Higiene agentes fisicos y biologicos

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Capítulo 2. Higiene industrial: Agentes físicos y biológicos. 1 Riesgos de los agentes físicos: ruido. El desarrollo de la mecanización, el aumento cada día más acusado de los ritmos de trabajo, etc., hacen que la vida laboral, por lo general, se desarrolle en ambientes más o menos ruidosos, que a determinados niveles y tiempos de exposición pueden llegar a inducir diversas alteraciones de la salud. Así, se podría definir el ruido como el sonido no armonioso que produce una sensación desagradable. Una melodía procedente de una radio, puede resultar muy agradable a una familia en su casa, pero es una molestia para sus vecinos que intentan dormir. La única diferencia entre sonido y ruido no es, por tanto de tipo físico, sino de carácter subjetivo y poco cuantificable. El ruido puede interferir en la comunicación hablada, en el trabajo y en las actividades del tiempo de ocio, en ciertos casos, puede afectar a la conducta, puede producir una pérdida temporal de oído, y si el nivel de ruido es suficientemente alto, puede ser responsable de un daño permanente en el mecanismo auditivo, de ahí que su control sea enormemente importante, tanto desde el punto de vista médico como desde la perspectiva social e incluso económica, pues constituye un problema cuya presencia es muy frecuente en la industria. Todos los sonidos o ruidos, por distintos que sean, tienen en común que se producen como resultado de un movimiento. Al hablar, existe un movimiento o vibración de las cuerdas vocales, y cuando hacemos sonar una campana, si tocamos el metal, vemos como éste vibra. Cuando algo vibra mueve lo que tiene alrededor, un eje al girar hace vibrar a los cojinetes que lo soportan, el aire que escapa de una fuga hace vibrar al aire quieto que hay alrededor de ella; una pieza que se tira a un contenedor metálico hace vibrar las paredes del mismo y éstos, a su vez, hacen vibrar el aire de su alrededor. Existen muchos tipos de vibraciones: rápidas, lentas, continuas, intermitentes, y su fuerza también es distinta según sean las causas que las hayan originado. En el origen de cualquier vibración, se encuentra siempre una cierta energía, (un martillo que golpea, dos superficies que rozan chirriando, el aire que escapa a presión de una válvula). Esta energía, moviliza ligeramente, a veces incluso de forma imperceptible, las moléculas de los materiales afectados, transmitiéndose este movimiento al medio que lo rodea, (aire, agua, etc.). El sonido, (ruido), se podría por tanto definir, desde el punto de vista físico como variaciones de presión generadas por la vibración de partículas en un gas, líquido o sólido y que son recogidas por el oído. En nuestro caso, si consideramos el aire como el medio en que nos desenvolvemos, el sonido no es más que la vibración del aire, y por tanto, puede ser descrito, medido y estudiado mediante teorías físico matemáticas del movimiento ondulatorio, aplicadas a la presión atmosférica. El aire, es un medio con dos propiedades muy comunes en los materiales: tiene inercia, y es elástico. 1


El conjunto de estas propiedades, se manifiesta en el fenómeno de la propagación del sonido de forma que, si en un punto se origina un sonido o vibración del aire, este sonido, aparecerá a una distancia del origen con un cierto retraso, es decir, el sonido se presenta con una velocidad finita. La velocidad de propagación, dependerá de la masa y propiedades elásticas del medio; en el caso del aire es de 344 m/sg. a 20°C.

1.1

Magnitudes características del ruido.

Las principales magnitudes características del ruido son: ¾

Nivel de presión sonora: Las fluctuaciones de la presión atmosférica, por encima y por debajo del valor estático, producidas cuando se propaga una onda sonora a su través, son conocidas como presión sonora.

Se mide en unidades de presión, esto es: Newtons por metro cuadrado, (N/m2), o Dinas por centímetro cuadrado, (d/cm2), o microbares, ( μ bar). El valor mínimo de presión sonora que una persona puede oir, es del orden de 2 por 105 N/m2, mientras que la presión atmosférica es del orden de 105 N/m2. Con valores de presión de 200 N/m2 se empiezan a producir sensaciones dolorosas. Este rango tan amplio de variación no se puede abarcar con una escala lineal que tuviera suficiente precisión de medida, por ello surge la necesidad de cubrir este amplio rango con un número razonable de divisiones, que conjugue la facilidad práctica en la medida de los niveles de presión sonora del ruido, con la necesaria precisión. A tal efecto se seleccionó una escala logarítmica dividida en decibelios (dB). El decibelio es una unidad relacionada con el logaritmo del cociente entre la cantidad medida y una cantidad de referencia. En el caso de la presión sonora la cantidad de referencia es: Po = 20 N/m2 y la equivalencia entre el nivel de presión sonora, expresado en N/m2, y el mismo, expresado en dB, viene dado por la fórmula:

Siendo: 2


Lp = Nivel de presión sonora medido en dB.

P = Presión sonora en N/m2.

Po = Presión sonora de referencia (20 N/m2).

Es decir, que en esta escala el máximo valor permisible de la presión sonora (200 N/m2) equivaldría en dB a:

Y el mínimo audible sería :

El nivel de presión sonora está relacionado con nuestra sensación del volumen o intensidad del sonido, así un sonido nos parecerá más intenso cuanto mayor sea su nivel de presión sonora.

¾

Frecuencia. El número de variaciones de presión que se producen en un tiempo determinado es lo que se llama frecuencia. La frecuencia, se mide en Hertzios, (Hz), y un Hz equivale a un ciclo/sg. La frecuencia de un sonido en el aire puede variar entre 0 y 109 Hz aproximadamente, aunque el margen de frecuencias audibles varía entre 20 y 20.000 Hz en la teoría, y entre 40 y 10.000 Hz en la practica.

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Los sonidos de frecuencia inferior a 20 Hz, se suelen llamar infrasonidos y los de frecuencia superior a 20.000 Hz ultrasonidos. Ni uno ni otro, son detectados por el sentido del oído humano, lo cual no significa que no puedan ser perjudiciales para el organismo. Desde un punto de vista subjetivo la frecuencia está asociada a nuestra sensación de tono y altura tonal del sonido, de forma que los sonidos de baja frecuencia se oyen como tonos graves, y los de alta frecuencia como tonos agudos.

¾

Escalas de ponderación. Es un hecho conocido, que el oído humano no es igualmente sensible al sonido, al variar la frecuencia de éste, de forma que para que un sonido de 100 Hz sea audible, es necesario que su nivel sea superior a 38 dB, mientras que a frecuencias más altas, por ejemplo 4.000 Hz, ya es audible un sonido de -5 dB. Según lo anterior, la medida del ruido en términos de su nivel de presión sonora total, indica de manera muy pobre lo que el individuo oye. Para intentar acomodar la lectura de los aparatos de medida a la sensación auditiva, se introdujeron curvas de ponderación en frecuencia que se aproximaran a la respuesta del oído humano, y para distinguir las mediciones realizadas utilizando estas ponderaciones, se añade la letra identificativa de la escala después de la unidad. Las tres Escalas o Redes de ponderación normalmente utilizadas son :

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Hay que tener presente que el uso de una escala de ponderación modifica la composición espectral del ruido, atenuando unos componentes y amplificando otros, lo cual hace que el nivel global resultante dependa de la intensidad del ruido y de como está distribuido en cada frecuencia. Por lo tanto, no hay ninguna relación sencilla entre el nivel físico (medido en dB) de un ruido y su nivel medido en dB(A), dB(B) y dB(C),.y por ello, es importante especificar la escala de ponderación que se ha usado. En la actualidad son las escalas "A" y “C” (para picos), las que se utilizan de manera casi universal en la medición de ruidos industriales, para la evaluación de las condiciones de exposición de los trabajadores. La importancia de la escala “A” deriva de la constatación experimental de que, el riesgo de daño a la audición de las personas expuestas laboralmente a ruido, está relacionado con el nivel sonoro medido en dB(A). Por ello, para valorar dicho riesgo, fijar límites sonoros permisibles, o cualquier otra acción preventiva relacionada con el ruido, es obligado utilizar estas escalas de ponderación en las especificaciones del nivel sonoro.

1.2

Fisiología y efectos del ruido sobre el hombre.

El cuerpo humano, como cualquier otro cuerpo, recibe las vibraciones que le transmite el aire. Algunas de estas vibraciones, se perciben por el oído: son las vibraciones audibles o sonido.

5


El oído capta las ondas sonoras y las transforma en impulsos nerviosos que a través del nervio auditivo llegan al cerebro. Estas ondas sonoras, normalmente son recogidas por la oreja, aunque también penetran en el oído a través de los huesos de la cabeza. El oído se divide en tres partes:

Centraremos el contenido de este bloque en dos aspectos: ⇒ Efectos del ruido sobre el hombre. Si bien, un estímulo acústico brusco e intenso, (por ejemplo una explosión), puede dañar la capacidad auditiva, ocasionando incluso una rotura del tímpano, mas importantes son los efectos que el ruido puede provocar a medio y a largo plazo sobre el oído. La permanencia en un ambiente ruidoso, puede alterar las fibras nerviosas de la cóclea llegando a perder su capacidad de generar estímulos nerviosos. La agudeza auditiva disminuye al no llegar tales estímulos al cerebro. Un trabajador expuesto al ruido nota los primeros días que oye menos al salir del trabajo. Este fenómeno, de mayor o menor duración (minutos u horas) se llama disminución temporal de la capacidad auditiva y se produce por la fatiga de las fibras nerviosas. Si la fatiga no es muy importante, al cesar la exposición al ruido, se recupera paulatinamente la audición hasta la normalidad. Si al reanudar el trabajo al día siguiente, la disminución de la audición no ha desaparecido, podemos pensar que la fatiga auditiva es excesiva y que la recuperación exigiría mas tiempo de descanso. Cuando la exposición al ruido es prolongada, (durante años), se produce la "disminución auditiva permanente" o hipoacusia. Esta alteración de la audición se instaura lenta y progresivamente. Aparecen primero, una serie de síntomas a los que normalmente no se les da importancia, como son: dificultad para oir el timbre de la puerta o del teléfono, tendencia a aumentar el volumen del televisor a niveles que resultan molestos para los demás, dificultades de relación con los compañeros y familiares, aumento de la irritabilidad... detalles que normalmente no lo relacionan con la exposición al ruido y con la posible lesión auditiva. Todo ello es debido a que los niveles excesivos de ruido han ido lesionando las fibras nerviosas de la cóclea. Pero no todas se lesionan uniforme y simultáneamente, las encargadas de captar los sonidos agudos, (4.000 Hz), son normalmente las primeras en dañarse. De forma paulatina, esta lesión se va extendiendo, afectando también a las que captan el resto de frecuencias. Nos damos cuenta de la 6


lesión, cuando ésta afecta a las frecuencias conversacionales. Estas lesiones son totalmente irrecuperables, porque las células nerviosas, a diferencia de otras, no se regeneran en ningún caso. La hipoacusia suele estar acompañada de otras molestias como acúfenos, (zumbidos), sensaciones vertiginosas y un fenómeno que se llama "reclutamiento". Este fenómeno consiste en no poder entender con facilidad el significado de las palabras aunque las captemos. La hipoacusia por ruido se caracteriza porque es:

Bilateral, y casi siempre simétrica, es decir, afecta a los dos oídos por igual.

Irreversible, es decir, que una vez instaurada no se puede recuperar la audición hasta los límites normales.

No evolutiva, ya que en la mayoría de los casos no progresa cuando cesa la exposición.

⇒ Evaluación audiométrica de la hipoacusia por ruido o sordera profesional: con la audiometría podemos detectar el primer signo de que el ruido está afectando a nuestra agudeza auditiva. Es decir, podemos observar la disminución temporal de la audición o fatiga auditiva. En estos casos se advierte una perdida en una frecuencia bien determinada, (4.000 Hz). Ésta es pérdida transitoria, pudiendo recuperarse si cesa la exposición (Gráfico n° 1. Pérdida reversible en la frecuencia de los 4.000 Hz, hasta los 40 dB). Si el trabajador continúa expuesto al factor agresor, esta alteración se convertirá en definitiva, aumentando primero el déficit de la frecuencia indicada, (4.000 Hz) y afectando progresivamente al resto de frecuencias. (Gráfico n° 2. Perdida reversible que sólo afecta a los 4.000 Hz; Gráfico n° 3. Perdida irreversible, afección mayor en los 4.000 Hz e incipiente en los 3.000 Hz; Gráfico n° 4, Perdida irreversible en casi todas las frecuencias).

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Según se puede comprobar, los efectos que el ruido puede causar sobre el organismo humano, son múltiples y de muy variada naturaleza. No obstante, la aparición de éstos, así como la intensidad con la que se manifiesten depende de factores tales como:

1.3

Tiempo de exposición.

Tipo de ruido (continuo o de impacto).

Nivel de ruido.

Distribución en frecuencias.

Susceptibilidad individual, (factor que puede ser determinante en los efectos psíquicos), etc.

Evaluación de la exposición al ruido.

En cuanto a la evaluación de la exposición al ruido, trataremos los siguientes puntos: ⇒

Objetivo de la evaluación: por evaluación del ruido se entienden el proceso metodológico que tiene por objeto alcanzar una conclusión referente a las posibles consecuencias de una situación dada, (en lo que a ambiente sonoro se refiere).

Procedimiento de la evaluación: en general la evaluación sigue el proceso siguiente: 1° Medir la exposición a ruido en el puesto de trabajo en estudio. 2º Comparar los resultados de la medición con algún criterio o regla de evaluación. 3° Concluir sobre las consecuencias previsibles a tenor del resultado de la comparación anterior. Evidentemente las tres fases están interrelacionadas, ya que para comparar unas mediciones con un criterio hace falta que aquellas se hayan realizado en la forma prevista por la norma de evaluación, y las conclusiones serán las deducidas atendiendo a la base teórica o experimental que sirvió de apoyo en la elaboración del criterio de evaluación. A continuación, expondremos los criterios de evaluación recogidos por la normativa española al respecto, lo que nos servirá de apoyo para fijar los métodos de medida y las conclusiones que pueden obtenerse.

Instrumentos y técnicas de medidas: las medidas y análisis del sonido aportan los datos imprescindibles para la valoración del mismo y nos proporciona un medio objetivo de comparar los sonidos molestos bajo diferentes condiciones. La medida y el análisis del sonido es una poderosa herramienta de diagnóstico, imprescindible para la determinación de la existencia, o no, de riesgo por exposición a ruido y para la cuantificación del mismo. Por otra parte, es de vital importancia a la hora de llevar a cabo programas de reducción de ruido, tanto para los ruidos ambientales como en el proceso de diseño de las posibles fuentes ruidosas, (maquinarias). 8


Los equipos de medida más comunmente utilizados son el sonómetro y el dosímetro. Estos últimos, son lo que aportan mayor fiabilidad a la hora de determinar la dosis de ruido recibida por el trabajador. ⇒

Metodología de la medición: antes de abordar una medición de ruido es fundamental hacer una lectura concienzuda de las Normas, Ordenanzas, Recomendaciones Nacionales e Internacionales que existan sobre el tema. La mayoría de estas Normas describen de forma detallada la instrumentación a emplear así como la metodología de la medida. Antes de iniciar las mediciones hay que considerar el objetivo de las mismas a fin de seleccionar el tipo de medición a efectuar y los parámetros a determinar, (Nivel global en dB(A), espectro en banda de octava, nivel máximo instantáneo, etc.). En el momento de las mediciones hay que tomar precauciones para no olvidar anotar datos que luego resulten imprescindibles, ya que su falta puede dar al traste con el trabajo de un día.

1.4

Niveles de exposición al ruido.

La legislación vigente queda marcada por el Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo de 2006 sobre “protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido” ( si desea consultar su contenido, lo tiene disponible en el apartado BIBLIOTECA).Dicho Real Decreto es la adaptación de nuestra legislación a la normativa que sobre este tema existe en la C.E.E. (Directiva 2003/10/CE, de 6 de Febrero de 2003). Este Real Decreto tiene como excepción en su aplicación, a los sectores de música y ocio y el personal a bordo de buques de navegación marítima, para los que establece una moratoria en su aplicación de 2 y 5 años respectivamente. Así mismo introduce la excepción para situaciones en las que la utilización de protectores auditivos pueda causar un riesgo mayor para la seguridad o salud que el hecho de prescindir de ellos, en determinadas condiciones y con una serie de garantías adicionales. En este Real Decreto establecen que los riesgos derivados de la exposición al ruido deberán reducirse lo más posible y señala los valores límite de 87dB(A) de nivel sonoro continuo equivalente referido a los niveles de exposición diaria y un nivel pico de 140 dB (C). Por otra parte, el mencionado Real Decreto establece, además, dos niveles de exposición que dan lugar a una acción:

Valores superiores de exposición diaria de 85 dB (A) y nivel pico 140 dB (C).

Valores inferiores de exposición diaria de 80 dB (A) y nivel pico 135 dB (C).

A continuación se representa de forma sistemática, los requerimientos básicos que se han de llevar a cabo según el propio Real Decreto 286/2006, teniendo en cuenta que no se debe sobrepasar los valores límite indicados de 87 dB(A) de LAeqd y 140 dB(C) de pico.

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Cuando LAeqd ≥ 87 dB(A) ó Pico ≥

140 dB(C), la determinación de la exposición del trabajador se

realizará teniendo en cuenta la atenuación del protector auditivo utilizado. En circunstancias debidamente justificadas, para actividades en que la exposición diaria al ruido varíe considerablemente de una jornada laboral a o otra se podrá utilizar el nivel de exposición semanal al ruido (LAeqS).

1.5

Control del ruido.

El control de ruido es un problema de difícil solución, que debe ser abordado en todos sus aspectos. En él se interrelacionan multitud de circunstancias variables en el espacio y en el tiempo, que conducen como mínimo a una determinada situación de disconfort o molestias para las personas que están expuestas, cuando no a una sordera profesional. Según se ha visto en los capítulos anteriores, la dosis de ruido es una función en la que intervienen, con igual peso, tanto el nivel sonoro como el tiempo de exposición, de forma que para saber si existe una situación de riesgo por exposición a dicho agente físico no basta con conocer sólo uno de ellos. En nuestro caso, lo que se persigue con el control del ruido es lograr reducir la dosis de ruido en un trabajador cuando ésta es elevada. Por tanto, teniendo en cuenta los parámetros que intervienen en ella, surgen dos vías principales de actuación que son:

Control Técnico

Control Administrativo. 10


La finalidad del control técnico es rebajar la dosis de ruido recibida, reduciendo los niveles sonoros a que están expuestos los trabajadores, mientras que con el control administrativo, lo que se persigue es reducir los tiempos de exposición como medio para lograr una disminución de dicha dosis. Medidas técnicas de control para reducir los niveles sonoros de exposición pueden ser: la reducción en su origen, mediante actualización de procesos o maquinaria (*)teniendo en cuenta los avances técnicos, modificación de los métodos de trabajo, apantallamiento

o encapsulamiento, programación de

mantenimiento, etc. Las medidas organizativas se referirán a limitar la intensidad y duración de la exposición y una programación adecuada del tiempo de trabajo en el puesto de exposición. De no haber otros medios de prevenir los riesgos derivados de la exposición al ruido y mientras se corrigen o modifican los procesos ruidosos, se pondrán a disposición de los trabajadores expuestos, para que los usen, protectores auditivos individuales apropiados y correctamente ajustados. El empresario deberá hacer cuanto esté en su mano para que se utilicen dichos protectores, fomentando su uso cuando éste no sea obligatorio y velando por que se utilicen cuando sea obligatorio. (Real Decreto 773/97, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual) (*) El Real Decreto 1435/1992, sobre seguridad en máquinas, indica la obligación de los fabricantes de informar a los futuros usuarios sobre el nivel de ruido al que puede verse sometido con su uso.

2 Riesgos de los agentes físicos: vibraciones. Las vibraciones son movimientos de oscilación rápidos y continuos que se producen en objetos o materiales respecto a su posición de equilibrio, pudiendo transmitirse al cuerpo humano o a alguna de sus partes. El origen de las vibraciones de tipo laboral puede ser: Maquinaria, motores, vehículos, herramientas manuales, etc. El Real Decreto 1311/2005 (si desea consultar su contenido, lo tiene disponible en el apartado BIBLIOTECA), sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones mecánicas, establece las siguientes definiciones: ⇒ Vibración transmitida al sistema mano-brazo: la vibración mecánica que, cuando se transmite al sistema humano de mano y brazo, supone riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores, en particular, problemas vasculares, de huesos o de articulaciones, nerviosos o musculares. ⇒ Vibración transmitida al cuerpo entero: la vibración mecánica que, cuando se transmite a todo el cuerpo, conlleva riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores, en particular, lumbalgias y lesiones de la columna vertebral.

2.1

Características fundamentales de las vibraciones.

La característica física más importante de las vibraciones es la frecuencia, que se puede definir como el número de veces por segundo que se realiza un ciclo vibratorio completo. Se mide en Hertzios (Hz), o ciclos/segundo.

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La forma más sencilla y directa de describir los fenómenos vibratorios es expresar la amplitud del desplazamiento, (desplazamiento máximo), de las partículas, su velocidad, o su aceleración como función del tiempo, bien en valores pico, en valores medios o, más significativamente en valores eficaces. Cualquiera de estas funciones, servirá para definir completamente una vibración, ya que las otras se pueden deducir fácilmente de ella; sin embargo, se utiliza las de la aceleración, (m/s2), por ser la magnitud que más fácilmente se relaciona con la energía del sistema vibrante. En la tabla del siguiente bloque podemos observar los diferentes tipos de vibraciones y su procedencia más probable.

2.2

Efectos de las vibraciones.

Son varios los órganos o sistemas que pueden ser excitados y, en consecuencia, afectados por las vibraciones, dependiendo su gravedad de la frecuencia, intensidad y tiempo de exposición a las mismas. Para estudiar el efecto de las vibraciones sobre el hombre, es necesario clasificar el tipo de exposición a la vibración en dos categorías, basándonos en el contacto que el trabajador tiene con el medio vibrante. La primera categoría, se refiere a la vibración de "todo el cuerpo" y se produce cuando toda la masa corporal está sujeta a la vibración mecánica, como por ejemplo, en el caso de que el trabajador permanezca de pie en una plataforma vibrante o sentado en el asiento de un tractor. La segunda categoría, se refiere generalmente a la vibración "parcial" y se define como una vibración en la cual sólo una parte del cuerpo está en contacto con el medio vibrante, mientras que el resto del cuerpo permanece en una superficie estacionaria, por ejemplo, la mano o manos de un trabajador que opera con una motosierra. En la tabla que se muestra a continuación se establecen algunos de los efectos más significativos.

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2.3

Medidas de las vibraciones.

Las magnitudes determinantes de las vibraciones, (aceleración, velocidad, desplazamiento), pueden medirse directamente en sus unidades respectivas, (m/s2, m/s y m), ó bien utilizando el concepto de nivel, expresado en dB. La magnitud básica utilizada para valorar la intensidad de la vibración es la aceleración, expresada en m/s2. El equipo básico utilizado para la medida de las vibraciones consta de:

Transductor o acelerómetro.

Preamplificador.

Amplificador, normalmente con un analizador de frecuencias.

Registrador.

Los equipos existentes en el mercado presentan la posibilidad de medir las distintas magnitudes fundamentales, reflejando tanto los valores eficaces como los valores pico. Algunos equipos, pueden actuar como dosímetros integradores con posibilidad de ponderar automáticamente los distintos datos de acuerdo con las normas internacionales. Las mediciones se orientan a determinar la ausencia o presencia de riesgo higiénico para los trabajadores expuestos.

2.4

Valores límite de exposición y valores de exposición a vibraciones mecánicas que dan lugar a una acción.

Para la vibración transmitida al sistema mano- brazo:

El valor límite de exposición diaria normalizado para un período de referencia de ocho horas se fija en 5 m/s2.

El valor de exposición diaria normalizado para un período de referencia de ocho horas que da lugar a una acción se fija en 2,5 m/s2.

La exposición del trabajador se debe realizar conforme a los métodos y aparatos utilizados deberán adaptarse a las características específicas de las vibraciones mecánicas que deban medirse, a los factores ambientales y a las características de los aparatos de medida, con arreglo a la norma UNEEN ISO 5349-2 (8-1000Hz), que contempla el Real Decreto 1311/2005, sobre vibraciones. ⇒

Para la vibración transmitida al cuerpo entero:

El valor límite de exposición diaria normalizado para un período de referencia de ocho horas se fija en 1,15 m/s2.

El valor de exposición diaria normalizado para un período de referencia de ocho horas que da lugar a una acción se fija en 0,5 m/s2.

La evaluación del nivel de exposición a las vibraciones se basa en el cálculo de la exposición diaria A(8) expresada como la aceleración continua equivalente para un período de ocho horas, calculada como el mayor de los valores eficaces de las aceleraciones ponderadas en frecuencia determinadas según los tres ejes ortogonales (1,4awx, 1,4awy, awz, para un trabajador sentado o de pie), de conformidad la norma ISO 2631-1 (1-80Hz), que contempla el Real Decreto 1311/2005, sobre vibraciones 13


La evaluación del nivel de exposición puede efectuarse mediante una estimación basada en las informaciones relativas al nivel de emisión de los equipos de trabajo utilizados, proporcionadas por los fabricantes de dichos materiales y mediante la observación de las prácticas de trabajo específicas o mediante medición. ⇒

Para exposiciones de los trabajadores a las vibraciones mecánicas inferiores a los valores de exposición diaria, pero que varíen sustancialmente de un período de trabajo al siguiente y puedan sobrepasar ocasionalmente el valor límite correspondiente, el cálculo del valor medio de exposición a las vibraciones podrá hacerse sobre la base de un período de referencia de 40 horas, en lugar de ocho horas, siempre que pueda justificarse que los riesgos resultantes del régimen de exposición al que está sometido el trabajador son inferiores a los que resultarían de la exposición al valor límite de exposición diaria.

2.5

Control de las vibraciones.

La protección de la salud del trabajador, debe llevarse a cabo por la adopción tanto de medidas técnicas de prevención como por una adecuada vigilancia médica y selección de personal. En la siguiente tabla vemos esquematizadas algunas medidas técnicas de tipo general que pueden ser adoptadas.

En esta otra tabla se reflejan medidas concretas a adoptar en dos campos muy típicos con exposición a vibraciones.

2.6

Niveles admisibles de vibraciones.

Real Decreto 1311/2005, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones mecánicas. 14


Real Decreto 1435/92, sobre seguridad en máquinas, indica la obligatoriedad para el fabricante de informar a los futuros usuarios sobre el nivel de exposición a vibraciones al que puede verse expuesto. Si quiere consultarlos, los tiene disponible en el apartado BIBLIOTECA.

3 Riesgos

de

los

agentes

físicos:

radiaciones

y

campos

electromagnéticos. Podemos definir una radiación como una emisión o una transferencia de energía en forma de ondas electromagnéticas o partículas subatómicas. Las radiaciones electromagnéticas vienen determinadas según la tabla siguiente:

El electromagnetismo tiene muy diversas manifestaciones: rayos X, la luz ultravioleta, las ondas de radio y los campos estáticos son todas emisiones electromagnéticas diferentes, que se pueden caracterizar pro su frecuencia ( ν ), longitud de onda ( λ ) o energía. La frecuencia y la longitud de onda están relacionadas entre sí por la ecuación:

Donde c es la velocidad de la luz en el vacío (3.10 8 m/s). La frecuencia es el ritmo con el que el campo electromagnético cambia de dirección y/o amplitud; generalmente se mide en hercios (Hz) aunque cuando la frecuencia es alta, se utilizan múltiplos del hercio kilohercio (KHz), megahercio (MHz) y gigahercio (GHz). A muy altas frecuencias, la energía transportada es suficiente para romper los enlaces atómicos que mantienen unidas las moléculas, es decir, para producir ionización. A esta parte del espectro electromagnético de frecuencia superior a 3 – 10 5 Hz se le denomina “radiación ionizante” y “no ionizante” a las que oscilan a una frecuencia inferior a esa cifra. Las radiaciones pueden incidir sobre el cuerpo humano causando diferentes efectos según su origen y la cantidad de energía que llevan asociadas. Precisamente estas características permiten clasificarlas en:

Radiaciones no ionizantes.

Radiaciones ionizantes.

En la figura siguiente podemos observar ambos tipos de radiaciones y su situación dentro del espectro electromagnético, (conjunto de todas las formas de energía radiante).

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4 Riesgos de los agentes físicos: Radiaciones No Ionizantes. Son radiaciones electromagnéticas incapaces de producir fenómenos de ionización en la materia sobre la que inciden, ni de manera directa ni indirecta. Se clasifican, atendiendo a su longitud de onda, en:

Radiación ultravioleta.

Radiación visible.

Radiación infrarroja.

Microondas.

Radiofrecuencias.

Rayos Láser.

La presencia de radiaciones no ionizantes suele deberse al funcionamiento de:

4.1

Hornos microondas.

Secaderos industriales.

Emisoras de radiofrecuencias.

Salas de esterilización.

Soldadura.

Fusión de metales y /o vidrio.

Corte por Láser.

Etc.

Características fundamentales y efectos de las Radiaciones No Ionizantes.

Las características más importantes y los efectos más significativos de este tipo de radiaciones sobre el ser humano, son las siguientes: 16


⇒ Radiación ultravioleta : se sitúa en el espectro electromagnético entre los 100 y los 400 nm (nm = nanómetro, siendo 1nm=10 9 m). La fuente de producción natural más importante es el sol, y en la industria se puede generar en:

Lámparas de descarga, (mercurio o hidrógeno).

Lámparas incandescentes.

Lámparas fluorescentes.

Flaxes.

Arcos de soldadura.

Etc.

La acción de la radiación ultravioleta sobre el ser humano se limita prácticamente a la piel y a los ojos. Así, dependiendo de su longitud de onda y de su poder de penetración, son capaces de producir quemaduras superficiales, eritemas, pérdidas de elasticidad de la piel, procesos de potenciación de cáncer de piel, fotoqueratitis en los ojos, etc. ⇒ Radiación visible: son aquellas radiaciones que por su longitud de onda, (entre 400 y 750 nm) pueden producir sensaciones visuales en el ojo humano. Según la longitud de onda que lleve asociada, se producirá la percepción de uno u otro tono cromático o color diferente. Las fuentes de radiación visible pueden ser:

Naturales, el sol.

Artificiales, lámparas incandescentes, fluorescentes, etc.

El ojo humano, posee mecanismos fisiológicos de defensa frente a exposiciones importantes de estas radiaciones, como por ejemplo la capacidad de adaptación a la luz, el cierre total o parcial de los párpados, la diferente obturación del iris, etc. Sin embargo, exposiciones prolongadas a niveles altos pueden provocar fatiga ocular, deslumbramientos, pérdida de agudeza visual. ⇒ Radiación infrarroja: su longitud de onda está comprendida entre los 750 nm y 1 mm. Cualquier superficie que se encuentre a mayor temperatura que un receptor puede ser fuente de radiación infrarroja.

Espectro óptico

Las fuentes de radiación pueden ser:

Natural, la más importante es el sol. 17


Artificial,

los

cuerpos

incandescentes,

las

superficies

muy

calientes,

lámparas

incandescentes, llamas, etc. Debido a su bajo nivel energético las radiaciones infrarrojas sólo pueden producir efectos de tipo térmico en el ser humano. Así, las lesiones más frecuentes se sitúan en la piel y los ojos, provocando quemaduras, aumento de la pigmentación en la piel, eritemas, lesiones en la córnea y, en exposiciones severas, opacidad corneal. Efectos fisiológicos de las Radiaciones Ópticas.

⇒ Microondas y radiofrecuencias: las microondas se encuentran en el espectro electromagnético entre 1 mm y 1 m y las radiofrecuencias entre 1m y 10 m3. Ambas tienen poca capacidad energética para la ionización y, por tanto, no suelen ser peligrosas para el hombre; sin embargo, las microondas pueden llegar a excitar los estados de rotación y vibración de átomos y moléculas y producir aumentos de la temperatura corporal cuando inciden directamente en el ser humano. Las fuentes de microondas y radiofrecuencias de interés suelen ser artificiales, entre las más importantes podemos citar hornos microondas, los procesos de esterilización y soldadura, emisoras de radio y TV, las instalaciones de radar y telecomunicaciones, etc. El único efecto significativo de estas radiaciones, especialmente de las microondas, puede ser un aumento de la temperatura corporal cuando inciden sobre el hombre, dependiendo su gravedad de la parte del cuerpo afectada, de la intensidad de la exposición y de la frecuencia de la radiación. ⇒ Radiación LÁSER: la radiación LÁSER, es una onda electromagnética cuya longitud de onda está entre los 200 nm y 1 mm, que se produce artificialmente mediante un fenómeno de emisión estimulada, provocando un rayo de una potencia que varía entre microwatios y varios kilowatios. Los riesgos en las operaciones con láser dependerá del tipo de LÁSER utilizado y de las características del equipo que genera el rayo. Los efectos sobre el ser humano pueden centrarse en los ojos y, en menor medida, sobre la piel. En los ojos pueden provocar lesiones en la retina y en la piel quemaduras de diferente gravedad. 18


4.2

Niveles admisibles de Radiaciones No Ionizantes.

Al consultar los niveles admisibles de radiaciones no ionizantes, nos encontramos que las disposiciones legales al respecto, son claramente insuficientes, (no especifican ningún tipo de límites de exposición), por lo que hay que recurrir necesariamente a la bibliografía técnica de uso internacional.

Real Decreto 1066/2001,de 28 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento que establece condiciones de protección del dominio público radioeléctrico, restricciones a las emisiones radioeléctricas y medidas de protección sanitaria frente a emisiones radioeléctricas. Real Decreto 1002/2002, de 27 de septiembre, por el que se regula la venta y utilización de aparatos de bronceado mediante radiaciones ultravioletas.). Real Decreto 1215/97, sobre las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo: no específica ningún tipo de límite, pero en el anexo I, punto 17, indica que todo equipo de trabajo que entrañe riesgos por ruido, vibraciones o radiaciones, deberá disponer de las protecciones o dispositivos para limitar, en la medida de lo posible, la generación y propagación de estos agentes físicos. Si desea consultar estos contenidos, los tiene disponibles en el apartado BIBLIOTECA. Directiva 2004/40/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, sobre las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados de los agentes físicos (campos electromagnéticos) (decimoctava Directiva específica con arreglo al apartado 1 del artículo 16 de la Directiva 89/391/CEE).

19


Una de las de uso más aceptado son los valores límite umbral o TLV’s para agentes de tipo físico que propone la Confederación de Higienistas Industriales del Gobierno Americano, (a.c.g.i.h.). Cualquier estudio riguroso sobre los efectos sobre el hombre de estas radiaciones, debería basarse en éste u otro criterio técnico reconocido internacionalmente. El INSHT ha editado la NTP 698 para campos electromagnéticos entre 0 y 300 GHz: criterios ICNIRP para valorar la exposición laboral que recoge la Directiva citada.

4.3

Control de las Radiaciones No Ionizantes.

Las medidas de control para prevenir exposiciones indebidas a las radiaciones no ionizantes, deben encaminarse en dos vertientes:

Medidas de control técnico – administrativas.

Medidas de protección personal.

En general, todas estas medidas se pueden agrupar en:

Aislar la fuente de emisión.

Disminuir el tiempo de exposición.

Utilizar barreras aislantes, a modo de protección personal y colectiva.

Utilización de la ropa de trabajo adecuada en función de la radiación incidente.

Señalización adecuada que recuerde la existencia de la radiación.

Utilización de cremas adecuadas sobre la piel que prevengan el tipo de radiación.

Ventilar suficientemente las áreas de trabajo, (especialmente cuando hay incidencia de radiación ultravioleta), a fin de evitar la generación de gases nocivos como pueden ser los óxidos de nitrógeno, fosgeno y cloruro de hidrógeno.

Información y formación adecuada al trabajador sobre el tipo de radiación a que permanece expuesto.

Control médico necesario.

5 Riesgos de los agentes físicos: Radiaciones Ionizantes. Dentro de las ondas electromagnéticas, las radiaciones ionizantes son la fracción de mayor capacidad energética. Al incidir sobre la materia, estas radiaciones son capaces de arrancar electrones de los átomos y conseguir así su ionización, modificando químicamente sus características originales. El origen y forma de generarse es complejo, pero podemos decir que siempre proviene de reacciones o interacciones que tienen lugar en el núcleo o en la corteza electrónica de los átomos que constituyen la materia.

20


Si la materia es el cuerpo humano, estas radiaciones pueden causar alteraciones en la células y los tejidos, provocando desde quemaduras hasta procesos de tipo cancerígeno e, incluso, la muerte, dependiendo de la dosis, el tipo de radiación y el tejido afectado. Normalmente las radiaciones ionizantes pueden clasificarse en :

Radiaciones alfa (α): son núcleos de Helio cargados positivamente. Presentan un alto poder de ionización y una baja capacidad de penetración.

Radiaciones beta - (ß-): la desintegración ß - es la emisión de un electrón como consecuencia de la transformación de un neutrón en un protón y un electrón.

Radiaciones beta + (ß+): la emisión de un positrón, partícula de masa igual al electrón y de carga positiva, es conocida como desintegración ß +. Es el resultado de la transformación de un protón en un neutrón y un positrón. Todas las radiaciones ß tienen un poder de ionización algo inferior a las γ y un mayor poder de penetración.

Penetración/ Ionización de las radiaciones

Radiaciones gamma (γ): es la emisión de energía en forma no corpuscular del núcleo del átomo. Son radiaciones electromagnéticas. Presentan un poder de ionización relativamente bajo y una gran capacidad de penetración.

Rayos X: se originan en los orbitales de los átomos. Se producen como consecuencia de la acción de electrones rápidos sobre los átomos y tienen, como la radiación γ, una naturaleza electromagnética. La energía de los rayos X es inferior a la de las radiaciones γ.

Los neutrones, son liberados durante los procesos de fisión de los núcleos de uranio. No poseen carga eléctrica y su masa es la unidad, no son detenidos por interacción a distancia, sino solamente por choque directo con los núcleos de la materia atravesada. Es muy difícil y complejo producir neutrones sin acoplamientos de rayos γ y rayos X.

El origen industrial de este tipo de radiaciones puede ser: 21


5.1

Gammagrafía industrial.

Diagnóstico médico radiológico.

Radioterapia.

Investigación de isótopos radioactivos.

Centrales nucleares.

Etc.

Características fundamentales y efectos de las Radiaciones Ionizantes.

En la siguiente tabla se muestran de forma resumida las características más significativas de los diferentes tipos de radiaciones ionizantes.

Dos son los riesgos que podemos encontrar cuando trabajamos con fuentes de radiaciones ionizantes: ⇒ IRRADIACIÓN: se produce cuando se está sometido a una fuente de radiación no dispersa exterior a la persona y no se tiene contacto directo con ella. Si todo el organismo está expuesto, se denomina irradiación global; y si sólo es una parte irradiación parcial. ⇒ CONTAMINACIÓN RADIACTIVA: se produce cuando el individuo entra en contacto con la propia fuente radiactiva dispersa en el ambiente - contaminación ambiental, o depositada en superficiescontaminación superficial. Dependiendo del lugar del organismo donde queda la fuente radiactiva, la contaminación será externa, cuando sólo afecta a la piel, o interna cuando penetre en el organismo por inhalación, (respiración del ambiente contaminado), ingestión, (alimentos, objetos llevados a la boca), heridas o a través de la piel. Es difícil concretar los efectos que las radiaciones ionizantes pueden 22


provocar en el ser humano, puesto que éstos, dependen de multitud de factores como el tipo de radiación incidente, el tiempo de exposición, la dosis recibida, las células, órganos o tejidos afectados, la sensibilidad de la persona que recibe la radiación, la presencia o ausencia de otros agentes agresivos que potencien o atenúen el efecto de las radiaciones, las medidas preventivas existentes, etc. Teniendo esto en cuenta, podemos resumir brevemente algunos efectos que pueden aparecer debido a la presencia de radiaciones ionizantes:

5.2

Medida de las Radiaciones Ionizantes.

La unidad más empleada para el control de las radiaciones ionizantes en el ámbito de la Higiene Industrial es el REM, que es la unidad de dosis equivalente de radiación ionizante, y nos relaciona la dosis absorbida con los efectos más perjudiciales de la exposición. Los instrumentos de medida para la determinación de la dosis de radiación se pueden dividir en dos clases: ⇒ Medidores de tasa de dosis. Dan una indicación directa de la dosis por unidad de tiempo y por tanto permiten la medida de un campo de radiación en un período corto de tiempo. Se suelen utilizar como instrumentos portátiles para realizar la vigilancia ambiental de las áreas de trabajo.

Detectores de centelleo.

Detectores de semiconductores.

Cámaras de ionización, contadores proporcionales, contadores "Geiger-Müller."

⇒ Dosímetros. Determinan la dosis acumulada durante todo el período de medida y, por lo tanto, se emplean principalmente en la medida de la dosis total o la tasa de dosis media en campos de radiación que varíen con el tiempo.

Cámaras de ionización de bolsillo.

Dosímetros de película.

Dosímetros termoluminiscentes. 23


5.3

Niveles admisibles de Radiaciones Ionizantes.

Real Decreto 1215/97, sobre las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo: no especifica ningún tipo de límite, pero en el anexo 1, punto 17, indica que todo equipo de trabajo que entrañe riesgos por ruido, vibraciones o radiaciones, deberá disponer de las protecciones o dispositivos para limitar, en la medida de lo posible, la generación y propagación de estos agentes físicos. Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre Protección sanitaria contra radiaciones ionizantes. Real Decreto 1.891/91, de 30 de diciembre, sobre Instalación y Utilización de Aparatos de Rayos X con Fines de Diagnóstico Médico. Real Decreto 413/97, de 21 de marzo, sobre protección operacional de los trabajadores externos con riesgo de exposición a radiaciones ionizantes por intervención en zona controlada. Real Decreto 815/2001, de 13 de julio, sobre justificación del uso de las radiaciones ionizantes para la protección radiológica de las personas con ocasión de exposiciones médicas. Si desea consultar sus contenidos, tiene disponible la mayoría de ellos en el apartado BIBLIOTECA.

5.4

Control de las Radiaciones Ionizantes.

Con el fin de poder evitar que se superen las dosis máximas admisibles en los trabajadores expuestos a radiaciones ionizantes y conseguir los valores más bajos posibles, las principales medidas de control técnico - administrativas que podemos llevar a cabo son: 24


Tratar que la permanencia en las proximidades de la fuente de radiación sea lo más corta posible dado que la dosis recibida es directamente proporcional al tiempo de permanencia para una fuente determinada.

Tratar que la distancia de la fuente a las personas sea la máxima posible, dado que la intensidad de radiación decrece con el cuadrado de la distancia.

Colocación de barreras entre la fuente y las personas, que atenúan la intensidad de la radiación al ceder ésta parte de su energía en la barrera o blindaje.

Una equilibrada combinación de los parámetros tiempo, distancia y blindaje permite controlar los riesgos de irradiación externa. Los estudios de estas instalaciones deben ser realizados por personal cualificado. Contra la contaminación radiactiva, es necesaria, a nivel individual, la utilización del aislamiento de manos, cara, cabeza, zapatos, etc., complementado con una serie de hábitos personales para evitar llevarse las manos a la boca, nariz y ojos, así como un control minucioso de contaminación a la salida del lugar del trabajo, para evitar la contaminación exterior. Generalmente, el control se efectúa a dos niveles: ⇒ Vigilancia radiológica de las personas expuestas. La vigilancia radiológica constituye parte esencial de todo programa de prevención de riesgos de las instalaciones radiactivas para poder garantizar que ni los trabajadores ni el público en general reciban dosis de radiación indebidas o superiores a los límites establecidos. Además los trabajadores han de ser sometidos a una vigilancia médica, con reconocimientos previos, periódicos y adicionales, (si hay sospecha de alguna irradiación anormal). ⇒ Vigilancia de las zonas de trabajo. Las zonas de riesgos de radiaciones ionizantes deben señalizarse de modo que advierta del peligro y del tipo de zona (vigilada, controlada, permanencia limitada y acceso prohibido), tal y como se refleja en el R.D. 53/92, (BOE 12.2.92).

25


6 Riesgos de los agentes físicos: ambiente térmico. En los procesos industriales es relativamente frecuente la presencia de focos y superficies calientes o frías, que generan aumentos o disminuciones importantes de las condiciones de temperatura y humedad del entorno. Estas variaciones, en algunos casos, pueden ser muy significativas, pudiendo incidir negativamente sobre el operario. Éste, por su parte, puede realizar esfuerzos físicos que provocan un aumento del calor corporal, que unido al procedente de su entorno, pueden ocasionar la desestabilización de su equilibrio térmico corporal. Para compensar ese desajuste térmico, el ser humano dispone de un sistema de termorregulación, (constituido básicamente por el flujo sanguíneo superficial y la producción de sudor), que evita situaciones de descompensación en el balance térmico de su cuerpo. Cuando las condiciones de temperatura y humedad que rodean al trabajador son muy críticas, este mecanismo de regulación puede no ser suficiente y provocar efectos adversos, que van desde el simple disconfort al estrés térmico. Condiciones severas de calor y humedad pueden presentarse en en algunas operaciones industriales, como por ejemplo:

Fusión y colada de metales.

Extrusión de plásticos y caucho.

Hornos y calderas de combustión.

Forja y estampado en caliente.

Tratamientos térmicos.

Autoclaves.

26


6.1

Lavanderías industriales.

Trabajos al aire libre.

Etc.

Características fundamentales del ambiente térmico.

En condiciones habituales, en la mayoría de las actividades industriales, se produce un equilibrio entre el calor recibido por el trabajador procedente de las distintas fuentes radiantes, del propio aire a través de un proceso de convección generado por su propia actividad y el calor que él elimina por refrigeración de la piel fundamentalmente a través de la producción y evaporación del sudor. Por un lado, el trabajador recibe calor procedente del metabolismo, (transforma la energía química de los alimentos en energía mecánica y en calor ), de la radiación y de la convección; es decir, el calor emitido por focos y superficies a elevadas temperaturas y el calor transmitido por el aire que está en contacto con el trabajador. El metabolismo, siempre constituye un aporte de calor. La radiación, normalmente siempre supone un aporte de calor aún cuando puede eliminar calor cuando las superficies que rodean al trabajador están a temperaturas relativamente bajas. La convección aporta o elimina calor, dependiendo de que la temperatura del aire sea superior o inferior a la de la piel. La evaporación constituye el mecanismo fundamental de eliminación de calor. Para que sea realmente efectivo es preciso que el sudor producido por el trabajador se evapore en contacto con su piel. La facilidad para esta evaporación, depende básicamente del grado de saturación en vapor de agua del ambiente, es decir de la humedad relativa y de la velocidad de movimiento del aire que rodea al operario. Las condiciones serán tanto más favorables para la evaporación cuanto más seco esté el ambiente y cuanto mayor sea la velocidad de las corrientes de aire. Por consiguiente, puede concluirse que en la exposición al calor en ambientes industriales han de considerarse factores tales como, la temperatura del aire, el esfuerzo físico, la temperatura de focos y superficies próximas al trabajador, la humedad del aire y su velocidad, que inciden de forma notable sobre la carga térmica que el trabajador soporta y que condicionan la eficacia de su sistema de termorregulación.

6.2

Efectos del ambiente térmico.

En este apartado tenemos que hacer una diferenciación clara entre simples molestias, (disconfort térmico) y las condiciones térmicas severas que pueden provocar algún tipo de alteración significativa. Las primeras, más importantes desde el punto de vista de la ergonomía, pueden causar malestar psicológico, disminución de la concentración, bajo rendimiento laboral, etc.; las verdaderamente interesantes desde el punto de vista de la Higiene Industrial, serían aquellas, que afectan a la destreza del trabajador, o que se manifiestan como desórdenes fisiológicos. A continuación se resume en tablas, los efectos, síntomas, causas y primeras medidas de actuación ante la exposición laboral a ambientes fríos y calurosos. EFECTOS DE LA EXPOSICIÓN LABORAL A AMBIENTES FRÍOS.

27


EFECTOS DE LA EXPOSICIÓN LABORAL A AMBIENTES CALUROSOS.

28


6.3

Criterios de medición de los parámetros del balance térmico.

Para la evaluación de un ambiente de trabajo con sobrecarga térmica no es suficiente con la simple medida de la temperatura del aire puesto que se han de tener en cuenta otros factores y otros parámetros cuyo significado y medida son expuestos a continuación: ⇒

Temperatura seca del aire: se conoce habitualmente como temperatura del aire. Se puede medir con un simple termómetro de mercurio cuya escala alcance hasta 50º C. La única precaución que se debe tomar es apantallar el bulbo del termómetro para que no esté expuesto directamente a la influencia de focos de energía radiante. Existen otros tipos de instrumentos de medida como: termopares, termorresistencias y termistores.

Temperatura húmeda del aire: junto con la temperatura seca, da una medida del grado de humedad del aire en el ambiente que rodea al trabajador. Normalmente, la temperatura húmeda será inferior a la seca. Cuanto mayor sea la diferencia, menor será la humedad ambiental. Cuando ambas temperaturas coinciden, se dice que el aire está saturado de humedad. Para la medida de la temperatura húmeda se puede utilizar un sencillo termómetro de mercurio cuyo bulbo se recubre con una mecha de algodón humedecida e introducida en un recipiente con agua. La temperatura del termómetro, después de colocar y humedecer la mecha va descendiendo hasta que, transcurridos unos 20 minutos, se estabiliza en un valor que es el de la temperatura. 29


Temperatura del globo-media: da una indicación de la cantidad de calor que el trabajador recibe como consecuencia de las proximidades a focos o superficies calientes. Para medir esta temperatura se coloca el bulbo de un termómetro de mercurio en el interior de una esfera de cobre de 15 cms. de diámetro pintada exteriormente de negro. La escala del termómetro, debe alcanzar hasta 100 º C. La temperatura se estabiliza después de 25 minutos de haber colocado este dispositivo de medida. Normalmente, la temperatura de globo es superior a la temperatura seca, siendo la diferencia entre ellas un buen indicador de la presencia y la influencia de fuentes de energía radiante.

Velocidad del aire: es la velocidad a la que el aire se mueve alrededor del trabajador. Los instrumentos para medir la velocidad del aire, se clasifican en tres grupos: anemómetros mecánicos, termoanemómetros y velómetros.

Consumo metabólico: la energía necesaria para realizar una tarea, la obtiene el trabajador de la transformación metabólica de diferentes sustancias. Esta transformación, genera un calor que es absorbido por el organismo. La cantidad de calor generada está relacionada con el esfuerzo físico que desarrolla el trabajador.

También aparte del trabajo es necesario producir la energía precisa para el sostenimiento de la actividad normal, (moverse, desplazarse, sentarse y levantarse). Incluso el sostenimiento de las funciones vitales como es la respiración, exige un consumo de energía, de ahí que incluso cuando dormimos mantengamos la transformación metabólica. La energía requerida por el trabajador, es normalmente superior a la exigida por la actividad fuera del trabajo y ambos se suman para dar lugar a lo que se denomina metabolismo total. Aunque la carga térmica metabólica, puede calcularse a través de la medición del consumo de oxígeno del organismo, ello no es viable en la práctica y por ello suele recurrirse a métodos indirectos de estimación que se basan en el empleo de tablas en las que se han recogido los valores medidos para distintas actividades típicas a las que se asimilan las situaciones observadas. También se dispone de métodos, de carácter general, que permiten el cálculo de este metabolismo, en términos de Kcal/ hora, atendiendo a características del trabajador como son su edad, peso, talla y sexo y a la forma en que realiza su trabajo, es decir, si está quieto o se desplaza, si utiliza sólamente una o ambas manos, o si por el contrario, se exige la utilización de unos o ambos brazos, o incluso, del cuerpo.

6.4

Niveles admisibles en el ambiente térmico.

Real Decreto 486/97, de 14 de abril: por el que se establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en lugares de trabajo, en su anexo III, refleja las condiciones que deben cumplirse en los locales de trabajo cerrado. Si desea ver su contenido, lo tiene disponible en el apartado BIBLIOTECA.

30


Existen numerosos métodos técnicos de uso internacional que evalúan las situaciones de confort térmico y estrés térmico, relacionando distintos parámetros de medida. Estas normas, suelen ser más complejas y completas que nuestra norma legal. Entre las más utilizadas están: •

ÍNDICE DE TENSIÓN TÉRMICA (I.T.T.). Este método, está basado en el intercambio térmico entre el cuerpo humano y el medio ambiente. Es usado para valorar situaciones críticas durante cortos espacios de tiempo. El I.T.T. representa la relación entre la cantidad de calor que debe normalmente evaporar una persona por su sudor para mantener el equilibrio térmico de su cuerpo en el desarrollo de su actividad (Ereq) y la cantidad máxima de calor que sería susceptible evaporar por sudor en las mismas condiciones ambientales, (Emáx).

Este método nos permite determinar el tiempo máximo de exposición al calor. •

ÍNDICE W.B.G.T. El índice WBGT, (Wet Bulb Globe Temperature) constituye la técnica más simple y adecuada para medir los factores ambientales que más estrechamente se correlacionan con la temperatura corporal interna y demás respuestas fisiológicas del calor. Nos permite evaluar el estrés térmico al que está sometido un individuo expuesto en un ambiente caluroso y efectuar un diagnóstico rápido. Los valores del índice WBGT, se calculan por medio de las ecuaciones siguientes: Exteriores con exposición solar: 31


Interiores o exteriores sin exposición solar:

siendo: WBGT = índice de temperatura húmeda y temperatura de globo.

Th = Temperatura húmeda natural. Tg = Temperatura de globo. Ta = Temperatura del aire, (temperatura seca) . Existen medidores de estrés térmico electrónicos con lectura digital que dan los valores de las temperaturas y del WBGT directamente (en la foto de la izquierda se muestra un medidor de temperatura ), permitiendo además su registro y tratamiento estadístico. Los valores de referencia del índice WBGT, que no deben ser superados, están especificados en la norma UNE - EN 27243.

ÍNDICE DE TEMPERATURA EFECTIVA. Este método, se centra en el estudio de las respuestas de una gran colectividad de personas que, adecuadamente plasmadas en un diagrama psicométrico corregido, donde intervienen la temperatura seca, la temperatura húmeda y la velocidad del aire, nos permite determinar el grado de confort ambiental.

6.5

Control de la sobrecarga térmica.

La reducción de la sobrecarga térmica del ambiente y la disminución de sus efectos sobre los trabajadores, puede conseguirse aplicando medidas de diferente naturaleza y que en ocasiones tienen un carácter complementario, es decir, que la solución final, incluye la aplicación de medidas de distinto carácter. Los diferentes tipos de medidas aplicables se describen a continuación agrupándolas según el punto donde se aplican, y siguiendo el esquema clásico de Higiene Industrial, a saber: 32


En el foco emisor: cuando existen focos o superficies a elevadas temperaturas debe intentarse, si es posible, bajar su temperatura, reducir su superficie cubriéndolas lo más posible con pantallas brillantes, o disminuir su poder de emisividad pintando las superficies radiantes con colores claros de característica metálica brillante. Cuando existen focos importantes de emanación de vapor de agua, como pueden ser tanques abiertos con agua caliente, debe instalarse sistemas de extracción localizada, que eliminan el vapor de agua producido.

En el medio de transmisión: cuando existen fuentes radiantes, se pueden colocar pantallas de superficie metálica brillante, que permitan proteger al trabajador impidiendo que reciba directamente la radiación de la fuente. Otra medida acertada, es incrementar el movimiento de aire alrededor del trabajador y si es posible la temperatura del ambiente enfriando el aire que se aporte en la nave o en el puesto de trabajo. En ocasiones, esta medida puede ser muy eficaz y poco costosa cuando se aplica de forma muy localizada sobre el puesto de trabajo. Un ejemplo sencillo de esta medida, son los ventiladores que en el verano se colocan en las proximidades de los puestos de trabajo.

En el trabajador: en algunos casos, pueden construirse cabinas, incluso dotadas de aire acondicionado, para mejorar las condiciones de exposición de operarios encargados de funciones de vigilancia y control. Sin embargo, si existen fuentes radiantes próximas, es preciso, colocar en las paredes de la cabina que reciben directamente la radiación, materiales que la reflejen o la absorban, como pueden ser paneles de superficie metálica, o mallas metálicas y plásticos especiales, cuando sea necesaria mantener libre el campo de visión del trabajador. A nivel de protección personal, pueden utilizarse prensas aluminizadas, que reflejan la radiación y por ello su uso es positivo, aún cuando también reducen la evaporación del sudor, lo que constituye un factor negativo que puede limitar su utilización. Para trabajos esporádicos o puntuales a elevadas temperaturas, existen equipos especiales aluminizados que permiten una refrigeración interna, mediante lo que se denomina, un tubo Vortex, que trabaja con aire comprimido. Los trabajadores que están sometidos a ambientes con sobrecarga térmica, han de tener reconocimientos médicos especiales, deben beber frecuentemente agua fresca, de la que han de disponer en fuentes próximas no contaminables, deben comer los alimentos con un ligero exceso de sal y han de tener un período de aclimatación gradual que les permitirá acostumbrarse al calor y soportarlo mejor. Finalmente, cabe mencionar como medida correctora la reducción en el tiempo de trabajo intercalando frecuentes períodos de descanso que permitan la recuperación del trabajador.

7 Riesgos de los agentes físicos: iluminación. El grado de iluminación que requiere una determinada tarea, es muy importante, no sólo desde el punto de vista de facilitarnos su realización en condiciones óptimas sino desde la óptica de la prevención. Una adecuada iluminación, favorece, por tanto, la calidad del trabajo elaborado y 33


repercute favorablemente en reducir la fatiga visual, disminuir la tasa de errores y evitar accidentes laborales. Cada tarea que se realiza en una actividad laboral, requiere unas condiciones lumínicas adecuadas; no se necesita, por ejemplo, la misma iluminación en un almacén que en un trabajo de precisión y alto grado de detalle, (artes gráficas, joyería, etc.). Últimamente, este tema ha adquirido una especial relevancia por su influencia en el uso de pantallas de visualización de datos, (P.V.D.), de los ordenadores, debido al gran auge que los equipos informáticos tienen en todos los ámbitos de nuestra vida. Las fuentes de iluminación a nivel laboral, pueden clasificarse en:

Luz solar.

Lámparas de incandescencia.

Lámparas fluorescentes.

Lámparas de descarga de gases.

La iluminación artificial, de acuerdo con el reparto de luz sobre el plano de trabajo puede ser:

De acuerdo con la distribución y colocación de las luminarias, la iluminación artificial puede ser:

7.1

Características fundamentales de la iluminación.

La luz, es una radiación electromagnética emitida o reflejada por cualquier cuerpo que tiene una longitud de onda comprendida entre los 380 y los 780 nm, banda que corresponde al espectro visible. A su vez, la zona del espectro visible puede dividirse, de modo aproximado, en una serie de intervalos de longitud de onda, según la impresión de color que producen en el ojo humano.

34


Espectro electromagnético

El ojo, es el órgano encargado de recoger e interpretar las diferentes longitudes de onda que inciden sobre él, y darnos una idea espacial y cromática de los objetos.

Espectro electromagnético visible.

La luz que incide sobre los objetos es en parte absorbida, en parte refractada y en parte reflejada; ésta última, llega al ojo humano que, a través de un complejo sistema, es capaz de transformar esta radiación en impulsos nerviosos que, son interpretados por el cerebro en forma de objetos, formas y colores.

El ojo humano, no es igual de sensible a la energía de todas las longitudes de onda, destacándose el desplazamiento de la máxima sensibilidad del ojo hacia las cortas longitudes de onda.

35


En el campo de la percepción visual, intervienen gran cantidad de factores, destacando:

7.2

Efectos de iluminación.

Cada actividad laboral requiere unas determinadas condiciones de iluminación, que estarán en función de una serie de factores, entre los que podemos destacar:

Tamaño de los detalles a captar.

Distancia entre el ojo y el objeto observado.

Reflexión de las superficies de trabajo.

Contraste entre el objeto y el fondo.

Tiempo empleado en la observación.

Movimiento del objeto.

Etc.

Evidentemente, cuanto mayor sea la precisión requerida para una determinada tarea, mejor deberá ser la calidad del nivel de iluminación del entorno. Así, por ejemplo, requerimos buenos niveles lumínicos en operaciones que exijan altos grados de precisión, (diseño textil, fabricación de componentes 36


microelectrónicos, quirófanos, etc.), y la intensidad luminosa no será tan importante en otras áreas donde la percepción visual no sea tan esencial, (pasillos, zonas de paso, almacenes, etc.). Por lo tanto, si la intensidad luminosa no es adecuada a las necesidades de iluminación de una determinada tarea, podrían aparecer problemas como:

Fatiga ocular: Como consecuencia de un confinamiento del hombre en recintos con iluminación inadecuada.

Deslumbramiento: Debido a contrastes muy acusados en el campo visual o a brillos excesivos de fuentes luminosas.

7.3

Dolores de cabeza.

Etc.

Criterios de medición de la iluminación.

Para diseñar y evaluar un sistema de iluminación industrial, es necesario el empleo de una serie de conceptos, unidades y factores de la visión, que fundamentalmente son: ⇒

Flujo luminoso (f): se define como la velocidad de emisión de luz o como la energía radiada en la unidad de tiempo. La unidad de medida es el Lumen, ligada al vatio lumínico por la expresión: 1 Lum = 1/680 vatios lumínicos

Iluminación o iluminancia (E): se define como la densidad de flujo luminoso por unidad de superficie. La unidad de iluminación es el Lux, que se define como la iluminación que produce un lumen distribuido uniformemente sobre un metro cuadrado.

Intensidad luminosa (I): se define como la densidad de flujo luminoso por unidad de ángulo sólido en una dirección dada. Su unidad es la Candela, equivalente a la 1/60 parte de la intensidad luminosa provocada por 1 cm2 de un "cuerpo negro" a la temperatura de fusión del platino (2.046º K).

Niveles de iluminación

Luminancia (L): se define como la cantidad de intensidad luminosa por área de superficie aparente. La unidad de medida es el: STILB = 1 candela/m2.

Cantidad de luz (j): se define como la potencia luminosa o flujo luminoso emitido en una unidad de tiempo. Su unidad es lumen por hora (lumen/h).

Rendimiento luminoso (h): se define como el flujo que emite una fuente de luz por cada unidad de potencia eléctrica consumida. Su unidad es el lumen por vatio (Lum/W).

A nivel práctico, la mayoría de las normas técnicas de iluminación y nuestra propia legislación utilizan como referencia la Iluminancia, expresada en Lux.

37


El método más utilizado para medir los niveles de iluminación, se basa en la utilización de receptores de radiación físico - químicos especialmente sensibles a las longitudes de onda del espectro visible, siendo su respuesta función de la iluminación recibida y no de la luminancia. El aparato más utilizado es el Luxómetro (en la foto inferior se muestran distintos tipos de luxómetros), que consiste en una célula fotoeléctrica de capa barrera, generalmente de selenio, por tener una sensibilidad espectral muy parecida a la del ojo humano.

7.4

Niveles admisibles de iluminación.

Real Decreto 486/97, de 14 de abril: por el que se establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en lugares de trabajo, en su anexo IV, indica los índices mínimos de iluminación en los lugares de trabajo.

Real Decreto 488/1997, de 14 de Abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud, relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización de datos.

Las disposiciones legales mencionadas en el punto anterior, desde un punto de vista eminentemente técnico, son claramente insuficientes pero se pueden cumplimentar con la UNE –EN ISO 29241. Por ello, si queremos hacer un verdadero estudio lumínico de las condiciones de un puesto de trabajo o un área de la 38


empresa, hemos de recurrir a normas técnicas internacionalmente aceptadas. Entre ellas podemos destacar:

Normas de alumbrado PHILLIPS.

Normas AFNOR.

Normas DIN.

8 Riesgos derivados de la exposición a agentes biológicos. En un sentido amplio se pueden considerar agentes de tipo biológico a todos aquellos seres vivos, ya sean de origen animal o vegetal, y todas aquellas sustancias derivadas de los mismos, presentes en los ambientes de trabajo, y que pueden ser susceptibles de provocar efectos negativos sobre la salud de los trabajadores. Estos efectos adversos, se pueden concretar en procesos infecciosos, tóxicos y/o alérgicos. Los contaminantes biológicos se pueden clasificar en:

El Real Decreto 664/1997, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo, incluye una lista indicativa de actividades donde puede darse este tipo de riesgos: 1.

Trabajos en centros de producción de alimentos.

2.

Trabajos agrarios.

3.

Actividades en las que existe contacto con los animales o con productos de origen animal.

4.

Trabajos de asistencia sanitaria, comprendidos los desarrollados en servicios de aislamiento y de anatomía patológica.

5.

Trabajos en laboratorios clínicos, veterinarios, de diagnóstico y de investigación, con exclusión de los laboratorios de diagnóstico microbiológico.

6.

Trabajos en unidades de eliminación de residuos.

7.

Trabajos en instalaciones depuradoras de aguas residuales.

El Real Decreto 664/1997 , define los agentes biológicos como: “ los microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad”. Esta definición contempla dos categorías: los agentes biológicos vivos y los productos derivados de los mismos. La diferencia fundamental consiste en que los primeros tienen capacidad para reproducirse, mientras que los segundos no, y su comportamiento ambiental es equivalente al de la materia inerte. En común presentan la capacidad de generar un efecto adverso como consecuencia de la exposición de los trabajadores a tales agentes. En definitiva, el concepto de atente biológico incluye, de forma no exhaustiva a: virus, rickettsias, clamidias, bacterias, hongos, protozoos y helmintos (estas dos últimas categorías son 39


las consideradas en la definición como endoparásitos humanos), así mismo, incluye los organismos recombinantes capaces de provocar una enfermedad infecciosa. Entre los productos derivados de los agentes biológicos que puedan generar trastornos de tipo alérgico o tóxico se incluyen: micotoxinas, endotoxinas, ergosterol, 1-3 glucanos y un amplio grupo de alergenos. Son sustancias que emiten al ambiente o que forman parte estructural de los seres vivos, y que pueden estar presentes tanto en las formas vivas como en los microorganismos muertos o en sus fragmentos. Bioaerosol es el nombre con que se denomina la mezcla compleja de los distintos componentes de los agentes biológiocos que se encuentra suspendida en el aire. A efectos de los dispuesto en el presente Real Decreto, los agentes biológicos se clasifican, en función del riesgo de infección, en cuatro grupos: 9

Agente Biológico del GRUPO 1: aquel que resulta poco probable que cause una enfermedad en el hombre.

9

Agente Biológico del GRUPO 2: aquel que pueda causar una enfermedad en el hombre y pueda suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a la colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.

9

Agente Biológico del GRUPO 3: aquel que pueda causar una enfermedad grave en el hombre y presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo de que se propague a la colectividad y existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.

9

Agente Biológico del GRUPO 4: aquel que causando una enfermedad grave en el hombre supone un serio peligro para los trabajadores, con muchas probabilidades de que se propague a la colectividad y sin que exista generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.

8.1

Criterios de valoración.

En cuanto a la valoración, rara vez se podrá efectuar una valoración ambiental cuantitativa semejante a las que se realizan en la evaluación de la exposición a agentes químicos, la razón es que por el momento no están establecidos criterios de valoración numéricos para este tipo de contaminantes que permitan emitir un juicio rápido sobre la peligrosidad de la situación. La publicación “TLV’s. Valores límite para sustancias químicas y agentes físicos en el ambiente de trabajo. BEIs índices biológicos de exposición” de la ACGIH, justifica las razones que, por el momento, hacen imposible el establecimiento de dichos criterios. Estas limitaciones hacen que la metodología de evaluación de la exposición a agentes biológicos necesite de un trabajo previo de análisis en el que, partiendo de la máxima información disponible sobre la actividad laboral en estudio, se puedan definir las herramientas que se van a utilizar para alcanzar el objetivo planteado, que no es otro que evitar o limitar la exposición. Estas herramientas consisten en las siguientes: •

Planificación de la medición.

Diseño de unos criterios de valoración.

Selección de las medidas de prevención y control de la exposición. 40


Si los resultados de la evaluación a que se refiere el artículo 4 pusiera de manifiesto un riego para la seguridad o salud de los trabajadores por exposición a agentes biológicos, deberá evitarse dicha exposición. Cuando esto no resulte factible por motivos técnicos de la actividad que se desarrolla de deberá reducir al riesgo más bajo posible mediante:

Estudio y establecimiento de procedimientos de trabajo adecuados y utilización de medidas técnicas apropiadas para evitar o minimizar la liberación de agentes biológicos en el lugar de trabajo.

Reducir al mínimo posible el número de trabajadores implicados.

Adoptar medidas seguras para la recepción, manipulación y transporte de los agentes biológicos dentro del lugar de trabajo.

Adoptar medidas de protección colectiva, o en su defecto, de protección personal, por los trabajadores, incluido el uso de recipientes seguros e identificables, previo tratamiento si fuera necesario.

Establecer u utilizar medidas de higiene que dificulten la dispersión del agente biológico fuera del trabajo.

Señalizar la zona de peligro biológico de forma reglamentaria.

Establecer planes para hacer frente a posibles accidentes de los que puedan derivarse exposiciones biológicas.

Verificación, cuando sea necesario y técnicamente posible, de la presencia de los agentes biológicos utilizados en el trabajo y fuera del confinamiento físico primario.

Se tendrán en cuenta medidas especiales de protección para aquellos trabajadores con sensibilizaciones y en circunstancias especiales como son las embarazadas o en período de lactancia. La estrategia de muestreo debe incluir especificaciones sobre: los agentes biológicos que se van a estudiar, los focos de contaminación típicos de los agentes biológicos de consideración, la concentración previsible y la variabilidad en el espacio y en el tiempo para cada agente, los métodos analíticos que se van a utilizar para detectar, cuantificar e identificar los agentes biológicos, y los equipos y métodos más idóneos para la captación de los mismos. A modo de orientación, en el cuadro siguiente se recogen los puntos que se deben tomar en consideración al planificar la medición. PLANIFICACIÓN DE LA MEDIDA

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• • • • • • •

La naturaleza y los niveles previsibles de agentes biológicos. La caracterización de la exposición ( concentración promedio, la peor situación, etc.). La idoneidad, coste y disponibilidad de los equipos de toma de muestras. El coste y disponibilidad de los diversos métodos de análisis. Las limitaciones que el método de análisis pueda imponer al muestreo. Las limitaciones que puedan suponer el tiempo y el transporte de las muestras al laboratorio. La experiencia de los técnicos (prevencionistas, analitas, etc.).

ACTUACIÓN DEL EMPRESARIO FRENTE A LA EVALUACIÓN DEL RIESGO

42


8.2

Efectos de los contaminantes biológicos.

Los efectos producidos por este tipo de agentes biológicos son muy variados en función de la actividad desarrollada, tipología del agente patógeno, medio de transmisión, etc. En la Tabla siguiente aparecen algunas de las enfermedades más significativas causadas por estos contaminantes. ENFERMEDAD Hepatitis Vírica Zoonosis: - Brucelosis - Antrax - Toxoplasmosis - Muermo - Rabia Dermatosis Dermatosis Micótica Sida Tuberculosis Infecciones por estafilococos y estreptococos Trastornos alérgicos respiratorios y en la piel Carbunco Bisinosis Legionelosis

8.3

ACTIVIDAD DESARROLLADA Laboratorios de Investigación y Clínicos y Hospitales Laboratorios, Agricultura, Ganadería, Conservas Cárnicas, Mataderos, Industria de la Lana, Industrias de Curtido de Pieles, Abonos, Plantas de tratamiento de Aguas residuales.

Laboratorios, Elaboración de Aceites Vegetales, Fabricación de Harina y derivados. Laboratorios, Industria Conservera en general. Hospitales, Laboratorios. Hospitales, Agricultura, Ganadería, Derivados Lácteos. Hospitales, Residencias.

Agricultura, Ganadería, Fabricación de Harina, Industria Conservera, Curtido de Pieles. Industria de la Lana, Curtido de Pieles. Industria del Algodón. Hospitales, Sistemas de distribución de Agua Sanitaria, Torres de Refrigeración, Condensadores evaporativos, Sistemas de agua climatizada con agitación constante y recirculación, Centrales Humidificadoras Industriales.

Niveles admisibles y legales de contaminantes biológicos.

Real Decreto 664/97, de 12 de Mayo, sobre protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo. Este decreto, transpone a la legislación española las directivas 90/679 CEE y 93/88/CEE adaptadas al progreso técnico a través de la 95/30/CE en las que define los agentes biológicos, sus tipos y las responsabilidades derivadas de su gestión en el ámbito técnico y empresarial; 98/83/CE relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano. Real Decreto 865/2003, de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénicosanitarios para la prevención y control de la legionelosis. Directiva 2000/54/CE, de 18 de septiembre de 2000, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo. En mayo de 2001 se adopta como norma española (UNE) la norma europea EN 13098, “Atmósferas en el lugar de trabajo. Directrices para la medición de microorganismos y endotoxinas en suspensión en el aire”. Como indica su título, la norma recoge las directrices para la evaluación de la exposición a 43


microorganismos, excluyendo de la misma, virus, microorganismos pat贸genos espec铆ficos y toxinas distintas de las endotoxinas, aunque se indica que las directrices pueden ser las mismas. Si desea consultar sus contenidos, los tiene disponible en el apartado BIBLIOTECA.

44


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