LEAN 2.9 ¡Solo Cristo! (octubre '11)

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Índice Editorial

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Tomás de Kempis y la Imitación de Cristo

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La Devotio moderna,

Lic. Shel Durán Juan Huss

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Francisco de Vitoria

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Gritos de Reforma

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1er. Foro interdisciplinar: ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?

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Lic. David Campos

Licda. Karla Morales Íñigo García

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Editorial E

n este mes celebramos la Reforma protestante. Al pensar en la Reforma nos vienen a la mente los nombres de Martín Lutero y Juan Calvino, pero hubo muchos cristianos más que impactaron su sociedad con su amor y servicio a Cristo. Por lo que en esta publicación presentamos una breve reseña de algunos de ellos buscando recuperar para el cristianismo sus aportes. -Shealtiel Durán Badillo.

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La Devotio moderna, Tomás de Kempis y la Imitación de Cristo Lic. Shel Durán

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a Reforma protestante no se dio de manera aislada. Previamente hubo movimientos de grupos inconformes con la manera en que la Iglesia se conducía y se relacionaba con su entorno, por lo que buscaban un nuevo cause para el cristianismo. Uno de ellos fue la Devotio moderna, de la cual Tomás de Kempis es su representante más destacado, por no decir menos. De manera que a continuación se presentará una breve reseña sobre la Devotio moderna, Tomás de Kempis y la Imitación de Cristo, concluyendo con algunas reflexiones para el cristiano de hoy.

Ambiente religioso Antes de exponer el tema es necesario indicar el ambiente religioso en medio del cual surge la Devotio moderna. Pues bien, a partir del siglo XI se desarrolló en la Iglesia el escolasticismo, este término “se refiere a métodos por los cuales las doctrinas de la verdad revelada se explican y sistematizan por medio de la ayuda de conceptos filosóficos… el desarrollo general del escolasticismo estaba en reconciliar más bien que oponer la fe a la razón.”1 Sus mayores representantes son San Anselmo de Canterbury (10331109),2 Pedro Lombardo (1095-1160),3 Pedro Abelardo (1079-1142), y Santo Tomás de Aquino (1224-1274).4 Su impacto sentó las bases para el quehacer teológico de entonces y aún de ahora. El escolasticismo puede explicarse muy bien con la declaración de San Anselmo: Te confieso, Señor, y te doy las gracias porque creaste en mí tu imagen, para que me acuerde de Ti, te piense, te ame. Pero de tal modo

está borrada por el contacto de los vicios, de tal modo oscurecida por el humo de los pecados, que no puede hacer aquello para lo cual fue hecha, si Tú no lo renuevas y reformas. No intento, Señor, llegar a tu altura, porque de ningún modo puedo comparar con ella mi entendimiento, pero deseo entender de alguna manera tu verdad que cree y ama mi corazón. Y no busco entender para creer, sino que creo para entender. Y También creo esto: que si no creyera, no entendería.5 Como reacción al escolasticismo, en el que algunos ensalzaban la fe y otros la razón, surgió la mística. Se le da el nombre de misticismo por “la importancia que da a la experiencia, en la activación de las fuerzas afectivas y en la formación del dominio propio.”6 San Buenaventura (1221-1274), como exponente principal, no desprecia la razón, pero busca mejor la unión con Cristo. Acerca de la teología, declaraba que “podría prescindir perfectamente de ella y meditar únicamente en Cristo leyendo las Escrituras.”7 Es en este entorno de jaloneos entre escolasticismo y misticismo que aparece la Devotio moderna.

La Devotio moderna La piedad moderna buscaba responder a la “frialdad” del escolasticismo –que era visto por algunos como una mera actividad intelectual-, así como al hermetismo de la mística. La Devotio moderna nace en Deventer, al centro de la actual Holanda.8 Fue impulsada por Gerardo Groote (13401384) y se desarrolló en las comunidades de los hermanos de la vida común.9 Estas comunidades se sostenían copiando y encuadernando libros. Se transcribían, además de la Escritura, los Padres y los autores clásicos.10 Tenían como LEAN 2.9 octubre 2011

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cada uno se retiraba a su celda para rezar nona. El tiempo hasta vísperas se dedicaba también al trabajo. Después de vísperas se tenía una meditación. El trabajo que seguía hasta completas, era interrumpido por la cena común, que era la segunda comida del día. El día acababa a las 8 con el examen de conciencia, en que se escribían las faltas del día. Hacia las 9 venía el descanso, a no ser que, siguiendo el ejemplo de los padres del yermo, se tuvieran durante la noche coloquios espirituales.”13

objetivo la propia perfección, aunque “la aspiración al sacerdocio se tenía en los primeros tiempos como contraria a la humildad”,11 sí era permitida y apoyaban a quienes tuvieran la vocación. Los hermanos de la vida común “no eran una orden religiosa –el concilio de Letrán de 1215 había prohibido fundarlas– pero vivían casi conventualmente; no tenían votos y, sin embargo, guardaban los consejos evangélicos.”12 Los hermanos de la vida común tenían un horario riguroso, ya que era propio del cristiano permanecer ocupado y no darle lugar a la pereza, su vida diaria podría resumirse así: “Hacia las 3 comenzaba el día con piadosa meditación. Seguían maitines y lectura de la Biblia. Como medio contra la somnolencia se recomendaba tomar notas. Hacia las 5 cada uno marchaba al trabajo, hasta que las campanas de la parroquia tocaban misa. De camino, los hermanos rezaban los salmos de tercia, y, de retorno, los de sexta. Durante la misa había que meditar la vida y pasión de Cristo. Llegados a casa, reanudaban el trabajo. A las 10 se tomaba la comida común con lectura de mesa. Seguidamente

Una de las ocupaciones principales de la congregación “fue el cuidado de la juventud (practicando y propagando un noble humanismo)”;14 algunos tratados al respecto son Tractatus de iuvenibus trahendis ad Chritum y De innocentia servanda de Dirc van Herxen.15 Hicieron uso de la lengua materna como el mayor vehículo para la educación, sus escuelas enviaron a los hombres que son los padres de la literatura moderna del noroeste de Alemania.16 Como educadores, se dice que “tomaron del humanismo italiano sus métodos de enseñanza y sus manuales de gramática, pero le infundieron su sentido estético y su sensibilidad.”17 También establecieron, conforme se iban expandiendo, escuelas y hospitales.18 En la comunidad “quedaban suprimidas las penitencias, las preces litúrgicas y ceremonias, las complicaciones de los rituales y del canto habituales en las órdenes religiosas tradicionales. Se rechazaba la teología técnica, así como las prelaciones y privilegios.”19 Pero hubo también quien se opuso a los hermanos de la vida común, las razones eran: 1) Por su trabajo manual que era visto como competencia de los mendicantes. 2) Por su “traducción de la Sagrada Escritura a la lengua vulgar y la utilización de tales ediciones en las casas de hermanos y hermanas.”20 Y 3) Por no estar unidos a alguna orden religiosa pues muchos de ellos eran laicos, es

decir, cristianos que no tenían ningún tipo de formación teológica, gente sencilla, del pueblo, que por convicción personal no deseaban incorporarse formalmente al clero, ante esto respondían: “No somos monjes, sino que nuestro empeño y voluntad es vivir piadosamente en el mundo”.21 En suma, tenían como premisa que “la imitación de la humanidad de Cristo abre la puerta a su divinidad”.22 Entre los discípulos más destacados de los hermanos de la vida común, a parte de Tomás de Kempis, se enlistan Nicolás de Cusa, Erasmo, Lutero, y Copérnico.23

Tomás de Kempis

Nació en Kempen, cerca de Düsseldorf, en 1379 o 1380,24 una ciudad al noroeste de Colonia.25 “Su apellido paterno era Hemerken o Hämmerlein, Pequeño Martillo.”26 Antes de cumplir veinte años Florecio Radewin lo aceptó en su comunidad de copistas.27 Ingresó al monasterio agustino del monte Santa Inés, cerca de Zwolle, donde su hermano era prior.28 Allí fue ordenado como sacerdote en 1413 y hecho sub-prior en 1429.29 “Era un calígrafo de renombre, y fue autor de tratados, sermones, biografías de Gerardo Groote, de Florencio Radewin y de otros de su grupo, …Sus tratados versaron sobre la oración, la LEAN 2.9 octubre 2011

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contemplación, la meditación de Cristo y la virgen María, la mística comunión con Cristo y los problemas éticos de los miembros de la comunidad monástica.”30 Copió la Biblia cuatro veces y sus obras están empapadas de citas del Nuevo Testamento.31 En una antigua pintura, que lo representa, se lee: “En todas las cosas yo he buscado la tranquilidad, y no la he encontrado sino tan sólo en el retiro y en los libros.”32 Alguno ha descrito a Kempis como “un piadoso que sufre y se siente desvalido en el mundo,… inepto para negocios prácticos y para quien la actividad en el mundo no fue nunca tentación seria.”33 Tomás Hemerken murió el 25 de julio de 1471 a los 91 años,34 en Zwolle, Holanda.35 A su memoria se dedicó un monumento en la presencia del arzobispo de Utrecht en la Iglesia de San Miguel, Zwolle, el 11 de noviembre de 1897.36

ediciones.”38 Se tradujo al alemán en 1434, al francés en 1447, al italiano en 1488, al inglés en 1502, al español en 1536, al árabe en 1663, y al armenio en 1674.39 John Wesley lo tradujo al inglés y fue parcialmente instrumental en la conversión de John Newton.40 La obra es anónima, pero se le atribuye generalmente a Tomás de Kempis, quien “se designa a sí mismo sólo como copista, y por cierto con las mismas palabras con que cierra también un ms. de la Biblia acabado por él.”41 Aunque en 1464, John Busch, siete años antes de la muerte de Kempis, explícitamente declara que Kempis escribió la Imitación. A este testimonio se suman Gaspar de Pforzheim, traductor de la obra al alemán, también Hermann Rheyd, quien conoció a Tomás en 1454, y John Wessel, así como trece manuscritos datados antes de 1500 le atribuyen la Imitación a Kempis.42 La Imitación de Cristo “es más bien un diario espiritual o, mejor, una colección de sentencias sólidas de la vida espiritual, un llamado rapiarium.”43 Se ha dicho que Ignacio de Loyola “tomó en sus manos la Imitación de Cristo y, desde entonces, ningún libro de devoción hubo de serle más caro que ese.”44 El Dr. Charles Hodge, teólogo presbiteriano, dijo que la Imitación “se ha difundido… como incienso entre los pasillos y alcobas de la Iglesia universal.”45

La Imitatio Christi El libro, Imitación de Cristo, fue escrito en latín.37 Está formado por cuatro tratados que eran “quizá originariamente independientes” y después de la Biblia es el libro más difundido de la literatura universal: “ha sido traducido a 95 lenguas y ha tenido más de 3000

¿Una Devotio postmoderna? Evidentemente el ambiente religioso ha cambiado drásticamente. Durante la Edad Media la teología

cristiana imperaba sobre todas las ciencias, y la concepción de Dios estaba presente en la vida diaria, la Escritura era la guía de toda la sociedad, a pesar de las malas interpretaciones y prácticas incorrectas. Actualmente, en el postmodernismo, la teología cristiana en general se encuentra en pugna con la ciencia, Dios ha sido convertido en una palabra casi vacía para la sociedad, mientras que la Escritura es vista como un texto sagrado entre muchos. Pero el postmodernismo también presenta la sensibilidad espiritual del ser humano, una concientización de lo trascendental. Hoy después de jaloneos entre denominaciones, las nuevas generaciones son antidenominacionales o adenominacionales. Hay sentimientos encontrados hacia misioneros que han querido colonizar más que evangelizar. La religiosidad es comprendida como sinónimo de intolerancia. Como se explicó arriba, la Devotio moderna es una reacción a los jaloneos entre escolástica y mística, no se integró a las órdenes establecidas, promovió el trabajo dedicado y la educación. Su énfasis en la vida de Cristo y la comunión, nos ofrece un modelo viable de ser-iglesia: Se necesitan creyentes que sean capaces de impactar la sociedad tal como lo hicieron los hermanos de la vida común, que su conocimiento de Cristo y su amor por él les lleve a vivir en armonía, a dejar la religiosidad a un lado, a superarse académicamente y a hacer aportes a la ciencia, y dar muestra de lo que es ser-cristiano en un mundo que necesita parámetros sólidos en medio de la incertidumbre ética y moral. La sociedad clama por otros Kempis, más imitadores de Cristo. “Quien me sigue no anda en tinieblas” (Joan. 7, 12), dice el Señor. Estas palabras son de Cristo, con las cuales nos amonesta que imitemos su vida y costumbres, si queremos verdaderamente ser alumbrados y libres de toda la ceguedad del corazón. Sea, pues, nuestro estudio pensar en la vida de Jesús. (I, 1)46 LEAN 2.9 octubre 2011

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Martin Anton Schmidt, “Escolasticismo”, Diccionario de teología, ed. Everett F. Harrison (Grand Rapids, Michigan: T.E.L.L., 1985), 204. 2 Justo L. González, Historia del cristianismo (Miami, Florida: Editorial Unilit, 1994), 1: 422-423. 3 Raúl Berzosa Martínez, ¿Qué es teología? Una aproximación a su identidad y su método (Bilbao, España: Editorial Desclée De Brouwer, 1999), 56 y 58. 4 González, Historia del cristianismo, 1: 433-434. 5 San Anselmo, Proslogion (Buenos Aires, Argentina: Aguilar ediciones, 1970), 36. 6 Hubert Jedin, Manual de Historia de la Iglesia Tomo IV. La Iglesia de la Edad Media después de la Reforma gregoriana. Traducido por Daniel Ruiz Bueno (Barcelona: Editorial Herder, 1986), 670. 7 Paul P. Gilbert, Introducción a la teología medieval (Estella, España: Editorial Verbo Divino, 1993), 147. 8 L. J. Rogier, R. Aubert, y D. Knowles, Nueva historia de la Iglesia Tomo II. La Iglesia en la Edad Media. Traducido por T. Muñoz Schiaffino (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1977), 466. 9 Jedin, Manual de Historia de la Iglesia, 673. 10 Philip Schaff, History of the Christian Church Volumen V, Parte II. The Middle Ages. From Boniface VIII, 1294, to the Protestant Reformation, 1517 (Nueva York: Charles Scribner’s Sons, 1910), 280. 11 Jedin, Manual de Historia de la Iglesia, 674. 12 Ibíd., 677. 13 Ibíd., 675. 14 Joseph Lortz, Historia de la Iglesia. En la perspectiva de la historia del pensamiento Tomo I Antigüedad y Edad Media. Traducido por Agustin Andreu Rodrigo (Madrid, España: Ediciones Cristiandad, 1982), 530. 15 Jedin, Manual de Historia de la Iglesia, 686. 16 Schaff, History of the Christian Church, 281. 17 Rogier, Aubert, y Knowles, Nueva historia de la Iglesia, 467. 18 Ibid., 466. 19 Ibid. 20 Jedin, Manual de Historia de la Iglesia, 682. 21 Ibid., 684. 22 Ibid., 685. 23 Lortz, Historia de la Iglesia, 530. 24 Kenneth Scott Latourette, Historia del cristianismo Tomo I. Traducido por Jaime C. Quarles y Lemuel C. Quarles (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1958), 758. 25 Schaff, History of the Christian Church, 288. 26 Ibíd. 1

758.

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Latourette, Historia del cristianismo,

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Ibíd. Schaff, History of the Christian Church,

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288. 758. 288.

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Latourette, Historia del cristianismo,

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Schaff, History of the Christian Church,

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Ibid. Jedin, Manual de Historia de la Iglesia,

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688.

34 Justo L. González, ed. Diccionario ilustrado de intérpretes de la fe. Veinte siglos de pensamiento cristiano (Terrasa, España: Editorial CLIE, 2004), 276. 35 Schaff, History of the Christian Church, 288. 36 Ibíd. 37 Lortz, Historia de la Iglesia, 527. 38 Jedin, Manual de Historia de la Iglesia, 687. 39 Schaff, History of the Christian Church, 285. 40 Ibíd., 280. 41 Jedin, Manual de Historia de la Iglesia, 687. 42 Schaff, History of the Christian Church, 292. 43 Jedin, Manual de Historia de la Iglesia, 688. 44 Ibíd., 691. 45 Schaff, History of the Christian Church, 280-281. 46 Tomás de Kempis, Imitación de Cristo (Buenos Aires, Argentina: Ediciones Desclée De Brouwer, 1946).

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Juan Huss (1370, Hussenitz, Bohemia del Sur † 6 de julio de 1415, Constanza, Alemania) “Vas a asar un ganso, pero dentro de un siglo te encontrarás con un cisne que no podrás asar.”

Lic. David Campos

Vida y obra La historia de Juan Huss empieza cien años antes de la conocida reforma protestante encabezada por Martín Lutero, antes de Huss se puede mencionar a Juan Wyclif, que además de ser un ferviente predicador de la palabra fue considerado hereje por sus ideas diferentes a las ideas populares. La historia se desarrolla en un ambiente político y religioso muy complicado, pues la iglesia católica enfrenta conflictos de opinión teniendo a tres hombres que se denominan a sí mismos como sucesores de Pedro; por otro lado, el estado/iglesia como agente político, causó pobreza y zozobra en la sociedad. Juan Huss fue hijo de gente pobre, quedó sin la figura paterna a corta edad. En realidad, no se tiene la suficiente información respecto a su infancia, quizá por la condición económica de su familia. Sin embargo, algunos historiadores alaban el esfuerzo de la madre debido a que Huss pudo terminar sus estudios y llegar a estudiar en la Universidad de Praga, de la cual fue docente posteriormente. Huss contaba con el respeto de la gente pues sus enseñanzas resultaban

fascinantes, tanto para el campesino como para el emperador. Sus ideas, aun cuando siempre mostró novedad, en un principio no causaron mayor problema. Sin embargo cuando empezó a señalar los pecados de la iglesia tradicional, mostrando la claridad de las Escrituras a la gente, empezó a ser incomodo para algunos. Quizá el carácter de Huss fue lo que le permitió llegar tan lejos sin padecer ante Roma, a diferencia de Wyclif que fue mucho más enérgico en defender sus puntos. Bien es cierto que Juan Huss admiraba la obra de Wyclif como también admiraba los escritos de San Lorenzo y San Agustín de Hipona. Un historiador Bohemio llamado Francisco Plaky describe a Huss desde dos perspectivas; por un lado, menciona la elocuencia y el carácter como cuestiones intachables, un hombre inteligente que sabía exactamente dónde señalar, y que había ganado el respeto de todos, por ser irreprochable. La segunda perspectiva que comenta Plaky es su falta de circunspección, amor a la popularidad y una alta ambición espiritual a la corona del martirio como algo más importante que cualquier corona de hombre.

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Principales puntos de controversia con la Iglesia católica

Sobre los puntos de controversia de Juan Huss, podría decirse que son los mismos del reformador Juan Wyclif: enseñar las Escrituras como única fuente infalible en el lenguaje de la gente, ya que en ese entonces se acostumbraba enseñarlas en latín. Y no le daba tanta importancia a la liturgia. Huss predicó un mensaje diferente y uno de los primeros castigos que enfrentó fue la destitución de su cátedra, muy similar a lo que hoy en día se practica con los sacerdotes que están en desacuerdo con el Vaticano; sin embargo, en esa ocasión la excomulgación no fue únicamente para él sino para el pueblo en general. En toda Praga, se prohibió por decreto la celebración de misas de cualquier tipo en las que Huss estuviera presente. Eso causó conmoción ya que por un lado la gente confiaba en la predicación de su sacerdote pero por el otro tenía muy arraigadas las prácticas católicas: para ellos era importante que sus recién nacidos recibieran la bendición, de lo contrario podían ser víctimas de los demonios, causaba espanto también que alguien muriera sin recibir santa sepultura. Finalmente, Huss decide irse y dejar de predicar en la capilla de Belén, al hacerlo, envió una carta a los cristianos de Praga, en la que expresó palabras de ánimo pero también defendió su punto de vista pues partía de las Sagradas Escrituras.

Escribió: “Sabed queridos míos que si me he separado de vosotros ha sido para seguir el precepto de Nuestro Señor Jesucristo, para no dar a los malos ocasión de incurrir en una condenación eterna y para librar a los buenos de aflicciones… pero yo no os he abandonado por renegar de la verdad divina, por la cual, con la asistencia de Dios deseo morir”. Huss señaló con mucha fuerza la bula que levantó el papa Juan XXIII para hacer guerra al rey Ladislao, esto también provocó el enojo de muchos ya que Huss invitaba a la gente a no hacer caso sobre esta cruzada. Dejaba ver que el perdón que ofrecía el Papa Juan XXIII era una mentira, sobre todo porque era un obsequio que conllevaba la sangre de gente inocente. Los criterios de Huss eran firmes en este tema, él cuestionaba cómo un hombre que fue malvado toda su vida podía salvarse dando dinero y haciendo la guerra en nombre de Juan XXIII y otro que cometió pequeños pecados pero no fue a las cruzadas se ganaba la condenación eterna para él, para los suyos y aún para su tercera generación. Ante eso Huss citando Ezequiel 28 que dice “El hijo no llevará las iniquidades del padre” indicó que lo dicho por el Papa no tenía fundamento. No se puede decir que Huss fue arrestado, ya que de forma personal y sin provocar escándalo, él mismo haciendo uso de un salvoconducto dado por el emperador intentó apelar su noción ante el concilio. Durante su llegada a Constanza fue recibido, al principio, cortésmente por el Papa Juan XXIII, sin embargo al poco tiempo se puso en su contra y también lo acusó de hereje. Entre los aspectos que llaman la atención se puede dejar ver que Huss nunca fue tomado en serio, ni él ni sus escritos, es posible que muchos

pensaran que por ser Checo no era un hombre de teología al lado de italianos, alemanes o franceses. Con más razón sin dar importancia a su argumento fue juzgado de forma muy injusta.

Concilio de Constanza

Se supone que uno de los puntos de mayor relevancia en esté concilio fue erradicar la herejía, además proponía reformas al gobierno y a la vida de la iglesia. Otro aspecto con mayor interés político era la extensión del Cisma de Occidente. Pero en términos generales la meta fue erradicar la herejía. Sobre todo porque dentro de la iglesia habían muchos asuntos sin resolver. El Papa aparentemente era el más interesado en erradicar la supuesta herejía, una de sus labores más importantes fue condenar los escritos de Juan Wyclif y regalar indulgencias a cambio de hombres para la guerra. Al final Juan XXIII también fue quitado del poder Papal creando conflictos y desestabilidad para la iglesia. Muchos seguidores de Huss pensaron que al quitar al Papa, tendría Huss mayor oportunidad de salir librado sin embargo no fue así. En cuanto a Huss, en tiempos del concilio se decreto quemar sus libros. Sus libros más famosos en Bohemia fueron: “Seis errores”, “La abominación de los frailes” y “Miembros del anticristo”. Obviamente la lectura de estos libros provocó mucho enojo, por lo mismo el 24 de junio de 1415 se decidió quemar estos LEAN 2.9 octubre 2011

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y muchos libros más para proteger a la gente del mensaje herético promulgado por Huss.

fueron tiempos de gran problemática dentro de la iglesia. Una de las declaraciones más importantes que se registra de Huss es la siguiente:

Después de diversas oportunidades para cambiar de opinión Huss fue sentenciado en presencia del emperador, quien en un momento dio un salvoconducto pero que en ese momento no podía más que mirar el veredicto sobre aquel a quien consideraba un buen predicador. Pero por el temor de las consecuencias de sus acciones prefirió defender su propio pellejo y decía: “Es el mayor hereje que he conocido; si no adjura merece ser quemado”. Huss fue entregado luego del juicio a las autoridades pero ya no para ser juzgado por la ley civil sino para que fuera el estado quien diera paso a la sentencia de muerte.

Conclusión Luego de la muerte de Huss muchos de los que lo apoyaban en Bohemia continuaron con sus ideas, a tal punto que hubo una cruzada en contra de los “Husitas”; sin embargo, aún cuando las luchas de parte de la iglesia fueron grandes, no pudieron bajo ningún termino exterminar las ideas reformadoras. El legado que dejó Huss fue más grande de lo que se esperaba. Luego al investigar el juicio muchos han concluido que fue injusto. La iglesia oficial jamás se hizo cargo de forma directa alegando que

“No he venido con la intención de defender mi causa privadamente delante del papa, sino para compadecer ante el Concilio General y en presencia de todos responder sobre todos los puntos lo que Dios me inspira en su defensa; sin embargo, no me negaré a presentarme antes delante de los cardenales y si se condujeran mal conmigo, yo confiaré mi alma en manos de nuestro Señor Jesucristo y me consideraré más dichoso muriendo por su gloria que viviendo por negar la verdad tal como la enseñan las Sagradas Escrituras”.

Bibliografia: Samuel Vila. Cristianismo evangélico a través de los siglos. Grand Rapids, Michigan, 1966. Juan C. Varetto. La reforma religiosa del siglo XVI. Tomo II. Buenos Aires: Junta de publicaciones de la convención evangélica bautista, 1938. Justo L. Gonzales, Historia del cristianismo. Tomo I. Miami, Fl.: Unilit, 1994. Thomas Shahan, “Council of Constance” The Catholic Encyclopedia. Vol. 4 New York: Robert Appleton Company, 1908. <http://www.newadvent.org/ cathen/04288a.htm>

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Fray Francisco de Vitoria Licda. Karla Morales

H

ombre poco recordado, poco conocido, con gran ejemplo y gran firmeza, teólogo y filósofo. Nació en Burgos, ciudad al norte de la Península Ibérica, en 1483. A los 22 años ingresó al convento de los dominicos en donde recibió la enseñanza y formación humanista. Debido a su gran capacidad completó sus estudios en París, en donde conoció de los grandes movimientos que se manifestaban en aquel entonces en el ámbito académico: el humanismo, nominalismo y tomismo. Francisco de Vitoria asumió la formación tomista trayendo luego a su propia enseñanza la Summa Teológica.

Llegó a ganar la cátedra principal de la Universidad de Salamanca. En la época de la colonización, junto a Fray Bartolomé de las Casas, llegó a evidenciar que el bien sobre el prójimo, la justicia sobre el oprimido y la lealtad a la obra divina son verdaderos valores del Reino. De Vitoria es conocido como el “Padre del derecho internacional” debido a sus lecciones acerca del derecho que debían tener los indígenas del Nuevo Mundo con respecto a la conquista

que ya se estaba realizando en aquella época. No escribió él mismo sus lecciones, sin embargo éstas fueron conservadas gracias a sus estudiantes, discípulos que anotaron las ideas y pensamientos de su maestro. Las obras en donde se suscriben los planteamientos de Francisco de Vitoria llegaron a convertirse en la Constitución Política del Nuevo Mundo. Como es el caso de muchas constituciones, sus preceptos no se cumplen y se negocian conforme al interés de cada individuo; sin embargo, la intención del dominico tiene como prioridad rescatar a los indígenas maltratados, oprimidos por una oligarquía no sólo económica-social sino también espiritual. Francisco de Vitoria, como pensador logró establecer una relectura de las lecciones impartidas por el Papa y el Emperador sobre un pueblo que no les pertenece pero del que se consideran dueños absolutos. Fue un prolijo jurista que más allá de sus propias glorias buscó el derecho para aquellos sin gloria, sin cuidado y sin honorabilidad, no porque no la poseyeran sino porque les fue arrebatada por un poder inquisitorial basado en su propio juicio. La famosa obra que recopila su derecho por el pobre es conocida como Las Reelecciones del Estado, de los Indios y del Derecho de la guerra. Si bien su intento por reconsiderar la legitimidad de la empresa española en el Nuevo Mundo implicaba un desafío a las propias autoridades de la Península, llega a ser una reconsideración de cómo el evangelio puede o debe llegar a un mundo desconocido. Como bien lo señala el historiador Justo González el punto de partida de la cuestión de la empresa española era si los LEAN 2.9 octubre 2011

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“indios eran o no verdaderos señores de sus posesiones y de sus instituciones antes de la llegada de los españoles.”1 De manera que parte de una relectura ante lo ya institucionalizado por el gobierno peninsular, en donde ya se tenía como absoluto que ellos enviados por Dios mismo son los conquistadores de las nuevas tierras como los judíos de la tierra prometida. Que siendo ellos los “señores legítimos” tenían todo el derecho de posesión y de dominio sobre los habitantes también de esas

tierras. El Fray De Vitoria contrarresta tal declaración al afirmar que el rey de España (su propio rey) no es el señor de todo el mundo y aunque lo fuera, tal título no le daría el derecho a deponer a los señores naturales de los territorios indios. Como el mismo fray lo indica, en aquella época existía todo tipo de discusión teológica, desde la encarnación de Cristo hasta los debates angelicales; sin embargo nadie discutía el derecho de los bárbaros, el derecho de aquellos desprotegidos y devastados por sus “evangelizadores”. Por eso De Vitoria en un acercamiento más propio a las Escrituras y aún debatiendo contra el Papa y los intérpretes de la Ley, confirma que los bárbaros, son siervos, servidores de su propia tierra y dueños de la misma. Justo González, Historia de la Iglesia Tomo II. 1

Que son siervos no por falta de derechos sino porque para ellos antes de la llegada de los peninsulares era mejor servir que mandar. Como siervos ellos son los verdaderos propietarios, dueños de sus tierras y de sus posesiones por lo que es inevitable su derecho sobre el Nuevo Mundo.2 Ni siquiera el rey ni el Papa son los gobernadores sobre toda la orbe. Tampoco pueden los príncipes cristianos, ni siquiera con la autoridad del Papa, reprimir a los bárba­ros por los pecados contra la ley natural, ni castigarlos a causa de ellos. De manera que están para evangelizarlos y anunciarles las buenas nuevas no obstruyéndoles sus derechos. Bajo una tesis de protección a los bárbaros, De Vitoria argumenta que los indígenas ya sea por falta de fe, falta de cristianización o por cualquier otra índole señalada y justificada por la empresa española no pierden sus derechos sino por el contrario les pertenecen sin miedo e ignorancia.

que señaló los errores de sus autoridades, que utilizó sus estudios teológicos, filosóficos, jurídicos consiguiendo los títulos superiores es hoy una muestra de que los abusos pueden detenerse o por lo menos señalarse. Que en medio de la colonización y falsa “evangelización” las verdaderas Buenas Nuevas fueron proclamadas. ¿Qué herencia nos dejó la colonización? La pregunta sólo abre espacio para los debates si es que hoy a alguien le interesan tales controversias. Pero una cosa es segura, los pueblos de Latinoamérica, como muchos otros en el mundo, siguen experimentando un abuso, una falta a sus derechos, una falta a la justicia. Si algo dejó la colonización es la concientización de que tenemos una nueva identidad en Cristo, identidad en que todos somos hechos a la imagen de Dios y por lo tanto iguales ante él y entre nosotros como hermanos. Que no habrá injusticia si realmente existe justicia, no habrá opresión si existe libertad.

Dentro de sus justas argumentaciones De Vitoria logró el apoyo de otros para poder rechazar los abusos que sus compatriotas realizaban, aunque su deber no fue llevado a cabo como él lo planteó y a la larga siempre hubo una justificación y racionalización a favor de los conquistadores. La voz del Fray se escuchó y recorrió el océano. Sus críticas detuvieron en parte conquistas al estilo de la de Perú en donde el abuso contra cada uno de los indígenas fue totalmente desnaturalizado, señaló las injusticias de los conquistadores pero también se malinterpretaron sus acciones. Sus logros y buena voluntad en medio de una sociedad mal intérprete de la Palabra y abusiva para con el prójimo reflejan una actitud de reconsideración y proclamación de la justicia por encima de los propios intereses. El dominico 2 Francisco de Vitoria. Sobre el poder civil. Sobre los indios. Sobre el derecho de guerra, (Madrid: Tecnos, 1998), 60. Título original: De indis prior

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Gritos de “Reforma” Íñigo García

L

con entender mejor la verdad cristiana”.2 El objetivo de todos estos movimientos reformadores era comprender mejor el cristianismo en unos “tiempos de cambios profundos en la sociedad europea”.3

a Reforma es un hecho histórico que causó gran conmoción en el siglo XVI. En una Europa donde la Iglesia Católica Romana dominaba toda la vida de los ciudadanos y tenía mucho peso a nivel política, esta nueva propuesta de acercamiento a Cristo causó mucho impacto en todos los estratos. Es por ello que, celebrando el aniversario de la proclamación de las 95 tesis hechas por Lutero y clavadas en la puerta de la Iglesia de Wittemburg (31 de Octubre de 1517), vamos a reflexionar acerca de la propuesta reformadora y el alcance que tuvo a través de los cinco “gritos”: “sola Escriptura”, “sola Gratia”, “sola Fide”, “solo Christus” y “soli Deo gloria”. Analicemos antes el origen de la Reforma.

La línea de pensamiento de estos reformadores católicos se conoce como escolasticismo. Su primer representante fue Anselmo de Canterbury que aplicó “la razón a las cuestiones de la fe de manera sistemática”.4 En ningún momento trató de “restarle autoridad a la Biblia o a los antiguos cristianos”.5 La culminación de este pensamiento reformista se dio con Tomás de Aquino, cuyo pensamiento teológico está fuertemente arraigado en la razón. Tomás define que “hay verdades que están al alcance de la razón, y otras que la sobrepasan”.6

Los comienzos de una reforma Origen de la Reforma El origen de ésta Reforma no es un hecho puntual histórico; es un movimiento intelectual que surge desde el siglo X con la abadía de Cluny. Era parte de los movimientos monásticos que “tuvieron la ilusión de liberar, salvar y reformar la iglesia como institución, comunidad y misión”.1 Algunos de los movimientos monásticos fueron Cluny, Citeaux, las órdenes mendicantes como los franciscanos, y algunos papas como Hildebrando. Pero los intentos de reforma no sólo se dieron en los monasterios, sino que también “en las escuelas catedralicias y universidades, soñaron Benard Coster, Unidad y diversidad en la historia de la iglesia (Barcelona, España: Publicaciones Andamio, 2009), 110. 1

Además del desarrollo del pensamiento teológico y el deseo de una reforma interna de la iglesia, ocurrieron otros hechos que llevaron a la Reforma protestante, causas latentes e inmediatas. Entre las causas latentes más importantes están la Guerra de los Cien años (que afectó económicamente, socialmente y políticamente), la peste negra (supersticiones), cambios económicos (surge la burguesía y el aspecto comercial), cambios sociales (inmigración, descontento social, la imprenta y la caída de Constantinopla) y abusos de la Iglesia.7 2 Justo L. González, Historia del cristianismo. Tomo I (Miami, EEUU:Editorial Unilit, 1994), 421. 3 Ibid., 421. 4 Ibid., 423. 5 Ibid., 426. 6 Ibid., 435. 7 Carolina de Sandoval, “Historia de la Iglesia II” (notas de clase del Seminario Teológico Centroamericano, Guatemala, 2009), 2-7.

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Como causas inmediatas podemos resaltar los problemas internos de la Iglesia (lucha papal, concilios por el cisma, etc.) y externos a la misma (misticismo). El humanismo también influyó en la Reforma, al ser una corriente intelectual que desplazaba a Dios del centro de la vida, colocando al ser humano en su lugar. La caída de Constantinopla trajo muchos libros y arte del Imperio Romano a Italia, por lo que la cuna de esta revolución humanista fue ahí.8

sus múltiples dudas. Y es en el transcurso de este estudio que escribe sus 95 tesis desatando la gran tormenta.9

La Reforma de Lutero

En aquella época había cuatro doctrinas respecto a las cuales los reformadores pensaban que la Iglesia Católica estaba equivocada, y respondían a cuatro preguntas: “¿Cómo es salvada una persona? ¿Dónde reside la autoridad religiosa? ¿Qué es la iglesia? y ¿Cuál es la esencia de la vida cristiana?”.10 Las respuestas a estas preguntas fueron los “gritos” de la Reforma que a continuación se analizarán.

Lutero es el personaje clave de estos siglos de reformas. No es que él desarrollara todas las ideas, sino que con los antecedentes narrados anteriormente, él fue quien dio el paso más decisivo. Lutero ingresó en el monasterio agustino de Erfurt en contra de la voluntad de su padre por tres motivos: el primero fue una tormenta eléctrica, el segundo fue oponerse a su padre a ser abogado, y el tercer motivo era la cuestión de la salvación y la condenación. A pesar de realizar buenas obras y ser muy piadoso en su estilo de vida él jamás se sintió lo suficientemente perdonado. Tenía un sentimiento muy hondo de su pecaminosidad. Su consejero espiritual le recomendó primeramente estudiar a los místicos, pero éstos nunca dieron respuesta a su problema; la segunda opción fue el estudio de la Palabra, y para ello fue a la universidad de Wittenburg. El descubrimiento de la Epístola a los Romanos fue lo que le dio respuesta a 8

Ibid., 8-14.

ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable”.11

Sola Gratia

Sola Scriptura “Sólo la Escritura” afirma que la Biblia es la única autoridad en lo relativo a la fe. En aquella época estaba la tradición y la Biblia al mismo nivel, incluso lo dicho por el Papa tenía más autoridad que la propia Biblia. Era un grito a volver a la Biblia como la única regla de fe. Cuando quisieron obligar a Lutero a retractarse de lo escrito él dijo: “Que se me convenza mediante testimonios de la Escritura y claros argumentos de la razón - porque no le creo ni al Papa ni a los concilios, ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a sí mismos - por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la Palabra de Dios. Por eso no puedo 9 Justo L. González, Historia del cristianismo. Tomo II (Miami, EEUU:Editorial Unilit, 1994), 33-44. 10 s.a., “Got questions?org” (http:// www.gotquestions.org/espanol/ReformaProtestante.html, consultado el 12 de septiembre de 2011).

“Sólo la Gracia” para la salvación. No hay obras ni bulas que puedan llevar al cielo, sino la gracia de Dios a través de la muerte de su Hijo en la cruz. Esta gracia es afirmada a través del Espíritu Santo. En aquella época llena de ventas de indulgencias para la construcción de la basílica de San Pedro en Roma, este grito de reforma fue chocante y buscado por la sociedad. Se deberá recordar que el testimonio de la Iglesia Católica Romana era muy mal visto, y ya comenzaba la época del humanismo (el hombre por el hombre), donde las personas comenzaban a desligarse de las cadenas de la religión. “Sólo gracia” les liberaba de la atadura de la Iglesia Romana porque ésta dejaba de ser la llave para el cielo. Ya no había intermediarios entre Dios y los hombres para ser salvos, y el propio hombre no podía por sí mismo llegar a Dios.

Sola fide “Sólo la fe” para ser salvos. Tiene mucha relación con sola gratia, e implica que ya no hay intermediarios entre Dios y el hombre para ser salvo. Sólo la fe en la obra de Cristo es la que salva y permite acercarse a Dios. En aquella época se proclamaba que la salvación se obtenía únicamente a través de la Iglesia Católica Romana, y no por la fe. Ya no hay instituciones entre Dios y los hombres, y las instituciones no son la norma que guía el pensamiento.

Solus Christus “Sólo Cristo” afirma que es únicamente Cristo quien da la salvación. La obra expiatoria en la cruz a través de Cristo, el Hijo de Dios, es quien salva. Cristo es el único que no tuvo pecado y su obra expiatoria en la cruz no puede ser sustituida por otra cosa. Si la obra de Cristo no es declarada a través de la fe, no hay gracia salvadora. 11 Ibid. LEAN 2.9 octubre 2011

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Y esto volvió a ser el choque con la Iglesia Católica Romana, donde Jesús tenía un papel secundario en la obra expiatoria, siendo la Iglesia la protagonista al considerarse el medio de salvación.

Y qué pasa hoy día

Soli Deo Gloria

“Sólo a Dios la gloria” es la afirmación final de que la obra salvadora es para glorificar a Dios. Los cuatro conceptos anteriores llevan a dar el lugar que se merece al hombre (necesitado de Dios) y a Dios (la gloria por su plan). Aunque técnicamente la Iglesia daba la gloria a Dios, el papado y todas las autoridades buscaban el poder y la riqueza. El volver a posicionar al hombre como criatura de Dios que debe darle gloria a Dios es uno de los pilares fuertes de la Reforma de Lutero. Los gritos de reforma, como se ha dicho antes, responden a las preguntas más íntimas de un cristiano. En aquella época donde “todos” eran cristianos, este pensamiento revolucionó el concepto de Dios y del hombre, así como la forma de relacionarse. Este redescubrimiento de Dios y la iglesia, junto con el humanismo tuvo consecuencias tanto positivas como negativas. En lo positivo, está el desarrollo del hombre, la ciencia y el arte para satisfacción personal (el arte hasta aquella época era arte sacro). En lo negativo, comenzó el desarrollo de la laicidad, se perdió la unidad cristiana y el rechazo hacia Dios.

Hoy día en Guatemala nos encontramos ante una situación similar, y lo mismo podemos decir de Europa, EEUU y los países de tradición cristiana en Latinoamérica (tanto católicos como evangélicos). El problema es que la tradición cristiana se ha apoderado de la vida de los cristianos en la actualidad. Instintivamente respondemos a las preguntas: “¿Cómo puede ser salva una persona? ¿Dónde reside la autoridad religiosa? ¿Qué es la iglesia? y ¿Cuál es la esencia de la vida cristiana?” como se responderían en la Reforma. Pero, ¿nuestro pensamiento real es así? ¿Nuestras actitudes demuestran que los cinco gritos son nuestros?

puede cambiar esas creencias del mismo modo que lo hizo con Lutero. ¿Estamos dispuestos a ello? Honestamente, en la actualidad haría falta otro grito reformador para la Iglesia tradicional presente. Un grito que vuelva a dar la importancia y la centralidad (real) a Dios, a Cristo y al Espíritu Santo. Recordemos Efesios 1:3-14 donde nos enseña que el Señor de la Iglesia y quien obra en la Iglesia es la Trinidad. ¿Será que alguno de nosotros quien vuelva a revolucionar el mundo del pensamiento teológico para buscar otra vez a Dios de manera sincera? Espero que sí, y que no sólo sea una persona, sino que muchos de nosotros bajo la dirección del Espíritu Santo podamos cambiar la iglesia local donde nos reunimos buscando obedecer a Dios. El reto es grande, pero 494 años después de esta Reforma la iglesia sigue necesitando de cristianos reformadores que busquen una iglesia sincera y que adore a Dios a través de un estilo de vida íntegro.

Pensemos un poco, cuando estamos en una denominación, ¿qué pesa más? Las tradiciones denominacionales o las respuestas bíblicas. Estoy pensando en los grupos donde se acentúa la cuestión de la vestimenta (falda vs. pantalón), donde el pastor es el único que puede hacer tal o cual cosa, donde sólo pueden predicar pastores, donde la Iglesia12 está pasiva porque ya tienen a alguien asalariado como pastor, etc. Alguno podría decir que la tradición es importante, y en cierto sentido sí porque nos da cierta identidad; pero en ningún momento estoy de acuerdo con que la tradición sea quien gobierne y supere a la Biblia. En cuanto a esto último, se podría considerar exagerada porque los estatutos dicen que no debería ser así. Pero la experiencia me ha enseñado una cosa del ser humano, lo que una persona cree no es lo que está plasmado en papel, sino lo que está en su mente. Solo el E.S.

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