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DETRAS DE ESCENA

Las diseñadoras de Naíma, Calandra y las flamantes marcas ÜCollective y ÜMarket revelan cómo es la nueva normalidad a la hora de pensar una colección local.

Por CECILIA CONDE Foto NICOLAS VERA A penas unas semanas después de volver del viaje a París que hacen cada temporada, Julia Lalla, Mariana Rodríguez Brito, Carolina Viera y Florencia Caram vieron interrumpido su trabajo –como casi todo el resto de los argentinos– por la pandemia de la COVID-19. Cómo idear una colección con todas las restricciones que imponía esa etapa fue la gran pregunta que se formularon ellas, las cabezas creativas de Naíma, Calandra y ahora también de las flamantes ÜCollective y ÜMarket, marcas que forman parte del grupo gerenciado por el empresario textil surcoreano Julio Kim.

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UNA GRAN FAMILIA

Así se definen para hablar de la dinámica dentro de la compañía. En total, son nueve creativas que se ocupan de las cuatro firmas. “El principio de todo es el viaje de producto –explica Julia Lalla, que diseña para Calandra–. Cada temporada vamos en búsqueda de tendencias, registro de lo se está usando y cómo adaptarlo al ADN de cada etiqueta”. Y aunque hoy alimentan la inspiración de forma remota, las colecciones de Primavera/Verano que presentan este mes tuvieron su exploración por las calles, ferias y tiendas de la capital francesa. Después de la visita a París, cada diseñadora se reúne con su equipo para hacer un relevamiento y armar las líneas. “Tenemos claras la estética y la morfología de cada etiqueta, y diferenciados los nichos a los que apuntamos”, explica Carolina Viera. Ellas saben que en Naíma se destacan las prendas sensuales y de noche, los brillos y las sedas naturales. En Calandra, en cambio, hay una silueta más despojada y sofisticada.

AIRES NUEVOS

Los de cuarentena no fueron meses perdidos para este equipo que supo captar con destreza las inesperadas necesidades de sus clientas y creó

dos proyectos. El primero fue Urban Mask, que al principio ofrecía tapabocas y que hoy cambió su nombre a ÜMarket para incorporar todo tipo de objetos atemporales, como cuadernos, botellas o pantuflas. “Es una firma adaptada a los tiempos en todo sentido –asegura Viera, responsable del nuevo desafío–. Hay un trabajo visual y otro de marketing muy elaborados. La idea es ir sumando artículos cada semana, que por ahora se venderán únicamente en una tienda online”. La otra novedad es el lanzamiento de ÜCollective, una iniciativa que surgió de las necesidades de la nueva época: confort, funcionalidad y diseño. “Si bien hay prendas pensadas para mujeres y otras para hombres, queremos que a futuro migre a una marca sin género”, cuenta Florencia Caram, que lidera el proyecto. La inspiración fue Los Angeles y esa mezcla de glamour y confort que suelen vestir las estrellas para moverse por esa ciudad. “Las celebridades salen a la calle con joggings y buzos combinados con zapatos o carteras de lujo, y supermaquilladas. Pueden usar ese look para ir a comer a un lugar muy top o para sentarse en la playa”, opina Caram. Con esas imágenes en mente, diseñaron piezas que se van a poder personalizar con bordados originales. ÜCollective también es especial porque se trata de la primera etiqueta que se crea de cero dentro del grupo, que hace unos años compró Naíma y Calandra. Julio Kim, CEO de la compañía, fue el promotor de esta ambiciosa propuesta. No es difícil imaginarlo. Además de empresario, Kim es un fashionista confeso y un gran coleccionista de zapatillas y relojes. “Es nuestro modelo de calce –revela Caram–. Nos da su opinión y trabaja con nosotras mientras diseñamos”.

Bocetos, paleta de colores y muestras de prendas que forman parte del escenario habitual del departamento creativo.

Julia y Teresa, diseñadoras de Calandra.

Florencia Caram y Carolina Viera coordinan ÜCollective y ÜMarket, los nuevos proyectos de la empresa.

Página opuesta: el moodboard de la colección de verano de Naíma, bautizada Summer Affair.

APRENDIZAJE EN PANDEMIA

Los meses de aislamiento forjaron un nuevo vínculo entre la gente y la indumentaria, e incluso una nueva forma de consumirla. “Hay un formato que llegó para quedarse –asegura Mariana Rodríguez Brito, jefa de producto de Naíma–. Y tenemos que adaptarnos para diseñar prendas para la nueva era, que sean supercreativas, de excelente calidad, y repensar cómo venderlas. Hoy Naíma, que tiene siete locales, compite con una etiqueta chiquita, de otra calidad, pero con buen manejo de redes sociales. Entonces necesitamos destacarnos también en experiencia de compra, en la forma y el tiempo en que llegan los productos, en el asesoramiento, en todo lo que sea servicio”. Para lograrlo, la marca construyó una tienda virtual de 360 grados, puso a disposición un servicio de personal shopperonline, amplió la información sobre las prendas, como la composición y el cuidado que requieren, y perfeccionó el sistema de entrega. “Si el cliente no va a tener la experiencia en vivo, le tenés que hacer llegar de forma virtual todo lo maravilloso que tiene el producto”, explica Viera. Los resultados fueron favorables. Incluso en firmas como Calandra, que tiene clientas más reacias a comprar online, las ventas se dispararon.

A FUTURO

“Sabemos que es un momento complicado, pero quisimos transmitir un mensaje de esperanza –afirma Julia Lalla, al mando de Calandra–. Hicimos colecciones soñadas, con materia prima nueva y de calidad. No estamos intentando vender lo que nos quedó, estamos aprovechando la crisis para aprender y crecer”. La nueva línea de Calandra, Comme l›art, está inspirada en el mundo del arte. Priman las tipologías clásicas en siluetas atemporales y despojadas –una mezcla de tradicional y moderno que está funcionando muy bien– y los tonos neutros. “Mantenemos el ADN, pero tuvimos que virar a lo casual. Porque creemos que la ropa para ir a la oficina no volverá a ser la misma esta temporada ni la que viene”, explica Lalla. Para Naíma, la nueva normalidad fue todo un desafío. “Nuestro fuerte siempre fueron las prendas de noche. Y aunque vamos a seguir manteniendo su presencia, van a tener menos protagonismo”, cuenta Rodríguez Brito. Como adelanto de lo que se viene, la etiqueta ya lanzó una cápsula de pijamas de satén y encaje no solo para usar en casa, sino también para combinar con prendas urbanas. Además, en los próximos días, presenta su colección de verano, Summer Affair, inspirada en Sueño de una noche de verano de William Shakespeare. De ahí surgen, por ejemplo, las estampas de naturaleza exuberante, como el bosque, o los paisajes nocturnos. “En cuanto a colores, si bien mantenemos los brillos y tonos vibrantes, también introdujimos la línea de pasteles. ¿La estrella? Un conjunto de dos piezas de piqué con lúrex”, revela. Pero no es lo único que la marca tiene para contar. También presentan su primera fragancia, “Calypso”, con Celeste Cid como imagen exclusiva. Ese es el principio, aseguran, de lo que será Naíma Home, otra apuesta para seguir incorporando nichos a este grupo empresarial. n

El equipo de Naíma en acción.

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