16ยบ GYALWA KARMAPA
3º JAMGÖM KONTRÜL
EL CANTO AL LAMA
EL CANTO AL LAMA TEXTO
LLAMADA
RAÍZ
DE
LA
AL LAMA DE LEJOS
DE JAMGÖN KONGTRÜL LODRÖ THAYE
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III. JAMGÖN KONGTRÜL RINPOCHE TRA DU CC IÓ N AL C ASTELLAN O :
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L U IS M ARTÍN E Z O T ERO
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Título original: Le lama eternel por J amgön Kongtrül Rinpoche Publicado por convenio con CLAIRE LUMIÈRE y el JAMGÖN KONGTRÜL LABRANG TRADUCCIÓN AL CASTELLANO: LUIS MARTÍNEZ OTERO Y A. HERRERO DISEÑO: A. H. O. PORTADA: BUDA VAJRADHARA, CORTESÍA DEL MONASTERIO DE RUMTEK (SIKKIM)
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del COPYRIGHT: De la edición original: Le lama eternel © 1992 CLAIRE LUMIÈRE Del texto de la Llamada al lama de lejos , Guro-yoga de J amgön Kongtrül, Plegarias y La estupa del kudung: © 1994 J amgön Kongtrül Labrang De la presente edición en lengua castellana: © El Canto al lama 1997 EDITORIAL IMAGINA Apartado 1813, 20080 San Sebastián Tel/Fax 943-472116 imagina ® Apartado 1813, 20080 San Sebastián Tel/Fax 943-472116 E.mail: imagina@correo.net www. arrakís.es@-imagina EDITORIAL
Primera edición: julio 1997 Depósito legal: S.S.- 372 / 97 I.S.B.N.: 84-921163-5-8 Impreso por Itxaropena en Zarutz, Gipuzkoa
INDICE
INTRODUCCIÓN
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TEXTO RAÍZ DE LA LLAMADA AL LAMA DE LEJOS DE
L O DRO T HA YE
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COMENTARIO A LA LLAMADA AL LAMA DE LEJOS POR EL
III. JAMGÖN KONGTRÜL
APÉNDICE
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PARTIDA HACIA LOS CAMPOS PUROS POR BOKAR RINPOCHE 102 LA ESTUPA DEL KUDUNG
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LLUVIA DE BENDICIONES DE KALU RINPOCHE GURU YOGA DE JAMGÖN KONGTRÜL PLEGARIA PARA SU PRONTO RETORNO POR EL XIV DALAI LAMA NOTAS GLOSARIO
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INTRODUCCIÓN
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n el momento mismo en que esta obra iba a entrar en prensa hemos sabido el fallecimiento de Jamgön Kongtrül Rinpoche, acaecido en un accidente de coche en las llanuras de Siliguri (Bengala Occidental). Eran las 6,30 h. del 26 de Abril de 1992. En esta perspectiva, nuestra publicación quiere ser un homenaje al maestro al mismo tiempo que un testimonio ofrecido a los discípulos. Se expondrán más adelante las circunstancias y el alcance de este suceso gracias a Bokar Rinpoche, a quien hemos podido entrevistar sobre el acontecimiento. Jamgön Kongtrül Rinpoche nació en Lhasa el primero de Octubre de 1954. Fue un nacimiento predestinado, ya que dos años más tarde el XVI Karmapa, jefe de la escuela Kagyu y una de las más altas autoridades del Tíbet, lo reconoció como la reencarnación de un gran ser. Debido a los disturbios que sacudieron al Tíbet a finales de los años cincuenta, tuvo que exilarse como tantos compatriotas, y fue en Sikkím, en Rumtek, 1 donde fue entronizado en 1959, recibiendo entonces el nombre de Lodrö (inteligencia) Chökyi Sengue (león del Dharma). Desde la edad de once años y durante doce más se consagró al estudio de la filosofía y de la práctica Budista, recibiendo directamente del XVI Karmapa todas las transmisiones iniciáticas del linaje Kagyu. El Karmapa designó como hijos espirituales a cuatro grandes lamas: Shamar Rinpoche, Situ Rinpoche, Jamgön Kongtrül Rinpoche y Gyaltsap Rinpoche, que son los regentes del linaje Kagyu. Se demuestra así el elevado lugar que ocupa Jamgön Kongtrül Rinpoche en la jerarquía espiritual, y lo muy próximo que estaba del Karmapa. No sólo estuvo constantemente a su lado en la India, sino que también le acompañó en sus numerosos viajes a Occidente. A Jamgön Kongtrül Rinpoche, Lodrö Chökyi Sengue, se le miraba como a la tercera reencarnación de uno de los maestros más eminentes del Tíbet durante el siglo XIX, reputado tanto por su realización como por sus esfuerzos de revitalización del Dharma: Lodrö Thaye
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(inteligencia Ilimitada), que fue el primer Jamgön Kongtrül Rinpoche (1813-899). Nacido en Dergue, en Kham, Tíbet Oriental, fue educado, en primer lugar, en la tradición Bömpo, antes de frecuentar el gran monasterio Ñingmapa de Shetchen, para finalmente, antes de su vigésimo aniversario, integrarse en el monasterio Kagyu de Palpung, sede del importante linaje de los Situpas. A los treinta años obtuvo de Situ Pema Nyinje el permiso para realizar los tres años de retiro, que habría prolongado gustosamente de no haber sido llamado por el monasterio para otras responsabilidades. Dedicó tras ello el resto de su vida a escribir, a la práctica y a la enseñanza. En sus esfuerzos para favorecer una práctica profunda, fundó dos centros de retiro en las proximidades del monasterio de Palpung. La división del Budismo Tibetano en diferentes escuelas, cada una con sus costumbres y rituales y también con sus propios monasterios y benefactores no pudo evitar, a lo largo de los siglos, la formación de un cierto sectarismo, no en el corazón de los maestros, sino en el funcionamiento de las instituciones. Frente a esta situación, el siglo XIX vio dibujarse un saludable movimiento de apertura denominado, en Tibetano, rimé (no sectario). No fue su meta fundir las diferentes escuelas en una síntesis única, sino acreditar el valor igual de todas, insistiendo en la necesidad de seguir sólo las enseñanzas de una de ellas en particular. El movimiento predicaba la práctica profunda de una de las tradiciones, pero asociando el respeto por todas. Lodrö Thaye fue, al mismo tiempo que Khyentse Wangpo y Detchen Lingpa, uno de los principales artesanos de este renacimiento. Esforzándose él mismo en estudiar y practicar todas las tradiciones, consiguió revivificar especialmente las enseñanzas de la escuela Sangpa Kagyu, fundada por Khyungpo Neljor nueve siglos antes y que, tras un período muy floreciente, acabó por marchitarse. La obra escrita de Lodro Thaye es inmensa. Redactó y recopiló las cinco grandes colecciones de textos conocidas con el nombre de Los cinco Tesoros : — el Tesoro de los conocimientos o Enciclopedia de los conocimientos (4 volúmenes) adiciona de una manera concisa todos
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los conocimientos Búdicos, no sólo en el ámbito del Dharma, sino también en el de las diferentes ciencias tradicionales en que se integran, como la medicina, la astrología o la gramática; 2 — El Tesoro del Mantra Kagyu (6 volúmenes), compilación de textos esotéricos del linaje Marpa Kagyu; — El Tesoro de las Instrucciones Directas (10 volúmenes) presenta de manera sistemática las instrucciones más importantes de todas las escuelas; — El Tesoro Especial (10 volúmenes), mezcla de textos que versan sobre diferentes materias, la mayor parte escritos por el mismo Lodrö Thaye. Sobre la persona de Lodrö Thaye —y por tanto sobre las de los Kongtrül Rinpoches— existe una tradición que sobrepasa el marco de la Historia tal como la concebimos. Se dice, en efecto, que hace numerosísimos kalpas (eras cósmicas) vivía en un cierto reino un ministro que tenía mil hijos. Acaeció que un Buda pasó por el país y el ministro quiso, movido por el fervor y la devoción, que, junto con él, sus mil hijos generaran la Bodichita ; esto es, que asumieran el compromiso de alcanzar el estado de Buda para el bien de todos los seres. Todos lo hicieron, acabando por el más joven. También se dice que en el kalpa actual, llamado el ‘buen kalpa’, se manifestaran mil Budas que jugarán un papel histórico, siendo el cuarto de ellos el Buda Shakyamuni. De hecho estos mil Budas son los hijos del ministro, cuyo benjamín se llamaba Lodrö Thaye. Aparecido de nuevo en el siglo XIX bajo la forma de Jamgön Kongtrül Lodrö Thaye, será el milésimo Buda, Mepa Namdze, de cuya actividad se ha predicho que socorrerá a tantos seres como todos sus predecesores juntos. Lodrö Thaye fue anunciado por el Buda Shakyamuni en diversas ocasiones, notoriamente en el Samadbi-raja sutra o en el Lankavatara sutra donde se dice: En una era por venir, se manifestará un gran Bodhisattva bajo el nombre de Lodrö el Guía, Maestro en las cinco Ciencias.
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Lodrö Chökyi Sengue, tercer Jamgön Kongtrül Rinpoche, encarnaba perfectamente el ideal de Lodrö Thaye. Fue, de manera muy especial, una figura ejemplar para el linaje Kagyu. La escuela Kagyu, herederos de Marpa y de Milarepa , conciben el camino hacia la liberación del error y del sufrimiento como la asociación equilibrada de una experiencia personal de meditación y una comprensión intelectualmente sólida. En efecto, al mismo tiempo que desarrollan una clara comprensión teórica, los adeptos se ven motivados para practicar la meditación bien sobre la base cotidiana, bien realizando cortos retiros o comprometiéndose al de tres años. Las prácticas que propone el linaje Kagyu cubren una gran diversidad, permitiendo satisfacer los distintos estilos de vida y las aspiraciones y capacidades individuales. En esta perspectiva Jamgön Kongtrül Rinpoche había emprendido dos proyectos fundamentales: el de un monasterio y un centro de retiros consagrado a las prácticas Sangpa Kagyu en la India, y otro centro de retiros, en Nepal, bautizado Pullahari, nombre del lugar en el que, antaño, residiera Naropa en India, cerca de Bodhgaya. Debía ser completado con un gran centro de estudios y de meditación llamado Instituto Rigpe Dorje , en memoria del XVI Gyalwa Karmapa . El Instituto permitiría a los estudiantes del mundo entero seguir cursos de alto nivel de filosofía Budista, así como iniciarse en los caminos de la meditación. También se proponía suscitar la preparación de traducciones a las principales lenguas Occidentales de los textos clásicos Tibetanos, así como la organización de seminarios y conferencias. 3 El texto que aquí presentamos es la transposición de un comentario oral que Jamgön Kongtrül Rinpoche hizo sobre un texto escrito por Lodrö Thaye, la Llamada al lama de lejos , texto muy célebre, muy frecuentemente recitado en el linaje Kagyu. Esta Llamada al lama de lejos se compone de dos partes, siendo la primera una invocación dirigida a los numerosos lamas del pasado, y presentándose la segunda bajo forma de plegaria al lama, para que nos ayude a integrar los diferentes aspectos de la práctica. Jamgön Kongtrül Rinpoche comenta
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aquí sólo la segunda parte aunque, para no amputar el texto, empezaremos por darlo en su total integridad. Esta enseñanza fue traducida oralmente —de manera excelente— al francés por Tachi Öser, desde el momento en que la misma fue impartida. Sin embargo para ceñirnos a la palabra original tanto como cupiera hemos preferido, con la ayuda del magnetofón, rehacer una traducción directa a partir del Tibetano o del inglés con los que, alternativamente, se expresaba Jamgön Kongtrül Rinpoche en un estilo muy directo y muy vivo, que nos hemos esforzado en preservar en la puesta por escrito. Quisiéramos finalmente y de modo muy particular agradecer a lama Jigme Rinpoche, responsable de Dakpo Kagyu Ling, 4 sede del Karmapa en Europa y donde fue impartido el presente comentario de la Llamada al lama de lejos en Julio de 1990, por habernos permitido la publicación de la enseñanza de Jamgön Kongtrül Rinpoche. El editor de la edición francesa
N OTA A LA EDICIÓN ESPAÑOLA : En la traducción de la L LAMADA AL LAMA DE LEJOS hemos adoptado la realizada por Dzogchen Ponlop Rinpoche y Michel Martin para el labrang (monasterio) de Jamgön Kongtrül (acompañada del original Tibetano con su fonética, lo que permite seguir verso a verso el canto de la L LAMADA AL LAMA , ya sea en la edición discográfica de Lama Gyurme & Jean Philippe Rykiel (en Sony Music) o la grabación en cassette del Ven. lama Tönsan 5 que pueden solicitar a edit. imagina. Incluimos además los siguientes textos: texto Tibetano y traducción del G URU Y OGA , P LEGARIA PARA SU PRONTO RENACIMIENTO por S.S. el Dalai Lama, artículo del labrang acerca de L A ESTUPA DEL KUDUNG en Pullahari (foto contra portada) y una D OHA VAJRA de Kalu Rinpoche traducida por Ken Mc Leod. Los múltiples términos técnicos han sido señalados la primera vez que aparecen en cursiva, remitiendo al Glosario al final del texto, extraído de nuestro L ÉXICO BÁSICO DE BUDISMO TIBETANO .
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LA LLAMADA AL LAMA DE LEJOS LA DEVOCIÓN QUE CONMUEVE EL CORAZÓN
de J AMGÖN
K ONGTRÜL L ODRÖ T HAYE
TEXTO RAÍZ EN TIBETANO
con fonética y traducción al castellano
COMENTARIO por el III.
J AMGÖN K ONGTRÜL
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LA DEVOCIÓN QUE CONMUEVE EL CORAZÓN UNA PLEGARIA PARA LLAMAR AL LAMA DE LEJOS DE
JAMGÖN KONGTRÜL LODRÖ THAYE
LAMA KHYEN NO
¡Lama, piensa en nosotros ! 1 DRIN CHEN TSA WEY LA MA KHYEN NO ¡Bondadoso lama raíz, piensa en nosotros ! DÜ SÜM SANG GYE KYI NGO WO
2
Esencia de los Budas de los tres tiempos,
LUNG TOK DAM CHÖ KYI JUNG NE Fuente del Dharma genuino, de las escrituras y de la realización,
PAK TSOK GEN DÜN GYI NGA DAK Maestro de la noble asamblea, la Sangha,
TSA WEY LA MA KHYE KHYEN NO ¡Lama raíz, piensa en nosotros! 2
CHIN LAB THUK JEY TER CHEN
7
Gran tesoro de bendiciones y de compasión,
NGÖ DRUB NAM NYI KYI JUNG NE Fuente de los dos siddhis,
TRIN LE CHI DÖ KÜN TSÖL DZE Actividad Búdica que atiendes todos nuestros deseos,
TSA WEY LA MA KHYE KHYEN NO ¡Lama raíz, piensa en nosotros! 3
LA MA Ö PAK ME PA KHYEN NO ¡Lama Amitabha, piensa en nosotros ! TRÖ DREL CHÖ KU LONG NE ZIK SHIK Míranos desde la esfera libre de fabricación, el Dharmakaya.
DAK SOK LE NGEN KHOR WAR KHYAM NAM Por la fuerza del karma negativo, erramos sin rumbo en el samsara.
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DE CHEN DAK PEY ZHIMG DU DRONG DZÖ Guíanos hasta el renacimiento en tu tierra pura de la gran felicidad. 4
LA MA CHEN RE ZIK WANG KHYEN MO ¡Lama Chenresi, piensa en nosotros ! Ö SEL LONG KUY LONG NE ZIK SHIK
15
Míranos desde la esfera del luminoso Sambhogakaya.
RIK DRUK DUK NGEL TSE NE ZHI ZHING Pacifica completamente el sufrimiento de las seis clases de seres,
KHAM SUM KHOR WA DONG ME TRUK DZÖ Y transforma totalmente los tres reinos del samsara. 5
LA MA PE MA JUNG NE KHYEN NO
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¡Lama Padmasambhava, piensa en nosotros ! NGA YAB PE MO Ö NE ZIK SHIK Míranos desde el luminoso loto de Nga Yab Ling, tu paraíso.
NYIK DÜ KYAB ME BÖ BANG MYAM THAK Apresúrate a proteger con tu compasión, en esta edad sombría,
THUK JE NYUR WA NYI DU KYOB DZÖ a los discípulos Tibetanos y a todos los que carecen de refugio. 6
LA MA YE SHE TSO GYEL KHYEN NO ¡Lama Yeshe Tsogyal, piensa en nosotros ! KHA CHÖ DE CHEN TRONG ME ZIK SHIK
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Míranos desde la ciudadela de la gran felicidad de las dakinis.
DIK DEN DAK SOK SI PEY TSO LE Condúcenos —a los que hemos cometido actos dañinos—,
THAR PEY TRONG KHYER CHEN POR DRÖL DZÖ A través el océano del samsara, hasta la gran ciudad de la liberación. 7
KA TER GYÜ PEY LA MA KHYEN NO
¡Lamas de la transmisión oral y del linaje terma, pensad en nosotros ! ZUNG JUK YE SHE LONG NE ZIK SHIK Miradnos desde la esfera de la sabiduría primordial, la unión de apariencia y vacuidad,
DAK GYÜ TRÜL PEY MÜN KHANG TOL NE Atravesad la oscura prisión de nuestra confusa mente,
TOK PEY NYI MA SHAR WAR DZÖ CHIK Y haced que amanezca el sol de la realización.
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KÜN KHYEN DRI ME Ö ZER KHYEN NO ¡Omnisciente Drime Öser, piensa en nosotros ! LHÜN DRUB Ö NGEY LONG NE ZIK SHIK
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Míranos desde la esfera de las cinco luces espontáneas.
KA DAK GONG PEY TSEL CHEN DZOK NE
Ayúdanos a perfeccionar la gran manifestación de la mente, primordialmente pura,
NANG ZHI THA RU CHIN PAR DZÖ CHIK
Y a completar las cuatro fases del Ati-yoga. 9
NYAM ME JO WO YAB SE KHYEN NO
35
¡Incomparable señor Atisha e hijos de su corazón, pensad en nosotros ! GA DEN LHA GYEY Ü NE ZIK SHIK Miradnos desde el centro del sagrado círculo de las cien divinidades, en Tushita.
TONG NYI NYING JEY NYING PO CHEN GYI
Haced que nazca en nuestro flujo mental
CHANG SEM GYÜ LA KYE WAR DZÖ CHIK
La Bodichita, la esencia de la vacuidad y la compasión. 10
DRUB CHOK MAR MI DAK SUM KHYEN NO
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¡Supremos siddhas, Marpa, Milarepa y Gampopa, pensad en nosotros ! DE CHEN DOR JE YING NE ZIK SHIK Miradnos desde el espacio de la gran felicidad vajra.
DE TONG CHAK CHEN CHOK NGÖ DRUB CHING
Ayudadnos a alcanzar el supremo siddhi del Mahamudra —inseparables dicha y vacuidad —,
CHÖ KU NYING Ü SE PAR DZÖ CHIK
Despertad el Dharmakaya en el fondo de nuestro corazón. 11
JIK TEN WANG CHUK KAR MA PA KHYEN NO ¡Señor del mundo, Karmapa, piensa en nosotros ! KHA KHYAB DRO DÜL YING NE ZIK SHIK
43
Míranos desde el espacio en que incontables seres —ilimitados como el cielo — son instruidos.
CHÖ KÜN DEN ME GYU MAR TOK NE
Haz que comprendamos que todos los fenómenos son mera ilusión, desprovistos de verdadera existencia,
NANG SEM KU SUM CHAR WAR DZÖ CHIK
Y realicemos que la mente y las apariencias surgen como los tres kayas.
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KA GYÜ CHE ZHI CHUNG GYE KHYEN NO
¡Lamas de los cuatro grandes y ocho menores linces Kagyus, pensad en nosotros ! RANG NANG DAK PEY ZHING NE ZIK SHIK
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Miradnos desde el reino de las apariencias puras que surgen de modo natural.
NE KAB ZHI YI TRÜL PA SANG NE
Disipad la confusión de las cuatro situaciones,
NAM TOK THA RU CHIN PAR DZÖ CHIK
Y conducidnos a la perfección de la experiencia y la realización. 13
JE TSÜN GONG MA NAM NGA KHYEN NO ¡Cinco antepasados Jetsüns, pensad en nosotros ! KHOR DE YER ME LONG NE ZIK SHIK
51
Miradnos desde la esfera del nirvana y samsara indiferenciados.
NAM DAK LHA GOM CHÖ SUM DREL NE
Ayudadnos a unificar completamente la visión pura, la meditación y la acción;
SANG WEY LAM CHOK TRÖ PAR DZÖ CHIK
Guiadnos a lo largo de la senda suprema, el Vajrayana secreto. 14
NYAM ME SHANG PA KA GYÜ KHYEN NO ¡Lamas del incomparable Sangpa Kagyu, pensad en nosotros ! NAM DAK SANG GYE ZHING NE ZIK SHIK
55
Miradnos desde el reino totalmente puro de los Budas,
THAB DRÖL NYAM LEN TSÜL ZHIN JONG NE
Adiestradnos correctamente en los medios hábiles que conducen a la liberación,
MI LOB ZUNG JUK NYE WAR DZÖ CHIK
Y guiadnos hasta descubrir el camino de no-más-aprendizaje, la unión última. 15
DRUB CHEN THANG TONG GYEL PO KHYEN NO ¡Mahasiddha Thangtong Gyalpo, piensa en nosotros ! TSÖL ME THUK JEY LONG NE ZIK SHIK
59
Míranos desde la esfera de la compasión sin esfuerzo.
DEN ME TOK PEY TÜL ZHUK DRUB NE
Haznos capaces del logro de la disciplina que permite la realización de
UNG SEM RANG WANG DU WAR DZÖ CHIK
La no-existencia última, y amaestrar el prana y la mente. 16
PA CHIK DAM PA SANG GYE KHYEN NO
¡Padre único, Dampa Sangye, piensa en nosotros !
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LE RAB DRUB PEY YING NE ZIK SHIK Míranos desde el espacio del cumplimiento de la actividad suprema.
GYÜ PEY CHIN LAB NYING LA ZHUK NE
Infunde en nuestros corazones la bendición del linaje,
TEN DREL CHOK ME CHAR WAR DZÖ CHIK
Y haz surgir en todas las direcciones signos auspiciosos. 17
MA CHIK LAB KYI DRÖN MA KHYEN NO
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¡Madre única, Machik Lapkyi Drönma, piensa en nosot ros! SHE RAB PAR CHIN LONG NE ZIK SHIK Míranos desde el espacio de la Prajnaparamita.
DAK DZIN NYEM CHE TSE NE CHÖ CHING
Haznos capaces de desarraigar la fijación al ego, la fuente del orgullo,
DAK ME TRÖ DREL DEN THONG DZÖ CHIK
Y de ver la verdad de la ausencia del yo, más allá de toda concepción. 18
KÜN KHYEN DÖL PO SANG GYE KHYEN NO ¡Omnisciente Dölpo Sangye, piensa en nosotros ! NAM KUN CHOK DEN YING NE ZIK SHIK
71
Míranos desde el espacio dotado con todos los aspectos supremos.
PO WEY UG NAM UMAR GAK NE
Ayúdanos a reunir, en el canal central, el prana de la transferencia,
PO DREL DOR JEY KU THOB DZÖ CHIK
Y a obtener el inmutable cuerpo vajra. 19
JE TSÜN TA RA NA THA KHYEN NO
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¡Jetsün Taranatha, piensa en nosotros!
NAM SÜM PO NYEY YING NE ZIK SHIK
Míranos desde el espacio de los tres mudras.
DOR JEY SANG LAM GEK ME DRÖ NE
Ayúdanos a viajar, sin obstáculos, por la secreta senda vajra,
JA LÜ KHA CHÖ DRUB PAR DZÖ CHIK
Y condúcenos al logro del cuerpo de arco iris, el gozo de la totalidad del espacio. 20
JAM YANG KHYENTSE WANG PO KHYEN NO ¡Jamyang Khyentse Wangpo, piensa en nosotros ! KHYEN NYI YE SHE YING NE ZIK SHIK
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Míranos desde el espacio de la sabiduría primordial que conoce todos fenómenos en su simplicidad y vastedad.
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ME SHE LO YI MÜN PA SANG NE Ayúdanos a remover los velos de nuestra ignorancia,
KHYEN RAB NANG WA GYE PAR DZÖ CHIK
Y a incrementar la luminosidad de nuestra suprema inteligencia. 21
O SEL DRÜL PEY DOR JE KHYEN NO ¡Osel Drülpe Dorje, piensa en nosotros ! JA ZER Ö NGEY LONG NE ZIK SHIK
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Míranos desde la esfera de las cinco luces del arco iris.
THIK LUNG SEM KYI DRI ME DAK NE
Ayúdanos a eliminar las impurezas de bindu, prana y mente, ZHÖN NU BUM KUR CHANG CHUB DZÖ CHIK Y condúcenos al despertar del cuerpo del vaso juvenil. 22
PE MA DO NGAK LING PA KHYEN NO ¡Pema Do Ngak Lingpa, piensa en nosotros ! DE TONG GYUR ME LONG NE ZIK SHIK
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Míranos desde la esfera de inmutable dicha y vacuidad inseparables.
GYEL DANG GYEL SE GONG PA THA DAK
Haznos capaces de realizar completamente
DAK GI YONG SU KONG NÜ DZÖ CHIK
Todas las intenciones de los Budas y Bodhisattvas. 23
NGAK WANG YÖN TEN GYAM TSO KHYEN NO ¡Ngakwang Yönten Gyamtso, piensa en nosotros ! YING YE ZUNG JUK LONG NE ZIK SHIK Míranos desde la esfera del espacio y sabiduría primordial en unión. NANG WEY DEN DZIN HÜL GYI ZHIK NE
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Haz que cesemos de tomar las apariencias como si fueran reales,
GANG JUNG LAM DU KHYER NÜ DZÖ CHIK
Y desarrollemos la habilidad de transformar en camino todo lo que suceda. 24
GYEL SE LO DRÖ THA YE KHYEN NO
¡Bodhisattva Lodro Thaye, piensa en nosotros ! JAM DANG NYING JEY NGANG NE ZIK SHIK
Míranos desde tu estado de bondad-amorosa y compasión.
DRO KÜN DRIN CHEN PA MA SHE NE
Haznos capaces de reconocer a todos los seres como a nuestros padres amorosos,
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ZHEN PEN NYING NE DRUB NÜ DZÖ CHIK Y de desarrollar nuestra habilidad para beneficiar a otros desde el fondo del corazón. 25
PE MA KAR GYI WANG CHUK KHYEN NO ¡Pema Kargyi Wangchuk, piensa en nosotros ! DE CHEN Ö SEL YING NE ZIK SHIK
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Míranos desde la esfera de la gran felicidad y la luminosidad.
DUK NGA YE SHE NGA RU DRÖL NE
Libera los cinco venenos en las cinco sabidurías;
PANG THOB NYI DZIN ZHIK PAR DZÖ CHIK
Haz que nuestro apego dualista a pérdidas y ganancias desaparezca. 26
TEN NYI YUNG DRUNG LING PA KHYEN NO
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Tenyi Yungtrung Lingpa, piensa en nosotros,
SI ZHI NYAM NYI YING NE ZIK SHIK
Míranos desde el espacio en que samsara y nirvana son lo mismo.
MÖ GÜ NEL MA GYÜ LA KYE NE
Haz que brote en nuestra mente una devoción genuina,
TOK DRÖL DÜ NYAM CHEN POR DZÖ CHIK
Y condúcenos a la realización y liberación simultáneas. 27
DRIN CHEN TSA WEY LA MA KHYEN NO ¡Bondadoso lama raíz, piensa en nosotros ! CHI TSUK DE CHEN NE NE ZIK SHIK
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Míranos desde el lugar de la gran felicidad en la cima de nuestra cabeza.
RANG RIK CHÖ KUY RANG ZHEL JEL NE
Condúcenos a encontrar el auténtico rostro del Dharmakaya, la consciencia de nuestra verdadera naturaleza,
TSE CHIK SANG GYE DRUB PAR DZÖ CHIK
Y a que, en esta misma vida, alcancemos el completo despertar. 28
KYE MA DAK DREY SEM CHEN LE NGEN DIK TO CHEN ¡Ay !, los seres sensibles que —como nosotros mismos— han cometido incontables acciones negativas,
THOK ME DÜ NE KHOR WAR YÜN RING KHYAM
Vagan sin rumbo por el samsara desde tiempo sin principio.
DA RUNG DUK NGEL THA ME NYONG GYÜR WEY
A pesar de padecer todavía sufrimientos sin fin,
KYO SHE KE CHIK TSAM YANG MA KYE PEY
No sentimos ni siquiera un instante de arrepentimiento.
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LAMA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión.
NGE JUNG TING NE KYE WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que la renuncia surja de lo más profundo de nuestro corazón . 29
DAL JOR THOB KYANG MI TSE TONG ZE KHYEN
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Pese a haber obtenido un precioso nacimiento humano, libre y bien provisto, lo desperdiciamos en vano,
DÖN ME TSE DIR CHA WEY TAK TU YENG
Siendo distraídos constantemente por las actividades de una vida sin sentido.
DÖN CHEN THAR PA DRUB LA LE LÖ KHYER
Cuando tratamos de realizar la gran meta de la liberación, nos domina la pereza
NOR BUY LING NE LAK TONG LOK GYUR PEY
Y volvemos con las manos vacías de un país lleno de joyas.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! MI LÜ DÖN DEN DRUB PAR CHIN GYI LOB Bendícenos para que demos pleno sentido a esta vida. 30
MI SHI SA TANG LÜ PA CHIK KYANG ME
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No hay uno solo en la tierra que no tenga que morir.
DA TA CHIK JE NYI THÜ PA RÖL DRO
Muchos seres parten ahora mismo, unos tras otros, hacia el más allá.
RANG YANG NYUR WA NYI DU CHI GÜ KYANG
También nosotros hemos de morir pronto,
YÜN RING DÖ DRAB CHE PEY NYING RÜL PO
Pero como idiotas, contamos con vivir largo tiempo.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! LONG ME LO NA THUNG WAR CHIN GYI LOB Bendícenos para que abandonemos todas nuestras expectativas. 31
NYING DU DUK PEY DZA SHE SO SOR DREL
Nos veremos separados de nuestros amigos más cercanos.
SER NEY SAK PEY NOR DZE ZHEN GYI CHÖ
Otros gozarán los bienes que acumulamos con avidez.
CHE PEY LÜ KYANG SHÜL DU BOR NE SU
Incluso el cuerpo que tanto queremos será dejado atrás,
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NAM SHE BAR DO TÖL ME KHOR WAR KHYAM Y nuestra conciencia vagará sin dirección en los bardos del samsara.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión!
CHI KYANG GÖ ME TOK PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para nos demos cuenta de la futilidad de esta vida. 32
JIK PEY MÜN PA NAK PÖ NGÖN NE SU
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La negra oscuridad del temor, frente a nosotros, amenaza con engullimos;
LE GYI LUNG MAR DRAK PÖ GYAB NE DE
Y los fieros y rojos vientos del karma nos empujan por detrás.
MI DUK SHIN JE PO NEY DEK CHING TSOK
Los hediondos mensajeros del señor de la muerte nos golpean y ensartan,
ZÖ KA NGEN DROY DUK NGEL NYONG GÖ NA
Y así tenemos que experimentar los insoportables sufrimientos de los reinos inferiores.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! NEN SONG YANG LE THAR WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que seamos liberados de los abismos de los reinos inferiores. 33
RANG KYÖN RO WO TSAM YANG KONG DU BE
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Escondemos en nuestro interior una montaña de faltas;
ZHEN KYÖN TIL DRU TSAM YANG DROK CHING MÖ
Y sin embargo juzgamos a los demás y hablamos de sus defectos, aunque sean diminutos como semillas de sésamo.
YÖN TEN CHUNG ZE ME KYANG ZANG POR LOM
Carecemos de la menor cualidad positiva, pero nos jactamos diciendo cuan grandes somos.
CHÖ PEY MING TAK CHÖ MIN KHO NA CHÖ
Nos autoproclamamos practicantes del Dharma, pero solo practicamos lo contrario al Dharma.
LA MA KHYEN NO THUK JE NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! RANG DÖ NGA GYAL ZHI WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que abandonemos nuestro orgullo y egocentrismo.
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TEN PUNG DAK DZIN GONG PO KHONG DU CHUK
Escondemos en nuestro interior el demonio de la fijación egocéntrica que nos depara constantes desgracias.
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SAM TSE THAM CHE NYÖN MONG PEL WEY GYU
Todos nuestros pensamientos acrecientan las kleshas.
CHE TSE THAM CHE MI GEY DRE BU CHEN
Todas nuestras acciones tienen resultados no-virtuosos.
THAR PEY LAM DU CHOK TSAM MA CHIN PEY
No hemos ni siquiera dirigido nuestros pasos hacia la liberación.
LA MA KHYEN NO THUK JE NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! NGAR DZIN TSE NE CHÖ PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que erradiquemos completamente el aferramiento al yo. 35
TÖ ME TSAM LA GA DANG MA GA KYE
Una pequeña alabanza nos hace felices; un pequeño reproche nos entristece.
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TSIK NGEN TSAM LA ZÖ PEY GO CHA SHOR
Unas pocas palabra rudas bastan para que se desmorone la armadura de nuestra paciencia.
NYAM TAK THONG YANG NYING JEY SEM MI KYE
Aún viendo a los desamparados, no surge en nosotros la compasión.
CHIN YÜL JUNG DÜ SER NEY DÜ PEY CHING
Cuando se presenta la oportunidad de ser generosos, nos atan los nudos de la avaricia.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! SEM GYÜ CHÖ DANG DRE PA CHIN GYI LOB Bendícenos para que nuestra mente sea una con el Dharma. 36
KHOR WA NYING PO ME LA NYING POR ZUNG
Pensamos que el samsara es valioso, cuando en realidad no lo es.
TO GÖ CHIR DU TEN DÜN LING GI BOR
Abandonamos nuestras metas más elevadas por comida y vestidos.
KHO GU TSANG YANG GÖ GÖ CHI CHIR MANG
Pese a poseer cuanto necesitamos, siempre queremos más.
MI DEN GYU MEY CHÖ GYI RANG SEM LÜ
Nuestra mente es engañada por los fenómenos irreales e ilusorios.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión !
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TSE DI LO YI THONG WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que abandonemos el apego a esta vida. 37
LÜ SEM DUK NGAL TRA MOANG MI ZÖ KYANG
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Somos incapaces de soportar el más leve dolor físico o mental,
NGEN DROR DRO LA MI TSER NYING DÖL CHEN
Pero con ciega testarudez, no vacilamos en caer en los reinos inferiores.
GYÜ DRE LU ME NGÖN SUM THONG ZHIN DU
Pese a ver directamente la infalibilidad de la ley de causa y efecto,
GE WA MI DRUB DIK PEY YO LANG PEL
No actuamos virtuosamente, sino que incrementamos nuestras acciones negativas.
LA MA KHYEN NO THUK JE NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! LE LA YI CHE KYE WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que alcancemos la completa convicción en las leyes del karma. 38
DRA LA DANG SEM NYEN LA CHAK SEM KYE
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Odiamos a nuestros enemigos y nos apegamos a los amigos.
LANG DOR NE LA TI MUK MÜN TAR THOM
Perdidos en las tinieblas de la ignorancia, no sabemos que aceptar o que rechazar.
CHÖ ZHIN CHÖ TSE CHING MUK NYI WANG SHOR
Cuando practicamos el Dharma, caemos bajo la influencia de la agitación, el torpor y la somnolencia.
CHÖ MIN CHÖ TSE WANG PO SEL CHING DRUNG
Cuando no practicamos el Dharma, somos astutos y nuestra mente y sentidos están alerta.
LA MA KHYEN NO THUK JE NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! NYÖN MONG DRA WO CHOM PAR CHING GYI LOB
Bendícenos para que exterminemos a nuestro enemigo, las kleshas. 39
CHI NE TE NA YANG DAK CHÖ PEY ZUK
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Nuestra apariencia exterior es la de un auténtico practicante del Dharma,
NANG DU RANG SEM CHÖ DANG MA DRE PEY
Pero en nuestro fuero interno, la mente no se ha fundido con el Dharma.
DRÜL DUK ZHIN DU NYÖN MONG KONG NA BE
Encondenos las klesas, como a serpientes venenosas, en nuestro interior
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KYEN NGEN TRE TSE CHÖ PEY TSANG TAK TÖN Pero en cuanto surgen situaciones adversas, los ocultos defectos de un mal practicante salen a la luz.
LA MA KHYEN MO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! RANG GYÜ RANG GI THÜL WAR CHIN GYI LOB Bendícenos para que seamos capaces de adiestrar nuestra mente. 40
RANG KYÖN NGEN PA RANG GI MA TOK PEY
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Sin reconocer nuestros propios defectos,
CHÖ PEY ZUK ZUNG CHÖ MIN NA TSOK CHÖ
Adoptamos la forma externa de un practicante del Dharma,ocupándonos mientras tanto de actividades contrarias al Dharma.
NYÖ MONG MI GEY LE LA SHUK KYI GOM
Nos hemos habituado a las kleshas y a las actividades no virtuosas.
GE LO YANG YANG KYE KYANG YANG YANG CHE
Una y otra vez surgen intenciones virtuosas; una y otra vez son erradicadas.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! RANG KYÖN RANG GI THONG WAR CHING GYI LOB Bendícenos para que veamos nuestros propios defectos. 41
ZHAK RE SONG ZHIN CHI LA PAR PAR NYE
Con el paso de cada día, nos acercamos más y más a la muerte.
NYIN RE LONG ZHIN RANG GYÜ CHIR CHIR GYONG
Con la llegada de cada nuevo día, nuestra mente se vuelve más y más rígida.
LA MA TEN ZHIN MÖ GÜ RIM GYI DRIB
Aunque servimos a nuestro lama, nuestra devoción se desvanece gradualmente.
CHE LA TSE DUNG DAK NANG JE CHUNG SONG
Nuestro amor, afecto y visión pura hacia nuestros amigos del Dharma disminuyen.
LA MA KHYEN, NO THUK JE NYUR DU ZIK
¡Lama piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! MU GÖ RANG GYÜ THÜL WAR CHIN GYI LOB Bendícenos para que logremos adiestrar nuestra mente obstinada.
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KHYAB DRÖL SEM KYE SÖL DEB CHE NA YANG
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Aunque hemos tomado refugio, generado la Bodichita y suplicado,
MÖ GÜ NYING JE TING NE MA KYE PEY
La devoción y la compasión no han nacido en el fondo de nuestro corazón.
TSIK TSAM WANG GYUR CHÖ CHÖ GE JOR NAM
La actividad dhármica y la práctica de la virtud se han vuelto palabras huecas.
CHE LO TSAM LE GYÜ THOK MA KHEL WEY
Nuestros fútiles logros son muchos, pero ninguno ha conmovido nuestro corazón.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! CHI CHE CHÖ SU DRO WAR CHIN GYI LOB Bendícenos para que todo lo que hagamos esté en armonía con el Dharma. 43
DAK DE DÖ LE DUG NGEL THAM CHE JUNG
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Todo el sufrimiento se origina al desear la felicidad sólo para nosotros mismos,
ZHEN PEN SEM GYI SANG GYE DRUB SUNG KYANG
A pesar de que ha sido enseñado que el despertar se alcanza sólo beneficiando a otros.
SEM CHOK KYE CHING RANG DÖ PUK TU CHUK
Generamos la Bodichita, mientras secretamente cultivamos nuestros propios deseos.
ZHEN PEN TA CHI ZHEN NÖ ZHOR LA DRUB No beneficiamos a los demás y, más aun, incluso les dañamos inconscientemente.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! DAK ZHEN JE PAR NÜ PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que seamos capaces de cambiarnos a nosotros mismos por los demás. 44
SANG GYE NGÖ NANG LA MA MI RU ZUNG
Nuestro lama es de hecho la manifestación del mismo Buda, pero lo tomamos por un hombre ordinario.
DAM ZAB TÖN PEY KA DRIN NGANG GI JE
Olvidamos la bondad del lama al darnos las profundas instrucciones.
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RANG DÖ MA JUNG TSE NA YI CHE GOM
Si no nos da lo que queremos, nos enojamos.
DZE CHÖ NAM LA THE TSOM LOK LA DRIB
Vemos la conducta y actividad del lama a través del velo de nuestras dudas y puntos de vista erróneos.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! MÖ GÜ DRIB ME PEL WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que, libres de oscurecimientos, aumente nuestra devoción. 45
RANG SEM SANG GYE YIN KYANG NGO MA SHE
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Nuestra propia mente es Buda, pero no lo reconocemos.
NAM TOK CHÖ KU YIN KYANG DÖN MA TOK
Todos los conceptos son el Dharmakaya, pero no lo realizamos.
MA CHÖ NYUK MA YIN KYANG KYONG MA NÜ
Este es el estado de simplicidad natural, pero no logramos mantenerlo.
RANG BAB NE LUK YIN KYANG YI MA CHE
Esta es la verdadera naturaleza de la mente, reposando en sí misma, pero somos incapaces de creerlo.
LA MA KHYEN NO THUK JE NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! RANG RIK RANG SAR DRÖL WAR CHIN GYU LOB
Bendícenos para que la autoconsciencia se libere en su fundamento. 46
YONG NGE CHI WA NYING NE DREN MA THUB
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Es bien cierto que la muerte vendrá, pero somos incapaces de asumirlo de corazón.
PEN NGE DAM CHÖ TSÜL ZHIN DRÜB MA NÜ
Es cierto que el Dharma genuino nos beneficiará, pero somos incapaces de practicarlo correctamente.
DEN NGE LE DRE LANG DOR TSÜL ZHIN ME
La ley del karma, de causa y efecto, es ciertamente verdadera, pero erramos al decidir qué abandonar y qué aceptar.
GÜ NGE DREN SHE MA TEN YENG WEY KHYER
La atención plena y la vigilancia son ciertamente necesarias, pero estas cualidades no son estables en nosotros, y somos arrastrados por la distracción.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión !
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YENG ME DREN PEY ZIN PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que mantengamos una atención plena sin distracciones. 47
NGÖN LE NGEN PEY NYIK MEY DÜ THAR KYE
Debido a nuestro karma negativo, hemos nacido al final de esta era degenerada.
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NGAR CHE THAM CHE DUK NGEL GYU RU SONG
Todo cuanto hicimos previamente, se ha tomado en causa de sufrimiento.
DROK NGEN NAM KYI DIK PEY DRIB MEY YOK
Las malas compañías arrojan sobre nosotros la sombra de sus acciones negativas.
DÖN ME LENG MÖ GE JOR YENG WEY KHYER
Nuestra práctica de la virtud se corrompe por charlas sin sentido.
LA MA KHYEN NO THUK JE NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! CHÖ LA NYING RU NÜ PAR CHIN GYI LOB Bendícenos para que —de todo corazón — perseveremos en la práctica del Dharma.
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DANG POR SAM GYU CHÖ LE ME PA LA
Al principio, en nuestras mentes solo hay el Dharma,
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THA MA DRUB DRE KHOR WA NGEN SONG GYU Pero el resultado es —al final — el samsara y los reinos inferiores. THAR PEY LO TOK MI GEY SE KYI CHOM
La cosecha de la liberación es destruida por el granizo de la actividad no virtuosa.
TEN DÜN NYE PEY MU GÖ DAK DRA NAM
Como salvajes estúpidos y violentos, hemos perdido de vista nuestro fin último.
LA MA KHYEN NO THUK JEY NYUR DU ZIK
¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión ! DAM CHÖ THA RU CHIN PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que llevemos el Dharma genuino hasta la perfección. 49
KYO SHE TING NE KYE WAR CHIN GYI LOB
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Bendícenos para que suga en nosotros un sincero arrepentimiento.
LONG ME LO NA THUNG WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que dejemos ir nuestras vanas expectativas.
CHI WA NYING NE DREN PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que, en lo más hondo de nuestro corazón, recordemos la ineluctable muerte.
LE LA YI CHE KYE WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que alcancemos la certeza en la ley del karma.
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LAM LA BAR CHE ME PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para gue nuestro camino esté libre de obstáculos .
DRUB LA TSÖN DRÜ NÜ PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que seamos capaces de perseverar en la práctica.
KHYEN NGEN LAM DU LONG WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que transformemos las circunstancias difíciles en camino.
NYEN PO RANG TSUK THUB PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que los antídotos sean, por su propio poder, completamente eficaces.
CHÖ MIN MÖ GÜ KYE WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que surja en nosotros una devoción genuína.
NE LUK RANG ZHEL JEL WAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que contemplemos el verdadero rostro de la naturaleza de la mente.
RANG RIK NYING Ü SE PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que la auto-consciencia se despierte en el centro de nuestro corazón.
TRÜL NANG ZHI TSA CHÖ PAR CHIN GYO LOB
Bendícenos para que se disuelvan completamente las engañosas apariencias.
TSE CHIK SANG GYE DRUB PAR CHIN GYI LOB
Bendícenos para que alcancemos el despertar en una sola vida. 50
SÖ WA DEB SO LA MA CHE ¡Precioso lama, te suplicamos ! DUNG WEY BÖ DO DRIN CHEN CHÖ KYI JE ¡Amable lama, señor del Dharma, te llamamos con anhelo ! KAL ME DAK LA RE SA KHYÖ LE ME ¡Para nosotros, seres indignos, tú eres la única esperanza ! THUK YI YER ME DRE PAR CHIN GYI LOB
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Bendícenos para que tu mente se funda con la nuestra.
Fui requerido a componer esta súplica, en primer lugar, por algunos monjes devotos, pero el tiempo transcurrió rápidamente y entonces Samdrup Drönma, una dama practicante de noble familia y Deva Raksita me urgieron a ello. Por lo tanto yo, Lodrö Thaye, quien en esta edad sombría, no es sino el mero reflejo de un lama, escribí esto en el gran centro de meditación Dzongshö Deshek Düpa. Que la virtud y el bien crezcan poderosos. 43
COMENTARIO A LA LLAMADA AL LAMA PRIMERA ENSEÑANZA
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uando escucháis una enseñanza del santo Dharma, es extremadamente importante la pureza de la motivación que alberguéis. ¿En qué consiste esta pureza? Hay que recibir las enseñanzas movido por el espíritu del despertar, esto es, por la voluntad de liberar a todos los seres de todos los universos, ya que, todos ellos, han sido nuestras madres en el pasado. Tenemos que pensar: “Con esta finalidad practicaré yo mismo el camino hacia la iluminación; para conseguirlo voy a recibir las enseñanzas del Dharma”. Os pido, por tanto, que generéis ahora este pensamiento en vuestra mente. Considerando el perfecto Buda que las capacidades de los seres podían ser muy variadas, dio su enseñanza a distintos niveles, lo que ha dado lugar a los diferentes vehículos . Todos tienen en común el ser 44
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auténticamente la palabra de Buda, y forman parte del camino que lleva a la liberación . Su diferencia reside en la rapidez de su eficacia, que se acomoda a la mayor o menor capacidad de los seres para recibirla. Alguno de estos vehículos constituye un acceso muy gradual, que se extiende a lo largo de numerosas vidas; otros permiten obtener la iluminación en una sola existencia. Cualquiera que sea el vehículo en el que uno se comprometa, lo más importante es comprender que el samsara es por naturaleza sufrimiento ; que la liberación de este océano de sufrimientos, la obtención del perfecto estado de Buda, es idéntica para todos los vehículos. A través de una gran diversidad de formas de práctica, el Budismo persigue de hecho un único objetivo: el obtener la liberación. A partir de la definición de esta constatación y de este objetivo la visión , es decir, la base teórica, es extraordinariamente importante. En efecto, si no poseemos una compresión que nos permita percibir la necesidad y el sentido de la práctica, ésta resultará superficial y apenas podrá ser benéfica. Para practicar el Dharma de manera perfecta hay que comprender, en primer lugar —y esto forma parte de la visión—, que hasta ahora todos nosotros hemos errado en el samsara, y que éste es por naturaleza sufrimiento. ¿De dónde proviene este sufrimiento? Desde tiempos sin principio y hasta ahora hemos acumulado actos negativos , y el sufrimiento es el resultado de estos actos. Al contrario, la dicha y el estado de Buda vienen con el cumplimiento de actos positivos . Esta relación entre los actos y sus consecuencias constituye la ley del karma. El primer punto de la visión es admitir esta ley del karma , sin lo que no tendremos el soporte necesario para practicar el Dharma. Cabe expresar el punto esencial de las enseñanzas dadas por el Buda del siguiente modo: ¿De dónde vienen todos los fenómenos del samsara y del nirvana ? Los experimentamos cuando las consecuencias de nuestros actos llegan a su madurez. Por esta razón, aceptar la noción del karma constituye el fundamento de la visión, y sin ella nuestra práctica estará desprovista de sentido. Este punto es muy importante. En efecto, ocurre muy frecuentemente, que los practicantes, en los primeros tiempos de su compromiso con el
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Budismo, admiten esta ley del karma y se sienten muy preocupados por sus implicaciones. Pero más tarde vemos a los mismos practicantes entregarse a diferentes prácticas formales sin estar, al mismo tiempo, apenas atentos a esta ley del karma. Consideran más importante la práctica formal que su modo de comportarse, de manera que se aventuran en situaciones negativas. Esto es muy peligroso. La primera enseñanza que impartió el Buda fue la de las Cuatro Nobles Verdades que, precisamente, explica tocias estas cosas. Cuando se habla de la visión, no necesariamente se habla de la vacuidad . La visión recubre nociones muy variadas. Lo abordo ahora de una manera práctica: no me refiero a la vacuidad, al shunyata, etc. Estos son aspectos que comprenderéis más tarde. De momento, ¿Qué ocurre? Todo el mundo tiene problemas, todos buscan una situación feliz, todos quieren librarse del sufrimiento. Esto es un hecho. Por lo tanto habrá que saber por qué se sufre, por qué queremos obtener la felicidad, aunque no por ello pongamos los medios para conseguirlo. Esto está en relación con el karma. Es, pues, muy importante comprender esta ley y admitir su verdad. Aunque efectuéis diversas prácticas —la meditación sobre los yidams , la de la Bodichita o la meditación sobre la vacuidad— no seguiréis el verdadero camino si no creéis en el karma, pues el Dharma debe transformar la mente, debe adiestrarla. De otro modo cualquier práctica tendrá sólo un alcance muy limitado. Sin esta comprensión, la práctica podrá efectivamente realizarse por el prestigio o por beneficios temporales, por ejemplo para obtener un buen trabajo o tener éxito en los negocios. Pero si no se posee una visión bien consolidada, un sólido fundamento que motive a la práctica, se corre el riesgo de extraviarse. Por esto insisto en la importancia de este punto. Junto con las prácticas formales que efectuéis, deberéis verificar cuál es verdaderamente vuestra comprensión y cuál es vuestra meta. Estando aquí, en un centro de Dharma, y abordando las prácticas del Mahayana o del Vajrayana , a veces os parecerá todo muy fácil, Creeréis que es posible purificarse fácilmente de cualquier negatividad. Vista la aparente facilidad empezaréis por relajaros, tendréis la impresión de que la ley del
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karma no es tan rigurosa, pues siempre es posible la purificación . Es una actitud errónea. Si no aceptáis la verdad de la ley del karma, es como si no confiarais en el Buda. Por tanto es muy importante que todos sigáis las reglas de lo que se conoce como la ética. Esta es la base de las enseñanzas. ¿Por qué debemos desarrollar la Bodichita? Precisamente por eso. Por supuesto no digo que todos vosotros carezcáis de comprensión y de ética, sino que hablo en general. En efecto, siempre puede producirse una aproximación defectuosa. Si no os apoyáis sobre la base de una visión justa, empezaréis por encontrar problemas, no experimentaréis progreso en vuestra práctica y os desanimaréis. Por eso, de vez en cuando, verificad qué es lo que creéis, cuál es vuestra actitud frente a la práctica. Esto es muy importante. Hay que ser prudente cuando se reciben enseñanzas para no caer en ciertos errores. Existe el riesgo de caer en uno de ellos si se reciben excesivas enseñanzas sobre la naturaleza de la mente y sobre la naturaleza última de los fenómenos. Se nos dice, en efecto, que todos los fenómenos son vacíos, que son una manifestación de la mente y que, por eso mismo, no están dotados de existencia propia. Oímos la exposición de estas ideas, pero no siempre se comprende el sentido. Lejos de entender lo que verdaderamente significa la vacuidad última, se acaba pensando que la ley del karma no es en definitiva tan importante. Uno se forja una idea personal de la vacuidad, se crea uno su propio error. Para reconocer esta vacuidad, no basta el simple hecho de ‘pensar’ que todo es vacío, que todo es mente , que los fenómenos son solamente una construcción mental, no basta para percibir directamente que todos los fenómenos son la manifestación de la mente. Hay que comprender primero su modo de ser, pero sobre todo, a continuación, hay que realizarla. Por ello, si abordáis sin prudencia estas cuestiones profundas podéis extraviaros sin ningún provecho. Para practicar el Dharma es necesario además estar imbuido de desinterés por el samsara. Como ya se dice en la Plegaria al linaje Mahamudra , ‘el no-apego son las piernas de la meditación.’ ¿Cuál es el
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factor principal que hace nacer en nosotros ese desinterés? Es el comprender que el samsara es sufrimiento en sí mismo, es el impregnarnos de las cuatro reflexiones que apartan a la mente de este mundo, que encontramos en los preliminares al Mahamudra . No simplemente el conocerlas, ni escuchar su exposición numerosas veces, sino hacer de manera que sean el objeto de una reflexión continua, que se integren en nuestra mente, que tengamos la entera convicción de su verdad. Entonces nuestra mente dará verdaderamente la espalda al samsara. Estas cuatro reflexiones —la preciosa existencia humana, la impermanencia y la muerte, la ley del karma y la naturaleza defectuosa del samsara— Son indispensables, pues orientan nuestra mente hacia el Dharma, al mismo tiempo que lo apartan de este mundo. El desapego del samsara que no esté fundamentado en la creencia en la ley del karma y en la convicción de que el samsara es en sí mismo sufrimiento, no puede ser auténtico. Se puede producir un acercamiento superficial, pero sin la certeza de esta visión, no cabe hablar verdaderamente de un desinterés por el samsara. Se podrá llegar a una comprensión momentánea, provisional, pero sin que la mente pueda de verdad liberarse de sus ataduras al carecerse de la necesaria certeza. Uno de los fundamentos de nuestra práctica del Dharma, es el desarrollar este desinterés por el samsara. Una vez que se obtenido el desapego, ¿Qué hacer? Desarrollar la devoción y la visión pura . P. Tengo el propósito de hacer un retiro. Pero la gente me dice que aunque sea bueno apartarse del mundo, primero hará falta ser capaz de asumir las propias responsabilidades y un lugar en la sociedad. Me dicen: “¿Cómo te crees capaz de afrontar las dificultades de un retiro y ayudara los demás —puesto que tal es la finalidad del retiro— si no eres capaz de mantener un rol social?” No sé qué responder a estos argumentos. R. Para hacer un retiro se necesita una determinación muy fuerte. Escuchando las enseñanzas y encontrando a numerosos lamas, se puede recibir la inspiración de efectuar un retiro, o de consagrar toda la vida a
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la práctica. Esto es bueno. Pero interiormente quizás no tenga Vd. la fuerza suficiente para hacer un retiro de por vida. Es por tanto necesario estar seguro de que se posee esta fuerza. Si no, la gente podrá tener efectivamente la libertad de decirle que tanto daría que llevara Vd. una vida ordinaria en el seno de la sociedad. Sin embargo debe Vd. decidir por sí mismo, y no dejarse influir fácilmente. Antes de hacer lo que sea, Vd. deberá estar seguro de que realmente quiere hacerlo y tanto en el Dharma como en la vida ordinaria, Vd. no debe dejarse influir por los demás. Quizás no sea Vd. capaz de hacer lo que los demás quieren que haga. Por tanto no es preciso entrar en discusiones, sino que Vd. sepa decidir por sí mismo y para sí mismo. Las personas dirán ‘esto’ o ‘lo otro’, pero no habrá demasiado provecho en escucharles. Es mucho más importante tener confianza en el Dharma y generar un auténtico desapego. No es necesario nada más para una buena práctica, pero ésta ha de ser estable y no sólo teoría. Lo que digan los demás, que lo hagan ellos. De este modo no hay problema. P. ¿Qué hay que hacer si uno se ve confrontado con la violencia, ya sea verbal o física, y no hacia si mismo sino hacia los demás? ¿O qué hacer cara a la miseria y a la desgracia? Cabe pensar: “Es su karma. No puedo hacer nada por ellos, sino sólo dejarlos experimentar su propio karma.” ¿Qué se puede hacer de verdad? R. Por supuesto, no se debe permanecer indiferente. Hay que hacer lo que se pueda. P. Sí, pero a menudo se siente uno impotente, sobre todo ante el espectáculo inmediato de la violencia. R. Siempre se podrá actuar, pero con una cierta destreza. En vez de dejar que los demás se peleen y quedarse mirando, habrá que ayudar. Si interviene, quizás se arriesgue a verse golpeado Vd. mismo; pero hay que aceptarlo. Sin embargo no siempre la situación es la misma: a veces podrá Vd. ayudar a los demás, y a veces no. Incluso su intervención, en ciertos casos, podría agravar la situación; hay que ser consciente de ello. Lo que importa es que Vd. se sienta concernido.
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P. Me gustaría hacer una pregunta sobre la motivación, de la que ya ha hablado Vd. al principio. Antes de mis prácticas genero por supuesto la Bodichita; e intento hacerlo, cuando actúo en la vida diaria, conforme a la motivación del bien de los demás. Pero me parece que el ego es tan poderoso que se insinúa por todas partes y que no se puede generar una Bodichita verdaderamente pura . R. Precisamente por eso debe Vd. entrenarse progresivamente. Por ello se habla de la Bodichita relativa. Su motivación no es todavía completamente pura, y debe desarrollarla. Debe Vd. intentar vencer al ego. P. Tengo emociones muy fuertes, fácilmente me dejo llevar y riño con los demás. Pero no estoy persuadido del todo que ello sea una mala cosa: si no lo hago, dejo que la presión incube interiormente, tanto en mí como en el otro. En cambio, una discusión viva, que interviene rápidamente en un conflicto, dura poco, y después se zanja. En otro caso se puede sonreír externamente, pero guardando rencor durante meses. R. Todo dependerá de las discusiones que Vd. pueda tener, y con quién. ¿Con su familia o con amigos íntimos? A menudo se dice que es mejor soltar las cosas que guardarlas para sí. Algunos se alteran muy aprisa, pero también su cólera decae rápidamente. Es verdad que si Vd. puede hablar violentamente y después se calma, sin duda será mejor a que se guarde interiormente las cosas. Sin embargo lo mejor no es ni lo uno ni lo otro. Lo que sobre todo cuenta es no tener malevolencia. Si Vd. se expresa violentamente pero sin malevolencia, no es algo tan negativo. Lo peor es la malevolencia.
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SEGUNDA ENSEÑANZA
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partir de ahora, vamos a estudiar juntos el texto de Lodrö Thaye titulado Llamada al lama de lejos . No obstante veamos en primer lugar lo que caracteriza al Vajrayana. Se considera que con la práctica del Vajrayana es posible alcanzar el perfecto estado de Buda en un instante. Es la situación más favorable. Si no se lo consigue, es posible obtenerlo durante una sola vida humana. En su defecto, cabría alcanzar el estado de unión Vajradhara 6 en el curso del bardo . Se trata, pues, de un medio superior, muy profundo y muy rápido. Dicho esto, para practicar este camino del Vajrayana es primordial establecer un lazo con el guru,7 con los yidams y con los protectores del Dharma. De todos estos aspectos el más importante es el guru. No debemos considerarlo como a un simple director de conciencia: hay que poderlo contemplar como a la personificación de la esencia de todos los Budas de los tres tiempos . Es por lo tanto necesario tener hacia él una particular confianza y una mirada pura . Si se reúnen estas condiciones, cuando la gracia del lama toca la mente del discípulo, se abren entonces para éste la posibilidad de realizar el Mahamudra, la naturaleza de la mente. Para los que practican la vía de la liberación en el seno mismo del Vajrayana, es decir, el Mahamudra, 8 las cualidades más importantes que deben ser adquiridas son precisamente la percepción pura y la devoción, que deben ser estables. Hay que desarrollar ambas en la relación con el lama raíz , y también para con todos los lamas del linaje de quienes es heredero. La posibilidad de obtener un resultado en el Vajrayana, depende, por supuesto, de la propia práctica. Pero también de nuestra convicción y de nuestra confianza. Por tanto es preciso tener una convicción firme. ¿Cómo generarla? En primer lugar, dependerá de la devoción. Esta mueve a algunas personas de modo natural. Pero no siempre es el caso. Hay que empezar por examinarse uno mismo y, después, desarrollar 51
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progresivamente la devoción. Llegará un momento en que se experimentará la devoción y la confianza sin artificio alguno, sin necesidad alguna de generarlas para que se manifiesten de manera espontánea. Entonces, cuando la gracia penetra nuestra mente, se acaba por realizar espontáneamente la naturaleza de la mente. El lama es contemplado bajo dos aspectos: el lama exterior y el lama interior o lama último. En primer lugar, ¿Cuál es la función del lama exterior? Puesto que otorgamos a todos los fenómenos exteriores una realidad propia, será necesario que el lama aparezca bajo una forma material, que nosotros podamos apreciar. Por tanto se acude a un profesor o un maestro que nos inspire confianza, y obtenemos de él las instrucciones sobre la naturaleza del Dharma y sobre la práctica. Es el maestro exterior. Después, cuando se reconozca efectivamente la naturaleza de la mente, se accede al lama interior o lama último. Dicho lama no es distinto de nuestra propia mente. Por esta razón, la mente del lama y la nuestra nunca han estado separadas, desde toda la eternidad. Es por tanto muy importante ‘mezclar’ nuestra mente con la mente del lama. Hay una cosa que quisiera precisar en relación con el lama exterior y el lama interior. Ocurre, en efecto, que algunas personas que alcanzan un cierto grado de comprensión piensan que ya pueden dirigirse a sí mismas. Consideran que ya no tienen necesidad de ninguna dirección externa ni de maestro, de modo que llegan a olvidar el continuo respeto que deben mantener hacia el lama que los ha guiado hasta allí. Otros piensan que si el maestro muere, no queda nada. Este tipo de relación con el maestro no es la relación justa. Siento mucho deciros, sin referirme a nadie en particular, que incluso las personas que han efectuado el retiro de tres años deben permanecer atentos, y continuar respetando profundamente a su director de retiro. He podido ver a practicantes que, concluido el retiro, ya no manifiestan ningún respeto hacia su instructor. Piensan ser sus iguales. Esta falta de respecto es un síntoma muy claro de que la persona no ha alcanzado ninguna comprensión verdadera. Cuanto mayores son vuestra comprensión y
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vuestro conocimiento, tanto mayor es también vuestra devoción. Es un proceso natural. De modo que si hablo de maestro exterior y de maestro interior, no quiero decir con ello que debáis establecer una separación entre ambos. El conocimiento del guru interior no puede venir sino por la gracia y la bendición del guru exterior, que es un maestro viviente y que pertenece a un linaje. El modo ordinario de recibir una enseñanza, como por ejemplo en la escuela, es tener cada año profesores distintos a medida que se pasa de una clase a otra. Es una relación muy diferente de la que se tiene con un guru, que es de lo que hablamos ahora. Constato, por las preguntas que se me plantean, que ciertas personas, cuando su guru muere, piensan que deben encontrar otro. Quizás es una postura debida al medio cultural, al hecho de que la noción de reencarnación no impregna el medio ambiente. Pero es un error, ya que vuestro guru lo es para siempre, esté vivo o no. Es vuestro guru si tenéis la suficiente fe y devoción. Estas no deben cambiar, esté o no esté vivo. Por otra parte el modo que tienen algunos de mantener la relación con el guru —no sé si es un ejemplo totalmente apropiado— es como una especie de moda que los lleva a saltar de un maestro a otro, a fin de escuchar palabras nuevas, nuevas enseñanzas, y a buscar una nueva inspiración. Por supuesto que es algo importante recibir enseñanzas de maestros diferentes. Pero el guru es otra cosa, no se puede cambiar de guru como se cambia de vestido en función de la moda. Si os comportáis en relación con el guru del mismo modo que respecto a la moda, ello significa que vuestra confianza y vuestra devoción no son ni muy grandes ni muy estables. Como acabo de decir, me decepciona mucho el ver que entre las muchas personas que han podido hacer un retiro de tres años en uno de los numerosos centros, algunos no guardan respeto sino hacia los grandes lamas, los que se sientan en tronos elevados vestidos de hermosos hábitos, que tienen un nombre famoso y un lugar elevado en la jerarquía, mientras tratan a sus instructores de retiro de un modo completamente banal. Esto es muy malo. Sea o no vuestro director de retiro un gran lama, en la medida en que es el director de retiro, es el que os muestra la naturaleza de la
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mente. Por tanto, para vosotros es un guru. Tenéis que comprender esto muy bien. Como digo, a veces veo personas que durante el retiro son discípulos de su instructor en tanto que guru, pero una vez fuera, apenas le testimonian respeto. Esta actitud contradice completamente no ya la cultura Tibetana, que no entra ahora en cuestión, sino simplemente la cultura Budista. Es por lo tanto esencial entender cual es la relación justa entre el discípulo y su guru. Con lo que, en primer lugar, lo más importante es comprender que el samsara es, por su propia naturaleza, sufrimiento, y que no contiene nada sustancial y, a partir de ahí, desapegarse de él. Sobre esta base, hay que desplegar la certeza de que el lama no es diferente de la esencia de los Budas de los tres tiempos, y después generar una fe y una devoción auténticas y suplicarle. Es esencial poseer la fe y la devoción en lo más profundo de nuestra mente. Sin ellas, si continuamos implicados en los negocios del mundo, la gracia no penetrará en nuestra mente. El título del texto que estudiamos es La llamada al lama de lejos , lo que quiere decir la llamada lanzada al lama desde la lejanía. Podemos tomar esta expresión en su sentido literal, entender qué significa una llamada dirigida al lama desde una gran distancia. También podemos interpretar este título de otro modo: si en efecto se tiene una devoción y una mirada pura hacia el lama, si se considera que no hay Buda superior a él, si se posee así una seguridad sobre su persona, entonces la gracia del lama ya no depende de la proximidad o del alejamiento. No hay diferencia, esté o no a nuestro lado. De modo que se dice que su gracia posee el poder de penetrar en nuestra mente en todas las circunstancias. Es lo que expresan las primeras líneas del texto, escritas en pequeños caracteres: ¡Namo Guru! ¡Homenaje al lama! La clave para invocar la influencia espiritual del lama es la devoción nacida en lo más hondo de nuestro corazón — motivada por el arrepentimiento de nuestros viejos hábitos y la renuncia al samsara—. Esta devoción no es una mera
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repetición de palabras huecas, sino que procede de nuestro ser más profundo, de la médula de nuestros huesos, y de la firme convicción de que no hay otro Buda que el lama. Con esta completa certeza, cantamos con voz melodiosa…
Aquí, lo más importante a retener es la convicción y la mirada pura que nos llevan a considerar que no hay ‘ningún Buda superior al lama’. Debe mirarse al lama como a un igual al Buda. Ocurre que muchas personas se sienten desorientadas pensando que no tienen un lama raíz, dado que no han encontrado un lama que puedan considerar como tal. Sin embargo, incluso si no tenemos un lama raíz particular, todos los que estamos aquí, hemos entrado en el Dharma al través del linaje Karma Kamtsang,9 caracterizado por los Seis yogas de Naropa para la vía de los medios hábiles, y por el Mahamudra para la práctica del sentido profundo. Ahora bien, el detentor de este linaje es el Gyalwa Karmapa y, sigáis o no a un lama particular, podéis siempre considerar que vuestro lama raíz es el Karmapa . De esto no hay ninguna duda. Por consiguiente, aun si nunca se ha encontrado uno con el Karmapa, basta con visualizarlo indisociado de Vajradhara , mirándolo como al verdadero lama raíz. Por lo tanto, no puede Vd. decir que no tiene lama raíz. Pase lo que pase y sea quien sea, hay que estar imbuido de la certeza de que nuestro lama raíz es el mismo Buda. La primera estrofa de la Llamada al lama de lejos dice:
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¡Lama, piensa en nosotros! ¡Bondadoso lama raíz, piensa en nosotros! Esencia de los Budas de los tres tiempos, Fuente del Dharma genuino, de las escrituras y de la realización, Maestro de la noble asamblea, la Sangha, ¡Lama raíz, piensa en nosotros!
Esta estrofa nos enseña en primer lugar a contemplar a nuestro propio lama raíz como a la personificación de la ‘esencia de los Budas de los tres tiempos’, pasado, presente y futuro. Cuando se habla de los Budas del
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pasado se hace referencia al Buda histórico, el Buda Shakyamuni que posee físicamente las 32 marcas mayores y los 80 signos menores, 10 y a quien se distingue particularmente al darle el título de Buda. Pero si nos referimos a la esencia de Buda, ésta está presente en nuestro lama raíz, ya que él es la esencia de todos los Budas. Por tanto el Buda no está de ningún modo ‘perdido’ sino que, a través del lama raíz, está siempre presente. Debemos reconocer que esta esencia de todos los Budas de los tres tiempos, es decir la mente del lama, es el Dharmakaya . Cuando se dice ‘esencia de los Budas de los tres tiempos’ no hay que perder de vista que la noción de Buda implica la posesión de la omnisciencia en cuanto al conocimiento de la asidad , el ‘ser tal cual es’ o ‘así como es’, así como el conocimiento de las cosas en toda su diversidad. Por consiguiente la mente del lama posee también la profundidad del conocimiento de la ‘asidad’, y la inmensidad del conocimiento de la diversidad: es el Dharmakaya de la mente del lama; también es lo que se llama la esencia de todos los Budas. En segundo lugar, el lama es la ‘fuente del Dharma genuino, de las escrituras y de la realización’. El Dharma de Buda está recogido bajo estos dos aspectos, que son las escrituras —o la palabra— y la realización. El conjunto queda comprendido en el conocimiento primordial y en la realización de la mente del lama, de manera que la palabra del lama es indiferenciada de la palabra de Buda. Por ello se dice que el recibir el Dharma depende de esta fuente que es el lama. ‘Fuente del Dharma genuino de las escrituras y de la realización’ se refiere, como digo, al Dharma de Buda. ¿Cuál es el corazón de este Dharma? Se lo suele resumir en dos puntos: la gran compasión (los medios) y la vacuidad (la sabiduría). Siendo la mente del lama, en sí misma, esta vacuidad, contiene la sabiduría y la compasión. A partir de esta mente que es en sí misma vacuidad, manifiesta para todos los seres una compasión ininterrumpida, una solicitud que tiene en cuenta a todos los seres. Por ello la mente del lama, en su impulso de compasión, manifiesta su propia dinámica a través del Dharma, que expresa por la palabra: es, por tanto, la fuente.
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El lama es por fin el ‘maestro de la noble asamblea, la Sangha .’ El Dharma es detentado, preservado y propagado por los miembros de la noble Sangha. El Buda Shakyamuni y por consecuencia el lama que le es indiferenciado, son vistos como los maestros o los jefes de esta asamblea. La bendición que recibe la Sangha, así como la enseñanza, provienen del lama: es, por tanto, el maestro. De este modo estos cuatro versos nos convidan a reconocer en el lama a la reunión de las Tres Joyas . 2
Gran tesoro de bendiciones y de compasión, Fuente de los dos siddhis, Actividad búdica que atiendes todos nuestros deseos, ¡Lama raíz, piensa en nosotros!
Además de ser la unión de las Tres Joyas , la segunda estrofa nos enseña que el lama es también la personificación de las Tres Raíces . ‘Gran tesoro de bendiciones y de compasión’ se refiere al lama, la primera de las tres raíces, que es la raíz de la bendición. Nuestro propio lama raíz es, para nosotros, la fuente de esta bendición. ‘Fuente de los dos siddhis ’ alude al siddhi (realización) sublime y a las realizaciones ordinarias. La realización sublime designa la obtención del perfecto estado de Buda. En cuanto a las realizaciones ordinarias, son muy variadas: son los poderes que conciernen a la vida presente. Los yidams son la raíz que permite el desarrollo de estos dos tipos de realización. Pero ellos mismos tienen su origen en el despliegue de energía de la mente del lama, y es por ello que éste es la fuente misma de las realizaciones. La ‘actividad’, en fin, nos remite a los protectores del Dharma y a las dakinis , que son la raíz de la actividad . En efecto, ellos ponen en acción los cuatro tipos de actividad al servicio del Dharma: pacificación, crecimiento, poder o violencia. Pero los protectores mismos, al igual que los yidams, son sólo expresiones de la dinámica de la mente del lama; no existen protectores y dakinis fuera de este espíritu. Por ello, también es él la fuente de la actividad.
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El lama es así la reunión de las tres raíces. En el curso de la plegaria vamos, por tanto, a dirigimos al lama como a la presencia de las Tres Joyas, las tres raíces y los tres cuerpos de Buda. El texto continúa dirigiéndose a distintos lamas empezando por el Buda Amitabha . Si se quiere reconocer lo que son cada uno de ellos, todos se reducen a nuestro lama raíz; en caso contrario estamos en presencia de una multitud. Cuando se recita el texto, se suplica devotamente desde el fondo del corazón, a medida que se invoca cada nombre.11 P. Aunque Vd. dice que el lama siempre está presente, ¿Cómo podré comprender la continuidad de esta presencia si mi lama parte hacia el nirvana 12 y ya no vuelve? R. Si Vd., habla del lama raíz y se refiere a su cuerpo físico, entonces, cuando muere, su cuerpo ya no está con Vd. Sin embargo esa muerte física no quiere decir que él ya no esté con Vd. pues, si hablamos del lama raíz, a lo que nos referimos es a su espíritu. Y su espíritu sencillamente no puede haber ‘partido’. De hecho su espíritu, si es que Vd. puede comprenderlo, está siempre con el suyo. Todo dependerá pues de la manera en que Vd. considere al lama. Vd. no puede decir ‘ha partido hacia el nirvana, ya no lo veré más’. Y tanto más dado que la mayor parte de los Rinpoches se reencarnan. Por tanto puede volver a encontrar a su maestro bajo una nueva forma. Pero el lama siempre es el mismo. Por lo que se refiere a continuar recibiendo enseñanzas e instrucciones, incluso tras el fallecimiento de su lama puede obtenerlas de los maestros en vida con los que pueda Vd. mantener una relación personal, o bien de los maestros que hubieran podido tener una conexión con su lama. No por ello su lama cesa de ser su lama, sino que continuará siéndolo hasta que Vd. alcance el estado de Buda.
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JAMGÖN KONGTRÜL CON SU LAMA RAÍZ, EL GYALWA KARMAPA
P. Quisiera más precisiones sobre la bendición del lama. ¿Se transmite en el interior de un solo linaje, como el linaje Kagyu, o bien puede sobrepasar el cuadro de los linajes? R. Bajo el punto de vista de la bendición o de la gracia propiamente dicha, no existe separación que puedan instaurar los linajes. La bendición es una. Sea cual sea el linaje a través del cual Vd. la recibe, ésta es la misma. Sin embargo bajo el punto de vista de la transmisión, los linajes son diferentes. Pero un mismo lama puede pertenecer a dos o más linajes. 59
Tercera Enseñanza
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sta mañana hemos abordado la plegaria que constituye la primera parte de la Llamada al lama de lejos. Hemos visto que tanto nuestro propio, lama raíz como todos los lamas del linaje son, si se reflexiona, la presencia de la esencia de todos los Budas de los tres tiempos. Además si profesamos hacia nuestro lama una fe y una devoción muy puras, no habrá ningún otro que no esté incluido en él. Por eso en la plegaria Llamada al lama de lejos , nos dirigimos a todos los lamas de los ocho grandes vehículos 13 y consideramos que nuestro lama raíz es la manifestación de todos ellos. En segundo lugar, para practicar el santo Dharma es preciso, de manera general, desarrollar ciertas cualidades y, en primer lugar, el desinterés por el samsara. Y esto se expresa aquí a la vez en forma de instrucción y en forma de deseo. 28
¡Ay!, los seres sensibles que —como nosotros mismos— han cometido incontables acciones negativas, Vagan sin rumbo por el samsara desde tiempo sin principio. A pesar de padecer todavía sufrimientos sin fin, No sentimos ni siquiera un instante de arrepentimiento. Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión. Bendícenos para que la renuncia surja de lo más profundo de nuestro corazón.
Todos los seres, cualesquiera que fueren, tienen la misma aspiración de escapar al sufrimiento y de poseer la felicidad. Sin embargo, no saben de dónde procede el sufrimiento; debido al velo de la ignorancia fundamental que cubre su mente, ya no conocen cómo producir la dicha. No sólo la ignorancia les impide entender el proceso, sino que les lleva a realizar, para encontrar la felicidad, actos que de hecho serán la causa de su sufrimiento. Y de esta suerte, en lugar de obtener el estado de Buda, 60
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han errado hasta ahora en el samsara, y continúan en su errancia en este samsara sin fin. Hay que tornar conciencia urgentemente de que el samsara es, por su misma naturaleza, sufrimiento, y que los fenómenos del samsara son insustanciales. Aun ofreciéndonos placeres fugaces o momentos agradables, éstos son transitorios por su misma naturaleza. En efecto, el samsara está marcado por tres clases de sufrimiento: — Los cinco agregados, a los que se adscribe la noción de un yo, no son sino sufrimiento. Es lo que se llama el ‘sufrimiento inherente a todos los compuestos ’. — El ‘sufrimiento del cambio’, significa que si se tiene una experiencia feliz, está no será sino momentánea y no podrá ser definitiva. No es la dicha absoluta y última. En el cambio se encuentra la naturaleza dolorosa del samsara. — El ‘sufrimiento doloroso’, en fin, significa que además del sufrimiento debido al simple hecho del funcionamiento como un ego, existe una gran diversidad de sufrimientos padecidos por las seis clases de seres. Si uno toma como ejemplo a los humanos, encontramos, en primer lugar, el sufrimiento del nacer, después el del envejecimiento, el de la enfermedad y el de la muerte. Es un hecho universal. En la manifestación samsárica, los karmas que alcanzan su maduración son de una infinita variedad, y por tanto la de los sufrimientos experimentados por los individuos es también infinita. Es el sufrimiento que se añade al sufrimiento: por ello se lo llama ‘sufrimiento del sufrimiento’ o ‘sufrimiento doloroso’. Puesto que el samsara no escapa, por naturaleza, a estos tres tipos de sufrimiento, es insustancial y no posee valor alguno. Hay que convencerse de ello. También pedimos la bendición del lama para que, comprendiendo la vanidad del samsara, nazca en nosotros el desinterés hacia el mismo: “Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión. Bendícenos para que la renuncia surja de lo nías profundo de nuestro corazón.”
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Cuando practicamos los preliminares, hacemos en primer lugar lo que se llama ‘las cuatro reflexiones que apartan a la mente del samsara’. La verdadera razón que permite ‘apartarse’ del samsara es comprender que no tiene valor y que, al contrario es, por su misma naturaleza, sufrimiento. Si no nace en nuestra mente un auténtico desinterés, es muy difícil consagrarse verdaderamente al Dharma. Como ya lo he mencionado antes, citando la Plegaria al linaje Mahamudra , ‘el no-apego constituye las piernas de la meditación’. El sentido es el mismo, hablemos de apartarnos del samsara o de desinteresamos de él. Y puesto que es la condición indispensable previa a la práctica, suplicamos en primer lugar para que se desarrolle en nuestra mente. La estrofa siguiente aborda la preciosa existencia humana, que se dice tan libre y bien dotada como difícil de obtener. Se nos enseña que hay que dar un sentido a esta existencia que ahora hemos obtenido: 29
Pese a haber obtenido un precioso nacimiento humano, libre y bien provisto, lo desperdiciamos en vano, siendo distraídos constantemente por las actividades de una vida sin sentido. Cuando tratamos de realizar la gran meta de la liberación, nos domina la pereza Y volvemos con las manos vacías de un país lleno de Joyas. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que demos pleno sentido a esta vida.
El mejor de todos los soportes para practicar el Dharma es la vida humana, y más todavía la preciosa vida humana, la que posee las ocho libertades y las diez cualificaciones. Sin embargo es extremadamente difícil de obtener, y fácil de destruir.
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La dificultad de su obtención se ilustra por la causa, el ‘gran número’ y los ejemplos. En primer lugar, ¿cuál es la causa que permite obtener una preciosa existencia humana? A pesar de que existen numerosos seres humanos, son muy raros los que poseen las ocho libertades y las diez cualificaciones, ya que ello es el fruto de un gran karma positivo acumulado en las vidas anteriores. El ‘gran número’ se refiere al hecho de que, entre la multitud de seres vivos que pueblan nuestro mundo, pocos están dotados de esta preciosa existencia humana. Tomemos como ejemplo el que cita el Bodhicharyavatara : una tortuga ciega viviendo en el inmenso océano y que saliera a la superficie una vez cada cien años, tendría más ocasiones de pasar su cuello por el agujero de un aro flotando en la superficie del mar, que el que tiene un ser para obtener la preciosa existencia humana. Nosotros mismos poseemos esta preciosa existencia, en razón del mérito que hemos acumulado en nuestras vidas pasadas: pero hará falta darle todo su sentido, hacerla fecunda a través de la práctica del Dharma. Quizás la hayamos dejado agotarse en vano desde que salimos del vientre de nuestra madre. No sólo no hemos podido consagrarnos al Dharma, sino que nos hemos dejado atrapar por los ocho dharmas mundanos . Hemos cultivado el apego por nuestros amigos y por todo lo que nos favorece, y al contrario, hemos alimentado la aversión hacia los enemigos y hacia todo lo que nos amenaza. No hemos cesado de implicamos en este juego del apego y de la aversión, viviendo siempre distraídos de lo esencial. Cuando era necesario practicar el Dharma, nos hemos dejado llevar por múltiples actividades mundanas, así como por la pereza, y nunca hemos estado disponibles. Además, nos hemos dejado coger en una red de actos perjudiciales que crean en nosotros tales hábitos y condicionamientos que, cuando es preciso realizar algo bueno, sobrevienen todo tipo de obstáculos. Al contrario, si se presenta la ocasión de hacer actos negativos, todo discurre favorablemente. Por esta razón, no hemos cesado de errar en el samsara. De modo que dejando pasar nuestra vida humana sin darla un sentido, nos arriesgamos a ser
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como los que alcanzan la isla de las joyas, pero parten de ella con las manos vacías. Por tanto, pedimos al lama la gracia para que nuestra vida humana se vuelva fecunda mediante la práctica del Dharma: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que demos pleno sentido a esta vida.” 30
No hay uno solo en la tierra que no tenga que morir. Ahora mismo están muriendo —unas tras otras— muchas personas, También nosotros hemos de hacerlo pronto, Pero como idiotas, contamos con vivir largo tiempo. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que abandonemos todas nuestras expectativas.
Todos los fenómenos exteriores o interiores son en realidad un puzzle que resulta de un concurso de causas y circunstancias. Por el puro hecho de que no constituyen una unidad, están sometidos a la ley de la destrucción. Todo es compuesto y, por tanto, nada es permanente. En cuanto a nuestra propia mente, no puede ser destruida o reducida a la nada, pero nuestro cuerpo de carne y huesos que ahora sirve de soporte a nuestra existencia humana, siendo un concurso de causas y circunstancias, está sometido a la destrucción. Nadie ha nacido en este mundo sin que deba morir: el fin de todo nacimiento es la muerte. Es la naturaleza misma de la interdependencia. Además lo sabemos por experiencia propia: ¡Cuántos conocidos nuestros ya han fallecido! La historia de la humanidad es una sucesión de muertes: necesariamente, las generaciones mueren unas tras otras. Nadie escapa a la muerte, cuando llega el momento. Y cuando nos vemos confrontados con la muerte de alguien, entonces sentimos una especie de temor y reflexionamos sobre la impermanencia de todas las cosas. Pero no nos hace falta demasiado
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para volver a caer en la despreocupación, y para que nos olvidemos de esta ley universal. No tenemos ni la menor idea del tiempo que nos queda por vivir, lo que no nos impide hacer proyectos como si no debiéramos dejar este mundo sino en una fecha muy alejada. Sin embargo, es incierto el momento de nuestra muerte. Nagarjuna comparaba la vida humana a una bandera flotando en la cumbre de una montaña expuesta a todos los vientos. También nuestra vida se ve rodeada de todo tipo de amenazas, y si ahora estamos vivos, bien podemos no estarlo en un instante. De acuerdo con Nagarjuna, es una pura maravilla que habiendo expirado podamos inspirar otra vez, maravilloso que durmiéndonos por la tarde podamos despertar por la mañana vivos de nuevo. Con ello nos quería señalar la total incertidumbre del momento de nuestra muerte. Pedimos la bendición del lama para que, habiendo ahora obtenido la preciosa existencia humana, no esperemos más para darle un sentido; no dejemos para mañana, para el próximo mes o para el año próximo la práctica del Dharma; sino que, desde ahora mismo, nos comprometamos a ello con energía: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que abandonemos todas nuestras expectativas.” 31
Nos veremos separados de nuestros amigos mas cercanos. Otros gozarán los bienes que acumulamos con avidez. Incluso el cuerpo que tanto queremos será dejado atrás, Y nuestra conciencia vagará sin dirección en los bardos del samsara. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para nos demos cuenta de la futilidad de esta vida.
La noción de amigos y enemigos está fuertemente anclada en los que estamos en el samsara. Estamos muy apegados a nuestra familia, a nuestros próximos y amigos, a todos los que amamos, y por el contrario
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experimentamos aversión por los que no amamos, nuestros adversarios y enemigos. En función de estas relaciones marcadas por el apego o por el rechazo, realizamos actos a veces positivos y a veces negativos. Pese a ello, las relaciones que forjamos en esta vida no son definitivas: los amigos y parientes en esta existencia, no lo serán siempre; ni nuestros enemigos lo serán forzosamente en nuestras vidas futuras. También es cierto que los que amamos no nos van a acompañar más allá de la muerte y, entonces, nos veremos obligados a separarnos de ellos. Pero no lo comprendemos, y ello es una fuente suplementario de apego. La historia de Katayana lo ilustra de una manera notable. Mientras estaba sumido en profunda meditación, Katayana vio a una mujer joven que tenía a su hijo contra su pecho y que comía un pez. Ante ella se mantenía un perro esperando recibir algún trozo de comida. Irritada con su actitud, la mujer se encolerizó, tirándole una piedra. En lo profundo de su meditación Katayana vio la realidad de todos los elementos de la situación, y exclamó: “Comerse al padre, brutalizar a la madre y adorar al enemigo, ¡Qué ridículo es el samsara!” En efecto, aunque la mujer no lo sabía, el hijo que calentaba en su pecho fue su enemigo en una vida pasada; el pez que comía era su padre y el perro su madre. Del mismo modo los que miramos ahora como a amigos o enemigos no lo son sino en virtud del proceso de apego/rechazo que se produce en nuestra propia mente, y no de una forma última. Al contrario, debemos recordar, como lo enseña el Bodhicharyavatara , que entre los seres, no hay nadie que no haya sido nuestra madre en alguna de nuestras vidas pasadas. En el momento de nuestra muerte, cualquiera que sean las circunstancias, no nos podrá proteger ningún amigo, ni nuestro padre ni nuestra madre ni el ser que más amemos. Tendremos que abandonarlos. Tampoco nuestros bienes, nuestras riquezas por vastas que sean, podrán impedir el hecho de la muerte. Los habremos acumulado al precio de grandes esfuerzos, los habremos conservado con sacrificio, evitando el ofrecerlos a las Tres Joyas o en favor de los pobres; pero no habremos
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obtenido nada de provecho. Al contrario, experimentaremos un gran dolor viendo como van a pasar a otras manos. En cuanto a nuestro cuerpo al que tanto queremos y con el que tanto nos identificamos, también quedará atrás mientras nuestra conciencia vagabundea por el bardo . Entonces, ni nuestras posesiones ni nuestro prójimo podrán protegernos del sufrimiento, ni sernos útiles para nuestras vidas futuras. Cuando conseguimos algo, en seguida pensamos que nos hace falta algo más. Siempre creemos estar necesitados de algo, prisioneros como somos del deseo de poseer. Realizar la ausencia de necesidad significa liberarse de ese deseo, obtener un estado de contentamiento. Por ello, ahora, pedimos la gracia del lama: ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para nos demos cuenta de la futilidad de esta vida.” ¿Por que hablar de la ausencia de necesidad, cuando lo que abordamos ahora es el tema de la muerte? En el momento de la muerte lo único que nos será útil es el Dharma, y nada más. Algunos piensan que el Dharma debe aportarles una ayuda, principalmente en esta vida, y mezclan los ocho dharmas mundanos con su interés espiritual. Su actitud es errónea. El santo Dharma no está destinado a la vida presente, ni tiene por misión ayudamos a triunfar en el ámbito de los ocho dharmas mundanos. Debe ayudamos, al contrario, más allá de esta existencia, en el curso de todas nuestras existencias futuras, hasta que obtengamos el estado de Buda. En el momento de la muerte sólo el Dharma nos será útil. Lo que no significa que no debamos cumplir las tareas necesarias para esta vida. Por supuesto que son necesarias condiciones de vida favorables para todos los que viven sobre la tierra. Sólo que algunos resultan obnubilados por las condiciones exteriores, consagrándoles todos los esfuerzos, sin llegar nunca a un estado de satisfacción; de modo que solo llevan a cabo tareas mundanas. Les dedican todo su tiempo. En la mayoría de los casos, ni siquiera llegan a entender la necesidad de la práctica del Dharma. Y aunque sí lo piensen, nunca encuentran la
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ocasión de hacerlo. Por ello suplicamos por la realización de la ausencia de necesidades, para que sepamos conformarnos con la medida justa en lo material. Cuando conseguimos este contentamiento, entonces podemos practicar el Dharma. Es vital el conseguir el contento. 32
La negra oscuridad del temor, frente a nosotros, amenaza engullirnos; Y los fieros y rojos vientos del karma nos empujan por detrás. Los hediondos mensajeros del señor de la muerte nos golpean y ensartan, Y así tenemos que experimentar los insoportables sufrimientos de los reinos inferiores. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que seamos liberados de los abismos de los reinos inferiores.
Si hemos tenido una buena práctica, si nos hemos dedicado al Dharma durante toda nuestra vida, cuando muramos no tendremos que experimentar miedo ni temor, gracias al dominio sobre el pensamiento, y a la seguridad de que vamos a renacer en el campo de felicidad . Pero si no hemos tenido esta preparación, ‘la negra oscuridad del temor, frente a nosotros, amenaza engullirnos’. Nos encontraremos frente a lo desconocido, ignorando totalmente lo que nos espera, a qué lugar iremos; y el miedo nos atenazará. La ‘negra oscuridad’ de que aquí es cuestión se utiliza a título de ejemplo, pues ilustra la incapacidad de ver y la facultad de orientarse. De igual modo, en el momento de la muerte no sabremos si vamos a desaparecer en la nada o si vamos a renacer; en el supuesto de que nos espere una nueva existencia, no tendremos ni idea de cuál pueda ser ésta; tampoco sabremos lo que vaya a ser de nosotros en el intervalo entre la muerte y ese renacimiento. Esta ignorancia completa del futuro se parece a una oscuridad total, en medio de la cual estamos perdidos. Esta es la razón de los terrores que se experimentarán entonces.
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JAMGÖN KONGTRÜL CON LAMA GENDÜN RINPOCHE
De hecho, nos veremos arrastrados inevitablemente a un nuevo nacimiento regido por nuestro propio karma llegado a madurez, en tanto no nos hayamos desembarazado de todos los velos que cubren nuestra mente. ¿Por que la imagen de ese karma que ‘nos a empuja por detrás’? Porque sean cual sean nuestras dudas e incertidumbres sobre las posibilidades o las condiciones de un futuro nacimiento, ahí estará el karma empujándonos inexorablemente hacia un nuevo tipo de existencia.
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Además, si hemos realizado numerosos actos negativos, conducidos por ‘los mensajeros del señor de la muerte’ tendremos que renacer en los mundos inferiores, y, por ejemplo, experimentar aterrorizados el calor o el frío intensos de los infiernos. Entonces los sufrimientos serán insoportables. Acudimos a la bendición del lama para evitar caer en esos mundos de aflicción: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que seamos liberados de los abismos de los reinos inferiores.” Como ya he dicho, este texto es a la vez una plegaria y una enseñanza. A los que practican el Dharma les enseña como deben, en toda circunstancia, orientar su espíritu y dirigir sus pensamientos. Las instrucciones que estudiaremos a partir de mañana concernirán más a la vida cotidiana, mientras que hasta aquí tenían un alcance más bien de orden general. P. ¿Podría Rinpoche explicar la aparente contradicción entre, por una parte, la determinación de abandonar el ciclo de las existencias, y por otra parte, el voto del Bodhisattva por el que se compromete a renacer constantemente para el bien de los seres, hasta que todos se vean liberados? R. De hecho no hay contradicción. Incluso si llega Vd. a ser el Buda, no tendría elección, aun suponiendo que no quisiera volver a este mundo. Todos los Budas manifiestan una actividad por el bien de los seres, y esta actividad no es fruto del esfuerzo, sino espontánea. Mientras Vd. se encuentre en el sendero, podrá pensar que no quiere volver al samsara, puesto que está lleno de sufrimientos; no obstante necesariamente deberá retornar... Sin embargo será de un modo diferente, ya que no experimentará ningún sufrimiento. Nosotros establecemos una diferencia entre el samsara y el nirvana, entre el estado de ser ordinario y el estado de Buda. Esta separación no existe sino desde un punto de vista relativo. Bajo el punto de vista absoluto, cuando se ha realizado el modo de ser de todas las cosas, nada
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hay que sea el samsara por un lado, opuesto al nirvana por el otro. Entonces se realiza la igualdad de samsara y nirvana. Por esto, la noción de franquear el ciclo de existencias y obtener el estado de Buda, no tiene lugar sino en la situación de ignorancia que es ahora la nuestra. Una vez liberados de la ilusión , ya no se conciben dos realidades, la una el samsara y la otra el nirvana. Desde el punto de vista absoluto, la contradicción se borra completamente. P. Se dice que en el momento de la muerte, cada uno debe padecer los efectos de su propio karma, sin poder escapar de ellos. Por otra parte se dice que la sola plegaría sincera para renacer en el campo de beatitud o la sola práctica de Powa, permiten acceder a un campo de manifestación pura. En este caso, ¿Se puede afirmar verdaderamente que es necesario acumular karma positivo y evitar el negativo para liberarrse de los sufrimientos tras la muerte?. R. De manera general, la variedad y las implicaciones del karma son infinitas, mucho más allá de lo que pueda comprender una persona ordinaria. Sin embargo si, por ejemplo, se suplica al Buda Amitabha con gran sinceridad para renacer en el campo de beatitud, ello creará una causa que, gracias al poder de Buda Amitabha, permitirá que ese renacimiento puro se produzca. Sin embargo, esto no es independiente del karma, ya que si no ha acumulado por lo menos algo de karma positivo, no le será posible a la persona el ver cumplido su deseo. Verdaderamente, sin ese mérito, ni siquiera será posible el mero pensamiento de renacer en el campo de beatitud, o la voluntad de suplicar al Buda Amitabha. Por lo tanto, en primer lugar, hará falta el karma positivo, y después la fuerza de la fe y de la suplica para que sea posible el renacimiento en el campo de beatitud. De este modo el karma positivo se pone al servicio de la plegaria de aspiración, y se vuelve eficaz por la gracia de Buda Amitabha. De la misma manera, el powa (transferencia de la conciencia a las Tierras puras) es una técnica particular del Vajrayana; pero su utilización no es tampoco independiente del mérito, pues sin éste habría sido imposible encontrar el Vajrayana y adiestrarse en tales prácticas de modo fructífero.
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Cuarta Enseñanza
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xisten numerosos obstáculos que se oponen a la práctica del Dharma. El medio más eficaz para superarlos es el desarrollar continuamente la Bodichita. Esto implica que, como queremos establecer a todos los seres en el estado de Buda, nos comprometemos a fin de lograrlo a practicar el Dharma. Otro factor esencial que sostendrá nuestro anhelo será la devoción hacia nuestro lama raíz y todos los lamas del linaje, así como la mirada pura que les dirigimos. La Llamada al lama de lejos es una plegaria que nos ayuda a nutrir esta devoción. Además, el texto contiene en su segunda parte, que ahora estamos estudiando, todas las instrucciones necesarias para la práctica de la vía, ya sea en el ámbito de la reflexión, en el de la visión o en el de la acción. Si, no sólo de tiempo en tiempo, sino que en toda circunstancia, conservamos en nuestra mente lo que aquí se expone, encontraremos en ello todo lo que necesitamos. Por tanto el impacto de este texto sobre la práctica es de gran eficacia. No estamos exentos de imperfecciones y defectos, pero con las instrucciones dadas, nuestros defectos pueden tornarse en cualidades. 33
Escondemos en nuestro interior una montaña de faltas; Y sin embargo juzgamos a los demás y hablamos de sus defectos, aun siendo diminutos como semillas de sésamo. Carecemos de la menor cualidad positiva, pero nos jactamos diciendo cuan grandes somos. Nos autoproclamamos practicantes del Dharma, pero solo practicamos lo contrario al Dharma. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que abandonemos nuestro orgullo y egocentrismo.
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Todos tenemos una tendencia mental egocéntrica extraordinariamente fuerte. Pensamos siempre que lo que provenga del ‘yo’ es excelente y constituye lo mejor. Estamos desbordantes de apego por él. Al mismo tiempo que esta noción del ‘yo’, se forma espontáneamente la noción de un ‘otro’, hacia el que se produce un movimiento de aversión. Por otra parte, hagamos lo que hagamos, siempre creemos que es lo que mejor conviene, que tenemos razón. Por lo general no vemos defectos en nosotros mismos, y aunque admitamos tener uno o dos, los consideraremos como menores. Aunque tengamos un defecto grande como una montaña, lo ocultamos, y nos ofuscamos si alguien, con buena o mala intención, tiene la osadía de referirse a él. No admitimos crítica ni reproche, e inmediatamente montamos en cólera. Pero si descubrimos el menor defecto en lo demás, en seguida vemos una tara enorme e irremediable. Aunque no poseamos ni la menor cualidad —las cualidades a las que nos referimos no son las del intelecto, sino las del corazón, la voluntad sincera de ayudar a los demás— caemos bajo el imperio del orgullo y marchamos con la cabeza erguida. Ahora bien, si el orgullo se instala, no podrán florecer la verdaderas cualidades. El orgullo no puede sino ahogarlas: cuanto mayor sea, tanto menos tendrán éstas ocasión de manifestarse, ya que nos rehusaremos sistemáticamente a admitir que podemos tener defectos y, de este modo, no podremos tomar medidas para superarlos. Es la naturaleza de las cosas. Cuanto más pensemos ‘soy buena persona, soy alguien importante, sabio, me lo sé todo’, tanto más estaremos bloqueados. Este defecto aparece también entre los practicantes del Dharma, del que a veces sólo han aprendido los rudimentos, pero pensando conocerlo ya en su totalidad; o bien se creen con la capacidad de elevar a todos los seres al estado de Buda. Esta vanidad es un gran obstáculo. Es muy importante estar siempre atento para no caer en este tipo de actitud. Allí donde tenemos defectos no los vemos; allí donde no tenemos cualidades nos imaginamos poseerlas: así se forma el orgullo. Además estamos persuadidos de seguir fielmente las enseñanzas de Buda, y nos
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decimos ‘Budistas’ o ‘practicantes del Dharma’. De hecho, no son sino denominaciones que nos colgamos de la solapa. En el fondo, estamos empapados de parcialidad, de atracciones y repulsiones, movidos por los ocho dharmas mundanos . Existen ‘practicantes’ que, de hecho, se ocupan única y continuamente de estos ocho dharmas mundanos. Por tanto rogamos: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que abandonemos nuestro orgullo y egocentrismo.” Pedimos al lama la gracia para que perdamos la tendencia de considerar solamente nuestro propio interés y de no tomar nunca en consideración el de los demás, de privilegiar todo lo que nos favorece o que favorece a los que amamos. Las principales emociones conflictivas son cinco, llamadas los cinco venenos : el deseo-apego, el odioagresividad, la ofuscación, los celos y el orgullo. Cada uno tiene sus propios defectos, en diferentes grados; pero cuando uno está particularmente marcado por el orgullo, y todavía más si se es un practicante del Dharma, entonces se encuentra uno incapacitado para hacer nada beneficioso para consigo mismo, tanto como de hacer alguna obra útil para los demás. Por culpa del orgullo, uno se ilusiona en lo que le concierne; creyéndose superior, no puede tomarse su propia medida y obrar en consecuencia. Por ello el texto dice: “Bendícenos para que abandonemos nuestro orgullo y egocentrismo.” Y cuanto menor sea nuestro orgullo, más podrán florecer las auténticas cualidades. 34
Escondemos en nuestro interior el demonio de la fijación egocéntrica que nos depara constantes desgracias. Todos nuestros pensamientos acrecientan las kleshas. Todas nuestras acciones tienen resultados no-virtuosos. No hemos ni siquiera vuelto nuestros pasos hacia el camino de la liberación. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que erradiquemos completamente el aferramiento al yo.
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En el primer verso de esta estrofa, ‘totalmente destructor’ se aplica al ego, ya que sus efectos negativos no se limitan a esta vida. ¿Cuál es la raíz de nuestro errar por el samsara, de existencia en existencia? Es la ignorancia fundamental. El ego, la identificación con un yo, es otra manera de decirlo. La raíz de esta existencia, claro está, es la identificación con el yo; pero además lo mimamos considerablemente, hacemos de él el centro de todas nuestras preocupaciones; por eso se dice que ‘escondemos en nuestro interior el demonio de la fijación egocéntrica.’ De ahí nacen todas las emociones conflictivas: el deseo-apego, el odio-aversión y el ofuscamiento, que constituyen los tres venenos, a los que se añade la larga cola de su cortejo. El texto dice: ‘todos nuestros pensamientos acrecientan nuestras kleshas (emociones perturbadoras)’. Desde el momento en que nuestros pensamientos están marcados por la parcialidad, forzosamente se vuelven la causa de las emociones conflictivas. Y debido a las emociones, todos nuestros actos necesariamente adoptan una coloración negativa. Y automáticamente, como resultado, vendrán todos los sufrimientos que tendremos que padecer. En este sentido ‘ni siquiera hemos emprendido el camino que lleva a la liberación’. Estamos totalmente desprovistos de medios para alcanzarla. ¿Por qué? Principalmente por culpa de la identificación con el yo. Por ello rogamos: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que erradiquemos completamente el aferramiento al yo.” 35
Una pequeña alabanza nos hace felices; un pequeño reproche nos entristece. Unas pocas palabra rudas bastan para que se desmorone la armadura de nuestra paciencia. Aún viendo a los desamparados, no surge en nosotros la compasión. Cuando se presenta la oportunidad de ser generosos, nos atan los nudos de la avaricia. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que nuestra mente sea una con el Dharma.
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De modo general, cuando alguien nos dice cosas agradables o nos vanagloria, sentimos alegría, y si se nos critica, nos sentimos contrariados. Realmente esta satisfacción o este descontento depende sólo de nosotros mismos, es decir, de la manera como reaccionamos a lo que se nos dice. En sí mismas, nada hay de malo o de bueno en las palabras utilizadas para depreciarnos o para valorarnos, pero por la fuerza del ego nos alegramos con los cumplidos y no apreciamos las críticas. Basta con que un interlocutor nos diga una sola palabra que no nos agrade, para que perdamos toda paciencia. Los que tienen una práctica asidua saben que ella es una de las cualidades principales a desabollar. En efecto, se dice que “no hay más grande ascésis que la paciencia, no hay acto negativo mayor que la cólera”. Pese a que en teoría la ejercitamos, fracasamos en cuanto nos encontramos en situaciones que la ponen a prueba. Lo más a menudo, una palabra desagradable es suficiente para provocar toda nuestra cólera: de golpe perdemos la ‘armadura’ de la paciencia y, a la menor agresión verbal, respondemos con palabras duras y violentas. Necesitamos el precioso espíritu del despertar, y nosotros, los practicantes, debemos aplicarlo en toda circunstancia. Sin cesar recitamos: “Pueda yo establecer a todos los seres en el estado de Buda.” Tal es nuestra aspiración. Pero cuando llega la ocasión de poner en práctica este espíritu del despertar, cuando nos enfrentamos con una miseria bien real, dejamos de lado nuestra compasión y apenas nos preocupamos de aliviar los males ajenos. Nuestro espíritu de compasión no va verdaderamente mucho más allá de las meras palabras. De nada nos vale el propósito de dar si la avaricia nos encadena cuando encontramos un pobre, y si no ofrecemos el menor don. Por tanto suplicamos: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que nuestra mente sea una con el Dharma.” Bajo el punto de vista de las palabras, todos hemos comprendido la necesidad de la paciencia, de la compasión y de la generosidad. Pero hay
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que superar la fase de las palabras: es necesario que esas cualidades del Dharma impregnen verdaderamente nuestra mente, sin lo que no seremos sino pura labia y nuestras frases no tendrán ninguna utilidad. Por el contrario, tendremos que constatar que, cuando las circunstancias lo demanden, estamos realmente preparados a ser pacientes, compasivos y generosos. 36
Pensamos que el samsara es valioso, cuando en realidad no lo es. Abandonamos nuestras metas más elevadas por comida y vestidos. Pese a poseer cuanto necesitamos, siempre queremos más. Nuestra mente es engañada por los fenómenos irreales e ilusorios. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que abandonemos el apego a esta vida.
Como ya vimos ayer, el samsara es sufrimiento por propia naturaleza y, pese a que no tiene más que un valor y una existencia relativos, lo erigimos como absoluto. Le atribuimos una permanencia, cuando todos los fenómenos son por sí mismos transitorios. Aunque el samsara no tiene nada de esencial, le atribuimos este carácter. No nos hemos preocupado más que por lo temporal, nuestro alimento y nuestros vestidos, y abandonamos nuestra aspiración por aquello cuyo alcance es sin embargo mucho mayor: la práctica del Dharma, para la que nunca llegamos a encontrar el tiempo necesario. Si somos capaces de practicar el Dharma, sacaremos beneficio no sólo para esta vida, sino también para todas las vidas por venir; nos liberaremos del sufrimiento y, por fin, alcanzaremos últimamente el estado de Buda. Pero descuidamos este vasto proyecto para dedicar la totalidad de nuestro tiempo al afán de la comida y del vestido, que no conciernen sino el limitado espacio de esta vida.
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Pese a cuanto podamos poseer ya, nunca es bastante. Somos incapaces de contentarnos con lo que tenemos: siempre queremos más. ¿Hemos adquirido una cosa? Queremos ya una segunda. ¿Hemos conseguido la segunda? Nos hace falta la tercera. Si tuviéramos cien, nos harían falta mil. Cuando ya estamos en posesión de lo necesario, nunca pensamos que ya es suficiente. Y todos funcionamos con este modelo. De hecho, el no poder alcanzar una felicidad auténtica y definitiva nos hace sentir continuamente una carencia, de modo que nos lanzamos en la persecución incesante de nuevas posesiones. Pensamos que los fenómenos del samsara son reales, permanentes, aptos para procurar la dicha. Es una imputación errónea. En verdad todos los fenómenos son ilusorios, impermanentes, agentes del sufrimiento. Nuestra mente está en el error y vaga en la ilusión . Por ello solicitamos la gracia del lama, para que tengamos una visión que englobe una perspectiva mucho más vasta que el cuadro de la existencia presente: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que abandonemos el apego a esta vida.” Sólo el Dharma nos podrá aportar un bien definitivo, y sólo hacia él nos debemos volver. 37
Somos incapaces de soportar el más leve dolor físico o mental, Pero con ciega testarudez, no vacilamos en caer en los reinos inferiores. Pese a ver directamente la infalibilidad de la ley de causa y efecto, No actuamos virtuosamente, sino que incrementamos nuestras acciones negativas. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que alcancemos la completa convicción en las leyes del karma.
Cuando a lo largo de la vida, nos encontramos no sea más que un pequeño dolor físico o una pequeña pena interior, no las soportamos y
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tenemos la impresión de padecer inmensos sufrimientos. Sin embargo no son gran cosa, si los comparamos con los sufrimientos de los mundos inferiores. No soportamos los sufrimientos propios de la vida humana, pero realizamos sin cesar actos que son la causa del renacimiento en los reinos inferiores, donde los tormentos serán infinitamente más intensos. Estamos ciegos, parecemos no tener miedo alguno de los terribles sufrimientos por venir. Algunas personas no conocen la existencia de los mundos inferiores; otras, conociéndolos, pero no teniendo directamente la experiencia de los sufrimientos que los caracterizan, no creen verdaderamente que vayan a sufrirlos en el futuro y, por tanto, no tienen miedo. No ven el nexo entre sus actos y los sufrimientos posibles; no comprenden la ley del karma. Sin embargo, si observamos atentamente, veremos que la ley del karma es infalible. Todo el mundo sin excepción está sometido a ella. Cada uno está padeciendo, en el momento actual, el resultado de su propio karma pasado. Cada cual quiere vivir en la felicidad y quiere evitar la aflicción; cada cual se esfuerza en realizar lo primero y en rechazar lo segundo. Pero dependerá del karma de cada uno el que tales esfuerzos se vean coronados de éxito o marcados por el fracaso. Si vemos que, pese a la común aspiración, los resultados son diversos, comprenderemos que las causas remontan mucho más allá de las circunstancias de esta vida, que residen en los actos producidos en nuestras vidas pasadas; lo que tampoco nos impide el llevar a cabo actos negativos y no hacer nada de positivo. Actuamos como idiotas. Pedimos al lama tener una verdadera convicción de la verdad de la ley del karma: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que alcancemos la completa convicción en las leyes del karma.” Y por ahí nos comprometeremos automáticamente en la vía de los actos positivos y en evitar los negativos. Sin esta convicción, careceremos de la energía necesaria, salvo de modo muy puntual.
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Odiamos a nuestros enemigos y nos apegamos a los amigos. Perdidos en las tinieblas de la ignorancia, no sabemos que aceptar o que rechazar. Cuando practicamos el Dharma, caemos bajo la influencia de la agitación, el torpor y la somnolencia. Cuando no practicamos el Dharma, somos astutos y nuestra mente y sentidos están alerta. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que exterminemos a nuestro enemigo, las kleshas.
Somos constantemente presa de la atracción y de la repulsión, lo que nos conduce a no saber discriminar entre lo que es bueno y lo que no lo es, entre lo positivo y lo negativo, entre lo que hay que hacer y lo que hay que rechazar. Sumidos en la ceguera, nos dejamos arrastrar sin parar por las emociones conflictivas. Más todavía, si queremos practicar el Dharma, por culpa del poder de los malos hábitos nos vemos frenados por una poderosa apatía que nos ciega. ¿Acaso no nos adormilamos cuando emprendemos la recitación de oraciones o la práctica de un ritual? Y por contra, las actividades profanas vuelven nuestra mente alerta y clara. Se debe a que no sabemos discriminar correctamente entre lo positivo y lo negativo. Pedimos al lama que nos ayude a vencer a nuestros verdaderos enemigos, esas emociones conflictivas que son la atracción, la aversión y la ceguera: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que exterminemos a nuestro enemigo, las kleshas.” Cuando nos planteamos la práctica del Dharma, consideramos siempre que los obstáculos son numerosos y que las condiciones no son buenas. Encontramos mucho más fácilmente condiciones favorables para las actividades profanas. Pero son las emociones conflictivas las que nos hacen creer que las condiciones son buenas o malas y, si no tenemos una
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gran confianza en el Dharma, encontraremos siempre razones para no practicar. Esto no necesita excesivas explicaciones, lo sabemos muy bien. 39
Nuestra apariencia exterior es la de un auténtico practicante del Dharma, Pero en nuestro fuero interno, la mente no se ha fundido con el Dharma. Escondemos las kleshas —como a serpientes venenosas— en nuestro interior, Pero en cuanto surgen situaciones adversas, los ocultos defectos de un mal practicante salen a la luz. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que seamos capaces de adiestrar nuestra mente.
Nuestra apariencia exterior es sin duda la de un auténtico practicante, pero nuestra mente no está ‘mezclada con el Dharma’; no concedemos al Dharma su verdadera función, a saber, la supresión de las emociones perturbadoras y el cumplimiento del bien ajeno. Nuestra mente permanece impregnada por esas emociones, y obramos sólo en nuestro propio interés. El pensamiento del bien ajeno no nos habita un solo instante. A menudo una serpiente es hermosa de aspecto: a veces amarilla, otras rojiza, a veces multicolor. Sin embargo la serpiente es odiosa por naturaleza, y oculta veneno. La tememos, porque conocemos su naturaleza agresiva; si no, la encontraríamos ciertamente hermosa de mirar. Del mismo modo se ocultan en nosotros las emociones conflictivas: exteriormente exhibimos las apariencias del Dharma, de quien hacemos profesión de fe; interiormente pensamos en nuestro confort durante esta vida, en nuestra felicidad personal, en nuestra fama o en nuestros bienes, o en ejercer nuestro poder sobre los otros. Nuestra mente no está por tanto mezclada con el Dharma.
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Ocurre sin embargo que el interior se revela a través de las apariencias con las que lo disfrazamos. Basta con que se produzca un solo motivo, una causa: entonces todo el mundo ve nuestros defectos. No solamente no tomamos con sinceridad nuestra mente hacia el Dharma: también engañamos a los demás. Cuando entramos, tenemos del Dharma una consideración muy alta, una gran devoción y fe. Después practicamos uno, dos o tres años. Pero si el Dharma no impregna verdaderamente nuestra mente, pronto no guardamos más que las apariencias; interiormente lo rechazamos y sólo nos preocupamos de nosotros mismos, se agrandan nuestras emociones y crece el orgullo. Desarrollamos una seguridad mezclada con una cierta suficiencia: “yo soy un viejo practicante del Dharma, lo conozco mejor que nadie.” O bien nos envanecemos de haber efectuado largos retiros. ¿Cuál será el resultado de una tal actitud? Las gentes pensarán que el fruto de un retiro es el orgullo, y se apartarán del Dharma. Por supuesto no es éste el que está en causa, sino el que seamos incapaces de asimilarlo verdaderamente. Es lo que se llama ‘los defectos ocultos’ del practicante. Por tanto rogamos: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que seamos capaces de adiestrar nuestra mente." Porque el Dharma debe efectivamente servir para adiestrarla. El Buda dijo: “No realizar ningún acto negativo, practicar completamente la virtud, adiestrar perfectamente a la mente: tal es la enseñanza de Buda.” También Milarepa decía que la enseñanza consiste en amaestrar nuestra mente rebelde. Adiestrar la mente significa no dejarla caer presa de las emociones conflictivas. Se dice que el signo del estudio es la conformidad entre los preceptos del Dharma y nuestra conducta exterior, la del cuerpo y la de la palabra; pero que el signo de la meditación es la ausencia de emociones conflictivas. Sólo esto último indica un verdadero cambio en nosotros. Para saber si nuestra práctica es eficaz o no, es auténtica o no, debemos observar lo que pasa a nivel de las emociones.
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Sin reconocer nuestros propios defectos, Adoptamos la forma externa de un practicante del Dharma, ocupándonos mientras tanto de actividades contrarias al Dharma. Nos hemos habituado a las kleshas y a las actividades no virtuosas. Ciña y otra vez surgen intenciones virtuosas; una y otra vez son erradicadas. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que veamos nuestros propios defectos.
Esta estrofa retoma de otro modo lo que ya expresó la precedente. Exteriormente adoptamos la apariencia del Dharma, pero de hecho nos dedicamos a toda suerte de actividades sin ninguna relación. De modo que espontáneamente nos forjamos la costumbre de realizar actos negativos, bajo la batuta de las emociones conflictivas. Tocios los seres poseen la ‘naturaleza de Buda’ ( Sugatagarbha ), y es natural que a veces se eleve en nosotros el pensamiento del bien. Desgraciadamente se verá rápidamente ahogado por culpa de las emociones conflictivas y de la fuerza de nuestro karma negativo. No debemos contentarnos con exhibir una conducta Dhármica de puertas a fuera, sino que debemos reconocer también los defectos que maculan nuestra mente, ya que esto nos permitirá una práctica auténtica. La mayor parte del tiempo no somos conscientes de nuestros defectos, y pensamos ser perfectos desde el momento en que nuestra actividad externa es correcta. Pero es el interior el que debe ser reformado y, para ello, debemos estar siempre atentos a lo que pasa en nuestra mente. Las reglas propuestas por la ética Budista conciernen al cuerpo, a la palabra y a la mente. La finalidad de estas reglas no es dar un espectáculo exterior, sino la de ser provechosas para el espíritu. Del mismo modo, los rituales que cumplimos o los textos que recitamos tienen esta misma función. La actitud externa apenas será útil. Sin embargo no hay que caer en el extremo de una falsa comprensión, que consistiría en pensar que toda práctica que presente una aspecto
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externo es, por ende, ineficaz; que por tanto no sirve para nacía recitar mantras , efectuar rituales o participar en retiros; que todo ello es inútil tanto para sí mismo como para los demás, pues sólo cuenta la mente. Lo que hay que comprender es que esas prácticas no deben limitarse a su apariencia, sino que deben dar en el blanco y alcanzar la diana de nuestra mente. Son medios que, si se aplican correctamente, sirven auténticamente a la transformación interior. De no ver el aporte de los medios, se arriesga uno a no hacer ninguna práctica, y a no alegrarse tampoco de la práctica de los demás. En breve : nuestra práctica del Dharma evitará el caer en los ocho dharmas mundanos. P. ¿Cuál es el signo de la devoción pura, y qué hay que hacer cuando se eleva poderosamente en nuestra mente? R. Es algo que debe Vd. sentir por sí mismo. Desde el punto de vista de las manifestaciones exteriores se dice en las enseñanzas que, por ejemplo, pueden fluir lágrimas de sus ojos, o que quizás Vd. experimente un cierto escalofrío. Fundamentalmente es el sentimiento de que Vd. ha encontrado a su verdadero maestro, sin albergar duda alguna, y que se trata de un ser perfectamente realizado, de un Buda. Cuando uno está habitado por una tal devoción, hay que dejarla expresarse libremente; no hay que intentar controlar sus manifestaciones. Se dice que cuanto más grande es su devoción, tanto mayor será la gracia que recibirá. P. En el momento de la muerte, si el espíritu del difunto está excesivamente apegado a sus bienes terrestres o a las personas que ha conocido, no puede dejar el mundo, sino que continúa errando sin poder abandonarlo. ¿Qué pasa entonces exactamente? ¿Es la conciencia de la persona la que permanece así, o hay algo más que formaría una especie de fantasma? R. Puede haber varios casos. A veces la conciencia misma continúa errando por el mundo a causa de sus apegos, sin poder dirigirse hacia un nuevo nacimiento. Otras veces es distinto: la conciencia parte al bardo y
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renace normalmente, pero queda una especie de residuo psíquico que eventualmente puede producir efectos perjudiciales. Solemos hacer rituales, como el Chö , en favor de las conciencias que permanecen ligadas al mundo, y dedicamos a su intención el mérito de los actos positivos. Si la persona muere en un estado de calma, la proximidad del bardo no crea un estado de pavor y el pasaje se efectúa normalmente. Pero si alguien muere en condiciones violentas, entonces se produce una resistencia en el espíritu. Y esta resistencia, esta gran tensión, puede crear el residuo psíquico del que acabamos ele hablar, y que en Tibetano llamamos ché . Sin que verdaderamente sea un fantasma, este ché pueda aportar a las familias o a los cercanos ciertos perjuicios. Lo que sin embargo no significa tampoco que tenga algo de malo la conciencia misma de la persona, ya separada del ché y que continúa su camino. Cuando se produce este tipo de fenómenos se pueden efectuar rituales específicos, como por ejemplo el Chö .
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Con el paso de cada día, nos acercamos más y más a la muerte. Con la llegada de cada nuevo día, nuestra mente se vuelve más y más rígida. Aunque servimos a nuestro lama, nuestra devoción se desvanece gradualmente. Nuestro amor, afecto y visión pura hacia nuestros amigos del Dharma disminuyen. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que logremos adiestrar nuestra mente obstinada.
Todos los fenómenos son transitorios por naturaleza. Entre ellos está el de la vida de seres, marcada por un término que no se conoce. De día en día, de hora en hora, de minuto en minuto, la muerte está más cerca. La costumbre de los hombres hace que se celebre con una fiesta la llegada de cada nuevo año; pero en realidad cada nuevo año nos acerca más a la muerte. Todos nos creemos que vamos a perdurar mucho tiempo en este mundo, y olvidamos que se acerca imparable el momento de dejarlo. Los hombres están sometidos a cuatro grandes sufrimientos: el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. Los sufrimientos de la muerte son numerosos, y nadie escapa de ellos. Además de los sufrimientos físicos que implica, nadie la encara con alegría. Surge, en primer lugar, una gran interrogación: “Sí, por supuesto que voy a morir, pero después, ¿Qué será de mí? ¿Qué va a pasar una vez que esté muerto?” Hay algunos raros perfectos practicantes que no tienen ningún miedo a la muerte, pues saben cual será su estado tras haber abandonado el cuerpo. Fuera de ellos, nadie la contempla sin temor. Además, tampoco pensamos que el lapso de tiempo del que entonces habremos dispuesto será el suficiente; que no habremos podido cumplir lo que queríamos cumplir.
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Ya que la muerte se nos acerca más cada día, normalmente deberíamos dedicarnos al Dharma cada vez con una mayor asiduidad, a fin de morir sin temor. Sabemos que no podemos continuar eternamente sobre esta tierra. Todos debemos morir. Pese a saber que tenemos que prepararnos, no lo hacemos. No sólo no lo hacemos, sino que permitimos que las emociones conflictivas se endurezcan en nuestra mente. Cada vez se vuelven más fuertes las simpatías y las antipatías, las aficiones y las aversiones. Estamos cercados por la ilusión, en el error que nos hace tomar por real al samsara. Este mismo error y las emociones conflictivas se refuerzan con la costumbre que tenemos de someternos a ellas, de modo que llegan a ser para nosotros puros condicionamientos. Se dice que nos cubre el velo de los condicionamientos. En efecto, vemos como continuamente actuamos presa de las emociones conflictivas, y que éstas se refuerzan cada vez más hasta el momento de nuestra muerte. Se supone que cuando envejecemos, por razón de la experiencia, nos volvemos más sabios, más reflexivos, movidos por una bondad mayor; de hecho, con frecuencia, nuestro carácter se vuelve rígido y se deteriora con la edad. Abandonamos el amor y el deseo de ayudar a los demás, para encerrarnos cada vez más en nosotros mismos. Por lo demás ¿Cuál debería ser la relación con nuestro maestro? Recibimos sus instrucciones y enseñanzas, y debiéramos ver crecer nuestra fe y nuestra devoción. Cuando conocemos al lama, al principio tenemos mucha confianza en él y recibimos sus instrucciones con mucha atención, animados por una gran fe. Después nos acostumbramos a ver al lama y a recibir sus enseñanzas, así como las de muchos otros lamas, y acabamos por sentimos hastiados, perdemos el entusiasmo y el frescor, nuestra fe y nuestra devoción se marchitan. Cierto que ello forma parte de la naturaleza de este mundo: nos atraen las cosas nuevas y nos cansamos de las que poseemos demasiado tiempo. Esta actitud es relativamente aceptable en la vida ordinaria; pero no lo es en el ámbito espiritual. En efecto, el Dharma depende de una confianza totalmente
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pura; si ésta carece de vigor, el Dharma no podrá darnos sus frutos. Particularmente, en relación con el lama, hay que estar muy atento a no dejarse llevar por esta tendencia, ya que no es la manera correcta de ser discípulo. Al principio será importante observar al lama, y ver si queremos o no ponernos en sus manos; pero una vez que nos hemos decidido a seguirle, es preciso entonces que sea de modo estable, sin que nuestra fe y nuestra devoción flaqueen, y pensando además en conservar esta actitud hasta que alcancemos el estado de Buda. Si carecemos de una confianza semejante, nunca la gracia podrá penetrar en nuestra mente. Ocurre que mantenemos con el Dharma una actitud parecida a la que tenemos con el lama: al comienzo mucho entusiasmo y muchas ganas de practicar, la voluntad de realizar numerosas prácticas. Pasados los años, se degrada nuestra energía, poco a poco vamos abandonando todo lo que habíamos empezado, hasta que, de hecho, ya no creemos más en el Dharma. No sólo nos volvemos incapaces de practicar por nosotros mismos, sino que si vemos que otros lo hacen, pensamos que pierden el tiempo. Son cosas que pasan, obstáculos en la práctica del Dharma. Todos los practicantes son ‘compañeros del Dharma’, y sobre todo los que han franqueado las puertas del Vajrayana y han recibido iniciaciones . A estos últimos se les llama ‘ hermanos y hermanas vajra ’. Les debemos mucho afecto y una mirada pura y, si son nuestros mayores, el testimonio de respeto. Sin embargo a veces vemos lo contrario: con el tiempo, pese al gran número de iniciaciones y de enseñanzas que hayamos recibido en común, nuestro afecto y nuestra mirada pura para con los que siguen la misma vía que nosotros, lejos de crecer, se diluye. Pensamos: “Soy diferente de los demás, sé muchas más cosas que ellos”, y desarrollamos una actitud llena de orgullo. En este marco, el más pequeño motivo puede crear descontento, y nos peleamos. En los centros de Dharma, por ejemplo, buscamos nuestro interés particular, en lugar de contemplar sólo el general, lo que no deja de originar numerosas dificultades e impedir una verdadera práctica. Más todavía, rompemos así
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nuestros compromisos sagrados (damtsiks ), generando la causa de renacimientos en los mundos inferiores. Rogamos, pues, al lama, para que se discipline la barbarie de nuestra mente: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para logremos adiestrar nuestra mente obstinada.” Podemos creer que nuestros defectos son el resultado de circunstancias ajenas. Sólo es una excusa: siempre será culpa nuestra. No es lo que viene desde fuera lo que debe ser replanteado, sino la rudeza de nuestra propia persona. 42
Aunque hemos tomado refugio, generado la Bodichita y suplicado, La devoción y la compasión no han nacido en el fondo de nuestro corazón. La actividad dhármica y la práctica de la virtud se han vuelto palabras huecas. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que todo lo que hagamos esté en armonía con el Dharma.
Cuando practicamos, empezamos por tomar refugio en las Tres Joyas y por generar la Bodichita. Sin embargo, si nuestra mente no está animada por una fe y una devoción auténticas hacia las Tres Joyas mientras recitamos las fórmulas correspondientes, si no está habitado por una verdadera compasión hacia todos los seres, no haremos sino emanar palabras sin que se produzca un verdadero impacto interior. Nuestra práctica no puede ser positiva de este modo. Hacemos algo, pero no será sino un acto superficial que nada aporta. Para que nuestra mente se vea verdaderamente conmovida por la práctica, hará falta necesariamente la intervención de la fe, de la devoción y de la compasión. Y es por eso, por lo que pedimos al lama: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que todo lo que
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hagamos esté en armonía con el Dharma. Y rogamos al lama para conseguirlo. 43
Todo el sufrimiento se origina al desear la felicidad sólo para nosotros mismos, A pesar de que ha sido enseñado que el despertar se alcanza sólo beneficiando a otros. Generamos la Bodichita, mientras secretamente cultivamos nuestros propios deseos. No beneficiamos a los demás, y más aun, incluso les dañamos inconscientemente. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que seamos capaces de cambiarnos a nosotros mismos por los demás.
No hay nadie que no desee obtener la felicidad y escapar al sufrimiento. Sin embargo nuestro deseo de felicidad es, al mismo tiempo, la causa que induce el sufrimiento. Verdaderamente no sabemos lo que es la verdadera felicidad, y no sabemos cómo obtenerla. Lo que tomamos por felicidad es sufrimiento y causa del sufrimiento, de modo que lejos de obtener un estado feliz, permanecemos únicamente en el sufrimiento. Ya explicó el Buda que para conseguir el perfecto despertar es indispensable poseer la motivación por el bien de los demás. Pero tras esta motivación se puede ocultar otra: puesto que la sabemos necesaria para alcanzar el despertar, nos arriesgamos a generarla con la motivación oculta de obtener, para nosotros mismos, la liberación del ciclo de existencias. De este modo nuestro pretendido altruismo se pone al servicio de un fin personal: no buscamos en realidad el servir a los demás, sino servirnos de los otros para nuestro propio bien. Esta malversación de la Bodichita hace que no sólo no seamos útiles a los demás, sino que más bien les seamos perjudiciales: tendiendo al cumplimiento de nuestro propio bien, nada nos importa si, de paso, perjudicamos a otros.
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Y rogamos al lama para que seamos capaces de poder cambiarnos con el prójimo: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que seamos capaces de cambiarnos a nosotros mismos por los demás.” ¿Qué significa este intercambio? Mirando lo que es bueno para nosotros, pensamos que es también lo que debemos aportar a los demás. Debemos comprender que nosotros no somos un caso único; que todos los seres, tanto como nosotros, aspiran a la liberación del sufrimiento, pero, no sabiendo qué hacer, siguen prisioneros del samsara. Tenemos que desbordar de compasión por ellos; pensar que por ellos vamos a dedicar todo lo que tenemos de positivo, al mismo tiempo que tomamos sus sufrimientos sobre nosotros. Si tenemos la fuerza de realizar sinceramente este intercambio, entonces sí podremos decir que la Bodichita ha nacido en nuestro interior. De otro modo nos complacemos con las palabras, pero no buscaremos más que nuestra propia liberación. 44
Nuestro lama es de hecho la manifestación del mismo Buda, pero lo tomamos por un hombre ordinario. Olvidamos la bondad del lama al darnos las profundas instrucciones. Si no nos da lo que queremos, nos enojamos. Vemos la conducta y actividad del lama a través del velo de nuestras dudas y puntos de vista erróneos. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que, libres de oscurecimientos, aumente nuestra devoción.
En el Vajrayana es necesario poder considerar a nuestro lama raíz como siendo la esencia o personificación de todos los Budas de los tres tiempos. Si no lo hacemos, reducimos al estado de hombre ordinario a quien es un verdadero Buda, y olvidamos cuál puede ser su bondad por darnos enseñanzas.
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Si lo que dice el lama coincide con nuestras propias opiniones, pensamos que es un buen lama; pero si su enseñanza no se corresponde con lo que nosotros esperamos, pensamos que ya no nos conviene y que, en esas condiciones, no podremos practicar. Perdemos confianza y nos desanimamos. Y acabaremos alimentando dudas sobre las acciones del lama y a criticarlo. Por eso mismo, antes de decidir seguir las directrices de un maestro espiritual es necesario examinarlo, sin comprometemos con él salvo que verdaderamente creamos que se trata de un buen maestro. Una vez que hayamos decidido seguir sus enseñanzas, ya no pondremos en tela de juicio nuestro compromiso; nos conformaremos fielmente con sus directrices, sean las que fueren. Es entonces cuando la visión pura, la confianza y la devoción son extraordinariamente importantes. Si no tenemos esta actitud, no podremos recibir la gracia del maestro y no podremos practicar de modo provechoso, ya que seremos incapaces de recibir correctamente las instrucciones, y aplicarlas. Rogamos, pues, al lama para que crezca en nosotros una devoción que nunca disminuya: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que, libres de oscurecimientos, aumente nuestra devoción.” Para conseguirlo, deberemos recordar continuamente las cualidades del cuerpo, de la palabra y de la mente del lama. 45
Nuestra propia mente es Buda, pero no lo reconocemos. Todos los conceptos son el Dharmakaya, pero no lo realizamos. Este es el estado de simplicidad natural, pero no logramos mantenerlo. Esta es la verdadera naturaleza de la mente, reposando en sí misma, pero somos incapaces de creerlo. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que la autoconsciencia se libere en su fundamento.
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La única diferencia que hay entre un Buda y nosotros, es el hecho de reconocer o no la verdadera naturaleza de nuestra mente. Desde el punto de vista de su esencia, no hay diferentes tipos de mente: buena la de un Buda, y mala la de un ser ordinario. Un Buda es aquel cuya mente esta perfectamente purificada de todos los velos y que, en consecuencia, realiza su verdadera naturaleza, lo que también se llama ‘actualizar el potencial del despertar (Tathagatagarbha )’. Por esta razón se le llama ‘Buda’. Un ser ordinario es, al contrario, aquel cuya mente permanece recubierta de velos y que no reconoce su verdadera naturaleza; por esta razón se le llama un ‘ser ordinario’. La distinción sólo se debe a las modalidades de la mente: desde el punto de vista de la esencia, ésta es siempre ‘Buda’. Sin embargo, a causa del error que es el noreconocimiento, el ser ordinario es presa de la ilusión del samsara. Numerosos pensamientos se elevan en nuestra mente que, siendo todos ellos esencialmente vacíos,17 tienen por esencia al Dharmakaya . Pero nosotros no nos damos cuenta, sino que seguimos el curso de los pensamientos, cayendo bajo el imperio del miedo y del temor. Si pudiéramos mantenernos en el ‘presente instante de conciencia’, en la esencia de la consciencia del instante, estariamos entonces en la esencia o en la naturaleza de la mente. Pero, por culpa de nuestra incapacidad en reconocer esta consciencia, no podemos mantenernos, y aun menos preservar un estado de reconocimiento. De hecho, nuestra mente se ve conmovida por múltiples distracciones, que son los pensamientos que nos arrastran. Incluso si por breves instantes nos damos cuenta de nuestra verdadera naturaleza, no son sino momentos raros y fugitivos e, inmediatamente, nos gana de nuevo la ilusión. En sí misma, la mente está desprovista de toda esperanza o miedo, de cualquier creación artificial; pero no llegamos a creer que, permaneciendo de este modo en la mente sin añadirle nada, permanecemos en su naturaleza propia; sino que siempre pensamos que tenemos que ir a otra parte y buscar algo más. Sin embargo el estado de
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Buda se encuentra sólo en nuestro interior, no es sino la realización de lo que verdaderamente somos: no es algo externo y que tengamos que obtener fuera. No estando convencidos de ello, continuamos pensando que necesitamos siempre algo más o dirigirnos a otra parte. Rogamos por tanto para que, por la gracia del lama que nos introduce en la naturaleza autoconsciente de nuestra propia mente, podamos vernos libres del océano de los sufrimientos del samsara y liberados de todo velo: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que la autoconsciencia se libere en su fundamento.” 46
Es bien cierto que la muerte vendrá, pero somos incapaces de asumirlo de corazón. Es cierto que el Dharma genuino nos beneficiará, pero somos incapaces de practicarlo correctamente. La ley del karma, de causa y efecto, es ciertamente verdadera, pero erramos al decidir qué abandonar y qué aceptar. La atención plena y la vigilancia son ciertamente necesarias, pero estas cualidades no son estables en nosotros, y somos arrastrados por la distracción. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que mantengamos una atención plena sin distracciones.
El fin del nacimiento es la muerte: nadie en el mundo puede nacer sin encaminarse automáticamente hacia la muerte. También el perfecto Buda mostró, abandonando su cuerpo, la apariencia de su partida hacia el nirvana. Lo hizo para ilustrar la ley universal de la impermanencia, a la que ningún nacido puede escapar; demostró que si hasta un Buda debe abandonar su cuerpo, a mayor razón los seres ordinarios deben también morir. Es una certeza de la que nadie se libra, pero constantemente la olvidamos, pensando que nos queda todavía mucho tiempo por vivir.
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Lo benéfico, tanto para esta vida como para ultratumba, es el Dharma, y nos sentimos incapaces de practicarlo correctamente. Pero el Dharma debe ser practicado correctamente, sin lo que, como ya hemos visto antes, nos quedaremos al nivel de las palabras y nuestra práctica espiritual resultará estéril. Debemos practicar siguiendo exactamente las instrucciones que recibimos; pero hasta olvidamos esta evidencia. La ley del karma es una verdad infalible. Los actos positivos traen necesariamente consigo la felicidad, y los actos negativos, el sufrimiento. Pero continuamos cometiendo actos negativos, y no realizando los positivos. Necesitamos la vigilancia interior para realizar la naturaleza última de nuestra mente. Pero no poseemos esta vigilancia, y el resultado, además del de no reconocer la naturaleza de nuestra mente, es el dejarse arrastrar espontáneamente por las emociones conflictivas, que nos conducen a efectuar actos negativos. Pedimos, pues, la gracia del lama para no vernos arrastrados por la distracción, sino al contrario, para que podamos mantener una vigilancia continua: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que mantengamos una atención plena sin distracciones.” 47
Debido a nuestro karma negativo, hemos nacido al final de esta era degenerada. Todo cuanto hicimos previamente, se ha convertido en causa de sufrimiento. Las malas compañías arrojan sobre nosotros la sombra de sus acciones negativas. Nuestra práctica de la virtud se corrompe por charlas sin sentido. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que —de todo corazón— perseveremos en la práctica del Dharma.
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Se llama a nuestra época, ‘época residual’ o ‘era sombría’. Se la denomina así al considerar que todas las personas que viven en ella están dominadas por emociones conflictivas fuertes, predominando condiciones desfavorables para la práctica del Dharma. Renacer en esta época ha sido el resultado de actos negativos efectuados en las vidas pasadas. Además estos actos negativos maduran en las circunstancias que encontramos en la vida, y son la causa de todos nuestros sufrimientos presentes. También el estar rodeado de ‘malas compañías’ es el resultado de nuestro karma negativo. El amigo virtuoso es el que nos motiva para la práctica del Dharma y que, con sus palabras y su ejemplo, nos ayuda a rechazar lo negativo en provecho de lo positivo. Los que nos arrastran hacia una actividad negativa son ‘malas compañías’, bajo cuya influencia nos vemos conducidos a la realización de actos negativos, a pesar de que no lo queramos. Su frecuentación es una verdadera polución de nuestra mente. La palabra de Buda, y los textos que utilizamos a lo largo de la práctica del Dharma, son palabras llenas de sentido; mientras que la mayor parte de nuestras conversaciones no son sino charlas fútiles que nos arrastran hacia una gran dispersión mental. Es una de las causas que nos impiden la práctica del Dharma. Pedimos la gracia del lama para que nos conceda la energía necesaria: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que —de todo corazón— perseveremos en la práctica del Dharma.” Esta encuentra numerosos obstáculos, nos confronta con dificultades físicas, orales y mentales. Es necesario no desanimarse, siguiendo el ejemplo de los grandes lamas Kagyus del pasado; ver cómo ellos supieron sobreponerse a todos los problemas, y alcanzar el estado de Buda como resultado del esfuerzo de una sola vida. 48
Al principio, en nuestras mentes solo hay el Dharma, Pero el resultado es —al final— el samsara y los reinos inferiores.
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La cosecha de la liberación es destruida por el granizo de la actividad no virtuosa. Como salvajes estúpidos y violentos, hemos perdido de vista nuestro fin último. ¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que llevemos el Dharma genuino hasta la perfección.
Al principio sólo pensábamos en el Dharma, viendo que el samsara no tiene valor alguno. Contemplábamos al Dharma como esencial, y le consagrábamos toda nuestra atención. Más tarde hemos oído muchas enseñanzas y realizado un cierto número de prácticas. Pero, pese a ello, ocurre a veces que nuestro entusiasmo decline poco a poco y que nos encontremos cada vez más apartados del Dharma. En lugar de esforzamos por alcanzar la liberación, nos tomamos hacia los negocios del mundo. La liberación se parece a una cosecha que queremos obtener. Cuando llegan las heladas, toda esperanza de cosecha se aniquila. Del mismo modo también se arruina por los actos negativos nuestra esperanza de liberación. El obtener la liberación es un objetivo que tiene un valor definitivo. Pero nos equivocamos de meta, y no buscamos más que las alegrías y los bienes temporales. Y en este sentido somos muy estúpidos. Por tanto, rogamos al lama, para que podamos llevar a término la práctica del Dharma, esto es, para que podamos atravesar el océano de sufrimientos del samsara, obteniendo el definitivo despertar: “¡Lama, piensa en nosotros, apresúrate a mirarnos con compasión! Bendícenos para que llevemos el Dharma genuino hasta la perfección.” 49
Bendícenos para que surja en nosotros un sincero arrepentimiento. Bendícenos para que dejemos ir nuestras vanas expectativas.
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Bendícenos para que, en lo más hondo de nuestro corazón, recordemos la ineluctable muerte. Bendícenos para que alcancemos la certeza en la ley del karma. Bendícenos para que nuestro camino esté libre de obstáculos. Bendícenos para que seamos capaces de perseverar en la práctica. Bendícenos para que transformemos las circunstancias difíciles en camino. Bendícenos para que los antídotos sean, por su propio poder, completamente eficaces. Bendícenos para que surja en nosotros una devoción genuina. Bendícenos para que contemplemos el verdadero rostro de la naturaleza de la mente. Bendícenos para que la autoconsciencia se despierte en el centro de nuestro corazón. Bendícenos para que se disuelvan completamente las engañosas apariencias. Bendícenos para que alcancemos el despertar en una sola vida.
El primer verso de esta estrofa retoma lo que ya hemos visto precedentemente: es necesario desarrollar el desinterés por el samsara comprendiendo que es, en sí mismo, sufrimiento. Al mismo tiempo generaremos un profundo deseo por la práctica del Dharma. Del mismo modo, dado que todos los fenómenos interiores o exteriores son transitorios, es necesario no perder el tiempo y no aplazar más. Es exactamente ahora cuando tenemos que ponemos a la práctica del Dharma. Para lo que es necesario recordar constantemente que tenemos que morir. Hay que comprender el origen de todos nuestros placeres y de todos nuestros presentes sufrimientos: todos vienen del karma. Rogamos también al lama para que ningún obstáculo dificulte la práctica; para que podamos entregarnos a ella con esfuerzo y perseverancia. Los sufrimientos que encontramos nos parecen
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circunstancias desfavorables: no obstante pueden generar en nosotros la idea de practicar y, en este caso, aquellos se integran en el camino. Rogamos para que, de manera duradera, sean eficaces los antídotos a las emociones conflictivas, de modo a poder vencerlas y para que nazca en nosotros una devoción espontánea; para que podamos comprender que la naturaleza de nuestra mente es la naturaleza misma de Buda, y para que reconozcamos nuestra mente como autoconsciente y autoiluminada. ¿Cuál es la raíz de todas las ilusiones del samsara? Es la manifestación que se produce en el contexto de la ignorancia y de la dualidad. Rogamos, pues, para que nuestra ignorancia se vea desarraigada. En fin, pedimos la gracia de obtener el estado de Buda en el espacio de una sola vida.
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¡Precioso lama, te suplicamos! ¡Amable lama, señor del Dharma, te llamamos con anhelo! ¡Para nosotros, seres indignos, tú eres la única esperanza! Bendícenos para que tu mente se funda con la nuestra.
El poder recitar cotidianamente esta Llamada al lama de lejos es algo excelente. Si no es posible, es también muy benéfico recitarla de vez en cuando, pues la devoción y la visión pura juegan un papel muy importante en la práctica Vajrayana. Ahora bien, para que la devoción nazca y crezca en nuestra mente no existe método mejor que la Llamada al lama de lejos . Además de ser este texto una plegaria al lama, contiene una enseñanza completa que puede servir de base, a la vez, a la visión, a la meditación y a la acción. Ningún texto le es superior para llevar la práctica a su término. Veamos en toda circunstancia qué parte de esta enseñanza podemos aplicar y, se la llame o no práctica, progresaremos con seguridad. Si, al contrario, no estamos conformes con las instrucciones que se dan aquí, resultará ineficaz sea cual sea el Dharma que practiquemos. Ahora bien, la finalidad del Dharma es la de aportar un beneficio a la mente.
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III. JAMGÖN KONTRÜL
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APÉNDICE
PARTIDA
LA EL
HACIA LOS CAMPOS PUROS
ESTUPA DEL KUNDUNG
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GURU DE LA APARIENCIA
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GURU PLEGARIA
YOGA
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DE RENACIMIENTO
NOTAS GLOSARIO
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128 129
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PARTIDA HACIA LOS CAMPOS PUROS
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n el Tíbet hay numerosos santos y tulkus. Entre ellos el primer Kongtrül, Lodrö Thaye, fue la joya de la corona de las enseñanzas, que abordó sin ningún sectarismo de escuela. Nació en 1813 y vivió ochenta y cinco años, consagrados al Budismo y a los seres. Su segunda encarnación fue el venerado Khyentse Öser, nacido en 1902, que vivió cincuenta años. Su tercera encarnación era el actual Kongtrül, Lodrö Chökyi Sengue, nacido en 1958. Este, de manera accidental, acaba de partir hacia los campos puros .15 Es un acontecimiento triste para la enseñanza de Buda y todavía más para nosotros, los discípulos del linaje Kagyu. GRANDEZA DE KONG TRÜL RINPOCHE
La reencarnación de Jamgön Kongtrül Rinpoche fue reconocida en el Tíbet por el XVI Karmapa, a quien más tarde siguió al exilio en Sikkím, viviendo junto a él en compañía de los demás regentes. Realizó todos sus estudios Búdicos en Rumtek, y recibió del Karmapa los votos para la liberación individual,16 los votos de Bodhisattva y los del Vajrayana. Estudió junto a él los tres vehículos del Budismo, recibiendo las enseñanzas de numerosos maestros. Jamgön Kongtrül Rinpoche tenía una enorme devoción y fe por el Karmapa, semejante a la que los lamas del pasado tenían con sus maestros. Le acompañó siempre en sus viajes a Occidente, y se encontraba en los Estados Unidos a su lado en el momento de su fallecimiento. Estaba constantemente a su servicio. Por ejemplo, aunque esta función no le incumbía, solía barrer su habitación o limpiar su cuarto de baño. Tras el fallecimiento del Karmapa mantuvo la misma excepcional devoción, consagrándose a la prosecución de sus actividades en el marco del monasterio y la universidad monástica de Rumtek, poniéndose al servicio de los centros del Dharma y de los centros en el extranjero.
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Fundó en Lawa (Kalimpong) un monasterio que alberga a más de cien jóvenes monjes y el centro de retiros Mahamudra destinado a la práctica del linaje Sangpa Kagyu. En Nepal creó un centro de retiros en Pullahari, al que proyectaba adjuntar el Instituto Rigpe Dorje, en memoria del XVI Karmapa, donde planeaba impartir cursos sobre la obra de Lodrö Thaye para Occidentales. Desplegó una enorme actividad para la preservación y propagación del linaje Kagyu. Fallecido en la flor de la edad, con 38 años, poseía todas las cualidades de los grandes maestros de la tradición y, además, conocía también muy bien la mentalidad Occidental. Su espíritu estaba enteramente orientado al bien de los demás, al tiempo que manifestaba por el Karmapa una fe indivisa, gracias a la cual lo contemplaba como a un Buda. MÁS ALLÁ DE LA TRIS TEZA
Nos ha dejado un ser realizado y sus discípulos se ven sumidos en la aflicción. Por una parte es como si nuestra mente perdiera sus coordenadas. Pero cuando recobramos la facultad de la razón, comprendemos que este acontecimiento no debe engendrar tristeza ni inquietud. Los seres ordinarios tenemos una visión estrecha de las implicaciones de una situación determinada. No vemos las cosas sino de modo parcial y a corto plazo. En cambio los Bodhisattvas gozan de una percepción extraordinariamente vasta de las situaciones, englobando todos los elementos que las determinan, las necesidades de los discípulos, el tiempo, los lugares, etc., de un modo que no puede captar nuestra propia mente. Es en esta perspectiva en la que se inscribe la marcha de Kongtrül Rinpoche hacia los campos puros, y personalmente pienso que corresponde a necesidades superiores, en el contexto del despliegue de su actividad para el bien de los seres. Al recordar lo que fue Kongtrül Rinpoche durante los treinta y siete años que pasó sobre esta tierra, la devoción por su maestro, su amor y compasión para con todos, sus inmensas cualidades, surge naturalmente el deseo de que vuelva rápidamente entre nosotros bajo la forma de un
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tulku . La fuerza de nuestros deseos y plegarias, aliada a la poderosa motivación de Kongtrül Rinpoche de ponerse al servicio de los seres y del Dharma, suscitará ciertamente —en virtud del infalible resultado engendrado por esta conjunción— el que su tulku se manifieste pronto. LAS CIRCUNS TA NCIA S DEL ACCIDEN TE
El lugar donde se produjo el accidente no presenta ningún peligro particular, y tampoco circulaba ningún otro vehículo en aquel momento preciso; de modo que algunas personas pensaron que el coche había sido saboteado por misteriosos enemigos. De hecho las cosas fueron mucho más sencillas. Como lo ha contado el único superviviente de los cuatro pasajeros, unos pájaros se posaron en la carretera y, como tenía por costumbre cada vez que algún animalito atravesaba la calzada, Kongtrül Rinpoche los señaló vivamente al chófer para que los evitara. Este frenó bruscamente. Acababa de llover y la carretera estaba resbaladiza. El coche hizo un extraño, se volvió incontrolable y acabó contra un árbol. Cuando muere un gran lama, aunque la respiración y todo signo vital hayan cesado, a menudo ocurre que permanezca en un estado de meditación particular llamado tukdam . En el caso de Kongtrül Rinpoche, el accidente fue aparentemente un obstáculo para que pudiera alcanzar tal estado; pero lo remontó de un modo extraordinario. En efecto, los cuatro pasajeros fueron expulsados por la acción del choque. Tenzin Dorje, su ayudante personal pudo levantarse en seguida y ver a Kongtrül Rinpoche yacente sobre la hierba. Lo tomó entre sus brazos, constató que sus oídos sangraban y que tenía una ligera herida en la frente. Aparte de ello y de la pierna izquierda que parecía rota, su cuerpo no mostraba signo de ningún traumatismo particular. Después de una o dos inspiraciones muy lentas la respiración cesó: comprendió entonces que había partido para los campos puros. El rostro de Kongtrül Rinpoche, de pronto lívido, perdió todo resplandor, signo de la ausencia de tukdam . Rápidamente el cuerpo fue trasladado a la Gran estupa de Siliguri, distante pocos kilómetros. Tenzin
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Dorje comprobó entonces que, extrañamente, el brillo de la vida había retornado al rostro de su maestro. Pensando que estaba a punto de reanimarse, hizo venir en seguida a un médico quien, desgraciadamente, no pudo sino constatar efectivamente el fallecimiento. No era la vida que volvía, sino el espíritu que entraba en tukdam . Yo mismo estaba entonces en Mirik:17 nada más ser informados descendí a Siliguri acompañado de Khempo Denye. Cuando llegamos, Shamar Rinpoche y Gyaltsap Rinpoche se encontraban ya en el lugar: meditaban y rezaban en presencia del cuerpo recostado de Kongtrül Rinpoche. Pude entonces constatar que su rostro no tenía nada del de un muerto, sino que presentaba la tez de una persona bien viva. Además, aunque el cuerpo estuviera frío, la región del corazón continuaba cálida, y ello cinco o seis horas después del accidente. Continuamos meditando durante un tiempo, antes de que Gyaltsap Rinpoche oficiara un ritual pidiendo a Kongtrül Rinpoche de abandonar su tukdam . Durante el tukdam el espíritu permanece en la clara luz, en el cuerpo absoluto, Dharmakaya, y por medio del ritual se le pedía pasar al cuerpo de gloria, Sambhogakaya. Continuamos meditando todavía un rato, y vimos cómo el rostro perdía poco a poco su resplandor. Luego fuimos a Rumtek para acompañar al cuerpo. Llegamos a las nueve de la tarde. El cuerpo fue lavado por Gyaltsap Rinpoche ayudado por otros tulkus. Sobre los ojos, las orejas, etc., se colocaron pequeños pedazos de papel en los que estaban escritos con tinta de oro las sílabas correspondientes a las divinidades de los diferentes órganos de los sentidos. Colocado en posición de loto, el cuerpo fue revestido de ropajes de brocado y diademas característico del cuerpo de gloria de los Budas, tal como se los ve, por ejemplo, en las representaciones de Chenresi, y se colocó en sus manos la campana y el dorje. Desde la una hasta las tres de la madrugada realizamos el ritual de Milarepa y a la mañana siguiente el ritual denominado lama chöpa , la
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ofrenda al lama. Durante la tarde de ese mismo día el cuerpo, inmerso en sal, fue colocado en un cofre. EL EMBALSAMA MIENTO
Situ Rinpoche y los demás regentes decidieron que el cuerpo sería embalsamado y no incinerado. Permanecería un año en Rumtek, y luego sería trasladado a Pullahari, en Nepal. Algunos lamas dejan instrucciones antes de su muerte para que su cuerpo sea embalsamado o bien, al contrario, para que sea incinerado. En el caso del XVI Karmapa, de Kalu Rinpoche y de Kongtrül Rinpoche no se dejó ninguna instrucción. Cuando falleció el Karmapa nadie estimó que debía procederse al embalsamamiento y todos se mostraron favorables a la cremación, y así se hizo. Cuando murió Kalu Rinpoche fue Kongtrül Rinpoche quien deseó que su cuerpo fuera preservado pensando que ello sería muy favorable. Situ Rinpoche y Gyaltsap Rinpoche lo aprobaron entonces y optaron ahora por el embalsamamiento de Kongtrül Rinpoche. El fundador de la tradición Sangpa Kagyu, Khyungpo Neljor dijo que el cuerpo del lama es el verdadero depositario de los yeshepas (los seres de sabiduría de las deidades) de todas las iniciaciones que haya recibido el lama, así como de las ilimitadas bondad amorosa y compasión (Bodichita) y otras elevadas cualidades que halla desarrollado el lama a lo largo de sus encarnaciones. Por esta razón, el preservar su cuerpo como soporte tangible de los sublimes logros a los que aspira el practicante es muy beneficioso para el conocimiento del Dharma. Muchas personas llegan a tener noticia de la existencia del kudung y establecen así una conexión con las enseñanzas. Khyungpo Neljor advirtió así que el embalsamamiento de su cuerpo tras su muerte resultaría muy beneficioso. Sin embargo cuando falleció algunos discípulos se opusieron a esta solución porque les impedía disponer personalmente de sus cenizas como reliquias. Por tanto procedieron a la cremación, lo que posteriormente fue considerado un error. Las personas no Budistas o que no conocen bien el Dharma pueden encontrar extraña la costumbre del embalsamamiento de los cuerpos de
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los grandes lamas, pensando que se trata de un apego muy fuerte al mundo de la materia y de las formas. De hecho la conservación de los cuerpos responde a razones muy profundas. En efecto, los Bodhisattvas y los grandes lamas realizan votos y plegarias para que todas las conexiones que se establezcan con ellos, sea cual fuere la modalidad —la visión, el oído, el tacto o el pensamiento— resulten beneficiosas. El cuerpo embalsamado es uno de los medios hábiles mediante los cuales esas conexiones pueden continuar operando tras el fallecimiento del lama. También hay que considerar nuestros condicionamientos mentales: si sólo pensamos en el lama difunto experimentaremos cierta devoción hacia él, pero —dado nuestro apego a las realidades materiales— la devoción será más intensa si nos encontramos en presencia de su kudung (cuerpo embalsamado). Y cuanto más intensa es la devoción, más poderosa será la gracia que recibamos. Estas razones explican que se recurra al embalsamamiento. POR QUÉ ERA AMA DO
El fallecimiento de Kongtrül Rinpoche ha creado una gran tristeza entre lamas, monjes y practicantes laicos Tibetanos, de Sikkím y de Bhután, así como entre sus muy numerosos discípulos de Occidente y de extremo oriente. Esta tristeza no es comparable con la decepción de una esperanza rota o con la provocada por un acontecimiento catastrófico a un nivel mundano. Hemos visto como Kongtrül Rinpoche experimentaba hacia el XVI Karmapa una fe y una devoción que igualan la expresada por los grandes lamas Kagyu del pasado. Le animaba por otro lado lo que se llama el ‘pensamiento superior’, es decir, en todo lo que hacía se esforzaba para aportar algún beneficio a los demás. Todo el mundo amaba a Kongtrül Rinpoche. ¿Por qué? Precisamente en virtud de las dos cualidades fundamentales que le caracterizaban: una devoción profunda y un amor imparcial. Es la desaparición del soporte visible de estas cualidades la que provoca la tristeza entre sus discípulos. Bokar Rinpoche en Sonada, Mayo de 1992.
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LA ESTUPA DEL KUNDUNG
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na estupa es un símbolo de la mente despierta de un Buda. Simboliza el Dharmakaya, el cuerpo de sabiduría de un ser despierto. El labrang (la comunidad monástica) decidió preservar el kudung de Rinpoche como un Mar Dung. ‘Mar Dung’ significa literalmente ‘reliquias rojas’ y en lugar de cremarlo, el kudung del lama se preserva mediante su conservación en una estupa. En el Budismo se ha llevado a cabo, tradicionalmente, la practica de preservar en estupas el kudung de los santos y realizados. Preservar el kudung de Jamgön Rinpoche se considera un factor determinante para la realización de sus votos y aspiración de ayudar a todos los seres. Toda conexión con dicho objeto de veneración —ya sea mediante el simple ver, tocar o venerar, o el sólo hecho de pensar o escuchar acerca de el, o el hacer ofrendas y elevar plegarias— otorga los medios para la liberación y la realización de todas las aspiraciones puras y sinceras. El kudung ha sido guardado en una estupa de unos 6 m., de diseño tradicional. La estupa misma está hecha de madera y cubierta de una capa de oro y cobre que ha sido forjada con formas elaboradas y está adornada con numerosas piedras preciosas y semi-preciosas. La estupa es el punto focal del edificio de dos plantas del Kudung Lhakbang que ha sido construido en Pullahari. Este lugar era muy querido por Jamgön Kongtrül y lo bendijo dándole el nombre de Pullahari en memoria de la sede principal del Mahasiddha indio Naropa, en Bihar Sharif, que visitó en 1985. El mismo construyó el monasterio, planificó el recién terminado centro de retiros y propuso también el Instituto Rigpe Dorje como parte del complejo. Desde el Kudung Lhakhang mismo se contempla la famosa Gran estupa Ja-Rung Kha-shor de Bodhanath, hacia la cual se orienta. Dicha estupa contiene las preciosas reliquias del Buda Kashyapa, el Buda que precedió a Shakyamuni.
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Las estatuas ubicadas en el interior del Kudung Lhakhang representan a algunas de las encamaciones previas de Jamgön Kongtrül Rinpoche, conforme al texto del XIV Karmapa Thekchog Dorje, en el texto Jam. mGon. bLa. Ma. Gu. Nai. mTshan. Dzin. Gyi. sKyes. Rabs. gSol. Debs., incluyéndose las siguientes: Ananda (en Tib. Kunga), hermano y principal discípulo —entre los ocho más importantes— de Shakyamuni Buda; Chandrabhadra (en Tib. Chögyal Dawa Sangpo), receptor de la transmisión del tantra de Kalachakra de Shakyamuni Buda; Gyalpo Dza, un drubtoh Indio; Aryadeva, discípulo principal de Nagarjuna; Thunmi Sambhota, ministro del rey Tibetano Srongtsen Gampo, enviado a la India a diseñar una tipografía para la lengua Tibetana. También escribió una gramática que aún hoy sigue siendo de uso básico. Fue el primer traductor del Tíbet; Lochen Vairocana, que vivió en tiempos de Padmasambhava, fue enviado a India por el rey Tibetano Trisong Detsün a estudiar y llevó a cabo posteriormente la mayoría de las traducciones; Rongzom Chözang, uno de los dos pilares de la tradición Ñingmapa junto con Longchenpa; Khyungpo Naljor, que estudió en India con Niguma y otros reputados maestros, volvió a Tíbet y fundó el linaje Sangpa Kagyu; Bo-Dong Panchen, un pandita indio; Taranatha, maestro Tibetano de la tradición Jonangpa que estudió en India y trajo la transmisión del Kalachakra a Tíbet, componiendo la puja y textos de su practica y un comentario acerca del Kalachakra tal como es seguido por la escuela Kagyu. Estatuas del guru raíz del III Jamgön Kongtrül, S.S. el XVI Gyalwa Karmapa Rangjung Rigpe Dorje, incluyéndose también las estatuas de las emanaciones del I, II y III Jamgön Kongtrül. La forma de la estupa (en Tib, chörten ) representa en general al Buda, coronado y sentado en la postura de meditación sobre el trono del león sin miedo del Dharma. La punta de la espiral es su corona, el cuadrado de 109
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la base de la espiral representa su cabeza, y la base simboliza su cuerpo, siendo los cuatro niveles de la terraza inferior sus piernas y la base el trono leonino. Hay ocho tipos de estupas, que difieren ligeramente en su diseño en la parte por encima del trono. El simbolismo de las diferentes secciones es elucidado también de manera diversa para cada una de ellas, conforme a la significación general de cada tipo. Cada uno de los ocho tipos está conectado con uno de los acontecimientos mayores de la vida de Shakyamuni Buda. La estupa kudung de Su Eminencia Jamgön Kongtrül Rinpoche es conocida como Jangchub o estupa del Bodhisattva, y está conectada con el evento sagrado de la iluminación de Buda. ● La tarima sobre la cual descansa el trono es como una alfombra de meditación. Sobre ésta hay los cuatro pasos que son llamados los cuatro bang-rim que, en orden ascendente, simbolizan lo siguiente: ● El primer bang-rim, las cuatro reflexiones esenciales: 1. La impermanencia del cuerpo. 2. Los males de la sensación. 3. La evanescencia del pensamiento. 4. Las condiciones de la existencia. ● El segundo bang-rim, las cuatro restricciones germinas: 1. El evitar iniciar acciones no-virtuosas todavía no generadas. 2. Abandonar acciones no-virtuosas todavía no generadas. 3. Esforzarse por llevar a cabo acciones virtuosas todavía no generadas. 4. Prevenir la degeneración de acciones virtuosas que estén ya activas. ● El tercer bang-rim, las cuatro bases del poder mágico o sobrenatural: 1. El samadhi basado en la voluntad. 2. El samadhi basado en la mente. 3. El samadhi basado en el esfuerzo. 4. El samadhi basado en el análisis.
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● El cuarto bang-rim, las cinco facultades espirituales, o capacidades a ser desarrolladas: 1. La facultad espiritual de la fe. 2. La facultad espiritual del esfuerzo. 3. La facultad espiritual de la plena atención. 4. La facultad espiritual de la concentración meditativa. 5. La facultad espiritual de la sabiduría. ● El bum-den representa las cinco fuerzas: 1. La fuerza de la fe. 2. La fuerza de la energía o diligencia. 3. La fuerza de la plena atención. 4. La fuerza de la concentración meditativa. 5. La fuerza de la sabiduría. ● El bumpa o vaso simboliza las siete ramas de la Iluminación: 1. La rama de la plena atención/recogimiento. 2. La rama de la investigación /discriminación de las enseñanzas. 3. La rama del esfuerzo. 4. La rama de la alegría. 5. La rama del reposo alerta/flexibilidad. 6. La rama de la contemplación/absorción meditativa. 7. La rama de la ecuanimidad. ● El dre o cabeza representa el Noble Óctuple Sendero: 1. Visión justa. 2. Pensamiento justo/consideración. 3. Palabra justa. 4. Conducta justa. 5. Medio de vida justo, 6. Esfuerzo justo. 7. Atención justa. 8. Concentración meditativa justa. ● Los diez primeros discos del khorlo chogsum o 13 discos o parasoles simbolizan los diez poderes de un Buda, en orden ascendente: 1. El poder de discernir lo correcto de lo incorrecto. 2. El poder de conocer las consecuencias de las acciones. 3. El poder de conocer las varias inclinaciones (de los seres vivos). 111
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Sol-luna-norbu parasol
13 discos
dre o cabeza
bumpa o vaso
bum-den 4 bans-rim
trono
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4. El poder de conocer los varios tipos (de los seres vivos). 5. El poder de conocer el nivel de las capacidades (de seres vivos). 6. El poder de conocer la senda que conduce a cualquier parte. 7. El poder de conocer la oscuridad, la aflicción y purificación de todas las contemplaciones, meditaciones, liberaciones, concentraciones y absorciones. 8. El poder de conocer las propias vidas pasadas. 9. El poder de conocer el momento de la muerte y las vidas futuras. 10. El poder de conocer la extinción de los velos. ● Los discos 11°, 12° y 13° representan las tres aplicaciones de la memoria, o las tres atenciones-plenas de un Buda: 1. El no apego hacia aquellos que escuchan respetuosamente sus enseñanzas. 2. El no odio hacia aquellos que no escuchan respetuosamente sus enseñanzas. 3. Ni apego ni odio hacia aquellos escuchan sus enseñanzas con sentimientos mixtos. ● El char-kheb o parasol simboliza una gran compasión, que se asemeja al parasol que cubre y protege a los seres sensibles. El sol y la luna son símbolos de la insuperable sabiduría primordial. ● El norbu es un adorno. Este Jangchub Chörten sigue las proporciones prescritas por el VIII Karmapa, Mikyö Dorje y los dibujos realizados por Jamgön Kongtrül Lodrö Thaye. El labrang ha diseñado y construido el Kudung Lhakhang a una escala mayor, cuidando los más mínimos detalles, a fin de crear un entorno apropiado para la emanación de sus efectos benéficos y que haya una atmósfera adecuada. De esta manera, la bendición del guru Mati Dharma Simha (León del Dharma) irradiará en todas las direcciones, haciendo que la compasión florezca en los corazones de todos los seres.
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KALU RINPOCHE
EL GURU DE LA APARIENCIA ¡Homenaje al guru! Miríadas de formas aparecen sin cesar de la relación y la coincidencia: El guru de la apariencia como símbolo surge ante mí, Danza indescriptible de formas mágicas. Al experimentar las apariencias y la vacuidad como naturalmente libres te suplico: Bendíceme con la comprensión directa de la aparición activa del Nirmanakaya. Múltiples sonidos y voces llegan sin cesar de diversas fuentes y condiciones: El guru del sonido como mantra surge en su seno, Inconcebible concierto de melodía y canción. Al experimentar el sonido y la vacuidad como naturalmente libres te suplico: Bendíceme con la comprensión directa del incesante Sambhogakaya.
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Pensamientos y memorias de objetos diversos, indescriptible consciencia que no es cosa alguna: El guru último de la misma consciencia surge en el interior, Ilimitado panorama de pensamientos y memorias. Al experimentar el gozo de la claridad y la vacuidad, te suplico: Bendíceme con la comprensión directa del Dharmakaya no nacido. Siendo todos los fenómenos, apariencias, sonidos y pensamientos Signos para que comprenda directamente la naturaleza de lo real, No son más que expresiones de mi glorioso guru. Recordando tu gran compasión, te suplico: Bendíceme con la comprensión directa de la naturaleza de todos los fenómenos. Océanos llenos de las omnipresentes tres raíces, Danzan como lunas sobre las aguas de la devoción del discípulo: No son sino el mismo venerable guru. Al experimentar la perfección de todas las capacidades, te suplico: Bendíceme con la fusión de mi mente con la tuya. Bendíceme con el abandono de la fijación al ego. Bendíceme con el permanecer libre de necesidades. Bendíceme con el pleno desarrollo del amor y la compasión. Bendíceme con el nacimiento de una devoción inquebrantable. Bendíceme con la cesación del pensamiento materialista. Bendíceme con la disolución de la confusión en su mismo fundamento. Bendíceme con la comprensión directa del Mahamudra, la realidad última. Bendíceme con el logro de la Budeidad en esta misma vida. Desde ahora y hasta el supremo despertar, ¡Que siempre me adorne con las joyas de las perfectas disciplina y ética! Enriquecido por la habilidad en la ecuanimidad de la Bodichita, ¡Que vea la consumación de las fases de desarrollo y culminación Y, sin hacer distinción entre mi mente y la del guru, Logre el supremo despertar! Kalu Rinpocbe, acerca de la experiencia del mundo fenoménico como el guru.
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LLUVIA DE BENDICIONES GURU YOGA DE JAMGÖN KONGTRÜL RINPOCHE Renunciando al samsara y reconociendo al glorioso lama como al Buda, con intensa devoción y completa confianza en cualquier cosa que haga, Tomo refugio y genero la Bodichita.
NAMO GURU. RAMG NYI DÖ MEY LHAR SEL CHI TSUK TU Namo guru. Nosotros mismos aparecemos bajo el aspecto de la deidad primordial y en la cima de nuestra cabeza,
PE DEY DEN LA MA DOR JE CHANG
Sobre un loto y asiento de luna, está el lama Vajradhara,
TSEN PAI PEL BAR NAM SUM CHÖ GÖ DZE
Radiante, con todas las marcas de un Buda. Vestido con los tres hábitos del Dharma,
RAB DZE PEN ZHU WANG TAK CHI TSUK CHANG Porta un hermoso sombrero pandita como un signo de las transmisiones de poder que él ha recibido.
CHAK ÑI DOR JE DRIL BU NÖL THAB DZIN
Sus dos manos, sosteniendo la campana y el dorje, están cruzadas a la altura de su corazón.
DREN PEY DUNG SEL GYEL KÜN SANG SUM GYI
Simplemente llamarle disipa toda angustia. Aparece como la encarnación espontánea
DOR JE SUM GYI NGO WOR LHÜN GYI DRUB
Del cuerpo, palabra, y mente vajra de todos los Budas.
Plegaria de las siete ramas OG MIN CHÖ YING PHO DRANG ME Residiendo en el palacio Akanistha del Dharmadhatu,
KU SUM DU DREL ME PA YI
Inseparable de las tres kayas, RANG RIK NGO WO LA MA LA Está el lama —la consciencia de nuestra propia naturaleza—.
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RANG NGO SHE PAI CHAK GI DÜ El reconocimiento de su naturaleza es mi postración ante el.
PANG LANG DREL WEY CHÖ PA BUL
Yo hago ofrendas sin conceptos de dar o recibir.
DIK TUNG KYE ME LONG DU SHAK
Yo purifico en la gran esfera no nacida todas las acciones negativas y rotura de votos,
LO DE CHEN POR JE YI RANG
Y me regocijo de la completa transcendencia de la mente .
JÖ DREL CHÖ KHOR KOR WAR KÜL
Por favor, haz girar la rueda del inexpresable Dharma.
PHO GYUR DREL WAR ZHUG SÖL DEB
Yo ruego que permanezcas en tu inmutable naturaleza.
GE TSOK MIK ME CHEN POR NGO
Sin punto de referencia, yo dedico todas las acumulaciones de virtud.
SÚPLICA
AL LAMA
CHOK DÜ GYEL WEY KU SUNG THUK KYI JIN Tu encarnas las bendiciones del cuerpo, palabra y mente de los Budas de todos los tiempos y lugares.
CHIK DÜ RIK DANG KYIL KHOR GYA TSOY DAK
Tu eres el maestro de un océano de mandalas y los cinco tipos de sabidurías.
NAM NANG GYEL WEY YE SHE GYU MEY GAR
Tu eres la danza de la ilusión, emanación de la sabiduría del Buda Vairocana.
DREN CHOK PEL DEN LA MAR SÖL WA DEB
Yo te suplico, glorioso lama, pensamiento supremo.
RECITACIÓN
DEL MANTRA
OM AH VAJRA GURU
MATI DHARMA SINGHA SARWA SIDDHI HUNG (Nombre espiritual de Jamgön Kongtrül)
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GU RUI KU YI NE NE ÖZER TSOK
Un torrente de rayos de luz irradian de los tres lugares del cuerpo del guru
RIM DANG CHIK CHAR DAK GI GO SUM ZHUK
Y entran en mis tres lugares sucesivamente y después todos a la vez.
DRIB ZHI DAK CHING WANG ZHI YE SHE THOB
Esto purifica los cuatro oscurecimientos y recibo así la sabiduría de las cuatro iniciaciones,
KU ZHI NGÖ DU CHE PEY KAL DEN GYUR
Que me capacitan para actualizar las cuatro kayas.
OM AH HUNG
(frente: sílaba OM y luz blanca, garganta: sílaba AH y luz roja, corazón: sílaba HUNG y luz azul. Luego todas a la vez)
KYE KYE KE PA JIK TEN MIK
Oh gran sabio, tu eres el guía omnisciente de este mundo.
DOR JE CHEN ZHAB LA MA JE
Noble lama vajra,
LE NGEN KHOR WAR KHYAM PA YI
Nosotros erramos por el samsara debido al poder de nuestro karma negativo;
DAK SOK DRO LA TSE WEY GONG
Piensa con compasión en todos nosotros.
CHIN GYI LOB SHIK RIN PO CHE
Rinpoche, por favor, danos tu bendición.
SI LE NGE JUNG DRAK PO YI
Completamente hastiados del samsara,
DI TÖ DÜN MA LÖ THONG SHING
Pueda yo ser libre de todas las expectativas por esta vida mundana
NYE KA DEL JOR RIM CHEN LÜ
Estando dotado de este precioso cuerpo humano, junto con el tiempo libre y los recursos tan difíciles de obtener,
DÖN DANG DEN PA DRUB PAR SHOK
Pueda yo usarlos de manera significativa.
WEN PEY RI NGOK NYAM GA WAR
En la soledad de un apacible lugar en la montaña,
CHÖ GYE CHING WEY GYA LE DRÖL
Pueda yo ser liberado de la trampa de los ocho valores mundanos.
RANG DRÖL GU YANG DAM CHÖ KYI
Autoliberado, espacioso, el epítome del Dharma genuino,
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YANG TSE LO DE CHAK GYA CHE Y trascendiendo la mente —esto es Mahamudra—.
MI GOM DÖN DANG MIN DREL ZHING
Meditandono sin esfuerzo y sin estar aparado de esta realidad,
RANG BAB NE LUK NGÖN GYUR NE
Actualizando la verdadera naturaleza de la mente que se posa sobre si-misma,
NYI DANG YER ME CHEN PO DZÖ
Haz, te lo ruego, que sea completamente inseparable de ti
GU RU GYE PEY DI KE SUNG
Entonces, el guru instruye alegremente:
DA TEY RANG RIK THA DREL GYI
“La consciencia de este mismo momento, libre de todos los extremos
THA MEL SHE SHE PA ZO ME DU
Es la mente ordinaria; permanece ahí de manera calma y relajada
MA CHÖ LHUK PAR TSEN GYI ZHOK
Sin actuar y sin añadir nada más.
TSOK DRUK YÜL GYI NANG WA DI
Al relacionarme con estas apariencias —los objectos de las seis conciencias—
PANG LANG CHE CHÖ DZIN ZHEN BOR
Abandona el tomar y rechazar, aferrarse y apegarse, todo artificio.
SEL TONG KYE ME NYAM NYI LONG
Reconoce lo que surge naturalmente, la consciencia prístina, que es no-nacida,
RANG JUNG RIK PA KHYEN YANG TSEL
La vasta esfera de la ecuanimidad, claridad y vacuidad inseparables.
YE SHE ZHEN DU MA TSÖL WAR
No busques la sabiduría en ningún otro lugar,
RANG SHAR RANG DRÖL E MA HO
Ya que surge por sí misma y es auto-liberadora. ¡Qué maravilla!”
ZHE PEY NGO TRÖ TSEL NE KYANG
Habiendo dado estas instruciones clarificadoras,
KYE PA CHEN PÖ RANG LA THIM
El lama se disuelve gozosamente en mi.
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LA MA RANG SEM NANG WEY CHA El es el aspecto luminoso de mi propia mente .
YIN LA YIN PAR SHE PA YI
Al reconocer que esto es así,
GU RUY THUK DANG RANG GI SEM
Yo reconozco que la mente del guru y la mía
YER ME YE NE DU DREL ME
Nunca han estado separadas, nunca involucradas en encuentros y despedidas.
DÖN GYI LA MA RANG ZHEL JEL
Esto es, en sí mismo, el ver el verdadero rostro del lama último.
GE TSOK DRO KÜN LA ME KYI Dedico cualquier mérito que haya sido acumulado, para que todos los seres sensibles
CHANG CHUB DAM PA THOB CHIR NGO
Puedan alcanzar el incomparable y genuino despertar.
DE CHEN DOR JEY SEM DRUB TE
Mediante el logro de la gran y dichosa mente vajra,
PEL DEN LA MEY SA THOB SHOK
Pueda yo alcanzar el estado del glorioso lama.
El lama Thinley Gyamtso, de la familia del gran rey del Dharma, solicitó esta práctica, y como un gesto de no rechazarle, aquel que es llamado Bodhisattva Jamgön Tulku, Peldan Khyentse Ozer, Ngakwang Chokyi Nyima, escribió esto en la habitación sobre el templo principal de Dowolung Tshurphu. Pueda ello servir a una buena causa. Esta práctica fue transformada por el III Jamgön Kongtrul, Karma Lodrö Chokyi Senge, en una en la cual su nombre en Sánscrito se incluye en el mantra, y así se llena de bendición. Esta traducción fue realizada, al inglés, por Ringu Tulku y Michele Martin durante mayo de 1992, en Sikkim.
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PLEGARIA PARA EL PRONTO RENACIMIENTO de Jamgön Kongtrül Rinpoche por el XIV Dalai Lama
DE SHE MA LÜ TRUN PEY YAB GYÜR KYANG Padre de todos los sugatas que apareces como el Bodhisattva del indestructible discernimiento y otros,
GYAL SE TSÜL ZUNG DOR JE NÖN PO SOK
Poseedores de las diez capacidades, Bodhisattvas y sus seguidores,
TOP CHU NGA WA SE DANG LOP MAR CHE
¡Os pedimos que la fuerza colectiva de vuestra mirada compasiva
KÜN GYI TUK JE TU PUNG DENG DIR KYE
Se dirija hacia nosotros en este tiempo y lugar!
LO DRÖ TA YE TUK KYE GO CHA TEN
Maestro y gentil protector, tu infinita inteligencia y la inexpugnable armadura de tu compromiso
KA TER DAM CHÖ DZÖ KYI GO CHE NE
Han abierto el tesoro del Dharma de las enseñanzas orales
MA WEY SENG GEY TEN PA KYONG DZE PA
A través de las cuales tu perpetuas la doctrina del León de la Palabra.
JAM GÖN LA MEY YANG TRÜL NYUR JÖN SÖL
Por favor, ¡Retorna pronto entre nosotros en tu nueva encarnación!
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GANG JONG DRUP GYU SHING TA CHE GYE SOK Insondable en tu decisión de mantener, mediante ambas, la enseñanza y la práctica,
RI ME TEN SÖL SHE DANG DRUP PA YI
Todos los variados sistemas dentro de la tradición Budista.
DZIN PEY TUK KYE ZAP MO LAR GONG TE
Incluyendo los ocho vehículos, los linajes de la práctica de Tíbet. DRÜL ME TRÜL PEY RÖL GAR NYUR TÖN SÖL
Por favor, ¡Renueva tu resolución y manifiesta pronto entre nosotros el inconfundible despliegue de tu nueva encarnación!
NYAM TOK YÖN TEN ZHI TÜL SHUK SOK
Manifestando en tu persona las más excelsas cualidades,
DAM PEY YÖN TEN TA DAK LHUR DZE CHING
Los logros de la experiencia y la realización, la tranquilidad, la disciplina y la humildad,
NYIK DÜ DRO DÖN KUR GYI MI NGAL WEY
Soportando impávido la carga de trabajar por los demás en estos tiempos degenerados,
KYE TRÜL TEN PEY GYEN DU NYUR JÖN SHOK
¡Retorna pronto entre nosotros bajo una nueva encarnación, la joya del Budismo!
CHOK SUM GYAL WA ZHI TROY TUK JE DANG
¡Pueda el poder de la compasión de los tres sublimes y de los victoriosos pacíficos y airados,
LU ME TEN JUNG LHAK SAM DEN TSIK TOB
El poder de los inevitables efectos de las condiciones interdependientes, el poder de la sinceridad de tus palabras, basadas en la más noble intención,
DOR JE NAK PO CHAM DRAL TRIN LE TÜ
Y la fuerza de la energía del indestructible protector negro y su consorte,
MÖN PEY NEY DI GEK ME DRUP PAR SHOK Producir el cumplimiento incondicional a que aspiran nuestras plegarias
El León del Dharma de la Inteligencia, Jamgön Kongtrül, ha entrado en el estado de la profunda paz. En respuesta a la solicitud del labrang de Jamgön Kongtrül y sus ayudantes personales, el seguidor de Buda Shakyamuni Tendzin Gyatso ha compuesto esta plegaria para la pronta manifestación de su perfecta emanación, su nueva encarnación, en el quinto día del cuarto mes del año del pájaro.
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Notas 1. Sikkím está al Norte de la India, en su frontera con el Tíbet, y enclavado entre el Nepal al Oeste y el Bhután al Este. Independiente hasta 1975, fue después anexionado a la India. El monasterio de Rumtek es la sede de los Karmapas desde que estos se encuentran en exilio. 2. La traducción inglesa de esta Enciclopedia de los conocimientos fue emprendida por un comité internacional de traductores creado por Kalu Rinpoche que, en ello, veía el mejor medio para ofrecer una referencia rigurosa del estudio del Dharma. 3. Los discípulos de Kongtrül Rinpoche decidieron continuar el conjunto de actividades y realizaciones en curso. 4. Dakpo Kagyu Ling es la sede del Gyalwa Karmapa en Europa y sus directores son Lama Jigme Rinpoche y Gendun Rinpoche (ver sus libros Libertad a través de la meditación y Las emociones , edit. imagina) 5. El Ven. Lama Tonsang dirige Karma Migyur Ling, Montchardon, Francia. 6. Sinónimo del estado de Buda. 7. Cuando en el curso de esta enseñanza Kongtrül Rinpoche se expresaba en Tibetano, utilizaba por supuesto el término ‘lama’. Si lo hacía en inglés utilizaba el término Sánscrito equivalente, esto es, ‘guru’. Se emplea aquí tanto el uno como el otro. 8. En el Vajrayana se distinguen la ‘Vía de los medios’, constituidos en la escuela Kagyu por los Seis Dharmas de Naropa y la ‘Vía de la liberación’, equivalente del Mahamudra . 9. Actualmente el Budismo Tibetano comprende cuatro grandes linajes : Ñingma, Kagyu, Sakya y Geluk. El linaje Kagyu remonta hasta Marpa (s. XI) quien tuvo a Milarepa como su principal discípulo, al que a su vez sucedió Gampopa . Tras éste el linaje Kagyu se divide en diversas ramas, una de ellas fundada por el Primer Karmapa, Düsum Khyenpa (s. XII), conocida después bajo el nombre de linaje Karma Kamtsang o Karma Kagyu (ver breve historia del linaje en Joyas de la sublime vía de Gampopa... , edit. imagina) 10. Estas marcas o signos son los detalles físicos contemplados tradicionalmente como característicos de los Budas. 11. Las estrofas de invocación a los lamas del pasado (3-26) no serán comentadas por Kongtrül Rinpoche. 12. En el caso de Buda o de un gran lama, ‘partir para el nirvana’ es sinónimo de fallecer. 13. Término con el que se designan los ocho grandes linajes originales del Budismo Tibetano. 14. Los pensamientos no tienen ninguna localización ni realidad material; no existen sino en la mente, igualmente desnuda de toda característica material, y es por ello que están ‘vacíos’. 15. Expresión para significar el fallecimiento de un gran lama. 16. Los votos del monje. . 17. De Mirik a Siliguri se necesitan cerca de dos horas y media.
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GLOSARIO Extraído del Léxico básico de Budismo Tibetano (ed. imagina), los
términos en cursiva remiten a otros explicados en dicho léxico.
Acción : En la trilogía visión, meditación y acción , la acción designa las
cualidades que se quieren desarrollar en el curso de la actividad ordinaria, fuera de las sesiones de meditación. La acción comprende principalmente tres aspectos: compasión, devoción y desinterés por el samsara .
Actividades (cuatro): La mente de un Buda se expresa espontáneamente para
el bien de todos los seres manifestando una actividad despierta a la que se atribuyen cuatro modos: 1. pacificación; 2 . crecimiento; 3. poder; 4. violencia.
Actos negativos : se dice que los actos son ‘negativos’ cuando el efecto de
rebote se traduce, debido a la ley del karma, en un sufrimiento para el autor del acto, sobre todo en una vida futura. En efecto, los actos negativos imprimen ciertas virtualidades en el potencial de conciencia que madurarán lentamente, produciendo un determinado tipo de existencia o bien las circunstancias dolorosas de la misma. El proceso es similar al de la formación de las pesadillas, expresión de datos almacenados por nuestro inconsciente a partir de acontecimientos reales. Debe considerarse aquí al término ‘acto’ en un sentido más amplio que de costumbre, en la medida en que no se limita a una acción física, sino que se aplica también a nuestras palabras y pensamientos. De este modo, matar o robar serán actos negativos, pero también, por ejemplo, las palabras hirientes o la agresividad misma que se alimente en el interior.
Actos positivos : Se dice que los actos son ‘positivos’ cuando engendran, conforme a la ley del karma, nuestra propia felicidad. Su modo de
funcionamiento y campo de aplicación son los mismos que los de los actos negativos. Por tanto engloban actividades físicas (salvar una vida, dar a los necesitados, ofrecer una flor sobre un altar...), orales (las palabras reconfortantes, la recitación de plegarias y mantras. ..) y mentales (la benevolencia, la alegría...).
Agregados (cinco): Son la descripción del funcionamiento de la individualidad, prisionera de la dualidad y de la ilusión . Son los siguientes:
□ El agregado de las formas: los elementos físicos, y más particularmente el cuerpo. □ El agregado de sensaciones: agradables, desagradables o indiferentes. □ El agregado de las percepciones: la comprensión de la naturaleza de lo que produce el agregado de las sensaciones.
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□ El agregado de las voliciones: reacciones en relación con los objetos percibidos. □ El agregado de las conciencias . Estos agregados ya no existen al nivel de la pureza del estado de Buda, sino que se transforman entonces en los cinco Budas Trascendentes. Amithaba : Uno de los cinco Budas Trascendentes , objeto de una particular
devoción popular. Esta muy extendido en Oriente el deseo de renacer, tras la muerte, en su campo puro , el Campo de Beatitud . Su nombre significa ‘Luz infinita’.
Asidad : (Sct. tathata ) El hecho de ser ‘así’: denota la imposibilidad de
determinar la realidad última de los conceptos. Sin embargo se utiliza el término en un contexto que, implícitamente, transmite la idea de que esta ausencia de determinación viene dotada con todas las cualidades del despertar, no siendo una simple vacuidad.
Bardo : Utilizado sin mayores precisiones, designa el intervalo que separa la
muerte de un nuevo nacimiento. Su duración teórica es de 49 días.
Bodichita : En Sct. Bodichita . La mente orientada hacia el despertar para el
bien de los demás. La Bodichita comprende dos aspectos: □ La ‘Bodichita absoluta’, que designa la comprensión de la vacuidad de todas las cosas. □ La ‘Bodichita relativa’, significando el desarrollo y la práctica de la compasión . A su vez se divide en dos: la Bodichita intencional y la ‘Bodichita aplicada’; la primera se explícita a través de los cuatro pensamientos ilimitados, y la segunda por la práctica de las seis paramitas . La Bodichita constituye el corazón del gran vehículo (sinónimo: el espíritu del despertar’).
Bodhisattva : el que se compromete en la vía de la Bodichita queriendo
alcanzar el despertar no para obtener la propia felicidad, sino para lograr las mayores capacidades posibles para ayudar a los seres. Se pueden distinguir dos tipos de Bodhisattvas: □ Los seres ordinarios que, hechos los votos del Bodhisattva, se comprometen a practicar la Bodichita y desarrollan la voluntad de obrar para el bien de los seres hasta el fin del samsara; □ Los que han alcanzado ya la liberación y se sitúan en las diez tierras de los Bodhisattvas. Se hayan entre ellos seres físicamente presentes en nuestro mundo, y otros que permanecen en ámbitos de manifestación más sutiles, tales como Chenresi, Manjushri, etc., a los que, por mayor comodidad, se llama a veces los ‘Bodhisattvas celestes’. Cuando se lo utiliza sin mayor
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precisión, el término de ‘Bodhisattva’ se refiere generalmente a la segunda categoría. Buda : Antes de calificar a una persona el término ‘Buda’ es en primer lugar un
adjetivo que significa ‘despierto’. Por lo tanto la palabra es ambivalente, designando tanto un estado como a la persona que ha alcanzado dicho estado, tanto al ‘despertar’ como al ‘despierto’. En Tibetano se dice ‘san gyé’, cuya etimología permite comprender bien lo que se entiende por Buda: la primera sílaba, ‘sang’, significa ‘purificado’, indicando que la mente de un ‘despierto’ está totalmente purificada de disfunciones tales como las emociones conflictivas y la ignorancia fundamental ; la segunda sílaba, ‘gyé’, significa ‘plenitud’, indicando que se han desplegado las infinitas cualidades propias de la mente, hasta entonces sólo latentes. A menudo se agrupan las cualidades de un Buda en tres grandes facultades: 1. la omnisciencia , el conocimiento de la verdadera naturaleza de todos los fenómenos, así como la diversidad de su manifestación en los tres tiempos ; 2. el amor que, para cada ser sin excepción, es igual al de una madre por su único hijo; 3. el poder de ayudar a los seres. De dónde vemos hasta que punto la obtención del estado de Buda está lejos de ser una especie de fusión con la nada, como lo han creído algunos eruditos Occidentales. Lo que verdaderamente es un Buda sobrepasa nuestras facultades de comprensión. La noción de los ‘ tres cuerpos ’ tiende a hacernos vislumbrar su inmensidad. La expresión ‘el Buda’, sin más especificaciones, designa al Buda Shakyamuni . Campo de felicidad : (Tib. ‘dewachen’; Sct. ‘sukhavati’), Campo puro o tierra pura del Buda Amitabha , reputado de más fácil acceso que los otros. Campo puro : ámbito de manifestación que surge de la dinámica pura de la mente de un Buda . El concepto es vecino del de paraíso. Existen numerosos
campos puros, cuyo acceso dependerá de nuestra aspiración y de nuestra pureza. Los campos puros se sitúan fuera del samsara, y no les afecta el sufrimiento. Renacer en ellos no significa necesariamente haber alcanzado el despertar, pero ofrece los medios para progresar con rapidez. Chö : Ritual en el curso del cual uno imagina que ofrece su cuerpo a las
divinidades y a los demonios. La palabra significa ‘cortar’, ya que se trata de cortar el ego. Circunambulación : Acto de caminar alrededor de una estupa , templo o
montaña sagrada. En la tradición Budista las circumambulaciones se efectúan en el sentido de las agujas del reloj.
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Compasión : Noción esencial del Budismo y todavía más del gran vehículo , la compasión es la voluntad de liberar a todos los seres del sufrimiento y de las
causas del sufrimiento.
Compuesto : Lo que aparece como dependiente de causas y circunstancias y es
impermanente. De este modo, todos los fenómenos del samsara son compuestos.
Cualificaciones (diez): Las diez condiciones que caracterizan una preciosa
existencia humana, se dividen en dos grupos: A. LAS CINCO CUALIFICACIONES INTERNAS:
1. La existencia humana. 2. Nacer en un país en el que se enseña el Dharma. 3. La integridad de las facultades psíquicas y físicas. 4. La práctica de un oficio o profesión que no sea contrario al Dharma. 5. la confianza en las Tres Joyas. B. LAS CINCO CUALIFICACIONES EXTERNAS: 6. Debe haberse manifestado un Buda. 7. Tiene que haber enseñado. 8. Su enseñanza debe permanecer viva. 9. Debe agrupar a numerosos fieles. 10. deben contar con estructuras favorables para la práctica. Cuerpos (tres): Se describe el ser de un Buda en términos de ‘cuerpos’, no
significando realidades físicas, sino diferentes modalidades de una realidad única. La palabra ‘cuerpo’ es, en este contexto, bastante próxima de la de ‘persona’ tal como se utiliza en el concepto cristiano de Trinidad. La división más corriente contempla tres aspectos: □ El 'cuerpo absoluto’ (Sct. ‘Dharmakaya’), que designa al ser más allá de toda determinación espacial, temporal u otra, y que corresponde a la vacuidad; □ El ‘cuerpo de gloria’ (Sct. ‘Sambhogakaya’), que se manifiesta en los campos puros para guiar a los seres que ya han alcanzado niveles espirituales muy elevados; □ El ‘cuerpo de emanación’ (Sct. ‘Nirmanakaya’), que aparece bajo forma humana u otra forma material, para guiar a los seres ordinarios.
Dakini : Ser celeste y femenino bastante parecido a los ángeles de la tradición
Occidental, e incluso a las hadas de la Edad Media. La mayor parte de las dakinis están liberadas del samsara, aunque también las hay todavía prisioneras.
Damtsiks (Sct. ‘samaya’): Compromisos sagrados que asume el practicante del Vajrayana . Son muy numerosos, pero se considera que los dos principales son
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el no adoptar nunca una actitud de rechazo hacía un lama del que se haya recibido una iniciación, y el permanecer en armonía con los hermanos y hermanas vajra . Devoción : Cualidad esencial del Vajrayana al considerar que no se puede
alcanzar la realización de la naturaleza de la mente sin recibir la gracia de un maestro. Si se haya activa, pertenece al discípulo abrirse a ella por medio de la devoción, lo que cubre las nociones de respeto, confianza amor y fervor. Dewachen : Campo de felicidad. Dharma : En amplio sentido designa la vía espiritual; de modo más restringido
es sinónimo de la enseñanza del Buda. También se habla del ‘Dharma temporal’ (o ‘mundano’) y del ‘santo Dharma’: el primera designa el compromiso en las actividades ordinarias de esta vida, y el segundo en la vía que lleva a la liberación. La expresión en plural de ‘todos los dharmas’ se refiere a todos los fenómenos. Dharmakaya : Cuerpo absoluto. Dharmas de Naropa (seis): Grupo de métodos esotéricos también llamado los
‘seis yogas de Naropa’ o las ‘seis doctrinas de Naropa’, que apuntan a integrar en la vía no sólo nuestra experiencia de la vigilia, sino también la del sueño, del sueño profundo, de la muerte y del bardo. Son los siguientes: 1. el tumo ; 2. el cuerpo ilusorio; 3. el sueño; 4. la clara luz, 5. la transferencia de conciencia ; 6. el bardo . Dharmas mundanos (ocho): Actitudes mundanas . Dualidad : Alteración fundamental de la pureza original de la mente, que
introduce una escisión ilusoria entre sujeto y objeto, yo y el otro. Emociones conflictivas (Sct. ‘kleshas’): desde el momento en que se instaura la
dualidad ‘yo — otro’, el juego de las emociones conflictivas toma necesariamente lugar entre ambos polos de la separación. Se cuentan seis principales, de las que las seis primeras son la raíz de las demás: deseo-apego, odio-aversión, ceguera u opacidad mental, posesividad, celos, orgullo. Está claro que aquí se toma el término emoción en un sentido diferente al ordinario. Así, la emoción que procura una película, una novela o un bello paisaje, se sitúa sobre otro plano que el de las ‘emociones conflictivas’. De modo inverso, no se considerara normalmente al orgullo como una ‘emoción’. Hay que recordar por tanto el uso específico que hace el Budismo de este término (sinónimos, ‘emociones perturbadoras’, ‘pasiones’).
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Espíritu del despertar : Bodichita. Gracia :
El poder de la mente despierta. Esta gracia se manifiesta particularmente al través de los maestros realizados, pero también se transmite por medio de los rituales, estatuas, monumentos, textos y por los objetos sagrados. La devoción permite el abrirse a ella.
Hermanos y hermanas vajra : Aquellos en cuya compañía hemos recibido una
iniciación. Se dice que la relación que nos une a ellos es muy estrecha, y que debe verse regulada por la visión pura . Infiernos : Lugar de intensos sufrimientos creado tras la muerte por nuestra
propia mente, como consecuencia de actos particularmente negativos. Pese a que los infiernos carecen de existencia propia, se experimentan los sufrimientos bajo la forma de una especie de gigantesca pesadilla, sin que se detecte su irrealidad. Ignorancia : En sentido metafísico, el hecho de que la mente no reconozca su
propia naturaleza; que permanezca como alienada con relación a su esencia. Iniciación : Ritual del Vajrayana que transmite la gracia particular que permite la práctica de una divinidad dada. Por tanto existen numerosas iniciaciones.
Se transmiten a veces junto con el compromiso del discípulo de hacer efectiva la practica de la divinidad, pero también pueden recibirse en ciertos casos como una simple bendición. Inteligencia : Conocimiento. Ilusión : El hecho de tomar por real lo que no lo es y, en particular, otorgar una
realidad autónoma inadecuada al individuo y a los fenómenos. La ilusión que, de hecho, es un error fuertemente anclado en nuestra mente , es el fundamento del samsara . Joyas (tres): El Buda , el Dharma y la Sangha , los fundamentos de la práctica
Budista. Kagyupa : Linaje fundado por Marpa en el S. XI que, después, se diversificó en
numerosas ramificaciones. Las dos ramas principales son, hoy, el linaje ‘Karma Kagyupa’ y el linaje ‘Drukpa Kagyupa’. Karma : la ley del karma describe el encadenamiento que religa causas y efectos y rige al conjunto de la manifestación . La manera como el mundo nos
aparece y la experiencia que de él tenemos, no son por tanto contemplados como producto del azar o la creación de un dios todopoderoso, sino como el resultado de los actos, palabras y pensamientos de nuestras vidas pasadas. 134
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El proceso del karma se desarrolla en tres tiempos: 1º. un acto operando como causa imprime una huella en la mente del que obra; 2º. una ‘puesta en memoria’ en las profundidades del potencial de conciencia (equivalente al inconsciente), durante un período de duración indefinida a lo largo del cual se produce una maduración; 3º. una actualización bajo forma de una situación precisa, de una alegría o sufrimiento particular, que es el resultado o efecto. Se dice que esta ley es ‘infalible’, es decir, ‘sin error’, en la medida que una misma causa produce necesariamente un mismo efecto, del mismo modo que una semilla de geranio da siempre un geranio y nunca una amapola. Y sin embargo ‘infalible’ no significa ‘ineluctable’, pudiendo intervenir nuevas causas que modifiquen la anterior: aunque una semilla de rosal produzca siempre rosas, esta flor no se abrirá si se han utilizado herbicidas antes de su desarrollo. Por lo mismo, siempre es posible una purificación del mal karma. Las implicaciones de la ley del karma son extremadamente complejas: se dice que sólo un Buda puede comprenderlas todas. Pero cabe deducir dos grandes reglas: los actos motivados por el egoísmo y por el rechazo al prójimo siempre conducen en el futuro a nuestro propio sufrimiento; los actos movidos por el amor desinteresado engendran en el futuro nuestra propia felicidad. La ley del karma presupone la dualidad sujeto/objeto. Por lo tanto no vale para un Buda, cuya mente se encuentra más allá de la dualidad. Una acepción menos precisa del término hace que se lo emplee a menudo para designar el potencial kármico de una persona, o bien la expresión actual del mismo. Se dirá por ejemplo: ‘tiene el karma para ser rico’, o ‘tiene el karma para ser débil’. Karmapa : Los Karmapas, considerados como emanaciones de Chenresi, son los jefes del linaje karma kagyupa . Fueron los primeros que inauguraron el sistema de tulkus . Sus reencarnaciones han sido reconocidas sin interrupción
desde el S. XII (en que vivió el 1º Karmapa Düsum Khyenpa, discípulo de Gampopa ) hasta nuestros días, en esta época del XVII Karmapa. La palabra ‘Karmapa’ significa ‘el que realiza la actividad (de Buda)’. Lama : Traducción del Sánscrito ‘guru’, ‘lama’ designa al maestro espiritual, sobretodo en el marco del Vajrayana . En su origen el término se reservaba a
los maestros plenamente realizados, pero en nuestros días se aplica también a las personas que tienen una cierta experiencia en la vía y que pueden enseñarla. La mayor parte de los lamas son monjes, pero algunos de ellos pueden estar casados, especialmente en el linaje Ñingmapa .
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Hay que afirmar sin embargo, contrariamente a lo que a veces se piensa, que no todos los monjes son necesariamente lamas. Lama-raíz : En sentido amplio es el lama —tomado en su acepción original— a quien se reconoce como al ‘propio’ maestro; de modo más restringido es el lama que nos permite obtener una experiencia directa de la naturaleza de la mente. Liberación : El hecho de salir del samsara y, por tanto, del sufrimiento . Libertades (ocho): Para verse dotado con la preciosa existencia humana hay
que estar libre de las ocho condiciones de existencia: 1. la condición infernal, 2. la condición de un espíritu ávido , 3. la condición animal, 4. el pensamiento agnóstico, 5. la condición de dios, 6. la adhesión a sistemas filosóficos que contradicen el Dharma , 7. el nacimiento en épocas desprovistas de enseñanzas espirituales, 8. los impedimentos físicos que interfieren en la práctica del Dharma .
Linaje : cuando se introdujo el Dharma en el Tíbet procedente de la India, los
maestros Tibetanos —en conformidad con los diversos maestros hindúes de los que recibieron iniciaciones e instrucciones— constituyeron sistemas, cada uno con su propia coherencia y poder carismático, siendo su transmisión la que después dio lugar a los linajes. De este modo se formaron al principio ocho grandes linajes, de los que hoy subsisten íntegramente cuatro. Sus diferencias versan sobre los rituales, métodos y el uso de un vocabulario específico, pero sin concernir a los fundamentos de la enseñanza.
Linajes (cuatro): Los cuatro grandes linajes o cuatro escuelas del Budismo Tibetano contemporáneo, son: Ñingmapa, Kagyupa, Sakyapa y Gelukpa . Lodrö Thaye (o Jamgön Kongtrül Lodrö Thaye): Uno de los mayores maestros
del Budismo Tibetano en el S. XIX (1813-1899). Trabajó sobre todo para un mayor aprecio mutuo entre las diferentes escuelas Budistas, componiendo numerosas obras, entre las que destaca la muy célebre ‘Enciclopedia de los conocimientos (Budistas)’.
Mahamudra (Tib. chak chen): Término que designa, sobretodo en el linaje Kagyupa, la naturaleza última de la mente y los métodos de meditación que
conducen a ella (sinónimo: ‘gran sello’ ‘gran símbolo’).
Mahayana : Vehículo. Manifestación : En el Budismo no es considerada como la producción de un Dios creador, sino como la expresión de la dinámica de la mente. Si esta
dinámica es pura, esto es, cuando la mente está despierta, la manifestación se expresa de modo infinito y libre, fuera de los polos de la dualidad . Si, al
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contrario, la mente permanece sometida a la ilusión , entonces la manifestación se ve condicionada por la ley del karma . Manjushri (Tib. Jampel Yang): Bodhisattva del conocimiento. Mantra : Fórmula sagrada enunciada en Sánscrito que a menudo se recita numerosas veces seguidas. Es indisociable de una divinidad , de la que expresa
la realidad plena. El mantra transmite el poder de la divinidad.
Medios : Todos los actos realizados en el seno de lo relativo, pero que permiten un enriquecimiento espiritual: los rituales, la recitación de mantras , las visualizaciones , las prosternaciones , las circunambulaciones, las ofrendas, el don, la paciencia, etc. Estos medios hábiles enseñados por los Budas son la expresión de su compasión . Medios y conocimiento forman juntos la vía
espiritual completa. Para demostrar que no es posible separar un aspecto de otro, se los compara a las dos alas del pájaro sobre el que se cabalga para alcanzar la ‘ciudad de la liberación’.
Meditación : Ejercicio que en un primer tiempo permite pacificar la mente , y en
un segundo tiempo descubrir su verdadera naturaleza. Consiste esencialmente en establecer una vigilancia sin distracciones, con la ayuda o no de un soporte para la concentración. Por tanto el alcance del término es ligeramente distinto al que corrientemente se da en castellano, que designa un proceso de reflexión sobre un sujeto dado.
Mente : En el vocabulario Budista el término ‘mente’ cubre dos acepciones que
no acostumbramos a designar con la misma palabra: □ El funcionamiento ordinario de la mente que solemos llamar ‘psiquismo’ y que, en Occidente, constituye el objeto de estudio de la Psicología; □ La esencia pura y no dual de la mente más allá de cualquier fluctuación del psiquismo, y que más bien llamaríamos el ‘ser’, cuya ciencia es la rama de la metafísica llamada ‘ontología’. Si no se quiere caer en contrasentidos que impedirían cualquier comprensión, es indispensable conservar en la memoria este doble sentido. Por ejemplo, en las expresiones ‘conocimiento de la mente’ o ‘naturaleza de la mente’ siempre se tratará del segundo. Es, entonces, un conocimiento de lo absoluto; no un acercamiento de orden psicológico.
Milarepa : Yogui del S. XI que aparece como la figura más célebre del Budismo
Tibetano. Practicó en su juventud la magia negra para satisfacer el deseo de vengar a su madre. Más tarde, arrepentido, se volvió hacia el Dharma , encontrando a su maestro Marpa quien, para purificarlo antes de transmitirle su enseñanza, lo sometió a numerosas pruebas. Tras ello Milarepa meditó en grutas durante largos años, hasta que pudo alcanzar el estado de Buda. Su
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irradiación atrajo a numerosos discípulos. Milarepa debe su fama no sólo a su propia realización, sino también a los numerosos cantos espirituales que compuso. Mirada pura: Visión pura. Modo de ser : Lo que verdaderamente es. Equivale a ‘naturaleza última’ o
‘realidad absoluta’.
Motivación : Hay varias motivos que pueden conducirnos a la práctica del Dharma , como la obtención de una cierta felicidad en esta vida o la liberación personal. Sin embargo en el Mahayana se considera que la motivación más alta es el deseo de alcanzar el despertar para poder liberar del sufrimiento a todos los seres, estableciéndolos en la definitiva y auténtica felicidad del estado de Buda . Mundos (seis): el conjunto del samsara se divide en seis mundos o clases de
seres: 1. los infiernos; 2. los espíritus ávidos; 3. los animales, 4. los hombres; 5. los semidioses; 6. los dioses. En realidad estos mundos que tomamos como reales, son proyecciones de la mente , de la misma naturaleza que el sueño. El renacimiento en uno u otro de ellos se debe a los condicionamientos latentes debidos a nuestro karma y a las emociones conflictivas , al igual que surgen los sueños del inconsciente.
Mundos inferiores (tres): Los infiernos , el mundo de los espíritus ávidos y el
de los animales.
Nagarjuna : Maestro del Budismo hindú que fue el mayor teórico del
Madhyamika.
Naturaleza de la mente : Lo que es la mente en términos de ontología y no de psicología. La naturaleza de la mente es la unión de la claridad y de la vacuidad . Nirvana : El fin último de la vía, sinónimo de despertar. El Hinayana lo concibe como el cese de la ignorancia y de las emociones conflictivas , trayendo consigo la interrupción de los renacimientos samsáricos . El Mahayana
considera este estado como parcial, como una etapa en el camino y no como su término. Para él, el nirvana auténtico y completo añade, al cese de la ignorancia, el desarrollo de una infinita compasión puesta en obra a través de los medios hábiles . A éste se le llama también ‘nirvana sin morada’, es decir, que no reside en los extremos de la quietud o del devenir (el samsara ).
Plegaria al linaje Mahamudra : También Súplica a Vajradhara (publicada en Joyas de la sublime vía , ed, imagina).
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Omnisciencia : Una de las cualidades de un Buda . Se aplica en dos planos:
□ El conocimiento ‘tal cual’ de todos los fenómenos. Dicho de otro modo, su realidad última. □ El conocimiento de la ‘diversidad’ de todos los fenómenos, o dicho de otro modo, de la totalidad de la manifestación en su diversidad.
Plegaria de las siete ramas : Plegaria u oficio tradicional que puede revestir
diferentes formas en las que siempre coinciden los siete puntos siguientes: 1. el homenaje, 2. la ofrenda, 3. el arrepentimiento de las faltas. 4. la alegría por el mérito acumulado, 5. la súplica a los Budas para que enseñen, 7. la intención.
Po-wa : Transferencia de conciencia.
la sexta paramita , la del conocimiento, esto es, el conocimiento directo del absoluto.
Prajñaparamita
Preciosa existencia humana : Se dice que la existencia humana es preciosa
cuando permite el progreso espiritual. Para ello es necesario reunir las condiciones exteriores y la aspiración individual que se detallan en la lista de la ocho libertades y de las diez cualificaciones.
Preliminares : Prácticas que permiten prepararse para la meditación profunda. En la tradición Kagyupa son, por tanto, las preliminares a la práctica del Mahamudra . Preliminares comunes : cuatro reflexiones que permiten anclar en nosotros la determinación de librarnos del samsara . Son las siguientes: □ La reflexión sobre la preciosa existencia humana y la dificultad de
obtenerla; □ la reflexión sobre la impermanencia y la muerte; □ La reflexión sobre la ley del karma ; □ La reflexión sobre la naturaleza insatisfactoria del samsara , a saber, la imposibilidad de evitar el sufrimiento en su seno, cualquiera que sea el mundo en el que se renazca.
Protectores : Divinidades que tienen por misión apartar los obstáculos y reunir las condiciones favorables para la práctica del Dharma . Ciertos de ellos
llamados ‘protectores de sabiduría’ han alcanzado la liberación, mientras que otros llamados ‘protectores mundanos’ son dioses o semidioses comprometidos en la protección del Dharma .
Purificación : Cada acto negativo realizado en esta vida y en las vidas pasadas deja latencias en nuestro potencial de conciencia que, cuando se actualizan al
término de un proceso de maduración, engendran nuestro propio sufrimiento, erigiéndose además como un obstáculo para nuestro progreso 139
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espiritual. Purificarse significa neutralizarlas, evitando o reduciendo sus efectos. Todos los actos de la vida espiritual participan en esta función, pero existen prácticas especificas como, por ejemplo, la de Dorje Sempa . Al borrar lo negativo, la purificación tiene como corolario la acumulación del mérito generado por lo positivo. Raíces (tres): Lamas, yidams y protectores . Las tres raíces son los vectores de energía despierta que permiten la práctica del Vajrayana . • Los lamas son la raíz de la gracia transmitida, en particular, durante las iniciaciones ; • Los yidams son la raíz de las realizaciones; • Los protectores y las dakinis de sabiduría son la raíz de la actividad. Refugio (lugares de): El término refugio significa ‘protección’. Los lugares de
refugio son aquellos bajo cuya protección nos ponemos, tanto desde el punto de vista temporal como desde el espiritual. En el marco de los sufras los lugares de refugio son las tres Joyas: el Buda, el Dharma y la Sangha . En el marco del Vajrayana se añaden las tres Raíces: los lamas, los yidams y los protectores.
Refugio (toma de): El hecho de colocarse bajo la protección de las tres Joyas y de las tres Raíces , tanto desde un punto de vista temporal como último. La
toma de refugio es una actitud interior, pero también una breve ceremonia que corresponde a la entrada ‘oficial’ en el Budismo.
Rinpoche : Título honorífico que significa ‘precioso’, dado a ciertos lamas por
causa de su realización o por su posición en la jerarquía.
Samsara : Los ‘ciclos de existencia’ compuestos por los seis mundos en los que
los seres giran, naciendo a veces en uno de ellos y a veces en otro. El samsara se caracteriza por el sufrimiento , la impermanencia y la ilusión .
Sangha : en un sentido amplio, la comunidad Budista; y en un sentido más
restringido, la comunidad monástica. Se habla también de la ‘Sangha ordinaria’ y de la ‘sublime Sangha’, comprendiendo esta última a los que ya han alcanzado las tierras de Bodhisattva .
Siddhi : Realizaciones . Sin-límites (cuatro): 1. amor sin límites; 2. compasión sin límites; 3. alegría sin límites; 4.
ecuanimidad sin limites. Estas cuatro cualidades constituyen la Bodichita intencional (sinónimos: los cuatro ilimitados, los cuatro inconmensurables).
Sufrimiento (tres clases de): El sufrimiento que caracteriza al samsara es el resultado de la dualidad , de las emociones conflictivas y del karma . Se le
contempla bajo tres formas:
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1. El ‘sufrimiento doloroso’ tal como normalmente se entiende, ya sea físico o
moral; 2. El sufrimiento del cambio, referido al hecho de que cualquier contento lleva en sí el germen del sufrimiento, por cuanto viviremos su ineluctable fin como una carencia dolorosa; 3. El ‘sufrimiento inherente a todos los compuestos ’ indicando que el estado samsárico, por razón de sus propias limitaciones, es siempre sufrimiento comparado con la plenitud de la liberación. Sufrimiento de los humanos (cuatro): Entre los diversos sufrimientos que
padece el ser humano los cuatro principales son los siguientes: 1. el nacimiento; 2. la vejez; 3. la enfermedad; 4. la muerte. Sugatagarbha : Naturaleza de Buda, el potencial para la iluminación inherente
en todos y cada uno de los seres. Estupa (Tib. chörten ): Monumento simbólico considerado como soporte de la mente de los Budas , y que tiene la función de ‘difusor’ de energía espiritual.
Existe una serie tradicional de ocho estupas, conmemorando cada una un acontecimiento de la vida del Buda . Tathagata : Epíteto de los Budas que significa ‘partido a la asidad .’ Tathagatagarbha . ‘El corazón de la marcha a la asidad’. Expresión sinónima de
‘corazón del despertar’. Tiempos (tres): Pasado, presente y futuro. Tierras del Bodhisattva (diez): La primera tierra de Bodhisattva corresponde
al primer grado de liberación. A continuación el Bodhisattva se eleva hacia el estado de Buda franqueando otros nueve grados, de los que los tres últimos (8ª, 9ª y 10ª tierra) se llaman las ‘tierras puras’. Cada una de las tierras tiene su propio nombre: 1. la perfecta alegría 2. la inmaculada 3. la luminosa 4. la irradiante 5. la de conquista difícil 6. la que se acerca 7. la que va a lo lejos 8. la inmutable 9. la de buena inteligencia 10. la nube del Dharma . Esta tierras son estados
extraordinariamente raros y elevados caracterizados, cada uno, por doce cualidades dobles. Por ejemplo, el Bodhisattva de la primera tierra puede crear 100 emanaciones de sí mismo, conocer 100 vidas pasadas, concentrarse simultáneamente sobre 100 objetos, etc., hasta alcanzar los 100 billones en la décima tierra. Más allá se sitúa el estado de Buda , cuyas posibilidades son infinitas.
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Tulku : En sentido pleno designa el cuerpo de emanación de un Buda. Sin
embargo el término se aplica, en el lenguaje usual, a los seres que han alcanzado un cierto grado espiritual que puede situarse en las tierras de los Bodhisattvas o aquende dichas tierras, y cuya reencarnación ha sido reconocida; ello les permite proseguir, en las mejores condiciones posibles, su propio desarrollo pudiendo, por otra parte, poner sus capacidades al servicio del Dharma y de los seres. El sistema de tulkus no estuvo vigente en la India antigua ni durante los primeros siglos de la difusión del Budismo en el Tíbet. Sólo a partir del S. XII se empezó a reconocer la reencarnación de los lamas difuntos. Vacuidad : Uno de los términos esenciales del Budismo y, quizás, uno de los
peor comprendidos. La vacuidad no designa ‘algo’, sino más bien la ausencia de algo. De modo sencillo cabría decir que ‘vacuidad’ significa la ausencia de toda determinación material, lo que implica ausencia de localización y de duración. Por ejemplo, de un sueño se dirá que es ‘vacío’, esto es, no tiene existencia material, no se sitúa en ningún sitio y su duración interna no es real. Ello no implica la negación total de su existencia, puesto que sí ha habido una manifestación , aunque no dotada con las determinaciones que estaríamos inclinados a adjudicarle. El Budismo considera que, de hecho, todos los fenómenos son vacíos de existencia propia, al igual que ocurre con los fenómenos del sueño. Una asociación de ideas muy corriente conduce a asimilar la vacuidad con la nada. Sin embargo la noción de vacuidad no se opone a las de consciencia y manifestación: vacuidad, consciencia y manifestación son indivisibles y no contradictorias. Vajradhara (Tib. ‘Dorje Chang’): Divinidad que personifica al Buda revelando los tantras . Vajrayana : Esoterismo Budista que pone especial acento en la recitación de mantras , la visualización de divinidades y el trabajo sobre las energías sutiles. Las enseñanzas del Vajrayana reveladas por el Buda fueron consignadas en los tantras . Se utiliza a veces este término como sinónimo de ‘Budismo
Tiberano’, lo que no es correcto, ya que éste agrupa a los tres vehículos, sin limitarse al solo Vajrayana. Vehículos (tres): designan las diferentes facetas de la enseñanza del Buda . Tradicionalmente son el vehículo de los oyentes , el de los Budas solitarios y
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el gran vehículo . Sin embargo la tendencia más reciente los clasifica del siguiente modo: • Pequeño vehículo (Sct. ‘Hinayana’), que reagrupa el vehículo de los oyentes y el de los Budas solitarios; • Gran vehículo (Sct. ‘Mahayana’); • Vehículo de diamante (Sct. ‘Vajrayana’) que, de hecho, es una rama del gran vehículo. Son numerosas las diferencias entre el pequeño y el gran vehículo. Sin duda las principales son la compasión , que el segundo contempla en una escala mucho más vasta que el primero; y el término a alcanzar, que el primero limita al estado de Arhat mientras que el segundo lo extiende al estado de Buda. En cuanto al Vajrayana , se distingue en general del Mahayana por los métodos utilizados y por la rapidez de sus efectos. Verdades (cuatro nobles): Son el objeto del primer ciclo de enseñanzas impartido por el Buda . Son las siguientes: 1. La verdad del sufrimiento ,
2. La verdad del origen del sufrimiento, 3. La verdad de la cesación del sufrimiento, 4. La verdad del camino que lleva a esta cesación.
Visión : Tesis sobre la naturaleza de las cosas. La visión debate principalmente sobre el grado de existencia o inexistencia de la mente y de la manifestación .
Las distintas escuelas Budistas profesan sobre esta cuestión diferentes tesis. En la trilogía ‘visión, meditación y acción ’, aquella es, pues, la faceta teórica que fundamenta los otros dos aspectos.
Visión pura : Término del Vajrayana indicando que el practicante se ejercita en
mirar a todos los seres y a todos los fenómenos como puros por naturaleza, y todavía más particularmente a los lamas de los que ha recibido iniciaciones y a sus hermanos y hermanas vajra (sinónimos: visión sagrada, mirada sagrada, mirada pura).
Yidam : Divinidad sobre la que se medita y cuyo mantra se recita después de haber recibido la iniciación . Los yidams no son miembros de un panteón mítico, sino la expresión de la claridad pura de la mente. Yogas de Naropa : Dharmas de Naropa.
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PUEDAN
TODOS LOS SERES
POSEER LA FELICIDAD Y LAS CAUSAS DE LA FELICIDAD.
PUEDAN
TODOS LOS SERES
LIBERARSE DEL SUFRIMIENTO Y DE SUS CAUSAS.
PUEDAN
TODOS LOS SERES
NO SEPARARSE NUNCA DE LA FELICIDAD LIBRE DE DOLOR.
PUEDAN
TODOS LOS SERES
PERMANECER EN LA ECUANIMIDAD. LIBRES DE LA ATRACCIÓN Y LA REPULSIÓN.
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aestro excepcional, fallecido trágicamente el 26 de abril de 1992, el III. Jamgön Kongtrül, representante de la “nueva generación” del Budismo Tibetano, ha sido para todos una figura ejemplar: sin perder nada de la herencia de rigor y profundidad procedente del país de las nieves, era al mismo tiempo conocedor del mundo moderno, sabiendo detectar sus defectos y utilizar sus ventajas. De una gentileza y disponibilidad totales, atendía y aconsejaba a todo el que se le aproximaba, tocando su corazón con la nobleza de su carácter. Fue uno de los lamas que más han contribuido a dar a conocer en Occidente el Dharma de Buda. ESTUPA DEL KUNDUNG EN
sta es la obra clásica escrita por el primer Jamgön Kongtrül, Lodrö Thaye, LA LLAMADA AL LAMA DE LEJOS, cuya celebrada versión musical ha sido cantada por el lama Gyurme. Se incluye el texto raíz Tibetano, a fin de poder seguir las palabras Tibetanas cantadas en el disco y entender su significado.
Estas enseñanzas son a su vez el mejor testimonio del III J. Kongtrül y del significado de la relación espiritual con su maestro espiritual, el XVI Gyalwa Karmapa. En la segunda parte del libro se presentan una selección de textos que ilustran aspectos poco conocidos de la tradición Budista Vajrayana: el gurú yoga, los procesos post-mortem, el valor otorgado a las reliquias de los maestros, el simbolismo de la estupa, de gran ayuda para entender mejor esta rica tradición, y al mismo tiempo las realizaciones espirituales de otras tradiciones.
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P ULLAHARI, N EPAL
“Para que la visión pura y la devoción nazcan y crezcan en nuestra mente no existe método mejor. Además este texto contiene una enseñanza completa que puede servir de base, a la vez, a la visión, a la meditación y a la acción. Ningún texto le es superior para llevar la práctica a su término. Veamos en toda circunstancia qué parte de esta enseñanza podemos aplicar y, se la llame o no práctica, progresaremos con seguridad. Si, al contrario, no estamos conformes con las instrucciones que se dan aquí, resultará ineficaz sea cual sea el Dharma que practiquemos.” III Jamgön Kongtrül