La CIA en la República Dominicana

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La cia en la república dominicana



esteban rosario

La cia en la república dominicana


PRIMERA EDICIÓN ARGOS, ABRIL 2019

Esteban Rosario La CIA en la República Dominicana ISBN ARGOS: 978-9945-598-13-1 Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, por cualquier medio o procedimiento, comprendido la reprografía y el tratamiento informático, incluyendo la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamos públicos sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes. Editorial Argos Santo Domingo, República Dominicana Teléfono: (809) 482 4700 email: libros@mail.com Queda hecho el depósito que previene la ley sobre derecho de autor. Impreso en Búho, SRL Los libros publicados por Editorial Argos están impresos en la República Dominicana en papel libre de ácidos, y su proceso de impresión cumple con las exigencias requeridas por las asociaciones de bibliotecas norteamericanas y europeas para garantizar su permanencia y durabilidad.


A mis amigos y cómplices Edito Díaz, Pedro Domínguez y Andrés Acevedo. A mis hijos.



INTRODUCCIÓN

La ejecución del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina en 1961, abonó el camino para que la Agencia Central Inteligencia (CIA) controlara la estructura del poder nacional. La CIA controló el Estado dominicano en todas sus estructuras. Infiltró las fuerzas armadas. Los ministerios. Direcciones generales. La Policía Nacional. Los partidos políticos. Universidades y medios de comunicación. En 1961, la CIA elaboró y ejecutó un plan de contrainsurgencia que integró al poder norteamericano completo para la dominación del país. En ese plan participaron el Pentágono con el MAAG, el FBI, la Agencia para El Desarrollo Internacional (AID), empresarios y la embajada de los Estados Unidos. También la AFL-CIO, sindicatos, agregados de la embajada, universidades norteamericanas, el Cuerpo de Paz, las fundaciones Ford, Kaplan, CIDES, Caritas, CARE, Avienat, Palvin, USIS y los medios de comunicación. Integró al gran empresariado dominicano, las iglesias católica y evangélica; radio y periódicos, la Policía Nacional, el Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y los sindicatos nacionales.

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En 1965, la CIA amplió su radio acción en el país. Reorganizó el Estado dominicano. Invirtió recursos económicos y técnicos para cohesionar a los grupos de poder e infiltró los partidos políticos e inició un plan macabro para asesinar a los comunistas. Pero en 1966, la CIA arropó a la República Dominicana. Se apropió del manejo del Estado. No dejó nada fuera de su dominio. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) envió a la República Dominicana a 15 agentes de campo e invirtió 32. 6 millones dólares para controlar la insurgencia comunista. Los agentes de la CIA comenzaron a llegar en agosto de 1966, después de un acuerdo entre el gobierno del presidente Joaquín Balaguer y la Agencia para El Desarrollo Internacional (AID), a través de la Oficina de Seguridad Pública (OPS), para educar a los oficiales de la Policía Nacional en contrainsurgencia, comunicaciones y manejo de disturbios. La CIA proporcionó dinero y hombres para la inteligencia policial y la supervisión de las “investigaciones antisubversivas” que realizaba el FBI para la creación de una élite en los mandos policiales. Aprobó la creación de una academia de policía, la construcción de un archivo y una biblioteca especializada en comunismo y contrainsurgencia; la importación de armas de fuego, vehículos modernos y nuevas tecnologías, para especializar a los agentes policiales. En 1971, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Oficina de Seguridad Pública (OPS) de la AID, crearon la Banda Colorá para eliminar a los insurgentes dominicanos que estaban organizados en los grupos de izquierda, especialmente en el Movimiento Popular Dominicano (MPD). De acuerdo a numerosos investigadores y periodistas internacionales, La Banda fue creada por la CIA a través de la Oficina de Seguridad Pública de la AID, que dirigió el agente Anthony Ruiz.

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El agente de la CIA Anthony Ruiz fue el organizador de La Banda Colorá y John Monok el encargado de intervenir los teléfonos de los izquierdistas. El mayor general Enrique Pérez y Pérez fue el brazo ejecutor de La Banda y el presidente Joaquín Balaguer decidía en última instancia. Esteban Rosario 2019

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Cápítulo I EL DOMINIO DE LA CIA 1962-1965

Cuando el dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina fue ejecutado en 1961, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) se convirtió en el brazo ejecutor de la política de contrainsurgencia de los Estados Unidos en la República Dominicana. Infiltró el Estado. Los ministerios. Direcciones generales. La Policía Nacional. Las Fuerzas Armadas. Los partidos políticos. Universidades y medios de comunicación. Era un control y dominación invisible. Nadie la veía ni la sentía. Pero estaba en el corazón del poder nacional. La CIA trabajaba de dos formas en el país: una invisible a través de sus agentes de campo y en la Oficina de Seguridad Pública de la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) para reestructurar y modernizar la Policía Nacional. El trabajo de la CIA y la AID era una simbiosis. Era imposible diferenciar una de otra. La CIA era la AID y la AID era la CIA.

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La CIA, con el apoyo de la AID, ejecutó en 1962 el mayor plan de contrainsurgencia que se haya conocido en la región del Caribe para evitar otra Cuba y debilitar las fuerzas liberales y marxistas leninistas que luchaban por una democracia participativa y el socialismo en la República Dominicana. El plan de contrainsurgencia integró al poder norteamericano completo: al Pentágono con el MAAG, el FBI, departamento del Tesoro, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fondo Monetario Internacional (FMI), empresarios y la embajada de los Estados Unidos. También a la AFL-CIO, sindicatos, agregados de la embajada, universidades norteamericanas, el Cuerpo de Paz, las fundaciones Ford, Kaplan, CIDES, Caritas, CARE, Avienat, Palvin, USIS y los medios de comunicación. En el país, incluyó al gran empresariado, las iglesias católica y evangélica; radio y periódicos, la Policía Nacional, el Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y los sindicatos. El plan estuvo dirigido por cuatro agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que manejaron a su antojo las principales instituciones cívico-militares. El coordinador fue John Calvin Hill, quien era “el enlace entre el departamento de Estado de los Estados Unidos y la CIA para Asuntos Latinoamericanos” y Encargado de Negocios de la embajada de los Estados Unidos en la República Dominicana. Calvin Hill fue vicesecretario de la embajada de Estados Unidos en Guatemala en 1954, durante el golpe de Estado contra Jacobo Arbenz, y representante de la CIA y el departamento de Estado. Organizó las fuerzas opositoras contra Arbenz y fue responsable del asesinato de numerosos estudiantes en Guatemala junto a otros agentes de la CIA. El agente de la CIA responsable de la Policía Nacional era Anthony Ruiz, de origen mexicano y expolicía de Los Angeles, junto a otros 14 agentes de campo, que integraban la Oficina de Seguridad Pública de la Agencia para El Desarrollo Internacional (AID).

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Las fuerzas Armadas dominicanas estaban bajo la influencia del Grupo Consultivo de Asistencia Militar (MAAG), que dirigía el coronel David Wolf, quien además era un fiel colaborador de la CIA. El encargado del área económica era el director de la Agencia para El Desarrollo Internacional (AID), Newell Williams, quien era agente de campo del FBI y asesor de la CIA. Williams llegó al país el 11 de mayo de 1962 y estuvo hasta finales de 1963 cuando fue trasladado a Panamá. Fue Agente Especial del FBI en San Diego en 1942-1943; en Washington de 1943 a 1945 y en Paraguay durante el período 1947-1950 donde se dedicó a las negociaciones de contratos y la gerencia de negocios. De 1955 a 1958 fue enlace entre los gobiernos y empresas en Perú, Guatemala y Costa Rica. Williams fue Director de la AID para Centroamérica, con sede en Panamá, durante el período 1964-1967. Ocupó las siguientes posiciones en el FBI: 1942/1943 Agente especial del FBI en San Diego, California, EE. UU. 1943/1945 Agente Especial del FBI en Washington, EE.UU. 1945/1946 Agente Especial del FBI en Paraguay 1946 Staff de Exploration Union Oil Company, California 1947/1950 Staff de exploración de Union Oil Company en California 1962/1963 Director de la Agencia para El Desarrollo Internacional en República Dominicana

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1967 Director de la AID en Panamá y Centroamérica. 1967/1972 Director regional de la AID para las empresas privadas para Centroamérica. Los responsables de manejar el plan de contrainsurgencia en el país tenían que reportar sus consideraciones y decisiones al Dominican Desk (Escritorio Dominicano) en Washington, que estaba integrado por funcionarios relacionados con la CIA y el departamento de Estado. El Dominican Desk estaba integrado por Tony Solomon, Ed Palmer, Ken Crockett, quien era el director de la oficina de la AID para el Caribe; Bill Stedman en el departamento de Estado y Dave Bronheim. Tony Solomon era empresario, economista y asesor del Subsecretario Adjunto para Asuntos Económicos de América Latina, Administrador de la AID en 1964 y consultor de la CIA para asuntos latinoamericanos durante más de 25 años. El plan de contrainsurgencia se organizó con dos vertientes: una económica y una policiaco-militar. En el área económica trabajaron cuatro economistas puertorriqueños especialistas en planificación que trajo la AID al país el 7 de enero de 1962. El economista Rafael Picó, director de Planificación de Puerto Rico y del Banco de Fomento, dirigió el equipo de especialistas por disposición del presidente John F. Kennedy y el gobernador Luis Muñoz Marín. Picó fue nombrado coordinador de las ayudas económicas a la República Dominicana e integró a los economistas Rafael Durán Manzanal, Antonio Nieves Torres y Justo A. Nieves, para estudiar el nuevo modelo económico nacional. Estuvo asesorado por Teodoro Moscoso, jefe de la AID para América Latina y colaborador de la CIA, quien trazó las líneas generales.

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Sin embargo, el plan de contrainsurgencia comenzó en la Policía Nacional bajo la dirección y financiamiento de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), a través de la Oficina de Seguridad Pública de la AID, con una inversión de cuatro millones de dólares. Según Jeremy Kuzmarov en su obra La Modernización de La Represión y Entrenamiento Policial, el departamento de Estado de los Estados Unidos apoyó el aporte financiero de la CIA para la Policía Nacional. “El departamento de Estado de los Estados Unidos, dice Kuzmarov, apoyó el aporte de la CIA a la AID para la policía y en apoyo a los trabajos de la Alianza para El Progreso. En 1962, tras el asesinato del dictador Rafael Trujillo y el advenimiento de un nuevo gobierno del conservador Joaquín Balaguer, el Procurador General Robert Kennedy, envió dos detectives del departamento de policía de los Ángeles, denominado “El Escuadrón Mexicano”, para entrenar a una élite policial en República Dominicana para que el gobierno recuperara las calles, que habían sido tomadas por el movimiento revolucionario” El 23 de marzo de 1962, el Consejo de Estado solicitó al presidente John F. Kennedy, a través de su embajador en el país, John Batlow Martín, ayuda para modernizar la Policía Nacional, con la finalidad de enfrentar con eficiencia las protestas de la población que reclamaba numerosas conquistas sociales. En su libro El Destino Dominicano, Martin relata cómo se tomó la decisión para apoyar al gobierno dominicano durante una reunión con el presidente Kennedy en la Casa Blanca, pero con conclusiones y algunos datos equivocados. “Yo observé que habíamos omitido algo vital. El Consejo había perdido el control de las calles en manos de las turbas. Hasta entonces no había conseguido yo, por mi parte, que se me ayudase en el adiestramiento de la policía dominicana en el control de revueltas, y no veía por qué no podíamos conseguir que una pareja de policías del escuadrón mejicano de Parker fuese enviada allí. W. H. Parker era el jefe de la Policía de Los Angeles”.

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“El presidente se volvió a Ralph Dungan, el miembro de su personal encargado de los asuntos de América Latina, que siempre estaba en estas reuniones, hablaba rara vez, pero con mucho sentido, y dijo: “Pregúntele a Boby si puede hacer algo por él”. Boby, naturalmente, era el hermano del presidente, el Procurador General”. “El Gobierno de la República Dominicana, que presidía el Consejo de Estado, en un memorando de fecha 23 de marzo de 1962, solicitó al presidente John F. Kennedy, asistencia especial para fortalecer la capacidad de la Policía Nacional para mantener el orden público y modernizar su organización, operaciones y las instalaciones”. “Una semana o dos más tarde, dos detectives de habla española de Los Ángeles llegaron a Santo Domingo. Adiestraron a la policía dominicana en el control de revueltas, les proporcionaron porras, gases lacrimógenos y máscaras para gases, y cascos blancos –por lo que se conoció como los “Cascos Blancos”- y a las pocas semanas el Consejo volvía a dominar las calles, casi completamente gracias a la acción de estos detectives”. En la reunión citada por Martin participaron el presidente Kennedy, Teodoro Moscoso, administrador de la AID y la Alianza para el Progreso para América Latina; Ed Martin, John Crimmins, el subsecretario Ball y un agente de la CIA. Después de esa reunión, Robert Kennedy habló con el director de la Oficina de Seguridad Pública de la AID en Washington, Byron Engle, para que enviara a dos detectives al país para analizar la situación de la Policía Nacional. Engle era un agente de la CIA que fue nombrado director de la Oficina de Seguridad Pública en 1963 para asesorar y reorganizar la policía de los países amigos de Estados Unidos y crear una escuela internacional de policía. Trabajó como asesor policial en Japón, Turquía y varios países de América Latina y África. Engle fue reclutado por la CIA en enero de 1951 y se dedicó por completo a elaborar y ejecutar los planes de contrainsurgencia de los Estados Unidos en el mundo.

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En abril de 1962, Engle envió a la República Dominicana a los detectives Herbert O. Hardin (Herb) y Jake Jackson para analizar la situación de la policía y sus necesidades. Hardin era el director de la Oficina de Seguridad Pública para América Latina en Washington y un reconocido agente de la CIA que participó en el golpe de Estado contra Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954 y el golpe de Estado del general René Barrientos en Bolivia en 1964. Jake Jackson, de la CIA, fue el asesor principal de la Oficina de Seguridad Pública en Brasil y Bolivia. Los detectives permanecieron dos meses en República Dominicana, donde elaboraron un informe sobre las necesidades de la Policía Nacional para su modernización. En junio de 1962, la Oficina de Seguridad Pública envió al país a 15 detectives, que eran agentes de campo de la CIA, para abrir de manera definitiva la oficina de asesoría a la Policía Nacional. Los agentes de la CIA recibieron el apoyo del departamento de Estado de los Estados Unidos, del Procurador General, Robert Kennedy, y la Agencia para El Desarrollo Internacional (AID). El equipo estaba integrado por los siguientes agentes de la CIA: 1. Herbert O. Hardin 2. Jake Jackson 3. Anthony Ruiz (director del grupo) 4. Elmer (Tommy) Adkins 5. John Doney 6. Carlton Rood 7. David de La Torr 8. Richard Raugi 9. Mel Holguín 10. John Monot 11. knute Thorpe (Faltan 4 nombres) “En abril de 1962, dice William Blum, la AID realizó un estudio preliminar sobre la Policía Nacional. Este estudio confirmó las

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necesidades de asistencia según lo solicitado por el gobierno de la República Dominicana. Como resultado, la AID aprobó utilizar el programa de Seguridad Pública para ayudar al gobierno”. “El programa de Seguridad Pública fue establecido en mayo de 1962 con un asesor asignado que dirigirá la misión. Con el programa se realizaron algunos avances en respuesta a las medidas de seguridad interna inmediata y eficaces, aunque el impulso del proyecto fue lento”. “En septiembre de 1962 se había proporcionado la formación básica en tácticas de control de desórdenes para la fuerza de seguridad”. “La fuerza de control de disturbios era conocida como los “Cascos Blancos” y consistía en aproximadamente 650 hombres estacionados en Fortaleza Ozama”. “Los estudios de la capacidad de la Policía Nacional fueron realizados por un consultor de la AID, que confirmó la necesidad de un programa acelerado de capacitación y adquisición de equipos básicos”. “El Consejo de Estado hizo un llamado a los EE.UU. para la asistencia inmediata para la restauración del orden y la ley. “Fue el primer año de la administración de John F. Kennedy y todavía no había nada elaborado. Herb Hardin, entonces responsable del Centro para América Latina, de la División de Seguridad Pública de la AID, recibió la orden de pasar inmediatamente a la República Dominicana”. “Era hacer una rápida evaluación y regresar a Washington. Cuatro días después, volvió a la AID con una serie de recomendaciones elaboradas apresuradamente; las principales eran un préstamo de un oficial que hablara español, equipos anti disturbios, equipos de entrenamiento del departamento de Policía de Los Angeles y especialistas en otras áreas”. “Robert Kennedy, Procurador General de Estados Unidos, tenía la pelota en sus manos, y trabajó directamente con las autoridades dominicanas, a través de los canales informales, para inmediatamente comprar los suministros adecuados de materiales antidistur-

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bios no letales; e iniciar, de inmediato, la formación de batallones de la Policía Nacional capacitados en el control de disturbios para poner fin a la anarquía, saqueos y otros actos de violencia en la ciudad de Santo Domingo”. “La selección inmediata del Asesor Jefe de Seguridad Pública, junto con un personal que incluyera un Asesor de Comunicaciones, un Asesor Criminalista, un Investigador y otros como sean necesarios, se ejecutó rápidamente”. “El personal para evaluar las necesidades a largo plazo en la República Dominicana, en términos de organización, presupuesto, personal y formación, se hizo con rapidez, y se logró formar un equipo de operación que trabajara el día a día, para fomentar la protección del gobierno, sin tener un gasto muy elevado lo antes posible”. “Proporcionar estimaciones de financiación para la AID y el equipo automotor y la comunicación apropiada, armas para la policía, equipos de entrenamiento y todo el material que la Policía Nacional requería para los años subsiguientes, eran objetivos fundamentales”. “Cooperar con el gobierno de la República Dominicana, a través de los canales diplomáticos oficiales, para reemplazar al jefe de la Policía Nacional, por un oficial considerado por los EE.UU. como bueno para las tareas del día a día”. “El equipo de la Policía de Los Ángeles se mantuvo en República Dominicana durante varios meses, haciendo un trabajo muy eficaz”. “Al cabo de seis semanas de su llegada y el orden público haber sido razonablemente controlado en la capital dominicana, y lograr la formalización de la documentación del programa y la coordinación de la Policía Nacional, el equipo regresó a Los Ángeles”. “Fruto de ese trabajo se logró la aprobación de una escuela o academia de policía en Santo Domingo”. “La AID nombró director de su programa de Seguridad Pública al oficial de origen hispano Anthony Ruiz, quien fue un alto oficial del Departamento de Policía de Los Ángeles”.

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“Pero el progreso fue lento, y a lo largo de tres años, se seleccionó un sitio y aulas para desarrollar los planes de la academia, los estudiantes y los instructores para la formación de los oficiales de la Policía Nacional”. De acuerdo al estudio “Historia de la Seguridad Pública de la AID”, Anthony Ruiz fue responsabilizado de la dirección del programa de Seguridad Pública de la AID en la República Dominicana en 1962. “Anthony Ruiz, quien salió de San Salvador después de pasar por Vietnam, llegó a la República Dominicana con cerca de 15 asesores del programa de la AID a Santo Domingo, que duró 14 años funcionando. Entre los asesores se pueden citar a Tommy Adkin, que estuvo en Vietnam y John Doney. Se incluyen Carlton Rood, David D. La Torr, Richard Raugi, Mel Holguín, y John Monok. Uno de los últimos proyectos de la OPS fue establecer una academia de policía en República Dominicana para 1967. “En 1967, Knute Thorpe fue seleccionado por la Policía Militar del Ejército de los EE.UU. para que se uniera a la OPS para la asignación a Santo Domingo para desarrollar una academia de policía. En ese momento, el jefe del programa de Seguridad Pública de la AID, Anthony Ruiz, reconoció el poco progreso y lentitud, pero tres años más tarde se seleccionó un sitio y las aulas necesarias para la academia. Se desarrollaron planes de estudio, se seleccionaron los estudiantes y la academia de oficiales abrió en agosto de 1970. En 1968, mientras estaba en Santo Domingo, Knute se retiró del Ejército de los Estados Unidos, con 27 años en servicio. Se unió al Programa de Seguridad Pública y continuó trabajando en la academia de policía. Más tarde regresó a Washington y fue asignado a los trabajos del Programa de Seguridad Pública en otros países. Anthony Ruiz fue enviado en 1964 a Bolivia a trabajar en ese programa de la AID. Byron Engle, que trabajo con Ruiz en Vietnam y Bolivia, volvió a trabajar a la Agencia Central de Inteligencia (CIA)”, reveló el estudio. Anthony Ruiz, de origen mexicano, fue un oficial de la policía de Los Ángeles, Estados Unidos, durante el período 1937-1963 y

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su último trabajo en las calles fue como capitán detective de la 77ª División en 1961. En 1962 comenzó a trabajar en el departamento de Estado de los Estados Unidos como miembro del Programa de Seguridad Pública de la Agencia para El Desarrollo Internacional (AID) y permaneció en ese puesto hasta 1973. La CIA y la AID comenzaron a trabajar unidas en el país a partir de 1962, en el programa de Seguridad Pública, para lograr la capacitación de los oficiales de la Policía Nacional en tácticas antiguerrillas, antimotines y acción civil. La primera medida que se aplicó fue la creación de los denominados Cascos Bancos o Unidad Antimotines de la Policía, para enfrentar las movilizaciones de los trabajadores y campesinos que exigían mejores condiciones de vida y la reforma agraria. “Esta unidad de control de disturbios se mantiene como una parte permanente de la policía de Santo Domingo, conocida como “Los Cascos Blancos”, que llegaron a crear mucho odio en el populacho. Poco después se produjo un programa de largo alcance para transformar las fuerzas armadas del país en lo que se esperaba que fuera, una eficiente organización anti-guerrilla, aunque las guerrillas eran tan raras en la isla caribeña como los miembros de la familia Trujillo”, dice el estudio elaborado por el equipo de la AID. La creación de los Cascos Blancos fue una decisión de Byron Engle, quien ya tenía experiencia en la formación de unidades antimotines en Uruguay, Japón, Turquía, El Salvador, Brasil y Bolivia, con el apoyo del presidente John F. Kennedy y su hermano Robert Kennedy, Procurador General de los Estados Unidos. “En agosto de 1962, dice Clara Aldrigui, el presidente John F. Kennedy proporcionó un decisivo impulso al Programa – que prestaba asistencia a las Policías de 26 países – creando en la AID un organismo semiautónomo, la Oficina de Seguridad Pública (OPS), y asignándole mayores recursos. El secretario de Justicia, Robert Kennedy, fue el principal promotor de la conversión de las Policías aliadas en un elemento clave de la política contrainsurgente de Estados Unidos”.

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“Para dirigir la OPS, fue designado un hombre de la CIA, Byron Engle, ex administrador de programas clandestinos y funcionario de la Agencia desde su fundación en 1947. Aunque su nombramiento fue resistido por el Departamento de Estado, Engle traía consigo una sólida experiencia y considerable prestigio. Entre sus méritos se hallaban la dirección del adiestramiento de la policía japonesa al término de la segunda guerra mundial y el asesoramiento a las fuerzas policiales de Turquía. El FBI consideró negativamente su designación y no se mostró dispuesto a cooperar. Su director J. Edgard Hoover llegó a comentar que el PSP “era una cobertura más de la CIA y no pensaba malgastar su sangre vital en una competencia burocrática”. “El Programa de Seguridad Pública era considerado un complemento o auxiliar de Asistencia Militar (MAAG). Los cometidos de ambos programas sustancialmente coincidían: preparar fuerzas locales en condiciones de llevar a cabo operaciones de contrainsurgencia, armadas y equipadas por Estados Unidos, y dirigidas por oficiales entrenados por Estados Unidos y asesoradas por expertos norteamericanos”. “En 1962, dice Alan Mcpherson, documentos del departamento de Estado involucraron a la Oficina de Seguridad Pública con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la realización de actividades ilegales en la República Dominicana, Guatemala y República de Brasil y en la creación de grupos paramilitares y escuadrones de la muerte, relacionados con los policías entrenados por la AID”. “Un documento secreto del Departamento de Estado, elaborado en 1962, admitía la participación de la Agencia en el Programa de Seguridad Pública: “La CIA tiene personal integrado en los programas policiales de la AID. [...]. La CIA tiene la responsabilidad, implícita en su estatuto, de fortalecer la capacidad antisubversiva de las fuerzas de Policías extranjeras. [...]. La CIA provee la última información de los desarrollos de la estrategia y las técnicas chinosoviéticas a su personal en los programas policiales de la AID, que trabajan como consejeros en contrainsurgencia, contraespionaje, contraguerrilla y otros campos antisubversivos. [...]

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El apoyo dado por Kennedy a la Oficina de Seguridad Pública surtió efectos positivos en en la República Dominicana, ya que la CIA, con el apoyo del departamento de Estado de los Estados Unidos, invirtió los 4 millones de dólares en el programa de modernización de la policía, a través del “Acuerdo Proyecto P-1 para Aspectos Económicos de la AID y estableció los siguientes objetivos: 1.

2. 3.

4. 5. 6. 7.

Realizar, en cooperación con los representantes de la Policía Nacional, los estudios de las instalaciones existentes y necesarias y los equipos que hay que adquirir. Estos planes, cuando se aprueben, se utilizarán como base para proyectos de este acuerdo y a la cooperación de la AID y la Policía Nacional. Se hará especial hincapié en el establecimiento de un Centro Nacional de Capacitación de la Policía, sistema de comunicaciones por radio, el registro de la policía, sistema de identificación y un laboratorio central de la Policía Nacional. Trabajar de común acuerdo con el gobierno anfitrión. Desarrollar en cooperación con las contrapartes de la Policía Nacional, un plan de trabajo específico para cada proyecto incluyendo: a- Un plan financiero b- La donación de Equipos, instalaciones y capacitación que proporcionará la USAID a la Policía Nacional c- Asistencia técnica Prestar asistencia técnica directa a la Policía Nacional y prestar servicios y un representante directo del Director de la Misión de la AID ante la Policía Nacional. Determinar y solicitar la asistencia de otros asesores técnicos de la USAID. Trabajar con varias divisiones de la policía según fuera necesario. Realizar una evaluación temprana del proyecto con el apoyo de los 14 asesores de la Oficina de Seguridad Pública. Estos Asesores trabajarán en varias divisiones de la policía, proporcionando asesoramiento técnico día a día.

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La ayuda de la Oficina de Seguridad Pública de la AID y la CIA cubría la entrega de armas modernas y asesores policiales. – Equipos de EE.UU. – Asesores nacionales e internacionales que impartan docencia para operaciones policiales. – Capacitación adicional para el personal de nivel intermedio. – Graduar más de 400 policías. – Proporcionar capacitación para el control de disturbios civiles a 450 oficiales También la entrega de los siguientes equipos bélicos: –157 rifles Remington –64 rifles con telescopio –32 rifles Garand de calibre 30 –96 escopetas calibre 12 –150 Carabinas calibre 30 M-1 –98 revólveres estandarizados calibre 38 –Otros equipos especializados de control de disturbios –25 escudos protectores –349 Máscaras de gas. –2.466 granadas de gas –2.281 proyectiles de gas Según los investigadores Reg Davis y Harry James, los principales agentes de la CIA en la AID en 1962, en los Estados Unidos, y que colaboraban con el gobierno dominicano, eran los siguientes: –Byron Engle. Director de la Oficina de Seguridad Pública en Washington. Organizó la policía japonesa después de la segunda guerra mundial. Fue reclutado por la CIA en enero de 1951. Fue el enlace con las agencias policiales del Japón y la CIA y en Turquía en 1951-1952 para proporcionar asistencia policial y reclutar nuevos agentes. –Robert Bowling, agente de la CIA y policía retirado de los Ángeles. Reemplazó a Engle en Turquía. En 1962, regresó a la filas de

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la CIA en la Oficina de Seguridad Pública y sirvió como enlace de los programas de América Latina. –Geraldine (Jerry) Jelch. Trabajó en la Cruz Roja Americana 1945-1951 en hospitales militares en Saigón y Japón, donde conoció a Byron Engle. Contratado por la CIA en 1951 y asignado a Turquía. Fue trasladado a Tokio en 1953 para que sirviera de enlace de la Policía Militar. Era un oficial de enlace entre la CIA y la Administración de negocios en el extranjero (FOA) (International Cooperación Administration (ICA). Jerry continuó en esta posición hasta que se retiró en 1973. Poco después de la asunción del presidente Kennedy en 1961, participó en un equipo de la CIA para evaluar las capacidades de la policía de varios países de América Latina para enfrentar el terrorismo y la subversión castro/comunista. –John Neeley. Fue el hombre de la CIA y del FBI en el programa de Seguridad Pública de la AID en Washington. –Jerry Francs. CIA en honduras y Cuba, 1957. –Dave Laughlin, jefe del programa de Seguridad Pública de la AID en Honduras en 1962 y jefe de la estación de la CIA. –Ray Driggers. Comunicaciones. –Carlos Cassaventes. Investigaciones –Charles Gowman. Formación. –Charles Redlin. Telecomunicaciones. –Jack Goin. Director de Delitos y Laboratorio. –Robert Brougham ex piloto de la Marina. –Charles Molefetto. Ejército de EE.UU. Logística. –Scotty Caplan. Mantenimiento de Equipos. –Charles Nesbitt tenía experiencia Ejército de EE.UU. –Paul Katz, de los primeros participantes, llegó como un ingeniero en Telecomunicaciones. –John Doney, de la CIA y la AID, trabajó en contrainsurgencia en Vietnam del Sur. –Tommy Adkins era un agente de la CIA con mucha experiencia. –John Monot era un agente de la CIA especialista en comunicaciones.

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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ............................................................

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Cápítulo I. EL DOMINIO DE LA CIA 1962-1965 ..........

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Cápítulo II. LA CIA Y LA SEGURIDAD DE LOS ESTADOS UNIDOS ............................................

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Cápítulo III. LA CIA Y LA BANDA COLORÁ ................. 163 Cápítulo IV. EL REINO DE LA AID ................................ 191 BIBLIOGRAFÍA .................................................................. 219





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