pesar, insisto./” Entre Walt Disney y la Pantera Rosa, Luis Miguel se identifica, claramente, con la ternura, la ingenuidad y la sabiduría del felino. No hay amargura, ni nihilismo, sino conciencia de haber llegado a comprender que poco a poco vamos saliendo del mundo


pero nos llevamos bellos recuerdos: “Quise/definiré y sin querer/ Describí un cuarto de baño de un hotel de medio pelo/Que en mi recuerdo tiene/Tantas estrellas como suman el Palace y el Ritz juntos,/Por lo menos.” La siguiente sección, “Moscas tres”, recoge poemas como “Todorov” (ligado a los años de juventud del poeta), “El repe” (el dolor que producen los recuerdos), “Te quiero” (bello poema de amor eterno), “Isidra” (un poema de amor a su perra), la fábula de “La Zeporra” o “Moscas tres” (“Se quedó con la cabeza gacha/cuando vio una noche en la luna su suerte reflejada./ Se había quedado a moscas tres./ Y sin embargo tuvo tiempo de creerse aquel cartel que le insistía/ Mientras se desesperaba: “Un buen día lo tiene cualquiera”/) donde, utilizando otra vez el dicho popular, lo invierte, con fina ironía, pues la vida siempre puede ser peor de lo que parece. El ingenioso “Monopoly” o el más triste “Finalmente” cierran este apartado que es, no cabe duda, el central, el mejor y el que da título al libro. Moscas tres es un poemario de madurez, original y bello, a través del cual el autor muestra su forma de verse y de mirar el mundo.

Mercedes Serna

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Madrid, qué bien resistes. Puedo contar con los dedos de una mano los poetas que me han hecho reír a carcajadas con un solo verso. No son muchos más los que me han conmovido hasta las lágrimas. Pero solo hay uno que haya logrado inducirme la risa y el llanto en un mismo libro, qué digo, ¡en un mismo poema! Ese alquimista único se llama Luis Miguel Madrid, y bajo su apariencia de chico de la calle un tanto despistado –o de marinero varado en los arrecifes del Foro, cuando se calza la camiseta de rayas, la gorra a lo Alberti y una acedía a flor de labios– se oculta un conocedor de los secretos de la emoción pura. Atribuyo estas y otras proezas suyas al hecho de que el poeta Luis Miguel Madrid, en sus ratos libres, regenta un bar. Un bar de los de antes, es decir, una escuela de sabiduría, un templo de la amistad, un dojo del coqueteo y la conversación como dios manda, con sus mesas de mármol tiznadas por el esperma de las velas, sus camareros lectores de Tólstoi y sus severísimas inspecciones municipales. Allí, asomado al valle del Manzanares, entre Segovia y Bailén como quien dice, tiene nuestro hombre su observatorio de la naturaleza humana. Allí, donde el tintineo del hielo en los vasos y el fragor de las botellas se mezclan con la música –jamás estridente, siempre subordinada a las confidencias– funda Luis Miguel Madrid su laboratorio de afectos inoxidables, sentencias senequianas y desopilantes ocurrencias. En medio de esa sinfonía de palabras

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y cristales y besos con o sin lengua comparece, de improviso, la inspiración. Por eso, mientras sirve uno de sus legendarios gintonics trifásicos, el poeta entiende que la vida “es eso, un combinado de alcohol barato, buenas intenciones,/ unas gotas de angostura, soledad frapé…”. O se atreve a titular un poema 7Up, porque sabe que los refrescos le han ganado la partida a los filósofos en la lucha por el espacio vital. En este nuevo libro del autor de El sacrificio de ganar o Un gol en la frente encontramos, acaso por primera vez en su obra, retratos fácilmente reconocibles de algunos ilustres parroquianos –también conocidos como Galgos–, como ese memorable Sigfrid (“Hay quien dice que es un peluche disfrazado…/ pero no dicen de qué”), o aquella Isabelle que en el bar de Vicente –nuestro poeta jamás ha incurrido en mezquinas competencias– decreta que Las putas están cansadas; o ese otro anónimo morador de Las Vistillas que, acaso al calor de un licor blanco, concluye que “hace un frío que pela, aunque ayer pegó más fuerte,/ sobre todo al dar la vuelta”. Hay mucho, sí, de barman avizor en estas páginas, pero también de antropólogo nada inocente, como queda de manifiesto en esa promiscua galería o bestiario de lo cotidiano titulado Ñapas. También saca a relucir Luis Miguel Madrid su costado metafísico, nunca solemne pero sí hondo y reflexivo, atravesado por imágenes y metáforas que son como llamaradas o cuchillos voladores o remates de chilena, en lo que el poeta llama con demasiada modestia Chascarrillos. Y así llegamos al último apartado, el que da título al volumen, que viene a ser un compendio de todo lo


anterior, solo que concentrado y escamondado. Pero todo eso van a saberlo ustedes apenas salten el engorroso trámite de este prólogo, si es que –con buen criterio– no lo han hecho ya. Lo que quiero decir es que Luis Miguel Madrid, bajo su aspecto inofensivo de chico de barrio, o de marinero en el asfalto, víctima de una bajamar desmesurada, sigue pulsando las teclas de nuestra sensibilidad como un Thelonious Monk de la palabra bien dicha. De la misma manera no hay que dejarse engañar por el aire absurdo de algunos de sus poemas, ya que sus textos, incluso los aparentemente más lisérgicos, dan una y otra vez en la diana de lo que de verdad importa: la vida y su sentido, el paso del tiempo, el amor y la amistad, la conjura de la soledad, la defensa de la alegría. Todos esos grandes temas que nos hacen reír sin consuelo o llorar a mandíbula batiente, o las dos cosas a la vez.

Alejandro Luque Sancti Petri, julio de 2017

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OSHIDORI - [...] Dice que hace ya tres meses que yo la anuncié que el señor acudiría una tarde al sitio de costumbre, y que ¡nanay! PEPITA - ¿Nanay? OSHIDORI - Nanay y moscas tres…. “Usted tiene ojos de mujer fatal” Enrique Jardiel Poncela

“Hay tres temas, el amor, la muerte y las moscas” Augusto Monterroso

“Al final, nos pillará el toro y quedaremos moscas tres”

Mi padre



I GALGOS



Quién sabe qué

Abrió con la llave que no era la puerta que no estaba. Dentro, cerró los ojos ciegos de su cara opaca y escuchó el silencio del amor susurrando nada.

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El rey de la filmo

Cuando la peli acaba se encienden los faroles, se apagan los ruidos y el cine habla por boca amena, sin comas, pausas largas ni renglones, y la voz de CĂŠsar apabulla rehaciendo la escena mĂĄs concreta, alicatando veloz sobre la prosa los versos, tan sabiamente como cualquier cĂĄmara pudiera estar dispuesta al lujo de recitar.

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El optimista

Le hubiera gustado ser refunfuñón, gafe o agorero. Pero no, su permanente mala suerte le había hecho risueño, cantarín y tan optimista como una pelota de ping pong. Era ahora un ganador que practicaba el piñón fijo para burlarse de esta triste suciedad que le había frito desde joven hasta este más allá lleno de risas, chascarrillos, esperpentos, sátiras y otras vanas buenas emociones.

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7up

Pertenece por igual al reino de los gatos, el de las ardillas y el de los peces de colores. Ejerce el ministerio de reĂ­r sonriendo con todas las comisuras a la vez. Por ello triunfa doblemente: una cuando llega, otra cuando gana y la tercera cuando descifra los destinos en los posos claros de un 7 up.

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Por San Dios

Por San Dios te juro que no hay más cera que la que mancha, ni más santos que los que posan, ni más putas que las que no quieren cobrar. La vida es eso, un combinado de alcohol barato, buenas intenciones, unas gotas de angostura, soledad frapé, un refresco más bien ingenuo y una rodajita de limón. Servido, eso sí, en bandeja de perder cabezas y unas hojas de hierba buena de carácter virtual.

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II ÑAPAS



El ñapa

El maestro de la llave inglesa odia la lengua escrita. Aprieta la tuerca del 16 diciendo grrrr, la afloja susurrando flaaa, coloca sobre el inodoro el habla, y lo estruja hasta convertirlo en una fiesta de gruñidos sin más norma que la que dicte el alicate de su novia Nines, cuyo recuerdo se transcribe en el Real Diccionario de Sentimientos Guturales.

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El intelectual

El albaĂąil escribe hileras de ladrillos, los apila con soltura, levanta palabras, edifica frases, se regodea sabiendo que lo puede todo. Y lo puede, hasta donde piensa.

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El chapuzas

Se enfadó cuando le dije que era un chapucero. Cómo callar si cualquier acto, tema o conversación resolvía con cinta aislante. Cómo no, si los cables desgastados o los enchufes rotos o cualquier explicación trataba de arreglar con verbos descoyuntados y neologismos necios, pasados ya prácticamente de moda o fundamento.

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III CHASCARRILLOS



Todo

es más o menos, lo único absoluto es la relatividad. A veces. Supongo. Quizás.

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Cuando

cumpla setenta me olvidarĂŠ de ti. Tengo apalabrada una botella de buen gĂźisqui, una dosis del mejor Alzheimer y unos canapecitos de caviar.

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Se

sabe que los buenos principios no tienen final y a pesar de ello, acaban como suele suceder con los mejores sueĂąos y tambiĂŠn con sus alrededores.

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Me

acuerdo de mi cuando tenía catorce, merodeando por aquella época en la que me creía eterno y que jamás acabará.

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A

los veintidós pasé la fiebre de la anaconda, me hice pasional, poderoso y despistado. Devoré mucho y eché las siestas más fastuosas que el tiempo pudiera regalarme. Aún hoy las sigo agradeciendo y las echo de menos tanto…

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IV MOSCAS TRES



Todorov

Se ha muerto Todorov y casi no me acuerdo de lo mucho que influyó en mi segundo año de carrera. Gracias a él saqué un nueve en un parcial, y dí una charla en el bar pareciendo importante. Ayer se fue Todorov, con el que un trozo tan importante de los 20 años he compartido.

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El repe

Lo hace todo igual que pasado mañana, asiste a los sucesos, intuye las noticias y elige sus ropas con cuarenta y tantas horas de antelación. Antes lo hacía al revés pero su corazón se llenó de olvidos y su vista de recuerdos reiteradamente retorcidos imposibles de soportar

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Te quiero

Igual que antes de ayer, -hace treinta años más o menos-. Incluso sin que nos hayamos visto, desde hace unos treinta años, más o menos.

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Isidra

Me engaña cada vez que encuentra la ocasión: un viaje, una visita, una merienda en casa de cualquier desconocido. Se olvida de mi, de saludarme, de ser mínimamente responsable. Yo suelo gruñir hasta que la evidencia me convence: las cosas son así, así es la vida, así mi perra, mezcla de gata, urraca y madreselva y así quiero quererla y así esperarla. Quizás luego venga a verme, mueva el rabiche y me dé un dulce lametón.

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Finalmente

DespuĂŠs de escuchar lo dicho y mirar a veces con las manos a la espalda cĂłmo se hace una obra puede uno hablar de olvidos o puede decir que sabe lo que es la muerte: es cuando uno llega al sitio de costumbre y se ve de sobra.

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Apretones y agradecimientos para Merche y Alex, con quienes tanto quiero Y a Eva, por supuesto, sin cuyo cuidado esta ediciĂłn no existirĂ­a

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ÍNDICE Prólogo Moscas Tres........................................................ 7 Mercedes Serna Madrid, qué bien resistes................................................. 13 Alejandro Luque

I. GALGOS Quién sabe qué...................................................................... El impostor............................................................................. El intruso................................................................................ La Belle Noiseuse................................................................... El suicida ocasional............................................................... Los inquietos.......................................................................... El rey de la filmo.................................................................... El optimista............................................................................ 7up........................................................................................... Por San Dios........................................................................... Se viste como.......................................................................... Aún.......................................................................................... Las putas están cansadas...................................................... El peluche disfrazado............................................................ La dueña ................................................................................ Marlen Dietrich..................................................................... Salum...................................................................................... El masoquista dulce...............................................................

21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49 51 53 55 169


II. ÑAPAS El ñapa................................................................................... El intelectual.......................................................................... El chapuzas............................................................................ El solador bizcocho............................................................... El operario maldito............................................................... Ventana.................................................................................. El cártel de Lavapiés.............................................................. El bastantero.......................................................................... De más................................................................................... El gestor.................................................................................. El del gas................................................................................ El Porri................................................................................... El utillero................................................................................ El asesor del concejal............................................................ El operario marrón............................................................... El poeta..................................................................................

59 61 63 65 67 69 71 73 75 77 79 81 83 85 87 89

III.CHASCARRILLOS Todo....................................................................................... Cuando.................................................................................. Se ........................................................................................... Me...........................................................................................

93 95 97 99


A............................................................................................ 101 Pasé........................................................................................ 103 El............................................................................................ 105 Por......................................................................................... 107 No.......................................................................................... 109 El............................................................................................ 111 Poco....................................................................................... 113 Y............................................................................................. 115 Por......................................................................................... 117 El............................................................................................ 119 La traición............................................................................. 121 Me.......................................................................................... 123 Al .......................................................................................... 125 Si............................................................................................ 127 Quise .................................................................................... 129 Esta........................................................................................ 131

IV. MOSCAS TRES Todorov................................................................................. 135 El repe................................................................................... 137 Te quiero .............................................................................. 139 Isidra..................................................................................... 141 La Zeporra............................................................................ 143 Por......................................................................................... 145 171


Manera de ser......................................................................... 147 Todos...................................................................................... 149 Aclaraciones........................................................................... 151 Cada vez................................................................................. 153 Como....................................................................................... 155 Moscas tres............................................................................. 157 Monopoly................................................................................ 159 A veces..................................................................................... 161 El final..................................................................................... 163 Finalmente.............................................................................. 165


Efectivamente la vida es un monopoly y no al revĂŠs Luis Miguel Madrid

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Textos: Luis Miguel Madrid Para esta ediciรณn: La ร nica Puerta a la izquierda 2017 Introducciรณn: Mercedes Serna y Alejandro Luque Imagen de portada/solapa: Eva Contreras Depรณsito Legal: BI-1326-2017 ISBN: 978-84-946568-1-1


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