Actualidades 25 CRISTIANISMO
Las aflicciones a causa de Jesús y la Gran Tribulación La sociedad ‘evoluciona’ de manera preocupante. Algunos cristianos se consuelan con el hecho de que serán arrebatados antes de que todo se ponga realmente feo. Sin embargo, esto es una falacia, incluso para los pretribulacionistas. Juan 16:33 contiene un mensaje revelador: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. La palabra “aflicción” también puede traducirse como “tribulación, angustia o una alta presión”. Por otra parte, con la expresión “mundo” no se refiere a una puesta de sol romántica en las Bahamas o en el nevado Säntis (Suiza), sino a la humanidad en rebelión contra Dios. Satanás es el gobernante de este mundo, de la creación caída. El Señor Jesús no dice a los discípulos: “Es probable que en el mundo tengan tribulación”, o “De vez en cuando puede que haya tribulación”, sino que predice con claridad que, en esta humanidad alejada de Dios, sufriremos aflicción o estaremos bajo presión, un aspecto que no puede desligarse del discipulado. Este es el mismo término utilizado en Apocalipsis 7 y Mateo 24 para referirse a la Gran Tribulación, con la diferencia que aquí falta la apócope del adjetivo grande (gran). Por ende, aunque el Arrebatamiento suceda antes de la Gran Tribulación, los discípulos de Jesús pasaran por tribulación, miedo, angustia y aflicción por causa de Cristo. Esto debería ser suficiente para evitar todo tipo de ingenuidad o credulidad. Al mismo tiempo, nos ayuda a enfrentarnos a los acontecimientos que nos rodean y a no engañarnos, pensando que siempre tendremos libertad religiosa.
Veamos este informe extraído de una fuente fiable sobre la situación actual en China: “El avivamiento espiritual en China en la década de 1930, y años posteriores, se originó o recibió su ímpetu de tres grandes hombres de Dios: Wang Min Dao, Dr. John Sung y Watchman Nee, todos ellos influenciados por el movimiento de los hermanos de Plymouth. Fue a través de esta influencia doctrinal que, entre otras cosas, se proclamó que el arrebatamiento sucedería antes de la Gran Tribulación. Al inicio de la gran Revolución Cultural Proletaria, en 1966, la que fue considerada el peor acontecimiento apocalíptico hasta ese momento, muchos se apartaron de Dios. No podían imaginar una situación más desfavorable, y pensaron que se salvarían de esto. Por desgracia, muchos naufragaron en su fe”. Este relato nos enseña a tener cuidado de no albergar falsas expectativas ni dejar que el miedo a sufrir sea el que determine nuestra creencia pretribulacionista. No debemos dejarnos guiar por deseos piadosos y adversos al sufrimiento, cayendo en el error de que siempre tendremos libertad de culto a causa de que el Arrebatamiento tendrá lugar antes de la Gran Tribulación. Por el contrario, hacemos bien en prepararnos para las tribulaciones y aflicciones del discipulado de las que habló nuestro Señor. Pongamos un ejemplo del ámbito islámico. Hace algunos
años hablé con un hermano que conoce muy bien a los cristianos perseguidos de los países islámicos y cómo estos se relacionan con el Arrebatamiento. Me contó que, en esencia, el debate relacionado con este hecho (si el rapto tendrá lugar antes o después de la Gran Tribulación) se da sobre todo en la zona de Europa occidental, pues los cristianos de estos lugares ni siquiera lo discuten. Tan solo exclaman: “¡Señor, ven pronto!”. Me dijo, además, que no tendría sentido predicar a una iglesia sufriente que sus tribulaciones no son tan malas si se comparan con la Gran Tribulación que se avecina. Nuestros hermanos de Corea del Norte o de los Estados islámicos saben cuán real es el mensaje del Señor en Juan 16:33. Por lo tanto, como occidentales, la mayoría de nosotros bajo políticas liberales, no deberíamos caer en este mito seudopiadoso, creyendo que tenemos la garantía de la libertad de culto. Cualquiera que transite por este mundo con los ojos abiertos, podrá notar cómo aumenta la hostilidad y el rechazo hacia el Evangelio y cómo el aire se contamina cada vez más con las ideas del régimen dictatorial de la tolerancia totalitaria. Sí, sé que estos términos parecen contradictorios, empero, el concepto actual de tolerancia dicta qué aspectos se deben tolerar y cuáles no, por lo que resulta totalitaria. Por ejemplo, se toleran todas las religiones, pero se rechaza