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Rojizo

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Tardes de jueves

Tardes de jueves

Cachorros de viento corriendo en remolinos jugando a ser tierra

Paisaje ígneo

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Al atardecer se incinera la tierra arden los pasos

Petricor

Ecos de lluvia pasos arrebolados y en el alma, el aroma de mi tierra.

Madero

Vieja cruz, ¿recordáis el camino, las raíces? los torreones de estos lares, de tierra roja ceñid sangre tecuexe, esclava y gachupín, ¡oh lozanos! peregrináis sus yelmos herrumbraos en Arandas, Zapotlanejo y Tepatitlán.

Latidos

Amanece y el aliento de Dios habita estas tierras, gente buena camina las calles, sonríe generosa y abraza al desconocido.

Aquí caminamos sin prisa, porque el tiempo sabe acomodarse en los rincones de mi pueblo y nos permite respirar la vida.

Repican majestuosas las campanas de una parroquia, que nos recuerdan que a setenta y dos metros de altura se está más cerca del cielo.

Mujeres y hombres trajinan por las calles con pasos firmes y el mundo se mueve a su ritmo, porque la fuerza nace de ellos.

Caminos de tierra roja unen pueblos en los Altos, región de atinado nombre, porque todo lo que aquí se forja, es de altura.

Polvo color bermellón refleja la pasión con la que se transita la vida, aunque haya tiempos difíciles, porque no hay arma, ni alud, que doblegue un corazón alteño. Mis ojos brillan, mis manos se abren, mi pecho vibra, mis genes han transcendido en lo que hoy llamo mi tierra y mi corazón agradece.

Blanca Rocío Serrano Rangel Lagos

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