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Per\u00FA: Historia de una mochilera
Perú:Historia de una mochilera
Por: Omarys Soto Olatravelsteps
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¡Me voy de mochilera a el Perú! ¿Quiénes se apuntan? Eso es lo primero que recuerdo de los primeros días del año 2017 sin saber que planearía el viaje que cambiaría mi vida. En la medida que buscaba información de este país más ganas tenia de conocerlo y ese deseo no se me fue jamás.
Llegamos a Lima su capital en el mes de mayo ya que los meses de lluvias habían pasado y la temporada alta no había empezado. Lima es la única capital sudamericana con salida al mar. Nos alojamos en el barrio Miraflores rodeado de comercio, restaurantes, muy seguro para el turista y céntrico para moverse a diferentes lugares. Su catedral es impresiónate y los edificios que la rodean promueven el atractivo de una de las ciudades más Antigua de América. Además, que sin duda es realmente el Corazón gastronómico del país.
De Lima tomamos un autobús de alrededor de 4 horas con destino a la ciudad de ICA. Esta ciudad cuenta con el llamado Oasis de América “La Huacachina” ubicada en el medio del desierto. Esta ciudad es ideal para practicar deportes de Aventura. Nosotros realizamos “sand board y un paseo en buggy . El buggy es un vehículo que está preparado para recorrer las dunas del desierto. Subimos dunas bastante altas con giros inesperados y allí en lo más alto de este desierto presencie uno de los atardeceres mas bellos de mi vida. Es una experiencia que hay que vivirla. Es un lugar sin duda único y espectacular.
De regreso a Lima tomamos un vuelo corto hasta la ciudad de Cusco con destino al Valle Sagrado de lo incas ya que es el punto de partida para visitar Machu-Pichu. Cusco ante mis ojos es la máxima representación del Perú.
El espíritu incaico que aún se respira en el aire y sus ruinas milenarias nos dejo más que asombrados. La belleza de la ciudad la puedes observar en cualquier dirección en que mires. Y quê decir de su gastronomía siendo una infusión de recetas andinas y españolas simplemente exquisita.
Estuvimos en Cusco dos días aclimatándonos por la altitud en el cual los anfitriones en nuestro “AIRBNB” ayudaban calentándonos con te de coca para ayudar con el cansancio causado por el llamado mal de altura. Recorrimos el Valle Sagrado hasta las Salineras De Maras. En este lugar se pueden observar más de 3,000 pozas de sal de diferentes tamaños y dimensiones. Aprendimos allí que cada poza pertenece a una familia del pueblo De Maras los cuales viven de esa poza vendiendo sal rosada a todos los países de Sur América. Su asombroso paisaje y valor histórico hacen que sea una parada obligatoria en el Valle Sagrado.
A unas cuantas millas de las Salineras se encuentra el pueblito de Ollantaytambo donde pasamos 2 días y que hasta el día de hoy lo considero como mi lugar favorito de nuestro viaje. Es el único lugar que conserva su antiguo diseño urbanístico inca y es el único pueblo inca que continúa habitado. Sus calles de piedra todavía conservan la arquitectura incaica combinada con templos y plazas coloniales. Se dice que este pueblo sirvió como importante puesto de control para los incas. Un pueblo parado en el tiempo. Para mi unas de las mejores sorpresas de mi vida …pueblo que no olvidare.
Desde Ollantaytambo tomamos el tren que nos llevaría hasta Aguas Calientes o Machu Pichu pueblo como también lo llaman. Este tren dura alrededor de 2 horas y es la forma más simple, rápida y cómoda para hacerlo. Este viaje en tren ofrece unas vistas impresionantes del rio Urubamba y el Valle Sagrado de los Incas. Al llegar al pueblito de Aguas Calientes te das cuenta que debido a que es el paso obligatorio para llegar a Machu-Pichu es demasiado turístico. Cuenta con muchos restaurantes y bares la cual el costo varía de acuerdo al bolsillo del consumidor en este caso el turista. No recomiendo quedarse más de una noche en Aguas Calientes debido a los altos precios.
Eran las 5 de la mañana cuando llegamos a la plaza para tomar el autobús con rumbo a nuestro destino final Machu –Pichu. El recorrido duro apenas 20 minutos. Caminamos para encontrarnos con una neblina densa la cual poco a poco fue aclarando con la salida del sol y allí estaba esperándonos, impotente y mágico. Se siente una energía especial difícil de expresar con palabras. La belleza de su entorno natural es irreal. Sin duda uno de los lugares a los que siempre regreso con mi mente. Estaba en ese punto exacto del planeta que había imaginado miles de veces.
Regresé de mi viaje al Perú reflexionando que no hay nada más poderoso que la voluntad del ser humano cuando quiere hacer realidad sus sueños y cuando es en un país como Perú te das cuenta lo pequeño que eres en este mundo. Toma una mochila, empaca pocas cosas y sal a conocer el mundo. ¡Hay que vivirlo para contarlo!