Estudios anteriores a la formación de la Colección La Salle.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, aparecen las primeras publicaciones sobre sitios arqueológicos en la región Larense. Rafael Rudencio Freitez Pineda es el primero en recolectar materiales arqueológicos de los yacimientos de El Tocuyo y el cementerio Las Veritas. Entre 1907 y 1912, Lisandro Alvarado publica el primer estudio descriptivo de la colección arqueológica recavada por Freitez, describe también adornos corporales y placas aladas de diversas procedencias, relacionando estas últimas con la imagen del murciélago. Samuel Darío Maldonado, entre 19051906 atribuye a algunos cráneos la presencia de un rasgo de origen quechua, abriendo una interesante polémica sobre el poblamiento de América. En la primera década del siglo XX, Pedro Antonio Carrascosa reporta la existencia de petroglifos, entre los Estados Lara y Yaracuy; y Francisco Tamayo, entre 1930 y 1943, establece el primer esquema clasificatorio de la alfarería arqueológica del Estado Lara, a él se debe un trabajo pionero sobre la importancia del comercio de conchas marinas entre los primeros habitantes de los estados Falcón y Lara.
La Colección La Salle 1915-1950 Nectario María En 1913, llega a Barquisimeto el primer grupo de religiosos de la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, con el objetivo de fundar el Instituto La Salle de Barquisimeto. Desde sus primeros años, el Instituto La Salle mostró un gran interés por la investigación científica principalmente por la historia natural, organizando el museo que albergó por vez primera las colecciones de paleontología y zoología. El hermano Nectario María se destacó como investigador en el campo de la paleontología y la arqueología, lo que dio lugar al acopio de una importante colección. Exploró y excavó yacimientos entre los que se destacan el cementerio de Cerro Manzano, ubicado en las cercanías de Barquisimeto, además de los sitios de Las Dos Puntas y El Tiestal en el Valle de Quibor, como reportan sus artículos publicados entre 1933 y 1942: Descubrimientos arqueológicos de la región de Barquisimeto y Contribución a los estudios etnológicos y arqueológicos de Venezuela.
1952-1989 Esteban Basilio
El hermano Esteban Basilio, colaborador del hermano Nectario María desarrolló una importante actividad investigativa en la región de Camay, al norte de Carora. Su labor arqueológica acrecentó las colecciones iniciales excavadas por Nectario María. El hermano Basilio organiza de manera definitiva la gran colección del Museo del Instituto La Salle de Barquisimeto, que hoy podemos disfrutar en las instalaciones del Museo de Barquisimeto
Sociedades Apropiadoras. Modo de vida de los cazadores-pescadores-recolectores
Durante los milenios finales del Pleistoceno, hacia los 10.000 años antes de nuestra era, las condiciones climáticas que imperaban en el planeta influyeron grandemente en la vida y las culturas de las antiguas poblaciones. Estos cambios produjeron la desaparición paulatina de los grandes mamíferos, como mastodontes y megaterios, cuya caza había servido de sustento a estos pueblos, lo que se confirma con la aparición de un conjunto de restos de fauna pleistocénica en yacimientos arqueológicos de las regiones montañosas de la Sierra de Baragua, como son los de Las Mesas, y la Hundición, al sur del Valle de Quibor, en donde también se han encontrado una serie de instrumentos de caza tallados en piedra.
{
El modo de vida cazador, pescador, recolector se caracterizó por una organización social basada en relaciones de producción comunitarias, recíprocas, cooperativas, solidarias, en las que la apropiación de los recursos naturales y la ausencia de una producción sistemática de excedentes generaron un proceso que avanzó paulatinamente hacia formas más complejas de organización, que dieron paso a sociedades tribales productoras de alimentos, lo que significó un cambio trascendental en la historia de la sociedad venezolana, cambio que supuso la fijación a la tierra, la domesticación de plantas y un subsecuente cambio de las relaciones sociales de producción.
Estas sociedades elaboraron herramientas de piedra de diversas formas y tamaĂąos como lanzas producidas a partir de puntas de proyectil con una acanaladura en la parte inferior, que les permitĂa enmangarlas a un asta de madera y fijarlas utilizando resinas y amarres de fibras vegetales, las lanzas eran propulsadas con un arco de madera.
Sociedades productoras Los orĂgenes del cultivo en el Estado Lara
El cultivo, proceso que amerita la preparación de huertos, siembra, cosecha, conservación y almacenamiento de plantas y semillas, se dio en un período largo de nuestra historia cultural. Este se inicia posiblemente antes de los 400 años antes de Cristo. Hacia los 200 AC, ya existían en Lara aldeas de agricultores, período que se conoce arqueológicamente como la Fase Tocuyano, cuyas poblaciones practicaron la alfarería y confeccionaron artefactos de piedra para las faenas agrícolas, tales como: azadas de piedra pulida, hachas, metates y manos, útiles para la molienda de granos, fundamentalmente de maíz, como el Maíz Pollo, lo que se confirma con la aparición de mazorcas carbonizadas encontradas en yacimientos arqueológicos del Valle de Quibor.
La agricultura, entendida como un sistema tecnoeconómico, capaz de producir alimentos requirió de un cuidadoso manejo y aprovechamiento de las aguas y corrientes naturales, para ser utilizadas en tiempo de sequía. A tal efecto, se construyeron terrazas en laderas, camellones, montículos y muros de drenaje. La complejización del trabajo agrícola trajo como resultado un mayor rendimiento de los cultivos, lo que ameritó una mayor organización de la fuerza de trabajo para mantener, distribuir las cosechas y decidir sobre el destino de los excedentes, dando lugar a grandes transformaciones sociales, tanto en el uso y tenencia de la tierra como en la economía, que sentaría las bases de un proceso de acumulación originaria de riqueza, así como la aparición de jerarquías y linajes que ocuparon funciones especiales en la redistribución social de los bienes.
Para las faenas agr铆colas y otros trabajos de beneficio com煤n, se formaron grupos de cooperaci贸n, organizados por edad y sexo los cuales fortalecieron los lazos de solidaridad y reciprocidad en pueblos caracterizados por la propiedad colectiva de la tierra y del agua, la existencia de casas comunales y la distribuci贸n equitativa de los bienes de consumo.
La AlfarerĂa de Tocuyano
La alfarería constituyó una de las actividades más importantes desarrolladas por los pueblos originarios de la región larense, la cual parece haberse iniciado alrededor del siglo IV antes de Cristo, y concluyó en el siglo XVI, con la invasión europea. Esta se usó tanto para la vida cotidiana, en las faenas domesticas y en la preparación de alimentos, como en el ceremonial y particularmente formando parte de ajuar funerario. Dentro de la tradición cerámica
Dentro de la tradición alfarera de Tocuyano, la más antigua que se conoce, se desarrollaron estilos alfareros Sarare y Camay. La alfarería de Tocuyano se caracteriza por una decoración polícroma que utiliza el negro, el rojo, el blanco y el color de la arcilla natural en distintas combinaciones, con las que representaron la serpiente y otras formas orgánicas. También se utilizaron otras técnicas decorativas como el modelado y la incisión. Esta alfarería aparece asociada a contextos funerarios como el cementerio de Camay.
Sociedades Jerรกrquicas Cacicales
Los cacicazgos constituyeron sociedades integradas, local y regionalmente, en un centro político, los cuales desarrollaron una economía basada en la división del trabajo, estructura social que respondió al interés de obtener bienes y servicios por la vía del tributo y el control de la fuerza pública y del poder divino. Tal es el caso de la sociedad caquetía, cuya estructura de clase permitió a una elite descendiente del linaje de la familia Manaure, heredar un estado, estableciendo alianzas políticas a través de matrimonios entre hijos de caciques y principales. Para el momento Alexandre, el hijo mayor de Manaure, recibió la sucesión del estado del cacicazgo Caquetío hacia 1537.
De acuerdo con la jerarquía social de los caquetios el individuo que tenía la mayor autoridad territorial era el diao, tal era el caso de Manaure, cacique de caciques. A este le seguían los boratios, mohanes, o piaches, quienes constituyeron la clase sacerdotal. Especialistas en lo sagrado, cuya participación en rituales mortuorios, religiosos, ritos agrarios, medicina, asesoría política, militar, y planificación del trabajo, los ligaba directamente al centro de poder y a la toma de decisiones políticas. En la escala más baja se encontraban los naborías o trabajadores del común
La Concha y Sus Usos
Los antiguos habitantes de Lara desarrollaron una importante industria utilizando como materia prima las conchas de moluscos marinos y terrestres, con las que fabricaron infinidad de adornos corporales tales como collares, zarcillos, brazaletes, pectorales, cubre-sexos, orejeras, usados como parte del atuendo ceremonial. Muchos de los cuales se encontraron en los contextos funerarios de la fase Boulevard de Quibor, fabricados entre el siglo II y el siglo VII despu茅s de Cristo, y en cementerios como Camay y Sicarigua. Llama la atenci贸n la existencia
de un objeto estrictamente funerario llamado tapa-ojo, una suerte de disco que se colocaba entre los párpados del difunto antes de ser enterrado. Las conchas se utilizaron también en la confección de pequeños recipientes y discos usados a manera de "moneda" de intercambio comercial luego de la invasión europea. Los antiguos habitantes utilizaron distintas variedades de conchas provenientes de la costa, de la región insular venezolana, de los Llanos y ríos como el Orinoco y otros de la región amazónica, lo cual sugiere un importante sistema de intercambio y comercio entre estas regiones. Las técnicas de manufactura, así como la recolección de conchas requirieron de un proceso de especialización de artesanos dedicados exclusivamente a tal fin. La abundancia de ofrendas funerarias en algunos casos, o su inexistencia, en otros, indica, como lo confirma la investigación etnohistórica, una marcada diferenciación social entre los caquetios.
La AlfarerĂa de Tierra de los Indos
La tradición alfarera Tierra de los Indios se desarrolló entre el siglo X y el XVI de nuestra era. Esta se caracterizó por una decoración polícroma con diseños geométricos, grecas, ganchos, espirales y líneas de puntos, entre otras. Las vasijas más comunes fueron los trípodes y botellas de uso doméstico utilizados para conservar líquidos y cocinar alimentos, además de cuencos trípodes y figurinas femeninas, decoradas con diseños geométricos pintados, aplicados y modelados, estos últimos de uso ceremonial. Esta alfarería se ha relacionado con el pueblo caquetío
Desarticulaci贸n de la Estructura Social Originaria
La nación caquetía, anterior a la invasión europea, se encontraba en pleno proceso de expansión y consolidación territorial, a fin de conformar alianzas políticas y económicas entre distintos pueblos que ocupaban la región de Coro y los Llanos. A tal efecto, aldeas y pueblos se fueron confederando dentro de una clara evolución hacia un estado embrionario. La conquista y colonización significó un proceso de exterminio para la población indígena que opuso resistencia, fue diezmada en los primeros años del siglo XVI a causa de enfermedades contagiosas, a la sobre explotación de mano de obra, y al comercio de esclavos, capturados y movilizados fuera de sus territorios.
En la segunda mitad del siglo XVI, la acción del conquistador introduce un nuevo modo de producción, lo que significó la destrucción del sistema de trabajo comunal originario, la desaparición de la estructura familiar sobre la que se asentó la organización social, la implantación de una nueva forma de parentesco bilateral y monogámico y la adhesión forzada a la religión católica
El 30 de mayo de 2012 el Museo de Barquisimeto reabrió sus puertas, luego de que el Instituto de Patrimonio Cultural dictara una providencia administrativa para transferir esta institución al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. En esta misa fecha se abrió la sala arqueológica que alberga la Colección La Salle. Libro de carácter educativo sin fines comerciales. Textos de sala: Lelia Delgado Fotos. Lelia Delgado Caracas- Venezuela. 2014