© Camila Díaz, 2015 © Ediciones CMYK, 2015 © Gabriel Infante Forte, por el prólogo © Bibiana Martos Ponce, por las anotaciones © Tiago González Arteaga, por las ilustraciones © Estudio Tveo, por las fotografías ISBN 978-3-16-148410-0 Ley 23/2011, de 29 de julio, de Depósito legal. Impreso por Impresiones Gráficas RGB Calle de las Imágenes, 342 – 08001 Barcelona info@igrgb.es – www.igrgb.es Impreso en Chile – Printed in Chile Diseño y composición: Camila Díaz Fotografía de cubierta: Alfredo Muñoz Coordinación de la colección: Andres Rodriguez Corrección: TxT Soluciones Editoriales Tipografías utilizadas: familias Patronato, Chasquilla y Miriad pro 1ª edición: abril 2011 1ª reimpresión: enero 2015 © Ediciones CMYK 2011, 2015 Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.
En este libro encontraras un extracto de la can cultura y productos que existen el barrio franklin, en cada capitulo hallaras la gran riqueza, la cercanía con la personas y su vitalidad te harán sentir como en casa, cada lugar te llevara a una dimensión diferente, será la magia de las antigüedades o la gran cantidad de locales para comprar o solo si quieres comprar algo para el hogar o vestimentas y zapatos están en este lugar, ubicado en la zona centro se ubica franklin un lugar que sin dudad alguna encontraras lo que buscas, este lugar mas aya de ser un barrio muy popular es visitado por todo tipo de clases sociales, no te quedes con las ganas y vamos a conocerlo.
El barrio adquirió su importancia durante los 90’ Una evolución positiva ha tenido el tradicional barrio Franklin, ubicado entre San Diego, Lira, Ñuble y Placer, y comprende también parte de Santa Rosa, de acuerdo a lo que admiten los mismos comerciantes del sector. Según sostienen, la cantidad de robos que afecta a las personas bajó en forma considerable. Este barrio es eminentemente comercial, pero lo que más lo distingue es la enorme cantidad de centros comerciales del tipo “persa”, nueve en total, concentrados en pocas manzanas, y en donde se puede encontrar lo imaginable y lo inimaginable. Hay mucho “cachureo”, pero para los entendidos, con un poco de “ojo” uno se puede topar justo con lo que está buscando. Pero esta seguridad con la que ahora cuenta, tan escasa en otras zonas, no ha sido espontánea. Debieron agruparse y establecer sistemas especiales de vigilancia a lo largo de las cuadras, que en días normales se ven con bastante gente, y los sábados se hacen chicas.
Su prosperidad y fama se relacionan con la construcción del Matadero en 1847, aunque cerró sus puertas durante la crisis de 1979, en 1982 los galpones fueron cedidos por la municipalidad santiaguina a los vendedores ambulantes, el barrio adquirió su importancia durante los noventa y hoy lo recuerdan más de veinte carnicerías que se ubican en un recinto techado. Se vio muy afectado durante la crisis económica en 2009 cerca de 800 locales se vieron obligados a cerrar.7 Este también posee una gran variedad de productos y servicios que acompañan nuestra historia, por ejemplo artículos de guerra como medallas, relojes o armas, de gran valor para coleccionistas.
El matadero dejó de funcionar en 1970 y sólo lo recuerdan más de veinte carnicerías que se ubican en un recinto techado. En un sector no techado también se encuentran unas veinte posadas que, por menos de 3 mil pesos, ofrecen una gran variedad de platos con comida chilena. Los ingresos se encuentran por Franklin y por Biobío. Cada pasillo del recinto tiene nombres como Paseo Los Orientales, Los Alamos, Los Robles o Ahumada, lo que facilita el encuentro de la carnicería o verdulería preferida. Los comerciantes del barrio explican que se trata de un sector popular que sirve de centro de abastecimiento a la población modesta.
Algunos locatarios contrataron guardias que se pasean de civil por las calle; otros optaron por arrendar los servicios de alguna empresa de seguridad. Carabineros calcula que la población del sector aumenta en 300% cada fin de semana. Este barrio concentra más de 4.500 establecimientos comerciales, en particular talleres, pequeñas empresas, comercio minorista y depósitos de fábricas. Su prosperidad y fama se relacionan con la construcción del Matadero en 1847, del cual se hizo cargo la Municipalidad de Santiago 21 años después. A este lugar llegaban los animales para ser faenados y luego las carnes eran distribuidas por el resto de la ciudad. Comerciantes antiguos todavía recuerdan cómo los faenadores, “que ganaban mucho dinero”, salían del recinto con su estilete a la cintura para ir a beber a los bares del sector. De vez en cuando se producían algunas peleas que causaban expectación en el barrio.
Cada puesto cubierto por mallas de kiwi negras se alegra, a pesar de muchas veces estar falto de compradores, con canciones de Britney Spears. Aquí todo está permitido. Un candado Teng Shao protege la piratería hollywoodense a un costado de un tiburón taiwanés disecado. A pocos metros se lucra con una mantarraya sudamericana, con una Nikon 80 robada bajo la voz radial del Rumpy y la exclamación “¡papas rellenitas!” de una joven. Aquí todo pasa, nada aburre. Se consiguen tres libros por mil, una Sailor Moon por $200, un piano alemán por 1 millón al tiempo que Gustavo barniza un porta lápices. Pero, eso no es lo que él vende hace más de 9 años.
“Da acceso a quien desea encontrar lo que no halló en sus tierras.”
El Víctor Manuel es como Latinoamérica del siglo XX: mestiza y, primordialmente, morena. Da acceso a quien desea encontrar lo que no halló en sus tierras. Además, es sufrido como nuestra región: nace de las entrañas de un antiguo matadero del barrio Franklin en 1930, vive del regateo y cada fin de semana sorprende con músicas nacionales —sobre todo americanas— pues aquí el sueño parece ser lo extranjero. Un lugar que intenta mantenerse perfumado con colonias de contrabando o pachulí, pero la fritanga de las empanadas callejeras es, al final, más fuerte. Es coqueto porque conquista a todo perfil de compradores, pero es guerrero a gritos: fácil es que si uno anda con descuido sea presa de un robo. Aquí se juntan stickers de Barack Obama con el Che Guevara en locales sobre un suelo de adoquines en ruinas. Pero donde más reluce el Che es en las chapitas con su foto que mantiene Luis junto a DVDs del Tercer Reich en el mesón de su local: “las tengo de infiltradas, para que no me crean momio”. Más allá suena un chelo. Susana Tapia vende figuras de ajedrez hechas a mano, un joven regatea un Ketchup Heinz a $1500 frente a un hombre que negocia llaves inglesas y clavos para maderas durmientes que unen rieles de un tren que ya no pasará más.
Inaugurado en diciembre del 2009 con un total de 500 nuevos locales comerciales de antigüedades, libros, computación, ropa, patio de comidas y estacionamientos. El recinto está ubicado en la manzana compuesta por las calles Santa Rosa, Placer, Biobío y Víctor Manuel. El nuevo mercado persa tiene una superficie aproximada de 10.000 metros y antiguamente eran las instalaciones de una fábrica textil. Cómo llegar: la forma más simple es ir hasta la estación de Metro Franklin (Línea 2, amarilla) y luego caminando menos de 5 minutos, comienzan a aparecer los primeros locales comerciales. Tan diverso como el ejercicio del correr de la conciencia son los persas de antigüedades y cachureos: son un verdadero viaje en el tiempo y por distintos continentes y toda una inspiración para quienes hacen collages, ready made o esculturas, pues se pueden encontrar revistas de todo tipo, pósters, libros, esculturas pequeñas, juguetes y un gran etcétera. Los locales de repuestos también son muy útiles para terminar con todas las cosas pendientes que falta por arreglar en la casa. Además, hay galpones especiales para objetos tecnológicos, donde se pueden encontrar CD’s de música y películas, radios, videojuegos, computadores, o todo lo anterior, pero por partes.
El persa se ha ganado esa mala imagen debido a los comentarios que salen en los medios de comunicación, tal como lo denuncian los comerciantes del lugar, o como está saliendo actualmente en el comercial realizado por el Ministerio del Interior que busca prevenir la compra de elementos robados haciendo alusión directa al persa. Hay que reconocer que en el persa se venden cosas robadas, sí, en un galpón principalmente. Pero es difícil que logren durar más de una semana debido a la constante supervisión de carabineros, de Servicio de Impuestos Internos, policía de investigaciones y la municipalidad de Santiago. Los trabajadores del persa critican al gobierno por el comercial que están dando en televisión, creen que intentan demostrar que están haciendo algo para evitar la venta de elementos robados pero no se está tratando el problema de fondo. Carlos Contreras, trabajador del sector, piensa que el gobierno se debe centrar en los asaltos a las casas y que se hacen con esos elementos. “Todo lo que entra al país es revisado y tiene los permisos, pero lo que sale, nadie lo revisa” plantea que existe una persecución con hacia el persa por la importancia que tiene el barrio.
En los años ’30 el Matadero o curtidumbre ubicado en la zona de Franklin vivía un auge laboral, por lo que diferentes comerciantes callejeros se ubicaban a sus alrededores con el fin de ofrecer diferentes productos a los trabajadores del sector. Desde ese momento el barrio se convirtió en el centro comercial más importante del país. Se ubica en las calles Placer, Bio Bio y Víctor Manuel en la comuna de Santiago. Y está constituido por 20 persas o plazas techadas diferentes, los cuales tienen personalidades jurídicas independientes y el conjunto de estos es conocido como persa Bio Bio. Trabajan más de dos mil vendedores y existen más de mil cien locales. Funciona a su 100% los fines de semanas, y festivos. Atrayendo a más de siete mil personas cada día. En este lugar hay de todo, desde antigüedades, cachureos, productos computacionales, música, ropa, comida, artículos deportivos, para el automóvil, para el aseo, plantas, pinturas, juguetes, bicicletas, muebles para todo el hogar, sumado a una inimaginable cantidad de etcéteras. Todo se puede tocar, mirar y probar. Los precios son regateables, conversables, se pueden hacer cambios, trueques, todo de manera directa y personal. En este lugar se caen las fronteras sociales, las imposiciones actuales de mercado y se arma un mundo aparte de todo convencionalismo y contrario al sistema actual.
El persa es conocido como un lugar de encuentro social, van personas de diversos sectores de la ciudad, clases sociales, económicas y culturales. “En ninguna otra parte se pueden reunir, aquí no hay lejanía, aquí son todos iguales y reciben el mismo trato”, dice Carlos Contreras trabajador del sector. Este elemento es fundamental para el funcionamiento del persa, se produce un ambiente de encuentro, de respeto y una instancia para compartir. El persa Bio Bio a lo largo de sus años ha visto pasar a millones de personas, tanto compradores como vendedores y un sinfín de modas, ropas y objetos. Se reúnen millones de personas cada fin de semana, no sólo compradores sino también turistas y extranjeros que buscan conocer más acerca de nuestra cultura, de nuestra forma de ser y nuestras raíces de chilenos. Pero el persa no está exento de polémicas. El tema de la venta de elementos robados es algo presente en el lugar y en la sociedad. Es fácil escuchar “me robaron algo, anda al persa a buscarlo“, es una frase típica que forma parte del vocabulario de la gente. Tal como lo contó un mismo vendedor del persa, a su hija le robaron y él se fue a dar una vuelta buscando sus cosas, no encontró nada, pero fue. Él mismo dice que sabe que no venden cosas robadas pero que hay una mala imagen la cual se ha grabado en el inconsciente de todos los santiaguinos.
El “Mall del Mueble”, ubicado en el Barrio Franklin, es una de las alternativas más recomendables en lo que respecta en el mercado de muebles, ya que cuenta con una amplia gama de diseños y materiales a precios económicos. Los fabricantes nacionales tienen su nicho en esta zona típica de Santiago, en donde se ubican los tres galpones que albergan a más de 2.300 locales. Por ejemplo, si busca cambiar su living en esta zona comercial puede encontrar sillones a precios que fluctúan entre los 190.000 y 250.000 pesos, dependiendo del tamaño.
¿Necesita renovar el interior de su casa y no sabe dónde comprar sin gastar de más?
Otras opciones que puede encontrar son comedores, camas, roperos, sillas y una serie de muebles para decorar el hogar. Ahora bien, si usted es de esos que le tiene apego al mueble heredado o es un amante de las antigüedades, los muebles restaurados son lo suyo y para eso están las alternativas que ofrece el Barrio Italia y el Parque Los Reyes. Allí hay grandes maestros que restauran muebles de antaño y aunque el precio se eleva un poco, quienes entienden del tema aseguran que la calidad lo vale. Precios, diseño, calidad y funcionalidad son los factores que debe considerar a la hora de amoblar su casa. Lo bueno es que las opciones son tantas como el cliente desee.
Sillones, comedores, mesas, espejos, camas, veladores, armarios, estufas, cocinas, y muchísimas cosas más se pueden encontrar en los Persas de muebles a lo largo de las calles Bío-bío y Placer. Las Gangas, ubicado en Placer con San Francisco, es la primera feria de muebles del barrio, instalada hace 30 años y se jacta de abrir los 365 días del año.El típico olor a pegamento es característica de los muebles de placa de nocalipto, aunque también hay varios de maderas como pino o roble. La mayoría de los productos son de fabricación chilena. Una fuente de trabajo que trajeron consigo estas ferias son los “yegueros”, a los que se les puede ver todo el día transportando muebles o descansando sobre sus carretas a la hora de almuerzo.
Pescados, mariscos, verduras, frutas y carnes frescas del día resaltan a los ojos de los compradores que pueden ir todos los días del año al Mercado Matadero, ubicado entre las calles San Diego, Arturo Prat, Figueroa y Bío-bío. De las 8 a las 14 hrs. los locales de pescadería ofrecen camarones, sierra, jibia, machas, erizos, caballa y mucho más a precios muy convenientes. Tanto los pescados, como las carnes se filetean frente a los compradores, que sueles ser restaurantes, colegios y caseros. Toda la mañana, hombres robustos y otros no tanto descargan fiabres que llegan a pesar hasta 80 kilos. Por su parte, las verdulerías son un lugar imperdible para quienes quieren comer sano y ser creativos en la cocina con nuevos ingredientes que se pueden descubrir en locales de especias. Pero además de los productos que van y vienen todos los días, lo que permanece en el Mercado Matadero es un ambiente muy amigable, pues la mayoría de los locatarios son familias. El papá que tiene un puesto es hermano del que tiene otro, y la cuñada vende más allá mientras los sobrinos y los nietos aprenden el oficio. Ese es el ambiente laboral que se vive en el Mercado Matadero.
El Lai Thai es el único local de comida tailandesa del Biobío. Regentado por Míster Odd, un tailandés que estudió economía y administración para luego aterrizar en California y fundar un local con las comidas de su tierra natal, pero se apestó de los gringos y se vino al Biobío a instalarse con sus platos. Pedimos un Matsaman curry: filete de vacuno, una porción de arroz blanco, papitas cocidas y tomates cherry. Todo nadando en una salsa anaranjada que tenía curry matsaman, leche de coco y maní. Una salsa dulce, picante y salada. Todo esas sensaciones en fila india. Si puede ir, vaya. Si puede comer dos platos, hágalo. Si puede secuestrar a los cocineros para que le cocinen de por vida, hágalo sin pensarlo.
Avanzamos dos locales y nos encontramos con ‘Donde María’, el transatlántico de los lomitos: ocupa una esquina del Galpón Franklin 604 que partió hace 20 años con taburetes para 10 personas con suerte y ahora los fines de semana, preparan su tropa de cocineros, cajeros y meseros para poder atender hasta a 40 comensales que se atragantan un lomito a distintas velocidades amparados bajo la sombra del toldo o la cornisa. Si la comida tailandesa implica un conocimiento acabado de cocina, sabores exóticos al paladar y presupuesto, la gracia del lomito es su simpleza. Menos es más, decía Van Der Rohe, un arquitecto bacanoide, y si bien, se refería a arquitectura, acá la cita cae de cajón. El centro de atención de ‘Donde María’ es una parilla metálica, negra y alargada como un portaaviones donde los cocineros van fileteando los trozos de lomos que chillan de calor. El aroma que despide la parilla es cautivante. Nosotros tuvimos suerte. Era un día de semana y eran las 3 y media de la tarde, así que nos encontramos con el local a media máquina. Sólo estaba Marcela y Valencia, el cocinero, así que nos anotamos con un lomito palta mayo con una bebida y en un pestañeo ya estaba ante nosotros ese manjar. Luego pedimos un vaso para compartir la bebida y de buena onda lo dejaron hasta la mitad con hielo glacial.
‘Bomba colombiana’ es efectivamente la mejor forma de llamar a la papa rellena, una masa de harina de trigo rellena de arroz, arvejas, pollo, papas y un huevo en el centro como maqueta de la tierra. Todo mezclado y prensado con la sutileza con la que uno hace un bola de nieve en plena guerra campal. Si estái apurado, ensártale un tenedor y te lo vai comiendo en el camino. Si no, entonces te lo entregan en un plato de plástico con forma de porción de pizza y lo acompañan con tomate picado y palta. Eso sí, es seco. Muy seco si además si te lo comís una tarde de jueves a las 4 de la tarde. Pedimos unos jugos naturales que son la patá. Uno de melón calameño y otro de sandía. Llega el tipo con el jarro de la licuadora y te sirve un poco. Te lo tomái y luego, te lo llena y espera a que tomís un poco más para dejarte el conchito que quedó en la licuadora.
la pastelería coreana más grande del sector (son dos, la otra es la ‘Había una vez…’ en Antonia López de Bello). Tiene toda la onda: aire acondicionado, amplios ventalaes, unas luces de neón anunciando el local, un estante donde podís llevarte todos los pasteles, unas vitrinas con unas tortas tan bellas que te daría cargo de conciencia despedazarla. Mejor que se queden en la vitrina para siempre. Además de pasteles y tortas, tienen la sensación (o al menos eso deduje al ver que los orientales lo pedían tanto) : el té helado. Una copa grande como jarrón de vino con mucho hielo y el té colándose por entre los cubos. Ah, y los pasteles vienen con los nombres escritos a mano en coreano y en español. Uno obviamente pide lo más extraño las primeras veces. Nosotros nos anotamos con dos. Uno es un clásico que venimos comiendo desde el último invierno: el pastel con té verde y queso crema -el de la foto-; el otro es el pan de arroz. El primero es una masa en forma de flor con una corona de lonjas de almendras y al interior de la masa algo verdosa, aparece el queso crema. Bacán.
Achacao: adj Triste. Achacarse: Ponerse triste, Entristecerse. Achaplinarse: Echarse para atrás, Arrepentirse de hacer algo. Adj Chaplín Achuntar: Dar en el clavo, acertar. ¡A(d)onde la viste!: interj. “¡no te creo!”. Agarrar pa’l hueveo: Tomar el pelo. Agarrar pa’l leseo: Tomar el pelo. Agarrar pa’l chuleteo: Tomar el pelo. Agarrar papa: Tomar ventaja de una situación
Bacán: interj Se usa como expresión cuando algo es/resulta agradable o estimulante o beneficioso... “¡Qué bacán!” (¡Qué bueno!, ¡Qué entretenido!). Bailoteo: f Fiesta con baile. Bajón: f Depresión, f Pena. Bajoneao (fem: Bajoneá): adj Triste, adj Deprimido. Bajonearse: v Ponerse triste, v Deprimirse. Barateli: adj Barato. Barrero (fem: Barrera) (fem: Barrera): adj Que tiene preferencia por alguien en especial. Barsa (adj): Quien es desagradable, prepotente, aprovechador. Barsúo (adj): Quien es desagradable, prepotente, aprovechador.
Cabra: f Muchacha, f Joven. Cabeza de pescado: Tontería. Cabro: m Muchacho, m Joven. Cabro chico (fem: Cabra chica): m Niño (en especial, un adulto que se comporta como niño). ¿Cachai? “: ¿Me entiendes?”, “¿Me comprendes?”. Cachar: v Entender, v Comprender, v atrapar Cacheteo: Relación sexual. Cachetón (fem: Cachetona): adj Ególatra. Cacho: 1) m Cuerno; 2) f Carga (ej. “Pobre María, tremendo cacho tener que criar a 10 hijos”).
Damasco: m Albaricoque. Dar el filo: 1) v No hacer caso; 2) v Terminar una relación sentimental. Dar en el clavo v Acertar. Dar la hora: 1) v Hacer caso, Prestar atención a alguien (ej. “¡Felipe no me da ni la hora!”: Ni me mira; 2) v Estar en un lugar perdiendo el tiempo. Darle a alguien: intimar con alguien, en sentido sexual. Dar julepe: v Tener miedo. Darse una manita de gato expresión: “me voy a arreglar”, estéticamente hablando... maquillarse, peinarse. ¡De ahí! interj :“en un rato más”, “después”. Dejar la cagada: v Armar un escándalo, Crear un gran alboroto (más vulgar). Dejar la crema: v Armar un escándalo, v Crear un gran alboroto. Dejar la escoba: v Armar un escándalo, v Crear un gran alboroto. ¡De má(s: )!interj “Sí”, “Ok”. De miedo (¡De miedo!): adj, interj Sensacional, Fantástico. Durazno m: Melocotón.
Ene: Mucho, Bastante, Demasiado. Engrupir: 1) v Seducir a alguien con disimulo; 2) v Mentir. En (la) mala: Con mal ánimo o disposición. En pelotillehue: adj Desnudo/a. ¡Escoba! interj “¡Mira quien habla!”, “¡Mira quien lo dice!”. Espinita: adj Adulador, adj Chupamedias. Estar agarrado/a (de alguien): v Estar enamorado/a de alguien o querer mucho a la pareja. Estar apestao (fem: Apestá): v Estar aburrido o cansado de hacer algo. Estar arranado: v Estar aburrido. Estar cagado/a: estar en problemas o en un tremendo lío Estar chato/a: v Estar agobiado o abrumado o cansado o colmado de hacer algo. Estar choreao (fem: Choreá) v Estar aburrido. Estar enfermo de... v Estar muy... (enamorado, ebrio, etc). Estar enganchado/a v Estar enamorado/a de alguien o querer mucho a la pareja. Estar en otra v Estar en las nubes o pensando en otra cosa. Estar frito (fem: Frita) v Estar metido en problemas.
Facha f Apariencia, f pinta. Facho (fem: facha) fascista o de tendencias (ultra)nacionalistas. ¡Filo! interj “¡No tiene importancia!”, “¡No (me) importa!”. Fleto adj Homosexual. Fome adj Aburrido. Funao adj. (estar) acabado (lleno de problemas). Sustantivo: funa. Funar v Echarse algo a perder (una fiesta, un plan, etc.). Frutilla f Fresa.
Gallá m Grupo de personas. Gallada m Grupo de personas. Gallo m Hombre, m Fulano, m Tipo. Gamba Cien pesos chilenos. Ganso (fem: Gansa) adj Despistado. Gauchá m Favor. Gauchada m Favor. Gaya f Mujer, f Fulana. Goma (m, f) Persona que siempre hace los mandados o favores, por obligación, porque lo mandan a hacerlo. Gorrear v Ser infiel. Gorrero (fem: Gorrera) adj Infiel. Grado 1 Besos. Véase “Incursionar en grado 1”. Grado 2 Besos y caricias (apasionados). Véase “Incursionar en grado 2”.
Hablar cabezas de pescado: v Decir tonterías o incoherencias. Hablar hasta por los codos: v Hablar demasiado, sin parar. Hacerla corta: v “Contar una historia en forma resumida”. Hacerse el huevón: v Fingir. Hacerse el loco: v Fingir. Hacer una vaca : v Hacer una colecta. Hacerse atao: v Complicarse. Harto (fem: Harta): adj Mucho, Demasiado, Gran cantidad de. Helado: Nieve, m Mantecado. Hocicón (fem: Hocicona): adj Quien no guarda un secreto y lo divulga. Hociconear: v Revelar secretos o intimidades. Hoyo (el) m Culo, f Cola, Poto. Huachipiar[Léase: “Guachipiar”] v Hurtar. Hueco (fem: Hueca) adj Superficial (una persona).
Incursionar en grado 1 v Besarse (con alguien). Incursionar en grado 2 v “Atracar”, fase en la que a los besos se agrega el “corremano” (manoseo). Incursionar en grado 3 v Hacer el amor (Los grados aumentan la fogocidad del encuentro amoroso. Irse en la profunda v Filosofar (pensar seriamente en los vaivenes de la vida y en la vida misma).
Lacha (adj) Mujer que flirtea con muchos hombres. Lacho: adj Mujeriego. La dura: f Verdad. Lanza m: m Delincuente que arrebata carteras, collares (joyas, en general) muy rápidamente, mientras las personas las usan, sin usar ningún tipo de arma en su intento. Lanzazo: “Asalto” hecho por un lanza. Lapa: adj se le dice a una persona, hombre o mujer, que es un/a “lapa”, cuando anda detrás de uno todo el tiempo, buscando nuestra compañía... “pegote”. Lápiz pasta: m Bolígrafo. La pulenta: la pura verdad. Latero (fem: Latera): adj Aburrido. Lesear: v Tomar el pelo. Leseo: Situación donde se bromea y se toma el pelo. Lesera: f Tontería. Loco (fem: Loca): 1) en las clases bajas, forma de llamar a un hombre, a un tipo... ese loco= él. 2) bajo los efectos de la droga o el alcohol. Lolo (fem: Lola): m, adj Joven, m Muchacho. Lomo de toro: tope que se pone en las calles para que los automovilistas aminoren la velocidad. Luca: Mil pesos chilenos.
Maestro chasquilla m Hombre que hace las veces de plomero, electricista, gasfiter, albañil, etc., quien todo lo arregla o repara. Manso (fem: Mansa) adj Grande, adj Enorme. Maní 1) m Cacahuate, m Cacahuete; 2) interj “Y a mí que”, “No me interesa”. Marcar ocupado 1) v No entender; 2) v Estar sorprendido por algo. Mateo (fem: Matea) adj Estudioso, Quien sabe mucho. Meter cuco v Asustar. Metete adj Entrometido, Metido. Metro m Tren subterráneo. Micro (f ) m Microbús. Mijito (fem: Mijita) Llamado cariñoso que se le da a alguien. Mijito rico (fem: Mijita rica) m Hombre muy buenmozo, interj ¡Mijita rica!. Mijo (fem: Mija) Llamado cariñoso que se le da a alguien. Milico m Militar. Mino (fem: Mina) 1) Persona muy atractiva; 2) Forma de llamar a un/a hombre/ mujer. Mortal interj, adj Estupendo, Grandioso, Fenomenal. Moya interj “No tengo idea”. Mundo (de) Bilz y Pap m Mundo de fantasía, f Utopía.
Ni ahí: que no interesa, o no importa; “no estar ni ahí”: “¡me importa un bledo!”; “¡no me interesa!”. Nica: interj. por ningún motivo, de ninguna manera. Ni cagando: interj Por ningún motivo, De ninguna manera. No estar ni ahí: No importar un bledo. Novio (fem: Novia): m Prometido (para casarse).
Pa’ callao (callado): interj En secreto, “¡No le cuentes a nadie!”, adv Secretamente. Paco: m Carabinero (policía). Pajarón (fem: Pajarona): adj Despistado (poco fijado u observador). Pajero (fem: Pajera): adj Flojo. Pajear: v Flojear. Pajita: f Pajilla para beber líquidos. Paleta (adj): Quien que se ofrece para hacer mandados o favores es “paleta”. Paleteá: m Favor. Paleteao (adj): Hombre que se ofrece para hacer mandados o favores. Palo: f Indirecta. ¡Qué bacán!: ¡Qué bueno!, ¡Qué entretenido!. Quebrao (fem: Quebrá): adj Presumido, Ególatra. Quebrarse v Vanagloriarse, Presumir. ¡Qué chori/choro!: ¡Qué entretenido!. ¡Qué lata! 1) interj ¡Qué aburrido! ¡Qué fome!; 2) ¿Qué onda?: ¿Qué pasa? ¡Que paja! ¡Qué flojera tengo! ¡Qué penca!: ¡Qué lástima!, “Es una pena”. ¡Qué rico!: ¡Qué bueno!. Raja: 1) f Suerte; 2) m Poto, m Culo, f Cola; Rajar: v Reprobar en un examen. Rajarse: v Invitar y pagar (una comida, un regalo, etc.). Rasca: adj Vulgar. Rico (fem: Rica): adj Buenmozo, adj Hermoso, adj Lindo (persona). Sapear v Mirar. Sapo (fem: Sapa) 1) m, adj Mirón; 2) m, adj Soplón. Sepa moya interj “No tengo idea”. Se le quema el arroz adj Afeminado, adj Homosexual.
Taco: f Congestión vehicular, m Embotellamiento, f Tranca. Talla: m Chiste, broma, comentario gracioso. ¡Tapa!: interj. “te quedas con cuello”. Tata: m Abuelo. Tener cuco: v Tener miedo. Tener cue(v)a: v Tener suerte. Tener raja: v Tener suerte. Tener tuto: v Tener sueño. Tenerle barra a alguien: v Tener preferencia por alguien. ¡Te fuiste al chancho!: interj. “¡Exageraste!”, “¡Se te pasó la mano!”. Tía: Llamado cariñoso a la mamá de un amigo/a, novio/a... Tío: Llamado cariñoso al papá de un amigo/a, novio/a... Tira: m Detective. Tirar: v Besar en la boca. Tirar la talla: v Bromear, v Hacer comentarios graciosos. Tirar pa’ arriba: v Subir el ánimo.
Vaca: Persona que estropea algo que andaba bien. Vacuna: persona que estropea algo que andaba bien. Valer callampa: v No valer la pena (interj ¡Vale callampa!). Valer hongo: v No valer la pena (interj ¡Vale hongo!). Velador (m): f Mesita de noche. Vereda: f Acera, m Andén, f Banqueta. Viejito Pascuero: Papá Noel, Santa Claus. Ya: Listo Yapa: Lo que da de más el vendedor al cliente, Regalo. ¡Ya poh (mierda): !interj ¡Apúrate! Yaya: Falla, Defecto(persona). Yayita: Falla, Defecto(persona). Yunta: m Amigo íntimo, f Amiga íntimo