L´fatal 5 by L´FATAL

,L FATAL 5 Revista de Arte Contemporáneo

A ñ o 1 N o . 5 E n e r o - F e b r e r o - M a r z o 2 0 1 6

ISSN: 2215 440X

PROYECTO

´atlÁntis´16

ARTE S.XXI C.R. Edgar León. 2016.

Rafael Montoya. 2016.

Galería Roberto Sasso VÉRITAS / Galería PANI / Casa Amón / DESPACIO / Galería del DISEÑO / X CO M U N I C AC I Ó N , C R / B ra n n e r / Spangenberg Gallery, R e d wood Cit y, California. 1

Año 1, No.5 / Enero - Febrero - Marzo 2016

Nelson Díaz. “Posibles centros del mundo antiguo”, 2016. Fotografía digital. Tres piezas de 50 cm x 50 cm. Fotos de autor.

Índice:

Los Editores Pág. 5 ´atlÁntis´/Centroamérica, resumen de los comentarios de las muestras. pág.8 Lee mis Labios, muestra en TEORéTica, curada por Miguel Ángel López, pág. 62 Naitafón: Pilar Moreno en el MADC, pág. 68 Ver y no ver. “El objeto oscuro – Exploraciones sensoriales desde la no videncia”, pág. 80

Consejo Editor Quirval Otello E´mundo Chevón Comentarios en esta edición por LFQ Fotos en esta edición de Erno Hilaríon, Nicole Alpízar, Dominique Ratton y LFQ.

Los contenidos de los artículos no reflejan el criterio de los editores. NO Copyright CREATIVE COMMON

Los editores

Para esta edición No. 5 de la revista en línea L´FATAL la fatalísima, ofrecemos un pormenorizado recuento de las seis muestras del proyecto ´atlÁntis´/centrAmérica, que durante el mes de febrero 2016 motivó a visitar los diferentes espacios donde se montó: Galería Roberto Sasso de la Universidad Véritas, Galería del Pani, X-Comunicación Experimental, Galería Casa Amón del TEC, Galería del Diseño todas en San José, Costa Rica, y Branner / Spangenberg Gallery, en Redwood City, California. Publicamos además un comentario de la muestra “Lee mis labios” curada por Miguel Ángel López en Teorética; “NAITAFÓN” de Pilar Moreno en las salas 3 y 4 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) y sobre el taller “El objeto oscuro – Exploraciones sensoriales desde la no videncia”, que fue impartido por Alex Arias y Flavia Sánchez en el espacio X-Comunicación Experimental recientemente. 5

Moyo Coyatzín. “centrAmérica”, 2016. Instalación con tierra. Foto Nelson Díaz. 6

PROYECTO

ﾂｴatlﾃ］tisﾂｴ16

ARTE S.XXI C.R.

´atlÁntis´/ centrAmérica

Cartografías incidentales En los mismos albores de este año 2016, la muestra ´atlÁntis´/ centrAmérica, despliega un poliedro de interrogantes, las cuales tienen que ver con la geopolítica y la cultura de esta región de fieros contrastes y contradicciones paridas desde su forma de identidad, pero, sobre todo, y lo que más nos interesa: su manera de hacer arte. Virginia Pérez/Ratton en uno de sus ensayos titulado ¿Qué región? Apuntando hacia un estrecho dudoso1, reflexión presentada en un evento del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) en 2006, titulado ¿Qué Centromérica?, afirmaba lo siguiente: “La región centroamericana, esa franja de tierra que algunos llaman cintura y que otros consideran dudosa, ha sido desde siempre objeto de deseo, tanto de los individuos que se han acercado a sus hermosas y traidoras costas, como de los grandes poderes de la época”.

Joaquín Rodríguez del Paso. “The everlasting charm of Post Columbian spheres”, 2016. Instalación en Galería Roberto Sasso de Universidad VÉRITAS. Foto LFQ.

9 Espacios colectivos con tiestos.

Edgar Le贸n. Central. 2016. Instalaci贸n en Galer铆a del PANI. Foto LFQ.

Para algunos visionarios somos el “continente perdido”, aquella idea en los “diálogos” de Platón quien lo ubicaba delante de la “Columna de Hércules” en el océano Atlántico, lo que los pueblos antiguos llamaron Aztlán o tierra de los “xicanos”, recordando a Tomás Ybarra Frauto -faja terrestre que se extendía desde California a Panamá-, o lo que el sociólogo Ivar Zapp llama Atlántida, según lo explica en su libro Atlantis in America, Navigators of the Ancient World2 y Retorno a la Edad de Oro: La lengua cuadriculada de los Huetares3, publicado por la Editorial Tecnológica en 2015. Las grandes interrogantes en torno a este enigmático estrecho terrestre persisten, por esta razón al celebrar el décimo aniversario de la muestra “Estrecho Dudoso” -MADC 2006-2007-, curada por Pérez-Ratton y Tamara Díaz, el curador independiente Rolando Castellón decidió conmemorar la memoria de ese evento generador de tantas preguntas, y lo hace con un imaginario simbólico de más de treinta artistas acerca del qué, del cómo o de cuál posición asumir en los grandes mapas del arte contemporáneo, noción que Pérez-Ratton -antes de su sensible fallecimiento en 2010-, se desveló por redibujar en el nuevo mapamundi del arte internacional. Las interrogantes Para la convocatoria de ´atlÁntis´ el curador nos emplaza a responder: ¿Centroamérica Existe? ¿… Costa Rica centrAmérica? ¿América Central desde Panamá hasta California? Asumiendo esta perspectiva ¿qué importancia poseen estas nociones territoriales en las temáticas de arte actual de la región? ¿Cuál es la motivación central? ¿Qué pretende provocar o activar a través de las propuestas de los artistas? 11

ANTE AMÉRICA. Portada del catálogo. Foto cortesía del MADC.

MESóTICA II. Portada del catálogo. Foto cortesía del MADC. 12 Carolina Valencia. “Volver al orígen”, 2015.

Estas son preguntas retóricas –comenta el curador Castellón-, escuchadas esporádicamente en el ambiente artístico costarricense-, y añade: -son un tema que también ha sido discutido en varios foros a nivel museal en los últimos años. Ante América Castellón nos recuerda que la gran muestra “Ante América”, con la cual se inauguró el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) en 1994, -itinerante por varias ciudades norteamericanas, curada por Gerardo Mosquera (Cuba), Carolina Ponce de León (Colombia), y Raquel Weiss (USA), organizada en Colombia por el Banco de la República, expuesta en 1992 en la Biblioteca Luis Ángel Arango de la ciudad de Bogotá-, en el respectivo foro del evento ocurrido en el MADC, se le preguntó a Mosquera ¿por qué no fueron incluidos artistas centroamericanos en ese proyecto tan importante para el arte regional?, y su respuesta nos dejó patidifusos: “porque no conocían ninguna actividad artística en el área”. MESóTica La persistencia de tantas dudas acerca del arte regional, como se desprende de dicho foro sobre Ante América en el MADC, estimuló en 1996 la organización de la 2da “MESóTica: centroamérica re-generación”, curada por Pérez-Ratton y Rolando Castellón, itinerante por varias ciudades de Europa: Madrid, París, Roma, Turín, Apeldoorn Holanda, motivación para corregir ese desliz en las percepciones de nuestra cultura artística del istmo centroamericano, y, sobre todo, porque miles de miradas se posaron sobre esos calados del mapa centroamericano preguntándose por las contingencias sociales que le afectaron y de las cuales tanto se hablaba durante aquellas dos últimas décadas del siglo XX, pero sobre todo, de su arte.

Oscar Figueróa. “Themselves on the beach at low-water”. 2015. Video en Galería DESPACIO. Foto Erno Hilario.

´atlÁntis´ / centrAmérica De ahí que en las propuestas exhibidas en las seis galerías de San José, y en Redwood California, los artistas redibujaron mapas, cartografías conceptuales donde se marca la noción de territorios difusos que componen esos imaginarios, como los de Rafael Montoya y Moyo Coyatzin en Casa Amón, quienes crean, el primero un mapa calado en madera sumergido en agua y arena, y el segundo un mapa de tierra que puede ser disuelto en lodo por las tantas incertidumbres del vivir o actualidad, además, compone otro mapa de trapos, en tanto se dice que los centroamericanos nos vestimos con “ropa americana o ropa usada”, al ser vistos como el patio trasero de los Estados Unidos. La idea de Joaquín Rodríguez del Paso, en la galería de la Universidad Véritas, “The everlasting charm of Post Columbian spheres” utiliza tres bolas para ejercitar el cuerpo, y cinta adhesiva negra para demarcar en el pavimento de la sala estaciones donde implicar el cuerpo a la rutina deportiva, y a su vez visionar las esferas de piedra del valle del Diquís en el delta donde confluyen los ríos Térraba y Sierpe, para hablarnos del paradigma del cual tanto se especula, y que según Zapp demarcan mapas celestes para la navegación de los antiguos pueblos huetares, una de las culturas de nuestro pasado originario, y que según él fueron navegantes que atravesaron los océanos comerciando e intercambiando cultura. Los expositores: Exhiben treinta y dos artistas en seis galerías de la ciudad de San José: Joaquín Rodríguez del Paso, Stephanie Williams, Oscar Figueroa, Pamela Hernández y José Pablo Solís exhibieron en la Galería Roberto Sasso de la Universidad VÉRITAS. Edgar León presen15

tó su propuesta “Central” en la Galería del Patronato Nacional de la Infancia PANI. Elisa Bergel, Nelson Díaz y LFQ exhibieron en X-Comunicación Experimental, además de “ConeXión California San José” con artistas como P.f. Foley, Robert Hernández, Carmen Lomas Garza, Carlos Loarca, Gustavo Rivera, José Romero, Calvin Tondre Barajas, Ann Urriolagoitia, René Yañez y Javier Marín. En la Galería Casa Amón del TEC, lo hicieron Moyo Coyatzin y Rafael Montoya. Además, Héctor Burke, Fabrizio Arrieta, Federico Herrero y Rocío Con exponen en DES-PACIO, donde también se escuchan “Voces Indígenas” -resumen de la participación centroamericana en el proyecto del mismo nombre curados por Alfons Hug para el Pabellón Latinoamericano del IILA, en la 56 Bienal de Venecia, representados por Sandra Monterroso de Guatemala, Maurizio Kavistán de El Salvador, Leonardo González de Honduras, Raúl Quintanilla de Nicaragua, Priscilla Monge de Costa Rica y Humberto Vélez de Panamá quien presentó el video del proyecto Miss Education. La Galería del Diseño expuso un conjunto de grabados, dibujos, pinturas, además de los libros del referido Ivar Zapp. Cierra esta idea de naciones y territorios una exhibición simultánea de videos en Branner / Spangenberg Gallery, Redwood City, California. Para concluir con este resumido enfoque acerca del gran proyecto ´atlÁntis´, el cual como se dijo rememora la muestra “Estrecho Dudoso” de Pérez-Ratton, así como la realización de las tres anteriores MAYINCA: la primera en Galería Roberto Sasso de VÉRITAS, la segunda MAYINCA Cartografías en el Museo Municipal de Cartago, y MAYINCA Tiestos de una Cultura en el Museo Nacional de Costa Rica, se constata una vez más la sensibilidad de nuestros 16

Galería Roberto Sasso de la Universidad VÉRITAS-

artistas actuales para activar la discusión acerca del potencial valor del arte originario, el cual renace y fluye en estos nuevos discursos, rompe con esa fastidiosa zona de confort y se abre a la investigación cultural y a la experimentación con el uso de materiales propios del momento actual, además de aquella memoria del “objeto del deseo” que hablaba Virginia en una geografía cambiante entre istmo, islarios y cartografías incidentales. 1 Virginia Pérez–Ratton, Travesía por un Estrecho Dudoso, Teorética 2012 2 Ivar Zapp Nauman, Atlantis in America, Navigators of the Ancient World Ivar Zapp, Adventures Unlimited Press, Illinois, USA 3 Ivar Zapp Nauman, “Retorno a la Edad de Oro: La lengua cuadriculada de los Huetares”, 2015. Editorial Tecnológica de Costa Rica. 17

´atlÁntis´en Galería Roberto Sasso de Universidad VÉRITAS

Para este ensamble de pensamientos y expresiones el curador Castellón se propuso activar una mirada crítica hacia los nuevos lenguajes del arte actual, al uso que hoy se da a los materiales e implicar la sensibilidad, al tocar temas que tienen que ver con la historia regional, y de esa manera regenerar los discursos. Como se dijo, Joaquín Rodríguez del Paso expuso “The everlasting charm of Post Columbian spheres”, de lo cual, el mismo artista expresa: “las bolas de caucho sintético contribuyen a mantener el cuerpo en forma y refuerzan el Zeitgeist de nuestra era: no hay un más allá, hay un aquí y ahora y debemos mantener unos cuerpos perfectos, tonificados, para poder disfrutar de todos los placeres y gozos al que un cuerpo así tiene acceso”. Rodríguez del Paso 18

Joaquín Rodríguez del Paso. “The everlasting charm of Post Columbian spheres”, 2016. Instalación en Galería Roberto Sasso de Universidad VÉRITAS. Foto LFQ.

traspone este aspecto de la estética personal al universo místico, animista y mítico de las esferas de piedra encontradas en el valle del Diquís, y que estaban hechas para durar milenios, por ello traza una cartografía sobre el pavimento de la sala. Stephanie Williams, con la pieza “Noblezas y privilegios”, 2016, expone una acuarela basadas en documentos coloniales utilizados como registros legales, y referencia textos pertenecientes a las cartillas coloniales destinadas a la educación de los escribanos en esos tiempos inmemoriales. Implica una mirada escudriñadora a la moralidad de aquel pasado cuyas resonancias inciden en cohesionar la reflexión, cuando lo escrito en la zona inferior de la imagen –con la gracia de la escritura a mano-, sentencia: “El ignorante es madre del error y este que no es capaz de alterar la naturaleza, la tiene obscurecida y confundida con las tinieblas que acompañan el desacierto, sin poder distinguir las verdades que se haya revestida”. Pamela Hernández presentó “18 de agosto”, una estructura metálica de un viejo computador -recolectado en una recicladora y que fue utilizada en la Escuela Pública-, al cual colocó un tapiz recuperado del taller de un artista. La artista añade que la locación de la compra, adquisición y producción de la pieza se realizó el “18 de Agosto” en Colonia San Pedro de los Pinos. 20

Stephanie Williams “Nobleza y Privilegios”, 2016.

Pamela Hernández, “18 de Agosto”, 2016.

Oscar Figueroa. “Themselves on the beach at low-water”, 2015.

José Pablo Solís, “COSTA RICA. ¿EXISTE?”, 2016.

La sensibilidad de esta artista motiva a replantear las estructuras de producción de estos tiempos, para evitar que sus subproductos vayan a la basura. Se trata de cargar a esos insumos industriales de un nuevo uso, de una nueva estética que no deja de lado la memoria y, para esta muestra, atañe a una visión regeneradora de la geopolítica regional. Oscar Figueroa con “Themselves on the beach at low-water”, dice que el video corresponde a la documentación de una acción que se realizó frente al Océano Atlántico, la cual consistió en lanzar piedras al mar utilizadas como balastro de las vías férreas de Panamá, a las cuales se les escribió con agua un extracto de texto del titulado “A Trip on the Panama Railroad” frase del viajero Robert Tomes, publicado en la revista estadounidense Harper’s Monthly Magazine en 1855; en el cual relata la forma en que los trabajadores chinos se suicidaban en grandes grupos internándose en el mar para que las olas del Atlántico los tragaran unidos de las manos y con piedras atadas. José Pablo Solís con Costa Rica EXISTE, impresión adhesiva de una de sus pinturas en la cual focaliza la existencia de un país como el nuestro, en medio de las contingencias bélicas que marcaron un pasado centroamericano no muy lejano. Exhibe además unos collages de imágenes muy contrastadas que no dejan de lado 23

Javier Calvo. Instalación 2016.

esas resonancias de confrontación, quizás, y disidencia en contra de los gobiernos militares que un día gobernaron el istmo. Javier Calvo utiliza el libro publicado por TEORéTica en el cual aparece un mapa centroamericano, y del cual recorta la porción geográfica de Costa Rica y la dispone en otra vitrina formada por vidrios y cuatro piedras. 25

Edgar León: Central en Galería del PANI

Edgar León. Central. 2016. Detalle de instalación.

Dice Edgar León que “Central” reúne un conjunto de obras construidas a lo largo de años de investigación, las cuales reflejan preocupaciones sobre conceptos tales como: “Territorio e imaginación”, abordados desde su experiencia personal durante los años en los cuales él vivió fuera de Costa Rica. A su regreso –comenta-, esa discusión había sido atravesada por la reticencia a las imágenes que se produjeron dentro de una lógica regional son una respuesta a ese Atlantis como sitio de la imaginación, que se debate con el statuto quo de lo que pensaríamos debería ser ese territorio.

Edgar Le贸n. Central. 2016. Instalaci贸n.

´atlÁntis´en X-Comunicación Experimental

En este espacio se exhiben las propuestas de Elisa Bergel, Nelson Días y LFQ, además de “coneXión CALIFORNIA/SAN JOSÉ”. Elisa Bergel Melo exhibe “Del orígen y la distancia”, 2015. Expresa que: “A través de los distintos lenguajes se inicia una búsqueda sobre el movimiento, la memoria y sus implicaciones artísticas. Imágenes tautológicas que plantean la posibilidad de un paisaje subjetivo que se renueva desde la reiteración del tránsito cotidiano de una emigrante en la ciudad que le es ajena”. La pieza de Bergel está acompañada de una bitácora de autor, que, como ella misma expresa, sirve de vehículo para influencias creativas más allá de las fotografías, y que le posibilita ahondar en la identidad, los límites geográficos y el recuerdo, detonante de la búsqueda, plural y personal, de un espacio propio. 28

Elisa Bergel Melo. “Del orígen y la distancia”, 2015. Foto LFQ.

Nelson Díaz, “Posibles centros del mundo antiguo”, 2016. Fotografía Digital.

Nelson Díaz, “Posibles centros del mundo antiguo”, 2016. El artista encuentra en distintos puntos de lo circundante, la realidad y lo imaginario, motivos para recrear nociones como lo temporal y lo geográfico interpretando e implicando las imágenes y el paisaje. Experimenta con la fotografía lo que le permite la tecnología, sin renunciar a la idea de la esfera de piedra, para de esa manera quizás lúdica pero a la vez reflexiva apropiarse del simbolismo que éstas representan para la cultura nacional. 30

Luis Fernando Quirós, “Serie Islarios”, 2016. Elabora la noción de territorios difusos o (in)definidos –en tanto solo existen en la imaginación del artista-, provienen de la interpretación de una narrativa, mito o leyenda, sin ser del todo válidos para la ciencia pero sí para el artista quien los pre-visualiza en la pantalla de sus ilusiones y los trae a la realidad en forma de arte. Con “Protomonedas”, 2016. Evidencia una de las fortalezas del arte contemporáneo de visualizar imaginarios, objetos o sujetos con los cuales regenerar ideas creativas, como ver en un trozo de hierro negro lo que puede ser una “protomoneda” tosca, herrumbrada, derruida por el paso del tiempo como las utilizadas para el comercio en antiguas culturas de la humanidad.

Luis Fernando Quirós. “Islarios”, 2016. Fotografía intervenida con acuarela y tinta de café. 31

Luis Fernando Quirós. “Protomonedas”, 2016. Hierro negro y oxidantes.

coneXión PANAMÁ / CALIFORNIA Esta muestra titulada ConeXión PANAMÁ – CALIFORNIA / centrAmérica, reúne una colección de piezas de artistas que proponen cerrar el mapa de esa región conocida como AZTLÁN, conjuntamente con los videos de los artistas centroamericanos expuestos en BRANNER/SPANGENBE RG de Redwood City CALIFORNIA. Artistas como P.f. Foley, Robert Hernández, Carmen Lomas Garza, Carlos Loarca, Gustavo Rivera, José Romero, Calvin Tondre Barajas, Ann Urriolagoitia, René Yañez, Javier Marín, todos presentes en este circuito expositivo que redibuja un mapa más en esta travesía intercontinental. 32

Roberto Bonilla. FotografĂa.

Gustavo Bonilla. Fotografía.

José Romero. Fotografía.

Pf Foley.. Mapa

René Yanez. Tríptico.

Carlos Loarca. Pintura 35

Javier Marín. Papel impreso.

X Conexión. Vista de sala. Foto Flavia Sánchez.

X Conexi贸n. Vista de sala. Foto Flavia S谩nchez.

´atlÁntis´/ centrAmérica

Una de las piezas más representativas del proyecto ´atlÁntis´ /centrAmérica es la de Moyo Coyaztin y Rafael Montoya, expuestas en esta sede del Tecnológico de Barrio Amón. Se trata de mapas que conjugan con distintos materiales la antigua idea de la Aztlán, patria de los “xicanos”, la cual se extiende desde California hasta Panamá. El mapa ´atlÁntis´ de Montoya es una Costa Rica calada en madera y sumergida en agua, metáfora de la isla rodeada de mares, idea cuando trascendió que Nicaragua construiría un canal que inundaría sus tierras, y que el territorio nacional sería la “centrAmérica” en la visión del curador Castellón que se extiende al Sur con el Canal de Panamá.

Rafael Montoya. “atlÁntis´. Instalación con madera calada, agua y arena.

Moyo Coyatzín. centrAmérica, 2016. Instalación con tierra t con trapos.

Los mapas de Coyatzin, como se dijo, uno en tierra y otro hecha con trapos, aluden a esas incertidumbres de la historia y su choque con la realidad presente, que al ser de tierra puede que resquebraje y desintegre, o al ser bañada con agua se convierta en lodo, en el lodo que todos somos, en el lodo de la gres chorotega, que aportó a la gran cultura originaria del pasado autóctono. El mapa en tela o trapos, alude a aquella percepción de que somos el “patio trasero” de los Estados Unidos, de que nos vestimos con ropa americana usada, y somos mirados como tal, como ciudadanos migrantes en ese ir y venir del tiempo y el espacio.

Moyo Coyatzín. centrAmérica, 2016. 41

Estos imaginarios afinan sus simbolismos para decirnos que somos un estrecho terrestre no solo dudoso sino cambiante, como la luna que crece y decrece, que respira bañado por una nueva luz, la luz de sus culturas originarias de miles de seres humanos que la habitaron y dejaron huellas sensibles de su existencia hoy bañados por esa luz de su transformación.

Moyo Coyatzín. centrAmérica, 2016.

Moyo Coyatzín. centrAmérica, 2016. 42

Moyo Coyatzín. centrAmérica, 2016.

Moyo Coyatzín. centrAmérica, 2016. 43

Ivar Zapp: “Atlántida”

Ivar Zapp en Galería del Diseño: Restos Culturales de la Atlántida en América Este artista quien habita en nuestro país desde hace más de cuarenta años, ya antes de llegar e intrincar con sus investigaciones sobre la Atlántida, visualizaba esta tierra con una profusa naturaleza, tal cual es, con esos enormes y añosos árboles cargados de epífitas, trepaderas y bejucos, en una visión mágica de la realidad y que expresaba en sus dibujos, pinturas y grabados. Para esta muestra ´atlÁntis´el curador Castellón seleccionó dicho imaginario para exhibir en Galería del Diseño en Sabana Oeste, para darlo a conocer al público costarricense en tanto de él conocíamos sus libros, ya mencionados, y su experiencia docente en la Universidad de Costa Rica y en el Instituto Tecnológico de Costa Rica donde fue director de la escuela de Diseño Industrial en la segunda parte de los años ochentas.

Ivar Zapp. En Cerro Azul, 1972. Grabado.

Ivar Zapp. Camino a Cerro Azul, 1972. Grabado. 45

En uno de los textos de sala acerca de la participación de este sociólogo dice: “Aunque por muchas razones se argumenta que “La Atlántida” de Platón es un mito, sin embargo para muchos pueblos la Atlántida si existió, como si fuera una inolvidable memoria colectiva, y además que los restos megalitos fueron construidos por pueblos que practicaban la navegación marítima de alta mar. La Atlántida de Platón describe justamente a esta antiquísima civilización como de marineros que supieron orientarse con la ayuda de la esfera celeste que el dios de la astronomía ATLAS cargaba sobre su hombro. El diseño de los megalitos prevalentes en América Central, como las pirámides Mayas y las esferas de piedra de los pueblos Huetares de Costa Rica sugieren que fue en esta región, bañada por el mar Caribe, donde se desarrolló una alta civilización de sabios cuyas habilidades se reflejan en el diseño de herramientas de orientación hechas en oro, jade, granito, cerámica y una escritura cuadriculada inigualable en ninguna otra parte del mundo. Si podemos encontrar entre el legado arqueológico de Centro América pirámides que están alineados con las direcciones en que se encuentran las estrellas del firmamento, entonces podemos concluir que en esta región, se desarrollaron las primeras ciencias, como la astronomía, la geometría, las matemáticas y la lengua universal del mundo prehistórico, al cual los griegos llamaban la “Atlántida” y los aztecas como AZTLAN. Históricamente hablando todavía estamos en Aztlán y en la Atlántida, depende 46

del desarrollo de nuestra imaginación, perspectiva histórica y de nuestras investigaciones. Esta exhibición muestra nuestros intentos por recuperar la sabiduría ancestral.1 1) Zapp. Atlantis, Idem.

Ivar Zapp. Imposible, 1972. Dibujo.

Ivar Zapp. En Galería del Diseño. 2016. 47

´atlÁntis´/ en DESPACIO

Con el abordaje al tema central -por parte de los artistas Rocío Con y Federico Herrero-, construyen el sentido a partir de frases o palabras que edifican una territorialidad (in)imaginada: DESAPARECER MILLARES – BAJO EL AGUA, SUS MITOS, TERCER MUNDO, LAS PIEZAS QUE SOBRAN PUEDEN SER LAS QUE FALTAN, son nociones de un continente desconocido pero del cual reconocemos, indicios entre los vacíos del interletrado y de las palabras. Dispuestos en los muros de la ausencia de esa sala blanca, solo dividida por una línea amarilla, como son todos los confines, todos los bordes políticos, geográficos y culturales para conducir nuestras conductas.

Propuestas de Rocío Con y Federico Herrero en DESPACIO. Fotos cortesía de la galería.

Propuestas de Rocío Con y Federico Herrero en DESPACIO. Fotos cortesía de la galería. 49

Propuestas de Rocío Con y Federico Herrero en DESPACIO. Fotos cortesía de la galería.

Propuestas de Rocío Con y Federico Herrero en DESPACIO. Fotos cortesía de la galería. 50

Propuestas de Rocío Con y Federico Herrero en DESPACIO. Fotos cortesía de la galería.

Propuestas de Rocío Con y Federico Herrero en DESPACIO. Fotos cortesía de la galería. 51

Pintura de Fabrizio Arrieta. Fotos cortesĂa de la galerĂa.

Al inicio de la sala se exhibe una pintura de Fabrizio Arrieta, como una isla a los cuatro vientos, cuya cima del monte esta marcada por silogismos o un gesto graffitero que se apropia de la situaciĂłn.

Video de Carlos Fernández. Agrofit. Fotos cortesía de la galería.

Video de Sandra Monterroso. Tus tortillas mi amor. Fotos cortesía de la galería.

Voces Indígenas del Istmo En el fondo de la galería se escuchan las oraciones, cantos y decires en lenguas vernáculas del istmo, cuyos contenidos son incomprendidos pues solo existen en su sonoridad, en la textura de timbres y vocablos: la lengua Maya traída por la guatemalteca Sandra Monterroso, el Nahuat por el salvadoreño Mauricio Kabistán, el Tol presentado por Leonardo González quien se movía entre las salas con su presencia en la muestra, el Misquito de Raúl Quintanilla, y el Maleku recuperado por Priscilla Monge para aquella notable instalación sonora en el Pabellón Italolatinoamericano de la 56 Bienal Internacional de Venecia, curada por Alfons Hug. Allá, en es espacio destinado para correr los videos apreciamos las imágenes del proyecto Miss Education, presentado por Humberto Vélez de Panamá.

Vista de sala. Foto cortesía de la galería.

Se apreciaron además videos como el de Sandra Monterroso, Guatemala. Tus tortillas mi amor. Lix Cua Rahro. (2004, Guatemala, 12’); In Africa 2011 de Edgar León, Agrofit de Carlos Fernández, y otros videoartes de Fabrizio Arrieta, Oscar Figueroa y Habacuc, los cuales también se exhibieron de manera paralela en en Branner / Spangenberg Gallery, Redwood City, California. 55

Índigo de Héctor Burke

Esta muestra de Héctor Burke en DESPACIO, se prologó para ser parte del proyecto ´atlÁntis´, abierta hasta el 14 de febrero de 2016. El vocablo índigo, tanto como la imagen introspectiva del artista Héctor Burke dentro de las expresiones contemporáneas de la plástica costarricense, me acompañó paso a paso al apreciar la muestra, activándome a reflexionar sobre la noción de un tiempo y sensibilidad lapilazulí, como la circunferencia añil del poeta zen, que al mirarla hunde en la noche en vela del Héctor poeta, en el trabajo mañanero del Héctor grafista, del trazo grueso y nervioso del Héctor dibujante vespertino, o del Héctor pintor de tierras ocres, pardas y rojizas como la sangre reseca del recuerdo. 56

Índigo de Héctor Burke. Foto cortesía de la galería.

Lo expuesto en Índigo fueron retratos y autorretratos de diversos momentos: de aquel joven que una vez anduvo por las aulas de Bellas Artes anudando memorias como si fueran vuelo de mariposa; absorto en un pensamiento del (im)perfecto vacío mientras se embebía de la tinta de un café; o con un poema saltarín brincando aquí o allá, entre caballetes, mesas, o entre el reseco jardín de la escuela en una memoria escurridiza como la vida misma.

Índigo de Héctor Burke. Foto cortesía de la galería.

Esos trazos fogosos, intranquilos, briosos del joven Burke, del hombre hoy en plena madurez, del filósofo del mañana, disertan también de lo perceptivo y sensorial; un tacto a flor de piel, una visualidad subjetiva como paisaje oriental, un aroma a hiervas tras la lluvia caída, el canto del prado, del cerro, o la montaña atrás de su casa allá en Cachí. Héctor es más bien anguloso, con diversidad de timbres que van desde la sonoridad del bajo continuo, de ritmo simple, a la agudeza y luminosidad de las féminas que lo visitan, y que él capta en una poesía visual dedicada al temporal, o al sujeto que bien podríamos ser todos. Me encantó la luz que se vivencia ahora en la sala, por ese ventanal el cual baña de claridad cada cuadro, y que desborda el paisaje urbano entrante en el espacio de la galería; acentúa quizás el carbón de aquellos glifos esgrafiados sobre papel craft, o los trazos de esas síntesis de identidades dibujadas con astucia y sencillez primigenia, o aquellos pastosos tratamientos de la pintura, experiencia de hacer arte intrincando con el humor, la crítica y una narrativa sugestiva, traviesa y a veces incógnita.

Índigo de Héctor Burke. Foto cortesía de la galería.

TEORéTica: Lee mis labios Notas críticas de exposiciones recientes o actuales en diversos espacios expositivos de San José, Costa Rica.

Una tarde de esas que divagué andando las vías de la ciudad capital en busca de “un no se qué”, conmocionado al madurar la reflexión que motivó visitar la muestra “Lee mis labios”, curada por Miguel A. López en TEORE/éTica. Al atender las narrativas e intenciones de cada autora o autor, instiga, engancha el aguijón de la discordia debido al no saber, al asumir la incertidumbre que acusa, antes de devolver la mirada e intentar resolver el dilema de cómo me afectan a mí como espectador esos anclajes, y en tanto la muestra tiene mucho que decir, tanto que entretejer o discernir, pero sobre todo tratar de explicar para compartirlo con los seguidores de mis blogs y esta revista L´Fatal. Para mi cada exposición vista no representa distracción, al contrario, me sume en una lucha interior al tratar de descifrar sus enigmas; pero si no fuera de esa manera, que ten62

Sala con las piezas de Daniela Ortiz, “Habitaciones de servicio”, 2012.

ga que investigar para estar al tanto del día a día en términos del arte contemporáneo, ¡qué emoción tendría! Reflexión a la deriva Miré a la gente caminar por las aceras de San José, y me preguntaba cuántos modos de actuación, de maneras de ser, de realizarse como personas con derechos, deberes, y que viven cada uno su espacio de propiedad, cualquiera que sea bajo un fuerte anonimato porque dentro de esa vorágine del cotidiano a quien le importa, como dicen, la vida del otro. Ese andar meditativo me recordó aquella canción de la cubana Célia Cruz …“haz el bien y no mires a quién”… Suele suceder cuando ir a la galería o al museo se vuelve un guerreo vivencial y humano, donde media el drama actual de 63

posicionarse, ya sea al margen, a la deriva, incluirse o excluirse, (des)favorecerse, en tanto se tiene una voz escuchable de acuerdo a nuestra sensibilidad y querer sintonizar con tantas otras voces que van al garete por este insondable mapeo del vivir actual. Seguir impulsos Leer los labios de quien pasa a mi lado, de quien me topo de frente o miro de reojo, ¡qué o a quién importa! Aun así es un gesto humano, a veces se esconde, se disfraza, se trasviste, cuando esa lectura solo fluye en el lenguaje interior, en el silencio y visión interior, quizás, como diría la novelista contemporánea Susanna Tamaro “ve donde te lleve el corazón”. Al leer el título de esta propuesta de Teorética con la cual se estrenó Miguel A. López como su curador, saltan otros lenguajes no verbales, como los de la mirada o los mismos labios detentando distancia, burla, pero también deseo, anclar con el deleite permitido o delictivo, en tanto muchas(os) ni siquiera aceptan que se les vea a sus propios ojos. Lectura de algunas obras Existen en esa muestra construcciones y argumentos de muy diversa cala, todos pronunciados con el filtro de lo depurado, elegante, mensaje inteligente y sagaz que emerge del intrincar con esa propuesta de un lenguaje duro, que golpea a veces donde más 64

Regina José Galindo, “Estoy Viva”, 2013, escultura en hierro fundido.

nos duele. Por ejemplo, Daniela Ortiz, “Habitaciones de Servicio”, 2012, fotografías de arquitecturas minimalistas de vanguardia construidas en distintas épocas, el lujo es evidente con el discurso de la dimensión espacial, cuando en las piezas se muestra una planimetría comparativa del tamaño de las habitaciones principales con las de la “muchacha de servicio”, cuya posición desventajada es un signo más de las contradicciones de esta vida, tanto como hoy también pueden ser los adultos mayores, la habitación “del nonno”, con todo el juego de significados de esas tenciones sociales y culturales que implican juegos de poder. Son lecturas implicadas a veces por el comercio, por el costo de las cosas delante de quienes pueden pagar tamaño y calidad en productos, bienes o servicios, y quienes no, deben o debemos conformarnos con 65

acceder a “los pequeños precios”, como una táctica para abarcar la totalidad del mercado. Existen quienes solo están sintonizados con el sonido del metal: el dinero, con las “luces de Nueva York”, como dice otra canción por ahí, que habla de aquellos espejismos en tanto deslumbran en escaparates y hacen predio el glamour, pero también el poder. Me incliné a descifrar el significado de esos triángulos rosa en la fachada de Teorética, encontrando explicación en la propuesta de Carlos Motta y José Daniel Clarke, “La forma de la libertad” lo cual recopila una cronología sobre las problemáticas enfrentadas por quienes luchan por los derechos y activismo homosexual en Costa Rica y otros países: el “triángulo rosa” como símbolo de liberación sexual. Atender a esta exposición requiere gran detenimiento, de ir y volver en tanto hay muchas lecturas aunque todas concuerdan con los posicionamientos sociales, se habla de intolerancias raciales o de las minorías, de las preferencias sexuales, los discursos gay buscando que la sociedad mire a todos sin esas fastidiosas etiquetas y exclusiones. Es poderoso el mensaje del video de la mujer rodeada de afrodescendientes a la cual se le remacha “negra”, “fea”, “negra”, video performance sobre el poema de Eugenia Santa Cruz “Me gritaron Negra”, y aquello de que “es fácil cambiar de color del 66

Colectivo Gang. Read My Lips, 1992. Cartel. 67

cabello, pero no de la piel”. ¡Tremendo! La muestra está colmada de ese carácter de mensajes que de primera entrada desestabilizan -como en mi caso de espectador-, de no saber qué entender, pero para la comprensión no me queda más que sumirme en la reflexión de mi propia idea, de lo que me queda y lo cual recordaré cada vez que ponga la mirada en esos individuos o caminantes por las vías de la urbe para evocar aquel decir: “caras vemos, co-

Jeleton, “Indios, mujeres y maricas”, 2015.

razones no sabemos”, cuando nos hablan de los comportamientos humanos a pesar de los alcances en materia de las ciencias sociales, los programas de prevención y otros estudios de conductas sociales y humanas, aun no se sabe cómo reaccionará el individuo, la persona, indistintamente de sexo, raza, o preferencia. Me detuve a leer la ficha de la pieza de Roberto Guerrero: “Desde niño me dijeron que sólo podía jugar con carritos”, (Zapato femenino, llantas y letras) y a repensar la pieza cuando con poco se dice mucho acerca de los procesos de crianza de un ser, quien desde su niñez indagaba el mundo. Me tocaron como esos boomerangs

Roberto Guerrero, “Desde niño me dijeron que sólo podía jugar con carritos”, (Zapato femenino, llantas y letras). 69

de Priscilla Monge expuestos en la Zona V, que al ser lanzados y retornar, nos golpéan si no sabemos cómo sujetarlos. O al ver aquella muñeca cargada de “piropos” que son como moretes en la piel lozana de la juventud sobre todo femenina. Me detuvo la lectura del mensaje de Jeleton: “Indios mujeres y maricas somos representados a menudo adornados con flores”, y debajo de esa punzante lectura se expone un video sobre situaciones de violencia social y la niñez desguarnecida. Y más allá aquella frase que tematizó la guatemalteca Regina José Galindo: “Estoy Viva”, formalizada en una línea de “fierro” negro, para hablar acerca de las contingencias de las personas emergidas de los procesos violentos

Priscilla Monge, “Callese y cante”, instalación.

vividos en esa hermana república centroamericana en su conflictivo pasado; dicha frase -señala la ficha técnica-, se escuchó durante el juicio al genocida general Ríos Montt. Quizás esta pieza de Galindo es una de las más conmovedoras de la muestra. Al lado, y no por casualidad, se exhibe “Red my lips”, una fotocopia repartida por el colectivo estadounidense Gang cuando luchaban por concientizar acerca la estigmatización que significó en esos años el contagio del sida, pieza además cargada de todos esos significados que persiguen golpearnos en el caminar con la mirada puesta en las relaciones, necesidades, deseos, pasiones de, y volviendo al título de la novela de Tamaro que mencioné en los liminares de este comentario: “Va´ dove ti porta il cuore”.

Naitafón: Pilar Moreno en el MADC

Naitafón es la muestra de la artista Pilar Moreno inaugurada el pasado 20 de noviembre 2015 y que permaneció abierta hasta mediados de febrero de 2016, en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), en salas 3 y 4; exhibición de pinturas, collages, dibujos, ilustraciones, video y acción del público, curada por María José Chavarría, y contó con el apoyo del Centro Cultural de España en Costa Rica. Acercarse a lo expuesto Lo expuesto consistió en un “collage de identidad y construcciones sociales y políticas”, con el cual la artista propuso avistar hacia la territorialidad urbana de Panamá, capital de la vecina República de Panamá, donde reside esta artista española; de ahí proviene el 72

Pilar Moreno. Naitafón, 2015. Foto cortesía del MADC, crédito Dominique Ratton.

título de la propuesta: “night of fun”, frase muy utilizada en ese país cuando se experimenta una noche de diversión. Al intentar comprender las intenciones de lo exhibido, me permití colectar primero algunos anclajes, percepciones que marcaron paso a paso el andamiaje para mi propia interpretación, lo que advierto y se vuelve activador para comprender la propuesta. Drama del día a día El cotidiano es un teatro –pensé desde el inicio-, dentro del cual pervive lo (in)congruente, donde asumimos roles que van de lo absurdo a una realidad donde nadie se vale por sí mismo, en esta sociedad todos nos necesitamos uno del otro, como la ciudad misma es un espacio de máxima intensidad humana. En ese juego de antagonismos, reflexioné acerca del sitio donde cuecen nuestras identidades, lo femenino y discursos de género, de mayorías y minorías; subimos a esos escenarios para descubrirnos, para reinterpretar, reinventar y visualizarnos bajo esas caretas histriónicas que disertan con sus gestos y lenguaje definido para impactarnos y sumarnos a los cuestionamientos que enmarca esta artista. Para mi libre interpretación de lo visto, la idea de la muestra es de “paso”, de coyuntura a atravesar, de guerreo existencial para dilucidar significados ante lo experimentado en tránsito tan particular. Pienso que más que “una noche divertida” implica pelea, cuadrilátero, arena. 74

Pilar Moreno. Naitafón, 2015. Foto cortesía del MADC, crédito Nicole Alpízar.

Calidad y cantidad de vivencias Al deambular por las salas del MADC retornaba a mi conciencia la misma percepción: La vida es un collage tridimensional de situaciones que a veces sostienen largas transiciones donde nos miramos inmersos dentro de esa visión anecdótica, al interno del libreto de dicha narrativa, pero en otras se tensan drásticamente como pasar del blanco al negro. Nos dejamos engullir por esos escenarios para la reflexión del significado de dicho estado del conocimiento de sí mismos, que enmarcamos para no olvidar, cada vez que revisemos esa retrospectiva vivencial.

Me detuve a observar una y otra vez esos collages tan imaginativos, a advertir su dosis de humor pero a la vez fuerte carga crítica. De pronto probé abordar un carruaje para recorrer la urbe por zonas de auge y decoro, de rascacielos y autopistas, pero también otras deplorables y confusas por tanta sordidez en el paso de lo inmediato. Lo he dicho siempre, la noción espacio temporal actual es en suma porosa, se funden reminiscencias del ayer con las vivencias del presente y el futuro pisa nuestros talones de manera aligerada. Todo es inmediato como visiones desenfrenadas y furtivas. ¡Es un teatro!, la existencia es un teatro -me repetí insistentemente-, donde las escenografías mutan en estridentes y ruidosas, a espejos donde nos miramos portadores de esas caretas; así es el día a día, me dije ensimismado, la noche a noche en un tiempo sin tiempo donde se fijan fronteras imprecisas. ¡Solo el arte nos posibilita entablar estos discursos! Afectaciones de lo incierto Al desplazarnos en el espacio del museo, advertí un cúmulo de murmuraciones cercanas al oído, provenientes de cada una de las piezas exhibidas en la penumbra de las salas, de sus personajes individuos mudos o ruidosos, de sus entornos basureros o jardines los cuales emergen entre las resonancias y visualidad de la urbe contemporánea, una como Panamá, la cual crece afanosamente sobre el horizonte, tal vez esperanzador como el árbol del guaya76

Pilar Moreno. Naitafón, 2015. Foto cortesía del MADC, crédito Nicole Alpízar.

cán al cual le dedica uno de esos collages, o –siguiendo el juego de oposiciones-, diría que descorazonado. Para concluir diría que eso es lo que me encanta del arte contemporáneo: el desafío inminente que nos antepone, la lucha que promete el deseo de descifrar sus enigmas al entrar a las salas desguarnecidos y de inmediato proponerse a enfrentar al ignoto adversario, para emerger airosos, sabiendo cómo adelantar sus posibles movidas en el ajedrez del cotidiano. Si espero que lo visto me lo diga todo, saldré igual que como entré sin darme la oportunidad de especular el sentido de lo visto en mi propia indagación. Así es la dramaturgia de la existencia, el collage delirio del vivir actual. 77

X-Comunicación Experimental: Ver y no ver

Aunque muchos que ven, en realidad no ven, pues su percepción es muy baja o no llevan la visión al grado que interesa al arte. Incluso para apreciar el arte se dan esos niveles de agudeza, y en ocasiones se requiere esperar que las aguas del río del arte se apacigüen para mirar la riqueza de los fondos donde se cuajan los mejores significados. Pero además, ver y no ver es reforzado por el sentido del tacto, cuando los estímulos perceptivos asimilados de aquello que se toca, son recibidos por el cerebro el cual rastrea una amplia gama de caracteres morfológicos que nos permiten captar su forma, semejanza y que reconocemos en tanto tenemos experiencia de ello. Tras de obtener un resultado creativo y ante esta premisa sensoperceptiva, un grupo de personas videntes e invidentes se propusieron retratarse a sí mismos sumidos en un espacio en total carencia de luz, todo para crear un gesto o retrato modelando en gres. 78

“El objeto oscuro – Exploraciones sensoriales desde la no videncia”, Foto LFQ.

El artista fotógrafo Alex Arias, director de X-Comunicación Experimental, explica que esta práctica es contenido del taller: El objeto oscuro – Exploraciones sensoriales desde la no videncia, impartido por él y Flavia Sánchez, reunió a el grupo para tener el ejercicio de dotar a distintas materias tales como arcilla, papel, cartón, madera, de un signo expresivo que sensibiliza sus superficies o formas y de esa manera gestar bi y tridimensionalidad, como el caso de estos retratos modelados en arcilla.

“El objeto oscuro – Exploraciones sensoriales desde la no videncia”, Foto LFQ.

Los participantes en el taller ingresaron a una sala en total oscuridad, e iniciaron tocando con sus manos el rostro de su par, posteriormente, a partir del impulso de la memoria, comenzaron a retar -consciente e inconscientemente- lo recordado para llevarlo a la arcilla. Como un dato importante de comentar –aprecia Arias-, que las personas no videntes captaron con mayor detalle los rasgos que identifican a su par, demostrando con aquel acto que en ausencia del sentido de la vista, se desarrolla mejor el talento del tacto, y –a partir de ese gesto tan primigenio pero significativo-, ampliar o entablar comunicación.

“El objeto oscuro – Exploraciones sensoriales desde la no videncia”, Foto LFQ.

Los pares vidente - invidente reunidos en la sala en total oscuridad –repito-, al pasar las manos por sus rostros, para luego reproducir esos impulsos en los gestos impregnados a la gres, cargaron la materia de expectación del momento y vivencia. Por otro lado se aprecia en los retratos de aquellos que sí poseen el don de la vista, una indescriptible angustia ante la circunstancia tan al margen del acto creativo. Crear un sujeto, en este caso el retrato, ante la disminución o ausencia de luz, somete a dicho sujeto al “pathos” ante la condición del no saber, instantes de máxima incertidumbre cuando el ser creativo se conduce a la deriva, que puede inducir a la disminución de la capacidad háptica de las personas no discapacitadas, pero en el caso del invidente en nada le afecta dicha crisis, aspecto que se evidencia en los retratos y que es central al dominio comunicativo en situaciones de adversidad. 83

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86 Edgar Le贸n. Central. Galer铆a del PANI (Detalle)