Verdad Socialista n° 6 by Verdad Socialista

Verdad Socialista

Diciembre de 2018

NÂ° 6 Precio: $30 Solidario: $50

Prensa de Convergencia Socialista - La Verdad

cs.laverdad@gmail.com / cslaverdad.wordpress.com

EDITORIAL: ÂĄNo los dejemos gobernar! NACIONAL: Cumbre del G20. A falta de pan, solamente quedo el circo. INTERNACIONAL: Especial Brasil.

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Verdad Socialista Diciembre de 2018

N° 06 Precio: $30 Solidario: $50

Sumario 3. Editorial. Hagamos como en Francia: ¡No los dejemos gobernar! 5. Cumbre del G20: A falta de pan, solamente quedó el circo. 7. Derechos Humanos: Abajo el protocolo de Seguridad de Macri y Bullrich. 7. Derechos Humanos: ¡Libertad a Daniel Ruiz! ¡Basta de perseguir a los que luchan! 8. Mujer: ¡Todas somos Lucía! 9. Entre vista: Las enfermeras no se callan más. 10. La Revolución de los Aviones de Macri es para liquidar a la aerolínea de bandera. 12. Internacional: Especial Brasil. Ni reír, ni llorar. ¡Comprender y luchar!

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14. Brasil: “Avance del fascismo”: ¿Confusión teórica u oportunismo? 15. Brasil: El reformismo no es el camino para enfrentar la reacción. 16. Internacional. Francia: Solidaridad incondicional con la rebelión de los chalecos amarillos. 18. Internacional. Estados Unidos: Los electores repudian la política de intolerancia y paranoia de Trump, pero, ¿cuál será su recompensa? Contratapa: Juicio histórico por Ana María Martínez.

Editorial - 3

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Hagamos como en Francia: ¡No los dejemos gobernar! Ya nada de lo que haga o diga Macri va a volcar en su favor el respaldo de la mayoría de laburantes, que día a día procura estirar el mango que tanto cuesta ganar y se lo devora la inflación. Cuando por exigencia del FMI, días antes del G20, el Congreso votó el presupuesto del 2019 recortando 500 mil millones de pesos del gasto público para destinarlos al pago de intereses de la deuda, el ministro Dujovne dijo que ningún gobierno hizo un ajuste de esa magnitud, sin caer, y es cierto.

país en ruina y atado de pies y manos a la usura del FMI, habiendo superado con creces el nivel de saqueo de la multinacionales y la corrupción de los 12 años de gobierno kirchnerista.

Como también es verdad que el presupuesto es papel escrito, tienen que aplicarlo, y que pese a la traición de la CGT, los Moyano, Yasky y compañía, la lucha y resistencia al ajuste encabezada por la clase trabajadora, sigue sumando otras fuerzas sociales cada vez más empobrecidas por el deterioro constante de sus ingresos y la quiebra de sus negocios. Son los comerciantes, pequeños y medianos productores agropecuarios y de la industria, y sectores de la clase media, movilizados contra las consecuencias de la debacle económica y catástrofe social por la que atraviesa el país y el mundo. Las que son provocadas por el endeudamiento de las naciones para rescatar a las corporaciones de bancos y empresas, cuyos propietarios representan el 1% que acumula el 80% de las riquezas que produce el resto de la población mundial.

Sin embargo, los números no muestran el sufrimiento de los hogares más humildes ante la incertidumbre y desolación que provoca la falta o la amenaza de pérdida del empleo. Como tampoco la bronca que se palpa en todos lados por la caída del poder de compra de los salarios y jubilaciones, reducidos en más del 20%. Ni el dolor e indignación frente a la realidad que revela una Argentina donde el 48% de las niñas, niños y adolescentes son pobres, con el significado que esto tiene según el informe de UNICEF: " no asistir a la escuela ni aprender, saltear las comidas o ir a dormir con hambre, no tener calzado o vestimenta digna, estar privado de atención médica, agua potable, electricidad, en espacios inseguros y en condiciones de hacinamiento o enfrentarse a muchas otras carencias”

No de casualidad, los patrones de las PYMES vienen de realizar una inédita movilización frente al Congreso, advirtiendo que si no hay respuesta para evitar el cierre de sus empresas, se pondrán los chalecos amarillos. Y es que la política desastrosa que llevan adelante los gobiernos en todo el mundo, aquí, después de tres años de ajuste macrista, el resultado es un

Una situación reflejada en estadísticas que miden el derrumbe del consumo, la industria, la construcción y el aumento de la legión de desocupados por la eliminación de puestos de trabajo en grandes empresas y el cierre de 25 Pymes por día.

Si durante el 2018, un año marcado por la debacle económica, grandes conflictos obreros, lucha feminista y estudiantiles, Macri pudo sortear el peor momento de su mandato (la corrida bancaria y la devaluación de mayo), fue gracias a la colaboración del peronismo y las cúpulas sindicales para hacer pasar las medidas antiobreras y antipopulares, dando la espalda a las luchas y encausando los reclamos a las elecciones de octubre 2019.

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4 - Nacional

Pero una y una y otra vez, las huelgas y protestas ganaron las calles, rompiendo la tregua y la paz social pactada por los dirigentes. Por eso, con el objetivo de apaciguar la tensión social que va en aumento, especialmente en diciembre, volvieron a cerrar filas junto a Cambiemos y los gobernadores del PJ aceptando las zanahorias, como el bono de fin de año, mientras reparten cada vez más el garrote de la represión.

Empieza el circo electoral, ¡redoblemos la lucha!

El creciente descontento y conflictividad social, sumado a la crisis interna de la alianza de gobierno por el fracaso de la supuesta nueva política encarnada por Mauricio Macri, (viejo exponente del empresariado nacional enriquecido a base de coimas y el robo de la obra pública), conforma el cuadro de situación sobre el que Cristina Kirchner y buena parte del PJ quieren montar un nuevo engaño. La construcción de un “frente de unidad nacional” bendecido por el Papa para volver a la Casa Rosada, enarbolando la falsa opción de un capitalismo bueno o “progresista”, respetuoso de los acuerdos con el FMI y de los negocios de las multinacionales. En definitiva nada distinto al eje rector que guía la política de Macri: sumisión y entrega a los capitales imperialistas, pobreza generalizada, destrucción de las conquistas de la clase trabajadora y el pueblo, y mayor represión a las protestas sociales. La ilusión de que a través de las elecciones se pueden generar los cambios para mejorar las condiciones de vida y renovar la confianza en el futuro, es algo que ya no muchos creen, menos aún que esos cambios vendrán de la mano de los mismos partidos y dirigentes políticos/as responsables de la decadencia y degradación social de la nación y las provincias, que gobiernan o cogobiernan desde

hace 35 años. No está dicha la última palabra, oficialistas y opositores se juegan a que Macri termine de aplicar el ajuste en lo que resta de su mandato y canalizar el descontento social a la contienda electoral por la gobernación de las provincias y las presidenciales de octubre, En contrapartida, las luchas que continuaron poniendo palos en la rueda al plan del FMI en el último tramo del año que termina, preanuncian un 2019 atravesado por la turbulencia de conflictos alimentados por la profundización de la recesión y el ajuste, y la amenaza de nuevas corridas bancarias y devaluaciones. Las huelgas masivas de los empleados/as de Aerolíneas, las contundentes movilizaciones de las enfermeras, la asambleas y paro parcial de los gremios del transporte (ferrocarriles, automotores, subte, aeronáuticos, buques y navios, camiones) y la manifestación nacional de mujeres, en repudio a la justicia patriarcal que dejó impune la violación y feminicidio de Lucia Perez, no cierra, abre un nuevo año de grandes luchas contra un régimen de gobierno más debilitado y en consecuencia más necesitado de recurrir a la represión para disolver las protestas. Por eso que hay que hacer como en Francia, no dejarlos gobernar. No permitirles que sigan rebajando los salarios y jubilaciones, destruyendo el empleo, la educación, la salud, la ciencia y tecnología, y atacando las libertades democráticas. La tarea de empujar, unir y coordinar las luchas con todos los que estén dispuestos a derrotar el ajuste, está en manos de las bases y las nuevas camadas de luchadores/as y dirigentes, organizando las asambleas y plenarios de delegados/ as para imponer desde abajo el paro nacional y el plan de lucha por todas las demandas del pueblo trabajador.

Nacional - 5

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Cumbre del G20

A falta de pan, solamente quedó el circo

l supuesto éxito del G20 que Macri pretendió explotar para tapar los desastres de su gobierno, no pasó de una puesta en escena montada por tres días, al cabo de los cuales nada cambió para bien de los pueblos de las naciones imperialistas y menos aún para los países dependientes como Argentina o Brasil. El optimismo por los hipotéticos beneficios que obtendría la Argentina de la reunión de presidentes, primeros ministros, dictadores y monarcas, cuyos países concentran de conjunto el 85% del PBI global y el 75% del comercio mundial, les duró un suspiro.

Marcha unitaria contra la cumbre del G20

Como también la euforia que registraron los mercados internacionales cuando se conoció, además de las vagas promesas, el mejor resultado de la cumbre: la tregua con China anunciada por Trump por tres meses. La que no tardó en romper a la semana de pactada, provocando un nuevo derrumbe de los precios de las acciones de las grandes empresas de todo el mundo y aumentando la incertidumbre por la amenaza de nuevas y mayores explosiones de burbujas financieras. Sucede que en los tiempos que corren, la tensión y polarización social causada por la carestía de la vida, la rebaja sala-

rial a escala planetaria y los desastres ambientales, abarca a todos los continentes. En esta situación, los “líderes” mundiales más poderosos del G20 -el organismo creado para reemplazar a esa cueva de bandidos devaluada que son las Naciones Unidas- están lejos de aplacar el descontento social y estabilizar la crisis política y económica declaradas en sus propios territorios nacionales, debido a la recesión que mantiene sumergida a la economía mundial desde hace más de una década. La realidad es que para apaciguar la bronca por las carencias insoportables que sufre la mayoría de la humanidad,

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mientras un puñado de familias concentra cada vez más riquezas, hacen falta más que promesas en las que ya nadie cree. La incapacidad de los gobiernos de dar respuesta a las necesidades insatisfechas y a las aspiraciones de progreso de los pueblos, provocan el ascenso de luchas de las masas y el repudio generalizado en las urnas contra quienes son identificados como responsables de sus males.

El llanto emocionado por el deber cumplido

Las medidas de seguridad extremas para cuidar a los jefes de Estado, militarizando y sitiando la ciudad de Buenos Aires por aire, tierra y agua, con el despliegue de aviones y helicópteros de combate, buques de guerra y portaaviones, y más de 24 mil uniformados armados hasta los dientes, se garantizaron bajo las órdenes de los servicios de inteligencia de las potencias extranjeras y al comando de las tropas de elite que desembarcaron en el Río de la Plata, fue una muestra patética de continuidad con la política de sumisión y entrega de la soberanía que lleva adelante Cambiemos, al otorgar las riendas del país, al manejo del FMI. Sin embargo, la preocupación que producen las masas con sus acciones no dependía del circo armado para el G20 en Argentina, sino de lo que sucede en las propias entrañas de los países imperialistas, donde crece rechazo y la desconfianza hacia los viejos y nuevos “líderes” surgidos del derrumbe de los partidos tradicionales. Trump fue derrotado en su primera prueba electoral, después de haber llegado a la Casa Blanca por el retroceso de los partidos Demócrata y Republicano (ver nota pag. 18). Ni sus bravuconeadas contra los inmigrantes, ni la guerra comercial con China y Europa han devuelto la ilusión de prosperidad a grandes sectores del pueblo norteamericano empobrecido. Por el contrario, la perdida de miles de puestos de trabajo por el reciente anuncio de cierre de plantas de la General Motors en Estados Unidos, da cuenta de la fragilidad del crecimiento de la principal potencia

económica. La Unión Europea lleva años de convulsión social e inestabilidad política, agravada por las derivaciones de la ruptura de Inglaterra, el salto en la crisis económica de Italia y la caída del crecimiento de Alemania, la principal economía del viejo continente. Sin dudas el foco principal de intranquilidad de los poderosos, está colocado en Francia y la gobernabilidad del presidente Macron, que paseaba por las librerías de Buenos Aires, mientras una insurrección popular por el alza de los impuestos y los precios de los combustibles inundaba Paris con piquetes, desencadenando una ola de huelgas y protestas obreras en solidaridad con los chalecos amarillos (ver nota pag. 16) En tanto que en Rusia, el déspota Putín se apresta a liquidar las jubilaciones, entre otras medidas de ajuste similares a las que llevan adelante sus pares en el resto del mundo, y el gobierno Chino intenta desarmar la burbuja de créditos inmobiliarios y para el consumo, con los que pudo compensar la desaceleración

controlada del crecimiento por la caída de sus exportaciones, hasta ahora. El llanto emocionado de Macri, por el deber cumplido ante sus amos, quedó en el pasado, y será recordado como una de las escenas más bochornosas de una argentina en la que la mitad de los niños y niñas son pobres, a la vez que su gobierno se dio el lujo de gastar más de 3000 millones de pesos en agasajos a los máximos responsables de la explotación, el hambre y sufrimiento de los pueblos del mundo, de aquellos que representan al 1 % más ricos del planeta y acumulan la riqueza que produce el resto de la población mundial. La lucha por igualdad, verdadera democracia y justicia social no es una utopia, es una necesidad. Sólo un gobierno asentado en las organizaciones democráticas de la clase obrera y demás sectores explotados y oprimidos puede terminar con la barbarie capitalista, y comenzar a construir una sociedad igualitaria, libre, democrática y defensora de los bienes comunes de la naturaleza y la humanidad: el socialismo.

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Abajo el protocolo de Seguridad de Macri y Bullrich

espués de pasar el papelón internacional por las fallas de seguridad en el partido River-Boca, las felicitaciones por el operativo de militarización para la Cumbre G20, alentaron la decisión del gobierno de levantar el caballito de batalla de “la lucha contra la inseguridad” para posicionarse electoralmente aprovechando el supuesto éxito de la reunión de los líderes mundiales. No cabe la menor duda que si Macri y la Ministra Bullrich tuvieran la condiciones políticas para aplicar mayor represión, les hubiera resultado un trámite aplicar la Resolución 956/18 que modifica el protocolo que deben aplicar las fuerzas de seguridad federales, antes de usar armas letales. Pero no las tienen. La disposición es tan brutal que hasta Elisa Carrió la condenó afirmando que la reglamentación dictada por la Ministra “viola los derechos humanos fundamentales” y agregando: “A los que se enojan

conmigo por mi posición en seguridad les digo, el día que maten a un hijo sólo por tener pelo largo o ser morocho se van a acordar de mí”. Previamente y de forma unánime fue repudiada por todos los organismos de Derechos Humanos, y con el transcurrir de los día sumó más rechazos dentro de las propias filas del oficialismo, como el de la puntera preferida de Cambiemos, Margarita Barrientos, además de una denuncia por “abuso de autoridad” a la Ministra y la declaración de inconstitucionalidad de un juez de la Ciudad de Buenos Aires. En cuanto a la negativa de la gobernadora Vidal a aplicar el nuevo protocolo en su territorio, más que por convicción democrática, responde al temor de las consecuencias políticas que pueda desencadenar la norma que habilita a los uniformados, por ejemplo a emplear armas de fuego para disparar por la espalda en caso de fuga, aunque la persona esté desarmada, o abrir fuego cuando

consideren que un grupo de personas o una persona dentro del grupo tengan intenciones de impedir el “cumplimiento al deber”, es decir la legalización del gatillo fácil en una provincia donde la policía es la cabecilla de la banda más peligrosa de delincuentes, La Bonaerense. En Argentina la lucha contra la represión y la impunidad de ayer y hoy, da cuenta que para una parte inmensa de la sociedad la vida importa y que las libertades democráticas no podrán ser vulneradas tan fácilmente. Así como con la movilización derrotamos el beneficio del 2x1 a los genocidas, y reclamamos justicia para Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, el 18 de diciembre nos movilizamos con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia contra la doctrina Bullrich, no al gatillo fácil, contra la represión y por la libertad de los presos y presas políticos como Daniel Ruiz y Milagro Sala.

¡Libertad a Daniel Ruiz! ¡Basta de perseguir a los que luchan!

aniel Ruiz es un trabajador petrolero oriundo de la provincia de Chubut y dirigente del PSTU, quien participó de las jornadas de lucha y movilización que protagonizaron miles de trabajadores en diciembre del año pasado, enfrentando el ajuste y la reforma previsional. Sabemos que este plan ambicioso de miseria y hambre que pretende aplicar el gobierno y el FMI no será posible de implementar sin la persecución a las organizaciones revolucionarias y del campo popular. En este sentido, el accionar en materia de inteligencia por parte de la gendarmería y las fuerzas locales permitió no solo la cacería calle-

jera de cientos de civiles sino también la apertura de causas judiciales a varios referentes sindicales y políticos. Es en el marco de dichas tareas de inteligencia que se abre una causa judicial al compañero Daniel Ruiz, al cual se lo acusa de “terrorista” y de atentar contra el orden público. Sin embargo, la justicia no se conformó con ello y el pasado 12 de septiembre Daniel Ruiz fue detenido en su casa debido a que la justicia consideró que existe peligro de fuga. Según lo informado el compañero venia de participar en una actividad en apoyo y solidaridad con los trabajadores del Astillero de Rio Santiago. Estuvo incomunicado durante varias horas en la División de Amenazas e Intimidaciones públicas, en Capital Federal y actualmente detenido en el penal de Marcos Paz. Denegándole la excarcelación y pedido de elevación a juicio. Hoy más que nunca es necesaria la

más amplia unidad de acción entre las fuerzas sindicales, políticas y de derechos humanos en función de defender las libertades democráticas, como por ejemplo el derecho a la protesta. El procesamiento y detención del compañero Ruiz es una muestra más de que el gobierno pretende impedir y reprimir cualquier intento de reclamo y movilización del conjunto de los trabajadores. Si no organizamos de manera conjunta una gran campaña en defensa de su libertad y absolución esto quedará como un peligroso antecedente, dejándonos en peores condiciones de pelear por la defensa de nuestras conquistas y derechos.

¡Libertad y absolución de Daniel Ruiz y de todos los presos políticos! ¡Basta de perseguir a los que luchan! ¡Por la defensa del derecho a huelga y manifestación!

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8 - Mujer

¡Todas somos Lucía!

esde que se conoció el feminicidio de Lucía -en momentos que se realizaba el Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario- trascendieron públicamente los nombres y oficios de los femicidas; Juan Pablo Offidani, de 41 años y Matias Farías, de 23. Ambos dedicados a la comercialización de drogas, más tarde fue apresado Alejandro Maciel, 61 años, acusado de encubridor. El crimen aberrante de la estudiante secundaria de 16 años conmocionó al país: Lucía fue drogada y sometida a hostigamientos que le produjeron la muerte por paro cardíaco, a consecuencia del estrés causado por dolor. Las crónicas periodísticas también destacaron que Offidani pertenece a una familia acomodada, propietaria de una escribanía y con influencias en la justicia. Después se supo que el abogado defensor de Offidani era el funcionario de la Secretaria de Seguridad del municipio de Mar del Plata, Cristian Parada, y que el intendente Arrollo (PRO) tuvo que despedirlo. Sin embargo, la mayoría de los medios de comunicación masivos evitaron referirse a la conexión de estos hechos para esquivar lo obvio: el feminicidio de Lucía tiene el sello de las mafias del narcotráfico, asociadas a la trata para la explotación sexual. Pero no hay manera de ignorar lo que a todas luces muestra el accionar del crimen organizado. Los detenidos son tranzas conocidos en las zonas libera-

das por la policía, el municipio facilita abogados para la defensa de los dealers, la justicia ignora las denuncias por el avance de este negocio multimillonario en los barrios y colegios. Por señalar a este entramado mafioso como responsable del crimen de su hija, el papá de Lucia fue amenazado en su domicilio por sujetos que lo apuntaron con armas de fuego, horas antes de la primer marcha en la ciudad. Dos años más tarde, mediante un fallo horroroso a Lucia la mataron de vuelta: Dos de los femicidas quedaron condenados solo por la venta de drogas y el tercero de ellos, fue absuelto. En la lectura del fallo la víctima se vuelve victimaria. El feminicidio de Lucía y la repudiable condena a sus verdugos es un reflejo del accionar de la justicia patriarcal encarnada en sus instituciones, funcionarios y jueces, dejando a la vista un entramado mafioso que opera con total libertad y se vincula al narcotráfico y la trata de personas. Como respuesta a esto, lejos de salidas institucionales, el movimiento de mujeres dio una respuesta contundente mediante asambleas y movilizaciones espontáneas y masivas en distintos puntos del país, organizando un nuevo paro nacional exigiendo justicia por Lucia y por todas las víctimas de este sistema patriarcal. Este y no otro método, es el que asegurará terminar con la impunidad, condenar a los femicidas y a los partícipes necesarios que se manejan desde las sombras del poder.

En Mar del Plata, como en el resto de los centros urbanos del país, los delitos más graves que azotan a la sociedad, especialmente a las mujeres y a la población de las barriadas obreras y populares, como el narcotráfico y la trata de personas, son organizados desde el propio Estado por funcionarios policiales, judiciales y del poder político. La seguridad, la justicia, las políticas públicas y medidas efectivas para combatir la violencia hacia las mujeres, está en manos de estos delincuentes que ocupan despachos en las comisarías y dependencias de otras fuerzas represivas, los juzgados, intendencias y gobernaciones, el Congreso Nacional y las oficinas de la Casa Rosada. El repudio popular por los crímenes de María Soledad Morales y La Dársena, hizo caer a los gobernadores de Catamarca y Santiago del Estero. La lucha por imponer verdadera justicia por Lucía tiene que seguir el mismo camino, hasta que caiga la red que protege a los femicidas, narcos y tratantes, que se enriquecen con estos negocios aberrantes, a costa de la vida de las mujeres y jóvenes. ¡Tenemos que seguir impulsando asambleas en nuestros lugares de trabajo y estudio para seguir de pie y organizadas en las calles!

¡El Estado y los gobiernos son responsables! ¡Justicia por Lucía! ¡Ni una menos, vivas nos queremos!

Mujer - 9

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Entrevista

Las enfermeras no se callan más

l día 9/11 nos sorprendimos ante una manifestación distinta, sin grandes banderas de sindicatos, multitudinaria, de enfermeras sosteniendo carteles hechos por ellas mismas. Una movilización genuina que repudió la ley sancionada por la Legislatura porteña que excluye a las trabajadoras de enfermería, instrumentadoras quirúrgicas y licenciadas/os en diagnóstico por imágenes de la categoría de profesionales de la salud, desconociendo sus títulos habilitantes como tales y el enorme sacrificio que le costó a la inmensa mayoría terminar la carrera de profesional y licenciatura, trabajando y muchas veces siendo sostén de hogar con todo lo que eso implica. Hablamos con dos de ellas, trabajadoras de un hospital infantil de la Ciudad de Buenos Aires; Estela, jefa de servicios de terapia intermedia, y Patricia, del servicio de terapia intensiva. MxL- ¿Cómo se enteraron y que hicieron ante la resolución de la legislatura? P- El día 3/11 se decretó la reforma en contra de las profesionales de la salud y teníamos diez días para frenarlo pero la verdad es que ya estaba todo firmado. Nos movilizamos porque estamos cansadas de no ser consideradas profesionales y esta ley avala esa falta de reconocimiento. Sí lo somos, para eso estudiamos 5 años de carrera. Es por eso que nos autoconvocamos, porque no queremos que nos dejen afuera. Somos profesionales muy importantes, la base de lo que es la salud, un hospital; si faltan las enfermeras ¿cómo van a cuidar a los pacientes? ¿Quién va a estar al lado? Además de desacreditar nuestra labor diario, hay una modificación respecto de la categoría dentro de la cual estamos incluidas y eso implica una baja en nuestro salario. MxL- ¿Cómo se organizaron? ¿Participaron los sindicatos? Organizamos reuniones para ver qué íbamos a hacer, coordinamos entre los hospitales y ahí decidimos ir el día 9/11

con panfletos y banderas para ver qué es lo que estaba pasando. Los sindicatos no nos informaron nada, parece que hubiesen desaparecido en esas semanas. Después de la primera marcha se acercaron los gremialistas del hospital pero nos dijeron que ellos no tenían la autorización para involucrarse ni participar en el conflicto por lo que solamente nos acompañarían. De todas formas nosotras no queremos que participen, lo que queremos es que nuestro reclamo salga a flote. Invitamos a todas y todos a participar garantizando las guardias mínimas para que el servicio funcione y que no falte enfermería, porque parte del ser profesionales es también dejar el servicio cubierto. Después de esa primer marcha se sumaron otros hospitales públicos, clínicas privadas y personas que se solidarizaron para marchar el día 21/11. Vinieron de otras provincias, incluso de Uruguay, Venezuela, Francia, también docentes y estudiantes de enfermería para apoyar nuestra lucha. MxL- Tenemos entendido que faltan enfermeras y enfermeros. E- Sí, falta gente que pueda cubrir los francos, las noches, desde el año pasado estamos cubriendo los que estamos como podemos, haciendo cambios de

horario y demás. MxL- ¿Cómo las afecta el recorte a la salud pública? P- Nos faltan materiales, insumos. Tenemos que priorizar y pensar si aplicar algo o cómo hacerlo. Acá puntualmente al ser un hospital infantil tratan de conseguir lo que pedimos pero en los hospitales para adultos se ve el recorte con mayor claridad. Trabajamos con SAME también entonces quizá viene la ambulancia ingresando un niño y nos piden insumos faltantes del otro hospital y por supuesto se lo damos, son colegas, pero esas son las condiciones en las que estamos trabajando. Esta medida nos afecta a todos, a todos los hospitales, en todo el servicio, como dicen las compañeras si se permite este ataque contra enfermería, después irán por el conjunto de trabajadores de la salud, para terminar con el vaciamiento y la gratuidad de la atención de los hospitales públicos. Desde Mujeres Por La Libertad participamos de la imponente marcha el 21/11 -Día de la Enfermería- en solidaridad con las trabajadoras de la salud entendiendo que esta ley afecta a toda la comunidad y debemos sumarnos a acompañar su lucha.

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10 - Clase trabajadora

La Revolución de los Aviones de Macri es para liquidar a la aerolínea de bandera

Pablo Martínez

l pasado 6 de abril de este año y desde una página web a su nombre (http://www.guillodietrich.com), el Ministro de Transporte de la Nación Guillermo Dietrich sostenía que el gobierno aspiraba a duplicar la cantidad de pasajeros transportados por avión en Argentina, y así copiar a países como México, Brasil o Chile que en 15 años habían multiplicado por tres y hasta por cuatro el número de pasajeros. Desde el mismo portal, el ministro explicaba que esta “Revolución de los Aviones” consistiría en tres ejes: hacer crecer Aerolíneas Argentinas, lograr que vuelen más compañías y modernizar nuestros aeropuertos y tecnología. Sin embargo, difícilmente pueda crecer Aerolíneas si la ayuda estatal que recibirá en 2019 será de 61 millones de dólares, apenas el 1% de lo que recibió la empresa los últimos diez años.

Un presupuesto y un plan para hacer desaparecer a Aerolíneas

Aerolíneas acumula cerca de 5,8 miles de millones de dólares en subsidios, que se utilizaron principalmente en la compra de aviones al Brasil durante el gobierno de Cristina Kirchner; y mantuvo un nivel alto de inversión hasta 2015, donde recibió 553 millones. Luego de asumir Macri

la presidencia, las inversiones se fueron a pique. En 2016 Aerolíneas fue subsidiada en 302 millones de dólares, 183 millones en 2017 y al terminar el año 2018 habrá recibido 217 millones. Se puede observar que este año la inversión estatal tuvo un reajuste, debido al aumento del combustible (insumo fundamental de esta industria), la guerra de tarifas con las low cost y la devaluación, que hicieron que la empresa necesitara más aportes para no cerrar el año en rojo. La desinversión viene de la mano de la pérdida de recaudación. Si bien aumentó la cantidad de pasajeros en Argentina, tanto en vuelos de cabotaje como en los internacionales, la participación de Aerolíneas cada vez es menor. En el mercado internacional, se levantaron rutas y frecuencias a destinos que hoy está aprovechando la competencia (IBERIA, por ejemplo), pasando de transportar el 25% del total de pasajeros, a transportar el 23%. Y en cabotaje, pasó del 74% de los pasajeros, a transportar el 69%. Este es el achicamiento que vienen denunciando los gremios aeronáuticos, en beneficio de las nuevas empresas privadas en las que, tanto la familia Macri como algunos de sus funcionarios tienen participación

directa. El segundo eje de la “revolución de los aviones” -que vuelen más compañíasen realidad debe ser interpretado como “que dejen de volar algunas compañías para que vuelen otras”. Y esto es lo que se observa en la práctica. Ya mencionamos el retroceso de Aerolíneas, ahora veamos cómo les está yendo a las otras empresas que anteriores al desembarco de las low cost. En el caso de LATAM, que en 2014 transportaba el 25,9% de los pasajeros locales, hoy está transportando el 16,7%. La empresa Andes debió devolver cuatro de sus nueve aviones, y apenas abonó el 15% de los salarios del mes de noviembre. El caso de Andes es paradigmático, ya que el ministro Dietrich la mencionó como ejemplo de crecimiento hace apenas ocho meses. Para las tres empresas que dominaban el cabotaje la devaluación, el aumento de los combustibles y la perforación del piso tarifario; fueron los factores fundamentales para su retroceso. Una situación que está siendo aprovechado por las low cost: Flybondi, Norwegian y Avian –asociada a Macair, de la familia Macri-. Las sospechas de subsidios indirectos que las low cost estarían recibiendo de algunas Provincias, con fondos de la Na-

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ción, no hacen más que abonar la hipótesis de que la política del gobierno de Macri es la de promover los negocios de las nuevas empresas, a costas del retroceso o cierre de las viejas empresas. El tercer eje de la “revolución” tiene que ver con la infraestructura (aeropuertos, aerovías), con su desarrollo para recibir a las nuevas compañías. Y es aquí donde se nota el mayor déficit: cantidad de aeropuertos y pistas insuficientes, instalaciones inadecuadas para los pasajeros, poco lugar para estacionar aviones, falta de hangares, etcétera. Esta situación es fácilmente observable en el aeropuerto del Palomar, que con una mínima inversión fue reconvertido de base militar a comercial, generando trastornos para los vecinos, pasajeros y empleados. La falta de inversión pública en infraestructura aeronáutica es enorme, y no acompaña para nada el ritmo de crecimiento y las necesidades de esta industria. El espacio vital necesario para el desarrollo de las nuevas low cost, se encuentra ocupado por las viejas empresas, y el gobierno está decidido a achicar sus operaciones, para cederles lugar a las low cost.

Un cóctel que vulnera la seguridad aérea

Finalmente, hay un eje no mencionado en la revolución de los aviones, un eje oculto. Pero que sin dudas ha sido de gran preocupación para el gobierno. Se trata de la necesidad de aumentar la productividad de las empresas por la vía de relajar las normas de seguridad y flexibilizar los convenios. En la aeronáutica, como en otras industrias, hay costos fijos y costos variables. El costo de un avión (ya sea para su compra o alquiler) es igual para todas las empresas, lo mismo que el mantenimiento. El costo del combustible también, y los seguros otro tanto. Estos son los costos fijos. Pero los salarios, los beneficios y los convenios; si son variables. Y si nos salteamos alguna revisión de seguridad, seguramente necesitaremos menos personal para realizar las inspecciones, generando un “ahorro”. Está combinación, la de trabajadores precarizados y normas regulatorias insuficientes, además de generar un gran ahorro en las empresas, vulnera dramáticamente la seguridad aérea.

Los sindicatos aeronáuticos están denunciando el reemplazo de las RAAC –las normas que regulan la actividad aeronáutica- por las LAR, una normativa más conveniente para las low cost. Ya la antigua normativa era insuficiente, de otro modo nunca se hubiera producido la terrible catástrofe de LAPA en 1999, con el fallecimiento de 65 personas. Es impensado el daño a futuro que acarrearán las nuevas regulaciones aeronáuticas y la pretendida precarización laboral.

Aerolíneas: Una causa nacional

Así como el ferrocarril marcó el crecimiento de nuestro país durante el siglo veinte, y su vaciamiento y privatización en los 90´ acentuaron el hundimiento de nuestra industria nacional; la caída de Aerolíneas Argentinas significará un nuevo descenso en la escalera que lleva al mismísimo infierno. Nuestra nación cuenta con cada vez menos empresas estatales, cediendo el manejo de la economía a las grandes corporaciones multinacionales. El control del transporte público es una herramienta fundamental para desarrollar políticas de crecimiento, y el gobierno de Macri quiere ceder los cielos a las low cost. ¿Tendrán las low cost un plan integrador para los distintos destinos nacionales? ¿Volarán a pérdida, a las ciudades menos rentables, como lo hacen Aerolíneas Argentinas y Austral? ¡Seguro que no! Los trabajadores y trabajadoras aero-

náuticas están dispuestos, una vez más, a dar todo por su empresa, por su fuente de trabajo. Como lo hicieron en el 2001 durante el gobierno de De La Rua, y en el 2006 cuando quién gobernaba era Néstor Kirchner. No será esta la excepción. Hay condiciones favorables para defender Aerolíneas, empezando por la existencia de un frente gremial que a fuerza de paros, hizo visible la problemática del sector. Es la primera vez en décadas que cinco de los seis gremios aeronáuticos se unen en paros, asambleas y banderazos. Reforzando la unidad que ya existe en las bases. También es destacable el apoyo que recoge en los sectores populares y medios de la sociedad, que se expresa en el apoyo explícito de periodistas, deportistas y artistas a la lucha de los empleados de Aerolíneas y Austral. Es necesario impulsar la solidaridad con los trabajadores aeronáuticos, ya que será fundamental para frenar el desmantelamiento de Aerolíneas y Austral, nuestra aerolínea de bandera. Al cierre de esta edición los gremios anuncian nuevas medidas de fuerza como la que convocan los pilotos, en rechazo a la disposición del Ministerio de Transporte de habilitar la contratación de pilotos extranjeros. En palabras del Secretario General Pablo Biró "Se está extranjerizando nuestro empleo. Hay un intento de precarizar y destruir el empleo argentino" .

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ESPECIAL BRASIL

Ni reír, ni llorar. ¡Comprender y luchar!

Reproducimos declaración del MRS de Brasil

olsonaro fue elegido con el 55% de los votos válidos. Son 57 millones de personas, la inmensa mayoría trabajadores, que votaron una salida machista, racista, homofóbica y neoliberal. Pero no lo hicieron para apoyar estas ideas, sino pensando que votaban contra la corrupción y la violencia, que asolan a la clase trabajadora y se reflejan en la muerte de jóvenes, en la inseguridad de las mujeres y en la falta de fondos para la salud y la educación. Las elecciones son un campo propicio para la mentira, pues el papel y el micrófono lo permiten todo. Desgraciadamente, una vez más, los trabajadores fueron engañados y 1º de enero tendremos un nuevo gobierno enemigo de la clase obrera.

Sin embargo, estos trabajadores que apoyaron en masa a Bolsonaro no son nuestros enemigos. Enemigos son Bolsonaro, su vice, Mourão, y los líderes políticos y empresariales que sostuvieron su campaña. Como son enemigos los líderes de las candidaturas de Haddad, Ciro Gomes, Alckmin, etc. A esa inmensa mayoría de electores de Bolsonaro tenemos que proponerle luchar juntos, pues la sociedad está dividida en clases y no en dos bloques partidarios y sumisos al capitalismo, como quieren hacer creer a los dirigentes del PT. A partir de ahora, la guerra no es entre PT y electores de Haddad contra Bolsonaro y sus electores. La guerra es de clases: trabajadores contra banqueros, contratistas, terrate-

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nientes y grandes empresarios. Casi todos los electores de Bolsonaro fueron víctimas del neoliberalismo y de la corrupción de los gobiernos del PSDB y del PT, y votaron por descarte. Pero ellos también son explotados y volverán a sufrir con el gobierno de Bolsonaro. No sirve de nada actuar con arrogancia o agresión contra otros explotados como nosotros, que votaron a un enemigo de clase como lo hicieron tantas otras veces eligiendo otros partidos que ahora serán oposición. ¡La lucha es de clases! Nosotros, el 99%, contra ellos, el 1% que gobierna Brasil desde siempre y que mandó en absolutamente todos los gobiernos que existieron, de todos los partidos. Las y los docentes, las madres, los albañiles, los bancarios, los metalúrgicos, los comerciantes, la juventud pobre y todos los explotados y oprimidos, que votaron en Haddad, a Bolsonaro o formaron parte de la multitud de no votos (que batió récord nuevamente, con 42,5 millones de personas), deberán combatir a todos los patrones: el gobierno de Bolsonaro en 1º lugar, pero también a la oposición que ayudó a crear a Bolsonaro cuando estuvo en el poder. Es el momento de unir a los trabajadores contra todos ellos; en contra de Bolonaro, el PSL, el MDB, el PSDB, el PT, el PDT y todos los que desde hace décadas asaltan las arcas públicas, recortan nuestros derechos, venden nuestro patrimonio y empobrecen cada vez más nuestro país. ¡Debemos estar juntos contra la Reforma de la Previsional, las privatizaciones, el ajuste fiscal y los ataques a los derechos civiles que preparan! El filósofo español Ortega y Gasset dijo "ni reír ni llorar, comprender". Muchas veces, los revolucionarios y trabajadores combativos fueron puestos a esta prueba: no sucumbir al desánimo y a la parálisis, tan equivocados e inútiles para quien quiere cambiar la vida y el mundo, como la sensación de alegría y entusiasmo sin sentido que muchos otros tienen. La esperanza de cambio y de un gobierno honesto con Bolsonaro se disipará muy temprano, ante un gobierno que, desde el primer día, estará repleto de corruptos y atacará los derechos del 99% de los brasileños (electores de Bolsonaro, inclusive). De la misma forma, aquellos que están desilusionados y frustrados deben sumarse a la lucha. Sólo la lucha cambia la vida y no son, ni nunca fueron, las elecciones la garantía de cambio. Estamos juntos con todos aquellos que temen una escalada de persecución y violencia de los opresores, y por eso votó en Haddad. Pero por desgracia esta realidad ya existía antes de la candidatura del capitan del ejército. La violencia contra mujeres, negros y LGBTQs aumentó durante los gobiernos FHC, Lula, Dilma y Temer y ninguno de los candidatos estuvo de nuestro lado en esta cuestión. Pero es cierto que Bolsonaro hizo declaraciones que exigen enfrentarlo desde ahora, por eso llamamos especialmente a los más oprimidos/as a estar en

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la primer línea combate contra este gobierno neoliberal. Somos solidarios y formamos parte de esta resistencia, pero sostuvimos y volvemos a afirmar que no son con las elecciones de cartas marcadas, sino la acción directa y con nuestra auto defensa, que podemos acabar con esta masacre que tiende a empeorar cada día dentro del capitalismo, sea el gobierno que sea. El PT y el PSDB también gobernaron para banqueros y contratistas, y atacaron profundamente a los trabajadores; Bolsonaro intentará mantener y profundizar este camino. Pero los trabajadores reaccionaron y derrotaron iniciativas antiobreras en los gobiernos FHC, Lula, Dilma y Temer. Juntos, somos muy fuertes, y las luchas han sido cada vez más frecuentes en el país. ¡Es posible derrotar a Bolsonaro y el Congreso!

¡Ni Bolsonaro ni el PT! ¡Unir a los trabajadores para luchar contra todos los ataques!

Somos oposición a este gobierno desde ahora, pero no confiamos ni estaremos en cualquier frente con aquellos que también mataron, robaron y atacaron derechos de los trabajadores. PSL, PT, PSDB, PMDB, etc. Todos ellos son, a pesar de todas sus diferencias, partidos de los patrones, de los banqueros y enemigos de la clase trabajadora. Estaremos en las calles con quien sea, como estuvimos en impulsando la movilización con quien fuera contra la dictadura, contra Sarney, contra Collor, contra FHC, contra Itamar, contra Lula, contra Dilma y contra Temer. Pero una cosa es la unidad de acción en la calle, donde deben estar todos los que quieren luchar por un punto en común: derrotar los ataques de Bolsonaro. Otra, someter nuestra independencia de clase y nuestro programa para emancipar a la clase trabajadora y liberar a los oprimidos, a cualquier programa burgués o proyecto electorero. Esa no es nuestra lucha. Nuestra lucha no es para elegir quién va a manejar los negocios de la burguesía contra el pueblo; es para derribar todo este sistema, donde ellos son todos iguales, y que sean los explotados los que gobiernen por sí mismos. ¡Una revolución es lo que necesitamos!, en lugar de cambiar cada 4 años el color del látigo, pues la espalda castigada es siempre la misma: las nuestras. ¡Los trabajadores deben estar unidos! ¡Paz entre nosotros y guerra a los señores! El mundo no se acabará a partir del 1 de enero, pero tampoco va a mejorar. Ni reír ni llorar. Tenemos que comprender correctamente y aprender de los errores cometidos. La salida sólo vendrá de la mano de los propios trabajadores, y debemos luchar! ¡Porque sólo la lucha cambia la vida!

MOVIMENTO REVOLUCIONÁRIO SOCIALISTA 29/10/18

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Brasil: “Avance del fascismo”:

¿Confusión teórica u oportunismo? Ezio Agretti

l triunfo de Jair “Mesías” Bolsonaro sobre Fernando Haddad en la segunda vuelta de los comicios brasileños del 28 de octubre, abrió un colorido abanico de debates políticos en el vecino país y en todo el subcontinente. Algunos de ellos, contrastando posiciones que se afirmaban en un interesante bagaje teórico; otros, más cercanos al guion de una película de los Monty Phyton o al libreto de un programa escrito por Peter Saborido. En cualquier caso, consideramos que parten de una falta de precisión conceptual, que se ha vuelto una práctica desaconsejablemente acostumbrada en los tiempos que corren. Esta falta de precisión se expresa, por ejemplo, en el uso abusivo del término “fascismo”. Que alguien diga “Bolsonaro es fascista” es, sin lugar a dudas, una afirmación muy difícil de refutar. Pero, ¿en qué sentido es fascista Bolsonaro? ¿Planea un gobierno estatista apoyado en las corporaciones? Claramente no. Es simplemente un burgués más, con un claro sentido del oportunismo que tejió alianzas con los mismos que antes se habían aliado con Lula y Dilma con el único objetivo de mantenerse en el poder. Es más, cuando Lula fue electo en 2002, Bolsonaro integraba el PTB, aliado de Ciro Gomes cuyo frente llamó a votar a Lula en segunda vuelta. Bolsonaro es misógino, racista, homofóbico y ultrarreaccionario. Un personaje detestable que merece el mayor de los repudios de parte de todos y todas. Y es evidente que todas esas características son intrínsecas al fascismo. Y hasta podemos reducirlas como condiciones necesarias y suficientes de un fascismo en sentido amplio y cultural de la palabra. Pero su política no difiere en nada a la de Macri o la del resto de los gobiernos patronales que hoy gobiernan en América Latina. Que el presidente argentino no se anime a expresarse en los términos en que lo hace su par electo de Brasil no significa que no piense como él. Sólo es una cuestión de formas, sobre las que, las circunstancias actuales y el proceso de construcción histórica, han sido determinantes. La familia Macri fue indudablemente beneficiada durante la última dictadura militar argentina, pero el actual presidente sabe (seguramente porque Durán Barba se lo dijo) que no puede elogiar a un represor porque no es políticamente correcto. Bolsonaro, en tanto, reivindica a un torturador porque en Brasil, los militares de la última dictadura en el vecino país no tuvieron la condena social (y judicial, aunque tibia y con muchos vericuetos) que sí tuvieron en Argentina. Por eso es lamentable el papel de la izquierda que se dice revolucionaria, tanto en Argentina como en Brasil. En nuestro país, los partidos del FIT y de Izquierda al Frente capitularon al electoralismo burgués. La correcta decisión de llamar a votar en blanco en la segunda vuelta de las elecciones presidencia-

les argentinas de 2015 generó un efecto electoralmente adverso para estos partidos. De hecho, aproximadamente el 70% de los votantes del FIT votaron a Scioli en segunda vuelta. El terror de perder más votos provenientes del progresismo hizo que, en relación a las elecciones en Brasil, dejaran de lado los principios y capitularan al oportunismo más rastrero. Lógicamente, ante la presencia de un compañero que honestamente vestía una camiseta con la leyenda: “Lula livre” había dos opciones: 1. Decirle que estaba defendiendo a un burgués corrupto que durante su gobierno hizo alianza con el millonario evangélico José Alencar¹; encabezó las tropas de ocupación en Haití que se asentaron para frenar la rebelión popular, desplazó y masacró a decenas de comunidades originarias del Amazonas, reformó la Ley previsional extendiendo la edad jubilatoria; suprimió de su programa la lucha por el aborto legal y reprimió todas y cada una de las protestas sociales contra su gobierno o 2. Sumarse a la campaña por la libertad de Lula y llamar a votar a otro burgués oportunista y antiobrero como Haddad. No hace falta recordar cuál fue la opción elegida. No obstante, cierto pudor político hizo que se vieran obligados a justificar su posición y fue así que desempolvaron algunos escritos de Trotsky sobre la situación de Francia en 1934, e intentaron convertir a Bolsonaro en una especie de Doumergue² brasileño. Las bandas fascistas que apuntalaron el gobierno francés eran ahora los sectores militares, banqueros y evangelistas que apoyaron a Bolsonaro. Olvidaron claro, un pequeño detalle: Antonio Heleno (futuro Ministro de Defensa de Bolsonaro) fue quien comandó las tropas brasileñas en Haití durante el gobierno de Lula; Henrique Meirelles y Joaquim Levy (próximo presidente del Banco Central y Ministro de Economía, respectivamente) fueron funcionarios de los gobiernos de Lula y Dilma; y José Alencar (uno de los referentes de la Iglesia Universal hasta su muerte, en 2011) fue vicepresidente y Ministro de Defensa de Lula.

Notas: 1. José Alencar Gomes Da Silva, empresario industrial y político brasileño, referente de la Iglesia Universal. Su carácter acomodaticio y oportunista lo llevó a integrar diferentes partidos del vecino país, como el PMDB, PL y PRB 2. Gastón Doumergue. Electo presidente de la Tercera República Francesa entre 1924 y 1931, fue convocado para presidir el Consejo de la Unión Nacional el 6 de febrero de 1934. Apoyado por el fascismo francés ejerció un gobierno reaccionario que reprimió y persiguió los diferentes levantamientos populares.

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Brasil:

El reformismo no es el camino para enfrentar la reacción Pablo Martínez

a derrota del partido fundado por Lula además de conmocionar a la militancia petista, también golpeó a organizaciones nacionales y corrientes internacionales que se declaran trotskistas y llamaron a votar al PT para que su candidato Fernando Haddad fuera electo presidente. Algunos de estos partidos justificaron su posición argumentando que Jair Bolsonaro representaría el fascismo, otros alegando la necesidad de frenar el avance de la ultraderecha en el continente. Todos le dijeron a la clase obrera brasileña y a los demás oprimidos/as de la ciudad y el campo, que la tarea más importante era la utilización del voto como herramienta para garantizar la victoria del supuesto defensor de la democracia parlamentaria capitalista, “el mal menor”. Los partidos que integran el FIT (Partido Obrero, PTS e Izquierda Socialista), el FIS (MST, Nuevo MAS), y otras organizaciones como el PSTu de Brasil y Argentina, llamaron a la clase obrera y a los sectores populares a atar sus organizaciones, su lucha, su independencia política y su porvenir, al carro de uno de los candidatos burgueses que se haría cargo del Estado para perpetuar el capitalismo. Ni aún circunstancias extremas, como fue el ascenso de los nacionalismos y el fascismo que desembocaron en dos cruentas Guerras Mundiales, dieron motivo alguno para que los marxistas revolucionarios/as apoyaran variantes burguesas, ni siquiera a las que aparentaban ser las más democráticas. Respaldar y confiar en que un sector de la burguesía pueda frenar y derrotar al fascismo o la reacción conservadora, constituye una claudicación a los enemigos de la clase trabajadora y a la lucha por la construcción de una alternativa revolucionaria para pelear por un gobierno obrero y popular, que acabe con la opresión y explotación capitalista e inicie la construcción del socialismo. Para las organizaciones que provenimos del Partido Socialista de Trabajadores (PST), la corriente internacional más importante de Latinoamérica (La LIT-CI) y del partido trotskista más grande de Argentina (el MAS) construidos por Nahuel Moreno; no es ninguna novedad que el PO incurra en esta claudicación, el morenismo vertió ríos de tinta denunciando su política de apoyo permanente a capitalistas “progresivos”, contra otros “regresivos”. Pero si es un triste hecho que aquellos partidos que comparten el tronco común que fundó Moreno, capitulen de forma unánime a un partido burgués. Un acontecimiento que viene a coronar un pronunciado giro a la derecha por parte de estas organizaciones y que los ubica en el campo del reformismo, ese lugar donde cohabitan los partidos que

abandonan el marxismo ortodoxo y centran su trabajo político en escalar el andamiaje institucional y formal de la democracia tal cual la conocemos: la de los ricos y poderosos. Son variados los caminos que llevaron a la mayoría de los partidos hacia el reformismo, pero sin dudas el sectarismo y la autoproclamación, presentes desde hace años en estas organizaciones, jugaron un papel fundamental en su desviación inicial, hasta llegar a la conclusión de hacer crecer sus partidos de manera aparatista, es decir, por fuera de los acontecimientos que involucran las necesidades de la clase obrera y su lucha permanente contra el deterioro constante de sus condiciones de vida. Las elecciones dentro de los marcos legales se convirtieron en la manera más sencilla y sin sobre saltos para engordar sus filas. Primero fueron las sindicales y estudiantiles, alrededor de las “chapas” o candidaturas, y siempre a espaldas de las bases y del activismo. Más tarde las elecciones a organismos de gobierno, con posibilidades serias y concretas de conseguir bancas en los parlamentos nacionales, provinciales y municipales. Para quienes priorizan el crecimiento de su estructura partidaria a través de las reglas de juego que permite el régimen de la democracia burguesa, la repercusión mediática, el financiamiento y el codearse con los figurones de la “política” en el parlamento y los programas periodísticos; fue tocar el cielo con las manos. De allí la preferencia por la actividad electoral, sobre la política permanente de impulsar la movilización de la clase trabajadora y la construcción del partido de tipo leninista, es decir revolucionario. Por todo esto creemos que el voto “crítico” a Haddad, de alineamiento al bando patronal progresista, es un paso de calidad en el curso reformista-electoralista de estas organizaciones. Desgraciadamente quienes se autoproclaman y terminaron claudicando a direcciones burguesas como el PT, con la excusa de cerrar las puertas a la derecha o el fascismo, dejan abierta la ventana para capitular a otros enemigos de la clase. Los y las revolucionarias consecuentes deben hacer el esfuerzo por volver a los orígenes del movimiento marxista, cuando lo más importante era la construcción de partidos de la clase obrera, independientes de los patrones, que tengan como objetivo el poner fin con métodos revolucionarios al capitalismo. Hay que aprovechar a fondo las luchas que la clase obrera protagoniza en todo el mundo, porque de allí saldrán los y las dirigentes de las futuras revoluciones.

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Francia:

Solidaridad incondicional con la rebelión de los chalecos amarillos

Redactor internacionalista

¿Por qué les llaman así?

“Se los conoce como “chalecos amarillos” (Jilet gaunes) porque decidieron usar las prendas fosforescentes que debe colocarse todo automovilista francés en caso de incidente en una carretera, para identificarse en las movilizaciones”. El señor Macron salió del G20, Argentina, creyendo que cuando llegara a Francia podía apaciguar la semi insurrección, encabezada por los “chalecos Amarillos”. Pensó que le resultaría fácil doblegar-

los a fuerza de represión. Pero no ha podido y a pesar de posponer el aumento de precios a los combustibles para dentro de seis meses las movilizaciones se mantienen. La lucha iniciada por este sector se ha generalizado, al mismo tiempo que aumenta la solidaridad de los y las estudiantes, afectados(as) por medidas antipopulares del gobierno, por ejemplo, elevó de 170 euros a 2,770 por derecho a la matrícula de grado y 3,700 los másteres. Sobre la población estudiantil pende

la reforma educativa que como en Argentina y otras partes del mundo, busca rebajar las inversiones al sector, recargando sobre las espaldas de los jóvenes y sus familiares el derecho a educarse. Pero además los “chalecos amarillos” cuentan con el apoyo del 75% de la población francesa y el reconocimiento de una amplia franja de ciudadanos y ciudadanas en el mundo que alientan su lucha y expresan su solidaridad. Por ejemplo, la actriz Pamela Anderson manifestó lo siguiente: “Desprecio la violencia…pero cuál es la violencia de

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todas estas personas y queman autos de lujo, en comparación con la violencia estructural de las elites francesas y mundiales”. “..entre la política representada por Macron y el 99% cansado de las desigualdades, no solamente en Francia, sino en todo el mundo”.

¿Cuáles son las demandas de los “chalecos amarillos”?

Es cierto que las movilizaciones empezaron por la subida de impuesto a los carburantes. Pero a poco tiempo los(as) luchadores(as) se dieron cuenta que el poder adquisitivo de su salario real disminuyó mientras el gobierno abusivamente redujo los impuestos a los millonarios e incrementó los de los trabajadores y trabajadoras. Sobre esa base ampliaron sus demandas, solicitando no más de 25 alumnos por aula, que las líneas de trenes y oficinas de correos rurales no sean cerradas, viviendas dignas, una pensión mínima de 1.200 euros al mes, mejoras sustanciales de los servicios sociales y otras tantas reivindicaciones. ¿Cuál método de lucha aplican y cómo toman sus decisiones? Demás está decir que las movilizaciones de masas constituyen su principal método de lucha y que las asambleas populares y el ejercicio de la democracia directa desde sus bases son la mejor forma de dirección y organización de los “chalecos amarillos”. Aplican la revocabilidad de los delegados(as) y se oponen a que ningún representante negocie a su nombre. Utilizan la horizontalidad en la toma de decisiones y rechazan actitudes verticalistas y burocráticas que desde fuera intentan imponer.

Ese es el camino.

La ausencia de direcciones revolucionarias creíbles y confiables provocan que sectores del activismo salgan a pelear por fuera de las organizaciones políticas y sindicales tradicionales y que desde abajo surjan luchadores y luchadoras con autoridad política, no solamente frente al gobierno, sino también en relación al movimiento de masas. Son movimiento espontáneos y profundamente progresivos. Su oposición a todos esos movimientos y organiza-

ciones acostumbrados a negociar a sus espaldas es justa. Vemos como progresivo esos procesos porque pueden constituir “la forma embrionaria de lo consciente” como dice Lenin en el Qué hacer y rechazan las viejas direcciones reformistas que terminan montándose en el ascenso de masas para capitular al gobierno, la patronal y el imperialismo. En otra palabra, para desmontar las movilizaciones. No es casual que las más destacadas direcciones de la llamada izquierda francesa anden diciendo que si los políticos no encauzan el malestar “llegará el desorden” y hay que detenerlo por medios institucionales, como lo es el Parlamento. Su preocupación no es que los “chalecos amarillos” y la juventud derroten a Macron, sino salvar al régimen burgués en crisis.

Macron sin interlocutores directos:

El grave problema del gobierno es que no cuenta con organizaciones ni dirigentes que se abroguen el derecho de negociar a nombre de los y las “chalecos amarillos”. Esto ha quedado claro en la declaración de “chalecos amarillos” en la combativa zona portuaria de Saint-Nazaire, cuando dicen que “Aquí en Commercy, en el Mosa, hemos estado operando desde el principio con asambleas populares diarias, donde cada persona participa por igual. Organizamos bloqueos de la ciudad, estaciones de servicio, y presas de filtro. En la estela construimos una cabaña en la plaza central. Nos reunimos allí todos los días para organizarnos, decidir las próximas acciones, interactuar con las personas y dar la bienvenida a quienes se unen al movimiento. También organizamos "sopas de solidaridad" para vivir momentos

hermosos juntos y conocernos mejor. En igualdad. ¡Pero ahora el gobierno, y algunas partes del movimiento, proponen nombrar representantes por región! Es decir, algunas personas que se convertirían en los únicos "interlocutores" de las autoridades públicas y resumirían nuestra diversidad. ¡Pero no queremos "representantes" que terminen hablando por nosotros!”¡VIVA EL PODER PARA EL PUEBLO, POR EL PUEBLO, PARA EL PUEBLO!, terminan proclamando.(https://manif-est.info/L-appel-des-giletsjaunes-de-Commercy-853.html) El otro asunto es que Macron al igual que todos los gobiernos y países capitalistas del mundo no tienen que ofrecer al movimiento de masas y cuando los presionan responden con la represión para no desarticular sus planes hambreadores al servicio de los intereses que representan. Por eso, cada avance logrado por el movimiento de masas significa un golpe al plan y para consolidarlo es nuestro deber cuajar la solidaridad con las luchas respetando el método y formas organizativas que desde abajo desarrollan los “chalecos amarillos” y otros sectores de luchadores y luchadoras. Desde Convergencia Socialista-La Verdad-, manifestamos nuestra incondicional solidaridad para con “chalecos amarillos” y la más firme determinación de impulsar la coordinación con otros sectores y organizaciones en Argentina y el mundo para que su lucha triunfe y sirva de ejemplo a los demás trabajadores y explotados del mundo.

Levantamos como bandera de combate el grito de los trabajadores y trabajadoras de Saint-Nazaire: ¡VIVA EL PODER PARA EL PUEBLO, POR EL PUEBLO, PARA EL PUEBLO!

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Estados Unidos

Los electores repudian la política de intolerancia y paranoia de Trump, pero, ¿cuál será su recompensa? Andrea Bauer Freedom Socialist Party

os trabajadores, las mujeres, las personas de color y otras personas que son continuamente marginadas y maltratadas, tuvieron mucho que celebrar cuando llegaron los resultados de las elecciones de medio término el 6 de noviembre. Fueron derrotados algunos de los peores “bullies” (matones) de derecha a nivel nacional, como Scott Walker y Kris Kobach. Otros reaccionarios escarmentaron humillados ante márgenes de victoria mínimos contra candidatos mucho menos conocidos que ellos. Los avances a nivel estatal incluyeron medidas de votación que aumentan el salario mínimo, restauran los derechos de voto de las personas con delitos graves en su historial, protegen a las personas transgénero de la discriminación, y legalizan la marihuana. A pesar de los alardeos narcisistas de Trump sobre su valor para los republicanos, alrededor del 70 por ciento de los candidatos que apoyó fueron derrotados. Los republicanos lograron conservar el Senado, pero la gran noticia fue que la mayoría de los votantes rechazaron la política del miedo, la exclusión y el fanatismo. Eligieron a nativos americanos, musulmanes, personas LGBTQ y un número récord de mujeres para el Congreso y los escaños de gobernadores, legislaturas estatales y más. Millones de personas en hogares de todo el país, y sin duda en todo el mundo, respiraron aliviados. Ahora la pregunta es esta: ¿qué obtendrán a cambio de sus problemas las personas que hicieron colas de cinco horas y lucharon contra la supresión de votantes para decirle no a Trump y sus políticas? ¿Producirán sus elecciones alguna diferencia en el status quo de la creciente falta de vivienda, la infraestructura que se colapsa, los salarios insuficientes y el aumento del nacionalismo blanco? En tiempos de crisis, una campaña

de una sola nota. El crédito lo merecen especialmente los votantes que repudiaron el racismo y sexismo de Trump, los cuales benefician a las corporaciones, dada la falta de fuerza de los

políticos demócratas veteranos para presentarse como una alternativa. Estos demócratas se apegaron a la línea del partido con una campaña casi de un solo asunto: elíjanos para proteger la cobertura de atención médica para condiciones preexistentes. Es importante, sin duda, ¡pero este fue su principal tema de discurso mientras Trump satanizaba a una caravana de refugiados desesperados como una “invasión” y un hervidero de terrorismo! Después de que Trump despidiera al fiscal general Jeff Sessions, los líderes del partido lograron que miles de personas salieran a las calles inmediatamente para “proteger la investigación de Mueller”. ¿Por qué no hicieron esto y mucho más en respuesta al ataque sostenido de Trump contra los caravanistas? Porque les falta una brújula moral. En cambio, la demócrata en jefe Nancy Pelosi está constantemente asegurándole a la derecha que su partido entiende la necesidad de, en sus palabras, “proteger nuestras fronteras y defender nuestros valores”. Esto también es una expresión de

nacionalismo y de culpar a chivos expiatorios. Culpar a las víctimas del creciente desplome del capitalismo hacia el caos de la pérdida de “valores” del país es un asunto bipartidista cuestionable. Desafiar esta estratagema cínica, mientras se defienden con firmeza sus objetivos, es la única manera de exhortar a los trabajadores a que adopten una perspectiva de clase internacional que indique quién es el enemigo real. La inmigración no fue el único problema que evitaron los líderes demócratas. ¿Nos ofrecieron planes audaces e integrales para abordar el problema absolutamente crucial del cambio climático? No. ¿Escuchamos promesas de recortar el presupuesto militar y poner fin a las guerras de los Estados Unidos? De nuevo, no. Y la lista continúa. Por supuesto hubo excepciones entre los candidatos. Alexandria Ocasio-Cortez de los Demócratas Socialistas de Estados Unidos y otros reformistas que se presentaron como demócratas atrajeron a los votantes porque no parecían ser de la misma calaña que Pelosi y sus secuaces. Ellos defienden muchas cuestiones que realmente ayudarían al pueblo, como abolir el ICE, establecer “Medicare para todos” o instituir un ingreso básico universal. Para alcanzar cualquiera de estos objetivos, los demócratas progresistas tendrían que luchar no sólo contra la ráfaga de la derecha, sino también contra el liderazgo de su propio partido. Y, si podemos aprender de la historia, es más probable que el establecimiento los cambie a ellos y no que ellos locambien de una manera significativa y duradera. La trampa del sistema bipartidista. La gente de los Estados Unidos es notoriamente pragmática: quiere ver resultados concretos. Y el sistema de votación del país ofrece solo dos opciones “prácticas”: demócrata o republicano. Intencionalmente, los obstáculos a los

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Verdad Socialista Diciembre 2018 Viene de contratapa

que se enfrentan los partidos menores para difundir su mensaje y participar en la boleta electoral son generalmente insuperables. No es de extrañar que el disgusto masivo con el Trumpismo haya dado lugar a una atípica ola azul. ¿Qué más podrían hacer los votantes? Por supuesto, la gente puede simplemente olvidarse del asunto. De hecho, existe una especie de tercer partido oculto: aquéllos que no votan. Aunque más pequeño de lo normal esta vez, este grupo es enorme. En las elecciones de 2016 en las que el Colegio Electoral instaló a Trump en la Casa Blanca, el 39 por ciento de los ciudadanos en edad de votar se abstuvo. Pero la mayoría de la gente sí tiene el deseo de ejercer su derecho democrático a votar, y muchos todavía están obligados a luchar por ello. Se merecen más y mejores opciones. A ver si la nueva generación de demócratas progresistas aborda este tema. ¿Qué pasa después? Se sabe que estas elecciones intermedias no han resuelto nada. Por el contrario, han abierto la puerta a más conflictos e inestabilidad para los que ostentan el poder como los demócratas en la Cámara de Diputados, impulsados por las bases, pues se tienen que enfrentar a un Senado y una Corte Suprema controlados por la derecha. ¿Quién puede marcar la diferencia en este escenario? Los trabajadores y los oprimidos. Pero será necesaria nada menos que la lucha organizada en las calles, los lugares de trabajo, sindicatos, escuelas, comunidades feministas y LGBTQ, y barrios de personas de color y pobres. La fuente del poder del pueblo no es la urna electoral; ¡es hacer que tu voz sea escuchada fuera del fraude de los partidos gemelos! Inspirémonos en los verdaderos héroes de 2018: los maestros en huelga, las mujeres que marchan, los vencedores contra oleoductos peligrosos, los contra-manifestantes antifascistas y todos los demás que “votan” todos los días arriesgándose por el cambio.

que llevó delante La Comisión de Familiares y Compañeros/as y Amigos de Ana María ,impulsada por Carmen Metrovich, cuñada de Ana Maria y el equipo de abogados encabezado por Pablo Llonto, con el apoyo de La Comisión Provincial de la Memoria que aporto valiosa información para incriminar a los asesinos. Por eso cuando finalizó la lectura del último renglón de la sentencia, la emoción y la alegría contenidas por el triunfo de la condena a los dos genocidas, explotó en la algarabía de consignas gritadas y cantadas a viva voz, mientras retiraban raudamente a los militares condenados ¡como a los nazis les va pasar, a donde vayan los iremos a buscar! ¡Ana Maria Presente! ¡30 mil compañeros/as detenidos desaparecidos presentes! ¡Viva el PST!, tras lo cual y al unísono, brotó de todas las gargantas La Internacional, el himno de la clase trabajadora, cantada con los puños en alto y a todo pulmón en la sala del tribunal burgués,

Un juicio histórico

Ana María fue secuestrada el 4 de febrero de 1982 en Villa Mayo, partido de General Sarmiento, a metros de la vivienda que compartía con su compañero, también militante del PST y trabajador de la fábrica Ford de Pacheco. Tenía 31 años y estaba embarazada de dos meses y medio. Había ingresado en las filas del PST en Mar del Plata, su ciudad natal, teniendo que huir por la feroz represión que sufrió la organización después del golpe de Estado de 1976. Sobreviviente de esa persecución en la que cayeron muchos compañeros y compañeras, se radicó en la zona norte de Buenos aires, donde siguió militando e ingresó a la fábrica metalúrgica DEA, en Vicente López. Durante el juicio, por testimonios de vecinos/as que declararon como testigos, se logró reconstruir el operativo de secuestro y las tareas de inteligencia realizadas previamente en el barrio. Se pudo establecer que alrededor de las 20 hs, cuando regresaba de hacer compras en un almacén de la misma cuadra donde vivía, fue interceptada por individuos que conducían un auto Ford Falcon, el mismo que, según las declaraciones, merodeaba el lugar unas semanas antes del hecho, y una testigo reconoció al ex comisario Luis Patti como uno de los integrantes de la patota. También se acreditó la participación de la División de Inteligencia Bonaerense (DIPPBA); sin que ningún integran-

te de esta fuerza, que actuaba bajo el mando del ejército, haya sido imputado. Una de las pruebas presentadas para llegar al juicio fue el legajo 17.949 de la Mesa DS (Delincuentes Subversivos) del archivo de la DIPPBA, denominado “Trabajo de infiltración en el PST”. En este documento que la agencia bonaerense remite al Destacamento 201 de Inteligencia de Campo de Mayo se informan los datos obtenidos por medio de la infiltración iniciada en 1981 por el oficial subinspector Juan Pedro Peters en el grupo de militantes bancarios, cuya responsable era Ana María, y en el que se incluyen fotografías de ella, tomadas en diferentes actividades. La compañera del PST fue la última desaparecida de la dictadura, por esa época ya en declive debido a la grave crisis económica que atravesaba el país y al descontento social, que se manifestó en la movilización obrera a San Cayetano -agosto del 81- donde la multitud coreó masivamente “se va acabar la dictadura militar”, la situación iba en camino del paro nacional, el que finalmente fue convocado por una fracción de la CGT un mes después de la desaparición y asesinato de Ana María, el 30 de marzo del 82, y en vísperas de la recuperación de las Islas Malvinas, la maniobra final de los militares para evitar la caída. En ese contexto, la aparición del cuerpo acribillado a balazos en Punta Querandí. en Tigre, siete días después de su desaparición, causó una gran conmoción que fue reflejada en los principales medios nacionales; la revista “Gente” tituló ”¿Quién mató a Ana María Martinez?”. De esta forma un sector del empresariado más colaboracionista emitía un claro mensaje: “lo que hicieron estuvo bien, pero ya no hay condiciones para seguir desapareciendo opositores”. Y tenían razón ya que la reacción de la gente del barrio intentando evitar que la llevaran y la versión que hicieron circular la policía y el ejército de que se trataba de un crimen pasional, indicaba que el régimen de terror tenía los días contados. Como parte de la lucha de todos estos años por juicio y castigo a los genocidas de la dictadura cívico militar, la condena a Apa y Muñoz es un gran triunfo que alienta a redoblar la lucha para condenar al resto de los culpables que permanecen impunes. Compañera Ana María Martínez, mártir del glorioso PST, mártir de la clase obrera ¡Presente ahora y siempre!

Verdad Socialista

Diciembre de 2018 N° 6

Prensa de Convergencia Socialista - La Verdad cs.laverdad@gmail.com / cslaverdad.wordpress.com

Juicio histórico por Ana María Martínez: CRIMEN DE LESA HUMANIDAD Y PERPETUA A DOS GENOCIDAS

A 36 años del secuestro, desaparición, tortura y asesinato de la compañera militante del PST (Partido Socialista de Trabajadores), el Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín dio a conocer su sentencia el pasado 6 de noviembre, condenando a prisión perpetua por crimen de lesa humanidad, privación de la libertad y asesinato doblemente agravado, al general Norberto Jorge Apa y al coronel Raúl Guillermo Godoy.

esde horas tempranas, una nutrida columna encabezada por la Comisión de Familiares, Compañeras/os y Amigos/as de Ana María, a la que se sumaron camaradas que formaron parte del PST, militantes de varias organizaciones y activistas de Derechos Humanos, marchó desde la plaza de dicha localidad hasta la puerta de los tribunales para conocer la decisión de los jueces. Con la sala de audiencia colmada y numerosos concurrentes que debieron permanecer en la calle por falta de espacio, ter-

minaba el juicio iniciado el 11 de octubre del corriente año, en el que fueron imputados Apa, ex jefe del destacamento 201 de Inteligencia y Muñoz, ex jefe del Departamento de Personal G1, quienes formaban parte de Institutos Militares con base en Campo de Mayo. Antes de leer el fallo, los jueces advirtieron que suspenderían la audiencia ante la menor exclamación del público, agregando de esta manera mayor tensión a la instancia final del proceso judicial, al que se arribó producto de la gran lucha Continua en página 19