Metrocable de Medellín
Este proyecto se desarrolló para facilitar la movilidad de las poblaciones de bajos recursos de la capital antioqueña. La alternativa se convirtió en el primer teleférico del mundo que funciona como sistema de transporte público masivo de tiempo completo.
Fotos: co rtesía H unter Do uglas
INFORME ESPECIAL
INFRAESTRUCTURA
Cuando en noviembre de 1995 se inauguró el sistema de transporte masivo Metro de Medellín, la ciudad se convirtió en líder de la movilidad de todo el país. Sin embargo, las áreas de difícil acceso, como las comunas ubicadas en las zonas montañosas, presentaban dificultades para conectarse con el sistema. Para resolver esta situación, los expertos coincidieron en que la opción más viable, para una topografía tan difícil como aquella, era el después denominado Metrocable. Este nuevo medio de transporte consiste en varias góndolas o telecabinas que se mueven a través de un sistema de cables. Estas se encuentran enganchadas por medio de un monocable que las sostiene y permite que puedan ser desenganchadas para su mantenimiento o reemplazo. La alternativa se convirtió así en el primer teleférico del mundo que funciona como sistema de transporte público masivo de tiempo completo.
El proyecto
A lo largo de 4.595 m, la línea soporta todo su sistema de cableado en 23 pilas metálicas distribuidas proporcionalmente. La ubicación de cada una de ellas estuvo acorde con un estudio topográfico que determinó su disposición de manera que soportaran el funcionamiento completo del sistema. Los mismos análisis evidenciaron la necesidad de inclinar más de doce pedestales respecto a su eje central para disminuir al mínimo los periodos de esfuerzo presentados durante la operación del Metrocable. Los doce pedestales registraron porcentajes de inclinación máximos de 40 y mínimos de 5. La altura de las pilas varió entre los 4,91 m y los 24,5 m; y la distancia entre unas y otras,
ARVÍ Precisamente en la línea L, entre septiembre de 2008 y enero de 2011, se emprendió este proyecto para facilitar la llegada de los visitantes al Parque Arví, reserva natural ubicada en Santa Elena, a una altura variable entre los 2.000 y los 2.600 msnm. La línea, con sus casi cinco kilómetros de longitud, se uniría por medio de la estación de transferencia Santo Domingo a la línea K del Metrocable y con la estación de retorno –que lleva el mismo nombre del parque– en la reserva natural.
INFORME ESPECIAL
INFRAESTRUCTURA
INFORME ESPECIAL
INFRAESTRUCTURA
LA DISTRIBUCIÓN El Metrocable cuenta actualmente con dos líneas de servicio ordinario y otra de servicio turístico: Línea K: recorre dos kilómetros en el sector nororiental de la ciudad. Se conecta a la estación Acevedo del Metro y el transbordo no tiene costo. Cuenta con las estaciones Andalucía, Popular y Santo Domingo. En esta última, las góndolas toman el camino de regreso hacia el Metro. Línea J: cubre la zona occidental de Medellín con un recorrido de 2,9 km. Se conecta al Metro a través de la estación San Javier. De este recorrido hacen parte las estaciones Juan XXIII, Vallejuelos y La Aurora; en esta última, las cabinas retornan al sistema Metro. Aquí también los usuarios pueden hacer transbordo sin realizar pagos adicionales. Línea L: con un recorrido de 4,6 km, que se extiende desde la estación de transferencia en Santo Domingo hasta la vereda El Tambo, donde está ubicada la última estación, la L es la primera línea turística del sistema Metro. Una vez entró en funcionamiento operaba con 27 cabinas, pero desde el año pasado aumentó su capacidad a 55. Esta ruta cubre el corregimiento de Santa Elena, así como algunos barrios de la Comuna 1: Santo Domingo Savio, La Esperanza y La Avanzada.
por su parte, estuvo entre los 11,19 m hasta los 402,21 m. En cuanto a cabinas se refiere, estas se separan 360 m entre sí, cuando el sistema funciona con 27 de ellas y 180 m cuando operan con 55 góndolas, como sucede en la actualidad. Cada cabina tiene capacidad para 10 pasajeros.
Para lograr el mejor desempeño de las dos columnas, la cimentación de estas se llevó a cabo por medio de 12 caisson de 2 m de diámetro y 10 m de longitud, que se unen por un dado macizo de concreto de 15,40 m x 15,40 m x 2,50 m, para luego instalar el sistema de tracción del cable y la estación.
La implementación de la estación Santo Domingo también representó un reto para los ingenieros, dadas las características de la obra. Con una estructura cúbica de 24,129 m x 24,57 m y una altura cercana a los 18,6 m, esta presenta una elevación del suelo que se logró sobre la base de dos columnas, cada una de ellas de 3 m x 4 m de ancho, una altura de 17,7 m, recubrimiento en concreto a la vista y un grosor de 80 cm.
En su interior, la estructura cúbica cuenta con dos niveles: uno de acceso, con una altura de 3 m, y otro de abordaje, cuya altura es de 9 m.
Cada columna solo cumple con la tarea específica de soportar la estación o el sistema de cableado; la estructura de Santo Domingo y dicho sistema de cableado no comparten ningún soporte: la columna del costado noroccidental se encarga de aguantar la estación; mientras que la del lado suroccidental soporta el sistema de cable, por lo que es electromecánica.
Estación Arví
Como parte de la configuración paisajística del sistema con la reserva natural, se decidió la construcción de la estación Arví en forma de planta (imitando la hoja de un árbol), lo cual exigía que esta no contara con muros de fachada. Para su estructura, los diseñadores optaron por hacerla de vidrio, madera y metal; así garantizaron una amplia vista de Medellín y del parque. Por las características del terreno se usó la zapata como sistema de cimentación y se dotó a la estructura con una viga de pórtico, columnas y riostras en madera laminada. Al igual que Santo Domingo, la estación Arví tiene una columna electromecánica que soporta el sistema de cable.
Una vez instalado el sistema de cableado, se realizaron pruebas de seguridad y movimiento antes de enganchar las cabinas importadas desde Francia y ensambladas en Colombia.
INFRAESTRUCTURA
La estación tiene una longitud de 40,26 m y dos niveles: el de abordaje y otro destinado al estacionamiento de las telecabinas y a oficinas administrativas. El parqueadero puede alojar hasta 55 góndolas.
Juego de pilas y cables
Las pilas metálicas usadas en la construcción de la línea L son de fabricación colombiana y su traslado supuso un gran reto para el proyecto. Para ello, debieron llevarse secciones de 3 a 6 m en transporte terrestre y otras cinco requirieron la ayuda de helicópteros para alcanzar puntos donde el acceso vehicular es imposible. Una vez en el terreno, fueron unidas por soldadura o pernos (mínimo 12 y máximo 16, debido a que las inclinaciones de los pedestales hicieron necesario un sistema especial de refuerzos y anclajes). Además, la cimentación de cada pila se hizo a través de caisson de 2 m de diámetro y profundidades variables. Por su parte, el cable, de 52 mm de grosor, se transportó de Santo Domingo a Arví y viceversa a través de un winch. Una vez instalado, se realizaron pruebas de seguridad y movimiento antes de enganchar las cabinas importadas desde Francia y ensambladas en Colombia. Finalmente, durante dos semanas se realizaron pruebas de estabilidad y seguridad con las góndolas vacías y cargadas con arena.
FICHA TÉCNICA Constructor: Unión Temporal Metrocable Arví 2008 – Coninsa Ramón H. S.A. (obra civil) – Termotécnica Coindustriales S.A. (montaje y suministro nacional) – Pomagalsky S.A. (suministro electromecánico)– Diseñador arquitectónico: María Patricia Bustamante Vélez, Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá (Etmva) Inversión total: 51.500 millones de pesos Ubicación: Medellín Estación motriz: barrio Santo Domingo Savio, Comuna 1 Estación retorno (Arví): sector de El Tambo, en el corregimiento de Santa Elena, punto central del Parque Arví Fecha inicio: septiembre de 2008 Fecha entrega: enero de 2011