Entre los avances más significativos de Guatemala destacan: • Política y Ley Marco de Cambio Climático, Decreto 072013, de las primeras en el mundo, que crea el Consejo Nacional de Cambio Climático y ordena implementar el Plan de Acción Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, el Fondo Nacional de Cambio Climático y el Sistema Nacional de Información sobre Cambio Climático. • Ley de Fomento al Establecimiento, Recuperación, Restauración, Manejo, Producción y Protección de Bosques de Guatemala (Probosque), Decreto 02-2015, que ratifica la obligación de cumplir con los compromisos de incentivos forestales. • Plan Nacional de Desarrollo K´atun - Nuestra Guatemala 2032, que incorpora y transversaliza la variable de cambio climático en la planificación del desarrollo nacional. • Política Energética 2013-2027, con una meta de 80% de fuentes renovables en la matriz energética del país. • Compromiso Voluntario Nacionalmente Determinado (INDC, por sus siglas en inglés), sometido a la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático. • Estrategia Nacional de Restauración del Paisaje Forestal, con una meta de restauración de 1.2 millones de hectáreas para los próximos 30 años. • Estrategia de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques (REDD+), su Comité Nacional de Salvaguardas Sociales y Ambientales funcionando, y cuatro proyectos piloto REDD+ (GuateCarbon, Áreas Protegidas del Caribe, Lacandón y Lachuá). • Estrategia Nacional de Producción Sostenible y Uso Eficiente de Leña. • Plan Nacional de Acción para Estufas Mejoradas y de Combustibles Limpios.
• Programa de Agricultura Familiar para el Fortalecimiento de la Economía Campesina, para la adopción de buenas prácticas agrícolas encaminadas a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. • Sistema Transmetro de transporte masivo de la Municipalidad de la Ciudad de Guatemala, que reduce emisiones de gases de efecto invernadero. • Sistema Guatemalteco de Ciencias del Cambio Climático, creado como ente científico asesor a los tomadores de decisiones políticas. • Mesas Nacional e Indígena de Cambio Climático, dos instancias de participación civil. Avances en desarrollo incluyen: • Iniciativa Guatemala Huella CerO2, para desarrollar la Estrategia Nacional de Desarrollo con Bajas Emisiones (LEDS, por sus siglas en inglés). • Instrumentos técnicos y jurídicos en el contexto de la Ley Marco de Cambio Climático: a. Plan nacional de energía para la producción y consumo; b. Programa de compensaciones de emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de combustibles fósiles; c. Programa de incentivos, que motive actividades voluntarias de reducción o absorción de emisiones de gases de efecto invernadero y su respectiva reglamentación; d. Registro de proyectos de remoción o reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y su reglamentación; y e. Normativa para establecer un programa de incentivos fiscales y subsidios enfocados en el uso de energías limpias para el transporte público y privado.
Guatemala
Un país particularmente vulnerable actúa ante el Cambio Climático
Adaptación
GUATEMALA, UN PAÍS PARTICULARMENTE VULNERABLE, ACTÚA ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO Guatemala es un país pluricultural, megadiverso, con una contribución mínima a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y particularmente vulnerable, que enfrenta efectos adversos y graves del cambio y la variabilidad climática, incluyendo: desastres por deslizamientos de tierras, inundaciones y una sequía extendida que han afectado la producción agrícola y generado inseguridad alimentaria; impactos en la salud de las personas por enfermedades de transmisión vectorial extendidas; migraciones forzadas; y cambios y pérdidas de la biodiversidad del país.
Compromiso de Guatemala para reducir Gases de Efecto Invernadero
Guatemala es un país comprometido a contribuir con los esfuerzos para enfrentar el climático global y hace un llamado a la comunidad internacional en el seno de la 21ª Conferencia de las Partes/11ª Reunión de las Partes (COP21/ MOP11) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, a alcanzar un acuerdo global, ambicioso y jurídicamente vinculante, con una respuesta efectiva y apropiada. Este acuerdo debe fundamentarse en un compromiso ético, moral y justo sobre la base de la equidad, los derechos humanos (incluyendo los derechos de los pueblos indígenas) y estar de conformidad con las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las respectivas capacidades de las Partes.
Participación transparente, amplia y ambiciosa
Guatemala insta a la comunidad de naciones a adoptar compromisos de protección del clima mundial para las generaciones presentes y futuras y hace un llamado a buscar sinergias entre el Acuerdo Climático, los Objetivos del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y otros acuerdos internacionales relacionados.
Apoyo a los países en desarrollo particularmente vulnerables
Ambición global Guatemala aboga por limitar el incremento de la temperatura media mundial por debajo de 1.5°C respecto a la era preindustrial. Para ello, las Partes deben cambiar sus modelos de desarrollo, producción y consumo a otros con menores emisiones de gases de efecto invernadero, con la participación y acción de todos los sectores, y respetando y promoviendo prácticas y conocimientos de los pueblos indígenas.
En su Contribuciones Previstas Nacionalmente Determinadas (INDC, por sus siglas en inglés), Guatemala se propone alcanzar para el año 2030 una meta no condicionada de reducción de gases de efecto invernadero de 11.2% respecto al año base del 2005, y otra meta aún más ambiciosa de 22.6%, condicionada al futuro apoyo técnico y financiero proveniente de recursos internacionales públicos y privados.
El nuevo acuerdo debe garantizar la participación y el acompañamiento de los diferentes sectores de la sociedad civil para asegurar la transparencia y el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Como país, Guatemala promueve esta participación por mandato de su Ley Marco para Regular la Reducción de la Vulnerabilidad, la Adaptación Obligatoria ante los Efectos del Cambio Climático y la Mitigación de Gases de Efecto Invernadero (Ley Marco de Cambio Climático), a través del Consejo Nacional de Cambio Climático y otras instancias de sociedad civil como las Mesas Nacional e Indígena de Cambio Climático.
Para enfrentar los impactos negativos del cambio climático, Guatemala hace un llamado a la comunidad internacional para que asuma su responsabilidad común, pero diferenciada, a través de nuevos mecanismos de cooperación al desarrollo más solidarios, especialmente hacia los países en desarrollo particularmente vulnerables, según lo establece el artículo 4.8 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Debido a su alta vulnerabilidad, Guatemala solicita a la Asamblea de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, reunidas en la COP21/ MOP11, el pleno y explícito reconocimiento del Istmo Centroamericano como región particularmente vulnerable que soporta una carga anormal y desproporcionada ante los efectos adversos del cambio y la variabilidad climática, teniendo presente sus necesidades específicas.
Para Guatemala, un país particularmente vulnerable, la adaptación y reducción de la vulnerabilidad son de prioridad nacional. El nuevo acuerdo deberá considerar la adaptación con una visión de largo plazo, tomando en cuenta las lecciones aprendidas a nivel internacional, regional, nacional y local, con el objetivo de aumentar la resiliencia y la adaptabilidad, a través de reducir la vulnerabilidad de las poblaciones ante los efectos adversos al cambio climático y de garantizar el pleno respeto a los medios de vida tradicionales de los pueblos indígenas y de la población en situación de pobreza. Ante una crisis que empeora, Guatemala hace un llamado a asumir la responsabilidad internacional ante los migrantes climáticos y brindar las condiciones para garantizar el respeto de sus derechos humanos. Pérdidas y daños El nuevo acuerdo deberá reconocer y compensar apropiadamente las pérdidas económicas derivadas de los impactos negativos previstos por la ciencia y los daños relacionados a la vulnerabilidad, que se acentúan con los efectos adversos del cambio climático, incluyendo los eventos hidro-meteorológicos extremos y los de lento desarrollo (sequía y otros) en países vulnerables. El nuevo acuerdo debe incluir el mecanismo de pérdidas y daños (Mecanismo Internacional de Varsovia, D.2/CP.19) en apoyo a los países particularmente vulnerables en vías de desarrollo. Contribuir al precio global de carbono El nuevo acuerdo deberá contribuir al establecimiento de un precio global por las emisiones de gases de efecto invernadero y el desarrollo de nuevas tecnologías y el crecimiento verde. Fortalecer incentivos para frenar la deforestación y la degradación de los ecosistemas y para fomentar su restauración El nuevo acuerdo debe proveer fuertes incentivos para frenar la deforestación y la degradación de los bosques; así como fomentar la restauración de los ecosistemas, tomando los medios de vida rurales, los saberes ancestrales de los pueblos indígenas y su importancia para la adaptación.
Promover acciones económicamente viables para los sectores productivos El nuevo acuerdo deberá facilitar la cooperación a través de instrumentos basados en el mercado, involucrando a la industria en acciones climáticas costo-efectivas, social y ambientalmente sostenibles. Transferencia tecnológica El nuevo acuerdo deberá incluir un compromiso de las Partes para aumentar la transferencia de tecnología que permita el avance a los países en desarrollo. La transferencia de tecnologías debe ser inmediata, oportuna, accesible, buscando la armonía con la Madre Tierra y valorando los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas. Mecanismos de financiamiento Se espera un financiamiento accesible y predecible para la acción climática, adicional a la asistencia para el desarrollo, con un balance adecuado entre adaptación y mitigación (y una sinergia entre estos), suficiente para alcanzar las metas propuestas. Para ello, es fundamental alcanzar la meta de 100 millardos de dólares americanos de apoyo financiero de cooperación en el período post 2020, para poder realizar acción climática transformadora. Para mejorar el entendimiento y fortalecer la confianza entre las Partes, es necesario asegurar certeza en el cumplimiento de los compromisos asociados a los mecanismos financieros acordados bajo la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático. Por ello es importante que el nuevo acuerdo adopte un marco de transparencia, eficiencia y rendición de cuentas, a efecto de lograr la sostenibilidad del financiamiento para la acción climática. Acciones concretas ante el cambio climático No obstante sus circunstancias especiales de sufrir una carga adicional y desproporcionada a los impactos del cambio y la variabilidad climática, Guatemala hace sus mayores esfuerzos por establecer directrices en esta materia, que le permitan conducir la institucionalidad del Estado con un nuevo enfoque de desarrollo resiliente, bajo en emisiones y con capacidad para la adaptación que reduzca su vulnerabilidad. Para alcanzar sus objetivos ha desarrollado políticas y leyes específicas y está coordinando acciones con todos los sectores de la sociedad y del gobierno, integrados en el Consejo Nacional de Cambio Climático que es dirigido por el Presidente de la República.