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CIELOS RASOS
Fotos: cortesía Eternit
PROCESO DE INSTALACIÓN DE UN CIELO RASO SUSPENDIDO Y CONTINUO
Los cielos rasos en CLS no son construcciones estructurales, de allí que soporten solo su propio peso (incluyendo los acabados) y pequeñas cargas propias de aislamientos, equipos de sonido o luminarias. Dado su comportamiento, en su diseño debe contemplarse que la estructura que habrá de soportar el cielo raso esté en condiciones de hacerlo, pues cualquier deformación de esta repercutirá en el cielo raso. En cuanto a su relación con otros elementos arquitectónicos, para absorber esfuerzos
que puedan causar fisuras en las placas, estas deben disponer de juntas de dilatación en sus contornos. Los cielos rasos se componen, a grandes rasgos, de un entramado metálico o de madera –adosado o suspendido– que hace las veces de soporte de las placas de fibrocemento o yeso que se fijan o reposan en el mismo. Actualmente, el mercado ofrece otro tipo de soluciones –cielos rasos en aluminio o PVC– para ampliar la gama de acabados y de desempeños termoacústicos.
MODULACIONES Las más frecuentes para cielos rasos van con separaciones de 61 cm (entre los Omega), aunque para los suspendidos de placas removibles se empleen interdistancias de 60,5 y 121,4 cm. En zonas de alta humedad o cuando el cielo raso soporta cierto peso, pueden utilizarse de 40,7 cm (o hasta 30,5 cm).
Entre cuelgas, que soportan las vigas principales (viguetas o parales), se recomienda una distancia de 91,5 cm; entre vigueta y vigueta debe haber un espacio de 81,3 cm. A estas se fijarán, perpendicularmente, los Omega a los que, a su vez, se anclarán las placas.
1. Con ayuda de un cimbre o hilo lleve a cabo el proceso de replanteo, de manera que se defina el nivel y altura del cielo raso. Este mismo procedimiento puede ayudarle a definir la ubicación de las vigas principales. 2. Con lo anterior se calculará la longitud de las cuelgas (o de los ángulos que sujetarán las vigas). Una vez estas se entorchen al ángulo anclado a la placa de entrepiso o a las armellas, con un mínimo de tres vueltas del alambre sobre sí mismo, proceda a instalar los ángulos perimetrales al cielo raso. Estos pueden anclarse en muros de mampostería o, si toda la edificación es en CLS, fijarse con tornillos autoperforantes cada 61 cm. 3. Se amarran las vigas principales. El alambre debe dar dos vueltas completas a la viga y, de nuevo, tres vueltas sobre sí mismo. 4. Se fijan los Omega perpendicularmente a las aletas inferiores de las vigas. Debe utilizarse un tornillo por cada aleta del Omega. 5. Se procede al emplacado, en el que las placas se fijan con tornillos autoperforantes a los Omega. Para la interdistancia de estos deben tenerse en consideración las recomendaciones del fabricante.
Tipos de cielos rasos en CLS Continuos o de juntas invisibles Modulares o de placas removibles Se denomina continuos a aquellos cielos rasos cuyo entramado de soporte se presenta oculto. En estos sobresalen a la vista las placas, cuyas juntas han sido tratadas para hacerlas imperceptibles y formar así una única superficie lisa, en la cual pueden aplicarse diversos tipos de acabados. Así mismo, como el emplacado se realiza en la parte inferior del entramado, debe cuidarse: 1. La fijación: los tornillos empleados no pueden desgarrar el borde de la lámina, y deben penetrar lo suficiente para que su cabeza no quede expuesta. 2. El montaje: como las placas van por debajo del entramado, su instalación (fijación con tornillos) deben efectuarla dos personas: una que fije mientras la otra sostiene la placa. Existe en el mercado un sistema de andamiaje mecánico conocido como Panel Jack, el cual eleva y sostiene la placa para su aplicación.
A diferencia de los continuos, en estos las placas pueden desmontarse con facilidad, lo que permite el acceso al plenum y, por ende, a las redes eléctricas, hidráulicas, de datos, ductos de aires acondicionados, etcétera, que allí se encuentren. Este tipo de cielos rasos también utiliza un entramado metálico, sobre el cual descansan las placas. Para evitar que estas se muevan por causa de ráfagas de viento, vibraciones o impactos, se fijan al entramado metálico con pines o grapas. Como es apenas obvio, el entramado o los bastidores del mismo quedan parcialmente a la vista.
Suspendidos
Adosados
Los cielos rasos suspendidos son aquellos cuyo entramado “cuelga” de la estructura principal. En este caso, los bastidores, por su poco peso, utilizan cuelgas de alambre galvanizado*, varillas de tensión (punta roscada) o secciones de ángulo ancladas a la estructura. Estos elementos, además de sujetar el cielo raso, ayudan a su nivelación; para evitar desplazamientos horizontales, suelen emplearse cuelgas diagonales o tensores inclinados; las varillas responderán a movimientos verticales producidos por vibraciones o cambios de presión. Con el entramado suspendido pueden configurarse cielos rasos continuos y cielos rasos de placas removibles.
En espacios cuya poca altura no permite un cielo raso suspendido, se opta por adosar o anclar el bastidor al sustrato que habrá de ocultarse (placa de entrepiso, correas de techo, estructura metálica, etcétera). Con el entramado adosado pueden configurarse cielos rasos continuos y cielos rasos de placas removibles. Debido a la cercanía con el sustrato al que se adosa, se recomienda proteger el cielo raso de la humedad, para lo que pueden emplearse películas plásticas; así mismo, se debe tener cuidado de no perforar redes o cables del entrepiso, cuando se ancle el bastidor.
* El calibre del alambre galvanizado dependerá del peso de la estructura (No. 18 a No. 10 para cielos rasos con placas de fibrocemento y No. 12 para yeso).
Los cielos rasos continuos no permiten acceder al plenum para mantenimiento de redes hidráulicas o eléctricas, pues su desmonte resulta demasiado engorroso; sin embargo, suelen preferirse por razones estéticas. En todo caso, esto debe considerarse en la etapa de diseño.
BASTIDORES Al igual que en los muros, los bastidores o entramados sirven como estructura, pero en el caso de los cielos rasos también aportan a su estabilidad y correcta nivelación. Ya sean en madera o metálicos (acero laminado, aluminio extruido, etcétera), utilizando perfiles en T invertida, en L u Omega, estos pueden ser visibles u ocultos. Para su carpintería, pueden emplearse sistemas de unión automática, armado a corte o bastidor oculto. En el primer sistema, utilizado para cielos rasos suspendidos, las láminas metálicas de medidas estándar cuentan con orificios para el amarre de cuelgas y aberturas donde “casan” las terminaciones de los perfiles, lo que permite un rápido armado
del entramado; en el segundo caso, los perfiles de aluminio extruido se ensamblan con remaches Pop o tornillos autoperforantes, y suelen suspenderse con ayuda de cuelgas o secciones de perfiles; finalmente, el entramado de bastidor oculto es aquel que utiliza ángulos, viguetas y Omegas –fabricados por rolado de láminas de acero galvanizado–, ensamblados con tornillos autoperforantes de cabeza plana. Estos últimos pueden suspenderse o adosarse. En algunos casos, los perfiles principales de los bastidores o entramados no se fijan a los ángulos perimetrales, solo descansan sobre ellos. Esto con el fin de que, en caso de un movimiento sísmico, la rigidización producida no propicie el colapso de la estructura.
NORMAS DE REFERENCIA ASTM C635 Sistemas livianos suspendidos. ASTM C636 Sujeciones por cuelgas. NTC 4011 Productos planos de acero recubiertos con zinc (galvanizados) o recubiertos con aleación hierro-zinc (galvanorecocido) mediante procesos de inmersión en caliente. NTC 5680 Perfiles no estructurales de acero utilizados en la Construcción Liviana en Seco.