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Los avances tecnológicos para la producción de vides en La Araucanía

Se evaluó la influencia que tiene el uso de portainjertos sobre variedades existentes y nuevas variedades, en aspectos relacionados con la precocidad en la cosecha, rendimiento y el potencial enológico de estas combinaciones bajo condiciones de clima templado frío y costero en un contexto de cambio climático.

ductivo y de calidad de ciertas variedades, abriendo una nueva ventana de información y co- nocimiento que sin duda contribuirá en la producción de vinos a nivel regional y nacional. Siem- to como meta impulsar el desarrollo de la vitivinicultura en la región, y ya contamos con un grupo de 15 agricultores trabajando al alero nuestro, a través del GET asociado al Programa Araucanía Frutícola, además de estar preparando un seminario en esta línea para el próximo 11 de julio con los mejores especialistas de Inia a nivel regional y nacional que vendrán a entregar sus conocimientos”.

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Vi As

Actualmente, Traiguén concentra la mayor superficie establecida en la región, seguida por las comunas de Purén, Victoria y Los Sauces. Desde 2005 se ha observado en la provincia de Cautín, específicamente Perquenco, un aumento de la superficie total y en 2022 hay nuevos huertos en Carahue, Cunco, Teodoro Schmidt y Villarrica. Así, la región ha mostrado tener un gran potencial en la elaboración de vinos de alta calidad, particularmente aquellos producidos en los valles del Malleco y de Cautín, donde se ha realzado la elaboración de vinos de alto valor, caracterizados por una acidez muy particular y toques frutales intensos, caracteres que le otorgan una gran frescura, siendo estos vinos únicos y diferentes a lo tradicionalmente ofertado por la viticultura chilena.

pre hemos estado ocupados de entregar conocimiento y validar nuevas tecnologías, para ser adoptadas con éxito por nuestros agricultores. Así, en esta unidad de experimentación se está generando conocimiento y si queremos avanzar en un rubro importante, es vital que existan instituciones como Inia, encargados de generar y transferir conocimiento a nuestros productores”, sostuvo Gabriela Chahín, directora regional del Centro.

Chahín agregó: “hemos pues-

A pesar de esta valiosa ventaja comparativa, el cultivo de vides en La Araucanía es aún incipiente, si se compara al desarrollo de industrias como berries, cerezos y el avellano europeo, que han duplicado las plantaciones en los últimos años. Las causas hay que buscarlas en el modelo de negocio propio de la industria del vino, y sin duda algunas limitantes climáticas propias de la especie, como es su alta vulnerabilidad a eventos de heladas, temperaturas del aire < 0°C, cuya ocurrencia temprana en el período de brotación, y en la etapa de formación de fruto determinan fulminantemente el éxito o fracaso de una campaña vitícola. Por otra parte, la caída pluviométrica durante la época de cosecha, marzo a mayo, tiene suma importancia sobre la calidad de la uva por daño mecánico y el contagio de enfermedades. Producto del cambio climático, en Chile en la zona norte del país se han perdido un número considerable de hectáreas de vides. En este sentido, Inia tiene la misión de asegurar la sustentabilidad de este rubro en el mediano y largo plazo. Contar entonces

Especial

con una unidad de investigación en La Araucanía, ha permitido evaluar nuevas cepas para ampliar el abanico que ya existe, lo cual permitirá ampliar la matriz productiva de la especie.

“Tenemos grandes desafíos, como el incremento de magnitud y la frecuencia de eventos climáticos extremos y con ello generar conocimiento y transferirlo, para hacer gestión del riesgo climático y generar tecnologías de mitigación. De esta forma estamos evaluando el uso de dos portainjertos sobre 8 cepas, entre ellas (Pinot Noir, Portugais Bleu, Gewurztraminer, Riesling, Sauvignon Blanc, Pinot Gris, Chardonnay y Tempranillo sobre dos portainjertos, 101-14 y 3309) de las cuales dos de ellas Portugais y Tempranillo que no habían sido evaluadas en forma experimental en la región, están dando importantes resultados. Estas han evidenciado ser variedades muy precoces, en cuanto a su época de maduración. En base a los resultados obtenidos durante dos cosechas evaluadas, podrían llegar a transformarse en una alternativa distinta a las que ya tene- mos y aumentar el portafolio de variedades”, dijo Abel González, investigador del área frutícola de Inia Carillanca.

Por su parte, la especialista en Postcosecha, Iverly Romero, destacó los resultados de las especies que se han probado en la unidad experimental del centro regional.

“Podemos decir que existe material genético con potencial de transformarse en una real oportu- nidad para nuestros productores, particularmente para la precordillera. Plantea además que el desarrollo de tecnologías de manejo de precosecha como regulación de carga frutal, el uso de reguladores de crecimiento y de sistemas protección de cultivos, serán tecnologías evaluadas y validadas, pues no solo apuntan a la precocidad en cosecha, sino también a la productividad, calidad de cosecha y postcosecha de la materia prima, que se orientan a elevar el potencial enológico de las cepas”, acotó.

Finalmente, Abel González, indicó que Inia seguirá impulsando la investigación en vides en la Región de La Araucanía, en el marco del Programa Araucanía Frutícola, financiado por el Gobierno Regional, a partir del cual ha introducido desde el norte de Italia (Alto -Trentino) siete nuevas variedades de vid vinífera adaptadas a condiciones de clima templado frío: Chavir, Valnosia para vinos blancos, y Termantis, Nermantis para producción de vinos tintos, los cuales serán establecidas para estudio en la unidad de investigación de frutales del programa.

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