NUMERO 8 / 0 Fanzine de discusiรณn y anรกlisis sobre temas relacionados con Julio Jaramillo
REDACTOR EN JEFE: JULIO JARAMILLLO “Si tu m ueres prim ero yo te prometo, que escribiré la historia de nuestro amor, con toda el alm a llena de sentim ientos, la escribiré con sangre, con tinta sangre del corazón “
DE CIGARO E N CIGARRO Nostalgia de unCyberpunk cpkm x@hotm ail.com
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¿Por qué no tolero a esta juventud? pringoso@hotm ail.com
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Coitus Infernuptus Dan Lee
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Llama si me necesitas Raym ond Carver
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Cierra las ventanas porque quizás llueva j_buttgereit@yahoo.com .m x
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Entrevista con los “MAGNIFICOS” astrom anx@hotm ail.com
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Cerveza corona vestida de rojo caguam an@visto.com
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La lista de antes de dormir… bochincha@hotm ail.com
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El más pendejo del universo ajuscom an@hotm ail.com
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los_avengers@yahoo.com.m x
http://www.geocities.com /avengers_m agazine
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NOSTALGIA DE UN CYBERPUNK La noche era totalmente fría y yo solo traía puesto unos pantalones pegados azules, de mezclilla con una mala mezcla de plástico, traía una playera azul con una chaleco de mi padre. Mi aspecto era una mierda, olía a una mala combinación de cerveza y de algunos ácidos que me regalo mi hermano la semana pasada. Estaba acurrucado con mi sabana de algodón sintético y utilizaba una botella de vodka como almohada. El cuarto era mío, lo conseguí después de haber robado dinero de las bases de datos de la familia kachovzki, esos malditos capitalistas de mierda, con lujos innecesarios. Con ese dinero también pude comprar todo un gran equipo de computo, con drive´s de todos tipos, el dinero que me sobro lo compre en vodka, cigarros dunhil y algunas drogas nuevas del mercado, que no solo me estimulaban en la vida real, también dentro del ciberespacio.
3:00 AM Mi estado era cada vez peor, el vino y los alucinógenos no me dejaron dormir, así que me levante a prender mi computadora para buscar algunos artículos sobre los nuevos libros del año. La luz de mi monitor hacia juego con la luz de la luna, que la pude ver desde las aberturas de las persianas de mi ventana; estaba en calzones, percatándome que tenían un agujero en la nalga izquierda, mi playera blanca lucia con mis calzones agujereados. 3
4:00 AM Me pare dela computadora para poner un CD de música, de un grupo llamado wumpscut que lo pedí en algún cyber-catalogo –mientras sentía el plástico en mi sangre después de ingerirme algunos ácidos y un cuarto de vodka—caí al suelo y sacudiéndome como cuando sacan a un pescado de su hábitat, moviéndome una y otra ves en un estado deplorable y repugnante. 8:00 AM Apenas pude abrir los ojos porque me di cuenta que un liquido viscoso cubría mi rostro. Era mi vomito, repugnantemente decadente. Después me fui hacia mi baño que estaba lleno de agua por la lluvia de hace 2 días, llena de moho; abrí el lavamanos, esperando que alguna gota de agua cayera en mi rostro pero fue negativo el esfuerzo. Lo único que me quedo por hacer era ir al departamento de enfrente a pedir una cubeta de agua. 12:00 PM No conseguí una cubeta de agua si no, un baño, sexo y algunos centavos para comprar algo de comida rápida. Todo esto gracias a mi vecina no muy joven, pero de buen cuerpo con algunas prótesis en el brazo y un tipo de plástico duro en la entre pierna que me llego a parecer excitante. 12:30 PM Llegue a mi cuarto con algo de comida prefabricada, parecía ser comida mexicana, tu sabes todos esos antiguos clichés que hacían a la comida mexicana como burritos, frijoles, chilaquiles, etc... Empecé a comer cuando en ese momento tocaron a mi puerta, eran mis compañeros de robo y nos hacíamos llamar los “anarchist surfers” pero la neta no teníamos ni una puta idea del verdadero anarquismo, solo éramos unos terroristas vividores, que conseguíamos todo lo que queríamos a expensas del robo informatico y de “trabajitos” a ciertas corporaciones.
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1:00 PM Ellos se fueron, pero dejaron su olor de miedo por todo el cuarto y asustándome a mi también, ellos solo venían a decirme que mataron a Petruci conocido como “RealBrain” en la red. Muerto por 2 tiros en la cabeza y rematado con una prótesis de pierna en el hocico. Y que si yo no me largaba de la ciudad me matarían. En esos momentos desconecte todas mis consolas y computadores. Envolviéndolos en una sabana de algodón sintético, tome mis cigarrillos, deje mi ropa interior y corrí hacia la salida, cuando me di cuenta que mis amigos estaban tirados en el recibidor puertos por la inyección de una droga llamada trikimina que cuando penetra a tu cuerpo sube rápidamente al cerebro para quemar todo a su paso. En ese momento solo escuche un sonido, que era el de una bala atravesando mi cráneo en cámara lenta viendo la sangre brotar de mi cráneo, pútrida y mal oliente. “esto era una mierda, para que vivir en la niebla mientras podemos vivir en las cloacas...” cpkmx@hotmail.com
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¿POR QUÉ NO TOLERO A ESTA JUVENTUD? No fue sino hasta bien entrada la adolescencia que me di cuenta de lo patéticos que eran mis compañeritos de escuela, lo cual por lógica obligada era una reacción reciproca; nos repudiábamos mutuamente, yo les daba demasiada cuerda como para entretenerlos molestándome poniéndome apodos y burlándose de mi ropa.
Por mi parte ello me agradaba, pensaba: "por que le parece tan importante mi ropa? Ah, claro, es lo que mas les importa a ellos, con razón usan esas zapatillas picudas y esos pantalones de colores pastel..." Y me entretenía pensando mas cosas por el estilo, pero pronto me aburría, pues mis interlocutores eran muy burdos y simples, no tenían ni el vocabulario ni el repertorio de absurdos y groserías que yo me sabia, eran muy virginales en el asunto de la violencia tanto física como verbal.
En los ochentas se acostumbraba pasar las tardes oyendo The Outfield, Opus, Laura Branigan, Tear for fears, Cheap Trick y Timbiriche, los más radicales tenían grabado en un casette "Otro ladrillo en la pared" de Pink Floyd, o el hevy metal californiano, todos ellos con la misma idea de diversión y libertad a saber: discotecas, autos rápidos, melenas rubias y horizontes enamorados... Por otro lado en la ciudad también había formas distintas de entender el ocio y la diversión, pero se limitaba al alcohol y las fiestas con luces de colores y esas zapatillas que usaban los jóvenes, todos ellos enemigos míos.
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Hoy día que ya terminaron los noventa y que el grunge, WYnona Ryde, Tarantino y U2 han vencido a Disney y a los Betales, que los Simpson y los nortemanericanos han vencido la guerra fría y que la idea de una aldea global se le puede oír hasta a Morgan Freeman (actor afro-americano-moralista) en la entrega de los Oscares 2000, pues no hay nada realmente que interese, los jóvenes se viste ralo, escurridos cuerpos delgados en busca de solidaridad, comprensión y ritos de unión y sectarismo, ritos de adhesión a la naturaleza y a sus cuerpos, música electrónica con ritmos nada creativos, sonidos del espacio, ropa sintética y arreglos casi de payaso de circo en sus ropas, rostros y cabellos. Que mierda tan absurda les han hecho comprar.
No me sorprende nada esto, en mi época había bailes ridículos y copetes igual de atrevidos, pero creo que ya envejecí, pues ya no siento más que un galopante ritmo de intolerancia y odio que pace y crece en mi corazón.
Esto ultimo me entristece, no tolerar, no tolerar es mi pecado. ¿Por que no tolero a esta juventud? No lo se... creo es un problema que ya vengo arrastrando tiempo atrás, desde bien entrada la adolescencia. Fin pringoso@hotmail.com
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COITUS INFERNUPTUS Apestaba a azufre. Nico miraba de un extremo de la habitación a otro sin decidirse por algo en concreto. Sabía que de un momento a otro las sirenas de la policía anunciarían el fin de su impúdica aventura y de su libertad. Hubiera escapado de esa habitación de hotel de mala muerte de no haber sido por la voluptuosa mujer semivestida en vinil negro que bloqueaba la salida esgrimiendo un colosal látigo de nueve colas. Nico recordó la primera vez que vio a Lucifer: vendió su alma a cambio de poseer el cuerpo de la güera Adela. Lucifer –Luci pa’ los cuates- apareció después del largo ritual así, bien buenota y disfrazada de sadomasoquista. Le prometió que esta noche cumpliría con su parte, cerrando el trato. Todo iba de perlas con la güera hasta que tres cabrones decidieron secuestrarlos a punta de pistola, llevarlos inconscientes al hotelucho, violar mínimo seis veces a Adela, dejarlos en pelotas y abandonarlos ahí no sin antes ponerle una madriza de perro bailarín al Nico y estrangular a su desdichada compañera. El látigo volvió a romper la inmovilidad de Nico, que ya ni las manos metió. “Órale, güey. No me voy a ir de aquí hasta que te la cojas”. El cuerpo de Adela yacía en la cama con las piernas abiertas como la “m” de Mc’Donald’s y la vista fija en el techo; costras de sangre y semen secos colgaban de su vello púbico y dibujaban grietas en la entrepierna. Nico se acercó temblando a la orilla del lecho. La voz rasposa se oyó justo después del latigazo.
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“¿No querías poseer ese cuerpezote?, ora no le saques y apúrate que no eres el único pendejo que me voy a cargar hoy”. A Nico nunca se le hubiera ocurrido entrarle a la necrofilia, y menos con Adela, pero ante las circunstancias no tenía muchas opciones. Además, había que verle el lado bueno: estaba en un hotel con la güera, los dos desnudos y aquella ya no podía decir que no, chance y todavía estaba calientita. Este pensamiento lo excitó y ya resignado se tendió sobre el cadáver a mover la pelvis como nunca en su vida. El ruido de las sirenas se confundió con la risa aguardentosa de Luci, que alcanzó a bufar un “ora si ya te chingaste” antes de desvanecerse en una nube de inmundo olor. Nico estaba tan concentrado en lo suyo que lo único que alcanzó a percibir fue el vacío que iba dejando su alma al escapar de su flaco continente en lo que sería su última eyaculación prematura.
Dán Lee
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Llama si me necesitas Por RAYMOND CARVER Los dos habíamos estado involucrados con otras personas esa primavera, pero cuando llegó junio y terminaron las clases decidimos poner en alquiler nuestra casa en Palo Alto y trasladarnos a la costa más al norte de California. Nuestro hijo, Richard, pasaría el verano en casa de la madre de Nancy, en Pasco, Washington, donde podría trabajar y ahorrar algo de dinero para la universidad. Ella estaba al tanto de la situación en casa y ya estaba buscándole un empleo por la temporada. Había hablado con un granjero que aceptó tomar a Richard para que juntara heno y arreglara alambrados. Un trabajo duro, pero Richard estaba conforme. Lo llevé a la terminal el día después de su graduación y me senté con él hasta que anunciaron su ómnibus. Su madre ya lo había despedido llorando y le había dado una larga carta que él debía entregar a la abuela en cuanto llegara. Prefirió quedarse terminando las valijas y esperando a la pareja que alquilaría nuestra casa. Yo compré el pasaje de Richard, se lo di y me senté a su lado en uno de los bancos de la terminal. En el viaje hasta allá habíamos hablado un poco de la situación. –¿Van a divorciarse? –había preguntado él. –No, si podemos evitarlo –le contesté. Era un sábado por la mañana y había poco tránsito–. Ninguno de los dos quiere llegar a eso. Por eso nos vamos; por eso no queremos ver a nadie durante el verano. Y por eso te enviamos con la abuela. Para no mencionar el hecho de que volverás con los bolsillos llenos de dinero. No queremos divorciarnos. Queremos estar solos y tratar de solucionar las cosas. –¿Aún amas a mamá? Ella dice que te sigue queriendo. –Por supuesto que la amo. Deberías saberlo a esta altura. Sólo que hemos tenido nuestra cuota de problemas, y necesitamos un poco de tiempo juntos, a solas. No te preocupes. Disfruta el verano y trabaja y ahorra un poco de dinero. Considéralo unas vacaciones de nosotros. Y trata de pescar. Hay muy buena pesca por allá. –Y esquí acuático. Quiero aprender. –Nunca hice esquí acuático. Haz un poco de eso también. Hazlo por mí. Cuando anunciaron su ómnibus lo abracé y volví a decirle: 11
–No te preocupes. ¿Dónde está tu pasaje? Él se palmeó el bolsillo de su campera. Lo acompañé hasta la fila frente al ómnibus, volví a abrazarlo y le di un beso en la mejilla. Adiós, papá, dijo él y me dio la espalda para que no viera sus lágrimas. Al volver a casa, nuestras valijas y cajas estaban junto a la puerta. Nancy estaba en la cocina tomando café con los inquilinos, una joven pareja de estudiantes de posgrado de matemática, a quienes había visto por primera vez en mi vida pocos días antes, pero igual les di la mano a ambos y acepté una taza de café de Nancy mientras ella terminaba con la lista de indicaciones de lo que ellos debían hacer en la casa en nuestra ausencia y adónde debían enviarnos el correo. Su cara estaba tensa. La luz del sol avanzaba sobre la mesa a medida que pasaban los minutos. Finalmente todo pareció quedar en orden, y los dejé en la cocina para dedicarme a cargar nuestro equipaje en el coche. La casa a la que íbamos estaba completamente amueblada, hasta los utensilios de cocina, así que no necesitábamos llevar más que lo esencial. Había hecho los quinientos kilómetros desde Palo Alto hasta Eureka tres semanas antes, y alquilado entonces la casa amueblada. Fui con Susan, la mujer con la que estaba saliendo. Nos quedamos en un motel a las puertas del pueblo durante tres noches, mientras recorría inmobiliarias y revisaba los clasificados. Ella me vio firmar el cheque por los tres meses de alquiler. Más tarde, en el motel, tirada en la cama con la mano en la frente, me dijo: "Envidio a tu esposa. Cuando hablan de la otra mujer, siempre dicen que es la esposa quien tiene los privilegios y el poder real, pero nunca me lo creí ni me importó. Ahora, en cambio, entiendo qué quieren decir. Y envidio a Nancy. Envidio la vida que tendrá a tu lado. Ojalá fuera yo la que va a estar contigo en esa casa todo el verano. Cómo me gustaría. Me siento tan gastada". Yo me limité a acariciarle el pelo. Nancy era alta, de pelo y ojos castaños, de piernas largas y espíritu generoso. Pero últimamente venía baja de espíritu y de generosidad. El hombre con el que estaba viéndose era colega mío, un divorciado de eterno traje con chaleco y pelo canoso, que bebía demasiado y a quien a veces le temblaban un poco las manos durante sus clases, según me contaron algunos de mis alumnos.
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Él y Nancy habían iniciado su romance en una fiesta, poco después de que ella descubriera mi infidelidad. Suena aburrido y cursi; es aburrido y cursi, pero así fue toda aquella primavera, nos consumió las energías y la concentración al punto de excluir todo lo demás. hasta que, en algún momento de abril, comenzamos a hacer planes para alquilar la casa e irnos todo el verano, los dos solos, a tratar de reparar lo que hubiera para reparar, si es que había algo. Los dos nos habíamos comprometido a no llamar, ni escribir, ni intentar el menor contacto con nuestros amantes. Hicimos los arreglos para Richard, encontramos los inquilinos para nuestra casa y yo miré en un mapa y enfilé hacia el norte desde San Francisco hasta Eureka, donde una inmobiliaria me encontró una casa amueblada en alquiler por el verano para una respetable pareja de mediana edad. Creo que incluso usé la expresión "segunda luna de miel", Dios me perdone, mientras Susan fumaba y leía folletos turísticos en el auto estacionado fuera de la inmobiliaria. Terminé de cargar las cosas en el coche y esperé que Nancy se despidiera por última vez en el porche. Yo saludé desde mi asiento y los inquilinos me devolvieron el saludo. Nancy se sentó y cerró su puerta. "Vamos", dijo y yo arranqué. Al entrar en la autopista vimos un coche con el escape suelto y arrancando chispas del pavimento. "Mira", dijo Nancy y esperamos hasta que el coche se salió de la autopista y frenó, antes de seguir viaje. Paramos en un café cerca de Sebastopol. Estacioné y nos sentamos a una mesa frente a la ventana del fondo. Pedimos sandwiches y café, yo encendí un cigarrillo mientras Nancy deslizaba el dedo por las vetas de la madera de la mesa. Entonces noté un movimiento por la ventana y al mirar en esa dirección vi un colibrí en los arbustos allá afuera. Sus alas vibraban en un borroso frenesí mientras su pico se internaba en una de las flores. –Mira, un colibrí –dije, pero antes de que Nancy levantara la cabeza el pájaro ya no estaba. –¿Dónde? No veo nada. –Estaba ahí hasta hace un momento. Ahí está. No; es otro, creo. Nos quedamos mirando hasta que la camarera trajo nuestro pedido. –Buena señal –dije–. Los colibríes traen suerte, ¿no? –Creo haberlo oído en alguna parte –dijo Nancy–. No podría decir dónde pero sí, no nos vendría mal un poco de suerte.
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–Una buena señal. Me alegro de que hayamos parado aquí. Ella asintió, dejó pasar un largo minuto y probó su sandwich. Llegamos a Eureka antes del anochecer. Pasamos el motel en la ruta donde había estado con Susan dos semanas antes, nos internamos por un camino que subía una colina que miraba al pueblo y pasamos frente a una estación de servicio y un almacén. Las llaves de la casa estaban en mi bolsillo. A nuestro alrededor sólo se veían colinas arboladas y praderas con ganado pastando. –Me gusta –dijo Nancy–. No veo el momento de llegar. –Estamos cerca –dije–. Es más allá de esa loma. Ahí –y enfilé el coche por un camino flanqueado de ligustros–. Ahí la tienes. ¿Qué opinas? Esa misma pregunta le había hecho a Susan cuando hicimos el mismo camino para ver la casa por primera vez. –Me gusta; es perfecta. Bajemos. Miramos a nuestro alrededor en el jardín del frente antes de subir los escalones del porche. Abrí la puerta con la llave que traía y encendí las luces adentro. Recorrimos los dos dormitorios, el baño, el living con muebles viejos y chimenea y la cocina con vista al valle. –¿Te parece bien? –Me parece sencillamente maravillosa –dijo Nancy y sonrió–. Me alegra que la hayas en-contrado. Me alegra que estemos aquí. –Abrió y cerró la heladera, luego pasó los dedos por la mesada de la cocina. –Gracias a Dios está limpia. Ni siquiera hace falta una limpieza. –Nada. Hasta nos pusieron sábanas limpias. La alquilan así. –Tendremos que comprar algo de leña –dijo Nancy cuando volvimos al living–. Con noches así debemos usar la chimenea, ¿no? –Mañana. Podemos hacer unas compras también. Y recorrer el pueblo. Nancy me miró y dijo nuevamente: –Me alegra que estemos aquí. –Yo también –dije y abrí los brazos y ella vino hacia mí. Cuando la abracé sentí que temblaba. Le alcé el mentón y la besé en ambas mejillas. –Me alegra que estemos aquí –repitió ella contra mi pecho. Durante los días siguientes nos instalamos, recorrimos las calles del pueblo mirando vidrieras y dimos largos paseos por el bosque que se alzaba atrás de la casa. Compramos provisiones, yo encontré un aviso en el diario que ofrecía leña, llamé y poco después aparecieron dos muchachos de pelo largo en una camioneta que nos dejaron una carga de aliso en el garaje. Esa noche nos sentamos frente a la chimenea y hablamos de conseguir un perro.
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–No quiero un cachorro –dijo Nancy–. No quiero nada que implique ir limpiando a su paso o rescatando lo que quiere mordisquear. Pero me gustaría un perro. Hace tanto que no tenemos uno... Creo que podríamos arreglarnos con un perro aquí. –¿Y cuando volvamos, cuando termine el verano? –dije yo y entonces reformulé la pregunta: –¿Estás dispuesta a tener un perro en la ciudad? –Ya veremos. Pero busquemos uno, mientras tanto. No sé lo que quiero hasta que lo veo. Revisemos los clasificados y veamos qué pasa. Aunque los días siguientes seguimos hablando de perros y hasta señalando los que nos gustaban frente a las casas por las cuales pasábamos, no llegamos a nada y seguimos sin perro. Nancy llamó a su madre y le dio nuestra dirección y teléfono. Richard ya estaba trabajando y parecía contento, dijo la madre. Y ella se sentía bien. Nancy le contestó: –Nosotros también. Esto es como una cura. Un día íbamos por la ruta frente al océano y, desde una loma, vimos unas lagunas que formaban los médanos muy cerca del mar. Había gente pescando en la orilla y en un par de botes. Frené a un costado de la ruta y dije: –Vamos a ver qué están pescando. Quizá valga la pena conseguirnos unas cañas y probar. –Hace años que no vamos de pesca. Desde que Richard era chico, aquella vez que fuimos de campamento cerca del monte Shasta, ¿recuerdas? –Me acuerdo. Y también me acuerdo de cuánto extraño pescar. Bajemos a ver qué están sacando. –Truchas –dijo uno de los pescadores–. Trucha arcoiris y algún que otro salmón. Vienen en el invierno, cuando el mar horada los médanos. Y, con la primavera, cuando se cierra el paso, quedan atrapados. Es buena época, ésta. Hoy no pesqué nada pero el domingo saqué cuatro. De lo más sabrosos. Dan una batalla tremenda. Los de los botes creo que sacaron algo hoy, pero yo todavía no. –¿Qué usan de carnada? –preguntó Nancy. –Lo que sea. Lombrices, marlo de choclo, huevos de salmón. Basta tirar la línea y dejarla reposar hasta el fondo. Y estar atento. Nos quedamos un rato pero el hombre no sacó nada y los de los botes tampoco. Sólo iban y venían por la laguna. –Gracias. Y suerte –dije al fin. 15
Que tengan suerte ustedes también. Los dos –contestó el hombre. A la vuelta paramos en una casa de artículos deportivos y compramos unas cañas baratas, unos rollos de tanza y anzuelos y carnada. Sacamos unalicencia también y decidimos ir de pesca la mañana siguiente. Pero esa noche, después de la cena y de lavar los platos y poner unos leños en la chimenea, Nancy dijo que no iba a funcionar. –¿Por qué dices eso? ¿A qué te refieres? –No va a funcionar, enfrentémoslo –dijo ella sacudiendo la cabeza–. No quiero ir a pescar y no quiero un perro. Creo que quiero ir a lo de mi madre y estar con Richard. Sola. Quiero estar sola. Extraño a Richard -dijo y empezó a llorar–. Es mi hijo, es mi bebé, y está creciendo y pronto se irá. Y lo extraño. Lo extraño. –¿También extrañas a Del, a Del Schraeder, tu amante? ¿Lo extrañas a él también? –Extraño a todo el mundo. A ti también. Hace mucho que te extraño. Te he extrañado tanto durante tanto tiempo que te he perdido. No sé cómo explicarlo mejor. Pero sé que te perdí. Ya no me perteneces. –Nancy –dije yo. –No, no –dijo ella y negó con la cabeza. Sentada en el sofá de frente al fuego siguió negando y negando y luego dijo: –Voy a tomar un avión para allá mañana. Cuando me haya ido puedes llamar a tu amante. –No voy a hacer eso. No tengo la menor intención de hacer eso. –Sí, lo harás. Vas a llamarla en cuanto me haya ido. –Y tú vas a llamar a Del –dije. Y me sentí una basura por decirlo. –Haz lo que quieras –dijo ella secándose las lágrimas con la manga–. Lo digo en serio. No quiero parecer una histérica, pero me iré mañana. Mejor me iré a acostar ahora; estoy exhausta. Lo lamento. Lo lamento mucho, por los dos. Pero no vamos a lograrlo. Ese pescador, hoy. Nos deseó suerte a los dos. Yo también nos deseo suerte. Vamos a necesitarla. Entonces se encerró en el baño y dejó correr el agua. Yo salí a los escalones del porche y me senté a fumar un cigarrillo. Estaba oscuro y silencioso, apenas se veían las estrellas en el cielo. Jirones de niebla del océano ocultaban el valle y el pueblo allá abajo. Me puse a pensar en Susan. Oí que Nancy salía del baño y oí que se cerraba la puerta del dormitorio. Entonces entré y puse otro leño en la chimenea y esperé hasta que se avivara el fuego.
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Luego fui al otro dormitorio. Abrí la colcha y me quedé mirando el estampado floral de las sábanas. Me di una ducha, me puse el pijama y volví frente a la chimenea. La niebla ya llegaba a las ventanas del living. Fumé mirando el fuego y, cuando volví a mirar por la ventana, creí ver algo que se movía en la niebla. Me acerqué a la ventana. Un caballo estaba pastando en el jardín, entre la niebla. Alzó la cabeza para mirarme y volvió a su tarea. Vi otro cerca del auto. Encendí la luz del porche y me quedé mirándolos. Eran caballos grandes, blancos, de largas crines, seguramente de alguna granja de los alrededores con algún alambrado caído y vaya a saberse cómo habían llegado hasta nuestra casa. Parecían estar disfrutando inmensamente su escapada. Pero se los notaba un poco nerviosos también: podía verles el blanco de los ojos desde la ventana. Sus orejas iban y venían al ritmo de sus mordiscos. Un tercer caballo apareció entonces y luego un cuarto, todos blancos, pastando en nuestro jardín. Fui al dormitorio a despertar a Nancy. Tenía los ojos enrojecidos y los párpados hinchados, y se había puesto ruleros y había una valija abierta a los pies de la cama. –Nancy, tienes que venir a ver esto. No vas a creerlo. Vamos, levántate. –¿Qué pasa? Me estás lastimando. Qué pasa. –Querida, tienes que ver esto. No voy a lastimarte. Perdona si te asusté. Pero tienes que levantarte y venir a ver esto. Pocos minutos después estaba a mi lado en la ventana, atándose la bata. –Dios, son hermosos. ¿De dónde vienen? Qué hermosos son. –De alguna granja vecina, supongo. Voy a llamar al sheriff para que ubique al dueño. Pero quería que los vieras antes. –¿Morderán? Me gusta acariciar a aquél, el que acaba de mirarnos. – No creo que muerdan. No parecen esa clase de caballos. Pero ponte algo encima si vamos a salir. Hace frío afuera. Me puse la campera encima del pijama y esperé a Nancy. Abrí la puerta y salimos y nos acercamos caminando hasta ellos. Todos levantaron sus cabezas. Uno resopló y retrocedió unos pasos, pero volvió a tironear del pasto y mascar como los demás. Apoyé mi mano entre sus ojos y le palmeé los flancos y dejé que su hocico me oliera.
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Nancy estaba acariciando las crines de otro, mientras murmuraba: "¿De dónde vienes, caballito? ¿Dónde vives y qué haces aquí en medio de la noche?", mientras el animal movía su cabeza como si entendiera. –Será mejor que llame al sheriff –dije. –Todavía no. Un rato más. Nunca veremos algo igual. Nunca, nunca tendremos caballos en nuestro jardín. Un rato más, Dan. Poco después, mientras Nancy seguía yendo de uno a otro, palmeándolos y acariciándolos, uno de los caballos comenzó a rumbear hacia la ruta, más allá de nuestro auto y supe que era momento de llamar. En pocos minutos vimos las luces de dos patrulleros en la niebla y poco después llegó una camioneta con un acoplado para caballos, de la que bajó un tipo con gamulán, que se acercó a los caballos y necesitó un lazo para lograr que entrara el último en el acoplado. –¡No le haga daño! –dijo Nancy. Cuando se fueron volvimos al living y yo dije que iba a hacer café y pregunté a Nancy si quería una taza. –Te diré lo que quiero –dijo ella–. Me siento bien, Dan. Me siento como borracha, como... No sé cómo, pero me gusta. No quiero dormir; no podría dormir. Haz un poco de café y a ver si encuentras algo de música en la radio y puedes avivar el fuego. Así que nos sentamos frente a la chimenea y bebimos café y escuchamos viejas canciones por la radio y hablamos de Richard y de la madre de Nancy y bailamos. Ninguno aludió en ningún momento a nuestra situación. La niebla seguía allí, detrás de las ventanas, mientras hablábamos y éramos gentiles el uno con el otro. Hasta que, cerca del amanecer, apagué la radio y nos fuimos a la cama e hicimos el amor. Al mediodía siguiente, luego de que ella terminara su valija, la llevé al aeródromo desde donde volaría a Portland y de allí haría el trasbordo que la dejaría en Pasco por la noche. –Saluda a tu madre de mi parte. Y dale un abrazo a Richard. Y dile que lo extraño. Y que lo quiero. –Él también te quiere. Lo sabes. En cual-quier caso, lo verás después del verano. –Yo asentí. –Adiós –dijo ella. Y me abrazó. Yo le devolví el abrazo–.
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Me alegro por anoche. Los caballos. La charla. Todo. Ayuda. No lo olvidaremos –y empezó a llorar. –Escríbeme, ¿quieres? –dije yo–. Nunca pensé que fuera a pasarnos. En todos estos años. Nunca lo pensé. Ni un sola vez. No a nosotros. –Te escribiré. Mucho. Las cartas más largas que hayas visto desde las que me enviabas en el secundario. –Las estaré esperando. Ella me miró largamente y me acarició la cara. Entonces me dio la espalda y se alejó por la pista rumbo al avión. Ve, mi más querida, y que Dios esté contigo. Ella abordó el avión y yo me mantuve en mi lugar hasta que se encendieron los motores y la nave empezó a carretear por la pista y despegó sobre la bahía y se convirtió en una mancha en el horizonte. Volví a la casa, estacioné el coche y miré las huellas que habían dejado los caballos la noche anterior, los trozos de pasto arrancado y las marcas de herraduras y los montones de bosta aquí y allá. Entonces entré en la casa y, sin sacarme el saco siquiera, levanté el teléfono y marqué el número de Susan.
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CIERRA LAS VENTANAS PORQUE QUIZAS LLUEVA j_buttgereit@yahoo.com.mx ----Juan tiene buen apetito y además bebe bastante, así que perdonen sus comentarios, ya que cuando esta ebrio no mide sus palabras---- Esto decía Grissa a sus padres cuando JB abrió la puerta de la cocina. ----Alguien quiere más vino--gritó JB. ----No, estamos bien, porque no vas a la cama mejor, ya es tarde y mañana hay que levantarse temprano---dijo Grissa. JB se acercó a ella, la tomó por la cintura y trató de colocar la botella de vino sobre una alacena. Lo hizo con tal fuerza que estrelló la botella y el vino se comenzó a derramar. ---Perdón--- dijo JB, quitó la mano de la cintura de Grissa, sacó una servilleta de su pantalón y la dejó caer sobre el pequeño charco de vino. ---No se preocupen, ahora lo limpio--- dijo JB. Grissa mostraba un rostro descompuesto, unos rasgos faciales de tremendo odio hacia JB, incluso hacia el chorro de vino que iba cayendo desde la alacena hacia el piso. Nadie decía nada... entonces, JB se comenzó a quitar la playera azul que llevaba puesta. Con la playera limpió el charco de vino, la exprimió en la tarja y se la volvió a poner. De nuevo se acercó a Grissa y le dijo ----Todo listo, ahora si, a la cama--- Los padres de Grissa estaban sorprendidos de que su hija estuviera con un tipo como JB, No hicieron comentario alguno mientras sucedió aquello, pero en cuanto JB salió de la cocina, la madre de Grissa dijo ---que le pasa a este imbécil, como es posible que soportes este tipo de cosas. No volveremos a venir a esta casa mientras sigas con esta cosa que tienes por no se que... Qué futuro tienes con él. Vámonos Manuel.---- Los padres de Grissa salieron de la 20
cocina y vieron a JB dormido sobre el sillón, recogieron sus cosas y salieron de la casa. Grissa cerró la puerta, pasó frente al sillón donde JB dormía, lo observó con desprecio, movió la cabeza e hizo una mueca y se dirigió a la recamara. A la mañana siguiente, JB despertó a las 3 de la tarde, se levantó del sillón, se sonó la nariz con su playera y fue hacia la ventana más próxima. Corrió las cortinas y observó que el día estaba nublado. En su vida JB había hecho eso, no le gustaba que la luz entrara por la ventana cuando él despertaba; y mucho menos abrir de par en par las ventanas. Ese día por una extraña razón sintió que tenía que hacerlo. Después, se dirigió hacia la recamara, tocó pero nadie abrió, le gritó a Grissa, pero no obtuvo respuesta. Estuvo un buen rato gritando y como la puerta estaba cerrada con llave, opto por ir al baño. Orinó, abrió una gaveta azul para sacar un enjuague bucal y en vez de eso encontró una botella de Jonhy Walker y al lado un sobre color blanco. Tomó la botella, la abrió, dio un trago y abrió el sobre, agarró el papel que venía dentro y comenzó a leer. Juan: Me tengo que ir a Torreón, ayer mientras te emborrachabas me hablaron del Instituto de Nutrición y me dijeron que me tenía que ir. Siento no haberte avisado, pero no quise despertarte; además ayer realmente me hiciste sentir mal. Comiste como cerdo, agarrabas el pollo con las manos y los huesos los aventabas hacia todas partes. Varias veces tomabas comida de mi plato y me decías que te sirviera más, que tenías mucha hambre... Te terminaste 2 botellas de vino y además bebiste cerveza, vodka y no se que tanto. Mis padres se fueron enfadados, hasta amenazaron en no volver a la casa mientras tu siguieras comportándote de 21
esa forma. Ayer intenté decirte que tenía que regresar a Torreón y que sería una estancia de 6 meses por lo menos, pero no me hiciste caso, seguías bebiendo y leyéndome tus espantosos poemas... Juan, lo último que tengo que darte es esta botella de whisky, ya no deseo más seguir contigo. No te quiero. Eres caprichoso, chantajista, solo piensas en ti... Me voy, cuídate. Adiós Juan. Atte: Grissa. PD: La llave de la recamara está en el primer cajón de la alacena, no se te olvide cerrar bien las ventanas, es un día nublado y quizás llueva. Y lamento no haber escrito una carta más larga pero bien sabes que no necesito decir mucho cuando quiero terminar con algo. Cuídate... JB terminó de leer la carta, fue por la llave de la recamara, la tiró por el retrete y se sentó en el piso del baño a tomar su botella de Johny Walker. Discografía: Naked Lunch Soundtrack Bibliografía: Pregúntale al polvo-John Fante Moviegrafía: La flor de mi secreto-Pedro Almodovar
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ENTREVISTA CON LOS MAGNIFICOS Astro-X (avengers): las presentaciones obligadas Rabín (magníficos): Rabín aerodinámico espacial Güero (magníficos):güero galáctico Jónas (magníficos): Jonás megatonic Astro; y falta? Jónas: Memo intergalactic (quien estaba soltando residuos biológicos en el sanitario) Juanbeat (avengers): allí viene Astro: quién es ud. señor? Memo (magníficos): buenas noches, José Luis Ignacio Magnífico Contreras Astro: pues comenzar por algo “simple”, cuando abrí el disco del sr. Bikini, en el booklet, que no se si lo han visto? Jonás: nosotros no somos el Sr. Bikini Astro: yo se que no son el señor Bikini Jonás: quien es esé Sr. Bikini? Rabín: son unos Straitjackets Astro: bueno ese era el pretexto, a un surfista mexicano de renombre, le preguntan: Que es el surf?, y ese wey responde bueno para mi el surf es: esto y esto. Mi pregunta es así de simple, que es el surf para los magníficos? Jonás: pues... para los magníficos, primero, ahora si que.. tenemos que aclarar ciertos puntos. Nosotros no tocamos surf, eso es algo muy importante no tocamos surf, parece surf pero no es surf, eso es algo muy claro que se debe de dejar. Hay otros grupos que creo que si tocan surf, hay otros que no tocan y dicen que si tocan surf, pero eso de los géneros nunca nos ha gustado. Ni nosotros nos hemos definirnos sexualmente como género entonces no podemos definir lo que tocamos como género. Pero para nosotros lo que tocamos y que dicen que es surf, lo hacemos porque nos gusto esa música cuando la escuchamos por el 95, 96, algo así; dijimos esta chido, esta fácil de tocar, pues vamos a hacer un grupo. Pero en realidad para nosotros el surf, es el deporte que practican en tablas, no?, y que inclusive surf urbano también, urban surf. Astro: tabla con vela y ruedas, en california creo que le llaman roller surf. Jonás: algo así, pero bueno, para nosotros eso es el surf, lo que tocamos es otra cosa, digámosle así. Astro: la pregunta es entonces que tocan?
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Rabín: que tocamos?, tenemos influencias de gran índole, nos gusta todo lo que es la rondalla de Jalisco, con influencias de.. Jonás: esta es la primera entrevista que debemos decirla en serio Astro: déjame decirte que no suenan a la rondalla de Jalisco Jonás: las otras entrevistas habían sido con gente totalmente indecente y poco respetable Astro: estas diciendo que somos respetables? Jonás: no pues sí, los avengers... Rabín: ya para que traigas una playera de los straitjackets, yo creo que sí. Astro: no puedes decir eso, traigo 2 caguamas encima Memo: él trae 3, o sea eres tan respetable como él Astro: hablando de respetable a respetable, entonces que tocan? Rabín: una conjunción de muchos géneros, porque surf no es; nos gusta desde que.. lo básico, los ventures, los shadows, los straitjackets, los cramps, es algo muy chido Jonás: y los cramps no tocan surf , y han sido influencia, en el principio se oía más Güero: monomen Jonás: los monomen garage pesado y no suena surf Astro: grupos como los cramps, aún cuando tocan como una especie psycho, se siente emparentado con el surf de alguna forma, en el caso de los monomen sería más extremo porque suenan más hardcore. Yo siento que por lo menos en lo que llamamos la escena del surf mexicano, una influencia básica si es los cramps. No? Jonás: si, si no vean a los esquizitos, el cover que hicieron de los cramps es una muestra
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Güero: entre otras Rabín: y obviamente man or astroman? Astro: eso es de ley, la primera vez que vi a los magnificos, ese bajo con un estampado de Nasa, y lo escuche, me sonaban a los astroman del 1000x, unos astromanes que son un tanto oscurones en ese disco, es algo que todavía podemos agrupar como surf. Rabín: neo-surf Jonás: es más nosotros alguna vez dijimos que tocábamos astro-surf, porque si nos laten los astroman, y pues si tocaramos como los astroman seríamos más felices, Güero: seríamos dioses Jonás: seríamos el clon de los astroman pero aquí, el desperdicio de los astroman acá en México. Astro: coco es mi ídolo, hasta baje el back to basics que no sé para que sirve cabrón, pero bueno sigue siendo mi ídolo el coco. Ya se aventaron un poco el cuales son sus influencias, pero también hay influencias no musicales, un grupo tiene toda una parafernalia que lo rodea, y en ella habría influencias literarias, televisivas, cinematográficas, cuáles son esas influencias en los magníficos? Rabín: el Sr. Tarantino con pulp fiction, perros de reserva, Waters, el Sr. Kubrick Memo: el cine Gore Astro: no parecen muy gore uds Jonás: lo que pasa es que alguna vez salimos de momias ensangrentadas, nos veíamos muy cagados, pero parecíamos todo menos eso, de alguna manera si es influencia un poco, tratamos de. Antes cuando llegamos a meterle letra a una canción, a una de las 2 canciones que compusimos con letra alguna vez, era sobre un asesino serial, pero no era muy... porque ya no tocábamos esa canción? Rabín: porque sonaba bastante igual a una de los esquizitos Memo: igual una forma paralela esta gente esta descubriendo esa música que es muy chida, volviendo a lo que ya habíamos dicho, nosotros no tocamos surf. Memo: bastante buena pero no hay que recordar que a los magníficos lo único que les gusta es rock´n rollear
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Jonás: lo que pasa es que el problema es también como el que tenemos con muchos géneros que tocan aquí en México, el ska que tocan aquí no es como el ska clásico, y le llaman ska, no?. Lo que paso es que hubo un grupo que se fue haciendo mas o menos renombrado decían que tocaban surf, salieron grupos que más o menos tocaban parecido, pero si te vas tu a estrictamente clasificar, pues, creo que serán uno o dos grupos que tocan surf así estrictamente, el problema es que adoptamos las modas a nuestra manera ... (güero: a la mexicana) pues si, a la mexicana. Los Yucatán a go-go no tocan surf, y creo que es el grupo mas claro que no toca surf, y los meten en carteles de surf, y bueno ellos dicen que tocan surf, bueno no creo que no, a veces, hace rato los oí en una entrevista y decían que no.
Rabín: si a veces dicen que si, es cuando les conviene wey Jonás: si, es cierto, pero el hecho es mas bien que ... es más creo que hasta Nacho del Alicia tiene la culpa, dice carteles de surf y te mete grupos como los misioneros que no tocan surf Astro: ese es un ejemplo muy extremo
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Jonás: es más esto va a sonar muy mamón, pero yo creo que los medios dicen esto es surf, y allá va la gente , “si esto es surf”, así paso. Si oyes grupos gabachos, notarás que es mas definido los que tocan surf, que tocan psycho... es más cuando hacían carteles de surf tocaban los gatos y los gatos tocan rockabilly Güero: tocan covers Rabín: covers de rockabilly Astro: les voy a decir que para mi un rockabilly muy de hueva Jonás: no también, tocan el cover de cesar costa. Esa es la onda, y como dice Rabín, hasta que la gente se meta, también esa es la bronca, mucha gente no se clava demasiado y .. Rabín: dan por hecho que eso que oyen es surf Jonás: exactamente Astro: es precisamente lo que quería tocar con uds., hay una escena surf en México? Memo: difícilmente, una escena surf tal cual deba ser surf difícilmente, como se decía antes cada quien adopto el surf a la Astro: de rigor, que empezaron covereando los magníficos? Los magnificos: ssssssssss Memo: mala pregunta Astro: pregunta mala, mas bien sintomática de un grupo Rabín: satan´s pilgrim Astro: que sacaban de satan´s pilgrim? Rabín: vampiro (Los magníficos se miran entre ellos mientras nos reímos todos), allí esta la influencia, como dijiste darketa?, oscurona?, ahí esta. Astro: se los digo uds. me suenan a hombre de co2 de los astromen, a universe city, uds me suenan a hacia ese punto, ahora que dicen que comenzaron covereando a satan´s pilgrim Memo: y hasta la fecha, la influencia a la hora de escribir y de hacer canciones, sigue siendo con tendencias covers, hasta la fecha hemos tocado covers de Joy división y cosas así, la influencia se sigue... Jonás: el está equivocado porque el grupo que hace covers de joy división es the magnifics, ese es otro, ese participo en un tributo a los cramps, en el de Joy división, quieren tocar en uno al Iggy pop, Rabín: de los pixies tambíen Memo: si en uno de los pixies Jonás: si pero esos son los the magnifics
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Astro: ya me los imagino tocando mata ray (risas). Ya comentaron un poco de las influencias no musicales, pero que más con eso? Rabín: Russ Mayer, John Waters pink flamingos Juanbeat: russ mayer es chingón Astro: arriba ultravixens Jonás: cuando yo vi la película de pink flamingos de John Waters, con el wey abriéndose el ano y con el fondo del surf del pájaro, o sea no mames, fue uno de los orgasmos cinematográficos mas grandes que he tenido. Rabín: aparte de los otros.. de los otros que salen ahí. Astro: ya en parte han dejado ver que ustedes finalmente tienen sus propias rolas, hasta el cual los sigue el proceso de coverear, a mí me gustaría saber cuando crean esas rolas, cuando las tienen que sacar de su propio bolsillo, en que piensan?, en notas, sonidos, movimientos espectaculares en el puente de la guitarra, están pensando golpeteos a la bataca a lo más que da esta, en ritmos, en estruendosas olas de mar, en sonidos de comunicaciones interplanetarias, en que piensan los magníficos cuando componen sus rolas? Memo: mira uno piensa en su novia, otro en su situación escolar, otro piensa en su situación económica, así nos la llevamos, cada quien pensando en lo suyo Rabín: en lo particular en... un viaje a urano... yo diría ida y vuelta Astro: destination venus Güero: a plutón como el video que traemos, para que lo puedas ver al rato Jonás: no somos tan glamorosos como parece, luego a veces; antes los títulos se los poníamos de lo primero que veíamos, un día componíamos una canción, y era día de muertos, creo que le pusimos pan de muerto, algo así no pensamos mucho. Si hay un motivo por el cual no ponemos letras es que no se nos ocurren, no tanto que no queramos. Rabin: digamos que tenemos 2 pies izquierdos en la cabeza o algo así Memo: vocalistas con 2 pies izquierdos Astro: yo me acuerdo de los magníficos, cuando salían con una especie de calzón rimbros en la cabeza, y decían: “no tenemos vocalista”, si alguien sabe de uno, contáctenos, que pedo con esa etapa de los magníficos? (risas por todos lados) Jonás: no nos han hablado (risas) Memo: hasta la fecha nadie nos ha hablado para animarse
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Rabín: yo creo que fue el calzón Astro: pero si parecía calzón rimbros, no? Rabín: lo era, lo era Memo: el fallón estuvo en la marca Rabín: una malla que olía muy feo, déjame decirte Astro: algo que ya me ha quedado claro, uds. dicen categóricamente no corresponden a agruparlos dentro de lo que llamaríamos surf; pero más sin embargo, uds. han estado inmersos en carteles donde encontramos grupos surf, se les identifica a los magníficos dentro de la escena surf, pese a que uds digan que la influencia va mas allá de eso; también experimentan el estar dentro de ella, sabemos que no es una escena homogénea, no tocan lo mismo, pero vaya los identifica con algo en común, con una “escena surf”, me latería que comentarán algo sobre ello. Rabín: bueno pues, la gente si es que dices que le suena a surf o parecido a surf, ya la gente se va a empezar a meter a explorar esa música, la misma gente diría si es surf o no, ya después de que haya escuchado a todas las bandas de surf o quasi-surf o ... que dicen que tocan surf, la misma gente va a decir, pero esa es su decisión y que bueno que se metan, quieras que no, fue una forma, como se dice? de una forma paralela esta gente esta descubriendo esa música que es muy chida, volviendo a lo que ya habíamos dicho, nosotros no tocamos surf. Memo: bastante buena pero no hay que recordar que a los magníficos lo único que les gusta es rock´n rollear Jonás: lo que pasa es que el problema es también como el que tenemos con muchos géneros que tocan aquí en México, el ska que tocan aquí no es como el ska clásico, y le llaman ska, no?. Lo que paso es que hubo un grupo que se fue haciendo mas o menos renombrado decían que tocaban surf, salieron grupos que más o menos tocaban parecido, pero si te vas tu a estrictamente clasificar, pues, creo que serán uno o dos grupos que tocan surf así estrictamente, el problema es que adoptamos las modas a nuestra manera ... (güero: a la mexicana) pues si, a la mexicana. Los Yucatán a go-go no tocan surf, y creo que es el grupo mas claro que no toca surf, y los meten en carteles de surf, y bueno ellos dicen que tocan surf, bueno no creo que no, a veces, hace rato los oí en una entrevista y decían que no. Rabín: si a veces dicen que si, es cuando les conviene wey
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Jonás: si, es cierto, pero el hecho es mas bien que ... es más creo que hasta Nacho del Alicia tiene la culpa, dice carteles de surf y te mete grupos como los misioneros que no tocan surf Astro: ese es un ejemplo muy extremo Jonás: es más esto va a sonar muy mamón, pero yo creo que los medios decen esto es surf, y allá va la gente , “si esto es surf”, así paso. Si oyes grupos gabachos, notarás que es mas definido los que tocan surf, que tocan psycho... es más cuando hacían carteles de surf tocaban los gatos y los gatos tocan rockabilly Güero: tocan covers Rabín: covers de rockabilly Astro: les voy a decir que para mi un rockabilly muy de hueva Jonás: no también, tocan el cover de cesar costa. Esa es la onda, y como dice Rabín, hasta que la gente se meta, tambien esa es la bronca, mucha gente no se clava demasiado y .. Rabín: dan por hecho que eso que oyen es surf Jonás: exactamente Astro: es precisamente lo que quería tocar con uds., hay una escena surf en México? Memo: difícilmente, una escena surf tal cual deba ser surf difícilmente, como se decía antes cada quien adopto el surf a la mexicana y a su forma de entender, pero una escena surf tal cual como debe ser surf no, esta bañada de muchas influencias, de muchos estereotipos, de muchas ideas vamos ... ideas fusionadas Jonás: ya lo dicen ese grupo que se llaman el sr. Tanga o don traje de baño algo así, no?, hay que leer para entender la cultura del surf, es que a nosotros nos falta leer, yo creo que es eso. Memo: tener tu tabla de surf, hay que surfear dicen ellos, para entender de que se trata el surf Astro: y comprar tu revista surf world? Memo: exactamente, (jajaja)
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Rabín: se me ocurre que tal vez en un futuro a todo esto le llamen surfmex, así de fácil, todo lo puedes decir a cualquier wey que escribe o algo así le dices esto es tal, puede quedar así como surf-mex, y aquí es surf, no hay surf, no hay olas, el lago de texcoco si acaso.
LOS MAGNIFICOS PANTALONES)
ACOMPAÑADOS
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DE
ASTROMAN
(SIN
Cerveza corona vestida de rojo Escuchaba como los 7 minutos y veintitrés segundos que duraba el track de Charles Mingus se arremolinaban caóticos, al tiempo que mis ojos se desperdigaban con una cámara instantmatic de una kodak setentera, con un gusto parco por la funcionalidad. Estaba hundido sobre un asiento individual azul, en el fondo de un vagón que roía los rieles de la línea 4 buscando electricidad, anuncios gigantescos, luminosos e igual de románticos que mi cámara instantmatic. Aprieto el disparador sobre una mujer de unos 55 años que está sentada a unos cuantos asientos del mío, la capturo mirando al espacio vacío que debiera ocupar un chulísimo cuadrito deshechable de flash (acuérdense que la cámara es lo suficientemente vieja que necesita de esos cuadros que explotaban y giraban, explotaban y giraban). Salimos del andén de la estación Morelos, a la izquierda (vamos con dirección a Martín Carrera) de inmediato me deslumbra un espectacular anuncio formado por pinchemil focos de colores, entre los que predomina el rojo, la cerveza es... se dispara la última exposición, cierro los ojos y evito pensar en que la señora de 55 años sigue mirándome. Solo puedo sumirme en mi mismo minuto y medio antes de llegar a la siguiente estación, casi pienso en ella, que chingue a su madre me digo mientras me levanto para aproximarme a las puertas del vagón aún en movimiento; -es curioso, no quiero pensar en ella, pero vine a tomar esta fotografía por ella, y ahora estoy disculpándome conmigo mismo y resulta que en todo esto ya la recordé, que pendejo-. Después de un par de trasbordos finalmente estoy en San Juan de Letrán, en un vagón infinitamente vacío con Ediciones de bolsillo de Gregory Corso a cuestas. Cruzó el eje central como una portada en la caja de una ciudad hot wheels olvidada en la bodega de alguna mer32
cería del refugio, dudo por un momento en meterme sobre 16 de septiembre que luce gloriosamente iluminada con sus pastelerías y restaurantes argentinos; más sin embargo me embarco sobre el eje central, sus bolsas de basura y sus puestos de periódico sellados por la delegación Cuaúhtemoc, lo cierto es que deseaba estar parado en donde ahora me encuentro. Eje central esquina Republica del Salvador, hace 2 semanas aún me decía que creía que realmente era un buen poeta, hace 2 semanas estábamos en aquel Hotel de enfrente mirando hacia el gran letrero de Corona que se encuentra en esta esquina, mientras me pedías que te penetrara más rápido, yo trataba de no venirme, conteniendo la respiración, cerrando los ojos, sintiendo la presión sobre mi pene, abriendo los ojos para toparme con una invasión de luz rojiza, eléctrica, dada por un anuncio de cerveza Corona estilo sesentas que estaba allí frente a la ventana, que prendía y apagaba al tiempo que ella me decía que deseaba estar allí horas haciéndolo. No solo no pude estar allí horas conteniendo la erección, tampoco pude reternarla a pesar de haberle dicho que en verdad la amaba, que no me importaba que nos tuviésemos que ver con menos frecuencia, porque ahora su marido estaba desempleado. Esa noche bebimos cervezas indio que llevaba a cuestas sobre mi espalda, mirando aquel anuncio de Corona parpadear, iluminando de rojo sus senos desnudos, sus labios, el condón que había arrojado sobre la alfombra con un nudo elástico por la mitad; ella se recostó en la cama, perdiéndose en la franja oscura, yo me quede mirando al anuncio, recordando cuántas
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veces lo había visto antes desde abajo, caminado por la calle, de la mano de mi abuela cuando cruzábamos el eje para ir a López a comprar en aquel mercado, desde el interior del dart 78 de mi padre, en esas noches que me aficionó por la velocidad abalanzándose por el centro con la radio sintonizando el baseball. 2 semanas después ese letrero ha dejado de funcionar, invariablemente contesta él cada vez que marco su numero; invariablemente cuelgo y lloró para luego fumar alguna bacha y mirar y mirar las fotografías de anuncios redondos, rojizos, de la cerveza es ..., que he estado tomando todas estas noches.
caguaman@visto.com
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La lista de antes de dormir..... Un trabajo detestado hasta la madre. Una pareja que está por la tradición de estarlo. La casa que se tiene por no haber podido conseguir una mejor. La salud siempre a la deriva en un país en donde sólo los ricos pueden ser debidamente atendidos.
Los años acumulados igual que como se acumula el polvo en esas partes en donde nunca se escombra, o nunca se quiere escombrar. El peso de las cosas no logradas, los sueños hechos sueños. Los miedos de antes que ahora me dan risa. La risa de antes que ahora me da miedo. La “sabiduría que llega cuando ya no sirve para nada”. La infinita idealización de la vida en general en los años mozos. La infinita idealización de los amores en particular, con sus pesares, con sus gozares.
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El buen viento en la cara cuando se corría, en esos tiempos en que las distancias eran sólo obstáculos superables por un breve esfuerzo, con un poco de tiempo. Los pañales desechables para los buenos viejos desechables. La muerte que te habla de frente sin rodeos y sin mentiras, la muerte desde hace tantos años. La vejez a secas. bochincha@hotmail.com Foto: Cusco, 1985. Musicografía: La música ochentera en español de algún disco del Dc. Indorrenato, sus bandas, y un poco de decencia.
Foto: Joel Peter Whitkin 36
El más pendejo del universo. Para ser el más pendejo del universo hace falta una gran preparación, tanto física como mental, para poder moldear el comportamiento, las facciones y todo lo que puede hacer a alguien merecedor del apelativo “ERES UN PENDEJO”. Déjenme explicarles: Un buen pendejo siempre pregunta, dos, tres, cuatro o las veces que sean para asegurarse que todos van a salir diciendo: “Este esta bien pendejo”. Un buen pendejo siempre la caga una y otra vez en la misma cosa y por más que alguien se lo explique siempre hace lo mismo e incluso a veces hasta se aventura a hacerlo con iniciativa propia. Si quieres aspirar a ser un buen pendejo tienes que esforzarte en ser lo más ignorante posible, lee la “ERES” o mejor de “15 a 20”, eso garantizara un nivel cultural por debajo del promedio; satura tu cerebro con el canal dos de televisa, jamás intentes cambiarle, ni siquiera al nueve, no le busques sentido a las telenovelas, solo enajénate; que las preguntas que López Doriga saque un su noticiero sean ley, incluso plantéate unas nuevas como: ¿Cómo le cayeron las tortas de ayer?, si la respuesta es mal, marca tal, o si es bien tal. Para lograr esto se necesita disciplina y una gran fuerza mental. Jamás, pero jamás, leas un periódico que no sea el alarma o el semanario de lo insólito, no desperdicies tu tiempo con mamadas de jornada o financiero o universal o cualquier otro; busca cualquier ocasión para hacer un comentario que deje ver tu amplio empeño en ser el Mas Pendejo del Universo, esto es, si hay una plática acerca de la expansión del universo y como la materia más abundante es la oscura puedes decir: ¿es como cuando le cambio a la tele y no se ve nada, o como cuando ponen un canal más...?. O por ejemplo si vas en un micro y alguien reclama por el trato de los microbuseros, su petulancia o su patanería puedes decir: Chaaaaaale, mejor tomen un tatsi!!!. Un buen pendejo no lee libros, sólo busca las revistas de los maistros, las chalanas y varias más que abundan en cualquier puesto. Deja que tus compañeros hagan tu trabajo, si eres mujer pon cara de perrito desamparado para que digan: “pobre pendejita”, si eres hombre ensaya una caracterización tipo resortes para que tu patetismo sea tan evidente que mejor te digan: “Se pasa de pendejo este wey”. Empéñate en no visitar ningún museo, teatro o exposición mejor oye los comentarios de los locutores de estaciones baratas tratando de
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solucionar la vida de otros pendejos o haciéndoles bromas a otros más pendejos. Las pistas citadas líneas arriba son lo más esencial para poder ser un pendejo, recuerda que ser un pendejo no es algo pasajero, es una forma de vida y así como ahora se respeta la diversidad sexual, también deben de hacer valer la pendejes e incluso formar grupos de apoyo para pendejos donde puedan compartir sus pendejadas. Tal vez sea muy escueta la descripción que hago arriba, sin embargo, puede proporcionar ayuda a los que quieran seguir siendo o mejorar sus pendejadas y así poder aspirar al título de “EL MÁS PENDEJO DEL UNIVERSO”. ajuscoman@los_avengers.zzn.com
Perra, ramera, Infeliz bastarda, Eres una gran puta, Primero dejas que crea que no regresas, Y luego arremetes con todo lo que tienes, Te lo llevas y jamás preguntas si quiero, O si duele, O si me importa, Solamente te vale un carajo. Primero fue mi hermano, Aún no sabía caminar y no te importo, Después fue cayendo uno a uno, Fueron encantados por tus infames promesas de reposo eterno. Eres una mierda...
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Te has llevado a muchos, Has estado acechando, Esperando a que te muestre quien sigue, Me has usado como un maldito judas, Te he vendido a varios... Sabes escoger los que más duelen, Pero ahora solo quedan pocos, Y son los más importantes, No te voy dejar, Antes te dejo caer una piedra en tu rostro sin cejas. ¿A quien quieres?... a mi madre, mis hermanos, mi mujer... Pues espero que pronto dejes de joderme, Déjame en paz un tiempo, Tal vez cuando madure yo solo te pida que regreses, Incluso te solapare, Y te indicaré con mi dedo índice quien sigue, Tal vez me forme primero... Sin embargo ahora sigues siendo una gran puta... ajuscoman@hotmail.com
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Submissions: El original y tres copias de su manuscrito puede ser mandado a: Edificio de Postgrado, Laboratorio 18 de Farmacología Conductual. Univ ersidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Psicología. Av. Universidad 3004. Col. Copilco Universidad. CP. 04510 México DF; e-mail: los_avengers@yahoo.com.mx Los autores deberán mandar su manuscrito, dibujo, comic o cualquier chingadera en un disco de 3 1/2 o en CD ROM (de preferencia marca "MISTER DATA") el cual contenga la versión final de su trabajo. Por favor observe los siguientes criterios: 1.- Mandar solamente en office 7.0 en adelante. 2.- Las figuras o ilustraciones deberán ser enviadas en formato JPG ó GIF. 3.- Las colaboraciones deberán ser mandadas con un seudónim o y su respectivo e-mail o en su defecto lugar donde pueda ser localizados. 4.- Las colaboraciones será revisadas por nuestro editor en jefe en turno y su equipo de colaboradores. 5.- Las decisiones tomadas por nuestro comité editorial serán irrevocables, inapelables e insolubles a sustancias con PH alcalino. Además los editores podrán "Hojalatear" los textos para su publicación. 6.-Todos los trabajos enviados serán propiedad intelectual de JARAMILLO A GO GO y por lo tanto serán empleados como mejor convenga a los intereses de los editores. 7.- Los trabajos que no cumplan con la calidad, tanto en formato como en contenido, aparecerán en la sección "TRIPAS DE PERRO" 8.- Todas las colaboraciones deberán contener las referencias utilizadas tanto musicales, bibliográficas o videográficas. Así como el stuff, drugs y psicotrópicos utilizados. 9.- Solo se aceptaran trabajos originales nunca antes publicados en cualquier otro tipo de revista o fanzine. 10.- Se aceptara todo genero literario como: poesía, relatos, traducción original, etc. Así como artes gráficas, fotografía, cine, música, recetas de cocina, facturas de farmacia etc... ATTE: JULIO JARAMILLO Publicación apoyada por el Programa de Atención a Alumnos de la Facultad de Psicología de la UNAM.
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