Zona Fantasma en la Red SĂguenos revistazonafantasma zona_fantasma Zona Fantasma Revista Zona Fantasma
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awaii Radio es una radio de internet. Todo el día J-Rock, Anime music y K-Pop. Además de Martes a Jueves de 08:00 a 09:30 (GMT – 6) hay transmisión en vivo. Síganlos por Facebook y sintonícenlos a través del siguiente enlace. ¡Disfrútenla!
El penúltimo mes Es increíble ver que tan rápido se ha ido el año. Época para darse cuenta de lo que se ha logrado y lo que no. En eso podemos notar que hemos cumplido la mayoría de nuestras metas. Estamos a poco de terminar algunas de nuestras historias, hemos publicado la primera antología y libro, de muchos que vendrán en el futuro y, por supuesto, no hemos fallado a la entrega de cada mes de nuestra revista a pesar de lidiar con nuestras vidas personales. La revista justo a cumplido la expectativa puesta a principios del año. Claro que todo es gracias a nuestros lectores, a ustedes que comparten lo que leen y opinan sobre ello. Ya falta poco para el fin de año, y les seguimos trayendo sorpresas, ahora, con más contenido de todo tipo, que todos podrán disfrutar. Recuerden claro que siempre estamos abiertos a propuestas nuevas, enviando a nuestro correo: revistazonafantasma@gmail.com
¡Hasta más leer! Atte:
Fabian A. Ramos
(Dante Locke)
Tira C贸mica| Lun谩tica
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¡SÍ QUE NOS DIERON UN BUEN SUSTO!
«L
a zona fantasma manifiesta una lucha por existir», fue algo dicho alguna vez por uno de nuestros miembros. Algo que tiene la razón, ya que la Zona Fantasma es eso, esa lucha por existir, por existir como artistas. Con ese fin trajimos con ustedes el segundo Ficción Fantasma, luego de que con el primero resultaran seleccionados tres grandes escritores, de los cuales dos ya forman parte de nuestras filas. En esta ocasión fue un especial de terror, propicio para las fechas que pasaron. Hubo menos participantes de los esperados, pero eso sí, todos con una gran calidad. Sin embargo hubo algunos que se salieron un poco del género, pero todos tenían algo que decir. Sin embargo en esta ocasión nos vimos limitados a sólo seleccionar uno de ellos,
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por razones varias, y una de ellas fue la participación habitual que no nos permitió dar más menciones sin abarcan gran cantidad del concurso. El seleccionado fue BNU, que ya hemos leído anteriormente en la 2da Ligth Time Cup con su historia Juego de posesión, pero que ahora nos trae un relato por demás interesante, una visión más pura de un elemento que ha sido muy sobreexplotado en la actualidad, así que disfruten: Su cuerpo perfecto. Les estaremos enviando los comentarios a los autores en estos días, favor de no desesperar. Y no olviden participar en las siguientes convocatorias, a partir de ahora trataremos de traerles alguna clase de premio.
SU CUERPO PERFECTO POR BNU
S
u cuerpo es perfecto. Deliciosas piernas largas y pálidas.
Un vestido rojo bajo la luz artificial de la disco. Luego una mirada encendida por el éxtasis. Sus manos me atraen hacia ella con toda suavidad. Respiro profundo. Me besa. Sus labios son gruesos y suaves como una fruta madura, saben a Vodka.
Siento que ella sabe muy bien que la observo. Se detiene unos segundos bajo la farola y se sacude el pelo negro y ondulado, luego sigue su camino perdiéndose a la distancia. Esta noche no ha salido. Espero un buen rato hasta que mi esposa me pregunta qué hago parado frente a la ventana. No le respondo y me acuesto a su lado. Hace mucho perdí el deseo por mi mujer. Siempre preocupada por todo, menos por nuestra relación. Me duermo profundamente. En mis sueños la ventana se abre y una fría brisa hace que la niebla entre en la habitación. Luego la figura de una mujer desnuda aparece. Camina hacia mí y retira las sábanas. Yo no puedo moverme y no tengo el deseo de hacerlo. Es un sueño después de todo.
Me dejo llevar y todo se vuelve confuso.
Ella se sube encima de mí. Se mueve delicadamente. Siento mi sangre fluir rápidamente. Me da placer.
Llamas, fuego. Sombras altas bailan alrededor de una fogata. Gritos.
Un nombre nace en mi mente mientras siento su boca alrededor de mi cuello. Elsa.
Desnudo siento mordidas en los brazos y piernas. En el estómago y ambos lados del cuello.
En la mañana mi esposa se dará cuenta que he muerto con una sonrisa en los labios. Los médicos dirán que fue un infarto, lo que no explica la gran pérdida de sangre de mi cadáver.
Nunca me dice su nombre pero de alguna manera sé cómo se llama. Elsa. Por la mañana despierto en un hospital. A penas tengo fuerza para levantarme. Cuando lo intento una enfermera corre hacia mí y me dice: —Déjeme ayudarlo, abuelo. Entonces miro mis manos. Son arrugadas y nudosas. A mis veinte años. Pido un espejo y en el veo que ya no seré joven nunca más. Miserable. Pienso en volver a verla, Mientras pierdo los dientes que aún me quedan en una silenciosa casa de retiro. Del edificio frente a mi casa la veo salir todas las noches. Siempre lleva un vestido rojo o negro. Cada vez es más hermosa.
En el bar Elsa se toma una copa de vino rojo. Esperando estar pronto de buen humor para entrar en acción. Todos los hombres son presas fáciles para su apetito. Puede darse el lujo de escoger, solo hace falta una mirada. Empieza una canción. About her. Es como una señal. Se levanta y empieza a bailar lentamente mientras mira a todos los hombres, preguntándose cuál va a escoger. De pronto mira al fondo del bar y lo ve. Lleva lentes de montura gruesa. Cabello abundante y boca pequeña que no deja de mascar chicle. Un joven de veinticinco años delgado. Es, increíblemente, virgen. Lo puede sentir. El olor puro de su sangre. En
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esta época es un raro espécimen. Ella sonríe pensado que le dará algo más que su primera vez; la última. No tarda en llamar su atención. Si es un hombre tímido, no lo demuestra. Baila con ella. Lo toma de la mano y lo saca del bar. Es una comida para saborear en otro lugar. Cuando pasan por un callejón oscuro él se resiste. Ella sonríe y le da un beso rojo. Pero sus labios son los que se queman. Una estaca en su corazón. Tras los lentes de montura gruesa ve unos ojos piadosos. Él la abraza y coloca un crucifijo en su boca. Hace una oración. El cazador se convierte en presa. Ha caído con la misma carnada. Antes de morir de nuevo Elsa saca un puñal oculto en su ropa y se lo clava en un costado. Él gime. Ella lamenta no haberle hecho más daño. Él no morirá. La sangre que mana de él huele a paz. «No hay nada de malo en morir en sus manos», ella piensa. Él la llama por su nombre. No Elsa, sino su verdadero nombre. La mañana llega pronto. En el callejón solo queda el puñal y un crucifijo.
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COMENTARIO DE ZONA FANTASMA: Ciertamente extraño este tipo de vampiros, ya saben, los que se vuelven los seductores más mortales que puede haber. La narración de las primeras dos partes, introduciendo a la «criatura» es de lo mejorcito, ya que este recurso de ver a la misma criatura desde diferentes perspectivas es bueno cuando se sabe usar, para así meter el desconcierto de con qué se está lidiando. Esto lo vi en una ocasión en el manga Tomie del maestro del bizarro Junji Ito. Quizá el mayor problema que podemos detectar, aunque esto corresponde a estilos del autor y generalmente soy más blando con esto, son las pausas exageradas que hay. Algo que se nota al inicio. Contenía algunas fallas de ortografía (que fueron corregidas para la edición). Pero en o general considero que es muy buen relato, llevado de una manera correcta, a pesar de tratar un tema considerado actualmente cliché.
MidnightMoon
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HOJA EN BLANCO
Y
ya me gustó hacer este tipo de cosas, así que desde esta revista tendré mi sección Hoja en Blanco, que serán dos hojas, pero qué más da. Aquí hablaré sobre pequeñas noticias, comentarios, opiniones y demás.
¡Espero les guste!
Kill la Kill: ¡Quítate esa vergüenza!
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n la temporada de otoño 2013, no hay una gran ccantidad de animes que me interesen. Sin embargo este logró captar mi atención.
Da manos de Trigger, con la dirección de Hiroyuki Imaishi e historia de Kazuki Nakashima (ambos trabajaron anteriormente en TTGL), tenemos Kill la Kill. Con un estilo visual interesante, una gran carga de acción, una historia que se dasenvolviendo bien y una dosis de molesto ecchi innecesario. De momento le dos el beneficio de la duda, cuando acabé haré reseña y a ver qué tal.
Infinity: Cuando Marvel se vuelve Avengers
¿A
quién le gustan los comics?, espero que a más de uno. Uno de sus últimos eventos se llama Infinity, dos premisas: una guerra interestelar y un Thanos que regresa a hacer estragos en la tierra para encontrar a su hijo. Problema: Casi no hay héroes en la tierra por la guerra interestelar. Interesante saga, que ya está por concluir, pero ¿por qué hablo de eso ahorita? Pues porque los últimos capítulos han sido una extensión de los Avengers. Hasta la representación de una escena patriótica en los Avengers. Aun así, es una saga recomendable para los que les guste todo esto. Además... ¡sale Thanos! y sólo por eso vale la pena su lectura.
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El lingüista: La palabra asesina
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omo algunos sabrán, yo frecuento muchos grupos de escritores independientes y noveles, y de vez en cuando se encuentran joyas como está.
¿Creen que la palabra tiene el don de modificar nuestra realidad? Quizá no la creamos a tal extremo, pero este relato se acerca bastante a eso. ¿Se podría crear una palabra que mate? Es un relato bastante corto, pero que vale la pena leer. Puede ver como conseguirlo a en siguiente enlace.
Infected Instinct: Historieta hispana independiente / profesional
I
nfected Instinct es una historieta de terror escrito por
la autora española de sobrenombre Laura Kjoge. Para nuestros seguidores se les hará conocida, fue la última historieta criticada por HenryT (pueden leer la crítica aquí). Pero ahora yo le dedicaré unas palabras breves, esta historieta es una joya visual, el estilo que emplea Laura es hermoso y adecuado para la ambientación del comic. La historia va bien, aunque falta ver un poco más. En fin. Deben de echarle un ojo. Pueden leerlo a través de Subcultura.
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Ten Fe
PARTE II: OSCURIDAD Y LUZ
ojos. Estamos hablando de poco más de un metro ochenta de estatura.
—¿Dices que eres un ángel? —Rompí el hielo caminando a la sala. Los grises ojos me ener a un ángel en tu casa. ¿La gente dirigieron la mirada, hay una iridiscencia normal siquiera se plantea la posibili- amarilla en ello a efecto de la luz de mi casa. dad de eso? Quizá los fanáticos, o los —Lo soy. idealistas, o esas personas metidas en no sé qué de la Angelicalidad o Divinidad, lo que Silencio nuevamente. Seguía sin creerle. sea. Supongo que las leyes de Morfín se apli- ¿Lo harías tú en mi lugar? can de muchas maneras, ¡y pueden adaptar—¿Por qué hablaste de calamidad? ¿Por se! Cuando no quieres algo ―ni siquiera lo qué no hiciste nada por detenerlos? ¿Eres un piensas―, más lo tendrás. ángel, no? ¿Por qué dejaste que eso les paHabía un ángel en el mullido sillón de mi sara? casa. O al menos así se hacía llamar. Su páli—Eran ofrendas. do rostro, su pelo degradado a rubio en las puntas ―¿En verdad es un ángel?― y su No respondí al instante. blanca túnica contrastaban fuertemente con ―¿Ofrendas? el viejo y descolorido café del sillón. —Eran ellos o tú. El paraguas descansaba en la entrada.
T
Tomé el negro cuerpo de mi fallecida mascota y con cuidado, así como con mucho dolor, lo llevé al interior de la casa. Durante varios minutos, me olvidé de todo que no fuera darle sepultura en el jardín a mi querido gato. Habría querido que el perro lo acompañara. Aún más, que ambos siguieran vivos. Las lágrimas bajaron por mis mejillas, o quizá fuera la lluvia. Me dediqué a enterrarlo de forma mecánica. Intentando no pensar más allá de lo necesario, de no pensar que aquel agujero era para mi mascota. La lluvia era tupida.
Me reí entre dientes, con desánimo. Si no fuera por aquella extraña apariencia, me seguiría mofando de sus palabras. «¿Un ángel? Sí, cómo no». —Sé que no me crees, pero es la verdad, soy un ángel. —¿Y las alas? —Solo necesito las alas para ascender al cielo o sobrevolar el infierno, no para el mundo humano. —Muéstralas, si es que tienes.
La gris mirada se mantuvo inexpresiva. Regresé al interior de mi casa, y el ángel —Si eso te hace feliz. —Bajó la cabeza y seguía ahí, sin moverse, mirando a la nada cerró los ojos. impasible. Dos haces de luz se desplegaron, luego Intenté recordar cómo eran considerados dividieron en múltiples brillos, formando ante los ángeles. ¿Primordialmente masculinos?, mis ojos algo semejante a alas. Eran lumino¿femeninos? Este no tenía ninguna caractesas y medio traslúcidas. Eran alas de luz. Perística que lo resaltara como chico o chica. Quizá fuera esa belleza delicada… Y sí, quizá ro apenas pude apreciarlas antes de que parpadearan y se desvanecieran, igual que más femenina de lo que esperaba. cuando apagas una lámpara. Aunque en mi mente seguían llegando —No puedo mantenerlas por mucho tiemimágenes de ángeles voluptuosos y sensuapo, estas alas son demasiado luminosas en les; femeninos. No, este ser no tenía nada de el mundo de los humanos, a los demonios les eso. Su apariencia era más parecida a un nies irresistible. ño o niña… muy crecido, ya que desde el principio su mirada estaba al nivel de mis —¿Demonios? —Me reí sarcástico—. Cla-
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ro, no puede haber ángeles sin demonios. El ángel no respondió a mi sarcasmo. —A ellos fueron ofrendados tus mascotas. «¿Qué?». Creo que lo dije en voz alta.
—¿Comernos? ¿Los demonios devoran ángeles? Recibí un asentimiento leve por parte del ser divino.
—Espera, ¿pero eso no es canibalismo? —Para poder venir aquí, para que yo pu- Quiero decir, los demonios son en su mayodiera estar aquí. ría ángeles caídos, ¿no? —¿Por qué vendrías aquí? ¿Por qué tendrías que darles ofrendas? —pregunté, frunciendo el ceño. La situación era inverosímil. —Yo no se las di, ellos las tomaron. —¡Los ofrecisteis! El ángel negó.
El ángel me miró en silencio. —Palabras humanas jamás podrán aceptar lo que sucede entre nuestro mundo. Aquel ángel comenzaba a molestarme. —¿Qué quieres decir?
De repente, se levantó y dos de sus hela—Los demonios necesitan esa energía pa- dos dedos tocaron mi garganta. Me quedé ra acecharnos. sin aire, sentí como si este saliera, como cuando recibes un golpe en la boca del estó«Acecharnos». mago, y entonces el ángel fue tragado en la —¿Por qué a los dos? oscuridad. En mi mente comenzaba a surgir la idea Una serie de imágenes acudieron a mí, de que el ángel no era nada más que proble- como recuerdos. Supe de inmediato qué mas. eran y qué sucedía. La historia detrás de caEl repentino apagón nos dejó a ambos sor- da imagen. Sí, los ángeles codiciaron a las prendidos. Pero en la oscuridad, el ángel bri- hijas humanas, y cuando el Creador se dio llaba por cuenta propia. Sus dorados cabe- cuenta de eso, los castigó desterrándolos de llos con matices oscuros, sus ojos e incluso su mundo. Con la divinidad perdida, tampoco su piel tenían un brillo especial. Nada de eso fueron de interés para los humanos y las hilo había notado afuera, en la lluvia. ¿O era jas de estos, e igualmente los negaron y rechazaron. Aquellos seres sintieron rencor simplemente mi imaginación? No lo sabía. por todas las cosas del Creador y descendieCon el ángel iluminando la estancia, no ron aún más bajo. Pero en aquel lugar regido precisé de encender ninguna lámpara de por la oscuridad, no estaban solos. Ya exismano. Seguía siendo una visión inverosímil tían otras criaturas que no obedecían al aquel ser sentado con aquella luz emanando mandato del Creador, ya que este no era su de su cuerpo. «¿Daría ventaja a los demo- verdadero Señor. nios que brillara tanto?». La oscuridad absorbe la luz. No hay dife—Es un brillo natural, los demonios no lo rencia para los caídos, que siguen siendo notan en realidad, pero las alas sí, ya que seres de luz y así, debilitados sus cuerpos, brillan diferente —me dijo como si me hubie- encontraron en los no-caídos la recuperara leído el pensamiento. De alguna manera, ción de sus energías. Así es como empezano me sorprendía. ron a cazar ángeles… y humanos. —¿Por qué nos acechan? La imagen del ángel regresó, mi casa, la luz, la sala. Todo regresó a la normalidad, a —Porque estoy cayendo, y es la única excepción de aquel ser que me miraba atenoportunidad en que pueden comernos. tamente. Analicé con detenimiento aquellas pala—¿Por qué a los humanos? ¿Somos tambras. bién seres de luz?
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—No todos los humanos, algunos nacen tendió sus hermosas manos a mi rostro. con luz, otros no. Aquellos pálidos y fríos dedos tocaron mi mejilla. Asentí, entendiendo parte de eso. Afuera seguía lloviendo y tronando. —Todo —susurró. Después, con apenas un hilo de voz y sus hermosos iris grises cla—¿Por qué estás cayendo? vados en mí, agregó— : Eres tú quien debe —Los ángeles morimos. sucederme. La marca será puesta en ti, por decisión mía, y a disposición del Creador. En Eso me pareció sorprendente. tus últimos días, vendré y te alzarás de entre —¿Los ángeles mueren? las demás almas, y te volverás espíritu, aire —Los ángeles caen, y cuando caen se del mundo, luz del Señor. vuelven demonios, es igual a morir, porque no hay forma de regresar el Cielo tras ser un caído. Mi mente seguía confundida. —¿Por qué estás cayendo?
Intenté entender lo que decía. —¿Voy a morir? —Sí… porque todos los seres vivos deben morir.
—Tú estás vivo. No me había respondido eso directamenCuando su fría mano me soltó, podría jute. El ángel se separó de mí y acercó a la rar que sentí la sangre volver a circular. ventana. ―Es un símil de la vida, e igualmente mo—Cuando los ángeles fueron expulsados rir para mí es caer. Cuando sea por completo después de dejarse llevar por los placeres asimilado por la oscuridad, renaceré entre humanos, Dios prohibió toda emoción y sensación a sus mensajeros, toda emoción ex- los humanos. cepto la compasión por el humano… No todos los ángeles podemos existir así. —Se giró y me miró con sus grises ojos―. Ustedes, los humanos, no saben lo afortunados que son al tener todas sus emociones. ―Suspiró. Claro, siempre nos dicen lo mismo—. Poder reír, llorar, sentir tristeza, desesperación, ansiedad… amor.
—¿Los demonios son asimilados por la oscuridad? —Solo los caídos son asimilados en la oscuridad… con el tiempo… y un ángel debe caer, para que un alma pueda ascender. Y así ha sido, por los siglos de los siglos.
—Amén —murmuré, frunciendo el ceño después. No me considero particularmente —¿Los ángeles no aman a Dios? religioso, pero fue casi inevitable decir aque—Le contemplamos y le obedecemos… — lla palabra. «Amén»—. ¿Estás diciendo que Y en su voz, no había tristeza, fastidio ni todos los humanos se vuelven ángeles? amor. Era cierto, su voz sonaba neutra, moEl ser divino negó. nótona. —Todos los demonios asimilados por la —¿Por qué has venido aquí? oscuridad, renacen a este mundo; a veces —A señalarte —murmuró—. Mi caída con- como seres humanos, a veces no. A través lleva un ascenso. de este mundo material, aquellos que cayeLos tronidos bramaron, y la lluvia se con- ron en la oscuridad pueden aspirar a ascendensó. Podría ser una tromba, o el diluvio. der de nuevo a los Cielos. Pero apenas podía prestar atención.
Me estaba confundiendo. Porque si esa era la verdad, ¿eso quería decir que yo…? —¿Qué tengo que ver con el ascenso? — murmuré, con cierta indecisión. —¿Fui un demonio en algo como mi vida pasada? El ángel se acercó a mí, y nuevamente ex-
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Las iris grises me analizaron, antes de asentir lentamente. —Tu esencia fue asimilada por la oscuridad, y de alguna forma, regresaste al mundo material. Ahora que yo voy a caer, tu alma debe ascender. Esto era de locos. En demasía. Como por un impulso, estuve varios minutos dando de vueltas por la sala. —Debes estar equivocado. ¿Me dices que fui demonio y que ahora me convertiré en ángel? ¿Qué es el mundo terrenal para ustedes, una especie de purgatorio? ¿O un centro de detención espiritual, una correccional? —Si esas son las palabras con las que más cómodo te sientes. —¡No juegues conmigo! Pero claro, el ángel no parecía jugar, para nada. Se acercó a mí, con una expresión que parecía de curiosidad. En mi estado paralizado, no podría asegurarlo. —¿Tienes miedo? —preguntó, su voz difícil de descifrar. Al levantar la mirada, noté en sus ojos un pequeño y extraño brillo de alegría. El corazón se me paralizó. «¿Qué es esta sensación?»—. Sí, tienes miedo. Se supone que así debe ser, que sientas un frío temor… «¿Es una vaga sonrisa lo que ve?». La luz volvió a irse, y esta vez la irradiación del ángel iluminó toda la estancia. —Terror. De repente, había sombras a nuestro alrededor. Sombras que se acentuaban ante la intensa blancura de aquel ser. Sombras que se agrandaban, se expandían y deformaban. Sombras que no sabía si era de los objetos en mi casa, mi propia sombra, o la sombra del ángel. Entonces, lo noté. El ángel no tenía sombra.
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Ilustraci贸n enviada por OdetteBR
CAPÍTULO 8 DÍAS FRÍOS DE PRIMAVERA
D
espués de una cierta cantidad de arreglos y preparativos, finalmente llegó el día en que visitaría la noble casa Jinwen, antaño tan prestigiosa como la nuestra. Los miembros de la estirpe de las Astas se habían volcado durante las últimas generaciones al fortalecimiento de la guerra, era extraño encontrar una familia noble que no contara con al menos un guerrero, incluso Wei Binlang perteneció un corto tiempo al ejército. Pero los Jinwen eran diferentes. Algunos de sus más reconocidos miembros se habían convertido en historiadores y grandes filósofos, aunque la mayoría solía dedicarse al teatro y las artes. Pero en los tiempos que corrían, una familia sin el renombre de un general no tenía peso en la Corte, y yo sospechaba que esa, junto a otras posibles presiones impuestas por el Rey Demonio, los llevaron a solicitar compromiso con una familia militar.
lo que en esta ocasión podía notar un ambiente resolutivo y serio alrededor de todo cuanto se decía al respecto. Yo sabía que no había mucho más que negociar. Los acuerdos estaban hechos, solo faltaba fijar una fecha, y en términos legales hubiera dado exactamente igual que Liu y yo nos conociéramos de antemano o no. Por cortesía era preferible para ambas partes concertar encuentros previos, forzar de alguna forma el interés de los novios, pero si no ocurría tampoco afectaba el acuerdo establecido. Por eso te escribo sobre esto, Chiyo, para que sepas cómo sucedieron las cosas desde el principio, y que pese a ser solo mi punto de vista, puedo asegurarte que ninguno de los ataques de Liu en tu contra fueron motivados por algo más que su propio orgullo. Una fina llovizna caía cuando salí de la Casa y subí al carruaje. Mi madre llevaba su sombrilla rosa para protegerse el atuendo que había encargado de las tierras del este. Solo nosotros iríamos al encuentro, y era preferible pues mi padre podía resultar demasiado intimidante para una reunión con demonios de actitudes más suaves.
Por lo que sabía, mis padres escogieron la rama familiar Jinwen por la tradición de sus artes, que se remontaban decenas de generaciones atrás a los parentescos de sangre recibidos del propio Rey Demonio. Ese rasgo exclusivo, compartido por un número muy limitado de demonios, dotaba de un cierto conocimiento y la posesión de un fragmento pequeño y secreto de la entidad del soberano. En nuestra familia, mi madre era la única que poseía tal privilegio, adquirido en sus años de juventud. Por eso era natural que existieran alianzas y las familias nobles buscaran preservar el legado transmitido. Aunque la casa Jinwen estaba alejada del prestigio de la guerra, su enorme peso en tradición era suficiente para comprometer el futuro de nuestro linaje.
El viaje fue rápido, bordeando los campos de cultivo hacia las colinas en dirección inversa al curso del río. Las tierras más altas eran el centro de actividad de los grandes establecimientos: la Biblioteca de los historiadores, el Teatro, la Herrería, el Mercado y el Panteón de los Dioses. También era el lugar donde solían trabajar los criados que las casas nobles desechaban o dejaban de necesitar. Regalados o vendidos a un precio muy bajo, se trataba de esclavos impedidos de algún aspecto físico o mental, algunos enfermos y la mayoría muy ancianos. Solían dedicarse a construir y restaurar edificaciones, por lo que no era extraño encontrar una gran variedad de criaturas sin linaje rondando el centro de un lado a otro.
Quizás no lo recuerdes, Chiyo, pero esta no era la primera vez que asistía a una casa noble en medio de negociaciones de compromiso, venían sucediendo hace años. So-
A medida que nos alejamos hacia las colinas más altas fueron apareciendo siluetas en medio de la niebla, eran las antiguas ca-
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sas nobles, las primeras del reinado de las Astas. No eran tan grandes como la nuestra o cualquier otra casa del exterior, pero poseían adornos labrados en piedra que recordaban su origen celestial, inspirando tal temor que las bestias salvajes nunca entraban en sus dominios. Para mí era un deleite contemplarlas, recordar en silencio que cada fibra de lo que me hacía un demonio provenía de la grandeza de seres supremos. Estaba absorto en el paisaje y solo cuando mi madre señaló, a escasos metros, la entrada de la casa Jinwen, sentí una punzada de inquietud. Me había preparado mentalmente para ese momento, improvisando las cosas que quería decir y preguntar, y aunque no había motivo para que algo saliera mal, recordaba muy bien la mirada hostil de Liu la primera vez que nos vimos. Pero también era consciente de que esta era una oportunidad que no podía desperdiciar siendo receloso, sería mucho más incómodo dejar que pasaran los años sin conocerla o hablar un par de veces con ella, y que de pronto llegara el día de la boda. Los criados que nos recibieron tenían cubiertas sus cabezas con velos para ocultar sus ojos. Una especie de superstición de las familias nobles para que otros demonios no afectaran a sus esclavos a través de las artes en sus miradas. Los criados se hicieron cargo de los regalos que traíamos y nos escoltaron por un corredor oscuro hasta un amplio jardín interior. El árbol de los Jinwen se hallaba en el centro, con las raíces sumergidas en un hermoso estanque. Quizás por esa razón su color era de un azul tan intenso, aunque las hojas de la copa perdían tonalidad volviéndose completamente blancas. Cobijada bajo el gran árbol habían construido una pérgola, que se comunicaba fuera del estanque por medio de un puente. Allí se encontraba la matriarca Jinwen junto a Liu y algunas criadas igualmente cubiertas. —Sean bienvenidos, hermanos de las Astas Majestuosas —nos saludó la matriarca.
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—Es un honor participar de este encuentro —respondió mi madre, y ambos nos inclinamos sutilmente. A pesar de aquellas palabras amables, noté una extraña tensión en el ambiente. Al levantar la vista comprobé que no me equivocaba. Algo había entre ambas matriarcas, una sensación densa y negativa que enturbiaba completamente la situación. Mi madre no me había dicho nada en ningún momento y parecía ser el único sin comprender qué ocurría. Sin embargo, la reunión continuó su curso haciendo caso omiso a las hostilidades que surgían por debajo. Mi presentación fue tan breve que aún me pregunto si valió realmente la pena toda la preparación previa. Aunque la matriarca Jinwen me dio su aprobación y mi madre se la dio a Liu, apenas dejaron que ninguno de los dos hablara. Solo unas cuantas preguntas muy superficiales, en mi caso, orientadas a confirmar que progresaba como guerrero, pero sin profundizar realmente en nada. Por su parte, Liu comentó que se estaba dedicando al aprendizaje de sus artes, dando a entender que eran varias, pero no dijo más que eso. Había una razón para tanta parquedad en palabras, aunque a mis ojos no era comprensible ni tenía sentido. Pero ciertamente podía notar que no estaban solos en esa estancia, algo se ocultaba en los rincones, una criatura o un grupo de ellas, observando todo desde cerca y sin dejarse ver. ¿Por qué estaban ahí? Era terriblemente ofensivo y me resultaba muy confuso que mi madre no reaccionara. Cuando traté de llamar su atención al respecto, solo me miró de reojo y murmuró. —Observa bien, Arangi, sé prudente. Que no pudiera hablar más claro fue inquietante. ¿Qué sucedía en esa casa? Al cabo de un rato, la matriarca Jinwen decidió que quería conversar en privado con mi madre y le pidió a Liu que me mostrara el resto de la casa. —Me encantaría haberte presentado a Fa, mi hijo mayor —dijo la matriarca—, pero
últimamente se ha aislado. Quizás si pasan cerca de su habitación puedan verlo. Es un demonio muy agradable. Liu asintió brevemente, comprendiendo la orden. Un grupo de criadas la rodeó cuando se incorporó. —Acompáñame —dijo, tan seca que habría sonado exactamente igual si hubiese anunciado que moriría esa noche. Pero ya que no era mi intención interferir en su extraño teatro, cumplí mi rol dentro de su juego y la seguí. Liu me condujo a la salida del jardín en completo silencio. Subimos unas escaleras hasta llegar a la planta más alta de la casa. La lluvia había cesado y la niebla comenzaba a descender. A lo lejos pude apreciar la forma naciente del río, alimentado por las cumbres nevadas de las tierras del norte. No me habría importado quedarme tranquilamente observando los alrededores, si toda la casa no hubiese estado atestada de criaturas ocultas. Yo las veía moverse de un lado a otro, a algunas ni siquiera les importaba acercarse y pasar bajo nuestros pies. Eran Sombras, las pude reconocer a pesar de la apariencia que habían adoptado. Me desagradaba tenerlas tan cerca, casi rozándome. Las miré desafiante y mis ojos brillaron como cuando usaba la dominación. Eso las asustó y se alejaron un poco.
notado? —No. Nunca antes las vi de este modo. —¿Nunca? —En mi Casa no suceden estas cosas. Liu me observó un momento. —Sí… eso dicen —comentó. —¿Podrías decirme de quién son las Sombras, entonces? Ella alzó las cejas. —Piénsalo por tu cuenta —dijo, y retomó el recorrido. Ahora que no estábamos frente a ninguna de las matriarcas no le importaba ser desagradable. Si seguía así, esto no iba a funcionar. —¿Por qué eres tan fría? No te he hecho nada. —Porque no me agradas —dijo tranquilamente, sin interrumpir su camino. Era muy molesto. —¿Ah, sí? Pues no veo qué hay de malo en mí. Liu se río sarcástica y al voltearse me miró con desprecio.
—¿Podrías decirme por qué tu familia tiene Sombras por toda la casa? ―pregunté, ya incapaz de contener el estupor.
—Yo deseaba casarme con un guerrero, un verdadero Asta Negra. Tú, Arangi de las Astas Majestuosas, apenas eres más alto que yo. El Rey Demonio quería preservar el nombre de esta noble familia, pero con uniones débiles solo se debilitará más y más.
—Te equivocas, no son nuestras Sombras —dijo Liu.
—Pero soy un guerrero y también un Asta Negra —dije pasmado.
Su respuesta me pareció insólita. ¿Entonces por qué estaban ahí? ¿Es que nadie en la familia Jinwen podía impedirlo? Era una idea demasiado extraña para mí. No imaginaba algo más aberrante que criaturas indeseadas trasgredieran los límites del dominio. No podía ser.
—No lo parece.
—Toda esta región está infestada de Sombras —continuó Liu—. ¿No lo habías
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EL MARIONETISTA DE TRAPO 0
S
oy André Ricardo Espinoza Salamea, adolescente de diecisiete años que en la víspera de año nuevo se encontraba acostado en su cama. A una hora de que la ciudad festejara alegre la anual rotación de la Tierra, estaba viendo televisión. Entre los reportes de gente celebrando había un solo canal transmitiendo algo interesante; Gama TV seguía con su programación habitual: un episodio de La Rosa de Guadalupe. Esa es una serie desmerecedora de la cursiva dada a las obras de arte, lo sé; pero debo admitir que me fascinó desde el primer momento en que la vi. No me tomen por idiota, el truco es ver a La Rosa de Guadalupe como una sátira de todo lo bueno, la inintencionada comedia más hilarante de la existencia. Un gusto irónico. También es muy educativa, pues te enseña cada detalle que debes evitar cuando creas una historia. Estaba al aire ese episodio sobre el niño que aprende a pelear y mata a su amigo por accidente. Uno de los aspectos más encantadores de La Rosa de Guadalupe son sus personajes forzados. Es tan grandiosa su costumbre de retorcer los estereotipos y embuten las necesidades de la trama en las personas, llega un punto donde las abominaciones creadas son una burla de la sociedad. Monstruosos y deformes, al final no hay moral, no hay principio ni conclusión, no hay salvación. Son personajes cuya existencia se limita a cuarenta minutos y nada más, manosean y mueven la trama como guiados por un dios. Qué artístico. Qué hermoso. Esa noche estaba un poco deprimido. Esto no les interesa, lo sé, pero déjenme narrarles un poco de mi vida, así esta nohistoria tendrá un poco de trasfondo. Hace dos años el presidente de este país — Ecuador— creó una prueba de razonamien-
to para los quienes deseaban acceder a la universidad: el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES). Las universidades a las que podías aplicar dependían de tu nota. Las unis del gobierno exigían más de 850 puntos de 1000, las privadas más de 700 y en caso de sacar menos estabas fuera y debías volver a dar la prueba. Era una manera de evitar que holgazanes malgastaran el dinero del estado. Ahora, lo especial de esta prueba era el premio dado a los 325 aplicantes con mejor puntaje del país; una beca a una universidad extranjera perteneciente a cierta lista. No eran universidades cualesquiera, eran las cincuenta mejores del mundo, desde Harvard y MIT, hasta la de Singapur y Brown. La beca cubría absolutamente todo: costos de inscripción, material de investigación, vuelo de ida y vuelta, seguro de vida y salud, y dinero para manutención. De los 98 000 participantes anuales, el 0,3% con mejor nota obtenía esto. ¿Maravilloso, verdad? ¿Demasiado bueno para ser cierto? La única condición de los becarios era regresar a Ecuador después de graduarse y trabajar el doble de tiempo del que estudiaron afuera. Nunca fui un buen estudiante, me sentía dejado atrás, mi capacidad de aprender había llegado a su límite; sin embargo, la prueba no era de conocimientos, sino de razonamiento. Hasta una falla de persona como yo tenía oportunidad. Incluso si no me caía ni bien ni mal, debía admitir que Rafael Correa merecía ser una deidad. Estudiar en una de las mejores universidades del mundo no solo resolvía el resto de mi vida, me daba la oportunidad de vivir una historia. Al pensar en mi infancia no me asaltan recuerdos de días soleados en el parque, saltos en charcos y zapatos enlodados, jugar con mis primos entre la brisa matutina; no, solo viene a mí un yo adicto a la televisión. Recuerdos días enteros de Doraemon, Bob Esponja, Power Rangers, Sakura Card Captor, Thundercats, Shaman King, Pokémon, Digimon, Invasor Zim, KND, Los Padrinos Mágicos, Arnold, etc. ¿No es una serie de televisión mágica? Películas, libros y videojuegos, siempre amé cualquier medio portador de una historia. Sentía un inex-
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plicable placer cuando la trama de desarrollaba y los personajes se desenvolvían; una atracción excesiva hacia la ficción. Avanzó a un punto donde mi único deseo era tener mi propia historia. Después de todo, la vida es sobre el placer, ¿no hay nada de malo, verdad? El problema era que vivía en Ecuador, un país «en vías de desarrollo», en una ciudad sin tecnología de punta ni anacronismos vomitados por doquier. Era tan común como se podía ser, una persona ordinaria cuya identidad se pierde en una multitud, rodeado por una normalidad tan impotente que suena vanguardista. Y antes de aclamaciones sobre como cientos de protagonistas son personas normales antes de ciertos eventos, eso es una mentira de ficción; si quieres una aventura debes ser especial. Por eso, si tenía la oportunidad de viajar a un país de primer mundo, mi historia empezaría, ¿verdad? Un plan maestro, ¿no es cierto? Sin fallas. No fue hasta ver La Rosa de Guadalupe que noté lo ingenuo de mis ideas. Me sentí tonto. Debía ser el retraso por emoción el causante de mi ceguera. Viendo al niño inocente, la madre preocupada, el padre violento y tonto, la hermana bondadosa y el amigo desviado se hizo obvio que incluso si vivir en la ciudad era una parte importante, lo único de verdad vital eran los personajes. Individuos inusuales son la razón por la cual las historias existen, todos los personajes de una obra son especiales. Y eso es una gran lástima, porque algo se había grabado en mi psique tras diecisiete años: en toda la hermosura del mundo no vive una persona especial. Reconocer tus sueños como imposibles es el evento más deprimente de la vida de uno. Me sumí en un desaliento absoluto. Formaba parte de una sociedad aburrida. Mi vida no tenía prólogo, introducción, desarrollo, clímax ni conclusión. El mundo podía morir y no me habría importado. No era parte de algo tan dulce como una novela, ¿qué importaba todo? Incluso si tenía una vida hermosa por delante, conocer el cielo y no poder alcanzarlo era demasiada tragedia para mí. Lo peor era ni siquiera haber cruzado el punto de no retorno, nunca hubo un punto de no retorno; siendo más
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específico y minucioso, en realidad era mi nacimiento. Y tan infantil como suena, solo pude retorcerme en mí y desear por un mundo distinto, lleno de gente desviada guiándome a mi propia historia. El problema no era yo sino otros. Así, un humano egoísta, presuntuoso, holgazán e inútil, deseó como un niño. Como esto es la vida real y no ficción, la basura humana siempre obtiene lo que quiere. 2013. El universo se reconstruyó.
0 Las clases recomenzaron el seis de enero. Quería quedarme en mi casa sufriendo y esas cosas, pero de hacerlo me hubiera metido en problemas con mis padres y el colegio. ¿En qué horrible mundo es más problemático no hacer nada que ser productivo? Tal vez la gente sí estaba desviada. Caminé a mi colegio como cualquier otro estudiante, triste por el fin de las vacaciones y no tener tiempo para ver o leer cosas. También era deprimente volver a mezclarme con ese salón de imbéciles denominado «mi curso». El primer período era Matemáticas, nuestro profesor estaba explicando un nuevo tipo de ejercicio. Era un tema entendible a la primera y sin embargo todos reclamaban una segunda y tercera explicación. ¿Qué no entendían? Todo. Así de tontos; Incapaces de entender y nadie sabe por qué, sufren y nadie sabe por qué. Pensándolo bien, puedes resumir a todos los adolescentes con esa oración.
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ACTO PRIMERO LA CIUDAD DONDE...
CAPÍTULO 2
U
nos dientes hambrientos se clavan en mi hombro derecho acompasando un gemido femenino. Yo grito de dolor y sonrío.
—¡Roxie, maldita seas! —No he dicho que puedas llamarme Roxie… Sus ojos juegan con mi cordura. —¡Ni yo que puedas morderme! —Lo hago para que estés más atento. Si me vieras venir, no te mordería. —Es imposible con esta bruma… ¿Cómo van hoy? —Han aterrizado en la calle quince. Ya ha muerto la mitad de los que han ido. Los otros se salvan porque los de Highlands disparan con gases lacrimógenos y se llevan a los que pueden. Sinceramente, no sé qué esperan conseguir. Este recuerdo es del día en que los Patricios mataron a mis padres. Él era un soñador nato. Consiguió su primer millón en un día de mala suerte. Luego se hizo carterista; trataba de meter saquitos de oro en los bolsillos de la gente, pero le pillaron varias veces y la cosa no acabó bien. Después nací yo. A mis ocho años, nos mudamos a la zona de la columna nordeste. Aquí hay un bosquecito de no más de un kilómetro cuadrado de superficie, con árboles grisáceos secos, la mayoría muertos. Pero son árboles, al fin y al cabo. Para vivir aquí tienes que recibir algo de dinero al mes, pero es un inconveniente que según mi padre vale la pena afrontar a cambio de un poco de naturaleza. Roxanne me contó una historia parecida sobre sus padres. Trataron de deshacerse
de diez o quince millones antes de mudarse aquí. Montaron un banco de puertas abiertas, y allí la gente iba a deshacerse de su dinero de forma legal. Nos permiten depositar un cuarto de millón al mes. Los padres de Roxie son Patricios, gente que quiere ser rica y vivir en los suburbios. Pero ella no, y según dice, eso a menudo le trae problemas de convivencia. Por eso, de un tiempo a esta parte, venir al merendero de la columna y pasar la tarde conmigo se ha convertido en una vía de escape para ella… Aunque no quiera admitirlo. —Entonces… ¿Vamos? —¡No! ¡Podría pasarnos algo! —¡Eres un cobarde, Luca! ¿Cuándo te ha pasado algo estando conmigo? —¿Quieres que te muestre las cicatrices? La chica sonríe y me da una palmadita en la espalda. Guardamos unos minutos de silencio y contemplamos el turbulento horizonte. Debajo de donde la gente cree que está Highlands no hay nada construido; solo queda una planicie de espigas marchitas y requemadas que se expande hasta donde alcanza la vista. Nadie viene a los merenderos en días de descenso, así que podemos pasar la tarde juntos con relativa tranquilidad. «Días de descenso» es como llamamos a esos en los que El Sindicato baja para llevarse a alguien pobre a Highlands, se pelean con los Patricios, muere gente… Nosotros nos relajamos, comemos algo y nos planteamos si tratar de que nos lleven a nosotros o no. Es un riesgo que hay que pensarse bien. —No quiero que te pase nada —le digo sinceramente a Roxie. —¡No seas imbécil! ¡A mí no va a pasar-
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me nada! Se levanta y da algunas vueltas sobre sí misma. La verdad es que tenía razón cuando me dijo que no era fea. La segunda vez que la vi se había bañado y había recogido su cabello rojizo brillante en una coleta que le llegaba a la mitad de la espalda. Vestía pantalones vaqueros, una camiseta blanca sencilla y una chaqueta de cuero negro. Es una chica un tanto masculina, más bien ruda, nada indefensa, pero al mismo tiempo innegablemente elegante y atractiva. Tiene las piernas largas, los muslos gruesos y las manos finas. Los rasgos faciales bien delineados; un par de ojos grises brillantes y grandes, los labios carnosos, la nariz angulosa y pequeña. Sus brazos dan fe de una gran fuerza; sus pechos redondos, de una feminidad latente. Bueno, me pega y me muerde. Es algo hormonal. —No sé —murmuro—. No estoy muy seguro. —Tú nunca estás seguro de nada. — Hace pucheros con la boca—. No sé por qué sigo contigo. —Me dijiste que porque no soy como los otros chicos. —Bueno, eres el único que no ha intentado endosarme pasta, ¡pero no tienes iniciativa! —Los cementerios están llenos de gente con iniciativa. —¡Y Highlands también! —¡No! ¡Highlands es gente pobre y gente con suerte! Highlands no es una oportunidad que se busca, es un capricho que te encuentra. Además, yo ni siquiera estoy seguro de que exista. —Tú nunca estás seguro de nada… — repite entre dientes. Se sienta a mi lado de nuevo. Mira mi mano, como queriendo cogerla. Luego se retrae, se levanta y comienza a avanzar hacia las calles de la ciudad.
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La sigo entre la bruma. Durante cinco o seis minutos me pregunto qué clase de relación tengo con ella, qué clase de fuerza me empuja a pensar que me hará bien su compañía. —¿Roxie? —me hago notar—. Está bien, vamos a la calle quince… No me responde. Cuando nos adentramos en los barrios residenciales, el estupor de la batalla llega a nosotros en forma de gemidos y gritos desconsolados. Se oye a los Patricios por megafonía. «¡¡¡Su vida está en los suburbios!!! ¡¡¡Orden, orden!!!». Y luego más gritos, más dolor. Cuando llego al cruce de la quince con la tercera, alguien me agarra por el cabello y tira de mí hacia atrás. —Ni digas ni una palabra. —Me tapa la boca con una mano tiznada y maloliente, y me obliga a girarme—. Te dije que estuvieras aquí a las cinco. Se trata de mi hermano Adolf. Tiene cuatro años más que yo. Apenas nos vemos; él se independizó cuando tenía doce. Pero de vez en cuando aún aparece por mi vida queriendo ejercer una especie de autoridad opuesta a la de mis padres. —¿Qué hora es? —mascullo apartando su mano de mi cara, para después limpiármela con las mangas. —¡Son casi las seis! ¿Andabas con esa fulana hija de Patricios? —¡No es una fulana! Trato de marcharme, pero mi hermano me agarra por el cuello y me golpea contra la pared.
Reflexiones Finalizando Aniversario
C
ada vez queda menos del aniversario y me gustaría decir algunas palabras, no como Lanove, sino como individuo parte del grupo (aún cuando sé que muchos comparten mis pensamientos). Si bien somos un grupo que trabaja y comparte por amor al arte, siempre es agradable recibir unas felicitaciones, un agradecimiento. Esas palabras que nos animan a continuar compartiendo día a día y utilizar tiempo de nuestras vidas para traer algo que a todos nos gusta… En medios como la web, siempre es bueno leer sus comentarios, un «muy buen trabajo», «excelente novela» o «la esperaba con ansias»; y aún más en la FanPage de Facebook, acompañada de un like (que por lo menos en lo personal) me anima a corregir o editar un capítulo más de alguna novela que sé que esperan… Con esto no busco «obligarlos» a poner likes o comentar, ya que sin eso no seguiremos publicando; sino a invitarlos a hacerlo como una muestra de que verdaderamente
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les gusta nuestro trabajo y que lo que hacemos es bien recibido. ¿Por qué escribo esto?… Porque a veces es un poco desalentador ver como una publicación que es descargada por más de 100 personas, y es vista por otras 600 más, solo recibe 30 a 50 likes, y a veces solo 10 comentarios. Como dije, es nuestro medio de interactuar con el público, y como tal sigue siendo importante para nosotros... Después de todo, un like es una sonrisa para los administradores y administradoras. Gracias por seguirnos todos estos años, ya que esto no termina aquí, esto es solo el comienzo.
LANOVE :
[Especial] Gekkou Volumen Único
Gekkou, o «Luz de Luna», es una historia sobre la peculiar relación entre un chico cínico y una chica perfecta. El cínico es Nonomiya, gastando sus días en el aburrimiento, refugiándose en su imaginación. Un fatídico día, el encuentra el cuaderno de la rumoreada belleza, Youko Tsukimori, tirado en el suelo; dentro del cual encuentra un papel con el extraño título de: «Receta de Asesinato». Interesado en el título, introduce la prometedora receta en su bolsillo, para luego leer en ella singulares escenarios que pueden dar lugar a accidentes mortales, los cuales no podrían ser llamados siquiera un plan…
Lanove:
Bungaku Shoujo Vol. 02 Cap. 04
Ahora saben el pasado de ambas, él a escuchado las palabras del fantasma, mientras que ellas siguen una guerra por la supervivencia, nuestro protagonista será espectador de una escena que le hace recordar su pasado, mientras Tooko se mete en problemas.
[Alianza] Seirei Tsukai no Blade Dance
Solo una doncella pura puede tener el privilegio de hacer un contrato con un espíritu. En la Academia Espiritual Areishia, doncellas en entrenamiento de nobles familias están reunidas y se les da una educación de élite para volverse elementalistas. Nuestro protagonista, Kamito, accidentalmente espía a una chica bañándose, Claire, y termina haciendo un contrato con el espíritu que ella quería. En realidad, como un elementalista varón, Kamito es una irregularidad cuya existencia pasa a través de lo imposible. «Tú robaste mi espíritu, ¡Así que toma la responsabilidad!». «¿Eh?». «¡Tienes que volverte mi espíritu contratado!». ¿A dónde llevará el destino a Kamito?
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LANOVE:
Zero no Tsukaima: Vol. 09 Cap. 06
Para mostrar y exhibir al cuerpo de caballeros recién formado, Henrietta los llama a su castillo para hacer un desfile público como su escolta, donde el pueblo finalmente puede ver a Saito con su nuevo título. Por otra parte, Louise se escabulle para hablar con Henrietta sin que este se entere, para finalmente poder ver los verdaderos sentimientos de la Reina de Tristain.
CCF:
Accel World Vol. 02 Cap. 06
«Los caníbales de una tribu se preparan a comerse un misionero. Deseando demostrarle una vez más su respeto a la dignidad y a la libertad humana, los caníbales proponen al misionero el decidir él mismo de su suerte haciendo una breve declaración; si ésta es verdadera, el misionero será asado, y si es mentira será hervido. ¿Qué debe decir el misionero para salvar su vida?» (según CERVANTES).
LANOVE:
Shakugan no Shana Vol. 03 Cap. 04
Con este capítulo de más de cincuenta hojas terminamos el volumen 03 de esta gran novela, una que marco un antes y un después (un después con gran cantidad de novelas de baja calidad, pero que más da). De nuevo este capítulo fue corregido durante el pleistoceno por el amo del tiempo: Wins, y traducido mucho antes por Sukai en su forma de cianobacteria en los océanos primitivos hace millones de años. La espera fue larga, pero pronto sabrán mas de este proyecto, y ya no serán obras desempolvadas de los anaqueles, sino traducidas en este edad contemporánea.
Lanove:
Durarara! Vol. 05 Inter. B
¡Buenas a todos los fans de esta novela! Durarara! en este mes viene con más. Estamos muy cerca de terminar el volumen 05 (Recuerden que no hay material del volumen 03 por que no hay ni traducción en ingles, veo que lo preguntan mucho). Gracias a todo el staff de Durarara! a Nyx en la correcón y a Aster de Traductor de este intermedio.
LANOVE
Spice & Wolf: Vol. 02 Epílogo
Sus plegarias han sido escuchadas y terminamos con la novela 2, finalmente debo volver a agradecer al Staff que se constituyo durante este volumen: al principio Shiro me ayudó hablando con Marck para que me ocupara del proyecto y éste acepto. además de colaborar en la edición y con muchas dudas que yo tenía (y tengo). Después vino la prueba de fuego: ver si Ramza (el traductor desde el inicio del proyecto) seguía activo y la respuesta fue un sí a pesar de sus múltiples obligaciones.
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Espejismo E
¡Saludos!
sta vez como autor invitado tenemos a un miembro del grupo Cofradía de las Lenguas Lisas. Que más que un blog literario, es un grupo de seis autores con gran talento. Sus relatos son muy variados y (al menos todos los que he leído) bastante ingeniosos e interesantes. El día de hoy tenemos a Víctor Arzate con su cuento Espejismo. No olviden visitar su blog, ni tampoco olviden dar like a su página de Facebook.
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ardé mucho en comprender de dónde venía esa fuerza que me arrastraba hacia ti. Esa sombra implacable que se desperdigaba por los rincones y me abría el sendero hasta tu figura regordeta y chillona.
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Durante las primeras noches aparecí junto a la cuna, sin saber cómo, o por qué, había llegado hasta ese lugar. Esperaba, ansioso, que tu llanto rompiera la implacable negrura, para enjugar tus lágrimas con mis dedos. Al poco tiempo empezaste a caminar, dabas tus primeros pasos e invariablemente me llamabas para poder cruzar de una habitación a otra. Yo aguardaba parado en la puerta del baño, o sobre la sombra de tu madre, con tal de verte sonreír. Era grato estar presente, ver la mudanza de tus dientes. Ir de compras por vestiditos floreados y zapatos con broche. Peinar a tus muñecas, esas féminas de porcelana amarillenta a las que daba vida para ti. Pensé que pasaríamos mucho en ese idilio, jugando hasta tarde. El tiempo se deslizó rápido, junto con la luz que entraba para iluminar el lado de la alfombra donde te sentabas. Me procurabas en todo.
AUTOR INVITADO La adolescencia llegó y las noches se convirtieron en el único momento que pude ofrecerte. Ahora estabas llena de actividades vespertinas. Al llegar a casa, subías emocionada a mostrarme como tu nuevo leotardo apretaba morboso unos pechos apenas abultados y un pubis de bello ralo. Pactamos guardar el secreto y no aludir nunca a esas noches en tu habitación. Tu cuerpo brotó como una danza furiosa. Ya no pude verte sin malicia. Antes de dormir tirabas tu ropa, y vistiendo sólo un string, abrías el compás hasta adherirte al piso, luego desmayabas tu cuerpo hacia el frente, permitiendo que tus senos se enardecieran al rozar la duela fría. Con una voz ronca, me pedías sentarme detrás de ti, en el felpudo al lado de la cama, para preguntarme si tus glúteos lucían más firmes desde ese ángulo. Afirmaba estremecido, y te obligaba a vestirte por miedo a que tu madre nos descubriera. Una tarde, llegaste de la escuela sin avisar. Faltaste a danza porque necesitabas hablar conmigo. La estancia se llenó de reproches, reclamos y llanto. Entre toda la maraña de enojo y desconcierto, lo mencionaste a él, tu nuevo cuidador, quien te ayudaría a olvidar nuestros momentos juntos. «No es normal que a mi edad, tenga una relación de ese tipo», sentenciaste usando palabras que, por más que te esforzabas en hacer tuyas, procedían de otra boca. Esa noche no me dirigiste la palabra, tomaste las pastillas que él te dio, cambiaste tu ropa en el baño y fuiste directo a dormir. Yo me quedé como antes, parado junto a la cama, esperando. Los días transcurrieron así, en un silencio rígido que apenas se rasgaba por el rumor de las sábanas al momento de acostarte. El sillón de tu cuarto fue el cadalso en el que esperé noche a noche la muerte. Tu madre, la persona que menos te procuró durante la infancia y la adolescencia, se convirtió en tu nueva confidente. Pasabas horas hablándole de él.
tu casa, escuché un estruendo sordo proveniente de tu cuarto. Subí temeroso por la incertidumbre de no saber qué encontraría. Entreabrí la puerta y te vi. Te vi tendida de espaldas en la alfombra, con las piernas elevadas, la blusa abierta, la falda hecha ovillo y las bragas de hilo anudadas como liga en uno de tus muslos. Él embestía con excitación casi rencorosa tu pelvis. Abriste los ojos como si tuvieras el sol en plena cara. Tu mirada sesgó mi rostro, comprendí que te había perdido. Dejaste de advertir mi persona aun cuando me posaba frente a ti. A medida que aumentaba tu indiferencia, yo me sentía más desvalido, transparente. El coraje pronto se apoderó de mis entrañas y, sorpresivamente, me ayudó a recobrar un poco la carcomida figura que me conformaba. Esa noche te esperé en la habitación. Dejé a tu madre en la alcoba de junto, envuelta en cobijas con el frasco de somníferos en la mano. (Una pastilla no hubiera sido suficiente para terminar, de una vez por todas, con su pútrido insomnio). Entraste desalineada y sin tacones al cuarto, cerraste la puerta con cuidado para no hacer ruido; y al girar, viste mi sombra rayada por una persiana de luz. Con la cara constreñida de terror, ahogaste un grito. Un estruendo sordo retumbo en la alfombra donde estábamos parados. Forcejeamos. Imploraste que no lo hiciera, prometiste dejar el medicamento para darme cabida otra vez en tus días. Nada iba a convencerme. Continué hasta terminar. Al levantarme, escuché como tu sollozo quebrantaba el silencio oscuro de esa noche. Esta vez, no me quedaría a enjugar tus lágrimas. Atravesé la entrada y desaparecí.
Aquella tarde, en la que deambulaba por
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ANIME REVIEW
T
FREE!
odo gira en torno a Haruka Nanase, un muchacho al que siempre le ha gustado sumergirse en el agua y nadar. Antes de graduarse de la escuela primaria, participó en un torneo de natación junto a sus compañeros del club: Rin Matsuoka, Makoto Tachibana y Nagisa Hazuki. El tiempo ha pasado y tras llevar años sin verse, su amigo Rin, que se marchó al extranjero y ahora ha regresado, reta a Haruka a una competencia de natación para demostrarle lo mucho que ha mejorado con los años. Haruka, Makoto y Nagisa junto a un nuevo miembro llamado Rei Ryugazaki forman el club de natación del instituto Iwatobi. Los cuatro
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participarán en una competición donde se enfrentarán a Rin y a su equipo.
Opinión personal Érase una vez una chica llamada Luna que encontró de casualidad un comercial de un nuevo anime. Se emocionó tanto al ver que era un anime de natación sin personajes moe que dijo «ojalá salga pronto». Después de un tiempo considerable (más de un año) el anime vio la luz. ¿Qué estarían pensando los de la productora? Luna empezó a ver el primer capítulo emocionada y terminó defraudada. Pero siguió viendo el resto del anime porque «seguro que mejora». No mejoró.
Ficha Técnica Género: Shonen (según Wikipedia) / Slice of life (según mi opinión)
Dirección: Hiroko Utsumi
Estudio: Kyoto Animation Animation Do
y
Episodios: 12
Año: 2013 El anime la decepcionó, pensaba que sería dedicado a la natación o en su defecto a la relación entre los protagonistas pero se quedó en medio de los dos conceptos. Resultó un tanto insulso. La trama fue muy predecible. Con tanto fanservice yaoi que (aunque le gusta el género), le llegó a resultar
ANIME REVIEW pesado. La natación parecía un simple pretexto para que los personajes mostraran carne y así atraer a las mujeres que se quejan porque no hacen animes para ellas. Sin embargo, la animación le gusto bastante, era muy buena. Geniales efectos para el agua y movimientos de natación bien estudiados. Destaca también la banda sonora junto con los temas de introducción y cierre. Los diseños de personajes también le gustaron pero, al igual que la trama, resultaron ser estereotipados. Luna os escribe este review, diciéndoles que Free! no es un anime que ella recomiende a menos que quieras ver una historia predecible sobre amistad, con demasiado fanservice yaoi que en ocasiones sobra. Pero lo recomienda si quieres disfrutar de una buena animación junto con una bonita banda sonora.
NOTA:
7 /10 importantes.
porque
las
OST
son
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«La única verdad es la realidad» Isaac Asimov
Del autor de « Memorias Japón » y « Entre el Cielo y el Infierno » una obra que te enganchará si te atreves a descubrirla desde adentro.
CRÓNICA 1 ATAQUES
CAPÍTULO 5 LA REUNIÓN En una solitaria base a las afueras de una gran ciudad, la actividad se ha incrementado en los últimos minutos desde el arribo de un escuadrón de fuerzas especiales equipado con lo que parecían ser armas de última generación. La prioridad del momento es la fortificación de las defensas, lo cual es, precisamente, lo que se ha llevado a cabo desde muy temprano esa mañana para incomodidad de los jóvenes cadetes. ―Aseguren el perímetro, cualquier acceso debe ser vigilado ―ordena un coronel de pelo entrecano y ojos serios a un grupo de soldados que le responden con saludo militar―. Sin importar lo que suceda debemos impedir que se produzca una intrusión. ―Con todo el respeto, coronel creo que todo el esfuerzo será bastante inútil ―comenta el joven teniente con la cicatriz mientras ingresa por una de las puertas resguardadas por dos soldados. ―¿Puedo saber la razón de su presencia aquí, teniente? ―exige el coronel con tono autoritario. ―Tengo información que reportar al equipo especial sobre uno de los atacantes. Me llamaron bastante temprano, pero tenía que atender una audiencia al respecto del secuestro del Director Duran. Si me disculpa. ―Cuida tu tono, muchacho. El teniente hace un saludo militar y se aleja calmadamente, apenas gira en la esquina extrae un cigarrillo y se dispone a encenderlo, pero su encendedor parece fallarle, por lo que termina guardando todo en sus bolsillos. Sin perder tiempo se encamina a la armería. El lugar está en el centro del edificio, resguardado por bastantes
guardias quienes parecían listos a luchar. ―Teniente Tadeo Antonio Cicerone ―se identifica apenas llega a las puertas presentando sus credenciales―. División del Departamento de Asuntos Súper Humanos. Convocado de la base Asturias para información sobre un sospechoso súper humano. ―Espere un momento ―responde un soldado tomando los documentos y consultando por radio mientras el resto lo registra quitándole su arma. ―Sí, claro, no es que vayamos a ser atacados en cualquier segundo ―comenta el teniente con cierta ironía mientras le sacan el paquete de cigarrillos y el encendedor. Los soldados no parecen haberlo escuchado, el primero está consultando por radio al interior. Parece obtener una respuesta positiva pues al momento siguiente lo hace ingresar devolviéndole todo. Una vez abiertas las puertas el teniente se encuentra con media docena de personas dos mujeres y cuatro hombres, todos con aspecto serio. Un hombre de talla imponente, pelo gris corto y mirada seria se le aproxima, parece ser quien está al mando pues está vestido con una armadura de combate de kevlar o material similar con distintivos diferentes al del resto. ―Teniente Cicerone, soy el comandante… ―empieza el hombre bastante serio. ―Sé quién es, comandante Castillo. Y conozco al resto de su equipo, soy un militar también ―le interrumpe el joven teniente algo descortésmente, cosa que parece ofender al comandante. ―Vigile su tono, soldado, caso contrario no ascenderá más de lo que ya lleva ―le advierte el comandante con un tono de total autoridad. ―Ascender mucho nunca ha sido una de mis grandes ambiciones. De todos modos no congeniaré mucho con su equipo, única-
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mente vengo a darles una ligera información sobre nuestro enemigo común.
súper humanos? ―prosigue el comandante.
Precisamente en una de las pantallas se puede apreciar el rostro de Heatwave en la captura del video de seguridad así como en otras fotos de diversos sitios web.
―Soy parte del equipo asignado con el director Duran, ¿qué cree usted?
―Se hace llamar Heatwave, posee el poder de manipular, generar y canalizar el calor por su cuerpo lo cual lo hace inmune a cualquier ataque basado en fuego o calor… ―Eso ya lo sabemos, usted fue llamado porque lo conoce muy profundamente ―le insta el comandante―. Dijo haberlo reconocido. Así que le exijo que nos diga lo que nos puede ayudar a derrotarlo. De pronto, quizás algo inconscientemente, el teniente levanta su mano hacia la cicatriz de quemadura en el lado izquierdo de su rostro. Los miembros del escuadrón que lo observan ya han notado a esas alturas que esta tiene la curiosa forma de una mano, si bien ha sido algo disimulada con lo que sin duda fueron cirugías correctivas. ―No lo negaré, lo conozco muy bien, después de todo, se puede decir que dejó una gran marca en mí. ―Hace una pausa antes de proseguir―. Dicen que uno no escoge a sus hermanos, que a veces tenemos con nosotros al mismo diablo. Y Mario resultó ser uno para mí. ―¿Mario? ―pregunta una chica rubia con el pelo atado en un coleta. ―Es mi pequeño hermano, Mario Cicerone, 21 años, se graduó en… ―Díganos algo que pueda servirnos para tenderle una trampa ―ordena el comandante, interrumpiéndolo―. ¿Alguna falla personal? ―No mucho, sólo que él realmente hará las cosas con calma, no suele apresurarse, pero tampoco demorarse. Pienso que si lo hacen enfadar, quizás pierda la cabeza un poco y se descuide. Eso sí, no creo que les resulte sencillo, quizás me necesiten para ello si es necesaria una trampa. ―¿Alguna experiencia luchando contra
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―Yo digo que le falta mucho para ser un Caza Mutantes ―dice la chica de pelo rubio. ―Sigue sin gustarme ese nombre ―comenta su compañera quien tiene el pelo rojo ondulado―. Recuerdo cuando nos llamaron así en los noticieros. Yo creo que… ―Créanme ―le interrumpe el teniente―, según tengo entendido hasta ahora solo han lidiado con peces pequeños, este es uno grande y me temo que estamos en aún más desventaja. ―¿Y eso por qué? ―pregunta el comandante. ―Porque me temo que los quieren vivos ―responde el teniente―. Aunque eso de seguro ya lo sabían. ―Eso no es ninguna desventaja ―replica uno de los otros soldados con el pelo rapado y piel morena―. Tenemos formas de incapacitarlos antes de que puedan usar sus poderes. ―Entonces asumo tienen algo contra mi hermano, contra la chica de hielo, el generador eléctrico andante y una monstruosidad andante. ―Las tenemos ―replica el comandante caminando a un baúl―. Y si vas a venir con nosotros, mejor que lo veas por ti mismo. Dicho esto, el comandante abre el baúl mostrando su contenido al teniente quien parece encontrarlo interesante.
.com
Dante: Primero que nada, avisos. Este capítulo, por lo largo que saldrá y por la falta de tiempo de su autor (su servidor) será dividido en 2 partes. Claro, eso no es todo. Luego de la segunda parte, que vendrá en diciembre la historia tendrá una pausa. Quizá no salga en la revista por un par de meses, en lo que preparo el primer volumen completo y sus ilustraciones correspondientes.
CAPÍTULO 3 MI REALIDAD (~_~)
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cercó su mano a las llaves del lavamanos, normalmente su instinto le marcaría cual abrir, luego se esfumó. Aquella naturalidad con la que sabía diferenciar el agua caliente de la fría había desaparecido. Decidió entonces probar suerte con alguna llave mientras la frustración y confusión se entremezclaban en su ser. Se observó en el espejo, todo era tan claro que le asustó poder mirar así sin aquellos gruesos lentes pastosos sobre el rostro. Lentes, sí, casi los había olvidado. —¡Alex! ¿Te falta mucho? —Aquella aguda y melodiosa voz, podría reconocerla en cualquier parte, era la voz de su hermana, aquella chica de cabello naranja que esperaba detrás de la puerta. —¡Ya voy! —gritó intentando sonar lo menos arrogante posible, aunque ese cuerpo reaccionaba instintivamente con agresión ante aquella joven. Sabía lo que pasaba; su cuerpo, o más bien su «Doble Receptor» lo estaba consumiendo. Le costaba cada día más convencerse de que no procedía de aquella realidad.
De haber sabido lo que pasaría unos días atrás…
Las vacaciones de Semana Santa se acercaban, solo dos semanas, quizá, pero un respiro para todos los estudiantes. Luego de eso, solo habría cabida para un mes más de trabajo, las elecciones al nuevo presidente estudiantil y por supuesto la graduación de los de tercer año. Eso significaba la calma antes de la tormenta, eso lo tenía bien claro Alejandro Morelos, a quien le preocupaba su hasta ahora tranquila vida estudiantil. Desde la kermés Sharon parecía preocuparse más por su puesto, lo que era de lo más raro, ya que hasta hace poco Sharon se mostraba temerosa y odiaba la idea de dirigir a otros. Su naturaleza agresiva podía dar mucho para el puesto, Sofía se lo había hecho ver. Esa chica ―de delicado cuerpo y un lindo cabello anaranjado― tenía en su voz, en su forma de hablar, con dulzura y fuerza, el poder suficiente para convencer a cualquiera. Hablaba con todos los veintitantos alumnos del aula y a diferencia de Alex, les conocía a todos por su nombre. Eso sin contar que Sofía tenía la desventaja de haber entrado a finales del primer año. «¿Qué clase de prodigio recuerda tantos nombres pero no puede superar el ocho en el examen de cálculo?», pensó el chico de las gafas, confundido. A pesar de toda su popularidad, que por lo menos abarcaba a las personas de la clase, aquella activa chica se juntaba con aquella fría joven de cabello negro. El verlas juntas era como si el mismo universo estuviera en equilibrio. Era extraño, quizá, pero tan natural como los opuestos se atraen.
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—¡Buenos días a todos! ―gritó un chico de mediana estatura y cabello lizo. Justo cuando Alex pensaba en ello su opuesto apareció atravesando la puerta; un chico ávido, tan enérgico que el solo observarlo bastaba para agotarle. Sí, Kenny Franco. En el momento en el que el sonido de su voz llegó a los oídos de Sofía, esta se paralizó. Su ser cambió, tembló su piel y con una sonrisilla nerviosa saludó a Kenny extendiéndole su mano. El despistado Kenny, como si se tratara de un chico, hizo un desliz con sus manos y luego chocó los puños con Sofía. «¿Cómo se atreve? ¡De ser él yo le besaría la mano!». Alex dejó caer sus brazos con fuerza sobre la paleta de su silla, crujiendo al mismo tiempo sus dientes. —Insolente —añadió en voz baja. —¿Te pasa algo, pelos necios? escuchó decir a un lado suyo.
—
Giró su cabeza solo para notar a un niño viéndole fijamente desde su silla; Frank, quien llevaba puesto el uniforme de deporte, tan solo una camiseta y unos shorts. —¿Qué si me pasa algo a mí? — cuestionó Alex con sarcasmo—. ¿Olvidaste que hoy no hay deporte? —No lo olvidé, solo que hace mucho calor. Quiero estar fresco el último día de clases.
—Definitivamente no —respondió sin borrar su sonrisa, Frank solo cruzó los brazos, molesto. La primera clase comenzó, y el día acabó con normalidad. Al último timbre todos salieron del salón. Alex como siempre caminó solo hasta la entrada de la secundaria, donde esperaría a Sofí y Sharon. Se había vuelto una costumbre impuesta por Sofí; él las esperaba mientras salían del baño y se iban todos juntos, separándose en el camino para tomar luego camino a sus respectivos hogares. En el portón se topó primero con Kenny y Frank, tan pronto llegó hasta ellos el niño gritó: —¡Bien, ya vámonos! —La molestia en el rostro de Frank fue evidente mientras dio un giro rápido y se puso en marcha. —Sí, vamos —Kenny le siguió con una sonrisa. —¿Eh? ¿No van a esperar a las chicas? —¿No te dijeron? —pronunció Kenny confundido. —¿Decir qué? —Se fueron hace rato. —Sí, dijeron que era una emergencia, pero yo creo que aún te odia ―añadió Frank.
—Se lo he dicho, pero insistió —Kenny se introdujo a la conversación de pie en medio de ambos.
Odio, sí. Alex casi olvidaba aquello. Recordó cuando su padre le había dicho que las mujeres eran como los elefantes; nunca olvidan. Quizá por eso sus padres había estado al borde del divorció un par de veces. Sharon seguía molesta por aquello ocurrido en la Kermes.
—¿Lo dejarás venir en ropa interior antes de las vacaciones de verano también?
—¡Vaya niñata que es! —gritó —. ¡Ya debería olvidarlo!
Frank miró a Kenny como su una buena idea hubiese salido de la boca de Alex.
—¡Se lo diré! —amenazó Frank con una sonrisa traviesa.
—Solo son dos semanas de vacaciones…
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—¡No, no le digas! Kenny no pudo evitar reírse. —No le dirá nada, no te preocupes. No queremos que te vuelva dejar inconsciente en el suelo. —Sí… —En Japón les dicen a ese tipo de chicas «tsundere», ¿sabes? —Lo sé, soy un friki, ¿lo olvidas? Kenny volvió a soltar la risotada mientras Alex se sintió incomodar. —Es como cuando a las niñas pequeñas les dicen que si un niño les pega es por qué le gusta. Me pregunto si será lo mismo con los chicos. Kenny volteó a ver a Frank, quien había sacado un jugo de la nada y lo sorbía en silencio. —Dime Frank, ¿te gusta alguna chica del salón? —¡No! —negó rotundo, casi escupiendo su jugo—. ¡Todas son tontas! ¡Sobre todo Sofí! —¡No puedes decir eso! —refutó Alex sintiendo como algo en el actuó de forma automática. Kenny y Frank le vieron con extrañeza. —Ella… no es tonta. Es buena. Alex se sintió apenar mientras bajaba la cabeza esperando no sonrojarse. —Ya veo. ¿Te gusta Sofí, Alex? —¿Eh?
—¡Olvídalo! —dijo Kenny alejándose por la otra acera junto a Frank—. Solo bromeábamos, deberíamos juntarnos luego. —Sí, claro. Alex caminó solo el resto del camino. Abrió la puerta de su casa y encontró frente a él a sus padres abrazados. El ambiente parecía algo tenso, pero a lo poco se dieron cuenta de su presencia y comenzaron a reír mientras volteaban hacia el chico. —¿Les pasa algo? —preguntó aunque ya sabía la respuesta; una pelea que había terminado en buenos términos. No tuvo que preguntar también si la comida ya estaba servida, el olor de queso y carne impregnaba la casa. Ignoró a sus padres y se sentó a la mesa. A lo poco ambos se despidieron y fueron cada uno a su trabajo, por lo que el chico terminó solo en casa, como era normal a esas horas. Con las vacaciones podría verlos más seguido. Su padre trabajaba de turnos en una empresa importante y su mamá solo por las tardes en una zapatería. «Quizá planeen algún viaje». El solo pensarlo le fastidió. No le gustaba viajar, su idea de vacaciones perfectas era quedarse en casa y no separarse de la cama ni de su consola de juegos. Tan pronto acabó de comer escuchó el golpeteo de la puerta. Un ruido insistente que le obligó a echar un vistazo. Desde la ventana contigua dio cuenta de que era Sharon Valdés, azotando la puerta como queriendo marcar su puño en ella.
El chico no dio respuesta, más bien comenzó a morder la punta de sus dedos, nervioso.
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CAPÍTULO 9 EVIL´S ROOT IV: FLAMES
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alpitación.
Un terrible dolor atenazaba su pecho. Le ardía todo el cuerpo. Toda la sangre en su interior parecía haberse convertido en lava volcánica, que amenazaba con deshacerle poco a poco desde dentro. La fiebre era tal que incluso sentía escalofríos. Palpitación. Su visión estaba completamente cubierta de un lienzo rojo. Rojo. Llamas. Sangre. El infierno de aquel día. ¿Estaba dormido? ¿Estaba despierto? No lo sabía. En primer lugar, ¿estaba vivo? ―Oye tú, deja de hacerte tanto ruido, maldita sea. Me estás poniendo de los nervios con esos jadeos de animal malherido. Una voz. Con dificultad, abrió los ojos y miró a su alrededor. Ah, ya lo recordaba. Estaba vivo. Y se encontraba en una celda debajo de la residencia del Duque de Anoix. Debía de haber perdido el conocimiento poco después de que el tirano se ensañara con él. Pero, ¿era ése el único motivo por el que su cuerpo se comportaba de esa manera? ―Oh, parece que la princesita ya ha despertado. Escuchó que hablaba de nuevo la misma persona. Un hombre. Un esbirro del Duque, pero no estaba hablando con él. El último comentario lo había dirigido a su compañero, otro soldado con la misma vestimenta que el primero, sentado delante de su celda, vigilándole.
Había dos guardias. Sin embargo, faltaba la persona más importante. ―¿D-dónde está el Duque? Uno de los hombres le dedicó una breve mirada de desprecio y se rió. ―¿Dónde va a estar? A estas alturas ya debería haber empezado el juicio, supongo. Una lástima que nos haya tocado hacer de niñeras de esta escoria. ¡Con el espectáculo que tiene preparado! ―¿Juicio? ―repitió, confuso. Su mente no era capaz de procesar lo que escuchaba―. ¿De qué estás hablando? ―¿De qué va a ser? Del juicio que el Duque ha preparado para esos dos niñatos cómplices tuyos ―contestó el otro guardia―. Una ejecución por todo lo alto. ¡Maldita sea, qué rabia me da no poder verlo! ¡Seguro que va a ser recordado durante décadas! Agachó la cabeza. ¿Juicio? ¿Ejecución? Las palabras de Nia Harmman le vinieron a la cabeza. Sí, habían hablado de algo antes de que perdiera el conocimiento. Y Charles había insinuado que tenía pensado hacerles algo parecido justo después de golpearle hasta estar satisfecho. Pero no esperaba que fuera tan pronto. ¿Qué había sucedido mientras él dormía, impasible a lo que sucedía a su alrededor? ¿Qué demonios estaba haciendo? Se puso de pie, jadeando. El dolor en su pecho se hacía más insoportable por momentos. ―Tengo que ir a salvarles. Abridme. ―¿Qué? ―Uno de los hombres ladeó la cabeza con expresión burlona―. Oye, no puedes estar hablando en serio. ¿Te das cuenta de la situación en la que estás? Palpitación.
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Toda la sangre se le había subido a la cabeza. Sentía que los ojos se le iban a salir de las órbitas. Maldición, no tenía para tiempo para esas tonterías. Si no se daba prisa, él… ―¡He dicho que me dejéis salir ahora mismo, desgraciados! Los guardias se pusieron en pie a la vez, furiosos. Uno de ellos sacó su revólver y le apuntó. ―Retira lo que has dicho, basura. El Duque va a acabar por matarte tarde o temprano, pero yo puedo deshacerme de ti ahora mismo si lo deseo. Estoy seguro de que incluso seré recompensado por ello. Así que ya te estás disculpando si quieres vivir un poco más. De rodillas. No le hizo caso, ni siquiera le escuchaba. Un zumbido incesante se había apoderado de sus oídos. Ese sonido, y el de las palpitaciones irregulares que recorrían su cuerpo. ―Sacadme antes de que os mate ―masculló en voz baja. Pero lo escucharon. Y fue suficiente para que el pistolero perdiera los papeles. ―¡Bastardo! Sin pensárselo, disparó. El estallido de la pólvora reverberó en la oscuridad de la mazmorra. La bala dorada atravesó el aire y se dirigió hacia el pecho del cautivo, al punto exacto donde colgaba un reloj de bolsillo dorado. Sin embargo, justo cuando la bala estaba a punto de atravesarlo… Algo la detuvo. Fuego. Una barrera de llamas. De repente, una llamarada de un rojo sanguinolento salió del reloj dorado. No, las
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llamas brotaron de todo el cuerpo del cautivo. La bala se fundió rápidamente hasta desaparecer. ―¡¿Qué demonios es eso?! ―chilló uno de ellos, asustado. Fue lo único que pudo hacer, porque antes de que alguno de los dos pudiera reaccionar, antes de que pensaran en huir, las llamas inundaron la celda, derritieron los barrotes como si fueran hielo y, en apenas un instante… Carbonizaron dos cuerpos humanos hasta dejarlos irreconocibles. Sólo duró una décima de segundo. Tan pronto como llegaron, las llamas de sangre se esfumaron. Incapaz de comprender lo que acababa de suceder, pero consciente de que ya no había barrotes reteniéndole, el cautivo salió lentamente de su celda. Al posar un pie fuera, algo crujió debajo de él. Un objeto negro. Lo que hasta hacía unos momentos había sido el brazo de un ser humano. Se apartó de un salto, horrorizado, y miró a su alrededor de nuevo. Restos humanos devorados por las llamas. El olor de la carne quemada. Muerte. ―¿Q-qué ha pasado? ¿Qué ha sido eso?
CAPÍTULO 8 I.- Hope
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unca fui alguien que pudiese abandonar a otros, tal vez sea por la estricta educación católica que recibí desde niña, pero ayudar a otros, aun si son desconocidos, era parte de mi diario vivir. Es por eso que cuando me llamaron para rescatar a Bai Hua no dude ni siquiera un instante, ni tampoco lo hice cuando cubrí la retirada de las valquirias. Cuando nací, lo hice con un defecto cardiaco, mediante costosos tratamientos la enfermedad desapareció en mi cumpleaños número ocho, o eso creí. Luego de descubrir mis poderes, la enfermedad volvió con más fuerza que antes, puede que solo haya sido una condición para activar mis habilidades o un detonante de las mismas, ya que solo me molestaba cuando los utilizaba, es decir que cuando corría o me ejercitaba nada sucedía. He de admitir que se lo oculte a Henrietta, no quería preocuparla. Por ese motivo me destroza el corazón al verla así de triste a causa de mi muerte, no quería que sufriera. Hice lo que hice y no me arrepiento de ello, por ahora todo lo que puedo hacer es mantener la barrera gravitatoria para proteger a mi prima y a los santos, aun cuando este pesado que se encuentra a mi lado, que dice ser mi Ángel guardián no deja de protestar. II.- Default —Mi nombre es Mikael y soy el líder de Fiamma ―declara el hombre frente a mí de forma casual, como si lo que acaba de decir no importara. —Así que tú eres el hombre que envió a Alex Luquino para asesinar a Raphael Starapoli. —Debo suponer entonces que usted es quien ha estado frustrando nuestros planes.
—¿Quién es el contratista que quiere muerto a Raphael? —Eso, supongo que debería saberlo, ya que después de todo, al observarla detenidamente, esto le concierne. El que requirió los servicios de Alex fui yo mismo, pero honestamente hablando, puedo asegurarle que yo creé la organización para buscar y asesinar a Raphael Starapoli. Me ha dejado de piedra. —No es necesario sorprenderse tanto ―dice con una voz suave como el terciopelo, mientras sonríe tal como lo haría un santo dando su absolución. —Si es así, ¿por qué tomarse tantas molestias solo para matar a una persona? Es más, tengo datos de que esta organización se fundó hace más de noventa años, ¿cómo esperaban capturar a alguien que ni siquiera había nacido? ―También quería agregar: ¿Cómo demonios le hace para envejecer tan bien?, pero me contuve, después de todo, lo que oí del lobo sumado al hecho de que afirma ser el líder de Fiamma me deja serias dudas de que siquiera se trate de un ser humano. —Supongo que ahora duda si soy un humano… A decir verdad está en lo cierto, no soy lo que usted podría llamar un ser humano, pero asimismo tampoco creo que usted lo sea, ¿no lo cree? ―dice sonriendo y adivinando lo que estaba pesando, este tipo es bastante molesto. —Pero ahora supongo que lo que más le intriga es saber si soy hombre o mujer. De nuevo acierta plenamente. Se ríe. Con que facilidad adivina lo que pienso, sus habilidades analíticas son sorprendentes. —Dudo que vaya a hablarme de sus planes. —No… lo veo poco probable. —Entonces, no queda más opción que acabar con usted y poner fin a esto. —Eso también lo veo poco probable ―agrega riéndose de forma campanilléate.
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—Aquí se acaban las cortesías ―digo saltando al frente con mi espada encendida, busco partirlo a la mitad. El golpe da en el blanco y una intensa explosión sacude el edificio. —Eso fue peligroso, señorita no debería ir por la vida blandiendo armas tan peligrosas si no sabe cómo usarlas. Aparece frente a mí como si nada, este sujeto debería haber sido vaporizado, pero ni siquiera su ropa está dañada, ¿cómo demonios hizo para aguantar? ―Ciertamente un arma poderosa, pero sus manos aunque hermosas no son las adecuadas como para su uso, ¿por qué no utilizas las tuyas, Joan? Tus armas serían bastante más efectivas. —Mi nombre es Claire, no Joan, así que no me llames así. —A mí no me engañas, ese… traidor dejo una marca especial en ti así que no pude encontrarte durante todos estos años, oculta de nuestra vista, asumo que ni Metatron puede adivinar quién eres, solo hay que venir y verte directamente para reconocerte, pero ese tipo apostando a que ninguno de nosotros vendría a la tierra uso ese tipo de ilusión… muy astuto. ―¿De qué diablos estás hablando? ―interrogo, pero se queda ensimismado y no responde. —Perdón, solo estaba adelantando conclusiones. ―Toda esa palabrería me ha dejado intrigada pero el solo no va a contesta cualquier pregunta que tenga. Su mano derecha comienza a brillar, luego de unos segundos el intenso resplandor desaparece dejando en su lugar una espada recta con su empuñadura en forma de cruz. —Esta espada no es tan buena como la tuya, y dudo que pueda soportar mucho tiempo, pero aun así es peligrosa ―dice sonriendo amablemente. Saltó al frente con un golpe descendente, nuestras espadas chocan, el aire que nos rodea sale expulsado en todas direc-
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ciones, tan fuerte es el impacto que las ventanas de vidrio reforzado explotan. Mis brazos tiemblan, de verdad necesito el cinturón de Thor para agregarle más fuerza mis golpes, pero gracias a este conjunto no puedo cambiar a otras armas lo que significa que estaré en graves problemas si estas no llegan a funcionar. Juro solemnemente que jamás volveré a usar este jodido conjunto con sus jodidas armas y su jodida armadura. —Al parecer sus brazos tiemblan, ¿se encuentra bien? —¡Cállate! ―grito y me abalanzo nuevamente contra él. El fuerte sonido que provocan nuestras espadas al impactarse una contra otra llena el ambiente con intensas ondas de choque, las cuales generan pequeños temblores en los robustos muros de la habitación. Poco a poco estoy perdiendo la sensibilidad en mis brazos debido a los sucesivos golpes que lanzo. III.- Isilme —Namárië… ―termina Nessa de cantar con voz dulce, al tiempo que gira a mucha velocidad con su guadaña extendida en horizontal, golpeando con ella sucesivamente a su oponente. El hombre grita al sentirse herido, mi bella esposa, sin detenerse, continúa avanzando con su ataque en múltiples ángulos a cada vez más velocidad. Sin piedad transforma al desdichado en carne picada, aun en esas circunstancias ni una sola gota de sangre le salpica. El muro de detrás del hombre se destruyó a pesar de estar recubierto de metal. Mortal y danzante la clase de belleza que no puedes dejar de ver, pero que al mismo tiempo es intimidante…
ยกReescribiendo la historia! Entra, lee y vive. ยกNo te arrepentirรกs!
CAPÍTULO 8 REMORDIMIENTO
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l paisaje se mueve con velocidad a través de la ventana. Un sonrisa se dibuja en mis rostro, es forzada. Tantas cosas hay en mi cabeza y ella cada vez habla más. «Es necesario que lo haga». Ya han pasado varias semanas desde que me reencontré con él. En aquellas fechas, a pesar de que Hedda buscaba casi lo mismo que yo, me engañé pensando que al vernos nos abrazaríamos y sería mío… «Qué cínica eres». Lo sé. El paisaje sigue cambiando, mis ojos se cierran y se vuelven a abrir, el sueño se está adueñando de mí, en un pestañeo veo dos figuras a lo lejos, al lado de un árbol. «¡Me lo debes prometer!». La voz suena en mi cabeza, no es la de aquella que me tortura día y noche, sino una voz infante; es la voz de un yo antiguo. Sonrío de resignación. ¿Por qué me torturan de esta manera? Entre abrir y cerrar de ojos, mis sueños se difuminan, la realidad se entremezcla con mis recuerdos. Veo a mi yo infante y enfrente de mí está… Iker. —No puedo hacerlo, no es tan sencillo — dice cabizbajo, casi a punto de llorar. —¿Por qué no? ¡Sólo hazlo! —Doy un fuerte pisotón a modo de enojo. Se acerca a mí, a pesar de ser sólo unos niños, me abraza; me tranquilizo. —Lo siento. Un ligero murmullo me hace despertar, una pequeña niña me señala y le pregunta a su madre lo qué me pasa. Mis ojos están inundados en lágrimas. Esos recuerdos me gustan, pero me hacen sufrir. «¿Estás segura que así fue como sucedió?». ¡Cállate! No pudo haber sido de otra manera. «¿Extrañas a Iker?». Otra voz, ahora una más reciente; la voz de mi amiga. Un pequeño parque, ella y yo estamos sentadas
en dos columpios, su pregunta fue directa en ese momento, adecuada para esos días. No me duermo, sin embargo el recuerdo es tan vívido que podría decir que estoy soñando despierta. —Yo lo extraño demasiado. Ya un año sin verlo y otros dos más desde que nos alejamos. ¿Crees que nos recuerde?, ¿crees que ya quiera hablar con nosotras? —Eso espero —digo con una sonrisa—. Desde aquel suceso actuó extraño, se alejó demasiado… esperemos que estando allá todo haya mejorado para él. —Esperemos. Sólo una cosa… —Me voltea a ver con una mirada entre seria y retadora. —¿Qué? —Él será mío. —Muestra una sonrisa y yo se la correspondo. —Ya se verá, ya se verá. Mis recuerdos se comienzan a difuminar. Alzo la vista, mirando a lo lejos. El paisaje ha desaparecido. Los edificios comienzan a caer como si fueran de papel. Volteo a mi izquierda. Ya no está más mi amiga, ha sido reemplazada por otra figura. Me sonríe de manera siniestra y maliciosa, una sonrisa conocida a la perfección por mí, puesto que es mi propia sonrisa. «Somos las mejores amigas», «es como mi hermanita menor», «no sé qué haría sin ti»… Mi voz invade el entorno haciendo eco por todo el lugar, todas frases pronunciadas por mí en algún momento de mi vida, todas diciendo lo mucho que estimaba a Hedda, la persona en la que más confío. Las voces comienzan a crecer y comienzan a hacerse más abundantes. Me tapo los oídos y me arrodillo en el suelo tratando de disipar el sonido. El ruido cesa. Una voz cierra el concierto. «¿Y te puedes seguir llamando su amiga?, qué cínica». —Es cierto, no tengo el derecho de llamarla de esa manera.
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El concierto de voces vuelve a crecer, las mismas frases, ahora distorsionadas casi en su totalidad. —¡Basta! —grito y alzo la cabeza, saliendo de mi sueño. Ya casi no hay pasajeros y los pocos que hay, están parados. —Señorita, hemos llegado —me dice un joven que parece ya me había tratado de despertar. Sonrío y agradezco, el joven se baja con una cara de desconcierto total. —He regresado… —digo en voz baja al ver que el camión ya estaba en el paradero. Suelto un suspiro. Todo el camino había logrado evitar el impacto de venir a mi pueblo natal, pero ahora estando aquí, a punto de bajar del camión, todas las emociones que me provocan visitar este lugar en estos días, se desbordan y me obligan a derramar otra lágrima. —Bueno, Neko, ya me voy —digo entrando a su habitación. Ella está en el escritorio viendo anime en su computadora y teniendo los auriculares puestos. Me acerco para captar su atención, camino por su habitación en silencio, no quiero que me escuche y perder la oportunidad de darle un buen susto. La vigilo para darme cuenta si muestra algún indicio de haberse percatado. Extiendo mis manos y… escucho un fuerte y horrible grito acompañado de una cara en el monitor que me hace pegar un brinco hacia atrás del puro susto. Se comienza a reír. —Caíste redondita. —Se levanta y me señala, burlándose de mí. ¡Maldita! Me enojo, lo puede ver en mi cara, cambia su rostro y se avienta sobre mí dándome un fuerte abrazo. —Sólo serán unos días, pero te extrañaré. Ve con cuidado, ¿está bien? —dice con una sonrisa amable, a pesar de que por de-
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trás se sigue riendo de mi reacción anterior. —Está bien, gracias. —Pequeña, siempre tan tierna, no sé qué haría sin ti. «¿Tener la vía libre?». Agito la cabeza—. ¿Segura que estarás bien sola? —Claro, no tienes de que preocuparte. Además puedo aprovechar para tener a Iker para mí —dice con una sonrisa maliciosa, esperando que inicie pelea, está vez no será así. —Espero se diviertan. —¿Estás bien? —me pregunta. Ella ya sabe cómo estoy—. No me gusta que vayas allá en estas fechas, siempre te pones algo triste. —Lo siento, no lo puedo evitar, ya sabes toda la historia. —Lo sé, aun así me preocupas. —Gracias. La quito de encima y me levanto, ella me sigue al instante. Si supiera que lo que me tiene así en esta ocasión no es aquello, sino ella e Iker. —Pues entonces me retiro —me despido y se vuelve a abrazar de mí, un abrazo algo extraño, quizá siente algo, ella es muy perceptiva. —Por favor, llama; si sucede algo, llama. —Okay, okay —respondo despegándome de su lado y saliendo de su habitación. En realidad no sé lo que pasará, tantas cosas están sobre mí, ¿aguantaré esa visita? Sonrío. Esos juegos de la vida, no siempre se gana, lo sé, pero quizá esta vez sea por completo un fin del juego.
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DESOLACIÓN
Dante: Luego de algo de espera (Sí, la tortura) está historia épica y fantástica de manos de nuestra querida autora; Luna, regresa. Les confesaré que si bien estos primeros capítulos son cortos, pero muy intensos, y tanto los que la siguen desde el comienzo, como los que no, estarán de acuerdo con que es una genialidad que atrapa. ¡Así que disfruten el regreso a esta segunda parte!
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U
n potente estallido hizo añicos el suelo del enorme salón donde reposaban los tronos de los gobernantes de Zurkari. A través del polvo se intuía una figura masculina levantándose con esfuerzo de entre los escombros. Posó una mano a la que le faltaban pedazos de carne dejando ver el músculo, e incluso el hueso, en algunas partes del brazo. ―¡Maldito perro! —exclamó la figura, caminando con dificultad―, ¡¿cómo osa hacerme esto?! —Cosmos, ¿qué le has hecho a mi palacio? —¡Caos! —exclamó el ente acercándose a su igual. La carne faltaba en varias partes del cuerpo del antiguo Lyrion. Los huesos asomaban por varias zonas y la piel apenas se sostenía en el músculo―. ¡Ese maldito protector de tu asquerosa hija, Nicodemo, ha usado el poder de Alathea! ―exclamó jadeante. ―Tranquilízate, Cosmos. Tienes tu poder de regeneración. —El gobernador de Zurkari chasqueó los dedos y el salón volvió a la normalidad. —No estoy recuperado como tú, hermano. Esa última explosión ha sido demasiado. —Así que necesitas otro ser al que aferrarte.
—Exacto. Tu hija ya no me sirve, pero al menos ese perro asqueroso no se volverá a interponer en nuestro camino. Era peligroso. —Sí. El hermano de Alathea. —Jayneir quedó pensativo un instante―. Me ha traído muchos problemas desde la muerte de esa mujer. Ni siquiera la Mina pudo con él después de traicionarme. —Confiabas demasiado en él. Solo porque era familia de esa ask’zaris de la que te enamoraste. ―Se pudo intuir una mueca de disgusto en el rostro deformado. Caos lanzó una mirada furibunda a su hermano; que retrocedió. No le convenía hacer que el ente frente a él le quemara con su fuego oscuro. —Discúlpame, hermano. Mis palabras han sido fuera de contexto. —Volvamos al tema importante —espetó de mala gana―. Necesitas un nuevo contenedor antes de que ese cuerpo deje de serte útil. —Podría ayudaros. —Una melodiosa, pero fría voz surgió de la oscuridad. Ambos entes observaron como Alana aparecía desde el suelo a través de la sombra de una de las columnas. Su cuerpo se materializaba lentamente, agitó un poco su cabeza, dejando que su melena rizada se colocara en su lugar. Con ambas manos sacudió su ropa y, finalmente, miró con sus intensos ojos azules y una sonrisa cruel a sus familiares. —¿Cómo crees que podrás ayudarnos? —inquirió Jayneir sin molestarse por la repentina aparición de la muchacha. —Dejadme ser el contenedor de mi querido tío Cosmos. —Sonrió cruelmente con un deje de felicidad―. No es justo que mi hermana menor se lleve toda la diversión. Soy mucho más poderosa que esa inmunda ask’zaris, he hecho caer miles de ciudades al este del océano Xanth y las cabezas de sus dirigentes rodaron hasta mis pies.
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—Puedo sentir tu magia, sin duda eres poderosa, pero también astuta —replicó Cosmos—. ¿Qué quieres a cambio? —Eres listo, amado tío. —Sonrió pérfidamente, haciendo una reverencia―. Tan solo quiero poder utilizar tu poder cuando se me antoje —miró a los ojos al ente creador―, para poder hacer caer todo el mundo hasta vuestros pies; Alexandra incluida. —Observó de reojo a Caos, que le devolvió la mirada con indiferencia. —Concedido. Tan solo espero que me sirvas bien mientras duermo de nuevo. El cuerpo de Lyrion cayó al suelo con un golpe seco cuando Cosmos salió de él en forma de esfera. Flotó alrededor de Alana y finalmente se hundió en su cuerpo. La chica comenzó a temblar y a reír de manera desquiciada. —¡Es maravilloso! ¡Cuánto poder! — exclamaba extasiada al notar la esencia del ente recorrer sus venas―. Alexandra no supo aprovecharlo pero no cometeré su mismo error —murmuró con una escalofriante risa―. Acabaré con todo.
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¿No sabes qué escuchar? Lo mejor de j-rock, j-pop y anime music
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In media res y cómo se come
Se come.
O
kay… ¿cómo empiezo esto? No, es en serio, no tengo idea de cómo empezar un artículo sobre esto. Iba a hacerlo de una forma en la que se mezclara con el tema, pero soy demasiado flojo y poco creativo como para imaginar y escribir algo así. Por lo tanto tomaré el camino aburrido y les explicaré todo desde el comienzo. Ahora deben estar haciéndose estas preguntas: «¿Qué es el In media res?», «¿es de esas palabras en complicadas en latín que no significan mucho?», pues la respuesta de ambas es «sí»… no, espera. Bien, el In media res es una técnica de escritura, bueno, en realidad es una técnica de estructura en la historia, pero para entenderla debemos entender primero que es la estructura de tres actos. Dejen que se los explique de una forma simple, la estructura de tres actos, es una estructura en la que hay tres actos, el primero, el segundo y el tercero… No, no, no, ¡vuelve por favor! Sé que no lo parece, pero es en serio, lo que tienes que saber es que significan eso tres actos, y como puedes usar la estructura en general (y a su momento, aplicar otras técnicas sobre la estructura). Expliquémoslo así:
Acto 1: El inicio Lo que pasa al comienzo, lo que pasa antes
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del (otra vez, no es broma) acto dos, pero, en sí. ¿qué pasa en el acto uno? Sabes, una de las cuestiones más importantes de una historia es el establecer relaciones y reglas. Las primeras se explican solas, pero las últimas son muy importantes si tu historia es ciencia ficción o fantasía. Esos dos son mis géneros favoritos en cualquier medio artístico, el pasado mágico y el futuro magnifico, y si hay algo que sé de ambos es que al ser universos distintos al nuestro, no se rigen por las mismas reglas, por muy parecidas que sean en su centro. Establecer estas reglas es tal vez la segunda cosa más importante del acto uno (la primera es establecer relaciones entre personajes). Al estar en uno de esos universos mágicos o tecnológicos es importante saber las costumbres de estas personas, saber cómo la magia funciona, saber sobre el racismo entre ciborgs y meta-humanos. Todas esas cosas son importantes en una historia en esta clase de ficción, pero también lo es una palabra que nadie aquí en la Zona Fantasma conoce, y todos aquí sabemos que tú tampoco: «sutileza», no le lances estas reglas al lector de un solo golpe y por el amor de todos los dioses primigenios no detengas tu narrativa solo para explicar como algo funciona. Okay, ya hablamos de eso ¿y ahora que con las relaciones? Ya lo dije, es lo más im-
portante en la historia, si no conocemos a ningún personaje, no podemos interesarnos en que le pasa, incluso en que es lo que está pasando a su alrededor. Esa es la piedra angular de la historia y esa es la parte más reluciente del acto uno, empezar lento te da la maravillosa cualidad de ser claro en lo que está pasando, pero también tiene el maldito inconveniente de que si tardas demasiado centrando y revelando el problema, mandando a los personajes a su travesía… En pocas palabras, si tardas mucho presentando a tus personajes y poniendo la trama en movimiento, corres el riesgo de perder el interés de tu lector. Tu premisa puede ser muy interesante, pero si el lector pierde el interés antes de llegar a la parte jugosa de la trama de nada te servirá eso. Así que esa es otra parte importante del primer acto, no tardes demasiado en avanzar hasta el segundo.
Acto 2: El problema Ya conocimos a Harriet, Michael y Richard y ellos ya conocieron al malvado Decatlon ¿ahora qué? Este es el eje del acto dos, vemos como se desenvuelven las relaciones que conocimos en el acto uno, y como estas generaran otras, como entran en acción las reglas, y como el problema se desenvuelve, como nuestros héroes pasan a través de ellos, como crecen, como evolucionan, como fallan y como se levantan, como pierden, como pierden… Perder, eso es algo importante del acto dos, perder. En el ser humanos, la pérdida tiene dos efectos importantes en nosotros, uno, nos destruye, dos (y más importante), nos hace quererlo de vuelta, con pasión y cada vez más, cada vez mejor. Es la convicción que eso nos produce lo que nos caracteriza, y, créeme, es algo con lo que todos en absoluto podemos identificarnos, es por eso que cuando muere un personaje del que nos encariñamos podemos incluso llorar por su pérdida (no lo ocultes, se que lloraste con la muerte de Dumbledore).
No hay una longitud sobre el cuánto puede durar el segundo acto, de hecho la mayoría de la acción trascurre aquí, excepto la que ocurre en el acto siguiente, y también lo más importante…
Acto 3: Climax y resolución Entramos a las piezas finales de la acción, aquí es donde todo se resuelve, donde uno de los dos cae definitivamente, donde al final todo se queda desvelado tras el gran pico de la acción, las relaciones se fortalecen o cambian, o se destruyen. Las preguntas se resuelven… o no. El dejar las preguntas sin resolver, dejar misterios en el aire es una buena manera de hacer dos cosas, uno enganchar a tus lectores en caso de que planees continuar en otro momento y (esta es a la que debes prestar atención) para interactuar con tu lector. Así como lo oyes. Verás, un lector es parte de la ecuación, el cómo reacciona hacia lo que escribes es la manera en la que sabes si al final de todo lo hiciste bien o no. Si al final de tu historia el lector acaba haciéndose preguntas, si tiene reacciones distintas, puedo decirte que habrás convencido a alguien de que lo que leyó es bueno, pero no preguntas y reacciones de tipo: «¿de qué se trataba todo eso?», o «¿con esto estuve perdiendo mi tiempo?», y mi favorita: «¿qué era eso? Mejor dejarla aquí en este estante fácilmente incendia-
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ble». Hablo de ver si la historia deja un mensaje.
¿Cómo llegamos aquí?
Bien, basta de melodrama, ya sabemos que son los tres actos, ya sabemos que abarca cada uno, ahora: ¿Dónde entra el in media res? Pues, mi impaciente amigo, como su nombre lo dice, en el medio.
«¿Cómo llegamos aquí?» el trope name a una de estas «técnicas» básicamente es un inicio que usa el principio de in media res, sin serlo. O sea… ¿un ejemplo fácil de reconocer? ¿Te viste la película Megamind? La peli inicia con el protagonista cayendo de un edificio, luego nos empieza a contar como todo pasó hasta ese momento, y luego avanza para finalizar el tercer acto. En otras palabras, en esta clase de inicio se toma una ínfima parte de lo que es el segundo o tercer acto para atrapar al lector, e inmediatamente se pasa a narrar la historia de forma natural, en su orden de tres actos.
In media res,
Inicio activo
Lo que te quiero decir sobre todo esto es que tu lector reacciona a tu historia y si el climax lo deja reaccionando después de que termine, significa que hiciste bien tu trabajo. Pero cuidado, pues como un buen sujeto solía decir: «un lector perdonará todo, menos un mal final».
empezando desde el medio La técnica de la que hablamos funciona así, empiezas en el medio, avanzas al final, y vas dando el inicio en pequeñas partes. No suena muy difícil, ¿verdad? Pues te equivocas, mi iliterato amigo, es tal vez una de las técnicas más difíciles en cualquier medio narrativo; lo haces mal y alienaras a tu lector, hazlo bien, y lograrás algo que unos selectos cientos han logrado, un buen inicio en in media res. Pero, ¿cómo distinguirlo? Hay varias formas de iniciar una historia que no son in media res… tal vez deba mencionarlas, no, me da flojera, hagámoslo luego, agh, si no lo hago ahora no me pagan.
El otro día empecé a leer dragun, pues mi asistente ejecutivo sin sueldo, me pidió que lo leyera y le diera mi opinión en mi blog: La Librería de Uroboros. En todo caso, su inicio fue algo… muy activo. Verás, el libro inicia con el asedio a una ciudad. Hablando de personajes que estaba seguro que debería conocer, ese es un sentimiento que suele dar el in media res, una alienación al inicio, antes de que se nos explique qué pasa. Pero el caso con Dragun fue distinto, pues el asedio a esta ciudad, más los personajes que allí estaban, es el pilar fundamental del primer acto, todo empezó a construirse desde allí, poco más adelante, se conocieron nuevos personajes y se plantaron reglas, el libro
resulto tener una estructura estándar de tres actos y un inicio, muy, muy activo. Pero tú me dirás, alienación al inicio, ¿no nos dijiste que evitáramos eso? Ah, eso es algo inevitable al comienzo, debe pasar, pero no es algo que deba mantenerse, si se mantiene se llega una trope bastante negativa, que desgraciadamente, es donde llegan casi todas las historias que comienzan en in media res:
Perdido en In media res «Perdido en in media res», es la trope name de lo que ocurre cuando haces mal el in media res, dejas al lector perdido en la mitad de lo que ocurre sin una sola pista para que lo entienda. Otro ejemplo… ¿alguna vez te has preguntado por qué todos odian Final Fantasy XIII? Bueno, uno de los motivos (además de su protagonista blanda) es el hecho de que inicia en in media res. Pero tú dirás: «Uro, eso no es nada nuevo, Final Fantasy 4 y Fina Fantasy 6 iniciaron así y son de los mejores»; y es verdad, porque esos dos no alienaron a su audiencia, explicaron que pasaba a tiempo, cada término e historia, todo eso, al igual que lo que está pasando es explicado tan pronto como sea posible, y todo el acto uno es señalado por medio de recuerdos y flashbacks. No como en FFXIII, donde todo lo que pasa durante las primeras horas permanece rodeado de misterio y esa sensación de no saber que pasa te acompaña durante toda la historia. Esto se evita como ya te dije, explicando reglas y relaciones mientras la narración avanza, y otra vez, te lo recuerdo una vez más: SE SUTIL. En todo caso, eso es todo lo que necesitas saber sobre el tema por ahora, volveré el próximo mes con algo mas sobre el tema, por ahora Keinneth A. Ortíz se despide.
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Temor al fracaso ¡S
aludos! Este mes fue más activo para mí a pesar de que estuve algo ocupado con el trabajo. Bien, sí, muy ocupado. Pero eso no me impidió publicar de vez en cuando en mi nuevo blog Carta al Lector (que pueden leer en mi sitio web: www.danteslocker.com) donde podrán encontrar artículos interesantes, algo diferentes que los típicos consejos técnicos para escribir. Así que les traigo hoy un tema que veo importante tratar: El Fracaso. Sí todos tenemos ese miedo a equivocarnos, a hacer el ridículo o terminar en vergüenza. Quizá incluso el miedo a estar perdiendo el tiempo; comenzar y no poder terminar algo. Los artistas sufren ese temor muchas veces, y vamos que siempre existen dos extremos (de los que ya había hablado antes): los que se creen pésimos y los que se creen los mejores del mundo. Es malo tanto creerse que se es pésimo tanto como creerse el mejor. En cuanto a eso hay que tener equilibrio. Saber que se puede aprender siempre y mejorar siempre. Sí, sin duda podrás cometer errores, tener vergüenza o decir el clásico: «no tengo nada digno de ser leído».
¿Qué hacer? Fácil, perder el miedo. Ese irracional temor que te contiene de mostrar tu talento. Piensa con objetividad y compara. Sí, no te pido que te compares con los grandes (que eso solo te deprimirá) pero puedes encontrar en muchos sitios personas que presumen su talento y genialidad cuando es claro que no lo tienen. Agudiza tu ojo crítico, cuando puedas ver errores en los demás podrás evitarlos y mejorar. Como siempre, la clave de todo es leer y aprender. Pues no sé si esto abarque a todos, pero mi experiencia me dice que los artistas son
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personas que tienen siempre los sentimientos a flor de piel (Sí, los malditos feels). Son todos unos personajes, cada uno de ellos. Pero en vez de sacarte canas pensado que eres un fracaso usa esa energía (negativa en ese caso) en algo como personajes más realistas.
Limita al autocritico Quizá realmente no tengas nada que mostrar, pero también quizá seas más bueno de lo que crees. Así que has la prueba, muestra lo que puedas (no a amigos y familiares, para ellos siempre serás el mejor) pero buscar una segunda y sincera segunda opinión nunca es mala idea. Sin temer a la crítica, que no se mejora con halagos. Nunca se tiene nada que perder, si no mucho que ganar.
Por Lunática
1.
Empecemos con el cuerpo de la mano, un rectángulo de bordes suaves.
2.
La parte que conecta con el dedo pulgar y la parte baja del meñique, la representaremos con dos óvalos.
3.
Haz un aro para representar la posición de aproximadamente del mismo tamaño que la palma.
4.
Ahora todo lo que hay que hacer es dibujar algunas líneas para representar los dedos y añadir el pulgar.
los
dedos,
Es bueno tener en mente lo siguiente: Las manos de las mujeres y de los hombres son diferentes. Las masculinas suelen se más angulosas y grandes. Por el contrario, las femeninas son más pequeñas y de líneas más suaves. Siempre hay que tener en cuenta la posición de las articulaciones. Lo más recomendable es practicar con referencias para conocer los movimientos. Las manos tienen vida, como los rostros. ¡No las dejes de lado!
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Entrevista con
Ed GarcĂa
MidnightMoon: Saludos a todos. Pues el mes pasado trajimos la entrevista con Juan José Díaz, escritor de la novela Habitación 352, de la que anteriormente habíamos hecho una reseña en nuestro blog. Así que siguiendo la tradición de entrevistar a autores criticados o reseñados, les traemos la entrevista con Ed García, creador de Soul Brothers y criticado en la divertida sección: CriticandoT. Y concluiremos con el primer capítulo de ese divertido comic (corregido ahora por nosotros). Y no olviden visitar y darle like a su Página de Facebook. Henry T: Háblanos de ti, ¿tu nombre, apellido, ciudad y estado de origen? Ed García: Eduardo Tomas García Gerra, Caracas, Distrito Capital, aunque pasé 8 años viviendo en Valencia. Henry T: ¿Quién te motivo para empezar a ser un dibujante? Ed García: Mi viejo, apenas me vio sostener un lápiz. Henry T: ¿Te puso en cursos? Ed García: Sep, cuando tenía 11/13 años, aprendí lo básico ahí. Henry T: Pues la primera vez que oímos de ti fue en la sección de CriticandoT, donde tu comic fue criticado por mi persona. ¿Cuál fue tu sensación en aparecer ahí? Completa honestidad. Ed García: ¡¡¡¡QUÉ VAINA TAN GENIAL!!!!! Henry T: ¿Enserio? Es que, en que a quienes he criticado me han respondido con: «Es un dibujo viejo, ya lo mejoré» o «Este trabajo en una vieja vergüenza mía», o ni me responden. ¿Por qué tú sí? Ed García: Me agrada que la gente hable de mi trabajo, para bien o para mal, eso me hace sentir que no estoy perdiendo el tiempo.
problemas que vi en el primer Soul Brothers se habían arreglado en futuras historias. ¿Hubo ayuda externa? Ed García: Ayuda en el sentido de consejos. Henry T: ¿No que tenías un editor llamado Carlos Bernal, también conocido como El Salero? Ed García: Ah, ya, nada más para el capítulo 2. Henry T: Nada mal. ¿Tus comics (occidentales y orientales) preferidos? Ed García: Occidental: Scott Pilgrim, Bravest warriors y los de Hora de Aventura. Orientales: Bakuman, Soul Eater y Fullmetal Alchemist. Henry T: En el CriticandoT, noté las similitudes de Soul Brothers con Scott Pilgrim y Soul Eater. ¿Fue a propósito? Ed García: Sí y no. Cuando nació Soul Brothers estaba planeado ser una parodia de Soul Eater. Luego de la segunda reedición me cansé de dibujar como lo hacía, quería probar algo nuevo y como en ese entonces estaba leyendo los comics de SP, decidí hacer algo cartoon como eso, pero poco a poco me he esforzado por hacerlo algo más mío, ¿no crees? Henry T: Pues sí, ese es un problema recurrente. Incluso en mis proyectos sufro de eso. ¿Qué tan similar es el protagonista contigo? Aparte de ese afro. Ed García: Soy una persona bastante espontanea, pero sensible a la vez, eso lo quise poner en mi personaje. Aparte de eso, él es mucho más valiente y confiado que yo, así que es un 50%. Henry T: Y aparte del gorro de la foto, ¿qué tanto tienen en común los demás personajes contigo? Ed García: Mauro es mi lado gay; Kaya, mi lado atrevido; Kai es el hermano que quisiera tener; y Noah (spoilers) es ese lado oscuro y maligno que espero nunca salga a flote (risas).
Henry T: Nada mal. De paso, note que los
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Henry T: ¿Tu lado qué? Ed García: ¡¡…SIGUIENTE PREGUNTA!! Henry T: Okay... ¿algún artista que te sirvió de anti-inspiración? Ed García: Nerio... Henry T: Ah, sí, Nerio Pardomo. ¿Cómo fue tu relación con Team Redan? Me pediste que criticara sus comics antes. Ed García: Fue una relación muy extraña, ellos eran esos amigos a los cuales no tratas porque se creen la gran verga, pero por eso mismo tuvimos que distanciarlos, y que cada quien tomara su camino. Henry T: ¿Tuvieron disputas? Ed García: Solo cuando decidimos cortar relaciones.
Henry T: Okay, creo que eso será suficiente sobre ti, Edgy. Ahora, cuéntanos tu proceso creativo, ¿cómo creas tus comics? Ed García: La historia vive siempre en mi mente. Cuando hago un capitulo trato de imaginarme como se vería en el papel, luego empiezo a anotar ideas y paso a mi asqueroso storyboard (el cual nunca respeto). Me gusta más tener eso como una guía y dejar que la historia se guie sola en el papel. Anamanaguchi ayuda bastante a eso. Henry T: ¿Anamanaguchi? (buscando en Google). Ah, ya. Okay, okay, perdona mi ignorancia en ese tema, pero continuemos con esto: ¿Anotas los diálogos antes de escribirlos? ¿O haces como Stan Lee que improvisa sobre el dibujo ya terminado? Ed García: Lo segundo, eso es lo que le da la comedia y la personalidad. Henry T: Ya veo, ya veo. Oh, de paso, hace poco habías participado en un concurso de historietas. ¿Nos hablas sobre ello? Ed García: Pues bien, hoy fui a la premiación, fue genial ver mi trabajo junto a las otras propuestas, lastima y no gané, pero esto no hace más que darme ánimos, mi trabajo fue seleccionado entre los 28 mejores de 78, así que algo me dice que voy por el buen camino, solo me queda seguir mejorando. Henry T: Seguro que mejorarás, Ed. Muchas gracias por la pequeña entrevista, espero que logremos aprender algo de ti. Ed García: Y yo espero saber que pueden aprender de mí, muchas gracias.
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ÂĄDescarga gratis nuestra Primera AntologĂa de Cuentos!
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- Staff Dirección Editorial Dante Locke (Fabian Ramos)
Autores Invitados Su cuerpo perfecto BNU
Edición André Espinoza Midnigthmoon (Dario Carazo)
Autores
Ten Fe Julliet Rivera
Espejismo Víctor Arzate
Articulistas
Dante Locke (Fabian Ramos) Kenny Uroboros
La niña que tocaba el guzheng Sameq La paradoja del humano solipsista André Espinoza Ilustrador: Hazel Jáuregui The Highlands Jean Hathaway Ilustrador: Eliand Xander Delta City (Crónicas) «Drake Epsilon» ¡Ponme Atención! Dante Locke (Fabian Ramos) One More Time «Eliand Xander» Tiferet Murder Inc. Es una Promesa Midnigthmoon (Dario Carazo) Hijos de Sëele Marta «Lunática» Navarro
Nuestra pasada edición
El esperado especial de octubre a llegado. Con especiales de tus historias favoritas, cuentos de terror, el estreno de una nueva historia: Highlands. Además de noticias, entrevista, reseñas, ¡sorpresas y más dedicados al mes del terror!
Agosto: 4726 + 124 Descargas
Ilustraciones Colaboraciones Van Reke (Deviantart)
Ilustradora que presentó su comic Lexa en alguna ocasión anterior. En este número colaboró con la ilustración de portada, así como la ilustración de la página 6 y el dibujo que se ocupo para el especial de Ficción Fantasma.
Marta «Lunática» Navarro (Deviantart)
La ilustradora oficial de la revista. Creadora de promocionales y portadas, como la imagen de la Primea Antología de Cuentos. En este número vemos el chibi de la página 7, así como la imagen promocional de la 13, la ilustración en la hoja de staff y, finalmente, a tira cómica de las páginas 8 y 9. Además de la portada de su historia Hijos de Sëele. Además de su aporte de consejos de dibujo, esta vez viniendo en la página 71.
OdetteBr (Deviantart)
Ilustradora que ha colaborado una par de veces cono nosotros con un estilo tradicional, en este número vemos su ilustración de la página 21.
Ed García (Facebook) Ilustrador creador de Soul Brothers, colaborando con la revisión del número 1.5. Y con un par de ilustraciones dentro de su misma sección.
Créditos 公園 (Página 2-3) Arte por 吉国
天空の城ラピュタ (Página 45) Arte por ハラダミユキ
StarTLiNe (Página 4-5) Arte por ぶーた
秋読書 (Página 61) Arte por めぐむ
キスショット落書き (Página 12) Arte por DOGS
【模写】森2 (Página 64) Arte por emi Ampel
雨も。 (Página 20) Arte por ゆりりん
キミの音が。キコエテルヨ。 (Página 21) Arte por supo
Risa (Página 29) Arte por あさひろ
忘れ (Página 95) Arte por 初枝 秋
雨上がりの交差点 EU63 (Página 42) Arte por Piumu
不思議の国のアリス (Página 99) Arte por おにねこ
Página Final MidnightMoon: Y así terminamos el número de noviembre, un número que salió casi una semana tarde. Esperamos que nos comprendan, Dante Locke y yo hemos tenido mucho laburo en nuestra vida personal, yo me encuentro en finales y ya sabrán.
Visítanos en nuestro blog
Así que agradecemos su paciencia y esperemos hayan disfrutado de este número. Si se dan cuenta, nuestros ilustradores aliados nos han ayudado bastante y cada vez dependemos menos de arte externo; eso nos alegra bastante, aun así, esperamos que más ilustradores nos quieran ayudar para dejar esta dependencia y hacer una revista totalmente nuestra. Algo que nos entristece es que el número pasado de la revista tuvo mucho menos visitas que los anteriores. Solicitamos su cooperación para que esto no sea así, ¡vamos!, inviten a sus amigos a nuestra página y preséntenles nuestra revista. Por otro lado, los proyectos van saliendo avante, ya presentamos la Primera Antología de Cuentos, que pronto pondremos disponible para Amazon. Y ya estaremos comenzando a trabajar en la siguiente para el año que viene. Y no olvidemos que ya casi se acerca el fin de año, en poco tiempo tendrán noticias interesantes así como lo que sucederá con la siguiente Ligth Time Cup. Gracias a todos por seguirnos mes con mes.
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