,L FATAL 8 L´FATAL la Fatalísima No. 8
Revista de Arte Contemporáneo Año2 No.8 Octubre - Noviembre - Diciembre 2016
ISSN: 2215 440X
Arte Lumínico. Galería Nacional Conclusiones Actuales. Museo del Jade y la Cultura Precolombina Foto MAYINCA. Museo Nacional MAYINCA Gráfica. Galería del PANI
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A ñ o 2 , N o. 8 / O c t u b r e - N o v i e m b r e - D i c i e m b r e 2 0 1 6
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Índice: Los editores. Pág. 5 Arte y Luz
Galería Nacional Pág. 10 Lux Lucida / Lux Negra: CLARO OSCURO LUMÍNICO / El arte de Theodora Varnay Jones. Pág 20 Percepciones del Tiempo Isidro Valcárcel Medina.
“Instantáneas de un viaje en tren”. Pág. 24
Conclusiones Actuales MUSEO DEL JADE. Pág. 28
FOTO MAYINCA
Museo N a c i o n a l. Pág. 48
MAYINCA Gráfica Galería PANI. Pág. 76
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Consejo Editor Quirval Otelo E´mundo Chevón Comentarios en esta edición por Quirval Otelo. Fotos en esta edición de Alessandro Valerio, Alexander Chávez Gould y LFQ. En la portada Alessandro Valerio. Natura - Naturata. (documentación).
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Los contenidos de los artículos no reflejan el criterio de los editores. NO Copyright CREATIVE COMMON
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Los editores
Llegados a finales de año 2016, nos embarga el espíritu de celebración y las esperanzas de que al empezar un nuevo calendario, venga ventura y crecimiento cultural. El año que termina fue intenso, la mayoría de artistas visuales se quejan de la falta de oportunidades para visibilizar su trabajo e investigaciones, que el mercado de arte es algo inexistente, y la vida se eleva a estratos inalcanzables para la mayoría. Sin embargo, quién dijo que la vida era fácil, el desafío es permanente, y aunque en el firmamento del arte no se vislumbren signos esperanzadores, es un deber continuar en esta lucha sin fin.
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Recuento de lo realizado en 2016 Decía que a pesar de todo el año fue intenso, arrancamos en febrero y marzo con la muestra ‘atlÁntis’ / centrAmérica, en la Galería de la Universidad VÉRITAS, en el espacio cultural X Comunicación, en la Galería del PANI, en Casa Amón del Tec, en Galería Despacio Avenida Central, en la Galería de Oscar Pamio Sabana Oeste, y en Galería Branner/Spangenberg California, proyecto donde expusieron más de treinta artistas internacionales y del país.
Cartel d ela muestra ‘atlÁntis’, febrero 2016. Diseño e ilustración LFQ.
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Cartel de la X Bienal, diseñado por José Alberto Hernández.
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A mediados del año que está por concluir, la Galería Nacional, celebrando “La Carta de la Tierra” abrió todas las salas en “Homenaje a La Tierra”, en la cual exhiberon, en la Gran Sala del segundo piso la muestra Árbol, Tierra, Raíces, con unos treinta artistas quienes se propusieron afinar sus instalaciones, dibujos, fotografías, esculturas, pinturas, todo para enaltecer al planeta. Desde que en 2013 iniciaron las muestras Mayinca, octubre suele ser un punto fuerte en el calendario para exaltar a los pueblos originarios. El 12 de Octubre intentamos volver nuestras miradas hacia la celebración original del arte autóctono ancestral y aborigen actual, de las razas autóctonas. En el 2016 se exhibió la MAYINCA Gráfica en la Galería del PANI del 5 al 29 de octubre con unos veinticinco artistas, la FotoMAYINCA en el Museo Nacional, del 17 de octubre 2016 al 28 de enero 2017 con otros treinta creadores fotógrafos. Para cerrar el año el Museo de Jade y la Cultura Contemporáneo nos invitó a curar una propuesta en la sala de exposiciones temporales titulada Conclusiones Actuales sobre el Arte Originario, la cual estará en cartelera hasta el 22 de febrero 2017. No pasa nada desapercibido en el horizonte cultural del país, la realización de la Décima Bienal de Arte Centroamericano (tema principal de la anterior L’ FATAL No. 7). Somos conscientes de su importancia y proyección hacia el futuro como un nuevo modelo Cultural/Artístico, que alcanzó un éxito sensible, celebrado por la prensa local y un positivo despliegue a nivel internacional.
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Al respecto, Tamara Díaz Bringas, Directora General de la Décima comenta: Me da gusto compartirle aquí algunas reseñas y lecturas de la X Bienal Centroamericana que se han publicado recientemente en algunos medios. Aimar Arriola, “Ojos táctiles, ojos blandos, tercer ojo: una mirada compuesta a la X Bienal Centroamericana”, Revista Concreta, diciembre 2016: http://www.editorialconcreta.org/ojos-tactiles-ojos-blandos-tercer-ojo Mónica Kupfer, “Arte y autorreflexión: Décima Bienal Centroamericana”, Art Nexus No. 103 (diciembre 2016-febrero 2017), págs. 7277: https://drive.google.com/open?id=0Bw3bk2qcpRJFRzRmSTA4RE9GNzQ Pablo José Ramírez, “La importancia de todas las vidas. La bienal centroamericana -al fin- se reinventa”, Artishock, octubre 2016: http://artishockrevista.com/2016/10/12/la-importancia-todas-las-vidas-la-bienal-centroamericana-al-fin-se-reinventa/ Gladys Turner Bosso, “Todas las vidas importan en la X Bienal Centroamericana”, Domus, diciembre 2016. https://drive.google.com/open?id=0Bw3bk2qcpRJFUENiZ3d2X1hpSUk En el próximo número de Atlántica Internacional se publicará una conversación que hemos compartido con los curadores Miguel López y Pablo José Ramírez a propósito de la bienal. 8
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En la plataforma de Universes in Universes han publicado un especial de la Bienal Centroamericana que incluye un recorrido fotográfico: http://u-in-u.com/es/bienal-centroamericana/2016/ Y en la página de la bienal hemos actualizado cada entrada de participantes con fotos de los proyectos presentados: http://www.bienalcentroamericana.com/participantes/ http://www.bienalcentroamericana.com/proyectos-especiales/ Sin lugar a duda, el arte contemporáneo ha dejado huellas sensibles en el panorama cultural del país -además de exhaustivo y satisfactorio-, nuevos retos asoman en el panorama del próximo 2017, a pesar de tanta crisis, a pesar de la carencia de recursos para realizar exposiciones, los artistas merecen todo esfuerzo; ellos se disponen a continuar conquistando metas. Para el grupo editor de L’ FATAL la fatalísima on line a continuar haciendo brecha delante de las contingencias de hacer arte desde la llanura de lo no institucional.
Cubierta de L’ FATAL no. 7 con amplio reportaje sobre la X Bienal. 9
Arte y Luz
Alessandro Valerio. Natura Naturata, 2016. (Documentación). Foto cortesía del artista.
Se conoce el efecto de la luz en el arte, desde tiempos inme-
moriales. El claroscuro –gradaciones luminosas que van de la alta luz a la sombra-, fueron componentes para apreciar la escultura y arquitectura; los bajo y alto relieves en las fachadas de los templos egipcios fueron percibidos por estos contrastes, como también las inscripciones de la escritura cuneiforme y jeroglífica, cuyos signos fueron tallados en piedra o en placas de arcilla. La luz confiere a la percepción diversos grados de luminosidad captadas en esos complejos mecanismos de la mirada.
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Alessandro Valerio. Natura Naturata, 2016. (Documentación). Foto cortesía del artista.
Al entrar a el templo romano conocido como el Panteón
de Agripa en Roma, erigido por el emperador Adriano, de inmediato la vista es atraída por la oquedad circular en la parte cenital de la cúpula semiesférica; es la única entrada de luz a dicho templo la cual se esparce entre la penumbra para apreciar esas gradientes en los relieves de los dinteles, entablamentos y esculturas; poética reverberación de la iluminación natural. En la arquitectura gótica –avanzando en el tiempo-, la luz significaba un símbolo, un vector que estimulaba nuestro misticismo conduciéndolo hacia lo alto, a la presencia de Dios Eterno. 11
12 Alessandro Valerio. Natura Naturata, 2016. (DocumentaciĂłn). Foto cortesĂa del artista.
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Los arquitectos, escultores, orfebres y pintores del Rena-
cimiento también dieron su propia interpretación a esos efectos del claroscuro, en especial en el barroco romano, la pintura de Caravaggio conllevó un planeamiento escenográfico, además se dice que usaba espejos para conducir esa energía desde el exterior hacia su estudio para iluminar a los modelos adquiriendo ese dramático valor de la luz. También fueron sensibles en ese aspecto de la iluminación, las pinturas de Van Eick, Rembrand, Murillo, Goya, Velázquez, entre otros artistas de la época.
En la arquitectura japonesa se habla del valor de la sombra,
las edificaciones poseen amplios aleros para generar claroscuro donde los objetos, afectados por rayos de luz adquieren su belleza. Junichiró Tanizaki, en su libro El Elogio de la Sombra (1933), lo comenta:
… creo que lo bello no es una sustancia en sí sino
tan solo un dibujo de sombras, un juego de claroscuros
producido por la yuxtaposición de diferentes sustancias.
Así como una piedra fosforescente, colocada en la oscu
ridad, emite una radiación y expuesta a plena luz pierde
toda su fascinación de joya preciosa, de igual manera la
belleza pierde su existencia si se le suprimen los efectos
de la sombra. (Tanizaki 1994)
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Alessandro Valerio. Natura Naturata, 2016. (Documentación). Foto cortesía del artista.
Hoy en día se habla de otros estratos de la percepción vi-
sual, de otros ojos como la mirada emocional que conlleva una percepción más allá de los datos físicos de la luz, para entrar en el terreno de las emociones, la psicología y la subjetividad. Esto fue comprendido en el arte moderno, ya Picasso se deleitaba gesticulando con objetos encendidos para crear, al final de la década de los cuarentas, imágenes de luz en la oscuridad. 14
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Alessandro Valerio. Natura Naturata, 2016. (Documentación). Foto cortesía del artista.
Man Ray y Lazlo Moholy Nagy crearon fotogramas expe-
rimentando en el cuarto oscuro sobre papel fotográfico e incidencia de la luz. Pero quizás fueron los minimalistas quienes consiguieron introducir el uso de los tubos de neón para constituir esculturas e instalaciones aportando la expresión de espacialidad. El Land art, también incrementó la emergía lumínica, Walter de María creó un “campo de relámpagos” en el desierto de Nuevo México captados en fotografías utilizando 400 postes metálicos de unos seis metros de altura, clavados en el suelo. Entonces la luz dejó de ser apoyo de la obra de arte para convertirse en adelante en la obra en sí misma. 15
Alessandro Valerio. Natura Naturata, 2016. (Documentación). Foto cortesía del artista.
La creación con luz en la actualidad
El arte lumínico, aunque se percibe a través de la mirada,
no debe ser únicamente para ver, necesita estimular varios estratos con incentivos viso-perceptivos, pero también conceptuales, para que la obra de arte sea asimilada, recordada en el tiempo. Requiere fortalecer la percepción sensorial, no debe ser enturbiada con lo decorativo ni cargarla de información superflua, que no va a ser asimilada.
No todo lo que es luz ilumina como tampoco todo lo que
pretende ser arte lo es. Los tumultos me agobian, me niego a ver a pesar de que exista demasiado bombillo encendido. Me quedo con las propuestas que me levantaron el ánimo. Me motiva lo que conlleva investigación, documentación, prueba, error si se quiere, pero eso conlleva amalgamar la claridad conceptual; que no es lo mismo que adivinarlas, o aunque dan mucha información no están elaboradas y permanecen vacías y carecen de valor. 16
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Alexander Chávez Villalobos. Piedras de encender. Foto cortesía del artista.
Arte lumínico 2016 en la Galería Nacional
Me interesó la pieza del joven artista Alessandro Valerio
Zamora “Natura-Naturata” (documentación). 10 Intervenciones en las calles Breña Mora y Charquillos, San Isidro de Heredia. Lluvia, luz natural (reflejo), pigmentos orgánicos y luz artificial (video-proyección) 2016, en tanto la mirada dispersa por la penumbra reposa observando charquitos de agua proyectados sobre una pantalla horizontal, dispuesta a nivel de piso.
Me ancló un conjunto de piedras de Alexander Chávez Vi-
llalobos evocando el principio de la chispa al chocarlas, apoyado por un video en el cual se observa la acción del artista intentando generar la chispa. La verdad que aunque hay mucha tecnología, pantallas y proyectores, no me queda mucho cuando al intentar mirar tanto, los deseos se vuelven furtivos como la duración de un rayo, la efectividad se dispersa en la penumbra, aun cuando volviera sobre mis propios pasos a repasar lo mirado. 17
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Cuando se piensa en la luz como arte, uno puede esperar
de todo: proyecciones, luz natural, la luna y sus reflejos, relámpagos, series de luces, leed, luz negra, no existen límites para la creatividad, es inimaginable lo que se puede lograr cuando hay pensamiento que lo sustente. Pero he ahí la paradoja: el tiempo se dispara como el rayo de luz, y sus resonancias a veces aturden.
Jorge Bonilla, Puntos de partida, 2016.Instalación. Sillas con adhesivos y luz negra. Fotos cortesía del artista.
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Lux Lucida / Lux Negra
Theodora Varnay Jones. “Light Under the Freeway” photograph 2011. Foto cortesía de la artista.
La luz es energía de fugitiva naturaleza. Hay que contro-
larla. Edison la sintetizó para beneficio de la humanidad y se convirtió en una comodidad desde entonces. En arte el claro oscuro es indispensable para la estética y en la Era Digital absoluta en su importancia como forma y tema. Las formas que se crean a través de la luz no denotan la fuente de donde proviene, simplemente se hace presente por una intermitencia y crea diferencias experienciales convirtiéndose en fondo para la percepción visual.
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CLARO OSCURO LUMÍNICO / El arte de Theodora Varnay Jones
Geometría etérea
Theodora Varnay Jones dice : Mi trabajo produce, en una
forma reductiva, abstracta que se concentra en la profundidad creada por luz y sombra cuya acumulación concierne leyes físicas visuales y percepción de movimiento creado por varios elementos claves: sistemas, percepción, relatividad, contexto y tiempo en una progresión superpuesta a través de la energía de la luz. La forma del trabajo de Theodora Varnay Jones incluye instalación en Situ, dibujo, escultura, y media digital.
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Theodora Varnay Jones. “Light” photograph 2011. Foto cortesía de la artista.
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La ecología visual de las artes actuales esta cambiando ha-
cia una expresión mas cometida con el ambiente, entrando de lo onírico/lumínico a lo científico: una amalgama de arte y ciencia con un objetivo creativo. La luz es blanca, gris, color plata y hasta negra, físicamente concretista, luz etérea, en espacio vacío, música visual en un estado mental desasociativo.
Theodora Varnay Jones ha incurrido, en este tecno/crea-
tivo movimiento artístico, desde larga data y exhibe su obra en el circuito digital global. Recientemente expuso en Budapest, Hungría, su ciudad natal y San Francisco, California donde ha residido desde los años 70’s (www.theodoravarnayjones.com) y (sfaq. us/.../endangered-species-theodora-varnay-jones) e’Mundo Chevon
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Percepciones del Tiempo
Isidro Valcárcel Medina. “Instantáneas de un viaje en tren”. Foto LFQ.
El artista español Isidro Valcárcel Medina exhibe en las
Salas Sur del Museo Nacional de Costa Rica, su propuesta “Instantáneas de un viaje en tren”. Documentación con gráficas que disertan sobre una acción espacio-temporal, en tanto deja advertir el paso o métrica del desplazamiento -en este caso de un viaje en tren-, al mirar desde la ventanilla del carruaje un paisaje exterior paralelo o cercano al paisaje de lo propio, el paisaje interior donde se marca otro carácter de pulso, sobre las mismas paredes de las salas expositivas. 24
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Isidro Valcárcel Medina. “Instantáneas de un viaje en tren”. Foto LFQ.
Tanto como lo externo que se aprecia enmarcado por el
formato de la “ventana”, lo interno posee sus propias reminiscencias, contingencias del no saber actual. Lo externo es como una pantalla de un film a la deriva, donde se percibe lo atmosférico cambiante, las rocas, los árboles, las edificaciones, las texturas y rugosidades tanto como lo liso y mínimo; lo que no es nuestro excepto en las interpretaciones que el artista traza con un gesto muy sencillo. Lo interno se acomoda a esa introspección paralela del pensamiento que engatilla la mirada: lo que él ve y registra en la retina, lo que rememora al cerrar los párpados y mirar hacia la percepción de lo suyo. 25
Isidro Valcárcel Medina. “Instantáneas de un viaje en tren”. Foto LFQ.
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Quizás eso es precisamente lo que me gusta de esta mues-
tra, una yuxtaposición de nociones respecto a lo temporal que en ocasiones se superponen: métrica marcada en el rodapié de las paredes, límite del diedro vertical y el horizontal, bordes de lo conocido y de lo cual se tiene una experiencia concreta; pero la otra percepción es la mas intensa, conlleva el fractal de lo evocado, lo que se insinúa con cada dibujo perteneciente a la memoria del viajero, lo aprendido en distintas etapas de la vida y, que en ese juego fogoso del segundero de la imaginación, combina, fluye como el algoritmo que lo desencadena.
Lo que me interesa de esta muestra –en lo cual incide la
madurez del artista-, es demostrar que con poco que se tenga para hacer arte, se puede hacer mucho, es suficiente el deseo. Algunos dibujos provienen de ese recuerdo de las ejercitaciones elementales del aprendizaje del arte, las técnicas, cuando se aprende acerca de las estructuras, el valor de la descomposición armónica del espacio formato, la representación gráfica de los ritmos, como aquel trazado a nivel del piso de la sala, que empieza en 0’ 0”, para avanzar en ese hilo hirsuto de lo que se recuerda: momentos o vivencias de un viaje, quizás sueños, añoranzas, deseos, proyectos que cimentan la vida, en tanto que el tiempo también posee espinas.
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Conclusiones Actuales
Conclusiones Actuales sobre el Arte Originario. Sala muestras temporales del Museo de Jade y la Cultura Precolombina. Foto cortesía del Museo del Jade.
Conclusiones Actuales Sobre el Arte Originario,
muestra de arte contemporáneo curada por Rolando Castellón y Luis Fernando Quirós, en la sala de exposiciones temporales del Museo del Jade y la Cultura Precolombina, San José, Costa Rica, del 17 de noviembre 2016 al 22 de febrero 2017.
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Karla Solano. Memoria, acción en el vestíbulo. Foto cortesía del Museo del Jade. 29
José Alberto Hernández. Memento. Documentación. Fotos cortesía del Museo del Jade.
Al apreciar una muestra de arte contemporáneo es impor-
tante que existan preguntas, conceptos y/o contenidos anudados por los artistas y curadores en el recorrido, para que el espectador razone sus conclusiones. El conocimiento se intuye primero, luego se busca, se persigue, aunque su esclarecimiento suele que suceda fuera de las mismas paredes del museo, en tanto se emerge del recinto con lo visto puesto en el pensamiento, y es cuando inician a entablarse las conexiones, a tejer relaciones, a observar referentes y regenerar lo mirado para llegar al aprendizaje.
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Las conjeturas de parte de los artistas aportan LUZ al pro-
yecto, en diversos estratos de profundidad y diversidad de lenguajes, como lo hace José Alberto Hernández, quien observó el arte originario planteando “Memento”, así discurrir la atención hacia nuevas lecturas de esas manifestaciones autóctonas. Deduce que edificaciones como los grandes malls, autopistas, urbanizaciones e incluso canchas de golf de hoteles de la zona costera guanacasteca, hundieron sus cimientos sobre cementerios indígenas, y, como lo haría un investigador científico, él lo documenta con fotografías de las excavaciones provenientes de los archivos del Museo Nacional, e incluye un inventario de las principales piezas arqueológicas extraídas e imágenes actuales del lugar, ahí no aparece placa alguna que identifique el sitio y rememore lo que antes fue; se deduce una certera crítica hacia una cultura tan “desmemoriada” como la costarricense.
Vista de sala. Foto cortesía del Museo del Jade. 31
Joaquín Rodríguez del Paso. “The everlasting charm of Post Columbian spheres” 2016
Al recién desaparecido Joaquín Rodríguez del Paso -a cuya
memoria se dedica la muestra-, le fueron suficientes tres bolas de caucho sintético y una rueda de cinta adhesiva para trazar grecas en el piso de la sala, para hablarnos de un discurso muy actual y profundo, como la eternidad de las esferas de piedra halladas en el delta del Diquís, y la otra “eternidad”, enunciada por la marca comercial de las bolas, “The everlasting charm of Post Columbian spheres” 2016, para hablarnos de la eternidad de un cuerpo que se cultiva con el deporte y la remembranza de nuestras milenarias culturas antiguas. 32
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Priscilla Monge. Los cabos sueltos, 2016 .Fotos cortesía del Museo del Jade.
Priscilla Monge exhibe fotografías y productos de arcilla
cruda de un taller-acción titulado “Los cabos sueltos”, para criticar las viejas prácticas museísticas que inhiben al espectador a tener parte en la creación de la obra. Esta artista, decana del Arte Conceptual en Costa Rica, invitó a personas de distintas edades a elaborar piezas de arcilla, las cuales son parte de la propuesta, y con ese gesto define la relación con el arte prehispánico en tanto se trabaja con la materia origen: con el barro, tierra mas agua. 33
Rodolfo Morales.Paso del tiempo, rediseño del metate marimba del Museo Nacional. Fotos cortesía del Museo del Jade.
En esa misma zona de la muestra se expone un metate
en piedra original, proveniente de las colecciones arqueológicas del Museo Nacional de objetos precolombinos decomisados o repatriados, los cuales volvieron a nuestros espacios museísticos gracias a las leyes vigentes de Patrimonio. Al lado, bordea el concepto, una re-interpretación del artista y diseñador de mobiliario Rodolfo Morales, quien lo fabrica con maderas autóctonas como el laurel caribeño y el pejibaye (Bactriz gassipaes).
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Rodrigo Salazar Salvartierra. Diaporama y grabaciones de cantos y oraciones chamánicas. Fotos cortesía del Museo del Jade.
Encontramos, en ese mismo ángulo de la sala, un diapo-
rama con fotografías del investigador etnomusicólogo Rodrigo Salazar Salvatierra, acompañado por grabaciones de cantos y oraciones chamánicas en lenguas aborígenes actuales como la bribrí y cabecar.
Rodrigo Salazar Salvartierra. Fotografías indígenas. Fotos cortesía del Museo del Jade. 35
Materia Primera. De las manos al polvo y del polvo a las manos. Fotos cortesía del Museo del Jade.
Adentrando en la sala de exposiciones temporales del Mu-
seo del Jade, detiene nuestros pasos la instalación del dúo “Materia Primera” formado por Adrián Flores Sancho y José Pablo Ureña-: De las manos al polvo y del polvo a las manos 2016, quienes en su práctica artística recogen muestras en yeso de las manos de distintas personas generando un conjunto morfológico de fuerte tectónica tanto como significados; demuestran una vez mas la actitud del arte de nuestros días de hacer participes a terceros en la producción de la obra.
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Rafael Ottón Solís. Batambal Delta del Diquís, 2016. Fotos cortesía del Museo del Jade.
“Batambal delta del Diquís” es una instalación de Rafael Ottón Solís con piedras bola de río y cenizas de añosas maderas pasadas por el fuego. Alude a la situación geográfica de aquellos sitios arqueológicos de la zona Sur del país, cuna de las esferas de piedra, las cuales en años recientes fueran declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de UNESCO. Solís las compone dentro de una circunferencia, símbolo recurrente de la muestra y tan presente en las culturas originarias.
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Karla Solano. Memoria. acción y fotografía. 2016. Fotos cortesía del Museo del Jade.
A propósito del círculo y la esfera, se recuerda nuestro paso
por el vestíbulo del museo donde adherida al pavimento se aprecia la enorme fotografía de casi siete metros de diámetro, de Karla Solano, “Memoria” 2016, en la cual su cuerpo en posición fetal se inscribe en el enigma de esas esferas de piedra. Solano realizó además durante la inauguración un performance en el cual recubrió la fotografía con “masa” de maíz -otro producto fundamental de nuestra cultura originaria-, y sobre esa superficie impecable trazó signos con sus propias manos, mientras hacía aparecer la imagen de su propia desnudez contenida en la poética fotografía.
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José Sancho. Serpentario, 2016. Fotos cortesía del Museo del Jade.
Del escultor nacional José Sancho Benito, se aprecia un
conjunto de tallas en piedra titulado “Serpentario”, con lo cual celebra la enormidad de la escultura en piedra originaria, sumado al tema de la animalística en el arte nacional, y tan cercano a aquellos entornos donde moraron aquellas tribus y espíritus del glorioso pasado precolombino.
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Moyo Coyatzín. Muro de Memorias, 2016. Fotos cortesía del Museo del Jade.
Con “Muro de Memorias” Moyo Coyatzin enuncia el enig-
ma de las protoescrituras, recuerda los ideogramas de nuestras culturas ancestrales, sobre una retícula de hilos y cartones renegridos por la acción del tiempo, utiliza dibujos en formatos irregulares cuya inequívoca conjunción asume la geometría -madre de la ciencia de comprobación-, y en cuyo discurso alude a una amplia diversidad de matices morfológicos -que, como se dijo-, asemejan crípticas escrituras y para-escrituras.
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Otto Apuy Sirias. Instrumentos musicales, 2016. Fotos cortesía del Museo del Jade.
El artista y escritor literario Otto Apuy Sirias con “Instru-
mentos musicales”, trae a la sala la memoria del lugar, en especial la de la cultura guanacasteca: “Jicarimba”, “Molinete”, “Maraquera” y “Zigzag” agregan rasgos de identidad al tratamiento del ensamble y la creación del objeto arte.
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Diego van der Laat y Pulse. AESTUS o lo que nos dejó la marea” 2016. Fotos cortesía del Museo del Jade.
Diego van der Laat y la empresa tecnológica Pulse, con el
apoyo de Luz de Piedra CNC exponen “AESTUS o lo que nos dejó la marea” 2016, idea de un mar tecnológico que se ve afectado por la cercanía o lejanía de los espectadores, cuyos sensores en el escenario de la instalación reproduce un mapeo vectorial que discurre además por las curvas de nivel de la profundidad marina, recordándonos aquello que nos dejó la marea: la colonización.
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Alexander Chávez Villalobos. Serie Pospremodernismo. Foto cortesía del Museo del Jade.
El escultor Alexander Chaves Villalobos expone tres piezas de la serie Serie Pospremodernismo, con objetos cerámicos de hibridez objetual como un jarrón trípode cuyas patas asemejan botellas de coca cola, y una caja de botellas también en cerámica y de ese mismo producto pero pintadas con recurrencias a la cerámica prehispánica. Finaliza con una piedra esférica a la cual le colocó un grillete, connotando la pieza con aquellos procesos de esclavitud durante la colonización española.
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Stephanie Williams. ?Qué hacer si ya se lleva el mar nuestro remedio? 2016. Fotos cortesía del Museo del Jade.
La joven artista Stephanie William concluyó con una vi-
deo-animación acerca de antiguos relatos coloniales, los cuales dibuja y cuyos rasgos fragmentados se recomponen en el animado, para plantear la incógnita que deduce el mismo titulo de su propuesta: ¿Qué hacer si ya se lleva el mar nuestro remedio?
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Performance Memoria de Karla Solano durante la inauguración. 2016. Fotos cortesía del Museo del Jade.
Visita guiada a personal de los departamentos de educación de otros museos. Fotos cortesía del Museo del Jade. 45
El
proyecto
expositivo
ofrece además un importante programa complementario de talleres, conferencias y conversatorios. El pasado 28 de noviembre tuvo lugar la conferencia “Simbólica e iconografía erótica precolombina”, a cargo del Dr. Henry Vargas, de la Universidad de Costa Rica, entre otras actividades.
Las pistas están dadas, las
obras de las/los artistas lo dicen todo, las luces están encendidas; dijimos que toda acción produce una reacción. De manera que uno de las principales puntos altos de esta investigación educativa es determinar cuál sería la piedra angular de la muestra, y esa respuesta queda abierta para que el espectador de temple a sus actitudes y establezca sus propias conclusiones.
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El doctor Henry Vargas de la Universidad de Costa Rica, impartió una conferencia en el auditorio del Museo de Jade titulada: Simbólica e Iconografía Erótica Precolombina.
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Vista de sala. Foto cortesía del Museo de Jade. 47
Foto MAYINCA Museo Nacional de Costa Rica Del 16 de octubre 2016 al 30 de enero 2017
El vocablo MAYINCA -acuñado por el curador Rolando Castellón en 2013-, focaliza una noción territorial de dos grandes culturas originarias de América: La Maya –establecida al Norte de Centroamérica y México-, y la Inca -al Sur del continente; Costa Rica se ubica en la zona intermedia por lo tanto vivencia los caracteres de diversidad de ambas manifiestas en su arte ancestral, eje temático para esta muestra la cual se convierte desde su creación en el principal evento de arte contemporáneo con tal enfoque en la región. Los calabozos del antiguo Cuartel de Bella Vista de San José, en la actualidad Museo Nacional de Costa Rica, albergan la cuarta edición del proyecto expositivo-conmemorativo (paralela además a la “MAYINCA Gráfica”, exhibida durante el mes de octubre en la Galería del Patronato Nacional de la Infancia PANI). Ambas exhibiciones potencian la celebración del 12 de Octubre como “Día de Nuestras Razas Originarias”, rememorando la enormidad de aquellas culturas y los pueblos aborígenes actuales los cuales luchan por no ser borrados de nuestra memoria histórica. 48
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Karla Solano. Ophelia. 2016. Detalle de foto-instalación
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En defensa de la celebración
Trasciende que en la Asamblea Legislativa actual, algu-
nos señores diputados proponen eliminar el feriado que celebra a nuestros ancestros originarios. Los artistas levantamos la mano para demostrar la vigencia e importancia que tal legado posee para la cultura nacional costarricense y de la región. Es cierto que se había desvirtuado en tanto se conmemora el “Día de las Culturas”, incluyendo a las de todo el mundo. Ante tal amenaza, es fundamental volver a la idea original tal y como era en un principio, cuando de niños nos pintaban la cara y nos vestían a usanza aborigen rememorando dicho valor de las razas autóctonas, antes de que ocurriera la quebrazón provocada por los procesos de la colonización española que convirtieron en tiestos a veces irreparables sus manifestaciones. No puede desaparecer esta efemérides en tanto estaríamos socavando la piedra angular que sostiene la raíz ontológica de nuestra heredad e historia.
Vista de sala. 50
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Ana Muñóz. Distintos Caminos, 2016. Fotografía digital
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Visiones e imaginarios artísticos
Los artistas actuales producen sus obras para reflexionar
sobre el valor del legado -tanto prehispánico como el de las ocho etnias originarias actuales que pueblan los territorios nacionales-, enmarcadas desde sus propias visiones, lecturas y abordajes en la complejidad de significados del arte contemporáneo. Algunos refieren a la herencia arquitectónica, otros a la talla en piedra, al arte cerámico, a la minuciosa orfebrería del oro, a los petroglifos encontrados por toda la geografía local, u otras expresiones iconográficas que conforman la historia del arte nacional. Por esa razón MAYINCA es un proyecto educativo el cual procura demostrar la vigencia, luminosidad o resurgimiento del arte de ese pasado que retorna con fortaleza manifestándose con los caracteres de los tiempos actuales.
Una de las expresiones que podremos apreciar en lo ex-
puesto es el erotismo y la sensualidad, lo cual también está presente en el arte ancestral, tratado principalmente en la técnica de la arcilla con los tazones u otros utensilios con forma de “parejas copulantes” (léase el artículo del Dr. Henry Vargas en la revista ESCENA 2016). Por ejemplo, es común la representación de los órganos sexuales masculinos o femeninos dentro de dicho imaginario simbólico que destaca su significado para la procreación de la raza dentro de la visión del cosmos. Como en el arte del Paleolítico y Neolítico, nuestros aborígenes exaltaban dichos rasgos 52
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para propiciar un buen parto, un mejor ser humano naciente y creciente en lo profuso de su hábitat. Algunas(os) observan un extrañamiento por el cuerpo, su cuerpo, o el del otro, o la otra: el semejante. Asumen un lenguaje poético sobre el simbolismo de la otra vida: proceso vivencial que demarca ese orden y acuerpa sus concepciones antropocéntricas en relación con la vida, la muerte o esas vivencias simbólicas del renacer al otro lado de las aguas, del lago o del río donde se originan las almas dentro de su cosmovisión.
Irvin González, “Brilo del alma / tatú constelación”. 2016. Foto cortesía del artista.
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Lo mitológico en la memoria ancestral Lo expuesto abre la imaginación hacia un lapso evocativo que puebla el pensamiento de narrativas vernáculas, como el relato de la zona Norte de la provincia de Cartago sobre la princesa “Istarú”, presunta hija del cacique Co cuya tribu habitaba las faldas de la cordillera, y quien al entrar en guerra con la tribu del cacique Guarco, sacrificó a la princesa lanzándola al cráter del volcán Irazú; práctica incomprensible en la actualidad, pero que conformaba sus formas de ser en aquellos tiempos arcaicos. Se aprecian en esta sala dos fotografías en blanco/negro y de fuerte contraste, además del singular tratamiento técnico: “ LOT / tatú mono” y “ Brilo del alma / tatú constelación” del artista Irvin González, cargan de esa sensualidad al espacio del museo con unos pechos femeninos tatuados con inscripciones en piedras tan abundantes en la iconografía originaria, pero sin dejar de referirnos a las esferas del valle del Diquís. Se observa también un conjunto de obras que enmarcan los mitos de la heredad, como la pieza de Roberto Guerrero “Estudio para una representación de Xochipilli, el príncipe azteca de las flores y las mariposas”, el Dionisos local corporizado en un autorretrato de este inquieto artista, fotografía de exquisita factura que a su vez sustenta su investigación autorreferencial. Ana Muñoz por su parte expone “Distintos caminos”, una pieza que abre en la muestra las rutas para el retorno de la memoria, apologías de costumbres antiquísimas como el relato de la prin54
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cesa Istarú, y lo hace con una imagen poética, transparente, reluciente, impresa en una tela colgada sobre un conjunto de piedras que simbolizan un altar a los orígenes. Nelson Díaz, en el fondo de estas salas, presenta dos piezas sobre otra princesa anónima: Huetar I y Huetar II, sumida en el torrente de una cascada en cuyo entorno, regenera visiones como las del “monstruo” que subyace en la naturaleza vorágine.
Roberto Guerrero. Estudio para una representación de Xochipilli, príncipe azteca de las flores y mariposas. 2016. Xochipilli: “el príncipe or” o “niño or”. Fotografía digital. Foto cortesía del artista.
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Nelson Díaz, Huetar II. Fotografía digital. Fotografía artistica 2016. 56
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Espacio para lo ecléctico y comunicacional La sala que precede al torreón de las mirillas exhibe otra noción de la cultura contemporánea, en relación con las marcas comerciales u otros elementos iconográficos que también referencian lo originario. Pablo Murillo exhibe el díptico “Significado de las cosas”, un imaginario compuesto a partir de productos del mercado actual, como la “sal sol”, el “clorox”, los libros, la carne, una brocha con pintura blanca, entre otros, todo en tensión interpretativa con las finas aguilitas de la orfebrería en oro; se trata de una trasposición conceptual que nos habla de la riqueza del producto originario -hoy traficados desde nuestras latitudes, contrabandeados por mafias locales-, para resignificar lo burdo de los productos de la actual civilización. En la misma sala y con un discurso paralelo Flavia Sánchez con “Despojos”, traspone marcas, rótulos e iconografía actual a elementos que provienen del arte ancestral, demostrando la vigencia iconográfica del origen. Lidilia Arias presenta una composición que nos centra en el estilo comunicacional actual sobre el tema de “Iriria, la niña Tierra”, una representación teatral de los indígenas Bribri. Alex Arias no va tan lejos y expone imágenes sobre una festividad indígena y animales propios de relatos que fluyen desde la profunda selva donde habitan estas etnias. Yutsil Cruz presenta una instalación de carácter antropológica que estudia huesos del cuerpo humano, y en particular su fémur izquierdo, con inscripciones indígenas de su natal México: 57
“Historias mixtecas”; la artista misma comenta: “Para mi fue un acto de hacer visible lo que se oculta y un reconocimiento a mi abuelo mixteco, oaxaqueño, para situarme en mi propio contexto actual y presente. Las inscripciones de los huesos, los tomé de dibujos mixtecos en huesos de águila, venado, jaguares, encontrados en la tumba de Monte Albán, Oaxaca. Yo los uso y les doy otro sentido para narrar una historia que pueda ser leída por los dibujos e interpretados por el propio espectador”.
Yutsil Cruz. Historias mixtecas, 2016. Fotoinstlación. Fotografía digital. Foto cortesía de la artista.
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Pablo Murillo. El significado de las cosas. “Whitest whites. Patented.” -Clorox. “Más pura, más blanca.” -Sal Sol. Fotos cortesía del artista.
Lidilia Arias. Iriria, la madre tierra bribri, 2015 Negativo blanco y negro rastreado y manipulado. Foto cortesía de la artista.
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Flavia Sánchez. “Despojos”, 2016. Fotografía digital retablada. Foto cortesía de la artista.
Alex Arias. Dos mundos, 2016. Fotografía digital. Foto cortesía del artista.
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Al fondo, en la sala de las mirillas Carolina Valencia y Ale-
jandro Beauregard exhiben “Niña, Madre, Tierra” 2016, y acotan: “La espiral de la vida repite su ciclo una y otra vez”; se trata de la imagen de una madre con su hija reposando sobre el trazo de una espiral-glifo marcada sobre la superficie de la materia origen y manto de nuestra cultura universal: la Tierra.
Carolina Valencia y Alejandro Beauregard. Niña, Madre, Tierra”. 2016. La espiral de la vida repite su ciclo una y otra vez. Fotografía digital Foto cortesía de la artista. 61
Karla Solano con la apropiación conceptual de la pintura
“Ophelia” (1852), del inglés John Everett Millais (1829-1896), trama resurgir a la luz, al calor de la vida, después de sumirse bajo las aguas en una profusa e intensa naturaleza. Aquí uno se pregunta ¿qué tiene que ver la “Ophelia” de Solano con el tema central de MAYINCA? Pues en apariencia nada, sin embargo mucho, recuérdese que el proyecto es una oportunidad para “celebrar” la grandeza del arte ancestral, en cuyo imaginario dichos rasgos de su arte tuvieron la función de acompañar al sujeto para el renacer en las aguas del río o del lago donde se originan las almas.
Karla Solano. Ophelia. 2016. Fotoinstlación. Foto cortesía de la artista.
“Utilizo el agua” –comenta la artista-, “el estanque, los nenúfares, porque estoy hablando de la vida, no de muerte y esos elementos nos purifican y recuerdan que estamos vivos. Por medio del arte he experimentado una serie de rituales que han transmutado mi vibración vital, como un fénix reviviendo de las cenizas e intentando ser consciente de que la respuesta está dentro de cada uno”. 62
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En otra de las salas se exhiben las propuestas de Oscar de
la Cruz: “Sacada de una canoa Bribri”, y la famosa “Fiesta de los Diablitos” del pueblo Boruca del artista Rodrigo Rubí; poseen otro carácter de lo exhibido, quizás más documental en tanto no interrogan o cuestionan acerca de la experiencia y misión crítica del arte, pero importante en tanto estimulan la conciencia hacia los eventos culturales de estos pueblos que conforman una identidad que alimenta la nacionalidad costarricense. En realidad somos un poquito de todo y la Foto MAYINCA lo demuestra.
Oscar de la Cruz. Sacada de una canoa Bribrí. Fotos cortesía del artista.
Oscar de la Cruz. Vista de sala. 63
Rodrigo Rubí. Fiesta de los Diablitos. Foto digital. Fotos cortesía del artista.
Rodrigo Rubí. Fiesta de los Diablitos. Foto digital. Fotos cortesía del artista. 64
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Luis Monge. Conexiones, 2016. Fotografía digital en blanco y negro. Fotos cortesía del artista.
Vista de Sala. 65
En el espacio central aparecen las fotografías de los petro-
grabados de Sussy Vargas cuyo principal argumento es la representación femenina, pero a su vez, el deleite por el arte vernáculo en este caso expresado en enormes piedras en algún sitio de la geografía nacional. La pieza “Huellas” de Carolina Goodfellow se expone ataviada de signos que evocan estos imaginarios, al superponer dichas capas anecdótico-simbólicas a la imagen, cargándole sentido del arte actual. Se aprecia además el sugerente conjunto de foto-dibujos, ensambles de la serie Caeshigua, 2014-2016 de Mario Acosta, demostrando que la fotografía inicia con el tratamiento del escenario, del maquillaje del sujeto y poco a poco cargarla de interés expresivo. La fotografía “Panal“ de Edgar León es intervenida con lápiz dorado con dibujos de territorios; se trata de la imagen de un pavimento reticulado de manera hexagonal en cuya superficie se observa otra capa cartográfica descriptiva.
Mario Acosta de la serie Caeshigua, 2014-2016 Fotografía digital intervenida. 66
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Carolina Goodfellow. Huellas, 2016. Fotografía blanco y negro intervenida y digitalizada
Sussy Vargas. “Memoria”, 2016. Fotografía a color digital. Foto cortesía de la artista. 67
Edgar León. Panal, 2016. Fotografía digital intervenida. Foto cortesía del artista.
Montserrat Ciges y Michael Smith. Unidad Cósmica - Serie: Especulaciones Originarias. 2016. Fotografía y grabado láser sobre acrílico. Foto cortesía de los artistas.
Nota aparte para la pieza de Montserrat Ciges y Michael
Smith “Unidad Cósmica - Serie: Especulaciones Originarias”, 2016, en tanto recrea el rancho cósmico del Monumento Arqueológico de Guayabo en las faldas del Volcán Turrialba, expresión de vectores territoriales y virtuales los cuales indican puntos y referencias centrales a las culturas del pasado; hitos para la investigación cultural necesaria cuando hablamos de luminosidad de su arte. 68
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Maurizio Bianchi. La Deidad y el Árbol. Fotografía digital. Foto cortesía del artista.
Al fondo de dicho espacio se encuentra la imagen “La Deidad y el Árbol” de Maurizio Bianchi sobre una estela Maya de Copán, Honduras; nos remite al significado del árbol como Axis Mundi y sobre todo la “Ceiba pentadra”, sagrada para estas culturas del pasado, y de la estela vista como el árbol.
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Marco Agudelo. Memoria, 2016. Ensamble fotográfio. Foto cortesía del artista.
El ensamble “Memoria” del nicaragüense Marcos Agudelo
superpone varias lecturas, la de la cultura europea con una escultura al estilo clásico y la imagen de una deidad tallada en piedra; al centro de dicha construcción simbólica aparece de espalda del fogoso chamán del arte centroamericano Moyo Coyatzin. El artista Jairo Miranda oriundo del Caribe Sur exhibe “Miki-Rat Otectomía”, 2016, del cual él mismo comenta: “Este tríptico documenta la otectomía (corte de orejas) realizada con fuego a la icónica figura Miki-Rat, desvinculándola de símbolos ajenos y llevándola hacia la utópica emancipación de la tiranía cultural. Miki-Rat es una serie que censura la imposición cultural, tomando imágenes de figuras precolombinas mezclándolas con elementos contemporáneos como una forma de criticar los medios de control de masas, el consumismo, y la perdida de identidad autóctona”. 70
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Jairo Miranda. Miki-Rat Otectomía, 2016 Técnica: Fotografía Digital Foto cortesía del artista.
En otros de los espacios aledaños de esta zona del Museo
Nacional se exhibe “Conexiones” de Luis Monge la cual sobrepone imágenes de piedra de Machu Pichu, Perú, con uno de los petroglifos de Guayabo, pieza sutil por la proyección de las sombras en la pared. Al lado se encuentra “Constelaciones” de Alessandro Valerio la cual aborda fenómenos de la naturaleza, como oquedades en las piedras de la cuenca del río Tibás, en las que el artista coloca semillas encontradas en el mismo entorno, y adhiere a la pared dibujando el sinuoso trazo del río; las piedras, además, están revestidas de plantitas y musgos proyectando esa actitud invasora del mundo vegetal pero que la vuelve sugestiva y profundamente hermosa. 71
Alexander Chavez Gould. Hombre Raíz, 2016. Fotografía digital retablada. Foto cortesía del artista.
Al fondo de este espacio observamos el poético “Hombre
de las Raíces” de Alexander Chaves Gould, que, como las vicisitudes del existir cotidiano a veces quedamos atorados a una rama o raíces del árbol. Impactante también la fotografía de “La Mirada de E´mundo Chevón” de Rebeca Alpizar, la cual pivotea la fuerza o carácter del origen. En ese espacio cercano se exhibe además una instalación de Robert Hernández: “Desencuentro de dos culturas”, refiriéndose a la celebración del 12 de Octubre como día de la Razas Originarias.
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Rebeca Alpizar, “E’ Mundo Chevón”, 2016. Fotografía digital. (Escultura de Bryan Ericson). Foto cortesía de la artista.
Rober Hernández “Descolonización”, 2016. Instalación. Foto cortesía del artista.
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Alessandro Valerio. “Constelación”, 2016, (documentación) Intervención objetual sobre roca Río Tibás. Foto cortesía del artista.
Moyo Coyatzin, por su parte, exhibe “Ruinas I y II” (cate-
dral de Managua) 2005. Fotos alteradas, dibujo y collage-ensamble (fotografías originales cortesía de Rodrigo Gonzales de Nicaragua) que recupera una visión casi fantasmagórica de un símbolo arquitectónico destruido por esas remezones en la superficie del planeta.
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Moyo Coyatzin. Ruinas I (catedral de Managua) 2005. Fotos alteradas, dibujo y collage ensamble. Fotografía original cortesia de Rodrigo Gonzales. (Nic.)
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Otelo Quirval. Ameriquindia. Fotografía digital. Foto cortesía del artista.
Otelo Quival por su parte exhibe cuatro piezas: La insta-
lación “Medalla de tierra para el trabajador indígena” con la cual critica la dominación cultural que discrimina una vez más al individuo originario; muy cerca, en los calabozos de la entrada a la zona expositiva, instaló “Identidad” 2016 con elementos que evocan los rasgos y productos autóctonos, como las hojas del árbol higuerón, una mano de guineos verdes y un autorretrato fotográfico de tiempos de su adolescencia. Expone también dos fotografías, una de las sandalias o “guaraches” del maestro Coyatzin, y la “Amerindia”, la siempre saqueada, resquebrajada por el tráfico de valores culturales cuando las mafias locales venden el alma de los legados originarios y son llevadas a colecciones en Europa, Asia y Estados Unidos dejando muchos vacíos en el muro de nuestra memoria. 75
MAYINCA Gráfica Galería del PANI Octubre 2016
La cuarta edición de este proyecto expositivo ofrece dos
muestras paralelas, la primera en inaugurar fue la “MAYINCA Gráfica” en la Galería del PANI que exhibe dibujos, grabados, libros, revistas, tipografías, impresos, monotipias, camisetas, calados en madera, arte contemporáneo con carácter celebrativo del 12 de octubre “Día de Nuestras Razas Originarias”, para rememorar la enormidad del arte ancestral originario o de los pueblos aborígenes actuales.
Vista de Sala. 76
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Rafael Ángel García. Sin Título. Monotipias. Foto cortesía del artista.
Homenaje a don Rafael Ángel Felo García
En cada celebración acostumbramos invitar a un maestro
del arte costarricense para que acompañe a los artistas introducidos, en el caso de MAYINCA Gráfica exhibe el pintor y arquitecto Rafael Ángel (Felo) García (Premio Nacional de Cultura Magón 2008), a quien distinguimos por la fuerza de su grafismo, trazo genuino y carácter de un estilo compositivo distinguible como un signo a través de toda su producción artística a lo largo de muchas décadas. Sus dos monotipias “Sin Título” son una trama de vectores que atraviesan el espacio cargándolo de vitalidad para generar diversas calidades y cantidades de luminosidad -y, en contraste-, sugerentes texturas que extienden su poética a lo largo de la profundidad de la sombra.
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Se aprecia la impresión Cofradía de Dinorah Carballo. Las fotografías de Alexander Chávez Gould y los libros arte de Adam Flores. Foto LFQ.
Gráfica contemporánea
La propuesta fotográfica de Dinorah Carballo titulada
“Cofradía”, sugiere la lectura de un mapeo de glifos grabados en la roca -similar a los dibujos de Nazca-, pero son huellas hechas por los cangrejos marinos cuando al bajar la ola permanece en las arenas un manto de fogosos dibujos orgánicos. Eduardo Chang en cambio con signos rectilíneos del computador -su herramienta cotidiana-, configura dos piezas las cuales sugieren la imagen del jaguar, o la arquitectura monumental impregnada de esencia maya y la evocación mesoamericana. Claudio Corrales exhibe “de hombres y mujeres: la Luna y el Sol”, con signos impresos con sellos de papa de espesa tectónica y transparencias, símiles de la vida cuando se reposa en la profundidad de la noche y a la vez se emerge con fuerza hacia el Sol naciente. Jairo Miranda expone la fotografía de un collage titulado “Viaje Astral”, visión de la cultura urbana actual. 78
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Eduardo Chang. Arte Ancestral. Foto cortesía del artista.
Adam Flores. Libros arte. Foto cortesía del artista.
Claudio Corrales. Impresión con sellos de papa. Foto cortesía del artista. 79
Jairo Miranda. Viaje Astral. Collage. Foto cortesía del artista.
Rafael Montoya. Calados. Foto cortesía del artista.
Zoleila Solano. Libro Enigma de la Piedra. Foto cortesía de la artista. 80
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Rafael Montoya expone dos piezas caladas en madera, “Filigrana I y II” bordean la memoria de la serpiente emplumada en la iconografía del arte de nuestros pueblos originarios, sensibles y con diversos grados de profundidad en el corte. Zoleila Solano expone dos grabados “Juegos pirotécnicos” y “El enigma de la piedra” con lo cual ella nos habla del imaginario de simbolismos y narrativas acerca de la piedra partida de Urasca. Carolina Valencia vuelve al tema de Iriria, el parto de la “niña Tierra” con dos grabados, uno en cuerografía de sugestivo trazo y texturas que traspasan el simbolismo de la espiral, del petroglifo y se convierten en el útero del mundo desde donde todos nacemos. Se expone también la fotografía de un mural del investigador etnomusicólogo Rodrigo Salazar Salvatierra, en su casa de Canadá de La Suiza de Turrialba, el cual representa su conciencia y sensibilidad social al retratar personajes de la cultura y la historia patria.
Rodrigo Salazar Salvatierra. Mural de retratos. Foto cortesía del artista. 81
Los libros
Se aprecia en esta muestra una abundante producción de
libros, por un lado están los de Adam Flores, oriundo de Cachí, quien a pesar de su discapacidad nos demuestra un sensible y fibroso dibujo y escritura, cuya imaginación activa página por página ataviando al libro de sus memorias, ensoñaciones y reflexiones. Se aprecia el libro de dibujos de Camila y Milton Ávila como testigo de los años infantiles cuando hacen del arte su compinche y de la imaginación una fuente inagotable. Alejandro Mamán Pires con un signo sensual y robusto genera diversos productos gráficos presentes en el libro arte.
Carolina Valencia. Iriria Niña Tierra. Grabados.
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Están también los libros de tipografías en este caso sobre el
diseño de la fuente para la próxima muestra “Conclusiones Actuales sobre el Arte Originario”, del Museo de Jade, donde el colectivo de estudiantes avanzados de la Escuela de Diseño Publicitario de VÉRITAS hicieron sus propuestas para el símbolo-palabra del evento que tendrá lugar en noviembre próximo. Finalmente destacamos la presentación de tres libros de ensayos de la Editorial 1390 -en formato mínimo de un octavo-, producidos por el artista Arián Flores Sancho durante su residencia en TEORéTica realizada en el presente año.
Vista de Sala.
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Como propuesta de un colectivo se aprecia una enorme di-
versidad de matices artísticos y comunicativos, de tratamientos de los materiales y expresividad en los contenidos, pero a pesar de tal grado de diversidad todos son portadores de signos que los reúnen en una propuesta sólida, innovadora y conmemorativa; explica aquel paradigma de la “Otredad” de finales de los años noventas del siglo pasado cuando se dice que “diversidad no es adversidad”, sino que son esos rasgos de diferencia lo que nos reúnen.
Cofradía de Dinorah Carballo. Foto cortesía de la artista. 84
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Los artistas invitados MAYINCA Gráfica Son: Camila y Milton Ávila, Maríafer Badilla, Daniela Bolaños, Fabiola Calderón, Cristiana Castellón, Dinorah Carballo, Sofía Carballo, Daniela Corrales, Claudio Corrales, Eduardo Chang, Alexander Chaves Gould, Adam Flores, Adrián Flores, José Andrés Flores, Rafael Ángel García, Alejandro Mamán, Jairo Miranda, Rafael Montoya, Rodrigo Salazar Salvatierra, Zoleila Solano, Carolina Valencia, LFQ y Moyo Coyatzin.
Libros de Adam Flores y dibujos Árbol del pasado de LFQ.
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MAYINCA se realizó con éxito desde el año 2013, cuando
fue inaugurada la primera en la Galería Roberto Sasso Sasso de la Universidad VÉRITAS; en el 2014 la “Mayinca Cartografías” se realizó en el Museo Municipal de Cartago; y el año pasado, con el subtítulo de “Tiestos de una Cultura”, se montó en el Museo Nacional. Agradecemos al PANI por ofrecer su Galería para realizar la muestra con el esmero puesto por Luis Fernando Gómez en la producción, así como a los artistas participantes por su dedicación, todo con la esperanza de darle continuidad al proyecto, el cual acrecienta esa luminosidad de las expresiones vernáculas de nuestras culturas originarias del pasado, para que encuentren presencia y vigencia en la memoria nacional.
Vista de Sala. 86
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Nueva publicación de L’ Hoxa, página suelta de L’ FATAL on line, sin fecha ni periodicidad, solo cuando existan motivos para comentar o razonar sobre un acontecimiento que afecte al arte.
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Mesa de verduras y frutas en Foto MAYINCA 2016. Museo Nacional de Costa Rica.
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