I. INTRODUCCION En el presente documento se expone el estado actual y los nuevos hallazgos en la nutrición y alimentación de cuyes mejorados. En los últimos 10 años el desarrollo de la investigación liderado por especialistas, con el auspicio del Programa de Investigación y Proyección Social en Alimentos de la Facultad de Zootecnia, en alianza estratégica con el Programa de Crianzas Familiares del Instituto de Innovación Agraria ( INIA ), la Granja Cieneguilla del Programa de Investigación y Proyección Social en Carnes , y la participación de los productores han permitido aclarar los diversos factores que afectan y modifican las necesidades de nutrientes, y el manejo alimentario en las diferentes etapas de su crecimiento y reproducción, entre ellos: 1) la constante selección para conseguir cuyes de tipo carne y de crecimiento más rápido, 2) la tendencia a la alimentación exclusiva con alimentos balanceados, 3) la tendencia hacía la crianza en jaulas, 4) los resultados del valor nutritivo de los ingredientes alimenticios, 5 ) los cambios del medio ambiente en las granjas, 6) el aumento de enfermedades de nivel subclínico, 7 ) el aumento de las condiciones de estrés, 8 ) los nuevos mercados para la carne. Los resultados de investigaciones han permitido el diseño de alimentos balanceados en las diferentes fases de alimentación, para ser utilizados con forraje verde o excluyendo de su alimentación; cuyo aporte en nutrientes responda las exigencias nutricionales que su potencial genético exige. Se han evaluado las necesidades de proteína y aminoácidos, fibra, y energía digestible. Así como el valor nutritivo de los ingredientes, entre ellos los subproductos de la agricultura y agroindustria, el consumo, utilización biológica, la calidad y las recomendaciones de uso. Las recomendaciones sobre los estándares de nutrientes, se han determinado a través de ensayos de alimentación, en los que se suministraron a diferentes lotes de animales mejorados, las dietas en estudio en la forma física de pelets como único alimento con aporte adecuado de vitamina C, deduciendo las necesidades de los distintos nutrientes a partir de la composición del alimento que produce la respuesta óptima, y verificando el comportamiento productivo a nivel de granjas comerciales. Se utilizó las normas de NRC (1995) como patrón de referencia (Cuadro 1). II. PROTEINA Y AMINOÁCIDOS El nivel de proteína establecido en 18% en las normas de NRC (1995), es adecuado para los animales en crecimiento, cuando se tiene un equilibrio entre los aminoácidos y la energía. Milla (2004), evaluando dietas en harina con aportes de 12, 15, 18 y 20% de proteína, y 2.8 Mcal. ED/Kg., encontró diferencias significativas en menor crecimiento, en los grupos de animales que recibieron las dietas con 12 y 15% de proteína (6.3, 6.8, 8.1, y 9.3 g/cuy/día, respectivamente). Evaluaciones recientes realizados por Torres et al. (2006), con dietas peletizadas (4x10mm) de 15 y 18% de proteína con niveles de 2.8 y 3.0 Mcal de ED/Kg de alimento, encontraron mayores ganancias de peso en los animales que recibieron las dietas de 18% de proteína, en ambos niveles de energía (Cuadro 2). El nivel de 15% fue insuficiente para promover una adecuada tasa de crecimiento, debido a un menor aporte de aminoácidos y su relación con la energía digestible (energía digestible/ proteína de 18 a 20), valores que son mayores a los reportados por NRC (1995), Remigio et al. (2006), Airahuacho et al. (2007), Garibay et al. (2008), Tenorio et al. (2008), con rangos más estrechos de 15 a 17. El incremento en el nivel de proteína en la fase de lactantes, mejora el peso al destete, al respecto Vergara y Remigio (2006), evaluando dietas de inicio (20% de pt, y 3.0 Mcal ED/Kg.), en comparación a dietas de crecimiento (18% de Proteína y 2.8 Mcal ED/ Kg. de alimento), suministrados hasta las cinco semanas de edad (tres semanas post- destete), encontraron mayores ganancias de peso y mejor conversión del alimento en los animales que recibieron el alimento de inicio (Cuadro 3). En comparación con las evaluaciones realizadas por tenorio et al. (2008), utilizando dietas de inicio de 20% de proteína y 3.0 Mcal de ED / Kg. y de crecimiento de 18% de proteína y 2.8 Mcal ED / Kg. de alimentó encontró mejor respuesta en crecimiento y conversión de alimento. En la etapa final del proceso de crecimiento, después de las 8 semanas, la reducción de la proteína (17% de pt, 2.7 ED/Kg.), no afectó la ganancia de peso, conversión de alimento, ni el rendimiento de carcasa ( Garibay et al, 2008; Tenorio et al 2008), La producción de leche en la reproductora en lactación y el contenido de proteína de la