Período de Uruk El período de Uruk es un período arqueológico de la historia de
Holoceno
Mesopotamia comprendido entre el 3800 a. C. y el 3200 a. C., en el último milenio del Calcolítico en la región. Algunos autores incluyen como una etapa final de este período al siguiente, el Yemdet Nasr.1
↑ Pleistoceno Holoceno
Los hallazgos más importantes de esta etapa se centran en Uruk, un poblamiento situado a pocos kilómetros de El Obeid, en el curso bajo del Éufrates, que dará nombre al período.2 La cultura Uruk tuvo su centro en la zona sur de Mesopotamia, pero sus rasgos se extendieron por todo el Oriente Próximo asiático. Así, se encuentran muestras en el norte de Siria, Turquía o Susa, en el actual Irán.1 Las principales características de este período son la aparición del sello cilíndrico, lo monumental de su arquitectura, los rasgos de su cerámica y la aparición de la escritura. Otros avances fueron la invención de la rueda y su primera aplicación fuera del transporte, el torno de alfarero.3 Al final del período se empezó a utilizar el bronce, producido a base de
Neolítico Cultura Halaf Cultura Hassuna-Samarra Cultura Mehrgarh Cultura de El Obeid Cultura de Uruk Edad del Cobre Edad del Bronce Edad del Hierro
cobre y arsénico o estaño.4
Índice Historia Sociedad Arquitectura Escritura La rueda Véase también Referencias Enlaces externos
Historia Los primeros restos de Uruk se remontan al período de El Obeid, tras el cual, se produce un período de transición (niveles XVI - X) que llega hasta el 3800 a. C., cuando se produce el desarrollo de una nueva cultura. Esta nueva etapa ha sido denominada período de Uruk.5 Se han barajado diversas hipótesis acerca del florecimiento de esta cultura.5 Según algunos arqueólogos6 la Baja Mesopotamia había estado sumergida durante gran parte de la Edad de Cobre. Hacia el IV milenio a. C., los cambios climáticos habrían provocado la bajada del nivel del mar, dejando disponible una gran extensión de tierra anormalmente fértil. En estas circunstancias, los nuevos pobladores necesitaban mucho menos terreno para satisfacer sus necesidades, lo cual explicarían el gran número de habitantes que llegó a tener la zona. Esta mayor densidad habría obligado a los pobladores a dotarse de reglas y sistemas sociales que permitiesen la convivencia. Otros antropólogos7 han sugerido que un gran desarrollo de la ciudad de Uruk habría permitido a ésta el control de una gran extensión de terreno a base de colonizar emplazamientos periféricos y del desarrollo de una fuerza militar.