Los pueblos como los hombres tienen letargos enervantes pero las noches no son eternas ni en las regiones polares, tras toda noche nace una aurora. Biófilo Panclasta
Revista Independiente de carácter crítico y cultural Año 2 - Número 11
A MANERA DE PRESENTACIÓN: ¿Qué nos queda?
El movimiento encabezado por el poeta Javier Sicilia -surgido en protesta y oposición ante la estrategia del representante del ejecutivo federal en nuestro país- ha representado, para muchos, una luz de esperanza ya bastante necesaria ante el acrecentamiento de la violencia y la inseguridad generalizada en México y ante otros factores que van aun más allá, como la miseria, marginación y profunda brecha social sobre la cual frágilmente se balancea la nación. Tras una serie de movilizaciones que incluso trascendieron y que obtuvieron un apoyo significativo allende nuestras fronteras, a finales del pasado mes de junio se llevó a cabo una reunión entre representantes del Movimiento nacional por la paz -encabezado por Sicilia- y el Gobierno Federal. Entre otras cosas, en el encuentro se presentaron testimonios de diversos personajes que han sufrido el asesinato o desaparición de familiares y que con desgarrada desesperación exigieron al mandatario el cese al fuego y el esclarecimiento de los crímenes violentos de los que han sido víctimas sus consanguíneos. Por otra parte, el poeta Sicilia, tras leer algunos versos de Sabines y exponer el retrato de una situación social del país que no puede seguirse maquillando, exigió, en principio, una disculpa pública por parte de Calderón, quien no dejó de justificar su estrategia y aclarar que no dará marcha atrás, y finalmente ofreció la disculpa solicitada, firmando con un abrazo entre ambos interlocutores. En general en esto consistió un diálogo que muy poco o nada satisfactorio resultó, al menos para las partes que aun seguimos exigiendo un alto a la cada vez más aguda situación de inseguridad. El encuentro en el Castillo de Chapultepec -hay que decirlo- significó un diálogo fallido en el contexto de un estado fallido, por una parte debido a la cerrazón del habitante de Los Pinos, y por otra, por la tibia postura de Sicilia -que para muchos quedó a deber como representante de una sociedad acribillada y esquilmada- ante un criminal de guerra que día con día sigue diezmando el ánimo de cada vez más mexicanos que, por uno u otro medio, seguimos exigiendo el alto a una guerra que no solicitamos. Este intento se quedó corto en alcance, pero como sociedad civil queda continuar exigiendo el cese a la absurda estrategia calderonista y la organización y difusión de ideas que permitan vislumbrar una realidad distinta.
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Dando un salto al contenido de este número, debo mencionar que para mi persona resultó, en principio, un ejercicio de nostalgia, y es que varios de los textos que componen este ejemplar me llevaron, por ejemplo, a remembrar esa utopía del día en que las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria; las fechas en que visualizaba, de la mano de Foucault, la prisión como un instrumento de opresión sistemática; los primeros trimestres de la universidad cuando me familiarizaba con el ahora inseparable concepto de la alteridad, sinónimo de otredad. Ya será menester de cada uno de ustedes ser trasladado a diversos paisajes guiados por nuestros colaboradores, por mi parte queda sólo invitarlos a –y agradecerles- leernos. MARTÍN
No lo saben de cierto, lo suponen. Mayra Garnica
Leer el periódico es la mayoría de las veces un ejercicio matutino de depresión. Saber cómo se inventan, desarrollan y reproducen múltiples formas de destrucción humana es descorazonador. Sigo leyendo el periódico porque es mejor estar informada. Porque a veces hay suerte y ocu-rren sucesos que demuestran que nosotros, los humanos, también podemos construir. Ayer descubrí que las abuelas de la Plaza de Mayo lograron recuperar a un nieto más. Madres y luego Abuelas de la Plaza de Mayo es una asociación de mujeres en Argentina formada en un contexto adverso, son mujeres que durante la última dictadura en su país decidieron enfrentar a un gobierno represor con la esperanza de recuperar a sus hijos. La desaparición de personas en ese periodo fue utilizada por el gobierno por razones ideológicas y políticas contra los que contradijeran o amenazaran al régimen. La lógica para determinar que alguien era un enemigo fue; “sino estás con el gobierno, estás contra el.” Jóvenes con ideas discrepantes imaginando que podían vivir en una Argentina donde expresar un pensamiento diferente no fuese un delito. Jóvenes que se erigieron como el Enemigo. Enemigos del Estado, enemigos de sí mismos. Por querer vivir sus sueños forjaron sus pesadillas. Amenazar el status quo supone un grave problema para la estabilidad. La solución: seres humanos masacrados sin escatimar en violencia física o psicológica. Torturados hasta la muerte, en el mejor de los casos. Entre varias acciones, los acontecimientos que me parecen espeluznantes son los que tratan de mujeres embarazadas. En caso de que madre e hijo resistieran hasta el parto, el hijo era separado de su madre para ser entregado a una familia “decente”, en ese tiempo ser “decente” significó estar de acuerdo con las ideas de los militares o al menos no cuestionarlas en voz alta. Los abuelos biológicos no fueron tomados en cuenta como posibilidad para educarlos, ya que habían errado al formar personas desviadas ideológicamente: sus hijos. Hablo de los abuelos como probables tutores porque para entonces los padres, por supuesto, habían muerto. A pesar de que entonces, preguntar por un desaparecido era causa suficiente para desaparecer también, muchas madres reclamaron saber el paradero de sus hijos.
Madres clase medieras, sin educación académica superior en su mayoría, hasta entonces supeditadas a la figura masculina del marido. Amas de casa que hicieron de la creatividad su mayor recurso para localizar a sus hijos. Con tesón y un pañuelo como armas, las integrantes de esta cuadrilla se entrenaron como detectives profesionales, lograron evadir a un gobierno que se negaba a dar respuestas. Se enteraron de que los niños nacidos durante el cautiverio en su mayoría seguían vivos, y con pocos datos empezaron a rastrearlos. Las abuelas que sabían del embarazo de sus hijas o nueras intentaron encontrar a alguien que jamás habían visto, que tal vez no llegó a nacer y que amaban de tal forma que invertían todo lo que eran y lo que tenían para hallarlo. Pidieron el apoyo de cualquier institución que creyeron las ayudaría por lo justo de su causa, como la piadosa Iglesia Católica que no las recibió. Acudieron a Organismos Internacionales y viajaron por el mundo para contar la historia de su familia, muchas de ellas nunca antes habían salido de su provincia y se aventuraron a conmover al mundo. Consiguieron financiamiento de la sociedad civil europea y asistencia científica cuando fue creada una prueba genética de parentesco (Índice de Abuelidad) respaldada con un Banco Nacional de Datos Genéticos con el fin de restablecer el lazo con sus hijos a través de sus nietos. ¿Existe algo más humano que la fe? ¿Hay algo que dé más valor para seguir creando y creyendo? Existen datos que sugieren que de alrededor de 500 niños apropiados por militares, han recuperado a menos de la mitad. Iniciaron pocas madres con un pañuelo blanco en la cabeza que circulaban por la Plaza de Mayo frente a la casa de gobierno en Buenos Aires. De esas pocas algunas fueron desaparecidas y masacradas como sus hijos. Las madres que quedaron siguieron preguntando y otras madres se unieron. Quedaron mujeres que se opusieron al gobierno, igual que sus hijos, con el deseo de que estos hijos aparecieran. Abuelas que murieron esperando conocer a su descendencia. Ancianas que envejecieron sin hallar respuestas, ahora esperan pacientes y activas a que sus nietos las busquen. Llamada para aquellos que tienen duda sobre su origen. Niños que después de ser restituidos a sus familias biológicas crecieron y decidieron seguir buscando a los que habían sufrido la misma suerte que ellos y aún lo ignoran. Quedaron niños que tienen a donde volver, si así lo desean, y abuelas aguardando con deseo. Abuelas incansables encarnando la luminosidad de la naturaleza humana sólo con inteligencia para buscar y fe para encontrar.
La disciplina Ángel Adán Sáenz
Desde pequeños nos enseñaron la disciplina como valor “del buen vivir”, nos decían “come con la boca cerrada”, “no digas groserías”, “pórtate bien”, “no grites”, y a cada acción correcta nos correspondía un premio y a cada acción incorrecta, un castigo. Pero, ¿de dónde viene la tradición de castigar cuando no actúas correctamente? ¿Es un valor intrínseco a la vida en sociedad? La tradición de castigar es una acción que encontramos durante casi toda La Historia. Vemos una serie de reglas y reglamentos, a éstos corresponde un apartado de penitencias o castigos. El ejemplo más significativo –por la mayoría de católicos/cristianos/judíos- es el de la Iglesia, vemos en el antiguo testamento que la relación entre el castigo y la penitencia trata de ser igualitaria, es decir, si cometes un “delito” la “penitencia” sería proporcional al delito que cometiste, luego, en el nuevo testamento se trata de que la pena sea mayor que el delito, quizá no en términos económicos, pero sí en la privación de “la vida después de la muerte”. Actualmente, la relación entre el castigo y la falta no es igualitaria, la pena es mayor, así garantiza el cumplimiento de las leyes escritas o no escritas. El castigo deberá ser lo bastante humillante para que los demás no lo cometan, es decir, ya no es el delito lo que se castiga, es la posibilidad de que el resto de la sociedad cometa el mismo delito, o incluso, aun si se está lo bastante seguro de que el mismo que cometió el delito o la falta no volverá a “reincidir”, no se le dará el perdón, ya que esto generaría en los demás un sentimiento de impunidad.
En las escuelas, en las fábricas, en los hospitales, la disciplina sirve para tener un control sobre el individuo, controla qué hace y cómo lo hace, pero al mismo tiempo vigila y corrige, en las escuelas, por ejemplo, vemos que los salones están divididos en filas y el maestro está al frente para poder tener un mayor “control” sobre los escolares, en los hospitales vemos la misma relación con los enfermos, que es a su vez, idéntica con la de las prisiones en arquitectura, en división de lo vigilados, en la relación de premio/castigo. Así, el sujeto que se sabe vigilado ya actúa como debe, es él, el primer instrumento de su normalización. No es casualidad que las cárceles estén hacinadas de gente pobre, ésta cuestión va ligada a la inexorable relación que han creado entre el “ser patológico y anormal” y el sujeto de las clases oprimidas. El sistema judicial y la justicia son privilegios de clase y a la vez de opresión, lo peor, sin duda, es que hemos trasladado esos mecanismos de control a la vida cotidiana, ya no se necesita que alguien nos imponga disciplina, ya no necesitamos que alguien nos venga a castigar, vivimos en un sistema de “auto-control” Vemos a la disciplina como ese instrumento que le sirve al poder, que nos toma como objetivo pero también como medio de su ejercicio para devenir en seres controlados a ciertas normas de lo “correcto”, somos el medio de su ejercicio porque nosotros somos quien la ejercemos, y somos su objetivo porque somos nosotros el fin de la misma, estamos en una relación constante de ser castigante/castigable.
La cuestión es ¿Seguiremos educando así a nuestros hijos? ¿Seguiremos reproduciendo los mecanismos de las prisiones con tal de tener un “orden”? ¿Seguiremos “normalizándonos” en seres robotizados, vigilados y controlados?
LADISCIPLINA
Ausencias que inspiran presencias Emilia Perujo Lavín
Nos repetimos que no nos importa el día, pero cada día anterior -porque ni modo de hacerlo en el mero día- a cuando sea que se acomode en el calendario el día del padre comemos en el mismo lugar desde hace varios años. Es nuestro rito que queremos pensar que no se relaciona con la fecha. Comemos lo mismo, escuchamos y estamos un rato con el Mariachi Santana que se encarga de que al salir siempre pensemos en que los días sin algo especial no tienen sentido. No entendemos porqué varias mesas piden la misma canción que además no es de mariachi. Decimos que tenemos que volver más de una vez al año pero nunca lo hacemos. Saliendo volvemos a la normalidad del día y el día siguiente nos es verdaderamente indiferente. Este año no, con los sentidos en busca de todo lo que se relacione con paternidad –que este año me llevó más que a escuchar, a ver quién era hijo de quién en el Mariachi Santana-, primero noté la ausencia en mi día de las personas que perdieron a sus padres, me pregunté si valoraban el día y habría que llamarles para después pensar que independientemente de su sentir por los “Días de…” era como tener un día que celebra a tu muerto específico. Con la cabeza llena de los derechos de los padres, los intentos por ejercer ese rol, las dificultades y beneficios, y demás rollos de mis últimos meses pensé en que sería un buen día para encontrarme con más de estas cosas en Internet, que alguien más aprovecharía, así fuera para criticar, el festejo. Twitter resultó ser una fuente muy abundante de mensajes de todo tipo. Las disqueras promocionando canciones y descuentos, los padres famosos hablando de su maravillosa experiencia, las organizaciones dando a conocer sus iniciativas o denunciando. Pero todos esos mensajes salen de contexto cuando los de las personas “de carne y hueso” insultan, felicitan o agradecen al padre que no estuvo, al que no ven, a la madre por ser padre, al que no consideran pariente, con el que preferirían no tener contacto. Si parte fundamental de la identidad recae en los padres, la ausencia sin duda deja sus marcas y forja hijos, la ausencia cría. Después de esa búsqueda breve, entiendo menos porqué el día de las madres es independiente de los días de la semana y el del padre tiene que ser el día supuestamente libre. No encontré a los que buscaba, a los que demandan nuevas alternativas y son creativos, los que han abierto el camino para actuar ese papel muchas veces tan complicado. A lo mejor ellos también comieron con sus hijas a las que no les gustan esos días en otro momento y no había necesidad de mencionarlos.
XXXIII marcha del orgullo gay:
¿Nada que celebrar? Fernando S. Fernández
Sin duda alguna la comunidad lésbico gay en México es cada vez más grande, o al menos es cada vez mayor el número de personas que como coloquialmente se dice “sale del closet”, esto se debe a que la sociedad mexicana cada vez acepta más a las personas con distintas preferencias sexuales, pero lamentablemente todavía falta mucho para que esta comunidad deje absolutamente de recibir constantes ataques y burlas por parte de las partes quizá más ignorantes del tema de nuestra sociedad. Este año la marcha trató precisamente estos temas, aceptación, de la no discriminación, de formar leyes que protejan de estos ataques a los homosexuales y lesbianas del país, este tema es muy importante actualmente en el mundo, cada vez son más los gobiernos que aceptan leyes que permiten el adecuado desarrollo de estos individuos pero ¿qué pasa en México? ¿Tan importante es este tema en nuestro país a nivel político? Los ataques homofóbicos que el gobernador de Jalisco ha hecho contra la comunidad, las constantes burlas y parodias -en televisión, chistes, etc.- dicen que no. Esto hace que de verdad alguien perteneciente a esta comunidad se ofenda, no estamos ni siquiera cerca de dejar de ser el país retrógrada que otros países dicen que somos, reflexionemos ¿de verdad debemos celebrar una victoria en esto? Yo pienso que sería tibia. Fue un desfile lleno de júbilo diversión y nos recordó que debemos ser fuertes en nuestras decisiones, ser fieles a nuestras creencias y que debemos estar orgullosos de lo que somos y no debemos esconderlo, llevarlo siempre con la frente en alto.
Alejandra Lomelí
De encuentros y otredades fílmicas
Una de las características que siempr es la capacidad que tiene de contarno mostrar la cultura de aquellos que hab revelándonos como individuos diferente cubriendo los rasgos que compartimos importar la latitud que habitemos. El cine constituye un reflejo de la realidad la lente registra y posteriormente se visu relato –y retrato- de lo que somos como del que hablaré en las siguientes línea filmes que ilustran muy bien el anterior aire (Quisiera ser Millonario) de Danny B Vita de Federico Fellini del año 1960 y B Iñárritu del año 2006. A simple vista, las películas anteriores cuanto género y temática se refiere, per exploración de los sentimientos a través del entorno social. Slumdog Millionarie es una película d Boyle, situada en India, un país lleno d se entremezcla lo sagrado con lo profan berancia y fealdad. La historia gira en Malik (Dev Patel), un joven de 18 años p de Bombay, quien participa en el progr como Who wants to be a millionaire? La historia comienza cuando Jamal está mayor: los 20 millones de rupias. Los co cinematográfica que nos regresa al pas mostrando la infancia y adolescencia de todas sus respuestas fueron correctas a la calle “sin educación”. La Dolce Vita es una película clásica en almente conocida como “la obra maest Con esta película, Fellini quiso mostrar riodistas de farándula sino también, la p dición de la alta sociedad italiana. Marcello Rubini (Marcello Mastroianni) corazón que siempre anda cazando a la bros de la aristocracia. Como todas las película muy personal, cargada de simb
re me ha fascinado del cine os una visión del mundo, de bitan otras partes del mundo; es pero al mismo tiempo, dess como especie humana sin
d porque es a través de lo que ualiza en las salas de cine, un o especie, de este aspecto es as tomando como apoyo tres argumento: Slumdog MillionBoyle del año 2008; La Dolce Babel de Alejandro González
no tienen relación alguna en ro lo que sí comparten es una s de una visión desgarradora
del director de culto Danny de contrastes sociales, donde no, riqueza con pobreza, exutorno al personaje de Jamal proveniente de un barrio bajo rama mundialmente conocido
á a punto de ganar el premio onstantes flashbacks (técnica sado del personaje), nos van e Jamal y de paso, el porqué aun cuando él fue un niño de
n la historia del cine y munditra” del gran Federico Fellini. r no sólo el mundo de los peparte frívola del cine y la per-
es un periodista de notas del as celebridades y a los miems películas de Fellini, es una bolismos y recuerdos.
Babel pone punto final a la Trilogía del dolor, iniciada con Amores Perros (2000), 21 gramos (2003) y Babel la cual es una película coral, es decir, no tiene protagonistas definidos ya que es una película que entrecruza cuatro historias y tiene varios personajes centrales. Esta película se ambienta en cuatro países: Estados Unidos, México, Japón y Marruecos. Dirigida por Alejandro González Iñárritu, la película nos expone, no el drama de la vida de un personaje sino el drama del mundo mismo, la desgarradora deshumanización que acarrea la globalización, la tragedia pero también, la esperanza. Pongamos atención en la variedad de territorios en donde se desarrollan las historias de las películas mencionadas, son estos espacios un medio significativo porque las construcciones imaginarias que proyectan los discursos fílmicos y literarios de las diferencias entre el ‘Yo’ y el ‘Otro’, casi siempre están íntimamente relacionados con la construcción de las diferencias entre el ‘Aquí’ y el ‘Allá’. Esta es la otredad que nos proporciona el cine de forma casi imperceptible y que es la responsable en gran medida del nivel de la reacción y adjetivación que una película genere en el espectador. A veces resulta necesario hacer una simulación extremista de los escenarios para encontrar los puntos de cruce –encuentros- con el otro. Los tres filmes exteriorizan entre sí, la sociedad posmoderna, una sociedad decadente que centra su vida en el hedonismo. Sin embargo, lo que nos revelan las tres películas es el estado de fragilidad del ser humano manifestándose a través de un pesimismo existencial como en el caso de Marcello o Stainer en La Dolce Vita; una carga sexual desbordante en Chieko, la joven japonesa de Babel; la marcada división social y la discriminación que traen consigo los “tiempos modernos” como se observa en Slumdog Millionaire en el momento justo en que Bombay se convirtió en Mumbai. Estas películas seguirán siendo atemporales, para muestra los 50 años que tiene La Dolce Vita y sigue siendo una película actual. Todas estas historias nos cuentan los miedos al futuro, la posibilidad de que todo puede acabar el día mañana y lo efímero de la vida. Es este el mensaje universal y la evidencia que, aun cuando seamos opuestos en territorio, cultura e idioma, hay algo en la naturaleza humana que traspasa las fronteras y nos une a todos.
Como el DF
Rubén Camarillo
Cuántos de nosotros nos percatamos de la cantidad de colores y contrastes que tiene la ciudad, por supuesto sin olvidar la cantidad de sonidos y expresiones que se llegan a escuchar en la calle, en el metro, en el micro, en la iglesia y hasta en el más distinguido taxi. “Y es que cuando yo digo que la burra es parda es por que tengo los pelos en la mano”, en un sinfín de ocasiones he tenido el gusto de escuchar este dicho y un sinfín de piropos, albures e improperios que salen de la boca del populacho -como decían los abuelos-, cómo no pasar por una de las ya tan pocas pulquerías que sobrevivieron en la ciudad y deleitar ese tan prehispánico y místico baba de oso, pero de ese tlachicoton que hace alacrán, y quien no se ha dado el gustazo de empujarse una tlayuda pobre del mismísimo Zócalo de la ciudad y no digo pobre por lo barato si no por que le ponen una embarradita de frijol, tres granos de queso y como dos nopales; al son de los danzantes.
no hay dos Qué me dicen del melódico silbato insolente de los policías, pero cómo olvidar y perderse el concierto al grito de ¡llévelo, llévelo! O el singular ¡bara, bara, bara, baraaa! Y los benditos y ya bien conocidos “pásele mi reina”, y por qué no el famoso pásele güero, me pregunto, honestamente: ¿cómo se les ocurre decirnos güeros a los herederos de esta tierra. Al subirse al metro el espectáculo se convierte mas extremo, y podría apostar que es el único lugar en el mundo donde por sólo tres pesos te dan tantos servicio y si te rayas hasta un plus de más te ganas -como dicen por ahí-: entre los olores que al mezclarse cualquier marca francesa de perfume quisiera en su colección. No hay que olvidar los terribles arrimones, la carrereada, la mirada intolerante de algún distinguido trabajador de gobierno a la chavita de la secu, prepa o universidad (ya está de mas decirles que le ve la burocracia a las chamacas). Pero los días 28 de cada mes se cuecen aparte, las famosas frases reggetoneras, son fabulosas, hilarantes y muchas veces indignantes, entre el “coopérele jefe para la misa de mi santito, las monas o lo que se nos atraviese” y por qué no el “vámonos a las monas a san hipólito. Sin olvidar, claro, la hora en que el metro se convierte en súper mercado entre el ir y venir de los discos, los dulces y hasta libros, ésta es una de las maravillas de la ciudad, no todo por supuesto son cumbias, salsa y un sinfín de ritmos mas que muchos desconocemos, pero dar una vuelta por el DF es sin duda toda una experiencia digna de un documental de la National Geographic.
Fotografías por Rubén Camarillo
No recuerdo claramente cuándo fue que Manicure toco mí oído con sus acordes y líricas, sólo sé que desde que escuché por primera vez sus característicos tonos vocales y su uso indiscriminado de teclados y sintetizadores me dejaron helado, boquiabierto, embelesado. Suena exagerado pero los provenientes de Rusia lograron robar mi atención por su sonido nada particular, con reminiscencias del post punk hecho en Manchester, en especial con la influencia obligada: Joy Division, pero a la vez imprimiendo un sonido característico de la banda. Este quinteto formado por Zhenya Novikov (vocales, guitarra y teclado) Polina Novikova (guitarra, bajo, teclado y vocales) Zhora Kushnarenko (bajo y guitarra) Anya Zakharova (teclado y vocales) y Ildar Iksanov (batería) parece estar inmerso en una explosión de grupos provenientes de Moscú dedicados a revivir al nunca desaparecido postpunk, digo revivir por que se alejan de la pretensión en la que caen bandas más afamadas, de sonar a los de la división del gozo, estas agrupaciones intentan llevar por una línea más original al género, le inyectan vitalidad con sintetizadores, cajas de efectos, mandolinas, órganos, sampleos y demás ocurrencias. Manicure nace alrededor del 2006 bajo el nombre de Who Bend Models, para este entonces se componían como un trío formado por las hermanas Ania y Polina Butuzova y Zhenya Novikov. Su EP debut, Another Girl (Fusion Records, 2007) sólo contenía cuatro piezas en las cuales se puede apreciar una gran calidad. A diferencia de muchas bandas Manicure tiene como costumbre regalar, vía web, su obra. Aquí abriré un paréntesis: el movimiento indie hace referencia a las bandas que se mantienen independientes, para nada es un género musical, con respecto a las grandes disqueras, de tal forma que podremos encontrar bandas indie de metal, punk, ranchero o electrocumbia. Para el 2009, ya contando con la participación de Zhora se lanza Manicure (Fusion Records) álbum en el que se comienza a delinear por completo el sonido característico de la agrupación, con temas que bien podrían matizar una pintura dedicada a un atardecer, yendo de lo más pasivo y obscuro a lo más movido, un tanto agreste y sucio, pero que inevitablemente hace que contonees los pies. Este material fue el causante de mi idilio por esta banda. Dentro de este material podemos encontrar canciones que de a poco se convierten en referentes de lo que acontece con el postpunk en la actualidad. Luego de la integración de Ildar Iksanov a Manicure, el ahora quinteto estaría listo para lanzar su más reciente material Grow Up (2011), para no perder la costumbre esta entrega está disponible para su descarga gratuita desde la página web de la agrupación rusa. En este LP nos encontraremos con temas que reafirman el sonido característico de los oriundos de Moscú, melodías enmarcadas en una atmosfera de melancolía, adornadas con toques de beats producto de sintetizadores, con líneas de bajo que remarcan las atmósferas, a mi parecer uno de los mejores discos en lo que va del año. El trabajo de Manicure es una muestra de la tendencia que sigue el postpunk, los rusos junto a sus paisanos de Motorama encabezan el renacimiento del género, seguidos de los también rusos Brandenburg, de los italianos de Soviet Soviet, los suecos de The Faux Noise y Príncipe Valiente y los británicos de White Rose Movement, bandas alejadas de los reflectores que acaparan las grandes bandas, pero con una gran calidad, muchas de ellas con EP’s de tal valor que sin duda están marcando la música contemporánea. Sin duda Manicure encumbra la cualidad anti mainstream de la música actual, esperemos pronto logren hacerse con el reconocimiento que merecen y más importante aún que logren llegar a los oídos de quienes se deleitan con la música de calidad realizada sin pretensiones, esa música que resulta placentera y catártica al inundar de honestas notas y acordes nuestros oídos.
¡Un manicure ruso Por favor! Edmundo Arana Estrada
“Over the lifetime love could be the one You may go now I will stay here…” The One Manicure (2009) http://manicuremoscow.ru/
MY PETIT VITA SOIS
Ocho, tres, dos seis seis las sirenas me duermen de aquí a no verte se acaba el año. Ocho plus cuatro incendios, perplejos coro de niños, efímero alivio. Tres, ¿vous voulez parler français? bien entre la almohada y vos, no hay límites meridianos, sólo abismos francos, liras. Deux, te marchas sin botas fragmenta hadas para mí, carpe diem las quiero a morir derretiradas en Oaxaca. Seis, un six sin ti Fevrier nace y con él llegas mi sombra sobra sola mon amour without tu calor. Ocho, tres, deux, seis, six, de qué otra forma, no lo puedo resumir.
Vladimir Villalobos
JULIO Yo no soy Julio Y Julio no es yo Julio es otro mes Del almanaque. Quizá no entienda mis razones Al destrozar corazones. Ante la piel desnuda Su amor no tiene duda. A mi alma matará Sin dejar de besarla. Julio sin motivos Juegas con los míos. Rey descorazonado Al mío has maltratado. Mi dolor crecerá Con esto gozarás. Tú, Julio sin corazón Hazme perder la razón. Julio no es mío Yo soy de Julio Julio, yo amo Al calendario.
Max Draghici
Café, chocolate y churros Que estamos enamorados, Dulce el azúcar del churro. Amar café por amargo. Te quiero como ninguno. Discúlpame por la humildad Mas pertenezco a este mundo Espero no te importe mi Pasado sino el futuro. Trabajo todos los días Por tener un beso tuyo. Sabía cuando empezamos Que no tendríamos lujos Ya exageras, mis amigas Me presumen de lo suyo Yo quise en los azulejos Y me trajiste a los churros Ves que es indigno de mí y Me quieres como ninguno. Perdona princesa mía Pero dinero no hay mucho. Las jornadas son muy largas El salario es diminuto Y sólo puedo ofrecerte Café, chocolate y churros.
ROMANCE EN EL MORO Un chocolate barato. Y americano, seguro. Los bizcochos de Obregón Sabrán mejor, no lo dudo No sé cómo me junté con Alguien de tan feos rumbos. Ay muchacho despreciado ¿Todavía quieres churros? Las dos órdenes pedidas Y que no falte ninguno. Ésta me ha dejado solo Por carecer de lo suyo. Dinero por millones hay, Amor como éste sólo uno. Sin azúcar va el café. Café, chocolate y churros Que tú me has abandonado Dulce el azúcar del churro Amar café por amargo Te extraño como ninguno. Víctor Alan Ávila Garnica
GRITO DE SILENCIO Tú… Dejaste de soñar… Diste tu vida… Tu cuerpo maltratado… Tus lágrimas rompen mar… Sonidos recuerdan la última tonada… Últimos murmullos caracola de altamar… Tu existencia es olvido… Tu presencia es amar… Juan José Enríquez Rivera finisterrax@hotmail.com
DIGNIDAD espero que al leer este poema tengas un trago en mano tu dignidad arrumbada en el hombro a una mujer desnuda satisfecha insatisfecha o como quieras en cama pero jamás a tu cerebro caído gritando hirviendo en el sartén. Oscar Yahir Aguilar Villalba
Miel
Hoy me abracé con mis propios pensamientos, deslizándome en mis locuras, en el ardor de lo más pervertido de mis adentros. No fue fácil sobrevivir, han quedado enormes llagas a causa de esto. Duele, retumba desde fuera y se clava poco a poco entre mis huesos, hace que me hunda en el silencio gritando de dolor, apagando mi agonía con la delicia de pensarme viva. En el viaje un ser mágico lleno de luz ha tocado ya mi llanto, sabe de mí y me ha encerrado de nuevo en esa caja, el lugar donde salí, para que no pueda hacerme más daño. Pocas veces abro los ojos, pocas veces sueño con la esperanza de estar de nuevo afuera. Una intensa luz se a colado por una orilla, cuando me toca hace que me derrita, líquida como soy ahora me embarro por los costados de la caja, me diluyo y ya no sé nada de mi. Gabriela Miranda Torres
ESA MUJER… …Esa mujer era blanda, Brillante como la luna en su sonrisa… Como durmiendo está él; de frente, ella; lamentándose como siempre, con esa voz lastimosa y entrecortada que la distinguía. El hombre postrado en la cama miraba diferente, pareciera dormir con los ojos abiertos, como sin fuerzas, sin vida; su latir es lento, sordo. La vista de su mujer ya es confusa y vergonzosa, reminiscencia del pasado espanto, aunque con voz doliente piensa que ha hecho bien, que es lo mejor. Tantos años de espera, tanta bondad, tanto amor, tantísimo engaño… tan poco tiempo. ¿Qué acaso no podía esperar un poco? ¿Sólo un poco? Su vida podrida era, su espíritu deshecho estaba. Qué más daba un poco más. Por fin descansa él, la gotera de sangre ha cesado y con ella su vida. Sus pecados se quedan en el dolor, adentrándose y demacrando su arrugada faz. Entonces con el despecho a cuestas, ella cierra los ojos, tan fuerte como esperando quedar ciega y no abrirlos nunca más y no sentir nada, desprendiéndose del dolor y la vida propia. Para despertar y darse cuenta de su fracaso… para cumplir su condena. …Esa mujer era blanda, Pero la devoraron tus fantasmas… Gabriela Montoya
PAVANA SUCIA PARA EL HIJO DEL GENERAL LECLERC (PRIMERA AUDICIÓN CIVIL)
Me gusta como huele Gabo, porque huele a noche y a niño depravado, huele a bosque de ceibas y a mañana brumosa del 25 de abril de 1521 en Lisboa. ¿Huelo bien?, pregunta Gabo que desconoce, como todos, su propio olor. No respondo, en cambio beso sus axilas adolescentes, portuguesas y lluviosas. ¿A qué huelo?, insiste mientras cruza los brazos sobre sí, y se sujeta, con gesto de san Sebastian sin flechas, a los barrotes de la cama. Aspiro. Aspiro claveles. Aspiro aun más fuerte. Aspiro galeones y olas. Hueles a vuelo de pájaros, digo; pero no le gusta la respuesta. Él es listo, sabe que los pájaros huelen mal. Las jaulas apestan, sentencia. Sí, y lo beso acostándome sobre él, pero sólo hieden los pájaros encerrados. Gabo trae una negra playera de tirantes que le deja los hombros libres al sol azul de la mañana. Él sonríe y es venablo de Cupido; somos un abrazo, un beso, un tumulto en las puertas matinales del metro; la gente choca sus prisas y rumias a nuestro alrededor; la gente va enfundada de relojes a medio digerir, de cafés tibios, de leche agria, escuela y trabajo; nosotros tenemos toda la mañana, mañanas de vellocino de oro y sexo de argonautas. Gabo, hijo de militar, gusta de ponerles la verga dura a los soldados; les vendo dulces y cigarros, dice y sonríe como sólo puede sonreír el desnudo ángel del azúcar y del cáncer. Mi padre es militar, sabes, y yo les vendo a sus soldados. Y lo imagino cruzando una barraca de cuerpos, de vergas castrenses y camufladas, patrióticas y cuartelarías, pero vergas que se yerguen con el paso, con el vuelo dulce y maligno de Gabo. Nos sentamos en Reforma, nos sentamos en una banca bermellón, cóncava como barca egipcia. Es la boca de madame Trépat en concierto, ¿y ella cuál canta?, ella no canta, sólo toca, ah ¿te gusta Playa Limbo? Nunca los he escuchado, presiento que dos es un número impar, me canturrea Gabo mientras lo abrazo por la cintura, y miramos las nubes y las arboledas solitarias de la mañana. Yo les vendo, sé cómo venderles, me gusta verlos sufrir porque no pueden acostarse conmigo, dice con gracia aérea Gabo. Y por las noches la tropa entera gime persiguiendo la irrupción del ángel en el sueño de las bayonetas y de las balas. Y fornico con Gabo en hoteles de mala muerte, en cuartos de camas rastreras, cucarachas desvencijadas, mensajes suicidas y prostitutas que reptan por las paredes. Aunque sean francos no me acuesto con ellos, asegura con equívoco, no me gustan los soldados, por mi padre y sus cosas, nunca me ha querido, es muy religioso y desea otro tipo de hijo. Y Gabo me cuenta sus años, su niñez infame de botas y sotanas, de orden y rosario.
Acudimos a hoteles miserables donde las alfombras son animales muertos en un pasillo, donde las plantas de las esquinas crecen falsas con abono sombrío de colillas y orines. Nuestro hotel favorito, por sus óvalos y por Polifemo, es uno vecino a la fuente árida de Salto del agua. En la biblioteca de la FFyL, Gabo me acompaña, se empolva, se aburre; hasta que la impaciencia de sus dieciocho años me masturba, sobre el pantalón, frente a las cien mil y un tesis de carnavalización en y citas de Bajtín. Vamos al baño. Dentro de un cubículo de retrete, donde algún compañero recién ensayo sus latines sobre la puerta azul, ahora un texto se restriega dulce, y baila mientras muta a negro cordero contra el pubis hermoso y húmedo de Gabo. Saepe feris uisis, oblita quid esset,/ Vrsaque conspectos in montibus horruit ursos/ Pertimuitque lupos, quamuis pater esset in illis. Mide dieciséis pisos Polifemo y es todo caprichos. Hijo de Poseidón cuarentón y de rumbera blanco y negro, es de otra época, y ya le duelen los músculos y las poleas. Polifemo, el ascensor, es de córnea opaca y gemido al abrir las fauces. No sirve los miércoles; por nada sale de su gruta donde sueña con Galatea. Los lunes y viernes distraído bosteza entre dos pisos, y aquello es como ver dos mundos de golpe. El resto de los días funciona. Y aquí bajamos Acis. Cuánto nos gustan las ventanas ovales de las habitaciones de este piso, ventanas de salitre y sudor, parece un barco, dice Gabo, cuánto nos gusta nuestro camarote de último piso, donde eyaculados y felices vemos el fondo del océano y a Bob Esponja Hoy nos da compañía la mala suerte: el camarote no está disponible. Nos toca una habitación pringosa de piso inferior, de esos infiernos que entreveíamos en los bostezos de Polifemo. Pero a Gabo entusiasma el ventanal que da hacia un pozo de luz y a otros ventanales; desea que nos vean de otros cuartos; y somos una fuente de genitales al aire, monstruos náuticos, niños perdidos, incandescencias de agua y columnas como peces. A nuestro sueño de cortinas cerradas, llegan gemidos y palabras sucias de otro cuarto. Parece el ulular de un piano al que arrancan sus alas o una lechuza martirizada con partituras torpes. Nos asomamos, y en la habitación de enfrente tres sin uniforme se turnan en atender al general, padre de Gabo, que ahora nos mira como quien tiene frente a sí un naufragio.
Eduardo Murias
ONELIA 9 de la mañana… los ruidos de la calle penetran por la ventana. Onelia ya no puede remolonear más, los chicos ya se fueron a la escuela, su esposo al trabajo, es hora de empezar la rutina de siempre. En sus manos comienzan a confundirse los olores, detergente, cera, lavandina, luego desodorantes y más tarde cebollas. El mediodía se acerca rápidamente, faltó el pan, sale rápido hasta el almacén de la esquina y justo a tiempo, el pan adorna la mesa de todos los días, de siempre. Una a una se escuchan las voces de todos que cuentan sus avatares escolares, sus encuentros con compañeros, sus planes de la tarde. La siesta silencia por un rato las paredes y antes de reiniciar las tareas de la casa, Onelia hojea las páginas de un libro. 20 hrs… llega el esposo cansado después de ocho horas de oficina y ella atenta escucha sus quejas del sistema, de su jefe, del compañero que se ausentó sin aviso. Y aún faltan muchas horas. El esposo llegará cansado y nervioso después de sus ocho horas de oficina y ella atenta escuchará sus quejas del sistema, de su jefe, del compañero que faltó. 21 hrs… los olores de la cena se confunden con el perfume, ese nuevo, que se puso para cambiar su presencia. La cena transcurre con algunos reclamos de zapatillas que no sirven más, un deber que no se terminó y la película que algunos quieren mirar en la tevé. 00 hrs… todo se aquieta, ya duermen los chicos, los platos están limpios, es la hora anhelada. Onelia se dirige a su cuarto y se sumerge con delicadeza entre las sábanas, se acerca al cuerpo de ese hombre que hace años conoce y por toda respuesta un ronquido la recibe. Desea tan fuertemente pero tan fuertemente amanecer entre otros colores, entre otros olores… 7 hrs…el trinar de pájaros la despierta. Onelia abre sus ojos, mira, vuelve a mirar, a su lado no hay nadie, salta de su cama, nadie.
Camina con sorpresa hasta la cocina, nadie. Recorre su casa, nadie. En un pequeño living se encuentra con libros por doquier, pilas de CDs, almohadones de vivos colores ¡y nadie! Busca a los chicos, busca al señor de la casa… ¡nadie! El día comienza a rodar, suena el teléfono, la esperan en la biblioteca del pueblo para que comience su jornada laboral, casi sin darse cuenta elige la ropa de ese día, se maquilla levemente y sale de esa casa, su casa. Sin saber de qué manera camina veredas cubiertas de gramilla fresca y en unos minutos se encuentra con una puerta de madera que invita a una biblioteca ordenada, estantes repletos de palabras, algunas flores en bonitos jarrones. 6 hrs. de encuentros, libros que se devuelven, libros que se prestan, personas de diversas edades, niños que hacen sus tareas, de tanto en tanto, un café o unos mates. El día transcurre plácidamente. Oscurece, es la hora de cerrar la puerta y regresar. ¿Hacia dónde? Sus pasos la llevan sin que su mente deba pensar. Y allí está cenando acompañada por la música que tanto le gusta. Luego, un café fuerte y negro y el aroma del sahumerio de jazmín erotiza su piel. Lee esas poesías, de don Pablo Neruda, claro. Onelia elige ese perfume nuevo, se pone unas gotas en su cuello, otras en su cabello y el sueño la abraza. Las horas vuelan, la mañana la despierta. Es un día especial, es el día de su encuentro.
Silvia Pirillo*
* Conductora del programa Mejor Ahora, en Radio Potencia 93.9 FM, Argentina, transmitido los miércoles de 17 a 19 horas, más información en: www.mejorahora.com.ar y www.fmradiopotencia.com.ar
ÍNDICE No lo saben de cierto, lo suponen. Mayra Garnica 4 La disciplina Ángel Adán Sáenz 6 Ausencias que inspiran presencias Emilia Perujo Lavín 8 XXXIII marcha del orgullo gay: Fernando S. Fernández 9 De encuentros y otredades fílmicas Alejandra Lomelí 10 Como el DF no hay dos Rubén Camarillo 12 ¡Un manicure ruso por favor! Edmundo Arana Estrada 14 My Petit Vita Sois Vladimir Villalobos López Julio Max Draghici 17
Romance en el moro Víctor Alan Ávila Garnica 18 Grito de silencio Juan José Enríquez Rivera 20 Dignidad Oscar Yahir Aguilar Villalba 20 Miel Gabriela Miranda Torres 21 Esa Mujer Gabriela Montoya 22 Pavana sucia… Eduardo Murias 23 ONELIA Silvia Pirillo 25
CONSEJO EDITORIAL Martín Alejandro Del Carmen Emilia Perujo Lavín Edmundo Arana Estrada PORTADA Jorge A. Martínez Galván DISEÑO GRÁFICO D.G. Giovanna Stephanie Flores Romero COLABORAN Alejandra Lomelí Silvia Pirillo Mayra Garnica Gabriela Montoya Gabriela Miranda Torres Ángel Adán Sáenz Fernando S. Fernández Rubén Camarillo Víctor Alan Ávila Garnica Max Draghici Fernando Saúl Fernández Vladimir Villalobos Juan José Enríquez Rivera Oscar Yahir Aguilar Villalba Eduardo Murias DIRECCIÓN, EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTILO Martín Alejandro Del Carmen
Agradezco infinitamente a Gabriela Montoya por el enorme y desinteresado esfuerzo invertido para la difusión impresa de este número.
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