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El ocaso de los zoológicos tradicionales Nuevas formas de acercarse a la biodiversidad MIÉRCOLES 16 DE ENERO DE 2019
LAURA RODRÍGUEZ Barcelona Los términos zoológico, jardín zoológico o casa de fieras se podrían definir de forma genérica como una instalación en la que se exhiben animales cautivos, principalmente para la recreación y educación (Morrone y Fortino, 1997). A pesar de la gran diversidad de definiciones que es posible encontrar y de la evolución que han tenido en el tiempo, todas ellas coinciden en la gran importancia que adquieren los zoológicos como elementos de disfrute y entretenimiento para las personas. A pesar de haber existido hace miles de años y de haber sufrido diversas transformaciones, los cambios de la sociedad son aún más rápidos. Actualmente la idea de “Zoológico” está relacionada con un futuro incierto, con las crecientes dudas y duras críticas de la sociedad que avecinan la verdadera metamorfosis de éstos. En este artículo se hace un recorrido por la evolución de estos tipos de jardines hasta la actualidad y las posibles oportunidades de futuro que presentan.
El inicio de los zoológicos
Hace más de 3000 años, el emperador chino Wen - Wang mandó construir el “Parque de la Sabiduría”, el primer conocimiento de cautiverio animal que se tiene en la historia. Este espacio contaba con 900 hectáreas con animales exhibidos como rinocerontes, tigres, ciervos, antílopes o serpientes (Morrone, 1995). Muchas otras culturas como la egipcia, la griega y la romana también han dejado vestigios de su relación con los animales desde la antiguedad. Desde entonces se ha demostrado un gran interés en este tipo de colecciones, que posteriormente serían conocidas como “zoológicos”. En realidad, los primeros zoológicos fueron colecciones privadas de animales exóticos vivos de reyes o señores feudales como símbolo de poder hasta aproximadamente el siglo XVIII. Un ejemplo de esto sería la Menangerie Royale de Versailles (Casa de fieras real de Versalles) abierta en 1664 y diseñada por el arquitecto Luis Le Vau para Luis XIV, cono-
más bellos y grandes del mundo, con casi 3,500 animales y 717 especies. Pero la Primera Guerra Mundial causó muchos estragos y tan solo sobrevivieron 400 de ellos. El zoo intenta recuperarse gracias al propio interés de los vieneses, pero con la Segunda Guerra Mundial, la catástrofe fue mayor. Mueren más de 1000 animales y se produce la destrucción de casi la totalidad del parque. A partir de este momento el estado del zoo solo ha mejorado, con nuevas actualizaciones y ampliaciones, además ha sido considerado Patrimonio Mundial por la UNESCO (Tiergarten schönbrunn, 2017).
·Fotografía del zoo de Viena en 1910· TIERGARTEN SCHÖNBRUNN
cida por ser el primer zoológico de Europa. Este jardín era un lugar de ceremonia, entretenimiento y esplendor, por donde siempre pasaban los invitados. Además, fue la primera vez que se realizó una colección zoológica en un lugar permanente y se hizo una clasificación de especies detallada (Delalex, 2011).
Las casas de fieras. El “maravilloso” espectáculo de animales enjaulados
La primera tipología descrita representa la crueldad de los primeros zoológicos públicos. El origen directo de lo que actualmente conocemos como parque zoológico. Como representante se expone “el zoológico de schönbrunn” (Viena), también llamado casa de Fieras Imperial, diseñado por Adrian Van Stekhoven en 1752 y que a día de hoy sigue existiendo. Esta tipología se caracteriza por ser un modelo de espectáculo y muestra de animales encerrados en instalaciones con forma de jaulas, sin importar sus hábitos, sus necesidades o su hábitat de procedencia, es decir, sin tener en cuenta los efectos físicos y psicológicos que pueden producir estas nuevas condiciones de vida. Lo fundamental es entretener a la gente, sin consideración alguna.
Los animales están muy limitados, carecen de privacidad, disponen de un espacio muy reducido y apenas tienen estimulación mental o ejercicio físico. Todo esto puede llevar a que sufran un comportamiento destructivo y anormal. Otra característica importante es que prácticamente la totalidad de los animales mostrados son exóticos y capturados de la vida silvestre en libertad.
La casa de fieras imperial es el parque zoológico público más antiguo del mundo, introduciendo en la ciudad la cercanía a nuevas especies desconocidas. Su origen surge cuando el emperador Maximiliano II compra la finca en 1569 con el interés de abrir un espacio con animales singulares para cazar. Aunque finalmente el emperador Francisco I del Sacro Imperio Romano lo transformó en el famoso zoológico (Geoff Hosey, Vicky Melfi, Sheila Pankhurst, 2009). Como curiosidad, en sus orígenes estaba pensado como jardín gratuito, aunque únicamente era posible entrar los domingos y para personas “decentemente vestidas”. El primer animal expuesto fue un elefante indio en 1770 y unos años después se compraron numerosos animales de gran tamaño como osos polares, felinos o hienas. Los animales llegaron al zoo gradualmente hasta convertirse en 1914 en uno de los zoológicos
·Fotografía de la casa de elefantes del zoo de Copenhague· FOSTER + PARTNERS
·Fotografía de un oso en el zoo de Viena en 1920· TIERGARTEN SCHÖNBRUNN
Las casitas de muñecas también llamadas zoológicos Los primeros zoológicos fueron evolucionando hasta los zoológicos modernos, tal y como los conocemos en algunos ejemplos de la actualidad. Como representante de esta tipología se ha escogido una de las reformas efectuadas en 2008 en el zoo de Copenhague, concretamente “la casa de los elefantes” diseñada por Norman Foster.
Esta nueva concepción de zoo intenta facilitar a los animales unas mejores condiciones de vida, eliminando la tipología clásica de jaula y sustituyéndolas por nuevas instalaciones más acondicionadas. Generalmente pensadas para intentar respetar el comportamiento habitual de las especies que lo vayan a habitar e intentando recrear en tamaño reducido los hábitats naturales de éstas. Es decir, pretender que el animal, a pesar de estar en cautiverio, se encuentre lo mejor posible, o incluso que ni siquiera se dé cuenta de que está encerrado o de que está siendo observado. Sin embargo, aunque haya habido una reforma superficial de las instalaciones, todo lo demás se mantiene. Los animales exóticos capturados, la compraventa de animales y la elevada importancia de la función entretenedora. También siguen manteniéndose las especies por separado y apenas se ofrece información sobre los hábitos de éstas en el medio salvaje. La casa de los paquidermos indios es un claro ejemplo de esta tipología. Norman Foster diseñó una superficie de 3500 m2 intentando que este espacio fuera saludable y estimulante. Para su diseño se realizó previamente una extensa investigación sobre el ambiente natural de estos animales y el comportamiento típico de las manadas.
Este tipo de centros seguirían un régimen de semi-libertad de los animales, con fincas de mayor tamaño y de su mismo hábitat, además de tener una labor educacional de concienciación muy desarrollada. Un ejemplo de esto sería el “Karpin Fauna Vizcaya” creado y diseñado por Xabier Maiztegi en 2002 (Karpin abentura).
Otra forma de acercarnos a la fauna es la creación de parques como el “Orongo Station” diseñado por Nelson Byrd Woltz en 2012. Se trata de un espacio totalmente abierto cuya misión principal es atraer fauna, no encerrarla. En este curioso caso, se sabía del problema de especies invasoras que habían desplazado las aves migratorias. Tras la realización de un estudio muy detallado de los problemas ecosistémicos de la zona y los agentes implicados, se diseñaron estructuras específicas para recuperar las especies perdidas. Se construyeron barreras para contener las especies invasoras, se instalaron dispositivos que emitían sonidos que atraían a las aves y se creó una estructura de humedales para controlar los problemas de inundaciones. Destacando también la gran implicación social que hubo en su desarrollo para que las personas conocieran de primera mano el proyecto (Nelson Byrd Woltz, 2012).
·Instalaciones del centro de acogida de fauna silvestre de Vizcaya· KARPIN ABENTURA Gracias a dicho estudio se habilitaron dos recintos separados para que los machos pudieran alejarse de la manada, replicando como lo harían en libertad y se intentó recrear un lecho fluvial típico de una selva tropical húmeda, con charcos fangosos, estanques y sombra. Además, los techos son cúpulas acristaladas para mantener la conexión de los mamíferos con el cielo y los suelos tienen calefacción para que se mantengan secos y las patas no se dañen (Foster+Partners, 2008). A pesar de todo se sigue con el anacrónico modelo de “colección de animales”.
Repensar los zoológicos Actualmente en Occidente hay más de 500 jardines zoológicos y más de medio millón de animales mantenidos (Morrone, 1995). Junto con estas grandes cifras aparecen también crecientes denuncias por el mal estado de las instalaciones de algunos parques, ataques a personas por extraños cambios de personalidad o incluso muertes de animales por malos cuidados. Esto ha generado una oleada de protestas hacia el actual modelo de cautiverio y control total de los animales. Además, las críticas ya no son únicamente de colectivos animalistas, sino que se han filtrado en la sociedad. Muchas personas se empiezan a dar cuenta de esta decadencia y de la necesidad de acabar con el sistema de zoológico tradicional. Ante este panorama, los zoológicos se enfrentan a su mayor cambio, acompañado de grandes incertidumbres. ¿Cuál es el sentido de un zoológico en el siglo XXI? ¿Cerramos
todos los zoológicos?
La respuesta a estas preguntas es muy compleja, pero lo que está claro es que hay diversas oportunidades para transformar la base de los zoológicos o de sustituirlos gradualmente por nuevos sistemas que nos acercan de forma diferente a la biodiversidad.
Oliver A. Ryder, director de Investigación del Zoo de San Diego, considera que los zoológicos podrían tener un papel importante en la conservación ex situ y recuperación de especies en peligro de extinción. Este zoológico cuenta con más de 3500 animales con amenaza de desaparecer que funciona como apoyo para la conservación del hábitat natural y además se está creando un banco de material genético. Esta opinión también es compartida por el especialista en conducta animal Frans de Waal (EFEVerde, 2018). Otras opciones más drásticas sería la transformación radical o incluso cierre de este tipo de jardines de colección. Siendo sustituidos por otras modelos que acercan la biodiversidad al ser humano, valorando los animales, no como objeto expositivo exótico e individual, sino como parte fundamental en el funcionamiento de los ecosistemas.
Por ejemplo, la transformación de los tradicionales parques zoológicos a centros de acogida de fauna silvestre. Es decir, abandonar la captura de animales exóticos, sustituyéndola por especies autóctonas que ya no pueden regresar a su medio natural por motivos como la caza ilegal, abandono de mascotas, tráfico ilegal de especies, cierre de granjas de cría o nacimientos en cautividad.
Por último, otra alternativa sería el aumento de la biodiversidad de una ciudad a través de la atracción de pequeños animales vulnerables, como los insectos. De esta forma las personas comenzarían a reconocer la importancia de estas pequeñas especies autóctonas en el ecosistema como polinizadores o como depredadores de parásitos. Esto se ha llevado a la práctica a través de estructuras como el “hotel de insectos” diseñado por Enric Batlle y Joan Roig – Arquitectos en 2017. Son medidas de pequeña escala, pero prácticas y económicas para hacer labores de conservación y educación necesarias (Batlleiroig, 2017).
Concluyendo El ser humano desde sus orígenes ha mantenido una estrecha relación con los animales, ha dependido de ellos en muchos sentidos, pero también los ha utilizado egoístamente para su propio disfrute y entretenimiento. No cabe ninguna duda de que los zoológicos han ido evolucionando en el tiempo hasta llegar al actual, creando mejores espacios y mejorando las condiciones de vida de los animales. Pero esta transformación es únicamente superficial, ya que las bases siguen siendo las mismas que en sus orígenes y requieren de un cambio radical.
La pregunta es clara ¿Qué va a pasar con los zoológicos?, sin embargo, la respuesta
está llena de incertidumbre, las opiniones están completamente divididas. Hay muchos beneficios de mantener activos los jardines zoológicos, como por ejemplo la educación, la preservación de especies o la investigación científica. Pero hay uno de vital importancia en contra: los humanos no tienen ningún derecho a privar a los animales de su libertad
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Bibliografía Batlleiroig (2017). Hotel de insectos. Disponible en: Delalex, H. (2011) La Ménagerie royale de Versailles. Encyclopaedia Universalis.
EFEVerde (2018). Los zoológicos serán clave en la recuperación de especies en el futuro. Disponible en: https://www.efeverde. com/noticias/zoologicos-bancos-geneticos/ [Consultado en enero de 2019] Foster+Partners (2008). Elephant House, Copenhagen Zoo. Disponible en: https:// www.fosterandpartners.com/es/projects/ elephant-house-copenhagen-zoo/ [Consultado en enero de 2019]
Hosey, G., Melfi, V. y Pankhurst, S. (2009) Zoo Animals: Behaviour, Management, and Welfare. http://www.batlleiroig.com/es/landscape/ hotel-de-insectos/ [Consultado en enero de 2019] Karpin aventura. Disponible en: https:// www.karpinabentura.com [Consultado en enero de 2019]
Monrone, J. y Fortino, A. (1997). ¿Deben existir los Zoológicos? Revista De Divulgación Científica Y Tecnológica De La Asociación Ciencia Hoy, 8(43). Disponible en: http://www.cienciahoy.org.ar/ch/hoy43/ zool1.htm [Consultado en enero de 2019] Morrone, J. (1995). Del Parque de la Sabiduría del Emeperador Wen-Wang a la conservación de la biodiversidad en los jardines zoológicos. Disponible en: http://sedici.unlp. edu.ar/bitstream/handle/10915/47324/ Documento_completo.pdf?sequence=1&isAllowed=y [Consultado en enero de 2019]
Nelson Byrd Woltz (2012). Orongo Station Conservation Master Plan. Disponible en: http://www.nbwla.com/projects/farm/ orongo-station-conservation-master-plan [Consultado en enero de 2019] Tiergarten Schönbrunn (2017). Geschichte. Disponible en https://www.zoovienna.at/ ueber-uns/geschichte/ [Consultado en enero de 2019]
· Hotel de insectos en Masnou, Barcelona· BATLLEIROIG