"Todo da vueltas"

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número 3, mayo 2007

a magazine about people and their cities exclusively for vueling passengers

“T odo s” a t l da vue

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SUMARIO - CONTENTs

04 – MENOS RELOJES, MÁS TIEMPO

Una reflexión por la lentitud. A thought on slowness

06 – VALENCIA

6.37 – 11.13 – 20.58

12 – BUENAS NOTICIAS

Para gente que hace volteretas. For people who do wheelies

22 – VIDA VUELING 6 historias de altura

24 – HELLO!

Seis personas en un mercado de Sevilla. Six people in a Seville market

SOBRE RUEDAS En patines o en bicicleta, en moto o sobre un carrusel: dejarte sorprender por los secretos de una ciudad será siempre un negocio redondo. Todo da vueltas.

30 – THEY’LL NEVER WALK ALONE

Three professional dog walkers. Tres paseadores de perros

32 – THE EXCHANGE

“Lisbon is more authentic than Paris” & “Paris has more energy than Lisbon”

On roller skates and bicycles, on scooters and carousels: in a city where the wheels are constantly in motion, you’ll never cease to be surprised. We’re on a roll.

38 – PIMP MY RIDE

Bikes of Amsterdam. Ámsterdam en bicicleta

todo da vueltas

SPINNING UPWARDS

48 – VESPA CLUB My World in Rome

50 – THE MASTER OF SPIN

Some of the world’s finest carousels come from Valencia

58 – UNA RELIQUIA DE MALLORCA

publi

Los coches Loryc de Antoni Batle

62 – BAMBI NO CORRE, VUELA

Bambi Elinsdotter canta y baila en su silla de ruedas

68 – ÁLBUM DE FAMILIA

Los Arnau: 150 años de sombreros

72 – COMIDAS REDONDAS

Porque todo plato, en esencia, es circular

74 – EL ÚLTIMO RETRATO

París en un cuento de Guadalupe Nettel

80 – 9 PEOPLE

As seen on a Friday beneath the Montparnasse tower

81 – EXPERIENCIAS A MAGAZINE ABOUT PEOPLE AND THEIR CITIES exclusively for vueling passengers

Descubre 26 lugares fascinantes. Discovering 26 fascinating places

91 – HOW TO

Hula-hoop

92 – FEGATO ALLA VENEZIANA Hígado y cebollas, ¿quién lo diría?

95 – LA GRAN VIDA

Las aventuras de Mayer Aramburu

96 – PASATIEMPOS

Juega con Ling. Ling invites you to play

FE DE ERRATAS: En el número 2 olvidamos mencionar a los fotógrafos Gonzalo Posada (El Caraoscura), y Pablo Ortuño y Eric Mólogora (The Exchange). Errar es humano; admitirlo es una actitud Ling. LING

98 – EQUIPO

¿Quiénes somos? We are Ling LING


MENOSRELOJES, MÁSTIEMPO

La tecnología ha dado al hombre una forma eufórica de velocidad, haciéndole perder el sentido del propio cuerpo y de su entorno. No sentimos el cansancio ni la edad; parece que hemos perdido los límites: somos seres fuera del tiempo. Dice Kundera que “nuestra época está obsesionada con el deseo de olvidar, y es por realizar tal deseo que se abandona al demonio de la velocidad”. Es importante detenerse, no olvidar, sentirse y sentir a los otros. Un modelo de Buen Vivir “donde el hombre redescubra el lento y beneficioso sucederse de las estaciones [...] respetando de nuevo la espontaneidad de las costumbres”.

Technology has given man a euphoric sense of speed, to the point where he has lost a sense of his own body and being. We no longer feel our tiredness nor our age; we seem to have lost all sense of limitations. We are beings out of time. As Kundera says, “our age is obsessed with the desire to forget, and by realising that desire, we have been thrown to the raging demon of speed”. It is important to stop, to remember, to feel our own bodies and to recognise the sensations of others. A good way to live a happy life is one “where mankind rediscovers slowness, and the benefits of the passing of seasons... respectful again to the spontaneity of our local customs.”

Una reflexión de Rosanna Abbati, secretaria general de Cittaslow, red que promueve la lentitud como condición del Buen Vivir. Via Ripa Serancia I, 16, Orvieto (TR), Italia. www.cittaslow.net A thought by Rosanna Abbati, general secretary of Cittaslow, a group that promotes slowness for better living. Via Ripa Serancia I 16, Orvieto (TR), Italia. www.cittaslow.net

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Fotografías de Pablo Ortuño

Valencia 6.37 Plaza del Ayuntamiento En esta plaza hay 20 bancos donde los paseantes pueden sentarse a descansar. En verano, 7 de ellos están cubiertos por la sombra de las palmeras. También hay un olivo.


Valencia 11.13 AquĂ­ se disparan las mascletaes (petardos) durante Las Fallas valencianas. Cada aĂąo, del 1 al 19 de marzo, a las 14.00 en punto empieza la fiesta pirotĂŠcnica en esta plaza.


PABLO ORTUÑO (1981) ha trabajado para marcas multinacionales como Hasbro y America’s Cup. Vive en Valencia. PABLO ORTUÑO (1981) has worked for international brands including Hasbro and the America’s Cup. He lives in Valencia.

Valencia 20.58 Por toda la plaza hay puestos de flores. En “Amparo’s Floristas”, por ejemplo, puedes comprar un impresionante ramo antes de acudir a una cita en la cafetería de enfrente.


s na bnuoet Para gente que hace volteretas

icias

Cuestión de tamaño El tamaño de las plazas de parking en Valencia está oficialmente delimitado en 450 por 220 cm. Esto hace que dueños de coches como el Ford Mondeo, el Volkswagen Passat y el Citroën C5 –por mencionar los más comunes– tengan muchas dificultades para aparcar sus vehículos. A algunos los han descubierto incluso moviendo muebles viejos y contendedores de basura como una forma de agrandar sus plazas para poder estacionarlos. Las mujeres valencianas, sin embargo, parecen contentas con la noticia. “Durante 25 años le he dicho a mi esposo que nuestra plaza de parking era demasiado pequeña, pero nunca me creía”, comentaba hace poco Teresa M. “Ahora que tenemos coche nuevo, él tiene los mismos problemas que yo para aparcarlo. ¡Ya le vale!”

En los brazos de Morfeo Un hombre de 45 años provocó un gran caos al disparar la alarma de un sex shop situado en una céntrica calle madrileña. Al parecer, Borja L. de V. se quedó dormido en una de las cabinas de vídeo, nadie lo advirtió, el comercio dio por concluidas las actividades del día, y el hombre quedó atrapado entre la vitrina y la puerta de vidrio principal. Para llamar la atención de los que pasaban por la calle, se puso en la cabeza una vistosa liga de plumas de marabú fucsias que encontró por allí. Finalmente forzó la puerta y en su huída a la libertad – plumas incluidas– casi provocó un infarto a una vecina nonagenaria. Por suerte, ambos ya están recuperados.

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Una partida de ajedre acaba en z a g uas L o habían

di spuesto to do pa ra una tida de ajed re or ig inal pa rz, pero no pu do ser. En Á m como la pr im sterda m, avera ha sido ex trem ad am muchos ajed re en te fr ía , ci stas se habí an reun ido en bellón escola un par para una pa rtida muy espe todas las piez cial, con as hechas de hielo. Pero un do día calu roso inesperahizo que a los 20 m inutos la fuesen irrecono s fig uras cibles, creand o tal conf usió se sabía cuál n que no de el las eran torre, reina o peón.

publi

y q ue de laosfortuna s q ue h a o m e -it b a s n no s El post e ñ o, t o d a tambié u n s u n t r u fo r sa pli a ba

io m nte, soñ ces la d Pa ra c u de A lica que a ve , n z u da e a u , e íg s d ll a m a R od r mover u blic id a no. Sara p a le e m d e s a í ia n r a ll ge n c ech a u saba p o n u na a a e p r ee ja t u a u q b s re y che en c o n t ra su nomb Un a n o n . . o e c t n r it fo a osttelé o I m a g in simple p s on ó s u n e t u n r a ie ja lt u e u d sig R es ocu rrió gencia. a. A l d ía r de la a la puer t o n t e c e ten ía el o e ir n u d léfo notó q n o s el e e r m b i m n o s á e había , el h Era n i m mente s l ed ificio e ra u n g e e r s ra e nt sidad, o (qu q ue, a l e u ra cu rio e l za p a t p n r e o o p d , y a eg a porche) post-it p c o nt e nt nte la no á t ra s u e d z lo e íg u s ue de la ra R od r caído al d irector a rla . Sa a con el m t a is ll v e r ió t n decid rá u na e nto tend icias. t o n que pro ramos e p s E . agencia

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buenas noticias

buenas noticias

Rostro

pálido Glor ia E . no d a b sin cabellera a créd it llevaba o a lo qu de v uelt e v iv ió e a a c a sa n el a ut o a sient o . Se a co s y a br ió bú s q ue m o dó en u la c on c a lm complet no de lo a s u li br a r u n cu s ú lt imo o a d d e s ro s u en las pa cerca de dok u , d is pue s t a l centro radas de d l t e a ra S yecto. C antiago, larga ca u a n do b bellera a notó alg ajó, za b a c h e o que la ya no es dejó hela h asta la c taba a ll d in a t : í. u su ra A l d e nu n c , precios seg u ra m a y cu ida ia r el ro e nt e h a b b d o a ía c , apila r, le sido a lg “pa ra u n u ien que d ijeron a peluca q ue necesita , y a C q u u e r ba s u s c iosa men el pelo n ho , en directo abellos t e, a hor atu ra l s a se h a hec a G lor ia e cotiza cinco m it o de R om tr is Aquí Roma d o n n u in muy ca ro le s e p d e u n el t v ó d o e si n s ” vi m ió , le is d á te ”. ijo fi nalm s joven . sm Un ca n a l de “ Y sólo ú ltima retran ente, feli ir t a rdó de que, en la z. o abierto al n es d fo r ró la ic u m op muy p or tera dejó su se quejó iento, la rep ot ra colega, n co o d n del Ayu ntam la Hab m i esposo e a l lavabo. Por suer te, . es al u a ma qu il la rs ig n res so on desde os los homb ida le av isar gu se n E de que “tod ”. acabar en por a del WC al as la detien cierra la tap uchas espos m o s ce n es to i do a m pos o desde en y convencien to control, per es o “Y : le agradecer la calle para La señora Rufina ya bién”. la tapa tam de que baje sabe

is... My nickname G BAO SA TON y francesa. Mis padres son originarios

an h y so idad “Me llamo Bao Th ses en la Un ivers do empecé m is cla an cu e me qu í d as , lta m de Vietna do en la fa cu ico: to do el mun típ lo rió ... ur so ca oc e cía, pero ni de Pa rís m soy ch ina!’, les de o ‘¡N a. in ch ua al er ng, en preg untaba si mar me Bao Tse Tu s empeza ron a lla s le dieron igo am is Algu nos gracioso ch ino. Pero m a ist un m co er aficiones: las sión a Mao, el líd nocer una de m is co al o od ap al ca ai re; tengo una vuelta de tuer e deja m is pies al qu do lza ca el a ifl s, y las sa nd al ia s. Me ch s modelos y colore ndal ias en mucho sa de s re en zó a pa m de co s s docena de am igo tonces m i gr upo En . no er vi rque in Po . en é.. a uso hast di réis por qu Bao Sa Tong. Ya te en am os Bao o, riñ od ca llamarme í que m i ap ancla de playa’, as ‘ch a fic ni sig ng aya’.” en francés to sus chanclas de pl a así como ‘Bao y Sa Tong, es algo

leer

Por hacer el burro

Es bien sabido qu e los que in fri ngen el código de circu la ción pier den pu ntos. Ahor a, en M ilá n, tend rá n ot ro ca st igo añ ad ido. Da do que la mayoría de ca lle s son peatonales y el silencio al lí es consider ado como un bien públ ico, aquellos que ha ga n un molesto uso del coche será n ca st iga dos a circu la r en bu rro du ra nt e cin co dí as . La cu ad rú pe da Pa sq ua lin a, que pe rte ne ce a la fa m ili a Di Du ilio, tie ne buen carácter, pero se pl anta cuando le apet ec e si no se la soborna con zanahorias.

La señora Rufi na, de Menor ca, tiene 70 años y habla a la velocidad de la luz. Pod ría recitar Don Quijote en apenas dos día s, o así parece. Pero hasta ahora no conocía Don Quijote porque no sabía leer ni escribi r. “Más vale tarde que nunca”, se dijo un día, y se puso a estudiar. Ahora le encanta firmar los recibos en el supermercado, aunque a vec es olv ida una letra y firm a como “Sra. Rui na”. La autocrítica es buena consejera, señora, pero tampoco es par a tanto.

no detrás delplanuncio ns er vo, pe ro e- Sant s. La co La historia m xa Ei na .” zo es ci , en la s detall

bi eme y me da “E ncontrad a es tuya, escríb Si s. to storia: da ás elona. Aquí su hi quiero dar m a uviala, de Barc N e en de un parque. Ib Ir r ue po nq do da en un esta gi er Anuncio publ ica m su a ci un bi r a da un Sa limos a a de sábado y vi mó la atención. lla s no “Sal í una mañan y y a, sit ua vi ag sacado del e había venido de algu ien la había e qu os con m i mad re, qu m vi , a. os im cualqu ier .. ro y, cuando volv e podría llevársela qu é ns Pe vuelta por el cent l. bo ár en un y cómodo, y ndado, apoyada porte más rápido ns tra de io que estaba sin ca ed m rece el (en eso no r la ciudad, me pa med io ambiente Yo voy en bici po que beneficias al lo ar nt una bici, co do sin o ba me han ro forma. Y es y en el lo). Nu nca te mantienes en to es ro a casa pe , ela ad rd rm cid í llevá ciada, la ve orme, así que de en estoy muy concien to us sg cibí di Re . un ría ría una aleg eo que me daría Segu ro que le da . io pero lo pienso y cr ar iet las n op pr co a al rrespondí para encontrar ro ni ng una se co pe , ré y poner anuncios nt co la en n co la r n, pa ra da de la zona donde ng una descripció ni se va rias respuestas pu no cio un De hecho, en el an a en la terraza.” caracter ísticas. niendo la biciclet te o sig y ho de a . Al dí persona adecuada

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Ensaladas de primavera A Lucía Sebastián, 39 años, comercial en Ibiza, le fascinan las ensaladas. Sobre todo en primavera y en verano, no hace otra cosa que buscar recetas novedosas para variar su menú de cada día. Sin embargo, debido a su movedizo y demandante trabajo, no siempre tiene tiempo para ello. Sus amigos de Ling le envían algunas ideas: -Iolanda Castellarnau, 28, maestra de escuela, desde Barcelona: “Ensalada de jamón dulce con nueces y piña. En una batidora, pon nueces, rodajas de piña en almíbar y una cucharada de mayonesa (light, si quieres cuidar la línea). Coge cuatro lonchas de jamón y pon el relleno dentro, dándoles forma de canutillos. Para acompañar, puedes poner hojas de lechuga, rúcula y rábanos, rociadas de sal y aceite al gusto.” -Gustavo Rodríguez, 36, mexicano, técnico de Sonido, desde París: “Guacamole (qué más, si no). Corta una cebolla y un tomate en dados muy pequeños. Añade la pulpa de un aguacate muy maduro, zumo de limón, sal y pimentón (picante o dulce). Remuévelo todo hasta que te quede una pasta muy pareja, agrégale cilantro fresco picado y un poquitín de perejil, también fresco y picado. Y órale, a disfrutar.” -Kati Müller, 25, alemana, productora de TV, desde Ámsterdam: “Ensalada de berenjenas. Sofríe una cebolla y una rama de apio, ambas cortadas a tiras. Cuando la cebolla esté tierna, agrega dos tomates pelados y troceados. Continúa a fuego bajo durante 10 minutos y luego añade un poco de vinagre, media cucharada de azúcar, aceitunas verdes y unas alcaparras. Al cabo de otros 5 minutos, retira todo, vierte un chorro de aceite y dora una berenjena cortada a dados. Finalmente sazona con sal y mézclalo todo, para que se combinen los olores y sabores.” -Florentino López, 72, ex bancario y abuelo de 11 nietos, desde Sevilla: “Ensalada verde (al menos así le llamo yo). Coge tres o cuatro tipo de verduras que te gusten; todas verdes, por supuesto. A mí me gustan el puerro, las espinacas, el apio y la escarola (la lisa y la rizada). Córtalas a tiras, en pedazos generosos. Aparte, en un bol, mezcla leche, mostaza, aceite de oliva, sal, pimienta blanca y vinagre de módena. Mézclalo todo y verás que bueno te sale.” Noticias personales a hello@lingmagazine. com

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for people who can do wheelies

A question

of size The size o f pa rk ing sp aces in Va 220 x 450c lencia is o m. Th is ha fficia lly li m s left ow ne abandoned ited to Monde os, rs of the rath V o lk tournament sw er chu n k y a gen Pa ssa Chess to Ford fi nd spa ce ts a nd Cit weather chess tournament, ro ën C5 s st where to p due to good a rk their ve ru g g li n g nd of ki sp ble ka o ar tt e rem a d mov in g ru h icles. Peo dy for b bish c on ple have b Ever yt hi ng wa s rea en particu larly ch ithe streets ta iners a n e en rdam, spring has be ste Am In in . s be d old fu rn ve th to ’t glo e eir e th a on rl but it wasn ll y pu m it u re onto to o rs rn ye th pla in s e es y g ch , g id to e t home fro reserve th fact for av m work at e spot for ces ma de of ice. lly, cool enough in broader d is n ight. To h when me, with chess pie ga ial ec sp ry p elp those ve ve o a 20 sition, som in th wi , at th t and gather for an h me ic y e da le c ti at a s ve th r n of a p su p a rk ow ners add ing to onally warm g uard aga now offer ble, leavin g the However, an unseas isa gn co in p re o ro st un f te V ely a a lencia’s a n ex tra tig ces were complet lleged ly w ht fit. At le ated their ve mi nute s, the fig ur orse d rive ast some they had just checkm lation. Says er eth wh rs to se as r se em happy Teresa M.: players none the wi w ith the re “I’ve been y pawn. years that tell ing my rily attacked a sogg the park in ssa ce ne un or , nt husband fo ne g space is to oppo me. Since r 2 o 5 sm a we’ve had ll, but he n the new ca ever believe problems a r, fi na lly h d s me!” e has ha d the sa me

The lucky Post-it note

s. Sara RoEven drea mers need Lady Luck sometime t work ing abou med driguez from Alica nte always drea night, One e. inart for an advertising agency called Imag Posta leave while passing their offices, she decided to er numb e it note on their door with her name and phon none other on it. The next day her phone rang. It was out that, as than the director of the agency. It turned ed that notic and down d looke he entered his office, he shoe. his to stuck ly licab he had a piece of paper inexp n off falle usly obvio The Post-It in question (that had ed decid he and him the door during the night) intrig ued go soon will to call the number on it. Sara Rodr iguez keep l We’l in for her job inter view with said direc tor. you posted!

In the arms of Morpheus

A 45-yea r-old man caused a bit of a fuss by setting off the burgla r alarm in a sex shop in centra l Madrid . It seems Borja L. de V. fell asleep in one of the video booths, and the shop assista nt had locked locked up the shop, unaware of his sleeping customer. Borja crawled out of the booth throug h the ceiling tiles, and found himsel f trappe d in betwee n the window display and the front door. He waved at passers by, brandi shing a pair of feather garters he found there, but to no avail. In the end, he broke down the door, and nearly caused the 90-year-old neighbour to have a heart attack. Both are recovering well.

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good news

Rome on air

has become very A regional TV station of Rome dcast from the popular since its recent live broa n happened to tow n hall. The reporter in questio she went to the leave her mic rophone on when king to a colletoilet to put on her make-up. Tal were the same ague, she complai ned that all men husband puts the and said “Luckily, at least my hed.” Since then, finis toilet seat dow n when he’s in the street saher many wives have come up to husband to put ying “I’m tryi ng to convince my the seat dow n now too!”

gs break the traMulenlo t if you r t n ow ha s o n yo u

k e p oint It ’s well e w il l los u o y y will b , e la n , t h e i f f ic c o d M t s n o i . As m . No w, w ay t o o li c e n c e r e h d t n o a ise d, d in a n es t r ia n d pu n ishe e p s e r o t, th e t re e t s a and qu ie e of t he s c a e p rced to trive for il l be fo w e people s c a e p e d ay s . t u rb t he y for f iv e k n who d is o d a a who u n d on squ a li n a P d r ide a ro n e fi ood r-leg ged ily is a g The fou il io fam u D i l reD il e to t h a nd w belongs ne gear, o ly ots n r o a her c r t has n’t g ive sor t, bu o d u o y alk if fuse to w . lar basis u on a reg

Hair today, gone tomorrow

Gloria E. cou ldn’ t believe wha t happened on the bus home. She sat com fortably on one of the back seats, and pul led out her Sudoku book to focus on a par ticu larly hard grid. Several stops and numbers later, she got off the bus near the centre of Santiago, and real ised som eth ing was missing: her long, flow ing hai r that had rea ched dow n to her wai st had been snipped off. When she went to report the thef t to the pol ice, they explained that the thief had probably stolen her hai r “to sell to make wigs; natural hair fetches a fine price these days.” A cur iously subtle theft. Actually, Gloria looks great and muc h you nger now wit h her new hai rdo. “An d it only takes five minutes to get ready now!”

knows how ufina R . Mrs to read Menorca, is 70 and speaks at the

publi

from D on Mrs. Rufi na, the whole of could re cite he S t. gh li re ut unti l censp ee d of so it seems. B or , ys da o tw uijote because Quijote in ’t read Don Q dn ul co na ufi . She star ted tly, Mrs. R read or w rite to w ho ow ogressing she didn’t kn s ago, and is pr th on m t or sh ts at the studyi ng a few si gn in g re ceip s ve lo e sh s, forget s wel l. Nowad ay met imes she en thou gh so ev t, ke ui na” ar . rm ra supe me as “S R d signs her na an o matw l, or el er w a lett l very precat ion is al de fel S . n) ui (M rs. R go that far. don’ t have to dam, but you

The story behind the ad

“Bicycle found in the Eixample-Sants area. I’ve got it, but I don’t want to give any more details. If it’s yours, write to me and tell me more.” Advertised by Irene Nuviala, from Barcelona. Here is her story: “I went out one Saturday morning and saw a bike sticking out from a pond in the park. I was with my mother who had come to visit, and it caught our attention. We went for a walk around town and when we came back, we saw that someone had taken it out of the water and it was propped against a tree. I thought anyone could just nick it like that... I ride around the city by bike, it’s one of the fastest and most comfortable ways to get about, and it keeps you fit. And that’s not to mention the good it does for the environment - I’m not completely green yet, but I’m trying. I’ve never had a bike nicked, but I reckon it would be a real pain, so I decided to take it home with me and put up some adverts to find the owner. I’m sure they would be really pleased to get it back again. I got various replies to my ad, but none of their descriptions matched the bike I found. The bike is still sitting on my terrace, waiting for its owner.” 18 LING

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good news

Spring Salads MY NICKNAME

IS...

G or ig in al ly BAO SA TON ch . My pa rent s e nh and I’m Fren

, th o T ha iversity in Pa ris “My na me’s Ba en I st ar ted Un wh t bu , ‘I’m m a. na in et was from Ch ca me from Vi yone thought I er Ev . h... ed ug en ro pp dn’t get th usua l th ing ha t somehow it di bu , ng yi sa ao, M pt to ke , al ludi ng not Ch inese’, I e Bao Tse Tu ng m ll ca to d te on ar st me drop ce Some fu nny lot t they let that na Bu . er ad le t is un mm n’ t get enough the Ch inese Co p flops. I just ca fli : ds fa y m of one got dozens of they discovered to breathe; I’ve et fe ur yo w lo er. So that al use them in wi nt of those shoes lours, and I even co d d it... an se es es yl st gu l . Yes, you pa irs of al me Bao Sa Tong ll ca and to d ao te ‘B ar is Sa Tong my fr iends st . Therefore Ba o p’ flo ip ‘fl r fo Tong is French his flip flops’.”

Lucía Sebastián, 39 years old, saleswoman in Ibiza, is fascinated by salads. Especially in spring and summer. She spends hours looking for innovative recipes in order to vary her diet. However, due to her hectic and demanding job, she doesn’t always have the time. Her friends from Ling have sent in some ideas: -Iolanda Castellarnau, 28, school teacher in Barcelona: “Ham salad with nuts and pineapple. Put the nuts, pineapple rings and their juice and a spoonful of mayonnaise (light, if you are on a diet) in a blender. Take four slices of ham and put the mixture in them and roll them into little tubes. As an accompaniment, you can put some lettuce, rocket and radish, seasoned with salt and oil to taste.” -Gustavo Rodríguez, 36, Mexican, sound technician in Paris: “Guacamole (what else). Cut an onion and tomato into thin cubes. Add a very ripe avocado, lemon juice, salt, pepper, paprika and/or chilli powder. Mix it until it becomes a smooth paste. Add freshly chopped coriander and a tiny bit of parsley (also fresh). Then scoff it and enjoy with carrot and celery sticks.” -Kati Müller, 25, German, TV producer in Amsterdam: “Aubergine salad. Gently fry an onion and a celery stick that you’ve cut into strips. Once the onions are tender, add two peeled and chopped tomatoes. Keep them on low heat for another 10 minutes and then add vinegar, half a teaspoon of sugar, green olives and a few capers. After about 5 minutes, take off the heat, add a dash of olive oil and an aubergine cut into cubes. Finally, season with salt and stir, so that all the flavours and smells combine nicely.” -Florentino López, 72, ex-banker and grandfather of 11 in Sevilla: “Green salad (at least that’s what I call it). Take three or four types of vegetables that you like - all green of course. I personally like leeks, spinach, celery and curly endive lettuce. Cut and shred them into large pieces. In another bowl, mix a little milk, mustard, olive oil, salt, white pepper and Balsamic vinegar. Then put it all together and you’ll see how good it tastes.”

Personal stories to hello@lingmagazine.com

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videLaing vu

Madrid-Barcelona sigue bajando de precio

Este año, los billetes de la ruta Madrid-Barcelona de Vueling costarán un 65% menos que el precio medio del puente aéreo. La ecuación es simple: mientras más bajan los precios de los billetes, más crece la demanda. El año pasado quedó comprobado: en Barajas, casi el 20% del crecimiento de las operaciones de ese aeropuerto fue gracias a Vueling, y en Barcelona fue sin duda la aerolínea que más creció.

Las fantásticas lombrices de Bert “Son increíbles –dice Bert Keitel con asombro–: en seis horas transforman cualquier vegetal en humus, ¡el mejor abono para la tierra!”, y cuenta que actualmente alimenta a unas 20 mil lombrices... Todas dentro de su casa. Así recicla los residuos vegetales que produce su familia: trozos de lechuga, pieles de tomate y de zanahoria, cáscaras de nueces, huesos de aguacate. Bert es un ecologista militante. Es traductor y vive con su esposa y sus dos hijos en su apartamento de 75 metros cuadrados en el centro de Ámsterdam. Allí practica este saludable e inodoro sistema de reciclaje hogareño cada vez más difundido, el “vermi compostage”, que consiste en reproducir el natural proceso biológico dentro de un pequeño baúl oscuro donde las lombrices hacen su trabajo. “Producen humus para mis macetas, pero sobre todo me sirven para crear conciencia ecológica entre mi familia y mis amigos. A mis hijos les encanta”, dice, y recomienda visitar la página web de la Fundación Terra (www.ecoterra.org) a la que él también llegó por recomendación de un amigo español.

El aeropuerto Schiphol de Ámsterdam ha elegido a Vueling como la “Aerolínea del Año” por el trato que reciben sus pasajeros. Alicante conecta con París y Ámsterdam Toma nota: a partir del 18 de mayo, Vueling conectará Alicante con el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, y desde el 29 de junio con el Charles de Gaulle, en París. Los billetes sólo costarán 40€ a París y 60€ a Ámsterdam. ¿Con tasas incluidas? Sí.

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“7 de cada 10 personas que quieren viajar consultan Internet y el 40% de ellas acaban comprando sus billetes allí.” Foro Internacional de Turismo, Benidorm, marzo de 2007.

Good bye, travel guides ¿Y bienvenidos los travel blogs? ¿Por qué no? En Internet hay más de un millón de sitios donde viajeros de todo el mundo se recomiendan mutuamente hoteles, rutas, bares y restaurantes. Hasta la colección on line Wikia (con una megacomunidad de páginas web actualizadas y verif icadas por sus propios usuarios) tiene su guía hecha exclusivamente por viajeros: http://world.wikia.com/wiki/World_Wikia

Y Galicia y Málaga celebran Memoriza también estas fechas: 17 y 18 de mayo. El 17, Vueling empezará a volar de Málaga a Ámsterdam y, al día siguiente, de Santiago a París. Para celebrarlo, la compañía ha puesto los billetes a los mismos precios que desde Alicante: 40€ a París y 60€ a Ámsterdam. Y el verano se acerca...

A sus 33 años, Sandra Anitua viajará con su madre por primera vez Se van cinco días a Roma. “Será un viaje de película –dice Sandra– pues mi madre sólo conoce Italia a través del cine.” Su madre es la señora Noelia, La Noe, como ella le llama, y vive en las afueras de Barcelona. “Verla disfrutar me hace mucha ilusión, por eso decidí invitarla de sorpresa”, cuenta Sandra, entre emocionada y sorprendida, porque a ella los billetes de avión le llegaron también inesperadamente. Le sucedió en invierno: Sandra buscaba un proveedor de ADSL cuando descubrió que la empresa www.ya.com regalaba dos billetes de Barcelona a Roma, vía Vueling, por contratar su servicio. Pero su suerte no termina aquí: la fecha en que partirán a Roma coincide con el cumpleaños de su madre, el 10 de mayo. Ese día, a las 18.25h, cuando suban al avión, seguro estarán encantadas de escuchar el Cumpleaños Feliz cantado a coro por la tripulación y los demás pasajeros.

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hello!

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Entrevistas de David Pareja Fotografías de Gonzalo Posada

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Seis personas en el Mercado de Abastos Calle Feria de Sevilla. Estuvieron allí el martes 27 de marzo de 2007, entre las 11.30 y las 14.55 horas. Hasta ese día no se conocían entre ellas. Ahora, sí. Y también las conoces tú

Six people in the Mercado de Abastos on Calle Feria in Seville, encountered on 27th March 2007, between 11.30 and 14.55. They had never met before. And now you can meet them too

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Los hombres son los que más pasean. Se toman su tiempo para elegir los productos. Una fruta fresca, un paquete de pasta, zumos y panecillos. A veces no compran nada.

Sobre esas horas, el Mercado de Abastos Calle Feria suele ser visitado tanto por jóvenes como por gente mayor. Los mayores acostumbran a llevar carritos de la compra. Los jóvenes, no.

The men stroll through at a gentle pace. They take their time choosing their produce. A piece of fresh fruit, a packet of pasta, juices and bread rolls. Sometimes they don’t buy anything.

Around this time of day, the market is visited by people of all ages. The older people usually drag shopping bags on wheels behind them. The young people don’t.

hello! hello!

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De vez en cuando caen por ahí algunos turistas. Llegan con su mejor cara de turistas: sonrientes y sorprendidos. También van bebés, casi todos dentro de sus cochecitos.

Las mujeres dan la impresión de tener más prisa. Como si ya supieran de antemano lo que han ido a buscar. Son muchas más las mujeres que compran carnes y pescados.

Sometimes, tourists wander through. They all have the same expression: smiling and surprised at what they see. Babies are here too – almost all safely sat in their pushchairs.

The women give the impression of being more in a hurry. They already know what they’re looking for. On the whole, it’s the women who buy meat and fish.

hello! hello!

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they’ll never walk aLone three professional dog walkers. no-one knows the city like the dog walkers and their restless companions. the day begins with a wag of tails (sometimes with a slobbery tongue as well), continues via some lampposts and ends with a few laps of the park. happiness comes from the simplest of pleasures.

eye view

Tres paseadores de perros. Nadie conoce una ciudad tan bien como ellos: los paseadores y sus inquietos compañeros. El día suele comenzar con un meneo de colas (a veces con un lengüetazo), y acabar con unas carrerillas en un parque. Los instantes de felicidad son siempre los más sencillos

Jerez

Milán

Santiago

Sylbia Vega • También hace rutas a caballo en la Finca Alcántara • Tel. +34 956323260

Anna • annina_apple@yahoo.es

Myriam Sánchez y Daniela Méndez • Cobran 2,50 por hora • Tel. +34 647025673

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Lisbon photography by António Nascimento Paris photography by José Loo

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“Lisbon is more authentic than Paris” Thierry Riou is 48 years old and from Paris. Three years ago he moved to Lisbon and founded the OndaJazz club.

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“Paris has more energy than Lisbon.” Cristina Pedro, 27, is a fashion designer from Lisbon. She has been living in Paris for two years.

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Cristina You know, when I arrived in Paris, I didn’t know a word of French. I learned most of it at Chérie, my neighbourhood bar, with drinks to lose my shyness. Thierry Was it easy for you to get to know people? C Yes. I came with friends who already knew some people, and they introduced us to others, and suddenly I knew lots of people. That never happened to me in Lisbon. Every time I go back there, I get that slow-motion feeling. It’s nice. In Paris, everything moves at high speed. T Actually, I think the two cities are pretty much at opposite ends of the spectrum. Paris is great to visit, but it can be very tiring. C Yeah, that’s true. And it’s cold, too. And it doesn’t have the beaches or the views of the river from the Adamastor. But it has Belleville and the Canal de Saint Martin. Where did you live in Paris? T I am from Champiloud. It’s in the periphery, 15 minutes from the city. In Paris it’s better to live outside. C I always travel by bike here, which is something that unfortunately I can’t do in Lisbon. T But there are people doing that in Lisbon now, too. People are demanding bicycle lanes. But I don’t live in central Lisbon. I’d love to live in Alfama though. C If I ever go back to Lisbon, I want to live in Graça, with view of the river Tejo. T Reminds you a bit of Montmartre, doesn’t it? C Yes, it does. But it’s even more beautiful. Lisbon is more chaotic and less modern than Paris–there is something more authentic about it. T That’s the word: authentic. C Isn’t it? I love Paris but sometimes I get the feeling that I live in a museum. Everything is so clean, it doesn’t seem like a real

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city. But then I get to my neighbourhood and think, yeah, this is the real deal. T Where do you live? C In Belleville, Goncourt. T Ah, ok! Near Menilmontant. C Yes. I go out between Menilmontant and Belleville. There are lots of different nationalities, a lot of cheap stores open at any hour, markets... it’s really nice! Not like La Rive Gauche or Saint Germain. I don’t like those very much. T Me neither. The great thing about Paris is that it’s very multicultural. And there’s so much culture, so much creativity–I’d nearly say, too much. See, I’m a bit scared that Lisbon may become like Paris. When I told people I was going to open a jazz club, they said, no, the Portuguese don’t like jazz, they only listen to hip hop and dance music. But then I realised that people loved my place. They were like, finally, something different! And now new things are happening all over the place. C In cultural terms, if Lisbon became like Paris, that would be great. I feel it’s one of the most important things we are lacking. Paris is so diverse. Lisbon isn’t. Still, I think it’s changing. Last time I was there, I felt the city was simmering. The only problem is that the cost of living is so high in relation to wages. Here in Paris the energy is different, you always find something new to do. The work and business situation is better. T I don’t agree. This project I started here would have been impossible in Paris; the market is saturated. There are so many bars, so much live music. In Lisbon there is still a lot left to do. The public is very curious and wants new things. The only thing I don’t like here is that people complain a lot.

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C Yes, we are very pessimistic. It’s one of the reasons I left. Now I have much more energy because I know a different reality, a new way of living. T It’s good to change habits. You get new energy, and your way of thinking changes, too. C Hey, do you have any recommendations for places to go in Lisbon? I’m so out of touch… T Well, I don’t go much to restaurants, because at night I’m at my club. But I can recommend Viagens de Sabores, which is a very nice place to eat. And the Pois Café. C But those are all places for foreigners, right? T He he he, yes, true. Another one I love is the Buenos Aires. C Me too! But you know, to me it’s more French than Portuguese. I discovered it last Christmas and went there three times in a row!

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My favourite restaurant here is Le Petit Jeuer, near La Bastille. It used to be a tavern, and their chef, Olivier, is really nice and makes great food. T What bars do you go to? C Well, my second home is Chérie, and I go a lot to Jemmape and Chez Prune at the canal. Yesterday I went all the way up to eat at Aux Bons Amis, where they serve the best couscous in Paris. Unfortunately, everything here closes at 2h. But I go dancing to the Flèche d’Or, which is open until 5h. And Café Zorbas is open all night during Ramadan, but normally they close at 1h. But what I love most here is that every weekend there’s a party at someone’s house. And that you go for drinks straight from work. The French drink a lot! T In Lisbon the night starts at 23h the earliest. C I’ve been to concerts at 19h in Paris. But it makes it easier to work the next day. T There are bars with concerts at that time, but also a bit later... do you know New Morning or Sunset? They play jazz and world music. The Duc Des Lombards is another jazz club, although a bit more expensive. In Lisbon, I go to Teatro A Barraca. C Ah, the Barraca. It’s cool. What I really like in Lisbon are the terraces...the Miradouro de Santa Catarina, for example, or the new bar next to it, Noobai. Another place I love is Café Taborda, although the food is nothing much. But the view is so nice... no streets, nothing, just a complete view of downtown Lisbon. I also go a lot to Bar das Imagens. T Ah, I go a lot there, too. C Yeah, the whole area... Chapitô, the circus school... for a night out, Bairro Alto... T I don’t like Bairro Alto that much. C Really? But it’s the trendy area of Lisbon. T Don’t get me wrong. In the beginning I liked it. People on the streets, drinking and talking... but people always want to go to Bairro Alto. I lost interest. Bairro Alto is like Le Mareill, very fashionable. C Yes, like Café La Perle... T It sucks! It has nothing. When I leave Onda Jazz, around 3h, I walk into any dirty old bar in Alfama and find a story, a soul. C I agree. But Bairro Alto is good for buying stuff, or for having dinner once in a while. T Where do you go to relax? C In spring I go a lot to Parc de la Villete. But my favourite is Buttes Chaumont, it’s near my house and has an amazing view. T You should go to Parc Floral. It’s amazing and every year there’s the Paris Jazz Festival in June and July, which costs only five euros. In Lisbon I take the car and head off to Alentejo or Óbidos. C You know, I think something essential to do in Paris is eat Moelleux aux Chocolat. It’s really something. And when in Lisbon: Pastel de Nata.

Intercambio de ciudades Cristina y Thierry hablan de Lisboa y de París, sus lugares de nacimiento y adopción al mismo tiempo CRISTINA PEDRO

THIERRY RIOU

Cristina y Thierry recomiendan en París Chérie Bar. Baja del metro Belleville y sube por la calle Coronel Fabian. El pequeño bar pintado de rojo de la esquina, ése es.

Onda Jazz El club de jazz de Thierry. ¿Por qué no, si está buení-

Portuguesa, 27 años, diseñadora de moda; hace dos años se mudó de Lisboa a París “Me encanta la sensación de calma de Lisboa. En París todo está en constante movimiento. Pero aun así, creo que mi calidad de vida es más alta en París; quizá sea porque aquí puedo ir en bici a todas partes. En Lisboa, los costes de vida son muy altos comparados con los sueldos y la gente es muy pesimista. París tiene una energía diferente, siempre estás conociendo a gente nueva y hay muchas más cosas por hacer, en términos culturales y en cuanto al trabajo. Eso sí, de Lisboa todavía echo de menos la playa, la buena gente y el clima.”

Chez Prune Restaurante.

Rue Beaupaire, 36. Tel. +33

142413047. Paradas de metro: Jacques Bonsergent y Republique

Belleville y Menilmontant Barrios del noreste . Aquí viven sobre todo estudiantes, artistas y gente llegada de fuera. Los precios de alquiler de pisos y las comidas en los restaurantes son bastante baratos.

Francés, 48 años; llegó a Lisboa hace tres años y abrió el club de jazz Onda Jazz “No echo de menos París, nada de nada. París me cansa. Lisboa es menos moderna, pero mucho más auténtica y sencilla. Aquí todavía hay muchas cosas por hacer. No quisiera que Lisboa se volviera como París, tan moderna y absurda. El problema aquí es que la gente se queja demasiado, incluso aunque haya muchas cosas bonitas por hacer. Pero todavía están abiertos a hacer cosas nuevas, y el mercado todavía no está saturado. Para los negocios, por ejemplo, eso da lugar a muchas oportunidades.” Thierry y Cristina recomiendan en Lisboa simo? Arco de Jesus, 7, Alfama. Junto a Campo das Cebolas

Alfama Barrio de calles angostas donde puedes encontrar la mayoría de bares y pubs que ofrecen música fado en vivo. Aquí también está la Catedral y el Castelo de Sao Jorge (el Castillo de San Jorge). Chapitô Escuela de circo. Rua Costa do Castelo, 7 Pois Café. Rua Sao Joao Praça, 95

Sunset Jazz club . Rue des Lombards, 60. Metro Chatelet Café Buenos Aires Restaurante de comida argentina. La Rive Gauche Se refiere a los barrios situados al margen

Calçada Escadinhas do Duque, 31-B

izquierdo del Sena, aunque también se usa para hablar de la antigua zona bohemia del centro de París.

Graça Barrio del centro de Lisboa con casi 7.000 habitantes

Canal de St Martin Conecta el Sena con el Canal del Our-

mudados allí después de un seísmo que acabó con los antiguos barrios de Santo André y Santa Marinha.

cq Empieza en el Stalingrad Place y termina en la Bastilla.

Miradouro de Santa Catarina (Mirador de Santa Montmartre Uno de los barrios más transitados y visitados de París, con abundantes cafés, bares, restaurantes y locales de diversión como el Moulin Rouge o la Place du Tertre.

Aux Bons Amis Atlas, 1, r. Tel. +33 142084144

Catalina.) En la Rua de Santa Catarina ao Calhariz. Desde aquí podrás ver el río y los barrios de Sao Paulo y Lapa.

Noobai Café. Las mejores vistas desde el Miradouro de Santa Catarina, bebiendo una copa o recuperando el cuerpo de la noche anterior con un café bien negro.

Flèche d’Or Club de electro e indie rock. Rue de Bagnolet, 102. www.flechedor.fr

Taborda Café. En el teatro Taborda, cerca de la Costa do Castelo. Rua do Castelo, 75

Au Duc Des Lombards Jazz club . Rue des Lombards, 42. Metro Chatelet

Das Imagens Bar. Costa do Castelo, 1

La Perle Café . Rue Vieille du Temple, 78

Alentejo Un precioso lugar en las afueras de la ciudad. Queda hacia el centro sur de Portugal. Si vais con tiempo, vale la pena.

a BARRACA Teatro. Largo de Santos, 2. Tel. +351 213965360 LING 37


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Myride

hel Porro c i M y b y r A photo sto

Ámsterdam tiene alrededor de 740.000 habitantes y 700.000 bicicletas. Henry Cutler en su taller WorkCycles. Calcula que deben haber entre 5.000 y 10.000 bicis de carga recorriendo las calles de Ámsterdam.

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Amsterdam has a population of slightly over 740,000 people and 700,000 bicycles . Henry Cutler in his WorkCycles shop. There are currently between 5,000 and 10,000 transport bikes cruising Amsterdam’s streets, he says.

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A las bicis de carga las llaman “bakfiets” en holandés. Incluso las usan los miembros de la familia real holandesa.

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The transport bike is called “bakfiets” in Dutch. Even members of the Dutch royal family ride around in them.

Yalçın Cihangir pasea con su familia en una bici-familiar-personalizada del taller De Fietsfabriek.

Yalçın Cihangir is the owner of customised-bikes workshop De Fietsfabriek.

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La gente en テ[sterdam pinta sus bicis a su gusto y las adorna con flores, luces, banderines, campanillas y autoadhesivos.

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People in Amsterdam paint their bikes, and adorn them with artificial flowers, cloth, horns, flags, bells, stickers and lights.

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No es lo que estĂĄs pensando: esta bici no pertenece a un niĂąo.

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This bike does not belong to a child.

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¿Alguien ha visto a su dueño?

Alquiler de bicicletas, tándems y bicis de carga: Rent bicycles, tandems, or transport bikes at:

Hay muchos embotellamientos en las calles de Ámsterdam. Las bicis son la mejor alternativa para perseguir malhechores.

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The Amsterdam streets get easily jammed by traffic. Bikes are a much better alternative for the persecution of wrong-doers.

AMSTEL RIJWIELSHOP Julianaplein 1 · Tel. +31 (0)205565213 · BIKECITY Bloemgracht 68-70 · Tel. +31 (0)206263721 · MACBIKE Mr Visserplein 2 · Tel. +31 (0)206200985 · DAMSTRAAT RENT-A-BIKE, P. Jacobszdwarsstraat 11 · Tel. +31 (0)206255029

Has anybody seen its owner?

Personaliza tu bici: Have your bike customised at: DE FI ETSFA BRI EK 1e Ja c ob va n Ca mp en st ra at 1 2 · Tel. +31 (0)206753768 · w w w.f ietsfabriek.n l · HENRY WORKCYCLES Veemarkt 150-A · Tel. +31 (0)206897879 · www.workcycles.com

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todo da vueltas

a p veS cL

FOTO: VESPISMO INDUSTRIES SRL

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my wOrld in Rome

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You tend to buy your first one when you’re young, and your devotion to it never wavers. It hardly makes any noise, it moves like greased lightening and every little dint hurts as if it were your very soul being bumped. It’s calm, generous, and curvacious. It’s your old best friend waiting for you in the garage. Like ice-skating but on tarmac instead: The Vespa.

from the same subculture with similar music tastes, but we are still different stylistically. “So if you ask me, scooter or car, my answer is certain: Vespa. It allows you to see the world from a different point of view. It’s the fastest vehicle to move around on, it serves its purpose but at the same time is still very human, putting you at the same eye level as everyone else. I remember one of the most beautiful trips we have ever done, from Rome to Lisbon. We passed through Spain and discovered so many beautiful things! There are loads of Vespafriendly European countries: Germany, Austria, Spain, France, Portugal, the Netherlands. “You can get a Vespa for anything from 100 euros second hand to 50,000 euros for a Vespa 98 Series I from 1946. But they are all great with their shiny, curvacious bodywork. Next year, the first Vespa boutique will open in Rome, and we, the Vespa Club will have a space there. It won’t be a garage for repairs, but rather a boutique for the myth of the Vespa and fashion accessories. We’d love for it to be a meeting place for Roman and foreign Vespa fans to get together, have a great espresso and learn about the history of mopeds and the club. A place you can find things like a Vespa sweater or hire one to take a ride around the city in the sun, like in the film Roman Holiday, with Audrey Hepburn and Gregory Peck. “When we ride around in formation on our Vespas, there is a hierarchy, of course: the ‘leader’ goes in front. On longer rides, we alternate, like cyclists, so it’s not always the same people having to face the wind. Three great rides in Rome: one, from Via Veneto to Fori Imperiali; another, from Pincio to Piazza Augusto Imperatore and another from the Monte Giancolo to Travestere and then finish up at the Collosseum.”

“I’m Gianluca Grandi, one of 600 members of our Vespa

www.vespaclubroma.it www.vespismo.com

Club in Rome. We started in 1948. We’re not all Italians, of course; there are also members in France, the United States and even Australia. Our youngest member is only 14. “For informal meetings – well, for formal ones too – we meet in the Bar Freni e Frizioni (Breaks and Skids), in the Travestere area in Rome. Once a month we go to the Il Molino restaurant to eat as well as meeting the first Thursday of every month at our club. “We tend to be the busiest during spring and summer, because the weather’s better. Then, we meet up to two or three times a week ’cause there are the raduni (races), and lots of parties. The percentage of men to women in the club is around 70 to 30. “Nearly everyone in the club has an affectionate nickname for their Vespa. La Domitilla, Agent Orange, Vespisimo, Lince, Bombardiere... Each name has a story. For example Bombardiere, which means the bomber, comes from a journey from Rome to Paris. After several kilometres, the exhaust was causing problems, so we had to make a few holes in it, which seemed to solve the problem but made a funny (not annoying) noise very similar to the Bomber, an airplane from the Second World War. And so the name stuck. “Things that any Roman Vespa fan is clear about: you have to dress as a “scooterist”, not a motorcyclist of the Harley Davidson ilk. There’s only one colour suitable for a Vespa and that’s white. Between the Vespa and the Lambretta... Well, of course we come

Like a rolling stone Dicen que cuando el dueño de Piaggio vio aquella moto redonda, exclamó: “Bella, sembra una vespa!” (Bella, parece una avispa). En realidad, la moto iba a ser más parecida al insecto de lo que él creía: vistosa, individualista y libre. La primera pisó asfalto en 1946 y, desde entonces, es objeto de culto en todo el mundo. En Italia, dicen, no hay romano sin Vespa. Otras webs Dos es más divertido que uno: www.sidecarclasico.com La entrañable Isetta: www.isettamania.com.ar Otra marca mítica: www.lambretta.it Los años 50 en España: grupo7.com/microcoches/biscuter.htm Trucos, secretos, mecánica de “la avispa”: www.solovespa.com La película con las motos más bonitas: www.quadrophenia.net Clubes y agrupaciones a hello@lingmagazine.com Clubs and associations to hello@lingmagazine.com

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IN SP

E H T M A OF STER

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From a small workshop in Valencia emerge some of the world’s finest carousels. Jean-Claude Ballen is a master craftsman battling thieves, the weather and the French working week. But how long will his trade last? A story by Adam Biles Photography by Daniel Mordzinski

Le Touquet-Paris-Plage.

On summer weekends, wealthy Parisians come here to play: on the beaches by day and in the casinos at night. Out of season, it has the melancholic air of a ghost town, albeit a very snappily dressed one. In the car on the way from the station to his workshop, JeanClaude talks about the contraption that first brought him here twenty years ago, and us here today. “I’m here to make repairs,” he says. “Repairs on the carousel I made here about twenty years ago. It has suffered a lot because it’s by the sea and the salt has attacked everything, the wood as well as the steel – everything is corroded. Which is good for the humble constructor. We need things to keep decaying a little.” He laughs. He seems a little bemused that anyone would despatch a writer and a photographer several hundred kilometres just to speak to him, but he treats us as a kind of jolly distraction. With his narrow eyes framed by spectacles, his sparse crop of white hair, and his affable features, he has the look of a well-rested grandfather. Until, that is, you look at his hands. His well-worn digits have clearly seen a lot of manual labour in the past and, judging from the smudge of engine oil beneath his right thumb, still do so today.

Jean-Claude Bellan was born in the Champagne region, and as a child seemed interested only in working with wood, or with drawing. He went on to study engineering, following a traditional career path. Until one day, everything changed. “It happened completely at random,” says Jean-Claude, pulling a crooked smile. “I had my own engineering workshop, and one morning, a man came to see me and said ‘I want to build a carousel,

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but I don’t have any plans. I don’t have anything.’ He took out some photos of a carousel and said – ‘I want to make that.’” And so Jean-Claude got to work. In fact, his working relationship with his client – whom he describes as “a nasty character” – came to a sour end when Jean-Claude discovered that the man had been indulging in some creative accounting. But Jean-Claude could not be stopped. He founded his company in the suburbs of Paris, but his workshop has since moved further afield: “For the last five years, I’ve lived in Valencia. One of my suppliers was based there and I visited ten or twenty times. I saw what the quality of life was like, the different quality of work. In France, I had problems with my company and with my workers. It was around the time the thirty-five hour working week came in, so things became difficult. “Now, I’m Spanish. I started living like a Spaniard as soon as I arrived. It’s not easy to live in Paris, but in Valencia you have the sea nearby, drivers are not sounding their horns all the time and people aren’t so stressed or aggressive.” Ninety percent of his business remains in France, as does his wife most of the time, although when she retires in a year or two, she’ll join Jean-Claude in Spain. Since moving to Spain, working conditions have changed. The designs are still all his own – everything from the horses to the mechanism – but whereas in France he kept a large salaried team, in Spain he employs the talents of the local craftsmen. The sculptors in Valencia, he says, are particularly talented because of Las Fallas, a huge festival every March, where giant wooden sculptures, often with a political or satirical message, are constructed and then burnt. He likes to use several of the same sculptors as Las Fallas to carve the carousel horses – apparently, they have particularly vivid imaginations.

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An astonishing number of parts seem to go into the construction of a carousel, and everything is meticulously arranged in the large space, as workmen bustle around, loading

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todo da vueltas

parts into a lorry. In one corner stands a rank of grimacing horses, skewered on golden poles and standing to attention. Against one wall leans a stack of wooden panels packed with hundreds of light bulbs, and along another wall is a line of long mechanical arms. Outside, glinting menacingly in the early afternoon sun, is a motor, looking for all the world like an instrument of torture. This particular attraction was, and will soon be again, the Carousel Palace 1900, a two-level, ten-metre tall ride with thirty horses – twelve on the top level, eighteen on the bottom. “The conception, the manufacture, the design, the painting, the sculpture, the sale, the after-sales service – we do it all. I don’t work with a big team, I do the designs for everything and I give them to other companies to make. I work with around thirty or forty companies, each with its own speciality: hydraulics, electricity, wood, painting. Then it all gets brought to the workshop and I put the whole thing together here.” Also in the workshop is Daniel, Carousel Palace’s owner. “Jean-Claude is a good constructor,” he says. “He has lots of ideas and he works well. He’s passionate about it, even though it’s not an obvious career choice for him. It can be a difficult world, lots of sharks.” Jean-Claude agrees. “I don’t take bad clients any more,” he says. “I don’t need to.” He and Daniel agree that crooked clients can be found at all levels of the industry, from the big parks to the private operators.”Thieves, the lot of them!” he says, giving a look that suggests that he’s only half joking. His business sense has brought its rewards. Jean-Claude’s company – ‘France Amusement’ or ‘Fiesta Animación’, depending which side of the Pyrenees he’s working on – has built attractions for some of Europe’s biggest parks, including Disneyland Paris, the venue of his favourite creation, Le Carrousel de Lancelot: “It was the biggest, the most beautiful, the most magnificent. It’s nineteen metres in diameter, so it was a technical challenge too. It’s the largest, the heaviest, and has more things on it than any of the others.” At least ten of his creations can be seen in Paris, including in the Tuileries gardens and the business district of La Defense. Some of his work has also travelled further afield, as far as Japan, Tahiti and Korea. He’s even done business with a fair based in Dakar. It’s not only carousels he makes, but also a wide range of family attractions including mini-golf courses and bouncy castles. His main competition comes from Italian companies who, he says, make carousels substantially cheaper, but to far inferior standards. To Jean-Claude, the quality of the workmanship is crucial. “The decoration on my carousels is different every time, and it’s always done by hand. We paint everything – the outside, the inside, the ceiling, the columns, the horses. We spend most of our time on the decoration.”

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One of his carousels, well treated, is built to last up to a hundred years. But it’s by no means certain that they will last that long. Jean-Claude forsees difficult times ahead for travelling fairgrounds. Such attractions become a draw for pickpockets and other nastiness, so local authorities increasingly move them to the outskirts of town. This is not a policy that delights suburbanites, so after a while, the fairs just stop coming. But Jean-Claude isn’t finished yet. He has a pet project of his own: the creation of a new kind of family park. As he sees it, the Spanish love barbecues and children, and yet there are hardly any parks designed for family enjoyment. He wants to create an ecologicalthemed green space, filled with attractions with a local theme, incorporating Spanish history, culture and vegetation. He’s looking for a plot of land around Valencia, and if he finds one, believes that his park could be open in just six months. Does he want the park so he can see children taking pleasure from his work? “Not particularly.” Does he like children? “I like children very much. It’s adults I’m not too keen on.” Is that because of how they do business? “Sometimes,” he says, giving me that half-joking look again. I came to meet Jean-Claude expecting a Geppetto-like figure, traditional in his methods and charmed by the magic of his own creations. The reality is far from such fanciful notions. He is passionate about his work, but unromantic. He is amazed that anyone could imagine he still used paper and pen in the design process – everything has been done on computers for the last fifteen years. His craft demands both the inspiration of an artist and the technical knowledge of an engineer and JeanClaude seems to embody both skills. Earlier in the day, we joked about him never having lost a rider. He pointed out that, at four turns a minute, the chances of killing a customer were slim – and, after a moment’s contemplation, spoke a line that reveals the humble carousel as a worthy metaphor for life. “With carousels,” he said, “the pleasure is not in the sensation. It’s in climbing on and seeing the decoration.”

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A I A U N Q URELI DE A C R O L L A M

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Un descubri miento de Vicky Bolaño s Fotografías de Daniel Torrelló

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o n r e h t o the Los coches Loryc fueron fabricados en Palma entre 1920 y 1923. Se produjeron cien ejemplares, de los cuales han sobrevivido tres: todos en manos del señor Antoni Batle, coleccionista del arte sobre ruedas

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Afición, obsesión, coleccionismo de arte. Un coche puede pasar de lo uno a lo otro, o puede ser todo ello al mismo tiempo. En el garaje de Antoni Batle, en la Costa de los Pinos, hay más de media docena de coches antiguos, que este señor de 70 años colecciona desde hace al menos dos décadas. Son reliquias de principios del siglo XX, algunas de las cuales llegaron a competir incluso en carreras automovilísticas. Las joyas de su colección son sus tres Loryc, una marca creada en Palma entre 1920 y 1923 y que sólo llegó a fabricar un centenar de coches. El nombre Loryc proviene de los apellidos de los socios fundadores de la empresa: Lacy, Ouvrard, Rivas y Cía. En su momento, dice Batle, los Loryc fueron una especie de revolución en el transporte de Mallorca, aunque también los apodaron “las sardinas”, porque están hechos de aluminio y tienen una forma peculiar, parecida –según la imaginación isleña– al de una lata de sardinas.

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Ahora sólo quedan tres Loryc, y todos en manos del señor Batle. El primero, un biplaza rojo descapotable, lo compró hace unos 20 años. Una década después compró uno más pequeño, de color gris, con un potente motor que podía alcanzar los 140 kilómetros por hora, pensado para competencias automovilísticas. De hecho, el de Batle ganó los premios Vuelta a Cataluña y Barcelona-Zaragoza-Barcelona. Su tercera joya también fue alguna vez un coche de carreras, pero ahora está en restauración; casi se diría “en cuidados intensivos”. Sucede que Batle puede pasarse horas admirando y mimando sus coches, y un día hasta se le ocurrió fabricar, él mismo, una réplica del primer Loryc que salió de fábrica, que ahora hace las veces de hermano menor de los otros. De vez en cuando, dice, enciende los motores y los saca a pasear. Para él son joyas dignas de un museo, pero no por eso dejan de ser coches. Y un coche siempre quiere dar vueltas por ahí.

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Bambi no corre, vuela Una entrevista de Sara Shaikh Fotografías de Soheil Sigurdsson

Bambi Elinsdotter Oscarsson ha grabado cinco discos de jazz, y aunque tiene nombre de cervatillo asustado, nada la detiene. A los 36 años, una negligencia médica en un hospital de su Suecia natal la dejó en silla de ruedas. Ahora vive gran parte del año en Málaga. Allí Bambi escribe, dibuja, baila, canta, practica todo el deporte que puede y deja caer una conclusión: la vitalidad está en el corazón, no en las piernas. Si la quieres escuchar cantar en directo, Bambi actúa en Málaga los viernes, en la parte alta de la calle Larios, de 12 a 16h. También puedes buscarla en El Rastrillo de Fuengirola los martes y sábados, y en el mercado de esa misma ciudad (detrás de la Mezquita), los domingos entre las 10 y las 14h. Ella misma ha elegido cantar en la calle, quizá porque allí puede hacer otras cosas que le gustan, como conversar con la gente y transmitir un mensaje alentador. 62 LING

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todo da vueltas

¿Bambi es tu nombre verdadero? Me lo puso un compañero de clase a los 12 años. Decía que al principio de conocer a la gente mantenía mucha distancia, pero que al coger confianza me acerco mucho... Muchos años más tarde, un profesor de Gambia me contó que, en África, Bambi significa “la flor de la vida”. Apropiado, porque pareces muy alegre. No tuve una infancia muy feliz, pero al llegar a la universidad, cambié. Un día se me ocurrió hacer una lista de las cosas tristes de la vida y otra de las positivas, y la segunda era larguísima. ¿Por qué estás en silla de ruedas? Fui a hacerme una prueba rutinaria en un hospital de Suecia. Hubo un error con la anestesia y eso me provocó una embolia pulmonar y otra cerebral. Después sólo podía mover la cabeza. Tenía 36 años. ¿Pusiste una demanda? Sí. Luché durante 14 años para que me compensaran por lo ocurrido, pero no lo conseguí. Prefiero no hablar más del tema, es demasiado negativo.

Un compañero de clase me puso Bambi a los 12 años. Muchos años más tarde, un profesor de Gambia me contó que, en África, Bambi significa “la flor de la vida” cama. Me di cuenta de lo perdida que estaba sin la silla cuando me la rompieron en el aeropuerto de Heathrow. Los de la aerolínea trataron de solucionarlo, pero fue una amiga la que me fabricó otra con piezas viejas y consiguió que me la enviaran a Málaga.

¿Qué fue lo primero que pensaste tras el accidente? Pensé en entrenar y mejorar mi situación. En aquellos meses adelgacé 22 kilos. No controlaba la garganta, no podía masticar bien. Te ponen una cuchara delante, pero no tienes apetito.

Cuando sueñas, ¿caminas? Al principio sí podía caminar en mis sueños, pero durante muchos años soñé que sólo existía hasta la cintura, que no tenía nada de la cintura para abajo. Últimamente, cuando sueño, ya estoy en la silla. No recuerdo cómo era eso de andar.

¿Tuviste miedo de quedarte sola? De pequeña ya había estado muy sola. Justo antes del accidente, sin embargo, era muy popular. Daba muchos conciertos, había decidido dedicarme exclusivamente a la música, me invitaban a todas las fiestas... Pero toda esa gente desapareció cuando me quedé inmóvil. Cuando volví a cantar, un año después, la gente quiso volver a saber de mí. Mi corazón se había cerrado un poco, pero hice nuevos amigos que me quisieron con mi desventaja.

Has ganado un montón de medallas de oro en los Campeonatos Nacionales de Parapléjicos en Suecia. A base de mucho, mucho esfuerzo. Los que me han tratado –médicos y fisioterapeutas– ya no me ponen barreras, pero nadie esperaba algo así. He recuperado la movilidad en el cuello, en el torso y casi completamente en la mano izquierda. Entreno unas 14 horas a la semana para mantenerme en forma, y así es como he ido recuperando la movilidad. Mantengo la esperanza.

¿Qué pasó con el carácter alegre de tus años de universidad? Siempre he tenido fama de persona alegre. Me río mucho y animo mucho a la gente; me encanta la gente. Tras la transición inicial después del accidente, volví a cantar y empecé a dar charlas sobre la vida y sus posibilidades, todo lo que se puede hacer... Ellos piensan: si ella puede conseguirlo, yo también.

¿Siempre has sido tan deportista? Sí, antes era alpinista. También hacía baile popular, incluso daba clases. He bailado sevillanas en mi silla. A los españoles les da igual, lo ven con más naturalidad, pero a los suecos les incomodo: “Pobrecita, está en silla de ruedas”.

¿La silla llega a verse como parte de uno, igual que un brazo o una oreja, o es siempre “aquello”? Me encanta mi silla de ruedas. Es “mi mejor amiga”, aunque de vez en cuando me enfado con ella. Pero sin mi silla, estaría en la

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¿Qué ves en los ojos de los que te miran? Yo miro a la gente a los ojos, y a un kilómetro pienso: “Uy, a éste no le quiero conocer”. A veces se les olvida que soy una persona normal, aunque tenga las piernas quietas. Pero también veo mucho amor y muchos ojos curiosos que quieren saber más.

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¿Tenías algún defecto que ahora te haga gracia? Antes de la silla era demasiado blanda, no sabía decir que no. Ahora sé dar negativas amablemente. Desde el accidente soy menos inocente, ya no me creo todo lo que me dicen. ¿Qué da más rabia, que a uno lo ignoren o que lo compadezcan? Odio que me traten con condescendencia. Antes no lo decía, pero ahora lo digo, me enfado. No tienen derecho a compadecerse de nadie; tenemos derecho a ser tratados con igualdad. Si me ignoran, les ignoro. España me ha dado fuerza; antes era débil, no sabía enfadarme. Alguno creerá que me enfado por la frustración de estar en silla de ruedas; hagas lo que hagas, no puedes contentar a todos. Me provoca tristeza la gente de mente cerrada, como la dueña de un restaurante en la Costa del Sol que me dijo que nunca contrataría a alguien en silla de ruedas porque sus clientes no tienen por qué ver algo así. ¿De dónde saca uno la energía para sonreír a gente así? De la fe en los seres humanos. A los 25 años encontré el Taoísmo, al que llaman el Budismo risueño. No hay otra filosofía con tanto arte, música y canto; es precioso. También soy católica, llevo las dos religiones de la mano. Parece que el planeta se muere, pero yo creo que siempre hay gente dispuesta a resolver problemas. Creo en la bondad de la gente. El mal sólo existe en nuestra mente. ¿Cómo se ve el mundo desde tu postura? Dios sabía lo que hacía cuando me puso en la silla de ruedas: supo que yo era suficientemente fuerte. Hay gente a la que le mo-

Siempre he sido muy deportista. Antes era alpinista. Ahora entreno unas 14 horas a la semana para mantenerme en forma, y hasta he bailado sevillanas en mi silla 66 LING

lesta: “¿Cómo se puede ser feliz en silla de ruedas?”, me dijeron una vez. Es verdad que las cosas son más fáciles si puedes andar, pero yo salto de alegría en mi silla, aunque sea imposible. ¿Siempre has sido muy activa? Sí. Me encantan la naturaleza y los deportes. Estudié medicina alternativa y desarrollé un método de recuperación de memoria para ancianos. Tocaba la guitarra y cantaba, cosía y diseñaba ropa, hice de modelo un poquito, pero no me gustó nada ese mundillo tan superficial. Me encanta la fotografía, he escrito desde los 8 años, me publicaron a los 17... No me gustan las palabras “inválida” o “incapacitada”, son muy negativas. Soy perfectamente capaz de muchas cosas; prefiero el término handicapped (en desventaja). Tu hiperactividad no se ha frenado. ¡Qué va! Hay cosas que ya no puedo hacer, pero surgen otras. Empecé a practicar el tiro al blanco, a dar charlas públicas, hice un programa de radio a finales de los 80 que tuvo mucho éxito... Vamos por partes. ¿Tiro al blanco, dices? Me interesa porque es cuestión de concentración. La puntuación más alta es 10, y mi media es 9,7. Empecé dos años después de tener rehabilitado el brazo izquierdo, pero paré porque no conseguía llegar adonde quería: ganar el oro, claro. Como no recibo subvenciones, he de trabajar, con lo cual entreno menos que los deportistas profesionales. ¿Y tu programa de radio? Eran charlas informales sobre la vida, crónicas, siempre en un tono muy positivo y alentador. Era realmente un programa muy popular. En Suecia no soy una superestrella, pero soy conocida. Cuando vine a Málaga por primera vez, tardé sólo dos meses en subirme a un escenario. ¿Por qué elegiste Málaga? Por el clima. En mi país hay hasta dos metros de nieve en invierno, y eso, en silla de ruedas, no es práctico. Me decían que estaba loca por venirme, porque cuando llegué, hace 20 años, las aceras no estaban adaptadas para mi silla de ruedas. Pero la mente de la gente de aquí sí estaba preparada para alguien en silla de ruedas. ¿Qué tal es Málaga para circular? Málaga, la ciudad, está bien; pero en Fuengirola tendrían que mejorar las aceras. Hay mucha gente amable que te ayuda. En los 20 años que llevo aquí, casi ningún español se ha negado a ayudarme, cosa que sí me ha pasado con suecos e ingleses.

¿Dónde cantas? Hace cinco años que canto en El Rastrillo de Fuengirola y en las calles de Málaga. Hasta entonces sólo había dado conciertos, actuaciones en la radio, y había tocado mucho en restaurantes y clubes de jazz. Después elegí cantar en la calle. Tuve una mala racha, perdí a siete de mis mejores amigos en un periodo de seis meses. Cuando murió Barbara, la última de los siete, me quedé sin voz. ¿Literalmente? No quería cantar más, no podía. Pero un día me llamaron para que diera un concierto en una iglesia. Al terminar ese concierto, algo cambió dentro de mí. Es difícil de explicar, pero fue como una flor que se abre. Decidí que quería cantar en la calle porque allí tengo más control: llego y me voy cuando quiero, canto lo que me gusta (pop, jazz, canciones tranquilas), hablo con la gente y conozco a personas de todo tipo, de todas las nacionalidades y edades. ¿En Suecia también cantas en la calle? No puedo. Allí soy cobarde. ¿Por qué? La gente es diferente. Una vez, una periodista me propuso que cantara mientras ella pasaba el gorro, para recaudar dinero para una inmigrante a quien la Seguridad Social no le pagaba una dentadura nueva. Al día siguiente me encontré con alguien a quien le habían contado que yo andaba mendigando. ¿Por qué te escogió esa periodista? Tengo muy buena fama allí como cantante y persona solidaria. Una inglesa me dijo algo muy bello: “Eres una leyenda viva. Tu reputación te precede”. ¿Qué ha sido lo mejor de tu vida? ¡Qué difícil! Ha habido muchas cosas buenas... Fue maravilloso cuando me votaron la mejor periodista del año en Suecia. Otro momento increíble ocurrió a los seis meses de rehabilitación. Una tarde estaba sola en un pasillo y, de repente, oí algo precioso, sonaba a música: me di cuenta de que era mi propia risa. ¡Hacía tanto que no me reía! Por fin había recuperado la fuerza en la parte superior del cuerpo. Esa misma noche estornudé. Los de mi sala del hospital estaban muy contentos porque sabían lo difícil que es estornudar cuando estás totalmente paralizado. ¿Cómo crees que hubiera sido tu vida sin el accidente? Todo tiene un significado, aunque nos cueste verlo en su momento. ¿Cómo hubiera vivido sin haber venido a España y haber conocido a tantos amigos maravillosos?

For more information: Her web: www.bambielinsdotteroscarsson.com · A book: Barcelona en silla de ruedas, de Montse Serrano e Isabel de Vilallonga www.albaeditorial.es · A club: www.famma.org · Country side paths with disabled access: www.viasverdes-ffe.com · La Superfour, the first wheelchair created for multi-terrain movement: www. vialibre.es

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ÁLBUM DE FAMILIA Los Arnau, un círculo familiar dedicado al arte de vestir las cabezas con elegancia Textos y fotografías de Leonardo Faccio Fotógrafa asistente: Carolina Sains

De izquierda a derecha: Jordi Creus Arnau (20 años), Marc Serra Arnau (30), Blanca Oliveras Espinosa (31), Josep Creus i del Castillo (51), Nuria Arnau Roldós (48), Juan Arnau Boqué (83), Carmen Roldós López (80), Enric Serra Rogent (57), Carme Arnau Roldós (55), Sergi Creus Arnau (16).

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todo da vueltas

La historia de los Arnau gira en torno a los sombreros. Durante al menos cuatro generaciones, esta familia ha cumplido 150 años fabricando boinas vascas, bombines, borsalinos de fieltro, tocados de novia y gorras de estilo marinero. Su tienda, Mil Sombreros, es uno de los negocios más antiguos de Barcelona. Por ella han pasado Tony Curtis (quien eligió un sombrero cordobés), Francis Ford Coppola (una boina vasca), Lou Reed (un borsalino) y Woody Allen (una gorra marinera). Pero Mil Sombreros es, sobre todo, un imán familiar, donde los Arnau comparten sus afectos.

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TODO DA VUELTAS

JUAN ARNAU BOQUÉ 83 años, propietario

CARMEN ROLDÓS LÓPEZ 80 años, costurera, esposa de Juan

JORDI CREUS ARNAU 20 años, alumno de Biología, hijo de Nuria y Josep

CARME ARNAU ROLDÓS 55 años, historiadora del arte

ENRIC SERRA ROGENT 57 años, ceramista, esposo de Carme

“Mil es una palabra fácil de recordar, por eso la tienda lleva ese nombre. Empecé a fabricar y a vender sombreros a los 12 años, en plena Guerra Civil. Los hombres de mi familia se habían ido a combatir y tuve que empezar a trabajar. Fue una época muy difícil para España y para nuestro negocio, porque en esos años usar sombrero estaba mal visto en Barcelona; se decía que era una costumbre de capitalistas. Pero sobrevivimos a la guerra, a las modas y a las crisis que vinieron después.”

“Con Juan llevamos 56 años de casados, y desde entonces trabajo en la tienda. Ahora, a mi edad, hago poca cosa. Pero tengo talento cosiendo gorras. Confecciono pedidos especiales y el resto lo importamos de Italia: en Monza compramos los sombreros de fieltro y en Alessandria, los borsalinos. Todo de la mejor calidad, por eso la tienda es famosa. Un día vino el actor Tony Curtis, se compró un sombrero cordobés y, de regalo, me dejó un autógrafo y un dibujo en nuestro libro de visitas.”

“En verano ayudo en la tienda, porque es la época en que hay más ventas. Y los fines de semana, buceo en la Costa Brava, que es el mejor lugar de Cataluña. Lo mío es la Biología, por eso no creo que me dedique al negocio; aunque la venta de sombreros siempre tendrá futuro, porque en invierno uno siempre tiene frío en la cabeza, y calor cuando hace sol.”

“Soy el comodín de la tienda: me llaman cuando me necesitan. Mi verdadero trabajo es de documentalista en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Me especializo en el modernismo catalán, el siglo XIX, un periodo que justamente coincide con el auge del sombrero. En fin, esta tienda también es una especie de museo.”

“Nunca he usado sombrero. Mi pasión es la cerámica y la política. Sin embargo, en una época tuve que trabajar en Mil. Fue en los primeros años 90, cuando se abrió la importación de productos chinos en España y la fábrica de cerámicos de mi abuelo tuvo que cerrar. Por eso podría decir que en esa época los sombreros me salvaron la vida.”

NURIA ARNAU ROLDÓS 48 años, modista y gerente

JOSEP CREUS I DEL CASTILLO 51 años, diseñador industrial, marido de Nuria

MARC SERRA ARNAU 30 años, ingeniero industrial, hijo de Carme y Enric

BLANCA OLIVERAS ESPINOSA 31 años, ingeniera industrial, esposa de Marc

SERGI CREUS ARNAU 16 años, guitarrista, hijo de Nuria y Josep

“Estudié arquitectura, pero mi pasión es ser modista; lo llevo en la sangre. Hace poco estuve en Francia y fui a Lyon a visitar el museo del sombrero. Mi especialidad son los tocados de novia, aunque también hago barretinas, que es el sombrero típico catalán. Aquí ponemos pasión en lo que hacemos. Cuando vino Francis Ford Coppola se llevó una boina vasca, y Woody Allen eligió una gorra marinera. Pero a quien más recuerdo es a Lou Reed, pues de joven escuchaba su música; él eligió un borsalino.”

“Cuando yo era niño, mi padre compraba sus sombreros en Mil. O sea que antes de conocer a Nuria, conocí su tienda. Ahora soy su mano derecha. Aquí hago de todo, aunque especialmente atiendo a los clientes. Los que más se venden son las gorras de estilo inglés y los sombreros de ala corta, que están de moda y son los preferidos por los jóvenes. En verano, el más pedido es el típico Panamá. Creo que su color blanco combina con el Mediterráneo, ¿no?”

“De niño jugaba al fútbol entre los mostradores de la tienda con mi hermano Oriol, el único de la familia que no ha podido venir hoy. Ahora ayudo en la caja cuando llega Navidad y hay mucha clientela. Esta tienda siempre ha sido el centro de la familia. Cuando cumplí 18 años, aquí me organizaron la fiesta, algo que nunca olvidaré.”

“Esta sombrerería la conocí antes que a Marc, porque es famosa por aquí. Y quizá nunca hubiese usado sombrero si no me hubiese casado con él. El invierno pasado me regaló una gorra de pana cruda. Es hermosa, la verdad, pero me la pongo poco. Si te fijas, en Barcelona todo el mundo tiene un sombrero en su casa, aunque no lo use.”

“En la tienda he trabajado muy pocas veces, sólo en verano. Me gustaría vivir de mi grupo, Nihli Obstat, en el que soy el guitarrista. Los sombreros están bien, pero los músicos de ahora casi no los usan... Aunque está el cantante del grupo Limp Bizkit, que lleva uno; aunque a mí no me gusta mucho.”

Negocio redondo. El origen de Mil Sombreros se remonta a 1815, cuando la familia italiana Antonés abrió una fábrica en la calle Hospital de Barcelona. Los Arnau se asociaron después con los Antonés y abrieron su primera tienda de cara al público en 1856. Su local actual, ya con el nombre Mil Sombreros, queda en la calle Fontanella, 20 y fue inaugurado en 1917. Aparte de sombreros venden paraguas, cascos y guantes. Puedes llamarlos al teléfono +34 933018491. LING 71


COMIDAS

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RED

NDAS

Porque todo plato, en esencia, es circular

• Rosco enviado desde Jerez por Amalia Hernando, secretaria, 24 años • Crema catalana enviada desde Barcelona por Artur Torner, camarero, 31 años • Galleta palada enviada desde Valencia por Rosa Calvo, abuela, 69 años • Sushi enviado desde Barcelona por Xavi Mestres, estudiante, 20 años • Ensalada de queso de cabra y nueces enviada desde Venecia por Andrea Lombardi, músico, 27 años • Galleta artesanal (de www.carlotas.com) enviada desde Barcelona por Marta Damasco, periodista, 23 años. Dice que se envían por correo a toda España • Yema de huevo sobre sandwich mixto, enviada desde Santiago por Andrés López, profesor de Informática, 30 años • Pizza enviada desde Madrid por Andrea Villada, azafata de congresos, 25 años • Caracola enviada desde Mallorca por Inés Roger, bióloga, 43 años • Naranja enviada desde Valencia por Ferran Caño, estudiante de bachillerato, 17 años • Calamares a la romana enviados desde Madrid por Manuel Estrecho, entrenador de fútbol, 36 años • Tortilla de patatas con cebolla enviada desde Málaga por Ester Maldonado, ama de casa, 30 años • Pizza enviada desde París por Sandra Villatto, antropóloga, 32 años • Sandwich integral de jamón enviado desde Bilbao por Rubén Rioso, estudiante, 17 años • Tartaleta de frutos secos preparada y enviada desde Menorca por Cristina Triay, de la pastelería Las Delicias • Plato Isla Mediterrani cocinado y enviado desde Alicante por Sonia López, del bar Mediterrani Mar de Sabores

Los platos mencionados no siguen el orden de las fotos. A ver si identificas cuál es cuál.

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su oto rgó a

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a fam b ir c ilia– de no haber sido po de lidad o i del negocio. la r a s n doct Pocas veces he de u or Rue salido a la ciudad o llan, que además al campo en busca de una nu i ee m s r escena que inspire a mi veleipre tra dec c en doso lente. Cuando paseo, genen o ible i ec nspi ración la posibi l idad d ralmente lo hago sin la cámara, ya sea porque se me olvida o por miedo a perm ec derla. Confieso, sin embargo, que a menudo, án do ic a mientras camino por la calle o recorro los pasillos , si El . s nm de algún edificio, siento deseos repentinos de tomar ne ayo r e s c ompl ic a c io una foto, no de paisajes o puentes como hizo alguna vez mi viejo, sino de párpados insólitos que de cuando en cuando detecto entre la multitud. Esa parte del cuerpo que he visto desde la infancia, y por la que jamás he sentido ni un atisbo de hartazgo, me resulta fascinante. Exhibida y oculta de manera intermitente, obliga a permanecer alerta para descubrir algo que de verdad valga la pena. El fotógrafo debe evitar parpadear al mismo tiempo que el sujeto de estudio y capturar el momento en que el ojo se cierra como una ostra juguetona. He llegado a creer que para eso se necesita una intuición especial, como la de un cazador de insectos; no creo que haya mucha diferencia entre un aleteo y un batir de pestañas. Me cuento entre el escaso porcentaje de la gente a la que le apasiona su trabajo y, en ese sentido, me considero afortunado. Pero esto no debe causar confusiones: nuestro oficio tiene algunos inconvenientes. Por el estudio pasa toda clase de individuos, la mayoría de las veces en situaciones desesperadas. Los párpados que llegan hasta aquí son casi todos horribles: cuando no causan malestar, dan lástima. No es gratuito que sus dueños prefieran operarse. Al transcurrir los dos meses de convalecencia, cuando los pacientes, ya transformados, regresan por la segunda serie de fotografías, respiramos con alivio. Esa mejoría pocas veces alcanza el cien por ciento, pero cambia por completo un rostro, su expresión, su gesto permana

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jor cirujano de párpados de París, opera en el Hôpital des 15/20 y su clientela es inagotable. Algunos pacientes prefieren incluso esperar un año para obtener una cita con él en vez de optar por un médico de menor renombre. Antes de intervenir, nuestro benefactor les exige a sus pacientes dos series de fotografías: la primera consiste en cinco tomas cercanas –de ojos cerrados y abiertos– para que quede constancia de su estado antes de la operación. La segunda se lleva a cabo una vez practicada la cirugía, cuando la herida ya ha cicatrizado. Es decir que, por más satisfactorio que les parezca el trabajo, vemos a nuestros clientes sólo dos veces en la vida. Sin embargo, en ocasiones ocurre que el doctor comete alguna falla –nadie, ni siquiera él es perfecto–: un ojo queda más cerrado que el otro o, por el contrario, demasiado abierto. Entonces la persona se vuelve a presentar para que le tomemos una nueva serie, por la cual pagará otros trescientos euros, pues mi padre no tiene la culpa de los errores médicos. A pesar de lo que pueda pensarse, las cirugías de los párpados son muy frecuentes y sus razones innumerables, comenzando por los estragos de la edad, la vanidad de la gente que no soporta las marcas de vejez en el rostro; pero también los accidentes, los incendios y otra serie de imprevistos. La piel de un párpado es de una delicadeza insospechada. En nuestro negocio, cercano a la Place Gambetta, en el XXème arrondissement, mi padre tiene enmarcadas algunas fotografías que tomó durante su juventud: un puente medieval, una gitana tendiendo ropa junto a su remolque o una escultura expuesta en el jardín de Luxemburgo, con la que ganó un premio juvenil en la ciudad de Rennes. Basta verlas para saber que, en una época muy lejana, el viejo tenía talento. Comencé a trabajar en el estudio a la edad de quince años, cuando decidí dejar la escuela. Mi padre necesitaba un ayudante y me incorporó a su equipo. Aprendí entonces el oficio de fotógrafo médico especializado en oftalmología. Aunque después, con el paso del tiempo, me fui encargando de las labores de oficina, entre ellas la conta-

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EL ÚLTIMO RETRATO

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CUENTO

nente. En apariencia, los ojos quedan más equilibrados; sin embargo, cuando uno los mira bien –y, sobre todo, cuando ha visto ya Miles de rostros modificados por la misma mano–, descubre algo abominable: de algún modo, todos ellos se parecen. Es como si el doctor Ruellan imprimiera una marca distintiva en sus pacientes: un sello tenue, pero inconfundible. A pesar de los placeres que otorga esta profesión, como cualquier otra, termina causando indiferencia. Recuerdo haber visto pocos casos verdaderamente memorables en nuestro establecimiento. Cuando esto ocurre, me acerco a mi padre que prepara la película en la trastienda y le pido al oído que me deje disparar el obturador. Él siempre accede, aunque sin entender la razón de mi súbito interés. Uno de esos hallazgos ocurrió hace menos de un año, en el mes de noviembre. Durante el invierno, el estudio, situado en la planta baja de una antigua fábrica, se vuelve insoportablemente húmedo, y es preferible salir a la intemperie que permanecer en esa cueva gélida y oscura por las necesidades del oficio. Mi padre no estaba esa tarde y yo, muerto de frío junto a la puerta, me entretenía con las indecisiones de la lluvia mientras maldecía a una clienta que tenía más de un cuarto de hora de retraso. Cuando su silueta apareció por fin detrás de la reja, me sorprendió que fuera tan joven: debía de tener, cuanto mucho, veinte años. Un gorro negro, impermeable, le cubría la cabeza y dejaba resbalar las gotas por su cabello largo. Su párpado izquierdo estaba unos tres milímetros más cerrado que el derecho. Ambos tenían una mirada soñadora, pero el izquierdo mostraba una sensualidad anormal, parecía pesarle. Al mirarla me embargó una sensación curiosa, una suerte de inferioridad placentera que suelo experimentar frente a las mujeres excesivamente bellas. Con una parsimonia exasperante, como si el retraso la tuviera sin cuidado, se acercó a preguntarme en qué piso se encontraba el fotógrafo. Seguramente me confundió con el conserje. –Es aquí –le dije. –Está usted frente a la puerta. Abrí el cerrojo y, en un gesto exaltado que ella no pudo adivinar, encendí todos los reflectores, como cuando en un salón de baile hace su aparición un miembro de la realeza. En cuanto estuvo adentro, se quitó el sombrero; su pelo negro y largo parecía una extensión de la lluvia. Como todos los clientes, me explicó que había conseguido una cita con el doctor Ruellan para que resolviera su problema. “¿Cuál problema?”, estuve a punto de preguntar. “Usted no tiene ninguno”. Pero me abstuve. Era tan joven... No quería turbarla y preferí hacer un comentario banal: –No parece usted de París. ¿De dónde viene? –De Picardia –contestó ella con timidez, evitando el contacto con mi vista, como suelen hacer los pacientes. Sólo que ahora, en vez de agradecerlo, esa actitud esquiva me desesperó. Hubiera dado cualquier cosa por seguir mirando durante la tarde entera

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CUENTO

En nuestro estudio, cercano a la Place Gambetta, mi padre tiene enmarcadas algunas fotografías que tomó durante su juventud: un puente medieval, una escultura, una gitana tendiendo ropa. Basta verlas para saber que el viejo tenía talento

ese párpado pesado y al mismo tiempo frágil, y habría dado el doble por lograr que esos ojos se fijaran en mí. –¿Le gusta París? –pregunté yo, empleando un tono falsamente distraído. –Sí, pero no podré quedarme mucho tiempo. En realidad he venido únicamente para la operación. –París la atrapará, puede estar segura. Cuando menos lo imagine se vendrá a vivir aquí. La muchacha sonrió bajando la cabeza. –No lo creo. Quisiera volver cuanto antes a Pontoise, no me gustaría perder el año por esto. La idea de que esa mujer viviera en otra ciudad bastó para deprimirme. Empecé a sentirme malhumorado. De manera repentina, quizás un poco brusca, interrumpí la charla para ir a buscar la película. –Siéntese aquí –la apuré al regresar. Nunca en mi vida profesional había sido tan poco amable. La muchacha ocupó el banquillo y se echó el cabello hacia atrás, poniendo su rostro en evidencia. –No sé si usted está enterada –le dije, simulando compasión–: los resultados nunca son perfectos. Su ojo no será jamás igual al otro. ¿Se lo ha explicado el doctor? Ella asintió en silencio. –Pero también me dijo que los dos párpados quedarán a la misma altura. Para mí es suficiente. Me disponía a enseñarle una serie de fotografías de operaciones sin éxito con el fin de desanimarla. Pensé en decirle que, de cualquier manera, quedaría con el sello inconfundible de los pacientes operados por el doctor Ruellan, esa tribu de mutantes. Sin embargo, no tuve el valor necesario. Sin decir una palabra, coloqué el telón de fondo blanco detrás de su cabeza, apuntando el reflector hacia sus ojos. En lugar de las tres tomas habituales, disparé el obturador quince veces, y habría seguido así hasta el anochecer si mi padre no hubiera llegado. Al escuchar el cerrojo de la puerta, apagué los proyectores de luz. La joven se puso de pie y se acercó al mostrador para firmar un cheque donde leí su nombre en letra de colegiala. –Deséeme suerte –dijo. –Nos veremos dentro de dos meses. No puedo describir el abatimiento en el que caí esa tarde. Revelé las fotos de inmediato; metí las más convencionales en un sobre con el sello del hospital y conservé la que me pareció mejor lograda en el cajón de mi escritorio: una toma de frente, soñadora y obscena. Mis esfuerzos por olvidarla resultaron inútiles. Durante tres meses esperé con auténtico terror que viniera por la segunda serie; de ninguna manera quería estar presente. Cada lunes echaba un vistazo a la agenda de mi padre para saber en qué momento ausentarme. Pero ella nunca vino.

Cuando apareció por fin detrás de la reja, me sorprendió que fuera tan joven: debía de tener, cuanto mucho, veinte años. Al mirarla me embargó esa sensación curiosa que suelo experimentar frente a las mujeres excesivamente bellas LING 77


CUENTO

Una tarde, a principios del verano, mientras caminaba por los muelles en busca de algún párpado interesante, volví a verla. El cauce del Sena estaba sereno en esos días; las piedras reflejaban su color verde oscuro y su vaivén oscilante 78 LING

CUENTO

Una tarde, a principios del verano, mientras caminaba por los muelles en busca de algún párpado interesante, volví a verla. El cauce del Sena estaba sereno en esos días; las piedras reflejaban su color verde oscuro y su vaivén oscilante. Ella también iba mirando el río de modo que por poco chocamos de frente. Para mi gran sorpresa, sus ojos seguían siendo los mismos. La saludé cortésmente, haciendo lo imposible por ocultar mi júbilo, pero al cabo de unos minutos no aguanté más: –¿Cambió de opinión? –pregunté. –¿Decidió no operarse? –El doctor tuvo un impedimento y fue necesario aplazar la fecha hasta el fin del año escolar. Mañana ingreso en el hospital; como no tengo familia en la ciudad, permaneceré dos días interna. –¿Cómo van sus estudios? –La semana pasada presenté mi examen en la Sorbona –respondió sonriendo. –Quisiera mudarme a París. Parecía contenta. En su mirada advertí esa expresión de esperanza que suelen tener los pacientes en vísperas de una cirugía y que otorga a los rostros más deformes un aire de candor. La invité a tomar un helado en la isla Saint Louis. Una orquesta de jazz tocaba cerca y, aunque desde donde estábamos no era posible ver a los músicos, las notas se oían en el muelle como si emergieran del río. La luz del sol le teñía los párpados de naranja. Caminamos varias horas, a veces en silencio, otras hablando de lo que sucedía durante el paseo, de la ciudad o del futuro que le esperaba en ella. De haber llevado la cámara tendría ahora alguna prueba, no sólo de la mujer ideal, sino también del día más alegre de mi vida. Al anochecer la acompañé al hotel donde se hospedaba, una pocilga cerca de Bonne Nouvelle. Pasamos la noche juntos en una cama decrépita, en peligro constante de irse al suelo. Una vez desnudos, los veinte años de diferencia que había entre nosotros se hicieron más evidentes. Le besé los párpados una y otra vez y, cuando me cansé de hacerlo, le pedí que no cerrara los ojos para seguir disfrutando de esos tres milímetros suplementarios de párpado, esos tres milímetros de voluptuosidad desquiciante. Desde el primer abrazo hasta el momento en que, agotado, apagué la lamparita de noche, sentí la necesidad de convencerla. Entonces, sin ningún tipo de pudor o inhibiciones, le rogué que no se operara, que se quedara conmigo, así, tal como era en ese momento. Pero ella pensó que se trataba de una cursilería, una de esas mentiras exaltadas que se dicen en circunstancias como ésa. Prácticamente no dormimos esa noche. ¡Si el doctor Ruellan lo hubiera sabido! Él, que siempre exige a sus pacientes el más absoluto reposo en vísperas de una cirugía. Ella llegó al pabellón preoperatorio con unas ojeras que la hacían verse mayor y también más hermosa. Le prometí acompañarla hasta el último momento y después, cuando se recuperara de la anestesia, venir a verla de inmediato.

Pero no me fue posible: en cuanto la enfermera entró al cuarto para llevársela al quirófano, me escapé reptando hasta el elevador. Salí del hospital hecho añicos, como quien acaba de encarar una derrota. Pensé en ella al día siguiente. La imaginé despertando sola, en ese cuarto hostil con olor a desinfectante. Hubiera deseado poder estar ahí acompañándola, y lo habría hecho de no haber habido tanto en juego: mis recuerdos, mis imágenes de esos ojos que, de haberlos visto después, idénticos a los de todos los pacientes del doctor Ruellan, habrían desaparecido de mi memoria. Algunas tardes, sobre todo en los periodos austeros en que la clientela no ofrece ninguna satisfacción, pongo su fotografía sobre mi escritorio y la miro unos minutos. Al hacerlo me invade una suerte de asfixia y un odio infinito hacia nuestro benefactor, como si de alguna forma su escalpelo me hubiera mutilado. No he vuelto a salir con la cámara desde entonces. Los muelles del Sena no me prometen ya ningún misterio.

Algunas tardes pongo su fotografía sobre mi escritorio y la miro unos minutos. No he vuelto a salir con la cámara desde entonces. Los muelles del Sena no me prometen ya ningún misterio

Guadalupe Nettel (México, 1973) fue finalista del Premio Herralde de Novela 2005 con El huésped. Antes publicó Juegos de artificio y Les jours fossiles, dos libros de cuentos. En 1992 ganó el Prix de la Meilleure Nouvelle en Langue Française para países no francófonos de Radio France Internationale.

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This man is as aerodynamic as a bullet. You can’t see his eyes behind his mirrored amber goggles but you can be sure he feels as confident as a cheetah lining up to race a parade of baby elephants.

A man looks at the kids flying about the square in absolute bewilderment. He rubs his eyes but nothing changes. Then he looks accusingly at the bottle he suddenly rediscovers in his hand. Say hello to RollerCop. His beefy torso is stitched on top of a pair of lithe and elegant legs, exhibited in tightfitting trousers. He zigzags like a shark among the revellers, come to uphold the law.

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Lit up with green neon cables like an extra from Tron, this man spins about the square, eliciting a chorus of coos from the other skaters. Hopefully he brought enough batteries to last the route.

Even urban guerrillas can find their place in this eclectic environment. With his balaclava – cut with only two Spiderman eyeholes – pulled tight, it’s hard to know if this skater will defend you against criminals or mug you for your jewellery.

Texts by adam biles  Illustrations by Katja Enseling

seen between 21:30 and 22h on a Friday beneath the Montparnasse tower, Paris, preparing for “Pari Roller,” a weekly 30km skate through the streets of Paris

Having effectively translated the look of Avril Lavigne onto the Parisian streets, this girl is the most fashionable anti-fashion statement by miles. Then she moves and you notice the one area where she scrimped. Her knees knock together, her arms windmill and it looks like there’ll be bruises before bedtime.

A guy who looks like Michael Jackson on the “Bad” cover. His legs perform complex, weaving tricks, so quickly that they’re almost a blur, whilst his body remains oddly static above them.

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This woman looks like a school teacher on a hike. She even carries a pole which she uses to propel herself along.

It looks like wobbling through the streets of Paris on eight tiny wheels is the last way this girl would normally spend a Friday evening. Tonight, however, the parade organisers have teamed up with the “Save Darfur” campaign, and she is here to show her support.


EXP ERIEN CIAS Vas por la calle y descubres un lugar fascinante. ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza? Compartir tu descubrimiento con la gente a la que quieres. Invitar a tu pareja. Llamar a tu mejor amigo para contárselo. Convencer a tus compañeros del trabajo de que dejen de hacer lo que estén haciendo y que vayan a encontrarse contigo inmediatamente. Eso es compartir una experiencia inolvidable. Esto es Ling. You walk down the street and suddenly discover a fascinating place. What do you do? You share your discovery with the people you love. You invite your other half. You call your best friends to tell them about it. You convince your colleagues to stop whatever they are doing and come to meet you immediately. You share an unforgettable experience. This is what Ling is all about.

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experiencias ALICANTE

Elogio de la no-playa Un día por la mañana. El sol apenas calienta. Pero todos los que conocen este rincón del Postiguet, junto al trenet (el trencito), se acercan con un fin: la calma, las chicas y las señoras que le sacan la lengua al pudor y se liberan de sus bikinis. Los monitores de una carpa para chavales con desventajas físicas rompen el silencio rasgando una guitarra. Las diez personas que se han reunido ese día se miran con complicidad. Qué placer... El chiringuito permanece mudo. La cala es nuestra hasta la invasión de las sombrillas. El Cocó queda frente a la estación del tranvía. Se llega tomando la avinguda de la Vila Joiosa, desde la Explanada de España

experiencias la Colonia Castells. Este lugar tiene su propio rincón de ocio, el Bar Ruiz, conocido también como el bar de Rafa. Rafa es un antiguo torero que ha traído de su Andalucía natal esa comida de tapas, copiosas y suculentas, tan propia de allí. En las paredes de su local cuelgan retratos de la época en que Rafa se ganaba la vida como torero. Él, un hombre curtido que te recibirá siempre con su excelente comida y su mejor humor. Calle Montnegre, entre Entença y Nicaragua BILBAO

Escápate del ruido Móntate en el tranvía, baja en el palacio de Euskalduna y tira por la ría hacia el fin de Bilbao. Eso, traspasa el ruidoso centro y continúa por la orilla... ¡Tachán! Increíble: un mar, digo, una ría de tranquilidad aparece delante. Ahora sigue hasta el número 22 de la calle Olabiaga y, en los bajos de una olvidada villa, encontrarás el refugio de La Carola. Es un barcafé con gancho: con el gancho de la grúa Carola, pues de aquí procede su nombre, de la única grúa superviviente de los antiguos astilleros bilbaínos. Es un local cuidado en detalle (su dueño arquitecto) donde puedes encontrar a exiliados del casco viejo o vecinos del barrio, y tomarte una cerveza bajo el árbol de su patio de entrada. Calle Olabiaga, 22 · Parada Euskalduna del tranvía BRUSELAS

Desayuno con postales

BARCELONA

El suculento oasis de Rafa Entre el Ensanche barcelonés y el barrio de Les Corts se levanta, sencilla, una colonia obrera creada para los trabajadores de una fábrica textil de principios de siglo:

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Conocemos una manera de hacer que una mañana de domingo se vuelva un momento especial: acércate a tomar el brunch que ofrece la cafetería del Musée des Instruments de Musique (MIM), que posee una de las mayores colecciones de instrumentos del mundo. Reconocerás el edificio a lo lejos: una magnífica fachada Art Nouveau de los antiguos almacenes Old England, cerca de la Place Royale. Sube a la sexta planta. El Restaurant du MIM cuenta con las vistas más impresionantes de Bruselas. En la terraza o en el interior, mima tu estómago con el menú del brunch: café, zumo de naranja, fruta fresca, pains au chocolat, ensaladas, jamón, y gran variedad de platos fríos y calientes. Para el 20 y el 27

de mayo proponen una pianola brunch. Gracias a las virtuosas manos del intérprete Rex Lawson, será como viajar a un auténtico salón burgués de 1900. ¡Pero no olvides reservar! Rue Montagne de la Cour, 2 · Tel. +32 025029508 · www.restomim.com GRANADA

Para el calor y para el frío... Saliendo de Granada por el camino Cantarranas (sólo el nombre ya sugiere mucho) topamos en Purchil con un barecito llamado Charavinillo, un lugar fresco cuando al calor de Granada le da por hacer el verano más difícil. Aquí es una absoluta delicia tomar embutidos caseros y vino. Javier, el dueño, suele hacer exposiciones de los asiduos del bar (casi todos trabajadores de una azucarera). Venir es encontrarte con artistas locales, campesinos, gente que viene con sus caballos... No sólo es acogedor en verano: el Charavinillo tiene una buena chimenea para estar calentitos en épocas de frío. Camino de Cantarranas, Ambroz, Purchil

da. Este coqueto local acaba de cumplir 21 años removiendo las ollas. Desde la Reina Sofía hasta Penélope Cruz y Bigas Luna han degustado su carta de sabores caseros. José, quien fomenta el maridaje con vinos de la tierra, manda en los fogones, aparecerá al final para preguntar si todo ha estado a tu gusto. Es hijo de José Antonio Romero y la encantadora Margarita, los fundadores de este rincón culinario. Desde que termina la temporada de caza, hasta junio, ofrecen atún de almadraba. Saldrás encantado. Manuel de la Quintana, 3 · Tel. +34 956340069 · Almuerzos de 13 a 16h, cenas de 21 a 23h

la cara arrugada. Aunque no te guste el arte vanguardista, vale la pena pasarse por el CAC y ver las fotos del proceso de creación de esta niña gigante. Exposición de Ron Mueck, CAC de Málaga · Alemania, s/n · Hasta el- 17 de junio

MADRID

El hambre y las velas Aquí, quedarse “a dos velas” no sólo no es recomendable, sino imposible. Porque por mucho que pidas un “estoy-a-dieta” (la clásica pechuga de pollo con verduritas a la plancha), en el A dos velas están entrenados para que no te quedes con ganas de pedir más. ¿O sí? Eso depende de ti, porque quedarte sin probar sus entrantes y, sobre todo, sus postres, sería una pena. Claro que también puedes simplemente recrearte con los ladrillos de sus paredes o las lámparas decoradas con garbanzos (por eso de recuperar la receta tradicional del cocido madrileño). Si aceptas un consejo, pide todo lo que puedas: ya tendrás tiempo de quemar calorías paseando por los alrededores. San Vicente Ferrer, 16, Malasaña · Tel. +34 914461863 · www.adosvelas.net

IBIZA

Cuadros por comida Conocido por sus riquísimos bocadillos de jamón serrano con queso fundido, y por los cuadros que ocupan cada centímetro de sus paredes, el Bar Costa, abierto todo el año, es un local muy popular del pueblo de Santa Gertrudis. Aquí sólo podrás tomar pan con tomate y embutidos, o bocadillos. Se recomienda el de ciervo, el vientre relleno y la cecina. El bar tiene una terraza para el verano. No puedes dejar pasar la estrambótica exposición de cuadros que hay en el interior. ¡Las pinturas más insólitas de la isla se encuentran aquí! Hace unas décadas, el dueño intercambiaba cuadros por comida. Era la época hippie, y ¡quien no tenía dinero se ponía a pintar! Plaza de la Iglesia, en Santa Gertrudis · Tel. +34 971197021

MÁLAGA

¡Es una niña!

LISBOA

La salita de una casa particular

Mercado de ladrones (pero ya sin ladrones)

Si quieres comer en el salón de una casa particular, reserva en La Mesa Redon-

Si tienes poca ropa o necesitas un destornillador, si estás buscando una máquina

JEREZ

de escribir de los años 40 o una cámara fotográfica cuyos carretes ya se han extinguido, o si simplemente te gusta observar las viejas novedades que hacían las delicias de tus abuelos, ¡no pierdas más tiempo! En la Feira da Ladra siempre habrá algo para ti. Es un mercado al aire libre cuyo origen data del siglo XIII y donde, al parecer, nada ha cambiado (excepto que ya no hay ladrones y lo que se vende no es precisamente robado). Prepárate para regatear en varios idiomas. Dicen que el martes es el mejor día, aunque el sábado también está bien. Campo de Santa Clara · Martes y sábados · De abril a septiembre abre desde las 9 hasta las 20h

Ha nacido un bebé en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. No sabemos cuánto pesa, pero mide cinco metros, y no es exageración. El padre se llama Ron Mueck, un australiano especialista en escultura monumental hiperrealista. Sus obras no escatiman detalles y siempre causan sensación (véase, por ejemplo, Dead Dad, una reproducción exacta del cuerpo de su padre, hecha con silicona y acrílicos). Pero estamos hablando de A girl, nacida hace unos minutos, con el cordón umbilical a la vista y

MALLORCA

Donde empieza el mar Si llegas hasta el pueblo de Estellencs, en el suroeste de la Serra de Tramuntana, no pienses que la ruta por la montaña acaba aquí. Continúa hasta el kilómetro 98 de la carretera de Andratx a Estellencs, aparca delante del restaurante, cruza la carretera y ve hacia la mano derecha, hacia las escaleras. Es el Mirador de Es Grau. Desde aquí se ven los perfiles de los escarpados acantilados de la costa y un mar inmenso; y es mejor si llegas con la puesta de sol. Si tienes que volver a Palma, puedes practicar la conducción en curva yendo en dirección a Andratx. La carretera que bordea la costa es sencillamente espectacular. Carretera Andratx-Estellencs, km 98 MENORCA

Se diseñan tapas En pleno corazón de Maó se encuentra Ses Forquilles, un acogedor restaurante de tres plantas de reducido tamaño, que acogen ambientes y platos diferentes. En el piso superior está el salón para cenas formales, con una carta que incluye maravillas como la lechona asada a baja

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experiencias

experiencias temperatura. Pero lo mejor son sus tapas de diseño, preparadas con productos de siempre pero de forma novedosa, que puedes tomar tanto en la planta baja como en el sótano, cubierto por una bóveda de piedra que también acoge la bodega. Recomendaciones: los huevos con foie y trufa, el steak tartar y la brocheta de solomillo con mascarpone y salsa Café de París. El menú de mediodía también es generoso y barato. Rovellada de Dalt, 20 · Tel. +34 97352711 MILÁN

si te encantan los panzerotti... Hay pocos aperitvos tan sabrosos como los panzerotti. Y habrá pocos lugares en el mundo donde sean tan buenos como en el Luini’s. Llevan haciendo paquetes de pizza, similares al calzone y rellenos de tomate, mozzarella y otros ingredientes, en el horno de detrás de la catedral desde 1948. Y como los milaneses nunca se hartan de ellos, está siempre, siempre lleno. Via S. Radegona, 16 PARÍS

Un poco de samba De la misma familia de Favela Chic (popular club gastronómico de estilo brasileño), el Ave Maria le pone un toque de tambor a las tradicionales pretensiones de la cocina francesa. Este pequeño restaurante no toma reservas, así que apunta tu nombre en la lista de espera y mata el tiempo en su bar de estilo favela, bebiendo un mojito con compases de samba, mientras grandes cazuelas de barro llenas de pescado amazónico y otros platos exóticos pasan delante de tus ojos. Pasada la medianoche, las mesas se apartan para dar espacio al que quiera bailar; pero si mover las caderas no es lo tuyo, acaba la noche con un postre bien llamado “mourir au chocolat” (morir por el chocolate). De lunes a domingo, de 18.30 a 2.00h · Rue Jacquard, 1 · Metro Oberkampf, Parmentier ROMA

La ciudad a tus pies Cada quien tiene sus propias teorías sobre qué se le subió a la cabeza a Nerón antes de hacer lo que hizo, y algunos

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creen que fue la vista de la colina del Gianicolo, en el oeste de la ciudad: Roma está a tus pies y tienes esa sensación de sobrecogimiento y confusión que debió sentir el emperador pirómano antes de encender el cerillo. Es un lugar con una belleza para compartir: las ruinas de un pequeño anfiteatro, desierto durante el día, pero muy frecuentado por las noches, cuando algunos vienen a tocar y a beber vino bajo las estrellas. Como para enloquecer a cualquiera. Desde la Piazza della Rovere, en Lungotevere, sube por la Salita di S. Onofrio; gira a la izquierda; pasa una fuente: unas pequeñas escaleras se bifurcan a tu izquierda; sube los primeros doce escalones, gira otra vez a la izquierda y camina 50 metro SANTIAGO

El tiempo que no queda atrás A contados pasos de la Plaza Roja hay una máquina del tiempo. El Tupperware Lounge Café envasa al vacío toda la atmósfera de los 70, con cuadros de cine de autor e historietas de estilo pop-art en sus paredes rojas. Iluminadas con lámparas y focos de lava, te esperan dos salas con cómodos sillones (también rojos), decoradas con ese toque del salón de la tribu de los Brady. Pide a Ángel que te prepare uno de sus combinados “de cine”, como el martini y vodka “shaken not stirred” del Agente 007. Al llegar las once de la noche... ¡Sorpresa! La luz general se desconecta y se enciende una hilera de fiambreras (tupperwares, de ahí el nombre del local) que están pegadas a la pared. Fray Rosendo Salvado, 28 · tupperwareloungecafe@gmail.com

SEVILLA

Mucho más que antigüedades Con 30 años a cuestas, Populart se ha convertido en un fascinante viaje al pasado. Su dependiente, Sancho, puede iniciarte amablemente en la mejor artesanía tradicional sevillana: excelente azulejería del siglo XVI en adelante; tinajas, orzas y cántaros tradicionales del XVIII a inicios del XX; y las piezas estrella de la casa: los canjilones de noria del siglo XVII, utilizados para sacar el agua de los ríos, y los ‘exvoto’, unas piezas de hojalata con formas de mujer, ojos y pechos, que se empleaban en el siglo XIX como ofrendas a la Virgen para que curara a los fieles precisamente aquellas partes que reproducían. Pasaje de Vila, 4, barrio de Santa Cruz · Tel. +34 954229444 · populart@hotmail.com VALENCIA

De vuelta a la elegancia Entrar en la Sombrerería Albero es como viajar al pasado, a esos tiempos en que ni el más pobre salía de su casa sin sombrero. La sombrerería no parece haber cambiado su decoración en los últimos 50 años; tampoco su mercancía: boinas, viseras, gorras marineras, extravagantes sombreros de playa, de paño, de ala ancha, de pata de gallo y del más puro estilo Sherlock Holmes... Tú te los pones para divertirte, pero a ellos les da igual: esperan con mucha paciencia que el sombrero sea otra vez una muestra de elegancia y distinción. Plaza Mercado, 9 · Tel. + 34 963916517 VENECIA

Hollywood estuvo aquí Si eres amante del cine, aspirante a actor o simplemente una persona a la que le gusta poner caras extrañas, puedes hacerte una foto imitando los gestos de Harrison Ford en Indiana Jones y la última cruzada, exactamente en el mismo lugar donde se rodó una de las escenas de esa película. La hermosa iglesia que aparece en el filme se encuentra en el Campo San Barnaba. Fue construida en 1749 y está abierta desde las 7.30 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Allí se puede ver

también la alcantarilla de la que sale Harrison/Indiana después de haber escapado al asalto de miles de ratas mientras la rubia de la película le coge de la mano. Campo San Barnaba BRUSELAS

Otra para cinéfilos Entre los 45.000 títulos de la Cinémathèque Royale, es imposible que no esté la película de tu vida. Esta filmoteca, creada en 1938, abre sus puertas los 365 días del año para que le des un respiro a tu tele de plasma y vuelvas a la magia de las proyecciones. Su programación da incluso la oportunidad de asistir a estrenos y presentaciones, y no te extrañe que por allí aparezca algún director o actor a quien hayan invitado a comentar su trabajo. Si estás en Bruselas en julio, te gustará saber que la Cinémathèque ha programado el festival internacional Le prix de l’age, en honor a Buñuel, con la intención de premiar la película más original de su cartelera. Rue Ravenstein, 3 · Tel. +32 025511900 · www.ledoux.be IBIZA

Un desfile de originalidad El Madagascar es uno de los pocos bares de la Plaza del Parque que abre todo el año, y un lugar frecuentado sobre todo por la gente del barrio, desde jóvenes isleños hasta viejas glorias que en sus tiempos eran los reyes de la noche ibicenca. Si caes por allí, no olvides probar el pollo con aguacate. ¡Buenísimo! El nombre Madagascar se debe al abuelo del dueño, quien nació en esa isla. Es perfecto para desayunar y tomar unas cañas después de cenar. En verano, su terraza se llena de funambulistas, payasos y acróbatas de todo tipo. Desde allí no verás el mar, pero sí a los personajes que pueblan la isla cada temporada. Plaza del Parque, 2 · Tel. +34 971307398

una chuleta en la carta y a un traductor en el local), o señalas lo que quieres. De hecho, aunque se trata del primer café-teatro en Europa destinado al público sordo, los oyentes no están excluidos. Si no, ¿por qué subtitulan sus espectáculos de magia, de cuentacuentos o sus monólogos de humor? Es más, si esperas que sea un local tranquilo y silencioso, mejor busca otra alternativa, pues, a bulliciosos, no les gana nadie. Paseo Santa María de la Cabeza, 75 · www.cafedelossignos.com MALLORCA

Si el vino te pierde... Un amigo nos dijo que teníamos que ir a comer al Garage Rex, porque cocinaban bien. Y valió la pena sacar el callejero. En un barrio de casas bajas y a cinco calles de la Plaza España, se encuentra este restaurante minimalista que, ya de entrada, te envuelve con su música lounge. Y luego, la carta: cordero confitado, strogonoff de dorada, rissotto de gambas y espárragos. Los sabrosos platos de cocina mediterránea están muy bien presentados. Pero lo mejor son sus vinos. A César, el dueño, le pierde hablar de su afición enóloga, y con él puedes probar 180 variedades de denominaciones de origen poco comunes, pagando desde 7 euros. También organizan catas. Pablo Iglesias, 12, Palma · Tel. +34 871948947 · www.rexrestaurant.com

MADRID

Sin palabras En el Café de los Signos, para llamar al camarero no hay que gritar sino encender una lucecita que hay en las mesas; y para pedir, o te lanzas con el lenguaje de los signos (no te pongas nervioso, que tienes

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experiencias SEVILLA

Experiencias en conserva Casa Moreno es un coqueto lugar con las paredes repletas de las mejores conservas de Andalucía. Una decoración simple pero contundente: cientos de latas de almejas, berberechos, patés, mejillones en escabeche, mostazas francesas, vinos y sabrosas delicatessen para derretirte los labios, como unos higos cubiertos de chocolate. Los precios son bastante asequibles y la trastienda dispone de una barra donde probar espléndidos montaditos caseros con botellines de cerveza bien fría (recomendación: el montadito de morcilla artesana). No olvides preguntar al camarero por la historia del licor de cangrejo que adorna una de las estanterías. Gamazo, 7, barrio del Arenal · Tel. +34 954228315 · De lunes a viernes, de 8 a 15:30h y de 17:30h a 21:30h; sábados, de 9 a 15:30h ROMA

Bienvenida, imaginación Viniste a hacer un café y a leer algo, pero ahora, mientras te haces las uñas (¡y tú nunca te haces las uñas!), se te acaba de ocurrir una brillante idea para un programa de televisión que tú mismo producirás y presentarás. El Caffe Letterario, escondido en el depósito de una fábrica abandonada, sirve precisamente para eso. Es un espacio abierto con las ventajas de un café-restaurante, una librería, un centro de masajes y manicura, y sí, ¡un estudio para “la televisión de nadie”! (Nessuno TV, una cadena que emite contenidos hechos por sus televidentes). También encontrarás exposiciones de arte y fotografía, lecturas, música en vivo y muchísimos otros actos creativos. Via Ostiense, 83-95 · Tel. +39 3937659308 SEVILLA

Un bar con pellizco Si quieres escuchar flamenco, no elijas un tablao. Ven a Casa Anselma. Ella misma, de carne y hueso, única e insustituible, es una institución en el barrio. Igual te manda callar, o toca las palmas, o canta en honor de Rocío Jurado. Su bar, en Páges del Corro, huele a Triana pura

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experiences y suena a espontáneos con pellizco. Y con este ambiente, son muchos los que se arrancan a bailar. La hora sagrada: la medianoche. Anselma apaga las luces y canta con su coro la salve rociera. Una noche inolvidable. No faltes. Pagés del Corro, 49, esquina con Antillano Campos

EXP ERIEN CES ALICANTE

The anti-beach It’s morning. The sun is just rising, it’s starting to get warm, and everyone who knows this little place Postiguet, next to the little tramway, is heading there for the same thing: some peace and quiet. All the girls stick out their tongues in disgust at the sight of anyone in a bikini. Unpumped and under-endowed men break the silence with the strum of a guitar. The ten people who have gathered there today look at each other conspiratorially. Ah! What a pleasure, the blaring beach hut is still shut and silent. This beach is ours for morning, at least until the invasion of the sun-loungers and parasols. There’s no place like it for some morning quiet. El Coco is situated opposite the Tram station. You get there by walking down the Vila Joiosa Avenue, from the Explanada de España BARCELONA

Rafa’s succulent oasis Between the Eixample and Les Corts districts of Barcelona, the colony of workers from the textile factory pours out and all head for the same place: Bar Ruiz, also known as Rafa’s Bar. Rafa is an ex-bullfighter who brought the secret of traditional and succulent tapas from his native land, Andalusia. On the walls, you’ll see portraits from Rafa’s bullfighting days, and the fighter himself is a good-humoured and courteous man whose excellent food never disappoints in this hidden corner of southern Spain in Catalonia. Montnegre Street, between Entença and Nicaragua. Rue des Canettes, 11, 6th arrondisement Metro Mabillon · Todo el día hasta tarde · Entrada libre

BILBAO

Escape from the noise Take a tram and get off at the Euskalduna Palace. Walk towards the estuary on the edge of town. Pass through the noisy centre and keep heading for the shore... Tadah!! A beautiful estuary lake appears before you. Now keep going ’til you get to number 22, and on the ground floor of a forgotten villa you’ll find La Carola. It’s a bar-café with a hook: yes, a hook from a crane called Carola, which is where it’s name comes from, the only surviving crane from the original old Bilbao shipyards. The place pays a lot of attention to detail (the owner is an architect) and you can meet all kinds of exiles from the old town as well as friendly neighbourhood characters, and have a beer under the tree in their unique, secret courtyard. Olabiaga Street, tram stop: Euskalduna BRUSSELS

A picture-postcard breakfast We know a way to make a Sunday morning special: go and have brunch at the cafeteria of the Musée de Instruments de Musique (MIM), a museum that is said to have one of the best collections of instruments in the world. You’ll be able to recognise the building from a long way off: a magnificent Art-Nouveau façade built for Old England’s former storerooms near the Place Royale. Enter the building and go up to the 6th floor, where the Restaurant du MIM has some of the best views of Brussels. Out on the terrace or inside, treat your stomach to the brunch menu: Coffee, orange juice, fresh fruit, pain au chocolat, salads, ham and a wide variety of hot and cold dishes. And for the 20th and 27th of May, they have organised a special pianola brunch: it’ll be like a veritable Bourgeois salon from the 1900s. But don’t forget to book! Rue Montagne de la Cour, 2 · Tel. +32 025029508 · www.restomim.com GRANADA

For the hot and the cold... Leaving Granada on the Cantarranas road you come across a little bar in Purchil called Charavinillo, a cool place (as in

fresh) that allows you to get away from the stifling Granada heat while you tuck into homemade cold meats and wine. Javier, the owner, often has exhibitions of customers’ work (nearly all workers from the nearby sugar plant), and if you come here, you will usually run into local artists, country folk, people who arrive on horseback... and it’s not only welcoming in summer: the Charavinillo has a great fireplace for those chilly winter nights later in the year. Camino de Cantarranas, Ambroz, Purchil IBIZA

Paintings for food Known for its delicious serrano ham and melted cheese sandwiches, and for the paintings that cover every inch of its walls, the Bar Costa is a popular place in the town of Santa Gertrudis. They serve the typical bread and tomato, cold meats and sandwiches – the venison is highly recommended. The bar has a summer terrace but you won’t be able to resist the eccentric exhibition of paintings inside. Decades ago, painters would trade paintings for food. Nowadays, it’s Euros only, but if you take your brushes along, you never know… Plaza de la Iglesia, in Santa Gertrudis · Tel. +34 971197021

JEREZ

The little room in a private house If you’d like to eat in a private home, book at La Mesa Redonda. This cute little place has been inviting guests in for more than 21 years. Even the Queen Sofia, Penelope Cruz and Bigas Luna have sampled their tasty menu of homemade flavours. José, who has developed a wonderful marinade using local wines, will usually appear at the end of the meal to check that his cooked is well received. He’s the son of José Antonio Romero and the charming Margarita, founders of this culinary corner that offers freshly caught tuna when the hunting season ends, and the meats dry up. Small and very special. Manuel de la Quintana,3 · Tel. +34 956340069 · Lunch from 1-4pm, dinner from 9-11pm LISBON

It’s a steal If you hardly have any clothes, or all you need is a screwdriver, if you like giving your old things a second life or you’re looking for an old typewriter, if you’re a collector of useless objects or you like looking at old-time inventions that your grandparents marvelled at when they first came out, then there’s something for you at the Feira da Ladra (Thief ’s Market). It’s an open-air market that dates back to the 13th century, and gives the impression that not much has changed since (except now that what’s on offer has not been stolen). Prepare to barter in all manner of languages. They say Tuesday is the best day to go, though Saturday is good too. Campo de Santa Clara · Tuesdays and Saturdays · From April to September · From 9am to 8pm MADRID

Hunger won’t strike again Hunger, your days are numbered. Because however much you say, “I’m on a diet” at A dos Velas, one of the great restaurants in the Malasaña area of Madrid, they are trained to satisfy your hunger and leave you pleasantly plump. And with good reason, as you would be a fool to leave without trying one of their starters, and especially their desserts. Of course

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experiences you could go and simply amuse yourself by staring at the bricks in the walls or the lamps decorated with chickpeas (a traditionally Madrid ingredient). In fact, the only way to keep your stomach pixies happy is to order everything you can possibly try. And then walk home, to burn at least a few calories off your conscience. San Vicente Ferrer 16 · Tel. +34 914461863 · www.adosvelas.net MALAGA

It’s a girl! A girl has been born in the Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. We don’t know how much she weighs, but she’s five metres tall and looks like she’s about to SCREAM! The father’s name is Ron Mueck, an Australian specialising in monumental hyper-realistic sculpture. His work never misses a detail and always causes a sensation (see for example Dead Dad, an exact reproduction of his father’s body, made of silicon and acrylics). The latest arrival in Malaga is A Girl, born a just a few minutes ago, with the umbilical cord still visible and a very wrinkly face. It’s also worth passing by the CAC to see photos of the process of making this gigantic little girl. Ron Mueck exhibition, CAC de Málaga · Calle Alemania · Until 17th of June MALLORCA

Where the sea begins and the sky ends If you get to the town of Estellencs, in the south east of the Tramuntana mountain range, don’t think that the mountain road ends here. Carry on until you get to the 98km mark on the road from Andratx to Estellencs, park in front of a restaurant, cross the road and look to the right, towards the steps. This is the Mirador de Es Grau (The Es Grau viewpoint). From here you can see the rugged coastline and the immense sea; and it’s even better if you go at sunset. If you have to get back to Palma, you can practise your driving skills on the way to Andratx. However and whenever you catch it, the road that winds along the coast is simply spectacular. The Andratx-Estellencs Road, km 98

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EXPERIENCES MENORCA

PARIS

Designer tapas

A touch of samba

Right in the heart of Maó you will find Ses Forquilles, a cosy restaurant that has only been open for a year and a half. Its three small floors each have unique atmospheres and their own different dishes on offer. On the top floor, you can have a formal dinner, with a menu that includes such delicacies as slowly roasted suckling pig. But the best of the best is their designer tapas, prepared with the usual ingredients but in an innovative way, which can be eaten upstairs or in the basement next to the cellar. Recommendations: eggs with foie and truffles, the steak tartar and the sirloin brochette with mascapone cheese and café de Paris sauce. The lunchtime fixed-price menu is a bargain with generous portions. Rovellada de Dalt 20 · Tel. +34 97352711

From the same stable as Favela Chic, the successful Brazilian-themed Gastro-club, Ave Maria grinds its samba heels into all of the traditional pretensions of French cuisine. This little restaurant takes no reservations, so upon arrival put your name on the waiting list and move over to the bar with a shantytown ambience and kill time with a Mojito, while huge clay pots of Amazonian fish and other exotic grub pass under your nose. The dining area is cleared for dancers after midnight, but if your hips don’t move that fast by then, finish off the night with the aptly named dessert “mourir au chocolat” (to die in chocolate). Monday – Sunday, 18.30-2.00 Rue Jacquard 1 · Metro Oberkampf, Parmentier

martini and vodka “shaken not stirred’. When the clock strikes eleven, prepare yourself for a surprise: all the lights get turned off and all the Tupperware containers (hence the name of the bar) on the wall light up. Well worth preserving. Fray Rosendo Salvado 28 · tupperwareloungecafe@gmail.com

SANTIAGO

Plastic fantastic A few steps away from the Plaza Roja stands a time machine. The Tupperware Lounge Café is a bubble from the 70s, with film posters and Pop Art comic strips on its red walls. There are two rooms full of comfortable armchairs (also red), decorated with that Brady Bunch touch and lit by lava lamps. When you approach the bar, a suggestion; ask Angel to fix you up a “combinado de cine”, such as 007’s

Stepping into the Sombrerería Albero is like stepping back in time, to an age when not even the poorest of men would leave the house without a hat. The hat shop doesn’t seem to have changed much in the past 50 years, and why should it? Berets, peaks, playful beach hats, the Sherlock Holmes deerstalker, the broadbrimmed and the hounds-toothed varieties... You may but them on for laughs, but the hats themselves don’t care; they just sit there and wait until they become a manifestation of dignity again. Plaza Mercado 9 · Tel. +34 963916517

The Madagascar is one of the few bars in the Plaza del Parque that is open all year round, and so is frequented by pretty much everyone from the area, from young islanders to the Ibiza nightlife kings and queens of times gone by. The name Madagascar comes from the owner’s grandfather, who was born there. It’s the perfect place to have breakfast or have a few beers after dinner. In summer, the terrace is packed with funseekers, clowns and acrobats of all sorts. You can’t see the sea from here, but you certainly get the full Ibizan flavour of those who live on the island all year round. Don’t forget to try the chicken and avocado. Plaza del Parque 2 · Tel. +34 971307398

VENICE

If you are a film fan, an aspiring actor or simply like making faces, you can take a photo posing as Harrison Ford in Indiana Jones and the Last Crusade, exactly in the same spot that one of the scenes in the movie was filmed. That beautiful church that appears in the film can be found in the Campo San Barnaba. It was built in 1749 and is open from 7.30am until 7pm. You can also see the sewer system in which Harrison/Indiana escapes the assault of thousands of rats with his stunning blonde in tow. Only the penitent shall pass… Campo San Barnaba

ROME

IBIZA

A fashion show with a difference

Hollywood was here

Crazy for heights People have their own theories of what went to Nero’s head to make him fiddle over the burning city, and some believe it was the view from the Gianicolo, the hill in the west of the city: Rome lies at your feet and fills you with awe and confusion. The best place to get in touch with the timeless beauty of it all is the small Roman amphitheatre, quite deserted by day, but populated at night by people who come to play music and drink some wine, with stars below and above them. Enough to make anyone lose their mind. From Piazza della Rovere, in Lungotevere, go up la Salita di S. Onofrio; turn left and pass a fountain; there will be some small steps going up to your left; go up about twelve of them, turn left again and walk 50 metres

VALENCIA

A return to elegance

SEVILLE

Much more than antiques

The visual library

Over the last 30 years, Populart has become a point of reference for antique lovers in Seville. Its owner, Sancho, can help locate the best local arts and crafts from centuries past: excellent Seville ceramics from the 16th century, earthenware jars and traditional jugs from the 18th century to the beginning of the 20th; the crown jewels however are the “canjilones de noria” from the 17th century, used to fetch water from the rivers, and the “exvoto”, pieces of tin in the shape of a woman, used in the 19th century as offerings to the Virgin to cure her followers’ problems with their eyes or their breasts. A fascinating journey into the local past. Pasaje de Vila 4, Santa Cruz district · Tel. +34 954229444 · populart@hotmail.com

With 45,000 films to browse through at the Cinémathèque Royale, you’ll surely find something you like. This film library, created in 1938, is open 365 days a year, and has an unrivalled collection of golden age wonders. They also offer the opportunity to go to premieres and presentations of the latest films. Visiting and local film directors and actors often pop by for a visit, sometimes even giving talks on their latest masterpiece. And if you are in Brussels in July, the Cinémathèque has organised an international festival called Le prix de l’age, in honour of Luis Buñuel – a prize looking for Buñuel-inspired work, with the hope of offering the strangest film they have ever screened. Rue Ravenstein 3 · Tel. +32 025511900 · www.ledoux.be

BRUSSELS

MADRID

Speechless To call the waiter in the Café de los Signos (Cafe of Signs), don’t shout. Instead, you switch on a little light on your table. To order, you either try sign language (there is a crib in the menu and an interpreter at the bar), or you simply point at what you’d like. Even if this is the first theatre-café aimed at deaf people, the hearing are by no means excluded; all the performances – of magic, storytelling and humorous monologue – are subtitled. And if you expect a quiet and peaceful place, better look somewhere else, because the hubbub is simply astounding. Paseo Santa María de la Cabeza, 75 · www.cafedelossignos.com MALLORCA

Rex is King A friend told us we had to go and eat at Garage Rex, because they cooked really great food. And man, was it worth it. In an area of low houses and only five streets away from Plaza España, is this minimalist restaurant that seduces you with its lounge music from the very first moment. And then the there’s the menu: lamb confit, sea bream Strogonoff, prawn and asparagus risotto. The tasty Mediterranean dishes are well presented, but the best thing about the place is the wines. César, the owner, is a wine expert, and he’s collected 180 varieties of rare

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EXPERIENCES wines, with prices starting at 7 euros. They also organise wine tasting sessions. Eminently quaffable. Pablo Iglesias 12, Palma · Tel. +34 871948947 · www.rexrestaurant.com

ROME

Imagination welcome You came to have a coffee and read a newspaper, but now, while you’re sorting out your nails (and you never sort out your nails!), you suddenly have a brilliant idea for a TV programme that you will write, direct and produce yourself. The Caffe Letterario, situated in the storeroom of an abandoned factory, is perfect for that sort of thing. It’s an open space that combines the benefits of a café-restaurant, a library, a massage and manicure centre, and yes, a studio for Nobody’s TV (Nessuno TV, an alternative political TV channel that broadcasts content made by its viewers). There’s also art and photography exhibitions, debates, lectures, live music and loads of other creative activities. Via Ostiense, 83-95 · Tel. +39 3937659308 SEVILLE

A pinch of spice

SEVILLE

Tinned delights Casa Moreno is a cute little place whose walls are filled with hundreds of tins of mussels, clams, cockles, patés, French mustards, wines and tasty deli foods to get your taste buds tingling. The prices are reasonable, the deco is like a traditional Andalusian food store, and you can order all manner of splendid homemade tapas with bottles of cold beer in true Sevillian style (recommendation: black sausage on bread). Don’t forget to ask the waiter for the story of the crab liquor on one of their shelves. Gamazo, 7, Arenal area · Tel. +34 954228315 · Monday to Friday, 8.00 - 15:30, 17:30 - 21:30; Saturdays 9.00 – 15.30 90 LING

If you want to hear some flamenco, don’t go to a tablao. Come to Casa Anselma. Anselma herself, unique and irreplaceable, is a true local institution. She might tell you to shut up, or clap your hands, or sing in honour of Rocio Jurado. Her bar, on Páges del Corro, is of pure Triana ilk and always throws up something spontaneous and strange. And with an atmosphere like that, people can’t help but dance. The sacred hour: midnight. Anselma turns off the lights and sings the Salve. An unforgettable experience. Pagés del Corro 49, on the corner of Antillano Campos


how to

3 ways to hula hoop 1.

Hand hooping

2.

A. (2 hoops) Hold one hoop in each hand. B. Start spinning the hoops around your hands by lightly rotating your arms. Keep your arms wide apart and horizontal.

Basic hooping A. Stand straight with your feet apart and your knees slightly bent. Hold the hula hoop at waist-level with both hands, against your back. B. If you are right-handed, spin the hoop anti-clockwise and move your body in a circular motion.

3.

Knee hooping

A. Hold the hoop against the back of your knees and rotate it at a consistent speed by moving your knees back and forth in a circular motion. B. Open your arms wide to keep from falling over.

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un sabor de venecia

FEGATO ALLA VENEZIANA HÍGADO Y CEBOLLAS, ¿QUIÉN LO DIRÍA? Una invitación de Ernesto Ferrini Ilustración de Adrià Fruitós

Pocos platos alcanzan la perfección con sólo dos ingredientes. Y

Dijo Borges que nada podrá superar al café con leche. ¡Pero qué fácil es juntar dos alimentos nobles y gustosos! Lo sorprendente está en integrar a los marginados

si estos arrastran una olorosa reputación –y más de una antipatía–, la hazaña resulta completa. Hígado y cebollas se funden en el fegato alla veneziana (hígado a la veneciana) con esa complicidad de los viejos amantes. El aroma dulce de las cebollas asadas atenúa la aspereza de un hígado de ternera troceado fino, y el plato deviene típico de la cocina veneciana, una cocina de sabores delicados y mórbidas texturas. Dijo Borges que las buenas combinaciones ya fueron inventadas y que nada podrá superar al café con leche. ¡Pero qué verdad tan insulsa! Casi un bodrio. Qué fácil es juntar dos alimentos nobles, gustosos por sí mismos, como el café y la leche. Lo sorprendente está en sublimar a los apestosos, integrar a los marginados, celebrar la modestia con bombos y platillos. Hígado y cebollas. Cebollas asadas en aceite de oliva a fuego muy bajo, lentamente, hasta el inicio de la dulzura; un hígado salteado aprisa y con furia, la llama insolente lamiendo los bordes de la sartén. Hígado y cebollas, en partes iguales. Y poco más: sal, pimienta, aceite de oliva, un colofón de mantequilla y perejil picado. La idea de endulzar el regusto amargo del hígado provino de los antiguos romanos, que lo cocinaban con higos. Los ve-

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necianos sustituyeron la fruta por las cebollas y dieron con la combinación perfecta. La pareja ideal. El fegato alla veneziana se derrite casi en la boca. La dulzura de las cebollas se desliza sobre la lengua en una oleada líquida e intensa; el hígado aparece después, como una colina o como un guijarro, su sabor ya redondo, libre de asperezas. Todo junto, en la boca, da la sensación de una ciudad construida sobre el agua. ¿Cómo explicar, de otro modo, la pasión de Venecia? La ciudad romántica y libertina, la ciudad de las cortesanas y del carnaval, la ciudad onírica que llama “sombra” al vaso de vino y desgrana mudas noches de calles de agua; una ciudad, en fin, cuya cocina depende del mar que la rodea y se ha dejado seducir por un plato de pueblo, barato y simple de cocinar: un plato de cebollas y vísceras de vaca. Vísceras, sí, porque este hígado no es foie gras. Hace mucho que el fegato alla veneziana conquistó las cocinas de toda la ciudad. Trepó a las pizarras que fungen de carta de menú en las fondas familiares y se coló entre las exquisiteces de los restaurantes con estrellas Michelin. Y no se diga más. Lo comí en una trattoria del antiguo gueto, en el distrito de Cannaregio, a las antípodas de la plaza de San Marcos, donde se dice que el plato fue inventado. Lo comí una fría noche de enero en un bar frecuentado por estudiantes, no lejos del puente de la Accademia. Y lo comí también en el Harry’s Bar, ese célebre local en la desembocadura del Canal Grande. Vi el plato en el menú y lo pedí sin dudar, e imagino que lo mismo debieron de hacer Hemingway y Chaplin y Toscanini, y todos los demás hinchas ilustres del Harry’s de Vencia. Hígado y cebollas, ¿quién lo diría?

Ernesto Ferrini (Lima, 1971) es escritor. Ha publicado La tristeza de los burros (Planeta) y prepara El último diluvio, una novela negra ambientada en Milán. Como periodista, es colaborador habitual de revistas de Italia y América Latina. Mientras escribía este artículo, preparó dos veces el fegato alla veneziana. La segunda vez le quedó mejor.

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LA

GRAN

Los perros de Koons

VIDA

Escribe Mayer Aramburu

Debo encontrarme en Madrid con

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un coleccionista escocés que vende sus Yorkshire Terriers de Jeff Koons. Falsos, sin duda, pero pienso pasar un buen rato fingiendo que le creo. Asegura haberse negado a todos los viejos lobos, pero que por, ah, simpatía, me los dejará ver. Son de una tercera prueba de Koons. 117.000 libras. No se lo cree ni él. Meto a Beuys –el perro carlino de Soledad– en la Mulberry, y embarco. Se supone que el chucho trae fortuna en las subastas; eso dice su dueña, que seguirá la Operación Koons desde su guarida chipperfieldiana de Barcelona. Aterrizo a tiempo para comer en La Tasquita de Enfrente. Está en una calle llena de chicas en minifalda que miran al pasar, cansadas de llevar de pie en la vida tanto rato. Pido pichón y busco en la Blackberry el nombre de un madrileño guapo y listo como el hambre, con el que intercambié tarjetas hace dos Arcos. –¿Sí? –Jaime. Soy Mayer. Arco 2005. La asistente de Soledad de Sarría. Breves instantes. –¡Mayer! Me pillas un poco lento. –Estoy en Madrid. ¿Quedamos? –Venga. Pero a cenar. Invito yo. Y después, unas birras. Nos despedimos. Cuelgo. Enseguida, cuatro certezas: no tiene novia, no tiene prisa, no tiene miseria, no tiene que fichar a la mañana siguiente. ¿Dije cuatro? Cinco: tiene ganas de pasar un buen rato, formato abierto. A la tarde quedo con el escocés en Conde Duque. Viene hecho un primor, recién planchao, como dirían los de aquí. Huele a Musc de Serge Lutens y fuma tranquilo un Fonseca, seguramente mientras medita cómo darme el palo. Me sale bien el papel de hacerme la tonta. En realidad,

sólo puedo pensar en la cita de después. A las nueve voy hacia allá. Como me fastidia ponerme sexy, voy y elijo Junya Watanabe, con bolsillos enormes, como para robar panecillos de la mesa de cuatro en cuatro. Jaime está destacable aún con –o precisamente por– sus primeras entradas. Cenamos y hablamos. –¿No preferirías trabajar por tu cuenta? –Creo que no. Soledad no vivirá mucho más, es muy mayor. La vida nos separará de forma natural. –Qué siniestra. –Oye, ¿me acompañas hasta el hotel? Qué país: una tiene que hacerlo todo. Subimos a la terraza, desde donde se ve la Gran Vía. Imagino al pobre Beuys en su camita perruna, un ojo a Lugo y el otro a Cuenca, frente a la CNN, que hace de babysitter informativa. –A dormir –me dice él, pícaro, empujándome con un va y viene en el hombro, como en uno de esos bailes de tabernas de marinero. –¿Sí? ¿A dormir? Venga –me levanto, y que me siga si quiere; si no, que haga lo que le dé la gana. Pero me sigue, ya lo creo. Informe del viaje a Madrid. Dos perros Yorkshire de Koons falsos (pero bien logrados). Un par de Sergio Rossi destrozados por los mordiscos aburridos de Beuys. Veinticinco minutos bastante flojos. “Me llamas cuando vuelvas.” No era pregunta, sino camaradería, pero me temo que la respuesta es no.

M ay er A r a m bu ru tiene 31 años y es la asistente de Soledad, u na refinada coleccionista de arte con la que viaja por toda Europa.

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equipo

A MAGAZINE ABOUT PEOPLE AND THEIR CITIES exclusively for vueling passengers

editada por la Fábrica, le cool publishing & feriche black

CONCEPTO EDITORIAL: le cool Publishing Tel. +34 932 687 987 www.lecool.com

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DIRECTOR COMERCIAL: Miguel García JEFE DE PUBLICIDAD: Gonzalo Peláez CONTACTO PUBLICIDAD: mgarcia@lafabrica.com Tel. +34 913 601 320 CORRESPONSALES: Joana Sánchez González (Alicante), Bonny Vrielink (Ámsterdam), Leo Faccio (Barcelona), Óscar López (Bilbao), Marta Rebón (Bruselas), Ivonne Arañó (Ibiza), Marta Conde (Jerez), Joana Pinto Correira (Lisboa), Leticia Timón (Madrid), Sara Shaikh (Málaga), Vicky Bolaños (Mallorca), Luca Santarelli (Milán), Adam Biles (París), Laura Bauerlein (Roma), Sergio Cobos (Santiago), David Pareja (Sevilla + Granada), Maite Fernández (Valencia) GRACIAS A: Sara Beltrame, Anneloes van Gaalen EDITA:

La Fábrica

Verónica, 13 28014 Madrid DIRECTOR GENERAL: Agustín García Benavente EDITORA: Camino Brasa PRODUCCIÓN: Paloma Castellanos DIRECTOR DE COMUNICACIÓN: Álvaro Matías JEFA DE PRENSA: Emilú Soares DEPÓSITO LEGAL: M-12188-2007 Las opiniones expresadas aquí no reflejan necesariamente las de Vueling o sus socios/afiliados Escríbenos / Write to us: hello@lingmagazine.com

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Todas las recomendaciones de esta revista han sido elegidas siguiendo únicamente nuestro criterio. Sólo incluimos las cosas que consideramos que merecen la pena. No existe la opción de pagar para aparecer en la parte editorial de nuestra revista. All recommendations have been chosen using no other criteria than our own good judgement. We only include what we believe to be worthwhile. No place or person has paid to be included within our editorial.

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