LEAN 2.2 marzo 2011
Índice Editorial
3
Veni, Creator
4
Ontología de la misión
5
El Espíritu Santo en Gálatas
7
Sopa para el espíritu
11
Espíritu Santo, misión y realidad eclesial
12
Que el Espiritu Santo obra en otras religiones
14
Veni, Sancte Spiritus
16
Como una paloma
17
Recomendaciones
18
Lic. Luis José Rueda
Licda. Karla Morales
Antonio Díaz
Shealtiel Durán
LEAN 2.2 marzo 2011
2
Editorial Agradecemos a Dios Padre que envió a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu, al Señor Jesucristo que en su partida envió a su Espíritu, y al Espíritu que nos da testimonio de Jesús y nos da testimonio de que somos hijos de Dios. Que estas letras te glorifiquen bendito Espíritu. Danos entendimiento, abre nuestro corazón a tu actuar. ¡Veni Spiritus! A lo largo de la historia se ha escrito menos sobre el Espíritu Santo que Cristo o Dios Padre. Para muchos evangélicos conservadores casi se torna un tabú. Por otro lado, las manifestaciones sobrenaturales atribuidas al Espíritu se han convertido en el centro de la doctrina pentecostal o carismática. Por lo tanto, nos introducimos brevemente en la pneumatología buscando ser objetivos en nuestras exposiciones. La manera de abordar el tema en esta publicación es filosófico, exegético, y teológico. Sin embargo, concuerdo con nuestro hermano Yves Congar cuando nos previene recordándonos que “es menos importante hablar de él [el Espíritu Santo] que vivir de él.”1 Vivamos entonces en dependencia al Espíritu Santo y glorifiquémoslo.
En el amor del Señor, -Shealtiel Durán Badillo.
Yves Congar Sobre el Espíritu Santo. Espíritu del hombre, Espíritu de Dios (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 2003), 113. 1
LEAN 2.2 marzo 2011
3
Veni, Creator (Siglo IX)
Ven, creador Espíritu, Y visita nuestras almas; Los pechos que tú creaste, Llena de celeste gracia. Consolador te llamamos, Regalo del Dios altísimo, Fuente viva, fuego, amor, Y por ti somos ungidos. Tú septiforme en tus dones, De la diestra de Dios dedo, Tú la promesa del Padre, Palabras nos da tu aliento. Luz enciende en los sentidos, Amor en los corazones; Lo flaco de nuestro cuerpo Afiáncenlo tus dones. Lejos huya el enemigo, De la paz por ti gocemos; Llevándote a ti por guía Todo daño evitaremos. Por ti sepamos al Padre, Por ti al Hijo conozcamos, Y en ti, de los dos Espíritu, En todo tiempo creamos. LEAN 2.2 marzo 2011
4
Ontología de la misión Lic. Luis José Rueda
E
l tema de la misión ha ocupado un lugar de primacía en la iglesia evangélica, y aunque por muchos no es bien vista, se piensa que llevar a cabo la misión es el envío de misioneros a determinado lugar. Diversas teologías han respaldado semejantes idiosincrasias, pero a toda esta manera de pensar subyace una mentalidad separatista y dual, o sea, una visión del mundo dentro del cual el cristiano vive como en un gueto, soportando al “mundo pecador” al cual envía misioneros para rescatarlo, ya que la llegada de Cristo es inminente. Esta manera de pensar ha sacrificado el entendimiento del mundo y el entendimiento de ser cristiano en el mundo. En este breve artículo no pretendo exponer una reflexión similar a las “teologías evangélicas tradicionales”, sino desvelar un entendimiento del mundo como una realidad inherente al cristiano y de la cual no puede desgajarse. He de aclarar que al mencionar al “mundo” no le doy la connotación que los misioneros gringos impusieron y trajeron a América Latina, viéndolo como una entidad de pecado y perdición. Con mundo yo quiero referirme a este existir humano que se nos desvela en la experiencia fáctica de la vida; me refiero a todo lo que nos rodea, todo lo que es. Por lo tanto creo que es totalmente necesario sacudir del cristiano toda concepción de la vida y el mundo que el misionero y “teólogo” gringo impuso al creyente, ya que desde esa visión subyugada de aprendizaje y recepción, la iglesia latina adoptó, y posee hasta la fecha, una mendicidad teológica que le quita al mundo y a la existencia la comprensión de los mismos
para llevar a cabo una misión concreta de ser cristianos. Se ha de empezar mencionando que la misión es una propagación de una manera de ver al mundo y al creyente mismo. Pero la pregunta que se tiene que plantear como la génesis de la misión es: ¿Qué es ser?, ya que de ahí podremos entrever el horizonte de la pregunta ¿Qué es ser cristiano en el mundo? Es necesario reconocer que el ser esta implícito en todo el existir del mundo, pero solo el hombre es el único en el mundo que puede platearse e interrogarse la cuestión del ser ya que es el único ente que puede razonar y cuestionarse sobre su existir; de ahí que el ser humano es el ente por excelencia, lo que Heidegger llamaba “Dasein”. Entonces el hombre al ser el único que se pregunta por el ser, es también el único que se pregunta por lo que le rodea y por el mundo. Por ejemplo, puede peguntarse acerca de los fenómenos naturales, acerca de una silla, de una casa, etc. el hombre puede conocer y estudiar estos objetos, entenderlos y representarlos mentalmente, pero ¿y el ser?, ¿qué es?, ¿cómo lo representa?, ¿qué es ser? El hombre no tiene una representación, no puede definirlo, ni lo puede señalar aquí o allá, pero en su vida cotidiana lo nombra a cada instante: el árbol es alto, la silla es mía, él es mi hijo etc. ¿Cómo puede ser el concepto ser algo que no se puede definir pero a la vez está implícito en la conciencia y en el lenguaje? ¿Cómo empezar a contestar esta pregunta? Un primer paso es partir del mundo y ya que el mundo es el desvelamiento del ser, ya que el hombre es aquí en el mundo, y sujeto al tiempo el mundo es su “ahí”. Por lo tanto el hombre es un “ahí” histórico y mundano. El hombre se pregunta acerca del ser en LEAN 2.2 marzo 2011
5
...el creyente solamente encontrará la respuesta del ser en Cristo, por tanto ser cristiano y efectuar la misión es ser como Cristo...
su “vida fáctica” dentro del horizonte de la temporalidad en el mundo. En este tiempo el ser aparece como lo tácito y a la vez como lo indefinible, por lo tanto “ser en el mundo” es el cuestionamiento humano de cómo la vida fáctica se desenvuelve dentro del ser y a su vez es condicionada por este, de ahí, el hombre se ve como evento de posibilidad de ser, y por tanto de sentar las bases de un entendimiento del mundo, y verlo como un “llegar a ser”. Antes de proseguir y con todo lo expuesto hasta aquí, es necesario reflexionar sobre la cuestión de Dios y el ser, ya que Dios se empieza a relacionar con el ser al incursionar en la historia humana. Esta incursión se ve en la historia de la salvación, cuando Dios se empieza a revelar al ser humano, presentándose como el que “es”. Con esto Dios mismo se explica y se presenta al hombre con categorías mundanas y por medio del lenguaje humano, por lo tanto Dios “es ahí” Dios es en el tiempo; el incursiona en la historia humana llegando a ser para el ser humano lo que el hombre conoce de él: Dios es justicia, Dios es amor, Dios
es salvador de su pueblo, Dios es. Por lo tanto el ser y Dios se empiezan a relacionar al empezar a incursionar éste último en el mundo y en la historia humana. Ahora, en Cristo Dios se identifica con el hombre, se muestra como hombre ante el mundo, y en ese auto despojo, Dios y el ser, se funden definitivamente, por el simple hecho de que Dios se hace hombre; así Dios entra dentro del entendimiento mundano, y por tanto, el hombre no puede conocer a Dios de otra manera que por medio de Jesucristo. Cristo no es un ser humano alienado interrogándose por el ser, sino que él es el modelo antropológico perfecto en el cual el ser humano haya una visión global de entendimiento del mundo y la existencia. Por tanto el llegar a ser de Cristo da sentido al llegar a ser del hombre y ese llegar a ser de Cristo se vuelve el llegar a ser del hombre. Entonces, sólo por este medio el ser humano al preguntarse por el ser, se pregunta por sí mismo y por Cristo, ya que al preguntarse por el ser y por sí, su alienación le sale al encuentro y en esa angustia dentro de la temporalidad del mundo, el Dios que “es” le extiende la mano, y así, en Cristo el hombre puede comprender las dimensiones del ser que han sido asumidas por Dios en una humanidad perfecta. Por lo tanto, hablar de Cristo es hablar del ser y del mundo, y únicamente en él, podemos entender la existencia, la mundanidad y la misión de ser cristiano en este mundo. Con todo lo que se acaba de decir, podemos vislumbrar que la misión es un desenvolvimiento antropológico del ser, por lo tanto, la vieja manera de ver la misión como un envío de un misionero al mundo perdido por medio de la iglesia, es una manera escapista, dual e ingenua de ver al mundo, la existencia y a Cristo. La misión en el mundo se concreta en la pregunta ¿Qué es ser cristiano? Y como se dijo antes, el creyente solamente encontrará la respuesta del ser en Cristo, por tanto ser cristiano y efectuar la misión es ser como Cristo, y tener en él el modelo antropológico perfecto de llegar a ser en este mundo. LEAN 2.2 marzo 2011
6
El Espíritu Santo en Gálatas Licda. Karla Morales
L
a carta de Pablo a las iglesias que están en Galacia, presenta el contraste que existe entre las obras que proceden de la ley y la justificación mediante, o a través de, la fe. En medio de todo el desarrollo de estos preceptos teológicos, el apóstol hace referencia a la obra del Espíritu Santo quien mora en el creyente y quien es el que produce una vida por fe. Así que, el papel del Espíritu Santo como base de la transformación del creyente es lo que se presenta a continuación, en primer lugar el Espíritu Santo es la persona designada a los creyentes en un acto especial del Padre hacia sus pequeños, un acto de bondad, gracia y amor que consiste en dar. En segundo lugar, se presenta el actuar del Espíritu Santo en cada ser humano que lo recibe con acción de gracia, fe y humildad.
El Espíritu es otorgado a los creyentes • El Espíritu Santo es dado por medio de la fe: (3:2-3, 5, 14) Desde el capítulo 3 de la carta a los gálatas, Pablo expone el tema del Espíritu Santo refiriéndose al fruto o producto de la fe. Debido a que los gálatas se habían desviado de la enseñanza de Pablo, colocando la ley sobre todas las cosas, ellos creían en un Cristo “Y”. Es decir, no confiaban sólo en la obra completa de Cristo, sino en éste más un agregado para ellos: la ley. Por eso el apóstol les escribe preguntando cuál es la razón principal por la que ellos están teniendo una conducta de darle a Cristo un agregado. Es probable que existan dos razones según los versículos (vv.2-3): el haber recibido al Espíritu
se debió a través de las obras de la ley; o la otra razón, por el oír por fe evx e;rgwn no,mou to. pneu/ma evla,bete h' evx avkoh/j pi,stewj» “¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?” Pablo inicia con un deseo, de saber o averiguar la respuesta a su gran incógnita que más bien es una pregunta reflexiva. Es interesante que el apóstol inicie con la preposición evx y no con la acción del verbo, porque considero que el autor desea darle mayor énfasis no al hecho que recibieron al Espíritu sino el medio por el cual lo recibieron. La preposición evx estando en genitivo de producción señala esta premisa. Ahora bien, e;rgwn no,mou está en plural, es decir si es el medio por el cual los gálatas recibieron el Espíritu no se trata solo de una obra de la ley, sino de muchas. Es la obediencia a muchas reglas y normas de la ley. En este análisis no hay que descuidar que el verbo evla,bete debido a que está en aoristo constativo denota una sola acción en el pasado, que el evento ocurrió y lo ve como un todo. El recibir al Espíritu por lo tanto no indica una acción progresiva o que se da por pasos a lo largo del tiempo, sino que en el caso de los gálatas ya había ocurrido, es decir ya eran creyentes. El otro medio podría ser por el avkoh/j pi,stewj de manera que siendo un genitivo deverbal subjetivo, indica la idea que es un oír que viene o que es inspirado por la fe. Existe entonces el contraste entre las obras realizadas por la ley y el otro que es caracterizado por la fe. Pablo estaba tan asombrado ante la actitud totalmente inaceptable de los gálatas que les dice en 3:3 ou[twj avno,htoi, evste( evnarxa,menoi pneu,mati nu/n sarki. evpitelei/ sqe» “¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?” Esta pregunta parece LEAN 2.2 marzo 2011
7
ser una ironía, los gálatas ya tienen el Espíritu y por lo tanto empezaron su vida cristiana en él, porque el participio en aoristo evnarxa,menoi puede ser de concesión y porque el sustantivo pneu,mati está en dativo de interés de desventaja, por lo que estaría mejor la traducción: “pese a que habéis comenzado por el Espíritu”. Sin embargo el crecimiento y la perfección no se están alcanzando por la obra poderosa del Espíritu. Esos creyentes estaban otorgándole el mérito a sus acciones carnales es decir exteriores, para tal perfeccionamiento. Aquí se observa el contraste entre la actuación relevante del Espíritu en la vida de los creyentes al inicio de su conversión y el llegar a ser completos, según ellos al circuncidarse, deseando regresar a las observaciones judías. De manera que el tema es si las actitudes que están teniendo se derivan del Espíritu Santo o más bien de sus propias fuerzas o carnalidades a eso se refiere cuando ellos le otorgan a la ley el realce que hace mucho tiempo atrás debieron haber comprendido. Por eso en el versículo 5 del mismo capítulo de nuevo Pablo les lanza la pregunta ¿cuál es la razón que produce el Espíritu y sus obras?, aunque esta vez haciendo énfasis en el dador, quien es el que evalúa la causa para la decisión de su provisión. Es interesante notar que el tiempo del verbo que se utiliza en el acto de dar el Espíritu es evpicorhgw/n este verbo se encuentra en presente, un presente perfectivo en el cual el resultado de una acción pasada aún continúa. Contrario al v. 2 en donde estaba en tiempo pasado y cambia de la segunda por la tercera persona. De nuevo no se trata de un dar el Espíritu una y otra vez, sino que el proveer o suministrar el Espíritu es un acto paralelo a la obra que éste realiza se puede observar por la conjunción “kai”: ‘kai. evnergw/n duna,meij evn u`mi/n”, es decir que la acción de estos milagros aún continúan. Y porque continúan, Pablo pregunta evx e;rgwn no,mou h evx avkoh/j pi,stewj» “¿por las obras de la ley o por el oír con
fe?”: la preposición evx tiene la misma función que en el vr. 3 ¿Cuál entonces es la razón de la provisión? He aquí la fuente verdadera de esa provisión: la fe, el oír se caracteriza por la fe; el milagro entonces está en quien realiza la obra, y esto porque el que la recibe lo hace por fe. Hay que notar que contrario a algunas teologías que circulan en muchas iglesias el recibir el Espíritu no es por grados o niveles de fe. Pablo no hace referencia a ningún status de fe para recibirle por el contrario toda derivación de Cristo “Y” un agregado… es anulado por el apóstol. Porque como lo afirma en el vr. 11 “nadie es justificado para con Dios, pues el justo por fe vivirá”. Así que el acto de la provisión del Espíritu es una acción del Padre en su soberanía, en su propia voluntad y no por obra alguna del hombre. Es Dios mismo quien realiza la acción y es Él mismo quien produce la fe. No depende entonces de qué, cómo o cuándo el hombre desee u otorgue límite al Espíritu Santo, pues éste es dado por el Padre una sola vez en la vida del creyente en acto milagroso, milagroso porque es por sí mismo y no porque del hombre dependa lo extravagante. De nuevo, en 3:14 el apóstol afirma literalmente que la promesa del Espíritu la recibimos mediante la fe, o también puede traducirse: el Espíritu prometido. Así explícitamente dice: i[na th.n evpaggeli,an tou/ pneu,matoj la,bwmen dia. th/j pi,stewj≈ Esta declaración revela que la promesa se refiere al Espíritu, y el verbo está en aoristo en modo subjuntivo: no indica entonces el tiempo sino trata la acción como algo separado. Es más, puede traducirse en futuro “recibiésemos el Espíritu mediante la fe”. Ya que está coordinado por la oración i[na eivj ta. e;qnh h` euvlogi,a tou/ VAbraa.m ge,nhtai evn Cristw/| VIhsou/ ambas de propósito en que la segunda oración explica a la primera, quedando de la siguiente forma: “a fin de que la bendición de Abraham pudiese llegar a los gentiles en la persona de
Jesucristo, para que pudiéramos recibir el Espíritu prometido por medio de la fe.” Pablo amplía la visión de los gálatas en cuanto a las normas judaizantes al hacerlos concientes que también los gentiles recibirían el Espíritu pero no solo eso, el énfasis es que lo recibirían por fe y nada más. La obtención del Espíritu Santo no es entonces por obras del ser humano, no es bajo leyes, normas o actos que provienen de un individuo en particular, sino única y exclusivamente por fe. La cual proviene de Dios. • El Espíritu Santo es dado por la bendición de ser hijos (4:6) Así es como Pablo afirma en el 4:6 {Oti de, evste ui`oi,( “por cuanto son hijos”, esta frase es la que determina tal conclusión. La razón es que el verbo “sois” en presente denota que ahora ya son hijos y por consiguiente evxape,steilen o` qeo.j to. pneu/ma tou/ ui`ou/ auvtou/ “Dios envió al Espíritu de su Hijo”, el verbo: evxape,steilen está en aoristo gnómico porque es una verdad para cualquier época, es un acto que Dios, el Padre realizó, él envió, despidió. Él envió “el Espíritu de su Hijo” es un genitivo de fuente porque el Espíritu procede del Hijo. Me parece que Pablo hace referencia a un acto mismo de la Trinidad, en el que el Padre envía a su Espíritu por medio de su Hijo. Esto es asombroso, todo el esplendor y la majestad de Dios mismo se hacen notable en el acto de la redención, de tal manera instituir como sus hijos a judíos y a gentiles por igual. Porque envió el Espíritu eivj (a, hacia) indica el fin direccional del Espíritu y este es “a” ta.j kardi,aj h`mw/n “los corazones nuestros”, el corazón es el lugar en donde habita el Espíritu, es importante señalar que Pablo utiliza la primera persona plural, y el corazón es de donde mana toda la vida. No está haciendo referencia al órgano interno del cuerpo sino hace referencia al centro de todo ser, y es allí donde el Espíritu actúa y que kra/zon\ abba o` path,r≈ El Espíritu es el que clama ¡Padre!, el apóstol utiliza el arameo para expresar la relación íntima, cercana de un hijo al padre, la total comunión. Es la
LEAN 2.2 marzo 2011
8
expresión que Jesús mismo dice en el Getsemaní y es la que el Espíritu invoca. Lo hace porque por medio suyo nos acerca al Padre y permite que se de esta relación filial, estrecha sin nada más que por gracia. Ahora bien, esta relación íntima de la Trinidad es concedida al ser humano mortal con razones y propósitos definidos, el actuar del Espíritu en la vida del creyente tiene una connotación que transforma, redefine y le da una nueva perspectiva y propia identidad. Por eso continúa Pablo presentando el obrar del Espíritu Santo en la vida de los lectores de la carta.
El Espíritu produce: • Anhelo por la esperanza de justicia (5:5) En este versículo Pablo describe la obra que produce el Espíritu usando el h`mei/j ga.r involucrándose entre los que anhelan la verdadera justificación de Dios, contrario a aquellos que se justifican por medio de la ley. pneu,mati es un dativo de agencia, es el Espíritu el agente personal por medio del cual avpekdeco,meqa “se aguarda, se espera, se anhela” la justicia y esto evk pi,stewj “por la fe”. La preposición “evk” indica un genitivo de medio, es decir, es por la fe también que se espera la justificación divina, y no por obras de la ley. De manera que el Espíritu produce por medio de la fe esa esperanza de justificación. • Oposición contra la carne (4:29, 5:16-18): Pablo hace una analogía entre la descendencia de Abraham de parte de Agar y de Sara, la primera la relaciona con la ley debido a que no fue por fe que concibió a Ismael, contrario a como Isaac fue concebido. En el versículo 29, hace una alusión en la que así como Ismael perseguía a Isaac, el hijo de la promesa, así también ahora existe una oposición entre los judaizantes y los que comprenden el don de la gracia. Pero también existe una relación más, Isaac fue concebido kata. pneu/ma la preposición
en acusativo indica “según” es decir por obra del Espíritu. De igual manera el creyente ahora ha sido nacido por obra del Espíritu, y como resultado existe una oposición, de parte de los individuos.
Nuestra conducta, la manera consecutiva de vida, guiada y relacionada con el Espíritu producirá una oposición, un impedimento para completar los deseos de la carne que por ende son malos. Pero existe otra clase de oposición, la que es espiritual. Aquella en la que los deseos del Espíritu contrasta rotundamente con los deseos de la carne. Teniendo en cuenta esto Pablo da un mandato a los gálatas en vr. 16 pneu,mati peripatei/te “andad en el Espíritu” éste mandato en imperativo presente trasmite la idea de “costumbre” es una norma que la acción debe realizarse continuamente después de haber sido dado el mandato. En este caso el verbo “andar”, indica un estilo de vida, que incluye la manera de conducirse y de actuar permanentemente en la vida cristiana. Pero ¿cómo debe ser
este andar? Por estar en dativo de manera pneu,mati indica que debe ser en el Espíritu, es decir, guiada por él. Cada acción, cada decisión, cada pensamiento debe estar controlado, guiado, dirigido por el Espíritu Santo. La pregunta podría ser ¿qué tanto el cristiano le da espacio al Espíritu Santo en su vida diaria? Como se observa en la conjunción “kai” que puede ser traducida como “verdaderamente, realmente” como resultado de andar en el Espíritu habrá una total discrepancia con la carne. Pues verdaderamente evpiqumi,an sarko.j ouv mh. tele,shte≈ “los deseos de la carne jamás satisfaréis” El adverbio jamás es enfático para el verbo tele,shte que no sólo puede ser “satisfaréis” sino aún más drástico: “llevéis a cabo” o “completéis”. Así que, el andar en el presente traerá una acción que por estar en aoristo subjuntivo, puede traducirse en futuro. Nuestra conducta, la manera consecutiva de vida, guiada y relacionada con el Espíritu producirá una oposición, un impedimento para completar los deseos de la carne que por ende son malos. Detenernos hasta aquí implica ya una gran esperanza cuando se piensa que no hay escapatoria para una adicción, un problema continuo en la vida del cristiano. Pues la carta a los gálatas está siendo franca en decir que el estar controlado o dejar que el Espíritu Santo guíe nuestras vidas tendrá como resultado la no completación de los deseos carnales. Así lo presenta el apóstol en v. 17 y 18. Explicando que la sa.rx evpiqumei/ “la carne desea”, “quiere”, “codicia”, da la impresión de un desear malo por lo que está kata.. En genitivo, “contra” tou/ pneu,matoj( refiriéndose a las del Espíritu. Y a la vez es el mismo pneu/ma que se opone kata. th/j sarko,j( la preposición i[na indica el resultado de esta oposición mh. a] evan. qe,lhte tau/ta poih/ te “para que no hagan lo que deseen”. Los creyentes entonces no pueden hacer lo que desean en obediencia al Padre por sí mismos. Por eso es necesaria la guía del Espíritu Santo, como dice 5:18 “Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la LEAN 2.2 marzo 2011
9
ley.” Es una cláusula de primera clase en la que la prótasis es eiv de. pneu,mati a;gesqe( y la apódosis ouvk evste. u`po. no,mon indicando que para Pablo es una realidad el que al ser conducidos, llevados o guiados por el Espíritu Santo no están más bajo la autoridad de la ley. Por eso es importante el poder del agente del Espíritu Santo que contrasta contra las obras de la carne y por ende de las restricciones de la ley. Las obras de la carne se derivan de actitudes egoístas, buscando su propio placer, vanidad e idolatría, que rompen las relaciones interpersonales, y que por consiguiente quienes las practican no heredarán el Reino de Dios. Pero contrario a las obras de la carne, lo que produce el Espíritu es de beneficio a los demás. •
Fruto de todo bien (5:22-23)
Enfáticamente Pablo inicia con o` de. karpo.j “Pero el fruto, el resultado” tou/ pneu,mato,j que produce el Espíritu evstin “es” tiempo presente, ahora, no antes, no mañana, ahora debe manifestarse el amor, gozo, paz, paciencia, misericordia, bondad, fe, humildad, dominio de sí mismo. De manera que lo que produce el Espíritu son características o virtudes internas que llegan a reflejarse hacia los demás. Pero es una conducta interna primero, porque es el Espíritu quien las provee dentro del mismo ser humano. No hay nada que pueda condenarlas, ninguna ley existe con esa autoridad. Lo que el Espíritu produce en el creyente tiene que ver con conductas de plenitud total en él, es decir será de un beneficio completo, un bienestar total. Sobre todo llevará a actitudes en las que el individuo que las posea será íntegro en todo su ser, esto porque el dominio propio regirá cada conducta, cada hecho que realice. Es el Espíritu Santo mismo el guía y portador de toda bendición interna que se verá reflejada en actitudes externas completamente.
•
Vidas transformadas (5:25)
La cláusula condicional descrita en el 5:18 vuelve a presentarse en forma similar en 5:25 Eiv zw/men pneu,mati( “Sí vivimos por el Espíritu…” la apódosis ahora en lugar del verbo andar, presenta específicamente zw/men en tiempo presente y en el que Pablo se hace parte de la acción. Puesto que vivimos guiados por el Espíritu debemos movernos, andar en él también. La prótasis pneu,mati kai. stoicw/mena.. “por el Espíritu también andemos” Pablo está concluye con esto la presentación de la forma de vida entre el andar por la ley y el vivir por fe. Y ahora, entonces sabiendo que está en el Espíritu, se deja ser guiado por el él y debe conducirse de acuerdo a él también. Esto implica reflejar el fruto descrito anteriormente.
El resultado de una vida en el Espíritu • Se ve reflejada hacia el que es sorprendido en pecado (6:1) Pablo en el último capítulo presenta la conducta que debe manifestar toda vida guiada, transformada en el Espíritu. Primero en cuanto a los hermanos que han cometido falta, Pablo utiliza una cláusula condicional de tercera clase, no presume nada pero es probable que ocurra, es decir existe la probabilidad que un hermano cometa falta y sea sorprendido en el pecado. Se les ordena a los que tienen la característica que los distingue como pneumatikoi. “espirituales” (este término utilizado aquí se presenta una sola vez en todo el Nuevo Testamento) a que lo katarti,zete to.n toiou/ton evn pneu,mati prau<thtoj( “restáurenlo con espíritu de humildad”; el verbo “restaurar” denota también la idea de remendar algo, arreglar. De manera que es una exhortación intensiva la que da Pablo. No se trata de aconsejar por un breve espacio de tiempo, ni de levantar en una sola acción, da la idea que lo que está totalmente descompuesto debe volver a ser de nuevo como era antes
con la ayuda de los hermanos dirigidos por el Espíritu. Es impactante la actitud que se debe tener “con un espíritu de humildad”, “apacibilidad”, “dulzura”. Aquí no se observa ningún orgullo por estar ayudando al que cayó, no se observa prepotencia o altivez por estar bien y ayudar al pobre que está en una condición desastrosa, por el contrario es totalmente opuesta la actitud que se debe tener. Y es que Pablo no solo da el mandato sino a la vez presenta la argumentación del por qué hay que tener esa actitud. skopw/n seauto.n mh. kai. su. peirasqh/j| “considerándote a ti no sea que también seas puesto a prueba.” • La ley de la siembra y la cosecha (6:8) Aquel que ha sembrado para el Espíritu cosechará del Espíritu vida eterna. Contrario a aquel que ha sembrado según la carne, es decir que ha manifestado las obras carnales, por lo que si lo hace su consecuencia será recoger corrupción. Pero el dejar que el Espíritu se muestre o manifieste en la vida del creyente es de repercusión trascendente. Pablo presenta la figura de nuevo del fruto, y de la siega, el Espíritu da, produce el fruto y el creyente debe regar, debe sembrar actitudes de acuerdo al andar diario, continuo con el Espíritu de manera que como consecuencia coseche la vida eterna. No se refiere a ninguna obra de parte del hombre para alcanzar la salvación sino en una vida continua que manifieste, que refleje el andar con el Espíritu.
Una bendición final (6:18) ~H ca,rij tou/ kuri,ou h`mw/n VIhsou/ Cristou/ meta. tou/ pneu,matoj u`mw/n( avdelfoi,\ avmh,n. En esta declaración final de despedida el apóstol afirma que la gracia ha sido el motivo por el cual el Espíritu ha obrado en los corazones, por eso es que desea que sea esta gracia la que habite con su espíritu, con todo su ser, en el interior de su personalidad. Ya que es allí donde obra el Espíritu, en el interior para ser reflejado en las actitudes externas.
LEAN 2.2 marzo 2011
10
Sopa para el espíritu Instrucciones: Encuentra las palabras que completan las siguientes oraciones en la sopa de letras que se presenta abajo. Las palabras pueden estar en las siguientes posiciones: horizontal, vertical o diagonal 1. El cuerpo es templo del _ _ _ _ _ _ _ _
_ _ _ _ _.
2. Símbolos del Espíritu: _ _ _ _ _ _, _ _ _ _ _ _, _ _ _ _ _ _, _ _ _ _ _, _ _ _ _, _ _ _ _ _, _ _ _ _ _. 3. El fruto del Espíritu es: _ _ _ _, _ _ _ _, _ _ _, _ _ _ _ _ _ _ _ _, _ _ _ _ _ _ _ _ _ _, _ _ _ _ _ _, _ _, _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _, _ _ _ _ _ _ _ _ _. 4. Nombre dado por Jesús al Espíritu: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _. 5. La venida del Espíritu fue en: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _. 6. El Espíritu unifica a la _ _ _ _ _ _ _. 7. El Espíritu de Dios _ _ _ _ _ _ _ _ a los hombres. 8. El Espíritu santo es _ _ _ _. 9. El Espíritu Santo es _ _ _ _ _ _ _. 10. El Espíritu convencerá de _ _ _ _ _ _, _ _ _ _ _ _ _ _ y _ _ _ _ _ _.
Espíritu Santo Aceite, paloma, viento, fuego, agua, sello, arras. Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Consolador Pentecostés Iglesia Capacita Dios Persona Pecado, justicia y juicio.
Respuestas:
1. 2.
3.
4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.
LEAN 2.2 marzo 2011
11
Espíritu Santo, misión y realidad eclesial Antonio Díaz
C
uando el Señor Jesús dejó de estár entre nosotros de manera corporal dijo que enviaría en su lugar al Espíritu Santo, así lo anuncia el Evangelio de Juan. La misión que tendría el Espíritu sería múltiple en el creyente y en el mundo. En su obra con el creyente le enseña, al inconverso le convence de pecado (Juan 14.26; 16. 8-11). El tema que nos ocupará ahora será la misión de la iglesia y el Espíritu Santo. Hablar del Espíritu Santo es hablar de alguien poco conocido, el Espíritu Santo ha sido el gran ausente de nuestras iglesias durante mucho tiempo. Incluso se le asocia al pentecostalismo, a un desorden en el interior de la iglesia y la vida personal (descontrol, caídas, gritos, lenguas irreconocibles), también se le relaciona a algo superficial y emocional. Pensando en las estrategias y la parafernalia que se monta para la predicación del evangelio, podemos notar mucho esfuerzo humano. Hablar del Espíritu Santo de un modo cercano no es común en las iglesias (mayormente conservadoras) solo se le nombra ocasionalmente y si se hace un énfasis marcado en su persona, tiene una connotación como la anteriormente señalada. Tener una “experiencia” con el Espíritu Santo, en términos generales no es bien visto, es camino sin retorno, ya que siempre se buscará repetir dichas experiencias. Mayormente si incluyeron sentimientos como llanto o alegría y sentimientos de paz. En este punto pienso que la experiencia que debiéramos buscar siempre es ser controlados por el Espíritu Santo. Ser salvos de la condena del pecado requirió
una experiencia poderosa con el Espíritu Santo. Entrando un poco en el contexto latinoamericano y a nivel mundial, la violencia social va en aumento, la muerte es pan de cada día.1 La frustración, la tristeza, enfermedades, los innumerables problemas que presenta una economía debilitada, dificultades de todo orden al interior de la iglesia, problemas familiares y tantos otros pesares que pueden ser señalados. ¿Cuántos de nosotros cargamos con una redoma (Salmos 56) de lágrimas y dolor buscando consuelo oportuno? Con todo este panorama que nos rodea tenemos una misión que cumplir, misión que se percibe sombría si se actúa con fuerzas propias. La misión de dar a conocer a Jesús como el Salvador del mundo se hace de la mano del Espíritu Santo. En este punto quedan cuestionadas las “técnicas” de concepción humana. Las técnicas de la evangelización son buenas, pero ni las más perfeccionadas podrán suplir la acción discreta del Espíritu. Preparaciones refinadas, dialécticas convincentes, esquemas elaborados sobre la sociología y la psicología se revelan vacíos y sin fuerzas cuando no actúa el Espíritu.2 Hasta cierto punto esto deja al predicador y portador del mensaje con una cuota menos de responsabilidad, aunque esto no significa que Dios utilizará a creyentes comprometidos con la misión. Hablamos lo que el Espíritu nos dicta 1 h t t p : / / w w w. e l h e r a l d o . h n / M u n d o / Ediciones/2010/12/31/Noticias/Pavorosasestadisticas-de-muerte-en-Latinoamerica. 2 Pablo María Pagano Fernández, Espíritu Santo epíclesis iglesia aportes a la eclesiología eucarística (Salamanca: Ediciones Secretariado Trinitario, 1997): 69.
LEAN 2.2 marzo 2011
12
que hablemos, somos instrumentos.3 La responsabilidad del creyente es estar en una buena relación con Dios (controlado por el Espíritu Santo) para ser efectivo, no sabemos en qué momento tendremos una cita divina. Siempre se ha criticado la evaluación numérica de las iglesias, pero según el modelo de la iglesia en Hechos, una iglesia sana tiende al crecimiento. Una evaluación liviana del estado espiritual de las iglesias demuestra mucha falta de compromiso por parte de la comunidad en la predicación del evangelio. Esa falta de compromiso tiene como consecuencia un trabajo evangelistico mediocre, es la razón por la que siempre vemos las mismas caras en la iglesia. En este punto el Espíritu hace una obra que no imaginamos, se mueve por donde no vemos, Yves Congar aporta lo siguiente: Igualmente el Espíritu empuja la causa del evangelio hacia a delante. Suscita las grandes iniciativas innovadoras, misiones, órdenes religiosas nuevas, grandes obras del pensamiento. Inspira las reformas necesarias y sabe preservarlas de simples arreglos externos para hacer prevalecer en ellas una remodelación más acorde con el espíritu de Jesús.4 Congar también menciona la vida piadosa, una vida de santidad, la cual es irradiada por el Espíritu Santo. Estas vidas hacen cambios e irradian santidad.5 Esto es algo que se ha perdido mucho entre los cristianos, ya no impactamos al mundo, más bien hastiamos al mundo. La comunidad de Hechos 2 llamaba profundamente la atención de las personas, la conducta de los cristianos invitaba a conocer qué ocurría, cuál era cambio que se había producido en ellos. 3 Hendrikus Berkhof, La doctrina del Espíritu Santo, trad, José Miguéz Bonino (Buenos Aires: Editorial la Aurora, 1969): 39. 4 Yves Congar, El Espíritu Santo (Barcelona: Editorial Herder, 1991): 265. 5 Ibíd.
El texto dice: …Y Dios añadía a los que serían salvos. Los añadía a la comunidad “transformadora”. Cada uno de nosotros en su comunidad de base puede evaluar la misión de la iglesia, lo que se hace bien y lo que se hace mal, aunque esto pudiera ser subjetivo. El punto es que la presencia del Espíritu Santo ha sido reemplazada por un factor intrínsecamente humano. Es casi como realizar cualquier trabajo, el que con disciplina y esfuerzo pude dar frutos, no es así con el mensaje de Salvación. Este mensaje también es Cristo-céntrico y es a través de la iglesia en su conjunto que ve frutos. Así lo expresa muy bien Ramón Prat i Pons: La roca sobre la que edificamos la misión es Jesucristo. La iglesia es un acontecimiento vivo que realiza una doble dimensión: 1) Recibir de Jesucristo el Don del Espíritu que nos conduce al Padre. 2) Transmitir el don recibido con la fuerza del Espíritu.6 Es imposible no ver la presencia de la trinidad en la misión de la iglesia, el Padre es parte fundamental, el hijo lo reconoce (Juan 15.26) este es un pasaje muy intimo y clarificador de la presencia de la trinidad en la misión de la iglesia. En este pasaje el Espíritu es llamado Consolador, el que estará junto a nosotros. Otro elemento que afecta la misión de la iglesia es el aislamiento o independencia de las iglesias. Cada quien hace lo que mejor le parece, dejando de lado y olvidando el deseo de unidad que el Señor Jesús expreso en Juan 17. Un dialogo ecuménico será sano en la predicación del evangelio (queda descartado el dialogo interreligioso, puesto que las sectas no reconocen a Jesús como el Hijo de Dios) por la magnitud de la misión.7 Ramón Prat i Pons, La misión de la iglesia en el mundo, ser cristiano hoy (Salamanca: Ediciones Secretariado Trinitario, 2004): 26-27. 7 Jorge Alejandro Scampini, “La 6
Sin pretender profundizar en el tema del ecumenismo, se debe decir que tradicionalmente ha sido mal visto por las denominaciones históricamente conservadoras. Esto obedece más a un asunto de prejuicios, tradición y preferencia personal más que al deseo y trasfondo de la oración de Jesús en Juan 17. Para las mentes más escépticas será una gran sorpresa encontrarse con el sacerdote de la iglesia del barrio cuando estemos en la eternidad, porque la salvación no depende de una denominación. Así la gran responsabilidad en la misión es de la mano del Espíritu, comunión con Dios y unidad. Estos y otros fueron los elementos que encontramos en las comunidades posteriores al Señor Jesús, pero también es la forma en nuestros días.
Alguna preguntas para reflexionar Este tema ha derramado mucha tinta y lo seguirá haciendo por mucho tiempo más. Es un tema evidente, es parte del a, b, c que todo cristiano identifica, es un tema sabido, pero que pocos llevan a la práctica en el poder del Espíritu Santo. 1. ¿En qué momento se deja de lado al Espíritu Santo en la predicación y comunicación del evangelio? 2. ¿Qué podemos hacer en el interior de nuestras comunidades para generar el cambio y ver al Espíritu Santo como el que convence de pecado al mundo? 3. ¿Cuál es el futuro que tendrá la misión de la iglesia si se sigue actuando con fuerzas humanas? 4. ¿En que sentido debemos cambiar al conocer que el Espíritu Santo, que vive en nosotros, quiere actuar en el mundo a través de nosotros?
conversión de las iglesias, una necesidad y urgencia de la fe” la experiencia del Groupe des Dombes como desarrollo de un método ecuménico eclesial (1937-1997) (Siusse: Editions Universitaires Fribourg. 2003): 346. LEAN 2.2 marzo 2011
13
Que el Espíritu Santo obra en otras religiones Shel Durán
E
s cierto que el cristianismo se diferencia de otros sistemas religiosos al proclamar confiadamente poseer una relación personal con Dios, esto debido al Espíritu Santo que mora en él como promesa del Hijo de Dios, Jesucristo. Pero también es cierto que el evangélico le ha quitado al mundo, por así decirlo, al Espíritu Santo. Son muchos los evangélicos que constantemente atacan a otras religiones que comparten credos fundamentales –como judíos y católicos, argumentando que no pueden tener al Espíritu;1 la misma actitud se dirige a otras grandes religiones o sectas.2
En otras palabras, el evangélico le ha puesto al Espíritu Santo el símbolo de copy right. Nadie más que él puede hacer uso del Espíritu si no ha pasado un minucioso examen dogmático- teológico, y se hace adepto al evangelicalismo por supuesto. No obstante, la realidad es otra: el Espíritu Santo obra como él desea. Ireneo de Lyon (s. II) veía a Cristo y al Espíritu Santo como los brazos y manos de Dios que obran en la historia, mostrando de este modo su amor por la humanidad. Posteriormente, los teólogos A partir de aquí y a lo largo del artículo se escribirá Espíritu con mayúscula uncial como referencia al Espíritu Santo para facilitar la lectura, y espíritu con minúsculas en referencia al ser humano. 2 Este celo no solamente surge de los evangélicos hacia fuera, lamentablemente se vive dentro de la misma iglesia evangélica. Puesto que ahora no es el objetivo incursionar en este penoso ejemplo las observaciones vistas aquí pueden servir como parámetro en la reflexión pneumatológica evangélica. 1
consideraron la Historia de la humanidad como una obra teatral: el mundo, el escenario; la humanidad y Jesucristo, los personajes siendo el principal Jesús el Hijo de Dios; y el Espíritu Santo como el director (invisible y silencioso) de la obra salvífica. Para comprender la obra del Espíritu en otras religiones debemos partir de la verdad. Por lo general concebimos a las religiones, sectas, o ideologías filosóficas como totalmente opositoras o tergiversadoras de la verdad revelada en la Escritura (Antiguo y Nuevo Testamento), lo cual es lógico hasta cierto punto ya que este no siempre es su objetivo. En otras religiones podemos ver elementos de verdad. Por ejemplo, algunos de los primeros cristianos tenían en alta estima a los grandes filósofos griegos indicando que ellos habían vislumbrado y escrito sobre el Logos pre-encarnado. Así lo expresaba el gran apologista Justino Mártir quien escribió su Primera Apología rebatiendo las acusaciones contra los cristianos: Atribuyó la razón de estas y de las persecuciones a los demonios. Intentó hacer una conciliación entre la filosofía griega y el cristianismo proponiendo el logos spermatikos indicando que la cultura griega pudo percibir algunas verdades pero sólo de manera velada pues la revelación se manifiesta plenamente en la Encarnación del Logos en Jesús. Ahora bien, la Escritura nos indica que el Espíritu Santo es el Espíritu de verdad (Jn. 15:26; 16:13). De ahí la máxima atribuida a San Ambrosio: Omne verum, a quocumque dicitur, Spiritu Santo est: “Toda verdad, venga de donde viniere, es del Espíritu Santo.” No podemos indicar que aquella verdad en otras religiones proceda del diablo o como algo intrínseco al ser
LEAN 2.2 marzo 2011
14
el Espíritu.” No obstante, sería incorrecto deducir que “donde no está la Iglesia no está el Espíritu.” Es decir, no significa que el Espíritu Santo no obre en el mundo. Juan 15:27; 16:7-11 resume la obra del Espíritu en el mundo: dar testimonio de Cristo, convencer al mundo acerca del pecado, justicia y juicio. No puede haber excusa ni justificación a la negativa de aceptar a Cristo. Esto indica que el ser humano mientras más rechace la luz/verdad mayor será la densidad y profundidad de tinieblas/ mentira en la que se encuentre. Justino Mártir. Judío con educación griega, estudió en distintas escuelas filosóficas: estoica, aristotélica, pitagórica y platónica. Su búsqueda concluyó en el cristianismo. Viajó de Samaria a Roma, ahí fundó una escuela de filosofía cristiana. Murió martirizado en el 165 d.C. humano (aunque sin duda debemos reconocer el concepto de imago Dei). Por tanto, la verdad que surja en toda otra religión le pertenece a y procede del Espíritu Santo. Pero el Espíritu Santo no habla de lo suyo sino que dirige su obra hacia Jesucristo. Entonces, la pregunta lógica que surge es por qué si el Espíritu Santo obra y se manifiesta continuamente en otras religiones éstas no reconocen a Jesucristo como el único camino, la verdad, y la vida, Hijo de Dios, único mediador entre Dios y los hombres. La respuesta es porque “no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce” (Jn.14:17). Jesús expresó esto al pedirle al Padre enviar a su Parakleto3 a sus discípulos quienes sí lo habían seguido, y por ende creído en él, a diferencia del ‘mundo’. En otras palabras no se puede recibir al Espíritu si no se recibe a Jesucristo (cf. Gálatas 4:1-7). De modo que se cumple la premisa: “Donde está la Iglesia ahí está O también, Consolador: otro nombre del Espíritu Santo que enfatiza su misión de acompañante íntimo para el ser humano. 3
Eso me recuerda un relato:4 Se cuenta que en una ocasión el diablo y su amigo iban caminando cuando vieron a un ser humano que rascaba la tierra desesperadamente tratando de desenterrar un pedacito de verdad. “¿No te preocupa que pueda sacar el pedazo de verdad?” –Le preguntó al diablo su amigo claramente sorprendido por la tranquilidad que aquél manifestaba. “En lo absoluto.” –Respondió el diablo con serenidad, y agregó: “Siempre que encuentran un pedazo de verdad hacen toda una religión de él.” Esto nos invita a meditar en: 1) no solo en la manera en que han surgido religiones o sectas, pues todas ellas tienen un poco de verdad, sino también en qué cuestiones dentro de la Iglesia hemos colocado como fundamento quitándole su lugar a Cristo. Pudiera ser que aquello por lo cual dictamos sentencia contra otras religiones sea lo mismo que practicamos dentro del evangelicalismo… 2) Aquella verdad en otras religiones debe verse como la obra del Espíritu Santo buscando guiar al ser humano a Cristo. Por lo tanto, 3) debemos aprovechar aquellos elementos de verdad creando puentes para la comunicación plena del Evangelio.
Paráfrasis del autor, tomado de Antony De Mello, S.J. El canto del pájaro (Santander: Editorial Sal Terrae, 1982). 4
LEAN 2.2 marzo 2011
15
Veni, Sacte Spiritus (Secuencia, Siglo XIII)
Ven Espíritu divino, Manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; Don, en tus dones espléndido; Luz que penetra las almas; Fuente del mayor consuelo. Ven dulce huésped del alma, Descenso de nuestro esfuerzo, Tregua en el duro trabajo, Brisa en las horas de fuego, Gozo que enjuga las lágrimas Y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, Divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre Si tú le faltas por dentro; Mira el poder del pecado Cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, Sana el corazón enfermo, Lava las manchas, infunde Calor de vida en el hielo, Doma el espíritu indómito Guía al que tuerce sendero. Reparte tus siete dones Según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia Dale al esfuerzo su mérito; Salva al que busca salvarse Y danos tu gozo eterno.
LEAN 2.2 marzo 2011
16
«Como una paloma» L
os cuadros que representan el bautismo de Jesús nos tienen acostumbrados al dibujo de un ave blanca que baja del cielo en el mismo instante en que Jesús sube del agua en que acaba de sumergirle el bautista. El texto de Marcos nos invita a tomar ciertas distancias respecto a esta representación. En primer lugar, dice que «Jesús vio... al Espíritu bajar como una paloma hasta él», pero no que todos los asistentes fueran testigos de semejante manifestación. El texto dice además «como una paloma», utilizando una fórmula comparativa frecuente en los textos apocalípticos, cuando el autor se esfuerza en describir lo que es propiamente indescriptible, la comparación con un ave no pasa de ser una semejanza. Pero ¿por qué una paloma? Hace mucho tiempo que los cristianos se han planteado esta cuestión sin llegar a darle una respuesta unánime. He aquí siete de las hipótesis mas habituales, su mismo número ilustra el hecho de que ninguna es plenamente satisfactoria y que quizás haya que aguardar el descubrimiento de una octava (!) que consiga la adhesión de todos. 1. El evangelio puede aludir al Espíritu que planea sobre las aguas al comienzo de la creación del mundo (Gn 1, 2). Un texto rabínico indica que, en aquel tiempo, «el Espíritu de Dios planeaba sobre la superficie de las aguas como una paloma que vuela sobre sus polluelos sin tocarlos» (Talmud de Babilonia, Hagiga,15 a). 2. También puede establecerse una relación con la paloma del diluvio (Gn 8, 8-12), que señala el final del castigo divino y el comienzo de una nueva era. 3. «Paloma» se dice en hebreo ionâh, que es precisamente el nombre del profeta Jonás, mensajero de la conversión y del perdón de los paganos. ¿Será entonces la paloma una representación simbólica de la misión de Jesús? 4. Un texto judío alejandrino presenta por otra parte a la tórtola como un símbolo de investidura profética. Dios le dijo a Abrahan «Compararé con la tórtola a los profetas que nazcan de ti» (Pseudo-Filón, Libro de las antigüedades bíblicas, 23, 7). 5. La traducción aramea del Cantar de los cantares establece una relación análoga con el Espíritu Santo, al comparar la voz de la tórtola con «la voz del Espíritu Santo de salvación» (Targum del Cántico, 2, 12). 6. Según la literatura rabínica, desde que dejó de haber profetas en Israel, Dios puede revelarse directamente haciendo oír una bath qol (= hija de voz) desde los cielos, una voz que gime «como una paloma» (Talmud de Babilonia, Berakhôt, 3 a). En efecto, una voz se hace oír (v 13). 7. Finalmente, también dentro del rabinismo, la paloma puede ser figura de la asamblea de Israel. «Lo mismo que la paloma es protegida por sus alas, así Israel está protegido por los mandamientos» (Talmud de Babilonia, Shabbat, 49 a). Michel Quesnel, El Espíritu Santo en la Biblia. CB 52 (Estella: Editorial Verbo Divino, 1986), 27. LEAN 2.2 marzo 2011
17
Recomendaciones Yves Congar, El Espíritu Santo (Barcelona: Herder, 1991). El padre Yves Congar es uno de los máximos exponentes en teología del siglo XX, no sólo por su erudición sino también por su pasión por Dios manifestada en su vida y en sus escritos. Esa pasión le valió ser disciplinado por la jerarquía eclesiástica, no obstante la misma pasión le llevó a amar incondicionalmente la Iglesia de Cristo. En esta obra escribe sobre el Espíritu Santo demostrando su profunda comprensión y relación con él. El Espíritu Santo de Yves Congar es un libro requerido para la pnuematología.
Yves Congar, Sobre el Espíritu Santo. Espíritu del hombre, Espíritu de Dios (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 2003). Este escrito puede verse como una síntesis de El Espíritu Santo. Además, la edición realizó como prólogo una reseña de la vida del padre Congar que ubica al lector en medio de las situaciones que forjaron su pensamiento y persona. Su lectura alienta a profundizar en el estudio pneumatológico y sobre todo a vivir de el Espíritu.
Gordon Fee, Pablo, el Espíritu y el pueblo de Dios (Miami, Florida: Editorial Vida, 2007). Gordon Fee, reconocido autor, sobre todo en su aporte a la exégesis neotestamentaria, en este libro expresa que la teología de Pablo es continua: coherente (a partir de las cartas de Pablo se puede obtener un núcleo que sea utilizado como una forma de teología “sistemática” paulina) y contingente (la específica situación en la que escribe el apóstol la hace propia de su entorno), basada en la voluntad de Dios, hecha evidente históricamente “en Cristo”, su muerte y resurrección, sostenida por el Espíritu Santo de la promesa hecha en el Antiguo Pacto cuya obra se manifiesta en el Nuevo Pacto con el creyente. El hecho de que Dios esté con nosotros por medio de su Espíritu Santo es la garantía de la vida abundante y sobrenatural que tenemos, y “establece a los creyentes como el pueblo de Dios que vive el futuro en el presente mientras espera la consumación”. Así, el Espíritu Santo es la prueba de que las promesas de Dios se han cumplido y se van cumpliendo, siendo evidencia y garantía del futuro. Entonces el Espíritu nos indica el ya del reino presente y su todavía no que será consumado en un futuro, pero este no es un futuro distante sino uno inminente, del cual el creyente debe estar conciente y por el cual debe estar presto a vivir sujeto al Espíritu.
Wayne A. Grudem, ed. ¿Son vigentes los dones milagrosos? Cuatro puntos de vista (Barcelona: Editorial CLIE, 2004). El libro presenta cuatro puntos de vista más representativos respecto a los dones milagrosos. La postura cesacionista estudiada por Richard B. Gaffin, Jr.; la abierta pero cautelosa por Robert L. Saucy; de la tercera ola por Samuel Storms; y la pentecostal/ carismática por Douglas Oss. De manera objetiva se busca exponer las posturas dejando al lector con las herramientas para una toma de decisión responsable.
LEAN 2.2 marzo 2011
18
Eduard Schweizer, El Espíritu Santo (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1984). Siendo Sígueme una editorial católica ampliamente reconocida por su esfuerzo de publicar trabajos bíblicos y teológicos con altos estándares, es un placer leer encontrar entre sus obras este libro escrito por Eduard Schweizer. El autor suizo fue discípulo de Karl Barth, Rudolf Bultmann, y Emmil Brunner; con esto es suficiente para darnos una vislumbre de su herencia académica protestante. A partir de 1949 ejerció como profesor en Nuevo Testamento y exégesis en la Universidad de Zürich. Será un gozo y un placer leer su obra sobre el Espíritu.
Charles R. Swindoll, Más cerca de la llama (Miami, Florida: Editorial Vida, 1994) Libro interesante en el que el autor aborda a la persona del Espíritu Santo de una manera diferente. Explica desde la Biblia su obra y su relación con el hombre. Narra anécdotas y escribe pensamientos que permiten reflexionar sobre el actuar del Espíritu. Es un libro muy equilibrado, no ignora la obra del Espíritu, ni tampoco la exalta en demasía, simplemente le da el lugar que le corresponde como persona de la Trinidad, y lo hace de manera sencilla, fácil de leer. En definitiva, es un libro que permite comprender más al Espíritu, recomendable para todo creyente.
Varios autores, El Espíritu Santo en la Biblia. CB 52 (Estella: Editorial Verbo Divino, 1986). Este librito es parte de la colección de Cuadernos Bíblicos de la Editorial Verbo Divino. Como los demás, es un texto breve pero no por ello debe menospreciarse pues los autores que participan en él son ampliamente reconocidos en su quehacer bíblicoteológico (varios de ellos han participado en la edición de Diccionarios bíblicos y otros libros de consulta). En este número realizan un estudio panorámico de los pasajes en la Escritura referentes al Espíritu Santo. Como es común en estos cuadernos, los autores emplean de manera adecuada el método histórico-crítico y literario ofreciendo un trabajo básico para el estudio del Espíritu Santo en la Biblia.
LEAN 2.2 marzo 2011
19
Director
Shealtiel Durán Badillo shel@leanlarevista.com
Editora
Psic. Marlen Espinoza Rangel marlen@leanlarevista.com
Diseñadora gráfica
Licda. Dámaris Ruyán damarisruyan@leanlarevista.com
Escritores
Licda. Karla Morales kabed@leanlarevista.com
Lic. Jose Luis Rueda luisjoser@leanlarevista.com
Antonio Diaz Agradecimiento
Al Dr. David Suazo por la entrevista concedida a “La sala de Shel”, la cual será transmitida a partir del 15 de marzo en nuestro sitio web.
Suscribete en: Visita y exprésate en nuestro blog:
suscripcion@leanlarevista.com
www.leanlarevista.com/blog
LEAN la revista surge como respuesta a ciertas necesidades de Gravedad Zero ©Gravedad Zero es una organización cristiana dedicada al ministerio juvenil en universidades sirviéndoles y proclamando las buenas nuevas.
LEAN 2.2 marzo 2011
20
Libertad en el Espíritu «Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad… No “tenemos” esta libertad, sino que no es otorgada continuamente por Dios.» Karl Barth, Esbozo de dogmática (Santander: Edit. Sal Terrae, 2000): 14
LEAN 2.2 1.10febrero 2.1 marzo diciembre 2011 20112010
21